Sie sind auf Seite 1von 5

PRESENTACIÓN SEMINARIO 2019. WALDORF 100.

Nuevas Tecnologías y Redes Sociales


Este texto fue escrito Santiago Zoccali y corregido y re escrito junto a Leila Zanette

Observar a los jóvenes hoy es observarlos completamente vinculados con las tecnologías, con
sus pantallas a muy corta distancia, y entender que este es un acto cotidiano de muchas horas
diarias. Claro que los jóvenes no sólo hacen esto, pero esto como docentes nos inquieta.

Rudolf Steiner plantea: “El hombre únicamente se vivencia a sí mismo cuando ama al mundo”
p115. GA 26 Pensamientos Guía.

Para lograr eso, el joven necesita encontrar referentes en los que pueda confiar y a quienes
pueda elegir, además de su natural disposición orgánica a salir al mundo. Personas que
transformen verdaderamente el mundo…al menos “su” mundo…al menos unos minutos de “su”
mundo, o al menos que sean guías de sus propias vidas. Eso puede abrir las puertas a amar al
mundo. Si previamente durante la niñez se cultivó su cuidado, si se lo vivenció como parte de sí
mismo. Amar el reino mineral, vegetal, animal y desde el tercer septenio amar al ser humano, al
otro, a mi extraño, al extranjero.

Un niño comienza a tener capacidad recordativa a los 3 años pero no logra conformar toda esa
capacidad hasta los 21 o más. Y en este desarrollo, los procesos de memoria son fundamentales
porque trazan el camino de la individualidad. No hay forma de memorizar sino es a partir de la
experiencia. Esto forma mi individualidad.

¿Qué tipo de experiencia es estar todo el día con el celular?

¿Qué sucede con el campo neuro-sensorio? ¿Con la vista y los oídos? ¿Qué estímulos recibo?
¿Qué efectos tiene la luz azul a solo 30 cm de mi vista durante un tiempo prolongado?

Cuando hablamos de experiencias en el mundo físico, esas que nos individualizan ¿nos referimos
a tocar con los pulgares una pantalla sin textura, volumen, profundidad, olores? ¿Dónde sólo
interrumpo o permito que pase electricidad de un campo a otro?

Cuando hablamos de conocer: ¿a qué nos referimos? ¿a googlear?

En contraposición: ¿Qué experiencia es dar una caminata por el campo, con el viento soplando
en la cara una mañana de invierno? ¿Y conversando con un amigo sobre aquella jovencita? O
hacer Kyte surf sintiendo las fuerzas del viento y del agua que me sostienen a pesar de la
gravedad?

Así que la pregunta ¿qué experiencias tengo durante el día para llevar al mundo espiritual, o a
dormir, o a olvidar? , cobra nueva importancia.

El tercer septenio es el lenguaje de los ideales, de la verdad, de la bondad, y fundamentalmente


del amor. Un amor no egoísta o autorreferencial, sino un amor abnegado, espiritualizado. Amor
por el mundo y sus seres, amor por el prójimo…

Y este es el lenguaje que cultivamos en la escuela Waldorf. No hablamos al niño pequeño con el
intelecto sino con las imágenes que él puede comprender. Así también Steiner nos dice, es el

1
lenguaje de alma a alma. Y esto es válido para todos los encuentros entre seres humanos. La
base de un organismo social saludable es escuchar y comprender, buscando con el corazón.

Durante el día tenemos la posibilidad de cultivar estas imágenes, estos ideales, nuestro amor
abnegado, nuestros sueños. Pero también tenemos la posibilidad de cualquier otra cosa. Ya que
es una facultad fundamental del ser humano la libertad.

De acuerdo con las experiencias que tenemos durante el día, será nuestro vínculo con el mundo
espiritual durante la noche. ¿Por qué esto es así? Rudolf Steiner revela que nuestro lenguaje
común cotidiano, el lenguaje terrenal, el lenguaje científico-material, es un lenguaje insuficiente
para el mundo espiritual. Allí solo se comprende el lenguaje suprasensible, por tanto llevar
experiencias exclusivamente terrenales, es como ir con las manos vacías a ese encuentro.

En el ciclo de conferencias: “Sintomatología de la Historia Moderna” GA 185 Steiner desarrolla


estas ideas. “(…) Sólo se puede pensar científicamente durante la vigilia. En el momento en
que nos dormimos, el pensar científico carece de sentido – tan carente de sentido como hablar
en francés en un país donde no se entiende una palabra de este idioma-. En el sueño sólo tiene
sentido el lenguaje que se adquiere por medio del conocimiento suprasensible (el lenguaje de
las imágenes por ejemplo) el idioma que se origina en lo suprasensible”p 98. Op cit.

Y como fue explicado antes: ¿qué significado tiene ir al sueño con las manos vacías al cultivar
durante el día realidades exclusivamente terrenales o materialistas? O más aún ¿Qué influencia
tendrá interrumpir el sueño con realidades exclusivamente terrenales? Situación que ya sucede
a menudo gracias a la exposición de la luz azul de las pantallas, que desordena la hormona
melatonina y tras sólo diez minutos induce al cerebro a considerar que ya es de día.

En nuestros jóvenes en formación aún donde la liberación del yo está pulsando por realizarse y
conocer el mundo es saludable para ello, ¿qué sucederá?

¿Cómo observo al mundo si a 30 cm de mi vista siempre está el mismo aparato? ¿Cómo conozco
el mundo sin olerlo, saborearlo, oírlo, observarlo, tocarlo? ¿Cómo conozco sin vivenciar y luego
interiorizar, como lo hago propio? ¿Cómo desarrollo capacidades como la empatía, si estoy
siempre solo o me comunico con otros exclusivamente a través del teléfono? ¿Cómo vivencio
mis límites y mis capacidades sin un otro que me las refleje? ¿Cómo colaboro con otro si no es
en persona? ¿Cómo me propongo cambiar el mundo a través de las redes? ¿Cómo encuentro lo
vivo en el mundo o en el otro a través de lo muerto y estático que representa una imagen, una
foto, un video? ¿Cómo me conozco a mí mismo? ¿Cómo puedo buscar respuestas de quién soy,
qué quiero, qué capacidades tengo, sin encontrarme con otros?

¿Cuánto de todo esto me es posible desarrollar con las nuevas tecnologías? O ¿Cuánto se
obstaculiza? ¿Pueden desarrollarse mis capacidades humanas a través de las tecnologías?

Y fundamentalmente ¿qué tipo de organismo social serán capaces de crear las próximas
generaciones si son formadas bajo estas condiciones de soledad o aislamiento unos de otros?

Por supuesto estas son preguntas para todo el género humano, no sólo para los jóvenes.

El ser humano, ser espiritual

En toda su obra, Rudolf Steiner, caracteriza la particularidad del ser humano como un ser
espiritual que viene a la Tierra a realizar su misión individual, a la vez que es partícipe de la

2
misión de la humanidad en su conjunto: desarrollar el amor en la tierra y hacer de este planeta
el planeta del amor y del cuidado de los otros. Siendo él responsable de sus actos y de la vida a
su alrededor. Es decir el hombre viene a la Tierra, no es de la Tierra. El hombre un ser espiritual,
no terrenal.

Desde la antigüedad el ser humano tuvo como desafío conquistar su misión en la tierra, sin
perderse en lo sensorio, en los estímulos de los sentidos, que lo alejen del mundo espiritual,
lugar de donde realmente proviene. Olvidar su origen espiritual ha sido un desafío al que fue
sujeto especialmente desde el siglo XV, cuando surge la posibilidad del desarrollo del alma
consciente.

Pero desde fines del siglo XVIII y XIX el desarrollo de lo tecnológico comenzó a sumar otro desafío
aún mayor. El desafío de dominar su propio egoísmo y transformarlo, cultivando su libertad
individual, y a la vez desarrollando la posibilidad del amor fraternal

El desarrollo de la tecnología ha contribuido a cultivar en el ser humano su más profundo


egoísmo. Salvo que él haga un ejercicio de conciencia que pueda liberarlo. ¿Cómo podemos dar
cuenta de ello? Con un simple acto de conciencia, encontraré algunas respuestas,
preguntándome ¿Cuántos sirvientes energéticos tengo hoy en mi vida diaria?

Por ejemplo: me levanto por la mañana y me dirijo a mi trabajo en automóvil. Tomo la autopista
y alcanzo la velocidad de 100 km/h. Sin la tecnología que hoy lo hace posible, ¿Cuántas fuerzas
naturales se hubieran movilizado?, ¿Cuántas fuerzas naturales con la voluntad humana se han
movilizado? Y si pudiéramos hacer el cálculo con respecto a fuerzas animales: ¿Cuántas fuerzas
de animales se hubieran puesto en movimiento para alcanzar esa velocidad? Si ahora pensamos
en los combustibles, los componentes del vehículo, el trazado de la autopista, su iluminación,
etc, etc. ¿podemos hacernos una imagen del desarrollo de todas las áreas del conocimiento que
fueron necesarias cultivar? ¿Podemos tener conciencia de la suma de generaciones humanas
que con sus voluntades lo hicieron posible?

Sólo entonces podremos comenzar a vivenciar todo lo que dependemos de las generaciones
anteriores, de las fuerzas naturales, de las minerales, vegetales, animales y humanas que
intervienen en este simple hecho cotidiano.

Pero si continuamos con el proceso de pensarlo hasta el final. ¿Qué consecuencias tiene esta
simple comodidad para mí? El planeta es muy claro en ello. Y nos lo grita a viva voz:
calentamiento global, contaminación de los ríos y océanos, erosión de los suelos, pérdida de la
biodiversidad…Egoísmo.

Lo mismo podemos decir del género humano: cada vez mayor producción de riquezas, pero cada
vez mayor desigualdad. Más riquezas acumuladas en muy pocos, gran pobreza en otros miles
de millones. (ver www.oxfam.org) 800 millones de personas sufren hambre a diario y
simultáneamente se tiran 1.300 millones de toneladas de alimento año tras año, por ejemplo.

Tomo del mundo todo lo que necesito, y lo dispongo a mi beneficio, sin embargo ¿cuánto cuido
esos recursos? ¿Cuánto valoro esos seres de los que dispongo? ¿Cuánto los respeto? Y ¿Cuánto
los considero mis pares? Sean ellos del reino que sean: mineral, vegetal, animal, humano. La
respuesta es contundente: EGOÍSMO puro. Egoísmo puro si no soy capaz al menos de tener en
conciencia que mi comodidad depende de ellos.

3
¿Y con las nuevas tecnologías?

Para comenzar todo tiene su origen en lo binario. Representaciones de 0 y 1. A esto se le ha


dado en llamar virtualidad. Porque no tiene existencia real. Cuando me tomo una foto con el
celular, lo que se ve allí no soy yo sino una imagen que me representa. Pero algo totalmente
exterior, totalmente muerto.

Sin embargo es cada vez más claro que la irrupción de estas nuevas tecnologías en nuestras
vidas, y sobre todo la velocidad con la que se han instalado en nuestra cotidianeidad, tienen una
existencia que si bien no es física, ni natural, ni mucho menos espiritual, ocupan un lugar, y ya
son una realidad para nosotros.

Podemos observar, cómo un comentario en las redes, una foto o un like tiene influencias en
nuestro ánimo, de manera que ya no resulta intrascendente.

Podemos observar también, que allí suponemos tener interacción con otros seres humanos, que
responden a nuestros comentarios, incluso quizá podemos observar mediante fotos o videos su
rostro, pero la verdad es que sólo lo suponemos y aceptamos que es una realidad. Ya que un
encuentro real debiera ser con otro ser en persona, donde puedo vivenciarlo con mis sentidos
exteriores, y también puedo tomar conciencia de él más profundamente a nivel anímico
espiritual. Es decir cuando puedo ver en el otro que no sólo es un determinado cabello, unos
ojos y una nariz con una altura determinada, sino algo más que se oculta allí: un ser espiritual,
como yo también lo soy.

Y ahora si pienso en el egoísmo, eso que Steiner nos dice que la humanidad debe trascender en
esta época me pregunto: ¿Qué gestos tengo comúnmente en las redes sociales? ¿Qué actitudes
tengo? ¿Estas actitudes estimulan mi egoísmo? ¿Cuánto de lo binario de las tecnologías influye
en mis actitudes? ¿Es el ser humano binario? O ¿posee la capacidad de actuar con infinita gama
de posibilidades? En tanto que actúo sólo en forma binaria, o al menos delimitada por pocas
opciones ¿Cuánto cultivo de mi más íntimo ser realizo? ¿Cuánto ejercicio de mi libertad cultivo?
En tanto que en algunas redes todo se determina entre haters o lovers ¿Qué posibilidades reales
de mi autocultivo, del ejercicio del amor, de mi desarrollo individual no egoísta tengo?

La virtualidad y la subnaturaleza

En una de sus obras póstumas (Pensamientos Guías GA 26. Pag 255-259) Steiner describe la
subnaturaleza como aquello que el hombre debe trascender. El nuevo desafío que desde fines
del siglo XIX y sobre todo desde el XX, se presenta a la humanidad para superar y realizar la
posibilidad de alma consciente. Desafío que se debe atravesar, si se quiere alcanzar un orden
superior en la evolución, pero que necesariamente derivará en luchas y dificultades para
superar.

Esa subnaturaleza, esfera inferior a la naturaleza, y al mundo espiritual, es descripta de la


siguiente manera:“(…)la mayor parte de lo que hoy en día actúa sobre la cultura a través de la
técnica, con la que la vida humana se halla tan estrechamente entretejida, no es naturaleza,
sino subnaturaleza. Es un mundo que se emancipa hacia abajo” pero el hombre se halla así
influenciado de manera tal que queda atrapado sin salida en ese mundo. Así es el desafío
fundamental de este tiempo que “(…) el hombre ha de encontrar la fuerza, la energía
cognoscitiva interior para no ser avasallado (…) por la cultura tecnológica. Hay que
comprender la subnaturaleza como tal. Y sólo se la comprende, cuando el hombre, mediante

4
el conocimiento espiritual, asciende en la escala de la supranaturaleza extraterrestre el mismo
trecho hacia arriba, que el que ha recorrido hacia abajo, al descender en la subnaturaleza
mediante la técnica. La época necesita un conocimiento que esté por encima de la naturaleza,
porque internamente ha de componérselas con un contenido vital, que se ha hundido por
debajo de la naturaleza y cuya influencia es peligrosa. Naturalmente que, al decir esto, no
vamos a proponer un retorno a estados culturales pretéritos, si no el hecho de que el hombre
encuentre el camino para que las nuevas condiciones culturales se relacionen adecuadamente
con él mismo y con el cosmos. “GOETHEANUM, marzo de 1925. Rudolf Steiner. Pensamienetos
guías. GA 26 p 255-258

Subnaturaleza o virtualidad, llamémosla como nos parezca, la descripción es la misma, somos


ignorantes de las formas de funcionamiento de estas técnicas. Somos muchas veces incapaces
de salir del pensamiento binario que nos proponen. Somos muchas veces presos de las redes
especialmente en nuestro sentir, y nuestro pensar, pero fundamentalmente en nuestro actuar,
donde dormimos realmente. Prueba de ello es que la mayoría de las veces no podemos incluso
controlar el tiempo que pasamos en contacto con ellas. Y prueba de ello es que si uno se observa
a sí mismo u observa a otro puede verse como fascinado, o autómata, inmóvil. Totalmente
inmóvil en el cuerpo, sumamente despierto en la cabeza, y lo visual, ensoñado completamente
en el sentir. En suma todo aquello que no aporta nada nuevo a nuestro verdadero desarrollo.

¿Cuántas horas se puede practicar deporte? ¿Cuántas horas se puede estudiar sin parar?
¿Cuántas horas comer, leer, limpiar, etc sin tomar un respiro?

Y ¿cuántas horas lo hacemos frente a las pantallas? ¿2 o 3 horas sin pausa? ¿Un promedio de 5
horas diarias? ¿Tal vez más?

Según estudios recientes desbloqueamos la pantalla del celular un promedio de entre 80 y 110
veces diarias. ¿Estamos fascinados con esta técnica? Las comodidades que nos facilitan las
técnicas ¿nos permiten hacer un uso humano (espiritual) de nuestro tiempo libre? Si conquistar
la libertad es realizar capacidades humanas: ¿Cuánto ejercicio de nuestra libertad hacemos hoy
en día?

¿Podremos desarrollar la misión que tenemos como humanidad? ¿Podrá la Tierra ser ese
planeta de amor?

ACTIVIDAD PARA LA PROFUNDIZACIÓN

Como adulto pedagogo: ¿Cómo me relaciono con los tres mundos? ¿El Espiritual, el Natural y el
Subnatural?

¿Qué necesito de cada uno de esos mundos?

¿Qué deseo dejarles a las generaciones futuras? Y ¿qué hago para que eso suceda?

Das könnte Ihnen auch gefallen