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Para empezar, invoquemos al

Dulce Huésped de nuestras


almas.

Señal de la Cruz.
Venid, Espíritu Santo, llenad
los corazones de Vuestros
fieles y encended en ellos el
Fuego Eterno de Vuestro
Amor. Enviad, Señor, Vuestro
Espíritu, y todo será creado, y
se renovará la faz de la Tierra.

Oremos:
¡Oh, Dios!, que instruisteis los
corazones de Vuestros fieles
con la Luz de Vuestro Espíritu
Santo, concededme que,
animado y guiado por este
mismo Espíritu, aprenda a
obrar rectamente siempre y
goce de la Dulzura del Bien de
Vuestros Divinos Consuelos.
Por Cristo, nuestro Señor.
Así sea.
Un Credo al Sagrado Corazón
de Jesús, haciendo un acto de
Fe.

PRIMERA ORACIÓN

¡Oh, Jesús mío!, ¡oh, Eterna


Dulzura para los que Os
amamos!, ¡oh, Gozo Supremo,
que supera todo gozo y deseo!,
¡oh, Salvación y Esperanza
nuestra!, infinitas pruebas nos
habéis dado de que Vuestro
mayor Deseo es estar siempre
con nosotros, y fue este
Sublime Deseo, ¡oh, Bendito
Amor!, el que Os llevó a
asumir la naturaleza humana.
¡Oh, Verbo Encarnado!,
recordad aquella Santa Pasión
que abrazasteis por nosotros
para cumplir el Divino Plan de
Reconciliación de Dios con su
criatura. Recordad, Señor,
Vuestra Última Cena, cuando
rodeado de Vuestros discípulos
y después de haberles lavado
los pies, les disteis Vuestro
Precioso Cuerpo y Sangre.
Recordad también cuando
tuvisteis que consolarlos al
anunciarles Vuestra ya
próxima Pasión.

Fue en el Huerto de los Olivos,


¡oh, Señor!, donde se
escenificaron los peores
momentos de Vuestra Sagrada
Pasión: porque fuisteis
invadido por la más infinita de
las tristezas y por la más
dolorosa de las amarguras, que
Os llevaron a exclamar, lleno
de Horror y de Angustia: "¡Mi
Alma está triste hasta la
muerte!"... Tres Horas duró
Vuestra Agonía en aquel
jardín, y todo el Miedo,
Angustia y Dolor que
padecisteis allí ¡fueron tan
grandes! que Os causaron
sudar Sangre copiosamente.
Aquello escapaba a toda
descripción, hasta tal punto
que sufristeis más allí que en
el resto de Vuestra Pasión,
porque ante Vuestros Divinos
Ojos desfilaron aquellas
terribles visiones de los
pecados que se cometieron
desde Adán y Eva hasta
aquellos mismos instantes, los
pecados que se estaban
cometiendo en aquellos
momentos por toda la faz de la
Tierra y los que se cometerían
en el futuro, ¡siglos enteros!,
hasta la consumación de los
Tiempos.

Pero, ¡oh, Amor que todo lo


vence!, a pesar de Vuestro
Temor humano, así
contestasteis a Vuestro Padre:
"¡No se haga mi voluntad, sino
la Tuya!" E inmediatamente
Vuestro Padre envió a aquel
Precioso Ángel para
confortarOs. Tres veces
orasteis, y al final llegó
Vuestro discípulo traidor,
Judas. ¡Cuánto Os dolió
aquello!

Fuisteis arrestado por el


pueblo de aquella nación que
Vos mismo habíais escogido y
exaltado. Tres jueces Os
juzgaron, falsos testigos Os
acusaron, cometiendo el acto
más injusto de la historia de la
Humanidad, ¡condenando a
muerte a su Autor y
Redentor!, ¡a Aquel que venía
a regalarnos la Vida Eterna!

Y Os despojaron de Vuestras
vestiduras y Os cubrieron los
Ojos... E inmediatamente
aquellos soldados romanos
comenzaron a abofetearOs y a
llenarOs de salivazos. Golpes
llovieron contra Vuestro
Delicado Cuerpo, y Os retaban
a que les dijerais quién era el
que Os lo hacía. De repente,
aquella Corona de Espinas Os
la incrustaron, mutilando
Vuestra Cabeza de mala
manera, ¡rompiendo Carne,
Venas y Nervios! Y para
completar la mofa a Vuestra
Condición de Rey, Os dieron
un cetro: una vulgar caña que
colocaron en Vuestras
Sagradas Manos.

¡Oh, Sublime Enamorado de


nuestras almas!, recordad
también cuando Os ataron a la
columna. ¡Cómo Os flageló
aquella gente!... No quedó
lugar alguno en Vuestro
Maravilloso Cuerpo que no
quedara destrozado bajo los
golpes de los látigos. Otro
cuerpo humano hubiese
muerto con menos golpes. La
escena era terrible: ¡Huesos y
Costillas podían verse! ¡Cuánta
furia desatada contra el
Hombre-Dios!

¡Oh, Jesús mío!, en memoria


de aquellos crueles Tormentos
que padecisteis por nosotros
antes de la Crucifixión,
concededme, antes de morir,
un verdadero arrepentimiento
de mis pecados, que pueda
satisfacer por ellos, haga una
santa Confesión, Os reciba en
la Santísima Eucaristía y, así
alimentada mi alma, pueda
volar hacia Vos.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

SEGUNDA ORACIÓN
¡Oh, Salud y Alimento de mi
alma, Libertad Verdadera de
ángeles y santos!, ¡Paraíso de
Delicias!, recordad el Horror y
la Tristeza que sufristeis,
camino del lugar donde Os
aguardaban una cruz, cuatro
clavos y los verdugos, cuando
toda aquella turba se
apretujaba a Vuestro Paso y Os
golpeaba e insultaba
impunemente, haciéndoOs
víctima de las más espantosas
crueldades. Pero más Os dolía
su ingratitud que los golpes
que Os infligían, pues era
precisamente por ellos y por
todo el Género Humano, que
llevabais aquella Cruz sobre
Vuestros Hombros
destrozados.

Por todos aquellos Tormentos


y Ultrajes, y por las blasfemias
proferidas en contra de Vos,
Os ruego, ¡oh, Dueño de mi
alma!, que me libréis de mis
enemigos, visibles e invisibles,
y que bajo Vuestra Protección
logre tal perfección y santidad
que merezca entrar con Vos en
Vuestro Reino.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

TERCERA ORACIÓN
¡Oh, Dueño de nuestra
existencia!, Vos, que siendo el
Creador del Universo, del Cielo
y de la Tierra, de ángeles y
hombres, a quien nada puede
abarcar ni limitar, y que todo
lo envolvéis y sostenéis con
Vuestro Amoroso Poder, sin
embargo Os dejasteis matar
por Vuestra Obra Maestra, el
Hombre, para justificarlo ante
Vos mismo.

Recordad cada Dolor sufrido,


cada Tormento soportado por
nuestro Amor, cuando los
judíos con enormes clavos
taladraron Vuestras Sagradas
Manos y Pies. ¡Qué espantosa
escena se produjo cuando, con
indescriptible crueldad,
Vuestro Cuerpo tuvo que ser
estirado sobre la Cruz para que
Vuestras Manos y Pies llegaran
hasta los agujeros previamente
abiertos en el madero! ¡Con
cuánta furia agrandaron
aquellas Heridas! ¡Cómo
agregaron dolor al Dolor
cuando tuvieron que estirar
Vuestros Sagrados Miembros
violentamente en todas
direcciones!, ¡oh, Varón de
Dolores!

Recordad cuando Vuestros


Músculos y Tendones eran
estirados sin misericordia,
Vuestras Venas se rompían,
Vuestra Piel Virginal se
desgarraba horriblemente y
Vuestros Huesos eran
dislocados.

¡Oh, Cordero Divino!, en


memoria de todo lo ocurrido
en la Colina del Gólgota, Os
ruego me concedáis la Gracia
de amarOs y honrarOs cada
día más y más.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

CUARTA ORACIÓN
¡Oh, Divino Mártir de Amor!,
¡oh, Médico Celestial!, que Os
dejasteis suspender en la Cruz
para que por Vuestras Heridas,
las nuestras fueran curadas.
Recordad cada una de aquellas
Heridas y la tremenda
debilidad de Vuestros
Miembros, que fueron
distendidos hasta tal punto
que jamás ha habido dolor
semejante al Vuestro. Desde la
Cabeza a los Pies erais todo
Llaga, todo Dolor, todo
Sufrimiento; erais una masa
rota y sanguinolenta. Y aun así
llegasteis, para sorpresa de
Vuestros verdugos, a suplicar a
Vuestro Padre Eterno, Perdón
para ellos diciéndoLe: ¡Padre,
perdónalos, porque no saben lo
que hacen!

¡Oh, Cristo Bendito!, en


memoria de esta gran
Misericordia que tuvisteis -ya
que muy bien pudisteis lanzar
a todo aquel mundo malvado a
los abismos infernales con un
solo Acto de Vuestra Poderosa
Voluntad-, por aquella tan
grande Misericordia que
superó a Vuestra Divina
Justicia, concededme una
contrición perfecta y la
remisión total de mis pecados,
desde el primero hasta el
último, y que jamás vuelva a
ofenderOs.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

QUINTA ORACIÓN
¡Oh, Jesús!, ¡oh, Esplendor
de la Eternidad!, recordad
cuando contemplasteis en la
Luz de Vuestra Divinidad las
almas de los predestinados,
que serían rescatados por los
Méritos de Vuestra Sagrada
Pasión. También visteis
aquella tremenda multitud que
sería condenada por sus
pecados. ¡Cuánto Os quejasteis
por ellos! Os compadecisteis,
¡oh, Buen Jesús!, hasta de
aquellos réprobos, de aquellos
desafortunados pecadores que
no se lavarían con Vuestra
Sangre ni se alimentarían con
Vuestra Carne Eucarística.

Por Vuestra Infinita


Compasión y Piedad, y
acordándoOs de Vuestra
Promesa al buen ladrón
arrepentido, al decirle que
aquel mismo día estaría con
Vos en el Paraíso, ¡oh, Salud y
Alimento de nuestra alma!,
mostradme esta misma
Misericordia en la Hora de mi
muerte.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

SEXTA ORACIÓN
¡Oh, Rey muy amado y
deseado por mi corazón!,
acordaOs del Dolor que
sufristeis cuando, desnudo y
como un criminal común y
corriente, fuisteis clavado y
elevado en la Cruz. ¡Cómo Os
dolió ver que Vuestros
familiares y amigos
desertaban! Pero allí estaba
Vuestra Muy Amada Madre y
Vuestro Discípulo Juan, que
permanecieron con Vos hasta
Vuestro Último Suspiro, no
importando que su naturaleza
humana desmayando
estuviera. Y, para colmo de
Vuestro Inmenso Amor por
nosotros, nos hicisteis aquel
Precioso Regalo: ¡nos disteis a
María como Madre! ¡Cuánto Os
debemos, Salvador nuestro,
por este Sublime Regalo! Solo
tuvisteis que decir a María:
“¡Mujer, he aquí a tu hijo!”, y
a Juan: “!He aquí a tu Madre!”

Os suplico, ¡oh, Rey de la


Gloria!, por la Espada de Dolor
que entonces atravesó el alma
de Vuestra Santísima e
Inmaculada Madre, que Os
compadezcáis de mí en todas
mis aflicciones y
tribulaciones, tanto corporales
como espirituales, y que me
asistáis en cada prueba,
especialmente en la Hora de
mi muerte.

Así sea.

(Padre Nuestro, Ave María y


Gloria)

SÉPTIMA ORACIÓN

¡Oh, Rey de Reyes!, ¡Fuente


de Compasión que jamás se
agota!, recordad cuando
sentisteis aquella tremenda
Sed por las almas, que Os llevó
a exclamar desde la Cruz:
"¡Tengo Sed!" Sí, no solamente
teníais Sed física, sino Sed
insaciable por la Salvación de
la Raza Humana.

Por este gesto de Amor por


nosotros, Os ruego, ¡oh,
Prisionero de nuestro amor!,
que inflaméis mi corazón con
el deseo de tender siempre
hacia la perfección en todos
mis actos, que extingáis en mí
la concupiscencia de la carne
y los deseos de placeres
mundanos.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

OCTAVA ORACIÓN

¡Oh, constante Dulzura


nuestra!, ¡oh, Deleite diario de
nuestro espíritu!, por el sabor
tan amargo de aquella hiel y
vinagre que Os dieron a probar
en lugar de agua, para aplacar
Vuestra Sed física, Os suplico
que aplaquéis mi sed por
Vuestra Vivificadora Sangre y
mi hambre por Vuestra
Redentora Carne, ahora y
siempre, y que no me falten en
la Hora de mi muerte.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

NOVENA ORACIÓN
¡Oh, Jesús, Virtud Real y
Gozo del alma!, acordaOs del
Dolor que sentisteis,
sumergido en un Océano de
Amargura, al acercarse la
Muerte. Insultado y ultrajado
por Vuestros verdugos,
clamasteis en alta voz que
habíais sido abandonado por
Vuestro Padre Celestial,
diciéndoLe: “Dios mío, Dios
mío, ¿por qué me has
abandonado?” Por aquella
Angustia que padecisteis en
aquellos momentos finales de
Vuestra Pasión, Os ruego, ¡oh,
nuestro Salvador!, que no me
abandonéis durante los
terrores y dolores de mi
muerte.

Así sea.

(Padre Nuestro, Ave María y


Gloria)

DÉCIMA ORACIÓN
¡Oh, Jesús!, que sois Principio
y Fin de todo lo creado,
Virtud, Luz y Verdad,
acordaOs de que por causa
nuestra fuisteis sumergido en
un Abismo de Penas, sufriendo
Dolor en todo Vuestro
Santísimo Cuerpo. En
consideración a la enormidad
de tanta Llaga que Os hicimos
los hombres, enseñadme a
guardar por puro amor a Vos
todos Vuestros Mandamientos,
que son Camino de Vuestra
Ley Divina, amplio y agradable
para aquellos que Os aman.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

UNDÉCIMA ORACIÓN

¡Oh, Jesús mío, Abismo


Insondable de Misericordia!,
Os ruego, en memoria de
Vuestras Heridas, las cuales
penetraron hasta la Médula de
Vuestros Huesos y hasta lo
más profundo de Vuestro Ser,
¡que me apartéis para siempre
del pecado!, ¡que no Os ofenda
más! Reconozco con bochorno
que soy un miserable pecador
y que Os he ofendido ¡tantas
veces! que temo que Vuestra
Divina Justicia me condene.

No obstante, acudo presuroso


a Vuestra Misericordia Infinita
para que me escondáis
urgentemente en Vuestras
Preciosas Llagas. Y así,
ocultado de Vuestro indignado
Rostro, pueda Vuestro Amante
Corazón una vez más lavar mis
culpas con Vuestra Sangre
Liberadora. De esa forma,
Redentor nuestro, Vuestro
Enojo e Indignación cesarán
de inmediato. ¡Gracias, Señor!

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

DUODÉCIMA ORACIÓN

¡Oh, Jesús, Eterna Verdad,


Símbolo de la Perfecta Caridad
y de la Unidad!, Os suplico que
Os acordéis de aquella
multitud de laceraciones, de
aquellas horribles Heridas que
Os hicimos la Humanidad
pecadora que queríais salvar.
Estabais hecho un guiñapo
humano, enrojecido por
Vuestra propia Sangre. ¡Qué
inmenso e intenso Dolor
padecisteis en Vuestra Carne
Virginal por Amor a nosotros!,
¡oh, Dulzura Infinita! ¿Qué
podéis hacer que no hayáis ya
hecho por nosotros? Nada
falta, todo lo habéis cumplido.

Ayudadme, ¡oh, Señor!, a tener


siempre presente ante los ojos
de mi espíritu un fiel recuerdo
de Vuestra Pasión, para que el
Fruto de Vuestros
Sufrimientos se vea
continuamente renovado en
mi alma y para que Vuestro
Amor se agrande en cada
momento más y más en mi
corazón, hasta que llegue
aquel Feliz Día en que Os vea
en el Cielo y sea Uno con Vos,
que sois el Tesoro y Suma
Total de todo gozo y bondad.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

DÉCIMA TERCERA ORACIÓN

¡Oh, Dulce Consuelo de mi


alma, Maravilloso Liberador,
Rey Inmortal e Invencible!,
recordad cuando, inclinando
Vuestra Adorable Cabeza, toda
desfigurada por los golpes, la
Sangre y el polvo del camino,
exclamasteis: "Todo está
consumado"... Toda Vuestra
Fuerza, mental y física, se
agotó completamente.

Por este Gran Sacrificio y por


las Angustias y Tormentos que
padecisteis antes de morir, Os
ruego, ¡oh, Buen Jesús!, que
tengáis Misericordia de mí en
la Hora de mi muerte, cuando
mi mente esté tremendamente
perturbada y mi alma
sumergida en inquietudes y
angustias. Que no tema nada,
que Os tenga a Vos a mi lado y
dentro de mi ser.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

DÉCIMA CUARTA ORACIÓN

¡Oh, Doliente Jesús!, ¡oh,


incomprensible Segunda
Persona de la Trinidad,
Esplendor y Figura de Su
Esencia!, recordad cuando con
gran Voz entregasteis Vuestra
Alma a Vuestro Padre
Celestial, diciéndoLe: "¡Padre,
en Tus Manos encomiendo mi
espíritu!" Vuestro Cuerpo
estaba despedazado y Vuestro
Corazón destrozado, pero
Vuestras Entrañas de
Misericordia quedaron abiertas
para redimirnos. Así expiraste,
¡oh, Amor Infinito!

Por Vuestra Dolorosa Muerte


Os suplico, ¡oh, Rey de Santos
y Ángeles!, que me confortéis
y ayudéis a resistir al mundo
con sus errores, a Satanás con
sus perfidias y a la carne con
sus vicios, para que así,
muerto a los enemigos de mi
alma, viva solamente para Vos.
Por eso Os ruego, ¡oh, Dulce
Redentor y Salvador!, que a la
Hora de mi muerte recibáis mi
pobre alma desterrada, que
regresa a Vos.
Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

DÉCIMA QUINTA ORACIÓN

¡Oh, Vencedor de la Muerte!,


¡Vid Verdadera y Fructífera!,
recordad aquel torrente de
Sangre que brotó de cada Parte
de Vuestro Bendito Cuerpo,
igual que la uva exprimida en
el lagar.

Desde el lugar de la
Flagelación y a través de las
calles de Jerusalén, por toda
aquella Vía Dolorosa hasta la
Colina Sagrada, Vuestra
Sangre derramada escribía las
Bellas Páginas de la Historia
del Corazón que más nos
ama...¡El Vuestro! Recordad
cómo la Tierra, agradecida
pero a la vez espantada,
recibía Vuestra Preciosa
Sangre. Toda la Naturaleza, de
horror temblaba, y los cielos
se estremecían; los Ángeles y
hasta los demonios se
sorprendían ante ¡aquella
increíble escena! ¡Todo un
Dios moría! ¿Qué era aquello?
¿Qué sucedía? Aquel primer
Viernes Santo, ¡oh, Jesús!,
¡abríais el Cielo para la
Humanidad pecadora!

Por tres largas Horas Vuestro


Cuerpo colgó de la Cruz.
Presentabais un aspecto
doliente, triste, todo lleno de
Dolor. Vuestra Sangre: aún
manando, recorriendo aquella
que ya se había secado, que ya
se había coagulado. Y a todo
esto se adhirió el polvo y la
tierra del camino....

Qué tristeza y dolor


padecieron María y Juan al
contemplar Vuestros Cabellos
y Barbas, que ahora daban la
impresión de que estaban
compuestos de alambres,
llenos de Sangre y de tierra.
Vuestros Oídos y Nariz,
tupidos estaban de Sangre.
¡Hasta Vuestros Ojos y Boca
sangraban! En verdad que
todos Vuestros Sentidos
fueron atrozmente
atormentados.

Así inclinasteis la Cabeza y


entregasteis Vuestro
Espíritu.... Entonces vino
Longinos y perforó Vuestro
Costado, con tanta violencia
que la punta de la lanza casi
sale por el otro Costado.
Vuestro Corazón, Os lo
desgarraron, ¡oh, Jesús!, ese
Corazón que ¡tanto nos ama! Y
de allí brotó Sangre y Agua,
hasta no quedar en Vuestro
Cuerpo gota alguna. Vuestro
Cuerpo era cual bulto colgado,
como un haz de mirra elevado
en lo alto de la Cruz. La muy
fina y delicada Carne Vuestra
fue destrozada, la Sustancia de
Vuestro Cuerpo fue
marchitada, y disecada la
Médula de Vuestros Huesos.
Fue entonces que el Sol y las
estrellas negaron su luz, hubo
terremotos, y la Naturaleza y
los Elementos dieron amplio
testimonio de que Aquel que
negaron ¡era el Hijo de Dios!

Por esta Amarga Pasión y por


la Efusión de Vuestra Divina
Sangre, Os suplico, ¡oh,
Dulcísimo Jesús!, que recibáis
mi alma cuando esté sufriendo
en la agonía de mi muerte.

¡Oh, Maravillosa Realidad,


escándalo para los infieles,
Gozo indescriptible para los
que Os amamos!, ese Vuestro
Infinito Sacrificio pagó el
Rescate, y al resucitar y
ascender gloriosamente al
Cielo ¡dejasteis bien abiertas
las Puertas para aquellos que
quisieran seguirOs! ¡Oh,
Señor!, por Vuestra Amarga
Pasión y Preciosa Sangre Os
ruego traspaséis mi corazón
para que mis lágrimas de
amor, adoración y penitencia
sean mi alimento noche y día.
Haced que me convierta
totalmente a Vos, que mi
corazón sea Vuestro perpetuo
Lugar de Reposo, que mis
conversaciones Os sean
siempre agradables, y que al
final de mi vida merezca que
grabéis, ¡oh, Dios de Amor!, el
Sello de Vuestra Divinidad en
mi alma, para que tanto el
Padre como el Espíritu Santo
Os vean bien reproducido en
mí y poder así ser contado
entre Vuestros Santos para
que Os alabe para siempre por
toda la Eternidad.

Así sea.
(Padre Nuestro, Ave María y
Gloria)

ORACIÓN FINAL
¡Oh, Dulce Jesús!, herid mi
corazón a fin de que mis
lágrimas de amor y penitencia
me sirvan de pan, día y noche.
Convertidme enteramente,
¡oh, mi Señor!, a Vos. Haced
que mi corazón sea Vuestra
Habitación Perpetua y que mi
conversación Os sea agradable.
Que el fin de mi vida Os sea de
tal suerte loable que, después
de mi muerte, pueda merecer
Vuestro Paraíso y alabarOs
para siempre en el Cielo con
todos Vuestros Santos.

Amén.

Sea por siempre bendito y


alabado Jesús, que con Su
Sangre nos redimió. (Tres
veces)

Hermanos en Cristo:
Hay un momento en la Pasión
muy desconocido y muy
penoso para Jesús, los
invitamos a reflexionar sobre
esto y cuando puedan recen
un Padrenuestro acompañando
a Cristo en ese momento tan
triste. Esto no debe ser
incluido en el rezo diario de
las oraciones pues no
pertenece a ellas.
Cuando Jesús llega al
Gólgota, a las 11:45 hrs., está
tan pálido, tan destrozado,
tan ensangrentado, que da
pena verlo. Lo tiran al suelo y
se burla de Él, diciéndole "Rey
de los Judíos, deja que
construyamos tu trono", pero
Él mismo se coloca en la cruz
donde le tomarán las medidas
para los soportes de pies y
manos. Luego de esto lo
conducen unos setenta pasos
al norte, a un especie de hoyo
en la roca, lo tiran allí y
Jesús gime de dolor por la
caída. Lo dejan en ese lugar
por bastante tiempo, mientras
se hacen los preparativos
para la crucifixión. Es ahí, es
ese momento desolador, en el
hoyo de la roca, donde les
pedimos que lo acompañen
con sus oraciones.

Recomendaciones:
1.- Rezar antes del atardecer,
si lo dejas para más tarde,
luego puedes estar muy
cansado por las tareas del día
y es fácil que te olvides de
rezar o te quedes dormido.
2.- El rezo de las oraciones
insume unos veinticinco
minutos, cuanto más
compenetrado
espiritualmente, menos
tiempo lleva.
3.- Se rezan las quince
oraciones cada día, no una
oración cada día.
4.- En caso de enfermedad
grave, puede rezarla otra
persona al lado de la cama y el
enfermo deberá ir repitiendo
mentalmente. Solamente
mientras se encuentre
gravemente enfermo. Pueden
usar el audio que está arriba.
5.- Se reza ante un Crucifijo,
en su defecto frente a una
estampa de Jesús o con la
mente puesta en su Divino
Rostro y en sus Santas Llagas.
LAS ORACIONES DE SANTA
BRÍGIDA PARA DOCE AÑOS
LOS SIETE DOLORES DE
MARÍA SEGÚN FUERON
REVELADOS A SANTA
BRÍGIDA

Anexo 1

Yo, Brígida, estoy con vosotros


en todos los momentos de
vuestra vida y nunca os dejo,
protejo con un Amor
Particular a los Devotos de la
PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR,
de los DOLORES y de las
LÁGRIMAS de MARÍA
SANTÍSIMA. De estas almas
tan amigas y tan queridas de
los CORAZONES DE JESÚS y
MARÍA, soy una protectora
especial y desvelada, nunca
salgo de cerca de ellos, nunca
os dejo, nunca os abandono y
siempre lucho para
conducirlos a una mayor
Santidad, a una mayor
Fidelidad y a un mayor Amor a
DIOS. Mensaje entregado a
Marcos Tadeu, Jacareí,
Semana Santa 2012

Anexo 2

TESTIMONIO de milagros
producidos durante el año
2014 rezando diariamente las
15 oraciones de Santa Brígida.
Soy una mujer de la provincia
de Málaga y uno de mis
nombres es Brígida.
Desde que empecé con las 15
oraciones de la Santa Brígida
de Suecia al principio del 2014
se produjeron varios milagros
a lo largo del año:

a) Para mi cumpleaños en
enero el único regalo que
deseaba era la medalla de la
Virgen Milagrosa. Buscaba en
varias tiendas pero no había.
Finalmente la encontré justo
el mismo día de mi
cumpleaños y me la bendecía
el sacerdote de la Catedral de
nuestra ciudad. Fue milagroso.

b) El próximo milagro fue mi


casamiento por la iglesia,
recibiendo el santo
sacramento del matrimonio
después de 4 años de noviazgo
indeciso. Durante varios
meses no sabíamos como
financiar nuestra fiesta de
boda, pero cuando llorando se
lo pedí a Jesús y a María que
nos ayuden igual que habían
ayudado a Natanael, el novio
de la boda de Canaán, todo se
solucionó pocos días antes de
la boda. Milagrosamente se
vendió mi caballo una semana
antes de la boda, así que
podíamos pagar la boda.

c) Decidí entregarme a la
Voluntad de Jesús y de María,
confiando mi vida y la de mi
pequeña familia a la voluntad
de Jesús y de María.

e) Durante nuestro viaje de


luna de miel se produjeron
más milagros: Nos llevaron a
dos lugares de peregrinaje.
Primero al Monte de San
Miguel en la Normandía -
Francia. Realmente mi
especial protector San Miguel
Arcángel quiso que viera su
santuario allí. De nuevo tenía
que llorar porque allí me hizo
comprender que San Miguel
Arcángel es también protector
de los caballos y guerreros a
caballo y que fue por su
intervención que se había
vendido mi caballo una
semana antes de la boda.
(Además, el comprador llevaba
el apellido “Sanmiguel”.)
Poco después llegamos a Roma
y en solo 4 horas de estancia
asistimos a la misa dominical
en la Basílica de San Pedro,
fuimos bendecidos por el Papa
Francisco en la plaza del
Vaticano y se me permitió
arrodillarme al pie de la cruz
de Cavalini, hoy conservada en
la gran Basílica de San Pablo
Extramuros en Roma. Es la
misma cruz donde mi Santa
Brígida rezaba hace 700 años y
donde Cristo le hablaba.
De nuevo tenía que llorar de
emoción.

f) En otoño 2014 cuando el


estado de salud de mi marido
se agravó, buscaba lugares con
misas de sanación
carismáticas en España y
milagrosamente me llegó la
información sobre dos eventos
consecutivos con sanaciones,
llevados por famosos curas que
venían desde muy lejos a
Marbella. Milagrosamente
conseguimos asistir en las
misas con el Padre Fernando
Suárez de Filipinas y con el
padre Ghislain Roy de Quebec.
En el último evento se me
concedió la gracia por el poder
de Cristo Jesús de ser curada
milagrosamente de una
adicción que padecía desde
hace muchos años.

Doy gracias a Dios, a María, al


Espíritu Santo, a Santa
Brígida, a San Miguel Arcángel
y a mis demás ángeles y
santos por su protección, por
su intervención y por guiarme
en mi camino hacia Cristo.
Benditos sean. GRACIAS,
GRACIAS Y GRACIAS. Os amo.

Anónima, Málaga, España, 8


de enero de 2015
Lilia:
Quería compartirles que el 17
de marzo logré terminar estas
hermosas oraciones ( las 15
oraciones de Santa Brígida),
aunque pensé que no iba a ser
capaz de lograr la meta,
mamita María me ayudó a
culminarlas. Hoy doy
testimonio de las bendiciones
que han traído a mi vida. En
primer lugar por Fe sé que he
sido acreedora de esas
maravillosas promesas que mi
buen Jesús concedió a todo
aquel que las rezara. En
segundo lugar gracias a ellas
fui perseverando cada día en la
oración, tuve mi conversión y
sigo en mi proceso, también
me consagré al corazón
inmaculado de María y hoy
camino felizmente de la mano
de ella. En tercer lugar he
aprendido a vivir la eucaristía,
amarla, visito constantemente
el Santísimo (esto nunca lo
había hecho en mi vida) y
trato de confesarme una vez al
mes, ahora la hago con más
facilidad porque ahora
comprendo su valor. Para
finalizar, mi Diosito me
concedió pasar los exámenes
de un concurso público, me
encuentro sin trabajo y estoy
en espera de recibir esa
bendición, así como otras.
Puedo dar Fe que cuando
caminamos con Dios todo es
posible.

Les agradezco ese "lo lograrás"


porque era una palabra que
recordaba constantemente y sí
lo logré.
Marzo, 2017

Empecé a rezar las Oraciones


de Santa Brígida el 7 de
noviembre del 2014, las del
año y las de 12 años. Podría
decir que a partir de esa fecha
empezó mi conversión. Desde
pequeña fui católica pero era
tibia, al menos no tenía
conciencia de nada. Cuando
empecé a rezar las oraciones
pasaron muchas cosas en mi
vida y milagros.

1. Me acerqué muchísimo a
Dios, lo empecé a conocer bien
y por lo tanto a querer. Llegué
al punto de ir a Misa diaria,
¿Cuándo en mi vida hubiera
pensado eso? Conocía mi
debilidad y con la comunión
diaria me sentía fortalecida.

2. Una noche estaba rezando


las oraciones y me estaba
quedando dormida, sentí
claramente como alguien me
movió un poco la cobija lo que
hizo rozar mi mano y
desperté.

3. Otra noche me ocurrió lo


mismo que ya estaba casi
dormida rezando y empiezo a
escuchar música muy fuerte
que desperté y lo increíble es
que el equipo de música en mi
habitación estaba encendido
pero sin sonar nada. Para esto
cabe recalcar que siempre
antes de rezar yo lo apagaba
porque la luz me distraía
mucho, fue algo increíble
hasta para mi.
4. Continuando con el mal
hábito de dejar las oraciones
para la noche me fui a dormir
sin rezar, realmente ni me
acordé. En ese momento veo
la luz de mi computadora que
se enciende -pensé que era la
clásica actualización de
Windows - cuando me levanto
a apagar la pantalla veo que
estaba abierto el Internet en la
¡¡¡página de las oraciones!!!

5. En el año de oración llegue


a tener dudas sobre mi
vocación, aún lo estoy. Fui a
realizar una experiencia en un
convento con las monjas, fue
la mejor experiencia de mi
vida. Actualmente en febrero
de este año me fui a un
monasterio, que milagros que
tuve! realmente es algo que lo
reservo porque sé que no
todos lo creen, uno por
ejemplo, en el jueves de
adoración mientras nos
encontrábamos de rodillas
ante el santísimo apareció el
rostro de Jesús en la hostia,
recuerdo haber llorado hasta
más no poder.

6. En sí noté como Dios es un


Padre consolador, cuán grande
es su amor a nosotros y
estamos tan ciegos para no
verlo. CONFIAR EN DIOS es lo
mejor que yo pude hacer,
felicidad plena es esto, que a
pesar de los problemas, las
cruces y las tribulaciones
tenemos a un Padre que esta
siempre con nosotros y jamás
nos abandona.

Mi consejo es dejarnos llevar


por la voluntad de Dios, amar
a Jesús y todo se hará más
fácil. No dejar las oraciones
para la noche tal como ya lo
dice la página, ser pacientes y
organizarnos con el tiempo.
Estas oraciones cambiaron mi
vida. Gracias por compartirlas.

Con Jesús y María


Carolina, 20 años.

Espectacular!
Bendito sea DIOS

Yo comencé con las oraciones


el 5 de febrero de 2015 y
termine el 5 de febrero de
2016 sin faltar un día. fue algo
realmente hermoso!!! mi
cuerpo y mi alma se hicieron
necesitados de la sensación
que aparecía al estar rezando
las oraciones... sentí que el
sacrificio de Jesús en la Cruz
es sin tiempo, que él está ahí
todo el tiempo, que podemos
consolarlo y acceder a estar
acompañándolo en su pasión,
de manera Real.
Lloré cada día,, realmente me
cambió la vida, y realmente
cierro los ojos y veo su cruz
defendiéndome en la batalla.
Todas las explicaciones y
testimonios son nada porque
la experiencia del alma al
fusionarse con el creador es
inefable...mi consejo, HAGAN
las oraciones, es sólo un año,
una nada, en la eternidad, Viva
Jesús!!!!!AMGD Y BVM
Germán, Junio 2016

Me llamo Karin Brigitte (si,


como Santa Brígida de Suecia
y su santa hija Karin, Catalina
en español).

Soy de España, y hoy, día 5 de


enero 2015 he terminado las
15 oraciones de Santa. Brígida
que estaba rezando durante
365 días. En este año
realmente se produjeron
varios milagros y gracias en mi
vida.
Hace 5 días empecé con las 7
oraciones para 12 años y me
encanta este proyecto.
También hablé de las
oraciones a amigos y
familiares y conozco ya a dos
personas que por eso están
rezando las oraciones para un
año. También leí el libro de
revelaciones de Santa. Brígida
y me aportó información muy
valiosa.

Gracias de nuevo y un cordial


saludo desde España.

Les quería contar que al llegar


a los casi seis meses de Santa
Brígida, me fui a un lugar
donde no había Internet pero
las oraciones siguieron
apareciendo.

Eran las mismas del portal, era


la única hoja que podía abrir.
Yo llegue el Miércoles, 29 de
Enero a la Casa de Retiro Juan
Pablo II en Santa Rosa ,
urbanización de playa en el
Perú al IV Congreso
Iberoamericano de la Virgen de
Medjugorje, no se podía hablar
con la ciudad de Lima al estar
sólo a 50 Km. al norte de ésta,
pues la interferencia era fatal.
Y de dónde estuviera ya fuese
la habitación o el Santísimo
fuese la hora que fuese podía
abrir las Oraciones de Santa
Brígida (se refiere a esta
página). Este Congreso duró
hasta el 2 de febrero. Mi
Tableta me la compré sin
teléfono por lo tanto necesito
estar cerca a mi celular o a un
pequeño modem pero estos no
funcionaban. Además el
último día sentí que la Virgen
cuidaba mi sueño.
Cecilia de Perú - 2014
Buenas tardes, voy a hacer
llegar Las Quince Oraciones de
Santa Brígida a mis parientes
y conocidos de mi Facebook.
Soy un joven de veintidós años
católico practicante y ayer
buscando la Coronilla por las
Benditas almas del Purgatorio
no se como di con Santa
Brígida de Suecia. He llevado a
cabo mi primer día de lectura
y oración de Las Quince
Oraciones de Santa Brígida y
perdonen mi falta de
discreción pero en la décimo
quinta oración concrétamente
en el párrafo de''Así inclinaste
la cabeza y entregaste tu
Espíritu.... Entonces vino
Longinos y perforó Tu costado,
con tanta violencia, que la
punta de la lanza casi sale por
el otro costado. Tu corazón te
lo desgarraron, oh Jesús, ese
Corazón que ¡tanto nos ama! Y
de allí brotó Sangre y Agua,
hasta no quedar en Tu Cuerpo
Gota alguna. Tu cuerpo era
cual bulto colgado, como un
haz de mirra, elevado a lo alto
de la Cruz, la muy fina y
delicada Carne tuya fue
destrozada; la Sustancia de tu
Cuerpo fue marchitada, y
disecada la Médula de tus
huesos. Es entonces que el Sol
y las estrellas negaron su luz,
hubo terremotos y la
naturaleza y los elementos
dieron amplio testimonio de
que Aquel que negaron ¡era el
Hijo de Dios!'' me he extasiado
hasta las lágrimas, me han
brotado espontáneamente. Un
cordial saludo en la
Bienaventurada Virgen María.

Juan R - Marzo 2013

Hola, ¿cómo ha estado ?


Bueno pues aquí estoy
escribiendo un poco. Me
acaban de entregar mi
computadora y pues al parecer
ya funciona. Le contaré de las
oraciones de Santa Brígida.
Yo digo que son milagros "
pequeños " y le voy a contar
un poco.

Una señora, como de 50 años,


las empezó a rezar y dice que
comenzó a soñar con el diablo,
luego le dijo a su esposo y él
no le creía, entonces dice que
le dijo: yo también las voy a
rezar a ver si algo me pasa.
Y así fue, el señor las rezó una
vez o dos no sé bien, y dice
que sintió como si un gato le
hubiera rasguñado la cabeza,
bien feo. Y no había nada, yo
les dije pues sígalas rezando;
eso quiere decir que van por
buen camino y el diablo se
enoja.

Otra señora, como de 40 años,


me dijo que ella siempre
andaba de malas o alterada, y
que desde que las reza siente
mucha paz en su vida.

Una muchachita de 18 años


las empezó a rezar y dice que
después si llegaba la hora de
rezarlas y si no podía le
empezaba a dar los nervios. Y
tenia que rezarlas a la misma
hora porque si no, no estaba
tranquila.

Una señora tenia a su esposo


un señor como de 80 años. Y
no le gustaba ir a misa ni nada
de Dios. Decía que el era el
mismo diablo ya que era bien
malo. Y un día que estaba la
esposa, le vio las oraciones y
le gustaron tanto que empezó
a rezarlas y me pidió su propio
libro para el solo. Dice su
esposa que se levanta todos
los días a las cinco de la
mañana a rezarlas para que le
dé tiempo ya que el lee muy
despacio. Y ahora no se pierde
la misa de los domingos, se va
bien puntual y solo, y es que
su esposa ya no puede salir
porque está muy enferma la
pobre señora.

Bueno pues estos son unos


testimonios de la gente que le
he preguntado .. Yo les llamo
pequeños milagros o
coincidencias a lo mejor. Mi
madre dice que soñó a la
Virgen con una luz muy
hermosa. Y así algunas
personas empiezan a tener
sueños o cosas raras...
Gloria - México 2010

Quiero agradecer a Dios Padre


Todopoderoso, a la Santísima
Virgen María y a Santa Brígida
de Suecia, estoy rezando las
15 oraciones diarias de Santa
Brigida desde hace casi 6
meses, y hoy tuve la feliz
noticia de que me curé de un
problema glandular (tenía
hipertiroidismo) el cual
aparentemente no tenía revés
ni cura .

Estuve con medicación


durante un año, esto fue desde
el 2010 al 2011. En el 2011 el
endocrinólogo me dijo que el
hipertiroidismo no se podía
revertir y que me tenía que
dar yodo radiactivo para matar
la glándula, yo me opuse a eso
y me enojé tanto con el
médico y con la situación en si
misma que deje de tomar la
medicación.
El mes pasado me decidí a
volver al médico y me mando
a hacerme análisis de sangre y
de orina y todos los valores
dieron perfectos, no tengo más
hipertiroidismo, no tengo que
tomar ninguna medicación,
estoy sana .

Me siento dichosa y quería


compartir mi testimonio
porque estoy segura de que
Santa Brígida intercedió para
que se haga este milagro !!!!!
Sandra de Argentina
- Diciembre 2017

Muy agradecido de haberme dado el


consejo de pedirle a las mismas almas
del purgatorio a que me ayuden a
rezar las 15 oraciones!!

Sin ese consejo no hubiera podido, ya


que a veces hasta me quedé dormido
sentado, y algo me despertaba. Por
momentos fue una verdadera batalla
y otros una delicia total.
Soy poeta y no hay escrito más
excelso, más exquisito que las 15
oraciones, no me cabe duda de que
fueron dadas por revelación divina,
ya que en la tierra no debe existir ni
tan siquiera esta gran doctora de la
Iglesia y patrona de Europa (Santa
Brigida) o santo que tenga tan bellas
y exactas palabras de fe viva.
Se las recomiendo a cuanta persona
puedo. Dos pudieron, Patricia una
empleada doméstica divina (que al
final le pasó de todo) y lo único que
pedía era poder terminarlas. Y Eli,
una médica que batalla contra las
injusticias de la profesión que
diariamente ve. Me dio una alegría
enorme!!
Particularmente aprovechaba los
viajes en subte, me las imprimí en
varios ejemplares y cuando me
desaparecieron las busqué con el
celular en internet. Si no las rezaba,
algo me faltaba. Y cuando cumplí el
año seguí porque me encantan. Ahora
sigo con las de los 12 años (ya voy
tres) elegí a mis tres hijos, que
cuando las rezo incluso se portan
mejor y de a poco van creciendo en la
fe.
Pido ver más claramente las
promesas de las oraciones porque
tengo una familia grande y en varios
casos ya he visto los frutos
formidables de semejantes promesas.
Realmente el rezarlas es una
nimiedad al lado del cumplimiento de
semejantes promesas y repito que
seguramente es lo mejor que podrán
heredar de mí, mis tres hijos.
Dios y la Virgen Santísima los
bendigan.
Julio M, poeta. Argentina

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