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Pagino 44 LÍA VANGUARDIA ESPAÑOLA JUEVES, 4 DE JULIO DE 1968

MILLARES Y LA«MUERTE DEL HOMBRE»


EL ARTE Y EL SENTIMIENTO

Ahora
Ciertamente, la pintura no ha es-
perado al siglo XX para «substan-
tivar los valores plásticos». En Giot-
tól Grünewald o Boucher, las cali-
dades pictóricas, aunque íntimamente
unidas al tema, son lo que prevalece:
tectonicismo, drama y cuito de la
belleza erótica son servidos por com-
posición, color, línea y forma idó-
neos al máximo, en cada caso. Pero
el mundo interior, que Éosco quiso
simbolizar'. con la minucia del mi-
niaturista medieval que rechaza el
Renacimiento, y que Blahe convirtió
en nuevo libro miniado de cosmogo-
nías heterodoxas, en Goya se atrey*
a hacer violento acto de presencia.
Por la violencia comienza el arte
contemporáneo. Van Gogh, aparte de
su lirismo (y de la perfecta técnica
que usó para la pintura de tubo),
¿qué da si no, sobre todo, violen-
cia? La violencia se convierte en
signo de verdad, de autenticidad. Se
llega a pensar — a lo largo del si-
glo XIX, de Blake a Nietzsche— que
sólo es auténtico lo que protesta.
Y esa protesta no está circunscrita
a un orden social, económico o psi-
cológico. El hombre no sólo se queja,
en poesía, filosofía y arte, de la
«•condición humana», sino de todas
las constricciones impuestas por un
mundo físico dotado, «además», de
espíritu o conciencia.
M. Millares. «Pintura» (1968)
nietzscheana, sino en el tentido real de ese hombre, sino el «sentimiento
como el agua
Cuando apareció el informalismo, de encontrar restos de seres pen- de muerte» que el posthumano in-
como tendencia la más pictórica y santes, destruidos, deshilachados, re- tegra en la era atómico-arqueológi-
profunda de la abstracción (tomada vueltos, reducidos a una materia que ca. Sus arpilleras blancas y negras
en el. más amplio sentido, que ad- fácilmente puede ya deshacerse en muestran ahora mayor geometrismo;
mite neofiguraciones), varios artis- pol«o: «Homo humus». La «calida- los plegados reales (irreales por rea-
tas tomaron a su cargo la expresión des» de los objetos arqueológicos, les) de sus lienzos, no dejan por
de esa protesta, dentro de un idio- tensadas, dramatizadas por el curso ello de intensificar la turbadora sen-
ma pictórico que les permitía hacer- de los siglos, o de los milenios, sación de angustia y de horror ante
lo, con su óptimo libertad vindica- atraen o muchos de los mejores pin- «lo que sucede». ¿Dónde? En el seno
tiva. No vamos a historiar aquí la tores actuales, que se interesan más del devenir humano, en el alma de
pintura de la segunda posguerra. por la esperanza de una superficie cada ser que siente. Algunas imáge-
Baste citar el nombre de Jackson cerámica o el color de una madera nes, menos dolorosas, tienden hacia
Pollock, que justamente ha sido lla- desenterrada que por la certera ce- una abstracción pausada, negra, ex-
mado «berserker» de la pintura, por leridad de una larga pincelada de plícita, descrita incluso, a veces, me-
la exasperación que anima toda su Velázquez. Millares no cultiva las diante grafismos que son como los
obra. En España, uno de los artis- «calidades» en el sentido de algunos «jeroglíficos del futuro». En otras
tas que, entre 1955 y la actualidad, ocasiones, sus imágenes tienden a
pintores, que han valorado la dife- constituir su autonomía frente a todo,
han evolucionado dentro de esta renciación de texturas al máximo.
ideología con la mayor eficacia es hasta frente a la protesta. Pues siem-
Pero sí siente el impacto general de pre hubo un esteta en este hom-
Manolo Millares, nacido en Cana- esa amanera de estar» de la materia,
rias en 1926. Millares partió de uno bre existencial, que ha sentido per-
y, conscientemente o no, la restitu- sonales padecimientos desgarradores
serte de arpilleras abstractas, con ye en sus obras. En los años últi- — aunque no hayamos aquí de ro-
restos de «pictografías», hacia una mos, su obra no ha sufrido ninguno zar su biografía — y que también
dinamización terrible del propio te- de esos cambios espectaculares _que ha escuchado el llamamiento de la
jido. El fondo se convierte en for- a veces son auténticos y a veces no. multitud innumerable, sin nombre,
ma, . en el informalismo. «En su Ha seguido discurriendo por los sin otro destino que la nada, la som-
obra, el soporte se convierte en mismos cauces. La transformación bra y la ceniza.
tema, en técnica, en imagen, a tra- — lento metamorfosis — es de fon-
vés de violentas torsiones, perfora- do. Hay más serenidad, o más acep- El Goya final fascinó y orientó al

no hay nada
ciones, reajustamientos y recosidos». tación de la «muerte del hombre», informalismo de la Escuela de Ma-
Sus obras oscilaron, hacia 1960, en- aquí ya, posiblemente, en el sentido drid desde 1956. Parece ahora como
tre uno abstracción excitada por el filosófico. El hombre de la era ató- si, en vez de superar las «pinturas
«pathos» expresionista, y una neo- mica no es ya lo que entendíamos negras» con la dulzura de una efi-
figuración arrebatada, en la que el por hombre. No sólo los filósofos de gie femenina — cual hizo el autor
hombre es siempre un crucificado, del «Dos de Mayo», con su famosa
un empalado, un torturado, de no la. izquierda intelectual, dirigidos por
Sartre, lo proclaman, sino que filó- «Lechera de Burdeos» —, Millares,
$tr uno momio Inmemorial. Milla- en representación de esa escuela,
res, como Saura, pinta sólo en blan- sofos cristianos también lo admiten,
como Gyardini. El ser pensante, su- quisiera —quiere— que la propia
co v negro, agregando a veces el negrura se sublime, y, sin dejar de
rojo cloro o cárdeno con el mero friente, consciente, que se inclina so-
• bre el dolor de la Hiroshima arra- ser tiniebla y destrozo, agitación y
sentido de la mancha de sangre. llanto, sea luminosidad y paz. Pero
sada, es el hombre de la posthisto-
Su interés personal por la arqueo- ria. Y Millares pinta no ol hombre la paz, ¿es posible?
logía — uno de los «.temas de nues- de las culturas tradicionales, ente-
tro tiempo» — ratifica la autentici- rradas por las ciencias y técnicas, Juan-Eduardo CIRLOT
dad de estas obras. Lo arqueológico tanto como por una posible muta-
alude o lo «muerte del hombre», no ción biológica, aún no claramente De la Academia del Faro, de San
en «I tentido de la filosofía poj- entendida y analizado, no la muerte Cristóbal.

La industria privada
italiana aumenta sus
pama inversiones en
investigación
Rama. — La» industria» privadas ita-
lianas dedicaron a la Investigación cien-
tífica 124.500 millones d« lira» en 1965,
142.900 en 1966 y, según una estimación Instale un Filtro Kinby
provisional, 157.800 millonea tn 1967. Es-
tos san los resultados dt una nueva en-
cuesta efectuada por la Confederación que elimina
General de la" Industria Italiana con el
fin d» conocer el balance y previsiones
de los gasto» para la investigación pura, totalmente elmal sabor
aplicada y de desarrollo efectuados por
la» empresa» industriales privadas.
La encuesta se Ka realizado en cerca
de 700 empresas, de lai cuales 218 tie-
nen menog de 100 empleado*. Su im-
olor y color del agua
portancia reside, por tanto, no «ólo en
el estudio directo de lo« gastos de in- Compruebe como por un coste de 5 céntimos el litro cuanto ganan^
vestigación de dichas sociedades, sino en sabor sus comidas, su café y... como apetece beber agua sola.
también en las Indicaciones que pro-
porciona acerca del Ínteres de las em-
presas de menores dimensiones en las
actividades de iaveitlgacln.

Colchón neumático
En cuanto al personal empleado en
dedicación completa a - las actividades
dé investigación, te estimaba, en 1967,
en 21.852 persona», contra 20.457 en el
desde 775 ptas.!
Tres versiones distintas.
para campo y playa año 1966. El 12 por ciento de tal per- Acoplable a la red, sobremesa
sonal está constituido por doctorados, y sustituyendo el grifo
el 19 por ciento por licenciados, y «1
22 por ciento por técnicos auxiliares.
DE VENTA EN LOS ESTABLECIMIENTOS DEL RAMO Además, el personal ocupado en tiem-
po parcial se estimó en 1.645, en 1967.
La nota industrial indica que esta en-
Fabricados pon cuesta ofrece una válida confirmación
Importados por del interés con que las industrias priva-
das siguen los problemas de la investi- Es un producto de la división KINBY HOGAR\
MIBER, S. L. gación científica. «Es evidente, sin em-
bargo —concluye—, que el problema de
la investigación científica persiste en to-
FAESSA MEN-PAR, S. A.
ICHEMOLIMPEX Jorge Juan, 139-Madrid-2 Troquel, 10-12 - BARCELONA
da su gravedad; sigue existiendo una
necesidad de coordinación, .una mayor Para información Tel. 227 84 36
disponibilidad para la industria de todo
cuanto el sector público hace en este Venta en grandes almacenes, electrodomésticos,sanitarios,farmacias
.Compañía Húngara pora el Comercio de Productos Químicos-Budapest 5P.O.B.I21
campo y un mayor estimulo a la inves- ferreterías, etc.
tigación, fura j «pUo«4a.i — riO

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