Sie sind auf Seite 1von 3

CAPÍTULO

III

EL ÁNGEL DE JEHOVÁ



Una de las pruebas más convincentes e indiscutibles de que Cristo preexistió, se halla en la verdad de que
Él es el Ángel de Jehová, cuyas diversas apariciones se relatan en el Antiguo Testamento. Esto es conocido
por teofanía, pero, ¿qué significa?.

A. Definición
1. Se entiende por teofanía una manifestación de Dios en forma corporal y visible antes de la
encarnación.
2. Usualmente se restringe el término teofanía a las apariciones de Dios en forma humana o
angélica. Otras manifestaciones de la gloria de Dios no se consideran teofanías.
3. Las teofanías son principalmente apariciones del Ángel de Jehová, el cual es muy distinto de los
seres angélicos.

B. El Ángel de Jehová se identifica como Jehová
1. El estudio de los pasajes que se refieren a Él en el Antiguo Testamento revela que dicho Ángel se
identifica frecuentemente con el mismo Jehová.
2. Cuando el Ángel de Jehová habló a Agar (Génesis 16:7-13), se identificó con Jehová (versículo
13).
3. El relato del sacrificio de Isaac (Génesis 22:11-18) confirma la misma identificación del Ángel de
Jehová con el mismo Jehová.
4. Los siguientes pasajes confirman la misma verdad: Génesis 31:11-13; 48:15-16; 45:5; Éxodo
3:1ss.; Hechos 7:30:35; Éxodo 13:21; 14:19; Jueces 6:11-23;
13:9-20.

C. El Ángel de Jehová como Persona distinta de Jehová
1. Mientras muchos pasajes identifican al Ángel de Jehová con Jehová mismo, otro número de
pasajes, casi iguales en número, distinguen al Ángel de Jehová como una Persona distinta.
2. Por ejemplo, en Génesis 24:7 se dice que Jehová había prometido enviar “su ángel”. El siervo de
Abraham da testimonio de esta realidad en Génesis 24:40.
3. Moisés habla de que Jehová envió su ángel a sacarlos de Egipto (Números 20:16).
4. Otro ejemplo se da en Zacarías 1:12-13, donde se produce un diálogo entre el ángel de Jehová y
Jehová.
5. Otros pasajes hacen una distinción semejante (Éxodo 23:20; 32:34; 1 Crónicas 21:15-18; Isaías
63:9; Daniel 3:25-28).
6. Hay pasajes que afirman la Deidad del Ángel de Jehová, pero que no lo identifican con Jehová, ni
lo distinguen de Él (Jueces 2:1-5; 2 Reyes 19:35).

7. El Ángel de Jehová es la segunda Persona de la Trinidad. Para la mente natural, la aparente
disparidad de la terminología y el uso del nombre Ángel de Jehová es irreconciliable.
8. La dificultad se resuelve fácilmente cuando uno comprende que Cristo es el Ángel de Jehová.
9. Como tal, Cristo es Jehová, y al mismo tiempo es una persona distinta de la Trinidad, es decir, la
segunda Persona.
10. Así, cuando el Ángel de Jehová se identifica como Jehová, es una declaración de su Deidad.
11. Cuando se distingue de Jehová, es una distinción del Padre.
12. Esta solución se conserva acorde con la doctrina de la Trinidad según se revela en las
Escrituras.
13. Si aceptamos que el Ángel de Jehová es Dios, es un problema relativamente menor probar que
Él es la segunda Persona, no el Padre ni el Espíritu Santo.

D. Evidencia para probar que Cristo es el Ángel de Jehová
1. La segunda persona es el Dios visible del Nuevo Testamento
a. Cuando acudimos al Nuevo Testamento, descubrimos que la segunda Persona es el Dios
encarnado, que posee cuerpo humano y es visible para todos.
b. Mientras que la voz del Padre se oye desde el cielo, y al Espíritu Santo se le ve descender
en forma de una paloma, Cristo, la segunda Persona, es la Manifestación completa de
Dios en forma visible.
c. Sería lógico que la misma Persona de la Trinidad que es visible en el Nuevo Testamento
hubiera sido la Persona escogida para que apareciera en la forma de Ángel de Jehová en
el Antiguo Testamento.
2. El Ángel de Jehová del Antiguo Testamento no aparece después de la encarnación de Cristo
a. El Ángel de Jehová es sumamente activo en todo el período del Antiguo Testamento;
aparece a mucha gente, ampliamente separada en cuanto a tiempo y espacio.
b. En el Nuevo Testamento, aunque hay referencias a ángeles como tales, no hay ningún
ejemplo en el cual aparezca el Ángel de Jehová.
c. Naturalmente se deduce que Él se aparece como el Cristo encarnado.
3. Tanto el Ángel de Jehová como Cristo son enviados por el Padre
a. El Antiguo Testamento revela que el Ángel de Jehová era enviado por Jehová para revelar
la verdad (Génesis 16:7-14; 22:11-18; 31:11-13), para dirigir a Israel (Éxodo 14:19;
23:20;), para defenderlo (2 Reyes19:35) y juzgarlo (1 Crónicas 21:1-27). Fue el agente
de refrigerio para Elías
(1 Reyes 19:5-7).

b. En el Nuevo Testamento, Cristo es enviado por Dios para revelar a Dios en carne, para
revelar la verdad y para que fuera el Salvador.
c. En la naturaleza de la Trinidad, el Padre es el que envía al Hijo y al Espíritu Santo.
d. La primera Persona nunca se envía a Sí misma. El carácter similar del ministerio del
Ángel de Jehová con el de Cristo sirven para identificarlo.
4. El Ángel de Jehová no pudiera ser el Padre ni el Espíritu Santo
a. Según el procedimiento de eliminación, se puede demostrar que el Ángel de Jehová es la
segunda Persona.
b. Juan 1:18 afirma que solamente ha sido visible a los hombres, puesto que nadie puede
ver a Dios el Padre ni al Espíritu Santo en su gloria.
c. Como el Ángel de Jehová es el Enviado, no podría ser el Padre la primera Persona.
d. Como el Ángel de Jehová es Dios en forma corporal, no podía ser el Espíritu Santo, puesto
que en el Espíritu Santo está siempre el atributo de la inmaterialidad, y su ministerio no
se caracteriza nunca por los atributos físicos.
e. No hay ni una razón válida que niegue que el Ángel de Jehová es la segunda Persona,
pues todo hecho conocido señala su identificación con Cristo en el Nuevo Testamento.

E. Otras apariciones de Cristo en las cuales no se presentó como Ángel de Jehová
1. En el Antiguo Testamento se halla un número de apariciones de Cristo, en las cuales no se
presenta como el Ángel de Jehová.
2. Por ejemplo, en Génesis 18:1-33, Jehová se apareció como un hombre, acompañado por otros
dos hombres que son probablemente ángeles (19:1).
3. La experiencia en la cual Jacob luchó con Dios envuelve, con toda probabilidad, la aparición de
Cristo en forma de hombre (Génesis 32:24-32).
4. La aparición de Dios a los ancianos de Israel se puede calificar, tal vez, como una aparición de
Cristo (Éxodo 24:9-11).
5. La nube del Señor, la gloria del Señor (Éxodo 40:38), y la columna de nube (Éxodo 33:9-23) son
también formas en que Cristo apareció en el Antiguo Testamento.
6. Es muy probable que toda visión de Dios, manifestada en forma corporal, se pueda identificar
con el Señor Jesucristo (Josué 5:13-15; Ezequiel 1:1-28; Daniel 10:1-21).


F. Las teofanías como pruebas de la preexistencia de Cristo
1. Las teofanías del Antiguo Testamento, que son manifestaciones de Cristo, la segunda Persona, en
forma visible, constituyen un argumento de la preexistencia de Cristo en la historia, en contraste
con la declaración directa de su preexistencia en el Nuevo Testamento.
2. La abundante evidencia en el Antiguo Testamento con respecto al ministerio vital de Cristo en el
Nuevo y su evidente relación con muchas escenas de la revelación en el Antiguo Testamento son
prueba convincente de su preexistencia.
3. El examen del carácter de su ministerio como Ángel de Jehová, y de sus manifestaciones en otras
formas, no sólo revela su preexistencia, sino que también demanda el reconocimiento de su
Deidad.
4. Como Ángel de Jehová, Él es Dios, y aunque la revelación de Él en el Antiguo Testamento se
dedica algunas veces a su inherente gloria, sin embargo, durante su vida terrenal después de la
encarnación es una demostración de sus atributos que son los atributos de Dios.

Para concluir, citemos al profeta Zacarías (Zacarías 3:1-5), donde el Ángel de Jehová interviene como lo
hace Cristo nuestro Abogado, para defender a Josué, que estaba siendo acusado por Satanás ante Dios (cp.
Apocalipsis 12:10; 1 Juan 2:1-2).
Jesucristo es indudablemente también el “ángel fuerte” de Apocalipsis 10:1-3.

Las apariciones pasajeras a los patriarcas habían dado paso a la presencia constante de Dios en el
santuario; el paso siguiente fue la encarnación del Señor, que vino a morar en medio de los hombres. Y los
hombres vieron Su gloria, gloria mucho mayor que la de la primera morada del Señor (Hageo 2:9), porque
el cuerpo físico del Señor Jesucristo era un verdadero templo (Juan 2:21), destinado a manifestar mucho
mejor todavía la presencia divina entre los hombres.

En la última etapa seremos introducidos ante el trono mismo del Dios totalmente revelado. Entonces no
habrá más necesidad de teofanías: el Señor será todo en todos, nos veremos cara a cara, y conoceremos
como somos conocidos (1 Corintios 13:12; Apocalipsis 22:3-4).

Das könnte Ihnen auch gefallen