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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

Dependencia emocional

Profesor: Cerna Hoyos, José Alberto

Alumnos:

 Cahuancama Condo, Sayuri


 Zevallos Solórzano, Michael Stive
 Zumaeta Dávila Karolyn

2019
Dedicatoria

En primer lugar, a nuestros padres, porque


durante estos años de preparación han sido
y son nuestra fuente de motivación y amor.

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Agradecimiento

A la señorita Emma quién nos dios facilidad


para adquirir los libros de la biblioteca. A
nuestro profesor Cerna por aclarar nuestras
dudas y darnos ideas de cómo abordar
nuestro tema.

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Índice

Pág.
Dedicatoria ………………………………………………………………………… 2
Agradecimiento ..…………………………………………………………………. 3
Índice ………………………………………………………………………………. 4
Presentación ………………………………………………………………………. 5
1. CAPITULO I
1.1. Definición ………………………………………………………………………. 7
1.2. Factores Causales ……………………………………………………………. 7
a) Carencias afectivas tempranas …………………………………………. 7
b) Mantenimiento de la vinculación y focalización excesiva en fuentes
externas de la autoestima …………………………….……………….… 8
c) Factores biológicos ………………………………………………………. 8
d) Factores socioculturales y género de la dependencia emocional …... 9
1.3. Características ………………………………………………………………… 9
2. CAPITULO II
2.1. Fases de relación de pareja en las personas con dependencia ………… 11
a) Fase de euforia …………………………………………………………….. 11
b) Fase de subordinación ……………………………………………………. 11
c) Fase de deterioro ………………………………………………………….. 11
d) Fase de ruptura y síndrome de abstinencia ……………………………. 12
2.2. Factores Mantenedores ……………………………………………………… 12
3. CAPITULO III
3.1. Tipos de dependencia sentimental ………………………………………….. 13
3.2. Dependencias sentimentales (reactivas) …………………………………… 13
3.3. Coadicciones (caracteropáticas) …………………………………………….. 13
Referencia …………………………………………………………………………… 16

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Presentación

Cuando leemos en algún artículo que un paciente presenta un patrón interpersonal


de dependencia emocional, o que depende emocionalmente de su psicoterapeuta,
todos sabemos a grandes rasgos de qué tipo de psicopatología nos están hablando.
Igualmente, en medios de divulgación como prensa, radio o televisión, en los libros
de autoayuda, e incluso en conversaciones informales, aparece la “dependencia
emocional”. Sin embargo, este término se utiliza escasamente en la literatura
científica y no tiene el estatus de otros constructos personológicos como
“introversión”, “narcisismo” o “asertividad”, por citar sólo algunos conocidos.

No obstante, la dependencia emocional sí se ha estudiado indirectamente mediante


conceptos afines. Dichos conceptos tienen entidad propia, pero nos han servido
para conocer mejor a este fenómeno y a esta clase de pacientes, y especialmente
nos han proporcionado un marco de referencia para su comprensión, evaluación y
tratamiento. Es posible que cuando nos referimos a un paciente que presenta una
pauta permanente de apego ansioso, a otro que mantiene relaciones
autodestructivas, a un tercero codependiente de un alcohólico, a otro con depresión
socio trópica, y a uno más con adicción amorosa, estemos en ocasiones hablando
con términos o perspectivas diferentes de un mismo tipo de personas: los
dependientes emocionales. No cabe duda de que la aproximación que nos ofrecen
estos conceptos similares es sólo tangencial, y que no podemos equipararlos o
utilizarlos como sinónimos; lo más beneficioso sería, entonces, estudiar los puntos
que tienen en común con la dependencia emocional con el fin de conocerla en
profundidad, y después analizar las diferencias que sin duda existen.

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1. CAPITULO I

1.1. Definición

La dependencia emocional se define como “una necesidad extrema de


carácter afectivo que una persona siente hacia su pareja a lo largo de
diferentes relaciones” (Castelló, citado en Ventura y Caycho, 2016).

1.2. Factores Causales

Castelló (2005) afirma que las causas de la dependencia emocional están


directamente relacionadas con la dinámica familiar antigua, es decir la
historia afectiva primaria. Cuando la persona ha crecido en un núcleo familiar
desintegrado, en un ambiente autoritario, en la que observó roles de
dominación, sumisión, e incluso maltrato hacia éste y otras veces maltrato
entre sus progenitores, o ya sea el caso que haya sido sobreprotegido,
influenciará en ser causal de la dependencia emocional.
De acuerdo con Castelló existen cuatro factores como posibles causas de
dependencia emocional:

a) Carencias afectivas tempranas: las experiencias que ganan con respecto


a las relaciones interpersonales son base importante para la
configuración de la personalidad; por ende, si dichas experiencias no son
satisfactorias o agradables en etapas tempranas del desarrollo de la
persona, se corre el riesgo de desarrollar esquemas de interacción
disfuncionales; el cual es justamente lo que sucede con los dependientes
emocionales, estas situaciones desfavorables en las que son privados
de afecto desde etapas tempranas, hasta la presencia de negligencia,
maltrato psicológico y físico, abandono; e incluso abuso sexual son los
que generan que busquen desesperadamente saciar ese vacío. En
realidad, se debe indagar la historia afectiva primaria. Las experiencias
tempranas de este tipo de personas que no son capaces de quererse y
respetarse están estrechamente asociadas con no sentirse queridas ni
valoradas de manera adecuada por sus figuras significativas de su

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infancia; probablemente, tuvieron vínculos afectivos distantes y sobre
todo ambivalentes con un clima emocional totalmente inestable.

b) Mantenimiento de la vinculación y focalización excesiva en fuentes


externas de la autoestima: Para que se dé un desarrollo emocional y de
la personalidad de manera saludable es básico la vinculación afectiva.
Generalmente, las personas suelen apegarse más a sus figuras
significativas y se evidencia una recíproca conexión sentimental. Sin
embargo, la vinculación afectiva con los demás de los dependientes
emocionales no es favorable para ellos, ya que sus personas
significativas son poco cariñosas y, por lo contrario, suelen maltratarlos,
ocasionando que el niño, futuro dependiente emocional, interioriza y se
vincula más con los sentimientos, actitudes y comportamientos negativos
que estos individuos sienten hacia ellos. Por esto, la baja autoestima, el
menosprecio a sí mismos, el no valorarse y no valorar sus logros, son
muestra de la actitud negativa que sus personas significativas
ocasionaron en ellos. La baja autoestima que presentan estos individuos
facilita el desarrollo de pautas de interacción patológicas, ya que
incrementan la necesidad de otro al que el dependiente busca
continuamente. Con respecto a sus personas significativas, el
dependiente emocional crea un esquema en el que éstos se caracterizan
por ser inaccesibles emocionalmente, fríos, rechazadores y hostiles, y
que en muchas oportunidades llegan a idealizarlos debido a que de por
sí necesitan de los demás. Los perfiles de interacción que se establecen
desde muy temprana edad en la vida del futuro dependiente son los que
conllevarán a la práctica en su adultez.

c) Factores biológicos: Pertenecer al sexo femenino pone condiciones para


elegir unirse o desligarse en términos de afecto, ayudando así al inicio
de la dependencia emocional. Además, muchas de las costumbres
socioculturales avalan el acto que los hombres se desliguen
afectivamente en eventos problemáticos, derivando el hecho de que la
mujer continúe con su vínculo afectivo hacia los demás continuamente.

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Sin embargo, la genética y el temperamento juega un rol importante en
la formación de la dependencia emocional; por ende, existirán personas
que son más propensos que otros a continuar con el vínculo afectivo así
sea en situaciones desfavorables o también personas que tienden a
padecer de carencias emocionales tempranas. Estas personas van a
tender a desarrollar dependencia emocional. Cabe señalar que las
personas con dependencia emocional que presentan alcoholismo,
trastornos del ánimo, etc. en sus antecedentes de familia presentan una
probable predisposición genética a presentar estas patologías psíquicas.

d) Factores socioculturales y género de la dependencia emocional: Si por


un lado muchas de las culturas fomentan la vinculación de manera
afectiva de las damas, por otro lado, motive al alejamiento afectivo de los
hombres constituyendo un factor elemental para el nacimiento de la
dependencia emocional en las féminas. Generalmente las personas que
tienen relaciones de pareja no saludables e insatisfactorias, es el sexo
femenino; sin embargo, podría darse en el caso de los varones, pero con
ciertas características propias de su comportamiento. Se puede concluir
que la unión entre factores biológicos y socioculturales brindan a la mujer
ser más propensa a que sufra de dependencia emocional, siempre y
cuando suceda los demás factores necesarios.

1.3. Características
Castelló (2005), señala que las características de una persona
con dependencia emocional son: necesidad excesiva del otro (deseo de
acceso constante hacia él o ella), deseos de exclusividad en la relación,
prioridad de la pareja sobre cualquier cosa, idealización del objeto,
relaciones basadas en la sumisión y la subordinación, historia de
relaciones de pareja desequilibradas, miedo a la ruptura y, finalmente,
asunción del sistema de creencias de la pareja.

Asimismo, Llerena (2017) refiere que existen distintas características que


describen a las personas que padecen dependencia emocional siendo las
más importantes las que se mencionan a continuación:
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 Tendencia a aferrarse de forma excesiva a la persona que “aman”.
 Dedicación excesiva de tiempo a permanecer con su pareja o conocer su
ubicación y actividad exactas.
 Tendencia a buscar relaciones conflictivas intensas.
 Pensamientos irracionales y expectativas altas de la pareja o de la
relación en si
 Problemas en relaciones con amigos por permanecer todo el tiempo con
la pareja.
 Miedo excesivo a la ruptura de la relación amorosa
 Presencia de sintomatología ansiosa o depresiva cuando algo va mal con
la pareja.
 Tendencia a la sumisión o esclavismo.
 El centro de su atención es su compañero sentimental.
 Preferencia por ocuparse de los demás y olvidarse de sí mismo
 Dificultad para la toma de decisiones y para asumir responsabilidades.
 No aman verdaderamente a su pareja, la necesitan.
 Baja autoestima y labilidad emocional
 Búsqueda constante de muestras de cariño y satisfacciones
emocionales.
 Por lo general escogen parejas egocentristas, narcisistas o explotadores.
 En casos más extremos y si la dependencia llega a un nivel grave, la
persona soportará burlas, humillaciones, agresiones físicas, psicológicas
y sexuales con tal de no terminar su relación

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2. CAPITULO II

2.1. Fases de relación de pareja en las personas con dependencia

Castelló (2005) refiere que la mayoría de las veces los dependientes


emocionales siguen el mismo ciclo en una relación, sin embargo, existen
casos en que puede seguir varias etapas a la vez luego volver a etapas
anteriores, permanecer en alguna de ellas o pasarse de inmediato a 35
etapas terminales de la relación”. Todo dependerá de la forma de ser de cada
persona.

Entre las principales fases de la relación están:

a) Fase de euforia: inicia cuando el dependiente conoce a su pareja ideal,


aquí la persona elegida presenta características agradables que
ayudarán a eliminar la soledad y malestar emocional. Todas las parejas
pasan por esta etapa, sin embargo, los dependientes lo hacen de forma
más rápida, llegado a mostrar entrega total, ilusión excesiva.

b) Fase de subordinación: su duración es extensa, existe evidencia de los


roles asumidos por cada uno de los integrantes de la pareja: dominante y
subordinado.

c) Fase de deterioro: al igual que la anterior es de larga duración, es


evidente un empeoramiento de los síntomas, especialmente de los roles,
los cuales están más marcados y observables en todo sentido. La
diferencia radica en que en la etapa anterior la subordinación del
dependiente emocional se daba porque el mismo lo deseaba así,
mientras aquí se da por obligación de la dominante, lo cual genera un alto
grado de sufrimiento en el individuo convirtiéndose en una relación de
abuso más que de amor pues existe presencia de maltrato físico. Aquí ya
aparecerán síntomas de ansiedad, depresión, baja autoestima, pero con
la característica de no poder alejarse de su pareja.

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d) Fase de ruptura y síndrome de abstinencia: como ya se ha mencionado
la persona dependiente trata a través de todos los medios que la relación
no se termine, recurriendo generalmente a humillaciones, buscar a
terceros que aboguen por él o ella, suplicar, pedir perdón por cosas que
supuestamente hizo mal, llegando al punto de que si la ruptura se da
definitivamente continuara buscando a su pareja el tiempo que sea
necesario para que este regrese a su lado. La mezcla entre la soledad, el
dolor por la ruptura, y los intentos por restablecer la relación conforman lo
que podemos denominar Síndrome de abstinencia. Este síndrome de
abstinencia se caracteriza principalmente por el deseo incontrolable de
tener contacto con la persona y únicamente terminará cuando el
dependiente encuentre a alguien más y vuelva a empezar el ciclo.

2.2. Factores Mantenedores


La persona dependiente tiene vínculos con personas cariñosas durante su
vida, éstas tendrán poca significancia para el dependiente emocional, debido
a que desde la adolescencia es donde, se empezó a formar relaciones de
pareja poco productivas por su entrega excesiva, a la elección de la pareja
con características negativas y a la forma de cómo se llevó la relación, los
cuales ocasionaron que la persona dependiente asimile altas cantidades de
dominación, hostilidad y menosprecio; esta deficiencia de afecto podría
continuaren el tiempo. Al darse esto de manera crónica, producirá un efecto
que mantendrá continuamente esta enfermedad. Los factores biológicos no
cambian considerablemente; sin embargo, puede existir modificaciones
como la afectación de deficiencias neuroquímicas, que pueden ser más
fluctuantes debido a las circunstancias. En lo que respecta al factor
sociocultural, se sabe que al pasar el tiempo los modelos de cada cultura
van cambiando, lo cual podría beneficiar o no a la dependencia emocional.
Además, la interacción no saludable que presentan los dependientes
emocionales se verá fortalecida y consolidada, por un lado, por la continua
interacción y por otro, por las actitudes complementarias, las cuales son una
forma de respuesta de individuos con las cuales estrechamos vínculos que
fortalecen nuestras pautas de como interactuar y que al mismo tiempo se
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encuentran un poco supeditadas por éstas. Se concluye que la manera de
interactuar de la persona dependiente no solo tiene que ver con la
personalidad; además dependerá del objeto y del vínculo que se mantenga
con él; por ende, el dependiente emocional tiene responsabilidad sobre el
comportamiento reprochable del objeto porque de alguna forma lo facilita, el
cual influye de alguna forma en el proceder de la persona dependiente. Es
importante recalcar que la interacción desequilibrada en las relaciones
amorosas de la persona dependiente menoscaba aún más su poca
autoestima, y al mismo tiempo es un factor para potenciar la dependencia
emocional.
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3. CAPITULO III

3.1. Tipos de dependencia sentimental

En 2004, Silvent sostiene que las dependencias afectivas o sentimentales


se definen como trastornos relacionales caracterizados por la manifestación
de comportamientos adictivos en la relación interpersonal basados en una
asimetría de rol y en una actitud dependiente en relación al sujeto del que
se depende (SDD). Asimismo, distingue entre las calificadas como
dependencias relacionales genuinas (dependencia emocional, adicción al
amor, dependencias atípicas), esto es con identidad propia, y las
mediatizadas calificadas como coadicciones (codependencia y
bidependencia) que se consideran como secundarias a trastornos adictivos.

3.2. Dependencias sentimentales (reactivas)

a) Adicción al amor (rasgo)

 Dependencia afectiva o emocional (rasgo)


Dependencia relacional entre dos sujetos no adictos. Se define como
un patrón crónico de demandas afectivas frustradas sobre una persona
que se intentan satisfacer mediante relaciones interpersonales.
 Atípicas (apego ansioso, etc.

3.3. Coadicciones (caracteropáticas)


 Bidependencia
La bidependencia o doble dependencia es el conjunto de actitudes,
comportamientos y afectos denotativos de que, al margen de la
específica adicción (o adicciones tipificadas como tal), existe una
dependencia de personas o situaciones que condiciona relevantemente
el quehacer del afectado y probablemente de la persona o personas
involucradas.
- Características de la BDP.
 Falta de conciencia real del problema

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 Inhibición de la propia autonomía y delegación de la toma de
decisiones
 Búsqueda obsesiva de la pareja, minimizando, obviando u ocultando
sus defectos a la vez que destacando que dicha persona es la única
que le estimula como el bidependiente quiere.
 Frecuentes sentimientos de vacío, sensación de inescapabilidad y
tropismo hacia relaciones intensas, incluso peligrosas.
 Codependencia (CDP)
Se trata de la particular relación de dependencia que establece un
sujeto normal respecto a otro frágil o menoscabado (frecuentemente
alcohólico). La Codependencia es un estilo de relación donde la pareja
del adicto (alcohólico o adicto a otras sustancias psicoactivas) sostiene
percepciones y conductas que reflejan su tolerancia al abuso de alcohol
del paciente y un modo de vida que gira alrededor de él, convirtiéndose
en su cuidador mediante un comportamiento proteccionista e
hiperresponsable.
- Características de la CDP:
 Ejercer de redentor / cuidador / sobreprotector / hiperresponsable.
 Autonegligencia, se olvida de sí mismo para centrarse en el otro.
 Límites del yo desdibujados.
 Focaliza su vida hacia el otro.
 Límites del yo desdibujados.
 Focaliza su vida hacia el otro.

En el 2008, Moral y Sirvent refieren que existen dos tipos de dependencia:


la instrumental y la emocional.

a) Instrumental: Se caracteriza por la falta de autonomía en la vida


cotidiana, inseguridad, carencia de iniciativa, búsqueda de apoyo social,
indefensión, dificultades para tomar decisiones, asumir
responsabilidades y desenvolverse con eficacia.

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b) Emocional: Se caracteriza por excesivas demandas afectivas,
relaciones interpersonales estrechas y relaciones de pareja
desequilibradas, donde prevalece la sumisión y la idealización de la
pareja, con baja autoestima e imperiosa necesidad del otro, que lleva a
comportamientos excesivos de aferramiento y alto temor a la soledad.

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Referencias

Armas, R. (2018). Factores asociados a la dependencia emocional hacia la


pareja, en pacientes adultos atendidos en consultorio externo y
hospitalización del Hospital Nacional Sergio E. Bernales, agosto a noviembre
2017. Recuperado en:
http://repositorio.urp.edu.pe/bitstream/handle/URP/1238/12%20RARMAS.pd
f?sequence=1&isAllowed=y

Castelló Blasco, J. (2005). Dependencia emocional: características y


tratamiento. Madrid, España: Alianza Editorial

Llerena, S. (2017). Creencias irracionales y dependencia emocional.


Facultad de Ciencias de la salud. Presentado para obtener título de Psicólogo
clínico. Universidad técnica de Ambato.

Moral, M. y Sirvent, C. (2008). Dependencias sentimentales o afectivas:


etiología, clasificación y evaluación. Revista española de
drogodependencias, 23(2), 150-167.

Sirvent, C. (2004). Adicción al amor y otras dependencias sentimentales.


Encuentro de Profesionales en Drogodependencias y Adicciones. 21-23
Octubre, 2004. Chiclana.

Ventura, J y Caycho, T. (2016). Análisis psicométrico de una escala de


dependencia emocional en universitarios peruanos. Revista de psicología,
25(1),1-17.

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