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La presente pauta de observación, debe realizarse durante dos clases a fin de evaluar avance como
cambios en la metodología aplicada para el manejo de las conductas disruptivas al interior del aula.
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Recursos utilizados:
Panel/Láminas
Video
Habladas
Ejemplos
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DURANTE
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ORIENTACIONES TÉCNICAS ASOCIADAS AL MANEJO CONDUCTUAL
1. La importancia de la motivación inicial en el aula:
La motivación es un impulso interno que dirige la acción hacia un fin. Sin motivación no hay acción.
La motivación es muy importante, porque nos lleva a buscar activamente los recursos para garantizar
nuestra subsistencia así como por realizar aficiones y actividades favoritas.
No estamos motivados por aprenderlo todo. Puede que no nos motive el temario del
colegio/instituto/universidad, pero quizás un conocimiento o asignatura específica.
Puede que la motivación venga de nuestro propio interés o bien porque otro genera de la atención, el interés
por aquello que para el cerebro resulta de llamativo.
Generar un plan preventivo frente a las eventualidades y/o riesgos que puedan darse dentro de la sala
de clases.
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Apoyar a cada alumno de acuerdo a sus necesidades específicas de aprendizaje, conducta, afectos e
interacción con su entorno)
Respecto a lo mismo, la ubicación estratégica, el apoyo con asistente y el monitoreo constante son algunas
de las estrategias que permitirán evitar al docente caer en prácticas como “alzar la voz” o “evitar peleas entre
dos alumnos disruptivos”, entre otras acciones.
Estricto con Autoridad: El docente lograr establecer claramente las reglas dentro de la sala. Los alumnos
visualizan la importancia de las reglas y su cumplimiento, existiendo una autoridad que genera que las conductas
e interacción se den de buena manera en el aula.
Inseguro-Tolerante: Los alumnos tienden a transgredir las normas, principalmente porque el docente no
visualiza claramente los problemas al interior del aula. A su vez, la inseguridad, facilita y mantiene las faltas de
respeto entre los integrantes del curso.
Inseguro-Agresivo: Existe un ambiente de desorden agresivo. Docente y alumno se perciben como oponentes y
continuamente se escalan los conflictos. Alumnos aprovechan cualquier oportunidad para actuar
indebidamente. Docente pasa casi todo el tiempo intentando controlar la clase.
Aguantador: Lo relevante es el constante esfuerzo del docente por mantener el orden en la clase, el cual logra a
costa de mucha energía personal. Se sitúa entre el docente inseguro tolerante y el inseguro agresivo.
Represivo: Este docente es la cúspide de la rigidez. Sus clases están estructuradas, pero no bien organizadas, no
fomentándose las preguntas ni muchas aclaraciones. El ambiente describe alumnos temerosos que les impide la
iniciativa al interior del aula.
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Amenazas, crueldades, robo, agresión física, agresión psicológica, agresión verbal (insultos, burlas),
chismosear, quitar cosas a los demás por la fuerza, culpar a los demás, impulsividad, presumir/alardear,
molestar a sus compañeros durante el trabajo.
Estrategias Lúdicas:
“Tarjeta verde y roja”: Utilizar una tarjeta verde y una roja (30 cms. de alto y 17 de ancho), donde si la mayor
parte del tiempo trascurrido de la clase está presente la tarjeta verde significa que van ganando, por el contrario,
si la mayor parte del tiempo se encuentra presente la tarjeta roja, significa que los estudiantes se están
comportando de manera inadecuada en el aula de clase. Se les explica a los estudiantes la dinámica respecto a
las conductas esperadas para que la tarjeta verde esté presente y ante qué conductas disruptivas o
comportamientos del grupo inadecuados se retirará la tarjeta verde y será reemplazada por la roja, el docente
debe ser riguroso con la toma del tiempo en el caso de ambas tarjetas, para lograr esto se recomienda al docente
que en el tablero escriba cada 5 o 10 minutos cual tarjeta ha estado presente.
“El Semáforo”: Se deben tener 3 tarjetas, (verde, amarilla y roja), siendo utilizadas de la misma manera que lo
hace el semáforo, donde cada color indica que conductas deben emitir los estudiantes y en qué momentos y
tiempos lo deben hacer. El color verde puede utilizarse para indicar que los estudiantes pueden levantarse a ir al
baño o a botar basura que se haya generado de sus actividades escolares, hablar con los compañeros, pedir algún
útil escolar a un compañero o al docente. El amarillo puede usarse para indicar que deben estar alerta dado que
se dará una instrucción para realizar otra actividad o un anuncio importante. Finalmente el color rojo se podría
utilizar para indicar que los estudiantes del aula deben guardar silencio y concentrarse en realizar las actividades
asignadas.
“Señales de alerta”: Esta estrategia pretende advertir al alumno de la aparición de una conducta disruptiva. Se
les explicará que se dará un sonido como señal de advertencia cuando se den conductas disruptivas en el aula.
Mediante, un aplauso o un instrumento musical como un triángulo u objetos similares, el sonido debe ser audible
de modo que capte la atención de los estudiantes. Se debe aplicar haciendo el llamado de atención mediante el
sonido y explicar enseguida, el motivo por el cual se le llamó la atención, pidiéndole que realicen la conducta
esperada.
“Llamando la Atención”: Las presentes estrategias, se enfocan en lograr de manera lúdica que el alumno pueda
mantener silencio escuchando lo que pueda decir el docente. Respecto a las estrategias, las instrucciones se
entregan una única vez al alumno. Posteriormente la acción comienza sin dar explicaciones nuevamente.
1. Manos arri…: El profesor explica que dará una frase que ellos deberán completar (con sus manos y
cuerpo). La frase es “Manos arri”….. (Los alumno responde “BA” y levantan las manos), Manos aba”…..
(Los alumnos responden “JO” y bajan las manos), “Manos al la”… (Los alumnos responden “DO” y ponen
las manos al costado. Finalmente el docente dice “Silen”… (Los alumnos responden “CIO” y guardan
silencio).
2. Siguiendo las manos: El docente levanta las manos con los puños cerrados, esperando que los alumnos
repitan lo mismo, luego con las manos arriba abre los puños, con la intencionalidad que los alumnos
también repitan ello. El objetivo es que el docente de una serie de movimientos con las manos y brazos
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para que el alumno esté atento a las instrucciones, abriendo una mano, luego la otra, unos dedos luego
otros hasta que finalmente se abre la mano derecha tapando la boca para que no hable más.
3. Señor Silencio: La presente actividad busca que los alumnos aprendan y practiquen
(regularmente) una canción que los lleva a mantener el silencio inicial o durante el transcurso
de la clase. La canción dice: “Señor Silencio, ¡Ven para acá!, Chh Chh. (Se repite 3 veces),
porque los niños, porque los niños hablando están Chh Chh”. En esta actividad se puede
incorporar el elemento visual del Seño silencio.
4. La lechuza hace Chh: La presente canción así como la anterior, guía a que los alumnos
aprender una canción que les capte de manera lúdica la atención y motivación inicial. La
canción comienza con: “La lechuza, la lechuza hace chh, hace chh. Todos calladitos, como la
lechuza, hace chh, hace chh” (Se repite 2 a 3 veces, dependiente de cada curso). Se puede
incorporar la imagen de una Lechuza. (En el caso de que no la conozcan).
Estrategia Reflexiva:
“Expectativas de conducta y compromiso”: Esta estrategia se puede realizar cada 3 meses, tanto para la
elaboración de conductas esperadas como la evaluación de éstas. La actividad consiste en la construcción
conjunta entre los estudiantes y el profesor, de los compromisos conductuales a cumplir. Los compromisos,
podrán quedar enmarcados en un panel el cual podría incorporar diferentes elementos visuales. Finalmente se
entrega la lista de compromisos a los estudiantes en una hoja tipo contrato, la cual llenarán con sus datos
personales y/o la firma. Esto último, con el fin de establecer un acuerdo concreto y real entre el alumno y el
docente; de lo mismo los estudiantes devolverán al docente los compromisos, siendo enseñados a los
estudiantes cuando se evidencien faltas en el cumplimiento de dicho contrato.
Refuerzos:
“Juego del buen comportamiento para el trabajo en equipo”: La estrategia se fundamenta en la entrega de
refuerzos positivos ante la emisión de conductas deseables por parte de los estudiantes. Estas conductas
esperadas son fijadas con anterioridad como ya se mencionado. Con esta estrategia se busca el trabajo en
equipo, el espíritu de unión y cooperación además de la participación de todos de manera ordenada. Se sugiere
que el curso sea dividido en grupos a los cuales se les asigna un color, por ejemplo; un equipo amarillo, otro azul
y otro el color rojo. Los grupos deben ser estipulados y conformados por los criterios del docente (Con distintas
características). Luego se crea una tabla de registro donde se marcarán las conductas deseables y disruptivas,
enseñándoles de manera positiva el comportamiento esperado de ellos. Se refuerza y premia al finalizar la
jornada al alumno y al grupo, que presentaron el mejor registro de conductas esperadas, mediante “caritas
felices” o algún timbre” o dibujo. Para sesiones posteriores se pueden mezclar estudiantes en distintos grupos
en aras de que no solo un grupo sea quien gane siempre o en la mayoría de las clases, esta estrategia también le
permite al docente observar potencialidades y falencias de cada estudiante.
“Yo me comporto bien”: En esta estrategia se elabora una hoja para cada estudiante, premiando y reforzando
las conductas esperadas de ellos. Se les dará la instrucción que llenen sus datos personales, reiterando las
conductas esperadas en el aula y la importancia de cumplirlas. Con la emisión de éstas se otorgará el refuerzo
que puede ser una “carita” feliz que ira pegada en la hoja. A la 5ta “carita” feliz se transformará en una estrella,
la cual significa que ganó un premio. Los refuerzos deben ir cambiando, al principio tangibles y a medida que se
incrementen las conductas deseadas serán intangibles. Además, aquellos alumnos que más estrellas ganan, se
debe ser más exigentes en las conductas que se esperan de ellos.
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pequeñas y de más fácil completación. De esta acción se busca que el alumno se mantenga motivado
en la actividad antes de darse por vencido.
c. Felicitación y/o Animarlo a Continuar: Es importante felicitar y animar los avances que los alumnos
puedan tener. Los seres humanos necesitan ser reforzados en sus logros y más aún los niños quienes
pueden motivarse más incluso que un adulto tras frases como: “Excelente”, “te felicito”, “te quedó
hermoso”, “sigue igual”, “Estás haciéndolo estupendo”.
d. Repasar y reforzar las conductas individualmente: Entre las acciones que pueden ayudar al alumno a
lograr una conducta esperada se encuentran el “repasar” lo esperado con la conducta. Ya se ha hablado
respecto a evitar el “pórtate bien” o “no te portes mal”, siendo sustitutivo de ello frases como, “espero
esta conducta de ti y una forma en la que puedes lograrlo es haciendo esto y aquello”.
e. Tiempo Fuera: Esta estrategias se utiliza particularmente cuando el alumno se encuentra descontrolado
y se encuentra tanto en riesgo él como el resto de personas a su alrededor. Para ello, se enseña al
alumno a que cuando existan emociones intensas, pueda salir al patio a respirar y mojarse la cara de
modo de “tranquilizarse”. Luego que se sienta más calmado pueda ingresar a la sala. Se sugiere que esta
estrategia pueda ser acompañada en lo posible por un adulto.
f. Nombrar ayudante (Para repartir material): Si bien la estrategia habla por sí sola, lo que busca es
motivar al alumno que se encuentra estigmatizado por ser “el malo” en “ser una persona útil y que
puede hacer cosas buenas para otros”.
g. Realizar preguntas fáciles (Para estimular): Al igual como la anterior, tal estrategia busca que el alumno
sienta que es capaz de lograr una meta o aprender un conocimiento de modo de insertarse nuevamente
en el aprendizaje que pudiera estar desconectado por desmotivación ya en ese momento.
El que un alumno pueda mostrar avances en cualquier área de su vida es importante, no solamente porque
hay un indicador que muestra al adulto que el alumno está mejorando, sino además porque le demuestra al
propio estudiante de que él es el protagonista de capaz de lograr estos cambios. Sin embargo, en una sociedad
donde se “castiga lo malo y se ignora lo bueno” se hace necesario prestar atención no solamente a las conductas
negativas del alumno sino también a los logros y aspectos positivos que puedan darse en el o los alumnos con
problemas conductuales.
De ello, existe una serie de estrategias como por ejemplo elogiar los avances y/o aptitudes que pueda
presentar en el proceso de la clase, la semana, el mes y el semestre.
Otro aspecto que permite al alumno mantener su motivación así como interés por sus logros es sobre todo
en cursos más grandes, “otorgar décimas o puntos para evaluación”.
Finalmente y en base de los refuerzos, es importante la actitud de interés del docente, la cual puede ser
percibida por los seres humanos a temprana edad. Entiéndase que los niños ya desde los 2 años reconocen
emociones, por lo que una actitud de indiferencia o desinterés podría ser interpretada por el alumno como una
rivalidad o enemistad del docente hacia el alumno. Por el contrario, una actitud de interés podría tener una
lectura de alianza o alguien que cree en él.