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¿Qué son los derechos humanos?

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos,
sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional
o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los
mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son
interrelacionados, interdependientes e indivisibles.

Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y


garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional
consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho
internacional.

Desarrollo Histórico

Los derechos humanos, herederos de la noción de derechos naturales, son una


idea de gran fuerza moral y con un respaldo creciente. Legalmente, se
reconocen en el derecho interno de numerosos Estados y en tratados
internacionales. Para muchos, además, la doctrina de los derechos humanos
se extiende más allá del derecho y conforma una base ética y moral que debe
fundamentar la regulación del orden geopolítico contemporáneo. La
Declaración Universal de los Derechos Humanos se ha convertido en una
referencia clave en el debate ético-político actual, y el lenguaje de los derechos
se ha incorporado a la conciencia colectiva de muchas sociedades.

División de los Derechos Humanos

La división de los derechos humanos en tres generaciones fue concebida por


primera vez por Karel Vašák en 1979. Cada una se asocia a uno de los
grandes valores proclamados en la Revolución francesa: libertad, igualdad,
fraternidad.

Los derechos de primera generación son los derechos civiles y políticos,


vinculados con el principio de libertad. Generalmente se consideran derechos
de defensa o negativos, que exigen de los poderes públicos su inhibición y no
injerencia en la esfera privada.

Por su parte, los derechos de segunda generación son los derechos


económicos, sociales y culturales, que están vinculados con el principio de
igualdad. Exigen para su realización efectiva de la intervención de los poderes
públicos, a través de prestaciones y servicios públicos. Existe cierta
contradicción entre los derechos contra el Estado (primera generación) y los
derechos sobre el Estado (segunda generación). Los defensores de los
derechos civiles y políticos califican frecuentemente a los derechos
económicos, sociales y culturales como falsos derechos, ya que el Estado no
puede satisfacerlos más que imponiendo a otros su realización, lo que para
estos supondría una violación de derechos de primera generación.

Por su parte, la tercera generación de derechos, surgida en la doctrina en los


años 1980, se vincula con la solidaridad. Los unifica su incidencia en la vida de
todos, a escala universal, por lo que precisan para su realización una serie de
esfuerzos y cooperaciones en un nivel planetario. Normalmente se incluyen en
ella derechos heterogéneos como el derecho a la paz, a la calidad de vida o las
garantías frente a la manipulación genética, aunque diferentes juristas asocian
estos derechos a otras generaciones.

Universales e inalienables:

El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular


del derecho internacional de los derechos humanos. Este principio, tal como se
destacara inicialmente en la Declaración Universal de Derechos Humanos, se
ha reiterado en numerosos convenios, declaraciones y resoluciones
internacionales de derechos humanos. En la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos celebrada en Viena en 1993, por ejemplo, se dispuso que todos los
Estados tuvieran el deber, independientemente de sus sistemas políticos,
económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos
y las libertades fundamentales.

Todos los Estados han ratificado al menos uno, y el 80 por ciento de ellos
cuatro o más, de los principales tratados de derechos humanos, reflejando así
el consentimiento de los Estados para establecer obligaciones jurídicas que se
comprometen a cumplir, y confiriéndole al concepto de la universalidad una
expresión concreta. Algunas normas fundamentales de derechos humanos
gozan de protección universal en virtud del derecho internacional
consuetudinario a través de todas las fronteras y civilizaciones.

Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en


determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales.

Interdependientes e indivisibles

Todos los derechos humanos, sean éstos los derechos civiles y políticos, como
el derecho a la vida, la igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los
derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho al trabajo, la
seguridad social y la educación; o los derechos colectivos, como los derechos
al desarrollo y la libre determinación, todos son derechos indivisibles,
interrelacionados e interdependientes. El avance de uno facilita el avance de
los demás. De la misma manera, la privación de un derecho afecta
negativamente a los demás.

Iguales y no discriminatorios

La no discriminación es un principio transversal en el derecho internacional de


derechos humanos. Está presente en todos los principales tratados de
derechos humanos y constituye el tema central de algunas convenciones
internacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
El principio se aplica a toda persona en relación con todos los derechos
humanos y las libertades, y prohíbe la discriminación sobre la base de una lista
no exhaustiva de categorías tales como sexo, raza, color, y así sucesivamente.
El principio de la no discriminación se complementa con el principio de
igualdad, como lo estipula el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos”.

Derechos y obligaciones

Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los


Estados asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho
internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La
obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de
interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación
de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los derechos
humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que
los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los
derechos humanos básicos. En el plano individual, así como debemos hacer
respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar los derechos
humanos de los demás.

Función y finalidad de los derechos humanos:

En principio podemos decir que ellos sirven de ideas de fuerza, ya que


disponen vigor para canalizar el derecho futuro, para perfeccionar el existente y
para acelerar el cambio y la transformación.

El curso histórico que ha seguido la filosofía de los derechos humanos va


mostrando hitos importantes en un progreso, por ejemplo se ha alcanzado la
instancia de la internacionalización. La difusión de la filosofía de los derechos
humanos ha empujado la curva ascendente de su positivización. Sin ella el
derecho de los derechos humanos no sería hoy lo que es.

Los derechos humanos cumplen una función determinada, dentro del orden
social. Dan la orientación necesaria para introducir dentro del derecho los
derechos humanos. Dentro del derecho, son los que hacen que se pueda llegar
al bien común dentro de la sociedad, garantizando el desarrollo de todas las
personas, teniendo como base a la dignidad de la persona.

Los derechos humanos marcan los límites del abuso del poder, se fundan en la
ética de la libertad, la igualdad y la paz. El sistema de los derechos humanos
cumple una política de propiciar el bien común, la libertad y el desarrollo de
todos los hombres, en todos los aspectos y ámbitos de su convivencia.

El orden jurídico-político, es el encargado de garantizar su tutela y defensa,


para poder mantener un orden social. De la relación entre los términos de
función y finalidad, se señala una finalidad más genérica cuyo objeto es el
desarrollo integral de la persona humana y en la función de los derechos la
examina en orden de la creación del derecho.
De esta forma, para entender mejor los conceptos nos determina algunas
funciones:

La función de instalar al hombre dentro de una comunidad política de acuerdo


con su dignidad de persona. Esta función es la que no ubica al hombre dentro
de una sociedad con todo un ámbito de libertad, autonomía y derechos, y a su
vez la función del Estado de garantizarle a la persona el desarrollo necesario,
para que pueda vivir en libertad y ejercer sus derechos, sin que haya dentro del
Estado un abuso del poder y este sea fuente de la democracia. Para que esta
función entre en vigencia es necesario que haya normas constitucionales que
la avalen.

La función de que los derechos humanos estén dentro de un orden público


jurídico del Estado. Esta función se debe fundar en un sistema de valores, el
cual cumple la función no solo de orientar, sino también de promover el
desarrollo de los derechos.

La función de la tutela jurisdiccional de los derechos humanos, para que los


hombres puedan ser verdaderos titulares de derecho, y así puedan acceder al
ejercicio de sus derechos, por medio de un sistema de órganos y vías idóneas
que le garanticen su ejercicio.

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