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RESUMEN: Las fallas y fracturas evolucionan cinemáticamente como dislocaciones de Somigliana. Como
resultado, los gradientes de desplazamiento están siempre presentes, con desplazamientos que se
reducen a cero en las puntas de la falla/fractura. Presentamos un método gráfico para la comparación
de gradientes de desplazamiento de fracturas de diferentes magnitudes y tipos. La eficiencia de
desplazamiento de una falla/fractura se define como su capacidad para maximizar el desplazamiento a
través de su superficie.
Las fallas individuales pueden ser consideradas como dislocaciones de Somigliana (Eshelby
1973, King et al. 1973) en que muestran un deslizamiento o desplazamiento neto que varía en
magnitud continuamente a través de una superficie de ruptura. La extensión areal de una
superficie de ruptura está limitada por un bucle de dislocación o línea de punta donde el
desplazamiento muere a cero. Otras características geológicas que pueden considerarse como
dislocaciones de Somigliana son diques intrusivos y alféizas que son cuerpos en forma de
lengua delimitados por una punta que marca la línea de ruptura de la roca del país. Tal
intrusión crecería por la migración radial de esta línea de ruptura. El desplazamiento o
desplazamiento de la roca de la pared puede ser medido por características que coinciden a
través de la intrusión. Las hendiduras de tensión de fibra-llenado ofrecen un ejemplo único en
el que el desplazamiento incremental puede ser medido con precisión a lo largo de senderos
de fibra (Durney & Ramsay 1973, Ramsay & Huber 1983, pág. 1).
En el caso de una falla simple formada durante un evento de ruptura, la falla se iniciará en un
punto (el hipocentro de una falla sísmica) y la superficie de ruptura aumentará en área por la
migración radial de la línea de la punta. Después del evento de ruptura, el patrón de
desplazamiento conservado mostraría un desplazamiento reductor, posiblemente de una
manera no lineal, en todas direcciones lejos del punto de iniciación de la fractura, volviéndose
cero en la línea de la punta. Una clasificación cinemática de este 'one-event' falla podría
basarse en dos parámetros; longitud de la falla, medida en la dirección de deslizamiento, y el
desplazamiento máximo. La magnitud normalizada del desplazamiento (M,) viene dada por:
donde dmax, es el valor máximo del deslizamiento neto y Lmax es la longitud de fallo
movimiento-paralelo. Usando la magnitud del desplazamiento, el evento del terremoto de San
Francisco 1906 puede ser clasificado como una falla de deslizamiento de la huelga de M, = 1.4
x 10 _5 (deslizamiento neto = 6 m, longitud de la superficie de ruptura = 430 km) (Bullen & Bolt
1985). La evolución cinemática de una superficie de ruptura de falla implica patrones de
deformación complejos, especialmente en la región de la línea de la punta. Varios autores han
reconocido los pliegues de la línea de la extremidad asociados con las fallas del empuje (Elliott
1976, Hossack 1983, Suppe 1983, Williams & Chapman 1983, pág. 1).
Utilizando datos de dos-dimensiones de fallas normales en sedimentos cuaternarios en Japón,
Muraoka y Kamata (1983) produjeron un modelo teórico para la distribución del
desplazamiento en una superficie de ruptura circular. Más recientemente, Rippon (1985) ha
interpretado la cinemática de fallas al contornear el lanzamiento y el hade en planos de falla
individual de las Medidas Carboníferas del Carbón del Carbón del Derbyshire NE. King et al.
(1973) registran la evolución de una superficie de ruptura utilizando arrozales en un segmento
activo de una falla aseismica en California. Fueron capaces de registrar las tasas de crecimiento
de desplazamientos y propagación de líneas de punta a lo largo de la superficie del suelo en un
evento de fluencia (W. G. Higgs y G, D. Williams, 1987, pág. 2).
Las fallas de varias magnitudes, intrusiones menores y taladros de tensión pueden producir
información sobre gradientes de desplazamientos en secciones transversales de dos
dimensiones, o en tres dimensiones si se dispone de datos de varias secciones (p. ej. Rippon
1985). Ahora presentaremos un método gráfico para la clasificación cinemática de fracturas,
utilizando gradientes de desplazamiento. Este enfoque se basa en la medición de las
magnitudes de desplazamiento a través de las superficies de fractura. Todos los parámetros se
normalizan para permitir la comparación directa entre fracturas de diferentes tipos y escalas.
(W. G. Higgs y G, D. Williams, 1987, pág. 2).
El área bajo la curva es una medida de la eficiencia de desplazamiento (E) de la falla. Esto se
define como la capacidad de la falla para maximizar el desplazamiento sobre su superficie, o
en 2-D, sobre su longitud (W. G. Higgs y G, D. Williams, 1987, pág. 2):
Fig. 1. La parte superior de un fallo normal en una sección transversal paralela a la dirección
del deslizamiento neto. El desplazamiento de los marcadores se reduce hacia arriba hacia la
punta de la falla. (b) desplazamiento normalizado/parcela de distancia.
Un fallo totalmente resbaladizo-eficiente daría una curva integral de 1 y esto puede ser
considerado como 100% eficiente de desplazamiento. Las curvas producidas para otras
fallas/fracturas pueden compararse con esta falla eficiente 100% de desplazamiento. Una
analogía para una falla altamente eficiente de desplazamiento es un sistema de deslizamiento
cristalográfico, donde el deslizamiento neto de un espaciamiento de celosía existe sobre toda
la superficie de deslizamiento; este deslizamiento reduce a cero en una distancia muy corta en
el bucle de dislocación. Fallas como esta, que transmiten el máximo desplazamiento sobre la
mayor parte de su área producen cóncava-abajo D,/L, gráficos e integrales de curvas altas que
se acercan a 1. El otro miembro final de este continuum es una falla en la que el
desplazamiento cae rápidamente de su valor máximo y registra desplazamientos bajos para la
mayoría de su área o longitud. Tales faltas darían lugar curvas cóncavas hacia arriba e
integrales de curvas bajas acercándose a cero. (W. G. Higgs y G, D. Williams, 1987, pág. 2).
Fig. 2. Mapa de la falla de Calaveras que muestra la ubicación del evento de deslizamiento
aseismático registrado por King et al. (1973). (b) Desplazamiento normalizado/parcela de
distancia del evento del deslizamiento de falla de Calaveras. Mn = magnitud de
desplazamiento normalizada, E = eficiencia de desplazamiento como porcentaje.
Usando la falla de Hayward-Calaveras (King et al. 1973) como ejemplo (Fig. 2) la magnitud de
desplazamiento muy baja normalizada (Mn = 2.8x10-9) indica un pequeño deslizamiento
transmitido sobre una superficie de ruptura muy grande. La naturaleza cóncava hacia abajo de
la curva y la curva alta integral (E = 67%) indica que este evento fue eficiente en el
desplazamiento. Los datos del desplazamiento de la falla de Muraoka y Kamata (1983)
sugieren un control mecánico para la distribución de las superficies del deslizamiento sobre la
falla (Fig. 3) como Dn/Ln, la curva para la falla (Número 15) tiene dos regiones distintas. La
curva desde el punto de deslizamiento máximo hasta el centro de la parcela es marcadamente
cóncava-abajo, lo que indica que la falla fue el desplazamiento eficiente en la región cerca de
la nucleación de falla (W. G. Higgs y G, D. Williams, 1987, pág. 3).
Sin embargo, desde el centro de la trama hasta la punta de la falla, la curva es cóncava-arriba,
lo que sugiere que la falla se convirtió en un desplazamiento ineficiente hacia la punta de la
falla. La litología a través de la cual la falla propagada ejerció un control mecánico sobre la
propagación/distribución de la falla. Parece que las siltstones eran mejores para maximizar el
desplazamiento que las areniscas (W. G. Higgs y G, D. Williams, 1987, pág. 3).
Eficiencia de desplazamiento de fallas y fracturas
Fig. 5. (a) Cuchilla de tensión que contiene fibras de calcita curvas que registran el historial de
apertura incremental de la hendidura (después de Ramsay & Huber 1983, fig. 13.5)/máx = 2.4
mm. (b) Diagrama de desplazamiento/distancia normalizado para la parte superior de la
hendidura de tensión en (a).
DEBATE
En una falla de un evento, varios gradientes de desplazamiento pueden ocurrir como resultado
de las variaciones relativas en las tasas de error deslizamiento (S) y propagación (P) (cf.
Williams & Chapman 1983). La relación S/P es adimensional y si se mantuvo constante para
todo el evento de falla, una recta de origen a (1, 1) en el D,/L, la trama resultaría. Cualquier
variación de la relación S/P durante el evento de ruptura daría un resultado no-lineal tal que
cuando S/P está aumentando una curva cóncava-abajo, y cuando S/P está disminuyendo un
cóncavo-arriba se produce. (W. G. Higgs y G, D. Williams, 1987, pág. 4).
La relación S/P en una falla de un solo evento es probable que se controle mecánicamente y
esto puede relacionarse directamente con las variaciones litológicas, a la presión de
confinamiento o a la presión de líquido poroso. También la geometría de las fallas afectará a la
eficiencia de la falla; la eficiencia de las fallas orientadas en la dirección del máximo esfuerzo
crítico de corte resuelto diferirá de la de las fallas en otras orientaciones (W. G. Higgs y G, D.
Williams, 1987, pág. 4).