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El traje regional del Istmo de Tehuantepec

Las mujeres zapotecas del Istmo de Tehuantepec, y muy en especial las del municipio de Santa María Xadani,
visten con gran orgullo su ropa típica regional que las identifica de otras culturas. La vestimenta de la mujer
zapoteca varía de acuerdo con cada momento social; así tenemos vestimenta típica para fiestas, bodas, velas,
misas, sepelios, de luto y para uso cotidiano; se diseñan y se combinan para cada ocasión.

La ropa típica de la mujer zapoteca consta de huipil, enagua que puede ser con o sin olán o enagua “rabona” -
falda con olán hecho de la misma tela- y refajo; además, como complemento, una rica variedad de joyería de
oro, aretes, pulseras, esclavas, torzales, pectorales y ahogadores, según lo amerite la ocasión.

El huipil es una blusa de manga corta y la enagua es una falda larga y ancha; se confeccionan en una gran
variedad de colores y diseños de flores artísticamente matizadas a base de hilo de seda, que pueden ser
bordadas a mano, tejidas a mano con aguja de gancho o tejidas en figuras de cadenillas que se elaboran
mecánicamente. El refajo es una falda blanca de popelina que se usa como fondo.

El huipil y la enagua se confeccionan en tela de terciopelo de primera, segunda y de exportación terciopelo


más suave; también en telas “raso”, “piel de ángel” y “piel de durazno”; las dos últimas son más suaves,
ligeras y apropiadas al calor de la región que es de clima tropical.

Una buena aparte de las mujeres adultas usa la enagua y el huipil como vestido cotidiano, esta indumentaria
de la cultura zapoteca, actualmente ya es imprescindible en el ajuar de las mujeres por su uso en las fiestas
de los barrios, en la misa, bautizos, bodas, calendas y velas.

La rabona fue el primer traje propio de la istmeña consta de dos piezas: el huipil y la enagua de olán; hecha
de la tela del mismo color. La imaginación artística de las mujeres transforma la enagua haciendo que las dos
partes de que se componen pudieran las siguientes diferencias: el olán se hizo de color blanco y plisado con
almidón y la enagua propiamente tal fuera adornada con listones de colores, siendo la enagua de ricos
brocados o tela más humilde y siempre de colores claros.

Al hacer su aparición la máquina de coser “cadena” este instrumento pasó inmediatamente a formar parte del
equipo para confeccionar esos trajes. Los listones de colores fueron sustituidos por grecas formados de
diversos colores de hilo, siendo las más usuales el rojo, negro, el amarillo con los que se hacen verdaderos
obras de arte de “cadena o cadenilla”.

El Tejido, la mujer istmeña se agencio de la aguja de gancho la que ensarto en la tela y formo con las cadenas
propias de este instrumento, hermosos ramos de flores que fue colocando a discreción a su huipil y enagua.

El tiempo en el que realiza un traje regional ya sea sencillo o lleno es de tres a cuatros meses y el precio varia
dependiendo de que tan tupido este el traje.

Estos estilos son fundamentales, dieron origen a combinaciones más fantásticas y peculiares de cada artista,
siendo las principales las de las cadenas y tejidos donde predominan los clores: el rojo, amarrillo y negro. Las
artistas hacen de su traje verdadera creación.

Podemos asegurar que el actual traje de la mujer istmeña se remota a pesar de las transformaciones
naturales que ha sufrido, a los tiempos de la conquista y la colonia.

Es necesario recalcar que las mujeres istmeñas portan el traje regional con gallardía y mucho orgullo es
admirable su elegancia.

http://www.contrasteweb.com/el-traje-regional-del-istmo-de-tehuantepec/
El traje regional istmeño
Yatsil Hernández Rosado

Juchitán, de Zaragoza, Oax.

*El actual traje de la mujer istmeña se remota a pesar de las transformaciones


naturales que ha sufrido, a los tiempos de la conquista y la colonia.

Las mujeres zapotecas del Istmo de Tehuantepec, y particularmente las de Ixtepec, portan con
garbo la ropa típica regional que las identifica de otras culturas. La vestimenta de la mujer
zapoteca varía de acuerdo con cada momento social; así tenemos vestimenta típica para fiestas,
bodas, velas, misas, sepelios, de luto y para uso cotidiano; se diseñan y se combinan para cada
ocasión.

La ropa típica de la mujer zapoteca consta de huipil, enagua que puede ser con o sin olán o
enagua "rabona" -falda con olán hecho de la misma tela- y refajo; además, como complemento,
una rica variedad de joyería de oro, aretes, pulseras, esclavas, torzales, pectorales y
ahogadores, según lo amerite la ocasión.

El huipil es una blusa de manga corta y la enagua es una falda larga y ancha; se confeccionan
en una gran variedad de colores y diseños de flores artísticamente matizadas a base de hilo de
seda, que pueden ser bordadas a mano, tejidas a mano con aguja de gancho o tejidas en figuras
de cadenillas que se elaboran mecánicamente. El refajo es una falda blanca de popelina que se
usa como fondo.

El huipil y la enagua se confeccionan en tela de terciopelo de primera, segunda y de exportación


terciopelo más suave; también en telas "raso", "piel de ángel" y "piel de durazno"; las dos
últimas son más suaves, ligeras y apropiadas al calor de la región que es de clima tropical.

La mayoría de la población viste a la moda, falda y blusa las mujeres; pantalón y camisas los
hombres. Sin embargo una buena aparte de las mujeres adultas usa la enagua y el huipil como
vestido cotidiano, esta indumentaria de la cultura zapoteca, actualmente ya es imprescindible en
el ajuar de las mujeres por su uso en las fiestas de los barrios, en la misa, bautizos, bodas,
calendas y velas.

La rabona fue el primer traje propio de la istmeña consta de dos piezas: el huipil y la enagua de
olán; hecha de la tela del mismo color. La imaginación artística de las mujeres transforma la
enagua haciendo que las dos partes de que se componen pudieran las siguientes diferencias: el
olán se hizo de color blanco y plisado con almidón y la enagua propiamente tal fuera adornada
con listones de colores, siendo la enagua de ricos brocados o tela más humilde y siempre de
colores claros.

Al hacer su aparición la máquina de coser “cadena” este instrumento pasó inmediatamente a


formar parte del equipo para confeccionar esos trajes. Los listones de colores fueron sustituidos
por grecas formados de diversos colores de hilo, siendo las más usuales el rojo, negro, el
amarillo con los que se hacen verdaderos obras de arte de “cadena o cadenilla”.

El Tejido, la mujer istmeña se agencio de la aguja de gancho la que ensarto en la tela y formo
con las cadenas propias de este instrumento, hermosos ramos de flores que fue colocando a
discreción a su huipil y enagua.

Romelia López Mendoza, diseñadora de trajes regionales dibuja y borda desde hace 20 años
comento que sus tías le enseñaron abordar, es muy creativa realiza diseños exclusivos y al gusto
del cliente. Cuando se utiliza la gama de colores empieza a utilizar la creatividad, el tiempo en
que realiza un traje es de tres a seis meses.
El Bordado no podría estancarse al evolución del traje y por eso el terciopelo entro a formar
parte de su vestimenta y con el lo hicieron también hilos de múltiples colores, que matizados
convenientemente los trasforman y lo hacen vistosos y elegante, para resaltar la belleza natural
de mujer istmeña. El sombreado, y la puntada es lo que te recomienda, finalizó Romelia Lopez.

En entrevista con Manuel Zárate Girón, artesano, comentó que desde niño veía a las personas
que bordaban y dejaba de jugar por ver lo que estaban haciendo. De el salió hacer su bastidor,
comprar sus hilos y todo lo que se necesita para el bordado, mando a pintar un huipil y hasta
hoy en día borda trajes regionales, vestidos, corsés, blusas y huipiles para algunas personas que
ya traen su idea el solo las plasma.

Concluyó que el tiempo en el que realiza un traje regional ya sea sencillo o lleno es de tres a
cuatros meses y el precio varia dependiendo de que tan tupido este el traje.

Estos estilos son fundamentales, dieron origen a combinaciones más fantásticas y peculiares de
cada artista, siendo las principales las de las cadenas y tejidos donde predominan los clores: el
rojo, amarrillo y negro. Las artistas hacen de su traje verdadera creación.

Podemos asegurar que el actual traje de la mujer istmeña se remota a pesar de las
transformaciones naturales que ha sufrido, a los tiempos de la conquista y la colonia.

Es necesario recalcar que las mujeres istmeñas portan el traje regional con gallardía y mucho
orgullo es admirable su elegancia.

http://foro.redistmo.com/t133-el-traje-regional-istmeno

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