Sie sind auf Seite 1von 2

Julio 28 del 2019

Teología, cuidado, cotidianidad


Sofia Durán, Indira Campo, Sofía Benítez, María Paula Sarmiento

NATURALEZA DEL CUIDADO

El término “cuidado” deriva del latino ​cura ​(se escribía coera) y se usaba para hablar sobre las
relaciones de amor y amistad, demostraba la actitud de cuidado hacia la persona amada o un
hacia algún objeto con valor sentimental. El cuidado sólo surge cuando la existencia de
alguien tiene importancia para cada uno de nosotros, momento mediante el cual la persona
sale de sí y se centra en el otro.

El término ​CUIDADO​ tiene dos significados:

1. La actitud de desvelo, de solicitud y de atención hacia el otro, el cuidado siempre


acompaña al ser humano ya que este nunca dejará de amar.
2. La actitud de preocupación y de inquietud, porque la persona que tiene cuidado se
siente vinculada afectivamente al otro, ni dejará de preocuparse e inquietarse por su
amado.

DOS “MODOS DE SER EN EL MUNDO”: EL TRABAJO Y EL CUIDADO

La expresión SER EN EL MUNDO refleja una forma de existir, estar presente y de


relacionarse con todas las cosas del mundo. Hay 2 formas básicas de “ser en el mundo”:

1. “MODO DE SER TRABAJO”: Mediante el trabajo las personas construyen su hábitat y


participan en la evolución, gracias a esto se formaron las culturas para transformarse a sí
mismos y a la naturaleza; desde el punto de vista del trabajo se trata de dominar las
cosas y ponerlas al servicio de los intereses personales, ya que las cosas solo tienen
sentido en la medida que satisfacen sus deseos.

2. ​“MODO DE SER EN CUIDADO”: ​Gracias al cuidado dejamos de ver como objetos la


naturaleza y todo lo que existe en ella. El modo de “ser en el mundo” desde el cuidado,
permite al ser humano darle valor a aquello que tiene importancia. Nos sentimos ligados
unos a otros formando un todo orgánico e incluyente.

El gran desafío está en combinar trabajo con cuidado, juntas constituyen la experiencia
humana, vincula la materialidad y la espiritualidad. Desde hace 10.000 años comenzó a
predominar el trabajo como búsqueda de eficacia, afán de producción y sometimiento de la
tierra. Los últimos siglos se caracterizan por la dictadura del “MODO DE SER TRABAJO” como
intervención, producción y dominación. No hay relación del trabajo con la naturaleza, sino
con el capital, en donde el cuidado es tomado como obstáculo para la eficacia. El “modo de
ser en el mundo” como trabajo, destruye el planeta. Por eso es importante rescatar el
cuidado.

Lo que necesita nuestra civilización es:

● Superar la dictadura del “modo de ser trabajo. Producción, dominación”. La cual nos
mantiene en la lógica destructiva de la tierra y sus recursos, de la espiritualidad y
relaciones.
● Recuperar el trabajo en sentido de transformación de la naturaleza y actividad
creativa. Capaz de hacer que el ser humano se realice y logre integrar la naturaleza y
el universo.
● Desarrollar la dimensión de ​ÁNIMA ​lo que significa reconocer nuestro derecho a
sentir al otro y obedecer más la lógica del corazón.

Según el autor Humberto Maturana, el amor es un fenómeno biológico que tiene lugar
dentro del dinamismo de la vida, desde las realizaciones más sencillas hasta las más
complejas en el ámbito humano. Los seres pueden adaptarse al medio de dos modos: de
manera necesaria y de maner espontánea, siendo el primero mediante el cual todos los
seres vivos están encajados e interconectados para garantizar su supervivencia, y en la
segunda los seres interactúan no por su supervivencia sino por placer. Es importante
reconocer que cuando un ser acoge a otro, existe coexistencia y allí es donde surge el amor
como un fenómeno biológico; el amor es el fundamento de el factor social, y no una
consecuencia del mismo; la sociedad existe porque existe el amor, cuando no hay amor, hay
dominación y violencia de unos hacia los otros porque estamos obligados a convivir, cuando
se destruye, también se destruye la sociabilidad; no es y no ha sido la lucha por la
supervivencia del más fuerte, la razón por la cual han evolucionado las sociedades sino que
ha sido la cooperación y la coexistencia.

Es necesario encontrar la óptima relativa , es decir un equilibrio de cuidado; la justa medida


se alcanza a través del reconocimiento, la aceptación humilde y la utilización correcta de los
límites convenientes a las personas y a las sociedades. La naturaleza es una realidad
compleja, donde hay armonía y equilibrio entre vida muerte de cuidado, tiene un proceso
de evolución que no es lineal sino que da muchos saltos y tiene bifurcaciones, por ende, la
lógica de la naturaleza responde a un esquema de organización-ruptura-equilibrio y es
dinámica y fluctuante, no es estática. Por lo tanto es necesario desarrollar una actitud de
escucha y un sentido profundo de pertenencia con los cambios y estabilidades de la
naturaleza, esto sucede para que el individuo perciba que es lo que debe cambiar y o que ha
de conservar.

Bibliografía:

1. Boff, Leonardo. “Naturaleza y repercusiones del cuidado”, 71-106, en El cuidado


esencial. Editorial Trotta, 2002.

2. Boff, Leonardo. “Fundamentos filosófico-antropológicos”, 31-40, en El cuidado


necesario. Madrid: Editorial Trotta, 2012.

Das könnte Ihnen auch gefallen