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Taller de Letras N° 47: 123-138, 2010

Reseñas
issn 0716-0798

La crítica del mito: Borges y la literatura como sueño de vida,


de Daniel Nahson
Por Lorena Amaro Castro
Instituto de Estética, Pontificia Universidad Católica de Chile
lamaro@uc.cl

Jorge Luis Borges ha sido, probablemente,


uno de los autores más estudiados del siglo
recién pasado. Escribir sobre él, pues, no
resulta fácil. Desde lecturas estructuralistas
que indagan palmo a palmo sus complejas
arquitecturas textuales, hasta otras que optan
por establecer relaciones entre sus relatos y
el cine o la cábala, o bien aquéllas que in-
tentan abarcar el laberinto interminable de
sus fuentes, la lista de bibliografía disponible
parece interminable. El argentino figura una
especie de “padre de los relatos”, inagotable
surtidor no solo de narraciones, sino también
de discursos críticos que se lo apropian, ya
sea para consolidar un canon como para
construir nuevas historias literarias, liminares
y extravagantes.

La crítica del mito (2009) constituye un


muy bien documentado esfuerzo comparatista, La crítica del mito. Borges y
que pone eficazmente en diálogo a la litera- la literatura como sueño de
tura borgeana con sus intertextos, detallando vida.
Daniel Nahson.
los temas y recursos poéticos que funcionan Madrid: Iberoamericana/Vervuert,
como dinteles en un recorrido sinfín por el 2009. 362 pp.
circuito de la literatura universal. Fiel, como
plantea su propio autor, a la heterogeneidad
del corpus borgeano, el libro, más cerca de
la poesía que de la narrativa del autor ar-
gentino, es un esmerado estudio que recoge
desde una nueva óptica los envíos bíblicos y
las vertientes místicas de su creación, sin-
gularizando –y he aquí también interesantes
discusiones relativas a las polémicas reescri-
turas borgeanas– la huella del pensamiento
y espiritualidad cristianas.

Hay que advertir que el título del libro es


engañoso: bien se podría leer como una crítica
del mito… borgeano. Y en parte es así. Pero
el propósito de Daniel Nahson dice relación
(también) con el modo en que Borges mismo
se vincula con los mitos. Lo cita: “[e]l mito
es la última verdad de la historia; lo demás

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es efímero periodismo”; de ahí, de Trascendencia y vocación poética”,


esa comprensión trascendente del “Dios, Cristo, Borges y el canon de
mito, plantea Nahson, la incesante los Evangelios” y “‘El Congreso’:
reescritura, más que la invención de el envés de lo absoluto”. Particular
los mismos. El autor de estos ensayos relieve tiene, a lo largo de todo el
críticos entiende la labor de Borges volumen, la cuestión autobiográfica,
“en el espíritu de que la única vía que en Borges se resuelve por la
abierta para el pensamiento es la vía literatura:
o el camino crítico, es decir, la verdad
es inaccesible en última instancia y La autobiografía no sólo se
no se pueden sostener posiciones torna visible bajo la carátula
dogmáticas” (21), inscribiendo de de una explícita indagación
este modo su estudio, muy detallado personalísima del yo, o in-
(la utilización de notas a ratos hace cluso de los designios de un
algo dura su lectura), entre los que tumultuoso id freudiano que
se acercan a la cuestión borgeana buscara hacerse escuchar,
desde una perspectiva filosófica y, sino que aflora en la exterio-
diría yo, enciclopédica (¿cómo leer a rización palmaria de hechos
Borges si no?): “[e]ntre Goethe como narrativos que, de un modo
ejemplo del pensamiento y la Biblia a veces aparentemente acci-
como paradigma de la sensibilidad, dental, van conformando las
entre Julian Venda y Bertrand Russell contingencias discursivas de
como modelos de abstracción, y la textualidad borgesiana, y
Shakespeare, Donne y Hugo como a su vez, solapadamente, las
artífices de la imagen, entre la poesía de la vida misma del autor.
intelectual de Fray Luis de León y la (51)
poesía puramente verbal de Freyre,
escribe Borges hasta el final de su Pienso que, efectivamente, uno
vida una literatura de vida que es el de los aspectos más logrados en
lugar de encuentro entre el sueño y los ensayos de Nahson es éste, su
la vigilia, busca Borges soñar des- reflexión sobre las proyecciones
pierto con una literatura que no es autobiográficas de la escritura bor-
sino la vida misma” (38). A través geana, enraizada, a juicio del autor,
de la barroca relación entre litera- en la tradición romántica. Tradición
tura, sueño y vida, es como Nahson que irrumpe no sólo en este rasgo,
hace una original aproximación al sino en diversos elementos de su
tema autobiográfico borgeano: “[l]a producción (como por ejemplo, su
literatura es para Borges un sueño acercamiento a la mujer como signo
dirigido, y el sueño, en su obra, opaco y al mismo tiempo, trascen-
parcialmente inscrita en el pensa- dente). Uno de los puntos más altos
miento de Schopenhauer, es una de esta indagación del autor en el
contrapartida de la vigilia que hace tema de la autobiografía es su lec-
tolerar el tiempo y avenirse a sentir tura, en esta clave, de la narración
el paso de la vida” (161-2). “El Congreso”. Pero, sobre todo, me
parece de gran interés el segundo
Conforman el libro un prefacio, de sus ensayos, donde Nahson se
una introducción y cinco capítulos: detiene con inteligencia en los as-
“La literatura como palimpses- pectos emotivos, pasionales, de la
to de un sueño autobiográfico”, híbrida textualidad borgeana, des-
“‘Paréntesis pasional’: inminencia montando las lecturas que han hecho
y consumación”, “Mateo XXV-30: de la sensualidad y la sexualidad en

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estos textos una cuestión puramente (escrito con el seudónimo José-Luis


abstracta. Conocidas son las lecturas Borges, parecido a una de las últimas
que convierten las producciones de tergiversaciones que produjo sobre
Borges en entelequias, fríos tramados sí mismo en el Epílogo a sus Obras
de pesada arquitectura; lejos de una Completas) y los textos de aquel libro
comprensión, como intentó Estela fundacional. Pero, además, entiende
Canto, “a contraluz”. Una buena parte los ecos, en este poema en prosa,
de La crítica del mito se aboca a la del trabajo intelectual del padre de
tarea de descubrir los afectos que Borges, Jorge Guillermo, por enton-
afloran en una lectura contrastada ces enfrascado en una traducción del
(intra y extratexualidad). Cantar de los cantares. Relación, la
de padre e hijo, que siempre resulta
Antes de proponer sus interpre- desafiante y enigmática para toda
taciones, Nahson hace un recuento crítica autobiográfica del argentino,
de los críticos que han abordado el cuya producción se tiende al mundo
tema de las pasiones borgeanas: casi como deuda filial.
la lista es exigua. Ante este silen-
cio crítico, hurga en textos hasta La elaboración borgeana de la
ahora poco visitados, los que se sexualidad en este poema, que
encuentran, sobre todo, en ese Nahson analiza minuciosamente,
vasto corpus rescatado con motivo estaría mediatizada por lecturas
del centenario borgeano por Emecé, modernistas, vanguardistas y con
en los distintos tomos de Textos ecos de otras múltiples tradiciones
recobrados; un corpus que, dada la (como el intertexto bíblico, al que
violenta reacción de Borges ante la este libro mira con frecuencia). El
posibilidad de que pudiera publicar- efecto es el siguiente:
se, podemos denominar bastardo.
Y apasionante. Es así, dado que se La voz de “Paréntesis pasio-
trata, en muchos casos, de produc- nal” es canto y celebración de
ciones de carácter vanguardista, en vida; Borges está recalcando,
que el escritor argentino no solo como lo volvería a hacer más
tanteó sus posibilidades artísticas tarde a lo largo de toda su
(en textos que revelan sus lectu- obra, que además de símbolo
ras “escondidas”, entre ellas, la de compartido el lenguaje es
Baudelaire, particularmente seña- también música, arte y magia,
lada por Nahson), sino también a una experiencia estética tan
sí mismo. Es el caso de “Paréntesis erótica y embelesadora como
pasional” que Nahson reproduce “la cercanía del mar o de las
completo, y que fuera publicado mujeres”. (79)
por la revista ultraísta “Grecia”, en
Sevilla, en 1920. El efecto que pro- A diferencia de otros críticos que
duce este texto es similar, a mi modo han abordado este poema como una
de ver, al que genera “Boletín de una abstracción amorosa más (quizás
noche toda”, otra prosa temprana en bajo la influencia de un drástico
que se plantea un mundo corpóreo biografismo), Nahson lee en él la
y sinestésico, como difícilmente clara expresión de la consumación
se hallará en el “canon” borgeano sexual:
inaugurado por Fervor de Buenos
Aires (1923). Con particular buena Vivir la felicidad con renovado
vista –y oído– Nahson establece afán y si esto no es posible
vínculos entre este “Paréntesis…” escribirla para poder evocarla

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en un poema es una de las centrándose en poetizar la


motivaciones latentes detrás inminencia de la consuma-
del discurso amoroso de ción erótica y la consumación
‘Paréntesis pasional’. Impelido misma. (129)
a perseverar en el ser a través
del deseo sexual, escribe Un Borges realmente (y en jus-
Borges este poema en prosa ticia) apasionado.

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