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República Bolivariana De Venezuela.

Ministerio del Poder Popular Para La Educación Superior.

Programa Nacional De Formadores. (P.N.F.)

San Carlos_ Cojedes.

Conceptualización de la metodología

Estudiante:

Arcila Yetci C.I 18.849.945

San Carlos 16 de abril de 2019.


Conceptualización de la metodología de la investigación desde
el enfoque socio-critico en correspondencia a la revisión de
varios autores.
“En la medida que la investigación educativa acude a nuevas epistemologías o
modos de conocer, surgen nuevas concepciones y significados del hecho
investigador; de modo que se pueden reconocer tantas interpretaciones o
concepciones del ser de la investigación educativa como tradiciones
científicas existentes”.

Veamos, en primer lugar, la concepción que sobre investigación educativa tienen algunos
autores positivistas, entre ellos: Best (1992), Travers (1979), Kerlinger (1985) y Ary (1987):
“investigación educativa equivale a investigación científica aplicada a la educación, y debe
ceñirse a las normas del método científico en su sentido estricto”. Como se puede inferir
esta perspectiva induce a que la investigación del acto educativo quede formalizado y
sistematizado a través de la aplicación del método científico.

En contraposición a la perspectiva anterior se encuentran las conceptualizaciones,


conocidas como: interpretativa y crítica. Ambas, se sustentan en el hecho de creer que la
educación como realidad sociocultural, es más compleja, singular y construible. Desde la
concepción interpretativa la investigación educativa consiste en interpretar y comprender
los fenómenos educativos más que aportar explicaciones de tipo causal.

Por otra parte, desde la perspectiva crítica, la investigación educativa debe procurar
transformar la sociedad sobre la base del carácter democrático del conocimiento y de los
medios que lo generan, así como también de la participación activa de quienes lo originan.
Con este paradigma se busca descubrir creencias, valores y supuestos que subyacen en la
práctica educativa. Se sustenta en la necesidad de plantear una relación dialéctica entre
teoría y práctica mediante la reflexión crítica. Así como también en creer en que el
conocimiento se genera desde la praxis y en la praxis a través de una actitud de
permanente autorreflexión dirigida a la emancipación del saber.

Entre los autores que defienden las posturas interpretativa y crítica se encuentran: Goetz y
LeCompte (1984), Lincoln y Guba (1985), Erickson (1986), Taylor y Bogdan (1986) y otros.

“La investigación educativa” Según De Landsheere (1998), citada por Latorre y otros
(1996), para este momento la investigación educativa se caracteriza por:

1. “Marcadas diferencias entre países en cuanto a su nivel o grado de desarrollo;


2. Ampliación de cuestiones abordadas por la investigación educativa;
3. Alta calidad de las investigaciones tanto en el plano teórico como en sus
métodos y técnicas, lo que repercute también en la práctica educativa;
4. Un status científico de la investigación educativa que alcanza un nivel de
calidad comparable al de otras disciplinas;
5. Reconocimiento de que ningún paradigma de investigación puede contestar
adecuadamente todos los interrogantes planteados en el ámbito educativo”.

De las cinco razones expuestas por De Landsheere, se puede decir que todas ellas aún siguen
teniendo gran vigencia.

De acuerdo con Latorre y otros (1996), las posturas más recientes sobre la investigación
educativa asumen que el propósito de ésta es generar conocimiento útil para la acción
educativa, ya se trate de una acción política o de un cambio en la práctica educativa. Según
estos autores, es keeves (1988), el proponente más destacado de este punto de vista al
considerar que la investigación educativa se rige como guía de la acción educativa.

En esta perspectiva, según Latorre y otros (1996) y citando a Stenhouse (1984): la investigación
educativa es una “indagación sistemática y mantenida, planificada y autocrítica, que se halla
sometida a crítica pública y a las comprobaciones empíricas en donde éstas resulten
adecuadas”.

De igual manera, los autores citando a Elliot (1978) exponen que la investigación educativa “es
una reflexión diagnóstica sobre la propia práctica”, e indican que su finalidad se centra en la
búsqueda de soluciones - no dé explicaciones- a los problemas educativos.

Para terminar el acercamiento conceptual e histórico a lo que se entiende como


investigación educativa quiero compartir y mostrar acuerdo en las aseveraciones que
sobre el tema exponen Latorre y otros (1996); a saber, estos autores citando a Escudero
(1987) consideran que:

“En los últimos años asistimos a la defensa de una concepción de la


investigación educativa más abierta, flexible, participativa y asequible a los
profesionales de la educación, comprometida con la resolución de problemas
planteados desde la propia realidad educativa. En consecuencia, la
preocupación por hacer de la investigación educativa una actividad
estrictamente científica y rigurosa va dando paso a una mayor flexibilización,
que permite tener en cuenta aspectos tales como: qué investigar, quiénes
deben participar, para qué investigar y cómo debe organizarse”.

Ciertamente, hoy día en lo que se conoce como investigación educativa se observa una
multiplicidad de actitudes, por parte de expertos, que apuntan a otorgarle mayor rigor
científico a sus investigaciones. Quizá ello se deba a la necesidad de igualar el alcance de
las ciencias sociales con el encontrado en las ciencias naturales. Sin embargo, y desde mi
punto de vista, la búsqueda de rigor científico en el ámbito que se viene exponiendo
(investigación educativa), al parecer, se encuentra hoy día un poco perturbado. En primer
término, creo que ello se debe a que no se ha definido claramente la distinción entre sí se
está en el campo del arte o de la ciencia. En este punto cabe la pregunta si la flexibilidad,
participación y actitud abierta de los profesionales de la docencia llega hasta el límite
donde convergen ambos conceptos: ciencia y arte.?

Para algunos autores el "diseño de investigación” se asume como el plan global en cual se
implican tanto los aspectos metodológicos de carácter estratégico y táctico, así como aspectos
administrativos de la investigación, desde donde se intenta dar de una manera clara
respuestas a las interrogantes planteadas. Vista así, constituye un marco de decisiones
coherentes, integrativas e interactivas que determina y revela el propósito en términos de
objetivos, las estrategias de acción y asignación de los recursos necesarios.

Dentro de este enfoque nos encontramos con los planteamientos de Ezequiel Ander Egg
(ob.cit.) quien nos señala que, en Metodología de la Investigación, tal término se usa para
designar el esbozo, esquema, prototipo o modelo que indica las decisiones, pasos y actividades
a realizar para llevar a cabo una investigación. Para este autor el diseño incluye la elaboración
del marco teórico, la constitución del equipo de investigación, la coordinación de las
actividades de investigación, la elección de los instrumentos metodológicos, la organización
del material de consulta, la elección de la muestra y la definición del esquema presupuestario
administrativos.

Otros hacen énfasis en la dimensión estratégica y táctica del proceso de investigación. Así por
ejemplo, Sabino (ob.cit.) lo define como un modelo teórico- práctico mediante la cual
confrontamos los planteamientos teóricos con los hechos empíricos.

Por su parte Mario Tamayo y Tamayo (2001) señala que este lleva implícito una estructura a
seguir en la investigación, sobre la cual se han se ejercer los controles necesarios a fin de
encontrar resultados confiables y determinar así mismo su relación con las interrogantes
surgidas de los supuestos e hipótesis y del problema.

Mientras que Arias (ob.cit.) lo concibe como la estrategia general que el investigador asume
para dar respuesta al problema planteado. El autor en referencia identifica tres tipos de diseño
o estrategia: Documental, Campo y experimental.

A estos planteamientos se añaden, por una parte, los de Christensen, citado por Hernández
Sampieri y otros (ob.cit.) para quien significa la estrategia concebida con la finalidad de dar
respuestas a las preguntas de investigación o para confirmar o no las hipótesis planteadas.

Y por otra, los de Miriam Balestrini (ob.cit.) quien nos señala que: “Un diseño de Investigación
se define como el plan global de investigación que integra de un modo coherente y
adecuadamente correcto técnicas de recogidas de datos a utilizar, análisis previstos y
objetivos…”

El marco metodológico constituye un espacio en el que se prevé los de procedimientos lógicos,


técnicos –operacionales que envuelven procesos de investigación con el propósito de
descubrir y analizar los supuestos del estudio y de reconstruir los datos desde los conceptos
teóricos convencionalmente operacionalizados. Este envuelve además del diseño, al tipo de
investigación la población, la muestra de Estudio, las técnicas de Recolección e Instrumentos
de Recolección y análisis de Datos, la validación del Instrumento mediante la aplicación de una
prueba Piloto, las técnicas de presentación de los datos.

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