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La Ofrenda: La Gracia De Dar

(2 Cor. 8:1-9)

Ver. 1 -- "os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia".

A. ¿De qué está hablando? ¿Qué tiene que ver la gracia con el ofrendar?

B. Ver. 7, "como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en


vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia".

C. El ofrendar es un privilegio, es una bendición de Dios, es el favor, la gracia de Diosa

1. Es un ejercicio espiritual que nos bendice ricamente, Hech. 20:35.

2. Pablo no quería empobrecer a los macedonios, sino enriquecerlos. Véase Fil. 4:17,
"busco fruto que abunde en vuestra cuenta".

3. Todo el servicio nuestro, todo lo que hacemos en el servicio de Dios, incluyendo el


ofrendar, es una bendición de Dios para nosotros mismos.

4. Cuando ofrendamos, no estamos llenando la canasta de Dios, sino que Dios está
llenando la canasta nuestra. El ofrendar nuestro es don de Dios para nosotros, una
verdadera bendición para nosotros.

D. Dios quiere enriquecernos. Sant. 1:9, "El hermano que es de humilde condición, gloríese
en su exaltación". 2 Cor. 8:9 Cristo se hizo pobre para que nosotros con su pobreza
fuésemos enriquecidos.

1. Mat. 6:19, 20 Dios nos permite depositar nuestro dinero en el banco de El.

2. 1 Tim. 6:17, 18, "atesorando para sí buen fundamento para lo por venir".

E. Al parecer, algunos hermanos no confían en la gracia de dar.

1. Hablan del diezmo, diciendo que el judío dio el diezmo, y no debemos dar menos que
ellos, etc. Pero el judío no dio sino pagó el diezmo. Era un impuesto para sostener a los
levitas que eran jueces, magistrados, maestros, oficiales y líderes no solamente religiosos
sino también civiles. El diezmo de la ley de Moisés corresponde a nuestro "income tax"
(impuesto sobre el salario).

2. Aparte de pagar el diezmo, los israelitas ofrendaban, voluntariamente, al igual que


nosotros.
3. Los sectarios exigen el diezmo, establecen cuotas, hacen ventas, etc. porque no aceptan
"la gracia de dar" corno el plan de Dios.

Ver. 2 -- "en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su pro-funda pobreza


abundaron en riquezas de su generosidad".

A. ¡Qué combinación maravillosa de factores o elementos! De la tribulación más el gozo


más la pobreza resulta la generosidad. ¿Podemos sumar de esa manera? ¡Qué matemática
más impresionante!

1. Muchos dirían hoy en día que debido a la tribulación y pobreza no pueden dar nada.
Dirían que en lugar de dar deberían recibir de otros.

2. Pero estos hermanos macedonios, en medio de la tribulación y pobreza, querían dar,


querían participar en esta ofrenda para los santos pobres de Jerusalén.

B. ¿Cómo es posible hacer tales sacrificios y hacerlo con gozo?

1. Los israelitas lo hicieron. 1 Crón. 29:9, 21, 22; Neh. 12:43.

2. Jesucristo lo hizo. Heb.12:2.

3. Los padres, mayormente las madres, se sacrifican mucho por los hijos, con gozo.

4. Mat. 13:44-46. Es cuestión de hacer sacrificio por algo muy importante.

C. ¿Qué significa la "generosidad"?

Viene de la palabra HAPLOTES.

1. En Mat. 6:22 esta palabra se traduce "bueno" ("si tu ojo es bueno"). En inglés se
traduce "singular".

2. En Efes. 6:5 se traduce "sencillez", que significa "singular".

3. En 2 Cor. 11:3 se traduce "sincera fidelidad".

4. Es decir, si nuestro corazón es "bueno" (saludable, BAS), si hay "sencillez de corazón",


y si hay "sincera fidelidad", daremos generosamente o con liberalidad de acuerdo con lo
que Dios nos haya prosperado.

5. Dios conoce y se fija en el corazón. Pablo no está recaudando fondos solamente, sino
que está haciendo crecer a los cristianos. Nos está preparando para el cielo.

Ver. 3 -- " han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas".
A. Según la enseñanza de "la gracia de dar" los hijos de Dios no son forzados o
empujados a ofrendar ("no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dado
alegre", 2 Cor. 9:7). En una congregación donde se oyen hasta regañadas para au mentar
la ofrenda, algo está mal. Obsérvese bien este caso de los macedonios.

B. Otros casos: Hech. 2:44, 45; 4:32-37; 11:27-30; Mar. 12:41-44. Todos estos dieron
conforme a lo que tenían, o más allá de sus fuerzas (como la viuda, los hermanos de
Jerusalén dieron todo). Todos dieron con alegría.

Ver. 4 -- "el privilegio de participar en este servicio para los santos".

A. "participar", tener comunión o tener parte significan lo mismo. Por lo tanto la ofrenda
-- al igual que la cena -- es "comunión".

B. "pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en


este servicio ..." Ellos querían tener parte; querían tener comunión en este acto. Querían
participar. No querían ser excluidos.

1. Recuérdese que Pablo habla de "su profunda pobreza" y de su "grande prueba de


tribulación". ¿Están obligados los pobres a ofrendar? Estos pobres no lo veían como
obligación, sino como privilegio y bendición.

2. ¿Están obligados los pobres a cantar, a orar, a tomar la cena? Dirían, "no queremos ser
excluidos del culto, de estas bendiciones". Así decían los macedonios en cuanto a la
ofrenda. Querían participar en toda bendición.

3. Los más pobres deben reconocer que el ofrendar, al igual que la cena, es comunión.
Desde luego, Pablo dice "cumplir conforme a lo que tengáis. Porque si primero hay la
voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene" (2 C or.
8:11, 12).

4. Pero los más pobres, si son fieles, querrán participar en la ofrenda.

C. La palabra "participar" viene de la

palabra KOINONIA. Es la misma palabra que

se traduce "comunión" en 1 Cor. 10:16-21 (la cena).

1. También se encuentra en 2 Cor. 9:13 "contribución para ellos y para todos". La palabra
"contribución" es

KOINONIA,comunión. Los hermanos liberales dicen que la ofrenda es para los incrédulos y
se basan en este texto. La iglesia que da dinero de la ofrenda a los del mundo, tienen
comunión con ellos.
2. La palabra también se halla en Fil. 4:14-16; se refiere a la comunión (ayuda
económica) que mandaban los filipenses a Pablo. Compárense 1 Cor. 9:14; 2 Cor. 11:8.

V 5 -- "a sí mismos se dieron primera-mente al Señor ... "

A. ¿Cuánto debemos ofrendar al Señor? Aquí está la respuesta.

B. Cristo dio todo, 2 Cor. 8:9; los apóstoles dejaron todo, Mat. 19:27; los cristianos
primitivos (de Jerusalén) vendieron todo, Hech. 2:44, 45; 4:32-37.

C. Cristo requiere todo. Luc. 14:33; 9:57-62, en este texto la palabra "primero" es el
punto clave; algunos querían hacer otras cosas primero; querían poner a Cristo en
segundo lugar.

D. Pero no olvidemos la lección: La gracia de dar.

1. Dios no es pobre; no es un mendigante. Sal. 50:10-12.

2. 1 Crón. 29:14, "¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrendar
voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te
damos".

3. Si alguien dice, "Pero yo gané muy poquito esta semana". Dios lo sabe (Hech. 11:29,
"conforme a lo que tenía", 2 Cor. 8:12). Pero pregúntese: ¿de dónde recibí la vida, la
salud, la fuerza, el empleo, etc. para ganar aun este poco que gané? Si el Señor me
prosperó poco, de ese poco quiero darle.

V 8, 24 -- "para poner a prueba ... la sinceridad del amor vuestro ... mostrad la prueba de
vuestro amor". Nuestra ofrenda demuestra nuestro amor.

V 9 -- "la gracia de nuestro Señor Jesucristo ... se hizo pobre ..." Siendo rico se hizo pobre
para enriquecemos; se humilló para exaltamos, sufrió una muerte vergonzosa para
glorificamos. Vino a la tierra para que podamos ir al cielo.

Conclusión:

A. Es muy importante aprender la "gracia de dar" para agradar a Dios.

B. Dios quiere bendecimos. Nosotros mismos establecemos los límites de las


bendiciones de Dios para nosotros. 2 Reyes 4:1-3; Mal. 3:10; 2 Cor. 9:8-11. Si
sembramos poco, segaremos poco.

C. Por lo tanto, dejemos de sembrar escasamente. Dejemos de sembrar con tristeza.


Dejemos de ofrendar por necesidad. Dios ama al dador alegre.
La Gracia de Ofrendar

• Pablo (el Espíritu Santo) nos enseña la gracia de ofrendar, 2 Cor. 8:1-5; 2 Cor.
9:6-8.

• Imitar a Cristo, 2 Cor. 8:9, siendo rico se hizo pobre.

• El cristiano debe TODO EL SER a Dios.

-- 1 Cor. 6:19, 20, “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el
cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque
habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

• Presentar el cuerpo en sacrificio vivo.

--Rom. 12:1, “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es
vuestro culto racional.”

• Ofrecer sacrificios espirituales.

-- 1 Ped. 2:5, “5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa
espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios
por medio de Jesucristo.”

-- Fil. 4:18, “ Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo
recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable
a Dios.”

-- Ex. 29. 18 Y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto de olor grato
para Jehová.” -- Heb. 13:15,16, “ Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio
de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. 16
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se
agrada Dios.”

• Imitar a los macedonios, que en “profunda pobreza” dieron.

-- 2 Cor. 8:1, “las iglesias de Macedonia; 2 que en grande prueba de tribulación,


la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su
generosidad. 3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus
fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas”.

• No digamos que los pobres no TIENEN que ofrendar. ¿No TIENEN que orar,
cantar, participar de la cena?

-- 2 Cor. 8:4, “pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio
de participar en este servicio para los santos.”

• ¿Los visitantes NO TIENEN que ofrendar? ¿TIENEN que orar o cantar?

• ¡Dios no es pobre!

-- Sal. 50:10, “Mío es todo animal del bosque y el ganado sobre mil colinas .. mío
es todo lo que en el campo se mueve”.

-- Sal. 50:12,“Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y


todo lo que en él hay”.

 Es un privilegio depositar en el banco del cielo.

-- 2 Cor. 8:4, “pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el


privilegio de participar en este servicio para los santos. … 7 Por tanto, como en
todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor
para con nosotros, abundad también en esta gracia”.

-- Fil. 4:17, “No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en
vuestra cuenta.” Pablo no quería empobrecer a los macedonios. Quería
enriquecerles.

 Ofrendaban con sacrificio, pero también con gozo.

-- 2 Cor. 8:2, ofrendaban “con abun-dancia de gozo”.

-- 2 Cor. 9:7, “ Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”

-- Éxodo 36:5-7, “hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo


que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga. 6 Entonces
Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer
haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo ofrecer más; 7
pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.”

-- 1 Crón. 29:9, “Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente;


porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente.”

-- Neh. 12:43, “Y sacrificaron aquel día numerosas víctimas, y se regocijaron,


porque Dios los había recreado con grande contentamiento; se alegraron también
las mujeres y los niños; y el alborozo de Jerusalén fue oído desde lejos.”

 2 Cor. 8:5, “a sí mismos se dieron primeramente al Señor”.

-- El “secreto de su éxito” -- primeramente se dieron a sí mismos al Señor.


¡Entonces ofrendar generosa-mente es fácil!

• PROPONER a ofrendar según Dios nos haya prosperado,

--1 Cor. 16:2, “ En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de
la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 2 Cada primer día de la semana
cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para
que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.”

-- 2 Cor. 9:7, “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”

-- Mar 12:44, “todos han echado de lo que les sobra.” Dios no quiere sobrantes,
Ofrenda (Dios) PRIMERO, luego nosotros.

• De esta manera mostramos nuestro “amor” hacia Dios,

-- 2 Cor. 8:24, “Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro
amor”. . “Oh cuánto amo a Cristo”. Ofrecemos cojos, ciegos al Señor?

• Dios quiere que ofrendemos generosamente para que nos pueda bendecir,

-- 2 Cor. 9:8-10, “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda
gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente,
abundéis para toda buena obra; 9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres;
Su justicia permanece para siempre. 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan
al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de
vuestra justicia, 11 para que estéis enriquecidos en todo.”
-- Mal. 3:8, “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y
dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9 Malditos
sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10 Traed
todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré
sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Limitamos las bendiciones.

La Ofrenda

Es Mandamiento. 1 Cor. 16:1,2 "En cuanto a la ofrenda para los santos, haced
vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer
día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado,
guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas".

La palabra "guardándolo" significa "atesorándolo". Esta palabra autoriza la


tesorería de la iglesia. Cada iglesia debe recolectar dinero cada domingo; no debe
haber colectas especiales ("para que cuando yo llegue no se recojan entonces
ofrendas"). Es el único texto que explica cómo la iglesia junta dinero. Pero este
dinero recolectado cada domingo se emplea para toda obra de la iglesia. Por
ejemplo, de estos fondos la iglesia de Filipos envió ayuda a Pablo (Filipenses
4:15,16). Pablo recibió salario de iglesias (2 Cor. 11:8). Pero la Biblia no habla de
ofrenda en otro día; por lo tanto, sabemos por inferencia necesaria que la única
ofrenda es la del primer día de la semana, y el dinero se usa para toda función
bíblica de la congregación.

¿El Diezmo? Cristo no impone el diezmar sobre la iglesia. Los judíos pagaron
el diezmo para sostener a los levitas (Núm. 18:21). El diezmo corresponde a los
impuestos que pagamos al gobierno, porque en el judaísmo el gobierno civil era
parte integral de la religión. Los levitas eran sacerdotes, maestros, jueces, ma-
gistrados, cantores, porteros, etc.; ellos sirvieron en muchas capacidades religiosas
y civiles.

Bajo la ley de Moisés la gente ofrendaba. Hay muchos textos en el Antiguo


Testamento que hablan de varias clases de ofrendas, y eran voluntarias como las
que hacemos nosotros.

Aunque la ley de Cristo no requiere un porcentaje fijo que debiéramos ofrendar,


es importante recordar que todo cristiano sí ofrenda algún porcentaje de su sueldo
o ganancia (10% ó 20% ó 5% ó 100%). Pero la Biblia no especifica cuánto, sólo
que seamos generosos. Es importante que el cristiano considere bien cuánto da al
Señor. ¿Sembramos escasamente o generosamente?
¿Cuánto Pues? Hay hermanos sinceros que preguntan con toda sinceridad
"¿Cuánto debo ofrendar, pues?" Tenemos que responder con textos bíblicos, sin
imponer opiniones humanas. Los sectarios exigen el diezmo y más, pero éstos van
más allá de lo que está escrito.

"Según Haya Prosperado" (1 Cor. 16:2). Aquí está la ley de Dios: que cada
cristiano haga su ofrenda "según haya prosperado". No quiere decir "según lo que
le haya sobrado" después de comprar comida y ropa, y después de pagar deudas,
etc. Significa lo que hayamos recibido de sueldo o como ganancia de nuestro nego-
cio. Debemos dar según Dios nos haya prosperado, y no según lo que nos haya
quedado después de todos los gastos.

"Conforme A Lo Que Tengáis" (2 Cor. 8:11). Dice Pablo "si primero hay la
voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene". Hech. 11:29 dice, "los dis-
cípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los her-
manos que habitaban en Judea". Pero Dios alaba a los que dan más allá de sus
fuerzas: Mar. 12:41-44, la viuda que "echó más que todos" porque "de su pobreza
echó todo lo que tenía"; Jn. 12:3 María ungió a Jesús con un perfume que valía el
salario de casi un año entero (Mar. 14:5, el denario era el

salario de un día de trabajo); Hech. 4:34,35 "todos los que poseían heredades casas,
las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles;
y se repartía a cada uno según su necesidad". 2 Cor. 8:4 "han dado conforme a sus
fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas".

Dar Como Propuso. Otro pensamiento clave para que la ofrenda sea aceptable
a Dios es que "cada uno dé como propuso en su corazón" (2 Cor. 9:7); es decir,
decidir en su corazón qué cantidad o qué porcentaje de lo que reciba dará al Señor.
Una causa principal de la falta de ofrendar de muchos hermanos es que ellos
simplemente no proponen dar. Van al culto sin

haber propuesto dar según Dios les haya prosperado, y dan cualquier cosa que
hallen en su bolsa o bolsillo. La palabra "proponer" significa "tener intención de
hacer alguna cosa". Si algún hermano llega al culto sin "tener intención" de
antemano de ofrendar correctamente, desde luego no lo hará. Desde el día en que
se recibe el sueldo (o la ganancia de la cosecha, de la empresa del negocio que sea)
uno debe proponer ofrendar con mucha gratitud al Señor.

El proponer con respecto a ofrendar es como el proponer de pagar el alquiler de


una casa, o de hacer los pagos mensuales de alguna compra. Es cuestión de hacer
las cosas decentemente y con orden, y de ser cumplidos, siempre dando primer
lugar al Señor.

Escasamente, Generosamente. "El que siembra escasamente, también segará


escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará" (2

Cor. 9:6). El sembrador siembra generosamente, porque quiere cosecha abundante.

Pero muchos hermanos no aprenden esta lección con respecto a la ofrenda. Para
muchos la ofrenda es una limosna, una propina, el billete o la moneda que por
casualidad tenga en su poder en el momento de recolectar la ofrenda, que ni se
echará de menos cuando se da. Hay iglesias grandes que dan ofrendas bien
raquíticas, simplemente porque no han sido enseñadas a ofrendar bíblicamente.
Convencemos a los sectarios del error del diezmo, y se bautizan en la iglesia de
Cristo creyendo que la ofrenda no es importante, que en cuanto a lo monetario no
les cuesta nada ser cristianos.

La Gracia De Ofrendar

En 2 Cor. 8:1,7 Pablo habla de la "gracia" de ofrendar. Dice que es un gran


"privilegio" (v. 4). Los hermanos macedonios eran muy pobres y afligidos ("en
grande prueba de tribulación...su profunda pobreza") pero no querían ser excluidos
de esta bendición. Los hermanos pobres no deben ser excluidos de la participación
en los demás actos de culto: los

himnos, las oraciones, el estudio, la cena. Tampoco deben ser excluidos del
privilegio de ofrendar. Es una gran bendición de Dios ofrendar. Dios nos permite
depositar el dinero en el banco del cielo (Mat. 6:19,20). Los que pueden ofrendar y
no quieren hacerlo se roban a sí mismos.

Dios proveerá y multiplicará. "Y el que da semilla al que siembra, y pan al que
come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra
justicia" (2 Cor. 9:10). Dios no es pobre; él no pide ofrenda por ser pobre y
necesitado. El pide ofrenda porque nos quiere bendecir a nosotros. No estamos
llenando la canasta de Dios, sino él está llenando la canasta nuestra. "Porque mía
es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados...Si yo tuviese
hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su

plenitud" (Sal. 50:10,12); "Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te


damos" (1 Crón. 29:14).
El profeta Eliseo dijo a la viuda pobre que mandara traer muchas vasijas vacías,
porque Dios iba a llenarlas para que ella pudiera pagar a sus acreedores y salvar a
su hijos. De su vasija de aceite ella siguió echando hasta llenar todas las vasijas
prestadas. Ella misma puso límite a la provisión de Dios; él siguió derramando
bendición sobre ella; Eliseo dijo,

"Tráeme aún otras vasijas". Dijo el hijo, "No hay más vasijas. Entonces cesó el
aceite". Así nosotros ponemos límites sobre las bendiciones de Dios; nos robamos
solos por no haber aprendido la gracia de ofrendar.

Sacrificar con gozo. Pablo habla de "la abundancia de su gozo" (2 Cor. 8:2).
Los macedonios eran dadores alegres (2 Cor. 9:7, "porque Dios ama al dado
alegre"). Si no podemos dar con gozo, nuestra ofrenda no se acepta: "no por
tristeza, ni por necesidad" (2 Cor. 9:7). El pueblo de Israel hizo una gran ofrenda
para el servicio de la casa de Dios "Y se alegró el pueblo por haber contribuido
voluntariamente; porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente" (1
Crón. 29:7-9). También en Nehemías 12:43 "sacrificaron

aquel día numerosas víctimas, y se regocijaron, porque Dios los había recreado con
grande contentamiento; se alegraron también las mujeres y los niños; y el alborozo
de Jerusalén fue oído desde lejos". Los padres de familia entienden esto. Hacen
grandes sacrificios por sus

hijos, pero lo hacen con gozo. ¿Por qué? ¿Cómo es que la gente puede hacer
sacrificios, y hacerlos con gozo? Es fácil contestar esta pregunta. Con gran gozo
hacemos sacrificios por los que amamos. Dios espera que sus hijos hagan
sacrificios por él, pero sólo si los pueden hacer con gozo. Porque de otro modo, si
no hay amor, si no somos dadores alegres, si no tenemos la actitud de los
macedonios, entonces es mejor no ofrendar nada. Dios no lo acepta.

El ejemplo perfecto del sacrificio con gozo es el de Jesús: "el cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios" (Heb. 12:2).

El Uso De La Ofrenda

La ofrenda no puede recolectarse según la sabiduría humana, y la ofrenda no


puede administrarse según la sabiduría humana. La Biblia ha hablado claramente
sobre este asunto. Dice Pablo "En cuanto a la ofrenda para los santos" (1 Cor.
16:1). La ofrenda no es para la benevolencia general. No es para inconversos. "Mas
ahora voy a Jerusalén para ministrar a
los santos" (Rom. 15:25); "este servicio para los santos" (2 Cor. 8:4); "Cuanto a la
ministración para los santos" (2 Cor. 9:1).Pero ¿no dice 2 Cor. 9:13 que la
contribución es para "todos"? Sí, pero la palabra "contribución" es la palabra
"koinonía" que significa "comunión". Es la misma palabra que se usa con respecto
a la cena del Señor (1 Cor.

10:16-20). La ofrenda para los santos pobres es comunión con ellos; por lo tanto,
en 2 Cor. 9:13 "ellos" se refiere a los santos de Jerusalén, y "todos" se refiere a los
santos de otros lugares.

El dinero se lleva o se envía directamente a los recipientes. Pablo explica a los


corintios que cada iglesia debería escoger su propio mensajero para llevar su
dinero a los santos de Jerusalén (1 Cor. 16:3,4; 2 Cor. 8:18-23). No había nada de
"iglesia patrocinadora" que sirviera de agente para iglesias.

El dinero de la ofrenda nunca se usó para establecer escuelas, clínicas, asilos


para niños y ancianos, etc. Las iglesias de Cristo del primer siglo nunca estableció
ninguna institución para hacer la obra de la iglesia.

Honradamente. "Evitando que nadie nos censure en cuanto a esta


ofrenda...procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino
también delante de los hombres" (2 Cor. 8:20,21). Es indispensable que cada con-
gregación tenga esta actitud concerniente a la ofrenda.

Desde el momento en que la ofrenda se recolecta debemos usar toda discreción.


Cuando se hace la ofrenda, el dinero debe estar sobre la mesa en plena vista de to-
dos. Inmediatamente después del culto, dos hermanos varones (no las hermanas, y
no los niños o jóvenes, sino dos varones) deben contar el dinero, apuntar la canti-
dad en un libro de apuntes especial para esto, y también en la pizarra (o en una
hoja de papel en la tabla de anuncios); entonces, hacer todo lo posible para que el
dinero sea depositado -- cuanto antes -- en el banco. Hay muchos lugares
(mayormente rurales) en los cuales esto no es posible; pero en muchos lugares sí es
posible y debe hacerse porque evita mucha "censura".

Lo que se dice aquí es para la protección de los mismos hermanos que se


encargan de contar y manejar el dinero, y es para que no haya problemas en la
iglesia. El asunto del dinero de la ofrenda siempre es asunto delicado, y debe
tratarse con todo respeto y seriedad. Además, si hacemos todo honradamente, los
miembros estarán más animados para ofrendar.
Si no hay ancianos (Hech. 14:23; Tito 1:5), entonces en una junta ordenada los
varones fieles y responsables deben decidir, de acuerdo a la enseñanza bíblica,
cómo administrar la ofrenda, y deben dar un reporte adecuado, verbalmente y por
escrito, a la iglesia. Esto evita muchos problemas (quejas, murmuraciones, críticas)
y escándalos en la congregación.

Motivación para ofrendar. Tenemos que ser muy prácticos. Pablo habló de una
necesidad específica. Hoy en día toda iglesia puede hablar de necesidades específi-
cas: se requiere dinero para el alquiler del local (o para construir); se necesitan
himnarios; se necesitan Biblias y literatura; habrá hermanos necesitados (si no hay
en la congregación de la cual somos miembros, habrá en otras congregaciones); y
hay algo que se descuida mucho: la

iglesia debe ayudar con el salario o por lo menos con los gastos de los evangelistas
que llevan el evangelio a otras partes.

¡Es sumamente importante la ofrenda!

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