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FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, ECONOMICAS Y CONTABLES

Constitución y democracia

PRESENTADO POR:

PRESENTADO A:

FECHA: 25 de noviembre 2018


BARRANQUILLA – ATLANTICO.
INTRODUCCIÓN
Ya se sabe que el conflicto israelo-palestino suscita una serie de cuestiones y
susceptibilidades que no siempre son fáciles de comprender y dominar, debido
sobre todo al largo período transcurrido y a la evolución del propio conflicto sobre
el terreno. Si antes se hablaba sobre todo de un conflicto entre árabes e israelíes,
hoy en día se tiende a centrar el debate en un problema entre israelíes y
palestinos. Las causas de esta evolución son varias y diversas, pero hay que
subrayar que el rechazo árabe al plan de partición aprobado por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en 1947 ha sido en realidad uno de los hitos más
importantes en la historia del conflicto, pues de ahí surgió ya la primera gran
guerra árabe-israelí1 que trajo consigo la derrota árabe y la consecuente pérdida
de territorios, sin olvidar que ya en ese momento se pudo crear ese Estado
palestino del que tanto se habla últimamente, sobre todo en algunos países
europeos.
ENSAYO EL PUEBLO PALESTINA

Palestina se convirtió en una nación sin territorio luego de la Guerra de los Seis
Días, Israel se quedó con territorios en los Altos del Golán, en Judea, en
Cisjordania, en Gaza y en Sinaí. La victoria de Israel en la corta guerra de junio de
1967 es la causa visible del conflicto palestino-israelí hasta la actualidad: la
ocupación de los territorios de Gaza, Cisjordania y la parte árabe de Jerusalén.
Pero el conflicto tiene causas remotas, como la expulsión de miles de judíos de
Europa desde el siglo XIX hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial; y profundas,
como el ordenamiento mundial en dos bloques antagónicos, liderados por Estados
Unidos y por la Unión Soviética. La Guerra Fría, así se llamó porque ambas
potencias no podía enfrentarse de manera directa, aunque sí lo hacían a través de
sus aliados. Los dirigentes árabes de la época buscaron tomar distancia del poder
soviético como del norteamericano, a través del movimiento de No Alineados.
Pero era casi imposible sustraerse en los años 50 y 60 a aquello que teñía toda la
política internacional. Medio Oriente era uno de los territorios donde las potencias
libraban su guerra no declarada. En mayo de 1967, el presidente egipcio,
GamalAbdelNasser (uno de los líderes de los No Alineados) pidió a la ONU que
retiren sus tropas, estacionadas en territorio egipcio. Mientras crecía la tensión,
Egipto recibió el apoyo soviético y de los demás países árabes, mientras que
Estados Unidos apoyó a Israel. Israel acabó con la tensión lanzando un ataque por
sorpresa el 5 de junio de 1967. En sólo seis días, cayeron el Sinaí egipcio, la
franja de Gaza,Cisjordania, la ciudad vieja de Jerusalén y los Altos del Golán
sirios. El territorio ocupado por el estado hebreo pasó de poco más de 20.000
kilómetros cuadrados a 102.400. Pese a las protestas de la ONU y el desacuerdo
de las grandes potencias, el Parlamento israelí acordó el 23 de junio la anexión de
la parte árabe de Jerusalén. La tragedia de los refugiados Tras la guerra,
millares de palestinos (casi un millón) se convirtieron en refugiados, al quedar
Gaza y Cisjordania en manos israelíes. Una gran parte de ellos se lanzó a luchar
desde el desierto transjordano. Tras la apabullante victoria judía, la situación
quedaba de esta manera: Israel unificaba bajo su dominio toda Palestina que tenía
3.500.000 de habitantes, de los cuales 1.000.000 eran palestinos. El resto del
pueblo palestino se componía de 1.300.000 personas más, de los cuales unas
800.000 estaban en Jordania; 300.000 en Líbano, Siria e Irak; y las 200.000
restantes en los Emiratos del Golfo, Egipto y países del Norte de África. Israel, al
final de la corta guerra, poseía 68.672 km2 de territorio que antes se hallaban en
manos de los árabes: unos 1.115 km2 en los Altos del Golán, 5.870 en Judea y
Samaria (Cisjordania), 360 en la franja de Gaza, y 61.175 en la península del
Sinaí.Israel no reconoce a Palestina, adoptando como postura la idea de que
dicho estado solo puede ser establecido mediante negociaciones directas entre
Israel y la Autoridad Nacional Palestina. Los principales obstáculos para un
acuerdo definitivo son la delimitación de fronteras definitivas, la seguridad de
ambos estados, el acceso al agua, el estatus de Jerusalén junto con el libre
acceso a los lugares sagrados, la expansión de los asentamientos israelíes en
Cisjordania y Jerusalén Este y el derecho de retorno de los refugiados palestinos
que fueron expulsados o huyeron de sus hogares durante la guerra árabe-israelí
de 1948.
En septiembre de 1947, siete de los miembros, Canadá, Checoslovaquia,
Guatemala, Holanda, Perú, Suecia y Uruguay se declararon a favor de la partición
de Palestina en un Estado árabe, un Estado judío, y la ciudad de Jerusalén con
status internacional. El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de las
Naciones Unidas, adopta la Resolución 181/11, por la cual se decide la partición
de Palestina en dos Estados independientes: uno árabe, de 11 mil 800 km2 , y
otro judío, de 14 mil 500 km2 ; y de un régimen internacional autónomo para la
ciudad de Jerusalén, bajo la autoridad de las Naciones Unidas.2 Desde un
principio, Israel no respetó las fronteras fijadas por la Resolución de partición que
consagraban el establecimiento de un Estado judío y uno árabe. Israel no sólo
ocupó el territorio propuesto para el Estado judío, sino que se apoderó además de
una porción sustancial del territorio reservado al propuesto Estado árabe.

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