La Revolución francesa nace el 14 de julio de 1789, la burguesía tomó la
Bastilla, la prisión que era símbolo del Antiguo Régimen y el 4 de agosto, la Asamblea Nacional declaro una serie de decretos que, entre otras cosas, cortaba los privilegios de la nobleza, como la exención de impuestos y el monopolio sobre tierras cultivables. La Asamblea se establece la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de todo lo que implicó, a otras naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799. Uno de los acontecimientos más importantes de la Edad Moderna; así mismo su relación con el derecho administrativo es La Revolución Francesa es considerada por muchos, el acontecimiento que da origen al derecho administrativo. La Revolución crea el concepto de Estado de Derecho, entelequia que está compuesta, entre otros, por el principio de división de poderes, el principio de legalidad, de unos derechos humanos, del concepto de soberanía nacional. Estos elementos ayudarán a la aparición del derecho administrativo francés, pero el más importante de ellos será el propuesto por Montesquieu de diferenciar los poderes, y por ende las funciones del Estado. Los siglos XIX y XX serán decisivos para el derecho francés, pues en ellos se consolidará el control sobre el poder, manifestado en el encauzamiento de la discrecionalidad administrativa, a través del recurso por exceso de poder. De igual forma mostramos el tratamiento que le dieron los pensadores del novecientos a los denominados estados de necesidad. Así como la relación con el derecho administrativo contencioso surge por la necesidad de prohibir la intervención del poder judicial en la actividad administrativa La revolución Francesa sirvió de modelo a los diferentes procedimientos Contencioso Administrativos Apareciendo una jurisdicción que con el tiempo termina siendo independiente, tanto del orden judicial como de la Administración activa. Y es así como nace el sistema Contencioso Administrativo; Por otra parte el contrato social de Rousseau creía que el individuo debía en última instancia asumir su puesto en la sociedad, fruto de esta inquietud es la publicación en 1762 de una exposición sistemática de sus ideas políticas: Du Contrat Social, que era simplemente parte de una obra proyectada, pero no concluida, sobre las instituciones políticas. El Contrato Social es un tratado sobre los derechos políticos, y no un debate sobre los gobiernos existentes, y pretende enfrentarse con el difícil problema de mantener la libertad en una sociedad que sea a la vez justa y humana: “El hombre nació libre y, sin embargo, vive en todas partes encadenado”. La obra tiene cuatro libros pero en realidad es un proyecto inacabado. El autor hace saber al lector la causa que le llevó a no poder completar dicha empresa: “Este pequeño tratado se ha extraído de una obra más extensa, iniciada sin haber consultado mis fuerzas y abandonada después de un tiempo. De los diversos fragmentos que podían extraerse de ella, este es el más considerable y el que me ha parecido menos indigno de ser ofrecido al público; Rousseau hace referencia al estado originario de los seres humanos, donde la familia era “el primer modelo de la sociedad política”, y distingue entre tres tipos de libertades: la libertad natural, la libertad civil y la libertad moral; segundo libro se ocupa de la “voluntad general”. Según Rousseau, el ejercicio de esta voluntad es lo que se llama “soberanía”. Es el momento en el que el pensador concede al pueblo la potestad de mandar sobre la nación; El tercer libro, por su parte, es el más extenso de todos. Habla de las diferentes formas de gobierno que pueden existir. Rousseau acaba por concluir que el gobierno no es otra cosa que “el ejercicio legítimo del poder ejecutivo”; Por último, el cuarto libro habla de la bondad humana y la rectitud de los hombres de a pie. Destaca la habilidad de aquellos sin preocupaciones para resolver los problemas y hace una larga reflexión sobre la historia de Roma.