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1. Según su origen
Hemorragia endógena o internas: Es la ruptura de algún vaso sanguíneo en el
interior del cuerpo. El sangrado se intuye por signos indirecto, como descenso de la
presión arterial, anemia o tumefacción de partes blandas, y se confirma mediante
estudios complementarios (endoscopia, punciones, estudios por imágenes). Se clasifica
en:
a. Subcutáneo: cuando se localiza debajo de la piel. Es el más leve.
b. Intramuscular: dentro de la parte protuberante del músculo subyacente. Puede
afectar a órganos internos.
c. Perióstico: cuando el golpe ha afectado a algún hueso. Es el hematoma más
doloroso.
d. Cavidades y serosas: Vías urinarias, digestivas, respiratorias, reproductor, etc.
e. Otros: Las hemorragias ocultas, son hemorragias internas de baja magnitud que
solo se pone en manifiesto por estudios bioquímicos que evidencias trazas de
sangre en el contenido intestinal o en orina, incapaces de alterar las propiedades
físicas habituales del medio en que se encuentra.
3. Según su etiología:
Rexis: solución de continuidad o rotura de un vaso (lesión por arma blanca por
ejemplo, se refiere a daño intencionado). Las lesiones más frecuentes que condicionan la
ruptura de un vaso son las lesiones traumáticas, necrosis, inflamaciones, procesos
degenerativos que disminuyen la resistencia de la pared (degeneración mixoidea en la
enfermedad de Erdheim, fibrosis y adelgazamiento de la pared en las venas ectásicas,
disminución del espesor de la pared arterial en aneurismas), alteraciones de la estructura
de la pared vascular como resultado de displasias. Las causas más frecuentes de la rotura
cardíaca son el infarto y las lesiones traumáticas.
- Se localiza en una zona en la que pone en peligro la vida del paciente: Sistema nervioso
central (SNC), cuello, pericardio o pulmon.
o Palidez cutánea
o Piel fría y perdidas de elasticidad
o Sudoración profusa
o Taquipnea
o Debilidad
o Polidipsia
o Pulso débil o filiforme
o Hipotensión
o Mareo, confusión y perdida de conocimiento
o Oliguria o anuria
Shock hipovolemico, los signos precoces de este son: pulso débil y rápido, palidez y
frialdad de piel y mucosas, además de hipoperfusión de órganos.
Daño renal
Daño cerebral
Gangrena de brazos o piernas, que algunas veces lleva a la amputación
Ataque cardíaco
Daño a otros órganos
Muerte
El shock circulatorio puede describirse como un fallo agudo del sistema circulatorio
para proporcionar un suministro sanguíneo adecuado a los tejidos periféricos y órganos
del cuerpo, lo cual provoca hipoxia tisular. Puede ocasionarse por una alteración de la
función cardíaca (shock cardiogénico), una disminución del volumen sanguíneo (shock
hipovolémico), vasodilatación excesiva y distribución anómala del flujo sanguíneo (shock
distributivo), y obstrucción del flujo sanguíneo a través del sistema circulatorio (shock
obstructivo).
El shock hipovolemico se caracteriza por un volumen sanguíneo disminuido, de tal
manera que hay un llenado inadecuado del compartimento vascular. Se presenta cuando
hay una pérdida aguda de 15-20% del volumen circulante, puede deberse a perdida de
sangre total, perdida de plasma, perdida de liquido extracelular
Las hemorragias, las deshidrataciones y las quemaduras son las causas más
frecuentes de este tipo de shock. Todas ellas producen una hipovolemia absoluta y como
respuesta, una reacción neuroendocrina acorde con la intensidad de la agresión. El
resultado de la reacción neuroendocrina es un aumento de las catecolaminas circulantes,
que implica inmediatamente un aumento de la frecuencia cardíaca y una vasoconstricción
periférica. Cuando la respuesta vasoconstrictora es exagerada, se produce el cierre del
capilar, la anoxia hística, la acumulación de CO2 en los tejidos y el desarrollo de una
acidosis metabólica por retención de detritus celulares. Ya estamos en shock clínico y los
trastornos hemodinámicos y metabólicos están en pleno desarrollo. El paciente puede
recuperarse con un tratamiento adecuado pero puede presentar complicaciones graves e
incluso la muerte.
o Todo shock tiene alteraciones del "gasto cardíaco", por tanto debemos pensar en
los medicamentos inotropos positivos en la mayoría de ellos.
Otros métodos que se pueden utilizar para manejar el shock y vigilar la respuesta al
tratamiento pueden ser:
Tratamiento de hemorragias
Objetivos:
- Detener la hemorragia.
- Reponer el volumen de líquidos y de sangre perdido.
- Evitar posibles complicaciones.
Mecánicos:
1. Compresión
a. Directa: es el método más práctico para detener la hemorragia externa, este
procedimiento se realiza protegiendo la herida con apósitos y ejerciendo presión con las
manos firmes y sostenidas, que hace que las paredes de los vasos sanguíneos se adhieran
e impidan el paso de la sangre, lo que ayuda mucho a la formación del coágulo.
2. Ligadura de vasos
Térmicos:
Químicos:
- Vasoconstricción.
- Esclerosis.
■ Preparation:
■ Triage:
CONTROL DE HEMORRAGIA
Sangrado
RESUSCITATION
Airway
La vía aérea debe estar protegida en todos los pacientes y asegurada cuando existe un
potencial de compromiso de la vía aérea. La maniobra de empujar la mandíbula o levantar
la barbilla puede ser suficiente como una intervención inicial. Si el paciente está
inconsciente y no tiene reflejo nauseoso, el establecimiento de una vía aérea orofaríngea
puede ser útil temporalmente. Se debe establecer una vía aérea definitiva (es decir,
intubación) si existe alguna duda sobre la capacidad del paciente para mantener la
integridad de la vía aérea. El control definitivo de la vía aérea en pacientes que tienen vías
respiratorias comprometidas debido a factores mecánicos, tienen problemas de
ventilación o están inconscientes se logra mediante la intubación endotraqueal. Este
procedimiento debe realizarse con una protección continua de la columna cervical. Una
vía aérea debe establecerse quirúrgicamente si la intubación está contraindicada o no
puede realizarse.
El control definitivo del sangrado es esencial junto con el reemplazo apropiado del
volumen intravascular. Se debe introducir un mínimo de dos catéteres intravenosos (IV)
de gran calibre. La velocidad máxima de administración del fluido está determinada por el
diámetro interno del catéter e inversamente por su longitud, no por el tamaño de la vena
en la que se coloca el catéter. Se prefiere el establecimiento del acceso IV periférico de la
extremidad superior. Se deben usar otras líneas periféricas, cortes y líneas venosas
centrales, según sea necesario, de acuerdo con el nivel de habilidad del clínico que cuida
al paciente. En el momento de la inserción intravenosa, debe extraerse sangre para
estudios hematológicos de tipo y de pruebas cruzadas y de referencia, incluida una prueba
de embarazo para todas las mujeres en edad fértil. Se deben obtener gases en la sangre y
/ o nivel de lactato para evaluar la presencia y el grado de choque. La reanimación de
volumen agresiva y continua no es un sustituto para el control definitivo de la hemorragia.
El control definitivo incluye cirugía, angioembolización y estabilización pélvica. Se debe
iniciar la terapia de líquidos por vía intravenosa con cristaloides. Puede requerirse un bolo
de 1 a 2 L de una solución isotónica para lograr una respuesta adecuada en el paciente
adulto. Todas las soluciones intravenosas se deben calentar, ya sea almacenándolas en un
ambiente cálido (es decir, de 37 ° C a 40 ° C o de 98.6 ° F a 104 ° F) o de dispositivos de
calentamiento de fluidos. El shock asociado con la lesión suele ser de origen hipovolémico.
Si el paciente no responde a la terapia con cristaloides inicial, se debe administrar una
transfusión de sangre. La hipotermia puede estar presente cuando llega el paciente, o
puede desarrollarse rápidamente en la sala de urgencias si el paciente está descubierto y
se somete a una administración rápida de líquidos a temperatura ambiente o sangre
refrigerada. La hipotermia es una complicación potencialmente letal en pacientes
lesionados, y se deben tomar medidas agresivas para prevenir la pérdida de calor corporal
y restaurar la temperatura corporal a la normalidad. La temperatura del área de
reanimación debe aumentarse para minimizar la pérdida de calor corporal. Se recomienda
el uso de un calentador de fluidos de alto flujo o un horno de microondas para calentar
fluidos cristaloides a 39 ° C (102.2 ° F). Sin embargo, los productos sanguíneos no deben
calentarse en un horno de microondas.
Otras medidas
Presion arterial
Oximetro de pulso
Gases arteriales
Electrocardiografia
Sonda vesical y nasogastrica
Examen Rayos X