Sie sind auf Seite 1von 9

Edad

Sabemos que es indispensable contar con al menos 60 años cumplidos para poder
tener derecho a la pensión.

En la ley del IMSS se considera dos tipos de pensiónes de acuerdo con la edad.

1. Pensión por Cesantía en Edad Avanzada si tu edad esta entre 60 y 64 años.

2. Pensión por Vejez si tu edad es de 65 años o más.

¿Cuál es la diferencia de una ú otra edad?

La ley del IMSS maneja un tabla donde se indican porcentajes. Aquí es importante
aclarar que en la mayoría de los casos conviene jubilarse a los 60 años aunque el
porcentaje es menor si se hace una proyección futura se podrá observar que son más
las mensualidades que se cobran a que si uno se espera hasta los 65 años. Son 120
mensualidades al 75% que en la suma es más dinero que si se espera a los 65 años
con una mensualidad al 100%.

60 años                 75% de la Pension del Seguro Social


61 años                 80% de la Pension del Seguro Social
62 años                 85% de la Pension del Seguro Social
63 años                 90% de la Pension del Seguro Social
64 años                 95% de la Pension del Seguro Social
65 años o más    100% de la Pension

Pension del Seguro Social IMSS

Es un prestación en dinero que el IMSS paga de forma mensual y de forma vitalicia,


hasta que sigas vivo, el IMSS tendrá que darte tu Pension cumpliendo ciertos
requisitos.

Los requistos indispensables son tener al menos 9 años y 7 meses cotizados ante el
IMSS, tener como mínimo 60 años cumplidos y quedar privado de trabajo
remunerado.

¿Qué otros elementos se utilizan para calcular mi Pension?

Análisis de la situación del Régimen de Jubilaciones y Pensiones de los


trabajadores del IMSS[1]

Antecedentes
El Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) forma parte del Contrato
Colectivo de Trabajo (CCT) que rige integralmente nuestra relación laboral y
que cualquier modificación significaría renunciar a derechos ya establecidos en
la Ley Federal del Trabajo. Por tal motivo, es un hecho pactado, emanado de las
luchas sindicales de los trabajadores a lo largo de más de 60 años, como
producto de los años de servicio a la Institución. Afirmar que resulta gravoso o
que es un régimen de excepción, es injusto, pues apenas resulta suficiente para
cubrir un período de la vida, en la que el trabajador se encuentra limitado
física e intelectualmente, conforme a las expectativas sociales y económicas
que prevalecen en la actualidad. En este mismo sentido, crear los fondos y
recursos necesarios para sostener el RJP es una responsabilidad del Estado y
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como patrón y que,
evidentemente, se ha incumplido, situación que coloca a la Institución en un
quebranto financiero y que se quiere adjudicar a los trabajadores. Pero
también es importante mencionar la política de reformas instrumentadas
paulatinamente a la Seguridad Social, que ha introducido cambios en su
operación y servicio, provocando, en consecuencia, desmantelamiento y
desfinanciamiento progresivo para otorgar la atención a la salud pero, además,
el incumplimiento en los derechos laborales y sindicales hacia la base
trabajadora, pactados laboralmente con la organización sindical. Cabe
mencionar que las Reformas a la Ley del IMSS en 1995, con la incorporación
del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) y la de 1997, con la llegada de las
Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), son un punto definitorio en
la modificación del sistema de financiamiento y pensionario, no sólo para los
trabajadores del propio Instituto, sino, incluso, para todos los trabajadores
del país, y que en la actualidad se prepara ya una tercera reforma que aniquile
finalmente todo derecho adquirido contractual y socialmente, de beneficio a
los trabajadores en general. De ahí el interés que tienen actualmente las
autoridades del IMSS y del Gobierno Federal, en que el Sindicato realice una
reforma y “modernización” al actual RJP que se tiene pactado conforme a lo
establecido en el CCT, y que resulta una carga financiera, argumentan las
autoridades, por lo tanto, es insostenible debido a la gran postración económica
que presenta el pasivo laboral del Instituto, en consecuencia, su modificación
es irreductible. Por eso, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) ha pactado
aceptar, ilegalmente y en contra de la base trabajadora, las modificaciones que
exige el Instituto, que deben de ser aplicadas a los trabajadores activos,
pensionados y a los de nuevo ingreso, a partir de la fecha en que se firme el
convenio, es decir, el 1º de abril del 2004. Es importante mencionar que fue un
acuerdo del LXII Congreso Nacional Ordinario realizar modificaciones al RJP
y, además, informar oportunamente al conjunto de los trabajadores, para
analizar, discutir y realizar las propuestas que consideraran pertinentes, si
fuera el caso, y en beneficio a los derechos pactados; jamás se cumplió con ese
acuerdo de la máxima autoridad del Sindicato, cometiendo una violación a los
estatutos de la organización sindical y comprometiendo los derechos de los
trabajadores en contubernios con Santiago Levy, situación que provocó un gran
descontento en los compañeros, por la política entreguista de Vega Galina,
quien mediante un convenio ilegal e ilegítimo pretende aprobar una reforma
estructural que avance hacia la privatización de los servicios de salud a la clase
trabajadora.

La ofensiva patronal en contra del Contrato Colectivo de Trabajo y del Régimen


de Jubilaciones y Pensiones

El esquema que se pretende aplicar consiste en realizar las modificaciones a las


aportaciones que hacemos los trabajadores al RJP, que son del 3%,
incrementándoles a los activos el 6% en el primer año y un punto porcentual
anual hasta completar el 15%; y a los pensionados se les aplicará un aumento
progresivo del 1% hasta completar el 25%, con ello se disminuiría en un 44%
sus percepciones durante 22 años, que se calcula como expectativa de
sobrevida; además, se quiere reducir el aguinaldo del 25% del monto total de la
pensión que se percibe actualmente, hasta el 7%, lo que significa una reducción
aproximada del 60 por ciento. Actualmente la pensión se obtiene a los 27 años
de servicio, en el caso de las mujeres, y a los 28 para los hombres. Por cesantía
o vejez se da a los 60 años, con un mínimo de 10 de servicio; la modificación que
se pretende para los nuevos trabajadores establece 35 años de servicio o 60 y
65 años de edad, para mujeres y hombres, respectivamente, y un mínimo de 20
años de servicio. Las aportaciones de los trabajadores estarían en cuentas
individuales, o sea en Afores, expuestas a la especulación financiera, tal y como
se realiza actualmente, cobrando comisiones del 25 por ciento. Si se quieren
jubilar conforme al régimen actual, deberán contar con 55 años de edad y su
jubilación se considerará como retiro voluntario, esto reducirá su ingreso
proporcionalmente a los años que le hayan faltado para los 60 y 65 años. Con
esto se modifica el inciso b), del artículo 4º, del RJP, pues al jubilarse el
trabajador, su cuantía ya no se calculará sobre la base del último salario
devengado, sino proporcionalmente a los salarios que haya recibido en las
diferentes categorías; se modifica también el artículo 5º, del RJP, con relación
a las prestaciones recibidas conforme al CCT: ayuda de renta, antigüedad,
etcétera.

La organización de los trabajadores por la defensa del Contrato Colectivo de


Trabajo y el Régimen de Jubilaciones y Pensiones

Desde hace más de una década los trabajadores del IMSS hemos hecho una
defensa férrea y organizada por los derechos adquiridos en el CCT, con la
movilización en la calle y la organización en los centros de trabajo, para
enfrentar la política de la cúpula sindical y la defensa de la Seguridad Social,
que a toda costa los gobiernos en turno intentan entregar al capital financiero,
y cortar de tajo un derecho constitucional para todos los trabajadores del
país. Por eso, dentro de la política social de Vicente Fox, que es promover
diversas reformas en áreas estratégicas del país, como la industria energética,
petrolera, económica, laboral, etc., todo esto acorde a los dictados del
imperialismo mundial, a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del
Banco Mundial (BM); y se pretende liquidar el derecho a la Seguridad Social de
todos los trabajadores del país e impulsar una campaña para recortar el
presupuesto a los servicios de salud, flexibilización laboral y erradicar los
contratos colectivos, imponer un trato discriminatorio y clasista, para detener
la lucha y organización de los trabajadores. El reciente proceso de la revisión
contractual en el IMSS, octubre del 2003, para los más de 370,000
trabajadores, fue un momento decisivo para acumular fuerzas y resistir la
embestida esperada por parte del patrón y del Gobierno Federal y salir a la
calle a manifestarnos masivamente en la Megamarcha, que fue un dique de
contención para frenar, en ese momento, el intento de modificar el RJP y
posponer su revisión en el mes de marzo del presente año. Hoy, los
trabajadores estamos preocupados y decididos a realizar la defensa de
nuestros derechos por encima de los intereses intersindicales que se
pretenden interponer, para desviar nuestra atención en luchar por objetivos
colectivos y contractuales y facilitarle al Gobierno los intentos para imponer la
culminación de la privatización en la Seguridad Social. Detener esta escalada
en contra de los trabajadores, del CCT, los Estatutos y el RJP, sólo será
posible con la incorporación en la lucha sindical de todos los agremiados y con
la más amplia unidad en la movilización, desde la base hacia las instancias de
dirección del sindicato y construir una real y genuina vida sindical en la toma de
decisiones. En esta nueva etapa del movimiento, es importante analizar los
nuevos escenarios en la lucha por la defensa de los derechos establecidos,
identificando la firmeza de los trabajadores, que golpeó contundentemente la
credibilidad y autoridad de Vega ante las autoridades del Instituto o,
finalmente, la culminación de la traición a toda la base trabajadora. De ahí la
importancia de cerrar filas ante la posibilidad de desviar los objetivos
planteados para la defensa del RJP y del CCT, así como de asumir responsable
y comprometidamente los acuerdos que emanen de la Asamblea Nacional del
Frente Nacional Único, por encima de los intereses de corrientes de opinión o
de agrupamiento, para evitar el riesgo de la derrota y el retroceso en la
reivindicación de los derechos adquiridos en la lucha sindical del conjunto de
los trabajadores. Hoy más que nunca, se requiere madurez, discusión y análisis
conjunto, para derrotar la política sindical traidora y de entreguismo que
impulsa el CEN en contra de nuestra organización sindical, en santa alianza con
las cúpulas sindicales (UNT) que de esta manera continúan controlando y
manipulando los derechos sindicales de las bases trabajadoras, pactando
negociaciones contrarias a los intereses contractuales, a favor de los patrones,
empresarios y Gobierno Federal. Los trabajadores del IMSS celebramos
nuestro XXIII Congreso Extraordinario en los marcos de la violación del
Estado de Derecho, con la vigilancia de la Policía Federal Preventiva (PFP) y de
la Agencia Federal de Investigación (AFI), hecho que es atentatorio a la
independencia, libertad y autonomía de la vida sindical, solicitud realizada
expresamente por el Secretario General, Dr. Roberto Vega Galina, acto que fue
intimidatorio para que los delegados congresistas apoyaran la propuesta de
aceptar la Reforma del RJP, además de poner en riesgo la seguridad misma del
desarrollo de los trabajos del Congreso. De esta manera, Vega Galina y su
camarilla querían imponer acuerdos contrarios a la decisión legítima de los
370,000 trabajadores del IMSS, y poder realizar sin ningún temor las
maniobras y cochupos extracongreso, con los delegados afines a su política de
desprecio y traición a la base trabajadora que lo eligió como su representante,
pasando por alto la norma estatutaria, el CCT y la Legislación Laboral. Es
importante dar a conocer a la base del Sindicato y a los trabajadores del país,
que la propuesta presentada ilegalmente por el CEN de modificar el RJP, al
IMSS, fue rechazada por la mayoría de los congresistas y, por lo tanto, los
resolutivos del Congreso deben ser respetados y asumidos por Roberto Vega
Galina. Rechazamos rotundamente todo tipo de maniobras o negociaciones
sobre los resolutivos del XXIII Congreso Nacional Extraordinario, que aunque
no satisfacen totalmente las demandas de los trabajadores, deben ser
respetados para evitar la intromisión de elementos que transgredan la voluntad
del máximo órgano de dirección del Sindicato, y que es ilegal cualquier intento
de negociación o instalación de mesa de negociación con las autoridades del
IMSS, ya que no existe ningún acuerdo del Congreso que autorice al Secretario
General para que acepte modificación alguna, y de ser así, estaría cometiendo
no sólo una flagrante violación estatutaria sino, además, a la Legislación Laboral
vigente. Reprobamos cualquier tipo de represión o amenazas para todos los
trabajadores que nos manifestamos por la defensa de nuestros derechos
laborales y hacemos responsables a las autoridades del Instituto y al mismo
Secretario General de cualquier agresión en contra de los compañeros. Por eso
se requiere fortalecer el movimiento, para enfrentar unitariamente la política
de Estado y la embestida orquestada, tanto de las cúpulas empresariales, como
del propio Carlos Abascal Carranza, Secretario de Trabajo y Previsión Social;
de Santiago Levy, quien le exige a Vega Galina cumpla su palabra empeñada de
aceptar el paquete completo de las modificaciones al RJP, previamente
acordado y firmado, por ambos, ante la Junta Federal de Conciliación y
Arbitraje. Santiago Levy rechaza rotundamente la propuesta presentada por el
Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social
(SNTSS), y lo amenaza de que acepte una mesa de negociaciones para imponer
su proyecto de reforma completo o, de lo contrario, chantajistamente,
depositará el CCT ante la Junta y declarará al IMSS en insolvencia económica.
Ante tales hechos, es importante estar alertas y organizados, para detener
oportunamente un albazo por parte de Vega Galina, y que posteriormente, para
salvar su pellejo, intente presentar su renuncia, provocando de esta manera un
conflicto intersindical, generando confusión en la base trabajadora,
aprovechando Levy el campo fértil abonado por el espurio Secretario General y
perpetrar la traición largamente anunciada. Se requiere enarbolar con firmeza
las banderas de lucha, colocando en el centro la férrea y decidida defensa del
RJP y la Seguridad Social, llamar a sumarse a la clase trabajadora del país, los
campesinos, los pueblos indios, empleados, amas de casa, estudiantes y pueblo
en general, a formar un gran Frente, y luchar coordinadamente contra la
política económica estructural del gobierno foxista, que sólo beneficia a las
oligarquías financieras nacionales y extranjeras, de entrega incondicional de la
riqueza nacional y la explotación del país. Actualmente se está propiciando el
clima necesario para imponer sin piedad ni escrúpulo todos los cambios que
convengan a la clase política y empresarial, se intenta eliminar de un plumazo
derechos consagrados en la Carta Magna, la Ley Federal del Trabajo y los
contratos colectivos de trabajo, porque son un obstáculo a las reformas
estructurales; es por ello que el intervencionismo de Abascal Carranza, el
autoritarismo de Levy y la posible sumisión de Vega Galina –la sagrada familia–,
están empeñados en modificarlos a toda costa y a como dé lugar. Convocamos a
todos los trabajadores activos, jubilados y pensionados a oponernos
rotundamente a cualquier intento de imponer modificaciones contrarias a las
establecidas en el CCT y a organizar la resistencia unitaria en los centros de
trabajo, con un plan de acción conjunto, e impulsar la lucha contra el enemigo
común, con objetivos claros y contundentes, orientando el trabajo de
organización en la base trabajadora. Sólo con la fuerza organizada de los
trabajadores será posible derrumbar tan nefastas modificaciones, que lo único
que provocarán son profundizar la crisis, no sólo económica, sino también
política y social en el país, por eso la perspectiva de lucha del Frente Único
Nacional de Trabajadores Activos, Jubilados y Pensionados por la Defensa del
RJP, la Seguridad Social Integral y Constitucional, debe de rebasar los límites
de la lucha por los espacios de poder en el Sindicato y centrar su atención en
defender los derechos laborales, sociales y políticos, no sólo de los propios
trabajadores del IMSS, sino del conjunto de la clase trabajadora de todo el
país, para lo cual es necesario establecer compromisos y acuerdos políticos con
nuestros aliados de clase: los trabajadores de todo el país.

........................................

[1]
Balderrama Juan Cuéllar , Oliva Ofelia y Reyes Francisco. Miembros del
Movimiento de los Trabajadores del IMSS en Defensa de la Salud del
Pueblo de México. http://www.uom.edu.mx/trabajadores/41imss.htm

Das könnte Ihnen auch gefallen