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Octubre de 2010

Propuesta Defensor Universitario

La institución del Ombudsman se funde en la cultura escandinava con los principios


democratizadores que, luego de la Guerra Finlandesa derivaron en una sustancial
modificación del Instrumento de Gobierno significando el fin de la Monarquía Absoluta
y su reemplazo por una estructura que, si bien tradicional, incorporó la separación de
poderes1.
La introducción de los ideales de Montesquieu en el Regeringform de 1809, hizo
transitar al Procurador Supremo (Hógste Ombudsmannen), desde ser una institución real
y sin independencia del Gobierno para proteger a los ciudadanos, hasta llegar a
constituirse en un guardián de los derechos generales e individuales, controlando tanto
al Rey y su consejo, como a los jueces y funcionarios de la administración como
mandatario, ya no real, sino parlamentario: Nacía así el Justitieombudsman del
Riksdag2.
Esta particular forma de control del parlamento sobre los demás poderes estaba
destinada a expandirse en toda Escandinavia, por lo que a mediados del siglo XX todos
los paises nordicos tendría incorporada -aunque con diferencias a veces significativas-
la figura de este Defensor del Pueblo, así en Finlandia el Eduskunnan Oikeussiamies
(1919), el Ombudsmand Danés (1946) y, finalmente, el Stortingets Ombudsmann
Noruego (1952)3.
1
NILSON, Per-Erik; “El Ombudsman Defensor del Pueblo ¿o qué?”, en “La defensoría de los derechos
universitarios de la UNAM y la institución del ombudsman en Suecia”; Instituto de Investigaciones
Jurídicas Unam, Mexico, 1986; p.10.
2

RAIREN G., Víctor; “Normas y notas soble el Ombudsman de Suecia”, en Revista de Estudios Políticos,
N° 21, 1981; p.128.
Disponible en: [http://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/3/REPNE_021_125.pdf]
3

BENAVENTE U., Andrés y OSORIO J., Claudio; Informe Político “El Ombudsman en una perspectiva
comparada”, Libertad y Desarrollo (1991); pp. 6, 8, 10.
Disponible en:[http://www.lyd.com/lyd/centro_doc/documents/sip-13-el%20ombudsman%20en%20una
%20perspectiva%20comparada-cosorio%20y%20abenavente-junio1991.pdf]

1
Sin embargo esta expansión regional no tiene mayor relevancia que la propia del
nacimiento de ésta institución pues sería recién en una década más tarde de la completa
adopción nordica que esta defensoría se extendería fuera de aquella región al instaurarse
el Wehrbeauftragte des Bundestages (1956) en Alemania Federal y el Parliamentary
Commissioner Ombudsman (1962) en Nueva Zelandia, comunicando ésta institución de
garantía a mundo europeo continental y al anglosajón que, habiendo vencido en la
Segunda Guerra Mundial, ya empezaba a sentar las bases de un nuevo orden mundial.
Esto explica que a partir de ese momento la propagación de ésta institución avanzara
mucho más rápido que en los 153 años anteriores, así en los 28 siguientes la que naciera
como institución propia y tradicional sueca se instalaría aun en sistemas jurídicos muy
diversos llegando a los cinco continentes.
La difusión de ésta institución nórdica no sólo abarcó el ámbito territorial, sino que se
fue especializando llegando a constituirse defensorías especializadas atendiendo a la
vulnerabilidad de segmentos específicos de la sociedad. Así llegan a constituirse las
defensorías universitarias, que en el sistema universitario iberoamericano datan desde la
década de 1980, siendo México y España los países precursores; alcanzando tal
desarrollo en ésta última que desde haber nacido como una emanación del principio de
de autonomía de las univesidades, pasó a ser una institución propia de ellas por mandato
de la Ley Orgánica de Universidades que en su Disposición Adicional Décimo Cuarta
señala:

“las Universidades establecerán en su estructura organizativa la figura del


Defensor Universitario”

Esta institución, traída a la organización universitaria, tiene su razón de ser toda vez que
los miembros de la comunidad estudiantil, en tanto personas humanas son -conforme a
la Declaración Universal de Derechos Humanos- iguales en dignidad y derechos y su
condición de estudiantes y su sujeción a la legislación universitaria originada en un
contrato no implica hacer distinción alguna en cuanto a su dignidad humana y a los
derechos y garantías que emanan de ésta y son reconocidos por los tratados
internacionales.

2
Forman estos tratados parte del continente constitucional que nuestro ordenamiento
jurídico reconoce, sin que integren formalmente la Constitución Política. A esta norma
principal de nuestro ordenamiento, deben sujetarse las demás normas legales de rango
inferior, vinculando las disposiciones constitucionales a toda persona en virtud de lo
dispuesto por el inciso 2° del artículo 6° de la Constitución Política.

De ahí que la normativa universitaria -y la relación entre universidad y estudiantes-


debe hacerse eco de los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana,
garantizados por la Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados
por Chile y que se encuentren vigentes.

Reconociendo esta dimensión de la supremacía constitucional, el Artículo Quinto de los


Estatutos de la Universidad Diego Portales, reconoce y somete su actuar a los principios
de dignidad, libertad e igualdad de las personas, reconocimiento a partir del cual
diversas normas de la Universidad Diego Portales introducen una regulación que
permite el ejercicio de estos derechos y franquea los medios para cautelarlos.

Esta regulación universitaria tiene correlato en la Federación de Estudiantes de la


Universidad Diego Portales, en tanto ésta y sus órganos reciben directo mandato para
asumir la defensa de los derechos de los estudiantes y el Capítulo VII, al tratar de los
derechos y deberes de los estudiantes, replica el reconocimiento de los derechos que
emanan de la naturaleza humana.

Actualizando este mandato -tanto constitucional, reglamentario como estatutario- y


asumiendo el rol que todas las organizaciones tienen en aportar a la solidez del sistema
internacional de derechos humanos, Opción Portaleana -en tanto organización político-
gremial portaleana- tiene a bien, proponer la creación del Defensor Universitario,
adelantándose a la recepción en Chile de ésta especie de Ombudsman, institución
tradicional del derecho universitario español que se ha ido incorporando a las
universidades de Iberoamérica, lo que es a la vez un tremendo desafío y una urgente
necesidad del sistema educacional.

3
Concurrimos de ésta manera a sostener, junto con los firmantes de la Declaración de la
Granja (2007)4, que la Defensoría Universitaria es “elemento de mejora de la cultura de
la responsabilidad y de la confianza entre los miembros de la comunidad universitaria,
así como su posición independiente y no ejecutiva erige al Defensor Universitaria en
factor decisivo para mejorar no sólo la institución universitaria si no también el
binomio autonomía universitaria-rendición de cuentas a la sociedad”.
Es por ello que proponemos a Usted la creación de la Defensoría Universitaria a fin de
que la Universidad Diego Portales cuente con una institución que se aboque
principalmente a:

 Defender los derechos de los miembros de la comunidad universitaria


armonizando los diferentes intereses y mediando entre las partes;
 Fomentar y promover la cultura de la Ética en el ámbito universitario;
 Promover e incentivar con sus actuaciones nuevas regulaciones, que faciliten y
mejoren el ámbito de relaciones y convivencia universitarias;
 Mejorar las diferentes normativas propias de las que se han dotado las
universidades en uso de su autonomía; y
 Contribuir a la mejora tanto de la gestión institucional, como de la calidad de la
Educación Superior en función de las resoluciones, informes, monografías y
memorias, evacuados por el Defensor o conjunto de Defensores y sometidos a
los respectivos órganos de gobierno.

Para el cumplimiento de tales fines proponemos que la institución de una Defensoría


Universitaria entre nosotros, siga el modelo de Salamanca o de la Universidad Nacional
Autónoma de México adaptándola a nuestro modelo de gobierno. En ese sentido,
estimamos que la Defensoría debe ser colegiada y que concurran a ella un académico y
un estudiante, siendo nombrados por Consejo Superior de entre una terna que presente,
por una parte el Consejo Académico y, por otra, la Federación de Estudiantes. El
desarrollo requiere que a su vez, tanto la Universidad, como la Federación de
Estudiantes, adopten las necesarias medidas reglamentarias y estatutarias, las que en
todo caso deberán propender hacia:
 Independencia: designación del (la) titular. Se garantiza con reglas claras.
4
Conferencia Estatal de Defensores Universitarios ∙ CEDU; La Granja de San Idelfonso (España), 2007.
Disponible en: [http://www.cedu.es/declaracion_de_la_granja.html]

4
 Procedimientos ágiles, gratuitos, flexibles, no formalistas.
 Respeto a la confidencialidad.
 Imparcialidad en el manejo de las investigaciones y en sus resoluciones.
 Transparencia y rendición de cuentas.
 Base: respeto a los derechos humanos.
 Promoción de una cultura cívica y de derechos humanos

Confiamos en que toda la Comunidad Universitaria compartirá con nosotros, que dotar
a la UDP de una institución como las que ya asiste en su quehacer a prestigiosas
universidades de todo el mundo, contribuirá a fortalecer nuestra orgánica institucional, a
hacer más eficientes y eficaces nuestras políticas y procedimientos, permitiendo que los
órganos y personas de nuestra institución puedan desarrollar los quehaceres que le son
propios, viendo de tal manera aumentada la calidad institucional y, situándonos a la vez,
a la cabeza de las instituciones de Educación Superior Chilenas tanto en el modelo de
gobierno como en el respeto y promoción de los derechos fundamentales de la persona
humana.

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