Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
RAIREN G., Víctor; “Normas y notas soble el Ombudsman de Suecia”, en Revista de Estudios Políticos,
N° 21, 1981; p.128.
Disponible en: [http://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/3/REPNE_021_125.pdf]
3
BENAVENTE U., Andrés y OSORIO J., Claudio; Informe Político “El Ombudsman en una perspectiva
comparada”, Libertad y Desarrollo (1991); pp. 6, 8, 10.
Disponible en:[http://www.lyd.com/lyd/centro_doc/documents/sip-13-el%20ombudsman%20en%20una
%20perspectiva%20comparada-cosorio%20y%20abenavente-junio1991.pdf]
1
Sin embargo esta expansión regional no tiene mayor relevancia que la propia del
nacimiento de ésta institución pues sería recién en una década más tarde de la completa
adopción nordica que esta defensoría se extendería fuera de aquella región al instaurarse
el Wehrbeauftragte des Bundestages (1956) en Alemania Federal y el Parliamentary
Commissioner Ombudsman (1962) en Nueva Zelandia, comunicando ésta institución de
garantía a mundo europeo continental y al anglosajón que, habiendo vencido en la
Segunda Guerra Mundial, ya empezaba a sentar las bases de un nuevo orden mundial.
Esto explica que a partir de ese momento la propagación de ésta institución avanzara
mucho más rápido que en los 153 años anteriores, así en los 28 siguientes la que naciera
como institución propia y tradicional sueca se instalaría aun en sistemas jurídicos muy
diversos llegando a los cinco continentes.
La difusión de ésta institución nórdica no sólo abarcó el ámbito territorial, sino que se
fue especializando llegando a constituirse defensorías especializadas atendiendo a la
vulnerabilidad de segmentos específicos de la sociedad. Así llegan a constituirse las
defensorías universitarias, que en el sistema universitario iberoamericano datan desde la
década de 1980, siendo México y España los países precursores; alcanzando tal
desarrollo en ésta última que desde haber nacido como una emanación del principio de
de autonomía de las univesidades, pasó a ser una institución propia de ellas por mandato
de la Ley Orgánica de Universidades que en su Disposición Adicional Décimo Cuarta
señala:
Esta institución, traída a la organización universitaria, tiene su razón de ser toda vez que
los miembros de la comunidad estudiantil, en tanto personas humanas son -conforme a
la Declaración Universal de Derechos Humanos- iguales en dignidad y derechos y su
condición de estudiantes y su sujeción a la legislación universitaria originada en un
contrato no implica hacer distinción alguna en cuanto a su dignidad humana y a los
derechos y garantías que emanan de ésta y son reconocidos por los tratados
internacionales.
2
Forman estos tratados parte del continente constitucional que nuestro ordenamiento
jurídico reconoce, sin que integren formalmente la Constitución Política. A esta norma
principal de nuestro ordenamiento, deben sujetarse las demás normas legales de rango
inferior, vinculando las disposiciones constitucionales a toda persona en virtud de lo
dispuesto por el inciso 2° del artículo 6° de la Constitución Política.
3
Concurrimos de ésta manera a sostener, junto con los firmantes de la Declaración de la
Granja (2007)4, que la Defensoría Universitaria es “elemento de mejora de la cultura de
la responsabilidad y de la confianza entre los miembros de la comunidad universitaria,
así como su posición independiente y no ejecutiva erige al Defensor Universitaria en
factor decisivo para mejorar no sólo la institución universitaria si no también el
binomio autonomía universitaria-rendición de cuentas a la sociedad”.
Es por ello que proponemos a Usted la creación de la Defensoría Universitaria a fin de
que la Universidad Diego Portales cuente con una institución que se aboque
principalmente a:
4
Procedimientos ágiles, gratuitos, flexibles, no formalistas.
Respeto a la confidencialidad.
Imparcialidad en el manejo de las investigaciones y en sus resoluciones.
Transparencia y rendición de cuentas.
Base: respeto a los derechos humanos.
Promoción de una cultura cívica y de derechos humanos
Confiamos en que toda la Comunidad Universitaria compartirá con nosotros, que dotar
a la UDP de una institución como las que ya asiste en su quehacer a prestigiosas
universidades de todo el mundo, contribuirá a fortalecer nuestra orgánica institucional, a
hacer más eficientes y eficaces nuestras políticas y procedimientos, permitiendo que los
órganos y personas de nuestra institución puedan desarrollar los quehaceres que le son
propios, viendo de tal manera aumentada la calidad institucional y, situándonos a la vez,
a la cabeza de las instituciones de Educación Superior Chilenas tanto en el modelo de
gobierno como en el respeto y promoción de los derechos fundamentales de la persona
humana.