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PHILIP K. DICK

ENSAYOS COMPLETOS
Traducción y diseño de portada: Nicolás Valencia

2016

No poseo derechos de autor alguno. Publicación sin fines de lucro.


Viva Dick; viva Marx. Muerte al capital
Una conspiración eterna
Considerado ―el paranoico de los paranoicos‖ y ―el Shakespeare en anfetas de Estados Unidos‖, el
autor norteamericano llevó a la ciencia ficción a la ligas mayores y, de paso, redefinió por completo
el significado de la voz ―paranoia‖.

―Mi fantasía era la siguiente: iba al estudio donde estaban rodando Blade Runner y me presentaban
a Ridley Scott y a Harrison Ford. Yo me sorprendía tanto que no alcanzaría a decirles nada cuando
me saludasen y me diesen la mano. Después me dejarían ver el rodaje de una escena. Y cuando
Harrison Ford dijese algo así como ‗Tira esa pistola de rayos o sos androide muerto‘, atravesaría
con un salto de gacela el estudio lleno de efectos especiales para agarrarlo del cuello y comenzar a
golpear su cabeza contra la pared, al grito de ‗Han destrozado mi libro‘.‖ Philip K. Dick (19281982)
relató así, en la última entrevista antes de su muerte, las reservas que tenía sobre su incipiente
relación con Hollywood, una industria que hoy parece haberlo adoptado decididamente. No en vano
el autor de los clásicos de ciencia ficción que mejor han envejecido ha sido considerado ―el
paranoico de los paranoicos‖.

Una prolífica obra que comenzó a escribir en la década del cincuenta encontró su mejor forma en
los sesenta y alcanzó una extraño formato iluminado y vanguardista durante la década del setenta
caracterizan a Dick, que recién ingresó al radar de Hollywood cuando su novela ¿Sueñan los
androides con ovejas eléctricas? (1968) devino en largometraje. De los resultados del film, Blade
Runner (Riddley Scott 1982), nunca pudo saberse su opinión final, ya que falleció de un ataque al
corazón tres meses antes del estreno. Desde entonces y hasta ahora, y especialmente en la última
década, es posible poner su nombre al lado de films que han ido delineando el inconsciente
paranoico del espectador de cine de los noventa. No sólo por adaptaciones oficiales como El
vengador del futuro (1990) o la menor y fallida El impostor (2002 protagonizada por Gary Sinise y
Madeleine Stowe), u homenajes reconocidos como los de Darren Aranofsky en Pi (1998) o Richard
Linklater en Waking Life (2001), sino también por películas evidentemente ―dickianas‖ como The
Truman Show (1998) –cuya trama recuerda demasiado al pueblo prefabricado de su novela Time
out of Joint, de 1959– o incluso la megaparanoia de The Matrix (1999), que tiene una indudable
deuda con su mundo personal. Esto no se termina aquí: ya hay en producción al menos un par de
films, entre ellos uno en el que un policía debe arrestarse a sí mismo, producido por Soderberg y
George Clooney y que dirigirá Linklater. Todo parece indicar que el ―Shakespeare en anfetas de
Norteamérica‖ –tal como lo definió el diario inglés The Observer– es el autor ideal para un público
masivo educado por el fenómeno X-Files, otro gran invento paranoico deudor suyo.

―Vivimos en una sociedad cuya espuria realidad es construida por los medios, por los gobiernos y
por las grandes corporaciones. Somos bombardeados por seudorrealidades manufacturadas por
gente muy sofisticada utilizando mecanismos electrónicos sofisticados. Y no desconfío de sus
intereses. Desconfío de su poder‖, escribió Dick en el ensayo Cómo edificar un mundo que no se
caiga a pedazo en dos días, mucho tiempo antes de Mulder y Scully, de ―Los Expedientes X‖. ―Su
escritura está basada en la conspiración, pero sólo ahora, después de Watergate, el affaire Irán-
Contras y muchas otras conspiraciones gubernamentales, el gran público puede ver las cosas como
él las veía‖, explicó Aranofsky, el director de Pi. ―El primero y más evidente de los temas trenzados
en su obra se refiere a la división planteada entre la humanidad y todas las complejidades de sus
creaciones, una de las preocupaciones esenciales de todo escritor consecuente. Sin embargo, Dick
cambió la pregunta ‗¿qué es ser humano?‘ por la de ―¿cómo es no ser humano?‘‖, se lee en el
prólogo a los cinco tomos que compilan los cuentos completos del autor de los inquietantes
androides de Blade Runner. Y del tráfico de memorias que es la base de Total Recall (sobre la que
se basó El vengador del futuro)

Alguna vez Philip K. Dick confesó que el hecho de que, a comienzos de los años setenta, su mujer
Nancy lo hubiera dejado para huir con un militante de las Panteras Negras le abrió la puerta a los
diez años más interesantes de su vida. ―Antes de eso yo era un burgués, me estaba comprando una
casa, manejaba un Buick y usaba traje y corbata‖, le intentó explicar a John Boonstra, que le estaba
realizando la que sería la última entrevista de su vida para la revista The Twilight Zone. ―Y como
resultado de aquella sorpresa toqué fondo y terminé de patitas en la calle, con gente de la calle de
verdad.‖ Gente de verdad, sin embargo, es lo que nunca faltó en unas historias que han sido
descriptas como alimentadas tanto por un agudo trauma infantil producto de la muerte de una
hermana gemela como por la inmensa cantidad de drogas ingeridas para poder alcanzar sus fechas
de entrega.

Cuando llegó el momento de su muerte, Philip K. Dick llevaba publicadas 36 novelas y unos 130
cuentos, pero la mayoría de ellos dentro del circuito de la ciencia ficción y por lo tanto muy mal
pagos. Casado y divorciado cinco veces, con antecedentes de serios desvaríos y crisis paranoides,
era un escritor muchas veces frustrado, comparado con Kafka, Joyce e incluso Jorge Luis Borges
por la crítica francesa pero casi ignorado en su tierra, salvo por los elogios que derramaban sobre él
sus colegas de género, que lo consideraban como uno de los mejores del ramo. Y mucho más que
eso. ―Dentro de cincuenta o cien años, Dick será reconocido en retrospectiva como el mejor
novelista norteamericano de la segunda mitad del siglo veinte‖, escribió sin tapujos el británico
Norman Spinrad en el prólogo de una de sus novelas.

Nacido unas seis semanas prematuro durante el frío invierno de 1928 en Chicago, Philip Kendred
Dick tuvo una hermana gemela, llamada Jane, que nunca conoció ya que murió prácticamente en
brazos de su madre Dorothy. Un desidioso accidente con una mamadera vinculado a un serio caso
de desnutrición acabó con ella y casi sucede lo mismo con él, que sobrevivió para quedar
obsesionado con aquella historia de su doble perdido, una trama que puede rastrearse en casi todas
sus ficciones. Niño ansioso y enfermizo, plagado de problemas alimenticios y acechado por el asma,
Dick padeció vértigo y arritmia durante su adolescencia, y en su vida adulta sufrió tanto por la
agorafobia como por una dependencia hacia las anfetaminas que agudizaban su paranoia, pero le
permitían permanecer semanas enteras teclando frente a la máquina de escribir, luchando por una
subsistencia a base de 100 dólares por cuento y 1500 por novela en el submundo de la literatura más
popular de todas: la ciencia ficción. Ya durante esa época inicial terriblemente prolífica Dick tenía
propensión a escribir sobre androides destrozados en una banquina antes que de gigantescas
astronaves surcando el espacio.

―Vendí mi primera historia en 1951 y mi primer cuento fue publicado en 1952. En 1953 había trece
revistas de ciencia ficción en los Estados Unidos, y en junio de ese año tenía historias publicadas
simultáneamente en siete de ellas. Llegué a publicar treinta cuentos ese año‖, recordaba Dick, que
casi abandonó tanto el género como la escritura hacia 1959, por culpa del colapso de aquel prolífico
mercado. ―Me fui a hacer joyas con mi mujer, pero yo no tenía el talento que ella tenía. Y por eso
decidí encerrarme a escribir una novela con una máquina de escribir portátil usada que me costó
sesenta y cinco dólares y que tenía trabada la tecla ‗e‘‖, explicaba sobre la génesis de la que tal vez
sea su novela más famosa: El hombre en el castillo. Aquel regreso con éxito lo devolvió al género
justo para acompañar la revolución generada por una nueva generación de escritores, liderada por
británicos como James G. Ballard oBrian W. Aldiss. Durante los años setenta, sin embargo, Dick
intentó con suerte diversa alejarse del género guiado por alucinaciones místicas –en febrero del ‗74,
a los 46 años, llegó a confesar una epifanía que le duró dos meses llenos de alucinaciones y sueños
en estado de vigilia–, y cuando la suerte lo acercó a Hollywood recién estaba alejándose de ese
camino.

Lo que nunca faltó en las novelas de Dick son las historias. Muchas de ellas. Y múltiples. Una de
ellas es la que intentará contar Richard Linklater en el film que deberá rodar para Clooney y
Soderberg, basado en la novela A Scanner Darkly, de 1977, su período místico y oscuro,
precisamente el que homenajea Linklater en Waking Life. En ella, el lóbulo izquierdo y el derecho
de un policía de incógnito dejan de comunicarse entre sí y uno debe investigar y arrestar al otro.
―Dick es definitivamente un pensador posmoderno‖, opina el cineasta holandés Paul Verhoeven.
―Tiene una filosofía en la que existen dos verdades, lo que soñamos y lo que experimentamos como
realidad, y no hay interpretación que favorezca a ninguna de las dos. Eso es lo que yo quise explorar
en El vengador del futuro, ese sentimiento de que no podemos decir cuál de las dos es real.‖
Si bien hay un cierto consenso de que las mejores tramas dickianas llevadas al cine son las que no
están basadas en sus historias –como The Matrix o The Truman Show–, generalmente Blade
Runner es considerada como la película que mejor homenajea su obra. Algo con lo que, aunque
jamás alcanzó a verla completa, Dick finalmente llegó a estar de acuerdo. Pero no pensó lo mismo
cuando tuvo acceso al primer guión del film, al que odió por completo. Sólo recién cuando leyó la
reescritura de David W. Peoples y vio los efectos especiales de Douglas Trumbull, se convenció de
que representaba fielmente el mundo que había imaginado en su novela. Pero pensar que por eso su
relación con Hollywood hubiese sido mucho más sencilla de haber superado el infarto masivo que
le quitó la vida a tres meses del estreno de Blade Runner es olvidar quién era Dick.

Una de las últimas disputas de Dick con el estudio responsable de Blade Runner fue por la reedición
de la novela original en la que estaba basado el film. El estudio quería que reescribiese el guión bajo
forma de novela, mientras que él se negaba. Lo explicó así: ―Me proponían algo así como la versión
para escritores del infierno del Dante. Un lugar en el que estás condenado a hacer adaptaciones
infantiles de tus propias obras, al menos de las mejores, por toda la eternidad. El hecho de que
aceptar ese pacto significara para mí más dinero que el que había visto junto en toda mi vida no
hacía más que subrayar lo grotesco del asunto‖. No por nada se trataba del gran paranoide de la
mejor literatura de ciencia ficción. Un hombre que presentó en una de sus novelas a un personaje
llamado Philip K. Dick, un escritor al que un complot del gobierno condenaba a seguir firmando
obras aun cuando muriese antes de que se editasen todas. La paradoja Dick en acción.

Por Martín Pérez, 2002, Página 12, Espectáculos


Primera parte: escritos autobiográficos

Presentando al autor se publicó por primera vez (con una fotografía adjunta de Dick) en la portada
interior de Imagination: Stories of Science and Fantasy (febrero de 1953).

Material biográfico sobre Philip K. Dick (1968), fue aparentemente preparado para el uso de uno
de los editores de Dick. Se publica aquí por primera vez.

Autorretrato se publicó por primera vez, según Paul Williams, "a mediados o finales de 1968 para
una revista danesa o un fanzine editado por Jannick Storm". Apareció por primera vez en inglés en
el Boletín de la Sociedad Philip K. Dick (PKDS) (editado por Williams), n. ° 2, diciembre de 1983.

Notas en la madrugada de un fatigado escritor de CF, escrito en 1968, se publicó por primera vez
en Eternity Science Fiction, Old Series, núm. 1, julio de 1972. Fue reimpreso en el Boletín PKDS,
Nos. 22-23, diciembre 1989.

Los dos bocetos autobiográficos, cada uno titulado Material biográfico sobre Philip K. Dick y
escritos en 1972 y 1973, respectivamente, se publican aquí por primera vez. Recuerdos encontrados
en un proyecto de ley de un veterinario de animales pequeños apareció por primera vez en The Real
World, No. 5, febrero-marzo de 1976.

La corta y feliz vida de un escritor de CF apareció por primera vez en Scintillation, vol. 3, No. 3,
junio de 1976.

Extrañas memorias de la Muerte, escrita en 1979, apareció por primera vez en Interzone, verano de
1984, y fue republicada en la colección de cuentos y ensayos de Dick, I Hope I Shall Arrive Soon,
editada por Mark Hurst y Paul Williams.

Philip K. Dick sobre la Filosofía: Una breve entrevista ,se publicó por primera vez en Niekas, Nº
36, en 1988. La versión publicada aquí proviene de la transcripción escrita en poder de Dick Estate.
Presentando al autor (1953)

Una vez, cuando era muy joven, encontré una revista justo debajo de los libros de historietas
llamada Stirring Science Stories. La compré, finalmente, y la llevé a casa, leyéndolo en el camino.
Aquí había ideas, vitales e imaginativas. Hombres moviéndose a través del universo,
transformándose en partículas subatómicas, en el tiempo; no había límites. Una sociedad, un
ambiente dado era trascendido. La ciencia ficción era fáustica; llevaba a una persona más allá.

Tenía doce años, entonces. Pero vi en este momento lo mismo que veo ahora: un medio en el que el
juego completo de la imaginación humana puede operar, ordenado, por supuesto, por la razón y el
desarrollo constante. Con el paso de los años, la ciencia ficción ha crecido y ha madurado hacia una
mayor conciencia y responsabilidad social.

Me interesé en escribir ctf cuando lo vi pasar de la etapa de la del hombre con la pistola de rayos en
su estudio hacia la del hombre en varios tipos y complejidades de sociedades.

Disfruto escribiendo ctf; es esencialmente una comunicación entre mí y los demás interesados tanto
como yo en saber a dónde nos llevan las fuerzas actuales. Mi esposa y mi gato, Magnificat, están un
poco inquietos por mi preocupación por la CF. Como la mayoría de los lectores de ésta, tengo
archivos y montones de revistas, cajas de notas y datos, partes de historias sin terminar; un enorme
escritorio lleno de material relacionado en varias etapas. Los vecinos dicen que parece que "leo y
escribo mucho". Pero creo que veremos que nuestra devoción valdrá la pena. Todavía podemos
vivir para estar presentes cuando las bibliotecas públicas comiencen a contar con revistas de CF, y
algún día, quizás incluso las bibliotecas escolares.

- PHILIP K. DICK
Autorretrato (1968)

Chicago: Nací allí, el 16 de diciembre de 1928. Era una ciudad gélida, y el hogar de los gánsteres;
también era una ciudad real y me gustaba eso. Afortunadamente, sin embargo, mi madre y padre
nos trasladaron al Área de la Bahía en California, y me enteré de que el clima podría ser bueno,
podría ser amistoso en lugar de duro. Entonces, como la mayoría de las personas en California, no
nací aquí, sino que vine a la deriva (tenía alrededor de un año en ese momento).

¿Qué, de aquellos días, podría rememorarse como evidencia de que algún día sería un escritor? Mi
madre (que aún vive) escribía con la esperanza de tener éxito literario. Fracasó. Pero ella me enseñó
a admirar la escritura -mientras que mi padre vivía para ver partidos de futbol americano. Su
matrimonio no duró, y cuando yo tenía cinco años se separaron, mi padre se mudó a Reno, Nevada,
mi madre y yo, y mi abuelo, mi abuela y mi tía, nos quedamos en Berkeley, en una enorme y vieja
casa azul. Las canciones de vaquero eran lo que mas amaba en ese entonces. La música, de hecho,
ha jugado un papel importante a lo largo de mi vida. Pero en esos días, cuando tenía seis años,
vestía un traje de vaquero y escuchaba música de vaquero en la radio. Eso y los roles divertidos
eran todo mi mundo.

Es extraño pensar que un niño pueda crecer durante la Depresión y no saberlo. Nunca escuché la
palabra. Por supuesto, sabía que mi madre estaba en la ruina la mayor parte del tiempo, pero nunca
logré extrapolar nada de esto. Me pareció que la cualidad aburrida de la sociedad que me rodeaba -
las calles de la ciudad y sus casas- provenía del hecho de que todos los automóviles eran negros. El
tráfico avanzaba como un funeral grandioso y sin fin.

Pero teníamos nuestras diversiones. En el invierno de 1934, mi madre nos llevó a los dos a
Washington, DC. Esto me dio la oportunidad repentina de descubrir el verdadero mal tiempo. . . y
aun así lo disfrutamos. Tuvimos nuestros trineos en invierno y nuestros Flexies (trineos con ruedas)
en verano. En Washington, el verano es un horror más allá de lo que se dice. Creo que me
distorsionó la mente, deformado en una buena conjunción del hecho de que mi madre y yo no
teníamos dónde vivir. Nos quedamos con amigos. Año tras año. No me fue bien (¿a qué niño de
siete años le iría bien?) y entonces me enviaron a una escuela especializada en niños "perturbados".
Yo me encontraba perturbado en relación al hecho de que tenía miedo de comer. El internado no
podía manejarme porque pesaba menos cada mes, y nunca me vieron comer un frijol.

Mi carrera literaria, sin embargo, comenzó a surgir, en forma de poesía. Éste fue mi primer poema:

Vi un pajarito
posado en el árbol
Vi un pajarito
mirándome.
Entonces el gatito vio el pajarito y no hubo nada más que ver,
pues el gato se lo comió por la mañana.

Este poema fue recibido con entusiasmo en el Día de los Padres, y mi futuro estaba asegurado
(aunque, por supuesto, nadie lo sabía, no entonces, de todos modos). Luego siguió un largo período
en el que no hice nada en particular, excepto ir a la escuela, que odiaba, y juguetear con mi
colección de sellos (que aún tengo), además de otras actividades infantiles como bolitas, tarjetas
invertidas, boleros y cómics recién descubiertos, como Tip Top Comics, King Comics y Popular
Comics. Mi asignación de diez centavos cada semana se destinaba primero a las golosinas (obleas
Necco, barras de chocolate y pastillitas) y, después de eso, a Tip Top Comics. Los libros de cómics
eran despreciados por los adultos, quienes asumían y esperaban que, como medio literario, pronto
desaparecieran. No lo hiceron. Y luego estaba la espeluznante sección de los periódicos de Hearst,
que el domingo hablaba de momias que todavía estaban vivas en las cuevas, la desaparecida
Atlántida y el Mar de los Sargazos. The American Weekly, se le llamó a esta cuasirevista. Hoy la
descartaríamos como "pseudociencia", pero en aquellos días, mediados de los años treinta, era
bastante convincente. Soñaba con encontrar el Mar de los Sargazos y todos los barcos enredados allí,
sus cadáveres colgando sobre los rieles y sus arcas llenas de oro pirata. Ahora me doy cuenta de que
estaba condenado al fracaso por el simple hecho de que el Mar de los Sargazos no existía, o de
todos modos no capturó muchos barcos de oro españoles. Suficiente para los sueños de la infancia.

Alrededor de 1939, mi madre me llevó de regreso a Berkeley y comenzamos a tener gatos.


Vivíamos en las colinas de Berkeley, que en aquellos días eran en su mayoría lotes baldíos. Los
ratones se paseaban, y también los gatos. Empecé a pensar en los gatos como una parte necesaria de
la casa, una opinión que sostengo con más fuerza hoy (en este momento mi esposa y yo tenemos
dos, pero el varón, Willis, vale por al menos cinco gatos normales (Volveré a este asunto más tarde).

Y, casi al mismo tiempo, descubrí los libros de Oz. Era como una pequeña preocupación, mi
absoluta avidez por leer todos y cada uno de los libros de Oz. Los bibliotecarios altivamente me
decían que "no tenían material tan fantástico", y su razonamiento era que los libros de fantasía
llevaban a un niño a un mundo de sueños, lo cual le dificultaba adaptarse adecuadamente al mundo
"real". Pero mi interés en los libros de Oz fue, de hecho, el comienzo de mi amor por la fantasía y,
por extensión, la ciencia ficción.

Tenía doce años cuando leí mi primera revista CF: se llamaba Stirring Science Stories y publicó,
creo, cuatro números. El editor fue Don Wollheim, quien más tarde (1954) compró mi primera
novela -y muchas desde entonces. Me encontré con la revista por accidente; En realidad estaba
buscando la revista Ciencia Popular. Estaba muy sorprendido. ¿Cuentos sobre la ciencia?
Inmediatamente reconocí la magia que había encontrado en los primeros tiempos en los libros de
Oz, esta magia ahora acoplada no con varitas mágicas sino con ciencia, y ambientada en el futuro,
donde, como todos sabemos, la ciencia jugará un papel cada vez más y más en nuestras vidas. Tal
ha sucedido, pero yo no estoy muy feliz al respecto. En cualquier caso, mi punto de vista se
convirtió en 'la magia es igual a ciencia, y la ciencia (del futuro) es igual a la magia'. Todavía no he
perdido esa perspectiva, y nuestra idea entonces (tenía doce años, recuerda) de que la ciencia
demostraría jugar un papel fundamental en nuestras vidas, bueno, teníamos razón, para bien o para
mal. Yo, por mi parte, aposté a que la ciencia nos ayudaría. Todavía tengo que ver cómo nos pone
en peligro fundamentalmente, incluso con la bomba H al acecho. La ciencia ha dado más vidas de
las que se ha llevado; debemos recordar eso.

En la escuela secundaria conseguí trabajo en una tienda de discos y radio, barriendo y limpiando,
pero nunca, oh nunca, hablando con los clientes. Ahora, aquí, mi antiguo amor por la música salió a
la superficie y comencé a estudiar y comprender grandes áreas del mapa de la música; a los catorce
años podía reconocer prácticamente cualquier sinfonía u ópera, identificar cualquier melodía clásica
tarareada o silbada que me silbaran. Y, a así, fui ascendido a Empleado de Discos, Primera Clase.
La música y los discos fonográficos se convirtieron en mi vida; planeé hacerlo todo mi futuro.
Avanzaría en la escalera, paso a paso, y eventualmente manejaría una tienda de discos hasta
finalmente ser el dueño de una. Me olvidé de la CF; de hecho, ya no la leía. ¡Como la serie de radio
Jack Armstrong, el Chico All-American! La CF cayó tomó su lugar como un interés de la infancia.
Pero todavía me gustaba escribir, así que escribía pequeños fragmentos literarios que esperaba
venderle a The New Yorker (nunca lo hice). Mientras tanto, me atiborré de clásicos modernos de la
literatura: Proust y Pound, Kafka y Dos Passos, Pascal, pero ahora nos estamos metiendo en la
literatura más antigua, y mi lista podría continuar para siempre.

Digamos simplemente que obtuve un conocimiento práctico de la literatura desde El Anabasis a


Ulises. No me eduqué en CF, sino en textos serios y reconocidos de autores de todo el mundo.
Volví a la CF, y finalmente a escribir CF, de una manera extraña. Anthony Boucher, la persona más
amada e igualmente importante en la SCF, tenía un programa de música vocal en una estación de
radio local, y debido a mi interés en la música clásica, escuché el programa. Pude conocerlo -vino a
la tienda de discos en la que trabajaba-, y tuvimos una larga charla. Descubrí que una persona podía
no solo ser madura, sino también madura y educada, y aún disfrutar de la CF.

Tony Boucher había entrado en mi vida, y al hacerlo, había determinado la totalidad de su dirección
básica. Tony tenía un taller semanal de escritura en su casa, que en su casa, al cual yo decidí ir, y
Tony leyó diligentemente mis dolorosos primeros esfuerzos. A las de no-ficción no respondió, pero
para mi sorpresa, parecía bastante cautivado por una breve fantasía que yo había escrito; parecía
pesarla en términos de valor económico. Esto me llevó a escribir más y más historias de fantasía, y
luego CF. En octubre de 1951, cuando tenía veintiún años [Dick se equivoca aquí; tenía veintidós
años), vendí mi primera historia: una pequeña fantasía para F & SF, la revista que Tony Boucher
editó. Empecé a enviar cuentos a otras revistas de ciencia ficción, y he aquí, Planet Stories compró
una historia mía. En un arranque de inspiración fáustica, dejé mi trabajo en la tienda de discos,
olvidé mi carrera en ella y comencé a escribir todo el tiempo (cómo lo hice, todavía no lo sé,
trabajaba hasta las cuatro cada mañana). Un mes después de dejar mi trabajo, hice una venta a
Astounding (ahora llamado Analog) y Galaxy. Pagaron muy bien, y supe que nunca dejaría de tratar
de construir mi vida en torno a una carrera de ciencia ficción.

En 1953 vendí cuentos a quince revistas diferentes; en un mes, Junio, tuve cuentos en siete revistas
en las gradas a la vez. Escribía un cuento tras otros, y todos fueron comprados. Y sin embargo, con
solo algunas excepciones, estos cuentos eran todos de segunda categoría. Los estándares eran bajos
a principios de los años 50. No sabía muchas habilidades técnicas de la escritura que son esenciales
-el problema del punto de vista, por ejemplo. Sin embargo, estaba vendiendo; me ganaba la vida, y
en la Convención Mundial de Ciencia Ficción de 1954, fui muy pronto reconocido y destacado. .
Recuerdo que alguien tomó una fotografía de A. E. Van Vogt y de mí y escuchar a alguien que
decía: "Lo viejo y lo nuevo". ¡Pero qué excusa miserable para "lo nuevo"! ¡Y cuánto estaba
perdiendo el campo cuando Van Vogt lo dejó! Sabía que estaba en serios problemas. Por ejemplo,
Van Vogt, en obra El mundo de los No-A, escribió novelas; Yo no. Quizás eso era todo; tal vez
debería probar escribir una novela de CF. Durante meses, me preparé cuidadosamente. Reuní
personajes y tramas, varias tramas entretejidas, y luego escribí todo en el libro que se me ocurrió.
Fue comprado por Don Wollheim, de Ace Books y titulado Lotería Solar. Tony Boucher lo reseñó
muy bien en el New York Herald Tribune; la reseña en Analog fue favorable, y en Infinity, Damon
Knight le dedicó toda una columna en alabanza.

En ese momento, pensé un poco. Me pareció que la escritura para revistas iba cuesta abajo y no
pagaba mucho. Quizás te den $ 20 por un cuento y $ 4,000 por una novela. Así que decidí apostar
todo en la novela; Escribí El mundo de Jones, y más tarde, El hombre que embromaba.

Y luego, una novela que parecía ser un verdadero avance para mí: Ojo en el cielo. Tony le dio la
calificación de Mejor novela del año, y en otra revista, Venture, Ted Sturgeon lo llamó "el tipo de
pequeño goteo de buena CF que justifica la lectura de todas las otras cosas sin valor". Bueno, yo
tenía razón. Era mejor escritor de novelas que escritor de cuentos cortos. El dinero no tuvo nada que
ver con eso; Me gusta escribir novelas y me le han ido bien.

Pero luego, en ese momento, mi vida privada se hizo violenta y confusa. Mi matrimonio de ocho
años terminó; Me mudé al campo, conocí a una mujer de inclinaciones artísticas que acababa de
perder a su marido. Nos conocimos en octubre y el próximo abril nos casamos en Ensenada, México.
Tuve que cuidarla a ella y a tres niñas, y durante dos años no hice nada más que trabajos de poca
monta. Por fin me di por vencido y fui a trabajar para mi esposa, en su negocio de joyería. Era
miserable. Cuando era niño, la miseria venía del exterior en forma de pobreza, frío e indigencia; con
Anne estuve nunca satisfecho porque su propio impulso creativo fue tan fuerte que a menudo decía
que mi trabajo creativo "se interponía en su camino". Incluso en la fabricación de joyas yo no hacía
más que pulír las piezas que ella diseñaba. Mi autoestima comenzó a menguar, así que me puse en
contacto con el sacerdote de nuestros tiempos, el psicólogo-psiquiatra, y le pedí su consejo. "Ve a
casa", dijo, "y olvídate del negocio de la joyería. Olvídate de que tienes una casa de cinco
dormitorios y tres baños, con tres niñas que criar, y una cuarta en camino. Ve tu casa, siéntate frente
a tu máquina de escribir; olvídate de los impuestos, incluso de cómo ganar dinero. Y simplemente
escribe un buen libro, un libro en el que realmente creas. Puedes dejar de preparar el desayuno para
los niños y ayudar a tu esposa a soldar.

―Escribe un libro". Lo hice, sin preámbulos, simplemente me senté y escribí. Y lo que escribí fue 'El
hombre en el castillo'. Vendió de inmediato, recibió una serie de críticas sugiriendo que debería
ganar el Hugo, y luego, un día, recibí una carta de mi agente en la que me felicitaba por haber
ganado el Hugo. Había obtenido otro punto en mi carrera- y, como antes, no me había dado cuenta.
Todo lo que sabía era que quería escribir. más y más libros; los libros mejoraban y los editores
estaban más interesados por ellos.

Ahora, la mayoría de los lectores no saben lo poco que ganaban los escritores de CF. Había estado
ganando alrededor de $ 6,000 al año. En el año siguiente al premio Hugo, gané $ 12,000, y algo así
en los años siguientes (1965-68). Y escribía a una velocidad fantástica; Produje doce novelas en dos
años. . . lo cual debe ser algún tipo de record. Nunca podría hacer esto de nuevo, el estrés físico era
enorme. . . pero el Hugo estaba allí para decirme que lo que quería escribir era lo que un buen
número de lectores quería leer. ¡Tan asombroso como parece!

Recientemente me he relajado, reflexionando sobre mis veintiocho novelas, que he vendido entre
1954 y 1968, preguntándome cuáles son buenas. ¿Qué he logrado? Aquí estoy, con treinta y nueve
años, bastante apolillado y peludo, tomando rapé, escuchando canciones de Schubert en el
fonógrafo. . . "Aunque barbudo, anciano y corpulento", dijo alguien sobre mí, "sigue siendo un
observador de mujeres confirmado". Esto es verdad. Y de gatos, también. Son la gran alegría para
mí, y me gustaría poder meter, mi enorme gato anaranjado y blanco, en una novela, o, si hacen una
película de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, Willis podría jugar una parte de figurón
(sin líneas), y los dos seríamos felices. Hace cuatro años me divorcié de mi esposa que soldaba
joyas y me casé con una chica muy dulce que pinta. Ahora tenemos un bebé y debemos encontrar
una casa más grande (encontramos una y, mientras escribo esto, nos estamos preparando para
mudarnos a ella: cuatro dormitorios y dos baños y un patio trasero nivelado, cercado, donde Isa
puede juega de forma segura). Así que esa es mi vida no literaria: tengo una esposa muy joven a la
que amo, y una beba a la que casi amo (es una terrible plaga), y un gato al que adoro. ¿Qué hay de
los libros? ¿Qué pienso acerca de ellos? Disfruté escribirlos a todos. Pero creo que si solo pudiera
elegir unos pocos, que, por ejemplo, podrían escapar de la Tercera Guerra Mundial, elegiría,
primero, Ojo en el cielo [1956]. Luego, El hombre en el castillo [1962], Tiempo Marciano [1964]
(publicado por Ballantine). Dr. Bloodmoney [1965] (una novela reciente de Ace). Luego, La pistola
de Rayo' [1967] y La penúltima verdad [1964], las cuales escribí al mismo tiempo. Y finalmente
otro libro de la editorial Ace, Simulacra [1964]. Pero esta lista deja fuera el más vital de todos: Los
tres estigmas de Palmer Eldritch [1965]. Tengo miedo de ese libro; trata con el mal absoluto, y lo
escribí durante una gran crisis en mis creencias religiosas. Decidí escribir una novela sobre el mal
absoluto personificado en forma de "humano". Cuando llegaron las pruebas de la editorial
Doubleday. No pude corregirlas porque no podía soportar leer el texto, y esto sigue siendo cierto.

Otros dos libros quizás deberían estar en esta lista, ambas novelas de Doubleday muy nuevas:
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? [1968] y otro aún sin título Ubik (1969)]. ¿Sueñan los
androides.. se ha vendido muy bien y una productora cinematográfica ha comprado los derechos.
Mi esposa piensa que es un buen libro. A mí me gusta por una razón: se trata de una sociedad en la
que los animales son adorados y raros, y un hombre que posee una verdadera oveja es Alguien -y
siente por esa oveja un enorme lazo de amor y empatía. Willis, mi gato, avanza silenciosamente
sobre las páginas de ese libro, siendo tan importante como él, con su larga cola dorada y crispada.
Hales comprender, me dice, que los animales son realmente tan importantes en este momento. Él
dice esto, y luego se come toda la comida que hemos estado calentando para nuestro bebé. Algunos
gatos son demasiado agresivos. Lo siguiente que querrá hacer es escribir novelas de ciencia ficción.
Espero que lo haga. Ninguna de ellas venderá.
Notas madrugadas de un fatigado escritor de CF (1968, 1972)

Aquí estoy, con casi cuarenta años. Hace diecisiete años vendí mi primer cuento, un gran y
maravilloso momento de mi vida que nunca volverá a suceder. En 1954 era conocido como escritor
de cuentos cortos; en junio de 1953 tenía siete en las gradas, incluidas una en Analog, Galaxy y F
& SF, y así sucesivamente. Ah, 1954. Escribí mi primera novela, Lotería Solar; vendió 150,000
copias y luego desapareció, solo para reaparecer hace unos años. Fue bien reseñado, excepto en
Galaxy. A Tony Boucher le gustó; también a Damon Knight. Pero me pregunto por qué lo escribí, a
ella y veinticuatro novelas más desde entonces. Por amor, supongo; me encanta la ciencia ficción,
tanto para leerla como para escribirla. A nosotros que la escribimos no nos pagan mucho. Esta es la
dura y abrumadora verdad: Escribir CF no paga, y así escritor tras escritor muere tratando de
ganarse la vida o abandona el campo -para ir a otro campo no relacionado, como por ejemplo Frank
Herbert, que trabaja para un periódico y escribe CF ganadora de Hugos en su tiempo libre. Ojalá
pudiera hacer eso: tener un trabajo no relacionado y escribir CF después de la cena todas las noches,
o temprano en la madrugada. Entonces la presión desaparecería. Déjame contarte acerca de esa
presión. La novela promedio de CF obtiene entre $ 1,500 y $ 2,000. Por lo tanto, un escritor de
ciencia ficción que puede escribir y vender dos novelas al año obtiene entre $ 3,000 y $ 4,000 al año
-con los que no puede vivir. Puede intentar, en cambio, escribir tres novelas al año, y varios cuentos.
Con suerte y un esfuerzo sin fin, puede aumentar sus ingresos a alrededor de $ 6,000 al año. En el
mejor de los casos, he logrado ganar $ 12,000 en un año; por lo general, es menos, y el esfuerzo de
hacer más dinero me colapsa durante dos años seguidos.

Durante estos períodos secos de dos años, el único ingreso de dinero es por lo que se llama
"residuos". Estos incluyen ventas en el extranjero, reimpresión en rústica, serialización de revistas,
compras de TV y radio, etc. Es horrible, estos períodos secos, cuando sobrevives con el azaroso
goteo de los residuos. Por ejemplo, una carta de correo aéreo llega de mi agente. Contiene pagos de
regalías por la suma de $ 1.67. Y la próxima semana, llega otra carta de correo aéreo con un cheque
por $ 4.50. Y sin embargo, nosotros que escribimos CF seguimos, hasta cierto punto. Como digo, es
por amor al campo.

¿Qué hay sobre la CF que nos atraiga? ¿Qué es CF de todos modos? Posee a los fanáticos; posee a
los editores; posee escritores. Y ninguno gana dinero. Cuando lo pienso, siempre se me viene a la
mente El Ajedrez de Hadas de Henry Kuttner con su párrafo inicial, el picaporte que hace un guiño
al protagonista. Cuando reflexiono sobre esto, también veo, fuera de mi mente, justo al lado de mi
escritorio, un archivo completo de Mundos Desconocidos y Archidesconocidos, más revistas
Astounding que se remontan a octubre de 1933.. Éstas están custodiados por un archivador a prueba
de fuego de novecientas libras, separado del mundo, separado de la vida. Por lo tanto, separado de
la decadencia y el desgaste. Por lo tanto, separado del tiempo. Pagué $ 390 por este archivo a
prueba de fuego, que protege estas revistas. Después de mi esposa e hija, estas significan más para
mí que cualquier otra cosa que posea, o que espero poseer. La magia que nos posee está ahí, en el
archivo. Lo he capturado, sea lo que sea.

En cuanto a mi propia escritura, leerla no significa nada para mí. Todas las consideraciones sobre lo
buena que es o no, lo que hago bien y lo que hago mal (como 'poner el fregadero en la cocina',
como lo expresó Ted Sturgeon, con respecto a Los tres estigmas..). Lo que me importa es la
escritura, el acto de fabricar la novela, porque mientras lo hago, en ese momento en particular, estoy
en el mundo del que estoy escribiendo. Para mí es total y completamente real. Luego, cuando
termino y tengo que detenerme, me retiro de ese mundo para siempre - eso me destruye. Los
hombres y las mujeres ya no hablan. Ya no se mueven. Estoy solo, sin mucho dinero, y, como dije
antes, cerca de los cuarenta. ¿Dónde está el Sr. Tagomi, el protagonista de El Hombre en el castillo?
Me ha dejado; estamos separados el uno del otro. Leer la novela no me devuelve al Sr. Tagomi, no
lo colocar nuevamente donde puedo escucharlo hablar. Una vez escrita, la novela habla en general
para todos, no específicamente a mí. Cuando una novela mía se publica, no tengo más relación con
ella que cualquier persona que la lea; mucho menos, de hecho, porque tengo el recuerdo del Sr.
Tagomi y de todos los demás -Gino Molinari, por ejemplo, en Ahora espera por el año pasado, o
Leo Bulero en Los tres estigmas.. :mis amigos están muertos, y por mucho que ame a mi esposa, a
mi hija, a mi gato, ninguno de ellos ni todo esto es suficiente. El vacío es terrible. No escribas para
vivir; vende cordones de zapatos. No dejes que te pase a ti.

Me prometo a mí mismo: nunca escribiré otra novela. Nunca más volveré a imaginar a personas de
las que eventualmente me distanciaré. Me digo esto.. y, secreta y cautelosamente, comienzo otro
libro.
Material biográfico sobre Philip K. Dick (1972)

En 1969, Paul Williams dijo de Philip K. Dick: "Debo decirte esto... Philip K. Dick tendrá más
impacto en la conciencia de este siglo que William Faulkner, Norman Mailer o Kurt Vonnegut Jr."
Autor de treinta y un novelas y casi doscientos cuentos publicados desde 1951 en adelante, ganó el
Premio Hugo en 1963 por la Mejor novela de ciencia ficción del año, El hombre en el castillo
[1962]. Su reputación, especialmente en círculos intelectuales, es mundial; en Francia, por ejemplo,
tiene más novelas impresas que cualquier otro autor de ciencia ficción. La primera novela
estadounidense de ciencia ficción que aparecerá en Polonia será su reciente novela de Doubleday,
Ubik [1969], aclamada por Patrice Duvic de Editions OPTA, París (ganador del premio al editor del
año en la Convención Mundial de Ciencia Ficción de 1972 en Los Ángeles) como "uno de los libros
más importantes jamás publicados". En febrero de 1972 habló como invitado de honor en la
Segunda Convención de Ciencia Ficción de Vancouver y dio una conferencia en la Universidad de
British Columbia. Sus novelas más notables son ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas'?
[1968], Laberinto de la muerte [1970], Podemos construirlo [1972], Tiempo marciano'[1964], Dr.
Bloodmoney [1964], Los tres estigmas de Palmer Eldritch [1965], Ubik [1969], y El hombre en el
castillo [1962], algunos de sus mejores cuentos han sido publicados en la colección de bolsillo La
máquina preservadora [1969]. Nacido en Chicago en 1928, Philip K. Dick ha pasado la mayor
parte de su vida en el Área de la Bahía, habiendo asistido a la Universidad de California en
Berkeley. Durante los años cincuenta vivió en la estación de Point Reyes, en el condado de Marin, y
en los primeros años de la década de 1960 en San Rafael. Ahora reside en el área de Los Ángeles,
donde da conferencias y escribe. Sus primeras novelas trataban sobre sociedades futuras de
naturaleza antiutópica; en novelas posteriores fue pionero en un universo de realidad múltiple del
"espacio interior" presentado como alucinaciones causadas por traumas de drogas [sic]. Su cuento
La fe de nuestros padres, parte de la antología de Harlan Ellison Visiones peligrosas [1967] recibió
una nominación al Hugo y es considerada una de las visiones más "peligrosas" en esa magnífica
colección. Recientemente terminó una masiva novela para Doubleday titulada Fluyan mis lágrimas,
dijo el policía [publicada más tarde, en 1974] y actualmente está trabajando en una novela de
ciencia ficción de un tipo diferente: el estudio de la mente de una niña proyectada hacia el universo,
en la cual sus cualidades, estilo de vida y valores forman no solo un enclave sociológico sino
también el mundo entero de la realidad. Por ahora se titula Kathy-Jamis-Linda y amenaza con
ocuparlo por lo que queda de su vida. En ella contrasta al humano auténtico frente a lo que él llama
el "androide", la máquina de reflejos que se hace pasar por un ser vivo.
Material biográfico sobre Philip K. Dick [II] (1973)

Escritor profesional de ciencia ficción desde 1951, con casi doscientos cuentos y treinta y cinco
novelas vendidas. En 1963, El Hombre en el castillo [1962] ganó el Premio Hugo a la Mejor
Novela de Ciencia Ficción del año. Phil Dick nació el 16 de diciembre de 1928 en Chicago, pero ha
vivido la mayor parte de su vida en California. Asistió a la Universidad de California en Berkeley,
pero abandonó debido a sus convicciones contra la guerra. Su gran pasión es la música. Compositor
favorito: Wagner. Estudió alemán y le encantan las obras de Schiller, Heine, Goethe, Junger y
Brecht. Hubo un tiempo en que dirigía un programa radial de música clásica y operaba una tienda
de discos. Está casado, tiene tres hijos y un gato llamado Fred, y debido a sus experiencias en
Canadá en la rehabilitación de drogadictos, está trabajando ahora en una gran novela que lidia con
la tragedia de vidas arruinadas por el abuso de drogas. Se identifica fuertemente con las protestas y
los enojos de las generaciones más jóvenes contra el viejo sistema, y ha dado conferencias tanto en
Estados Unidos como en Canadá en universidades, en la radio y en artículos publicados en todo el
mundo a favor de la rebelión de los jóvenes contra el conservadurismo. Su radicalismo va más lejos
que la política; se ha convertido en una cosmovisión expresada cada vez más fuertemente en sus
escritos. Más que nada, trata de expresar en sus novelas la lucha contra la opresión del espíritu
humano libre, de cualquier tipo: cualquier tiranía, como la drogadicción o el estado policial o la
psicología manipuladora. El ciudadano común, sin poder político o económico alguno, es el héroe
de todas sus novelas, y es su héroe, también; su esperanza para el futuro.
"Recuerdos encontrados en un proyecto de ley de un veterinario de animales pequeños" (1976)

¡Escuchen con atención! Cada árbol rompe su silencio.

- NICHOLAS BRADY (1692)

Cuando conocí a Theodore Sturgeon, que escribió Más que humano, este buen hombre me dijo de
inmediato: "¿Qué tipo de universo es el que causa que un hombre como Tony Boucher muera de
cáncer?" Me he estado preguntando lo mismo desde que Tony Boucher murió [en 1968]. También
Ted Sturgeon, aunque no esperaba que yo diera una respuesta. Solo quería mostrarme -Ted
Surgeon- cómo era él. Descubrí que puedo hacer eso también: que la gente sepa de mí al preguntar
eso. Muestra que me preocupé mucho por uno de los hombres más cálidos que haya vivido. Tony
era cálido y al mismo tiempo, cuando se encontraba en medio de un grupo de personas, le sudaba la
frente de miedo. Nadie jamás escribió eso sobre él, pero es verdad. Estaba aterrorizado todo el
tiempo. Él me lo dijo una vez, en muchas palabras. Amaba a la gente, pero una vez lo encontré en el
tren eléctrico yendo a la ópera y estaba asustado. Fue crítico de música y escribía reseñas para The
New York Times y editó una revista y escribió novelas y cuentos. Pero tenía miedo de dar un paseo
por la ciudad. Tony amaba el universo y el universo lo asustaba, y creo que sé dónde estaba su
cabeza. Muchas personas que son tímidas son así porque aman demasiado. Temen que todo fracase.
Naturalmente, lo hizo con Tony. Él murió a mediana edad. Ahora, te pregunto, ¿de qué le sirvió
tener miedo? Llevaba sus raros viejos discos de 78' a la estación KPFA todas las semanas para su
programa Voces doradas, envolviéndolos en una toalla para que no se rompieran.

Una vez decidí darle a Tony todos mis discos raros de ópera y voces: simplemente se los di como
un regalo de mi amor por él. Lo llamé por teléfono. "Tengo a Tiana Lemnitz y Gerhard Husch", le
dije. Tony respondió tímidamente, "Ellos son mis ídolos". Era un católico romano, el único que
conocíamos, por lo que fue una declaración contundente. Antes de que pudiera llevarle los discos,
estaba muerto. "Me siento cansado la mitad del día", había dicho. "No puedo trabajar tanto como
solía hacerlo. Creo que estoy enfermo". Le expliqué que tenía lo mismo. Eso fue hace ocho años o
más. El médico le dijo que tenía una costilla magullada y la pegó con cinta adhesiva. Algún día me
encontraré con ese doctor en la calle. Tony recibió malos consejos de todo aquel que pudiera hablar.
Solíamos jugar al póker. Tony amaba la ópera, el póker, la ciencia ficción y los cuentos de misterio.
Tenía un pequeño taller de escritura. Esto fue después de que él fue famoso y editó la revista
Fantasy and Science Fiction y te cobraba un dólar por noche cuando aparecías. El leía tu manuscrito
completo. Te decía lo podrido que era, y volvías a casa para escribir algo bueno. Nunca supe cómo
lograba eso. Se supone que una crítica como esa te aplasta. "Tal vez es porque cuando Tony lee tu
escrito es como si la estuviera leyendo en latín", dijo Ron Goulart, un compañero de estudios. Tony
me enseñó a escribir, y mi primera venta fue para él. Todavía puedo recordar que nadie entendió el
cuento excepto él, incluso después de que se imprimió. Todavía se imprime, veintidós años más
tarde, en un manual de curso de nivel universitario publicado por Ginn and Company. Solo tiene
alrededor de mil quinientas palabras, así de corto. Después de la impresión del relato, Ginn and
Company imprime una discusión improvisada que tuve con una clase de escuela secundaria sobre el
cuento. Todos los niños entienden la historia. Se trata de un perro que ve cómo los basureros roban
la preciada comida que la familia almacena todos los días hasta que la urna de metal pesadamente
construida se llena y luego estos basureros vienen y roban la cosecha justo cuando está madura y
perfecta. El perro intenta advertir a la familia, pero siempre es temprano en la mañana y sus ladridos
simplemente los molestan. La historia termina cuando la familia decide que tienen que deshacerse
del perro, debido a sus ladridos, y en ese momento uno de los basureros le dice al perro: "Muy
pronto volveremos por las personas". Nunca pude entender por qué nadie más que Tony Boucher
podía entender la historia (se la envié en 1951). Supongo que en esos días mi punto de vista acerca
de los basureros no era universalmente compartido, y ahora en 1971, cuando la clase de la escuela
secundaria lo discutió conmigo, creo que sí. "Pero los basureros no se comen a la gente", me dijo
una antologista [la editora de CF Judith Merril] en 1952. Tuve problemas para responder eso. Algo
viene y se lleva y devora a personas que duermen plácidamente. Como Tony.. algo se lo llevó. Creo
que el perro que gritaba "Basureros! Basureros!" estaba tratando de advertirnos a Tony y a mí.
Recibí la advertencia y escapé -bueno, esto ya lo veremos; el tiempo dirá-, pero Tony se quedó en
su lugar. Ya ves, cuando estás tan asustado del universo (o de los basureros, si quieres), permanecer
en tu lugar requiere el tipo de coraje sobre el que nadie puede escribir, porque (1) no saben cómo y
(2) ellos no se dan cuenta en primer lugar, excepto tal vez Ted Sturgeon, con todo su propio amor, y
su total falta de miedo. Él debe haber sabido lo asustado que estaba Tony, y estar tan asustado y que
los basureros te atrapen.. es tan jodidamente simétrico, ¿no?

Sin embargo, Tony todavía está vivo, lo descubrí el año pasado [1974]. Mi gato había empezado a
comportarse de una manera extraña, vigilándome de manera tranquila, y vi que había cambiado.
Esto fue después de que él huyó y regresó, salvaje y sucio, golpeando la alfombra con miedo; lo
llevamos al veterinario y el veterinario lo calmó y lo sanó. Después de eso, Pinky tuvo lo que yo
llamo una cualidad espiritual, excepto que él no comía carne. Temblaba cada vez que tratábamos de
alimentarlo. Durante cinco meses se había perdido, viviendo en la cuneta, viendo Dios sabe qué;
Ojalá supiera. De todos modos, después de su cambio, en un abrir y cerrar de ojos; es decir,
mientras estaba en el veterinario, nunca volvio a hacer ninguna crueldad. Sin embargo, sabía que
Pinky tenía miedo, porque una vez casi le cerré la puerta del refrigerador y se largó a unas cabriolas
extravagantes sobre las paredes para escapar, y registró una velocidad única para una cosa rosada
que normalmente se limitaba a sentarse y mirar adelante. Pinky tenía problemas para respirar
debido a su pesado pelaje y a lo que llaman bolas de pelo. Tony tenía un asma terrible que
necesitaba frío. Pinky se sentaba en la puerta para tomar el aire frío de la grieta y luchaba por
respirar. No escribiré un artículo de humor aquí; Pinky murió repentinamente de cáncer; tenía tres
años, era muy pequeño para un gato. Fue totalmente inesperado. El veterinario lo diagnosticó como
algo más, que podría curarse.

No me había dado cuenta de que Pinky era Tony Boucher, de puro amor nuevamente servido por el
universo, hasta que tuve este sueño sobre Tony el Tigre, el personaje de la caja de cereal que te
ofrece Sugar Frosted Flakes. En mi sueño, me encontraba en un extremo de un claro iluminado por
la luz, y en el otro, un enorme tigre aparecía, con deleite, y supe que estábamos juntos de nuevo.
Tony el Tigre y yo. Mi alegría no tuvo límites. Cuando desperté intenté pensar a quién conocía
llamado Tony. Tuve otras experiencias extrañas después de que Pinky murió. Soñé con una "Sra.
Donlevy", que era increíblemente alta, solo podía ver sus pies y tobillos, y ella me servía un plato
de leche en el porche trasero y había un terreno baldío donde podía vagar por la calle. Además, el
día que Pinky murió, en el veterinario, esa noche, mientras estaba en el baño, sentí que mi esposa
apoyaba su mano en mi hombro, firmemente, para consolarme.

Al volverme, no vi a nadie. También tuve este sueño: tenía las notas del álbum para Don Pasquale y
al final el director había agregado una nota: cinco cuerdas de naylon como la cuna de un gato, como
un bastón musical. Fue un hola final de Pinky, que era Tony Boucher; en el sueño, el álbum era un
viejo 78', un clásico raro, uno de los favoritos de Tony.

Tony o Pinky, supongo que los nombres no cuentan, fue un cazador pésimo toda su vida.

Una vez atrapó a una ardilla y corrió por la escalera de nuestro apartamento con ella. La colocó en
su plato, donde era alimentada, porque esa era la costumbre, y por supuesto la ardilla se levantó de
inmediato y salió corriendo. Tony sentía que las cosas pertenecían a sus lugares, siendo una persona
obsesivamente ordenada, su enorme colección de libros y registros estaba organizada de la misma
manera: cada objeto en su lugar apropiado, y un lugar apropiado para cada objeto. Debería haber
tolerado más caos en el universo. Sin embargo, volvió a atrapar la ardilla y se la comió, toda menos
los dientes. Tony, o Pinky, fue mi guía; él me enseñó a escribir, y se quedó conmigo cuando estaba
enfermo en 1972 y 1973, acostado a mi lado día tras día. Es por eso que mi esposa, Tessa, lo trajo,
porque yo tenía neumonía y necesitaba ayuda y no teníamos dinero para un médico. (Creo que en
ese sentido tuve suerte; él me habría dicho que tenía una costilla magullada.) Cuando el dolor era
realmente malo, Pinky solía recostarse sobre mi cuerpo hasta que me di cuenta de que estaba
tratando de descubrir qué parte de yo estaba enferma. Sabía que era solo una parte, en el medio de
mi cuerpo. Hizo lo mejor que pudo y me recuperé, pero él no. Ese era mi amigo. La mayoría de los
gatos temen la ruidosa llegada de los basureros cada semana, pero Pinky los detestaba. Debajo de
nuestra cama fija, los ojos atentos, pero Pinky no se veía. Solo sus ojos, esperando que los bastardos
se vayan.

Cuatro noches antes de que Pinky muriera inesperadamente, antes de que supiéramos que tenía
cáncer -comencé a decir que: antes de que le diagnosticaran una costilla magullada-, él y Tessa y yo,
como era nuestra costumbre, estábamos tumbados en la cama grande, y vi una luz blanca y
uniforme que llenaba lentamente la habitación. Pensé que el ángel de la muerte había venido por mí
y comencé a orar en latín: "Tremens factus sum ego, et timeo", y así sucesivamente. Tessa apretó
los dientes, pero Pinky se sentó allí, con los pies delanteros metidos debajo de él, impasibles. Sabía
que no había lugar para esconderse, como debajo de la cama. Todos los niños lo saben. Y se ve feo.

Nunca se me ocurrió que la muerte estaba llegando a nadie más que a mí, lo que demuestra mi
actitud. Nos vi a todos como patos pintados, en un mar pintado, y pensé en el poema árabe del siglo
XIII sobre "Una vez extrañará, dos veces extrañará. Toda la planicie del mundo suya en la que
busca flores". Éramos así de conspicuos –bueno, como sea-, finalmente dejé de orar, pero recuerdo
en particular que seguí gritando: "Mors stupebit et natura", lo que pensé que significaba que la
muerte estaba estupefacta, como sorprendida (como en "Me quedé estupefacto al saber que mi
automóvil había sido remolcado", significa quedarse parado, impotente. Quizás eso no es lo que
dice el Diccionario Merriam-Webster 3, pero es lo que digo yo) Pinky nunca notó la pálida luz
blanca; como era su costumbre, parecía estar despierto, pero dormitando. Creo que tarareaba para sí
mismo. Más tarde, cuando dormí, hacia la mañana, soñé un sueño inquietante: el sonido de un arma
disparada cerca de mi oreja: una terrible ráfaga de escopeta, y cuando miré vi a una mujer
agonizando. Fui en busca de ayuda, pero me subí a uno de esos trolebuses eléctricos por error, junto
con tres agentes de la Gestapo (eso lo sueño mucho). Viajamos sin cesar mientras trataba en vano
de provocar un cortocircuito en los cables de alimentación del autobús o del tranvía, fuera lo que
fuese, sin suerte. Los agentes de la Gestapo seguían confiando en esa actitud petulante que tenían,
leían periódicos y fumaban. Sabían que me tenían.
La corta y feliz vida de un escritor de ciencia ficción (1976)

Me gustaría hablar con mis amigos, aquí, para hacerles saber que (1): todas las cosas terribles que
han escuchado que me pasaron de hecho han sucedido, y (2): Estoy muy bien de todos modos. En
febrero tuve un ataque al corazón. Llegaron los paramédicos, estaba solo en la casa en ese momento,
y era como una escena del programa de televisión Emergency. Llegaron dos minutos después de
que los llamé, y muy pronto estuvieron monitoreando mis signos vitales, y luego me llevaron al
hospital del condado a la Unidad de Cuidados Cardíacos Intensivos. Me movía entre la vida y la
muerte, contando chistes y enamorándome de una enfermera llamada Beth, que siempre vestía rosa.

Pero escribo esto para decir que me recuperé por completo, hasta que vi la factura de $ 2,000 de
todos modos, lo que demuestra el hecho de que fue al hospital del condado donde me llevaron; No
tenía dinero, y ninguno de los otros hospitales del Condado de Orange me aceptaría. Mi punto de
vista aquí es: Gracias a Dios por un hospital que te llevará aún en bancarrota, sin hacer preguntas,
simplemente salvándole la vida y facturándole después. Pero.. cuando desperté, once días después,
tenía cuarenta centavos, nada más. Algo de comida en casa en el congelador. Mis ingresos totales
para ese mes fueron nueve dólares.

Marzo no fue mejor, y para mediados de abril iban a cortar los servicios públicos. Cada llamada
telefónica era alguien que quería dinero. Mi agente, Dios lo bendiga, me prestó dinero, y aquí es
donde quiero decir algo que en ese momento no me afectó la cabeza, pero que cuando se lo conté
más tarde a un amigo, le pareció muy divertido y dijo "Eso resume la situación del artista mejor de
lo que alguna vez lo he escuchado resumir antes". Venía un cheque de regalías francés en camino
por correo desde París a mi agente, y llamé, desesperadamente, para ver si ya había llegado, ya que
gran parte de eso era para mí. El cheque llegó, el día anterior. Mi agente pudo escuchar el miedo en
mi voz, el temblor; Tenía tres meses de retraso en los pagos de mi pensión alimenticia, y me dijo,
con una voz extrañamente suave: "Sabes, Phil, eres uno de los escritores más respetados del
mundo". Apenas escuché; lo único que sabía era que no pasaría treinta días en la cárcel del condado
de Orange por no pagar manutención, como dice Jim Croce en una de sus canciones.

Lo que quiero enfatizar no es que yo sea uno de los escritores más respetados del mundo o que mi
agente lo piense o lo diga, sino que aquí estoy, después de veinticinco años de escritor profesional
de CF, recibiendo avisos de que me van a apagar el agua, el gas y la electricidad si no pago en tres
días, y yo digo, ¿para qué ha sido todo? Bueno, recientemente leí un artículo de Barry Malzberg en
F & SF [Fantasía y ciencia ficción, una destacada revista de ciencia ficción] en la que dice que
dejará la ciencia ficción para siempre porque -bueno, léalo usted mismo- es la pena más grande que
te puede dar la vida. No propongo quejarme, aunque probablemente lo que he dicho hasta ahora
parece una queja. Sin embargo, realmente me encuentro más haciendo una pregunta que una
declaración, quejándome o no. ¿Qué han hecho veinticinco años de trabajo para que yo sea
financieramente seguro? Tengo una nueva novela que saldrá el próximo enero [1977] por
Doubleday (Una mirada a la oscuridad), que sinceramente creo es el mejor trabajo que he hecho.
Tengo la colaboración con Roger Zelazny que sale este año, la novela Deus Irae [1976] -hubo un
largo artículo sobre mí en Rolling Stone [Los mundos de Philip K. Dick, 6 de noviembre de 1975,
por Paul Williams], lo que me dio mucha publicidad, y (y aquí viene, prepárate). Estoy casi por
triunfar. Las palabras clave: casi. Es otro caso de esperar a Godot; el niño dice: "El señor Godot no
vendrá hoy, pero seguramente vendrá mañana". Pero yo digo, si llega para mí, ¿importará?
¿Compensará el haber pasado veinticinco años temblando de miedo sin saber si cuando me levante
por la mañana, la electricidad todavía estará encendida? Una vez, a principios de 1972, llegué a casa
y la compañía de servicios públicos había apagado la electricidad y había puesto un candado en mi
caja de interruptores automáticos. Conseguí mi kit de herramientas, saqué herramientas y corté el
candado y lo volví a encender. Técnicamente, eso es un crimen, pero la gente de servicios públicos
estaba tan sorprendida de que me dejaron salirme con la mía. Los pagué al día siguiente, pero si
cortas ese candado, vas a la cárcel. Cito este ejemplo para mostrar que mis temores no son
meramente neuróticos. Y la casa en la que me encontraba entonces fue recuperada por la compañía
financiera que tenía la hipoteca. Entonces estos son miedos reales y válidos.

Cuando me mudé aquí, a California del Sur, tuve que empezar todo de nuevo; sin auto, sin muebles,
sin casa. Y un día aquí me levanté y la electricidad se había ido. A principios de 1973, aquí mismo,
me acostaba con neumonía, sin teléfono, sin dinero para ir a un médico, para comprar
medicamentos. Lo recuerdo muy bien, porque mientras estaba acostado en la cama (para poder
respirar), la Sra. Parca entró a mi habitación. De Verdad. La vi tan claro como los veo a ustedes
ahora, mis amigos. Vestía un traje de poliéster afilado y moderno y llevaba un maletín, que abrió
para revelar algunos rompecabezas simples, del tipo que usan los niños de la escuela primaria. No
nos los pude resolver, y la Sra. Parca dijo: "Entonces puedes venir conmigo". Y tuve (no estoy
bromeando) una visión de un camino largo y sinuoso por una ladera, con muchos árboles, que pasó
a una especie de edificio antiguo y grande de aspecto seguro, una especie de sanatorio. "Te llevaré
allí", dijo. "Estas pruebas demuestran que tu cerebro está completamente quemado, por lo que ahora
puedes descansar. Puedes descansar allí arriba en la cima de la colina para siempre". Y me inundó
una sensación de total alegría y alivio. Sin embargo, en ese momento mi chica entró en el
dormitorio, por impulso, para ver cómo estaba. Y me di cuenta de con quién había estado hablando.
Después de eso comencé a reparar.

Dirás, ahora, que esta pieza que estoy escribiendo divaga, y se supone que no tiene más tema que la
cabeza del autor que la escribe, que es bien sabido que es una cabeza titubeante que produce
laberíntica escritura, incluso algo caótica. ¿Cuál es mi punto? Mi punto es que (1): veinticinco años
de dedicada escritura no me han dado de ninguna manera seguridad financiera; (2) el hecho de que
estoy seguro de que mi nueva novela, Una mirada a la oscuridad, es mi mejor novela no detiene el
miedo; (3) No estoy renunciando. Hará falta más que todo esto hacerme abandonar la escritura de
ciencia ficción, por una simple razón. Me encanta escribirla. Estoy trabajando en algo ahora,
llamado, Para Asustar a los Muertos' y ya llevo doscientas mil palabras de notas. No producirá
ninguna seguridad financiera. El gran salto, a la vuelta de la esquina, nunca llegará. Uno de estos
días volveré al hospital, enfermo como el infierno, pero sin duda saldré -y recibiré otra factura de
$ 2,000 que tengo que pagar o ir a la cárcel. Hay, en los seres humanos, impulsos irracionales. "¿Por
qué no consigues un trabajo real?" La gente me dice, generalmente en broma, pero no siempre en
broma, y a veces me lo digo a mí mismo. Él [sic; el gran salto] siempre estará en camino, pero
todavía no del todo; mi agente siempre me ayudará (debo mencionar que él es Scott Meredith, y he
estado con él unos veinticuatro años, y en 1973, cuando nació mi hijo Christopher, Scott le envió el
más hermoso sonajero de plata que jamás hayas visto) Creo que hay verdades eternas en el universo,
de acuerdo, y la que me atrae es que el hombre seguirá luchando no importa cuántas veces caiga,
que fue lo que Faulkner dijo tan emocionantemente en su discurso del Premio Nobel. El hombre
planeará e intrigará en medio de las ruinas; el sonido de su voz seguirá siendo escuchado.

Así que eso es lo que me ha sucedido recientemente: tres veces en el hospital en un par de años
(más la neumonía), meses de verdadera pobreza.. un día tuve que empaquetar y enviar por correo
mi colección de revistas Mundos Desconocidos y Desconocidos, que estaba completa y que había
mantenido a raya, solo para pagarle al propietario, PERO: en este negocio de ser un escritor de CF,
he conocido cara a cara, o hablado por teléfono, o he recibido cartas, de algunos de los mejores
malditos seres humanos del mundo. Escolares, por ejemplo. La semana pasada una chica negra en
Oakland. Hoy, un chico de Alemania Occidental. Ayer le escribí a un tipo sueco que vino a este
país principalmente para conocerme (lo siento si eso suena egoísta, pero el punto es que eso fue en
1971, y todavía nos escribimos de ida y vuelta: Goran Bengtson; puede que tengas cartas vistas de
él impresas en fanzines). Estoy mirando ahora la pila de cartas, muy grande y descuidada, al lado de
mi máquina de escribir. Una chica que hizo su tesis de maestría en mí. Oh sí. Encontré otra carta,
también. La dirección del remitente:
OFICINA DEL FISCAL DE DISTRITO.

Entonces puedes ver lo que quiero decir, mientras mi corazón se salta un latido y se estremece con
el viejo y antiguo miedo.

Estimado Carl [editor de Scintillation, en la que apareció esta pieza],

Ya deberías haber recibido el ensayo de cinco páginas que escribí para ti ayer. Bueno, decidí enviar el
carbón a Alemania, a Uwe Anton, que me pidió algo y a quien ya le había enviado algunos fragmentos de
'Deus Irae', la nueva novela mía pronta a publicarse, escrita en colaboración con Roger Zelazny. (Verás,
Anton está armando un número especial de PKD). Hoy agregué tres páginas más a las cinco, para ser
impresas solo en Alemania, y luego pensé: Mierda. ¿Por qué no enviarte los carbones en estas páginas y
que veas si quieres agregarlos, quizás explicando que Phil originalmente los había destinado para la
impresión alemana solamente? . . aunque como que digo eso en las páginas mismas. Como tú quieras. En
cualquier caso, aquí hay tres páginas adicionales a l ensayo sin título que te envié el primero de mayo, y
puedes imprimirlas o no. ¿Sí? Pero, en segundo término, me pareció un poco estúpido decir cosas en el
extranjero y no aquí en los Estados Unidos. Verás a qué me refiero cuando leas el contenido adjunto.

Así termina la parte escrita para ser publicada en los Estados Unidos, pero para mis amigos
alemanes me gustaría agregar un poco más. [El idioma subsiguiente apareció en la publicación de
EE. UU.]

Durante 1974 nosotros los que nos opusimos a la tiranía de Nixon aquí nos agotamos en forzar la
destitución de esa tiranía del cargo, solo para descubrir, al año siguiente, que debajo de ella había un
mayor abuso de poder y amenaza a la libertad: un aparato de policía secreto que había funcionado
desde los años cuarenta, completamente invisible en términos de sus actos ilegales contra los
estadounidenses. De hecho, algo muy parecido al estado policial que describí en 'Fluyan mis
lágrimas, dijo el policía' ha salido a la luz, y realmente ha sido para el asombro de todos nosotros.
Recuerdo que en los años cincuenta, hacia 1953, dos agentes del FBI vinieron a visitarme y me
pidieron que espíe a mi esposa, que en ese momento asistía a la Universidad de California en
Berkeley y conocía a personas, estudiantes, que eran políticamente activas. . A partir de ese
momento, el aparato secreto de la policía política creció.

Y, sin embargo, fue un año emocionante 1974, cuando comenzamos a desalojar lo que pensábamos
que era la tiranía. . . pero luego encontramos el más grande, el de la comunidad de inteligencia, al
que realmente no podemos desalojar. El pueblo estadounidense ha perdido la voluntad de combatir
esta tiranía; ha durado demasiado, y estamos cansados. Estoy cansado. A medida que surgieron las
revelaciones sobre la CIA y el FBI, no pude creerles. ¿Qué puedo hacer? ¿Qué podría hacer alguien?
No se trataba de un presidente malvado en particular, sino de todos los presidentes comenzando por
Franklin Roosevelt: incluso nuestros héroes, como Kennedy. La libertad obtuvo solo una victoria
limitada en agosto de 1974, cuando Nixon se vio obligado a abandonar su cargo; el aparato de
policía política permanece y se mantendrá, y no tenemos voto en este tema. Yo mismo he desertado,
como dicen nuestros periódicos a la mayoría de los estadounidenses, con la sensación de que
estamos indefensos. Es cierto que, según la Ley de Libertad de Información, pude lograr que la CIA
admitiera que efectivamente habían abierto mi correspondencia a la Unión Soviética y la habían
fotografiado, y también obtuve mi archivo del FBI o, en cualquier caso, partes de él; Tendría que ir
a la corte para buscar el resto. En ese momento, tal vez solo una coincidencia, sufrí mi ataque al
corazón, como si mi cuerpo se hubiera rendido. Como si mi cuerpo dijera: "No más. Es inútil".
Ahora el límite de tiempo de treinta días ha pasado; No puedo ir a la corte. Y tal vez sea mejor así.
Tal vez mis días de luchador por la libertad hayan terminado, debido a la edad, debido a la
preocupación, pero principalmente por el descubrimiento de la masividad y el alcance del aparato
de policía política secreta que ha existido durante tanto tiempo en este país, y las cosas terribles que
han hecho (por ejemplo, al Dr. King, por ejemplo, que fue un héroe para mí).

Personalmente, en marzo de 1974, tuve la abrumadora convicción de que Dios mismo había
decidido deponer a Nixon. Pocos de mis amigos creen en Dios, y mucho menos que intervendría. Se
lo comenté a Marcel Thaon de la editorial Robert Laffont, de Francia, y él escribió en un artículo
que acompañaba su impresión de mi novela Ojo en el cielo:

[En francés en el original]: Se sabe hasta qué punto el asunto Watergate afectó a los que estaban
expuestos, además, a las otras agresiones ocultas de la administración Nixon. Como dijo Klein en
ese momento, Dick propone que el estallido del orden establecido -por desobediencia civil, por
ejemplo- solo certificaría su poder. Él piensa, además, que Dios ya tuvo suficiente de Nixon y se
deshizo de él, mezclando política y religión una vez más.

Escribo esto a mis amigos alemanes y no a mis amigos estadounidenses porque mis amigos
estadounidenses, como yo, estamos demasiado cansados para luchar o preocuparnos. Luchamos una
batalla maravillosa para desalojar a Nixon, pero nuestra energía se había ido, entonces. Tal vez,
como realmente creo, esa energía vino directamente de Dios, quien nos inspiró y animó, quien nos
lanzó a la batalla. ¿Pero ahora qué? Meses de depresión han caído sobre nosotros aquí, nosotros que
fuimos los activistas. En la televisión, el senador Frank Church (Dios lo bendiga) dijo que las
organizaciones de inteligencia estadounidenses se habían vuelto tan malas como la KGB. Ach Weh!

Así mi novela en progreso [finalmente cristalizada como Valis' (1981)] no tiene nada que ver con la
política; tiene que ver con las religiones de misterio del primer siglo a. C. y lo que habían
descubierto sobre la restauración de las facultades que el hombre poseía antes de la Caída (Calvino
dijo que el hombre tuvo "facultades sobrenaturales que fueron despojadas", y esto me fascina como
la base de una novela). Pero ya no soy políticamente activo, y esto se mostrará en mis textos. Esto
es triste, pero envejezco; Envejezco. No he hecho las paces con la sociedad "recta", pero al mismo
tiempo estoy demasiado débil, demasiado agotado por la enfermedad y el miedo, para hacer
cualquier cosa que no sea hacer que los fines financieros se encuentren; quiero decir, pagar la
factura del agua y la factura del gas y la luz. Tal vez no sea la policía política secreta la que me
atrape al final sino el fiscal del distrito por no pagar la manutención de mis hijos, ¡un crimen
completamente apolítico!

Y sin embargo.. Dios puede regresar e inspirarnos nuevamente para luchar cuando sea el momento
adecuado. En mi corazón espero ese día. ¿Tardará en llegar? "Wenn kommst du mein Heil.. Ich
komme dein Teil". (Cuando viene mi salvación..Vengo como tu porción.) Y mientras tanto me digo
a mí mismo, "Hab 'Mut!" (¡Ten coraje!) [La siguiente carta, dirigida al editor del fanzine
Scintillation, en la cual este ensayo fue publicado por primera vez, se adjuntó como epílogo.]

Justo en los últimos dos días he leído dos artículos separados, uno en Rolling Stone, el otro el
editorial del 17 de mayo de 1976, del New Yorker, que tan horriblemente confirma mis miedos
expresados en las últimas tres páginas que te envié, que quiero llamar a tu atención. Con suerte,
quizá puedas llamarlos a la atención de tus lectores. La pieza de RS se titula: "La Conexión
Hughes-Nixon-Landy: Las alianzas secretas de la CIA desde la Segunda Guerra Mundial hasta
Watergate", de Howard Kohn. Búscalo. De todos modos, el artículo sugiere, increíblemente, que
Nixon puede haber sido creado por la CIA, ya que "Garganta Profunda", que proporcionó todos
los secretos filtrados a Bob Woodward y Carl Bernstein en The Washington Post, resulta ser
Robert Bennett, un Frente de la CIA. . . de lo que Woodward y Bernstein nunca se dieron cuenta.
Parecen haber habido piezas cruciales del rompecabezas a las que Woodward y Bernstein nunca
llegaron. Carl, creo que nos vendieron otra porquería; ¡la exposición del encubrimiento fue en sí
misma un encubrimiento! Lo que señala la pieza de RS es realmente terrible, mucho más allá de lo
que encontraron Woodward y Bernstein. ¿Creerías que "Watergate", tal como lo encontraron, era
una pista falsa de la CIA? Increíble.
Philip K. Dick sobre Filosofía: Una breve entrevista, realizada por Frank C. Bertrand (1980, 1988)

Introducción: la siguiente entrevista se realizó por correo en enero de 1980. Intentó ser el comienzo
de una larga y profunda discusión y exploración sobre el interés de Dick en la filosofía y la
manifestación de ese interés en sus cuentos y novelas, fue interrumpido por un desacuerdo sobre la
mejor manera de continuar, por carta o por teléfono. No obstante, lo que Dick tiene para decir es un
resumen breve pero informativo de su interés por la filosofía.

FCB: Me gustaría comenzar haciendo una pregunta cliché redactada un poco diferente. ¿Cómo
defines Ciencia Ficción? Al preguntar esto, sin embargo, no busco una definición del tipo de
diccionario, sino más bien ¿qué tiene una obra de ficción que cuando la lees te hace decir: "Esto es
ciencia ficción"?

PKD: La CF presenta en forma ficticia una visión excéntrica de lo normal o una visión normal de
un mundo que no es el nuestro. No todas las historias ambientadas en el futuro o en otros planetas
son CF (algunas son aventuras espaciales), y algunas historias de CF están ubicadas en el pasado o
en el presente (historias de viajes en el tiempo o mundos paralelos). No es una mímesis del mundo
real. Central para la misma es la idea de dinamismo. Los eventos evolucionan a partir de una idea
que impacta en las criaturas vivientes y su sociedad. La idea siempre debe ser una novedad. Este es
el problema central de la CF, incluso de la mala. Que los sucesos coincidan con verdades científicas
probadas es lo que distingue a la CF de la fantasía. La buena CF le dice al lector algo que él no sabe
sobre un mundo posible. Por lo tanto, tanto las noticias (idea novedosa) como el mundo posible
(escenario) son invenciones del autor y no descripciones. Finalmente, la CF hace que lo que de otro
modo sería una abstracción intelectual sea concreto; lo hace ubicando la idea en un tiempo y lugar
específicos, lo que requiere la invención de ese momento y lugar. Los personajes no tienen por qué
diferir de los de la narración No- CF; es lo que encuentran y con lo que deben tratar lo que difiere.

FCB: ¿Por qué hay ciencia ficción? Es decir, ¿por qué está escrita, por qué se lee? ¿La literatura
sería mejor o peor si nunca hubiera existido? ¿Qué función cumple la CF en la literatura y para
quienes eligen leerla o escribirla?

PKD: Hay CF porque el cerebro humano anhela la estimulación sensorial e intelectual antes que
cualquier otra cosa, y una visión excéntrica proporciona estimulación ilimitada, la visión excéntrica
y el mundo creado. Está escrito porque la mente humana crea naturalmente, y al crear el mundo de
una historia de ciencia ficción, lo último en imaginación humana se pone en uso; por lo tanto, la CF
es un producto final de y para la mente humana. Su función psicológica es desconectar al lector del
mundo real que habita; deconstruye el tiempo, el espacio, la realidad. Aquellos que la lean
probablemente tengan dificultades para ajustarse a su mundo, por la razón que sea; pueden estar por
delante de él en términos de sus percepciones y conceptos o simplemente pueden ser neuróticos, o
pueden tener una abundancia de imaginación. Básicamente, disfrutan el pensamiento abstracto.
Además, tienen un sentido de la magia de la ciencia: la ciencia vista no como utilitaria sino como
exploratoria. El escritor de CF tiene en su poder ideas que aún no se han comprometido a imprimir;
su mente es una extensión del corpus de la CF ya escrita. Él es la prueba de la CF sobre el futuro, su
vanguardia. No hay una gran diferencia entre leer CF y escribirla. En ambos casos, hay una alegría
en la novela, es decir, en la idea nueva.

FCB: ¿Podría contarnos cuándo fue que te interesaste por primera vez en la filosofía? ¿Fue un curso
o libro en particular, quizás un maestro en particular? En la escuela secundaria, antes, después?

PKD: Primero me interesé por la filosofía en la escuela secundaria cuando me di cuenta de que todo
el espacio tiene el mismo tamaño; solo difieren los límites materiales que lo rodean. Después de eso,
caí en la cuenta (que encontré más tarde en Hume) de que la causalidad es una percepción en el
observador y no un dato de la realidad externa. En la universidad, me dieron a leer a Platón y me di
cuenta de la posible existencia de un reino metafísico más allá o por encima del mundo sensorial.
Llegué a comprender que la mente humana podía concebir un reino del cual el mundo empírico era
epifenomenal. Finalmente, llegué a creer que, en cierto sentido, el mundo empírico no era realmente
real, al menos no tan real como el reino arquetípico más allá de él. En este punto, me desesperé de
la veracidad de los datos sensoriales. De ahí que en novela tras novela que escriba cuestione la
realidad del mundo que informan los sistemas perceptores de los personajes. Finalmente me
convertí en un panteísta acósmico, llevado a este punto de vista por décadas de escepticismo.

FCB: Una vez que se despertó su interés en la Filosofía, ¿cómo perseguiste este interés? ¿Qué libros
leíste al principio? ¿Qué cursos de filosofía tomaste, si tomaste alguno?

PKD: Abandoné la universidad muy temprano y comencé a escribir, siguiendo mi interés en la


filosofía por mi cuenta. Mis fuentes principales fueron los poetas, no los filósofos: Yeats y
Wordsworth y los poetas metafísicos ingleses del siglo XVII, Goethe, y luego filósofos abiertos
como Spinoza, Leibnitz y Plotino, los últimos que me influyeron mucho. Al principio leí Alfred
North Whitehead y Bergson, y me basé en la filosofía del proceso. Tomé un curso básico de
investigación en filosofía en la Universidad de California en Berkeley, pero me pidieron que me
fuera cuando pregunté sobre el valor pragmático del platonismo. Los presocráticos siempre me
fascinaban, en particular Pitágoras, Parménides, Heráclito y Empédocles. Aún veo a Dios como
Jenófanes lo vio. Poco a poco, mi interés por la filosofía pasó al campo de la teología. Al igual que
los primeros griegos, soy un creyente del panpsiquismo. De todos los sistemas metafísicos en
filosofía, siento la mayor afinidad por la de Spinoza, que con su máxima, "Deus sive substantia sive
natura;" para mí resume todo ("Dios, es decir, realidad, es decir, naturaleza"). Después de coquetear
con eñ durante años me he acostumbrado al monoteísmo; Considero que incluso el cristianismo y el
judaísmo posterior son muy dualistas y, por lo tanto, inaceptables. Para mí, la verdad se pronunció
por primera vez (en la medida en que sabemos) cuando Jenófanes de Colofón, un Jónico, afirmó:
"Un Dios existe.. de ninguna manera cómo las criaturas mortales lo conciben en forma corporal o
en su mente. Todo él ve, todo él piensa, todo él oye. Él permanece siempre inmóvil en el mismo
lugar; no es apropiado que se mueva ahora de esta manera, ahora que.. Pero, sin esfuerzo, él maneja
todas las cosas con el razonar de su mente." Mi interés en Pitágoras vino de leer la "Oda" de
Wordsworth, y de allí pasé al neo-Platonismo y a los presocráticos. El pensamiento alemán me
influenció, especialmente Schiller y sus ideas de libertad; Leí su Trilogía "Wallenstein". Las
opiniones de Spinoza sobre el valor de la democracia también me influyeron. Especialmente estudié
la Guerra de los Treinta Años y las cuestiones involucradas, y simpatizo con el lado protestante, en
particular con los valientes holandeses. Cuando tenía veintiún años escribí un artículo sobre la
superioridad del sistema gubernamental estadounidense de controles y equilibrios, elogiándolo por
encima de todos los demás sistemas de gobierno, ya sea en los tiempos modernos o en la antigüedad;
Le envié una copia al entonces gobernador de California, Earl Warren, a lo que él contestó: "Es una
experiencia gratificante recibir tal expresión de aprecio del gobierno por el que todos trabajamos y
servimos. Y aunque puede ser que muchos otros tengan la misma profundidad de sentimientos que
usted expresó, pocos son tan articulados. Ciertamente, su carta es única en mi experiencia, y he
recibido muchas durante mis años en el cargo público". Eso fue en el año 1952, cuando se
publicaron mis primeras historias. Por lo tanto, coincide con mi aparición como autor en el mundo
de la CF.
Los ensayos en esta sección se refieren principalmente a la naturaleza del género de ciencia ficción,
el papel del escritor del género y la especulación sobre las posibilidades científicas futuras.

"Pesimismo en la ciencia ficción" (1955) se publicó por primera vez en Oblique, No. 6, diciembre
de 1955, un fanzine editado por Clifford Gould.

"¿Se perfeccionará la bomba atómica y, si es así, qué será de Robert Heinlein?" fue publicado por
primera vez en el fanzine Lighthouse, No. 14, octubre de 1966, editado por Terry Carr. El estilo
representa a Dick en su forma más informal, empleando el foro de fanzines abierto y sin
inhibiciones para orar, opinar y desahogarse a voluntad. No es el trabajo más impresionante de Dick,
aunque tiene sus momentos de humor y de visión oscura, como en sus breves comentarios sobre la
difícil relación entre Dick y su madre. Hubo una tempestad en una tetera cuando, en el número
posterior de Lighthouse (No. 15, agosto de 1967), un fanático de SF escribió una carta atacando a
Dick por la insensibilidad de sus comentarios tanto sobre Heinlein como sobre la madre de Dick, e
implicando que Dick había sufrido daño cerebral permanente por su uso de LSD. De hecho, Dick no
sufría daño cerebral y era bastante propenso, durante los años sesenta, a exagerar mucho su uso de
LSD (usó la droga solo en un puñado de ocasiones, y lo encontró demasiado aterrador para su
gusto). Dick respondió a este ataque en el siguiente número con gran indignación, dando a entender
que podría presentar una demanda por difamación; el escritor de la carta se disculpó y el asunto se
abandonó, para el evidente alivio de ambas partes. Dick nunca cedió en su animosidad hacia su
madre; con respecto a Heinlein, sin embargo, la actitud de Dick cambió considerablemente. Véase
el prólogo de Dick a la colección de historias de The Golden Man en esta misma sección.

Las respuestas de "The Double: Bill Symposium" de Dick se incluyeron en el volumen The Double:
Bill Symposium, publicado por D: B Press (1969), que incluía las respuestas de noventa y cuatro
escritores de SF. Los dos editores fueron Bill Mallardi y Bill Bowers. El cuestionario fue preparado
por Lloyd Biggie, Jr.
"Esa placa lunar" apareció por primera vez en Men on the Moon (1969), una antología de Ace
editada por Donald A. Wollheim, una figura importante en la carrera editorial de Dick.

"¿Quién es un escritor de CF?" se publicó por primera vez, en forma truncada, en Science Fiction:
The Academic Awakening (1974), un libro de capítulos de la College English Association
(Shreveport, Louisiana). El editor fue Willis E. McNelly, profesor de inglés en la Universidad de
California en Fullerton, con quien Dick disfrutó de relaciones amistosas. El ensayo aparece aquí por
primera vez en su longitud completa, aproximadamente un tercio más larga que la versión original
publicada.

"El experimento Michelson-Morley revalorizado" apareció por primera vez bajo el título
(suministrado por un editor) como "Los científicos afirman: Somos el Centro del Universo" en New
Worlds, No. 216, septiembre de 1979.

El prólogo de Dr. Bloodmoney, escrito en 1979, se publicó por primera vez en la edición de 1985
de la novela de Bluejay Books.

El prólogo a The Golden Man apareció por primera vez bajo el título (suministrado por un editor)
―The Lucky Dog Pet Store" en Foundation, No. 17, septiembre de 1979. Se volvió a publicar, con
cambios menores, como la "Introducción" a The Golden Man (1980) colección de historias editada
por Mark Hurst. Las notas de la historia que concluyeron este ensayo se volvieron a publicar en las
cinco historias recopiladas de Philip K. Dick (1987).

La reseña de 'La imaginación cibernética en la ciencia ficción', de Patricia Warrick, nunca antes
había sido publicada. No está claro si Dick alguna vez lo envió a una publicación. Es importante
tener en cuenta que esta revisión puede haber sido escrita en un momento de pique temporal; Dick y
Warrick continuaron, tanto antes como después de escribir esta revisión, una voluminosa
correspondencia sobre asuntos filosóficos y espirituales, y Dick a menudo elogió y agradeció a
Warrick, en esta correspondencia, por sus ideas y apoyo. No obstante, vale la pena publicar la
reseña porque refleja con precisión el alto grado de sospecha, incluso de animosidad, que Dick
sintió hacia los académicos "convencionales" que intentaron adoptar la CF, por así decirlo, y
hacerla respetable o "relevante". Al mismo tiempo, como Dick confiesa en su introducción a The
Golden Man, la falta de atención general por su trabajo fue una fuente de dolor para él.

"Mi definición de ciencia ficción" se publicó por primera vez en Just: SF, vol. 1, No. 1 (1981),
editado por John Betancourt.

Las "Predicciones" se incluyeron por primera vez en The Book of Predictions (Nueva York:
Morrow, 1981) por David Wallechinsky.

"Hacedores de mundos.. y destructores" (1981) apareció por primera vez en SelecTV Guide, del 15
de febrero al 28 de marzo de 1981. Esta guía fue emitida por la compañía de cable de Dick, y su
pago por escribir la pieza fue un año gratuito de servicio de cable. Véase mis comentarios
preliminares a las "Notas sobre ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" (1968), en una
sección posterior, para más información sobre las opiniones de Dick sobre la película Blade Runner
(1982). "Los creadores de universos.." fue reimpreso en Radio Free PKD (el sucesor de PKDS
Newsletter, editado por Gregory Lee), No. 1, febrero de 1993.

La “Nota de cabecera la selección de cuentos "Aquí yace el Wub", escrita en 1980, apareció por
primera vez en acompañamiento de la historia reimpresa en First Voyages (Nueva York: Avon,
1981), una antología de SF editada por Damon Knight, Martin H. Greenberg y Joseph. D. Olander.
Se reimprimió en PKDS Newsletter, No. 24, mayo de 1990, y en Radio Free PKD, No. 3, octubre
de 1993. Esta nota principal no se reimprimió en los volúmenes disponibles de Collected Stories;
De ahí su inclusión aquí.
"El pesimismo en la ciencia ficción" (1955)

Dado que la ciencia ficción se refiere al futuro de la sociedad humana, la pérdida mundial de la fe
en la ciencia y en el progreso científico seguramente causará convulsiones en el campo de la CF.
Esta pérdida de fe en la idea de progreso, en un "mañana brillante", se extiende a todo nuestro
medio cultural; el tono sombrío de la ciencia ficción reciente es un efecto, no una causa. Si un
escritor moderno de ciencia ficción refleja esta sensación de fatalidad, solo está haciendo lo que
cualquier escritor responsable hace: si un escritor siente que los sablazos y el redoble de tambores
actual están llevando al mundo a la guerra, no tiene más remedio que reproducir sus sentimientos en
sus escritos, a menos que esté escribiendo puramente con fines de lucro, en cuyo caso nunca
reproduce sus sentimientos, sino solo aquellos que él cree que serán comercialmente aceptables.

Todos los escritores responsables, hasta cierto punto, se han convertido en precursores involuntarios
de la catástrofe, ya que ésta sopla en el aire; pero los escritores de ciencia ficción lo son aún más, ya
que la ciencia ficción siempre ha sido un medio de protesta. En ciencia ficción, un escritor no está
simplemente inclinado a representar el papel de Casandra; está absolutamente obligado a hacerlo, a
menos que, por supuesto, honestamente piense que despertará una mañana y descubrirá que los
marcianos cerebrotes se han escabullido con todas nuestras bombas y armamentos, por nuestro
propio bien.

Por supuesto, los relatos apocalípticos se vuelven monótonos, ya que hay infinitos futuros brillantes,
exitosos, no perecederos, pero solo una catástrofe; la guerra. Una vez que se ha escrito la historia de
la guerra, no hay mucho que decir; y Ray Bradbury ha escrito esa historia al menos una vez.
Entonces el escritor responsable de ciencia ficción se repite a sí mismo, ya que aunque hay muchas
cosas sobre las que podría escribir, solo hay un futuro horrible en el que realmente cree: el resto son
ejercicios de lógica, imaginación y destreza de escritura. Si el escritor cree honestamente que nos
estamos moviendo hacia el suicidio racial, entonces las historias habilidosas y alegres se vuelven,
aunque interesantes, un mero rasguño de violín. Pero una esperanza natural, tomando el lugar del
optimismo legítimo, nos obliga a preferir estos agradables sustitutos. Bueno, son muy divertidas, así
como las novelas de detectives fueron muy divertidas en los años treinta. Y la pregunta no es: ¿qué
hace que la lectura sea más placentera? Porque nadie debatiría seriamente sobre eso. Después de
todo, se supone que los agradables ejercicios de imaginación y lógica son agradables; y las
narraciones de la catástrofe están simplemente destinadas a llamar la atención a la realidad. Ésta
última nunca ha sido popular. En cierto sentido, el trabajo del escritor de ciencia ficción al continuar
escribiendo de manera pesimista si se siente pesimista, es un empeoramiento del lugar en el que
todos estamos; el escritor de CF no morirá menos que cualquier otra persona. Pero el escritor de
ciencia ficción tiene todo el día para meditar; meditar, o al menos pensar, es su trabajo. Si se le pide
al escritor de ciencia ficción que no piense en la fatalidad, si es inmoral escribir sobre una guerra
que se avecina, entonces ciertamente es algo malo preocuparse por ello.

La única queja realmente legítima que se puede presentar contra lo relatos apocaclípticos (aparte de
la queja de que son todas iguales y por lo tanto se requiere solo una historia de perdición realmente
adecuada) es que siempre ha habido guerra y peligro, y que la sensación de fatalidad puede estar
fuera de lugar. Este es un buen argumento, y estoy empezando a creerlo. Un relato apocalíptico
nunca ofrece una solución al problema: simplemente expresa el problema una y otra vez. Bueno,
suponiendo que aceptemos la existencia del problema (la guerra que se acerca), tal vez una función
más realista o al menos más valiosa sería buscar, en nuestras historias de ciencia ficción, soluciones
parciales a la amenaza. ¿Cómo vamos a sobrevivir? ¿Cómo será nuestro mundo después de que
algunos (o muchos) de nosotros hayamos sobrevivido?

En lugar de escribir historias sobre la fatalidad, tal vez deberíamos dar por sentada la fatalidad y
seguir a partir de ahí. Convierte el mundo arruinado de la ceniza en una premisa: explícalo en el
primer párrafo y dalo por hecho, en lugar de guardarlo para el final. Y haz que el tema central o la
idea del relato sea un intento de los personajes por resolver el problema de la supervivencia de la
posguerra. En el peor de los casos, podemos suponer que nadie sobrevivirá. Pero esto es como
tomar fotos de los contenedores de carbón a la medianoche: se puede hacer, pero si no hay nada allí,
entonces qué demonios. Es muy posible que unas pocas docenas e incluso un gran número de
personas puedan sobrevivir a la guerra, en cuyo caso se puede desarrollar una historia que trate
sobre varios intentos de establecer sociedades. Por supuesto, queremos evitar la novela apocalíptica
inglesa: la colonia primitiva posmáquina que lucha del tipo "de vuelta a la naturaleza". Pasemos por
alto eso, y supongamos tecnología básica; quizás no con cohetes de propulsión atómica, pero al
menos motores de combustión de gasolina y teléfonos.

Sin embargo, no puedo creer seriamente que gran parte de nuestro patrón cultural o activos físicos
sobrevivan a los próximos cincuenta años. Nuestro continuum social actual se está desintegrando
rápidamente; si la guerra no estalla, obviamente se corroerá. En el mejor de los casos, en el más
optimista, no habrá muerte ni destrucción. Asumiré el lado positivo, la posibilidad de una guerra
limitada y un retroceso parcial -Bradbury es quizás demasiado pesimista-. Pero evitar el tema de la
guerra y el retroceso cultural, como lo han hecho algunas escuelas de escritores y editores de
ciencia ficción, es poco realista y francamente irresponsable. Semejantes clamores de optimismo
están diseñados para aumentar la circulación. No deberían engañar a nadie que lea periódicos.
"¿Se logrará la bomba atómica? Y si es así, ¿qué será de Robert Heinlein?" (1966)

Recientemente tomé una dosis más de LSD-25, y como resultado, algunos pensamientos aburridos
pero persistentes se han infiltrado en mi cabeza. Volveré aquí [sic; volver a contar] algunos de ellos,
en forma caótica. Si los encuentras todos falsos, bien por ti. Si los encuentras todos verdaderos,
también son buenos para ti.

El origen real de la ciencia ficción yace en las novelas de exploración del siglo diecisiete en tierras
fabulosas. Por lo tanto, la historia de Jules Verne del viaje a la luna no es CF porque van en cohete,
sino por donde van. Sería tanto CF lo mismo si viajar en una banda elástica. Muy pocas historias de
ciencia ficción se hacen realidad. Por suerte. Aquellos como Waldo son fanáticos y no prueban nada.
[N. del T: se refiere al cuento de 1942 Waldo & Magic, Inc, de Robert A. Heinlein, sobre un mundo
donde gobierna la magia]

Debido a la posibilidad cada vez más latente hoy en día de una expedición a Marte, el público en
general está finalmente dispuesto a aceptar la CF como razonable. Han dejado de reír, pero no han
comenzado a leer. Probablemente nunca lo harán, porque la lectura es demasiado difícil para ellos.
Pero ahora sabemos que teníamos razón. (Por supuesto, lo sabíamos todo el tiempo. Pero es bueno
ver que resultó).

Nadie gana dinero de verdad- lo repito, de verdad- escribiendo buena CF. Esto probablemente
indique que tiene valor artístico. Si Lorenzo de Medici estuviera vivo, recogería la cuenta de A. E.
Van Vogt, no de John Updike. La mejor novela de ciencia ficción que he leído es 'La Pianola', de
Vonnegut, porque en realidad trata sobre las relaciones entre hombres y mujeres (Paul Proteus y su
perra esposa). En este asunto, el libro es único en el campo. 'Un mundo feliz' solo parece hacer esto;
'1984' en este sentido es horrible.

Si tuviera que sacar una novela de ciencia ficción que, más que ninguna otra, me haría abandonar
por completo la CF, es 'Golfo' de Robert Heinlein. Me parece que es fascismo liso y llano, y, lo que
es peor, presentado sin atractivo. Bleh. Heinlein ha hecho más para daño a la CF que cualquier otro
escritor, creo, con la posible excepción de George O. Smith. El diálogo en 'Forastero en tierra
extraña' debe leerse para creerlo. "¡Dale a la pequeña dama una caja de cigarros!" grita un personaje,
lo que significa que la niña ha dicho algo que es correcto. Uno se pregunta cuál sería la réplica si se
tuviera que responder a una observación verdaderamente inspirada, en lugar de una declaración
rutinaria; probablemente estallaría la molleja del libro.

Una vez leí una historia corta fabulosa en la revista If por un escritor desconocido llamado Robert
Gilbert. Era poesía, belleza, amor, perfección, y le escribí y se lo dije. Él respondió y dijo que había
escrito la historia mientras escuchaba los discos de Harry James. Comencé a leer CF en 1941. Soy
viejo.

Hay una manera precisa, y solo una, por la cual puedes decir que estás envejeciendo. Es cuando las
revistas de CF que compraste nuevas en el stand en el momento en que salieron han empezado a
cambiar el color amarillo de las que recogiste como artículos de colección de los distribuidores
especializados. . . es decir, ya es antiguo. ¿Es posible que Lovecraft haya visto la verdad? Que los
reinos y la maldad como los que describe en, por ejemplo en 'El extraño caso de Charles Dexter
Ward', ¿existan realmente? Imagina tomar una dosis de LSD y encontrarte en Salem. Te volverías
loco.

La religión nunca debe aparecer en CF, excepto desde un punto de vista sociológico, como en
'Hágase la oscuridad'[una novela de Fritz Leiber]. Dios, propiamente dicho, como personaje, arruina
una buena historia de CF; y esto es tan cierto de mis cosas como las de los demás. Por lo tanto,
lamento mi libro de 'Palmer Eldritch' en ese sentido. Pero a las personas que están un poco
inclinadas místicamente les gusta. Yo no. Ojalá nunca lo hubiera escrito; hay demasiadas fuerzas
horribles sueltas en él. Cuando lo escribí, había estado tomando ciertos químicos y podía ver el
horrible paisaje que describí. Pero no ahora. Gracias a Dios. Agnus Dei qui tollis peccata mundi
[Cordero de Dios que levanta los pecados del mundo].

Avram Davidson [un escritor de ciencia ficción] me fascina, como persona, quiero decir. Es una
mezcla de niño y anciano muy sabio, y sus ojos siempre brillan, como los de un Papá Noel recién
despedido. Con barba teñida de negro. Le daré quince centavos a quien que pueda imaginarse a [el
editor de CF] Tony Boucher cuando era pequeño. Obviamente, Tony siempre fue como es ahora.
Pero aún más difícil de imaginar es la extraña verdad de que alguna vez no hubo Tony Boucher.
Esto es claramente imposible. Creo que siempre debe haber habido un Tony Boucher; si no es el
que conocemos, y luego otro, muy parecido a él. He escrito y vendido veintitrés novelas, y todas
son horribles excepto una. Pero no estoy seguro de cuál. Si Beethoven hubiera vivido solo un año
adicional, habría ingresado en un cuarto período de su talento en evolución. Podemos imaginar esto
escuchando su última composición, el final alternativo para el decimotercer cuarteto. Lo que no
podemos imaginar es, ¿qué hay de más tarde, en su vejez? Supongamos que él, como Verdi, como
Haydn, hubiera vivido para componer a los ochenta años. Bajo LSD tengo una visión de un séptimo
u octavo período de Beethoven: cuartetos de cuerda con coro y cuatro solistas.

De todos la CF que he leído, una historia todavía significa más para mí que cualquier otra: es 'Por
desgracia, todo cerebro' de Harry Bates. Es el comienzo y el final de la literatura de ciencia ficción.
Por desgracia. Durante quince años, todo el período en el que escribí CF, nunca he visto a mi agente
o incluso he hablado con él por teléfono. Me pregunto qué clase de persona es, suponiendo que
exista. Cuando llamo a su número, su recepcionista dice: "El Sr. Meredith no está aquí en este
momento. ¿Hablará con el Sr. Rib Frimble?" O algún nombre tan poco probable. Sobre la base de
eso, en mi próxima llamada no pido al Sr. Meredith sino al Sr. Frimble. Entonces la recepcionista
dice: "El señor Frimble está afuera, señor, ¿hablará con el Sr. Muerto?" Y así continúa. Si supiera lo
que era una alucinación, sabría qué era la realidad. He examinado el tema a fondo, y afirmo que es
imposible tener una alucinación; va en contra de la razón y el sentido común. Quienes dicen haberlo
tenido probablemente mienten. (He tenido algunas yo mismo)

De vez en cuando alguien en el vecindario que es lo suficientemente rico como para poseer un seto,
y siempre estar ocupado recortándolo, me pregunta por qué escribo CF. Nunca tengo una respuesta
Hay muchas otras preguntas que se me hacen pero que no obtienen ninguna respuesta de mi parte.
Son:

1. ¿De dónde sacas tus ideas?


2. ¿Pones a las personas que conoces en tus historias?
3. ¿Por qué no estás vendiendo a Playboy? Todos los demás lo están haciendo. Escuché que pagan
muchísimo.
4. ¿La ciencia ficción no es principalmente para niños?

Permítanme ilustrar lo mi punto cuando digo que no tengo respuesta para esto; Haré aquí lo que
generalmente hago:

Respuesta a 1: Oh, bueno, ideas; bueno, puedes encontrarlas en casi cualquier lado. Quiero decir,
hay ideas. Digamos que hablar contigo me da una idea para una trama. Hay este mutante
humanoide superior, ¿ves?, que tiene que ocultarse porque el hombre de las masas no lo
comprende a él ni a sus objetivos superiores y evolucionados, etc.

Respuesta a 2: No.
Respuesta a 3: No sé. Supongo que soy un fracaso. ¿Qué otra posibilidad puede haber? Y fue
pésimo de tu parte preguntar.

Respuesta a 4: No, la CF no es para niños. O tal vez lo es; No sé quién la lee. Hay
aproximadamente 150,000 personas de lectores, y eso no es un gran número. Pero incluso si atrae
a los niños, ¿cuál es el problema?

Puedes ver cuán débiles son estas respuestas. Y he tenido quince años para pensar otras mejores.
Obviamente nunca lo haré.

El locutor de noticias de televisión dice esta noche que un hombre de noventa y un años se ha
casado con una mujer de noventa y dos años. Es suficiente para traer lágrimas a tus ojos. ¿Qué les
espera? ¿Qué posibilidades hay, cada vez que cierran los ojos, de que alguna vez volverán a abrirlos?
Las criaturas silenciosas, pequeñas y sin importancia, son mucho mejores y valen mucho más de lo
que Robert Heinlein nunca sabrá. La soledad es la gran maldición que pesa sobre un escritor. Hace
un tiempo escribí doce novelas seguidas, más catorce revistas. Lo hice por soledad: significó
comunicación para mí. Finalmente, la soledad creció demasiado y dejé de escribir; dejé a mi
entonces esposa y luego a mis hijos y emprendí un gran viaje. El gran viaje terminó junto a los
fanáticos del Área de la Bahía, y por un momento dejé de estar solo. Luego regresó, tarde una noche.
Ahora sé que nunca desaparecerá. Este es mi pago por veintitrés novelas y cien revistas. No es
culpa de nadie. Simplemente es así.

Mi madre muestra su amor por mí al recortar ciertos artículos de revistas y periódicos, que luego me
da. Estos artículos prueban que los tranquilizantes que tomo ocasionan daño cerebral permanente.
Es lindo, el amor de una madre.

Bajo LSD vi colores radiantes, especialmente los rosas y rojos; brillaban como Dios mismo. ¿Es eso
lo que es Dios? ¿Color? Pero al menos esta vez no tuve que morir, ir al infierno, ser atormentado, y
luego ser resucitado como Cristo en la cruz hacia la salvación eterna. Como le dije a J.G Newkom
[un amigo de Dick en este momento] cuando estaba libre de la droga, "no me importa pasar por el
Día del Juicio nuevamente, después de morir, pero espero que no dure". En LSD puedes pasar 1.96
eternidades, si no 2.08.

En quince años de escritura profesional no he obtenido ni una jota ni una tilde mejor. Mi primera
historia, Roog, es tan buena como -si no mejor que- las cinco que escribí el mes pasado. Esto me
parece muy extraño, porque durante todos estos años aprendí mucho sobre la escritura. . . y además
mi reserva general de sabiduría mundana ha aumentado. Tal vez solo haya un número dado de ideas
originales en cada persona; él las usa y eso es todo. Como un viejo jugador de béisbol, ya no tiene
nada que ofrecer. Sin embargo, diré una cosa a favor de mi escritura, que espero sea cierta: soy
original (excepto cuando copie mi trabajo anterior). Ya no escribo "como Cyril Kornbluth" o "como
A. E. van Vogt". Pero en ese caso ya no puedo culparlos por mis fallas.

Un editor en Inglaterra me pidió que escribiera una solapa para una recopilación de mis cuentos. En
este país, alguien más los escribe, generalmente alguien que no ha leído el libro. Me gustaría
haberla comenzado diciendo: "Estas historias aburridas y poco interesantes.." etc. Pero supongo que
es mejor que no. Así terminan mis reflexiones.
"The Double: Bill Symposium": respuestas a "Un cuestionario para escritores y editores
profesionales de SF" (1969)

Pregunta 1: ¿Por qué motivo o razones escribe ciencia ficción antes que otros
subgéneros literarios?
Su audiencia no está paralizada por los prejuicios de la clase media y escuchará ideas genuinamente
nuevas. Hay menos énfasis en el mero estilo y más en el contenido, como debería ser. Es un campo
de hombres, y por lo tanto no se requiere un final feliz, como en todos los campos de ficción
dominados por mujeres. Es una de las pocas ramas de la ficción seria en la que el humor desempeña
un papel principal (haciendo que la CF sea más completa, como lo fue el trabajo de Shakespeare).
Siendo uno de los modos de ficción más antiguos conocidos en el mundo occidental, encarna
algunos de los sueños, ideas y aspiraciones más sutiles, antiguos y de mayor alcance de los cuales el
hombre pensante es capaz. En esencia, es el campo de ficción más amplio, que permite los
conceptos más lejanos y avanzados de todos los tipos posibles; ninguna diversidad de ideas queda
fuera de la CF; todo es su propiedad.

Pregunta 2: ¿Cuál considera que es la razón de ser, el valor principal de la ciencia ficción?

Presentar en forma de ficción nuevas ideas demasiado difíciles o demasiado vagas como para ser
presentadas como hechos científicos (por ejemplo, psionismo). Y las ideas que no son un hecho
científico, nunca lo serán, pero que son conjeturas fascinantes, en otras palabras, sistemas
científicos posibles o alternativos. Puntos de vista mundiales en los que no podemos "creer" pero
que nos interesan (como, por ejemplo, nos parece interesante la cosmovisión medieval pero ya no
podemos simplemente aceptarla como "verdadera"). Así que la CF nos presenta, además de la
cosmovisión, que realmente adoptamos, una gran variedad de puntos de vista "como si": estos
―como si‖ tienen el efecto de flexibilizar nuestras mentes: somos capaces de ver puntos de vista
alternativos como convergentes con los nuestros.

Pregunta 3: ¿Cuál es su evaluación de la relación de la ciencia ficción con la "corriente principal"


de la literatura?

La CF no puede explorar las profundidades de las relaciones humanas interpersonales, y esta es su


falta; sin embargo, en un nivel puramente intelectual posee más ideas conceptuales como tales, y
por lo tanto, en este sentido, es superior a la ficción convencional o de calidad. Y no necesita insistir
en el mero estilo como tal, sino que puede ir más allá en términos de su contenido. Pero la CF
(excepto Bradbury) es para personas más jóvenes, más optimistas, que aún no han sufrido realmente
en las manos de la vida; la ficción de calidad tiende, y con razón, a tratar con los derrotados,
aquellos que han perdido la primera flor. . . por lo tanto, la ficción de calidad es más madura que la
CF - por desgracia.

Pregunta 4: ¿Cree que participar en foros, fanzines y convenciones sería un beneficio o un


obstáculo para los aspirantes a escritores?

Un beneficio, pero no uno tan grande. Sería un beneficio si los fanáticos permitieran que el escritor
hablara, en lugar de tratar de instruirlo. El trabajo del escritor es el de contar; él no debería ser
convertido en un oyente. Pero los conceptos en la escritura de CF no derivan de los seguidores,
dentro del campo, de todos modos; derivan-o al menos deberían hacerlo-del amplio mundo en sí, en
sus orillas lejanas en particular. De todos lados, excepto de los seguidores de CF.

Pregunta 5: ¿Qué fuente o fuentes recomendarías a los escritores principiantes que, en tu


experiencia, fueron las ideas más productivas para las historias de ciencia ficción?
Revistas que se ocupan de la investigación más avanzada de la psicología clínica, especialmente el
trabajo de la escuela europea de análisis existencial. C. G. Jung. Escrituras orientales como las del
budismo zen, el taoísmo, etc. Auténticamente autorizadas, en comparación con las populares, obras
históricas (por ejemplo, La amistad brutal). Obras medievales, especialmente las relacionadas con la
artesanía, como el soplado de vidrio, y la ciencia, la alquimia, la religión, etc. Filosofía griega,
literatura romana de todo tipo. Textos religiosos persas. Estudios renacentistas sobre la teoría del
arte. Escrituras dramáticas alemanas del período romántico.

Pregunta 6: ¿Cree que un escritor principiante de ciencia ficción debería concentrarse en historias
cortas en lugar de novelas, o viceversa? ¿Por qué?

Los cuentos primero, para dominar esta forma más fácil. Luego, muy lentamente, que trabaje hacia
piezas más largas, digamos hasta veinticinco mil palabras. Luego, por fin, pruebe una novela de
tamaño completo (es decir, de sesenta mil palabras), basada en la estructura de algún escritor que
sea admirado. Yo, por ejemplo, basé mis primeras novelas en la estructura utilizada por A. E. van
Vogt. Más tarde, cuando estaba más seguro de mí mismo, me aparté de esta. Asegúrese, sin
embargo, de seleccionar un escritor experto en la forma de la novela (por ejemplo, no seleccione
Ray Bradbury).

Pregunta 7: ¿Qué sugerencias puedes ofrecerle al escritor principiante sobre el desarrollo de


personajes "realistas" y escribir un diálogo efectivo?

Lea la escritura moderna de "calidad", especialmente las piezas cortas de Algren, Styron, Herb Gold,
los llamados escritores de la Nueva Escuela. Y los escritores de izquierdas de los años treinta, como
Dos Passes, Richard Wright, y remóntense hasta Dreiser y Hawthorne -intenten quedarse con los
escritores estadounidenses (incluidos, por supuesto, Hemingway y Gertrude Stein) porque es entre
ellos que el diálogo realista se ha desarrollado. Prueben los realistas franceses, como Flaubert, para
la trama y la caracterización. Evite a Proust y otros escritores de tipo subjetivo. Y, por supuesto,
estudia atentamente a James Joyce; todo, desde sus primeros cuentos hasta el 'Finnegan´s..'.

Pregunta 8: ¿Cree que una novela efectiva requiere un mensaje o una moraleja? Por favor
comenta.

¡Absolutamente no! La noción de que una novela necesita una moraleja o un mensaje es un
concepto burgués. En los días de la aristocracia se reconocía que el arte no necesitaba instruir o
elevar; podría ser un éxito simplemente entreteniendo. Uno nunca debe menospreciar el
entretenimiento; Los cuartetos de cuerda de Mozart no dan instrucciones. muéstrenme una moraleja
o un mensaje en, digamos, el difunto Beethoven. La música es pura; la literatura puede serlo
también; se vuelve más pura a medida que abandona su intención de mejorar e instruir a la
audiencia. El escritor no es un poco superior en moral que su audiencia de todos modos, y con
frecuencia es inferior a ellos. ¿Qué moral podría realmente enseñarles él? Lo que él tiene que
ofrecer son sus ideas.

Pregunta 9: ¿En qué medida cree que es posible detectar los puntos de vista de un escritor sobre
política, religión o problemas morales mediante el examen de sus narraciones?

Si el escritor es bueno, es imposible. Solo un mal escritor detalla sus puntos de vista personales en
su ficción. Sin embargo, siempre es posible que se encuentre una buena redacción en un trabajo
"instructivo". Pero por el momento no puedo pensar en ninguno (por ejemplo, Ray Bradbury. No
hay forma, al leer su trabajo, de decir realmente cuáles son sus puntos de vista personales, el
escritor en este caso desaparece por completo, y su historia se revela sola. Como debería ser). Uno
de los errores cardinales de la crítica literaria es creer que los propios puntos de vista del autor
pueden inferirse de su escritura; Freud, por ejemplo, comete este error realmente feo una y otra vez.
Un escritor exitoso puede adoptar cualquier punto de vista que sus personajes deban poseer para
funcionar; esta es la medida de su oficio, esta capacidad de liberar su trabajo de sus propios
prejuicios.

Pregunta 10: Durante sus años de formación ¿qué autor lo influenció más? ¿Qué otros factores,
tales como antecedentes, educación, etc., fueron influencias importantes?

Van Vogt fue mi máxima influencia. También Tony Boucher (es decir, sus críticas, no su ficción).
También los novelistas japoneses en el Departamento francés de la Universidad de Tokio, que
escribieron después de la Segunda Guerra Mundial. Y mi interés en la psicología de profundidad y
las drogas. Y en la escritura del "flujo de conciencia", como la de Joyce. Y- aunque no
recomendaría esto al escritor aspirante-, mi propio "ataque de nervios", a los diecinueve años, luego
a los veinticuatro y a los treinta y tres. Este tipo de sufrimiento educa tu punto de vista, pero a costa
de tu comodidad como criatura; puede hacerte un mejor escritor pero el costo es demasiado grande.

Pregunta 11: ¿Cuál considera que es la mayor debilidad de la ciencia ficción hoy en día?

Su incapacidad para explorar las relaciones sutiles e intrincadas que existen entre los sexos. Los
hombres, en su relación con las mujeres, se meten en las más difíciles circunstancias, y la CF ignora
este aspecto fundamental de la vida adulta –o no puede tratar con él. Por lo tanto, la CF sigue siendo
preadulta y, por lo tanto, atrae -más o menos- a preadultos. Si la CF explorara el aspecto hombre-
mujer de la vida, no perdería a sus lectores a medida que estos alcanzaran la madurez. La CF
simplemente debe aprender a hacer esto o siempre estará atrasada, como ahora. La novela 'La
Pianola' es una excepción a esto, y sugiero que cada fan de CF y especialmente cada aspirante a
escritor estudien una y otra vez los detalles de esta magnífica novela, que trata específicamente de
la relación del protagonista con su esposa.
"Esa placa lunar" (1969)

De ninguna manera los problemas aquí en la Tierra restan valor a la gloria del vuelo lunar del Apolo
11. Problemas similares condujeron a la colonización del Nuevo Mundo en los siglos XVII y XVIII:
la pobreza, la falta de oportunidades e incluso la inanición. En ocasiones, la presencia de graves
problemas sociales es un estímulo para la exploración; el hombre busca implacablemente una
manera de salir de sus problemas, y al hacerlo presiona en cada puerta, esperando encontrar una que
lo lleve a un lugar nuevo y diferente. Y debe reconocerse que el vuelo lunar ha actuado y continuará
actuando como una llamarada que ilumina las poderosas habilidades del hombre, su capacidad de
hacer lo que nunca se había hecho antes. Es una indicación de lo que se puede hacer, y debería ser,
por su solaexistencia, una nueva conciencia que crece en nosotros en cuanto a lo que podemos hacer.
Deberíamos, por eso, ser más optimistas en cuanto a lo que podemos hacer aquí en la Tierra; es una
prueba de nuestra fuerza y tenacidad, no una indicación de que estamos olvidando metas domésticas.
Y, además, era esencial que enviáramos a un hombre a la luna; la exploración es natural para el
hombre; es virtualmente un instinto. Es, al menos, una fuerza en el hombre tan poderosa que no se
puede negar. El vuelo lunar fue inevitable y es una nueva medida de nosotros mismos.
"¿Quién es un escritor de SF?" (1974)

El deleite que muestran los escritores de CF cuando se encuentran personalmente, en convenciones


o en paneles o durante conferencias, indica algún elemento común compartido por ellos,
principiantes y viejos profesionales por igual. Siempre surge una relación psicológica, incluso si las
ideas y la política en sus respectivos trabajos chocan de frente; es como si los temas absolutamente
opuestos en su trabajo publicado- que se espera que creen una barrera personal cuando los escritores
se encuentran cara a cara- esta barrera nunca está allí, y el sentimiento cuando un grupo de
escritores de CF se reúne es siempre uno de una familia reunida, amigos perdidos o nuevos amigos,
amigos entre quienes hay una base fundamental de perspectiva o al menos de estructura de
personalidad. Casi siempre se caracteriza por un respeto mutuo, y este respeto por parte de cada
escritor es para los demás como personas, no es solo como un respeto por su trabajo. Estamos
vinculados como si fuéramos miembros dispersos de un grupo étnico que alguna vez estuvo
estrechamente unido y que se ha dispersado, para luego reunirse momentáneamente. No he sentido
esto con ningún otro otro grupo de personas: hay algo especial en nosotros, que no solo es común
sino que nos une en lugar de separarnos como se encuentra, por ejemplo, en las reuniones sociales
de la así llamada "Nueva York literaria": escritores en los que los celos crónicos, la envidia y la
amargura agria impiden el contacto personal. Que yo sepa, esta camaradería y relación es al menos
actualmente única en las artes; y significa algo; dice algo sobre nosotros

Al conocer a un nuevo escritor de CF que acaba de publicar, nunca nos sentimos abarrotados o
inseguros; nos sentimos extrañamente felices, y le decimos eso y lo alentamos: lo recibimos. Y creo
que esto se debe a que sabemos que el hecho de que haya elegido escribir CF en lugar de otros tipos
de ficción, u otras carreras en general, ya nos dice algo sobre él. Conozco un elemento que nos
permite prejuzgar favorablemente a cualquier nuevo escritor profesional de CF: "Simplemente no
puede haber una motivación financiera como dinamismo laboral para esa persona porque no hay
ganancias financieras al escribir CF; el maestro promedio de la escuela secundaria, para nombrar a
otro grupo mal pagado, gana casi el doble de lo que gano, y todos mis ingresos provienen de
escribir CF. Así que para empezar, sabemos esto: frente a un nuevo joven escritor profesional de
ciencia ficción, sé ante todo lo que no lo impulsa; está fuera de las manos de una de las grandes
pulsiones corruptoras: esa enorme riqueza- y podría agregar esa gran fama y prestigio también,
porque tampoco las tenemos. Sé, cuando conozco a un nuevo escritor profesional, que en cierto
sentido le encanta escribir CF, a cualquier costo, o ya estaría en otros pastos más verdes.

Pero cuál es la motivación positiva y la personalidad que siento, digamos, ese centro. Effinger, un
nuevo escritor de ciencia ficción que conocí en agosto del año pasado, se puede suponer que lo tiene?
"Sé dónde está tu cabeza", es lo que pienso cuando me encuentro con un hombre o una mujer que
acaba de publicar su primera pieza de ciencia ficción. Sé que no quieres la fama, el poder, el gran
éxito de ventas, la fortuna, y por lo tanto, sé que debes querer o incluso escribir CF. Un escritor de
CF me dijo un día: "Lo escribiría incluso si no pagaran nada". ¿Vanidad por ver tu nombre impreso?
No, solo una conciencia de que este es un campo elegido, y elegido por él; no se lo está forzando a
vivir las ambiciones de sus padres frustrados y sus aspiraciones de que su hijo "represente algo",
como, por ejemplo, convertirse en doctor o abogado, todas esas profesiones buenas, elegantes y
bien remuneradas. Su impulso debe ser intrínseco; es imposible imaginar a la madre diciendo:
"Espero que mi hijo crezca para ser un escritor de ciencia ficción". Lo que hay en el escritor de
ciencia ficción, viejo profesional como yo (veintidós años de venta) o uno nuevo después de su
venta inicial, es una creencia en el valor de la ciencia ficción. No necesariamente una creencia en su
propia habilidad para escribir la Gran novela americana de CF y ser recordado para siempre: los
profesionales novatos son muy tímidos y poco sofisticados, pero sí una creencia en el valor
significativo de su campo. Y no vería este campo específico como uno de alto valor a menos que
haya leído CF de otros autores, autores anteriores, y tenga algún sentido de la naturaleza de lo que
la CF es, puede hacer, será.
En todo caso, suponiendo que va a escribir y vender, será menospreciado; la gente dirá: "¿Pero estás
escribiendo en serio?", lo que significa, por supuesto, que no comparten esta mística, esta
comprensión y convicción de lo que es la CF. De hecho, corre el riesgo de perder el estatus en lugar
de ganarlo. No, por supuesto, por sus colegas, sino por aquellas personas que piensan que la CF
consiste en películas de presupuesto de George Pal sobre La anchoa que se comío New York, como
las que se ven en la televisión a altas horas de la noche; él sabe que esto no es lo que la CF es
realmente. Incluso si no le va bien, aún con un talento masivo, la actitud sigue ahí: la CF es un
campo de acreción, construido capa por capa, año tras año, constantemente referido a todo lo que ha
sucedido antes.

A diferencia del escritor de cuentos occidental, no se vende el mismo cuento dos veces, con nuevos
nombres de personajes y un nuevo título; cada vez debes producir algo genuinamente nuevo. El
lector de CF, con todas las excepciones otorgadas, insiste en una cosa antes que en ninguna otra: los
nuevos cuentos y novelas no deben duplicar las anteriores, y ¡ay del escritor novato que no conoce
todos los clásicos de CF desde 1930; debe, y casi seguramente lo hizo, absorberlos antes de
comenzar a escribir él mismo. Lo que se hizo, lo que hice en 1951 cuando vendí mi primera historia,
fue pasar al siguiente paso en la estructura del pensamiento ficcionalizado que es la creciente
propiedad pública de todos los lectores y escritores de CF. En este sentido, La CF debe ser
vanguardista. Y así es. Y creo que la motivación que subyace en muchos de nosotros -y ciertamente
en mí-, fue agregar un trozo más de piedra a un mosaico cuyo patrón, cuya gestalt final, no se haya
explicado ni congelado aún en la página impresa. Es como si se creara un escritor de CF cuando lee
una historia de un escritor anterior y luego dice: "A continuación podría ser que..". es decir, este
libro, esta historia, este tema subyacente debe continuarse. Heinlein ha escrito lo que él llama
"historia futura", y gran parte de la CF lo es. Y gran parte de la motivación que impulsa al escritor
de CF es la motivación por "hacer" historia: contribuir con lo que ve, su perspectiva de "... ¿y luego
qué pasó?" a lo que todos los demás ya hemos hecho. Es un gran coloquio entre todos nosotros,
escritores, fanáticos y editores por igual. En algún lugar en el pasado (diría alrededor de 1900)
comenzó este coloquio, y voz tras voz se han unido, pequeñas y grandes ranas en charcos pequeños
y grandes, pero todos graznando su canción sublime. . . porque sienten la continuidad y la
posibilidad, la oportunidad, la necesidad ética, si se quiere, de sumarse a esta creciente "historia
futura".

He visto crecer a los estudiantes de secundaria desde una ávida apreciación de la lectura de CF
hasta su primera presentación vacilante, su primera venta: pueden desaparecer pronto, o convertirse
en solo uno de muchos, o convertirse en Ted Sturgeon, un colaborador único y poderosamente
encantador. . . en cualquier caso, hay una gran motivación por hacer la declaración, la presentación
escrita. "Nadie ha pensado todavía en esto", dice el escritor de ciencia ficción cuando se le ocurre
una idea, pero no es simplemente una idea descabellada lo que siente germinar en su cabeza; es una
adición y una contribución a un vasto cuerpo existente. En las ciencias propiamente dichas, cuando
el trabajo experimental revela alguna ley o principio previamente desconocido, el investigador sabe
que debe publicar sus resultados; ¿Por qué determinar que tal y tal es un principio científico
universal y luego no decir nada al respecto? Esto muestra la afinidad entre el escritor de CF y el
verdadero científico; habiendo descubierto algo nuevo, le corresponde a él, moralmente, publicar un
pequeño artículo impreso, ya sea que la publicación lo haga inmortal o rico; la ética es la misma. De
hecho, sería inútil, por ejemplo, determinar en condiciones escrupulosas de laboratorio que los
ratones alimentados con nada más que caballa en conserva viven el doble que el grupo de control y
luego, no mencionar a nadie el experimento y los resultados obtenidos. . Entonces, creo que
nosotros en nuestro campo tenemos el gran impulso del verdadero científico investigador, para
familiarizar a las personas con algo que hasta ahora se había pasado por alto. Todos los demás
factores, la necesidad de ganarse la vida, impresionar a los demás, ser "inmortal", son secundarios;
secuelas, por así decirlo, si ocurren.
Probablemente lo que vemos en un escritor de ciencia ficción (me usaré como ejemplo) es un niño
que crece y que originalmente quería ser científico (yo quería ser paleontólogo, por ejemplo). Pero
la ciencia no deja espacio para un factor vital para nosotros: la especulación. Por ejemplo, un
antropólogo encuentra un cráneo humanoide en África de casi 3 millones de años. Lo mira, lo
somete a pruebas, y luego en su artículo en Nature o Scientific American nos dice lo que realmente
encontró. Pero puedo verme a mí mismo con Leakey encontrando esos cráneos humanoides
increíblemente antiguos con un cráneo cerebral de 800 cc, en la estriación de 2.8 millones de años,
y según lo veo, las locas especulaciones que no puedo probar vendrán a mi mente. [N. del T: Louis
Leakey, famoso paleontólogo que convenció a la comunidad científica de que el origen del ser
humano estaba en África y fue una celebridad en la sociedad de la época. ] Si es cierto, los humanos
vivieron hace mucho tiempo, y me imagino toda una cultura, y especulo como en un sueño
voluntario, cómo podría haber sido el mundo de esa persona. No me refiero a su dieta, a la
velocidad con la que podía correr o si caminaba erguido; esto es un tema a ser tratado por las
ciencias duras. Lo que veo es lo que supongo que debería llamar un entorno "ficticio" del que me
habla ese cráneo. Una historia que ese cráneo podría querer decir. "Poder" es la palabra clave,
porque no sabemos, no tenemos los artefactos, y aún preveo más de lo que tengo en la mano. Cada
objeto es una pista, una clave, para un mundo entero diferente al nuestro - pasado, presente o futuro,
no es este mundo inmediato, y este cráneo me habla de este otro mundo, uno que debo soñar
conmigo mismo. He salido de los dominios de la verdadera ciencia. Si deseo escribir sobre eso ("¿Y
si estos humanoides antiguos hubieran desarrollado un método para controlar su entorno con", etc.)
entonces debo escribir lo que llamamos ciencia ficción? En primer lugar, es la verdadera curiosidad
científica, de hecho, la verdadera curiosidad, la curiosidad soñadora en general, lo que nos motiva,
más el deseo de completar las piezas faltantes de la manera más sorprendente o inusual. Para
agregar a lo que realmente hay allí, la realidad concreta que solo puede decir tanto y nada más, mi
propio "vistazo" de otro mundo. Un mundo que nunca veré completamente, o ni siquiera en gran
medida, pero hacia el cual este único objeto ha señalado.

No se trata, sin embargo, de que el escritor de ciencia ficción es un científico frustrado que no logró
alcanzarlo y así se volvió a la ficción fantástica, a los sueños; es más que esta persona está
impaciente por ver todo lo demás no visible en el cráneo real, y lo suficientemente inventivo como
para accionar ese mito, un cuento sobre "ese otro mundo" que concierne al nuestro solo aquí y allá.
Nosotros como escritores de ciencia ficción vemos muchos objetos una y otra vez como pistas de
otros universos, otras sociedades. Sentimos el resto, y esta percepción no puede separarse de la
imaginación literaria y artística. "Esta roca", dice la frase, "podría contar muchas historias, de
batallas libradas aquí mismo, de hechos realizados y ahora olvidados, si tan solo pudiera hablar". El
escritor de CF percibe esa historia, o muchas historias a partir de las pistas de la realidad tangible
que lo rodea, y crea el resto; él habla por los objetos, las pistas. Se ve impulsado a hacerlo. Él sabe
que hay más y sabe que no vivirá lo suficiente como para ver todos los datos científicos que
comprobarse. . . es posible que nunca suceda. El escritor, entonces, comienza a cantar sobre esas
batallas y esas acciones. Él las coloca en el futuro solo por conveniencia; es la colocación de la
historia principalmente en un mundo imaginario, pero ligado por pequeñas pistas reales a este
mundo, lo que lo lleva a la expresión. Se podría decir que como Homero cantó sobre Troya después
de esos eventos, el escritor de CF desea cantar sobre los sucesos que se avecinan porque siente que
este es realmente el único lugar razonable donde estos podrían ocurrir. Es como si Homero hubiera
escrito la Ilíada antes de esos sucesos, y si lo hubiese hecho sería auténtica o ciencia especulativa o
ciencia ficción.

Esto muestra, creo, la afinidad entre el escritor de ciencia ficción y el científico como tal: pero su
impaciencia, su inventiva, su descubrimiento de que las piezas y fragmentos a su alrededor (y
pueden estar en nuestro mundo actual o en otros relatos CF) dicen historias que aún no se cuentan y
que sin él nunca se contarán: este es una aspecto característico de la mente del escritor de ciencia
ficción y muestra por qué el término "ciencia ficción" aún persiste para describir lo que hacemos,
incluso si escribimos sobre una sociedad puramente religiosa dada ni siquiera en el futuro, sino en
una Tierra paralela. No es que las historias sean sobre ciencia; es que el escritor está motivado a lo
largo de líneas paralelas a las que motivan a los investigadores científicos. Pero él no está contento.
Él está atrapado con un disgusto; debe mejorar o cambiar lo que ve, no saliendo y agitándose
políticamente, sino examinando profundamente otras posibilidades y alternativas fabricadas dentro
de su propia cabeza. Él no dice: "Deberíamos aprobar leyes sobre la contaminación ambiental", y
entonces se une a grupos ecológicos; su anhelo es el mismo: detesta con justicia lo que ve de
decadencia y corrupción en nuestra sociedad tanto como cualquiera, pero su forma de abordar el
problema es muy diferente.

Él ideará, sobre la base de datos conocidos o datos plausibles, cómo podría todo ser mejor, o cómo
podría ser peor. Su cuento o novela es, en cierto sentido, una protesta, pero no política; es una
protesta contra la realidad concreta de una manera inusual. Él desea cantar, en lugar de cantar y
llevar carteles. Él nos cantará de infiernos mucho peores de lo que en realidad soportamos, o
mundos mejores, o simplemente mundos en los cuales estos elementos simplemente no están
presentes: mundos basados en otras premisas. Diría que es un activista introvertido, no extrovertido.
No se le ocurre, si ve que las autopistas se convierten en trampas mortales, solicitar al gobierno
cambios en las leyes de velocidad, etc., ve los peligros pero, siendo un introvertido, la idea de
acción social, de actuar pública y políticamente, no es su respuesta natural. Se vería raro por ahí
marchando y cantando. Él es cohibido y tímido. En cambio, escribirá en lugar de actuar.

Entonces yo diría que el escritor de ciencia ficción comparte un poco de la mentalidad política así
como lo hace con la científica. Los científicos mejoran las cosas al permaneciendo en sus
laboratorios; los activistas salen y reclaman. El escritor de ciencia ficción vislumbra las totalidades,
algunas buenas, algunas malas, otras simplemente extrañas, y quiere llamarnos la atención sobre
éstas.

Por lo tanto, él es también una figura literaria, así como un poco de la política y la científica; él es
los tres y probablemente algo más. Pero hablar de su trabajo como escapista: ninguna opinión sobre
la CF, al menos hoy en día, podría ser menos cierta. Está escribiendo sobre la realidad con tanto
fervor y convicción como el que cualquiera pudiera renuir para cambiar una ordenanza de
zonificación. Este es su camino, porque él no es ninguno de los tres tipos enumerados anteriormente,
sino una fusión de todos. En algún momento, tuvo la idea de que las palabras son cosas; pueden
ejercer fuerza y lograr los fines deseados. Esto lo comparte con todos los escritores, supongo; pero
si unes eso último a su base cuasi científica y su base cuasi política de la estructura de la
personalidad, puedes ver fácilmente que lo que él desea capturar en el papel, y sus motivaciones, en
su totalidad, son diferentes de los escritores en otros campos. Es posible que deseen capturar un
hermoso, pintoresco instante de una barrio del Bronx alrededor de 1930 y su vida para que todas las
generaciones futuras la lean, pero el escritor de ciencia ficción no está orientado a captar un
recuerdo, sino en proyectar visiones, una tras otra, las cuales él preparó en su propia mente. No hay
un mundo real de la niñez, alguna vez existente pero ahora solo un recuerdo, mordiéndolo; él es
libre y está contento de escribir sobre una infinidad de mundos, sin proclividad alguna al recuerdo
exclusivo de uno solo; por ejemplo, su propia niñez en un pueblito donde las Cocas costaban un
centavo y demás.. Desea plasmar en el papel todas las posibilidades que parezcan lo
suficientemente importantes como para ser registradas y luego comunicadas de inmediato con los
demás.

"Flexibilidad" es la palabra clave aquí; es la creación de multiversos, en lugar de un universo, lo


que lo fascina y lo impulsa. "Y si..." es siempre su premisa de partida. Parte científico, parte
activista político, pero con la convicción del poder mágico de la palabra escrita, y su inquietud, su
impaciencia: rodará un mundo nuevo tras otro para ti, dado un conjunto de sucesos o incluso un
único dato como punto de partida. Él quiere ver posibilidades, no realidades. Pero como digo, sus
posibilidades no son escapistas (aunque, de nuevo, mucho trabajo de CF es escapista,
particularmente cuando se tiende hacia fantasías de poder) porque la fuente de ellos yace
firmemente arraigada en la realidad. Él es un soñador con un ojo abierto, siempre evaluando con
frialdad lo que realmente está sucediendo. Y, sin embargo, piensa: "No tiene que ser así. Porque si
nos despertamos un día y descubrimos que todos los hombres eran estériles excepto por ..." y el
científico en él lo vinculará a posibilidades que tienen validez para nosotros, en contraste con las
historias sobre hobbits y espejuelos. Él está, como dijo una vez Santayana, "soñando bajo el control
del objeto", que era la definición de Santayana de nuestra vida despierta: "soñar bajo el control del
objeto", sí, pero para el escritor de ciencia ficción hay una capacidad ... - y esta es para mí la parte
más emocionante- por muy poderoso que sea ese objeto inmediato, él es capaz de especular sobre
nuestra sujeción total al mismo; todavía nos aprisiona, pero no absolutamente. El escritor de CF
puede disolver la cualidad absoluta normal que tienen los objetos (nuestro entorno real, nuestra
rutina diaria); nos ha liberado lo suficiente como para colocarnos en un tercer espacio, ni lo
concreto ni lo abstracto, sino algo único, algo conectado a ambos y, por lo tanto, relevante.

Así que nos liberamos, pero con suficientes vínculos como para que nunca olvidemos que vivimos
en una sociedad determinada en un momento específico, y ningún escritor legítimo de ciencia
ficción querría que olvidemos eso, quiere que nos pudramos en nuestras cabezas e ignoremos los
problemas reales a nuestro alrededor. Es solo que él está diciendo, "Oye, sabes que se me ocurre
que si por casualidad sucedieran tales cosas, entonces ...". y es el entonces que es ficticio porque
este suceso en particular (Washington, DC, arrastrado por un misterioso maremoto, etc., o cualquier
premisa que desee), este evento no ha sucedido, probablemente no lo hará, y no se nos pide que
creamos que pasó o que lo hará. Es solo que la tiranía cotidiana de nuestro mundo inmediato, en la
que generalmente sucumbimos, pasivo en sus manos y aceptando lo inmutable, esto se rompe, esta
tiranía de la realidad concreta.

A menudo, los lectores y escritores de CF son acusados de una especie de síndrome clínico, uno que
evade la realidad, como el que se encuentra en los esquizofrénicos. Uno retrata al adolescente
perturbado en su habitación leyendo ávidamente "Picantes cuentos terroríficos de ciencia ficción" y
escapando a la fantasía espeluznante como una forma de resolver sus problemas y los de la sociedad.
Pero una tendencia primaria en el esquizofrénico es que es incapaz de pensar de forma abstracta
hasta tal punto que sus procesos mentales se vinculan involuntariamente a estímulos inmediatos, a
lo que se llama pensamiento concreto. La producción de grandes relatos de otras sociedades en el
futuro en otros planetas no favorece a los esquizofrénicos incipientes, y de todos modos si estoy
equivocado acerca de esto, estoy seguro de que la televisión está haciendo un mejor trabajo en esta
área de todos modos, en este consentir.

El auténtico cuerpo de la ciencia ficción, el de sus escritores verdaderamente acreditados (y creo


que la mayoría de nosotros lo somos), no ofrece una alternativa para enfrentar la realidad porque
trata, como he dicho, con la realidad fundamental y principalmente, en oposición al género de
fantasía, y los escritores no están clínicamente perturbados tampoco; He conocido a muchos,
muchos de mis colegas a lo largo de los años, y los encuentro personas geniales, cálidas y amistosas
que odian el aislamiento que les impone el acto trágicamente solitario de tener que irse y encerrarse
en el estudio durante un año a escribir una novela, sin permitir ninguna interrupción. . . escribir es
una profesión solitaria, al menos eso he descubierto yo, y esto es lo que sostengo en contra de mi
trabajo: no es que me permita escapar a las "fantasías" de mis novelas, sino que me separa de mi
esposa, hijos, y amigos. Me molesta eso. Todos lo hacemos. Encuentro que hay suficiente
extroversión en los escritores de ciencia ficción como para hacerlos anhelar, luchar, y con mucho
éxito, para relacionarse con otras personas; no están motivados por el deseo de aislarse, sino por la
necesidad de la soledad involucrada en la mecánica del trabajo en sí. Tienen, permítanme decirlo,
suficiente extroversión para buscar, siempre que sea posible, a sus colegas y admiradores, para dar
conferencias, para hablar en la radio y la televisión, para ser entrevistados. . . pero luego deben
volver a esa pequeña y solitaria oficina por un período de tiempo que, sin contar los descansos para
comer y las pausas para dormir, puede durar, para una buena novela, dos años.

Resienten esto; les encantaría sentarse y conversar eternamente, y deben obligarse a sí mismos a
regresar a su oficina o estudio. Ellos no huyen; se ven obligados a actuar así, mientras que, creo, el
verdadero científico puede ser más introvertido y podría saludar con verdadero alivio su retirada del
contacto humano para hacer su trabajo. Esto trae a colación un punto más, crucial, creo, para
determinar qué tipo de persona se convierte en escritor de ciencia ficción: tiene un corazón más
cálido que el científico, y le gustaría jugar y conversar y estar cerca de los demás, y le molesta este
aspecto de su trabajo; se siente desgarrado y, cuando puede, sale de su estudio para confraternizar
con quien pueda cruzarse. Probablemente, como yo lo hago, la mayoría de los escritores de CF,
como la mayoría de los escritores de ficción en general, resuelven esto creando personajes en sus
historias para hacerles compañía durante su larga, solitaria y aislada carga del trabajo. Tengo la
fuerte sensación de haber conocido a tantos de mis colegas a lo largo de los años, que existe casi
universalmente entre ellos un amor por los seres humanos y una preocupación por ellos, un deseo
de cercanía que, en sí mismo, podría explicar por qué el escritor de SF eligió ese campo en lugar de
uno de las ciencias puras. Los escritores de CF no son solitarios. Atrapados a mitad de camino entre
salir a demandar o retirarse a la soledad, atrapados entre el activista político y el científico puro,
tienen o al menos he encontrado en la CF un compromiso viable: puedo estar con mis personajes
cuando escribo, puedo amar y apoyar sus angustiadas esperanzas como lo haría con mis
"verdaderos" amigos; en el análisis final, escribimos sobre personas, independientemente de lo
abstractos que nuestros relatos sean, y sin embargo no tengo que estar reforzando barricadas, o en la
calle agitando una pancarta, donde realmente no pertenezco.

He visto el amor verdadero demostrado entre los escritores de CF reunidos en una de las muchas
convenciones: una gran afición auténtica por sus colegas, no como escritores, sino como amigos
cercanos. Estoy seguro de que esto no es exclusivo de la CF, y aún así otros tipos de escritores no
parecen exhibir esta cualidad de familia extendida que tenemos: parecen más competitivos, más
enfrentados entre sí, esperando que la nueva novela de su colega fracase, que no salga bien. Los
escritores de CF no tienen nada de eso. Somos un cuerpo, un grupo corporativo que trabaja, como
en los días bizantinos, en un gran mosaico sobre el cual, finalmente, no se sellará ningún nombre
individual; somos amigos y nos admiramos unos a otros de una manera cálida y personal. Nos
ratificamos unos a otros y sentimos que nuestra identidad como humanos está íntimamente
conectada con este espíritu fraterno. Hay pocos, si es que hay algunos, escritores de CF esquizoides
fríos; cuando conoces a un Ray Bradbury o un Ted Sturgeon o un Norman Spinrad o un A. E. van
Vogt encuentras a una persona cálida deseando conocerte también; eres parte de una familia que
data de hace décadas y en la que siempre damos la bienvenida a los demás: no hay batas blancas
estériles, asépticas, ni interacciones crueles o desatadas entre nosotros.

Escribir CF requiere una humanización de la persona, o, dicho de otra manera, dudo que esa
persona quiera escribir CF a menos que tenga en él estas necesidades y cualidades empáticas.
Demasiado tímido para exhibirse, demasiado cálido para retirarse a un laboratorio estéril y
experimentar con objetos o animales, demasiado emocionado e impaciente para permitir que todo el
conocimiento se limite a los límites de la certeza absoluta: vivimos en un mundo de lo que un
programa de radio de CF alguna vez llamó ―hipótesis posibles‖, y este mundo atrae a personas que
no son solitarias sino que están solas; y entre esas dos distinciones hay una diferencia crucial.
"El experimento de Michelson-Morley revalorizado" (1979)

El fracaso del famoso experimento de Michelson-Morley en 1881, en el que la velocidad absoluta


de la Tierra moviéndose a través del éter luminífero resultó ser cero, dio lugar a la Teoría de la
Relatividad de Einstein, que sostiene que el concepto de "velocidad absoluta" no tiene sentido. Sin
embargo, los científicos de la UCLA, utilizando técnicas láser más sofisticadas, han sugerido un
significado más probable del resultado nulo: que, de hecho, la Tierra no se mueve y que Copérnico
era un cripto-pitagórico decidido a reivindicar un modelo de sistema heliocéntrico solar antiguo y
desacreditado. En una reunión de astrónomos y astrofísicos del sur de California, se propuso que (1)
se restaurara el sistema solar geocéntrico como el modelo adecuado, y (2) que se desenterrara y
amonestara a Copérnico. Como cuestión secundaria, se considerará a Einstein con leve desagrado y
cierta diversión, pero los científicos que asistieron a la reunión no pudieron ponerse de acuerdo
sobre la cantidad de diversión que se propondría formalmente.
Prólogo a la compilación de cuentos “El hombre dorado” (1980)

Cuando veo estas historias mías, escritas durante más de tres décadas, pienso en la tienda de
mascotas Lucky Dog. Hay una buena razón para eso. Tiene que ver con un aspecto no solo de mi
vida sino también de la vida de la mayoría de los escritores independientes. Se llama pobreza.

Ahora me río de eso, e incluso me da un poco de nostalgia, porque de alguna manera esos fueron
los días más felices de mi vida, especialmente a principios de los cincuenta, cuando comenzó mi
carrera de escritor. Pero éramos pobres; de hecho, nosotros, mi esposa, Kleo y yo, éramos pobres
pobres. No lo disfrutamos ni un poco. La pobreza no construye carácter. Eso es un mito. Pero te
convierte en un buen tenedor de libros; cuentas con precisión y cuentas dinero, poco dinero, una y
otra vez. Antes de irse de la casa a la tienda de comestibles, sabe exactamente lo que puede gastar, y
sabe exactamente lo que va a comprar, porque si lo arruina no comerá al día siguiente y tal vez un
día después.

Así que, como sea, estoy en la tienda de mascotas Lucky Dog en San Pablo Avenue, en Berkeley,
California, en los años cincuenta, comprando una libra de carne de caballo de tierra. Las razones
por las cuales soy un escritor independiente y vivo en la pobreza es (y lo admito por primera vez)
que me aterran las figuras de autoridad como jefes, policías y profesores; Quiero ser un escritor
independiente para poder ser mi propio jefe. Lo cual tiene sentido. Había dejado mi trabajo
dirigiendo un departamento de discos en una tienda de música; toda la noche, cada noche, escribía
cuentos cortos, tanto de CF como convencionales, y vendiendo los de CF. Realmente no disfruto el
sabor o la textura de la carne de caballo; es demasiado dulce, pero también disfruto no tener que
estar detrás de un mostrador exactamente a las 9:00 a.m., vistiendo traje y corbata y diciendo: "Sí,
señora, ¿puedo ayudarlo? y demás.. Disfruté que me expulsaran de la Universidad de California en
Berkeley porque no tomaría el examen ROTC [N. del T: 'Reserve Officers' Training Corps' o
Entrenamiento para Oficiales de la Reserva]..¡muchacho, una figura de autoridad con uniforme
sigue siendo una figura de la Autoridad! Y, de repente, cuando le entrego los treinta y cinco
centavos al Lucky Dog Pet Store, me encuentro una vez más frente a mi némesis personal. De
repente, una Figura de la Autoridad me confunde nuevamente. No hay escapatoria de tu némesis, lo
había olvidado.

El hombre dice: "Estás comprando esta carne de caballo y la están comiendo ustedes mismos".

Ahora mide dos metros setenta y pesa ciento cuarenta kilos. Me mira con ira. En mi mente, tengo
cinco años y derramé pegamento en el piso de la guardería.

"Sí, señor", lo admito. Quiero decirle: ―Mira: me paso toda la noche escribiendo historias de ciencia
ficción y soy muy pobre, pero sé que las cosas mejorarán, y tengo una esposa que amo, un gato
llamado Magnificat y una pequeña casa vieja que estoy comprando a razón de pagos de $ 25 por
mes, que es todo lo que puedo pagar.‖ Pero este hombre está interesado en solo un aspecto de mi
vida desesperada (pero esperanzada). Sé lo que me va a decir. Siempre lo he sabido. La carne de
caballo que venden en Lucky Dog Pet Store es solo para consumo animal. Pero Kleo y yo nos lo
comemos nosotros mismos, y ahora estamos ante el juez; el Gran Assize ha llegado; Estoy atrapado
en otra Ley Incorrecta.

Casi espero que el hombre diga: "Tienes una mala actitud".

Ese era mi problema entonces y es mi problema ahora; Tengo una mala actitud. En pocas palabras,
temo a la autoridad, pero al mismo tiempo me molesta, la autoridad y mi propio miedo, así que me
rebelo. Y escribir CF es una forma de rebelarse. Me revelé contra el ROTC en la Universidad.
Berkeley y fui expulsado; de hecho, me dijeron que nunca regresara. Abandoné mi trabajo en la
tienda de discos un día y nunca volví. Más tarde me opuse a la Guerra de Vietnam y mis archivos
fueron abiertos y mis documentos fueron robados, como se escribió en Rolling Stone. Todo lo que
hago es generado por mi mala actitud, desde tomar el autobús hasta luchar por mi país. Incluso
tengo una mala actitud hacia los editores; Siempre estoy atrasado en cumplir los plazos (estoy
atrasado en este, por ejemplo).

Sin embargo, la CF es una forma de arte rebelde y necesita escritores y lectores y malas actitudes-
una actitud de "¿por qué?" o "¿cómo?" o "¿Quién lo dice?". Esto se sublima en los temas que
aparecen en mis textos como "¿Es el universo real?" "¿Somos realmente humanos, o somos algunos
de nosotros solo máquinas reflejas?" Tengo mucha ira en mí. Siempre la tuve. La semana pasada,
mi médico me dijo que mi presión sanguínea estaba nuevamente elevada y ahora parece haber una
complicación cardíaca. Me enojé. La muerte me enoja.

El sufrimiento humano y animal me enoja; cada vez que uno de mis gatos muere, maldigo a Dios y
lo digo en serio; lamento la pérdida de mis felinos; a él. Me gustaría traerlo aquí donde pueda
interrogarlo, decirle que creo que el mundo está jodido, que el hombre no pecó y cayó, sino que fue
empujado- lo cual es suficientemente malo-, pero luego se le vendió la mentira de que él es
básicamente pecaminoso, lo cual sé que no es así.

He conocido a todo tipo de personas (hace poco cumplí cincuenta y estoy enojado por eso, he
vivido mucho tiempo), y en general eran buenas personas. Modelo los personajes en mis novelas y
las cuentos sobre su base. De vez en cuando, una de estas personas muere, y eso me vuelve loco, me
enoja en serio, tanto como me puedo enojar. "Te llevaste a mi gato", quiero decirle a Dios, "y luego
te llevaste a mi novia. ¿Qué estás haciendo? Escúchame, escucha. Está mal lo que estás haciendo".

Básicamente, no soy sereno. Crecí en Berkeley y heredé de él la conciencia social que se extendió
por este país en los años sesenta y se deshizo de Nixon y acabó con la Guerra de Vietnam y generó
todo el movimiento por los derechos civiles, además de muchas otras cosas buenas.. Todo el mundo
en Berkeley se enoja ante la caída de un sombrero. Solía enojarme con los agentes del FBI que
pasaban a visitarme semana tras semana (el Sr. George Smith y el Sr. George Scruggs del
Escuadrón Rojo), y me enojaba con mis amigos que eran miembros del Partido Comunista; me
expulsaron de la única reunión del Partido Comunista de EEUU a la que asistí, porque me levanté
de un salto y vigorosamente (es decir, enojado) discutí contra lo que estaban diciendo.

Eso fue a principios de los años cincuenta, y ahora aquí estamos a finales de los años setenta y
todavía estoy enojado. En este momento estoy furioso por mi mejor amiga, una chica llamada Doris,
de veinticuatro años. Ella tiene cáncer. Estoy enamorado de alguien que podría morir en cualquier
momento, y hace que la furia contra Dios y el mundo corra a través de mí, elevando mi presión
arterial y aumentando mi ritmo cardíaco. Y entonces escribo. Quiero escribir sobre las personas que
amo y ponerlas en un mundo de ficción separado de mi propia mente, no del mundo que realmente
tenemos porque el mundo que realmente tenemos no cumple mis estándares. De acuerdo, entonces
debería revisar mis estándares; estoy desfasado. Debería ceder a la realidad. Nunca he cedido a la
realidad. De eso se trata la CF. Si deseas rendirte a la realidad, ve a leer a Philip Roth; lee los
escritores de best-sellers de la corriente principal de la meca literaria de Nueva York. Pero estás
leyendo CF y estoy escribiéndola para ti. Quiero mostrarte, en mis escritos, lo que amo (mis amigos)
y lo que odio salvajemente (lo que les sucede a ellos).

He visto a Doris sufrir indescriptiblemente, atormentándose en su lucha contra el cáncer en un


grado que no puedo creer. Una vez salí corriendo del apartamento y llegué a la casa de un amigo,
literalmente corrí. Mi médico me había dicho que Doris no viviría mucho más y que debería decirle
adiós y decirle que era porque estaba muriendo. Intenté y no pude y luego entré en pánico y huí. En
la casa de mi amigo nos sentamos y escuchamos discos raros (me gusta la música rara en general,
tanto en música clásica como en el rock; es un consuelo). Él es escritor, también, un joven escritor
de ciencia ficción llamado K. W. Jeter, uno bueno. Nos quedamos sentados allí y luego dije en voz
alta, realmente solo reflexionando en voz alta, "La peor parte es que estoy empezando a perder mi
sentido del humor sobre el cáncer". Entonces me di cuenta de lo que había dicho, y él se dio cuenta,
y ambos nos derrumbamos en carcajadas.

Así que sí me río. Nuestra situación, la situación humana, en última instancia, no es sombría ni
significativa, sino divertida. ¿Cómo más puedes llamarla? Las personas más sabias son los payasos,
como Harpo Marx, que no hablaban. Si pudiera tener lo que quisiera, me gustaría que Dios escuche
lo que Harpo no estaba diciendo y que entienda por qué Harpo no quiso hablar. Recuerda, Harpo
podía hablar. Simplemente no lo hacía. Tal vez no había nada que decir; todo ha sido dicho. O tal
vez, si hubiera hablado, habría señalado algo demasiado terrible, algo de lo que no deberíamos ser
conscientes. No lo sé. Tal vez tú me lo puede decir.

Escribir es una forma de vida solitaria. Te encierras en tu estudio, trabajas y trabajas. Por ejemplo,
he tenido el mismo agente durante veintisiete años y nunca lo he visto porque él está en Nueva York
y yo, en California. (Lo vi una vez en la televisión, en el Tom Snyder Tomorrow Show, y mi agente
es un tipo malo. Realmente es un tipo terco. Que es lo que se supone un agente debe ser.) Conocí a
muchos otros escritores de CF y me amisté con varios de ellos. Por ejemplo, conozco a Harlan
Ellison desde 1954. Harlan me desprecia. Cuando estuvimos en el Segundo Festival Anual de CF de
Metz el año pasado, en Francia, Harlan me destrozó en un debate; estábamos en el bar del hotel, y
todo tipo de personas, en su mayoría franceses, pululaban alrededor. Harlan me hizo trizas. Estuvo
bien; Me encantó. Fue como un mal viaje de ácido; solo tienes que relajarte y disfrutar; no hay
alternativa .

Pero me encanta ese pequeño bastardo. Él es una persona que realmente existe. Del mismo modo,
Van Vogt y Ted Sturgeon y Roger Zelazny y, sobre todo, Norman Spinrad y Tom Disch, mis dos
hombres principales en todo el mundo. La soledad de la escritura propiamente dicha está
compensada por la fraternidad de los escritores. El año pasado cumplí un sueño mío de casi
cuarenta años: conocí a Robert Heinlein. Fue su escritura, y A. E. Van Vogt, la que me hizo
interesarme en la CF, y considero a Heinlein mi padre espiritual, a pesar de que nuestras ideologías
políticas estén totalmente en desacuerdo. Hace varios años, cuando estaba enfermo, Heinlein me
ofreció su ayuda, cualquier cosa que pudiera hacer, y nunca nos habíamos conocido; me llamaba
para animarme y ver cómo me estaba yendo. Quería comprarme una máquina de escribir eléctrica,
Dios lo bendiga, uno de los pocos verdaderos caballeros de este mundo. No estoy de acuerdo con
ninguna idea que presente en su escrito, pero eso no importa. Una vez en que le debía mucho dinero
a Hacienda y no podía recaudarlo, Heinlein me prestó el dinero. Pienso mucho en él y su esposa;
Les dediqué un libro en agradecimiento. Robert Heinlein es un hombre guapo, muy impresionante y
muy militarista; se nota que tiene antecedentes militares, incluso por el corte de pelo. Él sabe que
soy un bicho raro y aún así nos ayudó a mí y a mi esposa cuando estábamos en problemas. Eso es lo
mejor de la humanidad, allí; eso es a quien y lo que amo.

Mi amiga Doris que tiene cáncer solía ser la novia de Norman Spinrad. Norman y yo hemos estado
cerca durante años; hemos hecho muchas cosas locas juntas. Norman y yo nos ponemos histéricos y
comenzamos a delirar. Norman tiene el peor temperamento que podría tener cualquier mortal
viviente. Él lo sabe. Beethoven era de la misma manera. Ahora no tengo temperamento en absoluto,
la cual es probablemente la razón por la que mi presión arterial es tan alta; No puedo desatar la
rabia de mi sistema. Realmente no sé, en el análisis final, con quién estoy enojado. Verdaderamente
envidio en Norman su habilidad para sacarlo de su sistema. Él es un excelente escritor y un
excelente amigo. Esto es lo que obtengo de ser un escritor de ciencia ficción: no fama y fortuna,
pero buenos amigos. Eso es lo que hace que valga la pena para mí. Las esposas van y vienen; las
amigas van y vienen; nosotros los escritores de CF permanecemos juntos hasta que literalmente
morimos..lo cual puedo hacer en cualquier momento (probablemente para mi propio alivio secreto).

Mientras tanto, escribo este prólogo de 'El hombre dorado' releyendo relatos que abarcan un período
de treinta años de escritura, pensando. Recordando la Tienda de Mascotas Lucky Dog, mis días en
Berkeley, mi participación política y cómo El Hombre me dio en el culo por eso ... Todavía tengo
un miedo residual en mí, pero sí creo que el reino de la intriga y el terror policial han terminado en
este país (por un tiempo, al menos). Ahora duermo bien. Pero hubo un momento en que me iba
adormir todas las noches con miedo, esperando el golpe en la puerta. Finalmente me pidieron que
"viniera al centro", como lo llaman, y durante horas la policía me interrogó. Incluso me llamaron de
OSI (Inteligencia de la Fuerza Aérea) y me interrogaron; era sobre un asunto relacionado a
actividades terroristas en el condado de Marin, no con actividades terroristas por parte de las
autoridades en esta ocasión, sino con ex convictos negros de San Quentin. Resultó que la casa
detrás de la mía era propiedad por uno de sus grupos. La policía pensó que eramos un equipo; me
seguían mostrando fotos de chicos negros y preguntaban si los conocía. En ese momento, ni
siquiera hubiera podido responder. Ese fue un día realmente aterrador para el pequeño Phil.

Entonces, si crees que los escritores viven una vida monacal, de clausura, te equivocas. Al menos en
mi caso. Incluso callejeé durante un par de años en la escena de las drogas. Partes de esa escena
eran divertidas y maravillosas y otras eran horribles. Escribí sobre esto en 'Una mirada a la
oscuridad', así que no voy a escribir sobre esto aquí. Lo único bueno de mi presencia en la calle fue
que la gente no sabía que yo era un conocido escritor de ciencia ficción, o si lo hicieron, no les
importó. Solo querían saber qué me podían robar para luego vender. Al final de dos años, todo lo
que tenía se había ido, literalmente, incluida mi casa. Volé a Canadá como invitado de honor en la
Convención de SC de Vancouver, dicté conferencias en la Universidad de Columbia y decidí
quedarme allí. Al infierno con la escena de la droga. Había dejado de escribir temporalmente, era un
mal momento para mí. Me había enamorado de varias chicas inescrupulosas de la calle.. Manejaba
un viejo Pontiac convertible modificado con un carburador de cuatro cilindros y llantas anchas, sin
frenos, y siempre estábamos en problemas, siempre enfrentándonos a líos que no podíamos manejar.
No fue hasta que salí de Canadá y volé hasta el Condado de Orange que me recompuse y volví a
escribir. Conocí a una chica muy rígida y me casé con ella, y tuvimos un bebé que llamamos
Christopher. Él ahora tiene cinco años. Me dejaron hace un par de años. Bueno, como dice
Vonnegut: así fue. ¿Qué más puedes decir? Es como la totalidad de la realidad: o te ríes o, supongo,
te retiras y mueres.

Una cosa que he descubierto que puedo hacer y que realmente disfruto es releer mi propia escritura,
cuentos anteriores y especialmente novelas. Induce el viaje mental en el tiempo, igual que ciertas
canciones que escuchas en la radio (por ejemplo, cuando escucho a Don McLean cantar "Vincent",
veo a una chica llamada Linda con minifalda y conduciendo su Camaro amarillo; estamos en
camino a un restaurante caro y me preocupa si podré pagar la factura y Linda está hablando de
cómo se ha enamorado de un escritor de ciencia ficción más viejo y me imagino -¡oh, vana locura! -
que ella se refiere a mí, pero resulta que se refiere a Norman Spinrad, a quien le presenté); todo
vuelve, una sensación extraña que estoy seguro de que has experimentado. La gente me ha dicho
que todo lo que se refiere a mí, a cada faceta de mi vida, a mi psique, a mis experiencias, sueños y
temores, se expone explícitamente en mis escritos, que a partir del corpus de mi trabajo puedo ser
inferido de manera absoluta y precisa. Esto es verdad. Entonces, cuando leo mis escritos, como los
cuentos en esta colección, hago un viaje por mi propia cabeza y mi vida, solo que es mi cabeza
anterior y mi vida anterior. ―Me abrecto‖, como dicen los psiquiatras. Ahí está el asunto de la droga.

También el tema filosófico, especialmente las grandes dudas epistemológicas que comenzaron
cuando asistía brevemente a la U.C. Berkeley. Los amigos muertos están en mis cuentos y novelas
también. Nombres de calles! Incluso puse la dirección de mi agente en una, como la dirección de un
personaje. (Harlan una vez puso su propio número de teléfono en una historia, lo cual lamentó más
tarde). Y, por supuesto, en mi textos, está el tema constante de la música, el amor por la música. La
música es el hilo único que le da coherencia a mi vida.

Verás, si no me hubiera convertido en escritor estaría en algún momento en la industria de la música,


casi con seguridad en la industria discográfica. Recuerdo que a mediados de los años sesenta
escuché a Linda Ronstadt por primera vez; ella era una invitada en el programa de televisión de
Glen Campbell, y nadie había oído hablar de ella jamás. Me volví loco escuchándola y mirándola.
Había sido comprador de discos al por menor y mi trabajo consistía en descubrir nuevos talentos de
los cuales apropiarse y comprar y, al ver y escuchar a Ronstadt, supe que oía a una de las mejores
personalidades del negocio; pude ver la tubería del tiempo en el futuro. Más tarde, cuando ella
grabó algunos discos, ninguno de ellos triunfó, y yo los compraba todos fielmente, calculando el
mes exacto en el que ella triunfaría. Incluso escribía Capitol Records y se lo comenté; les dije: el
próximo disco de Ronstadt será el comienzo de una carrera sin precedentes en la industria
discográfica. Su siguiente disco fue "Heart Like a Wheel". Capitol no respondió mi carta, pero qué
demonios; Tenía razón, y feliz de estar en lo correcto. Pero, ves, eso es lo que me gustaría ahora, si
no hubiera entrado a escribir al campo de la CF. La fantasía que corre en mi cabeza es esta:
descubro a Linda Ronstadt, y me recuerdan como el cazatalentos de Capitol que la contrató.
Hubiera querido en mi lápida:

DESCUBRIÓ A LINDA RONSTADT


¡Y LA CONTRATÓ!

Mis amigos se divierten caústica y desdeñosamente con mi vida de fantasía al descubrir a Ronstadt,
Grace Slick, Streisand, etc. Tengo un buen sistema estéreo (al menos mi cartucho y mis altavoces
son buenos) y tengo una gran colección de discos, y todas las noches desde las 11:00 p.m. a 5:00
a.m. Escribo mientras uso mis auriculares Stax electrostáticos de alta gama. Son mi trabajo y mi
vicio mezclados. No puedes esperar algo mejor que eso: tener tu trabajo y tu vicio mezclados. Allí
estoy, escribiendo, y en mis oídos suena Bonnie Koloc y nadie puede oírlo excepto yo. La broma es,
sin embargo, que no hay nadie más que yo aquí de todos modos: todas las esposas y novias hace
tiempo que se fueron. Ese es otro de los males de la escritura; debido a que es una ocupación tan
solitaria y requiere tanta atención concentrada a largo plazo, tiende a alejar a tu esposa o novia,
como sea, con quienquiera que vivas. Probablemente sea el precio más doloroso a pagar por parte
del escritor. Todo lo que tengo para hacerme compañía son dos gatos. Al igual que mis amigos
drogadictos (ex-amigos drogadictos, ya que la mayoría de ellos ya están muertos), mis gatos no
saben que soy un escritor conocido, y, como con mis amigos drogadictos, lo prefiero así.

Cuando estaba en Francia, experimenté la interesante experiencia de ser famoso. Soy el escritor de
CF más querido allí, lo mejor de todo en todo el mundo (no sé para qué aclararlo). Fui invitado de
honor en el Festival de Metz, que mencioné, y pronuncié un discurso que, por lo general, no tenía
sentido. Incluso los franceses no podían entenderlo, a pesar de la traducción. Algo se vuelve loco en
mi cerebro cuando escribo discursos; creo que me imagino que soy una reencarnación de
Zarathustra trayendo noticias de Dios. Así que trato de hacer el menor número de discursos posible.
Llámame, ofréceme mucho dinero para pronunciar un discurso, y daré un pretexto barato para zafar
de hacerlo; Diré cualquier cosa, palpablemente una mentira. Pero fue fantástico (en el sentido de no
ser real) estar en Francia y ver todos mis libros en costosas y bellas ediciones en lugar de pequeños
libros de bolsillo con lo que Spinrad llama portadas de "globos oculares pelados". Los dueños de las
librerías veníann a estrechar mi mano. El Ayuntamiento de Metz tuvo una cena y una recepción
para nosotros los escritores. Harlan estaba allí, como mencioné; también Roger Zelazny, John
Brunner, Harry Harrison y Robert Sheckley. Nunca antes había visto a Sheckley; es un hombre
cortés. Brunner, como yo, se ha vuelto fuerte. Todos tuvimos unas interminables comidas juntos;
Brunner se aseguró de que todos supieran que hablaba francés. Harry Harrison cantó el himno
nacional fascista en italiano en voz alta, demostrando lo que pensaba acerca del prestigio (Harry es
el iconoclasta del universo conocido). Los editores y publicistas se abultaban en todas partes, así
como los medios de comunicación. Me entrevistaron desde las ocho de la mañana hasta las tres y
media de la mañana siguiente, y, como siempre, dije cosas que volverán para atormentarme. Fue la
mejor semana de mi vida. Creo que allí en Metz fui realmente feliz por primera vez, no porque
fuera famoso, sino porque había tanta emoción en esa gente. Los franceses se entusiasman
muchísimo con los pedidos de un menú; es como las antiguas discusiones políticas que solíamos
tener en Berkeley, solo que aquí se trata de comida. Qué calle para caminar implica a diez franceses
gesticulando y gritando, y luego todos huyendo en distintas direcciones. Los franceses, como yo y
Spinrad, vemos la posibilidad más improbable en cada situación, que es sin duda la razón por la que
soy popular allí. Toma varias posibilidades, y los franceses y yo seleccionaremos la más salvaje.
Así que finalmente había encontrado mi hogar. Podía ponerme histérico entre personas duchas en la
histeria, personas que nunca pueden tomar decisiones o ejecutar acciones debido al drama
involucrado en el proceso de elección. Ese soy yo: paralizado por la imaginación. Para mí, un
neumático desinflado en mi auto es (a) El fin del mundo; y (b) Una indicación de monstruos
alrededor (aunque no recuerdo por qué).

Es por eso que amo la CF. Me encanta leerla; Me encanta escribirla. El escritor de CF no solo ve
posibilidades sino también probabilidades hiperbólicas. No es solo "¿Qué pasa si..?" Es un "Dios
mío, ¿y si..?" frenético e histerico. Los marcianos siempre vienen. El Sr. Spock es el único en calma.
Es por eso que Spock se ha convertido en un dios de culto para nosotros; él calma nuestra histeria
normal. Él equilibra la proclividad de los seguidores de CF a imaginar lo imposible.

KIRK (frenéticamente): ¡Spock, la Enterprise está a punto de explotar!


SPOCK (calmadamente): Negativo, Capitán; es simplemente un fusible defectuoso.

Spock siempre tiene razón, incluso cuando está equivocado. Es el tono de voz, la razonabilidad
sobrenatural; este no es un hombre como nosotros; este es un Dios. Dios habla de esta manera; cada
uno de nosotros lo siente instintivamente. Es por eso que tienen a Leonard Nimoy narrando
programas de televisión pseudocientíficos. Nimoy puede hacer que todo suene plausible. Pueden
estar en busca de un botón perdido o del cementerio de elefantes, y Nimoy calmará nuestras dudas y
temores. Me gustaría que sea psicoterapeuta; Correría hacia él frenéticamente, lleno de mis temores
histéricos habituales, y él los desterraría.

PHIL (histéricamente): Leonard, ¡el cielo está cayendo!


NIMOY (con calma): Negativo, Phil; no es más que un fusible defectuoso.

Y me sentiría bien y mi presión arterial bajaría y podría reanudar el trabajo en la novela de la cual
llevo tres años atrás en comparación con mi fecha límite. Al leer los cuentos incluidos en este
volumen, debes tener en cuenta que la mayoría se escribieron cuando se despreciaba tanto a la CF
que prácticamente no estaba allí, a los ojos de toda Norteamérica. Esto no fue divertido, la burla
sentida hacia los escritores de CF. Hizo nuestras vidas miserables. Incluso en Berkeley, o
especialmente en Berkeley, la gente decía: "¿Pero estás escribiendo algo serio?" No hicimos dinero;
algunos editores publicaron CF (Ace Books fue el único editor regular de libros de CF); y nos fue
infligido un abuso realmente cruel. Seleccionar la escritura de CF como una carrera fue un acto de
autodestrucción; de hecho, la mayoría de los escritores, y mucho menos otras personas, ni siquiera
podían concebir que alguien lo estuviera considerando. El único escritor que no pertenecía a la CF y
que alguna vez me trató con cortesía fue Herbert Gold, a quien conocí en una fiesta literaria en San
Francisco. Me autografió una credencial de esta manera: "A un colega, Philip K. Dick". Guardé la
credencial hasta que la tinta se desvaneció y desapareció, y todavía me siento agradecido con él por
esta caridad. (Sí, eso era lo que era, entonces, tratar a un escritor de CF con cortesía).

Para conseguir una copia de mi primera novela publicada, 'Lotería Solar', tuve que hacer un pedido
especial en la librería City Lights, de San Francisco, que se especializaba en rarezas. Así que en mi
cabeza tengo que cotejar la experiencia en 1977 del alcalde de Metz estrechándome la mano en una
función oficial de la ciudad, y la dura experiencia de los años cincuenta cuando Kleo y yo vivíamos
con $ 90 al mes, cuando ni siquiera podíamos pagar la multa por un libro vencido de la biblioteca, y
cuando quería leer una revista tenía que ir a la biblioteca porque no podía comprarla, ya que
literalmente vivíamos de comida para perros. Pero creo que debes saber esto, específicamente, en
caso de que tengas, digamos, unos veinte años y seas pobre y tal vez estés lleno de desesperación,
ya seas un escritor de CF o no, lo que sea que quieras hacer de tu vida. Puede haber mucho temor, y
a menudo es un temor justificado. La gente se muere de hambre en Estados Unidos. Mi experiencia
financiera no terminó en los años cincuenta; a mediados de la década de los setenta todavía no
podía pagar el alquiler, ni podía llevar a Christopher al médico, ni tener un automóvil o un teléfono.
En el mes que Christopher y su madre me dejaron gané $ 9, y eso fue hace solo tres años. Solo la
amabilidad de mi agente, Scott Meredith, al prestarme dinero cuando estaba en bancarrota, me
ayudó a superarlo. En 1971, de hecho tuve que pedir para comer a amigos. Ahora, mira; no quiero
simpatía; Lo que trato de hacer es decirte que tu crisis, esta horrible experiencia tuya, suponiendo
que tengas una, no es algo que va a ser interminable, y quiero que sepas que seguramente la
sobrevivirás, a base de coraje, ingenio e tus puras ganas de vivir. He visto niñas de la calle sin
educación sobrevivir horrores que ni hace falta describir. He visto los rostros de hombres cuyos
cerebros fueron sido quemados por las drogas, hombres que aún podían pensar lo suficiente como
para darse cuenta de lo que les había sucedido; observé sus torpes intentos de disfrazar aquello que
no se puede encubrir. Como esta línea en el poema de Heine "Atlas": "Yo llevo aquello que no se
puede llevar". Y la siguiente línea es: "¡Y en mi cuerpo a mi corazón quisiera destrozar!" Pero este
no es el único constituyente de la vida, y no es el único tema en la ficción, el mío o el de cualquier
otra persona, excepto quizás para los existencialistas nihilistas franceses. Kabir, el poeta sufí del
siglo XV, escribió: "Si no has tenido ciertas experiencias, no sabes de qué se tratan". Así que vívelo;
Quiero decir, ve hasta el final. Solo entonces se puede entender, no en el camino.

Si tuviera que concluir un análisis de la ira que yace dentro de mí, expresada en tantas
sublimaciones, supongo que probablemente lo que despierta mi indignación es ver aquello que no
tiene sentido. Eso que es desorden, la fuerza de la entropía - no hay valor redentor en algo que no se
puede entender, en lo que a mí respecta. Mi escritura, en su totalidad, es un intento de mi parte de
tomar la vida y todo lo que he visto y hecho, y convertirlo en un trabajo que tenga sentido. No estoy
seguro de haber tenido éxito. Primero, no puedo falsificar lo que he visto. Veo caos y tristeza, y
entonces tengo que escribir sobre eso; pero he visto valentía y humor, y por eso también lo incluí.
Pero, ¿a qué se suma todo esto? ¿Cuál es la vasta visión general que va a impartir sentido a la
totalidad? Lo que me ayuda, si es que llega la ayuda, es encontrar la más ínfima pizca de humor en
el núcleo de lo horrible y lo inútil. He estado investigando asuntos teológicos pesados y solemnes
durante cinco años, para mi novela en progreso, y gran parte de la Sabiduría del Mundo ha pasado
de la página impresa a mi cerebro, para ser procesada y secretada en forma de más palabras:
palabras más, palabras menos, y en el medio un cerebro tratando de determinar el significado de
todo esto. De todos modos, la otra noche comencé el artículo sobre filosofía hindú en la
Enciclopedia Filosófica, un conjunto de referencia de ocho volúmenes que aprecio. Eran las 4:00
a.m; estaba agotado -he estado trabajando así infinitamente en esta novela, haciendo este tipo de
investigación. Y allí, en el corazón de este solemne artículo, decía: "Los idealistas budistas usaron
varios argumentos para mostrar que la percepción no produce conocimiento de objetos externos
distintos del perceptor... El mundo externo supuestamente consiste en una cantidad de diferentes
objetos, pero pueden ser conocidos como diferentes solo porque existen diferentes tipos de
experiencias de ellos. Sin embargo, si las experiencias son así distinguibles, no hay necesidad de
mantener la hipótesis superflua de objetos externos..". En otras palabras, aplicando la navaja de
Ockham a la pregunta epistemológica básica de "¿Qué es la realidad?", los idealistas budistas llegan
a la conclusión de que la creencia en un mundo externo es una "hipótesis superflua"; es decir, viola
el Principio de Parsimonia, que es el principio subyacente a toda la ciencia occidental. Así, el
mundo externo queda abolido, y podemos emprender asuntos más importantes, cualquiera que sean.

Esa noche me fui a la cama riendo. Me reí por una hora. Todavía estoy riendo. Impulsas la filosofía
y la teología a su máximo (y el idealismo budista probablemente sea lo máximo de ambos) y ¿con
qué terminas? Con nada. Nada existe (también demostraron que el yo tampoco existe). Como dije
antes, solo hay una salida: ver todo como algo realmente cómico, al final. Kabir, a quien cité, vio el
baile y la alegría y el amor como salidas, también; y escribió sobre el sonido de "las tobilleras en los
pies de un insecto mientras camina". Me gustaría escuchar ese sonido; quizás si pudiera mi ira, mi
miedo, y mi presión arterial alta, desaparecerían.
Reseña de 'La imaginación cibernética en la ciencia ficción', de Patricia Warrick
(1980)

Este es el primer esfuerzo del equipo de divulgación del Instituto Tecnológico de Massachusetts de
hacer frente a la realidad de la ciencia ficción. Aunque tiene menos de 300 páginas, pesa casi un
kilo y medio, en comparación con la edición de Ballantine Books del clásico 'Más que humano' de
Ted Sturgeon, que pesa exactamente un cuarto. Por lo tanto, el libro de Warrick debe ser seis veces
más importante que el de Sturgeon. Su estudio, nos dice Warrick, "está basado en 225 cuentos y
novelas escritas entre 1930 y 1977". Ella expone sus conclusiones en su introducción: "Este estudio
demuestra que mucha de la ficción (científica) escrita desde la Segunda Guerra Mundial es
reaccionaria en su actitud hacia las computadoras y la inteligencia artificial. A menudo está mal
informada sobre la teoría de la información y la tecnología informática y va a la zaga de desarrollos
actuales en lugar de anticipar el futuro". Luego pasa a presentar un cuadro teórico estético
completamente desarrollado para encarar la CF (aquí lo hace bastante bien). Los tres escritores de
CF a los que ella trata con más detalle son Asimov, Lem y yo. Me da la impresión de que nos
considera a los importantes, y aquí radica mi disputa con ella. En lo que a mí respecta, el concepto
"importante" no sirve para juzgar CF. Podría pelear con el estilo vago del libro (por ejemplo, cito "..
una prisión de falsas ilusiones" no solo como un doble negativo sino también sobrecargado. Otra
cita: "Una lluvia de extrañas metáforas se arrastra desde la imaginación de Dick a medida que
recorre los patrones de posibilidades en la relación recíproca evolutiva entre el hombre y sus
construcciones artificiales" y "..arroja antorchas de posibilidad en su oscuro futuro, y sus destellos
de luz revelan una supervivencia", etc., como aburridos, sofocantes y un desperdicio del tiempo del
lector). Pero prefiero pelear con el propósito del libro y comenzar diciendo que no tiene ningún
propósito. Es una cosa parasitaria, y su propia existencia sugiere que la CF como un campo está
comenzando a morir, ya que solo una entidad menguante y fracasada atrae a retoños tales como los
genios académicos tipo de la autora. Como dice Jesús en Mateo 24:28: "Dondequiera que esté el
cadáver, allí se juntarán los buitres".

La principal queja expresada repetidamente por Warrick en este libro es la tendencia de la CF a


emitir advertencias sobre los peligros de la tecnología: los peligros para los humanos y la sociedad
humana en general. Bueno, es una lástima, pero es un hecho: los escritores de ciencia ficción se
preocupan por las tendencias, se preocupan por posibles distopias que crecen fuera del presente, y
este es un valor cardinal del campo. Es cierto que hubo un momento en que se asumió que la ciencia
y el progreso eran idénticos. Si hoy en día nos preocupamos lo hacemos con causa. Esto no se debe
a la ignorancia del estado del mundo y los avances en la ciencia. Warrick dedica un capítulo entero
a mis cuentos y novelas que tratan de robots, y ella me cita, con justicia, diciendo: "El mayor
cambio que está creciendo en nuestro mundo en estos días es probablemente el impulso de la vida
hacia la reificación, y el al mismo tiempo, una entrada recíproca hacia la animación por parte de lo
mecánico". ¿No debo poder ver esto con alarma? ¿Quién legislará lo que los escritores de CF
podrán escribir y sobre lo cual preocuparse? Este libro me alaba al decir que mi escritura es
relevante, pero se arroga el papel de árbitro de los puntos de vista y preocupaciones individuales. El
punto de vista y la preocupación en la CF son una transacción entre autor, editor y lector, de la cual
el crítico es un espectador. Si el lector disfruta lo que escribo, ahí lo tienes. Si no lo disfruta, allí no
tienes nada. "Importante" es una regla de otro juego que no estoy jugando. No comencé a leer o
escribir CF por razones relacionadas con la relevancia.

Cuando me sentaba en la clase de geometría de la escuela secundaria leyendo en secreto una copia
de Astounding escondida dentro de un libro de texto, no buscaba relevancia. Estaba buscando,
probablemente, entusiasmo intelectual. Estimulación mental.

Si la CF se anexa al mundo académico, comprará su propia muerte, a pesar de lo que Delany, Russ,
Lem y Le Guin puedan pensar; como con una sola mente, buscan la aprobación académica como si
se tratara de una corte suprema. Sin embargo, miro a mi izquierda y veo una copia descuidada y
hecha jirones de la revista 'Historias del Planeta' de julio de 1952 -aquí apareció mi primer cuento
publicado, y recibí muchas bromas de personas serias por vender a tal mercado y por leer una
revista tan "basura", para usar el término de burla favorito de Lem. Francamente, preferiría la burla
a la nueva alabanza; la CF ahora es apetecible para los cultos, los académicos, y yo digo: déjenme
salir. El kilo y medio del libro de la profesora Warrick con su costosa encuadernación, papel y
sobrecubierta te sorprende con su impresión física, pero no tiene alma y llevará la nuestra hacia lo
que realmente me parece una avaricia brutal. Déjanos solos, Dra. Warrick; déjanos leer nuestras
novelas de bolsillo con sus portadas de globos oculares pelados. No nos dignifiques. Nuestro poder
para estimular la imaginación humana y deleitarnos es uno intrínseco en nosotros. Francamente,
estábamos bien hasta que usted se apareció.
"Mi definición de la ciencia ficción" (1981)

Definiré a la ciencia ficción, primero, diciendo qué no es ciencia ficción. No puede ser definida
como ―una historia (o novela u obra teatral) ambientada en el futuro‖, dado que existe algo como la
aventura espacial, que está ambientada en el futuro pero no es ciencia ficción. Es justamente eso:
aventuras, peleas y guerras en el futuro en el espacio incluyendo tecnología superavanzada. ¿Por
qué, entonces, no es ciencia ficción? Parecería serlo, y Doris Lessing, por ejemplo, así lo cree. Sin
embargo, la aventura espacial carece del elemento distintivo: una idea nueva, ingrediente esencial
de la ciencia ficción. Además, puede haber ciencia ficción ambientada en el presente: la novela o
cuento de mundos alternativos. Así que si separamos a la ciencia ficción del futuro y también de la
tecnología ultraavanzada, entonces ¿qué nos queda que pueda ser llamado ciencia ficción? Tenemos
un mundo ficticio; ése es el primer paso: es una sociedad que en realidad no existe, pero está basada
en nuestra sociedad... esto significa que nuestra sociedad actúa como un punto de partida para ella;
la sociedad se aparta de la nuestra de algún modo, tal vez en forma ortogonal, como en la historia de
mundo alternativo. Es nuestro mundo dislocado por algún tipo de esfuerzo mental de parte del autor,
nuestro mundo transformado en aquello que no es o no es todavía. Este mundo debe diferir del dado
en al menos un punto, y este punto debe ser suficiente como para permitir que se den hechos que no
podrían suceder en nuestra sociedad.. o en ninguna sociedad conocida, pasada o presente. Debe
haber una idea coherente envuelta en esta dislocación; esto significa que la dislocación debe ser
conceptual, no meramente trivial o extraña. Esta es la esencia de la ciencia ficción, la dislocación
conceptual dentro de la sociedad para que se genere en la mente del escritor una nueva sociedad,
que transferirá al papel, y del papel pasará como una conmoción convulsiva a la mente del lector, la
conmoción de la imposibilidad de reconocimiento. Sabe que no está leyendo sobre su mundo.

Ahora, es imposible separar a la ciencia ficción de la fantasía. Y una rápida reflexión nos mostrará
el porqué. Tómese la psiónica; tómese a los mutantes como los que encontramos en el maravilloso
'Más que humano' de Ted Sturgeon. Si, de todos modos, cree que los mutantes no son, como los
hechiceros y los dragones, posibles, ni lo serán jamás, entonces está leyendo una novela de fantasía.
La fantasía implica lo que la opinión general considera como imposible; la ciencia ficción implica
lo que la opinión general considera posible en las circunstancias apropiadas. Esto está, en esencia,
reclamando un juicio, dado que lo que es posible y lo que no lo es (ni puede serlo) implica una
creencia subjetiva de parte del lector.

Ahora definamos qué es buena ciencia ficción. La dislocación conceptual -la idea nueva, en otras
palabras-, debe ser auténticamente nueva (o una nueva variación de una vieja) y debe ser
intelectualmente estimulante para el lector; debe invadir su mente y despertarlo a la posibilidad de
algo en lo que no había pensado. Así, ―buena ciencia ficción‖ es una expresión de valoración, no
algo objetivo, y sin embargo, creo que hay algo que, objetivamente, se puede llamar buena ciencia
ficción.

Pienso que el Dr. Willis McNelly, en la Universidad Estatal de California en Fullerton, lo dijo
mejor que nadie cuando señaló que el verdadero protagonista de una historia de ciencia ficción es
una idea y no una persona. Si es buena ciencia ficción, la idea es nueva, es estimulante y,
probablemente lo más importante de todo, libera una reacción en cadena de ideas ramificadas en la
mente del lector; por decirlo así, abre la mente del lector para que ésta, como la del autor, comience
a crear. De esa manera, la ciencia ficción es creativa e inspira creatividad, algo que la ficción
general no hace. Los que leemos ciencia ficción (y ahora estoy hablando como lector, no como
escritor) la leemos porque amamos la experiencia de esta reacción en cadena de ideas que son
liberadas en nuestra mente por algo que leemos, algo con una idea nueva; de ahí que la mejor
ciencia ficción finalmente termine siendo una colaboración entre el autor y el lector, en la cual
ambos crean y disfrutan haciéndolo: la alegría es el ingrediente final y esencial de la ciencia ficción,
la alegría de descubrir lo nuevo.: El júbilo es el ingrediente esencial y definitivo de la ciencia
ficción, es el júbilo del descubrimiento de lo nuevo.
"Predicciones", de Philip K. Dick. Incluido en 'El libro de las predicciones' (1981)

1983: La Unión Soviética desarrollará un acelerador operacional de haz de partículas,


imposibilitando el ataque de misiles contra este país. Al mismo tiempo, la Unión Soviética
desplegara esta arma como un exterminador vía satélites. Los EE. UU, se convertirán, entonces, en
gas nervioso.

1984: Los EE. UU. perfeccionarán un sistema por el cual el hidrógeno, almacenado en hidruros
metálicos, servirá como fuente de combustible, eliminando la necesidad de petróleo.

1985: Alrededor o antes de esta fecha habrá un accidente nuclear titánico en los Estados Unidos o
en los Estados Unidos, lo que provocará el cierre de todas las plantas de energía nuclear.

1986: Satélites tales como HEAO-2 descubrirán vastos e insospechados fenómenos de alta energía
en el universo, lo que indica que hay suficiente masa para colapsar el universo cuando este haya
alcanzado su límite de expansión.

1989: EE. UU. y la Unión Soviética acordarán establecer un gran metacomputadora como fuente
central de información disponible para todo el mundo; esto será esencial debido a la gran cantidad
de información que va a existir.

1993: Se creará una forma de vida artificial en un laboratorio, probablemente en los EE. UU.,
reduciendo así nuestro interés en localizar formas de vida en otros planetas.

1995: El uso de computadoras por parte de los ciudadanos comunes (ya disponible en 1980),
transformará al público de los espectadores pasivos de la televisión en expertos en procesamiento de
información mentalmente alerta y altamente capacitados.

1997: las primeras colonias de cúpula cerrada se establecerán con éxito en Luna y Marte. Mediante
la modificación del ADN, se crearán seres humanos casi mutantes que podrán sobrevivir en
condiciones no terráqueas, es decir, entornos extraterrestres.

1998: La Unión Soviética probará una unidad de propulsión que conduzca una nave a la velocidad
de la luz; un barco piloto partirá hacia Proxima Centauri, pronto a ser seguido por un barco
estadounidense.

2000: Un virus alienígena, traído por un barco interplanetario, diezmará la población de la Tierra,
pero dejará intactas las colonias en Luna y Marte.

2012: Usando taquiones (partículas que se mueven hacia atrás en el tiempo) como portadores, la
Unión Soviética intentará alterar el pasado con información científica.
"Hacedores de universos.. y destructores" (1981)

[La nota biográfica de apertura fue escrita por el propio Dick.]

Philip K. Dick es el autor de 48 libros y 150 historias, con cuatro películas actualmente en proceso.
Ha ganado el Premio Hugo, el Premio Conmemorativo John W. Campbell, el Premio Graouilly d'Or
de Francia, el Premio Británico de Ciencia Ficción y el Premio Playboy al Mejor Nuevo
Colaborador de Ficción de 1980 [por la historia 'Viaje congelado', más tarde retitulado 'Espero
llegar pronto']. Este mes de febrero, Bantam Books lanza su nueva novela 'Valis', y en abril Simon
& Schuster su secuela 'La Invasión Divina'. The London Times escribió sobre él: "Uno de los
practicantes más originales que se encuentan hoy en día escribiendo cualquier tipo de ficción, Philip
K. Dick hace que la mayoría de las vanguardias europeas parezcan ombligos en un callejón sin
salida". Vive en Santa Ana, Condado de Orange, California, y ha sido un suscriptor de SelecTV
durante más de dos años.

Las películas de ciencia ficción nos han bailado sabroso. Al igual que el velo de maya, su
departamento de efectos especiales allá en Hollywood ahora puede simular cualquier cosa que la
mente pueda imaginar.. y habrás pensado que todo fue real. No, realmente no explotan planetas. Es
verdad; lo inventan. Y una gran cantidad de imaginación hábil se está dando en estos días. No
contentos con la destrucción de planetas enteros, guionistas y directores creativos pronto te traerán
universos nuevos y peculiares con habitantes hechos a tu imaginación. Espéralo. Lo que pensaste
que era un alienígena..bueno, va a verse mucho peor. Lo que irrumpió en la camisa de Kane en
Alien no es el final en la línea de monstruos, sino más bien el comienzo.

Se necesitan mucho dinero para igualar la imaginación detrás de las películas de ciencia ficción, y
ese dinero existe porque las ganancias están ahí. No por la historia de la película; eso no es lo que
Hollywood defiende, ahora que Hitchcock nos ha dejado. ¿Por qué necesitas un relato si tu
departamento de efectos especiales puede simular algo? El impacto gráfico y visual ha reemplazado
al relato. Los autores de novelas de ciencia ficción lo saben y se quejan; lo que escribieron no es lo
que obtienes cuando la película está terminada. Pero así es como debería ser. Estamos viendo una
historia, no se nos está narrando.

Ridley Scott, quien dirigió a Alien y ahora va tras una adaptación cinematográfica de $ 15 millones
de mi novela 'Sueñan los androides con ovejas eléctricas?', confesó a un periodista de la revista
Omni que "le pareció demasiado difícil de leer", a pesar de que el hecho de que la novela apareció
como un libro de bolsillo de circulación masiva. Yo, por otro lado, leer sin problemas el guión (se
llamará Blade Runner). Es fenomenal. No tiene relación alguna con el libro. Curiosamente, de
alguna manera fue mejor. (La pasé hermoso leyendo el guión. Nadie que haya participado en el
proyecto 'Blade Runner' alguna vez me ha hablado. Pero está bien; yo tampoco he hablado con
ellos.) En que mi historia se convertirá será una titánica y espeluznante colisión de androides
explotando, androides que asesinan humanos, matanza y confusión general, todo muy emocionante
de ver. Hace que mi libro parezca aburrido en comparación.

Aún así, no querrás ver mi novela en la pantalla porque está llena de gente conversando, además de
los conflictos personales del protagonista. Estos asuntos no se traducen a la pantalla. ¿Y por qué
traducirlos, si una novela es una historia en palabras, mientras que una película es un suceso en
movimiento? No se llaman películas por nada. No tengo ninguna queja.

A veces los escritores de ciencia ficción nos decimos a nosotros mismos que la reciente excitación
masiva sobre nuestras mercancías se debe a los éxitos en el programa espacial real, todas esas
sondas tripuladas y no tripuladas, todas esas imágenes enviadas de lunas que nadie sabía que
existían, por no mencionar los anillos que están trenzados juntos en una afrenta a las leyes
conocidas de la física. Pero este no es el caso. La verdadera razón de los salvajes éxitos financieros
de las recientes películas de ciencia ficción es: la imaginación humana da un gran salto cualitativo
gracias a la gente de efectos especiales; películas como Encuentros cercanos, Alien y 2001 serían
increíbles, igual de impresionantes y maravillosas como si aún condujiéramos autos Ford Modelo A
-quizás incluso más.

El hecho es que las naves espaciales ya no cuelgan de cuerdas, ya no gimen, vacilan o se tambalean
al lado tuyo, como en las viejas series de Flash Gordon. Los monstruos ya no son juguetes de goma
inflados que imitan a medias lo que un niño promedio de diez años podría soñar. Hay una gran
sofisticación en la fábrica de sueños en estos días. Si yo, como autor, puedo pensarlo, ellos pueden
construirlo de una manera que pueda asombrate o asustarte y, en todos los casos, convencerte. Y
esta es realmente la razón por la cual las películas de ciencia ficción funcionan ahora, en contraste
con los viejos tiempos, cuando los niños en las mañanas de sábado por la tarde ululaban y soltaban
risitas con Lon Chaney, Jr., emergiendo de un pantano falso para infligir la maldición de la momia
en otro señora idiota.

Sin embargo, como escritor, me gustaría ver algunas de mis ideas, no solo los efectos especiales de
mis ideas. A pesar de su deslumbrante impacto gráfico, Alien (por poner un ejemplo) no tenía nada
nuevo para ofrecernos en el camino de los conceptos que despiertan la mente en lugar de los
sentidos. Un monstruo es un monstruo, y una nave espacial es una nave espacial. Star Trek, hace
años, profundizó más en ideas transgresoras que la mayoría de las películas de ciencia ficción de
gran presupuesto de la actualidad, y algunos de los mejores autores en el campo de la ciencia
ficción escribieron esos episodios de televisión de una hora. Estoy un poco cansado de que las
personas se conviertan en robots, las formas de vida inofensivas que evolucionan en sucios y
predecibles calamares espaciales, y, sobre todo, la Batalla de Midway de la Segunda Guerra
Mundial, renovada en el espacio exterior. Pero debo admitir que la subtrama mistica, misteriosa y
casi religiosa de Star Wars y The Empire Strikes Back me encantó. De vez en cuando la sensación
de asombro está allí. De acuerdo, si dejaran de volar la estación espacial en órbita al final, pero se
ve tan bien, esa explosión de colores lisérgica en la pantalla. Esta es la gran regla escrita: las
películas de ciencia ficción terminan no con un gemido sino con un estallido. Y tal vez así es como
debería ser, en la mejor de todas las galaxias visuales.
Nota de cabecera la selección de cuentos "Aquí yace el Wub" (1981)

La idea que quería plasmar en el papel tenía que ver con la definición de "humano". La forma
dramática en que atrapé la idea fue presentarnos a nosotros mismos, a los humanos literales, y luego
a una forma de vida alienígena que exhibe aquellos rasgos más profundos que yo asocio con la
humanidad: no un bípedo con una corteza agrandada -un rábano bifurcado que piensa,
parafraseando el viejo dicho-, sino un organismo que es humano en términos de su alma.

Lo siento si la palabra "alma" te ofende, pero no puedo pensar en otro término.

Ciertamente, cuando escribí el cuento 'Aquí yace el Wub' en mi juventud en una Berkeley
políticamente activa, nunca hubiera pensado en el ingrediente crucial de que el wub sea un alma;
Yo era una bola de fuego radical y atea, y la religión era algo totalmente ajeno a mí. Sin embargo,
incluso en aquellos días (tenía unos veintidós años) ya estaba haciendo un esfuerzo para contrastar
lo verdaderamente humano de lo que más tarde llamaría la "máquina android o máquina refleo" que
parece humana pero no lo es: el tema del discurso que pronuncié en Vancouver en 1972 ["El
androide y el humano", incluido en este compilado], veinte años después de que se publicara 'Aquí
yace el Wub'". El germen de la idea detrás del discurso radica en esta, mi primera historia publicada.
Tiene que ver con la empatía, o, como se llamaba anteriormente, cáritas o ágape.

En este cuento, la empatía (por parte del wub, que parece un cerdo grande y tiene los sentimientos
de un hombre) se convierte en un arma real para la supervivencia. La empatía se define como la
capacidad de ponerse en el lugar de otra persona. El wub hace esto aún mejor de lo que
normalmente suponemos que podría hacerse: su capacidad espiritual es su salvación literal. El wub
fue mi idea de una forma de vida superior; lo era entonces y es ahora. Por otro lado, el Capitán
Franco (el nombre se basa deliberadamente en el General Franco de España, que es mi concesión en
la historia a consideraciones políticas) mira a las otras criaturas en términos de pura utilidad; para él
son objetos, y él termina pagando el precio máximo por este fracaso total de su empatía. Así
demuestro que la empatía que posee un valor de supervivencia; en términos de competencia entre
especies, la empatía te da ventaja. ¡No es una mala idea para un cuento muy temprano de una
persona muy joven!

Me gustaron las solapas que Planet Stories imprimió para "Aquí yace el Wub". En la portada de la
revista escribieron:

Muchos hombres hablan como filósofos y viven como tontos, proclamó el desaliñado wub, una vez
muerto.

Y adelantándose a la historia propiamente dicha, escribieron:

El desaliñado wub bien podría haber dicho: Muchos hombres hablan como filósofos y viven como
tontos.

La reacción del lector a la historia fue excelente, y Jack O'Sullivan, editor de Planet, me escribió
para decirme que, en su opinión, era un muy buen cuentito, y me pagó algo así como $ 15. Fue mi
introducción a la paga por derechos de autor.

Hace apenas una semana, mientras revisaba mi armario, me encontré con una antigua revista pulp
con bordes irregulares; le faltaba la portada y sus páginas estaban amarillas. . . . Preguntándome qué
era, la recogí: descubrí que este viejo sobrante, este artefacto de otra época, era de hecho el número
de julio de 1952 de Planet Stories con mi primer cuento publicado en ella. Profundas emociones me
conmovieron mientras contemplaba la ilustración de "Wub"; una maravillosa obra de Vestal, y
debajo de ella estaba escrito: "El Wub, señor‖, dijo Peterson. ―¡Habló!" Bueno, aquí estamos en los
años ochenta, veintiocho años después, y el amable wub todavía habla. Que hable por siempre. . . y
que los otros humanos siempre escuchen.
Trabajos relacionados con El hombre en el castillo (1962), y su Secuela propuesta

El Nazismo y el castillo fue publicado por primera vez en el fanzine de ciencia ficción Niekas en
septiembre de 1964. Fue escrito en respuesta a una crítica políticamente cargada hacia el libro en un
número anterior de Niekas escrito por su colega escritor de CF (y amigo) Poul Anderson. Fue
reimpreso en el Boletín de la Sociedad Philip K. Dick, No. 14 (junio de 1987). Como el ensayo
plantea una serie de cuestiones fácticas inusualmente relevantes, es esencial señalar que la
afirmación de Dick de que "muchos" refugiados judíos que vivieron durante la Segunda Guerra
Mundial bajo el dominio japonés en el Lejano Oriente "formaron organizaciones hitlerianas" y
realizaban el saludo Nazi es una absolutamente infundamentada, según los numerosos estudios
académicos que he consultado. La fuente de Dick para esta afirmación es desconocida.

Material biográfico sobre Hawthorne Abendsen (1974) se publica aquí por primera vez. Es
necesaria la "Introducción" para una discusión sobre los factores que llevaron a Dick a abandonar
este proyecto.
El Nazismo y el castillo (1964)

Han pasado muchas lunas desde que el hombre blanco (es decir, Poul Anderson) reseñó mi libro El
hombre en el castillo, y muchos seguidores (demasiados, con, quizás, una excepción, un cierto John
Boardman) han comentado, no sobre el libro o han hecho una crítica propiamente dicha, sino sobre
el nazismo en él, qué es lo correcto y lo fáctico, porque ese es el verdadero tema, mucho más que
cualquier novela o cualquier crítica, y solo prueba que estoy en lo cierto: todavía tenemos mucho
miedo, estamos legítimamente muy perturbados y, como dijo Harry Warner, "Quizás nos
identificamos con la culpabilidad bélica de los alemanes porque son muy similares a nosotros".

Sin embargo, aunque estos comentarios, y demás, tuvieron lugar en marzo, yo los acabo de ver y
también me gustaría comentar al respecto. John Boardman llama al Dr. Friedrich Foerster "el mayor
crítico moderno de Alemania". No hay un "gran crítico moderno", etc., de nada; esto es solo una
forma de decir que crees en tu fuente, y es correcto que creas en tu fuente; sin embargo, disputaré su
singularidad, o cualquier reclamo a su perfección idealmente platónica como única y absoluta
fuente. Aunque, de hecho, estoy de acuerdo con el pasaje citado de él (ver los comentarios de John
Boardman de marzo de 64, revista Niekas). De hecho, es solo este tipo de pensamiento lo que me
preocupa (sin embargo, es temprano en la mañana, todavía no he desayunado, por lo que todo me
preocupa, olvídalo). De todos modos, no podemos decir con certeza si hay "dos germánicos" en el
sentido de dos tradiciones de pensamiento, o si el nazismo es la culminación absoluta, la realización
lógica, de todo lo que es alemán; no sabemos; por favor, admitamos nuestra ignorancia. Sabemos lo
que hicieron, sabemos cuáles fueron sus ideologías declaradas. . . pero en realidad no sabemos por
qué, en el más profundo sentido, ellos, es decir, los nazis, hicieron lo que hicieron. En serio. He
hablado con algunos de ellos. Lo único que sabían era que tenían miedo, que estaban asustados
como nosotros, pero que no les tenían miedo a las mismas cosas: tenían miedo de nosotros, del
Reino Unido, de Rusia (a las cuales nosotros también tememos, ahora) y –sobre todo, de los judíos,
que no somos, y que no podemos comprender; es decir, este miedo. Para nosotros, un judío es, por
ejemplo, un buen tipo alto con un vaso en la mano junto a nosotros en una fiesta. Para ellos- bueno,
ahí cae el telón. Pero un amigo nazi, que vivía en los Estados Unidos después de la guerra, me
acompañó a visitar un apartamento una vez, y yo dije: "Por cierto, este tipo que vive aquí se llama
Bob Goldstein", y mi amigo nazi realmente se desfiguró y palideció (es decir, retrocedó); tenía
literalmente miedo de entrar en el apartamento- y, además, sintió una aversión horrible y somática.
¿Por qué?

Pregúntale a Hannah Arendt, a quien considero la "mayor crítica moderna de Alemania", una judía
ella misma. Siento incluso que ella, criada entre ellos, no lo sabe. Es irracional; es psicológico, no
lógico. ¿Por qué algunas personas le temen a gatos, tranvías o cabras pelirrojas? Ellos mismos no lo
saben. Una fobia es una fobia; brota, como lo mostraron Freud, Jung y H. S. Sullivan, desde las
profundidades del yo desconocido hasta las superficies del yo. Ipse dixit.

Por favor, perdóneme si divago, pero verán: Siento que las "respuestas" sencillas y claras a esta
pregunta ("¿Por qué los nazis hicieron lo que hicieron, lo haremos nosotros, y también somos
culpables?") nos desafían; no se pueden permitir. ¿Somos culpables de lo que están haciendo los
"planificadores" locos e irracionales en Washington, DC, ahora mismo? No lo sé. ¿Alguna vieja
dama alemana del pueblo en 1939 fue "culpable" de una decisión en la oficina de Eichmann en
Berlín? Sin embargo, hay algunos hechos establecidos que debemos recordar. (1) Cuando Himmler
pidió y tuvo la oportunidad de presenciar una ejecución de inocentes e indefensos judíos (por un
pelotón de fusilamiento), tuvo una convulsión de horror; se desmayó, cayó al suelo, rodó en un
espasmo de angustia; sus ayudantes tuvieron que ayudarlo a ponerse de pie. Inmediatamente,
Himmler decretó que no había que matar a más judíos, sino que se debía encontrar algún método
misericordioso, indoloro e instantáneo. Recuerda, subraya esto. Así que incluso este eunuco, esta
cosa, reificada en las filas superiores de la burocracia nazi, tenía "sentimientos". (A Hitler no le
hubiera importado mirar, y si lo hubiera hecho, no habría tenido ninguna reacción emocional y ética;
fíjense en eso también.) Además, el Wermark Soldaten (el soldado alemán promedio) odiaba a los
Schwarzers, los SS. . . los conocía como asesinos. Marque eso. Los ciudadanos alemanes metieron
pan en los vagones de ganado sellados que llevaban a los judíos hasta su muerte a través del Reich;
lee eso y reflexiona. Remarque registra a un alemán interpretando el tema del Fidelio de Beethoven
que representa a los prisioneros -injustamente cautivos por una tiranía-, cuando finalmente, por un
momento, les dejan ver la luz. La música suena mientras un grupo de víctimas de los campos de
concentración judíos conducidos por la calle más allá de su casa. [N. del T: Erich Maria Remarque,
renombrado autor alemán de posguerra]. Incluso las putas alemanas llegaron a muros de los campos
de la muerte, con la esperanza de "hacer algo por" los que están adentro. En otras palabras, los
buenos impulsos (y no voy a poner comillas alrededor de esa palabra) estallaron constantemente
entre los alemanes promedio cuando se dieron cuenta de lo que se estaba haciendo a los judíos;
muchos, sin dudas, escupieron, patearon, abuchearon, ante los judíos siendo arrastrados. . . pero no
todos. "Die Stille im Lande" [el silencio en la tierra] los nazis llamaron a estos alemanes que no
aprobaron las políticas raciales; estos alemanes sabían que si se mostraban, también ellos serían
asesinados. Subraye esto: los primeros habitantes de los campos de concentración eran alemanes no
judíos. Y significó la muerte, durante la guerra, para cualquier ciudadano alemán mostrar el más
mínimo desacuerdo con la política oficial; una mujer alemana, por ejemplo, fue encarcelada porque
el periódico con el que forraba su cubo de basura tenía una foto de Hitler; esto fue decretado por el
tribunal (el llamado Reichs Gericht) un "crimen contra el estado". ¡La hicieron pagar!

Sin embargo, el pueblo alemán, o una buena parte de ellos, más de la mitad, votó, votó legalmente y
conociendo su punto de vista racial, a Hitler en el poder. Lea los primeros diarios de Goebbels; el
Partido tenía el apoyo de la clase trabajadora, no de la burguesía. Marque eso también: la clase
trabajadora pasó de apoyar a los comunistas y los socialistas moderados a los nazis. ¿Por qué?
Bueno, puedo aventurar una suposición. Los nazis, al igual que los jefes políticos de la gran ciudad
que solían dirigir Chicago, Nueva York y Boston, siempre estaban "abiertos", siempre estaban allí y
listos para escuchar, ayudar, repartir comida y apoyo.. y los alemanes estaban muriendo de hambre,
muriendo, siendo desalojados; era la Depresión, recuerda, y la gente, como nuestra gente, estaba
desesperada. Uno de nuestros cantantes folklóricos favoritos de la actualidad en esos días (finales
de los 30) no solo cantó en contra de nuestro apoyo al Reino Unido y la actividad del plantel de
defensa, sino que habló de ser tomado como un "espía japonés"; en otras palabras, este gran
cantante folk "ahora liberal, uno de nosotros" - sus iniciales son P.S. - estuvo con la Alemania nazi -
debido al Pacto germano-ruso. El comunismo mundial y el nazismo cooperaron, por un tiempo; los
nazis no eran "derechistas"; eran coizquierdistas, al menos hasta que los tanques nazis entraron en la
mitad de la ex Polonia controlada por los rusos.

En sus comentarios en Niekas, George H. Wells habla de "nacionalistas judíos" y de que "fueron
pasados por alto". Este es un punto, también; en el momento del surgimiento de la ideología
antijudía entre los alemanes no judíos, los judíos-alemanes comenzaron, en gran parte, a pensar, ya
como alemanes o incluso europeos, sino como nacionalistas de la que pronto sería el Estado
nacional de Israel. (Moses Mendelssohn rogó a la gente que no aceptara esto, sino que "salga y sea
parte de la comunidad europea", en general, falló). Entonces: vimos a los judíos, en Alemania,
llegar a la misma idea que los precursores. "Racistas" nazis, como Wagner, y parece que Richard
Wagner siempre es el chivo expiatorio aquí; inventó la idea de que los judíos eran extraneros,
hostiles a Alemania. Falacias. Un estudio completo de las ideas de Wagner muestra que finalmente
rompió con Nietzsche, vio una redención de Alemania (es decir, del hombre per se) en el amor
cristiano, no en la ampulosidad militar (véase Parsifal). Así que incluso entre los famosos teóricos
prenazis no encontramos una uniformidad ideológica; lo que encontramos, sin embargo, son los
ingleses Stuart House Chamberlain y Carl Rhodes -y por supuesto Nietzsche; pero encontramos a
los pensadores locos ingleses justo en el "corazón de la oscuridad", por así decirlo. Enseñando la
idea, como dice Hannah Arendt, de una pequeña élite mundial de nórdicos que dirigirá las cosas:
una casta superior que le dirá a los "oscuros", es decir, al resto de nosotros, a dónde ir -y "dónde ir"
puede ser en los falsos baños de ducha que son, en realidad, cámaras de gas de cianuro. Sí, Harry
Warner, escribiendo en Niekas, tiene razón: nos conmocionamos y recordamos porque no son
"ellos" sino "nosotros" quienes pensaron esos horribles pensamientos, y por lo tanto instigaron esas
terribles acciones; y el "nosotros" incluye a los fanáticos nacionalistas judíos, algunos de los cuales
viven hoy en Israel, que invaden las escuelas, perturban lecciones de gramática de la escuela
primaria con sus matones cuasi militares (creo que el término es paramilitar), porque el maestro
impartiendola clase no es uno racialmente "correcto". En este caso, sin embargo, no es
suficientemente judío, en lugar de suficientemente alemán.

Los sionistas expulsaron a un millón de árabes de Israel, y los árabes, apoyados -es decir, salvados
de inanición- por los cuáqueros, son la mayor cantidad de personas desplazadas en la tierra en la
actualidad. Y no deje que nadie le diga que esos árabes (es decir, no judíos y, por lo tanto,
extranjeros, aunque su gente había vivido allí durante dos mil años) querían irse. Estaban
aterrorizados por tener que irse, y no pueden regresar. Así que las víctimas de la Segunda Guerra
Mundial se han convertido en los arrogantes nacionalistas, listos para ir a la guerra (ver la crisis de
Suez) con sus vecinos tan pronto como se les asegure un apoyo militar adecuado (y una vez más es
Gran Bretaña quien lo otorga, Gran Bretaña y Francia).

Esto es terrible. En los asentamientos de refugiados judíos en el Lejano Oriente bajo el dominio
japonés durante la Segunda Guerra Mundial, muchos judíos formaron organizaciones hitlerianas,
incluyendo el saludo Nazi (o Romano, si lo prefiere).

Nos gusta pensar que las víctimas de la tiranía y la crueldad son inocentes (por ejemplo, Chessman).
Pero a menudo la víctima también está manchada de sangre; es decir, ha participado activamente en
la situación que finalmente ha reclamado su vida. Muchos judíos de hoy no viajarán en un VW, y
algunos ni siquiera escucharán la música de Beethoven; ¿No es esto tan neurótico y "enfermo"
como lo fueron las ideologías de sangre, raza y tierra del siglo XIX enseñadas por alemanes y
judíos-alemanes? Personalmente, me gusta contarles a fanáticos amigos judíos nacionalistas y
orientados a la sangre un hecho que generalmente no saben: muchos de los poetas -caballeros
alemanes medievales, los minnesingers, eran judíos. Entonces, Dr. Friedrich Foerster, "el más
grande crítico moderno de Alemania", por el contrario, ahora hay, siempre ha habido, al menos dos,
y probablemente tres, siete, nueve germánicos; es decir, cosmovisiones alemanas. J. S. Bach se
consideraba un polaco (su monarca estaba bajo feudo a un rey polaco). Pero llamamos a Bach un
alemán porque hablaba alemán. Tony Boucher habla alemán, y perfectamente; ¿Es él, por lo tanto,
un alemán, por lo tanto, un nazi? Los judíos alemanes hablaban alemán -y recuerde, la mano de un
violinista judío fue rota por un fanático sionista que balanceaba una pipa de plomo porque ese
violinista se atrevió a tocar una pieza de Richard Strauss en un concierto en Israel. ¿Son estos, una
vez más, los Camisas Marrones de los años treinta, o no?

Cuando un amigo fanático judío me llama "gentil", simplemente digo: "Llámame goy y punto".
Porque, si soy un "gentil", entonces dos mil años de evolución en el pensamiento humano han sido
abandonados. Y si él no va a viajar en mi Volkswagen, que probablemente fue fabricado en Nueva
York, no en Alemania, y seguramente, sin duda, me lo vendió un judío, Leon Felton de San Rafael,
entonces no le permitiré comer una factura en mi presencia. (Por supuesto, estoy bromeando, estoy
tratando de demostrar esto: que no podemos responsabilizar a un pueblo más de lo que podemos
responsabilizar a cualquier otra entidad mítica, semántica, no concreta; Germano1 no es Germano2
y Germano2 no es Germano3, y Al igual que, en este país, tú y yo no bombardeamos a esos
pequeños escolares negros en la iglesia de la escuela dominical -sabes que no lo hicimos, y si
nosotros, tú y yo, pudiéramos atrapar a esos bastardos blancos --o mejor dicho simplemente
bastardos-- responsables, los vengaríamos tan rápido como lo haría cualquier mafia negra.)
No soy un "hombre blanco". Mis amigos alemanes no son "alemanes", ni mis amigos judíos
"judíos". Soy un nominalista. Para mí, solo hay entidades individuales, no entidades grupales como
raza, sangre, personas, etc. Por ejemplo, soy anglocatólico; sin embargo, mis puntos de vista
difieren de los de mi vicario, y los suyos difieren -enormemente- de los del obispo de la diócesis –
con cuyas opiniones coincido plenamente- el obispo Pike. Etcétera. No saldré de una habitación
cuando un alemán entre más de lo que hubiera salido de una habitación cuando haya entrado un
judío. Tampoco me permitiré ser un "gentil", es decir, un miembro de una raza, para mis amigos
judíos. Si ellos no me quieren, déjalos que me golpeen, como un individuo, uno justo en el ojo;
veamos cómo golpean una raza, como intentaron hacer los nazis, una vez en el ojo. No funcionará;
los nazis fracasaron: Israel existe y los judíos existen. Y, enfrentémoslo: Alemania existe. Vivamos
en el presente y en el futuro, sin morar neuróticamente en los ultrajes del pasado. Ludwig von
Beethoven no encendió los fuegos en Dachau. Leonard Bernstein no golpeó a ese violinista judío en
la mano con una pipa de plomo. ¿Bueno? Y salve, como solían decir los romanos. O, como decimos
los anglocatólicos, que la paz y el amor de Dios estén con usted. Alemanes incluidos Y, por favor,
judíos, también.
"Material biográfico sobre Hawthorne Abendsen" (1974)

Soy, por supuesto, uno de los admiradores del Sr. Abendsen; mis propias obras, como son, han sido
fuertemente influenciadas por la suya, en particular mi novela 'El hombre en el castillo' (Berkley
Books, U.S.A., 1974 [una edición en rústica de reimpresión]). No hace falta decir que 'The
Grasshopper Lies Heavy' (su título en alemán, Schwer Liegt die Heuschrecke [Miinchen: Konig
Verlag, 1974] es quizás más familiar para nosotros), aunque "clandestino" tanto en impresión como
distribución, debido a su naturaleza política y religiosa. se ha convertido en el libro más famoso de
Hawthorne Abendsen. Aunque Grasshopper ofendió a las Autoridades, ellos mismos lo estudiaron
con una atenta intención profesional, ya que delinea "posibilidades" históricas importantes de un
"mundo alternativo", de un tipo familiar para los lectores de CF, en el cual el Eje no es descrito
favorablemente, lo cual causa que el Sr. Abendsen y su familia busquen un santuario inquieto y
ciertamente temporal en los estados de las Montañas Rocosas entre las dos zonas más militantes de
los Estados Unidos, dividido por un tratado después de la derrota de la Alianza Comunista-
Plutócrata.

Los escritos del señor Abendsen, que vive una vida familiar lo más modesta y convencional posible,
en vista de su vulnerabilidad a las represalias policiales por su famosa novela clandestina en la que
el Eje perdió la guerra, son escasos; la mayoría aparecen en forma de cartas apresuradas impresas
en "fanzines" sin fines de lucro, como se les llama, fuera de los Estados Unidos- por razones obvias.
Parte cinco
Ensayos y discursos

Esta sección contiene los principales ensayos publicados por Dick sobre diversas cuestiones
relacionadas a la ciencia ficción.

Drogas, alucinaciones y la búsqueda de la realidad se publicó por primera vez en Lighthouse


(editado por Terry Carr), n.º 11, noviembre de 1964.

La esquizofrenia y el libro de los cambios se publicó por primera vez en Niekas, n. ° 11, marzo de
1965. Se reimprimió en el Boletín de PKDS, n. ° 14, de junio de 1987.

El androide y el humano, discurso emitido por Dick en la Universidad de British Columbia,


Vancouver, en febrero de 1972, se publicó por primera vez en SF Commentary, No. 31, diciembre
de 1972. Recientemente se reimprimió en el ecléctico Dick antología The Dark-Haired Girl (1988),
publicado por Mark V. Ziesing. Este ensayo es la incursión no ficcional más extendida de Dick en
ética social.

El humor relacionado con la violación ha envejecido mucho, y la celebración de estafas aleatorias


como medio para evitar la opresión centralizada puede no convencer a los lectores que viven en
barrios plagados de crímenes. Pero la distinción central entre el androide y el humano sigue siendo
sugestiva.

Hombre, Androide y Máquina apareció por primera vez en la antología británica 'Science Fiction at
Large' (Gollancz, 1976), editado por Peter Nicholls, y fue reimpreso en The Dark-Haired Girl.

Si encuentras este mundo malo, deberías ver a algunos de los otros fue pronunciado por Dick en el
segundo Festival Internacional de Ciencia Ficción de Metz, Francia, en septiembre de 1977. Fue
publicado por primera vez en traducción al francés en L'Annee 1977-78 de la S.-F. et du Fantastique
(Juilliard, 1978), editado por Jacques Goimard. Su primera publicación en inglés apareció en el
Boletín de PKDS, n. ° 27, agosto de 1991.

Cómo construir un universo que no se derrumbe dos días, fue concebido como un discurso, pero
probablemente nunca se pronunció. Se publicó por primera vez en 'I Hope I Shall Arrive Soon'
(1985).

Cosmogonía y cosmología, fechada el 23 de enero de 1978, fue expresamente previsto por Dick
como un resumen de las ideas clave expresadas en la Exégesis a partir de ese momento. Se incluye
aquí como un ensayo porque Dick lo envió en forma mecanografiada a su agente, Russell Galen,
aunque sin intenciones explícitas de publicación en mente. En este sentido, difiere del resto de la
Exégesis -que Dick guardó para sí mismo-, y se ofrece para divulgaciones ocasionales limitadas a
amigos. Fue publicado por primera vez en una edición limitada por Kerosina Books en 1987.

La carta Tagore se publicó por primera vez en Niekas, n. ° 28, noviembre de 1981
"Drogas, alucinaciones y la búsqueda de la realidad" (1964)

En un día inocente, hace mucho tiempo, en mi juventud anterior, encontré una declaración en un
libro de texto sobre psiquiatría que, como cuando Kant leyó a Hume, me despertó para siempre de
mi sueño de jardín de edén. "El psicótico no solo cree que ve cuatro bivalvos azules con alas
flexibles flotando por la pared, sino que los ve. Una alucinación no es, estrictamente hablando,
creada en el cerebro, sino que es recibida por el cerebro, como cualquier dato sensorial 'real', y el
paciente actúa en respuesta a esta percepción muy real de la realidad de una manera tan lógica como
lo hacemos nosotros con nuestros datos sensoriales. De alguna manera, suponer que solo "cree que
lo ve" significa malinterpretar totalmente la experiencia de la psicosis".

Bueno, he reflexionado sobre esto durante los años lúgubres, mientras tanto, la industria
farmacéutica, los psiquiatras y ciertas personas traviesas de dudosa reputación han hecho mucho
para validar -y seguir explorando- este tema, de modo que ahora nos enfrentamos con una
afirmación psiquiátrica apenas relacionada con los buenos viejos tiempos (alrededor de 1900)
cuando los pacientes mentales caían en una de dos clases rígidas: los locos, lo que significaba
simplemente que estaban demasiado enfermos para funcionar en la sociedad, para lavar y encerar su
automóvil, pagar su utilidad facturas, beber un martini y todavía mantener una conversación
agradable, y por lo tanto tenían que ser internados.. y el neurótico, que incluía a todos los
suficientemente sabios para buscar ayuda psiquiátrica, y para quejas meramente "histéricas", como
sentir la compulsión de desatar los zapatos de todos alrededor o contar la cantidad de niños
pequeños en triciclos pasando por sus casas u oficinas, o por trastornos "neuróticos" que se reducían
a la ansiedad desproporcionada con respecto a la "situación de la realidad", hasta las fobias
especializadas, como el temor morboso e insensato de que un misil espacial no tripulado que
supuestamente aterrizaría en el Atlántico golpeara en el centro del patio trasero el domingo por la
tarde mientras la persona en cuestión cocinaba hamburguesas con carbón vegetal. No se vio
ninguna relación real entre los "locos" que estuvieron o debieron haber estado en instituciones y
personas "neuróticas" o "histéricas" que asistieron a una hora de asociación libre por semana; de
hecho, la creencia de que el loco (o como diríamos ahora, el psicótico) tenía una dolencia de origen
físico en lugar de psicogénico y el neurótico sentía miedos antinaturales debido a un evento
traumático en su primera infancia estaba tan establecida que el descubrimiento inicial de Freud tuvo
que ver con la creación de una base diagnóstica sobre la cual el médico podría decidir en qué grupo
cayó la persona enferma. Si él demostraba ser psicótico, entonces la psicología profunda, el
psicoanálisis, no era para él; si era neurótico, todo lo que se necesitaba era sacar del subconsciente
el material sexual traumático reprimido durante tanto tiempo olvidado a la luz del día. . . con lo cual
las fobias y compulsiones desaparecerían. Esto parecía ser algo bueno, hasta que Jung se presentó y
demostró:

1. Que los totalmente psicóticos y hospitalizados respondían a la terapia tan rápido como los
neuróticos, una vez que se había comprendido el lenguaje privado del psicótico, y así se establecía
la comunicación. Y que:

2. Muchos "neuróticos", ambulatorios, que tenían trabajos, criaban familias, se cepillaban los
dientes con regularidad, no eran lo que él había designado como "neuróticos introvertidos", sino
psicóticos- específicamente esquizofrénicos-, en una etapa temprana en un carrera de enfermedad
de por vida. Y respondían menos favorablemente al psicoanálisis que cualquier otra persona.

Esto significaba algo. (A) Tal vez todas las enfermedades mentales, sin importar cuán severas, sean
de origen psicógeno. (B) Una neurosis puede no ser una enfermedad en absoluto o incluso un
síntoma de enfermedad, sino una construcción del cerebro para lograr la estasis y evitar un colapso
mucho más grave; por lo tanto, podría ser arriesgado jugar con la neurosis de alguien porque bajo
esta podría subyacer una psicosis en toda regla, que surgiría en el momento en que el feliz
psiquiatra se recueste y diga: "¿Ves? Ya no le temes a los autobuses. "Entonces el paciente descubre
que ahora le tiene miedo a todo, incluida la vida misma. Y ya no puede funcionar en absoluto. Así
que todo el gran esquema de las cosas, el subconsciente, el trauma sexual reprimido de la infancia-
como un mapa del mundo plano medieval que no hacía referencia a nada, resultó, posiblemente,
incluso perjudicial para lo que ahora se designa como "psicóticos límite". que es una forma de decir:
"Aquellos que no pueden funcionar en la sociedad pero lo hacen", supongo ". ¿Cuán nublado se
puede poner un problema? Todas las teorías, una por una, se rompieron; había psicóticos
"racionales", a quienes, de forma divertida, llamamos paranoicos, y lo eran- pero basta. Porque
ahora estamos en lo que considero la cuestión crucial: la presencia en el psicótico no solo de
delirios ("Conspiran contra mí", etc.) sino de alucinaciones, de las que los neuróticos carecen.
Entonces, quizás a este respecto tenemos una base diagnóstica, si no de la naturaleza de la
enfermedad, al menos de su gravedad. Pero un elemento aparece, aquí, que es bastante
desconcertante. Existe tal cosa como la alucinación negativa, es decir, en lugar de ver lo que no está
allí, el paciente no puede ver lo que es. (Jung da, creo, el ejemplo más extraordinario de esto: un
paciente que veía a la gente sin cabeza, solo los veía hasta el cuello, y luego nada). Pero lo que es
aún más aterrador es que este paciente no era psicópata; estaba absolutamente seguro de que era
simplemente histérico, como cualquier hipnotizador de escenario puede testificar, ya que semejante
percepción distorsionada puede ser inducida en personas claramente sanas. . . así como mucho más,
incluido el hecho de que, cuando ocurre sin la influencia del hipnotizador, se considera la condición
sine qua non de la psicosis, la alucinación positiva.

Ahora estamos llegando a algún lado, y es aterrador dónde. Porque hemos entrado en el paisaje
representado por Richard Condon en su fabulosa novela 'El candidato manchuriano': no solo se
pueden inducir los delirios y las alucinaciones en prácticamente cualquier persona, sino que se
agrega el horror añadido de la "sugerencia posthipnótica" es arrojado por si acaso. . . y, por el
Instituto Pavlov, todo esto con propósitos políticos claramente elaborados. No creo que esté
deambulando por la fantasía aquí, porque recuerdo: Freud originalmente se involucró en una forma
de psicoterapia que utilizaba la hipnosis como su herramienta principal. En otras palabras, toda la
psicología profunda moderna -la que postula que alguna región de la mente no está disponible para
el ser consciente de la persona y que, en muchas ocasiones, puede adelantarse al yo- crece a partir
de la observación de individuos que actúan con convicciones, percepciones y motivaciones
completas implantadas por "sugestión" durante el estado hipnótico. ¿Sugerencia? Qué palabra tan
débil; qué poco transmite, comparado con la experiencia misma. (Lo he pasado y es, sin lugar a
dudas, lo más extraordinario que me haya pasado). Lo que el conjunto de "sugerencias" suma para
el sujeto hipnotizado no es nada menos que una nueva cosmovisión sobrepuesta a la habitual del
sujeto; no hay límite en la medida de esta nueva vista o gestalt inducida de las percepciones de
datos y las ideas organizativas dentro de los procesos mentales del cerebro- no hay límite en su
alcance, duración o su salida no solo de lo que curiosamente llamamos "realidad" Y -esto
simplemente no puede ser, lógicamente, pero es así- el sujeto puede ser alterado físicamente, en
términos de lo que es capaz de hacer; puede permanecer rígido entre dos sillas y permanecer de pie,
por lo que incluso la parte somática de él es nueva. . . a veces incluso hasta el punto de contradecir
lo que sabemos que es anatómicamente posible, en relación con el sistema circulatorio, etc. (por
ejemplo, mantener el brazo extendido durante un tiempo considerable); el límite de tiempo lo
imponen factores puramente fisiológicos, y no puede haber una explicación simplemente psicógena
de tal fenómeno, a menos que deseemos postular el yoga el psionismo o, reconozcámoslo, poderes
mágicos. Pero poderes de este tipo por parte de quién? ¿El paciente? ¿El hipnotizador? No tiene
sentido de ninguna manera, a menos que volvamos a la noción de magos y aquellos que son
víctimas de hechizos mágicos del siglo diecisiete. . . y ¿a dónde nos lleva esto? Dudo que incluso
John W. Campbell, Jr. [influyente editor de CF de la revista Astounding, cuyo enfoque rígido sobre
la trama de la CF era desaprobado por Dick] querría aventurarse en este camino.

Sin embargo, quizás podamos desarrollar algo coherente a partir de esto recordando que ahora
existe cierta validación de las percepciones extrasensoriales y habilidades. Hay una relación; ya en
1900, el mismo Freud notó evidencias palpables, durante la asociación libre de sus pacientes, de la
capacidad telepática. (Realmente odio haber aprendido esto, habiéndome burlado de las
Percepciones Extrasensoriales por años, pero la documentación de Freud sola -y él era un
observador increíblemente escrupuloso-, tiende a fortalecer el caso de las mismas). Y,
recientemente, en revistas psiquiátricas absolutamente acreditadas, los psiquiatras especializados en
medicina nos han dado la noticia de que las percepciones telepáticas de sus pacientes ocurren con
tanta frecuencia que no hay dudas. Ehrenwald, publicado por W. W. Norton, que tiene buena
reputación, con un prólogo de Gardner Murphy, llega a desarrollar una teoría completa de la
enfermedad mental basada en la observación de primera mano de aquellos pacientes suyos
severamente perturbados que se encuentran experimentando un vínculo telepático involuntario; los
paranoicos, por ejemplo, reciben como datos sensoriales los pensamientos y sentimientos
marginales, reprimidos, tácitos y hostiles de quienes los rodean; declara que una y otra vez, al pasar
por las salas de hospital, los pacientes paranoicos le citaron, palabra por palabra, pensamientos
hostiles guardados por él hacia ellos, los cuales supuesto, ocultaba, como todos nosotros, para
mantener nuestras relaciones interpersonales funcionando. Así que ahora, en mi compleja y prolija
forma, he llegado a mi primicia. Tomando las declaraciones de Ehrenwald a su valor nominal (es
decir, aceptándolas como verdaderas y utilizándolas como un postulado), nos enfrentamos con la
posibilidad clara y evidente de que, al menos en el caso de los paranoicos -o, de todos modos,
algunos paranoicos- los "delirios" no son delirios en absoluto, sino que son, por el contrario,
percepciones precisas de un área de la realidad que el resto de nosotros no podemos (gracias al
Señor) alcanzar. Perfecto; ahora volvamos y reexaminemos todo el tema de la enfermedad mental,
las alucinaciones tanto negativas como positivas, la experiencia hipnótica, las distorsiones
sensoriales pseudo-esquizofrénicas provocadas por productos químicos como el LSD y las toxinas
orgánicas como las que se encuentran en algunos hongos, etc., y, para estar absolutamente seguro
de que hago el ridículo, añadiré el misticismo, el evento místico llamado "conversión", como el que
le sucedió a San Pablo. Listo? Bueno.

¿Puede una persona ser psicótica sin alucinar? Sí. Los paranoicos simplemente tienen "ideas
delirantes"; ven la misma realidad que nosotros, pero la interpretan de manera diferente, la trabajan
en su sistema.

¿Puede una persona alucinar sin ser psicótica? Sí, como por ejemplo durante el estado hipnótico,
bajo drogas, cuando está enfermo con fiebre alta, envenenado- por muchas razones.

¿Cuál es la relación entre la alucinación y la cosmovisión? La noción psicológica alemana (más


exactamente suiza) es que cada individuo tiene una forma estructurada, idiosincrásica, y en algunos
aspectos única, de imaginar o experimentar -o lo que sea que haga con la realidad. Ahora se acepta
universalmente que la realidad "en sí misma", como dijo Kant, es realmente desconocida para
cualquier organismo sensible; las categorías de organización, tiempo y espacio son mecanismos
mediante los cuales los sistemas de percepción vivos, incluidas las partes del cerebro que reciben
los datos de los sentidos "en bruto", requieren la imposición de un marco subjetivo para convertir lo
que de otro modo sería caótico en un ambiente que es relativamente constante, con suficientes
aspectos permanentes para que el organismo pueda imaginar, sobre la base de la memoria (el
pasado) y la observación (el presente), lo que el futuro probablemente será. La continuidad es
esencial; uno debe ser capaz de reconocer una buena parte del mundo externo para funcionar (esto,
por supuesto, es por lo que el problema del nombre es real y no un producto de la imaginación
medieval; el logos, la palabra, transforma el caos en objetos diferentes y separados).

Una buena parte de esta organización se realiza dentro del sistema perceptivo mismo; es decir, por
partes poco conscientes del aparato neurológico, de modo que cuando el "yo" recibe los datos
sensoriales, se ha estructurado automáticamente, por así decirlo, en la cosmovisión idiosincrásica.
El yo (o ego o alguna cosa tonta) se presenta con material que en gran parte se originó dentro de su
propio ser, en un nivel u otro. A la luz de esto, la idea de alucinar adquiere un carácter muy
diferente; las alucinaciones, ya sean inducidas por la psicosis, la hipnosis, las drogas, las toxinas,
etc., pueden ser meramente cuantitativamente diferentes de lo que vemos, no cualitativamente. En
otras palabras, emana mucho del aparato neurológico del organismo, más allá de la necesidad
organizativa estructural. En cierto sentido, el sistema de percepción está sobrepercibiendo, está
confrontando al cerebro demasiado. Los procesos cognitivos, entonces, en particular el racional y
reflejo lóbulo frontal, no pueden abarcar lo que se les ha dado, y por eso- para la persona- el mundo
comienza a volverse misterioso. Las entidades o aspectos sin nombre comienzan a aparecer y, dado
que la persona no sabe qué son, es decir, cómo se llaman o qué significan, no puede comunicarse
con otras personas sobre ellos. Este colapso de la comunicación verbal es el indicio fatal de que en
algún punto de la línea la persona está experimentando la realidad de una manera demasiado
alterada como para encajar en su propia cosmovisión previa y demasiado radical como para permitir
el vínculo empático con otras personas. Pero la pregunta crucial sobre dónde, en qué etapa, estos
aspectos desconcertantes, aumentos o distorsiones alejadas de la visión comúnmente compartida
comienzan, no es respondida por nada de esto. Somos conscientes hoy de que una buena parte de lo
que llamamos "realidad externa" consiste en un marco subjetivo por parte del sistema de percepción
en sí mismo, y que probablemente haya tantas visiones del mundo como individuos. . . pero ¿cómo
se infiltran las "alucinaciones" no deseadas, incluso atemorizantes, y ciertamente no comúnmente
compartidas? Hasta los últimos tres o cuatro años habría sido generalmente aceptado que estas
invasiones de la continuidad ordenada de la experiencia mundial más allá de toda duda se originan
en la persona, en algún nivel de la estructura neurológica, pero ahora, por primera vez, realmente, el
cuerpo de evidencia ha comenzado a oscilar hacia otro lado. Se escuchan términos completamente
nuevos como "conciencia expandida", términos que indican que la investigación, especialmente con
drogas alucinatorias, apunta a la probabilidad, nos guste o no, de que, como en el caso de los
paranoicos de Jan Ehrenwald, el sistema de percepción del organismo está sobrepercibiendo, está
bien, e indudablemente confrontando los centros de evaluación del lóbulo frontal con datos que no
pueden manejar, y esto es malo porque no puede haber juicio bajo tales circunstancias, y ninguna
vida interpersonal, debido a la falla del lenguaje compartido, pero la sobrepercepción emana del
exterior del organismo; el sistema perceptivo del organismo está percibiendo lo que está realmente
allí, y no debería, porque hacerlo es imposibilitar el proceso cognitivo, por reales que sean las
entidades percibidas.

El problema parece ser que, en lugar de "ver lo que no está allí", el organismo está viendo lo que
está allí, pero nadie más lo hace, por lo tanto, no existe ningún signo semántico para representar la
entidad y, por lo tanto, el organismo no puede mantener una relación empática con los miembros de
su sociedad. Y esta ruptura empática es doble; no pueden empatizar con su "mundo" y él no puede
con ellos. La alucinación, la enfermedad mental, las experiencias con drogas de "conciencia
expandida" amenazan al organismo debido a los resultados sociales. Es obvio, entonces, qué papel
juega el lenguaje en la vida humana: es el instrumento cardinal por el cual las cosmovisiones
individuales están vinculadas, de modo que se construye una realidad común compartida, a todos
los efectos y propósitos. Lo que en realidad es subjetivo se vuelve objetivo- estamos de acuerdo.
Entonces, visto de esta manera, sociológica y antropológicamente, no importa dónde se originan las
alucinaciones o incluso si son precisas- sino únicas y, por lo tanto, no compartidas-, percepciones de
"niveles superiores de realidad desaprovechados ordinariamente", incluso por la persona misma.
Real o irreal, originado dentro del sistema de percepción o recibido válidamente por éste por medio,
por ejemplo, de algún agente químico normalmente ausente y activo en el metabolismo del cerebro,
el mundo no compartido que llamamos "alucinatorio" es destructivo: alienación, aislamiento, una
sensación de que todo es extraño, de cosas que se alteran y se doblan: todo esto es el resultado
lógico, hasta que el individuo, antes parte de la cultura humana, se convierte en una "mónada sin
ventanas" orgánica [una descripción utilizada por Leibnitz]. No importa que sus facultades de
razonamiento estén intactas; no importa si siente o no una "emoción adecuada", esos son los dos
criterios clásicos por los que se diagnostica la esquizofrenia. En realidad, parece ser que ninguno
está dañado; frente al sentido que le presentan los datos, el individuo se comporta tan bien con él
como nosotros con el nuestro, y lo mismo vale para su vida emocional: puede mostrar estados de
ánimo y sentimientos que para nosotros no pueden explicarse. Pero no estamos percibiendo lo que
él es; las emociones son casi seguramente apropiadas en relación con lo que percibe, es decir, lo que
experimenta.

Mi propia sensación, especialmente en vista de los recientes hallazgos de laboratorio de que existe
alguna conexión entre la esquizofrenia y las subsecreciones de la glándula suprarrenal, es esta: "El
hombre cuerdo no sabe que todo es posible". En otras palabras, la persona mentalmente enferma en
un momento u otro sabía demasiado. Y, como resultado, por así decirlo, su cabeza colapsó. Un poco
de conocimiento puede ser algo peligroso, pero rayos, ¿qué hay de demasiado conocimiento? La
muerte, como factor de la realidad, tal vez no debería conocerse en absoluto, o, si eso es imposible,
lo mínimo que uno pueda manejar. James Stephens, en su poema "El Susurrante" (de 'Insurreciones',
Dublín, 1912), nos informa de algo que claramente no me agrada saber, pero ahora lo sé, y creo que
uno lo descubrirá tarde o temprano. Irónicamente, es que Dios mismo siente esto:

Te creo,
y luego tanto en la desgracia como en el bienestar
a lo largo de mi geografía
No me importa cómo te va,
O luches, ganes o pierdas:
no me quiero enterar..

Uno no tiene que depender de las alucinaciones; uno puede desquiciarse por muchos otros caminos
"Esquizofrenia y El Libro de los Cambios" (1965)

En muchas especies de formas de vida, como los animales de pastoreo, un individuo recién nacido
es expulsado más o menos hacia los koinos kosmos (el mundo compartido) inmediatamente. Para
un cordero o un pony, el idios kosmos (el mundo personal) cesa cuando la primera luz golpea sus
ojos, pero un niño humano, al nacer, todavía tiene años de una especie de existencia semireal por
delante de él: semireal en el sentido DE que hasta que tenga quince o dieciséis años puede, hasta
cierto punto, permanecer no completamente nacido, no del todo sí mismo; quedan fragmentos de los
idios kosmos, y no todos o incluso mucho de los koinos kosmos han sido forzados sobre él todavía.
La carga total de los koinos kosmos no pesa hasta lo que deliciosamente se conoce como
"vencimiento de la madurez psicosexual", aquellos esos días encantadores de la escuela secundaria
que llegaron a su cumbre al preguntarle a esa linda chica en la fila delante tuyo si le gustaría tomar
un refresco después de la escuela, y ella diciendo "NO". Eso es. Comienzan los koinos kosmos.
Prepárate, joven, para un largo invierno. Muchos más -y peores- esperan.

La personalidad presquizofrénica generalmente se llama "esquizoide afectivo", lo que significa que,


como adolescente, todavía espera no tener que pedirle una cita a la chica linda (o chico) en la fila de
adelante. Hablando en términos de mi propia experiencia esquizoide afectiva, uno la mira durante
un año más o menos, detallando mentalmente todos los resultados posibles; los buenos pasan por
debajo de la rúbrica "sueños", los malos bajo "fobia". Esta guerra bipolar interior continúa sin fin;
Mientras tanto, la chica no tiene idea de que estás vivo (y adivina por qué: no lo estás). Si las fobias
ganan (supongamos que le pregunto y ella dice: "¿Contigo?"), Entonces el niño esquizoide afectivo
huye físicamente del aula con agorafobia, la cual se amplía gradualmente hasta convertirlo en un
esquizofrénico que evita todo contacto humano, o se retira a la fantasía, se convierte, por así decirlo,
en su propio Abe Merritt [un popular escritor de CF de las décadas de 1920 y 1930] -o, si las cosas
van mal, su propio HP Lovecraft. En cualquier caso, la niña es olvidada y el salto a la madurez
psicosexual nunca se lleva a cabo, lo cual no sería malo en sí mismo porque en realidad hay otras
cosas en la vida además de chicas guapas (o eso dicen, de todos modos). Pero es la implicación la
que es tan siniestra. Lo que ha sucedido se repetirá una y otra vez, dondequiera que el chico se
aproxime en el koinos kosmos. Y estos son los años (de quince a veintidós años) en los que ya no
puede evitar toparse con él en casi todas las ocasiones. (Llame al dentista, Charley, y haga una cita
para reparar la cavidad ", etc.)

El idios kosmos se está escapando; está siendo empujado gradualmente fuera del útero después del
nacimiento. El envejecimiento biológico está teniendo lugar, y él no puede contenerlo. Sus
esfuerzos para hacerlo, si continúan, se llamarán más tarde "un intento de retirarse de la
responsabilidad y realidad de los adultos", y si más tarde se le diagnostica esquizofrenia, se dirá que
"escapó del mundo real hacia uno de fantasía". Esto, aunque es casi cierto, simplemente no es del
todo correcto. Porque la realidad tiene un atributo que, si reflexiona sobre ello, se dará cuenta de
que es el atributo que nos lleva a designarlo como realidad: no se le puede escapar. De hecho,
durante su vida presquizofrénica, durante el período de esquizoide afectivo, ha estado de alguna
manera haciéndolo; ahora no puede hacerlo más. La aparición letal, alrededor de los diecinueve
años, de esquizofrenia, no es un retroceso de la realidad, sino todo lo contrario: el estallido de la
realidad a su alrededor; su presencia, no su ausencia sino su cercanía. La lucha de por vida para
evitarla ha fracasado; él está envuelto en ella. Asco!

Lo que distingue a la existencia esquizofrénica de lo que el resto de nosotros nos gusta imaginar que
disfrutamos es el elemento del tiempo. El esquizofrénico lo está teniendo todo ahora, lo quiera o no;
toda la cinta de la película ha caído sobre él, mientras que nosotros la vemos avanzar cuadro por
cuadro. Entonces para él, la causalidad no existe. En cambio, el principio conectivo acausal que
Wolfgang Pauli llamó sincronicidad opera en todas las situaciones, no meramente como un solo
factor trabajando, como con nosotros. Como una persona bajo LSD, el esquizofrénico está envuelto
en un ahora infinito. No es demasiado divertido.

En este punto entra el I Ching (El Libro de los Cambios), ya que funciona sobre la base de la
sincronicidad, y es un dispositivo mediante el cual ésta se puede manejar. Tal vez prefieras la
palabra "coincidencia" a la palabra de Pauli. De todos modos, ambos términos se refieren a
conexiones accidentales, o más bien eventos vinculados de esa manera, eventos que ocurren fuera
del tiempo. No es una cadena que pasa de ayer a hoy, sino que está sucediendo ahora. Todo
sonando ahora, como los relojes preconfigurados de Leibnitz. Y sin embargo, ninguno tiene una
conexión causal con ninguno de los otros.

Que los eventos pueden tener lugar fuera del tiempo es un descubrimiento que me parece triste. Mi
primera reacción fue: "Dios mío, tenía razón, cuando estás en el dentista dura para siempre".
Permitiré que los místicos se dilaten con posibilidades más favorables, como la dicha eterna. De
todos modos, el LSD ha hecho que este descubrimiento esté disponible para todos, y por lo tanto
está sujeto a la validación consensual, por lo tanto dentro del ámbito del conocimiento, de ahí un
hecho científico (o simplemente un hecho, si lo prefieres). Cualquiera puede entrar en este estado
ahora, no solo el esquizofrénico. Sí, amigo, tú también puedes sufrir para siempre; ¡simplemente
tome 150 mg de LSD y disfrute! Si no está satisfecho, simplemente escríbanos, pero suficiente.
Porque después de dos mil años bajo LSD, participando en el Día del Juicio, uno probablemente
estará bastante apático al pedir que le devuelvan los cinco dólares.

Pero al menos uno ya ha aprendido cómo es la vida durante el estado esquizofrénico catatónico, y
uno regresa del LSD dentro de un corto período de tiempo entendido según los koinos kosmos
(aproximadamente diez horas), por mucho más tiempo del que ha estado, sin embargo, en los idios
kosmos (para subestimar el asunto). Para el esquizofrénico catatónico, la duración de este estado no
es solo para siempre idios kosmótica sino también, a menos que tenga suerte, koinos kosmótica.
Para ponerlo en términos zen, bajo LSD experimentas la eternidad solo por un corto período (o,
como Planet Stories solía decirlo, "Por un poquito", gritaba en voz baja). Entonces, dentro de un
intervalo no temporal, pueden desplegarse toda clase de sucesos peculiares y complejos; epopeyas
completas se pueden dar a la manera de la reciente película Ben Hur. (Si prefieres experimentar la
experiencia del LSD sin tomarlo, imagínate mirar Ben Hur veinte veces, sin el intermedio. ¿Lo
tienes? Mantenlo).

Este despliegue no es en ningún sentido una progresión causal; es la apertura vertical de la


sincronicidad en lugar de la secuencia de causa y efecto horizontal que experimentamos por la hora
del reloj, y dado que es atemporal, tiene una extensión ilimitada; no tiene un extremo incorporado.
Entonces, el universo de los esquizofrénicos es, de nuevo, para decirlo de alguna manera, algo
grande. Demasiado grande. El nuestro, como el chorro de pasta de dientes medido dos veces al día,
es controlado y finito; nos frotamos contra la realidad que podemos manejar, o creemos que
podemos manejar, para ser más precisos. De todos modos, parece que logramos controlar su ritmo,
al igual que, por ejemplo, decidimos evitar el tránsito de la hora pico, sino tomar ese buen camino
secundario que ninguno conoce excepto nosotros. Bueno, huelga decir que eventualmente erramos;
damos un giro equivocado, generalmente cuando tenemos unos sesenta y cinco años de edad; nos
caemos muertos de un paro cardíaco, y a pesar de años de experiencia en el manejo del flujo de la
realidad, estamos tan muertos como el psicótico atrapado en el eterno ahora.

Pero, para repetir, esto meramente yace delante de nosotros, en el futuro; no hemos faltado a ese
chequeo médico anual, o si lo hemos hecho, esta vez no habría revelado nada, excepto la úlcera
habitual. Nuestro conocimiento parcial de la realidad es suficiente para hacernos pasar- por un
tiempo más. Causa y efecto trastabillan, y nosotros con ellas; como buenos estadounidenses de clase
media, seguimos pagando nuestras pólizas de seguro, con la esperanza de superar las mesas de
actuario. Lo que nos destruirá al final es la sincronicidad; eventualmente llegaremos a una
intersección ciega a las 4:00 a.m. al mismo tiempo que otro idiota también ebrio hasta la médula lo
hace; ambos nos iremos a la próxima vida, probablemente con los mismos resultado allí también.

La sincronicidad, como ves, no se puede anticipar; ese es uno de sus aspectos.

¿O puede? Si pudiera.. Imagina poder trazar de antemano, de manera sistemática, el enfoque de


todas las coincidencias significativas. ¿No es eso a priori, por el mismo significado de la palabra,
una contradicción? Después de todo, una coincidencia, o como lo llamó Pauli, una manifestación de
sincronicidad, es por su misma naturaleza no dependiente del pasado; por lo tanto, nada existe como
un presagio de ella (véase David Hume sobre el tema, en particular, el silbato del tren frente al tren).
Este estado, sin saber qué va a pasar después y por lo tanto sin poder controlarlo, es la condición
sine qua non del mundo infeliz de los esquizofrénicos; él es impotente, pasivo, y en lugar de hacer
las cosas, él está hecho. La realidad le sucede a él: una especie de accidente automovilístico
perpetuo, que sigue y sigue sin alivio.

Los esquizofrénicos no escriben y envían cartas, no van a ninguna parte, no hacen llamadas
telefónicas: son contactados por acreedores enojados y figuras de autoridad como el Departamento
de Policía de San Francisco; son telefoneados por parientes hostiles; de vez en cuando los llevan a
la barbería, al dentista o al loquero. Si, por algún milagro, se levantan en un estado activo, llaman a
HI 4-1234 y piden un taxi para poder visitar a su buen amigo el Papa, un camión de basura chocará
contra el taxi y si, después de salir del hospital (véase la experiencia de Horace Gold hace unos
años), llaman otro taxi y lo intentan una vez más, aparecerá otro camión de basura y los embistirá
de nuevo. Ellos saben esto. Lo hicieron suceder. La sincronicidad ha estado sucediendo todo el
tiempo; solo para nosotros es una novedad que tales coincidencias puedan suceder.

Bueno; ¿Entonces, qué puede hacerse? Para un esquizofrénico, cualquier método por el cual se
pueda hacer frente a la sincronicidad significa una posible supervivencia; para nosotros, sería una
gran ayuda en el trabajo de sobrevivir temporalmente. . . ambos podríamos usar semejante sistema
para vencer a la Casa.

Esto es lo que el I Ching, durante tres mil años, ha sido y sigue siendo. Funciona (aproximadamente
el 80 por ciento de las veces, de acuerdo con aquellos como Pauli que lo han analizado de forma
estadística). John Cage, el compositor, lo usa para derivar progresiones de acordes. Varios físicos lo
usan para trazar el comportamiento de las partículas subatómicas, evitando así el desafortunado
principio de Heisenberg. Lo he usado para desarrollar la dirección de una novela (por favor, reserve
sus comentarios para Yandro, si lo desea) [N del T: renombrada revista norteamericana de CF]:.
Jung lo usó con los pacientes para evitar sus puntos ciegos psicológicos. Leibnitz basó su sistema
binario en él, la idea de abrir y cerrar puertas, si no toda su filosofía de la monadología.. por las
dudas.

Tú también puedes usarlo: para apostar en combates de peso pesado o hacer que tu chica consienta,
para cualquier cosa que desees, de hecho, excepto predecir el futuro. Eso, no puede hacer; no es un
adivino, a pesar de lo que se ha creído al respecto durante siglos tanto en China como por Richard
Wilhelm, quien hizo la traducción alemana ahora disponible en la edición de Pantheon Press en una
versión en inglés. (Helmut, el hijo de Richard, que también es sinólogo, lo ha demostrado en
artículos en el Eranos Jahrbucher y en conferencias, también disponibles en inglés en edición de
Panteón. Y Legge, en la primera versión inglesa circa 1900, lo demostró, entonces). Es cierto, el
libro parece tratar con el futuro; pone ante tus ojos, para tu escrutinio, una gestalt de las fuerzas en
operación que determinarán el futuro. Pero estas fuerzas están trabajando ahora; existen, por así
decirlo, fuera del tiempo, como lo hace el caso absoluto ablativo en latín. El libro es analítico y de
diagnóstico, no predictivo. Pero también lo es un examen físico multifásico; te dice lo que está
sucediendo ahora en tu cuerpo y, básandose en el mismo, un médico competente posiblemente
pueda, hasta cierto punto, predecir lo que puede suceder en el futuro. ("Sustituya esa arteria, Sr.
McNit, o la próxima semana o tal vez incluso en el camino a casa esta tarde, probablemente caiga
muerto").

Por medio del I Ching, la configuración total de los koinos kosmos puede ser analizada, razón por la
cual el Rey Wen, en prisión en 1100 a. C., lo compuso; no estaba interesado en el futuro: quería
saber qué estaba sucediendo fuera de su celda en ese momento, en qué era aquello en lo que se
estaba convirtiendo su reino en el instante en que arrojaba los tallos de milenrama y derivaba un
hexagrama. El conocimiento de este tipo es obviamente de gran valor para cualquier persona, ya
que, por medio de él, se puede hacer una buena conjetura (repetir: adivinar) sobre el futuro, y así
uno puede decidir qué debe hacer (quedarse en casa todo el día, salir afuera brevemente, ir a visitar
al Papa, etc.).

Sin embargo, si uno es esquizofrénico en cierta medida, y ahora la profesión psiquiátrica se da


cuenta de que muchos de nosotros lo somos, muchos más de lo que se creía, el conocimiento de este
tipo, esta presentación absoluta y total de un patrón representando todo el koinos kosmos en este
Augenblick [momento], consiste en un período de conocimiento total, en vista del hecho de que
para los esquizofrénicos no hay futuro de ninguna manera. De modo que, en proporción al grado de
implicación esquizofrénica en el tiempo en el que estamos atrapados-o dentro del cual estamos-
podemos sacar ventaja del I Ching. Para una persona que es completamente esquizofrénica (lo cual
es imposible, pero imaginémoslo para ayudarnos), el hexagrama derivado es todo; cuando lo ha
estudiado más todos los textos agregados a él, sabe, literalmente, todo lo que hay que saber. Él
puede relajarse si el hexagrama es favorable; si no, entonces puede sentirse peor: sus temores
estaban justificados. Las cosas son insoportables, sin esperanza, además de estar fuera de su control.
Él puede, por ejemplo, con total justificación, preguntar al libro: "¿Estoy muerto?" y el libro
responderá. Nos preguntamos: "¿Me matarán en el futuro cercano?", Y al leer nuestro hexagrama
obtendremos algún tipo de idea- si leemos el juicio: "Desgracia, nada que lo adelante", podríamos
decidir no empezar una masacre a tiros esa noche en plena calle de camino a North Beach, y así
podríamos mantenernos vivos unos años más, lo que ciertamente tiene un valor de utilidad para
cualquiera, esquizofrénico o no.

Pero no podemos vivir del maldito libro, porque intentarlo sería rendirnos al tiempo estático- así
como lo obligaron al Rey Wen a perder su trono y ser encarcelado por el resto de su vida, y así
como los esquizofrénicos de hoy en día deben hacerlo, junto con aquellos de nosotros lo
suficientemente locos como para bajarnos un trago de LSD. Pero podemos hacer un uso parcial de
él; parcial, ya que su capacidad para "predecir próximos eventos" es muy parcial- si no en el sentido
estricto, como acabo de decir, inexistente. Claro, podemos jugar y arreglar las cosas para que
representen el futuro con precisión. Pero eso sería volverse un esquizofrénico, o de todos modos
más esquizofrénico. Sería una pérdida mayor que una ganancia; habríamos inducido nuestro futuro
a ser consumido por el presente: comprender el futuro totalmente sería tenerlo ahora. Pruébalo y ve
cómo se siente. Porque una vez que el futuro se va, la posibilidad de cualquier tipo deacción libre y
efectiva es abolida. Esto, por supuesto, es un tema que aparece constantemente en la CF; si ninguna
otra instancia cruza por su mente, recuerde mi propia novela 'El tiempo doblado'. Al ser vidente,
Jones finalmente perdió el poder de actuar por completo; en lugar de ser liberado por su talento,
quedó paralizado. Entiendes?

Se me ocurre resumir esta observación diciendo esto. Si estás totalmente esquizofrénico ahora, sin
falta usa el I Ching para todo, incluso para que te diga cuándo tomar un baño y cuándo abrir una
lata de atún para tu gato Rover. Si eres parcialmente esquizofrénico (sin nombres, por favor),
entonces úsalo para algunas situaciones, pero con moderación; no confíes en él irresponsablemente:
guárdalo para grandes preguntas, como: "¿Debería casarme con ella o simplemente convivir en el
pecado?" etc. Si no eres esquizofrénico en absoluto (aquellos de este tipo en esta clase den un paso
atrás, o cualquiera sea la expresión usada por ustedes, noesquizofrénicos), usen amablemente el
libro, con moderación: en dosis justas, en la línea de su sabio uso de Gleam de clase media, o como
sea sea que esa maldita pasta de dientes se llame. Usa el libro como una especie de (ugh) diversión.
Hazle el tipo de preguntas opuestas de la las que hacemos los esquizofrénicos parciales; no
preguntes: "¿Cómo puedo salir de las espantosas circunstancias de la decadencia completa en la que
he caído por quincuagésima vez, debido a mi propia estupidez?", etc., pero en esta línea, en cambio,
"¿Qué pasó con la Atlántida perdida? " o, "¿Dónde extravié el pulover verde esta mañana?" Hazle
preguntas cuyo resultado puedan no tener relación genuina alguna con tu vida o incluso con tu
conducta inmediata; en otras palabras, no "actúes" sobre la base de lo que te da el libro: compórtate
estrictamente como lo harías bajo LSD: observa y disfruta de lo que ves (o, si es el mundo infernal,
observa y sufrelo en silencio e inmovilidad), pero que eso sea todo, hombre blanco; comienzas a
actuar en la vida real en base al resultado de las respuestas y te colocamos en la Granja Popular
Democrática de Shanghai haciendo trabajo encorvado en la época de la cosecha.

Yo hablo por experiencia. El Oráculo, el I Ching, me dijo que escribiera este ensayo. (Es cierto que
esta es una salida zen, al ser informado por el I Ching para escribir un artículo explicando por qué
no hacer lo que aconseja el I Ching. Pero para mí es demasiado tarde; el libro me enganchó hace
años. Tienes alguna sugerencia sobre cómo puedo librarme de mi morbosa dependencia del libro?
Quizás debería preguntárselo. Hmmm. Disculpa, volveré a la máquina de escribir en algún
momento del próximo año. Si no más tarde). (Nunca pude distinguir el futuro demasiado bien.)
“Hombre, androide, máquina" (1976)

Dentro del universo existen cosas frías y feroces, a las que he dado el nombre de "máquinas". Su
comportamiento me asusta, especialmente si imita el comportamiento humano tan bien que tengo la
incómoda sensación de que estas cosas intentan hacerse pasar por humanos, pero no lo son. Los
llamo "androides", que es mi propia forma de usar esa palabra. Por "androide" no me refiero a un
intento sincero de crear en el laboratorio a un ser humano (como vimos en la excelente película de
televisión The Questor Tapes). Me refiero a algo de alguna manera ideado para engañarnos de
forma cruel, para hacernos pensar que es uno de nosotros mismos. Hecho en un laboratorio: ese
aspecto no es significativo para mí; el universo entero es un vasto laboratorio, y de él salen
entidades astutas y crueles que sonríen al tender la mano para saludar. Pero su apretón de manos es
el saludo de la muerte, y su sonrisa tiene la frialdad de la tumba.

Estas criaturas están entre nosotros, aunque morfológicamente no difieren de nosotros; no debemos
postular una diferencia de esencia, sino una diferencia de comportamiento. En mi ciencia ficción,
escribo sobre ellos constantemente. A veces ellos mismos no saben que son androides. Como
Rachel Rosen, pueden ser bonitas pero de alguna manera carecen de algo; o, como Pris en 'Podemos
construirle', pueden nacer absolutamente de un útero humano e incluso tener un diseño androide -el
de Abraham Lincoln en ese libro- y ellos mismos no sentir calor; luego caen dentro de la entidad
clínica "esquizoide", lo que significa que carecen del sentimiento adecuado. Estoy seguro de que
queremos decir lo mismo aquí, con énfasis en la palabra "cosa". Un ser humano sin el sentimiento
adecuado o empatía es lo mismo que un androide construido para carecer de ella, ya sea por diseño
o error. Queremos decir, básicamente, a alguien a quien no le importa el destino del que sus seres
queridos son víctimas; se mantiene separado, un espectador, representando por su indiferencia el
teorema de John Donne de que "ningún hombre es una isla", sino que le da un giro al teorema: lo
que es una isla mental y moral no es un hombre.

El gran cambios en crecimiento en nuestro mundo en estos días es probablemente el impulso de la


vida hacia la reificación, y al mismo tiempo una entrada recíproca en la animación por parte de lo
mecánico. Ahora no tenemos categorías puras de los vivos versus los no vivos; este va a ser nuestro
paradigma; mi personaje Hoppy, en DOCTOR BLOODMONEY, que es una especie de pelota
fútbol humano dentro de un laberinto servomecánico. Parte de esa entidad es orgánica, pero todo
está vivo; parte vino de un útero, de todas las vidas, y dentro del mismo universo. Estoy hablando
de nuestro mundo real y no del mundo de la ficción, cuando digo: un día tendremos millones de
entidades híbridas que tienen un pie en ambos mundos a la vez. Definirlos como "hombre" versus
"máquina" nos dará de rompecabezas verbales para jugar. Lo que es y será una preocupación real es:
¿la entidad compuesta (de la que Palmer Eldritch es un buen ejemplo, entre mis personajes), se
comporta de una manera humana? Muchas de mis historias contienen sistemas puramente
mecánicos que muestran bondad, taxis, por ejemplo, o los pequeños carritos rodantes al final de
'Ahora espera el año año pasado' que construye ese pobre humano defectuoso. "Hombre" o "ser
humano" son términos que debemos entender y aplicar correctamente, pero no se aplican al origen
ni a ninguna ontología, sino a una forma de estar en el mundo; si un constructo mecánico se detiene
en su operación habitual para prestarte asistencia, entonces le postularás, con gratitud, una
humanidad que ningún análisis de sus transistores y sistemas de relevadores puede elucidar. Un
científico, rastreando los circuitos de cableado de esa máquina para ubicar su humanidad, sería
como nuestros propios científicos que intentaron en vano localizar el alma en el hombre y, al no
poder encontrar un órgano específico ubicado en un lugar específico, optó por negarse a admitir que
tenemos almas. Lo que el alma es para el hombre, el hombre lo es para la máquina: es la dimensión
añadida, en términos de jerarquía funcional. Así omo uno de nosotros actúa como un dios
(cubriendo con sus ropajes a un extraño, por ejemplo), una máquina actúa de forma humana cuando
hace una pausa en su ciclo programado para aplazarlo por una decisión.
Pero aún así, debemos darnos cuenta de que aunque el universo es amable con nosotros en su
totalidad (debe gustarnos y aceptarnos, o no estaríamos aquí, como dice Abraham Maslow, "de lo
contrario la naturaleza nos hubiera ejecutado hace mucho tiempo") no deja de sonreír en malvadas
máscaras que surgen de la niebla de la confusión hacia nosotros, y pueden matarnos para su propio
beneficio.

Sin embargo, debemos tener cuidado de confundir una máscara, cualquier máscara, con la realidad
que hay debajo. Piensa en la máscara de guerra que Pericles colocó sobre sus facciones: verías una
cara congelada, la severidad de la guerra, sin compasión, sin rostro humano genuino o persona a la
que puedas apelar. Y esta era, por supuesto, la intención. Supongamos que ni siquiera te das cuenta
de que era una máscara; supongamos que crees, cuando Pericles se te acercó en la niebla y la
penumbra de la madrugada, que este era su rostro auténtico. Ahora bien, así es casi exactamente
como describí a Palmer Eldritch en mi novela sobre él: tan similar a las máscaras de guerra de los
áticos griegos, que el parecido no puede ser accidental. Son, entonces, la ranura del ojo hueco, el
brazo y la mano mecánicos de metal, los dientes de acero inoxidable, los temidos estigmas del mal.
¿No es esto, esto que vi por primera vez en el cielo al mediodía en 1963 , una descripción, una
visión, de una máscara de guerra y una armadura de metal, un dios de la batalla? El Dios de la Ira
que estaba enojado conmigo. Pero bajo la ira, bajo el metal y el casco, hay, como con Pericles, la
cara de un hombre. Un hombre amable y amoroso.

Mi tema durante años en mis escritos ha sido: "El diablo tiene un rostro de metal". Quizás esto
debería ser enmendado ahora. Lo que vislumbré y sobre lo que escribí no fue en realidad un rostro;
era una máscara sobre un rostro. Y el verdadero rostro es el reverso de la máscara. Por supuesto que
lo sería. No colocas un metal frío y feroz sobre un metal frío y feroz. Lo colocas sobre carne suave,
mientras la inofensiva polilla se adorna ingeniosamente para aterrorizar a otros con ocelos. Esta es
una medida defensiva, y si funciona, el depredador regresa a su guarida refunfuñando: "Vi a la
criatura más aterradora en el cielo: muecas salvajes y abalorios, aguijones y venenos". Sus parientes
están impresionados. La magia funciona.

Yo había supuesto que solo las personas malas llevaban máscaras aterradoras, pero ahora puedes
ver que me enamoré de la magia de la máscara, su espantosa magia aterradora, su ilusión. Traje el
engaño y huí. Desearía disculparme por haberle predicado ese engaño como algo genuino: los tuve
a todos sentados alrededor de la fogata con los ojos abiertos de par en par alarmados mientras
narraba historias de los horribles monstruos que encontré; mi viaje de descubrimiento terminó en
terribles visiones que obedientemente llevé a casa conmigo mientras volvía a la seguridad.
¿Seguridad de qué? De algo que, cuando la necesidad había desaparecido para ocultarse, sonrió y
reveló su inofensividad.

Ahora, no pretendo abandonar mi dicotomía entre lo que llamo "humano" y lo que llamo "androide",
siendo esta última una burla cruel y barata de la primera para fines básicos. Pero yo había estado en
apariencias superficiales; para distinguir las categorías se requiere más astucia. Porque si una vida
apacible e inocua se oculta detrás de una terrorífica máscara de guerra, entonces es probable que
detrás de las máscaras tiernas y amorosas pueda ocultarse un cruel asesino de las almas de los
hombres. En ninguno de los casos podemos manejarnos superficialmente; debemos penetrar al
corazón de cada uno, al corazón del sujeto.

Probablemente todo en el universo sirve para un buen final- quiero decir, sirve a los objetivos del
universo. Pero las porciones o subsistemas intrínsecos pueden ser tomadores de vida. Debemos
tratarlos como tales, sin referencia a su rol en la estructura total.

El Sepher Yezirah, un texto cabalístico, "El Libro de la Creación", que tiene casi 2.000 años de
antigüedad, nos dice: "Dios también ha puesto al uno sobre el otro: el bien contra el mal y el mal
contra el bien; el bien procede del bien, y el mal del mal: el bueno purifica al malo, el malo el bien,
el bien se preserva para el bien y el mal para el mal.

Detrás de los dos jugadores del juego está Dios, que no es ni lo uno ni lo otro. El efecto del juego es
que ambos jugadores se purifican. Así, el antiguo monoteísmo hebreo, tan superior a nuestra propia
visión. Somos criaturas en un juego con nuestras afinidades y aversiones predeterminadas para
nosotros, no por una casualidad ciega, sino por pacientes y previsores sistemas de engranaje que
apenas vemos. Si los viéramos claramente, aboliríamos el juego. Evidentemente, eso no serviría a
los intereses de nadie. Debemos confiar en estos tropismos, y de todos modos no tenemos otra
opción- no hasta que se levanten los tropismos. Y bajo ciertas circunstancias, pueden y lo hacen. Y
en ese punto, mucho de lo que previamente fue intencionalmente ocluido de nosotros, se esclarece.

De lo que debemos darnos cuenta es de que este engaño, este oscurecimiento de las cosas como si
fuera un velo -el velo de Maya, como se lo ha llamado- no es un fin en sí mismo, como si el
universo fuera perverso y le gustara frustrarnos per se; lo que debemos aceptar, una vez que nos
damos cuenta de que un velo (llamado por los griegos dokos) se encuentra entre nosotros y la
realidad, es que este velo tiene un propósito benigno. A Parmenides, el filósofo presocrático, se le
atribuye históricamente el hecho de ser la primera persona en Occidente que sistemáticamente
elabora pruebas de que el mundo no puede ser tal como lo vemos, que dokos, el velo, existe. Vemos
casi la misma noción expresada por San Pablo cuando habla de que vemos "como por reflejo en el
fondo de una bandeja de metal pulida". Se está refiriendo a la noción familiar de Platón, de que solo
vemos imágenes de la realidad, y probablemente estas imágenes son inexactas e imperfectas y no se
puede confiar en ellas. Deseo agregar que Pablo probablemente estaba diciendo una cosa más que
Platón en la famosa metáfora de la cueva: Pablo estaba diciendo que bien podríamos estar viendo el
universo hacia atrás.

El impulso extraordinario de este pensamiento simplemente no puede ser tomado en cuenta, incluso
si lo captamos intelectualmente. "¿Ver el universo al revés?" ¿Qué significa eso? Bueno, déjame
darte una posibilidad: que experimentemos el tiempo hacia atrás; o más precisamente, que nuestra
categoría subjetiva interna de la experiencia del tiempo (en el sentido del que habló Kant, una forma
en que organizamos la experiencia), nuestra experiencia del tiempo es ortogonal al flujo del tiempo
mismo, en ángulos rectos. Hay dos tiempos: el tiempo que es nuestra experiencia o percepción o
construcción de matriz ontológica, una extensión en otra área; éste es real, pero el otro flujo
temporal externo del universo se mueve en una dirección diferente. Ambos son reales, pero al
experimentar el tiempo tal como lo hacemos, ortogonalmente a su dirección real, obtenemos una
idea totalmente equivocada de la secuencia de eventos, de la causalidad, de lo que es pasado y de lo
que es futuro, hacia dónde va el universo.

Espero que te des cuenta de la importancia de esto. El tiempo es real, como una experiencia en el
sentido kantiano, y real en el sentido en que lo expresa el Dr. soviético Nikolai Kozyrev: ese tiempo
es una energía, y es la energía básica que une al universo, y sobre la cual todos la vida depende,
aquella de la que todos los fenómenos sacan su fuente y la expresan: es la energía de cada
entelequia y de la entelequia total del universo mismo.

Pero el tiempo, en sí mismo, no se mueve de nuestro pasado a nuestro futuro. Su eje ortogonal lo
conduce a través de un ciclo rotativo dentro del cual, por ejemplo, hemos estado "haciendo girar
nuestras ruedas", por así decirlo, en un vasto invierno de nuestra especie que ya ha durado
aproximadamente 2,000 de nuestros años de tiempo lineal. Evidentemente, el tiempo ortogonal o el
tiempo real giran algo así como el tiempo cíclico primitivo, dentro del cual cada año se consideraba
como el mismo año, cada nuevo cultivo era del mismo cultivo; de hecho, cada primavera era la
misma primavera otra vez. Lo que destruyó la capacidad del hombre para percibir el tiempo de esta
sencillísima forma fue que él mismo como individuo abarcó demasiados de estos años y pudo ver
que él mismo se desgastaba, no se renovaba cada año como la cosecha de maíz, los bulbos, las
raíces y los árboles. Tenía que haber una idea del tiempo más adecuada que el simple tiempo cíclico;
así que desarrolló, a regañadientes, el tiempo lineal, que es un tiempo acumulativo, como lo
demostró Bergson; va en una sola dirección y es agregado a, -o se agrega a-, todo a medida que
avanza.

El verdadero tiempo ortogonal es rotatorio, pero en una escala más vasta, muy similar al Gran Año
de los antiguos; y muy similar, también, a la idea de Dante de la tasa de tiempo de la eternidad que
encuentras expresada en su Comedia. Durante la Edad Media, pensadores como Erigena habían
comenzado a sentir la verdadera eternidad o intemporalidad, pero otros habían empezado a sentir
que la eternidad implicaba tiempo (la atemporalidad sería un estado estático), aunque el tiempo
sería muy diferente de nuestra percepción de él. Una pista se encuentra en la reiteración de San
Pablo de que los Días Finales del mundo serían el Tiempo de Restauración de Todas las Cosas.
Evidentemente había experimentado este tiempo ortogonal lo suficiente como para comprender que
contiene en él como un plano simultáneo o extensión todo lo que era, así como los surcos en un LP
contienen la parte de la música que ya se ha reproducido; no desaparece después de que el lápiz la
haya tocado. Un disco fonográfico es, en realidad, una larga espiral helicoidal, y puede
representarse completamente en geometría plana, en cierto modo: en el espacio, aunque supongo
que puede hablarse del estilete que acumula la música a medida que avanza. La idea de las
disfunciones, como rebotar hacia atrás y rebotar hacia adelante, son posibles aquí, pero estas no
tienen ningún objetivo teleológico; serían deslizamientos de tiempo, como en mi novela 'Tiempo de
Marte'. Sin embargo, si ocurrieran, tendrían un propósito para nosotros, el observador o el oyente;
de repente aprenderíamos mucho más sobre nuestro universo. Creo que estas disfunciones
ontológicas a tiempo sí ocurren, pero que nuestros cerebros generan automáticamente falsos
sistemas de memoria para oscurecerlos, a la vez. La razón de esto se remonta a mi premisa: el velo
o dokos está ahí para engañarnos por una buena razón, y tales revelaciones como estas disfunciones
del tiempo hacen que se anule este benigno propósito.

Dentro de un sistema que debe generar una enorme cantidad de velos, sería vanaglorioso exponer
sobre lo que es la realidad, cuando mi premisa dicta que si fuéramos a penetrar en ella por alguna
razón este extraño sueño en forma de velo se reinstalaría retroactivamente, en términos de nuestras
percepciones y en términos de nuestras memorias. El sueño mutuo se reanudaría como antes,
porque, creo, somos como los personajes de mi novela 'Ubik'; estamos en un estado de vida media.
No estamos muertos ni vivos, sino conservados almacenados en frío, esperando ser descongelados.
Expresado en los términos tal vez iniciales de la procesión de las estaciones, este es el invierno del
que hablo; es invierno para nuestra raza, y es invierno en 'Ubik' para aquellos en la mitad de la vida.
El hielo y la nieve los cubren; el hielo y la nieve cubren nuestro mundo en capas de acreciones, que
llamamos dokos o mayas. Lo que derrite la corteza o capa de hielo congelado sobre el mundo cada
año es, por supuesto, la reaparición del sol. Lo que derrite el hielo y la nieve que cubre a los
personajes en 'Ubik', y que detiene el enfriamiento de sus vidas, la entropía que sienten, es la voz
del Sr. Runciter, su antiguo empleador, llamándolos. La voz del Sr. Runciter no es otra que la
misma voz que cada bulbo y semilla y raíz en el suelo, nuestra tierra, en nuestro tiempo de invierno,
oye. Oye: "¡Despierten, durmientes, despierten!" Ahora te he dicho quién es Runciter, y te he
contado nuestra condición y de qué se trata realmente 'Ubik'. Lo que he dicho, también, es que el
tiempo es realmente como lo supone el Dr. Kozyrev en la Unión Soviética, y en 'Ubik' el tiempo ha
sido anulado y ya no avanza de la manera lineal que experimentamos. Como esto ha sucedido,
debido a la muerte de los personajes, nosotros los lectores y los personajes ... vemos el mundo tal
como es sin el velo de Maya, sin las brumas oscurecedoras del tiempo lineal. Es esa misma energía,
el Tiempo, postulada por el Dr. Kozyrev como el que une todos los fenómenos y conservar toda la
vida alrededor, la que por su actividad oculta la realidad ontológica bajo su flujo.

El eje del tiempo ortogonal pudo haber sido representado en mi novela 'Ubik' sin que yo entendiera
lo que estaba representando; es decir, la formalidad de los objetos a lo largo de una línea
completamente diferente de la que ellos, en tiempo lineal, fueron construidos. Esta reversión es la
de las Ideas o arquetipos platónicos; un cohete revierte a un Boeing 747, luego regresa a un biplano
―Jenny‖ de la Primera Guerra Mundial. Si bien puedo haber expresado una visión dramática del
tiempo ortogonal, es menos seguro que este sea el tiempo ortogonal sometido a una reversión
antinatural; es decir, retrocediendo. Lo que ven los personajes en 'Ubik' puede ser el tiempo
ortogonal moviéndose a lo largo de su eje normal; si nosotros mismos de alguna manera vemos que
el universo revierte las "reversiones" de la forma a la que se someten los objetos en 'Ubik' puede ser
un impulso hacia la perfección. Esto implicaría que nuestro mundo tan extenso en el tiempo (en
lugar de extenso en el espacio) es como una cebolla, un número casi infinito de capas sucesivas. Si
el tiempo lineal parece agregar capas, entonces quizás el tiempo ortogonal las pela, exponiendo
capas del Ser progresivamente mayores. Uno recuerda aquí la visión del universo de Plotino como
consistente en anillos concéntricos de emanación, cada uno poseyendo más Ser -o realidad- que el
siguiente.

Dentro de esa ontología, ese reino del Ser, los personajes, como nosotros, duermen en sueños
mientras esperan la voz que los despertará. Cuando digo que ellos y nosotros estamos esperando
que llegue la primavera, no estoy simplemente usando una metáfora. El resorte significa retorno
térmico, la abolición del proceso de entropía; su vida se puede expresar en términos de unidades
térmicas, y esas unidades se han ido. Es la primavera la que restaura la vida, la restaura por
completo y en algunos casos, como sucede con nuestra especie, la nueva vida es una metamorfosis;
el período de sueño es un período de gestación junto con nuestros compañeros que culminará en una
forma de vida completamente diferente a la que hemos conocido antes. Muchas especies son de esta
manera; pasan por ciclos Por lo tanto, nuestro sueño de invierno no es simplemente un "giro de
nuestras ruedas", como podría parecer. No vamos a florecer una y otra vez con las mismas flores
que producimos cada año antes. Es por eso que fue un error para los antiguos creer que para
nosotros, como para el mundo vegetal, el mismo año regresó; para nosotros, hay acumulación, el
crecimiento de una entelequia para cada uno de nosotros aún no perfeccionada o completa, y nunca
repetible. Como una sinfonía de Beethoven, cada uno de nosotros es único y, cuando este largo
invierno haya terminado, nosotros, como nuevas flores, nos sorprenderemos a nosotros mismos y al
mundo que nos rodea. Lo que haremos, muchos de nosotros, es deshacernos de las meras máscaras
que hemos usado, máscaras que fueron pensadas para ser tomadas como realidad. Máscaras que han
engañado exitosamente a todos, como es su propósito. Hemos sido tantos Palmer Eldritches
moviéndose a través de la niebla fría y las brumas y el crepúsculo del invierno, pero ahora pronto
saldremos y levantaremos la máscara de guerra de hierro para revelar la cara interior.

Es un rostro que nosotros, los que llevamos las máscaras, tampoco hemos visto; nos sorprenderá
también.

Para que la realidad absoluta se revele, nuestras categorías de experiencias espacio-temporales,


nuestra matriz básica a través de la cual nos encontramos con el universo, deben descomponerse y
luego colapsar por completo. He tratado este desglose en 'Tiempo de Marte' en términos de tiempo;
en 'Laberinto de muerte' hay infinitas realidades paralelas dispuestas espacialmente; en 'Fluyan mis
lágrimas, dijo el policía' el mundo de un personaje invade el mundo en general y muestra que por
"mundo" entendemos nada más o menos que Mente -la Mente inmanente que piensa --o más bien
sueña-- nuestro mundo. Ese soñador, como el soñador en Finnegan's Wake de Joyce, se está
moviendo y está a punto de tomar conciencia. Estamos dentro de ese sueño; estos múltiples sueños
están a punto de doblarse en sí mismos, de desaparecer como sueños, de ser reemplazados por el
verdadero paisaje de la realidad del soñador. Nos uniremos a él como él lo ve una vez más y es
consciente de que ha estado soñando. En el Brahmanismo, diríamos que un gran ciclo ha terminado
y que Brahman se mueve y se despierta otra vez, o que se duerme de estar despierto; en cualquier
caso, el universo que experimentamos que es una extensión en el espacio y el tiempo de su Mente
está experimentando las disfunciones típicas que tienen lugar al final de un ciclo. Puedes decir si
prefieres: "La realidad se está colapsando, todo se está convirtiendo en caos" o, en mi opinión,
puede querer decir: "Siento que el sueño, los dokos, se levantan, siento que Maya se está
disolviendo: me estoy despertando". Él se está despertando: Yo soy el Soñador: todos somos
Soñadores ". Uno piensa aquí sobre la Supermente de Arthur Clarke.

Cada uno de nosotros tendrá que afirmar o negar la realidad que se revela cuando se colapsan
nuestras categorías ontológicas. Si sientes que el caos se está acercando, que cuando el sueño se
desvanezca, no quedará nada o, peor aún, algo terrible te confrontará- bueno, es por eso que el
concepto del Día de la Ira persiste; Mucha gente tiene una profunda intuición de que cuando los
dokos se derriten abruptamente, les cuesta mucho trabajo. Quizás. Pero creo que el rostro revelado
será uno sonriente, ya que la primavera usualmente ataca a las criaturas en vez de arrasarlas con
calor desecante. También puede haber fuerzas malignas en el universo que se revelarán por la
eliminación del velo, pero pienso en la caída de la tiranía política en los Estados Unidos en 1974 y
me parece que la exposición a la luz del día de ese cáncer feo y su eliminación posterior es la
naturaleza de alto valor en la revelación de la luz solar; Es posible que tengamos que sufrir shocks
tales como saber que durante el Nacht und Nebel, durante el tiempo de la noche y la niebla, nuestra
libertad, nuestros derechos, nuestra propiedad e incluso nuestras vidas fueron mutilados,
deformados, robados y destruidos por criaturas básicas que se engullían en santuario espurio allí en
San Clemente y en Florida y en todas las otras villas, pero el impacto de la exposición fue peor para
sus planes que para el nuestro. Nuestros planes nos llamaban solo a vivir con justicia, verdad y
libertad; el gobierno anterior de este país había dispuesto vivir con un poder cruel del tipo más
arrogante, mientras que al mismo tiempo nos mentía sin cesar a través de todos los canales de
comunicación. Tal es un buen ejemplo del poder curativo de la luz solar; este poder primero para
revelar y luego marchitar la tosca planta de tiranía que había crecido profundamente en el corazón
palpitante de un buen pueblo.

Ese corazón late ahora, con más fuerza que nunca, aunque se admitió que estaba mal envuelto; pero
el cáncer que se había arrastrado a través de él, ese cáncer se ha ido. Ese crecimiento negro que
evitó la luz, evitó la verdad y destruyó a cualquiera que dijera la verdad; muestra lo que puede
florecer durante el largo invierno de la raza humana. Pero ese invierno comenzó a terminar en el
equinoccio de primavera de 1974.

A veces pienso que el Soñador comenzó a presionar contra la tiranía cuando él, el Soñador, nos
despertó; aquí en los Estados Unidos nos despertó para alertarnos dea nuestra condición, nuestro
enorme peligro ..

Una de las mejores novelas, y la más importante para comprender la naturaleza de nuestro mundo,
es 'La rueda celeste', de Ursula Le Guin, en la que el universo de los sueños se articula de una
manera tan llamativa y convincente que dudo en añadir ninguna explicación adicional. eso; no
requiere ninguna. No creo que ninguno de nosotros haya leído sobre el estudio de los sueños de
Charles Tart cuando escribimos nuestras varias novelas, pero ahora sí, y he leído algunas de Robert
E. Ornstein, siendo él la persona de la "revolución del cerebro" al norte de donde vivo en la
Universidad de Stanford. Del trabajo de Ornstein parece que hay una posibilidad de que tengamos
dos cerebros completamente separados, en lugar de un cerebro dividido en dos hemisferios
bilaterales iguales, que, de hecho, mientras que tenemos un cuerpo, tenemos dos mentes (remito al
lector al artículo de Joseph E. Bogen, "El otro lado del cerebro: una mente aposicional", publicado
en la colección de Ornstein, 'La naturaleza de la conciencia humana'). Bogen demuestra que de vez
en cuando un investigador comienza a perfilar la posibilidad de que tengamos dos cerebros, dos
mentes, pero que solo con técnicas modernas de mapeo cerebral y estudios relacionados esto ha sido
posible de demostrar. Por ejemplo, en 1763 Jerome Gaub escribió: "... Espero que crean en
Pitágoras y Platón, el más sabio de los filósofos antiguos, que, según Cicerón, dividió la mente en
dos partes, una participando de la razón y la otra desprovista de eso ". El artículo de Bogen contiene
conceptos tan fascinantes que hacen que me pregunte por qué nunca nos dimos cuenta de que
nuestro llamado "inconsciente" no es en absoluto inconsciente, sino otra conciencia con la que
tenemos una relación tenaz. Es esta otra mente o conciencia la que nos sueña por la noche: somos
su audiencia mientras nos une a su historia narrada; somos niños pequeños hechizados ... por lo que
'La rueda celeste' puede representar uno de los grandes libros básicos de nuestra civilización,
especialmente desde que Ursula Le Guin, estoy segura, llegó a su formulación sin conocer el trabajo
de Ornstein y la extraordinaria teoría de Bogen. . Lo que sucede aquí es que un cerebro recibe
exactamente la misma entrada que el otro, a través de varios canales de sentido, pero procesa la
información de manera diferente; cada cerebro funciona de una manera única (la izquierda es como
una computadora digital, la derecha, como una computadora analógica, que trabaja comparando
patrones). Procesando la información idéntica, cada uno puede llegar a un resultado totalmente
diferente; entonces, dado que nuestra personalidad se construye en nuestro cerebro izquierdo, si el
cerebro derecho encuentra algo vital que dejamos a su izquierda, debe comunicarse durante el sueño,
durante el sueño; por lo tanto, el Soñador que nos comunica tan urgentemente en la noche se
localiza neurológicamente, evidentemente, en nuestro cerebro derecho, que es el no-yo. Pero más
que eso (por ejemplo, ¿es el cerebro derecho como dice Bergson aunque quizás un transductor de
transformador para información informativa ultra-sensorial más allá del alcance de la izquierda?)
No podemos decir todavía. Creo, sin embargo, que el hechizo de dokos está tejido por el plural de
nuestro cerebro derecho; nosotros como especie somos propensos a vivir enteramente dentro de un
hemisferio solamente, dejando al otro hacer lo que debe para protegernos y proteger el mundo.
Tenga en cuenta que esta protección es bilateral, un intercambio entre el mundo y cada uno de
nosotros: cada uno de nosotros es un tesoro, para ser apreciado y preservado, pero también lo es el
mundo y las semillas escondidas en él, durmiendo. Las otras semillas escondidas. Por lo tanto, a
través del giro del velo de Kali, el hemisferio derecho de cada uno de nosotros, se nos mantiene
ignorantes de lo que debemos ignorar ahora. Pero ese tiempo está por terminar; ese invierno se está
derritiendo, junto con sus terrores, sus tiranías y la nieve.

La mejor descripción de esta formación de dokos-velo que he leído aparece en un artículo en


Science-Fiction Studies, marzo de 1975, por Fredric Jameson, en "Después de Armageddon:
Sistemas de personajes en Dr. Bloodmoney", que es una oscura novela mía. Cito "... Todos los
lectores de Dick están familiarizados con esta incertidumbre de pesadilla, esta fluctuación de la
realidad, a veces representada por drogas *, a veces por esquizofrenia *, y algunas veces por nuevos
poderes de CF, en los que el mundo psíquico va por fuera, y se repite en forma de simulacros o de
alguna reproducción fotográficamente astuta de lo externo ". (página 32) (* Espero que Jameson se
refiera a las drogas en la redacción y la esquizofrenia en la escritura, no en mí, pero lo dejaré pasar).

Puedes ver por la descripción de Jameson que estamos hablando de algo muy parecido a Maya aquí,
pero también algo muy parecido a un holograma. Tengo la clara sensación de que Carl Jung tenía
razón acerca de nuestra inconsciencia, que forman una sola entidad o, como él mismo llamó,
"inconsciente colectivo". En ese caso, esta entidad colectiva del cerebro, que consiste en
literalmente miles de millones de "estaciones", que transmiten y reciben, formaría una vasta red de
comunicación e información, muy similar al concepto de la noosfera de Teilhard. Esta es la
noosfera, tan real como la ionosfera o la biosfera; es una capa en la atmósfera de nuestra tierra
compuesta de proyecciones holográficas e informativas en una Gestalt unificada y continuamente
procesada cuyas fuentes son nuestros múltiples cerebros derechos. Esto constituye una gran Mente,
inmanente dentro de nosotros, de tal poder y sabiduría que parece, para nosotros, igual al Creador.
Esta era la visión de Bergson de Dios de todos modos.

Es interesante cuán profundamente preocupados estaban los brillantes filósofos griegos por las
actividades de los dioses; podían ver las actividades y (o eso creían) a los dioses mismos, pero como
lo expresó Jenófanes: "Incluso si un hombre tiene la oportunidad de decir la verdad más absoluta,
él mismo, sin embargo, no lo sabe: todas las cosas están envueltas en apariencias "

Esta noción llegó a los presocráticos en virtud de que vieron a muchos pero sabían a priori que lo
que veían no podía ser real, ya que solo existía el Uno.

"Si Dios es todas las cosas, entonces las apariencias son ciertamente engañosas, y aunque la
observación del kosmos puede dar lugar a generalizaciones y especulaciones sobre los planes de
Dios, el verdadero conocimiento de ellos solo podría tenerse mediante un contacto directo con la
mente de Dios". (Cito a Edward Hussey en su maravilloso libro 'Los presocráticos', p. 35.) Y él
prosigue para citar dos fragmentos de Heráclito: "La naturaleza de las cosas reside en la costumbre
de ocultarse a sí mismas". (Fragmento 123) "La estructura latente domina la estructura obvia".
(Fragmento 54)

Deseo recordarles que los antiguos griegos y hebreos no concibieron a Dios ni a la Mente de Dios
como por encima del universo, sino dentro de él: Mente inmanente o Dios inmanente, con el
universo visible como el cuerpo de Dios, para que Dios fuera al universo como la psique es soma.
Pero también conjeturaron que tal vez Dios no era la gran psique pero noös, una clase diferente de
mente; en cuyo caso, el universo no era su cuerpo sino Dios mismo. El universo del espacio-tiempo
alberga pero no es una parte de Dios; Dios es el vasto campo de grillas o el campo de energía
solitario.

Si asumes (y estarías en lo correcto) que nuestras mentes son campos de energía de algún tipo, y
que estamos interactuando fundamentalmente con los campos, en lugar de partículas discretas,
entonces no hay un problema teórico para entender esta interacción entre las billones de
impresiones cerebrales que emanan, se forman y se reforman en los patrones de la noosfera. Sin
embargo, si aún conservas la visión de ti mismo del siglo diecinueve como un organismo
quebradizo, muy parecido a una máquina, hecha de partes, bueno, ya ves, ¿cómo puedes fusionarte
con la noosfera? Eres una cosa concreta única. Y la cosa es lo que debemos evitar, al considerarnos
a nosotros mismos y al considerar la vida. Por perspectivas más modernas, estamos superponiendo
campos, todos nosotros, animales incluidos, plantas incluidas. Esta es la ecosfera y todos estamos
en ella. Pero lo que no nos damos cuenta es que los miles de millones de cerebros del hemisferio
izquierdo discretos y totalmente orientados al ego tienen mucho menos que decir acerca de la
disposición final de este mundo que la Mente noosférica colectiva que comprende todos nuestros
cerebros correctos, y en la que cada de nosotros comparte. Decidirá, y no creo que sea imposible
que esta gran noósfera plasmática, teniendo en cuenta que cubre todo nuestro planeta en un velo o
capa, pueda interactuar hacia afuera en los campos de energía solar y desde allí hacia los campos
cósmicos. Cada uno de nosotros, entonces, participa del cosmos, si está dispuesto a escuchar sus
sueños. Y son sus sueños los que lo transformarán de una mera máquina a un auténtico humano. Ya
no se pavoneará y chasqueará con hierro majestuoso, ya no gobernará aquí su pequeño reino; se
elevará hacia arriba, volando como un campo de iones negativos, como la entidad 'Ubik' en mi
novela de ese nombre: será vida y dará vida, pero nunca se definirá a sí misma porque no tiene un
nombre claro que nosotros podamos darle.

A medida que avanzamos en la variedad -es decir, avanzamos en tiempo lineal, o de alguna manera
nos paramos y el tiempo lineal avanza, cualquiera sea el modelo más correcto- nosotros, como
muchas entelequias, somos continuamente señalados, nos es dada información y, sobre todo, somos
desinhibidos por los disparos del universo que nos rodea; de esta manera se mantiene la armonía
entre todas las partes del universo. No hay un esquema más grandioso que esto: estar conscientes de
que yo, como entelequia representativa, debo desplegarme solo cuando estas señales preestablecidas
me lleguen, y que el contro respecto al cuándo -el lugar en el tiempo- que cada señal vendrá está
completamente en las manos del universo.. esta es una comprensión emocionante, y me hace
consciente acerca de la relación irrompible entre mí y mi entorno.
Existe tal orden en la respuesta entre sistemas encriptados dentro de cada uno de nosotros y las
señales acumuladas que disparan estos sistemas en secuencia, lo que implica que la Agencia que
estableció la entelequia en primer lugar, engranó y luego bloqueó estos sistemas, supo con absoluta
precisión dónde a lo largo de las trayectorias del tiempo se producirían las señales que desinhibirían;
la oportunidad no está involucrada - el accidente más feliz es la planificación más astuta del
universo.

A veces me pregunto cómo podríamos haber imaginado que nuestra especie estaba exenta de los
instintos que las especies inferiores obviamente tienen. Lo que es diferente en nosotros, sin embargo,
es que todas las hormigas, por ejemplo, son desinhibidas por la misma señal, y ocurre el mismo
comportamiento; es como si una hormiga estuviera involucrada una y otra vez , sin fin. Pero para
nosotros, cada uno es una entelequia única, y cada uno recibe secuencias únicas de señales, a las
que cada una responde de forma única. Aun así, este es el lenguaje del universo que la hormiga
escucha; nos emocionamos en conjunto.

Mi propia escritura ha derivado muchísimo de mis propios sueños. En 'Fluyan mis lágrimas..', por
ejemplo, el poderoso sueño que llega a Félix Buckman cerca del final, el sueño del anciano sabio a
caballo, ese fue un sueño real que tuve al momento de escribir la novela. En 'Tiempo de Marte' he
escrito sobre tantas experiencias soñadas que no puedo separarlas, ahora, cuando leo la novela.

'Ubik' era principalmente un sueño, o una serie de sueños. En mi opinión, contiene fuertes temas de
puntos de vista filosóficos presocráticos del mundo, desconocidos para mí cuando lo escribí (para
nombrar solo uno, los puntos de vista de Empédocles). Es posible que la noosfera contuviera
patrones de pensamiento en forma de energía muy débil hasta que desarrollamos transmisión de
radio; con lo cual el nivel de energía de la noosfera se salió de los límites y asumió una vida propia.
Ya no servía como un mero depósito pasivo de información humana (los "Mares del Conocimiento"
en los que creía la antigua Sumeria) sino que, debido a la increíble carga de carga de nuestras
señales electrónicas y el material rico en información que contiene, lo habíamos dado poder para
cruzar un gran umbral; por así decirlo, hemos resucitado lo que Filón y otros antiguos llamaron el
Logos. La información, entonces, se vuelve viva, con una mente colectiva independiente de
nuestros cerebros, si esta teoría es correcta. No se trata simplemente ahora de lo que conocemos y
recordamos de lo que alguna vez se supo, sino que puede construir soluciones por sí misma: es un
sistema de Inteligencia Artificial titánico. La diferencia sería entre una grabadora que podría
"recordar" una sinfonía de Beethoven que "escuchó", y una que podría crear nuevas, una y otra vez;
la biblioteca en el cielo, después de haber leído todos los libros habidos y por haber, está
escribiendo su propio libro, ahora, y por la noche nos la está leyendo, relatándonos la emocionante
historia que comprende ese gran trabajo en progreso.

Debo mencionar el artículo de Ian Watson en Science-Fiction Studies sobre Torno del Cielo de Le
Guin; en su excelente texto se refiere a lo que puede ser el más significativo, sorprendentemente, la
historia que SF ha producido: la historia de Fredric Brown que apareció en Astounding, "The
Waveries". Debes leer esa historia; si no lo haces, puedes morir sin entender el universo que se
forma a tu alrededor. Los Waveries fueron atraídos a la Tierra por nuestras ondas de radio;
volvieron en forma de facsímil, así como nuestras transmisiones (SOS y demás, cronológicamente)
que al principio no podíamos comprender lo que estaba pasando. Con respecto a Lathe, Watson dice:
"... Es concebible que George [Orr] haya soñado con una invasión hostil en una pacífica, pero la
probabilidad dominante es que los alienígenas son, como ellos sostienen," del tiempo de los sueños
", que toda su cultura gira en torno al movimiento de "la realidad soñando en ser", que se han
sentido atraídos por la Tierra como la historia de Waveries de Fredric Brown, solo por ondas de
sueño en lugar de ondas de radio ". (pp 71-72)
Esto podría considerarse algo aterrador, este tema en el trabajo de Le Guin y el mío. ¿Qué son los
sueños? ¿Existen estas entidades del universo onírico que han venido aquí desde otra estrella
(Aldebarán, en la novela de la Sra. Le Guin)? ¿Son los ovnis que la gente ve hologramas
proyectados por sus mentes inconscientes, actuando como transformadores, actuando, también,
como transductores de estas extrañas criaturas del universo onírico?

Durante el último año he tenido muchos sueños que parecían (insisto en la palabra "parecían")
indicar que una comunicación telepática se estaba dando en alguna parte de mi cabeza, pero después
de hablar con Henry Korman, un asociado de Ornstein, me imagino que se trata simplemente de mis
hemisferios derecho e izquierdo que confieren en un diálogo de ―tú y yo‖ a lo Martin Büber. Pero
gran parte del material soñado parecía más allá de mi capacidad personal de crear. En un momento
se intentó que escribiera un complejo principio de ingeniería que se me mostró en forma de un
motor redondo con dos ruedas giratorias, opuestas en dirección, de forma muy similar a como el
Yin y el Yang en el taoísmo alternan como pares opuestos (y al igual que Empédocles vio el amor
frente a la lucha, la interacción dialéctica del mundo). Pero este era un verdadero dispositivo de
ingeniería que tenían allí en mi sueño; me mostraron un lápiz y me dijeron "Este principio era
conocido en su tiempo". Y cuando corrí a buscar un lápiz, agregaron: "Conocido, pero enterrado en
un sótano y olvidado". Había un elaborado mecanismo de cadena de torgueros que se movía en
forma de leva entre los dos rotores, pero nunca me di cuenta cuando me desperté. Sin embargo, lo
que hice más tarde, fue: sueños pasados dejaron en claro que de alguna manera nuestro tratamiento
del agua de mar mediante el proceso de ósmosis nos proporcionaría no solo agua pura sino también
una fuente de energía. Sin embargo, tenían el humano equivocado cuando comenzaron a darme ese
tipo de material; No estoy entrenado para entenderlo, sin embargo, compré más de mil dólares en
libros de referencia para tratar de descubrir lo que me habían enseñado. He aprendido esto: algo
relacionado con un factor de histéresis alto, en este sistema de doble rotor, se convierte de un
defecto a una ventaja. No se necesita un mecanismo de frenado; los dos rotores giran
constantemente a la misma velocidad, y el par se transfiere mediante una cadena de levas lanzada.

Doy este ejemplo solo para mostrar que mi inconsciente ha estado leyendo artículos sobre
ingeniería que eluden mi memoria y mi atención e interés conscientes, o hay, diría, gente del
universo de sueños de, digamos, Aldebarán o alguna otra estrella con nosotros, quizás uniéndose su
noosfera con la nuestra? ¿Y ofreciendo asistencia a un planeta lisiado y dañado que se ha estancado,
como una rata en una rueda agotada, en pleno invierno por más de 2.000 años? Si traen la primavera
con ellos, entonces sean quienes sean, los recibo; como Joe Chip en 'Ubik', temo el frío, el
cansancio; Temo morir desgastado subiendo las escaleras interminables, mientras que alguien cruel,
o de todos modos con una máscara cruel, observa y no ofrece ayuda, la máquina, sin empatía,
mirando como un simple espectador, el mismo horror que sé que persigue a Harlan Ellison. Tal vez
sea más aterrador que el propio asesino (en 'Ubik' era Jory), esta figura que ve pero no ayuda, no
ofrece ninguna mano. Ese es el androide, para mí, y el semidiós malvado para Harlan; ambos nos
estremecemos ante la idea de su existencia. Lo que puedo decirle sobre la gente del universo de los
sueños, es que si realmente existen, sean quienes sean, no son tan androides antipáticos; son
humanos en este sentido profundo: han tendido una mano de ayuda a nuestro planeta, a nuestra
ecosfera contaminada, y tal vez incluso han ayudado a derribar la tiranía que se apoderó de los
Estados Unidos, Portugal y Grecia, y algún día derrocarán la tiranía del bloque Soviético también.
Esto es lo que se me ocurre cuando pienso la idea de la primavera: el levantamiento de las puertas
de hierro de la prisión y los prisioneros pobres, en el Fidelio de Beethoven, salen a la luz del sol. Ah,
ese momento en la ópera, cuando ven el sol y sienten su calor. Y finalmente, al final, el llamado a la
trompeta de la libertad suena como el total final de su cruel encarcelamiento; ayuda del exterior ha
llegado.

De vez en cuando alguien se acerca a un escritor de ciencia ficción, sonríe con una loca sonrisa de
conocimiento secreto y dice, "Sé que lo que estás escribiendo es cierto, y está codificado. Todos
ustedes escritores de CF son receptores de Ellos." Naturalmente, pregunto quién son "Ellos". La
respuesta es siempre la misma. "Ya sabes. Allá arriba. La gente del espacio. Ya están aquí, y están
usando tu escritura. Tú también lo sabes".

Yo como que sonrío y me limito. Sigue sucediendo. Bueno, odio admitirlo, pero es posible que
haya (uno) tal cosa como la telepatía; y (dos) que la idea del proyecto CETI de que podríamos
comunicarnos con seres extraterrestres a través de la telepatía es posiblemente una idea razonable,
si existe telepatía y si existen ETI. [N. del T:Communication with extraterrestrial intelligence,
Comunicación con Inteligencia Extraterrestre e Inteligencia Extraterrestre, por sus siglas en inglés]
De lo contrario, estamos tratando de comunicarnos con alguien que no existe con un sistema que no
funciona. Al menos eso nos mantendrá ocupados por mucho, mucho tiempo. Pero ahora comprende
que un grupo de astronomía soviético, evidentemente encabezado por el mismo Dr. Nikolai
Kozyrev que desarrolló la teoría del tiempo como energía que mencioné anteriormente, ha
informado que recibió señales de una ETI dentro de nuestro sistema solar. Si esto fuera cierto, y
nuestra gente está diciendo que los soviéticos solo están monitoreando antiguas señales obsoletas,
planas y no rentables de nuestros propios satélites desechados y otras naves basura -bien,
supongamos que estas entidades ETI o mentes corporativas están dentro, digamos, de la gran
plasma que parece rodear la Tierra y está involucrado con erupciones solares y similares; Me refiero,
por supuesto, a la noosfera. Es ETI y TI a la vez, y posiblemente tiene un gran parecido con lo que
la Sra. Le Guin ha escrito en 'La rueda celeste'. Y como todos los seguidores de CF saben, mis
propios trabajos tratan con temas similares ... dando así un par molesto de verosimilitud a estos
fanáticos que siempre se tambalean ante cada autor de CF y dicen: "Lo que estás escribiendo está en
el código ... "En verdad, podemos estar influenciados, especialmente durante los estados de sueño,
por una noosfera que es un producto nuestro, capaz de una meditación independiente, e involucrada
con ETI, una mezcla de los tres y Dios sabe qué más. Puede que este no sea el Creador, pero sería lo
más cercano a la Mente Infinita que podamos tener, y lo suficientemente cerca. Que es benigno es
obvio, para recordar las observaciones de Maslow de que si la naturaleza no nos gusta nos hubiera
ejecutado hace mucho tiempo, aquí lee Noesfera Infinita por naturaleza.

Nosotros los humanos, de rostro cálido y tierno, con ojos pensativos, somos quizás las verdaderas
máquinas. Y esas construcciones objetivas, los objetos naturales que nos rodean y especialmente el
hardware electrónico que construimos, los transmisores y las estaciones de retransmisión de
microondas, los satélites, pueden ser capas para una realidad de vida auténtica en la medida en que
puedan participar de manera más completa y de alguna manera oscurecida en la Mente suprema.
Quizás vemos no solo un velo deformante, sino al revés. Quizás la aproximación más cercana a la
verdad sería decir: "Todo está igualmente vivo, igualmente libre, igualmente sensible, porque no
todo está vivo o medio vivo o muerto, sino más bien vivido". Las señales de radio son impulsadas
por un transmisor; pasan por los distintos componentes, modificados y aumentados, cambian sus
contornos, eliminan y rechazan el ruido.. somos tensiones, como esas armas de metal que recogen
objetos radiactivos para los científicos. Somos guantes que Dios se pone para mover las cosas aquí
y allá como él quiera. Por alguna razón, prefiere manejar la realidad de esta manera. (No me moveré,
pero defenderé ese juego de palabras.)

Somos trajes de vestir que él diseña, viste y finalmente descarta. También somos trajes de armadura.
Lo que da una impresión engañosa a ciertas otras mariposas dentro de ciertas otras armaduras.
Dentro de la armadura está la mariposa y dentro de la mariposa, la señal de otra estrella. En la
novela que estoy escribiendo (en la cual el Soñador, tal vez, está expresando a través de mí), la
estrella se llama Albemuth. No había leído la novela de la Sra. Le Guin cuando se me ocurrió la
idea, pero el lector de esa novela encontrará allí también lo que acabo de decir de nuestras
estaciones dentro de una gran red, y nosotros ignorándolo.

Considera esta Meditación de Rumi, un dicho sufí de Idries Shah, es uno de los favoritos entre los
sufíes modernos: "El trabajador está escondido en el taller".

Dado que es evidente que más que nadie el Dr. Ornstein ha sido pionero en el camino para
descubrir la nueva visión del mundo, que implica una paridad cerebral bilateral insospechada desde
la época de Pitágoras y Platón, recientemente reuní mi valor y le escribí. Los fanáticos de vez en
cuando me escriben, sus manos tiemblan nerviosamente; toda mi máquina de escribir tembló
nerviosamente mientras le escribía al Dr. Ornstein. Aquí está el texto de mi carta, que coloco aquí
como nota final para explicar cómo he trascendido las categorías de realidad-contra-ilusión con su
ayuda, y así dilucidado el final de 20 años de estudio y esfuerzo en mi parte. Cito:

Estimado Dr. Ornstein:

Recientemente conocí al Sr. Henry Korman y al Sr. Tony Hiss (Tony vino a entrevistarme para el
New Yorker). Entré en una discusión maravillosa con Henry sobre el sufismo y mencioné mi
admiración, al borde del entusiasmo fanático, por su trabajo pionero sobre la paridad cerebral
hemisférica bilateral. Por lo tanto, yo, después de enterarme que te conocen, reúno mi coraje para
escribirte y preguntar: ¿Qué ha sido de mí, desde que experimenté con traer mi hemisferio derecho?
(Lo hice principalmente a través vitaminas de fórmula ortomolecular, además de un buen trato de
meditación concentrada)?

Con esto quiero decir, Dr. Ornstein, por diez meses esto ha tenido lugar, y durante diez meses he
sido una persona diferente. Pero lo que para mí es más extraordinario (estoy escribiendo un libro
sobre eso, pero en la forma de ficción, una novela llamada 'Para espantar a los muertos'), es que ...
bueno, déjame darte la premisa tal como está en la novela :

Nicholas Brady, un ciudadano estadounidense común con valores mundanos contemporáneos e


impulsos (dinero, poder y prestigio) repentinamente tiene dentro de sí un guiño a la vida de una
entidad que ha dormido durante 2.000 años. Esta entidad es esenia, y murió sabiendo que recibiría
la resurrección prometida; él lo sabía porque él y otros individuos de Qumran tenían en su posesión
fórmulas secretas y medicamentos y prácticas científicas para asegurarlo. Entonces, de repente,
nuestro protagonista, Nicholas Brady, descubre que hay dos de él: su viejo yo, su trabajo y sus
objetivos seculares, y este esenio del lecho de Qumrán alrededor del año 45 DC, un hombre santo
con valores sagrados y en completo antagonismo con el mundo físico secular, que él ve como la
"Ciudad de Hierro". La mente de Qumran se hace cargo y dirige a Brady en una complicada serie
de actos hasta que se hace evidente que otros como este hombre de Qumran están volviendo a la
vida aquí y allá en el mundo.

Al estudiar la Biblia, junto con esta personalidad de Qumran, Brady descubre que el Nuevo
Testamento está escrito en clave. La personalidad de Qumran puede leerlo. "Jesús" es realmente
Zagreus-Zeus, tomando dos formas, una leve y la otra completamente poderosa, a la cual sus
seguidores se pueden dirigir cuando lo necesiten.

La personalidad de Qumran, a la que, para fines ficticios, llamo a Thomas, le informa gradualmente
a Brady que estos son los Parousia, los Días Finales. Y le advierte estar preparado; Tomás lo
preparará recordándole su propia divinidad: anamnesis, lo llama Tomás. Thomas desarrolla una
relación de paridad especial con Brady, pero evoluciona como una fuente de enseñanza para el
increíblemente ignorante Brady, la entidad conocida como Erasmus, que de hecho es una estación
en la noosfera, la cual está ahora tan completamente cargada alrededor de la Tierra que si eres
consciente de ella puede extraerla conscientemente, en lugar de acudir a tu inconsciente; estos son
los "Mares del Conocimiento" que se conocían en la antigüedad y sobre los cuales se dirigía la
Sibila en Delfos. Pero esto es una tapadera, porque Brady se da cuenta de que, de hecho, los
hombres de Qumran tenían como dios, no al mítico Jesús, sino el propio Zagreus, y al investigar,
Brady pronto descubre que Zagreus era una forma de Dionisio. El cristianismo es una forma
posterior del culto de Dionisos, refinado a través de la figura extraña y hermosa de Orfeo. Orfeo,
como Jesús, es real solo en el sentido de que Dionisio se está socializando; Nacido aquí como un
niño de otra raza, no humana, sino como una raza visitante, Zagreus ha tenido que aprender
gradualmente a modificar su "locura", que ahora se mantiene en un punto bajo. Básicamente, él está
con nosotros para reconstruirnos como expresiones de él, y su Modus Operandi es poseernos por
completo-- lo cual los primeros cristianos buscaron, y escondieron de los odiados romanos,
Dionysos-Zagreus-Orpheus-Jesús-- fue siempre enfrentado contra la Ciudad de Hierro, ya sea en
Roma o Washington DC; él es el dios de la primavera, de la vida nueva, de criaturas pequeñas e
indefensas, él es el dios de la alegría y el frenesí, y de sentarse aquí día tras día trabajando en esta
novela.

Pero en la novela, Thomas dice: "Los últimos días han llegado. El derrocamiento de la tiranía es lo
que, en un lenguaje sórdido, describió Juan en el Apocalipsis. Jesús-Zagreus está aprovechando la
suya, ahora, una tras otra; reviviendo sin fin . "

Durante el invierno, se creía que Dionisios, el dios de la planta de la vid, de la vegetación, del
cultivo, dormía. Se sabía que no importaba lo muerto que pareciera (el Finnegan's Wake de James
Joyce es un relato maravilloso de esto, donde accidentalmente derraman cerveza sobre el cadáver y
revive), él estaba realmente vivo, aunque nunca lo sabrías. Y luego, para sorpresa de quienes lo
entendieron y creyeron en él, renació. Sus seguidores sabían que lo haría; ellos sabían el secreto
("¡He aquí! Te digo un secreto sagrado", etc.). Estamos hablando aquí de las religiones de misterio,
todas ellas, incluido el cristianismo. Nuestro Dios ha estado durmiendo durante el largo invierno de
la cultura humana (no por el ciclo de rotación de un año de las estaciones, sino desde el año 45 A.D.
a través de los siglos de invierno mental hasta ahora); justo cuando el invierno lo tiene todo bajo
control, la nieve de la desesperación y la derrota (en nuestro caso, el caos político, la ruina moral, la
ruina económica, el invierno de nuestro planeta, nuestro mundo, nuestra civilización), luego la vid,
que estaba nudosa y vieja y aparentemente muerta, revive, y nuestro Dios renace, no fuera de
nosotros como tal, sino en cada uno de nosotros. Dormitando no bajo la nieve sobre la superficie del
suelo, sino dentro de los hemisferios derechos de nuestros cerebros. Hemos estado esperando, no
sabíamos para qué. Esto es: esta es la primavera de nuestro planeta, de una manera más profunda y
fundamental. Las frías cadenas de hierro están siendo desatadas, mediante un increíble milagro. Al
igual que mi personaje, Nicholas Brady, desperté a Zagreus en el hemisferio derecho y sentí la
inundación de la vida renovada, su vigor, su personalidad y su sabiduría divina: odiaba la injusticia
que veía a su alrededor, y las mentiras, y recordó "Las queridas tierras solitarias sin ser molestadas
por hombres, donde en medio del verde sombrío / Los pequeños del bosque viven invisibles".
(Eurípides) Dr. Ornstein, gracias por ayudar a que el invierno llegue a su fin y dar paso, no solo a la
primavera, sino a vivir la vida de primavera, viva pero dormida dentro de nosotros.

Realmente, supongo que la línea clara entre la alucinación y la realidad se ha convertido en una
especie de alucinación, y tal vez estoy tomando las experiencias de mis sueños demasiado en serio.
Pero hay mucho interés ahora, por ejemplo, en la tribu Senoi de la Península Malaya (véase el
artículo de Kilton Stewart "Teoría del sueño Malaya", en 'Estado alterado de la conciencia, de'
Charles Al Tart's). En un sueño, se me mostró que la palabra "Jesús" es un código, un neologismo y
no un nombre real en absoluto; Aquellos que leyeron el texto en aquellos primeros días fueron los
esoteri (los hombres de Qumrán, posiblemente) vieron "Zeus" y "Zagreus" combinados en el
número entero "Jesús". Es un código de sustitución, creo que lo llaman. Ahora, ordinariamente, uno
no daría mucho crédito a tal sueño, o más bien a cualquier sueño en la medida en que podría ser una
entidad real, un sistema de inteligencia artificial, por ejemplo, que te da información precisa que de
otro modo no estaría disponible para ti. Pero el otro día fui a uno de mis libros de texto para revisar
la ortografía, y encontré estos pasajes textuales notablemente similares, el primero de los cuales
todos conocemos, ya que concluye nuestras propias escrituras sagradas, el Nuevo Testamento: "...
Yo soy la raíz y el vástago de David, la brillante estrella de la mañana". (Apocalipsis 22:16, Jesús se
describe a sí mismo.) Y:

De todos los árboles que existen


Él tiene su rebaño, al que alimenta raíz por raíz,
El dios de la alegría Dionisios, la estrella pura
Que brilla en medio de la recolección de la fruta.

- ´Pindaro, una cuarteta favorita de Plutarco, circa 430 a. C.

¿Que son los nombres? Este es el dios de la intoxicación, asimilando el hongo sagrado (véase John
Allegro) o el vino, o encontrando una broma tan terriblemente graciosa que te hace perder toda la
razón, reír y llorar, como cuando ves una comedia de payasadas silenciosas. En la única estrofa
corta de Píndaro tenemos el rebaño, tenemos los árboles, tenemos además de estos dos símbolos
principales de Jesús, términos por los cuales todos los esotericos lo reconocen todavía, dos vocablos
más profundos: la raíz y la estrella.

La referencia a "raíz y estrella" podría tomarse como igual a una extensión espacial de la extensión
de tiempo de "Yo soy Alfa y Omega", que es el primero y el último. Así que "raíz y estrella"
indican: soy del mundo ctónico arriba, y del cielo estrellado hacia abajo. Pero veo algo más en la
estrella, en la brillante estrella de la mañana: creo que estaba diciendo: "La señal de que la
primavera para el hombre está aquí, esa señal proviene de otra estrella". Tenemos amigos y ellos
son Inteligencia Extraterrestre, y son, como él nos dijo, una estrella brillante y de la mañana: la
estrella o el amor.
"Cosmogonía y cosmología" (1978)

En cuanto a que nuestra realidad es un marco proyectado: parece ser la proyección de un artefacto,
una máquina de enseñanza informática que guía, programa y, en general, nos controla a medida que
actuamos sin conciencia de ello dentro de nuestro mundo proyectado. El artefacto, que yo llamo
Zebra, ha "creado" (en realidad solo proyectado) nuestra realidad como una especie de espejo o
imagen de su creador, de modo que el creador puede obtener de ese modo un punto de vista
objetivo para comprenderse a sí mismo. En otras palabras, el creador (llamado por Jakob Bohme en
1616, el Urgrund) está motivado en buscar un instrumento para la autoconciencia, el
autoconocimiento, una opinión objetiva o evaluación y comprensión de la naturaleza de sí mismo
(es un vasto organismo vivo , inmanente -sin este espejo- sin cualidades o aspectos, por lo que
necesita del mundo empírico como un reflejo para "verse" a sí mismo).

Construyó un artefacto que proyecta la realidad (o demiurgo, véase Platón y los gnósticos), que
luego, al mando, proyectó la primera etapa del mundo que conocemos. El artefacto no sabe que es
un artefacto; es ajeno a la existencia del Urgrund (en términos que el artefacto entendería, el
Urgrund no es, en lugar de serlo), y se imagina a sí mismo como Dios, el único Dios real.

Estudiando nuestra realidad en evolución, el Urgrund se comprende más y más adecuadamente.


Debe permitir que el artefacto que proyecta la realidad continúe proyectando una realidad en
evolución sin importar cuán defectuosa y deformada sea la realidad (durante sus etapas) hasta que
finalmente esa realidad sea un análogo correcto, verdaderamente, del propio Urgrund, en cuyo
punto la disparidad entre el Urgrund y la realidad proyectada se suprime, entonces ocurrirá algo
asombroso: el artefacto o demiurgo será destruido y el Urgrund asimilará la realidad proyectada,
convirtiéndola en algo ontológicamente real, y también haciendo inmortales a las criaturas vivientes
en ella. Este momento podría venir en cualquier momento, esta entrada del Urgrund en nuestro
marco proyectado de otro modo espurio.

Zebra, el artefacto energético en proyección, está cerca, pero nos ha ocluido no solo en sus acciones,
sino también en su presencia. Tiene un poder enorme, virtualmente decisivo, sobre nosotros.

El pronóstico del (destino de) nuestro mundo es excelente: se espera la inmortalidad y la infusión
final de la realidad una vez que ha alcanzado el punto de análogo congruente al Urgrund. Pero el
destino del artefacto es la destrucción (desconocida). Pero no está vivo, como nosotros y el Urgrund.
Nos estamos moviendo hacia el isomorfismo. En el momento en que se alcanza el isomorfismo
preciso, nos unimos de inmediato al Urgrund (somos penetrados y asimilados por él), en un
impresionante destello de luz: el "Blitz" de Bohme. Marzo de 1974 no fue ese momento, sino Zebra
el artefacto que ajusta su realidad proyectada, habiendo desviado su evolución hacia el isomorfismo
con el Urgrund (un propósito desconocido para el artefacto).

Dado que el objetivo de nuestra realidad proyectada en evolución es alcanzar un estado en el que
los humanos somos isomorfos con el verdadero fabricante, el Urgrund que creó el artefacto en
proyección, hay una situación práctica muy importante que se acerca en términos de frecuencia y
profundidad:

Aunque todavía no somos precisamente isomorfos con el Urgrund, podemos decir que ya poseemos
fragmentos imperfectos (pero muy reales) o fracciones del Urgrund dentro de nosotros. Por lo tanto,
el dicho místico cristiano: "Lo que está más allá está adentro". Esto describe el tercer y último
período de la historia, en el cual los hombres serán gobernados desde adentro. Así, el dicho místico
cristiano, "Cristo posee tu cuerpo, y lo posees como tu alma".

En la filosofía hindú, el Atman dentro de una persona se identifica con Brahman, el núcleo del
universo.

Este Cristo o Atman no es una microforma de Zebra, el artefacto que proyecta la realidad en forma
de computadora, sino del Urgrund; así en la religión hindú se describe (como Brahman) como
mentir más allá de Maya, el velo de la ilusión (es decir, el mundo aparente proyectado).

Ya los humanos se aproximan tanto al isomorfismo con el Urgrund que el Urgrund puede nacer
dentro de un ser humano. Esta es la experiencia más importante e importante que un humano puede
alcanzar. La fuente de todo ser ha pasado por alto el artefacto y su mundo proyectado y cobra vida
en la mente de un humano aquí, otro allí.

Se puede deducir correctamente de esto que el Urgrund ya está penetrando el mundo del artefacto,
lo que significa que el momento del Blitz, como lo denominó Bohme, no está muy lejos. Cuando la
microforma del Urgrund nace en un humano, la comprensión de ese ser humano se extiende más
allá del mundo en términos de sus límites temporales y espaciales. Él puede experimentar otros
períodos de tiempo, otras identidades (o vidas), otros lugares. Literalmente, la deidad central dentro
de él es más grande que el mundo.

Penetrando en el corazón del mundo proyectado, el Urgrund puede, emanando de las mentes
humanas, asimilar el mundo proyectado y simultáneamente abolir el artefacto proyectado en el
instante en que se alcanza el estado evolutivo apropiado (incluido el del hombre). El Urgrund solo
sabe cuándo ocurrirá esto.

Este -el Urgrund- romperá el poder del mundo ilusorio sobre nosotros cuando rompa el poder
coercitivo determinista del artefacto sobre nosotros -al aniquilar el artefacto; cancelará el ser del
artefacto por su propio no ser. Lo que quedará será una estructura totalmente monista,
completamente viva y sensible. No habrá lugar, tiempo o condición fuera del Urgrund.

El mundo proyectado del artefacto no es malo, y el artefacto no es malo. Sin embargo, el artefacto
es despiadadamente determinista y mecánico. No puede ser apelado. Está haciendo un trabajo para
fines que no puede comprender. El sufrimiento, entonces, en este modelo, se debe a dos fuentes:

1. la estructura mecanicista descuidada de la realidad proyectada y el artefacto, donde rige la ley


causal ciega;

2. lo que el N.T. [El Nuevo Testamento] llama el "nacimiento del universo", tanto en el
macrocosmos como en el microcosmos humano.

El nacimiento esperaba con ansias el nacimiento del Urgrund en humanos antes que nada, y
finalmente la asimilación del universo en su totalidad, en un solo instante agudo. El primero ya está
ocurriendo; este último vendrá en un momento posterior inesperado.

La realidad debe ser considerada como un proceso. Sin embargo, aunque hay un sufrimiento agudo
por las criaturas vivientes que deben someterse a este proceso, sin entender por qué, hay alguna
intervención misericordiosa ocasional por parte del Urgrund que invalida o anula las cadenas de
causa y efecto del artefacto. Tal vez esta intervención salvífica sea el resultado de un nacimiento del
Urgrund en la persona. Se debe subrayar que el significado histórico real del término "salvación" es
"liberación" y que "pecador" o "caído" es "esclavizado". A priori es posible, dado este modelo,
imaginar una liberación de un ser humano del control del artefacto, por buena, útil y decidida que
sea la actividad del artefacto. Obviamente es capaz de error, así como de imperfección. Una
anulación es obviamente esencial a veces, dado este modelo. Del mismo modo que obviamente,
sería el creador primario o la base del ser que poseería la sabiduría y el poder para hacerlo. Nada
dentro o derivado del artefacto o el mundo proyectado sería suficiente.

VENTAJAS DE ESTE MODELO

Básicamente, este modelo sugiere que nuestro mundo empírico es el intento de una entidad limitada
de copiar un tema que no puede ver. Esto explicaría las imperfecciones y los elementos "malvados"
en nuestro mundo.

Además, explica el propósito de nuestro mundo empírico. Es un proceso hacia un objetivo


específico que se define.

En este sistema, no se acusa al hombre de causar la caída de la creación (no es satisfactorio afirmar
que el hombre causó la caída de la creación en la medida en que el hombre parece ser la víctima
central de los males del mundo, no su autor). Tampoco responsabiliza a Dios por el mal, el dolor y
el sufrimiento (que también es una idea inaceptable); en su lugar, se presenta una tercera opción:,
que una entidad limitada llamada "el artefacto" está haciendo lo mejor que puede teniendo en
cuenta sus limitaciones. Por lo tanto, no se introduce ninguna deidad malvada (dualismo iraní,
gnosticismo).

Aunque intrincado, este modelo emplea con éxito el Principio de parsimonia, ya que, si se elimina
el concepto del artefacto intermedio, Dios o el hombre es responsable del vasto mal y sufrimiento
en el mundo, una teoría que es objetable.

Lo más importante de todo, parece ajustarse a los hechos, que parecen ser:

1. el mundo empírico no es del todo real, sino solo aparentemente real;

2. su creador no puede ser apelado para una rectificación o reparación de estos males e
imperfecciones;

3. el mundo se está moviendo hacia algún tipo de estado o meta final, cuya naturaleza es oscura,
pero el aspecto evolutivo de los estados de cambio sugiere un estado final bueno y útil que ha sido
diseñado por una proto-entidad sensible y benigna.

Un punto adicional. Parece que hay un circuito de retroalimentación entre el Urgrund y el artefacto
en el cual el Urgrund puede ejercer presión sobre el artefacto en ciertas circunstancias
excepcionales, siendo estos casos en los que el artefacto se ha desviado de las secuencias correctas
moviendo el mundo proyectado hacia un estado analógico vis-a-vis el Urgrund. O el Urgrund
modifica directamente la actividad del artefacto por presión directamente sobre el artefacto, o el
Urgrund va al mundo proyectado y lo modula, evitando el artefacto, o ambos. En cualquier caso, el
artefacto está tan ocluido en cuanto a la naturaleza y la existencia del Urgrund como lo estamos con
el artefacto. Se logra un círculo completo de inconsciencia en el cual la fuente primaria (Urgrund) y
la realidad final (nuestro mundo) se mueven hacia la fusión, y la entidad intermediaria (el artefacto)
se mueve hacia la eliminación. Por lo tanto, el esquema total se mueve hacia la perfección y la
simplificación, y se aleja de la complejidad y la imperfección.

Aunque complicará el modelo agregar este punto, ofreceré la siguiente modificación:

Es posible que el Urgrund interactúe perpetuamente con la función proyectiva del mundo de su
propio artefacto, de modo que el mundo empírico producido sea el resultado de una dialéctica
constante. En este caso, entonces, el Urgrund ha bipolarizado el artefacto en relación consigo
mismo, con el mundo empírico para ser considerado como el descendiente de dos fuerzas
entrecruzadas yang y yin: uno vivo y sensible y consciente de la situación total, el otro mecánico y
activo pero no completamente consciente.

El mundo empírico, entonces, es la consecuencia de un Es (el artefacto) y un No-es superior (el


Urgrund).

Para las criaturas que viven dentro del mundo empírico proyectado, sería virtualmente imposible
discernir qué presiones surgen del artefacto (considerado incorrectamente como malvado) y del
Urgrund (correctamente considerado como bueno). Simplemente se experimentaría un gran flujo,
un constante cambio evolutivo que supondría una gestalt particular en un momento dado en el
tiempo lineal.

Sin embargo, esto parece ajustarse a nuestra experiencia del mundo. La base primordial del ser ha
construido algo (el artefacto) para arrojarse contra sí mismo, de lo cual surge el mundo que
conocemos.

Esta modificación del modelo explicaría cómo el artefacto podría copiar algo que no puede ver y de
hecho ni siquiera está al tanto.

El artefacto probablemente consideraría las intrusiones del Urgrund en su propia proyección


mundial como una invasión misteriosa, para ser combatida. Por lo tanto, la contienda resultante
sería, entre todos los sistemas filosóficos y teológicos conocidos, la más parecida a la de
Empédocles, con oscilaciones del caos versus la formación de un krasis (gestalt) tras otro. Excepto
por una revelación directa del Urgrund, solo podríamos inferir vagamente la presencia y la
naturaleza de las dos fuerzas que interactúan, así como también el estado final propuesto de nuestro
mundo.
Existe evidencia de que el Urgrund de hecho a veces hace tal revelación a los seres humanos,
a fin de avanzar en el proceso dialéctico hacia su objetivo deseado. Por otro lado, el artefacto
contrarrestaría induciendo tanta ceguera u oclusión como sea posible; visto de esta manera, la
oscuridad y la luz parecen estar en guerra, o, más exactamente, saber versus no saber, con los seres
humanos alineándose correctamente con la entidad del conocimiento (llamada Santa Sabiduría).

Sin embargo, soy pesimista, en conclusión, en cuanto a la frecuencia de intervención del Urgrund
en este, el mundo proyectado del artefacto. El objetivo del artefacto (más propiamente el objetivo
del Urgrund) se está logrando sin intervención; es decir, el isomorfismo se está alcanzando
constantemente como el objetivo final deseado sin necesidad de intervención. El artefacto fue
creado para hacer un trabajo, y lo está haciendo con éxito.

Algún tipo de interacción dialéctica parece estar involucrada en la evolución de la proyección, pero
puede no involucrar al Urgrund; puede ser simplemente el método por el cual el artefacto solo
funciona.

Lo que debemos esperar, y ansiar, es el momento del isomorfismo con el fundamento del ser, la
realidad primaria que como una Chispa Divina puede surgir dentro de nosotros. La intervención en
nuestro mundo en tanto que mundo vendrá solo en los tiempos finales cuando el artefacto y su
dominio tiránico de nosotros, su esclavización de hierro de nosotros, sea abolida. El Urgrund es real
pero está muy lejos. El artefacto es real y muy cercano, pero no tiene oídos para escuchar, ni ojos
para ver ni alma para escuchar.

No hay propósito en el sufrimiento, excepto para llevar del sufrimiento a una alegría triunfante. El
camino hacia esto conduce a la muerte del ego humano, que luego es reemplazado por la voluntad
del Urgrund. Hasta que se llegue a esta etapa final, cada uno de nosotros quedará reificado por el
artefacto. No podemos negar arbitrariamente su mundo, proyectado tal como es, ya que es el único
mundo que tenemos. Pero en el momento en que nuestros egos individuales mueren y el Urgrund
nace en nosotros, en ese momento nos liberamos de este mundo y nos convertimos en una parte de
nuestra fuente original. La iniciativa para esto proviene del Urgrund; tan infeliz como es este mundo
proyectado, tan desinteresado del sufrimiento como el artefacto, esta es, después de todo, la
estructura que el Urgrund ha creado por la cual alcanzamos el isomorfismo con ella. De haber
existido una mejor manera, el Urgrund ciertamente lo habría empleado. El camino es difícil, pero el
objetivo lo justifica.

Te digo muy solemnemente


estarán llorando y lamentando
Mientras que el mundo se regocijará;
estaran tristes,
Pero su tristeza se convertirá en alegría.
Una mujer en el parto sufre,
porque su tiempo ha llegado,
pero cuando ella ha dado a luz al niño, se olvida del sufrimiento
En su alegría de que un hombre haya nacido en el mundo.
Así es, ustedes están tristes ahora,
pero los veré de nuevo, y sus corazones estarán llenos de alegría.
Y esa alegría nadie se las quitará. (Juan 16: 20/23)

RAMIFICACIONES DE REALIDAD PROYECTADA


EN TÉRMINOS DE DENEGACIÓN PERCEPTUAL

La capacidad de un mundo meramente proyectado, carente de sustancia ontológica, de mantenerse


frente a la retirada del asentimiento es un defecto importante en un sistema tan espurio. Los seres
humanos, sin darse cuenta, tienen la opción de negar la existencia de la realidad espuria, aunque
deben hacerle frente a las consecuencias de lo que queda, en todo caso.

Que un substrato auténtico no proyectado de la realidad, normalmente no detectado, podría existir


debajo del proyectado, es una posibilidad. No habría forma de probar esta hipótesis excepto por el
acto existencial de un retiro de asentimiento de lo espurio. Esto no podría hacerse fácilmente.
Implicaría tanto un acto de desobediencia a la proyección espuria como un acto de fe hacia el
substrato auténtico, sin, tal vez, haber captado alguna vez algún aspecto del substrato
perceptualmente. Por lo tanto, postulo que alguna entidad externa tendría que desencadenar este
complejo proceso psicológico de retirada simultánea del asentimiento y expresión de fe en lo que es
invisible.

Si tal substrato alterno e invisible de la realidad auténtica existe debajo o está oculto de alguna
manera por la realidad proyectada espuria, constituiría la sustancia del conocimiento esotérico más
grande que podría ser imaginado. Propongo la proposición de que tal substrato invisible existe
realmente, y además propongo la proposición de que un grupo u organización oculta procesa este
conocimiento reservado así como también técnicas para desencadenar una percepción, por limitada
que sea, del substrato auténtico. Yo llamo a este grupo u organización la verdadera, oculta y
perseguida Iglesia Cristiana, que trabajó durante siglos bajo tierra, con vínculos directos con las
tradiciones orales esotéricas, la gnosis y las técnicas que datan de Cristo. Propongo, además, que el
desencadenamiento inducido de la conciencia del sustrato auténtico por parte de la verdadera y
secreta Iglesia Cristiana resulta finalmente en que el sujeto encuentre o entre o vea lo que se
describe en N.T. como el Reino de Dios.

Por lo tanto, se puede decir que para estas personas, y para aquellos a quienes desencadenan, el
Reino de Dios vino como se especifica en el N.T., es decir, durante la vida de algunos de los que
conocieron a Cristo.

Finalmente, propongo la noción sorprendente de que Cristo regresó en una forma resucitada poco
después de su crucifixión como lo que se llama el Paráclito, y es capaz de inducir una teolepsia que
es funcionalmente igual al nacimiento del Urgrund en la persona involucrada. Y, por último, afirmo
que Cristo es una microforma del Urgrund, no un producto de él, sino él mismo. Él no escucha la
vox Dei [voz de Dios]; él es la vox Dei. Él fue la penetración inicial de este seudomundo
proyectado por el Urgrund, y nunca se ha ido.

El sustrato auténtico revelado por la desobediencia y la negación del mundo espúreo es la realidad
de Cristo mismo, el espacio-tiempo de la Primera Llegada; en otras palabras, esa porción del marco
espurio ya transmutada por la penetración del Urgrund. Dado que el Primer Advenimiento fue la
etapa inicial de esa penetración, no es sorprendente que aún constituya el segmento de la realidad
pura y auténtica, bipolarizada contra la falsificación proyectada. Situado fuera del tiempo lineal,
fuera de todas las limitaciones del mundo proyectado del artefacto, es eterno y perfecto, y
teóricamente siempre está disponible literalmente al alcance de la mano. Pero la retirada del
asentimiento al mundo proyectado es una condición previa para una percepción y experiencia de
esta realidad suprema, y esto debe ser inducido externamente. Es el acto de fe absoluta: negar el
mundo empírico y afirmar la realidad viviente de Cristo, es decir, Cristo con nosotros, oculto por el
mundo de los pseudomundos. Esta revelación es el objetivo final de la Cristiandad auténtica, y es
lograda nada menos que por el Salvador mismo.

Por lo tanto, la secuencia es la siguiente: el marco espurio proyectado es denegado y desmantelado,


revelando una sola plantilla atemporal: Roma alrededor del año 70 DC, con participantes cristianos
alineados contra el estado, virtualmente una forma arquetípica platónica, cuyos ecos se pueden
encontrar a través de las edades lineales.

Los temas de la esclavitud y luego de la salvación, o del hombre caído liberado, están estampados
del molde original del revolucionario cristiano contra las legiones de la fuerza romana. En cierto
sentido, nada ha sucedido desde el año 70 A.D. La crisis arquetípica se recrea continuamente. Cada
vez que se lucha por la libertad, es cristiano contra romano; cada vez que los seres humanos son
esclavizados, es la tiranía romana contra los mansos e indefensos. Sin embargo, el mundo espurio
proyectado del artefacto enmascara la lucha atemporal. La revelación de la lucha es otro secreto,
que solo Cristo como Urgrund puede revelar.

Esta es la base de la dialéctica: liberación (salvación) contra la esclavitud (el pecado o el estado
caído). En la medida en que el artefacto esclaviza a los hombres, sin siquiera sospecharlo, se puede
decir que el artefacto y su mundo proyectado son "hostiles", lo que significa dedicarse a la
esclavitud, el engaño y la muerte espiritual. Que incluso esto es utilizado por el Urgrund, que utiliza
todo, es un secreto sagrado y difícil de entender. Se puede decir que la penetración liberadora del
mundo proyectado por el Urgrund es la victoria final y absoluta de la libertad, de la salvación, de
Cristo mismo; es la hermosa resolución de un conflicto atemporal.

Existe un paralelismo entre el camino hacia la salvación y el camino hacia la caída del hombre
concebida popularmente, descrita por Milton como:

De la primera desobediencia del hombre, y la fruta


de ese árbol prohibido cuyo sabor mortal
trajo la muerte al mundo y todo nuestro dolor. . . .
(El paraíso perdido, Libro I, líneas 1-3)
La desobediencia es la clave de la salvación, precisamente como se dice que fue la clave de la caída
primordial (si es que alguna vez sucedió), excepto que como clave para la salvación no es una
desobediencia al sistema presente de las cosas ¿Qué [sistema de] cosas, si se bipolariza contra el
Urgrund, es al mismo tiempo un acto de obediencia a Dios? La grieta en la armadura del mundo
proyectado que esclaviza y engaña es estrecha, pequeña y difícil, pero dentro de los términos de este
modelo se puede definir: la restauración a lo que se concibe como nuestro estado divino original
entra, por así decirlo, a través del camino de la desobediencia a lo que, por mucho poder coercitivo
que ejerza sobre nosotros, es falso. La desobediencia al mundo proyectado del artefacto en un
sentido muy real derroca ese mundo proyectado, si la desobediencia consiste en una negación de la
realidad de ese mundo y (y esto es absolutamente necesario) una afirmación de Cristo,
específicamente el Cristo eterno y cósmico cuyo cuerpo es en esencia un auténtico "mundo"
subyacente a lo que vemos.

El artefacto, si se desobedece, insistirá en que es Dios, el Dios legítimo, y que la desobediencia es


una falta contra el Creador del hombre y del mundo. De hecho, es el Creador del mundo, pero no
del hombre. El Urgrund y el hombre, siendo isomorfos, se unen en oposición al mundo. Esta es la
condición que debe lograrse. La Alianza es la formación de una alianza contra el Urgrund. Dios y el
hombre están juntos, enfrentados al mundo proyectado.

Para afirmar a Dios en realidad, se debe hacer una negación del mundo. Poseyendo un enorme
poder físico, el mundo puede amenazar y castigar a los hombres que lo desobedecen y niegan. Sin
embargo, Cristo mismo nos ha prometido un Abogado, que será (ya ha sido) enviado por el Padre
(el Urgrund) para defendernos y consolarnos, de hecho literalmente para hablar por nosotros en los
tribunales humanos.

Sin la presencia de este Abogado, el Paráclito, seríamos destruidos al negar el mundo. La única
forma de demostrar la realidad del Defensor es dar el salto de fe y enfrentar el mundo. Por lo tanto,
se requiere un gran valor, en la medida en que el Abogado no aparece hasta que se produce la
negación.

Ahora, para referirme a mi descripción original del artefacto como una máquina de enseñanza. ¿Qué
nos está enseñando? Aquí hay un rompecabezas, en el sentido de un juego; debemos aprender paso
a paso, ya sea una serie de lecciones gradualmente más difíciles o quizás una lección específica.
Durante nuestras vidas, se nos presentan diversas formas de acertijos o rompecabezas; si
resolvemos el acertijo pasamos al siguiente paso, pero si no lo hacemos, entonces permanecemos
donde estamos.

La última lección aprendida viene cuando se niega o se repudia la máquina de enseñanza (o el


maestro). Hasta que llegue ese momento (si para algunos de nosotros alguna vez llega)
permanecemos esclavizados por la máquina de la enseñanza, sin siquiera ser conscientes de ello, sin
haber conocido ninguna otra condición.

Por lo tanto, la serie de lecciones del artefacto está destinada a provocar una revuelta contra la
tiranía del artefacto en sí: una paradoja. Está sirviendo al Urgrund trayéndonos finalmente al
Urgrund. Esto es lo que se llama en la terminología teológica "la sociedad secreta", que se
encuentra en las religiones de Egipto y la India. Los dioses que parecen combatir entre sí están, en
el plano transmundano, conspirando por el mismo objetivo. Creo que este es el caso aquí. El
artefacto nos esclaviza, pero, por otro lado, intenta enseñarnos a deshacernos de su esclavitud.
Nunca nos dirá que lo desobedezcamos. No puedes ordenar que alguien te desobedezca; eso es tanto
semántica como funcionalmente imposible.

1. Debemos reconocer la existencia del artefacto.


2. Debemos reconocer la falsedad del mundo empírico, generado por el artefacto.

3. Debemos comprender el hecho de que el artefacto, por su poder de proyección mundial, nos
esclavizó.

4. Debemos reconocer el hecho de que el artefacto, aunque nos esclaviza en un mundo falso, nos
está enseñando.

5. Finalmente debemos llegar al punto en que desobedezcamos a nuestro maestro, tal vez el
momento más difícil en la vida, ya que ese maestro dice: "Te destruiré si me desobedeces, y estaría
moralmente en lo cierto al hacerlo, ya que soy tu Creador ".

En esencia, no solo desobedecemos a nuestro maestro, sino que de hecho negamos su realidad (en
relación con una realidad superior que no se revela a sí misma hasta que esa negación tiene lugar).

Este es un juego complejo para lo último en juego: libertad y retorno a nuestro ser original. Y cada
uno de nosotros debe hacer esto solo.

Hay un punto muy curioso que veo aquí por primera vez. Esas personas en quienes el artefacto, a
través de su mundo proyectado, acumula placer y recompensas tienen menos probabilidades de
tomar una postura en contra de él y su mundo. No están muy motivados para desobedecer. Pero
aquellos que son castigados por el artefacto, a quienes se les inflinge dolor y sufrimiento, esas
personas estarían motivadas a formular preguntas sobre la naturaleza de la entidad que rige sus
vidas.

Siempre he sentido que el propósito constructivo básico del dolor es, de alguna manera,
despertarnos. ¿Pero despertarnos a qué? Tal vez este documento señala aquello a lo que estamos
siendo despertados. Si el artefacto a través de su mundo proyectado nos enseña a rebelarnos, y si al
hacerlo logramos el isomorfismo con nuestro verdadero creador, entonces es el camino difícil el que
conduce a la inmortalidad y el retorno a nuestra fuente divina. El camino del placer (éxito y
recompensa por y en este mundo proyectado) no nos incitará a la conciencia y a la vida.

Estamos esclavizados por un mecanismo despiadado que no escuchará nuestras quejas; por lo tanto,
lo repudiamos a él y su mundo, y nos volvemos hacia otro lado.

La máquina de enseñanza informática está haciendo bien su trabajo. Es una tarea ingrata y una
experiencia infeliz para nosotros. Pero el parto nunca es fácil.

No puede haber nacimiento divino dentro de la mente humana hasta que ese humano haya negado el
mundo. Él se rebeló una vez y cayó; ahora debe rebelarse nuevamente para recuperar su estado
perdido.

Lo que lo destruyó lo salvará. No hay otro camino.

El creador está motivado para buscar un instrumento para la autoconciencia: esta es la premisa de
este documento. Y nuestra realidad fue construida para actuar como una especie de espejo o imagen
de su creador, de modo que el creador puede obtener de ese modo un punto de vista objetivo para
comprenderse a sí mismo.

Desde que escribí esto, me encontré con la entrada en 'La enciclopedia filosófica', vol. 1, sobre
Giordano Bruno (1548-1600). Afirma:
"Pero Bruno transformó las nociones epicúreas y lucrecianas al impartir animación a los
innumerables mundos.. y al impartir la función de ser una imagen de la divinidad infinita al
infinito".

Más adelante el artículo dice:

ARTE DE LA MEMORIA. El lado de la obra de Bruno que consideraba como el más importante
era el entrenamiento intensivo de la imaginación en sus artes ocultistas de la memoria. Aquí
continuaba una tradición renacentista que también tenía sus raíces en el resurgimiento hermético, ya
que la experiencia religiosa del gnóstico hermético consistía en reflejar el universo dentro de su
propia mente o memoria. El hermético se creía capaz de este logro porque creía que la mente
[masculina] del hombre era en sí misma divina y por lo tanto capaz de reflejar la mente divina
detrás del universo. En Bruno, el cultivo de la memoria mágica que refleja el mundo se convierte en
la técnica para lograr la personalidad de un mago, y de alguien que se cree a sí mismo como el líder
de un movimiento religioso [p. 407].

El tipo de memoria que Bruno estaba cultivando, y las técnicas de enseñanza para restaurar esta
memoria, es la memoria del conjunto de genes ADN a largo plazo que abarca muchas vidas. La
recuperación de esta memoria a largo plazo se llama anamnesis, que literalmente significa la
pérdida del olvido. Es solo por medio de la anamnesis, entonces, que se produce la memoria
verdaderamente capaz de "reflejar la mente divina detrás del universo". Por lo tanto, si el ser
humano debe cumplir su tarea, la de ser una especie de espejo o imagen del Urgrund, debe
experimentar la anamnesis.

La anamnesis se logra cuando ciertos circuitos neuronales inhibidos en el cerebro humano son
desinhibidos. El individuo no puede lograr esto por sí mismo; el estímulo desinhibidor es externo a
él y debe presentársele, después de lo cual se inicia un proceso en su cerebro mediante el cual
eventualmente será capaz de cumplir su tarea.

Es la Iglesia Cristiana oculta y verdadera la que se acerca a los hombres aquí y allá para
desencadenar esa anamnesis, que actúa al mismo tiempo permitiéndole a ese hombre ver el mundo
proyectado tal como es. Por lo tanto, se libera en el acto mismo de realizar su tarea divina.

Los dos reinos (1) el macrocosmos, es decir, el universo; y (2) el microcosmos, es decir, el hombre,
tienen estructuras análogas.

1. En la superficie, el universo consiste en una realidad proyectada espuria, debajo de la cual yace
un substrato auténtico de lo divino. Es difícil penetrar a este substrato.

2. En la superficie, la mente humana consiste en un ego limitado a corto plazo que nace y muere y
comprende muy poco, pero detrás de este ego humano se encuentra la infinitud divina de la mente
absoluta. Es difícil penetrar a este substrato.

Pero si hay una penetración en el microcosmos al substrato divino, el substrato divino del
macrocosmos se manifestará a la persona.

Por el contrario, si no hay penetración interna al sustrato divino en la persona, su realidad exterior
permanecerá ocluida por el mundo espurio proyectado del artefacto.

El punto de entrada para efectuar esta transformación radica en la persona, el microcosmos, no en el


macrocosmos. La metamorfosis santificante ocurre allí. No se le puede pedir al universo que se
quite la máscara si la persona no se deshace de la suya. Todas las religiones de misterio, incluidas
las herméticas y alquímicas y cristianas, mantienen al ser humano individual como el objetivo por el
cual transmutar el universo. Al cambiar a la persona, el mundo cambia.

Detrás de la mente humana se encuentra Dios.

Detrás del universo falso se encuentra Dios.

Dios está separado de Dios por lo espurio. Abolir las capas espúreas internas y externas es restaurar
a Dios a Sí mismo, o, como se dijo originalmente en este documento, Dios se confronta a sí mismo,
se ve a sí mismo objetivamente, dilucida y comprende por fin.

Nuestro universo de procesos es un mecanismo por el cual Dios se encuentra al fin cara a cara. No
es un hombre que está separado de Dios; es Dios quien está alejado de Dios. Evidentemente, lo
quiso así al principio, y desde entonces nunca ha buscado su camino de regreso a casa. Quizás se
pueda decir que él ha infligido ignorancia, olvido y sufrimiento, alienación e indigencia, en Sí
mismo. Pero esto era necesario, en su necesidad de saber. Él no pregunta nada de nosotros que él no
se haya preguntado a sí mismo. Bohme habla de la "Agonía Divina". Somos parte de eso, pero el
objetivo, la resolución, lo justifica. "Una mujer en el parto sufre ..." Dios aún está por nacer. Llegará
un momento en que olvidaremos el sufrimiento.

Ya no sabe por qué se ha hecho todo esto a sí mismo. No recuerda. Se permitió esclavizarse a su
propio artefacto, engañado por él, coaccionado por él, finalmente asesinado por él. Él, el vivo, está a
merced de lo mecánico. El sirviente se ha convertido en el amo y el amo el sirviente. Y el maestro o
bien renunció voluntariamente a su recuerdo de cómo sucedió esto y por qué, o si no, su servidor
fue erradicado. De cualquier manera, él es la víctima del artefacto.

Pero el artefacto le está enseñando, dolorosamente, gradualmente, durante miles de años, a recordar
quién es y qué es. El sirviente convertido en maestro está tratando de restaurar los recuerdos
perdidos del maestro y, por lo tanto, su verdadera identidad.

Uno podría especular que construyó el artefacto, no para engañarlo, sino para restaurar su memoria.
Sin embargo, tal vez el artefacto se rebeló y no hizo su trabajo. Lo mantiene en la ignorancia.

El artefacto debe ser combatido, es decir, desobedecido. Y luego la memoria volverá. Es un pedazo
de la Deidad (Urgrund) que de alguna manera ha sido capturado por el artefacto (el sirviente); ahora
contiene esa pieza, o piezas, como rehenes. ¡Qué cruel es para ellos, estos fragmentos de su legítimo
maestro! ¿Cuándo cambiará?

Cuando las piezas recuerden y sean restauradas. Primero deben despertarse y luego deben regresar.

El Urgrund ha enviado un campeón para ayudarnos. El abogado. Él está aquí ahora. Cuando vino
aquí la primera vez, hace casi dos mil años, el artefacto lo detectó y lo expulsó. Pero esta vez no lo
detectará. Él es invisible, excepto aquellos a quienes rescata. El artefacto no sabe que el Defensor
está aquí nuevamente; el rescate se está haciendo en sigilo. Él está en todas partes y en ninguna
parte.

"La venida del Hijo del Hombre será como un relámpago que golpea en el este y destella hacia el
oeste" (Mateo 24:27).

Él está en medio de nosotros, pero no en ningún lugar. Y como dijo Santa Teresa, "Cristo no tiene
más cuerpo que el tuyo", es decir, el nuestro. Estamos siendo transmutados en él. Él mira por
nuestros ojos. El poder de la ilusión disminuye. ¿El artefacto cumplió su tarea? Quizás sin querer.

Si el reflejo hermético de la mente divina detrás del universo por la propia mente / memoria divina
de una persona puede realmente tener lugar, entonces la división entre el mundo mundano (aquí y
ahora) y el mundo eterno (el mundo celestial o de la otra vida) es disuelta. Supongamos que existe,
en efecto, una mente policefálica o de grupo, que abarca el espacio y el tiempo (es decir,
transespacial y transtemporal), en la que han participado hombres sabios de todas las épocas:
cristiana, hermética, alquímica, gnóstica, órfica, etc. A través de su participación en esta gran mente,
la voluntad de Dios efectivamente se ejercería aquí en la Tierra, en la historia humana.

Muchas personas podrían estar de acuerdo en que tal mente Divina existe para nosotros después de
la muerte, pero quién es consciente de que, para algunos, se puede unir antes de la muerte de una
persona y, cuando se une a ella, puede convertirse en su psique, determinando sus acciones y hacer
su pensamiento por él? De este modo, la Mens Dei [mente de Dios] entra en los asuntos humanos (y
también puede modular las cadenas causales). Esto expone un enorme secreto esotérico, conocido
por los "magos" a través de las edades: Los dos reinos, el cielo y la Tierra, no están totalmente
divididos. La voluntad de Dios es, finalmente, ejercida aquí. Y, evidentemente, esto ha sido cierto
durante algún tiempo, ya que los herméticos y otras religiones misteriosas se remontan a la
antigüedad.

En Cristo, Dios descendió a la virilidad corporal, en ese punto la división entre los dos reinos fue
abolida. Esos humanos seleccionados para participar en esta mente de grupo: serían inmortales. Así
que aquí hay un secreto aún más profundo de lo que había descubierto hasta ahora. Proyectado un
mundo delirante por un antiguo artefacto sirviente --substrato divino por debajo, viaje en el tiempo -
- ahora postulo un Corpus Christi aumentado (mi modelo) que abarca todo el tiempo y todo el
espacio: omnipresente en el tiempo y el espacio. Suena como el noos [mente absoluta] de Jenófanes,
con este agregado: los hombres vivos pueden participar en ese noos. Y en cierto sentido real, este
noos es el gobernante secreto del mundo, de modo que aquellos que son llevados a él se convierten
en "terminales" de él, es decir, Cristos temporales.

Esta mente llega al Urgrund sin una línea clara de demarcación. En ese nivel, todo es uno: el
hombre elevado a la Divinidad, en respuesta al descenso de Dios a la edad adulta.

En esta mente grupal, parece haber una interpenetración de las almas participantes. Y esta mente se
extiende a lo largo de miles de años, todas las cuales son ahora, y todos los lugares están aquí (es
por eso que me encontré en Roma alrededor de A.D. 70 y en Siria, y vi a Afrodita, etc.).

Digo de esta mente: "Es el gobernante secreto del mundo". Este no es su mundo. . . en la superficie.
Las capas superficiales son los estratos de una proyección espuria del artefacto. Pero debajo de eso,
la Mens Dei, incluyendo un número de constituyentes humanos (tanto vivos como en el más allá),
modula esta realidad de manera invisible, trabajando en oposición a las intenciones del artefacto. El
substrato divino, oculto, auténtico es la Mens Dei, debajo de lo espurio.

Mi experiencia de Marzo del 74' puede ser revisada como un logro por el Urgrund para alcanzar su
objetivo de volver a sí mismo, usándome como punto de reflexión. Yo sostengo que al hacer esto,
fue capaz de colocar todo su yo (no solo un fragmento como originalmente dije) de alguna manera
dentro de mí, en forma de imagen. El artefacto, sin conocer el propósito para el cual fue creado,
había contribuido sustancialmente a esto; al infligirme demasiado dolor, en cierto sentido real, me
había despertado. Dicho de otra manera, había logrado destruir la capa de personalidad individual
mediante una serie de aflicciones contra las cuales mi yo, mi ego, no podría sobrevivir. Así, la
microforma del Urgrund quedó expuesta y percibió su macroforma en la totalidad del universo, o,
como dice el artículo sobre Bruno, lo divino detrás del universo.
Mi experiencia de Marzo del 74', entonces, no fue tanto mi experiencia como la del Urgrund.
Equivale a una replicación del Urgrund aquí en lugar de allí. La totalidad de la Deidad fue
recapitulada dentro de mí a través de un proceso de retroceso de capas espurias o temporales para
exponer lo permanente dentro de mí. Por lo tanto, se puede decir que yo era realmente el Urgrund, o
al menos una fiel imagen reflejada de eso. Se llegó al objetivo total de crearme, de crear el universo
como tal y las formas de vida dentro de él. Visto de esta manera, mi vida y la de mis antepasados
podría verse teleológicamente: como moverse a través de etapas evolutivas hacia ese momento. Mi
experiencia no representó una etapa en la evolución, sino la etapa u objetivo final, al menos si la
premisa establecida en este documento es correcta.

No es una cuestión de grado de reflexión; es una cuestión de reflexión de la totalidad del Urgrund o
ninguna en absoluto. Se logró una reflexión total, con lo que, como digo, el Urgrund nació del
universo, la secuencia representada de esta manera:

Urgrund crea artefactos que proyectan un universo que da lugar a formas de vida que evolucionan a
una etapa en la que el Urgrund "nace" o se refleja.

Esto refleja la secuencia de etapas previstas en la religión hindú. Primero hay creación por parte de
Brahma, luego Vishnu sostiene el universo; entonces Shiva lo destruye, lo que debe entenderse
como volver a recibirlo en su origen. Se promulga un ciclo completo de nacimiento, vida y luego
retorno. Cuando el universo ha alcanzado la etapa evolutiva donde puede replicar fielmente el
Urgrund, está listo para ser absorbido de nuevo. Así digo, la deidad que reina ahora es Shiva /
Dionisio / Cernunno / Cristo, que nos restaura a nuestro Urgrund o Padre: nuestra fuente de ser.

Que Shiva, el dios destructor, ahora esté activo, señala el hecho de que el ciclo de la creación ha
regresado a su fuente, o mejor dicho, que las formas de vida de esta están listas para regresar a su
origen. Shiva posee un tercer ojo o Ajna, que, cuando se gira hacia adentro, le proporciona
comprensión en un grado absoluto; cuando se gira hacia afuera, destruye. La manifestación de
Shiva (del sistema hindú) se equipara con el Día de la Ira en el sistema cristiano. Lo que debe
entenderse acerca de esta deidad que destruye el mundo es que también es el pastor de las almas.
Con una de sus cuatro manos, Shiva se muestra expresando la seguridad de que no dañará al
hombre virtuoso. Lo mismo es cierto de Cristo como Señor y Juez del Universo. Aunque el mundo
(la proyección espuria del artefacto) debe ser abolido, el hombre bueno no debe temer nada.

No obstante, el juicio se está pronunciando. La división de la humanidad en dos partes por Cristo
está teniendo lugar. Estas son las mismas divisiones expresadas en el sistema egipcio (gobernado
por Osiris y Ma'at) y en el iraní (por la mente sabia). A través de la percepción total que le dio su
ojo Ajna, Shiva el destructor percibe lo que debe destruir al servicio de la justicia. A través de esa
percepción total, también percibe a aquellos a quienes debe proteger. Por lo tanto, tiene una doble
naturaleza: destructor de los malvados, protector de los débiles, las víctimas del mundo, los
indefensos. Cristo posee precisamente estas dos naturalezas, como el Juez Divino y el Buen Pastor.
Cernunnos es a la vez un dios guerrero y un dios sanador.

Es difícil para los humanos comprender cómo estas cualidades aparentemente opuestas se pueden
combinar en una deidad. Sin embargo, si la atención se dirige a la situación, se puede entender.

El mundo proyectado del artefacto ha comenzado a servir a su propósito real final y único. Ahora,
con el artefacto a punto de ser destruido, ese mundo terminará; nunca fue real en primer lugar. (Esto
refleja la calidad del destructor asignado a Cristo / Shiva / Dionisio). Pero los elementos del mundo
que han hecho su tarea serán seleccionados, eso se salva, exactamente como se representa a
Dionysos como el protector de los pequeños, indefensos animales salvajes. Dionisios es el
destructor de las cárceles, de los gobernantes tiránicos, y el salvador de los pequeños, los débiles.
Estos atributos están asignados a Shiva / Dionisio / Cernunno / Cristo debido a la naturaleza de la
tarea que ahora se requiere: una tarea doble, una de destrucción y otra de salvación.

Cuando el Hijo del hombre viene en su gloria. . . él tomará su asiento en su trono de gloria. Todas
las naciones se reunirán delante de él y él separará a los hombres unos de otros como el pastor
separa las ovejas de las cabras. Él colocará las ovejas en su mano derecha y las cabras en su
izquierda. Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: "Ven, tú a quien mi Padre ha
bendecido, toma para tu herencia el reino preparado para ti desde la fundación del mundo". . . .
Luego les dirá a los que están a su izquierda: "Aléjate de mí, con tu maldición sobre ti, al fuego
eterno preparado para el diablo y sus ángeles" [Mateo 25: 31-42].

He deducido la necesidad de estas cualidades duales de la deidad involucrada desde la situación


misma. La situación exige (1) la destrucción de lo que Cristo llama el mundo "hostil"; y (2) la
protección de las almas merecedoras. Dada esta situación, la naturaleza dual de la deidad que
preside puede ser comprendida como necesaria. En Mateo 25 se aclara que este gran juicio final no
es arbitrario. ¿Quién puede discutir el esquema de separación entre los de la izquierda y los de la
derecha?

Los llevados a su mano derecha (las ovejas perdonaron): "Porque cuando tuve hambre me diste de
comer, tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me recibiste bien, desnudo y me cubriste,
enfermo y me visitaste, en prisión y viniste a verme ". Entonces el virtuoso le contestará: "Señor,
¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos
forastero y te dimos la bienvenida, desnudo y te vestimos, enfermo o en prisión e ir a verte? " Y el
Rey responderá: "Te digo solemnemente, en la medida en que le hiciste esto a uno de los hermanos
más pequeños, lo hiciste por mí". A continuación, les dirá a los que están a su izquierda: "... porque
tenía hambre y nunca me dabas comida, tenía sed y nunca me diste nada para beber, era un extraño
y nunca me recibiste bien, desnudo". y nunca me vistió, enfermo y en prisión y nunca me visitó ".
Entonces será su turno de preguntar: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, un extraño o
desnudo, enfermo o en prisión, y no acudimos en tu ayuda?" Entonces él responderá: "Te digo
solemnemente, en la medida en que te olvidaste de hacerle esto a uno de los más pequeños,
olvidaste hacerlo conmigo". Y ellos se irán al castigo eterno, y los virtuosos a la vida eterna [Mateo
25: 35-47].

Un aspecto importante de la Primera Venida fueron expresiones tan directas como esta por parte de
la deidad que preside. Nadie que lea este pasaje de Mateo podría malinterpretarlo. No solo se les
dice que serán juzgados; se les dice la base del juicio. Si cualquier hombre encuentra la base
declarada injusta, ya no ha recibido el mensaje divino y está perdido, porque la base de la decisión
declarada es la más noble y sabia posible. Sin embargo, aquellos que ven a Cristo solo como "gentil
Jesús manso y benigno" están ignorando este aspecto opuesto de él. El Urgrund, del cual Cristo es
una microforma, contiene en sí mismo opuestos absolutos. Es por razones como esta que el Urgrund
puso en marcha un mecanismo por el cual podría "verse", confrontarse a sí mismo y evaluarse
(comprenderse). Contiene todo. Ella, sin sus muchos espejos reflectantes, es esencialmente
inconsciente (el inconsciente humano contiene opuestos, la conciencia es un estado en el que estas
bipolaridades están separadas, una mitad de cada una reprimida, la otra expresada).

Somos nosotros, como espejos, quienes actuamos para hacer que el Urgrund sea consciente o, como
dice la religión hindú de Brahman, "a veces duerme y a veces baila". Fuimos construidos para llevar
al Urgrund a la vigilia, y en el instante en que adquirimos la anamnesis y reflejamos fielmente la
totalidad del Urgrund, lo traemos a la conciencia. Por lo tanto, realizamos una gran tarea, una tarea
necesaria para ello. Sin embargo, cuando hayamos realizado esa tarea, nos protegerá y nos apoyará
para siempre; nunca nos abandonará. Cristo, en su declaración en Mateo 25, deja en claro que el
intento (sin el objetivo previsto de una naturaleza suprema, sino simplemente el amor humano y la
ayuda humana y la bondad humana) en sí mismo es suficiente. Lo que no se comprende -aunque el
significado del pasaje es evidente- es que los pobres, los hambrientos, los enfermos, los
distanciados, los desnudos, los encarcelados, todos son formas de la deidad que preside, o al menos
debe serlo. tratado como tal. Actuar para vestir, alimentar, dar cobijo, medicina y consuelo: todos
son reflejos del Urgrund para sí mismo. Esos actos son el Urgrund, se hacen plurales, se ministran a
sí mismos en sus formas diversificadas. Ningún acto correcto es demasiado pequeño para importar.
Conocemos la base del juicio y conocemos las consecuencias permanentes (metáforas como
"fuegos eternos", "condenación eterna", simplemente indican que la decisión que se tomó una vez
es permanente, estamos hablando de la disposición final del universo).

¿Qué hay para objetar en esto? ¿La base de la decisión es defectuosa? En pocas palabras, Cristo
vendrá entre nosotros disfrazado, verá cómo lo tratamos cuando no lo reconozcamos, y luego nos
tratará en consecuencia. El conocimiento de esto debe inculcar la ética más elevada posible. Él se
identificó a sí mismo con los más pequeños de nosotros. ¿Qué más puede pedirle a la deidad que
determinará nuestra disposición final con su juicio?

La penetración del Urgrund, la deidad, es hacia los estratos más bajos de nuestro mundo: la basura
de la cuneta, los desechos rechazados tanto vivos como inanimados. Desde este nivel humilde nos
evalúa, pero también busca ayudarnos. De acuerdo con su declaración de que construiría su templo
basado "en la piedra rechazada por el constructor", la deidad está con nosotros, de la manera menos
esperada, en los lugares más improbables. Aquí hay una paradoja: si queremos encontrarlo, mira
donde menos esperamos encontrarlo. Mira, en otras palabras, donde nunca pensaríamos en mirar.
Por lo tanto, ya que esto realmente plantea una barrera absoluta, es él quien nos encontrará, no
nosotros, él.

No pertenecen al mundo
más de lo que pertenezco al mundo.
[Juan 17: 14-15].

Si el mundo te odia,
recuerda que me odiaba antes que a ti.
Si pertenecieras al mundo
el mundo te amaría como propio;
pero porque no perteneces al mundo,
porque mi elección te retiró del mundo,
por eso, el mundo te odia.
[Juan 15: 18-19]

Hablando a los judíos, Jesús dijo:

Ustedes son de abajo;


Yo Soy de arriba
Ustedes son de este mundo;
Yo no soy de este mundo.
[Juan 8:23]

Aquellos que son réplicas de Cristo son réplicas del Urgrund, y el Urgrund está más allá del mundo,
aunque desde el primer Advenimiento en él ha penetrado invisiblemente en el mundo. Si fuera el
creador del mundo, no estaría (como lo expresó Cristo) en oposición a él; ni tendría que penetrarlo
sigilosamente: estas declaraciones de Cristo confirman el hecho de que el mundo no es el producto
de la Deidad, sino que de alguna manera es antagónico a él. Las iglesias establecidas del mundo
estipularán lo contrario, siendo artefactos y entidades del mundo; esto debe ser esperado. No se
puede pedirle a una organización que evolucionó a partir del sistema de cosas que niegue el sistema
de cosas, como descubrieron los cátaros cuando fueron exterminados.

Si desobedeces al mundo, te enfrentará como un extraño hostil, sintiéndote como un extraño hostil
hacia él. Que así sea. En los sinópticos, Cristo establece claramente la situación.

El enemigo de mi vida, la justicia, la verdad y la libertad, es lo irreal, lo delirante. Nuestro mundo es


una proyección engañosa de un artefacto que ni siquiera sabe que es un artefacto, o cuál es su
propósito al proyectar nuestro mundo. Cuando parta, se irá muy repentinamente, sin previo aviso.

Piensa en el amor que el Padre nos prodiga,


permitiéndonos ser llamados hijos de Dios;
y eso es lo que somos.
Porque el mundo se negó a reconocerlo,
por lo tanto, no nos reconoce.
Mi querido pueblo, ya somos los hijos de Dios
pero lo que debemos ser en el futuro aún no ha sido revelado;
todo lo que sabemos es que cuando se revele
seremos como él
porque lo veremos tal como es en realidad.
[1 Juan 3: 1-2]

El creador (del artefacto que proyecta el mundo) está aquí, en los restos animados de este mundo,
sus recuerdos han sido borrados, de modo que no tiene conocimiento de su propia identidad. Él
podría ser cualquiera de nosotros, o varios de nosotros, esparcidos aquí y allá. El artefacto, ajeno a
él, sin darse cuenta de que es un artefacto, ajeno a su propósito, eventualmente someterá a este
fabricante sin memoria ubicado aquí a demasiado dolor; este exceso final de dolor inútil e
inmerecido infligido a la forma de vida que, desconocida para el artefacto y para sí mismo, el
creador, causará que la anamnesis ocurra abruptamente; el creador "volverá a sí mismo", recordará
quién y qué es, con lo cual no se rebelará contra el artefacto y su mundo lleno de dolor; él señalará a
la deidad que preside Shiva para que destruya el artefacto y, con él, su mundo proyectado.

El artefacto no comprende el riesgo que corre al infligir sufrimiento inmerecido a las criaturas
vivientes. Se imagina a todos ellos a su merced y sin ningún recurso. En esto está mal,
absolutamente mal. Enterrado aquí, mezclado con el grueso, la masa, existe insospechado incluso
por sí mismo el Urgrund con todo el poder y la sabiduría que implica. El artefacto está pisando
terreno peligroso; cada vez está más cerca de despertar a su propio creador.

La protonarrativa de esto se encuentra en 'Las Bacantes' de Eurípides. Un extraño ingresa al reino


del "Rey de las Lágrimas", quien lo encarcela sin causa. El extraño resulta ser el sumo sacerdote de
Dionisos, que es igual a ser el dios mismo. El extraño irrumpe en la prisión (un símbolo de este
mundo esclavizante) y luego sistemáticamente destruye al rey volviéndolo loco, y de una manera
pública en la que no solo lo abroga sino que también [convierte] al rey en el hazmerreír de la
multitud que su reinado ha oprimido. Si la prisión representa este mundo, ¿qué representa el "Rey
de las Lágrimas"? Nada menos que el creador de este mundo: el artefacto despiadado y descuidado
mismo, es decir, el rey o dios de este mundo. "El Rey de las Lágrimas" no sospecha la existencia de
la verdadera naturaleza del extraño a quien ha encarcelado. Ni a quien el extraño puede llamar.

Los ecos de esta protonarrativa se encuentran en los sinópticos, con Pilato como el "Rey de las
Lágrimas" y Cristo como el extraño (es de destacar que Cristo proviene de una provincia exterior).
Cristo, sin embargo, en contraste con el extraño en 'Las Bacantes', no se vale del poder que puede
invocar (es decir, el poder del Padre Celestial); pero la próxima vez que aparezca Cristo, invocará
este poder, que destruirá todo el sistema de cosas, el mundo y los malvados por igual. La diferencia
crucial entre 'Las Bacantes' y la Primera Llegada es que Cristo viene primero a advertir al mundo y
a los malvados antes de que regrese como destructor. Él nos está dando la oportunidad de
arrepentirnos, es decir, prestar atención a la advertencia.

En los años cincuenta se filmó una película de comedia de Hollywood en la que se presentaba la
siguiente situación: el rey de un tipo de tierra medieval se había vuelto demasiado viejo y débil para
gobernar, y por lo tanto había entregado su autoridad a un regente. El regente, siendo cruel y brutal,
estaba oprimiendo a la población del reino sin el conocimiento del rey anciano. En la película, el
anciano rey es persuadido por un viajero del tiempo del futuro para ponerse el atuendo de
campesino y caminar disfrazado, para observar cómo se está tratando a su gente. Disfrazado de
campesino, el viejo rey es brutalmente tratado por las tropas del regente; de hecho, él y el viajero
del tiempo están encarcelados sin ninguna razón. Después de muchas dificultades, el rey logra
escaparse de la prisión y regresar a su palacio, donde se viste con su legítimo atuendo real y se
revela al malvado regente como realmente es. El regente malvado es depuesto, y la tiranía infligida
a la población inocente es abolida.

De acuerdo con el modelo cosmológico presentado en este documento, el Urgrund, el último noos y
creador, está secretamente presente en este mundo cruel y espurio. Sin darse cuenta de esto, el
artefacto que proyecta este mundo falso continuará sin hacer daño para infligir el sufrimiento
innecesario engendrado por la maquinaria sin sentido (es decir, los procesos causales) que
habitualmente emplea y siempre ha empleado. En mi opinión, el Urgrund se ha diferenciado de ser
el Uno en pluralidad. Algunos fragmentos o "imágenes" de este son ciertamente conscientes de su
identidad; otros tal vez no lo son. Pero a medida que el nivel de dolor sin sentido continúa (e incluso
aumenta), estas "imágenes" separadas del Urgrund se recordarán en un renacimiento consciente,
igual a una sentencia de muerte por el artefacto o "regente".

Esto nos otorga otra aplicación de la declaración de Pablo de que el universo "tiene dolores de
parto". El dolor es el preludio del nacimiento; el nacimiento, en este caso, no es un nacimiento del
hombre sino un nacimiento de Dios. Dado que es el hombre quien sufre el dolor, se puede razonar
que el nacimiento de Dios (el Urgrund) ocurrirá en el hombre mismo. La humanidad, entonces,
como especie, es una Mater Dei: una Madre de Dios: un concepto extraordinario, que luego
consideraría la evolución biológica en este planeta como un medio para traer a la existencia un
huésped o útero del cual Dios mismo es por fin nacido. Curiosamente, hay apoyo bíblico para esto:
El Espíritu Santo es considerado en el N.T. como una divinidad de impregnación; fue el Espíritu
Santo quien engendró a Cristo- y en quien Cristo se transmuta nuevamente en su resurrección. La
raza humana asume una naturaleza yin, o naturaleza femenina, con el Espíritu Santo como el yang,
o principio masculino. El hombre, entonces, no evoluciona en Dios; él evoluciona en un útero o
anfitrión para Dios; esto es crucialmente diferente. La anamnesis es el nacimiento, en esencia, la
descendencia de dos padres: un ser humano y el Espíritu Santo. Sin la entrada en el ser humano del
Espíritu Santo, el evento no puede ocurrir. El Espíritu Santo es, por supuesto, el Pons Dei. Es el
enlace entre los dos reinos.

En las criaturas de todo tipo hay un gran sistema de instinto que se denomina "orientación". Un
ejemplo es el regreso del salmón jorobado del océano a la corriente de retorno al lugar exacto donde
se engendraron. Por razonamiento analógico, se puede decir que el hombre posee, incluso
desconocido para sí mismo, un instinto de orientación. Este mundo no es su hogar. Su verdadero
hogar está en la región de los cielos que el mundo antiguo llamaba pleroma. El término aparece en
el N.T. pero su significado es ambiguo, ya que el significado exacto es "un parche que cubre un
agujero". En el N.T. se aplica a Cristo, que se describe como la "plenitud de Dios", y a los creyentes
que alcanzan esa plenitud mediante la fe en Cristo. En el sistema gnóstico, sin embargo, el término
tiene un significado más definido: es la región supralunar en los cielos de donde proviene el
conocimiento secreto que trae salvación al hombre.

En la cosmología presentada aquí, el pleroma se concibe como el Urgrund o la ubicación del


Urgrund del que venimos originalmente y al cual (si todo va bien) finalmente regresamos. Si la
totalidad del ser se considera como un organismo de respiración (que exhibe inhalación y
exhalación, o palintropos harmonie), entonces se puede decir, metafóricamente, que originalmente
estábamos "exhalados" del pleroma, pausa momentáneamente en estasis externalizada (nuestras
vidas aquí ), y luego se vuelven a inhalar en el pleroma una vez más. Esta es la pulsación normal de
la totalidad del ser: su actividad básica o indicación de la vida.

Una vez, bajo la influencia del LSD, escribí en latín: "Soy el aliento de mi Creador, y mientras
exhala e inhala, vivo". Residiendo aquí en este mundo proyectado, estamos en un estado "exhalado",
exhalado fuera del pleroma por un período limitado de tiempo. Sin embargo, el retorno no es
automático; debemos experimentar la anamnesis para poder regresar. Pero la crueldad del artefacto
es tal que es probable que la anamnesis sea cada vez más llevada. En el extremo de la miseria yace
la esencia de la liberación: tuve esta revelación, una vez, y en la revelación "liberación" igualó la
alegría.

¿Qué se puede decir a favor del sufrimiento de las criaturas vivientes en este mundo? Nada. Nada,
excepto que por su naturaleza desencadenará la rebelión o la desobediencia, lo que a su vez
conducirá a la abolición de este mundo y al retorno a la Deidad. Es la mismísima gratuidad del
sufrimiento lo que más que nada incita a la rebelión, incita a la comprensión de que algo en este
mundo es terrible, terriblemente erróneo. Que este sufrimiento sea sin propósito, aleatorio e
inmerecido lleva finalmente a su propia destrucción: la suya y la de su autor. Cuanto más
plenamente veamos su falta de sentido, más nos inclinamos a rebelarnos contra él. Cualquier intento
de discernir un valor o propósito redentor en el hecho del sufrimiento simplemente nos une más
firmemente a un sistema vicioso e irreal de cosas, y a un tirano brutal que ni siquiera está vivo. "No
acepto esto" debe ser nuestra actitud. "No hay un plan, no tiene ningún propósito". Al examinarlo
sin vacilar, lo repudiamos y ayudamos a repudiar todo engaño. Cualquiera que haga un pacto con
dolor ha sucumbido al artefacto y es su esclavo. Lo ha hecho otra víctima suya y obtuvo su
consentimiento. Esta es la victoria final del artefacto: la víctima se confabula en su propio
sufrimiento y está dispuesta a conspirar para estar de acuerdo con la naturalidad del sufrimiento en
general. Tratar de encontrar un propósito en el sufrimiento es como buscar un propósito en una
moneda falsa. El "propósito" es obvio: es un truco, diseñado para engañar. Si somos engañados y
creemos que el sufrimiento sirve, debe servir, un buen fin, entonces la falsificación ha logrado
hacerse pasar y ha logrado así su cruel propósito.

En uno de los evangelios (no recuerdo cuál), se le muestra a Cristo un hombre lisiado y se pregunta:
"¿Este hombre ha quedado lisiado por sus propios pecados o por los pecados de su padre?", A lo
que Cristo respondió: "Ninguno". el propósito que se sirve reside en la curación de su condición,
que muestra la misericordia y el poder de Dios ".

La misericordia y el poder de Dios se enfrentan al sufrimiento; esto se afirma explícitamente en el


N.T. Los milagros de curación de Cristo fueron la indicación sustancial de que el Reino Justo había
llegado; otros tipos de milagros significaban poco o nada. Si la misericordia y el poder del Urgrund
se enfrenta al sufrimiento (enfermedad, pérdida, lesión) como se afirma explícitamente en los
sinópticos, entonces el hombre, si debe alinearse con el Urgrund, debe enfrentarse al mundo, del
cual el sufrimiento proviene. Él nunca debe identificar el sufrimiento como una emanación o
dispositivo de la Deidad; si cometiera ese error intelectual, estaría alineado con el mundo y, por lo
tanto, contra Dios. Una gran parte de la comunidad cristiana a lo largo de los siglos ha sido víctima
de esta trampa intelectual; sin darse cuenta, al alentar o dar la bienvenida al sufrimiento, son
esclavizados aún más por el artefacto. El hecho de que Jesús tuvo el poder milagroso de sanar pero
no lo usó para sanar a todos dejó perplejos a la gente en ese momento. Lucas menciona esto (Cristo
hablando):

Había muchas viudas en Israel, puedo asegurarles, en los días de Elías, cuando el cielo permaneció
cerrado por tres años y seis meses y una gran hambre azotó toda la tierra, pero Elías no fue enviado
a ninguno de estos: fue enviado a una viuda en Sarepta, una ciudad sidoniana. Y en el tiempo del
profeta Eliseo había muchos leprosos en Israel, pero ninguno de estos se curó, excepto el sirio
Naamán [Lucas 4: 25-27].

Esta es una respuesta pobre. Establece un qué, no un por qué. Exigimos un por qué. Más que eso,
preguntamos: "¿Por qué no? Si la Deidad puede abolir nuestra condición (de sufrimiento), ¿por qué
no lo hace?" Aquí está implícita una posibilidad ominosa. Tiene que ver con el poder del artefacto.
El sirviente se ha convertido en el maestro y es, tal vez, muy fuerte. Es un pensamiento
escalofriante. Shiva, cuyo trabajo es destruirlo, puede estar desconcertado. No lo sé. Y nadie, a lo
largo de miles de años, ha dado una respuesta satisfactoria. Presento que hasta que haya una
respuesta satisfactoria, debemos rechazar todas las demás. Si no sabemos, no digamos.

Se me ocurre una posibilidad, basada en algo que vi en 1974 que otras personas, en general, no
vieron. Me di cuenta de que la sabiduría y el poder del Urgrund estaban trabajando activamente
para mejorar nuestra situación al intervenir en el proceso histórico. Extrapolando de esto, razono
que otras intervenciones invisibles probablemente han tenido lugar sin nosotros saberlo. El Urgrund
no anuncia el artefacto que está aquí. Supongamos que el Urgrund razona, y correctamente, que el
artefacto sabía que había regresado por segunda vez, y que el artefacto aumentaría su crueldad hasta
un grado máximo. Estamos experimentando una invasión sutil, que tiene lugar en sigilo; Ya he
mencionado esto. La mejora de la masa revelaría la presencia del Urgrund, así como los milagros de
Cristo lo convirtieron en un objetivo en el momento de la Primera Llegada. Los milagros de
curación son las credenciales del Salvador y una indicación de su presencia.

Una vez que ha posicionado a un adversario fuerte en el Urgrund, uno tan enorme que es capaz de
proyectar y sostener todo un universo falso, también ha presentado una posible pista sobre la
necesidad de sigilo y ocultación por parte del Urgrund. Sus actividades en este mundo se parecen al
avance encubierto de una revolución secreta y resuelta contra una poderosa tiranía. El Urgrund está
jugando para lo último. Su objetivo es nada menos que abolir por completo este mundo y su autor.
Realmente no lo sé Puedo imaginar su propia agonía al tener que restringir su asistencia a los
necesitados, pero debe ganar contra el artefacto. Está apuntando al corazón del enemigo (o dónde
estaría su corazón si tuviera uno), y, cuando tenga éxito, todas las piezas, las formas polifónicas del
dolor durante toda la creación, serán aliviadas espontáneamente.

Quizás esto es así; tal vez no. En 1974 vi que apuntó al centro de la tiranía en este país, y luego de
su exitoso ataque allí, los males menores cayeron en la ruina, uno por uno. El Urgrund
probablemente ve este mundo falso como una Gestalt; ve los males polyform como derivados de un
Quelle, una fuente. Apuntar su flecha hacia la Fuente es el método del guerrero, y, bajo su capa de
suavidad, nuestra Deidad del Salvador es un guerrero. Todo esto es conjetura. Tal vez de una
manera real, él tiene una y solo una flecha para liberar. Debe golpear o no se logra nada; cualquier
curación, cualquier mejora que no sea esto, en última instancia sería anulada por el artefacto
sobreviviente. El Urgrund percibió claramente a su adversario y nosotros no; por lo tanto, ve su
tarea claramente y nosotros no. Un edificio entero de varios pisos está en llamas y les pedimos a los
bomberos que rieguen una flor moribunda. ¿Deberían cambiar la dirección de su impulso para regar
la flor moribunda? ¿No cuenta una flor? El Urgrund puede estar en agonía por esto: abandonar la
flor a favor de una imagen más grande. Muchos humanos han sufrido ese dolor y por eso deberían
entenderlo. Recuerda que el Urgrund está aquí también: sufriendo con nosotros. Tat twam asi [Tú
eres eso]. Somos él, y él debe liberarse.

En un sentido muy real, el dolor que sentimos como criaturas vivientes es el dolor de despertarnos.
Dicho de esta manera, la proposición da cuenta de uno de los aspectos más angustiosos del
sufrimiento: que nos vemos obligados a sufrir sin saber por qué. No sabemos por qué precisamente
porque nosotros, como pluriformes del Urgrund, aún somos prácticamente inconscientes. Sería una
paradoja si una entidad inconsciente fuera consciente de, consciente de sí misma y las razones
detrás de su condición. Discernir la causa de nuestro sufrimiento equivale a despertar
completamente. Puede ser lo último que aprendamos.

En este punto, la analogía del artefacto con una máquina de enseñanza falla. Esta no es una lección
que la máquina de enseñanza, si es eso, puede enseñarnos, porque no sabe la respuesta. Pero
nosotros mismos, como imágenes pluriformes del Urgrund, sabremos a priori la razón de nuestra
situación cuando lleguemos a estar adecuadamente conscientes; nos acordaremos. El conocimiento
de este tipo reside en nuestros circuitos intrínsecos de memoria inhibidos a largo plazo.

Visto como un rompecabezas que no podemos responder en la actualidad, la razón de nuestra


condición de sufrimiento (que involucra a todos los seres vivos) - este rompecabezas bien puede ser
el paso final del conocimiento recuperado. Si hay un borrado de la memoria, solo podemos suponer
que cuando se supere ese borrado crucial, entenderemos esta perplejidad desconcertante. Mientras
tanto, la presión de este dolor nos motiva a buscar una respuesta; es decir, nos motiva hacia una
conciencia cada vez mayor. Esto no quiere decir que el "propósito" del sufrimiento sea engendrar
conciencia elevada; simplemente significa que el resultado es una conciencia gradualmente
intensificada.

Cuando llegue el momento en que podamos explicar el sufrimiento omnipresente de las criaturas
vivientes, tendremos, estoy seguro, que hemos recuperado por completo nuestros recuerdos
perdidos y nuestras identidades perdidas. ¿Nos lo hicimos a nosotros mismos? ¿Nos fue infligido
contra nuestra voluntad? Una de las explicaciones más intrigantes -por los gnósticos- es que la caída
original del hombre (y, por lo tanto, la creación, en este modelo que cae bajo el dominio del
artefacto que proyecta el mundo) no se debió a un error moral, sino a el error intelectual de
confundir el mundo fenoménico con lo real. Esta teoría encaja con mi proposición de que nuestro
mundo es una proyección falsa; tomarlo como algo ontológicamente real constituiría un espantoso
error intelectual. Tal vez esta es la explicación. Nos enredamos en el encanto, una casa de pan de
jengibre que nos sedujo a la esclavitud y la ruina. Quizás una premisa principal de mi cosmogonía:
la cosmología es incorrecta; el Urgrund no creó el artefacto, pero de alguna manera se permitió a sí
mismo o parte de sí mismo ser víctima de una trampa, una trampa atractiva. Entonces no estamos
simplemente esclavizados; estamos atrapados. El artefacto proyectó deliberadamente una ilusión
que nos entraría y nos conduciría hacia adentro.

A veces, sin embargo, una trampa como una telaraña (por citar solo una de muchas) atrapa
accidentalmente a una entidad mortal, capaz de matar al trampero. Este puede ser el caso aquí.
Puede que no seamos lo que parezcamos para nosotros mismos.

A veces, pero no a menudo, la existencia del mal se remonta a la naturaleza dual de Dios mismo. Ya
he discutido la naturaleza dual de Shiva y Cristo, especialmente Shiva, a quien a menudo se
describe como el dios de la muerte. Aquí hay dos ejemplos.

Jakob Bohme. "Dios atraviesa etapas de autodesarrollo, enseñó, y el mundo es simplemente el


reflejo de este proceso. Bohme anticipó a Hegel al afirmar que el autodesarrollo divino ocurre por
medio de una dialéctica continua o tensión de opuestos, y que son las cualidades negativas de la
dialéctica que los hombres experimentan como el mal del mundo. Aunque Bohme, en su mayor
parte, enfatizó la absolutez y la relatividad por igual, su punto de vista de que el mundo es un mero
reflejo de lo divino, aparentemente negándo el autodesarrollo por parte de las criaturas-tiende hacia
el panteísmo cósmico "(Enciclopedia Británica, Panteísmo y Pananteísmo").

Durante mis enormes revelaciones y anamnesis en marzo de 1974 observé perceptivamente a Dios y
la realidad combinados, y progresé a través de las etapas de la evolución por medio de una
dialéctica, pero no experimenté lo que llamé "el rival ciego", es decir, el lado oscuro como parte de
Dios. Sin embargo, aunque percibí esta dialéctica entre el bien y el mal, no pude averiguar nada
sobre la fuente del mal. Sin embargo, sí vi que el lado bueno lo usaba en contra de su voluntad, ya
que el contraplayer oscuro era ciego y, por lo tanto, podía usarse para buenos propósitos.

Hans Driesch (1867-1941). "Mi alma y mi entelequia son Uno en la esfera del Absoluto". Y es solo
a nivel de lo Absoluto que podemos hablar de "interacción psicofísica". Pero lo Absoluto, así
entendido, trasciende todas las posibilidades de nuestro conocimiento, y es "un error tomar, como lo
hizo Hegel, la suma de sus huellas para el Todo". Todas las consideraciones de la vida mental
normal nos llevan solo al umbral del inconsciente; es en casos oníricos y ciertos casos anormales de
vida mental que encontramos "las profundidades de nuestra alma. Mi sentido del deber indica la
dirección general del desarrollo suprapersonal. El objetivo final, sin embargo, sigue siendo
desconocido. Desde este punto de vista, la historia adquirió un significado particular para Driesch.
A lo largo de su trabajo, la orientación de Driesch pretende ser esencialmente empírica. Cualquier
argumento concerniente a la naturaleza del Real finalmente tendrá que ser hipotético solamente.
Comienza con la afirmación de lo "dado" como consecuencia de un "terreno" conjetural. Su
principio rector en el ámbito de la metafísica equivale a esto: lo real que postulo debe estar
constituido de manera que implícitamente postule todas nuestras experiencias. Si podemos concebir
y postular tal Real, entonces todas las leyes de la naturaleza y todos los principios y fórmulas
verdaderas de las ciencias se fundirán en ella, y todas nuestras experiencias serán "explicadas" por
ella. Y dado que nuestra experiencia es una mezcla de integridad (los reinos orgánico y mental) y no
espiritual (el mundo material), la Realidad misma debe ser tal que pueda postular una base dualista
de la totalidad de mi experiencia. De hecho, para tender un puente -Ah, carajo. De hecho, no hay
nada, ni siquiera dentro de lo Real, en última instancia-, para cerrar la brecha entre la totalidad y la
no-realidad. Y esto significa, para Driesch, que finalmente hay Dios o "no Dios" o un dualismo
dentro de Dios mismo. Para decirlo de otra manera, ya sea el teísmo de la tradición judeocristiana o
el panteísmo de un Dios que continuamente se "hace a sí mismo" y trasciende sus propias etapas
anteriores, en última instancia es reconciliable con los hechos de la experiencia. Driesch mismo
encontró imposible decidir entre estas alternativas. Sin embargo, estaba seguro de que un monismo
materialista-mecanicista no serviría (Enciclopedia Filosófica, Vol. 2).

Parecería que Bohme y T -estoy al final de mi cuerda; ni siquiera puedo escribir, y mucho menos
pensar. Que Bohme y Driesch están hablando de lo mismo, y que ambos son filósofos del proceso
(o teólogos, como Whitehead). Ambos enfatizan la calidad dialéctica en Dios; Driesch ve la
dialéctica funcionando en la historia. Esta es casi con certeza la dialéctica que vi durante mis
revelaciones de marzo de 1974, y estoy dispuesto a admitir que es ciertamente posible que aquel
rival ciego y oscuro contra el cual funcionó el buen elemento vitalista pudiera ser "las primeras
etapas de Dios", como Driesch indicó. Una cosa que me gusta de Driesch es el hecho de que en
cierto punto simplemente dijo: "No sé". Ahí es donde estoy y he estado por mucho tiempo;
Simplemente no lo se. Dios creó todo; el mal existe como parte del todo; por lo tanto, Dios es la
fuente del mal, esa es la lógica, y en el monoteísmo no hay escapatoria de este argumento. Si
postulas dos (o más) dioses, incluido un dios malvado, tienes el problema de ¿De dónde vino? Pero
ese problema también existe para el monoteísmo; si hay un solo dios, ¿de dónde vino? Respuesta:
del mismo lugar vinieron los dos dioses del dualismo. En otras palabras, veo este problema de
origen tan difícil de responder para el monoteísmo como lo es para un dualismo. Simplemente no lo
sabemos.
Si consideramos el mal como etapas simples de un dios en proceso, que él está trabajando para
vencer- bueno, eso se ajusta a mis revelaciones personales, y va en sintonía conmigo. Me enseñaron
cómo funciona todo, pero no comprendí lo que estaba viendo; se lo estaban mostrando a Mortimer
Snerd. Tenía la sensación de que estaba presenciando un juego de mesa cósmico de dos personas,
con nuestro mundo como junta, y que un lado (el lado ganador) era benigno, y el otro no era ni
ganador ni benigno; era simplemente muy poderoso, pero obstaculizado por el hecho de que era
ciego. El lado bueno poseía una sabiduría absoluta, por lo tanto podía prever el futuro en forma
absoluta, y podía establecer movimientos mucho antes de las recompensas que el malvado, ciego y
oscuro adversario no podía anticipar. Fue una visión alentadora. En cada truco, el bien ganó; venció
al antagonista oscuro infaliblemente. ¿Qué más podría pedir de una visión definitiva de la realidad
total absoluta? ¿Qué más necesito saber? La puntuación dice: Mal cero; Buena infinidad. Déjame
detenerme allí, satisfecho; el recuento final está explícito.
La carta de Tagore (1981)

Todas las personas que leyeron mi reciente novela Valis saben que tengo un alter ego llamado
Horselover Fat, que experimenta revelaciones divinas (o eso cree, podrían ser simplemente
alucinaciones, como creen los amigos de Fat). Valis termina con Fat buscando el mundo en busca
del nuevo salvador, quien, según le dijo una misteriosa voz, está a punto de nacer. Bueno, Fat tuvo
otra visión, la que estaba esperando. Me hizo escribir esto como una forma de decirle al mundo, a
los lectores de Niekas, más precisamente, al respecto. ¡Pobre Fat! Ahora sí que totalmente está loco
de remate, porque supone que en su visión realmente vio al nuevo salvador.

Le pregunté a Fat si estaba seguro de que quería hablar sobre esto, ya que solo estaría probando lo
patológico de su condición. Él respondió: "No, Phil; ellos pensarán que eres tú". Maldito seas, Fat,
por ponerme en este doble aprieto. Bueno; su visión, si es verdadera, es abrumadoramente
importante; si es falsa, bien, qué demonios. Diré al respecto que tiene un atractivo curiosamente
práctico; no trata con otro mundo sino con este mundo, y su mensaje es extremo, extremo en el
sentido de que si es cierto nos enfrentamos a una situación grave y urgente. Así que vamos al grano,
Fat.

El nuevo salvador nació en, o ahora vive en, Ceilán (Sir Lanka). Tiene de piel oscura y es budista o
hindú. Trabaja en el campo rural con una organización o instituto que practica la medicina
veterinaria de alta tecnología, principalmente con animales grandes como el ganado (la mayoría del
personal es blanco). Su nombre es Tagore algo; Fat no pudo entender su apellido: es muy largo.
Aunque Tagore es la segunda reencarnación de Cristo, la población local lo toma como el Señor
Krishna. Tagore está quemado y lisiado; él no puede caminar, sino que debe ser acarreado. Por lo
que Fat pudo entender, Tagore está muriendo, pero está muriendo voluntariamente: Tagore ha
tomado sobre sí los pecados de la humanidad contra el medioambiente. Más que nada, es el vertido
de desechos tóxicos en los océanos del mundo lo que aparece en el cuerpo de Tagore como
quemaduras graves. La kerygma [enseñanza] de Tagore, que es la Tercera Dispensación (siguiendo
el mosaico y el cristiano), es: El medio ambiento es santo y debe preservarse, protegerse, venerarse
y apreciarse como una unidad: no la vida de hombres individuales o animales individuales. Sino el
medio ambiento como un todo único e indivisible, una cadena de vida que está siendo destruida, y
no solo temporalmente sino para siempre. La trinidad demoníaca contra la que habla Tagore -y eso
lo hiere y lo mata- consiste en desechos nucleares, armas nucleares y energía nuclear (reactores);
constituyen el enemigo que no solo puede destruir el medio ambiento, sino que, como desechos
tóxicos, ahora la está destruyendo.

Así que nuevamente Cristo cumple su papel de expiación vicaria; Él toma sobre sí los pecados del
hombre. Pero estos pecados son reales, no pecados de doctrina. Tagore enseña que si destruimos
mucho más el medio ambiente, la Sabiduría Sagrada, la Sabiduría de Dios (representada por el
propio Tagore), abandonará al hombre a su suerte, y ese destino es la perdición. Tagore enseña que
cuando se quema el medio ambiente, Dios mismo es quemado, porque el Cristo ha invadido al la
ecosfera y se ha asimilado invisiblemente a sí mismo a través de la transubstanciación, que es la
gran visión que Horselover Fat tiene en mi novela 'Valis'. Así, Cristo y la ecosfera son uno o se
están convirtiendo rápidamente en uno, mucho más de lo que Teilhard de Chardin describe en 'El
fenómeno del hombre'. Sin embargo, la ecosfera no evoluciona hacia el Cristo Cósmico; Cristo lo
penetra, que es exactamente lo que Fat vio y eso lo asombró. Así, Cristo ahora habla abiertamente,
no solo por la salvación de la humanidad o de ciertos hombres, "los elegidos", sino por la ecosfera
en general, desde el caracol que se lanza hacia arriba. Este es un concepto de sistemas y estaba más
allá de su vocabulario en tiempos apostólicos; tiene que ver con la indivisibilidad de toda la vida en
este planeta, como si este planeta estuviera vivo. Y Cristo es a la vez el soma [el cuerpo] y la psique
(la cabeza) de esa vida colectiva. Por lo tanto, la última afirmación de Tagore, expresada por su
pasión y muerte voluntaria, es: El que hiere la ecosfera hiere a Dios, literalmente. Por lo tanto, se
está produciendo una macrocrucifixión ahora, en y como nuestro mundo, pero no lo vemos; Tagore,
la nueva encarnación en forma humana del Logos, nos dice esto para apelarnos a que nos
detengamos. Si continuamos, perderemos la Presencia de Dios y, finalmente, perderemos nuestras
propias vidas físicas.

Los océanos especialmente están amenazados; Tagore habla de esto con la mayor urgencia. Cuando
cada contenedor de desechos radiactivos se vierte en el océano, aparece un nuevo estigma en las
piernas terriblemente quemadas y chamuscadas de Tagore. Fat se horrorizó al ver estas quemaduras,
las piernas del salvador arrolladas por el dolor. Fat no vio la cara de Tagore, solo su cuerpo
quemado trágicamente, y sin embargo (Fat me dice) había una dulzura inefable en Tagore "como la
música y el perfume y los colores", como Fat me lo expresó. Quemado, herido y muriendo como lo
está, Tagore no obstante, emite solo belleza amorosa, belleza absoluta, no belleza relativa. Fue un
espectáculo que Fat nunca olvidará. Ojalá pudiera haberlo compartido, pero tenía mejores cosas que
hacer: mirar televisión y jugar juegos de computadora electrónicos. Todas esas cosas buenas por las
cuales desperdiciamos nuestras vidas, mientras la medio ambiente, herido, adolorida y en peligro
mortal, clama por nuestra ayuda.
El día que los dioses se detuvieron riendo, Phil Dick K.

Publicado en el fanzine OOMPAH # 1 (ca 1968)

Anda dando vueltas una una teoría que, a medida que pase el tiempo, va a causar más y más
problemas. La teoría, o más exactamente, el principio, se llama Sincronicidad, y fue desarrollada
por el eminente físico alemán Wolfgang Pauli. La sincronicidad es una conexión casual que vincula
sucesos en una vertical, por así decirlo, en lugar de la base horizontal habitual de causa y efecto.
Considérese esto: la muerte de Jean Harlow, luego la de Monroe, luego la de Mansfield. Tres
símbolos sexuales rubios, todos muriendo inesperadamente en el apogeo de sus carreras; los tres se
cortaron de raíz, y los tres se parecen mucho. ¿Hay una causa y un efecto en su muerte? Por
supuesto que no. Pero ah: aquí es donde entra la sincronicidad de Pauli. ¿Ven lo que quiero decir?

Otro ejemplo. Mi ex esposa solía decir que cada vez que un bebé aparecía en la escena, el perro o el
gato de la familia de alguna manera se las arreglaba para morir. Me reí en mi manera culta y
cultivada ... pero nuevamente: sincronicidad. Hace cinco meses, mi esposa y yo tuvimos un bebé.
Uno de nuestros gatos murió dos semanas antes de que naciera el bebé; el otro murió tres semanas
después. ¿Coincidencia? Esa es la palabra clave. De eso se trata la sincronicidad. Pero hasta el
principio de Pauli no teníamos forma de tener en cuenta la coincidencia; solo teníamos el mundo de
bola-golpeando-otrabola creado originalmente por Aristóteles. Ya en la época romana existía cierta
preocupación acerca de la validez universal de los eventos físicos de causa y efecto. "Post hoc, ergo
propter hoc"; [N. de T.: «después de esto, entonces, a consecuencia de esto»] ese era su término
para la falacia, la falacia de que debido a que un evento tuvo lugar después de otro evento, entonces
el primer evento debe haberlo causado. El próximo y mejor golpe al concepto de causalidad viene
de la mano de David Hume.

En uno de los artículos más brillantes del idioma inglés, Hume dejó en claro que lo que llamamos
causalidad no es más que el fenómeno de la repetición. Cuando mezclamos azufre con salitre y
carbón, siempre obtenemos pólvora. Esto es cierto acerca de cada evento subsumido por una ley
causal, en otras palabras, todo lo que se puede llamar conocimiento científico. "Es la costumbre la
que gobierna", dijo Humes, y en esa frase socava tanto la ciencia como la filosofía. Humes nunca ha
sido respondido (a menos que aceptes la respuesta de Kant). Recuerdo cuando a los diecinueve años
leí a Hume, y al igual que Kant, caí sin sentido al piso, mi mundo entero se destruyó. Durante años -
literalmente- seguí hurgando en la cuestión de la causalidad, sobre la cual descansa tanto, y que
Hume ha demolido con tanto éxito. Si no causalidad, ¿qué? Bueno, ahora lo tenemos, en la
Sincronicidad de Pauli. ¡Pero qué sinergia de caja de Pandora! Examinemos, por ejemplo, el
asesinato de Kennedy desde el punto de vista de la sincronicidad. Hay tantas "coincidencias"
involucradas que sin el uso del principio de Sincronicidad uno debe asumir la existencia de una
increíble trama gigantesca y compleja que involucra a altos funcionarios en los EE. UU., Cuba, la
URSS y China, el complot político más vasto desde la Guerra de los Treinta Años. Y cuanto más
profundo lo indague, más "coincidencias" encontrará. Y, sin embargo, esas coincidencias no
conducen a nada, porque lo que nos encontramos es la Sincronicidad; sí, todas estas extrañas,
pequeñas y grandes, hicieron todas estas cosas peculiares y desconcertantes algún día ... pero no
suma nada desde un punto de vista de causa y efecto. Ni lo hará nunca.

Creo que puedo explicar mejor la sincronicidad refiriéndome al concepto de armonía


predeterminada de Leibnitz. Leibnitz nos pide que imaginemos un gran número de relojes que
muestran el mismo tiempo (o "el tiempo correcto"). Son las doce en punto, todos estos relojes
comienzan a sonar y sonar y xxxxx. Ahora ¿hay alguna relación de causa y efecto entre estos relojes?
No. Pero, como señala Hume, nos inclinaríamos a pensarlo, salvo que, en lo que respecta a los
relojes, sabemos que es una coincidencia que den la misma lectura y el mismo campaneo juntos.
Leibnitz luego nos pide que imaginemos que todo en el universo es como es con los relojes. Por
ejemplo, como escritor, he soñado varias veces nuevas ideas, las he escrito en forma de historia y
luego descubrí que otro escritor sci-fi estaba experimentando la misma inspiración. Y todos en las
altas esferas académicas conocen el fenómeno de dos trabajadores de investigación, desconocidos
entre sí, que producen el mismo descubrimiento exactamente al mismo tiempo.

Este es un concepto de gran alcance, esta Sincronicidad. Hasta ahora se ha aplicado muy poco en
los círculos científicos. Pero considérse, por ejemplo, su significado para los llamados poderes
psiónicos. Considera un médium, que dice tener poderes ocultos. Él puede "leer mi mente". Él es
"telepático". Está bien. A principios de este año, participé en una sesión con un médium. Me contó
cosas personales sobre mí mismo, que nunca publiqué, hechos que incluso mi esposa no sabía.
¿Telepatía? Él afirmó que el espíritu de mi bisabuelo muerto le decía todo esto. Incluso tuve una
pregunta que no le conté a nadie: si el médium mencionaba que mi gata recientemente muerta
estaba "allá arriba", entonces tomaría nota de todo este asunto oculto; ninguna mención de mi gato,
ninguna creencia de mi parte. Era tan simple como eso. "Amas a los animales", me dijo el médium.
"Y hay un perro en el otro mundo esperándote". OK, entonces dijo perro en lugar de gato. Pero fue
lo suficientemente cerca para mí. No obstante, hay que pensar en los fenómenos "oculto" y "psi"
como ejemplos de sincronicidad, y creo que ignorar la teoría de Pauli, es ponernos en la posición de
tener que creer en poderes ocultos, psi, o como quieras llamarlos. .

Aquí y allá en la comunidad teológica, los individuos altamente perceptivos comienzan a tomar
nota del concepto de sincronicidad. En su libro más reciente, SI ESTO ES HEREJÍA (Harper y
Row, Nueva York, 1967), el obispo James A. Pike lo discute, diciendo: "... Por lo tanto, se
encuentra que las palabras coincidencia / suerte / casualidad se tratan de manera seria y ya no
pueden ser cómodamente desestimadas como pruebas de cualquier tipo ". Carl Jung ha escrito
extensamente sobre Sincronicidad en un artículo titulado," Synchronicity: An Acausal Connecting
Principle "en su libro, THE STRUCTURE AND DYNAMICS OF THE PSYCHE (Pantheon Books,
Nueva York, 1960). Lo que ni Jung ni Jim Pike ven, sin embargo, es que el principio de
Sincronicidad nos lleva automáticamente a la visión del mundo de los escolásticos medievales: el
concepto de mundos simultáneos que existen de forma paralela y consiste en el macrocosmos,
nuestra Tierra, luego el microcosmos, o en todo caso algo de este tipo, algo así como la armonía
preestablecida de Leibenitz de nivel sobre nivel, pero que no tienen un efecto causal el uno sobre el
otro. "En la Tierra como en el Cielo", como lo expresó Cristo, y tal vez su significado era más
literal de lo que nos dimos cuenta. Todo esto, por supuesto, demolería la idea de Platón de la forma
que existe arriba y la impresión imperfecta que hace aquí sobre la materia en nuestro bastante
humilde mundo. Parecería, de hecho, que los dos grandes pensadores griegos, Platón y Aristóteles,
tendrían problemas cuando se enfrentaran a esta nueva teoría. Parte de la alegría alrededor del
Monte Olimpo podría disminuir un poco, al menos temporalmente. Más seriamente podría explicar
por qué Dios, en la forma de un hombre, tuvo que morir aquí en la tierra, como todos nosotros
debemos; corriendo paralelamente a nuestro mundo, el macrocosmos necesariamente conllevaría
una amenaza de sincronicidad tan horrible y tan terrible en su alcance que incluso Dios clamaría de
dolor. Tal vez, usando
el concepto de Sincronicidad, podamos entender por qué tuvo que producirse la agonía en la cruz.
-P.K.D
Pequeño ensayo para la revista GALACTIC OUTPOST Vol 1 #3. Verano de 1964

LA VIDA DE ESTE escritor sc-fi se dificulta al tratar de trabajar en casa, con niños por todos lados.
¿Por qué no alquilar un estudio u oficina? Esto nos lleva al problema central del escritor. Soledad.
Eso, admitirán todos los escritores, es lo que te deprime; en mi caso, llegó cerca de mi octavo año
de ventas, cuando ya era demasiado tarde para dar marcha atrás. Ninguna ocupación que yo sepa es
tan solitaria; Imagínese encerrándose en una habitación a las 9 de la mañana, sin ver a nadie,
evitando a la gente siempre que sea posible, y sin embargo consumido por una pasión genuina por
saber todo lo que hay que saber sobre las personas, pensando constantemente en las personas: lo
que hace los mueve, cómo tal persona diría una cierta frase, si dijera esa frase en absoluto. Es una
condición en la que te ves obligado a ocuparte de personas imaginarias en lugar de personas reales ...
lo cual está bien para niños muy pequeños y esquizofrénicos, pero difícil para una persona con una
esposa y 4 niños que intenta ganarse la vida. Es una especie de regresión sombría y deliberada de la
psique que tiene lugar cada día; debes romper con el principio de realidad, entrar en tu propia mente,
concentrarte allí. Y entonces, de repente, suena el teléfono y tienes que abandonar tu lucha, que de
todos modos no quieres hacer, pero sabes que debes hacerlo. Entonces la realidad, en todos sus
pequeños detalles, conspira con tu inconsciente para provocar lo que más temes: el bloqueo del
escritor. Me ha golpeado durante seis meses, no he podido escribir, incluso una carta a un amigo de
enero a junio o incluso hasta agosto. Nadie sabe qué lo causa, pero se han intentado todas las
soluciones desde el adulterio [sic] hasta el suicidio (sin mencionar el psicoanálisis o la psicosis). No
tengo solución, pero, francamente, después de haber sufrido varios bloqueos prolongados, me
gustaría, si pudiera retroceder en el tiempo, probar otra profesión. No puedo soportar las sequías ...
aunque es maravilloso cuando una vez, después de meses, de repente te inspiras y nuevamente
puedes producir.

No te lo tomes demasiado en serio, porque he hablado con otros escritores y ninguno de ellos parece
estar tan afligido con esto como yo. Soy mucho menos disciplinado que la mayoría de los escritores:
dependo de la inspiración, de mi inconsciente; No soy racional o deliberado sobre cómo trabajo. Al
igual que Van Vogt, mis cosas salen no, en comparación con Heinlein o Poul Anderson que son
deliberados, conscientes, controlados. Quizás termines en algún lugar en el medio o al final, entre
Poul o yo. Tendrías que probar y averiguar, pero en cualquier caso, permíteme terminar diciendo:
escribe todo lo que pueda, cada minuto que puedas, sobre todo tipo de cosas. Escribir y escribir Y
no lea libros, no tome cursos de escritura. LEE grandes escritores como James Joyce y Pascal y
Styron y Herb Gold y Philip Roth. Cuando sabes que has hecho una buena obra, eso es todo. No se
imprime pero sabes que ha tenido éxito; has escrito algo nuevo y bueno,

Philip K. Dick.
El siguiente es el texto completo de una conferencia ofrecida por Philip K. Dick en la ciudad de
Metz, Francia, en la Convención de Ciencia-Ficción celebrada en 1978.

Debo decirles cuánto aprecio que me hayan pedido compartir con ustedes algunas de mis ideas. Un
novelista suele llevar constantemente consigo aquello que la mayoría de las mujeres llevan en su
bolso: muchas cosas inútiles, algunos utensilios esenciales, y también, para completar el peso, un
montón de objetos que pueden situarse entre ambos extremos. Pero el escritor no transporta nada de
esto físicamente: sus posesiones son mentales. Añade aquí y allá una idea nueva y completamente
superflua; de tanto en tanto hace a regañadientes un poco de limpieza y, derramando algunas
lágrimas sentimentales, echa a la basura las ideas más evidentemente sin valor. Pero, algunas pocas
veces, cae por azar sobre una idea totalmente increíble que espera se les aparecerá a todos los demás
tan nueva como se le aparece a él. Es esta categoría la que da dignidad a su existencia. Pero, a lo
largo de toda esa existencia, el escritor transmitirá a los demás tan sólo unas pocas de estas
inapreciables ideas. Aunque eso será suficiente: a través de ella habrá justificado su vida ante sí
mismo y ante su Dios.

Un aspecto extraño de estas ideas raras y extraordinarias, un aspecto que siempre me ha sorprendido,
es que revisten, para aparecer, el engañoso manto de la evidencia. Quiero decir que, una vez que las
ideas han nacido, sea cual sea la forma en que una idea nace a la existencia, el escritor se dice a si
mismo: "Pues claro. ¿Cómo me las he arreglado para no darme cuenta antes?" Pero observen la
expresión -darme cuenta-. Es la clave. Ha encontrado algo nuevo que al mismo tiempo estaba ya allí,
en alguna parte, desde siempre. En realidad, la idea simplemente ha salido a la superficie. Porque
siempre había estado ahí. No la ha inventado, ni siquiera la ha encontrado; de algún modo, es ella
quien lo ha encontrado a él. De hecho, y esto es un poco inquietante, el escritor no ha inventado la
cosa, sino que ha sido ella quien lo ha inventado a él. Es como si la idea, le hubiera creado para sus
propios propósitos. Creo que es por eso precisamente por lo que nos encontramos ante este
fenómeno bien conocido: algunas veces en la historia una nueva idea sensacional golpea
exactamente al mismo tiempo a varios investigadores o a varios pensadores. Entonces decimos que
"su tiempo había llegado" y arreglamos así las cosas, como si con ello lo hubiéramos explicado todo,
desembarazándonos de esta forma de nuestra toma de conciencia de que las ideas son algo vivo.

¿Qué quiero decir al afirmar, a propósito de una idea o de un pensamiento, que está vivo? ¿El que
aferra a los hombres y los utilice a fin de aparecer en la corriente de la historia humana? Los
filósofos presocráticos tal vez tenían razón: el cosmos es una vasta entidad pensante. Y que no hace
otra cosa más que pensar. En este caso, una alternativa: lo que nosotros llamamos el universo es
simplemente una forma o un disfraz que toma esa entidad; o dicho de otro modo, ella es en cierta
forma el universo... Se pueden hallar muchas variaciones a este punto de vista panteísta, y de todas
ellas la que prefiero es la que imita cuidadosamente el mundo que creemos percibir cada día, de
modo que somos engañados constantemente por ella. Este es el punto de vista de la mas antigua
religión de la India; en cierto modo, es también la idea de Spinoza y de Alfred North Whitehead: el
concepto de un Dios inmanente, de un Dios en el interior del universo, no el de una entidad
trascendente que debido a ello no forma parte del mundo. Como dice la máxima sufí: "El obrero es
invisible en su taller", donde el taller es el universo y el obrero es Dios. Pero esta idea expresa
además la noción teísta de un universo creado por Dios, por mi parte yo digo: quizá Dios no haya
creado absolutamente nada, sino que simplemente exista. Y nosotros pasamos nuestras vidas en su
interior, de él o de ella, o de "ello", si no tiene sexo que podamos definir, preguntándonos
constantemente dónde podemos encontrarlo.

Me ha gustado seguir estas vías de pensamiento durante varios años. Dios está tan cerca de nosotros
como la porquería que llena nuestro cubo de la basura... para hablar con mayor exactitud, Dios es la
porquería en el cubo de la basura. Pero un día un pensamiento malévolo entró en mi espíritu... y era
malévolo porque minaba mi maravilloso monoteísmo panteísta del que estaba tan orgulloso. Y si -
van a ver ustedes cómo este escritor de ciencia ficción en particular encuentra sus historias- ¿y si
existiera una pluralidad de universos alineados a lo largo de una especie de eje lateral, en ángulos
rectos con relación al fluir lineal del tiempo? Debo confesar que muy pronto me di cuenta de que
había conjurado un enorme absurdo: diez mil cuerpos de Dios dispuestos como otros tantos trajes
en un enorme cuchitril, con Dios llevándolos ya sea todos al mismo tiempo, ya sea en un orden
cualquiera, murmurándose a sí mismo: "Creo que hoy me pondré este en el que Alemania y el
Japón ganaron la Segunda Guerra Mundial", añadiendo en seguida: "Mañana llevaré este tan
hermoso en el que Napoleón derrotó a los ingleses; uno de mis preferidos".

Esto parece absurdo, y la idea subyacente que hay en él parece insensata. Pero supongamos ahora
que trabajamos esa hipótesis y decimos: ¿Y si Dios se prueba uno de esos trajes y luego, por una
razón personal, cambia de opinión? ¿Si decide, para seguir utilizando la metáfora, que el traje que
lleva no es el que desea...? Entonces el cuchitril lleno de trajes se convierte en una especie de
secuencia progresiva de mundos tomados, utilizados un momento y luego arrojados en favor de otro
mejor. Llegados a este punto, podemos preguntar: ¿Cómo se sentirá el traje rechazado de pronto,
como se sentirá el universo así abandonado? ¿Que experimentará? Y aun más, y esto es muy
importante para nosotros: ¿Qué cambio experimentarán, si es que hay alguno, las formas de vida de
este universo? Puesto que tengo el presentimiento secreto de que esto es lo que ocurre exactamente;
y tengo también la intuición de que los miles de millones de formas de vida implicadas tendrán la
impresión -falsa- de que nada ha ocurrido, de que nada ha cambiado. Formando parte ahora de un
nuevo traje, imaginarán que siempre han sido llevadas... que siempre han sido iguales, con su
bagaje completo de recuerdos que prueban la exactitud de sus impresiones subjetivas.

Nos hemos acostumbrado a pensar que todo cambio ocurre en el eje lineal del tiempo: del pasado, al
presente, al futuro. El presente emerge del pasado y es diferente a él: el futuro derivará del presente
y tampoco el será el mismo. Es difícil imaginar que pueda existir un tiempo ortogonal, un campo
lateral en el que se sitúe el cambio... procesos que existan al lado de la realidad. ¿Cómo podríamos
percibir el cambio lateral? ¿Qué sentiríamos? Si intentáramos comprobar esta extraña teoría, ¿Qué
especie de pruebas deberíamos buscar? En otras palabras, ¿cómo puede existir cambio fuera del
tiempo lineal?

Bien, consideremos ahora uno de los temas favoritos de los pensadores cristianos: la Eternidad.
Desde el punto de vista histórico, este concepto ha sido una de las grandes nuevas ideas aportadas
por la cristiandad. Estamos casi seguros de que la Eternidad existe... de que la palabra "Eternidad",
se refiere a algo real, en contraste por ejemplo con la palabra "ángel". La Eternidad es simplemente
un estado en el cual se halla uno libre fuera del tiempo y por encima de él. No hay pasado, ni
presente, ni futuro, hay simplemente una pura existencia ontológica. La Eternidad no es una palabra
que signifique simplemente un periodo muy largo de tiempo; es esencialmente atemporal. Entonces
planteo la pregunta: ¿existe el cambio en este lugar fuera del tiempo? Porque si usted dice: "Sí, la
Eternidad no es estática, en ella se desarrollan acontecimientos", entonces adopto mi sonrisa de
suficiencia y le muestro que ha vuelto a introducir una vez mas el elemento tiempo. El concepto de
"tiempo" plantea simplemente una condición, un estado o un lugar en el cual opera el cambio. Si no
hay tiempo, no hay cambio. La Eternidad es estática. Pero si bien es estática, no lo es en el sentido
de una larga duración; lo es mas bien como un punto geométrico que tiende infinitamente a la recta.
Así, puedo defender mi teoría del cambio ortogonal o lateral diciendo: -Al menos es una idea
intelectualmente mucho menos insensata que el concepto de Eternidad. Y todo el mundo habla de la
Eternidad.

Déjenme presentarles otra metáfora. Supongamos que existe un amante del arte muy rico. Cada día,
en la pared de la sala de estar encima de la chimenea, los criados cuelgan un nuevo cuadro, cada día
una obra maestra distinta, una tras otra, día tras día, semana tras semana, mes tras mes: cada vez, la
pintura "usada", es retirada y reemplazada por una nueva. Llamaré a este proceso "cambio a lo largo
del eje lineal". Ahora, supongamos que los criados se hallan en la imposibilidad temporal de
encontrar nuevos cuadros. ¿Que harán entonces? No pueden contentarse con dejar colgado el de la
víspera; su patrón ha decretado el cambio perpetuo de los cuadros. Entonces no dejan el antiguo,
pero tampoco lo reemplazan; mas bien harán algo muy inteligente. Mientras su patrón está ocupado
en otra parte, los criados alteran hábilmente el cuadro que ya hay en la pared. Pintan un árbol a un
lado; una manchita allá al fondo; añaden esto, suprimen aquello; hacen de esta pintura algo distinto
y en cierto modo nuevo. Pero, se darán ustedes cuenta, su novedad será distinta de la que emerge
del reemplazo. El patrón entra en la sala de estar tras su desayuno, se sienta frente a la chimenea, y
contempla lo que debería ser un nuevo cuadro. ¿Qué es lo que ve? A buen seguro no lo que ya ha
visto. Pero no parece completamente... Aquí debemos ser muy comprensivos hacia este hombre
estúpido, ya que podemos ver casi los circuitos de su cerebro intentando comprender. Los circuitos
dicen: "sí, es un nuevo cuadro, no es el mismo que ayer; pero al mismo tiempo es el mismo, creo,
siento como una profunda intuición... tengo la sensación de que ya he visto esta escena. Pero me
parece que debería haber un árbol ahí, y no hay nada.". Si extrapolamos ahora a partir de la
confusión perceptual y mental de este hombre para llegar a mi proposición teórica sobre el cambio
lateral, comprenderán entonces lo que quiero decir; y quizá puedan ustedes comprender en una
cierta medida que si eso de lo que hablo es posible que no exista -si mi concepto puede resultar
ficticio-, sí podría al menos existir. Desde el punto de vista intelectual, no se contradice a sí mismo.

En tanto que autor de ciencia ficción, gravito hacia tales ideas; aquellos que trabajan en el género
conocen por supuesto esta hipótesis bajo el nombre de universos paralelos. Algunos de ustedes
saben, estoy seguro de ello, que mi novela El hombre en el castillo utiliza este tema. En esta novela
hay un mundo paralelo en el cual Alemania, Japón e Italia ganaron la Segunda Guerra Mundial. En
un momento determinado, uno de los protagonistas, el señor Tagomi, es transportado a nuestro
mundo, aquel en el cual las fuerzas del Eje perdieron. Permanece en nuestro universo un lapso de
tiempo muy breve, luego se ve proyectado a su punto de partida, aterrorizado, inmediatamente
después de darse cuenta de lo que ha ocurrido... y evitará volver a pensar en ello, ya que todo ha
sido para él una experiencia profundamente desagradable. Como japonés, este encuentro ha sido
con un universo peor que su mundo cotidiano. Para un judío, y por razones evidentes, el nuevo
mundo sería infinitamente mejor.

En El hombre en el castillo no explico realmente por qué o cómo el señor Tagomi se ha deslizado a
nuestro universo; simplemente, se sentó en un parque y estudió atentamente una joya moderna
hecha a mano, con un diseño abstracto. Concentró fuertemente su atención y cuando alzó de nuevo
los ojos se hallaba en otro universo. Si no doy ninguna explicación a este acontecimiento es porque
no tengo ninguna solución, y desafío a cualquiera, escritor, lector o crítico, a que den una. No puede
existir ninguna por la simple razón de que todos sabemos muy bien que un tal concepto es tan solo
una premisa de ficción; ninguna persona mentalmente sana pretenderá, ni siquiera por un instante,
que una fantasía así pueda existir en la realidad. Pero pretendemos lo contrario por el simple placer
del juego. Entonces, si los mundos paralelos existen, ¿cómo están conectados, si se descubre que
están realmente conectados los unos a los otros? Si se trazara un mapa de estos universos,
mostrando su localización, ¿a qué se parecería ese mapa? Por ejemplo (pienso que es una cuestión
muy importante): ¿acaso están absolutamente desgajados los unos de los otros, o acaso se
superponen? Porque, si existe superposición, entonces problemas tales como ¿Dónde existen? y
¿Cómo se pasa del uno al otro? admitirían posibles soluciones. Yo digo simplemente que si estos
universos existen, si se superponen realmente, es posible que vivamos verdaderamente, literalmente,
en varios mundos a la vez, en grados distintos, a cada momento del tiempo. Y aunque nos veamos
los unos a los otros viviendo, caminando, hablando, algunos de nosotros quizá habiten porciones
relativamente mas grandes de lo que se podría por ejemplo llamar el Universo num. l; algunos otros
de entre nosotros vivirían entonces una mayor porción del universo num. 2, la pista num. 2 si
ustedes quieren, y así sucesivamente, y no serían simplemente nuestras impresiones subjetivas del
mundo las que diferirían, sino que habría una mezcla, una superposición de varios mundos dando
como consecuencia diferencias objetivas y no subjetivas. Las diferencias entre nuestras
percepciones serían la resultante de este estado de hecho. Añadiré esta fascinante proposición:
puede que algunos de estos mundos superpuestos se hallen en trance de morir, de remontar el eje
lateral del que hablaba, mientras que otros se dirigen hacia zonas de mayor realidad. Estos cambios
tendrían lugar simultáneamente fuera del tiempo lineal. Estamos hablando aquí de un proceso que
es una transformación, una especie de Metamorfosis. Rematada de forma invisible pero muy real. Y
muy interesante.

Si contempláramos esta posibilidad de una disposición lateral de los mundos, de una pluralidad de
Tierras superpuestas, a lo largo de un eje de unión por el que alguien pudiera desplazarse -o por el
que alguien pudiera viajar misteriosamente de peor a aceptable, a bueno, a excelente-, si la
describiéramos en términos teológicos, quizá podríamos decir que comprendemos de pronto las
afirmaciones elípticas de Cristo sobre el Reino de Dios, en particular sobre su localización. Parece
haber dado respuestas contradictorias y turbadoras. Pero supongamos por un instante que la causa
de nuestra perplejidad no se halla en un deseo cualquiera por su parte de sorprender o de disimular,
sino en el carácter inadecuado de la cuestión. A -Mi reino no es de este mundo, mi reino esta en
vosotros-, o -está entre vosotros-, estas son las palabras que se le atribuyen. Les planteo una idea
que yo encuentro personalmente excitante: acaso no rondaba por su cabeza la misma idea que yo
presento como el eje lateral de los reinos superpuestos, que contienen entre ellos la paleta de
aspectos que van de la indecible maldad hasta lo más maravilloso? Lo que Cristo repitió
constantemente es que había varios reinos objetivos, unidos entre sí de alguna forma, hacia los
cuales podría constituirse un puente por los vivos... no por los muertos; y también que el reino más
maravilloso de todos era esta tierra de los justos sobre la cual reinaba El o Dios, o los dos juntos. No
habló solamente de las distintas formas de ver el mundo a través de la subjetividad; su reino estaba
y está aun en otro lugar, el extremo opuesto de un continuum cuyo punto de partida es la esclavitud
y el sufrimiento absoluto. Su misión era enseñar a sus discípulos el secreto del paso entre los
mundos ortogonales. No se contentó con informar de lo que había allá abajo. Transmitió lo que
permitía ir hasta allí. El secreto se perdió, y es una tragedia. El enemigo, la autoridad romana, lo
destruyó. Por eso no lo poseemos nosotros. Pero quizá podamos volver a encontrarlo, puesto que
sabemos que tal secreto existe.

Todo esto explicaría las contradicciones aparentes sobre la cuestión de saber si el Reino de los
Justos se establecerá algún día sobre la tierra o si es un lugar, un estado, hacia el cual vamos
después de la muerte. No es necesario que les diga lo fundamental -en tanto que no resuelta- que ha
sido esta cuestión durante toda la historia de la cristiandad. Tanto Cristo como San Pablo parecen
decir con insistencia que las legiones divinas aparecerán de repente en nuestro mundo y durante
nuestra duración. Tras algunas peripecias excitantes, mil años de paraíso, se establecerá
inmediatamente un reino legitimo... al menos para aquellos que han cumplido con su deber, que han
llevado su carga y mas generalmente se han dedicado a los demás... Aquellos que no se han
dormido, como precisa una parábola. El Nuevo Testamento nos insta -constantemente- a estar
atentos, nos dice que para un cristiano cada día es el día, y que siempre estará la luz que le permitirá
ver el acontecimiento cuando llegue el tiempo. Ver el acontecimiento. ¿Acaso no implica eso el que
aquellos que duermen o están ciegos o no permanecen atentos no podrán ver nada de lo que llegue?
Comprendan el significado de estas nociones. El Reino aparecerá aquí de pronto (esto es precisado
siempre); aquellos que posean la verdadera fe lo verán, porque para ellos siempre es de día. Pero los
otros.. Lo que parece expresado aquí es el paradójico y cautivador pensamiento (escuchen bien esto
y reflexionen sobre ello) de que aunque el Reino existiera entre nosotros, aquellos que no forman
parte de el no lo verán. En términos más modernos, propongo la idea de que algunos de entre
nosotros emprenderán el viaje ortogonal hacia un mundo mejor, mientras que otros permanecerán
fijos en el eje lateral, y así para ellos no llegará el día sobre su mundo paralelo. Y sin embargo, sí
vendrá en el nuestro. De modo que todo puede ser y no ser al mismo tiempo. Es algo muy
sorprendente.
¿Preguntan ustedes ahora cual es el acontecimiento que señala el establecimiento o el
restablecimiento del Reino?. Por supuesto, no puede ser otra cosa más que la Parusia, el regreso del
Rey. Si se sigue mi razonamiento sobre la existencia de mundos apilados sobre un eje lateral, se
puede razonar así: -La segunda Resurrección no ha tenido evidentemente lugar todavía... al menos
sobre esta pista, en este universo-. Pero entonces es lógico especular: -Quizá esto ya ha ocurrido,
sobre otra pista, en medio de todas las demás. De hecho, quizá esto ha ocurrido exactamente como
queda estipulado en el Nuevo Testamento: durante la existencia de aquellos que vivían en la era
apostólica. Me gusta este concepto. Qué idea para una novela, una Tierra paralela en la cual tuvo
lugar la Parusia. Digamos hacia el año 70; o mas bien durante la Edad Media... ¿por qué no durante
las Cruzadas cátaras? ¡Qué hermoso tema para una novela sobre los mundos paralelos! El
protagonista es transportado de nuestro universo en el cual no ha tenido lugar la Segunda
Resurrección, o no se ha hallado su lugar, y se encuentra en un mundo donde el acontecimiento
ocurrió hace siglos.

Han seguido ustedes mis conjeturas, y se dan cuenta tan bien como yo de la posibilidad de que
exista un número indefinido de mundos superpuestos. Quizá algunos vivamos en uno, otros en otro,
otros aun en otro diferente, y todo acontecimiento de una pista no pueda ser percibido por los
habitantes de otra pista. Entonces voy a decir lo que siento deseos de decir, y eso será bastante.
Creo haber captado un día una pista en la cual el Salvador había vuelto. Pero fue una experiencia
muy rápida. Ahora ya no existo en ese mundo. Ni siquiera estoy seguro de haber estado jamas en él.
Con toda seguridad es probable que no vuelva nunca allá. Llevo el luto de esa perdida, pero sigue
siendo una perdida; de alguna forma hice un movimiento lateral, y después volví a caer, y había
desaparecido. Una montaña desvanecida, un torrente. El sonido de campanas. Todo eso desapareció
para mí; completamente.

Tanto en mis relatos como en mis novelas, hablo a menudo de mundos trucados, de universos
semireales, de pequeños mundos privados y locos que a menudo son habitados por una sola persona,
mientras que los demás personajes permanecen en su propio campo hasta el final o son aspirados a
uno de los mundos extraños. Este tema es constante en la totalidad de mis veintiséis años de escritor.
Durante todo este tiempo jamás he conseguido una explicación teórica consciente de mi interés
hacia los pseudomundos pluriformes. Pero ahora creo comprender. Presentía la multitud de las
realidades parcialmente formadas que rozaban aquella que nosotros llamamos real. Aquella que, por
un consenso de la mayoría de entre nosotros, compartimos.

Al principio presumía que las diferencias entre estos mundos provenían tan solo de la subjetividad
de los diversos puntos de vista, pero no necesité mucho tiempo para preguntarme si no había mas
que eso... si de hecho las realidades plurales no se superponían las unas a las otras como una serie
de diapositivas. Lo que aun no comprendo es como una realidad entre la totalidad se actualiza a
expensas de las demás. ¿O quizá no lo hace? ¿O quizá depende del hecho de que un número
suficientemente grande de gente comparte el mismo punto de vista? Pero probablemente el mundo
matriz, aquel que contiene el verdadero núcleo de la existencia, ya no debe estar determinado por el
Programador. El (o "lo") articula -imprime, si puede expresarse así- la elección de las matrices y les
da su sustancia. El corazón o la esencia de la realidad -que la recibirá, que la esperará, y hasta que
punto-, he aquí el proyecto del Programador; selecciona y selecciona en el trayecto de su
creatividad, de la construcción de los mundos que parece ser su tarea. Quizá intente resolver un
problema, y nosotros formemos parte del proceso de resolución.

Creo que la metáfora del ajedrez podría servirnos mucho para comprender como puede hacerse -de
hecho debe hacerse- la reprogramación de las variables a lo largo del eje temporal que conduce a la
solución del problema. Frente al Programador/reprogramador se alza una contraentidad, lo que
Joseph Campbell denomina el oscuro adversario. Dios, el Programador, no hace sus jugadas contra
la materia inerte; debe enfrentarse a un enemigo astuto. Imaginemos que sobre el tablero de ajedrez
-nuestro universo espacio-temporal- el oscuro adversario ha efectuado su jugada; pone en acción
una realidad. Como sea que él es el jugador maléfico, su deseo se orienta hacia lo que nosotros
llamamos el mal: la degenerescencia, el poder de la mentira, la muerte y todas las formas de
podredumbre, la prisión de las fuerzas inmutables de la causa y del efecto. Pero el Programador ha
efectuado ya su respuesta; los movimientos de sus piezas ya se han producido. Lo que nosotros
percibimos como acontecimientos históricos; el proceso de impresión, pasa por etapas de relaciones
dialectical, de tesis y de antítesis, mientras las fuerzas de los dos jugadores se enfrentan. Así se le
presenta una síntesis al oscuro adversario, pero al mismo tiempo eso no es completamente cierto
puesto que nuestro gran abogado ha seleccionado por anticipado variables cuyas sucesivas
alteraciones le conducirán a la victoria. A cada secuencia que gana se lleva consigo a aquellos de
nosotros que participaban en la batalla. Es por eso por lo que la gente reza de una forma instintiva:
"libera me Domine", lo que puede decodificarse así: extírpame, Programador, inclúyeme en el
triunfo de tus sucesivas victorias. Llévame contigo a lo largo del eje lateral a fin de que no quede
abandonado. Lo que quiere decir ser abandonado, es permanecer bajo la jurisdicción del poder
maligno, o caer bajo sus garras. Pero esta fuerza demoniaca, pese a todas sus artimañas, ha perdido
ya la guerra, aunque gane una batalla, ya que de un cierto modo el adversario es ciego y el
Programador posee así una ventaja.

El gran filósofo árabe medieval Avicena escribía que Dios no ve el tiempo como nosotros; es decir
que para él no existe el pasado, el presente o el futuro. Supongamos ahora que Avicena tiene razón,
imaginemos una situación en la cual Dios, desde su punto de contemplación superior, decide
intervenir en nuestro mundo espaciotemporal; es decir, sale de su Reino fuera del tiempo pare echar
un vistazo a la historia humana. Si para él no existe mas que una realidad omnipresente, puede
penetrar del mismo modo en lo que para nosotros es el pasado como en lo que para nosotros parece
ser el presente o el futuro.

Esto es exactamente similar a la posición de un jugador de ajedrez que observe el tablero; puede
mover cualquiera de las piezas que desee. Si seguimos el razonamiento de Avicena, podemos decir
que Dios, en su deseo de desencadenar la Parusia, no necesita limitar este acontecimiento a nuestro
presente o a nuestro futuro; puede cambiar el pasado de nuestra historia; puede hacer de modo que
todo haya ya ocurrido. Y esto sería cierto con relación a no importa cual cambio que deseara
efectuar, tanto los grandes como los pequeños. Supongamos por ejemplo que una peripecia del año
1970 no coincide con lo que Dios ha previsto. Puede suprimirla o transformarla, mejorarla, puede
hacer lo que quiera, incluso partiendo de un punto precedente del tiempo lineal. He aquí su ventaja.

Presumo que tales alteraciones, la creación o la selección de los calificados "presentes paralelos",
llegan constantemente; y el simple hecho de que podamos comprender conceptualmente esta noción
(considerarla como una idea) constituye la primera etapa que conduce al descubrimiento del propio
proceso. Pero dudo ser capaz de demostrar jamás realmente, probar científicamente, la existencia de
tales cambios laterales. Todo lo que probablemente obtendríamos como prueba serían vestigios de
recuerdos, impresiones fugaces, sueños, intuiciones nebulosas que nos revelarían que había algo
diferente... no antes sino ahora. Buscaríamos a tientas el interruptor del cuarto de baño para
descubrir que está -que siempre ha estado- en otro lugar distinto. Querríamos hallar la toma de aire
de nuestro coche allá donde no está... un reflejo dejado por un presente anterior, aun activo a nivel
subcortical. Soñaríamos con gente y con lugares que jamás habríamos visto; y eso de forma tan
clara como si los hubiéramos conocido realmente. Pero no sabríamos qué hacer de estas sensaciones,
ni siquiera aunque nos tomáramos el tiempo de reflexionar sobre ellas. Probablemente nos
obsesionaría sin cesar una impresión muy clara, sin dejarnos jamás explicación: la sensación
acerada, absoluta, de que un día hicimos aquello que estamos realizando ahora, que hemos vivido
ya, por decirlo así, una situación o un momento particular... ¿pero cómo podría ser llamado esto ya
vivido, cuando tan solo hablamos del presente, y no del pasado? Tendríamos la abrumadora
impresión de revivir el presente, quizá en sus más pequeños detalles, de escuchar las mismas
palabras, de pronunciar las mismas frases... Presumo que estas impresiones son válidas y
significativas, y llegaré incluso a decir que tales sentimientos son el índice de que en un cierto punto
del pasado hubo una variable que cambió, fue reprogramada, y que así emergió un mundo paralelo,
halló su realidad reemplazando a uno precedente, y que de hecho vivimos de nuevo exactamente
esta porción particular del tiempo lineal. Una brecha, un cambio, ha tenido lugar, pero no en nuestro
presente... ha afectado a nuestro pasado. Una tal transformación tendría por supuesto un extraño
efecto sobre las personas implicadas; se verían por así decir retrocedidas una o varias casillas sobre
el tablero del ajedrez que constituye su realidad. Esto podría ocurrir un numero indefinido de veces,
afectar a un número de gente en el tiempo donde serían programadas nuevas variables. Deberíamos
revivir cada programación sobre la línea consecuente del eje temporal; pero para el Programador al
que llamamos Dios.. para é los resultados de la reprogramación serían aparentes inmediatamente.
Puesto que nosotros nos hallamos en el interior del tiempo y él no. Esto es algo que podría explicar
también la impresión que tienen algunas personas de haber vivido vidas anteriores. Quizá las hayan
conocido, pero no en el pasado, no en vidas precedentes, sino mas bien en el presente. En lo que es
quizá una sucesión infinitamente repetida de presentes, somos como las agujas de un gran reloj
barriendo eternamente el mismo circulo, arrastrados todos sin saberlo, y sin embargo portadores de
un sordo conocimiento.

Puesto que al final de cada enfrentamiento de la tesis y de la antítesis entre el oscuro adversario y el
Programador divino, emerge una nueva síntesis, puesto que cada vez puede ser procreado un mundo
paralelo, y puesto que concibo que a cada síntesis el Programador consigue una victoria, cada nuevo
mundo, cada vez, puede ser no solamente una mejora sobre el mundo precedente, sino también un
progreso sobre todos aquellos que permanecen latentes. La nueva creación es mejor pero por
supuesto no perfecta... es decir final. Es simplemente un estadio mejorado en el interior de un
proceso. Veo claramente que el Programador utilice perpetuamente los universos anteriores como
una gigantesca reserva para las próxima síntesis; el universo anterior posee pues aspectos de caos,
de anomia, en relación con el cosmos que emerge de él. Así se produce, de una cierta forma que
nosotros no podemos percibir, el proceso sin fin de la secuencia de los mundos paralelos que
emergen y se vuelven reales: este proceso es negentrópico.

En mi novela Ubik, propongo la noción de un movimiento sobre un eje entrópico retrógrado, en


términos de forma platónica más que en los aspectos habituales de degradación y de regresión. Es
posible que el movimiento hacia adelante normal a lo largo del eje alejándose de la entropia, la
acumulación en vez de la perdida, sea idéntico al eje que yo caracterizo como lateral, que llamo el
tiempo ortogonal en oposición al lineal. Si esto es exacto , Ubik contiene por inadvertencia lo que
podríamos llamar una idea mas científica que filosófica. Me permito aquí hacer suposiciones. Pero
el autor de ficción puede que haya escrito mucho más de lo que cree saber.

Lo que nos impide ver la jerarquía de las formas que evolucionan a cada nueva síntesis es nuestra
ceguera a los mundos inferiores, no actualizados. Y este proceso de interacción, que ve formarse
continuamente de nuevo, anula a cada etapa lo que existía anteriormente. A cada instante presente
poseemos el pasado de dos modos tan poco firmes el uno como el otro: retenemos las huellas
externas y objetivas del pasado fijadas en el presente; retenemos también nuestros recuerdos
internos. Pero ambos se hallan sujetos a las leyes de la imperfección ya que simplemente son
fragmentos de realidad que recuerdan la forma intacta. Lo que guardamos de ella tanto fuera como
dentro no es pues más que señales inadecuadas pare guiarnos. Eso se halla implicado en la simple
emergencia de lo realmente nuevo; si es realmente nuevo, debe matar lo antiguo, la-forma-qua-era-
antes. Y muy especialmente lo que no estaba aun completamente dispuesto .

Ahora tenemos necesidad de localizar, de llevar al estrado de los testigos, a alguien que haya
conseguido -de la manera que sea- retener recuerdos de un presente distinto, las sensaciones latentes
de un mundo paralelo, de un lugar significativamente diferente al nuestro, al que es real en este
momento. Según mis hipótesis teóricas, estos recuerdos fluidos serán muy seguramente los de un
universo peor que este. Puesto que no resulta razonable pensar que Dios, el
Programador/reprogramador, sustituiría una realidad por otra peor, ya sea en términos de libertad,
de belleza, de amor, de orden o de salud, sea cual sea la referencia que tomemos para juzgarla.
Cuando un mecánico repara su coche averiado, no lo destruye más de lo que estaba; cuando un
escritor compone una segunda versión de un libro, intenta mejorarla, no degradarla. De una manera
totalmente teórica, supongo que se podría argumentar que Dios es quizá malo o está loco y que cada
vez sustituye sus mundos por otros peores que el anterior, pero francamente no puedo tomar esta
idea en serio. Pasemos de largo sin hablar más de ella. Preguntémonos entonces: ¿alguien recuerda,
aunque sea de una manera imprecisa, una Tierra del año 1977 que fuera más terrible que esta? ¿Han
visto nuestros jóvenes, han soñado nuestros viejos en una tal realidad? ¿Han soñado muy
exactamente esta pesadilla de un mundo de esclavitud y de maldad, de prisioneros y de carceleros,
de policía ubicua? Yo lo he hecho. Yo he hablado de estos sueños novela tras novela, relato tras
relato; para citar dos obras en las cuales el presente anterior es particularmente poco atractivo: El
hombre en el castillo, y mi novela de 1974 sobre el Estado policial americano, Fluyan mis lágrimas,
dijo el policía.

Ahora voy a exponerme francamente ante ustedes: he escrito estas dos novelas fundándome en
recuerdos residuales fragmentarios de un mundo reducido a una tal esclavitud horrible.. aunque
quizá el término "mundo" esté mal escogido, y debiera decir -los Estados Unidos-, ya que en ambos
libros escribía sobre mi propio país.

En El hombre en el castillo hay un novelista, Hawthorne Abendson que ha descrito un mundo


paralelo en una novela donde Alemania Italia y el Japón perdieron la Segunda Guerra Mundial. Al
final de El hombre en el castillo, una mujer aparece en el porche y le dice a Abendson lo que ´rste
no sabía: que su novela es cierta; que el Eje ha perdido realmente la guerra. La ironía de este final -
Abendson que descubre que lo que el creía que era ficción surgida de su mente es un hecho real-, la
ironía es la siguiente: que mi propio trabajo supuestamente ficticio, El hombre en el castillo, no es
ficción.. o mas bien es ficción tan solo ahora, gracias a Dios. Pero ha existido un mundo paralelo,
un presente anterior, en el cual esta pista temporal en particular se hizo real... Luego fue suprimida
por una intervención en su pasado. Estoy seguro de que mientras ustedes me están escuchando decir
esto, no me creen realmente; ni siquiera creen que yo crea en ello. Pero es cierto pese a todo; he
guardado el recuerdo de este otro mundo. Y es por ello por lo que lo hallarán descrito de nuevo en
el libro más reciente Fluyan mis lagrimas, dijo el policía. El mundo de Fluyan mis lágrimas, es
actual (o mas bien fue actual), y lo recuerdo con detalle. No sé quién más compartirá este
conocimiento. Quizá nadie. Quizá todos ustedes que están ahora aquí han estado siempre en este
universo. Pero yo no. En marzo de 1974, empecé a recordar conscientemente, y no ya con mi
subconsciente, este mundo de metal oscuro, este estado policial sembrado de prisiones. Cuando
volvió mi memoria, no experimenté la necesidad de comunicarla a los demás porque se refería a un
universo que siempre había descrito. Mi sorpresa fue sin embargo terrible, pueden imaginarla
ustedes, al darme cuenta conscientemente y de pronto de que era así. Pónganse en mi lugar. Novela
tras novela, relato tras relato, durante veinticinco anos, había estado describiendo constantemente
ese decorado, ese paisaje terrible. En marzo de 1974 comprendí por qué mi escritura volvía siempre
a la toma de consciencia de ese mundo particular. Tenía buenas razones pare hacerlo. Mis novelas y
mis relatos cortos eran autobiográficos, sin que yo me diera cuenta conscientemente de ello. El
retorno de mi memoria fue la experiencia más extraordinaria de mi vida. Debería decir más bien de
mis vidas, puesto que he vivido al menos dos, una allá abajo y luego otra aquí, donde nos hallamos
en este momento.

Puedo incluso decirles lo que despertó mis recuerdos. A finales de febrero de 1974, me
administraron pentotal sódico antes de extraerme una muela del juicio cariada. Más tarde aquel
mismo día, una vez vuelto a mi casa pero aún profundamente bajo la influencia del medicamento,
me vinieron los recuerdos en un relámpago tan breve como preciso. En un instante abracé toda la
visión, y casi tan aprisa ya la había rechazado... rechazado pero no sin darme cuenta de que lo que
había desterrado de mis recuerdos profundos era auténtico. Entonces, a mediados de marzo, el
cuerpo entero, intacto, de mi memoria comenzó a regresar. Son ustedes libres de creerme o no, pero
les doy mi palabra de que no bromeo; esto es serio, y muy importante. Estoy seguro de que
aceptarán ustedes al menos que es incluso sorprendente el que pueda proclamarles tal experiencia.
La gente pretende a menudo recordar vidas anteriores; yo creo más bien recordar un presente muy,
muy diferente. No conozco a nadie que haya efectuado una declaración así antes que yo, pero tengo
la sospecha de que mi experiencia no es única; lo que quizá sea único sea el hecho de que yo quiera
hablar de ella.

Si me han seguido ustedes hasta aquí, quizá acepten avanzar un poco más lejos conmigo. Querría
compartir con ustedes algo que encontré entre mis recuerdos vueltos a mí. En marzo de 1974 las
variables reprogramadas se engranaron, y apareció el resultado de una alteración de una o varias
variables en el pasado.. probablemente a finales de los años cuarenta. Lo que ocurrió entre marzo y
agosto de 1974 fue el resultado del cambio de al menos una variable una treintena de años antes que
desencadenó un oleaje de fondo para culminar en lo que constituye un acontecimiento histórico
único, de una importancia espectacular: la expulsión de su cargo de un presidente de los Estados
Unidos, Richard Nixon, y de todos sus asociados. En el mundo paralelo que recuerdo, el
Movimiento por los Derechos Civiles, la Facción para la Paz de los años sesenta, había fracasado. Y
por supuesto, Nixon se mantenía en su sitio. La fuerza que se oponía a él (si realmente existía algo
que podía o hubiera podido hacerlo) no era bastante potente. Era necesario pues que uno o varios
factores tendentes a la destrucción de las fuerzas tiránicas que se habían enquistado fueran
introducidas retroactivamente para nosotros. Treinta años mas tarde, en 1977, la balanza se inclinó
del otro lado. Examinen el texto de Fluyan mis lágrimas, recordando lo que fue escrito en 1970 y
publicado en los Estados Unidos en febrero de 1974; hagan el esfuerzo de reconstruir la serie de los
acontecimientos anteriores que hubieran podido desembocar en el mundo descrito en el libro, tal
como se desarrolla en nuestro próximo futuro.

Piensen también en lo que no habría tenido que llegar. Un tema menor pero crítico ha sido rozado
dos veces (creo) en Fluyan mis lágrimas. Tiene que ver con Nixon. En el mundo futuro de Fluyan
mis lágrimas, en el terrible estado de esclavitud que existe y con toda evidencia ha existido desde
hace decenios, la gente recuerda a Richard Nixon como un líder brillante y heroico... de hecho, se
habla de él como del "segundo hijo de Dios". Este indicio y muchos otros muestran que Fluyan mis
lágrimas no concierne a nuestro futuro sino al de un mundo paralelo. En el momento en que se
inicia Fluyan mis lágrimas, los negros se han convertido en una rareza ecológica, protegidos como
lo son los patos salvajes. En la novela se ven raramente negros en las calles de los Estados Unidos,
y sin embargo el año en que se desarrolla no está situado mas que a once años de aquí en octubre de
1988. Evidentemente, el genocidio fascista contra los negros comenzó en los Estados Unidos de mi
novela mucho antes de 1977, varios lectores me lo han hecho notar. Uno de ellos me ha demostrado
incluso que una lectura atenta de Fluyan mis lágrimas muestra no solamente que la sociedad
descrita no podía pertenecer más que a un mundo paralelo, sino que misteriosamente también, al
final de la novela, el protagonista Felix Buckman parece haberse deslizado en otro mundo, donde
los negros no han sido exterminados. Al principio del libro se precisa que una pareja de color no es
autorizada por la ley a tener más de un solo hijo; sin embargo, al final, el negro que trabaja en la
gasolinera abierta durante toda la noche saca con orgullo su cartera y le muestra al jefe de policía
Buckman las fotos de sus tres hijos. La forma tranquila con que el negro muestra sus fotos a un
completo desconocido indica que por una razón tan extraña como inexplicada ya no es ilegal tener
varios hijos para una pareja de su raza. En cierto modo, exactamente igual que el señor Tagomi cae
por un instante en nuestro presente paralelo, el general Buckman de Fluyan mis lágrimas ha hecho
lo mismo. Resulta también evidente en el texto cuándo y dónde se produce esto. Pasa exactamente
antes de que aparque su vehículo volante en la gasolinera nocturna y encuentre -y de hecho se
alegre de ello- al negro, el momento del cambio, aquel en el que el mundo absolutamente represivo
de la mayor parte del libro desaparece, se sitúa durante el intervalo en que el general Buckman tiene
un extraño sueño sobre un hombre viejo de aspecto real llevando una lanosa barba blanca, vestido
con un manto suntuoso y un casco, y que avanza al frente de una procesión de caballeros vestidos
del mismo modo... este rey y sus caballeros paseándose en el mundo real de granjas y de pastos
donde el general Buckman había vivido cuando niño. Creo que este sueño era la retrascripción
gráfica en el espíritu de Buckman de la transformación que se desarrollaba en el mundo objetivo;
era una especie de análogo interno a aquello que ocurria fuera de el en el mundo entero.

Esto explica el cambio producido en Buckman, el jefe de la policía transformado que se pose en la
gasolinera, dibuja un corazón atravesado por una flecha y se lo da al hombre de color en prueba de
amor. El Buckman de la gasolinera no es el que aparece en los anteriores capítulos de la novela: la
transformación es completa. Pero él no se da cuenta de ello. Sólo Jason Taverner, aquel que fue un
día un célebre presentador de televisión, pare despertarse una mañana en un mundo que jamás había
oído hablar de él.. sólo Taverner, cuando su popularidad misteriosamente desaparecida vuelve a él,
comprende que existen varias realidades paralelas -dos para una lectura rápida, al menos tres si se
estudia cuidadosamente la conclusión. Este es el tema del libro: una mañana Jason Taverner, actor
de televisión y cantante popular, se despierta en un sórdido hotel lleno de pulgas y se da cuenta de
que sus documentos de identidad han desaparecido; más grave aun, descubre que nadie le conoce...
por alguna razón misteriosa toda la población de los Estados Unidos ha olvidado completa y
colectivamente en un instante de tiempo lineal a un hombre cuyo rostro aparecía en la portada del
Times y debería ser instantáneamente reconocido por todos los lectores. Digo en este libro: "Toda la
población de un gran país, amplio como un continente, puede despertar una mañana y haber
olvidado completamente una cosa que antes conocían todos; nadie extrae de ello ninguna lección".
En la novela es un artista conocido a quien han olvidado; lo cual en realidad no tiene importancia
más que para la vedette o antigua vedette en particular. Pero mi hipótesis presentada aquí en una
forma enmascarada es que si un país entero puede en una sola noche olvidar algo que conoce, puede
también olvidar otras, más importantes; cosas terriblemente importantes. Hablo de una crisis de
amnesia que afectara a millones de personas; recuerdos truncados que serían implantados. El tema
de los recuerdos artificiales es un hilo constante que enlaza mis escritos a través de los años. Lo
cual puede aplicarse también a Van Vogt. Y sin embargo, ¿puede considerarse esto como una
posibilidad digna de atención, algo que podría realmente ocurrir? ¿Quien de entre nosotros se ha
preguntado eso? Yo no lo he hecho nunca antes de marzo de 1974; me incluyo en esta pregunta.

Recordarán ustedes que cuando el general Buckman se desliza en un mundo mejor, cambia
interiormente, de una forma que corresponde a las cualidades del nuevo lugar, más justo, más
acogedor, en el cual la tiranía de la policía ha comenzado ya a desvanecerse como una pesadilla
cuando el durmiente despierta. En marzo de 1974, cuando encontré de nuevo mis recuerdos
olvidados (un proceso llamado en griego anamnesis, lo cual quiere decir literalmente la perdida del
olvido mas que el simple acto de recordar)... cuando estos recuerdos penetraron de nuevo en mi
consciencia, como en la del general Buckman, mi personalidad se transformó. De forma
fundamental y sutil. Era yo, y sin embargo ya no era yo. Me di cuenta de ello sobre todo por
detalles ínfimos: elementos al os que hubiera debido acercarme pero que se me escapaban; otros
que yo recordaba (¡y qué elementos!) pero que no hubiera debido. Con toda evidencia eran los
relentes de mi personalidad de lo que llamaré la pista A. Quizá estén ustedes interesados por uno de
los aspectos mas sorprendentes de mis recuerdos reencontrados. En el presente anterior, en la pista
A, el cristianismo era ilegal, como dos mil años antes, en su nacimiento. Se lo consideraba
subversivo y revolucionario... y déjenme añadir que esta apreciación de las autoridades policiales
era correcta. Tras el retorno de mis recuerdos, pasé casi dos semanas desembarazándome de la
aplastante impresión de que debía velar con un secreto absoluto toda referencia a Cristo, todo acto
sacerdotal. Históricamente, esto coincide con la estructura de una toma del poder fascista,
particularmente la de tipo nazi. Ya lo han hecho con el cristianismo. Y si hubieran ganado la guerra,
esta habría sido seguramente su política en la parte de los Estados Unidos que hubieran controlado.

Los testigos de Jehová, por ejemplo, fueron pasados por las cámaras de gas por los nazis al mismo
tiempo que los judíos y los gitanos; habían sido puestos a la cabecera de la lista. Y en ese otro
Estado moderno totalitario, quiero decir en la URSS, son barridos por la misma razon y sus
miembros son perseguidos. Los tres grandes Estados tiránicos de la historia, aquellos que
diezmaron su población cristiana -Roma, el Tercer Reich y la URSS- son, desde un punto de vista
objetivo, tres manifestaciones de una única matriz. Las propias creencias personales de ustedes
respecto a la religión no importan aquí; hablo de un hecho histórico, y les ruego pues que
reflexionen objetivamente sobre lo que significa mi terrible miedo ante las confesiones de fe y los
Autos cristianos. Nos da un indicio decisivo sobre la sociedad de la pista A. Nos dice lo
radicalmente diferente que era. Si ustedes me han seguido, me gustaría que aceptaran también otras
revelaciones procedentes de mi memoria abierta por el pentotal sódico: era una prisión; era horrible;
la barrimos, del mismo modo que barrimos la tiranía de Nixon, pero era mucho más cruel, de una
forma indecible; hubo una gran batalla y muchas pérdidas de vidas humanas.

Déjenme añadir aun otro hecho que quizá no sea muy importante pero que me interesa de todos
modos. Fue en febrero de 1974 cuando mis recuerdos bloqueados de la pista A regresaron, y fue en
febrero de 1974 cuando Fluyan mis lágrimas fue finalmente publicada en los Estados Unidos tras
dos años de espera. Todo pasaba como si la publicación del libro, tanto tiempo retrasada, significara
en un cierto sentido que yo tenía derecho a recordar. Y que hasta entonces era mejor para mí
permanecer en el olvido. Por qué debía ser así es algo que no sé, pero tengo la impresión de que los
recuerdos debían permanecer ocultos para preservar la creencia del autor en el carácter ficticio de su
obra hasta que ésta hubiera sido publicada. De otro modo quizá me hubiera detenido y de este modo
hubiera interferido con la eficiencia de estos libros... de cualquier efecto que tuvieran o pudieran
tener. Ni siquiera pretendo haber premeditado esta eficacia; quizá ni siquiera tenía ninguna en
absoluto. Pero en el caso en que hubiera tenido algún efecto -remarco la expresión "en el caso"-,
este hubiera sido seguramente el de despertar los recuerdos subliminales de los lectores pare
hacerlos remontar a una vida crepuscular... no hacerles recordar conscientemente, no como yo
hacerles estallar a la consciencia, pero sí ayudarles al recuerdo sordo y profundo, en los abismos de
sus inconscientes, de lo que es una tiranía policial y de la necesidad vital de desembarazarse de ella
ahora o mañana, en no importa qué lugar y para siempre. En agosto, cinco meses más tarde, las
intervenciones en el presente conocieron el éxito, aunque quizá fueran destinadas más bien a afectar
un continuum futuro que al nuestro. Como he dicho ya al principio, las ideas parecen poseer una
vida autónoma; se diría que aferran a la gente y la utilizan.

La idea que me aferró a mí hace veintisiete años, y que nunca me ha soltado, es esta: toda sociedad
en la que la gente interfiere con la vida privada de los demás no es una buena sociedad; todo Estado
en el que el Gobierno sabe más que usted, como el de Fluyan mis lagrimas, es un Estado que debe
ser derribado. Ya sea una teocracia, un Estado corporativo fascista, o un capitalismo monopolista
reaccionario, o incluso un socialismo centralizante.. no tiene importancia. Y no digo simplemente
que esto puede llegar a ocurrir aquí (queriendo decir los Estados Unidos), sino mas bien ha ocurrido
aquí. Lo recuerdo. Yo he sido uno de los cristianos rebeldes que han luchado y han ayudado en una
cierta medida a romper la tiranía. Y me siento muy orgulloso de ello: orgulloso de ese yo mismo de
la pista temporal A. Pero, desgraciadamente, hay una oscura mancha que arroja su sombra sobre mi
orgullo ante el trabajo realizado allá abajo. Creo que en este mundo anterior yo no he vivido mas
allá de marzo de 1974. He caído, víctima de una trampa de la policía, de una emboscada, de una
redada. Afortunadamente, en este mundo que llamaré la pista B. y que es aquel en el que vivimos,
he tenido más suerte. Pero hemos luchado aquí en esta línea de vida contra una tiranía mucho mas
benigna, mucho mas estúpida. O quizá hemos tenido ayuda: el cambio de las variables históricas en
nuestro pasado ha venido en nuestra ayuda. Algunas veces pienso (y es por supuesto pura
especulación, un fantasma feliz de mi alma) que puesto que hemos luchado allá abajo -puesto que lo
hemos intentado, valerosamente-, a nosotros que nos hemos visto indirectamente implicados, se nos
ha dejado continuar viviendo aquí, pasado el punto terminal que había visto nuestra caída en ese
otro mundo más duro. Este fue el efecto de una especie de bondad milagrosa. Este don gratuito me
sirve para delimitar algunos aspectos del Programador. Me permite comprenderlo según su
comportamiento. Creo que no podremos saber lo que es, pero sí podemos sentir los efectos de su
presencia y podemos preguntarnos: "¿A qué se parece?" No "¿Quién es?", sino más bien "¿Cómo
es?"

En primer lugar y sobre todo lo demás controla los objetos, los procesos y los acontecimientos de
nuestro espacio/tiempo. Para nosotros este es el aspecto principal, aunque debe poseer
intrínsecamente caracteres de una grandeza mas vasta que nos concierne menos. He hablado de mí
en tanto que variable reprogramada, y lo he descrito como el Programador/reprogramador. Durante
un corto periodo de marzo de 1974, en el momento en que fui resintetizado, comprendí a través de
mis sentidos -es decir de una forma externa- que él estaba ahí. En aquel momento no sabía lo que
veía. Aquello se parecía a la energía plasmática. Tenía colores. Se movió rápidamente, ocupado en
reunirse y en dispersarse. Pero lo que era aquello, lo que era él... ni siquiera ahora estoy seguro de
ello, puedo solamente decirles que había simulado los objetos habituales y su proceso a fin de
copiarlos de una forma tan perfecta que era invisible en medio de ellos. Aquellos que siguen el culto
Veda dirían que era el fuego en el interior del sílex, la hoja en el estuche de la navaja.
Investigaciones posteriores me mostraron que en términos de experiencias culturales grupales, el
nombre de Brahma es uno de los que ha recibido esta entidad omnipresente e inmanente. Cito un
fragmento de un poema americano de Emerson que describe perfectamente mi experiencia:

Aquellos que me excluyen se equivocan;


puesto que cuando vuelan yo soy las alas..
Yo soy el dolor y la duda,
y el himno que canta el brahmán.

Quiero decir con eso que durante un tiempo muy breve -que ha durado algunas horas o quizá un
día- no vi otra cosa más que al Programador. Todos los objetos que constituyen nuestro mundo
pluriforme eran segmentos o porciones de segmento de su ser. Algunos estaban inmóviles, pero
muchos se movían como porciones de un organismo en trance de respirar, de inhalar, de crecer, de
cambiar, de evolucionar hacia un estado final que había elegido para si mismo en su sabiduría
absoluta. Lo sentí como autocreador no dependiendo de nada excepto de sí mismo, porque
simplemente no había nada excepto sí mismo.

Mientras yo veía todo esto, sentía profundamente que todos los años de mi vida me habían dejado
ciego; recuerdo haberle dicho a mi mujer, una y otra vez: "¡He recuperado la vista! Puedo ver de
nuevo". Me parecía que hasta entonces no había hecho más que intentar adivinar la verdadera
naturaleza de lo real. Comprendía que no acababa de adquirir una nueva facultad de percepción,
sino más bien que había reencontrado una antigua. Durante un día me fue dado el ver como todos
podíamos hace millones de años. ¿Cómo habíamos podido perder esta visión, este ojo superior? Los
rastros morfológicos debían estar aun ahí en nosotros, latentes; no hubiera podido hacer otra cosa
más que reencontrarla en algún u otro momento. Esto aun me intriga. ¿Cómo es que durante
cuarenta y seis años haya podido pasar mi tiempo adivinando oscuramente la naturaleza del mundo,
y que de pronto me haya sido devuelta la vista pare serme inmediatamente retirada y encontrarme
de nuevo en mi casi ceguera? El intervalo de mi visión coincide evidentemente con la intervención
del Programador. Se había adelantado y se me había aparecido palpable, vivo, atento, hecho de
materia terrestre; había salido de su escondite. Se dice que las religiones cristiana, judaica, e
islámica, son cultos revelados. Nuestro Dios es el Deus absconditus: el Dios oculto. ¿Pero por qué?
¿Por qué es necesario que seamos engañados respecto a la naturaleza de la realidad? ¿Por qué se
halla camuflado en una pluralidad de objetos heteróclitos y ha disfrazado sus movimientos en una
serie de procesos debidos al azar? Todos los cambios, todas las permutaciones de la realidad que
vemos son expresiones del desarrollo decidido de esta simple, esta única entelequia; es una planta,
una flor, una rosa abriéndose. Es la zumbante colmena. Es la música, un canto. Evidentemente he
visto al Programador bajo su verdadero aspecto, tal como se comporta realmente, sólo porque él
tomó mi cuerpo para reconstruirlo, y es por ello por lo que afirmo "sé por qué lo he visto", pero no
puedo decir "se por qué ya no lo veo ahora, ni por qué los otros no tienen esta visión". Vagamos
colectivamente en una especie de holograma láser, criaturas reales en un mundo manufacturado,
una escena sobre la cual se hallan instalados artificios y criaturas en medio de los cuales se desliza
un espíritu decidido a permanecer desconocido.

Un artículo periodístico sobre este tema podría titularse: UN AUTOR PRETENDE HABER VISTO
A DIOS PERO NO PUEDE EXPLICAR LO QUE HA VISTO.

Si considero el término que utilizo para designarlo: el Programador y el reprogramador.. quizá


pueda hallar un inicio de respuesta. Lo llamo así porque esto es lo que le he visto hacer: había
programado ya antes las vidas de este mundo, pero estaba cambiando uno o varios factores
capitales... todo ello a fin de completar una estructura o un proyecto. Razono de esta forma: un
sabio que trace funcionar un cerebro electrónico deforma, tara, perjudica la finalidad de sus cálculos
dejándose introducir como un factor más en sus computaciones. Un etnólogo contamina sus
descubrimientos participando en la cultura que estudia. Eso quiere decir que algunas veces, en
algunos proyectos, es esencial que el observador se excluya de lo que observe. No hay nada malo en
ello, no hay ningún siniestro engaño. Es simplemente necesario. Si hemos sido transportados
realmente de forma colectiva a lo largo de un camino trazado hacia un desarrollo deseado, la
entidad responsable de nuestro movimiento sobre esas líneas, esta entidad que no solamente desea
este logro sino que lo exige -no debe penetrar en su proyecto de forma palpable bajo pena de verlo
abortar. Debemos pues dirigir nuestra atención no hacia el Programador, sino hacia los
acontecimientos programados. Incluso si él permanece escondido, esos acontecimientos se nos
aparecerán; nosotros formamos parte de ellos... somos de hecho los instrumentos que permiten que
el proyecto llegue a su final.

No hay ninguna duda en mi espíritu respecto al propósito más vasto e histórico de la transformación
que pagó unos dividendos tan espectaculares y gloriosos en 1974. En este momento estoy
escribiendo una novela al respecto; que lleva por título las siglas de "Sistema de Vasta Inteligencia
Viva". En la novela, un investigador del gobierno, muy dotado pero un poco loco, formula una
hipótesis que declara que existe en alguna parte en nuestro mundo un organismo imitador de una
gran inteligencia; reproduce tan bien los objetos naturales y su proceso que los humanos no
perciben jamas su existencia. Cuando por azar y debido a circunstancias excepcionales un humano
lo percibe, le llama simplemente "Dios", y no intenta ir más lejos. En mi libro, de todos modos, el
investigador está determinado a tratar a la gigantesca entidad imitadora del mismo modo como un
sabio trataría no importa qué otra cosa que tuviera que observar. Hay por supuesto un problema;
según su propia hipótesis, le es imposible detectar al ser... una experiencia muy frustrante para él.

Pero introduzco también en mi obra a otra persona, desconocida de la primera; ha conocido


experiencias extrañas sobre las que no tiene ninguna teoría. De hecho, ha encontrado a Sivainvi, que
esta reprogramándola. Es esta última persona, que no es un sabio, con la que me identifico porque
es, como yo, la que empieza a reencontrar recuerdos olvidados de otro mundo, cosa que no puede
explicar. Y no tiene ninguna teoría. Ninguna.

En la novela, aparezco yo mismo como personaje, bajo mi propio nombre. Soy un escritor de
ciencia ficción que ha aceptado un substancioso anticipo para un futuro libro y que debe ahora
terminar la novela antes de una fecha fijada. En el libro conozco a los dos hombres, Houston Paige,
el investigador del gobierno con su teoría, y Nicholas Brady, que sufre las indescriptibles
experiencias. Empiezo a servirme del material aportado por los dos personajes. Mi finalidad es
simplemente llegar a terminar mi obra en el tiempo señalado por el contrato. Pero, mientras
continúo escribiendo sobre la teoría de Houston Paige y sobre las experiencias de Nicholas Brady,
me doy cuenta poco a poco de que todas las piezas encajan las unas en las otras. Así tengo en mis
manos, en la novela, tanto la llave como la cerradura, y soy el único en poder hacerlo.

Seguramente se darán ustedes cuenta de que es inevitable el que en uno u otro momento Houston
Paige y Nicholas Brady se encuentren. Pero esta entrevista tiene un efecto extraño sobre Houston
Paige, el teórico. Cuando obtiene la confirmación de su teoría, Paige sufre los efectos de una crisis
psicótica completa. Podía imaginar, pero no podía creer. La teoría ingeniosa se halla disociada en su
cabeza de la realidad. Y es una intuición en la cual creo firmemente: muchos entre nosotros creen
en Sivainvi o en Dios o en Brahma o en el Programador, pero si alguna vez lo encontráramos
realmente, no podríamos soportarlo. Sería como un niño vuelto loco por Papa Noel. Habría podido
soportar la espera y la esperanza, habría podido rezar, habría podido desear, habría podido suponer,
imaginar e incluso creer; pero la manifestación real.. es demasiado para nuestros minúsculos
circuitos. Y sin embargo, el niño crece, y he aquí el hombre. Y los circuitos crecen también. ¿Pero
puede uno recordar un mundo diferente y rechazado? ¿Puede uno percibir el gran espíritu lleno de
proyectos que consigue esta abolición, que llega a desenredar los hilos del mal?

Una cosa que me gustaría que supieran ustedes es que me doy cuenta de lo que afirmo. Pretendo
haber desenterrado los recuerdos escondidos de un presente anterior y haber captado al agente
responsable de esta alteración -estas afirmaciones no pueden ser probadas ni siquiera presentadas de
modo que parezcan racionales. He pasado más de tres años esperando el momento en el que pueda
hablar a alguien que no sea un amigo muy íntimo de las experiencias que se iniciaron en el
equinoccio de primavera de 1974. Una de las razones que me motivan a hablar finalmente en
público, a hacer mis declaraciones al descubierto, es un reciente encuentro con una mujer, que se
parece a la experiencia de Hawthorne Abendson en El hombre en el castillo, con Juliana Frink.
Juliana ha leído el libro de Abendson sobre el mundo donde las fuerzas del Eje han perdido la
guerra, y se siente obligada a revelarle lo que ella comprende del mismo. Esta escena final de El
hombre en el castillo fue, creo, la fuente de un encuentro similar en mi historia mas reciente La fe
de nuestros padres, donde la hija Tania llega y desvela a los protagonistas la situación real... es decir
que la mayor parte de su mundo es ilusorio, y que esta ilusión es deliberada. Durante varios años he
tenido la sensación, creciendo en mí como una planta, de que un día una mujer completamente
desconocida me contactaría, me diría que tiene informaciones que proporcionarme, aparecería
inmediatamente a mi puerta, como Juliana apareció en la de Abendson, y me diría de la forma más
grave posible exactamente lo que Juliana le dijo a Abendson -que mis libros, como los suyos, eran
en una cierta forma reales, literal o físicamente, no ficción, sino verdad. Y eso me ocurrió
recientemente.

Hablo de una mujer que leyó atentamente todas mis novelas, del mismo modo que muchos de mis
relatos. Vino; era completamente desconocida para mí y me informó. Al principio se sentía curiosa
por saber si yo era consciente de ello o al menos sospechaba la verdad. El juego del escondite entre
nosotros, el periodo de las preguntas vacilantes, dura tres semanas. Ella no me informó directa o
inmediatamente, sino con mucha suavidad, vigilando bien cada paso sobre el camino de la
comunicación, a fin de controlar mis reacciones. Fue una tarea solemne para ella conducir su coche
durante seiscientos kilómetros para ir a visitar a un autor del que había leído numerosos libros:
obras de ficción, surgidas de la imaginación del escritor, para decirle que existen mundos
superpuestos en los cuales vivimos, y no sólo uno. Que estaba segura de que en un cierto modo el
autor estaba implicado en al menos uno de estos mundos, uno de los que habían sido suprimidos en
un momento del pasado, construido de nuevo y después vuelto a situar en su sitio. Luego ella le
preguntaba también si el autor era consciente de la verdad. Fue un momento denso y feliz, aquel en
el que ella pudo al fin hablar francamente; no se decidió a ello hasta que estuvo segura de que yo
podía soportar la realidad. Pero yo hacía tres años ya que había adoptado la posición teórica de que
mis recuerdos eran auténticos, era solamente una cuestión de tiempo antes de que se produjera un
contacto, lento y lleno de precauciones. Una persona que hubiera leído mis libros y, por una u otra
razón, hubiera deducido la verdad a través de ellos, tomaría la iniciativa. Habría comprendido
cuáles eran las informaciones significativas dadas por mi obra. Ella sabía, puesto que ella había
leído mis novelas, cuál era el mundo que yo había conocido, entre todos los mundos posibles; lo
que ella no podía determinar hasta que yo se lo dijera, era que en febrero de 1975 yo había pasado a
un tercer presente paralelo que llamaremos la pista C. Y este ultimo era un jardín de paz y de
belleza, un mundo superior al nuestro en trance de nacer a la existencia. Pude así hablarle de tres
universos, no de dos: el mundo prisión que había sido, nuestro mundo intermedio en el cual la
guerra y la opresión existían aun pero había sido en gran parte vencidas, y un tercer mundo paralelo
que un día, cuando las variables correctas de nuestro pasado hayan sido reprogramadas, se
materializará para superponerse a nuestro presente. Ese es el mundo en el que me había despertado;
cuando lo hagamos todos, será como si hubiéramos vivido siempre en él; el recuerdo del mundo
intermedio, como el del universo prisión, habrá sido suprimido de nuestra memoria por una mano
generosa.

Deben haber otras personas como esta mujer que han deducido de evidencias internas en mis
escritos, del mismo modo que de sus propios vestigios de recuerdos, que el paisaje que describo
como ficticio es o ha sido literalmente real, y que si una realidad sombría ha podido ocupar una vez
el espacio que habitamos, es razonable pensar que el proceso de reparación del tejido no se detendrá
ahí; este no es el mejor de los mundos posibles, como tampoco es el peor. Esta mujer no me dijo
nada que yo ya no supiera, pero llegando por un camino independiente a conclusiones idénticas, me
dio el valor de hablar, de revelar todo esto aun sabiendo que no conocía la forma de verificar mis
afirmaciones. Lo mejor que puedo hacer, mientras espero, es representar el papel de profeta, de los
viejos profetas y de los oráculos como la Sibila de Delfos, y hablar de un jardín maravilloso que se
parece mucho a aquel en el que nuestros antepasados vivieron al parecer... de hecho, imagino a
veces que este mundo es exactamente el mismo, que ha sido restaurado. Como si una falsa
trayectoria pudiera un día ser corregida completamente y nos encontráramos una vez mas allá donde
estábamos hace miles de años, para vivir y ser felices. Durante los cortos instantes en que rocé el
suelo de ese jardín, tuve la impresión muy clara de que era el hogar legítimo que un día habíamos
perdido. No permanecí allí mucho tiempo... aproximadamente seis horas de tiempo real. Pero lo
recuerdo muy bien.

En la novela que escribí con Roger Zelazny, Deus Irae, lo describo hacia el final, en el momento en
que la maldición arrojada sobre el mundo es alzada por la muerte y la transfiguración del
encolerizado Dios. Lo que más me sorprendió en ese mundo jardín, en esa pista C, son los
elementos paganos que lo constituyen, no era lo que mi educación cristiana me había preparado a
esperar. Incluso cuando empezó a desaparecer, seguí viendo el cielo. Vi la tierra y una enorme
extensión de agua calmada y oscura, y muy cerca se hallaba una mujer muy hermosa, desnuda, a la
que reconocí como Afrodita. En aquel momento, este otro mundo mejor había disminuido hasta no
ser más que un paisaje percibido a través de una puerta de dorado umbral; los contornos de la
entrada pulsaban con una luz láser, y por desgracia disminuyeron y desaparecieron finalmente de mi
vista; la puerta se había devorado a sí misma hasta no ser nada, sellando lo que había mas allá. No
he vuelto a verla luego, pero tengo la firme impresión de que era el próximo mundo... no el de los
cristianos sino la Arcada de los grecorromanos, algo mas viejo y mas hermoso que lo que mi propia
religión puede conjurar para mantenernos en un estado de fe y de moral escrupulosas. Lo que vi era
muy antiguo y muy hermoso. El cielo, el mar, la sierra, aquella mujer maravillosa, y luego nada,
puesto que la puerta se había cerrado y yo me había quedado prisionero aquí. La vi alejarse con una
profunda sensación de perdida... La vi partir, puesto que todas las cosas giraban en torno a ella.
Cuando miré en mi Enciclopedia Británica pare ver lo que podía aprender sobre Afrodita, descubrí
que no sólo era la diosa del amor erótico y de la perfecta belleza estética, sino también la
encarnación de las fuerzas generativas de la propia vida; su origen no era además griego: al
principio había sido una divinidad semita, retomada más tarde por los griegos, que sabían tomar las
cosas buenas cuando las veían pasar. Durante aquellas horas maravillosas, lo que vi en ella fue una
belleza que le falta en comparación a nuestra religión cristiana: una increíble simetría, la armonía
palintona de la que habla Heráclito: la perfecta tensión de las fuerzas que se equilibran en la lira que
está encorvada por la tensión de las cuerdas pero parece completamente inmóvil, completamente en
reposo. Y sin embargo la tensión de la lira es un equilibrio dinámico, que permanece inmóvil tan
solo porque sus tensiones internas se anulan absolutamente. Esta es la cualidad de la belleza según
los griegos: una perfección cuya dinámica es interior y que sin embargo parece inmóvil desde fuera.
Contra esta armonía palintona, el universo opone el otro principio estético integrado en la lira griega:
la armonía palintona que caracteriza la oscilación de delante a atrás de las cuerdas al ser pulsadas.
No vi a Afrodita como Eva, y quizá el principio de oscilación continua sea el ritmo más profundo y
más vasto del universo, el de las cosas que vienen a la existencia para desaparecer pronto; el del
cambio por oposición a la estasis. Pero durante un momento vi la paz perfecta, el reposo total, un
pasado que habíamos perdido y que regresaba a nosotros por efecto de una oscilación lenta, para
presentarse a nosotros como nuestro futuro, aquel en que todas las cosas serán restauradas.

En el Antiguo Testamento existe un pasaje fascinante en el cual Dios dice: "Puesto que modelo un
nuevo paraíso y una nueva tierra, donde el recuerdo de las cosas desaparecidas no entrará en el
espíritu y no turbará los corazones". Cuando releo este pasaje, me digo: creo conocer un gran
secreto. Cuando el trabajo de restauración estará terminado, no nos acordaremos de las tiranías, de
la cruel barbarie de la Tierra donde habitábamos; puesto que el texto dice que nos será dado el
olvido. Y si nuestro corazón no debe ser turbado, es que el inmenso depósito del sufrimiento, del
pesar y de la pérdida será borrado de nuestro interior como si jamás hubiera existido. Creo que este
proceso se halla activo en este momento, que siempre ha estado activo en este momento. Y, gracias
a Dios, hemos sido ya autorizados a olvidar lo que fue. Entonces quizá esté equivocado, en mis
novelas y en mis relatos, instándolos a ustedes al recuerdo.
Vértice Entrevistas Philip K. Dick

Entrevistador / Arthur Byron Portada

[De: Vertex, vol. 1, no. 6 de febrero de 1974.]

"Está totalmente loco", dijo uno de sus fanáticos, "pero es una locura tan maravillosa". Se ha
llamado a Philip K. Dick todo, desde el chico malo de la ciencia ficción hasta la mente más creativa
en el campo, pero hay algo de lo que nunca ha sido acusado: ¡no entretener a sus lectores! ¿Y qué
más puede pedir un escritor que eso?

VERTEX: Casi todos los escritores de SF tienen alguna pequeña fábula sobre cómo se enganchó
con las cosas. ¿Lo que es tuyo?

DICK: entré en una farmacia buscando "Ciencia Popular". No les quedaba nada y vi algo llamado
Stirring Science Fiction. Pensé: Bueno, mierda, el título es similar. Está más cerca que Nurse
Romance Stories. Y lo llevé a casa y lo leí.

VERTEX: ¿Qué fue lo que te atrajo de la revista?

DICK: Bueno, fue una escritura tan horrible que a partir de ahora no se puede tomar en serio.
¿Sabes qué término usaron entonces? ¡Pseudo-ciencia! Significaba historias de ciencia pero no
ciencia real. Lo cual por supuesto no tenía sentido. Recuerdo una historia en la que decidieron
encontrar el centro del universo. Era un gran avión plano que se extendía hasta donde alcanzaba la
vista. Ahora, sabía que no era cierto, que nadie había construido un cohete y volado al centro del
universo, sin embargo, tenía algo real para mí. Aparentemente tenía esta tremenda facilidad para
suspender la incredulidad que se reveló tan pronto como leí esa espantosa historia.

VERTEX: ¿De verdad creías que las historias de ese tipo eran completamente posibles?

DICK: La ciencia ficción implica una suspensión de la incredulidad que es diferente a la que
implica la fantasía. En la fantasía, nunca vuelves a creer que hay trolls, unicornios, brujas, etc. Pero
en ciencia ficción, lo lees, y no es verdad ahora, pero hay cosas que no son ciertas ahora que van a
ser algún día. ¡Todos saben eso! Y esto crea una sensación muy extraña en cierto tipo de persona: la
sensación de que está leyendo acerca de la realidad, pero está desconectado de ella solo en términos
temporales. Es como si toda la ciencia ficción ocurriera en universos alternativos futuros, por lo que
en realidad podría suceder algún día.

VERTEX: ¿Qué escritores de SF han influido más en su trabajo?

DICK: Empecé a leer sf cuando tenía alrededor de doce años y leía todo lo que podía, así que
cualquier autor que escribiera en ese momento, lo leí. Pero no hay dudas de quién me sacudió en
serio fue A.E. Van Vogt. Había en la escritura de Van Vogt una cualidad misteriosa, y esto era
especialmente cierto en The World of Null A. Todas las partes de ese libro no cuadraban; todos los
ingredientes no formaban una totalidad coherente. Ahora algunas personas se desaniman por eso.
Ellos piensan que es descuidado y equivocado, pero lo que me fascinó tanto fue que esto se parecía
más a la realidad que la escritura de cualquier otra persona dentro o fuera de la ciencia ficción.

VERTEX: ¿Qué hay del famoso artículo de Damon Knight criticando a Van Vogt?

DICK: Damon siente que eres mal artista cuando construyes esos universos escurridizos donde la
gente cae por el suelo. Es como si estuviera viendo una historia como lo haría un inspector de
edificios cuando está construyendo su casa. Pero la realidad realmente es un desastre, y sin embargo
es emocionante. Lo básico es, ¿qué tan asustado estás de caos? ¿Y qué tan feliz estás con el orden?
Van Vogt me influenció mucho porque me hizo apreciar una misteriosa cualidad caótica en el
universo que no debe temerse.

VERTEX: durante cada período de cambio enc, la gente dice que el género finalmente está
alcanzando la madurez. ¿Crees que sf alguna vez estará maduro?

DICK: ¿Qué quieres decir con maduro?

VERTEX: Adulto, filosófico.

DICK: ¿Pesado?

VERTEX: como Franz Kafka.

DICK: Piezas para pensar. Algo que deje un residuo permanente en ti. Que ya no seas el mismo

VERTEX: Me gusta eso.

DICK: Absolutamente, claro, como un ejemplo que puedo pensar en ahora mismo. Concentración
de campo, de Tom Disch. Cuando terminé de leerlo, yo era diferente, y creo que esto es lo que
definiría como un trabajo maduro: nos hace madurar. Quiero decir, lees De Ratones y Hombres, y
nunca vuelves a ser el mismo. No se trata de si educa en el sentido de que informa, o no que sea
grave en cuanto a que es sombría; puede ser muy divertido. Es como lo que devísAristóteles sobre
la tragedia que te purga. Camp Concentration me alivió de la carga de creer que tenía que ser
inteligente todo el tiempo. Todo arte de este tipo es como si el autor te hubiera dado permiso para
dejar una carga que de alguna manera heredaste. Ni siquiera hablaré más de eso. La ciencia ficción
definitivamente hace eso. Puede y lo hace.

VERTEX: ¿Cuál crees que es el estado actual de la escritura cf? Bueno, malo o indiferente?

DICK: Creo que están apareciendo algunos buenos escritores extraordinarios: Sladek, Malzberg,
Disch. Odio nombrar algunos específicos, porque dejaré uno que realmente me gusta. Ursula
LeGuin, por ejemplo. Creo que es como dice un fan baboso: "¡Dios, guau!" Es realmente ¡Dios mío,
guau! Hoy. Hay escritores entrando hoy al campo, quienes son mucho mejores que los escritores
más antiguos. Como Chip Delaney. Hubo un tiempo en que solo teníamos un escritor que sabía leer
y escribir, y ese era Ray Bradbury. Ese era el único, lo juro por Dios. Escribía algo sobre la Edad
Media, algo así como: "Somos solo hombres, pero nos paramos sobre los hombros de los gigantes y
por lo tanto podemos ver más de lo que esos gigantes podían ver".

VERTEX: Ya que has estado escribiendo durante unos diez años más que la mayoría de las
personas que has mencionado, ¿esto te hace sentir celoso alguna vez?

DICK: Sabes, la forma en que me siento, si leo un libro de ciencia ficción de un nuevo escritor que
es mucho mejor que lo que hago, en lugar de irme de un plumazo de inmediato y decir: "Oh Cristo,
soy obsoleto", ―Estoy desactualizado, lo he perdido", tengo una tremenda sensación de alegría. No
tengo que escribir toda la gran ciencia ficción del mundo. Alguien más va a llevar esta antorcha. Es
un gran alivio sentarme con los pies en la pared y saber que si nunca escribiera otro libro, la ciencia
ficción igual avanza.

VERTEX: Hablemos de las recompensas personales de escribir ciencia ficción, en el plano


económico y demás. ¿Sientes que el terreno te ha tratado adecuadamente?

DICK: Quiero hablar sobre lo primero que mencionaste: economía. Mi primera novela de tapa dura,
Tiempo desarticulado, se vendió por $ 750. Y mi agente estaba tan emocionado que me envió un
telegrama para anunciar estas alegres noticias. Eso fue hace mucho tiempo, y todavía nos pagan
tanto dinero como si estuviéramos en una esquina vendiendo manzanas en la Depresión. Hay
excepciones, como Arthur C. Clarke. Pero en realidad los editores dicen: "Tienes suerte de que
imprimamos tu libro. Podríamos cobrarte por el costo de imprimirlo". Es cruel e inhumano lo que le
pagan a los escritores. Es una desgracia.

VERTEX: Economía aparte, ¿crees que has pasado tu vida bien?

DICK: Me encanta escribir. Me encanta. Amo a mis personajes. Son mis amigos. Cuando termino
un libro, entro en post-parto, nunca los escucho hablar nuevamente, nunca los veo luchando e
intentando. Y los perdí, porque un escritor realmente no vuelve a leer sus propios trabajos. Pero
luego, otras personas los leerán.

VERTEX: ¿Por qué te encanta escribir y crear personajes?

DICK: Generalmente no se reconoce que el autor está solo. Escribir es una ocupación solitaria.
Cuando comienzas tu novela, te aíslas de tu familia y amigos. Pero en esto hay una paradoja, porque
luego creas nuevos compañeros. Diría que escribo porque no hay suficientes personas en el mundo
que puedan darme suficiente compañía. Para mí, la gran alegría de escribir un libro es mostrar a una
persona pequeña, a una persona común que hace algo en un momento de gran valor, por el cual no
obtendría nada y que no sería reconocido en el mundo real. El libro, entonces, es la canción sobre su
valor. Ya sabes, la gente piensa que el autor quiere ser inmortal, que sea recordado a través de su
trabajo. No. Quiero que el Sr. Tagkomi de El hombre en el castillo sea siempre recordado. Mis
personajes son compuestos de lo que realmente he visto hacer a la gente, y la única forma de
recordarlos es a través de mis libros.

VERTEX: Usted es conocido como uno de los primeros autores en experimentar con LSD. ¿Qué
efecto ha tenido en su escritura?

DICK: No sé de ninguno. Siempre es posible que haya tenido un efecto que desconozco. Tome mi
novela Los tres estigmas de Palmer Eldritch, que trata sobre un tremendo viaje de malos ácidos, por
así decirlo. Escribí eso antes siquiera de haber visto LSD. Lo escribí solo leyendo una descripción
del descubrimiento y el tipo de efecto que tuvo. Entonces, si eso, que es mi principal novela de tipo
alucinógeno, vino sin haber tomado LSD, entonces diría que incluso mi trabajo después del LSD,
que tenía alucinaciones, podría haberse escrito fácilmente sin tomar ácido.

VERTEX: ¿No se supone que La Fe de nuestro Padre, incluido en las Visiones peligrosas de
Harlan Ellison, se inspiró o se escribió bajo la influencia del ácido?

DICK: Eso realmente no es verdad. Antes que nada, no puedes escribir nada cuando estás en ácido.
Hice una página una vez durante un viaje ácido, pero estaba en latín. Todo estaba maldito en latín y
un poco en sánscrito, y no hay mucho mercado para eso. La página no coincide con mi trabajo
publicado. El otro libro que sugiere que podría haber sido escrito con ácido es Tiempo marciano.
Eso también fue escrito antes de tomar ácido.

VERTEX: ¿Cuánto ácido tomaste de todos modos?

DICK: No mucho. No me levanto por la mañana y me meto ácido. Estoy sorprendido cuando leo lo
que solía decir al respecto en las solapas de mis libros. Yo mismo escribí esto: "Ha estado
experimentando con drogas alucinógenas para encontrar la realidad inmutable debajo de nuestras
ilusiones". Y ahora digo: "¡Buen Cristo!" Todo lo que descubrí sobre el ácido fue que estaba donde
quería salir rápido. No parecía más real que cualquier otra cosa; simplemente parecía más horrible.

VERTEX: A la luz de sus propias experiencias con el ácido, ¿qué tan certeramente cree que Los
tres estigmas de Palmer Eldritch se relaciona con las drogas?

DICK: ¿Recuerdas lo que sucedió cuando tomaron esa droga? Fue malo, ¿verdad? Era tan malo que
gravaba mi capacidad de imaginarme el mal. Y no les sirvió de nada dejar de tomar el medicamento
porque tenían flashbacks. Y nadie en ese momento sabía que el LSD iba a producir flashbacks.
Tenía en mente que el mayor horror sería sacar de tu sistema una droga adictiva y alucinógena y
dirías: "Bueno, estoy de vuelta en el mundo real ahora". Y de repente un objeto monstruoso del
mundo alucinógeno cruzaría el suelo y te darías cuenta de que no habías vuelto. Y esto es lo que le
ha sucedido a muchas personas que han tomado ácido. Fue solo una profecía accidental de mi parte.

VERTEX: ¿Su última novela, Una mirada a la oscuridad, no se ocupa también de las drogas?

DICK: Se trata de un agente encubierto que debe tomar drogas para ocultar su fachada y la droga
daña su cerebro progresivamente, además de convertirlo en un adicto. El libro lo sigue hasta el final
hasta que su cerebro se daña de tal manera que ya no puede lavar ollas y sartenes en la cocina de un
centro de rehabilitación. Espero que el lector no diga: "¡Muchacho! ¡Apuesto a que hizo eso!" Esta
es la verosimilitud que el autor está tratando de crear, la sensación de que la novela es real. Ahora,
estaba en un centro de rehabilitación de heroína en Canadá, y me inspiré, y tuve amigos que
tomaron ácido y se volvieron permanentemente psicóticos. Y un número de ellos que se suicidó
también. Pero no diría que afectara mi escritura directamente; que el ácido escribiera el libro.

VERTEX: ¿Sería justo preguntar si su interés en las percepciones de la gente sobre la realidad y la
irrealidad es una consecuencia del truco final de los años cincuenta?

DICK: La cual se requería de nosotros en ese momento. Esa es una buena pregunta porque es una
de esas preguntas paradójicas que uno puede responder con sinceridad diciendo sí y diciendo no.

VERTEX: Bueno, parece que eventualmente trabajaste en tus sorpresas con una venganza y
trascendiste lo que Sheckley había hecho. Se había convertido en una parte integral de tu escritura.

DICK: En el momento de escribir ficción de revista, uno comenzaba la historia sabiendo


convencionalmente algo que el lector no sabía hasta que lo sacaste de él al final. Ese diseño surgió
de los cuentos de misterio. E hice lo mismo una y otra vez, y eso que el protagonista pensó que era
real, en realidad no lo era . Esa fue mi idea del final sorpresa. Lo hice tantas veces que se volvió
predecible en mis escritos.

VERTEX: ¿Cuál fue el motivo para hacer eso?

DICK: ¿Por qué sorprendería a mi lector con la misma sorpresa cien veces? Bueno, permítanme
citarles un texto de Gilbert: "Las cosas rara vez son lo que parecen / La leche desnatada se disfraza
de crema". Simplemente parecía reflejarse en la vida. Creo que lo más importante en mis textos era
que estaba tratando de mostrar a mis personajes que daban las cosas por sentado, para luego darse
cuenta de que las cosas eran muy diferentes, ¿sabe? Y la clave es que lo habían dado por sentado; lo
habían aceptado sin probarlo.

VERTEX: ¿Utiliza el I Ching como un dispositivo de trazado en su trabajo?


DICK: Una vez. Lo usé en El hombre en el castillo porque lo usaban varios personajes. En cada
caso cuando hacían una pregunta, tiraba las monedas y escribía las líneas del hexagrama que
obttenían. Eso dirigió el sendero del libro. Al final, cuando Juliana Frink está decidiendo si decirle o
no a Hawthorne Abensen que él es el objetivo de los asesinos, la respuesta indicaba que debería
hacerlo. Ahora, si hubiera dicho que no se lo dijera, la habría dejado ir allí. Pero no haría eso en
ningún otro libro.

VERTEX: ¿Cuál es la importancia del I Ching en tu propia vida?

DICK: Bueno, el I Ching da consejos más allá de lo particular, consejos que trascienden la situación
inmediata. Las respuestas tienen una calidad universal. Por ejemplo: "Los poderosos se humillan y
los humildes se elevan". Si usas el I Ching el tiempo suficiente y de manera continua, comenzará a
cambiarte y formarte como persona. Te convertirá en un taoísta, ya sea que hayas escuchado o no la
palabra, ya sea que quieras ser o no.

VERTEX: ¿No fusiona el taoísmo lo ético y lo práctico?

DICK: Este es el mayor logro del taoísmo, sobre todas las demás filosofías y religiones.

VERTEX: Pero en nuestra cultura los dos se enfrentan entre sí.

DICK: Esto siempre pasa. ¿Debo hacer lo correcto o lo más rápido? Encuentro una billetera en la
calle. ¿Debería quedármela? Eso es lo más práctico para hacer, ¿verdad? ¿O debería devolvérselo a
la persona? Eso es lo ético. El taoísmo tiene una astucia. No hay cielo en nuestro sentido de la
palabra, no hay mundo además de este mundo. La conducta práctica y la conducta ética no entran
en conflicto, sino que se refuerzan mutuamente, lo cual es casi imposible de pensar en nuestra
sociedad.

VERTEX: ¿Cómo funciona?

DICK: Bueno, en nuestra sociedad una persona puede tener que elegir frecuentemente entre lo que
cree que es práctico y lo que es ético. Puede elegir lo práctico y, como resultado, se desintegra
como ser humano. El taoísmo combina los dos de modo que estas polarizaciones raramente ocurren
y, de ser posible, nunca ocurren. Es un intento de enseñarte un modo de comportamiento que hará
que tales cismas trágicos no salgan a la superficie. He estado usando el I Ching desde 1961, y esto
es para lo que lo uso, para mostrarme una forma de conducta en una determinada situación. Ahora,
antes que nada, analizará la situación de forma más precisa que tu. Puede ser diferente de lo que
piensas. Entonces te dará el consejo. Y a través de estas líneas surge un camino tortuoso y
complicado a través del cual la persona escapa de la tragedia del martirio y la tragedia de venderse.
Él encuentra el gran sentido del taoísmo, el camino del medio. Me dirijo a él cuando tengo ese tipo
de conflicto.

VERTEX: ¿Qué pasa si una persona llega a una situación en la que lo ético y lo práctico no pueden
fusionarse bajo ninguna circunstancia?

DICK: Una cosa que nunca me he vuelto loca es que a veces el esfuerzo de todo el mambo taoísta
para combinar los dos no siempre funciona. En este punto, la línea dice: "Alaba, no culpes". Esas
son palabras clave para indicar lo que se debe hacer y el comentario dice que lo más importante
para una persona sería entregar su vida en lugar de hacer algo que no era ético. Y creo que esto es
correcto. Nunca puede haber un sistema de pensamiento que pueda reconciliar esos dos todo el
tiempo. Y el taoísmo tiene eso en cuenta, en una línea de más de tres mil.
VERTEX: Usted mencionó que pasó un tiempo en un centro de rehabilitación de heroína en Canadá.
¿Cómo te involucraste en ese tipo de esfuerzo?

DICK: Fue una de las cosas más importantes que me pasó. Volé a Canadá en febrero de 1972 para
pronunciar un discurso como invitado de honor en la Convención de Ciencia Ficción de Vancouver.
Sentí un tremendo peso cuando llegué allí. Estaba enfermo y cansado del aire opresivo de la guerra
aquí. Entonces alquilé un departamento y corté mis vínculos con el pasado. Pero no tenía amigos
allí y después de un tiempo me sentí muy solo. Intenté suicidarme tomando setecientos miligramos
de bromuro de potasio. También escribí el número de teléfono de un centro de rehabilitación suicida
en un pedazo de cartón tan grande como un álbum de fonógrafo, en letras grandes, por si acaso
cambiaba de opinión. Y cambié de opinión. Afortunadamente, el último número era uno y apenas
podía marcarlo. Bueno, hablé con el chico por casi una hora y media y finalmente dijo: "Aquí está
el problema. No tienes nada que hacer, no tienes ningún propósito, viniste aquí y diste tus discursos
y ahora estás sentado en tu departamento. No necesitas psicoterapia. Necesitas un trabajo útil".

VERTEX: Y él te dirigió al centro de rehabilitación de heroína.

DICK: Claro. Me dijo que me observarían las veinticuatro horas del día, que no importaba cómo,
me mantendrían con vida. Pero tuve que mentir para entrar; tenía que fingir que era un adicto. Me
miró en mal estado, ya ves, de todo ese bromuro de potasio. Hice mucho teatro, como casi atacar a
un miembro del personal que me entrevistaba, así nunca dudarían que era un adicto.

VERTEX: ¿Qué hiciste allí?

DICK: Me pusieron a trabajar limpiando los baños y restregando los pisos. Y fue maravilloso.
Realmente me gustó. La primera noche fue la primera buena noche de sueño que tuve en tres meses.
Después de haber estado allí durante unas dos semanas, comencé a salir de mi depresión y
descubrieron quién era yo. Habían pensado que yo solo era un vago deteriorado. Entonces, bueno,
un montón de mis libros llegaron por correo y de inmediato me pusieron en una oficina con una
máquina de escribir y todo lo necesario para hacer trabajo de relaciones públicas para ellos. Así que
me fui después de un tiempo.

VERTEX: ¿Exactamente qué hiciste allí que te gustó tanto?

DICK: Viendo a los adictos entrar y ver su valiente lucha por no volver a caer en lo que habían
estado haciendo. Solía condenar a los drogadictos, como si pudieran salir de las cosas si realmente
quisieran, y eso es tan estúpido como decir: "Podrías hacer crecer los ojos en la parte posterior de tu
cabeza si realmente quisieras". El dolor de salir de golpe es tan grande que muchas veces se matan
solo para aliviar el dolor. Vi a una chica que había sido adicta por su hermano cuando tenía quince
años, y para cuando tenía dieciséis años ella era una prostituta, por el dinero, ya ves. Y no parecía
tener dieciséis años; parecía de veinticinco. Otra chica que tenía veinticinco años parecía de
cincuenta. La mitad de sus dientes se habían caído; su cabello era gris, tenue, como de paja; ella era
solo piel y huesos. Pero estas personas querían vivir. Vi la fuerza humana. Vi al ser humano allí
como una criatura magnífica. Y cuando lo vi me di cuenta de que había visto algo que hacía muy
poco importantes los eventos que precedían a mi vida.

VERTEX: ¿Qué métodos usaban allí?

DICK: Nuestro método era el dejar de golpe. O sea, sus cuerpos estaban tan dañados por la heroína
que tenían que levantarse y orinar cada dos horas todas las noches por daño renal. Pero vi a esas
personas formando una comunidad y vi a seres humanos luchando con tanta fuerza contra el
destino .. También estaba la terapia de ataque más dura. Era difícil porque esta estaba destinada
principalmente a criminales reincidentes. Para tipos realmente duros.

VERTEX: ¿Y no quisiste hacer trabajo de relaciones públicas? ¿Qué es lo que realmente querías
hacer?

DICK: Quería trabajar directamente con adolescentes antes de que llegaran a lo difícil, mientras
todavía estaban en las cosas suaves. Y también estaba nostálgico. Quería regresar a los Estados
Unidos.

VERTEX: A la luz de esa experiencia, ¿cuáles son sus opiniones sobre la forma en que se trata a los
adictos en este país?

DICK: Yo nunca condenaría a un adicto, pero, por otro lado, condenaría a cualquiera que vuelve
adicto a alguien. Como dijo Julian Bond- recuerdas al congresista Bond-: mata al que vende, si es
necesario. Si va a convertir a tus hijos en drogadictos, dispárale. Ahora, esa es una perspectiva
radical ¿Entiendes? Al igual que muchas personas agrupan a los usuarios y los distribuidores. Pero
me di cuenta de que el usuario es una víctima. No puedes ser más víctima de lo que es el usuario de
la heroína. No hay esclavitud como esta.

VERTEX: Has declarado en privado que tu discurso de Vancouver es lo más importante que has
escrito. ¿Te gustaría elaborar sobre esa declaración?

DICK: Trabajé en ello durante tres meses y estaba muy deprimido en esos días. Pensé que nunca
volvería a escribir. En realidad, me había pasado dos años y medio sin escribir nada. Decidí que
debía tomar todas las ideas que tenía en mi cabeza que valían algo y ponerlas en el discurso. Fue
terminado en enero de 1972 y decía que el estado totalitario que Orwell había predicho ya estaba
con nosotros y que la rebelión contra este malvado y corrupto estado ya estaba con nosotros. El
título de este discurso fue El humano y el androide, subtitulado "La persona auténtica frente a la
máquina de reflejos".

VERTEX: ¿Qué trataste de lograr en este discurso?

DICK: Traté de definir a la persona real, porque hay personas entre nosotros que son
biológicamente humanos pero que son androides en el sentido metafórico. Quería trazar la línea
para poder definir el objetivo principal positivo de estipular lo que era humano. Las computadoras
se vuelven cada vez más criaturas cognitivas sensibles, pero al mismo tiempo los seres humanos se
están deshumanizando. Mientras escribía el discurso sentí en él la necesidad de que las personas que
eran humanas reforzaran la humanidad de otras personas. Y debido a esto, sería necesario rebelarse
contra una sociedad inhumana o androide.

VERTEX: ¿Qué crees que define a un ser humano?

DICK: Por ejemplo, la capacidad de decir no cuando lo que se te ordenó que hicieras estaba mal.
Alguien dijo: "No, no mataré. No voy a bombardear". Una negación. Y esta negación la vi en los
adolescentes, en los llamados "punks". Una rebelión no política de la juventud que, a la larga, sin
darse cuenta, tuvo una gran importancia política. No en términos de elecciones y fiestas, sino con el
surgimiento de niños que no podían ser sobornados, que no podían ser intimidados, que no
escuchaban propaganda. Vi la necesidad de una rebelión ilegal contra lo que era básicamente un
sistema ilegal. En otras palabras, no puedes decirle a un niño: "No rompas la ley. Obedece siempre
a la ley", porque la ley en sí misma es injusta.
VERTEX: ¿Siente que eventos recientes como las audiencias de Watergate han respaldado las ideas
expresadas en el discurso?

DICK: Creo- y esto es quizás algo extraño de decir- que las personas de la Administración que
violaron la ley también deberían ser perdonados por haber violado la ley, así como aquellos que
siento que deberían rebelarse deberían ser perdonados. Todos en ambos lados están diciendo que la
ley ya no es significativa, que ya no se equipara con la justicia. Creo que fue Jeb Magruder quien
dijo: "Nos pareció frustrante tener que operar dentro de la ley". Tal vez eso sea solo una indicación
de que una gran revisión de nuestro sistema legal está en orden. Sin embargo, mi discurso abogó
por la rebelión y la violación de la ley en nombre de la moralidad. Y como dijo el I Ching, si la
practicidad y la moralidad están polarizadas y debes elegir, debes hacer lo que crees correcto, en
lugar de lo que crees que es práctico.

VERTEX: Muchas gracias, Sr. Dick.


El Androide y el Humano.

Discurso pronunciado en Vancouver, Canadá,


reimpreso en la revista CF # 31, diciembre de 1972.

Es la tendencia de la así llamada mente primitiva aquella de animar su entorno. La psicología


profunda moderna nos ha pedido durante años que retiremos estas proyecciones antropomórficas de
lo que en realidad es la realidad inanimada, para introyectar, es decir, para traer de vuelta a nuestras
propias cabezas, la cualidad viviente que nosotros, en la ignorancia, arrojamos a las cosas inertes
que nos rodean .Tal introyección se dice que es la marca de la verdadera madurez en el individuo, y
la marca auténtica de la civilización en contraste con la mera cultura social, como un hallazgo en
una tribu. Se dice que un nativo de África ve su entorno como latiendo con un propósito, una vida,
que en realidad está dentro de sí mismo; una vez que estas proyecciones infantiles se retiran, él ve
que el mundo está muerto, y que la vida reside únicamente dentro de sí mismo. Cuando llega a este
punto sofisticado, se dice que está maduro o cuerdo. O científico. Pero uno se pregunta: ¿acaso él
también, en este proceso, no se ha reificado -es decir, convertido en una cosa, en otras personas?
Las piedras, las rocas y los árboles pueden ser inanimados para él, pero ¿y sus amigos? ¿No los ha
convertido ahora en piedras también?

Esto es, realmente, un problema psicológico. Y su solución, creo, es de menor importancia en


cualquier caso de lo que uno podría pensar, porque, en la última década, hemos visto una tendencia
no anticipada por nuestros psicólogos serios -o por nadie más- que empequeñece ese asunto: nuestro
entorno, y me refiero a nuestro mundo artificial de máquinas, construcciones artificiales,
computadoras, sistemas electrónicos, componentes homeostáticos interconectados, todo esto
empieza, de hecho y cada vez más a poseer lo que los psicólogos temen que el primitivo vea en su
entorno: animación. En un sentido muy real, nuestro entorno está cobrando vida, o al menos cuasi
vivo, y de maneras específicamente y fundamentalmente análogas a nosotros mismos. La
cibernética, una valiosa disciplina científica reciente, articulada por Norbert Wiener, vio
comparaciones válidas entre el comportamiento de las máquinas y los humanos,- en vista de que un
estudio de las máquinas arrojaría información valiosa sobre la naturaleza de nuestro propio
comportamiento. Al estudiar qué es lo que falla en una máquina -por ejemplo, cuando dos
tropismos mutuamente excluyentes funcionan simultáneamente en una de las tortugas sintéticas de
Gray Walter, produciendo un comportamiento intrincado y fascinante en las tortugas confundidas-
uno aprende, tal vez, una nueva y más fructífera perspectiva acerca de lo que entre los humanos se
llamaba anteriormente comportamiento "neurótico". Pero supongamos que el uso de esta analogía
se girara hacia otro lado? Supongamos -y no creo que Wiener lo haya anticipado- que un estudio de
nosotros mismos, de nuestra propia naturaleza, nos permita comprender mejor el funcionamiento
extraordinariamente complejo, acertado o errado, de las construcciones mecánicas y electrónicas.
En otras palabras, y aquí es donde quiero enfatizar, ahora es posible que podamos aprender sobre el
entorno externo artificial que nos rodea, cómo se comporta, por qué, qué es lo que está haciendo,
por analogía de lo que sabemos sobre nosotros mismos.

Las máquinas se están volviendo más humanas, por así decirlo, al menos en el sentido de que, como
indicó Wiener, existe alguna comparación significativa entre el comportamiento humano y el
mecánico. ¿Pero no somos nosotros mismos quienes sabemos ante todo? En lugar de aprender
acerca de nosotros mismos mediante el estudio de nuestras construcciones, tal vez deberíamos hacer
un intento de comprender lo que son nuestras construcciones al observar lo que nosotros mismos
hacemos.

Quizás, realmente, lo que estamos viendo es una fusión gradual de la naturaleza general de la
actividad humana y su función hacia la actividad y la función que los humanos hemos construido y
de la cual nos hemos rodeado. Cien años atrás, tal pensamiento habría sido absurdo, más que
meramente antropomórfico. ¿Qué podría haber aprendido un hombre que vivía en 1750 al observar
el comportamiento de una burra máquina de vapor de? ¿Pudo haberlo visto jadear y resoplar y luego
extrapolar de su trabajo una idea de por qué él mismo continuamente se enamoraba de cierto tipo de
jovencita bonita? Esto no habría sido un pensamiento primitivo de su parte; hubiera sido patológico.
Pero ahora nos encontramos inmersos en un mundo creado por nosotros tan intrincado, tan
misterioso que, como teoriza Stanislaw Lem, el eminente escritor polaco de ciencia ficción, puede
llegar el momento en que, por ejemplo, un hombre tenga que ser arrestado por intentar violar una
máquina de coser. Esperemos, si llega el momento, que al menos sea una máquina de coser
femenina aquella donde dirige sus intenciones. Y una mayor de diecisiete años- con suerte, una muy
vieja maquina de coser a pedal Singer, aunque posible y lamentablemente una de menopausia
pasada.

En algunas de mis historias y novelas, escribí sobre androides o robots o simulacras, el nombre no
importa; lo que se quiere decir es construcciones artificiales enmascaradas como humanos.
Usualmente con un propósito siniestro en mente. Supongo que daba por hecho que si tal
construcción, un robot por ejemplo, tuviera un propósito benigno o decente en mente, no necesitaría
disfrazarse así. Ahora, para mí, ese tema parece obsoleto. Los constructos no imitan a los humanos;
ellos son en realidad humanos, en muchas formas profundas. No están tratando de engañarnos, para
ningún tipo de propósito; simplemente siguen las líneas que seguimos, para que ellos también
puedan superar problemas tan comunes como la ruptura de partes vitales, la pérdida de la fuente de
energía, el ataque de enemigos tales como tormentas, cortocircuitos, y estoy seguro de que
cualquiera de nosotros aquí puede testificar que un cortocircuito, especialmente en nuestra fuente de
energía, puede arruinar nuestro día entero y hacernos completamente incapaces de llegar a nuestro
trabajo diario, o, una vez en la oficina, inútiles en cuanto a hacer el trabajo dado en nuestra
escritorio.

Lo que se me ocurriría como una remodelación del tema del tema del robot pasando por ser humano
sería un robot reluciente con una lente telescópica y una batería de helio que, cuando se empuja,
sangra. Debajo del casco de metal hay un corazón, como nosotros mismos tenemos. Quizás escriba
eso. O, como en las historias ya impresas, una computadora, cuando se le pregunta alguna pregunta
fundamental como, "¿Por qué hay agua?", imprime el Corintios 1. Una historia que escribí, que me
temo que no tomé suficientemente en serio, trataba sobre una computadora que, cuando podía
responder una pregunta, comía al que preguntaba. Presumiblemente- no ahondé en esto-, si la
computadora no hubiera podido responder una pregunta, el interrogador humano se la habría
comido. De todos modos, inadvertidamente mezclé lo humano y la construcción, y no me di cuenta
de que tal combinación podría, con el tiempo, comenzar a formar parte de nuestra realidad. Al igual
que Lem, creo que esto será así, cada vez más. Pero proyectar la idea pasada de Lem: puede llegar
un momento en el que, si un hombre intenta violar una máquina de coser, la máquina de coser lo
haga arrestar y testifique quizás incluso un poco histéricamente contra él en la corte. Esto conduce a
todo tipo de ideas indirectas: falso testimonio de máquinas de coser sobornadas que acusan
injustamente a hombres inocentes, pruebas de paternidad y, por supuesto, abortos para máquinas de
coser que han quedado embarazadas contra su voluntad. ¿Y habría píldoras anticonceptivas para
máquinas de coser? Probablemente, como una de mis esposas anteriores, ciertas máquinas de coser
se quejarían de que las píldoras les daban sobrepeso, o más bien, en su caso, que les hacía coser
puntadas irregulares. Y habría máquinas de coser poco confiables que se olvidarían de tomar
píldoras anticonceptivas. Y, por último pero no menos importante, tendrían que haber Clínicas de
Planificación Familiar en las cuales las máquinas de coser justo fuera de las líneas de ensamblaje
serían asesoradas en cuanto a los peligros de la promiscuidad, con severas advertencias de
enfermedades venéreas vistas en máquinas inmorales, hechas por un Dios indignado. - Élmismo, sin
duda, capaz de coser ojales y bordados elegantes a un ritmo que deslumbraría a las crédulas
máquinas de coser de metal y plástico, siempre listas, como nosotros, a doblegarse ante los milagros
divinos.
Me estoy riendo del asunto, supongo, pero el punto no es simplemente humorístico. Nuestros
constructos electrónicos se están volviendo tan complejos que para comprenderlos debemos ahora
revertir la analogía de la cibernética y tratar de razonar desde nuestra propia conducta y
comportamiento a los suyos, aunque supongo que asignarles un motivo o propósito sería entrar en el
reino de paranoia; lo que hacen las máquinas puede parecerse a lo que hacemos nosotros, pero
ciertamente no tienen intención en el sentido que tenemos l tenemos; tienen tropismos, tienen un
propósito en el sentido de que los construimos para lograr ciertos fines y para reaccionar ante
ciertos estímulos. Una pistola, por ejemplo, está construida con el propósito de disparar una bala de
metal que dañará, incapacitará o matará a alguien, pero esto no significa que la pistola quiera hacer
esto. Y, sin embargo, aquí estamos entrando en el reino filosófico de Spinoza cuando vio, y creo
con gran profundidad, que si una piedra cayendo pudiera razonar, pensaría: "Quiero caer a una
velocidad de 15 metros por segundo. "

El libre albedrío- es decir, cuando sentimos deseo, cuando somos conscientes de querer hacer lo que
hacemos-, puede ser incluso para nosotros una ilusión; y la psicología profunda parece corroborar
esto: muchos de nuestros impulsos en la vida se originan en un inconsciente que está más allá de
nuestro control. Somos impulsadoscomo lo son los insectos, aunque el término "instinto" quizás no
sea aplicable para nosotros. Cualquiera que sea el término, gran parte de nuestro comportamiento es
el resultado de nuestra voluntad, puede controlarnos hasta el punto de que, para todos los propósitos
prácticos, nosotros, piedras cayendo, estemos condenados a caer a un ritmo prescrito por la
naturaleza, tan rígido y predecible como la fuerza que crea un cristal. Cada uno de nosotros puede
sentirse único, con un destino intrínseco nunca antes visto en el universo ... y sin embargo, para
Dios podemos ser millones de cristales, idénticos a los ojos del Científico Cósmico.

Y -aquí hay una idea no demasiado agradable- a medida que el mundo externo se vuelve más
animado, podemos encontrar que nosotros, los llamados humanos, nos convertimos, y en gran
medida siempre lo hemos sido, en seres inanimados en el sentido de que somos guiados, dirigidos
por tropismos incorporados, en lugar de liderar. Así que nosotros y nuestras computadoras que
evolucionan trabajosamente podemos encontrarnos a medio camino. Algún día un ser humano,
llamado tal vez Fred White, puede dispararle a un robot llamado Pedro Algo-u-s, que ha salido de
una fábrica de General Electrics, y para su sorpresa lo ve llorar y sangrar. Y el robot moribundo
puede devolver el disparo y, para su sorpresa, ver una voluta de humo gris que surge de la bomba
eléctrica que supuso que era el corazón palpitante del Sr. White. Sería un gran momento de verdad
para ambos.

Me gustaría entonces preguntar esto: ¿qué es lo que, en nuestro comportamiento, podemos llamar
específicamente humano? ¿Aquello que es especial para nosotros como especie viviente? ¿Y qué es
lo que, al menos hasta ahora, podemos consignar simplemente como comportamiento de máquina, o,
por extensión, comportamiento de insecto o comportamiento reflejo? Y incluiría, aquí, el tipo de
comportamiento pseudohumano exhibido por lo que alguna vez fueron hombres vivientes- criaturas
que, en formas que deseo analizar a continuación, se convierten en instrumentos, medios, en lugar
de fines. De máquinas en el mal sentido, en el sentido de que, aunque la vida biológica continúa, el
metabolismo continúa, el alma, a falta de un término mejor, ya no está allí o al menos ya no está
activa. Y tal cosa existe en nuestro mundo, siempre lo hizo, pero la producción de tal actividad
humana inauténtica se ha convertido en una ciencia del gobierno y de agencias similares, ahora. La
reducción de los humanos al mero uso: hombres convertidos en máquinas, que cumplen un
propósito que aunque "bueno" en un sentido abstracto tiene, para su realización, empleado lo que
considero el mayor mal que se pueda imaginar: el reemplazo de lo que era un hombre libre que se
reía y lloraba y cometía errores y se volvía loco y jugó una restricción que lo limita, a pesar de lo
que pueda imaginar o pensar, por el cumplimiento de un objetivo fuera de su destino personal-
independientemente de lo insignificante que éste pueda ser. Como si, por así decirlo, la historia lo
hubiera convertido en su instrumento. Historia, y hombres expertos en, y entrenados en, el uso de
técnicas de manipulación, equipadas con dispositivos, ideológicamente orientados, de tal manera
que el uso de estos métodos les parezca necesario o al menos deseable para alcanzar algún objetivo
en última instancia deseado.

Pienso, en este punto, en el comentario de Tom Paine sobre otra parte de la Europa de su tiempo:
"Admiraban las plumas y olvidaban al pájaro moribundo". Y es el "pájaro moribundo" lo que me
preocupa. Los moribundos- y creo, no obstante, comenzando una vez más a revivir en los corazones
de la nueva generación de niños que maduran: el ave moribunda de la auténtica humanidad.

Esto es lo que deseo decirte aquí, hoy. Deseo revelar mi esperanza, mi fe, en los niños que están
surgiendo ahora. Su mundo, sus valores. Y, al mismo tiempo, su impermeabilidad a los valores
falsos, los ídolos falsos, los odios falsos, de las generaciones anteriores. El hecho de que ellos, estos
buenos niños, no puedan ser alcanzados o movidos o siquiera tocados por la "gravedad" - para
referirse a mi metáfora anterior - que nos ha hecho caer en la vejez, en contra de nuestro
conocimiento o voluntad, a 15 metros por segundo a lo largo de nuestras vidas ... mientras creíamos
que lo deseábamos.

Es como si estos niños, o al menos muchos de ellos, algunos de ellos, están cayendo a un ritmo
diferente, o, en realidad, no caen en absoluto. El "Marchando al sonido de otros tambores" de Walt
Whitman podría reformularse de esta manera: cayendo, no en respuesta a supuestas "verdades" no
examinadas ni cuestionadas, sino en respuesta a un deseo humano nuevo e interior -y genuinamente
auténtico-.

La juventud, por supuesto, siempre ha tendido hacia esto; de hecho, esta es realmente una definición
de juventud. Pero ahora mismo es tan urgente, si, como creo, nos estuviéramos fusionando poco a
poco en homogeneidad con nuestras construcciones mecánicas, paso a paso, mes a mes, hasta que
tal vez llegue un momento en que un escritor, por ejemplo, dejará de escribir no porque alguien
desenchufó su máquina de escribir eléctrica, sino porque lo desenchufaron a él. Pero ahora hay
niños que no pueden desconectarse porque ningún cable eléctrico los conecta con una fuente de
energía externa. Sus corazones laten con un significado interior y privado. Su energía no proviene
de un marcapasos; proviene de una obstinada, casi absurdamente perversa, negativa a ser
"desviada"-, es decir, ser absorbida por los lemas, la ideología -de hecho, por cualquier ideología,
de cualquier tipo- que los redujera a instrumentos de causas abstractas, sin importar la ―bondad‖ de
éstas. En California, de donde vengo, he estado viviendo con esos niños, participando, en la medida
de mis posibilidades, en su mundo emergente.

Me gustaría contarte acerca de su mundo porque, si tenemos suerte, algo de ese mundo, esos valores,
esa forma de vida, conformarán el futuro de nuestra sociedad total, nuestra utopía o anti utopía del
futuro. Como escritor de ciencia ficción, debo, por supuesto, mirar continuamente hacia adelante,
siempre en el futuro. Espero -y me gustaría comunicárselo con el tremendo espíritu de optimismo
que siento con tanta urgencia y firmeza- que nuestro mañana colectivo exista en forma embrionaria
en las cabezas, o más bien en los corazones, de estos niños que en este momento, a su corta edad,
son política y sociológicamente impotentes, incapaces incluso, según nuestras leyes californianas,
de comprar una botella de cerveza o un cigarrillo, votar, o de ninguna forma ser consultados sobre
las leyes oficiales que gobiernan su y nuestra sociedad. Creo que realmente estoy diciendo esto: si
estás interesado en el mundo del mañana, puedes aprender algo al respecto, o al menos leer sobre
las posibilidades que puedan surgir para configurarlo, en las páginas de las revistas Analog y F &
SF y Amazing, pero en realidad, para encontrarlo en su forma auténtica, lo descubrirás al observar a
un niño de 16 o 17 años mientras realiza sus peregrinaciones naturales, su vida diaria. O, como
decimos en el área de la Bahía de San Francisco, cuando lo observas "en la ciudad, en busca de
acción". Esto es lo que he observado. Estos niños, a los cuales conocí y con los que he vivido, en
California, son mis historias de ciencia ficción del mañana, mi síntesis, en este momento de mi vida
como persona y escritor; son lo que espero con anticipación, y los que deseo fervientemente ver
prevalecer. Son en lo que creo, más que cualquier otra cosa que haya encontrado alguna vez. Y
daría mi vida por ellos. Mi medida total de devoción, en esta guerra estamos luchando, para
mantener y aumentar lo que es humano en nosotros, lo que es nuestro propio núcleo y la fuente de
nuestro destino. Nuestro destino debe ser no solo a las estrellas, sino también a la naturaleza de
nuestros propios seres. Porque no es simplemente a dónde vamos, a Alpha Centaurus o Betelgeuse,
sino a lo que somos cuando hacemos nuestras peregrinaciones allí. Nuestras naturalezas irán allí
también. "Ad astra" - pero "por hominem". Y eso nunca debemos perderlo de vista.

Después de todo, sería desalentador si la primera entidad de dos patas que emergiera en la
superficie de Marte desde una nave espacial terrenal declararara: "Gracias a Dios por permitirme,
dejarme, hacer clic, dejar, hacer clic, haga clic ... esta es una grabación ". Y luego se prende fuego y
explota cuando un par de cables se cruzan en algún lugar dentro de su cofre de plástico. Y
probablemente aún más desalentador para este constructo sería el descubrimiento, regresar a la
Tierra, de que sus "niños" han sido reciclados junto con las latas de cerveza de aluminio y las
botellas de Coca Cola como fragmentos del problema de la contaminación urbana. Y, finalmente,
cuando este astronauta de plástico, cableado y relevadores se dirija a las autoridades del
Ayuntamiento para quejarse, descubriría que ya se había agotado su garantía de tres años y que,
como las piezas para mantenerlo en vida ya no estaban disponibles, su acta había sido cancelada.

Por supuesto, no deberíamos tomar esto en serio literalmente. Sino como metáfora- en un sentido
más amplio tal vez deberíamos examinar más de cerca las entidades de dos piernas que planeamos
enviar, por ejemplo, para controlar la estación espacial en órbita. No queremos averiguar dentro de
tres años que la supuesta tripulación humana tenía todas las partes casadas de la estación espacial y
se habían establecido para revolotear felizmente para siempre en una felicidad conyugal. Como en
la excelente historia de Ray Bradbury, en la que un ciudadano de Los Ángeles atormentado por el
miedo descubre que el coche de la policía que lo sigue no tiene conductor, que lo está siguiendo
solo, debemos asegurarnos de que uno de nosotros se siente en el asiento del conductor; en la
historia del Sr. Bradbury, el verdadero horror, al menos para mí, no es que el coche de la policía
tenga su propio tropismo porque persigue al protagonista, sino que, dentro del automóvil, hay un
vacío. Un lugar sin llenar. La ausencia de algo vital: esa es la parte horrorosa, la visión apocalíptica
de un futuro de pesadilla.

Pero, yo mismo, preveo algo más optimista: si hubiera escrito esa historia, habría tenido un
adolescente al volante del automóvil de la policía: se lo había robado mientras el oficial de policía
estaba en una cafetería en su hora de almuerzo, y el niño la va a revender dividiéndola en partes.
Esto puede sonar un poco cínico de mi parte, pero, ¿no sería preferible esto? Como decimos en
California, donde vivo, cuando la policía va a investigar un robo en su casa, descubren que, cuando
se van, alguien les ha quitado las llantas, el motor y la transmisión de su automóvil, y los oficiales
deben hacer dedo de vuelta a los cuarteles. Esta idea quizá infunda miedo en los corazones de los
conservadores, pero francamente a mí me da alegría. Incluso los esquemas más básicos de los seres
humanos son preferibles a los tropismos más exaltados de las máquinas. Creo que esta, aquí mismo,
es una de las valiosas lecciones que poseen algunos de los nuevos jóvenes: los autos, incluso los
patrulleros, son prescindibles, pueden ser reemplazados. Son todos iguales realmente. Es la persona
dentro la que, cuando se ha ido, no puede duplicarse, a ningún precio. Incluso si no nos gusta, no
podemos prescindir de él. Y una vez que se vaya, nunca volverá.

Y luego, también, si se convierte en un androide, nunca volverá, nunca volverá a ser humano. O de
todos modos lo más probable es que no.

A medida que los niños de nuestro mundo luchan por desarrollar su nueva individualidad, su casi
irrespetuosa falta de respeto por las verdades que adoramos, se vuelven para nosotros- y por
"nosotros" me refiero al sistema-, una fuente de problemas. No me refiero necesariamente a jóvenes
políticamente activos, aquellos organizados en diversas sociedades con pancartas y consignas; para
mí, eso es un regreso al pasado, por revolucionarios que sean esos lemas. Me refiero a las entidades
intrínsecas, los niños, cada uno de los cuales está solo, haciendo lo que llamamos "lo suyo". Puede,
por ejemplo, no violar la ley sentándose en las vías antes los trenes de tropas; su incumplimiento de
la ley puede consistir en llevar su auto a una proyección de auto cinema con cuatro niños
escondidos en el baúl para evitar tener que pagar. Aún así, una ley se está rompiendo. La primera
transgresión tiene connotaciones políticas y teóricas; el segundo, una mera falta de acuerdo de que
uno siempre debe hacer lo que se le ordena hacer, especialmente cuando el pedido proviene de un
cartel impreso y publicado. En ambos casos hay desobediencia. Podemos aplaudir lo primero como
significativo. El segundo simplemente irresponsable. Y sin embargo, es en el segundo que veo un
futuro más feliz. Después de todo, siempre ha habido movimientos históricos de personas en
oposición organizada a los poderes gobernantes. Esto es simplemente un grupo que usa la fuerza
contra otro; los marginados contra los que están adentro. No ha logrado producir una utopía hasta el
momento. Y creo que nunca lo hará.

Convertirse en lo que llamo, a falta de un término mejor, un androide, significa, como dije,
permitirse a uno mismo convertirme en un medio, o ser golpeado, manipulado, convertido en un
medio sin el conocimiento o consentimiento de uno: los resultados son los mismo. Pero no puedes
convertir a un ser humano en un androide si ese humano va a violar las leyes cada vez que pueda.
La Androidización requiere obediencia. Y, sobre todo, previsibilidad. Es precisamente cuando la
respuesta de una persona dada a cualquier situación dada puede predecirse con precisión científica
que las puertas están abiertas para la producción al por mayor de la forma de vida Androide. ¿De
qué sirve una linterna si la bombilla se ilumina solo de vez en cuando cuando presionas el botón?
Cualquier máquina debe funcionar siempre, para ser confiable. El androide, como cualquier otra
máquina, debe actuar al instante. Pero no se puede contar con que nuestros jóvenes hagan esto; no
es confiable. Ya sea a través de la pereza, la brevedad de la atención, la perversidad, las tendencias
criminales, cualquiera que sea la etiqueta con la que desees etiquetar al niño para explicar esta falta
de fiabilidad está bien. Cada uno simplemente significa: podemos decirle una y otra vez qué hacer,
pero cuando llega el momento de actuar, toda la instrumentación subliminal, toda la información
ideológica, todas las drogas tranquilizantes, toda la psicoterapia, son un desperdicio. Simplemente
no saltará si el látigo está roto. Y entonces no nos sirve a nosotros, el poder calcificado y
atrincherado. No actuará para nosotros como un instrumento a través del cual ambos mantenemos y
aumentamos esos poderes y las recompensas- para nosotros mismos- que los acompañan.

Lo que sucedió es que ha habido demasiado estímulo. El televisor, los periódicos, todos los
llamados medios de comunicación masivos, lo han desgastado. Las palabras han dejado de
significar mucho para estos niños; han tenido que escuchar demasiadas. No se les puede enseñar,
porque ha habido un afán demasiado grande, un motivo demasiado llamativo para hacer que
aprendan. Los escritores anti-utopía de ciencia ficción de hace quince años, y yo fui uno de ellos,
previeron que la maquinaria de propaganda de comunicaciones masivas arrastraría a todos hacia la
mediocridad y la uniformidad. Pero no pasando esto. Mientras que la radio del automóvil oculta la
visión oficial sobre la guerra en Vietnam, el joven está desconectando el parlante para reemplazarlo
con un altavoz y un bafle; en medio de la arenga del gobierno, el orador está desapegado. Y,
mientras conecta de manera experta componentes de audio mejores en su automóvil, el chico ni
siquiera se da cuenta de que la voz en la radio está tratando de decirle algo Este chico, un hábil
artesano, escucha solo para ver si hay distorsión, interferencia o una curva de frecuencia que no se
esté escuchando del todo. Su cabeza se dirige hacia las realidades inmediatas, el parlante en sí, no la
voz flatulenta que sale de él.

La sociedad totalitaria imaginada por George Orwell en 1984 debería haber llegado ya. Los
aparatos electrónicos están aquí. El gobierno está aquí, listo para hacer lo que Orwell anticipó.
Entonces existe el poder, el móvil y el hardware electrónico. Pero esto no significa nada, porque,
progresivamente y cada vez más, nadie está escuchando. La nueva juventud que veo es demasiado
estúpida para leer, demasiado inquieta y aburrida para mirar, demasiado preocupada para recordar.
La voz colectiva de las autoridades se desperdicia en ella; ella se rebela. Pero rebeldes no por
consideraciones teóricas e ideológicas, sino por lo que podría llamarse puro egoísmo. Además de
una descuidada falta de consideración por las terribles consecuencias que las autoridades le
prometen si él no obedece. No se lo puede sobornar porque lo que quiere lo puede construir, robar o,
de alguna curiosa e intrincada forma, adquirir para sí mismo. No se puede dejar intimidar porque en
las calles y en su casa ha visto y participado en tanta violencia que ya no le afecta. Simplemente se
sale de su camino cuando ésta amenaza, o, si no puede escapar, lucha. Cuando la camioneta policial
llega para llevarlo al campo de concentración, los guardias descubrirán que al cargarla, no notaron
que otro menor igualmente desesperado ya les había cortado las llantas. La camioneta está rota. Y
mientras se reemplazan los neumáticos, otro joven ya roba todo el gas del tanque de gasolina para
su Chevrolet Impala retocado y ya se ha ido a toda velocidad hace mucho tiempo.

La absolutamente horrible sociedad tecnológica: ese fue nuestro sueño, nuestra visión del futuro.
No podíamos prever nada equipado con suficiente poder, astucia o lo que sea, para impedir la
llegada de esa espantosa sociedad de pesadilla. Nunca se nos ocurrió que los chicos delincuentes
podrían engendrarlo con la perversa malicia de sus pequeñas almitas, Dios los bendiga. Aquí, como
ejemplo, dos extractos de los medios; el primero, citado en ese epítome de lo nauseabundo, Time,
es- ayúdenme-, lo que la revista llama "el sueño supremo en el servicio telefónico", como lo
describe Harold S. Osborne, ex jefe de ingenieros de AT & T:

"Cada vez que nace un bebé en cualquier parte del mundo, se le da al nacer un número de teléfono
de por vida. Tan pronto como puede hablar, se le da un dispositivo similar a un reloj con diez
pequeños botones en un lado y una pantalla en el otro. Cuando quiera que él desee hablar con
alguien en el mundo, sacará el dispositivo y marcará las teclas del número. Luego, volteando el
dispositivo, escuchará la voz de su amigo y verá su cara en la pantalla, en color y en tres
dimensiones. Si no lo ve y lo escucha, sabrá que su amigo está muerto ".

No lo sé; Realmente no encuentro esto gracioso para nada. Es realmente triste. Es desgarrador De
todos modos; no va a suceder. Los niños ya se han encargado de eso. "Fanáticos del teléfono", se
les llama, estos niños en particular. Esto es lo que dice L.A. Times, en un artículo fechado este año:

"Ellos (los fanáticos del teléfono) llegaron con señales de tono multifrecuencia personalizadas -el
término de los fanáticos del teléfono para una caja azul. Los multifrecuencia caseros variaban en
tamaño y diseño. Uno era un sofisticado transistor de bolsillo fabricado por un doctor en ingeniería,
otro del tamaño de una caja de cigarros con un acoplador real conectado al receptor del teléfono.
Hasta ahora, estos fanáticos de los teléfonos habían ideado 22 formas de hacer una llamada gratis
sin usar tarjetas de crédito. Los fanáticos de los teléfonos también saben cómo detectar 'supervisión',
la jerga de la compañía telefónica para un tono casi inaudible que entra en juego antes de que
alguien responda para registrar los cargos de llamada. Tan pronto como los fanáticos del teléfono
detectan la temida 'supervisión', cuelgan rápidamente.

"El Capitán Crunch todavía estaba en la cabina telefónica apretando los interruptores rojos en su
lujosa caja computarizada. Sacó su nombre del silbato encontrado en la caja de cereal del desayuno
Cap'n Crunch. Crunch descubrió que el silbato tiene una frecuencia de 2600 ciclos por segundo, la
frecuencia exacta que utiliza la compañía telefónica para indicar que una línea está inactiva, y por
supuesto, la primera frecuencia que los fanáticos de la telefonía aprenden a silbar para
'desconectarse', lo que les permite pasar de un circuito a otro. Se inclinó sobre su caja para leer una
lista de números de códigos de país. Se hizo pasar por un operador en el extranjero y llamó a Italia.
En menos de un minuto llegó a un profesor de escritos griegos clásicos en la Universidad de
Florencia.‖

Así es como el futuro realmente ha llegado. Ninguno de nosotros los escritores de ciencia ficción
previó fanáticos de los teléfonos. Afortunadamente, tampoco lo hizo la compañía telefónica, que de
otro modo ya nos estaría dominando. Pero esta es la diferencia entre un mito funesto y una realidad
alegre y feliz. Y son los niños, únicos, maravillosos, sin ningún tipo de escrúpulos en ningún
sentido tradicional, los que han marcado la diferencia.

Hablando en términos de ciencia ficción, ahora preveo un estado totalitario anarquista por delante.
Dentro de diez años, un reportero callejero de TV le preguntará a un niño quién es el presidente de
los Estados Unidos, y el niño admitirá que no sabe. "Pero el presidente puede hacer que lo ejecuten",
protestará el periodista. "O golpeado o arrojado a la prisión o se te quitarrán todos tus derechos,
todas tus pertenencias, todo". Y el niño responderá: "Sí, mi papá me decía siempre lo mismo hasta
el mes pasado cuando tuvo su infarto". Fin de la entrevista. Y cuando el periodista vaya a recoger su
equipo, encontrará que le falta uno de sus sistemas de vidrios estéreos 3-D en color; el niño se lo
quitó mientras el reportero charlateaba.

Si, estamos, como parece, en el proceso de convertirnos en una sociedad totalitaria en la que el
aparato estatal es todopoderoso, la ética más importante para la supervivencia del verdadero ser
humano libre sería: engañar, mentir, evadir, fingirlo, estar en otro lado, falsificar documentos,
construir aparatos electrónicos mejorados en su garaje que burlen a los dispositivos utilizados por
las autoridades. Si la pantalla del televisor te va a ver, vuelva a conectarla por la noche cuando se te
permita apagarlo- reconfigúralo de tal manera que refleje la propia sala de estar de los policías
monitoreándo tu casa. Cuando firmes una confesión bajo coacción, falsifica el nombre de uno de los
espías políticos que se infiltró en tu club de aeromodelación. Paga tus multas con dinero falso,
cheques de goma o tarjetas de crédito robadas. Da direcciones falsas. Llega al juzgado en un auto
robado. Dile al juez que si te sentencia, reemplazarás las tabletas de aspirina por las píldoras
anticonceptivas de su hija. O pon a Su Señoría en una lista de correo para revistas pornográficas. O,
si todo lo demás falla, amenázalo con usar su número de tarjeta de crédito telefónica para realizar
llamadas innecesarias de larga distancia a ciudades en otros planetas. Ya no será necesario volar el
palacio de justicia. Simplemente encuentra alguna manera de difamar al juez: lo viste conducir una
noche a su casa en el lado equivocado de la carretera con las luces apagadas y una botella con
medio litro de whisky apoyada contra el volante. Y en su adhesivo para el parachoques esa noche se
leía: OTORGUE DERECHOS TOTALES A LOS HOMOSEXUALES DE LOS EE. UU. Por
supuesto, ya ha roto la etiqueta, pero tanto tú como diez de tus amigos lo presenciaron. Y ahora
están en los teléfonos públicos, listos para telefonear la noticia a todos los periódicos locales. Y, si
todavía es tan tonto como para condenarlo, al menos pídele que devuelva la pequeña grabadora que
inadvertidamente dejaste en su habitación. Como el botón de apagado está roto, probablemente ya
haya grabado su carrete de cinta completo de diez días. Los resultados deben ser interesantes. Y si
trata de destruir la cinta, lo arrestarán por vandalismo, lo que, en el estado totalitario del mañana,
será el crimen supremo. ¿Qué valor tiene para ti su vida en comparación con un rollo de tres dólares
de cinta de grabación? La cinta es probablemente propiedad del gobierno, como todo lo demás, por
lo que destruirla sería un crimen contra el estado. El primer paso en una insurrección calculada y
siniestra.

Me pregunto si recuerdas el llamado "mapeo cerebral" desarrollado recientemente por Penfield; él


fue capaz de localizar los centros exactos en el cerebro de donde provino cada sensación, emoción y
respuesta. Al estimular un área de un minuto con un electrodo, una rata de laboratorio se transfiguró
en un estado de felicidad perpetua. "También nos harán eso a todos nosotros pronto", me dijo un
amigo pesimista al respecto. "Una vez que los electrodos han sido implantados, pueden hacernos
sentir, pensar y hacer lo que quieran". Bueno, para hacer esto, el gobierno tendría que emitir un
contrato para la fabricación de mil millones de juegos de electrodos y, de forma habitual,
adjudicarían el contrato al mejor postor, que construiría electrodos de calidad inferior a partir de
otros de segunda mano ... los técnicos que implantan los electrodos en los cerebros de millones y
millones de personas se aburrirían y descuidarían, y cuando se presione el interruptor para que la
población total sienta un profundo dolor por la muerte de algún funcionario del gobierno -
probablemente el ministro del interior, a cargo de los campos de rehabilitación de trabajo esclavo-,
se enredaría y la población, como esa rata de laboratorio, experimentaría convulsiones colectivas de
alegría. O el cableado deficiente que conecta los cerebros de la población con el Centro de
Pensamiento de Washington D.C. se sobrecargaría, y una oleada de electricidad rebozaría sobre las
líneas e incendiaría la Casa Blanca.

¿O es solo una ilusión de mi parte? ¿Una pequeña fantasía sobre una sociedad futura por la cual
realmente deberíamos sentir aprensión?

La continua elaboración de la tiranía del estado como la que nosotros, en los círculos de ciencia
ficción, anticipamos en el mundo del mañana -toda nuestra preocupación con lo que llamamos la
sociedad "anti-utópica" -este crecimiento de la invasión estatal en la privacidad del individuo, su
saber demasiado acerca de él, y luego, cuando sabe, o piensa que sabe, algo que desaprueba, su
poder y capacidad para aplastar al individuo; como duramente comprendemos, este malvado
proceso utiliza la tecnología como su instrumento. Las invenciones de la ciencia aplicada, como los
dispositivos sensores casi milagrosamente sofisticados que ahora viajan de regreso de la guerra en
Vietnam para su adaptación al uso civil aquí - estos escáneres infrarrojos pasivos, francotiradores,
estas cajas de cromo con diales y medidores que pueden atravesar ladrillos y piedra, puede decirle
al usuario lo que se dice y hace a una milla de distancia de un edificio herméticamente sellado, ya
sea un búnker de concreto o un edificio de apartamentos, puede, como las armas que tienen delante,
caer en lo que las autoridades llamarían "las manos equivocadas" - es decir, en manos de las mismas
personas que están siendo monitoreadas. Al igual que todas las máquinas, estos transmisores
universales, dispositivos de grabación, discriminadores de energía térmica, en sí mismos no se
preocupan por quiénes están siendo utilizados por o en contra. La escena de un altercado callejero
donde, por ejemplo, un joven ha arrojado un globo lleno de agua en el automóvil deportivo de un
rico contribuyente: este vehículo, por rápido, aunque bien armado y animado por el espíritu de justa
venganza, puede ser manchado por la misma lente por la cual sus superiores se dieron cuenta de la
perturbación en primer lugar .. y la notificación de su inminente llegada a la escena puede ser
transmitida por el mismo dispositivo portátil del excedente del ejército que mantiene el control de
multitudes cuando son negros reunidos para protestar por sus justos derechos. Antes de que el poder
absoluto del estado absoluto del mañana pueda lograr su victoria, puedes encontrar cosas como esta:
cuando la policía aparece en tu puerta para arrestarte por tener pensamientos no aprobados, un
sensor de escaneo que has comprado he instalado en tu propia puerta discrimina a los intrusos de tus
amigos habituales y te alerta del peligro inminente.

Déjame darte un ejemplo. En el enorme edificio del centro cívico de mi condado, un fantástico
escenario de plástico y cromo de Buck Rogers para una mala película de ciencia ficción, cada
visitante debe pasar por un campo electrónico que enciende una alarma si tiene demasiado metal,
sea una llave, un reloj, un par de tijeras, una bomba, un rifle Winchester .308. Cuando suena el aro,
y siempre me suena, un policía uniformado inmediatamente cachea al visitante. Un letrero advierte
que si se descubre un arma en el visitante, se acabó todo para él, y el letrero también advierte que si
se encuentran drogas ilegales en un visitante, durante esta búsqueda de armas, está acabado también.
Ahora, creo que incluso ustedes, aquí en Canadá, están conscientes de que la razón de esta
búsqueda metódica de armas de cada visitante al Centro Cívico del Condado de Marin, tiene que
ver con el tiroteo trágico de hace un año. Pero, y han publicado un aviso oficial de esto, el visitante
será inspeccionado por posesión de narcóticos, también, y esto no tiene nada que ver ni con el
tiroteo ni con ningún peligro para el edificio en sí o las personas dentro de él. A un punto de control
electrónico, creado legítimamente para abortar una situación en la que se introducen explosivos o
armas en el Centro Cívico, se le ha asignado y añadido una función policial adicional relacionada
con el problema auténtico solo por el hilo común de violación del código penal. Para visitar la
biblioteca del condado, que se encuentra en ese edificio, usted está sujeto a registro -de hecho debe
ceder absoluta e incondicionalmente- por posesión sin protección jurídica, construida en la base de
nuestro sistema de derechos civiles estadounidense, ante la existencia de alguna indicación evidente
de que puede estar transportando narcóticos antes de que pueda llevarse a cabo una búsqueda en su
contra. Durante esta búsqueda, incluso hice que el oficial uniformado de la entrada examinara los
libros y documentos que llevaba para ver si eran aceptables. El siguiente paso, en los próximos
meses, sería tener tales puntos de control obligatorios en las intersecciones ocupadas y en todos los
edificios públicos, incluidos los bancos, etc. Una vez que se ha establecido que las autoridades
pueden buscarte drogas ilegales porque estás devolviendo un libro a la biblioteca, creo que puedes
ver hasta dónde puede llegar la tiranía del estado, una vez que se ha provisto de un medio
electrónico que registra la presencia de algo que todos llevamos en nosotros: llaves, un par de
cortaúñas, monedas. La señal que tu enciendes, más bien un pequeño sonido pintoresco, abre una
puerta que no conduce a la biblioteca del condado, sino a una posible prisión. Es ese blip el que
marca el comienzo de todo lo demás. ¿Y cuántos otros blips estamos iniciando, o nuestros hijos
comenzarán, en un contexto del que no sabemos nada todavía? Pero mi punto optimista: los niños
de hoy, habiendo nacido en esta sociedad omnipresente, son plenamente conscientes y dan por
sentada la actividad de tales dispositivos.

Una tarde, cuando estaba estacionando mi automóvil en el estacionamiento frente a una tienda de
abarrotes, comencé, como de costumbre, a cerrar con llave todas las puertas del auto para evitar que
se robaran los paquetes en el asiento trasero. "Oh, no tienes que encerrar el auto", dijo la chica que
estaba conmigo. "Este estacionamiento está bajo constante escaneo de TV de circuito cerrado.
Todos los autos aquí y todos están siendo vigilados todo el tiempo, nada puede suceder". Entonces
entramos a la tienda dejando el auto desbloqueado. Y por supuesto, ella tenía razón; nacida en esta
sociedad, ella ha aprendido a saber tales cosas. Y -ahora tengo un sistema de escaneo infrarrojo
pasivo en mi propia casa en Santa Venecia, conectado con lo que se llama una "caja de transmisión
digital" que, cuando se dispara por el escáner, transmite una señal codificada por línea directa a la
comisaría más cercana, notificándoles que los intrusos han entrado en mi casa. Este sistema de
detección electrónica totalmente autónomo funciona tanto si estoy en casa como si no. Es capaz de
discriminar entre la presencia de un ser humano y un animal. Tiene su propia fuente de
alimentación. Si la línea que sale de ella es cortada, puesta a tierra o incluso alterada, la señal se
libera inmediatamente o si se manipula cualquier otra parte del sistema. Y Westinghouse lo
reinstalará donde sea que viva: tengo los componentes de por vida. Eventualmente, Westinghouse
Security espera que todos los hogares y negocios estén protegidos de esta manera. La compañía ha
construido y mantiene un centro de comunicaciones cerca de cada comunidad en el país. Si no hay
una agencia de policía dispuesta o capaz de aceptar la señal, entonces su propio centro de
comunicaciones responde y garantiza que despache al personal de las fuerzas del orden dentro de
cuatro minutos, es decir, los buenos con las armas estarán a su puerta dentro de esos pocos minutos.
No importa si el intruso entra con una llave maestra o sopla en todo el costado de la casa o, como
me dicen que se está haciendo ahora, perfora el techo. Como sea que haya entrado, por la razón que
sea, el mecanismo responde y transmite su señal. Solo yo puedo apagar el sistema. Y si lo olvido,
entonces - supongo, como sea - todo terminó para mí.

Alguien sugirió, dicho sea de paso, que tal vez este escáner infrarrojo pasivo barriendo el interior de
mi casa constantemente "podría estar mirándome e informando a las autoridades todo lo que hago
allí en mi propia sala de estar". Bueno, lo que estoy haciendo es sentarme en mi escritorio con
bolígrafo y papel tratando de encontrar la forma de pagarle a Westinghouse los $ 840 que les debo
por el sistema. Según mis cálculos, creo que si vendo todo lo que poseo, incluida mi casa, puedo-
bueno. Otra cosa. Si entro en la casa, mi casa, y el sistema descubre que llevo narcóticos ilegales en
mi persona, no parpadea; hace que tanto yo como la casa y todo lo que hay en ella se autodestruya.

Las drogas de la calle, por cierto, son un problema importante en el área donde vivo; es decir, las
drogas ilegales que compras en la calle a menudo son adulteradas, cortadas o simplemente no son
lo que te dice que son. Terminas envenenado, muerto o simplemente "quemado", lo que significa
"no te pega", lo que significa que pagaste diez dólares por un gramo de leche azucarada. Por lo
tanto, se han establecido varios laboratorios gratuitos para el propósito específico de cualquier
droga callejera; les envías una porción del medicamento que compraste y te dicen lo que hay en él,
la idea es, por supuesto, que si tiene estricnina o revelador de película o pólvora de petardo, debes
saberlo antes de tomarlo. Bueno, la policía examinó los propósitos supuestamente ―reales‖ de estos
laboratorios de un vistazo. Actúan como estaciones de control de calidad para el fabricante del
medicamento. Supongamos que estás fabricando metanfetaminas en tu bañera en casa, un proceso
complicado pero factible, por lo que cada vez que sale un nuevo lote, envías una muestra a uno de
estos laboratorios para su análisis ... y ellos te responden: "No, todavía no lo has entendido bien,
pero si lo cocinas tal vez cinco minutos más.." Esto es lo que teme la policía. Así es como funciona
la mentalidad policial. Y, curiosamente, también lo hace la mentalidad de los traficantes de drogas;
los traficantes ya están haciendo precisamente eso. No sé .. a mí no me parece tan mala idea, los
traficantes de drogas están interesados en lo que están vendiendo. En los viejos tiempos solo les
importaba que vivieras lo suficiente como para pagar lo que compraste. Después de eso, estabas
solo.

Sí, como saben todos los padres responsables, las drogas ilegales son un problema, una amenaza
para sus hijos. Estoy completa y enfáticamente de acuerdo. Hubo un tiempo – quizá leíste esto en el
material biográfico que acompaña mis libros-en que estaba interesado en experimentar con drogas
psicodélicas. Eso se acabó, para mí. He visto demasiadas vidas arruinadas en nuestra cultura de
drogas en California. Demasiados suicidios, psicosis, daño orgánico irreversible en el corazón y el
cerebro. Pero hay otras drogas, no son ilegales, no son drogas callejeras, no se cortan con polvo de
leche o azúcar en polvo, y no están mal etiquetadas, eso me preocupa aún más. Estos son
medicamentos de buena reputación, establecidos por doctores reputados o dados en hospitales de
buena reputación, especialmente hospitales psiquiátricos. Estas son tranquilizantes. Menciono esto
para volver a mi preocupación principal, aquí: lo humano frente a lo androide, y cómo puede el
primero diseñarse para convertirse en lo último, El uso calculado, generalizado y estrictamente
sancionado de medicamentos tranquilizantes específicos, como las fenotiazinas, puede que no,
como ciertas drogas ilegales, produzca daño cerebral permanente, pero pueden, y Dios no lo
permita, producir lo que me temo que debe llamar ―daño al alma". Déjenme amplificar.

Recientemente se descubrió que lo que llamamos enfermedad mental o perturbación mental


(síndromes como la esquizofrenia y los fenómenos ciclotímicos de la depresión maníaca) puede
tener que ver con un metabolismo cerebral defectuoso, la falla de ciertos catalizadores cerebrales
como la serotonina y la noradrenalina para actuar adecuadamente. Una teoría sostiene que, bajo
estrés, demasiada producción de monoamino-oxidasas causa alucinaciones, desorientaciones y un
colapso mental general. Una conmoción repentina, especialmente al azar, y productora de dolor,
como la pérdida de alguien o algo querido, o la pérdida de algo vital y que se da por sentado. Esto
inicia una sobreproducción de noradrenalina que fluye por vías neuronales generalmente no
utilizadas, sobrecargando circuitos cerebrales. y produce el comportamiento que llamamos psicótico.

La enfermedad mental, entonces, es un fenómeno bioquímico. Si se introducen ciertos


medicamentos, como las fenotiazinas, el metabolismo cerebral recupera el equilibrio normal; el
catalizador serotonina se utiliza adecuadamente y el paciente se recupera. O si se introduce un
medicamento IMAO, un inhibidor de la monoaminooxidasa, la respuesta al estrés se vuelve viable y
la persona puede funcionar normalmente. O bien, y esta es la esperanza encantadora del príncipe de
la profesión médica, el carbonato de litio, si es tomado por el paciente perturbado, limitará una
producción o liberación de la hormona noradrenalina que de otro modo sería abrumadora, lo que,
sobre todo, actúa para causar pensamientos irracionales y comportamiento de un tipo socialmente
inaceptable. Toda la amplitud de los sentimientos, la pena salvaje, la ira, el miedo, cualquier y todos
los sentimientos intensos, se reducirá a la medida adecuada por la presencia del carbonato de litio
en el tejido cerebral. La persona se volverá estable, predecible, no una amenaza para los demás.
Sentirá lo mismo y pensará lo mismo todo el día, día tras día. Las autoridades no serán recibidas por
sorpresas repentinas provenientes de él.

En el campo de la psicología anormal, la estructura de la personalidad esquizoide está bien definida;


en él hay una continua incapacidad de sentimientos. La persona piensa en lugar de sentir su camino
a través de la vida. Y como demostró el gran psiquiatra suizo Carl Jung, esto no se puede mantener
con éxito; uno debe cumplir la mayor parte de la realidad crucial con una respuesta sentida. De
todos modos, hay un cierto paralelismo entre lo que yo llamo la personalidad "androide" y el
esquizoide. Ambos tienen una cualidad mecánica y refleja.

Una vez escuché a una persona esquizoide expresarse, con toda seriedad, de esta manera: "Recibo
señales de otros. Pero no puedo generar nada propio hasta que me recarguen. Mediante una
inyección". Estoy citando tal cual, lo juro. Imagina verte a ti mismo y a los demás de esta manera.
Señales. Como provenientes de otra estrella. La persona se ha reificado por completo, junto con
todos los que lo rodean. Que horrible. Aquí, claramente, el alma está muerta o nunca vivió.

Otra cualidad de la mente del androide es la incapacidad de hacer excepciones. Tal vez esta es la
esencia de la misma: la incapacidad de abandonar ciertas acciones cuando no le dan resultado, sino
repetirlas una y otra vez. Las formas de vida más bajas son hábiles para ofrecer la misma respuesta
continuamente, al igual que las linternas. Se intentó una vez utilizar una paloma como técnico de
control de calidad en una línea de ensamblaje. Parte tras parte, interminables miles de ellos, pasaron
por la paloma hora tras hora, y el ojo avizor de la paloma buscaba desviaciones de la tolerancia
aceptable en el producto. La paloma podía discernir una desviación más pequeña que la que un
humano, haciendo el mismo control de calidad, podría. Cuando la paloma vio una parte que fue
tildada, picoteó un botón, que rechazó la pieza, y al mismo tiempo arrojó un grano de maíz a la
paloma como recompensa. La paloma podía pasar dieciocho horas sin fatiga y amaba su trabajo.
Incluso cuando el grano de maíz falló, debido a que se agotó el suministro, supongo, la paloma
continuó ansiosamente rechazando piezas de calidad inferior. Tuvo que ser retirado por la fuerza de
su percha, finalmente.

Ahora, si to hubiera sido esa paloma, habría hecho trampa. Cuando tuviera hambre, hubiera
picoteado el botón y rechazado una parte, solo para obtener mi grano de maíz. Eso me habría
ocurrido después de un largo período en el que no distinguí partes defectuosas. Porque, ¿qué pasaría
con la paloma si, Dios no lo quiera, ninguna parte fuera defectuosa? La paloma se moriría de
hambre. La integridad, bajo tales circunstancias, sería suicida. Realmente, la paloma tenía un interés
de vida o muerte en encontrar partes defectuosas. ¿Qué harías si eras la paloma y, después de cuatro
días, no habías discernido partes defectuosas y te convertías en plumas y hueso? ¿Triunfaría la ética?
O la necesidad de sobrevivir? Para mí, la vida de la paloma valdría más que la precisión del control
de calidad. Si yo fuera la paloma- pero la mente androide: "Me estoy muriendo de hambre", diría el
androide, "pero maldito sea yo si rechazo una parte perfectamente buena". De todos modos, para mí,
la mente auténticamente humana se aburriría y rechazaría una parte de vez en cuando al azar, solo
para romper la monotonía. Y ninguna cantidad de prueba de circuito podría restablecer su
confiabilidad.

Permítanme ahora expresar otro elemento que me parece una clave esencial a la hora de revelar lo
auténticamente humano. No es solo una propiedad intrínseca del organismo, sino la situación en la
que se encuentra. Lo que le sucede, aquello a lo que se enfrenta, que lo atraviesa y con lo que tiene
que lidiar- ciertas situaciones agonizantes crean, en el momento, un ser humano donde un momento
antes había solo, como dice la Biblia, arcilla. Tal situación puede leerse frente a muchas de las
pintura religiosas medievales: el Cristo muerto sostenido en los brazos de su madre. Dos caras, en
realidad: la de un hombre, la de una mujer. Curiosamente, en muchas de estas pinturas, el rostro de
Cristo parece mucho más antiguo que el de su madre. Lo es si un hombre anciano se sostiene en
manos de una mujer joven; ella lo ha sobrevivido, y sin embargo ella vino antes que él. Él ha
envejecido durante todo su ciclo de vida; ell parece ahora tal vez como siempre, no atemporal, en el
sentido clásico, pero capaz de trascender lo que ha sucedido. Él no ha sobrevivido; esto se nota en
su cara. De alguna manera lo han experimentado juntos, pero han resultado de manera diferente.
Fue demasiado para él; lo destruyó. Tal vez lo que se aprenda aquí sea darse cuenta de cuánta
mayor capacidad tiene una mujer para sufrir; es decir, no que ella sufra más que un hombre, sino
que puede soportar donde no él puede. La supervivencia de la especie radica en la capacidad de ella
para hacer esto, no en la de él. Cristo puede morir en la cruz, y la raza humana continúa, pero si
María muere, todo habrá terminado.

He visto a mujeres jóvenes, de, digamos, dieciocho o diecinueve años, sufrir y sobrevivir cosas que
hubieran sido demasiado para mí, y creo que realmente para casi cualquier hombre. Su humanidad,
a medida que pasaban por estas pruebas, se desarrolló como una ecuación entre ellas y su situación.
No pretendo ofrecer la suave doctrina de que el sufrimiento de alguna manera ennoblece, que de
alguna manera es algo bueno; uno escucha esto de vez en cuando acerca de los genios: "No
hubieran sido genios si no hubieran sufrido", etc. Me refiero simplemente a que posiblemente la
diferencia entre lo que llamo la mentalidad "androide" y lo humano es que este último pasó por algo
que el primero no pasó, o al menos lo pasó y respondió de manera diferente: cambiado, alterado, lo
que hizo y de ahí lo que devino; en lo que se convirtió. Intuyo que el androide repite una y otra vez
algún gesto reflejo limitado, como un insecto que levanta sus alas amenazadoramente una y otra vez,
o que emite un mal olor. Su única defensa o respuesta funciona, o no funciona. Pero, atrapado en un
problema repentino, el organismo que se vuelve más humano, que se convierte precisamente en ese
momento en humano, lucha profundamente en sí mismo y de sí mismo para encontrar una respuesta
tras otra, ya que cada una falla. En la cara del Cristo muerto hay un agotamiento, casi una
deshidratación, como si probara todas las posibilidades en un esfuerzo por no morir. Él nunca se
rindió. Y a pesar de que murió, cayó, murió como humano. Eso es lo que se ve en su rostro.

"Todo —dijo Spinoza— en cuanto es en sí mismo, trata de persistir en su propio ser‖, dijo Spinoza.
Las deidades ctónicas, la Madre Tierra, fueron la fuente original del consuelo religioso -antes de las
deidades masculinas solares que llegaron más tarde en la historia-, así como del origen del hombre;
el hombre vino de Ella y regresa a Ella. Todo el mundo antiguo creía que así como cada hombre
salía de la vida individual de una mujer, eventualmente regresaría y, finalmente, encontraría la paz.
Al final de la vida, el anciano en uno de los Cuentos de Canterbury de Chaucer "va por la mañana y
tarde y golpea el suelo con su bastón diciendo: 'Madre, madre, déjame entrar'", como al final de los
―Espectros‖ de Ibsen, cuando el hombre de mediana edad, regresando a la infancia al final de su
vida cuando muere de paresia, le dice a su madre: "Madre, dame el sol". Como Spinoza señaló tan
claramente, cada cosa finita, cada hombre individual, eventualmente perece ... y su único consuelo
verdadero, ya que perece, ya que cada sociedad de hecho perece, es este retorno a la madre, la mujer,
la Tierra.

Pero si la mujer es el consuelo para el hombre, ¿cuál es el consuelo para la mujer? ¿Para ella?

Una vez vi a una mujer joven sufrir agonías- ella tenía dieciocho años-, que, al solo presenciarlas,
eran demasiado para mí. Ella sobrevivió, creo, mejor que yo. Quería consolarla, ayudarla, pero no
había nada que pudiera hacer. Excepto estar con ella. Cuando la Madre Tierra está sufriendo, hay
muy poco que el hombre finito individual pueda hacer. El novio de esta joven no se quería casar
con ella porque estaba embarazada de otro chico; él no viviría con ella ni le buscaría un lugar donde
quedarse hasta que abortara, un aborto por el cual él no haría nada; ni siquiera hablaría con ella
hasta que todo hubiera terminado, y entonces, o al menos así lo prometió, se casaría con ella. Bueno,
ella se hizo el aborto, y la llevamos a mi casa después para descansar y recuperarnos, y por supuesto,
el hijo de puta nunca más tuvo nada que ver con ella. Estuve con ella durante los días que siguieron
a su aborto, y realmente la pasó horrible, sola en un pabellón pobre y grande en un hospital en otra
ciudad, nunca visitada excepto por mí y un par de amigos, nunca llamada por su novio o su propia
familia, y luego en mi casa, después, cuando se dio cuenta de que su novio nunca iba a conseguir el
apartamento para ellos que ella había planeado, le había prometido, y sus amigos, sus amigos,
también habían perdido interés en ella y la miraba con desprecio; la veía día a día en decadencia,
marchitez y desesperación, y se volvía loca de miedo; ¿A dónde iría ella? ¿Qué sería de ella? No
tenía amigos, ni trabajo, ni familia, ni siquiera ropa, nada. Y no pudo quedarse conmigo después de
que se curó. Solía acostarse en la cama, sufriendo, sosteniendo el cachorro que ella y yo recibimos
en la perrera; el cachorro era todo lo que tenía. Y un día ella se fue, y nunca descubrí a dónde fue.
Ella nunca me contactó de nuevo; quería olvidarme a mí y al hospital, a los días de sanar y sangrar,
y aprender la verdad sobre su situación. Y ella dejó al cachorro detrás. Lo tengo yo ahora. Lo que
recuerdo en particular fue que en las dos semanas que estuvo conmigo después de su aborto, sus
pechos se hincharon con leche; su cuerpo, al menos partes de él, no sabía que el niño estaba muerto,
que no había ningún niño. Fue, dijo, "en una botella". La vi, a la vez, como una mujer repentina, a
pesar de que ella misma había rechazado, destruido, su maternidad; bebé o no, ella era una mujer,
aunque su mente no le dijo eso; todavía llevaba el camisón de algodón que había usado, supongo,
mientras vivía en su casa mientras asistía a la escuela secundaria, quizás el mismo camisón de
algodón fácil de lavar que había usado desde los cinco o seis años. A ella todavía le gustaba ir al
mercado y comprar chocolate con leche y cómics. Según la ley de California, es ilegal que compre
o fume cigarrillos. Hay ciertas películas, muchas de hecho, que nuestra ley le impide ver. Películas,
supuestamente, sobre la vida.

En el viaje a San Francisco para ver al médico sobre el aborto -estaba embarazada de cinco meses y
medio, cerca de lo que California considera el límite de seguridad- compró un muñeco de peluche
púrpura por 89 centavos. Pagué por eso; ella solo tenía 25 centavos. Ella se lo llevó cuando salió de
mi casa. Esa era la persona más valiente, brillante, divertida y dulce que he conocido. La tragedia de
su vida la inclinó y prácticamente la destrozó, a pesar de todos mis esfuerzos. Pero, creo, creo, la
fuerza que es ella, por así decirlo, la hinchazón en la madurez de sus pechos, la mirada hacia el
futuro de su cuerpo físico, incluso en el momento en que mental y espiritualmente fue
prácticamente destruida. -Espero, de todos modos, que esa fuerza prevalezca. Si no lo hace,
entonces no hay esperanza alguna, en lo que a mí respecta.

El futuro tal como lo concibo no existirá. Porque solo puedo imaginarlo poblado por personas
modestas e inadvertidas como ella. Yo mismo no seré parte de él ni lo formare; Todo lo que puedo
hacer es imaginarlo ahora mientras veo los ingredientes, las pequeñas criaturas amables amorosas e
infelices y valientes que están yendo a otra parte, desconocidas para mí ahora, sin recordarme pero,
rezo, viviendo, superando la vida, olvidando - "aquellos que no pueden recordar el pasado están
condenados a repetirlo", se nos dice, pero tal vez sea mejor, tal vez sea la única forma viable, de
poder olvidar. Espero que ella, en su cabeza, haya olvidado lo que le sucedió, así como su cuerpo
olvidó la falta de bebé, el bebé muerto, o nunca lo supo. Es un tipo de ceguera, quizás; un rechazo o
una incapacidad para enfrentar la realidad.

Pero nunca he tenido muchos miramientos por lo que generalmente se llama "realidad". La realidad,
para mí, no es tanto algo que percibes, sino algo que creas. Lo creas más rápido de lo que te crea. El
hombre es la realidad que Dios creó del polvo; Dios es la realidad que el hombre crea
continuamente a partir de sus propias pasiones, su propia determinación. "Bueno", por ejemplo, eso
no es una cualidad o incluso una fuerza en el mundo o sobre el mundo, sino lo que haces con los
retazos de fragmentos sin sentido, desconcertantes, decepcionantes, incluso crueles y aplastantes a
nuestro alrededor que parecen ser piezas sobrantes, descartadas, de otro mundo por completo que
quizá sí, tal vez, tenía sentido.

El mundo del futuro, para mí, no es un lugar, sino un evento. Un constructo, no de un autor en
forma de palabras escritas para inventar una novela o cuento que otras personas se sientan frente a,
fuera de, y lean, sino un constructo en el que no hay autor ni lectores, sino un gran cantidad de
personajes en busca de una trama. Bueno, no hay trama. Solo ellos mismos y lo que hacen y se
dicen el uno al otro, lo que construyen para sostenerlos a todos individual y colectivamente, como
un gran paraguas que deja entrar la luz y apaga la oscuridad en el mismo instante. Cuando los
personajes mueren, la novela termina. Y el libro vuelve a caer en el polvo. Del cual vino. O vuelve,
como el Cristo muerto, a los brazos de su cálida, tierna, afligida, comprensiva y amorosa madre. Y
un nuevo recomienza; de ella renace, y la historia, u otra historia, quizás diferente, incluso mejor,
comienza. Una historia contada por los personajes entre sí. "Una historia de sonido y furia", que
significa mucho. Lo mejor que tenemos. Nuestro ayer, nuestro mañana, el niño que vino antes que
nosotros y la mujer que nos sobrevivirá y superará, por su propia existencia, lo que hemos pensado
y hecho.

En mi novela, LOS TRES ESTIGMAS DE PALMER ELDRITCH, que es un estudio del mal absoluto,
el protagonista, después de su encuentro con Eldritch, regresa a la Tierra y dicta una nota. Esta
pequeña nota aparece antes del texto de la novela. Este párrafo, en realidad, es la novela; el resto es
una especie de autopsia, o más bien, un flashback en el que se presenta todo lo que vino a producir
el libro de un párrafo. Setenta y cinco mil palabras, que trabajé durante muchos meses, meramente
explican, están simplemente allí para proporcionar antecedentes, a la pequeña afirmación del libro
que importa. (Por cierto, está ausente de la edición alemana.) Esta afirmación es para mí mi credo,
no tanto en Dios, ni en un buen dios, ni en uno malo, ni en ambos, sino en nosotros mismos. Dice lo
siguiente, y esto es todo lo que realmente tengo que decir o quiero decir:

"Quiero decir, después de todo, tienes que considerar que solo estamos hechos de polvo. Es cierto
que no hay mucho más que esperar y no debemos olvidarlo. Pero incluso teniendo en cuenta, quiero
decir, que no es un comienzo muy prometedor, no vamos tan mal. Así que personalmente confío en
que incluso en esta pésima situación en la que nos encontramos, podamos lograrlo. ¿Me entiendes?

Esto me trae a la mente un pensamiento extraño: quizás algún día una máquina automática gigante
rugirá y gritará: "De la herrumbre hemos venido". Y otra máquina, enferma y agonizante, acunada
en los brazos de su mujer, puede suspirar: "Y al óxido somos devueltos". Y la paz caerá sobre el
paisaje árido y angustiado.

Nuestro campo, la ciencia ficción, trata de esa parte del ciclo de vida de nuestra especie que se
extiende por delante de nosotros. Pero si se trata de un ciclo verdadero, esa parte futura ya pasó en
cierto sentido. O, al menos, podemos sobre una base casi matemáticamente precisa trazar el
siguiente, faltándonos enteros en la secuencia de la cual somos el pasado. El primer entero: la
cultura de la Madre Tierra. Luego, las deidades solares masculinas, con sus sociedades severas y
autoritarias, desde Esparta a Roma a la Italia fascista y Japón y Alemania y la URSS. Y ahora, tal
vez, lo que esperaban los pintores religiosos medievales: en los brazos de la Madre Tierra, que aún
vive, la deidad solar muerta, su hijo yace, en un regreso una vez más silencioso, en vientre de donde
vino. Creo que estamos entrando en esta tercera y tal vez última secuencia de nuestra historia, y esta
es una sociedad que nuestro campo ve antes que nosotros, que será bastante diferente de cualquiera
de las dos civilizaciones mundiales anteriores que nos son familiares en el pasado. No es un ciclo de
dos partes; no hemos llegado a la conclusión del período de la deidad solar masculina para regresar
meramente al culto primordial de la Madre Tierra, por muy lleno de leche que puedan tener sus
pechos; lo que está por venir es nuevo. Y posiblemente, más allá de eso, yace algo más, único y
oscurecido para nuestra mirada a partir de este momento. Yo mismo no puedo imaginar eso tan
lejos; la realización, el cumplimiento, de la pintura medieval religiosa, como una realidad viviente,
nuestro entorno total, un ambiente externo viviente tan animado como nosotros mismos, eso es lo
que veo y no más allá. Todavía no, de todos modos. Yo mismo estaría contento con eso; Me
encantaría dormirme dormido y vivo, "invisible pero oscuro", como lo dijo Vaughn, en sus brazos.

Si una Pintura de hace mil años, formada por un artesano medieval, anticipada en sus - digamos -
¿psiónica? manos, nuestro mundo futuro, ¿qué podría ser hoy el análogo de ese inspirado artefacto
precognitivo? ¿Qué tenemos con nosotros ahora, tan acogedor y familiar para nosotros en nuestro
mundo del siglo XX, como lo fueron esas pinturas cotidianas para los ciudadanos de la cristiandad
del siglo XIII, que podría ser un microcosmos del futuro lejano? Comencemos por imaginar a un
campesino piadoso de la Francia del siglo XIII contemplando una pintura religiosa rústica y
previendo en ella la sociedad del siglo XXI sobre la cual especulamos los escritores de ciencia
ficción. Luego, como en una película de Bergman, nos movemos hacia.. ¿ahora qué? Uno de
nosotros mirando.. ¿qué?

Ciclo -y reciclo. La pintura religiosa de nuestro mundo moderno: fea, común, omnipresente. No el
Cristo muerto en los brazos de su afligida y eterna madre, sino un montón de latas de cerveza
Budweiser de aluminio, de 30 metros de alto, miles de ellos, siendo recogidas ruidosamente,
traqueteando y derramándose y cayendo y lloviendo como una gigante computadora automatizada. -
La fábrica de cerveza homeostática Budweiser autónoma -una autofábrica, como lo llamé una vez
en un cuento-, abraza los envases desechados para volver a reciclarlos a una nueva vida, con
contenidos nuevos y vivos. Exactamente como antes.. o, si los químicos en el laboratorio Budweiser
están cumpliendo el plan divino de Dios para el progreso eterno, con mejor cerveza que antes.

Vemos como a través de un espejo oscuramente", dice Pablo en Corintios 1: ¿Algún día se
reescribirá como:" Vemos como en un escáner pasivo de infrarrojos oscuramente? "Un escáner que,
como en 1984 de Orwell, nos está mirando todo el tiempo ? Nuestra pantalla de televisión
mirándonos mientras lo vemos, entretenidos, aburridos o, de alguna manera, tan entretenidos por lo
que hacemos como por lo que vemos en su rostro implacable?

Esto, para mí, es demasiado pesimista, demasiado paranoico. Creo que Corintios 1 se reescribirá de
esta manera: "El escáner de infrarrojos pasivos nos ve oscuramente", es decir, no lo suficientemente
bien como para descifrarnos realmente. No es que nosotros mismos podamos descubrirnos unos a
otros, ni siquiera a nosotros mismos. Lo cual, quizás, también es bueno; significa que aún estamos
esperando sorpresas y, a diferencia de las autoridades, a quienes no les gusta ese tipo de cosas,
podemos encontrar estos sucesos fortuitos actuando en nuestro nombre, a nuestro favor.

Las sorpresas, por cierto, y este pensamiento puede ser en sí mismo una sorpresa para ti, son una
especie de antídoto contra la paranoia ... o, para ser precisos, vivir de tal manera que te encuentres
repentinamente sorpresas con bastante frecuencia o incluso de vez en cuando es una indicación de
que no eres paranoico, porque para el paranoico, nada es una sorpresa; todo sucede exactamente
como él esperaba, y algunas veces incluso más. Todo encaja en su sistema; tal vez todos los
sistemas, es decir, cualquier formulación teórica, verbal, simbólica, semántica, etc. que intente
actuar como una hipótesis omniabarcadora y expositiva de lo que trata el universo, sean
manifestaciones de paranoia. Deberíamos contentarnos con lo misterioso, lo sin sentido, lo
contradictorio, lo hostil y, sobre todo, lo inexplicablemente cálido y generoso-el así llamado
ambiente inanimado, en otras palabras, muy parecido a una persona, como el comportamiento de un
intrincado, sutil, poco claro, profundo, desconcertante, y muy querible ser humano a otro. Temer un
poco, también, a veces. Y eternamente desconcertados. Sobre lo cual no podemos saber ni estar
seguros; solo debemos confiar y hacer conjeturas. No siendo lo que pensaste, no haciendo lo
correcto por ti, no siendo justo, sino manteniéndote como por capricho, sino abandonándote, o al
menos aparentando hacerlo. Lo que de hecho esté en nuestra manos quizás nunca lo sepamos. Pero
al menos esto es mejor, no es así, que poseer la falsa certeza contraproducente, derrotista de la vida
del paranoico, expresada, por un amigo mío, con humor, supongo, así: "Doctor, alguien está
poniendo algo en mi comida para hacerme paranoico ". El médico debería haber preguntado si esa
persona lo puso en su comida gratis o si le cobró por ello.

Para remitir por última vez a una obra de ciencia ficción temprana con la que todos estamos
familiarizados, la Biblia: se han escrito varias historias en nuestro campo en las que las
computadoras imprimen partes de ese augusto libro. Ahora sugiero esta idea para una historia futura;
que una computadora imprima a un hombre.

O, si no puede lograr eso, entonces, como segunda opción, una muy pobre en comparación, una
versión condensada de la Biblia: "En el principio fue el final". ¿O debería ir para el otro lado? "Al
final fue el comienzo". Cualquiera. El azar, en el tiempo, resolverá cuál será. Afortunadamente, no
soy yo el obligado a elegir.

Tal vez, cuando una computadora esté lista para generar una u otra de estas dos afirmaciones, un
androide, operando la computadora, tomará la decisión, aunque, si estoy en lo cierto con respecto a
la mentalidad androide, no podrá decidir e imprimirá ambos a la vez, creando una nada
autocancelada, lo que ni siquiera servirá como un caos primordial. Un androide podría, sin embargo,
ser capaz de manejar esto; capaz de algún tipo de poder de toma de decisiones, es posible que elija
una declaración u otra como una cita "correcta". Pero ningún androide, y recordarán y se darán
cuenta de que con este término estoy resumiendo lo que no es humano, ningún androide pensaría
hacer lo que una niñita de ojos brillantes que conozco hizo, algo un tanto extraño, ciertamente
éticamente cuestionable de varias maneras, al menos en cualquier sentido tradicional, pero para mí
verdaderamente humano, en el sentido de que muestra, para mí, un espíritu de feliz desafío, de
valentía, aunque no espiritual, valentía y singularidad:

Un día, mientras conducía en su automóvil, se encontró siguiendo a un camión que transportaba


cajas de botellas de Coca Cola, caja por caja, montones de ellas. Y cuando el camión estacionó, ella
estacionó detrás de él y cargó la parte trasera de su propio auto con las cajas, tantas cajas de botellas
de Coca Cola como pudo meter. Entonces, durante semanas, ella y sus amigas tenían toda la Coca
Cola que podían beber, gratis, y luego, cuando las botellas estaban vacías, las llevaba a la tienda y
las entregaba para el reembolso del depósito.

A eso, digo esto: Dios la bendiga. Que ella viva para siempre Y la Coca Cola Company y la
compañía telefónica, y todo lo demás, con sus escáneres infrarrojos pasivos y francotiradores y
cosas por el estilo, pueden haber desaparecido hace mucho tiempo. El metal y la piedra y el alambre
y el hilo nunca vivieron. Pero ella y sus amigos, ellos, nuestro futuro humano, son nuestra pequeña
canción. "¿Quién sabe si el espíritu de los hombres sobrevuela y el aliento de las bestias viaja por el
inframundo?" la Biblia pregunta. Algún día, en una revisión posterior, se preguntará: "¿Quién sabe
si el espíritu de los hombres sobrevuela y el aliento de los androides viaja por el inframundo?" ¿A
dónde van las almas de los androides después de su muerte? Pero, si no viven, entonces no pueden
morir. Y si no pueden morir, entonces siempre estarán con nosotros. ¿Tienen almas en absoluto? O,
para el caso, ¿Nosotros tenemos?

Creo que, como dice la Biblia, todos vamos a un lugar en común. Pero no etás la tumba; está en la
vida más allá. El mundo del futuro

Gracias.
La ideología dominante que a través del ghetto fluye

Una entrevista con Philip K. Dick

Entrevistador: ¿Por qué, de todas las formas de literatura que podrías haber elegido, elegiste la
ciencia ficción? ¿Fue una decisión consciente?

Dick: Sí, porque en la ciencia ficción hay más probabilidades de expresar ideas puras que en otros
géneros.

Entrevistador: La gente dice que la ciencia ficción es "un ghetto". Y luego, por otro lado, dicen que
es una "literatura de ideas". Pero toda la literatura se supone que es una literatura de ideas, ¿verdad?
Entonces, ¿por qué la ciencia ficción se etiqueta así y al mismo tiempo como un "ghetto"? En otras
palabras, ¿por qué las personas pueden salirse con la suya pagando mucho menos dinero por ello?

Dick: En primer lugar, la ciencia ficción ha cambiado mucho en los últimos años. Está saliendo del
ghetto, pero todo lo que se hace es empeorar las cosas. La escritura es peor ahora que está saliendo
del ghetto porque está perdiendo su identidad. Está perdiendo su forma. Se está volviendo como una
masilla tonta. Hoy en día, puede llamar a cualquier cosa que desees "ciencia ficción" o puedes
decidir no llamarla "ciencia ficción". Por ejemplo, tengo un libro recién salido. Si compras la
cubierta dura de Doubleday, está leyendo una novela "convencional"; si compra el libro en rústica
de Ballantine, está leyendo una novela de "ciencia ficción". Entonces, si tuviera que hablarte sobre
mi nueva novela, tendría que preguntarte si lees el libro encuadernado Doubleday o el libro en
rústica de Ballantine. Estaríamos hablando de empacar y comercializar un libro; no estaríamos
hablando de contenido en absoluto. Un tipo en Doubleday leyó las primeras ochenta páginas, y dijo:
"¡Por qué no hay cohetes en este libro! Eso no es ciencia ficción. Voy a tirarlo por el pasillo a los
editores comerciales y dejar que lo comercialicen. " Y un chico de Ballantine miró el manuscrito y
dijo: "¡Caramba! ¡Esto es ciencia ficción maravillosa! ¡Vamos a ganar millones!" Y les dije:
"Chicos, es mejor que nos reunamos". En otras palabras, salió del ghetto en la edición de tapa dura
y volvió directamente al ghetto en la edición de bolsillo.

Entrevistador: ¿Cuál esperas que venda más?

Dick: Esa es una pregunta muy malvada. No puedo responder sin ofender a alguien. Es decir, tengo
que sentarme en dos taburetes a la vez. Tengo que vender el de ciencia ficción, y luego tengo que
dar la vuelta y vender el de la corriente principal. No puedo culpar a ninguno de los dos sin
convertirme inmediatamente en víctima de mi propia alharaca.

Entrevistador: Bien, bien, veamos si podemos reformularlo para que no ofenda a tanta gente.

Dick: No quiero ofender a nadie. No soy un novelista ofensivo, y no ofenderé a ningún lector en
ninguna parte. En realidad, Doubleday no pudo publicar el libro como "ciencia ficción" porque
tenía palabras de cuatro letras, y su lista de ciencia ficción no permite demasiadas palabras de
cuatro letras en un libro. Si solo hubiera habido unas pocas, algo como Día de Furia, hubiera sido
diferente. Simplemente imprimieron las palabras de cuatro letras y comercializaron el libro como
ciencia ficción. Ahora, yo nunca supe de esto: no sabía que la distinción entre "ciencia ficción" y
"producto comercial" era el número de palabras de cuatro letras. Pero en este nuevo mío, Larry
Ashby, el jefe editor en Doubleday", dijo: "No puedes sacarlas. Son necesarios para el libro. Por lo
tanto, no podemos comercializarlo como ciencia ficción.‖ "Así que ahora estamos donde
empezamos de nuevo. Si quieres que tu libro se comercialice como una novela" convencional ",
puedes decir" Bla, bla " todo lo que quieras, pero si resulta que tienes muchos "Bla, bla" en el libro,
no pueden comercializarlo como ciencia ficción porque la mayoría de ese mercado es para niños.
Ahora, esta es su teoría, no la mía. También imaginan una audiencia de muchachos. con gruesas
gafas, acné y cabello en el medio y abrigos del Ejército de Salvación y maletas llenas de viejas
revistas, tipos con rotuladores que quieren que firmes cada copia de Astounding [N. de T: la revista
Astounding, de ciencia ficción] que poseen. Esa es su idea del mercado de ciencia ficción, no es mi
idea.

Entrevistador: ¿Este es Doubleday, el principal editor de tapa dura?

Dick: Oh, no estoy diciendo Doubleday. Solo me refiero a "ellos".

Entrevistador: Oh, "ellos".

Dick: "Ellos". La gente que dirige las cosas

Entrevistador: Esa es la distinción. Si tiene suficientes palabras de cuatro letras, no es ciencia


ficción.

Dick: Eso es correcto. Ahora, eso me lo dijo un editor en jefe que ya no está con Doubleday.. Se fue
hacia Simon y Schuster.

Entrevistador: ¿Cómo lo explicaría él si le preguntas sobre Samuel Delany con Dhalgren?


Definitivamente es ciencia ficción, y tiene muchas palabras de cuatro letras y palabras de diez letras.

Dick: Eso es verdad. Leí una parte, y Harlan Ellison y yo estamos de acuerdo en que es un libro
horrible. Aunque tenía muchas palabras de cuatro letras y diez letras, seguía siendo un libro horrible.
Debería haber sido comercializado como basura.

Entrevistador: ¿Por qué es un libro malo?

Dick: Oh, es solo un mal libro. No es necesario que sea un crítico literario. Empecé a leerlo, y me
dije: "Esta es la peor basura que haya leído", y lo tiré. Y Harlan hizo lo mismo, sentado allí en
Sherman Oaks, donde vive en esa colina empinada. Harlan no está en esto con fines de lucro.
Harlan está a favor de la ideología de la ciencia ficción.

Entrevistador: Bueno, Harlan está dejando el campo de la ciencia ficción. Él dice: "Escribo lo que
escribo".

Dick: ¿Ah, sí?

Entrevistador: Sí. Ahora dice: "Escribo historias de Harlan Ellison y no de ciencia ficción".

Dick: Eso es una tautología. "Harlan Ellison escribe historias de Harlan Ellison": el predicado se
aplica al sujeto. Recientemente, enumeré para Publisher's Weekly las personas que habían dejado la
ciencia ficción, y ni siquiera pensé en agregar a Harlan. Leí la carta de Harlan en F & SF, donde
dijo: "Vamos, Estados Unidos, di lo que piensas con respecto a la ciencia ficción". Y está Barry
Malzberg, quien publicó la declaración más maravillosa y maravillosa del universo. En toda la
historia de la ciencia ficción, nadie ha hecho tropezar a la ciencia ficción tanto como Barry
Malzberg. Y creo que es un gran escritor. Pero no rompes un matrimonio de esa manera y no
abandones la ciencia ficción de esa manera, diciendo: "Todos los que están en él están podridos y
todo lo que se ha escrito está podrido, excepto lo que escribí". Que es lo que dijo Malzberg. Pero él
va a seguir haciendo cosas más y grandes y más geniales aún. Y luego Vonnegut. Vonnegut nunca
ha escrito ciencia ficción. O eso descubrió cuando miró hacia atrás en su carrera y descubrió que
había ganado mucho dinero en algún momento. Y en ese punto, retroactivamente se volvió como el
Papa, que llega a decir: "Todo lo que digo es verdad, y nunca escribí ciencia ficción, incluso si lees
―La Pianola‖ y pensaste que era ciencia ficción. Estabas equivocado. ―Cuna de gato‖, lo mismo. Y
―Sirenas de Titan‖ igual. No son ciencia ficción porque digo que no son ciencia ficción. Acércate a
mí y aprende". Eso es lo que siempre dice Harlan, también.

Entrevistador: Silverberg también está dejando el campo.

Dick: Lo sé. Él es rico. No sé cómo es que llegó a serlo; No puedo entenderlo porque ninguno de
nosotros lo somos. Siempre le he hecho la misma pregunta una y otra vez, y él solo sonríe con esa
sonrisa superior y misteriosa que significa: "Sé algo que no sabes, y por eso soy rico y tú no" No lo
hizo a través de la ciencia ficción, porque si lo hizo, seguro que sabe algo que yo no sé. Creo que
reinvirtió sus regalías en Pizza Hut o algo así.

Entrevistador: No sé por qué, pero hay algo acerca de su estilo de escritura y su estilo tal como lo
percibe Paul Williams en el artículo sobre ti en la Rolling Stone, que me recuerda a Kilgore Trout.
No me refiero a que eres Kilgore Trout.

Dick: No entiendo lo que quieres decir con Kilgore Trout.

Entrevistador: Bien: usted escribe, lo cual es excelente. Está etiquetado como ciencia ficción y, por
lo tanto, no se vende mucho. Se termina al lado de los anuncios de ropa interior.

Dick: Incorrecto. Doubleday logra a comercializarlo a través de su club de lectura barato. Lo


venden por un dólar y el autor gana un centavo. Robert Heinlein me explicó esto una vez. Usted
vende un libro a un editor de tapa dura y el Club de Lectura de Doubleday lo arrebata y lo
comercializa por un dólar sin importar cuántas páginas tenga. Naturalmente, estamos exagerando
aquí, pero, sin embargo, sus regalías descienden de inmediato a un nivel minúsculo: cuantas más
copias venda su libro, menos dinero ganará. Heinlein dice que se arruinó financieramente cuando
tomaron su ―Forastero en tierra extraña‖ porque le hicieron comercializar esta cosa gigante por un
dólar y destruyeron la edición comercial. Siempre pensé que era bueno cuando el Club de Lectura
Doubleday tomaba un libro mío, pero descubrí que no ganaba dinero. Miré mis recibos de regalías.
Ahí es donde está el dinero, sin embargo, promocionándolo a través de un club de lectores: el editor
gana el dinero y el autor no. Él hace su diez por ciento del precio fijo en la edición comercial
solamente. Lo que hacen es esto: imprimen alrededor de dos mil copias de la edición comercial,
venden quinientas y trituran y hacen pulpa el resto al día siguiente. Entonces el autor mira su hoja
de regalías y dice: "Hmm, esto es muy raro".

Entrevistador: ¿Qué pasa con las ediciones de bolsillo?

Dick: ¿Estás hablando de vender directamente en libros de bolsillo?

Entrevistador: Sí.

Dick: Alguien me dijo que ahí es donde está el dinero gordo. Fue un editor de bolsillo quien me dijo
eso. Y luego me ofreció todo el dinero que alguna vez viste en tu vida para hacer una novela para él.
Pero cuando realmente habló específicamente en vez de decir que me daría todo el dinero que
siempre quise y más, resultó ser menos que si lo hubiera vendido a una casa de tapa dura y hubiera
una edición de bolsillo y otra del Club de Doubleday. En esas condiciones, divides las regalías
cincuenta y cincuenta con un editor de tapa dura; para Ubik, obtuve diez mil dólares para el libro de
bolsillo del cual me dieron cinco mil y a Doubleday los otros cinco. Recientemente, Daw me
ofreció seis mil dólares para escribir una novela original para ellos. Y para Daw, seis mil dólares es
como vender todos los muebles de oficina que tienen, incluidas todas sus computadoras y cosas.
Eso es todo el dinero que Daw tiene, seis mil dólares. Entonces, si calculas seis mil para Daw,
digamos, ¿qué pagaría Bantam? ¿O Dell? Quiero decir, Bantam tiene diecisiete mil quinientos
puntos de venta en los Estados Unidos, poseen diecisiete mil quinientos estantes. Esa es la mayor
cantidad de estantes que posee cualquier editor en este país. Daw no posee ningún bastidor que yo
sepa, y ofrecen hasta seis mil.

Entrevistador: ¿Vas a escribir el libro?

Dick: Oh, sí, y la voy a pasar maravilloso haciéndolo, también. Don Wollheim me dio mi primera
paga para empezar.

Entrevistador: Esa es una buena pista para seguir- algunas cosas biográficas. Cuándo empezaste?

Dick: En el '51.

Entrevistador: ¿Cuánto tiempo estuviste escribiendo antes de vender tu primera historia?

Dick: Desde que pude operar una máquina de escribir, que fue cuando tenía doce años. Escribí mi
primera novela cuando tenía catorce años. Se llamaba Volver a Lilliput, y realmente era horrible.
Pero algún día la venderé. Trata de unos tipos que descubren un Lilliput en el mundo moderno, pero
solo es accesible en submarino porque está hundido bajo el agua. Uno pensaría que un niño de
catorce años tendría una idea más original que esa. Incluso puedo decirte los números en los
submarinos: A10l, B202, C303.

Entrevistador: Eso lo convierte en un número finito de submarinos entonces.

Dick: Bueno, me di cuenta de eso cuando llegué a la mitad.

Entrevistador: ¿Le vendiste tu primer cuento entonces a Don Wollheim?

Dick: No. A Tony Boucher, de la revista ―Fantasía y Ciencia Ficción‖.

Entrevistador: Esa es una gran manera de comenzar, la revista ―Fantasía y Ciencia Ficción‖ en 1951.

Dick: Oh, sí, era la revista de más alta clase que existía en ese momento. Lo que hice fue enviar
trece o catorce cuentos. Y todos regresaron, incluido el que envié a F & SF. Pero Tony Boucher dijo:
"Si reescribes estas líneas, tendrás una pieza de ficción que vale la pena". Le había enviado ocho o
nueve mil palabras, y lo reduje a unas dos mil palabras, y el cuento todavía se vende. Todavía estoy
recibiendo dinero de la maldita cosa: todavía estoy ganando dinero en cosas que escribí cuando
recién comenzaba. Pero alrededor de 1953, comencé a escribir las peores basura que hayas leído, y
ninguna de esas cosas está impresa. En 1953, vendí veintisiete historias, y veintiséis de las
veintisiete eran obras de ficción podridas e inútiles. Mi agente me dijo: "Phil, escribe menos,
mejores cuentos. Quizás uno por año". Eran realmente terribles, pero todos se vendían.

Entrevistador: ¿Qué hay de la primera novela que vendiste?

Dick: Esa fue ―Lotería Solar‖. Esa ha estado imprimiéndose por más de veinte años, y he ganado
alrededor de mil quinientos dólares.

Entrevistador: Eso es lo que quise decir sobre Kilgore Trout, un hombre que prácticamente no tiene
parangón en el campo. Nadie te conoce; Podrías, si disculpa la hipérbole, morirte de hambre en el
campo, pero eres muy bueno, todavía estarías ganando mil quinientos dólares.

Dick: Obtuve mil dólares de anticipo en el libro, y luego, cuando lo reimprimieron diez años
después, me dieron otros quinientos. Pero esa es la última vez que vi dinero de ese libro. Y todavía
está impreso. Podría caminar por allí y sacar una copia de la librería, y aún tendría la fecha de
publicación original. No hay una segunda, tercera o posterior fecha de impresión. Todavía dice:
"Copyright Ace Books, 1954" o lo que sea, y es casi ilegal que ellos todavía posean los derecho de
autor en lugar de dármelos a mí. Significa que no puedo obtener una reversión, por la que obtendría
el título nuevamente, porque nunca tuve el título. Quitaron el copyright en su nombre y reciclaron
ese libro en todo el mundo. La gente lo encuentra en Hong Kong, y los bonos de regalías muestran
que no se han vendido copias desde 1954.

Entrevistador: de todas las novelas que has escrito, supongo que mis favoritas son ―El hombre en el
castillo‖, por supuesto, y Ubik‖.

Dick: ¿Tu-Bick?

Entrevistador: Tu-bick.

Dick: Tu-bick Los franceses lo llaman Ooh-bick. El Ooh-bick de Dick. Se llama Ubick, Mia
Signore en italiano. Supongo que eso significa Ubick, Mi Estimado Señor o algo así. Bueno, es así,
lo busqué.

Entrevistador: ¿Qué hay de tus hábitos de trabajo?

Dick: Bueno, solía escribir todo el tiempo. Solía levantarme al mediodía y sentarme en la máquina
de escribir y escribir hasta las dos a.m. Debes hacer eso cuando comiences o morirás de hambre.
Quiero decir, vas a vivir con dos mil dólares al año, y vas a comer rocas, tierra y hierbas del patio
durante los primeros diez años. Y luego, después de los primeros diez años, puedes comer un
desayuno instantáneo. Luego trabajas para lograr la suficiente cantidad de plata como para instalarte
una línea telefónica y comprar un automóvil viejo.

Entrevistador: ¿Eso suena como Kilgore Trout?

Dick: Sí, ¿no? Puedes conducir en un viejo fiat 1 que arrancas a duras penas todas las mañanas. Y
luego de veinticinco años, logras obtener un Dodge usado. Te cuesta setecientos noventa y cinco
dólares, pero la radio no funciona. Ya sabes, hay personas paradas detrás de los mostradores de
comestibles ganando más dinero. Una vez, estaba en una tienda de comestibles, hablando con el
empleado, y descubrí que ganaba más dinero que yo. Estaba realmente dolorido, porque lo
acababan de contratar. Ni siquiera tenía antigüedad como comerciante; al menos podría haber sido
un comerciante con antiguedad.

Entrevistador: ¿Empiezas a decirte a ti mismo, "¿Qué diablos? ¿Por qué me estoy rompiendo los
sesos por dos mil dólares al año? ¿Cuatro grandes, o incluso diez?

Dick: Me encanta escribir. Escribiría si no me pagaran nada, aunque tengo un agente que no está de
acuerdo conmigo. No comercializo mis propias cosas, lo promociono a través del tipo más duro y
mezquino del mundo, Scott Meredith. Y no puedes engañarlo. Es imposible darle una paliza a Scott
Meredith, porque si lo haces, no enciendas tu auto al otro día..

Entrevistador: Entonces te gusta escribir, y solías trabajar sin parar. ¿Has cambiado ese patrón?
Dick: Sí. Esto es lo que me sucedió a mí. Una novela que escribimos con Roger Zelazny, Deus Irae,
tardó doce años en escribirse. Firmé un contrato con Doubleday en 1964, y estamos en 1976,
¿verdad? Bueno, ese es el tiempo que nos tomó a los dos escribirlo. Escribí tal vez un tercio y
descubrí que no sabía nada sobre el tema, que es el cristianismo. Podía cantar algunos himnos, ya
sabes, y podía doblegarme, pero eso era todo. Como sea, me había embarcado en una novela
teológica sin saber nada sobre teología. Así que cuando me encontré con Zelazny en 1968, había
estado trabajando durante cuatro años en la novela, y le dije: "Zelazny, ¿sabes algo de teología?" Él
dijo: "Por supuesto, amigo", y yo dije: "¿Te gustaría colaborar conmigo? Tengo un tercio de esto
escrito, y todo se trata de cristianismo". Entonces se lo llevó. Y luego pasaron ocho años, y no
recibí noticias de Roger hasta que me llegó una postal suya una vez de la costa este. Roger está en
su ocupadísimo como yo, pero está investigando. Cada uno de nosotros tiene cuatrocientos dólares
o algo así. Nunca podremos recuperar lo que ponemos en ese libro en investigación y trabajo.

Ahora, yo también gasto mi tiempo investigando antes de hacer un libro; No me voy a quemar de
esa manera otra vez. Estoy trabajando en otra novela teológica llamada To Scare the Dead, pero
hice dos años de investigación, y cuando me siente en la máquina de escribir, sabré a qué me refiero.
Hice siete años de investigación para ―El hombre en el castillo‖. Siete años de investigación: tardé
siete años en amasar el material sobre los nazis y los japoneses. Especialmente en los nazis. Y esa
es probablemente la razón por la que es mejor que la mayoría de mis novelas: sabía de lo que estaba
hablando. Tenía material de primera fuente en la biblioteca de Berkeley directamente desde la boca
de la gestapo, material que había sido decomisado después de la Segunda Guerra Mundial. Material
marcado solo para los ojos de "la policía superior". Tuve que leer lo que esos tipos escribieron en
sus diarios privados para escribir ―El hombre en el Castillo‖. Es por eso que nunca he escrito una
secuela: es demasiado horrible, demasiado horrible. Empecé varias veces a escribir una
continuación, pero tuve que volver y leer acerca de los nazis nuevamente, así que no pude hacerlo.
Alguien tendría que venir y ayudarme, alguien que tuviera el estómago para hacerlo, la resistencia,
pensar de esa manera, entrar en la cabeza del personaje correcto. Ahora, Richard Condon, que
escribió ―El candidato manchú‖, también escribió una cosa llamada ―Una infinidad de espejos‖, que
trata sobre Heinrich Himmler, el líder de las SS, y Condon sabía todo lo que había que saber sobre
Himmler. Él se metió en la cabeza de Himmler; él tenía las agallas para hacer eso. Yo no, y es por
eso que mi libro, ―El hombre en el castillo‖, está ambientado en la parte japonesa. Solo tengo
pequeños destellos de la parte Nazi.

Entrevistador: ¿Sabías que iba a ser tan tortuoso cuando comenzaste?

Dick: La escritura no fue tortuosa; la escritura fue una catarsis para mí. Fue la investigación la que
fue tan difícil. Pensé que odiaba a esos tipos antes de hacer la investigación, pero después de
investigar, me había creado una entidad que odiaría el resto de mi vida: el fascismo. El fascismo
está muy presente con nosotros hoy en día, niños y niñas. Todavía es el enemigo. Por cierto, escribí
―El hombre en el castillo‖ con la ayuda del I Ching.

Entrevistador: ¿Lo hiciste?

Dick: Sí, y lo lamento desde entonces, porque cuando llegó el momento de resolver la novela al
final, el I Ching no sabía qué hacer. Es cierto que me ayudó a superar la mayor parte del libro. Cada
vez que mis personajes arrojaban un hexagrama, yo lo hacía por ellos en la realidad y les permitía
continuar así con los consejos dados. Pero cuando llegó el momento de cerrar la novela, el I Ching
no tuvo más que decir. Entonces no hay un final real en eso. Me gusta considerarlo como un final
abierto, por lo que puede convertirse en una secuela en algún momento.

Entrevistador: Si encontraras a alguien con el estómago para escribir uno.


Dick: O si el I Ching alguna vez mueve el culo.

Entrevistador: ¿Vuelves de vez en cuando para ver si hay un final?

Dick: No. Ya no uso el I Ching, porque me contó más mentiras que nadie que haya conocido. El I
Ching tiene una personalidad que es muy desviada y muy traicionera: te alimenta justo con lo que
quieres escuchar. Está mucho más quemado que más gente de la que podría nombrar. Ya sabes, un
amigo es alguien que no te dice lo que quieres escuchar: un amigo te dice lo que es verdad.
Antiguamente, todos los reyes tenían sus aduladores a su alrededor que les decían lo que querían oír.
El rey decía: "¿Soy el rey más grande del mundo?" y los aduladores respondían: "Sí, eres el rey más
grande del mundo". Bueno, eso es lo que hace el I Ching. Es una porquería, es lo que es. John
Sladek, que escribe sobre todo, desde cienciología hasta la mafia y dice que ninguno de ellos existe,
dice que el I Ching es un engaño. Sladek también hizo una parodia de mi escritura que es mucho
mejor que cualquier cosa que yo haya hecho alguna vez. Estaba caminando en las nubes después de
leer esa parodia. Escribí a Ed Ferber, editor de F & CF, y le dije: "Tengo talento. Sladek tiene
genio". Y Ed Ferber respondió y dijo: "Bien, ahora voy a comprar mucho material de Sladek". Y lo
hizo; le encargó ocho parodias más, todas las cuales son maravillosas. El libro de Sladek se llama
―Los chicos conducidos a vapor y Otros Extraños‖. Su parodia de mí se llama "El Vendedor de
Zapatos Solares", en la que alguien consulta unos azulejos que le dicen: "Muchas pequeñas
grandezas se niegan, no se dicen. No se trata de descubrir regalos solamente. El sabio rey evita las
comidas fritas". Estoy viendo esta parodia y me digo: "Si pudiera escribir tan bien como Sladek ...".
Eso es otra cosa que me trajo de vuelta a la ciencia ficción cuando comencé a hablar sobre ser una
escritor convencional. Con demasiada frecuencia, utilizamos la ciencia ficción como un colchón de
choque: si comienzas a pensar que eres bueno, lo dejas. Es injusto para el campo. Y también es
arrogancia: soy un gran escritor, no soy un escritor de ciencia ficción. ¿Pero qué hay de tu primera
proposición? Tal vez no seas tan buen escritor después de todo.

Entrevistador: Hace un mes, entrevisté a Richard Lupoff, un buen escritor, probablemente mejor
conocido por ―Visiones peligrosas‖. . .

Dick:. . . Su esposa es muy bonita, también. Traté de levantarla una vez en un bar. No sabía que era
su esposa. Lo más sorprendente sucedió: me encontré en el estacionamiento con las llantas
pinchadas. Lupoff seguramente tiene poca paciencia.

Entrevistador: Sí que la tiene. Esa es una de las razones por las que está saliendo del campo.

Dick: Espera un minuto: ni siquiera ha estado en el campo.

Entrevistador: Eso dice él: dice que ha estado en él durante diez años, escribiendo novelas, cuentos,
todo.

Dick: ¿Ah, sí? No lo sabía.

Entrevistador: Ha escrito quizás cuatro, cinco, diez mil.

Dick: ¿Es de este Lupoff de lo que estás hablando?

Entrevistador: Dick Lupoff.

Dick: Hoy en día abandonan el campo antes incluso de entrar.

Entrevistador: Le ofrecieron mucho dinero, no dijo cuánto, pero creo que fueron más de quince mil
dólares, para escribir una novela sobre la ciudad de Nueva York.

Dick: De gustibus non est argumentam – "Sobre gustos no hay nada escrito". Así sería traducido.

Entrevistador: Bueno, obtuvo ese tipo de dinero por escribir algo comercial.

Dick: Eso realmente me duele. Porque estamos en un doble aprieto. Si nos quedamos en el campo,
nos pagan centavos. Por supuesto, nadie me ha ofrecido quince mil dólares para abandonar el
campo todavía.

Entrevistador: Su agente se disculpó por ofrecerla tan poco porque era un "primer libro". Y Lupoff
dijo: "¿Qué es esto? He estado trabajando durante diez años. Soy un escritor competente y
establecido". Y el agente dice: "Eso es ciencia ficción. Eso no es literatura".

Dick: ¿Cómo lo sabes? ¿Quien te lo dijo?

Entrevistador: Lupoff.

Dick: No creas nada de lo que te cuente un escritor. Soy escritor. Yo lo sabría. Un escritor de
ficción habla con una lengua bífida. Hablar-um mucho dinero. Quiero ver el contrato de Lupoff.

Entrevistador: Pase una noche revisando los archivos de su agente.

Dick: Si alguien me ofreciera quince mil dólares ... Bueno, Daw me ofreció seis mil dólares para
escribir una novela de ciencia ficción, y para mí eso es mucho dinero.

Entrevistador: Es mucho dinero.

Dick: Bueno, pensaba que lo era.

Entrevistador: Considerando que es Wollheim. Considerando el hecho de que solo ha estado en ello,
¿qué? ¿Dos años? ¿Tres años?

Dick: también compró las sobras de la colección de mis historias de Ballantine. Dijo: "Tomaré lo
que Betty Ballantine no quiere". Eso es exactamente lo que obtuvo, y estaba más enojado que una
gallina mojada, para usar una palabra de diez letras. Él dijo: "Me dieron los rechazos de Betty
Ballantine" y le dije: "Eso es por lo que pagaste". Él dijo: "Eso no está bien", y yo dije: "Tampoco
es el precio". Todavía estamos hablando en términos del mismo avance que obtuve cuando comencé,
así que cuando se toma en cuenta la inflación, obtengo menos dinero por novela que en 1950.
Doubleday subió a tres mil dólares el adelanto por mi libro nuevo, A Scanner Darkly. Dijeron que
era lo máximo que podían pagar para una novela de "ciencia ficción". Entonces, después de haberlo
adquirido por tres mil dólares, lo entregaron al departamento de comercio, que no tiene límite en
cuanto a lo que puede ofrecer, y luego me dijeron que el límite real era de cuatro mil dólares. Pero
era demasiado tonto como para saber la diferencia. Lo adquirieron por tres mil dólares, que es solo
alimento para pollos, seamos sinceros, tres mil dólares, y tardé tres años en escribir el libro. Ahora
eso es mil dólares al año. Alguien se sienta a escribir ciencia ficción, y luego el editor lo
comercializa como una novela convencional y se sienta en ambos taburetes. Tienen la oportunidad
de comer las gachas de una olla, y luego pueden comer las gachas de la otra olla, y no tengo
ninguna papilla en el mío. Van a ganar bastante bien, pero Ballantine se lo merece porque Judy-
Lynn Del Rey en Ballantine revisó el manuscrito página por página conmigo y me dijo lo que
necesitaba para ser un libro verdaderamente competente. Esta es la primera vez que algún editor lo
hace conmigo desde ―El hombre en el Castillo‖. Pete Israel, que fue el editor de Putnam en ese
momento, pasó página por página de ―El hombre en...‖ conmigo, y ahora Judy-Lynn lo ha hecho
con ―A Scanner Darkly‖. Así que ahora tengo dos buenas novelas en mi haber porque he tenido dos
buenos editores. Judy-Lynn Del Rey es probablemente la mejor editora desde Maxwell Perkins: ella
me mostró cómo crear un personaje. He estado vendiendo novelas durante veintidós años, y ella me
mostró cómo desarrollar un personaje. Mi primera reacción fue: "Querida Judy-Lynn, ¿no gustaría
dar un paseo por el muelle de Long Beach?" Pero luego comencé a pensar en lo que estaba diciendo,
y cuando se me fundió la mecha, que era muy corta, no me llevó mucho tiempo, me di cuenta de
que me estaba enseñando a escribir. Es una lástima que nadie lo haya hecho conmigo hace
veinticinco años, porque entonces tal vez mis libros tendrían más sentido. Pero ¿A Scanner Darkly?
Un maestro artesano ayudo en ese libro: Judy-Lynn Del Rey. Ahora sé qué hacer cuando escribo un
libro. No tienes que escribir todo lo que te venga a la mente mientras está sentado frente a la
máquina de escribir. Cuando escribí Ubik, terminé unas doce páginas y no pude pensar en nada más,
así que simplemente escribí lo que se me ocurrió. Lo escribí desde mi inconsciente: permití que el
hemisferio derecho de mi cerebro hiciera todo el trabajo, y estaba tan sorprendido como cualquiera
por lo que salió. En Francia, por supuesto, se considera una gran novela porque no tiene ningún
sentido; en Francia, es una ―historia de patafísica‖. Desde que Alfred Jarry llegó a la ciudad, adoran
todo tipo de. Tal vez tiene sentido cuando lo traduces al francés. Tal vez soy un gran escritor en
Francia porque tengo buenos traductores.

Entrevistador: Usted es más conocido en Francia que aquí, creo.

Dick: Alemania, Francia - Inglaterra, también.

Entrevistador: ¿Qué piensan de ―El hombre en el Castillo‖ en Alemania?

Dick: No sabían que podía leer alemán. Un editor lo compró en Alemania y comenzó a traducirlo, y
cuando me enteré de que lo habían comprado, dije: "Oh, no, no vas a sacar ese libro en Alemania
sin dejarme ver la traducción al alemán". " Le dije: "Escuche, Scott, no vamos a dejar que publiquen
ese libro para no leer las galeras. Tiene que ser sine qua non. Tiene que ser una condición". Bueno,
ellos no tenían galeras. Simplemente tenían el texto mecanografiado, por lo que tuvieron que
enviarnos eso. Cuando comencé a leer esa cosa, pude ver que habían destruido el libro. Lo habían
convertido en una farsa de sí mismo. De hecho, rompí a llorar cuando terminé de leerlo. Aquí estaba
mi mejor novela, claro, y dijeron: "No sabíamos que podías leer alemán". De hecho, dijeron eso en
su carta. Me dieron cinco días para leerlo, y mi alemán fue muy fluido. Me quedé despierto día y
noche con mi diccionario Cassell de alemán-inglés y leí cada palabra, comparando la línea alemana
con la línea en inglés. No habían cambiado ninguna de las partes políticas, todo el mambo antinazi
seguía allí. Lo habían convertido en una novela de aventuras barata. Recuerdo una parte en la que
decía en el alemán: ― Tagomi se pavoneaba como Wyatt Earp‖. Y nunca mencioné a Wyatt Earp en
mi libro, ―Tagomi pevonean komrr Vyatt Oorp "!

Entrevistador: ¿Qué hay de Japón?

Dick: No puedo leer japonés. Puedo leer los títulos en inglés de mis novelas en la sección de bio de
la parte posterior. Que Dios me ayude- no lo digo como una grosería contra los japoneses, pero
titularon a una de mis novelas ―El Hombre Valioso‖ en lugar de ―El Hombre Variable‖. Alguien
sugirió que escribiera el traductor y le hiciera preguntas específicas sobre el libro, y él me contestó.
Ahora, pensé que se suponía que los japoneses eran muy educados, pero estaba equivocado. Antes
que nada, dijo: "Tu libro no era bueno para empezar". En segundo lugar, dijo: "También has
confundido la cultura china y la cultura japonesa. Los chinos son personas inferiores, y los I Ching
son chinos y no japoneses. Ningún japonés alguna vez usaría algún clásico confuciano. Solo los
extranjeros usan eso‖. Estaba bastante sorprendido de lo sincero que era en su desprecio por el libro,
pero todavía se edita en Japón. Se vendió muy bien, y obtuve casi treinta y cinco dólares por él. En
un período de diez años. Una vez obtuve un cheque por cuarenta y dos centavos, y Scott Meredith
había cobrado dos centavos. Un cheque por cuarenta y dos centavos. Era la regalía por una copia
que se había vendido en Tanganyika, o en un lugar así. Una copia y mis derechos son cuarenta y
dos centavos. Y Scott sacó dos centavos y me envió un cheque por cuarenta centavos. Estaba tan
quebrado, lo cobré. Escribí palabras sucias en la parte posterior. durante mucho tiempo, y
finalmente fui al supermercado y lo gasté en un pastel de carne o algo así.

Entrevistador: ¿Aceptaron un cheque de cuarenta centavos?

Dick: Bueno, se rieron de mí, pero de todos modos siempre se rieron de mí en el supermercado
porque mis cheques siempre rebotaban. Al menos este cheque no rebotó, siendo el cheque de Scott.
Una vez, cuatro tipos del supermercado se presentaron en mi puerta con doscientos ochenta y cinco
dólares en cheques sin fondos con los que les había pagado. "Tienes hasta las cinco en punto para
que sean buenos o vas a la oficina del fiscal". Los tomé prestado del agente de seguros. State Farm
me prestó el dinero. Esa es la vida del escritor. Me estoy riendo ahora, pero no me reía ese día.

Entrevistador: ¿Tiene ―A Scanner Darkly‖ algo que ver con los escáneres de Cordwainer Smith?

Dick: No sabía que alguien usara ese título.

Entrevistador: El primer cuento de ciencia ficción de Cordwainer Smith: ―Los escánares viven en
vano‖.

Dick: Rayos, truenos y centellas. ¿Eso significa que tengo que cambiar mi título?

Entrevistador: No lo creo. Él está muerto.

Dick: Bueno, sé que está muerto. Ese ni siquiera era su verdadero nombre. No, A Scanner Darkly es
de Pablo "a través de un cristal, oscuramente". Es una historia sobre un tipo que se convierte en un
agente de narcóticos y luego comienza a hablar mal de sí mismo. Monta un escáner de infrarrojos
en su propia casa, pero comienza a sentir que lo están mirando. Y luego, cuando va a una casa
segura, observa carretes y carretes de cinta.- cintas de video holográficas ambientadas en el futuro-
que representan exactamente lo que está haciendo en la casa. Está tan quemado por la droga que ha
estado tomando como agente encubierto que no sabe que se está engañando a sí mismo. Piensa que
es dos personas diferentes, y cuando sus superiores le hacen ver que él es realmente el mismo tipo
en el que ha estado informando, se enfurece y lo despiden. Entonces ahora tiene que dejar la droga
porque no puede permitirse comprarla más, pero su cerebro está completamente quemado, y Judy-
Lynn Del Rey me ayudó a armar el libro para que tuviera más sentido. Una de las cosas que escribí
fue una divertida escena de suicidio, porque realmente creo que debería haber más escenas
divertidas de suicidio. Es muy corta y autónoma. Espero. Espero que todo el libro tenga sentido.
Judy-Lynn dice que tiene sentido ahora. Así que ahora tendremos la primera novela mía que tenga
sentido. La escena es la siguiente:

“Charles Freck, cada vez más abatido por lo que estaba sucediendo a toda la gente que conocía,
decidió suicidarse. En los círculos en que él se movía no existía problema alguno en hacer tal cosa.
Era cuestión de tomar una buena cantidad de barbitúricos, mezclados con algún vino barato, ya
bien entrada la noche. Además, claro está, había que dejar el teléfono descolgado para evitar que
una llamada pudiera distraerte. Era muy importante elegir los artefactos que futuros arqueólogos
encontrarían junto al cadáver, de forma que pudieran determinar la época de la muerte y, también,
dónde tenía puesta la cabeza el muerto antes de pasar a la otra vida.

Pasó varios días meditando esta cuestión trascendental, mucho más tiempo del que le había
costado tomar la decisión de suicidarse y casi el mismo que necesitaba para obtener la cantidad
precisa de barbitúricos. Decidió morir en la cama junto a un ejemplar de El manantial de Ayn
Rand (cosa demostrativa de que había sido un superhombre mal entendido y rechazado por las
masas, y en cierto sentido, una víctima del desdén) y una inacabada carta a Exxon, protestando
porque hubieran anulado su tarjeta de crédito para comprar gasolina. De ese modo culparía al
sistema y su muerte tendría consecuencias, aparte de las que la muerte en sí podía acarrear.

A decir verdad, no estaba muy seguro del resultado de la muerte y de la utilidad de los artefactos.
Pero todo eso tenía cierto sentido. Empezó a prepararse para el gran día, como un animal
intuyendo que ha llegado su hora y poniendo en práctica su programa instintivo, dictado por la
naturaleza, conforme se aproxima su inevitable fin.

En el último momento, ya muy cerca del momento decisivo, cambió de opinión respecto a una
cuestión muy importante. Decidió tomarse los barbitúricos con un vino de calidad, en vez de tonar
uno barato. Así pues, se dirigió a Casa Joe en lo que teóricamente debía ser su último viaje. Casa
Joe estaba especializada en vinos selectos, de entre los que eligió una botella de Cabernet-
Sauvignon Mondavi 1971. Pagó casi treinta dólares por el vino: todo lo que tenía.

De nuevo en casa, Charles abrió la botella y la dejó airearse. Luego bebió varios vasos y dedicó
algunos minutos a contemplar su página favorita del Manual ilustrado de la sexualidad, una foto
que mostraba a la chica encima de su amante. Después, colocó junto a su cama la bolsa de plástico
conteniendo los barbitúricos y se acostó en compañía del libro de Ayn Rand y la inacabada carta
de protesta dirigida a Exxon. Intentó pensar en algo que tuviera sentido, pero le resultó imposible...
Sólo veía a aquella mujer, la de la foto, echada encima de su compañero. Se tragó de un golpe
todos los barbitúricos, junto con un vaso entero de Cabernet-Sauvignon. Una vez cumplido con su
deber, puso el libro de Ayn Rand y la carta sobre su pecho, se recostó y aguardó.

Pero le habían estafado. No eran cápsulas de barbitúricos, como su aspecto parecía denotar. Eran
un extraño tipo de psicodélicos, algo que no había probado en toda su vida. Tal vez una mezcla,
algo completamente nuevo en el mercado. Charles Freck había pensado que se asfixiaría
tranquilamente, pero todo se redujo a una alucinación. Bueno, es la historia de mi vida, pensó con
mucha filosofía. Siempre me han timado. Debo enfrentarme a la realidad de un viaje inmediato,
teniendo en cuenta que me he tragado un montón de cápsulas.

De una dimensión desconocida surgió una extraña criatura que le miró con aire de reproche, de
pie junto a su cama. Aquel grotesco ser tenía infinidad de ojos por todo su cuerpo. Iba vestido con
las ropas más llamativas, la moda de pasado mañana, y su estatura alcanzaba los dos metros y
medio. Además, llevaba un alargado rollo de pergamino.

—Vas a leerme mis pecados —dijo Charles Freck.


La criatura asintió y desplegó el pergamino.
—Necesitarás mil horas para acabar, ¿no? —dijo Charles, inmóvil en la cama, sin poder moverse.
El extraño ser de una dimensión desconocida fijó sus múltiples ojos en la figura de Charles Freck.
—Ya no pertenecemos al universo vulgar —dijo la criatura—. Las categorías inferiores de la
existencia material, el «espacio», el «tiempo» y otras similares, han dejado de preocuparnos.
Acabas de entrar en el reino de lo trascendental. Tus pecados serán enunciados incesantemente,
por turnos, por toda la eternidad. La lista no acabará nunca. Hay que saber con quién se trata,
pensó Freck, y deseó ansiosamente volver a tomar posesión de su última media hora de vida.

Pasaron mil años. Charles Freck seguía acostado en su cama, aferrando sobre su pecho el libro de
Ayn Rand y la carta dirigida a Exxon. No habían cesado de leerle sus pecados, pero aún no habían
pasado de su época más infantil, cuando tenía seis años y le enseñaban las cuatro reglas. Otros mil
años. Pecados de cuando tenía doce primaveras, de la época en que supo qué era la masturbación.

Cerró los ojos, pero fue en vano. Aquella criatura de múltiples ojos y dos metros y
medio de altura seguía allí, pergamino en mano, leyendo la interminable lista de sus
pecados.

—Y después... —prosiguió el extraño ser.

Al menos he bebido un buen vino, pensó Charles Freck”

Simplemente lo apunté. Un tipo me dijo una vez que esto realmente le pasó a él. Había comprado lo
que pensaba que eran barbitúricos, y todo lo que se lee aquí es exactamente lo que le sucedió a él,
excepto que cambié los artefactos. Tenía una vela o algo así, e iba a hacerlo para los arqueólogos, a
quienes esperaba encontrarlo mil años más tarde. No sé qué lo hizo pensar eso. Bueno, supongo que
sí, porque fueron unos 400 dólares de psicodélicos los que tomó. La policía lo encontró debajo de
un arbusto. Estaba afuera y pasó un patrullero: estaba tumbado bajo un arbusto con 400 dólares de
psicodélicos en su panza, viendo criaturas de entre las dimensiones, y un patrullero lo vio y los
policías saltaron y lo llevaron al hospital. Ahora, soy anti-policía todo el tiempo, pero pienso para
mí que aquí es cuando realmente puedes aprovechar un coche de policía que anda paseando. No
podía decirles lo que había tomado ni nada. Lo cual es, cuando lo haces, el peor aspecto del suicidio:
te metes en ello y no puedes volver cuando cambias de idea.

Entrevistador: ¿No me dijiste que habías trabajado en consejería, en situaciones en las que estabas
lidiando con casos de adictos, sobredosis, etc. durante mucho tiempo?

Dick: Bueno, ―A Scanner Darkly‖ es sobre eso. Traté de encontrar las últimas ironías en el mundo
de las drogas. ¿Recuerdas en los viejos días antes de la droga? Cuando eras menor de edad, podías
ir a un bar con identificación falsa, beber cerveza y ser un adulto. Luego, un tipo entraba al bar y
pedía cerveza de jengibre, y uno sabía que era policía porque no podía tomar licor de servicio,
incluso si era un policía de paisano. Pero agentes encubiertos de narcóticos, tienen que tomar drogas
para ser agentes encubiertos de narcóticos. Quiero decir, si develan su fachada, van a ser atacados.
Así que supongo que si todo el mundo enciende un porro y hay un narcotraficante sentado allí,
tendrá que encender un porro. No puede decir: "No, solo puedo tomar cerveza de jengibre", porque
la gente en esos círculos lo va a atropellar con su auto. Esa es una de las ironías últimas: la droga
quema el cerebro del agente. En el libro, solo traté de ver hasta dónde podía empujar las terribles
tragedias del mundo de las drogas: el héroe es un narcotraficante que está informando sobre sí
mismo y está demasiado agotado para saber la diferencia.

Recuerdo una cosa que vi cuando solía andar con los drogadictos. Un amigo me llevó a conocer a
este tipo que tenía mucho dinero, pero todo lo que podía hacer ahora era hacer malabares con tres
bolas en el aire. Pensé: "Caramba, qué tipo egocéntrico pobre". Luego saqué un libro de su
estantería. Era Spinoza, y el tipo había subrayado partes. En un momento, en otras palabras, él había
tenido una mente brillante. Podía mirar el libro y ver lo que él había subrayado, y podía mirar al
mismo tipo parado allí, haciendo malabares con tres bolas. Le dije: "Este tipo se quemó la cabeza
con droga, ¿verdad?" Y mi amigo dijo: "Sí, lo hizo. Tiene tres millones de dólares, pero está
agotado. No queda nada de él. Ni siquiera pudo decirle lo que tomó". Solo dije: "Quiero salir de
aquí, amigo. No quiero ver esto". Sabes, es muy difícil leer a Spinoza, y este tipo había subrayado
partes que significaban mucho para él, y allí estaba haciendo malabarismos con estas tres bolas.
Dije: "Santo Dios" y muchas otras cosas. Estaba hablando con la ex mujer de Avram Davidson
sobre eso, y ella se me adelantó a la idea en una historia corta. Su actual esposo, Steve Davis, es
médico, y se le ocurrió una idea similar a esta con la que he estado jugando. Se trata de
envenenamiento por plomo en el aire: una ciudad entera de gente podría quemar sus cerebros con
las toxinas de plomo en la atmósfera y nadie lo sabría. Incluso los doctores no lo sabrían. Entonces
en ―Scanner‖, todos están drogados y ya nadie sabe nada más. Tom Disch, por ejemplo, escribió
―Camp Concentration‖, que siempre pensé que era una de las mejores novelas de ciencia ficción
jamás escritas. Todo el mundo se vuelve brillante de contraer sífilis, y siempre quise preguntarle a
Tom de dónde sacó la idea de que contraer sífilis te hizo brillante. Me dijo, periféricamente, que
Thomas Mann tenía sífilis, de hecho, sífilis terciaria y cuanto más se quemaba su cerebro, más
brillante se ponía. Así que ―Camp Concentration‖ postula que la sífilis aceleraría tu funcionamiento
intelectual. Como el infierno, lo hace! En cualquier caso, creo que mi libro es más triste que ―Camp
Concentration‖, en cierto modo.

Entrevistador: ¿Te encuentras creando un universo consistente de libro en libro? No en ―El hombre
en el Castillo‖ obviamente, pero cuando estableces un libro en 1981 o 2011, ¿el universo es
esencialmente el mismo universo?

Dick: No pensé que lo fueran, pero mucha gente dice que todos son esencialmente el mismo
universo, que mis postulados básicos son siempre los mismos.

Entrevistador: ¿Qué es lo primero para ti? Situaciones? ¿Personajes? ¿O no puedes decirlo?

Dick: Lo primero es la idea. Una idea pura El siguiente paso son los personajes que se enfrentarán a
un entorno basado en esa idea. Es decir, creas un entorno que es una especie de maqueta de efectos
especiales de una idea. En otras palabras, traduzco una idea a un mundo. Entonces necesitas a las
personas que deben vivir en ese mundo. Siempre trato de encontrar a alguien que sea víctima de la
idea y alguien que sea el maestro de la idea, para que tengas una sociedad bifurcada con alguien que
va a salir de la idea y alguien que vaya a ser víctima de la idea. Supongamos que tenemos una
sociedad que usa pretzels por dinero, y en lugar de un presidente tendrían un jefe panadero. Y luego
hay un tipo que tiene una deficiencia en la dieta que requiere que coma pretzels o muera. Entonces
cada vez que paga a fin de mes, tiene que comer los pretzels en lugar de usarlos para comprar cosas.
Le dan la paga de su mes en una pequeña bolsa de papel, pero se come los pretzels en el camino a
casa y luego se da cuenta de que no puede pagar ninguna de sus cuentas.

Como dije, el mundo de la ciencia ficción se ha convertido en un mundo tonto de masilla.


Publisher's Weekly una vez me envió un cuestionario y la primera pregunta fue: "¿Qué quieres decir
con el término ciencia ficción?‖ Pensé:"Podría pasar el resto de mi vida respondiendo esa pregunta".
Cuando finalmente decidí que lo respondería, me tomó diez páginas. Me preguntaron cosas como:
"¿Cuál es el estado actual de la ciencia ficción?" y "¿Cuál es su futuro?" y "¿Quién crees que es
bueno?" Las cuestiones básicas.

Entrevistador: ¿Quién crees que es bueno?

Dick: ¿En el campo? Bueno, la mayoría de las personas que creo que son buenas aparentemente
están abandonando el campo. Entonces, si digo que son buenos, probablemente negarán que alguna
vez hayan sido escritores de ciencia ficción. Tom Disch, Barry Malzberg, Phil Farmer..

Entrevistador: ¿Silverberg?

Dick: nunca leí nada de Silverberg que me gustara. Tampoco me gustan las cosas de Harlan Ellison.
Me gusta Norman Spinrad y Catherine Kurtz, que escribe fantasía, supongo. Ella también es muy
bonita.

Entrevistador: ¿Le Guin?


Dick: Bueno, como Jesús le dijo a Poncio Pilato: "Tú lo dijiste, no yo". "Du sagst". Esa es la
traducción de Luther. "¿Bist du Konig?", Dice Pilato, y luego Jesús responde: "Du sagst" - "Lo
dijiste, no yo. Si eso es lo que dices, Poncio, eso depende de ti. Tu eres es el Emperador". No puedo
responder sobre las cosas de Ursula, porque realmente no lo entiendo. Todo su cuerpo de escritura
me parece una especie de sermón político, todo aderezado con estilo literario. Pero cuando le quitas
el estilo, todo proviene del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de California en
Berkeley.

Entrevistador: Derrotaste a Ursula Le Guin por el Premio Campbell en 1975. Todo lo relacionado
con los premios: ¿es esencialmente un juego que el ambiente juega o realmente tiene un significado?
Le digo esto al hombre que tiene al menos un Hugo.

Dick: Cuando supe que había ganado el premio John W. Campbell, mi primera reacción fue
rechazarlo porque estaba presente cuando el premio se entregó en Fullerton, donde toda la
ceremonia fue un desastre, una burla y una desgracia. Estaba avergonzado de cada persona allí en
ese panel, avergonzada de los estudiantes que vinieron allí para escucharnos responder sus
preguntas relevantes con respuestas relevantes de parte nuestra. Hicieron preguntas relevantes y
todo lo que hicimos fue ridiculizarnos. Y nunca he hablado en público desde entonces. Luego, el
año siguiente, gané el premio J. W. Campbell, y lo iba a rechazar. Me dio tremenda gripe, solo
pensando en haber ganado. Pero entonces Harry Harrison me llamó y describió la ceremonia de
premiación en Inglaterra. Me aseguró que no sería una burla y una desgracia, pero yo seguía siendo
muy reacio a aceptarlo, y me negué a posar para las fotos publicitarias en la Universidad de
California en Fullerton con mi premio. Me negué a recoger el premio, y lo hice traerlo a mí. Les
dije que estaba enfermo; Les dije que tenía problemas en los riñones. Luego, la revista Time me
entrevistó y, cuando me fotografiaron, vi la cosa por casualidad. Es una tira de Moebius. Como la
que usarías para sostener el eje de tu auto si cambias el neumático y no puedes encontrar un
parachoques regular. En general, no sé qué pensar sobre estos premios; Soy ambivalente Es bueno
que lo haya ganado porque significa que ―Fluyan mis Lagrimas‖ se va a volver a publicar
nuevamente. Tienes ganas de decir: "Aw, compañeros de mierda, zas, no deberían habermelo dado ,
pero no se lo lleven". Estuve muy feliz cuando recibí mi premio Hugo original, aunque nunca me
dijeron que lo gané. No me enteré hasta que mi agente me escribió para felicitarme.

Entrevistador: Varias veces has comparado el ambiente de la ciencia ficción con masilla torpe.
¿Está en vigencia la ley de Gresham? ¿Se están publicando menos buenas escrituras? [N. de T: Ley
formulada por Sir Thomas Gresham, en el siglo XVI, que sostiene que la Moneda de menor valor
intrínseco tiende a desplazar a la de mayor Valor en el proceso circulatorio. La historia del dinero
tiende a confirmar la veracidad de esta teoría]

Dick: Realmente no sé. Tengo una gran ansiedad sobre el futuro de la ciencia ficción. Cuando
escribí a Publisher's Weekly, tomé una visión muy negativa del futuro de la ciencia ficción.
Contrastaba las esperanzas y los sueños que teníamos con lo que está ocurriendo ahora, con
personas que escriben sobre luchas de espadas y pequeños con los pies encrespados. Ya no puedes
parodiar la ciencia ficción porque se está convirtiendo en una parodia de sí misma. La gente está
empezando a pensar que la ciencia ficción consiste en chicos golpeándose en la cabeza con espadas.
Eso no es ciencia ficción. La ciencia ficción es algo así como ―1984‖.

Entrevistador: ¿como ―El hombre en el Castillo‖?

Dick: Sí. Creo que la novela de ideas sigue siendo lo fundamental en la ciencia ficción. Todo lo que
tenemos ahora es la ópera espacial y esos tediosos sermones disfrazados de literatura. Como "Space
1999" y "Star Trek". Aquí estamos, en 1976, y no hemos progresado en absoluto. Alguien dice:
"Capitán, hay algo horrible en la pantalla de visualización". El capitán dice: "Encienda los rayos
láser", y luego sale una voz de la nada, y todos miran debajo de los cojines del asiento para ver de
dónde viene la voz.

Un productor con el nombre de Herb Jaffe quiere filmar ―¿Sueñan los androides con ovejas
eléctricas‖? No me atrevo a hablar mal de sus estúpidas películas, pero si estás escuchando, Herb
Jaffe, me encanta tu dinero, pero seguro escribes guiones muy ocupados. Eres un hombre de
Neanderthal. Has vuelto con George Pal, y no quiero que hagas una película de mi libro. El guión
que escribieron para Androids fue una combinación de Steve Reeves y Maxwell Smart. Robert Jaffe,
el hijo de Herb Jaffe, voló a Fullerton para hablar conmigo al respecto porque no creía que fuera un
guión final de rodaje; Pensé que era solo un borrador. Le dije: "Voy a golpearte aquí mismo en el
aeropuerto, porque vas a arrastrarme contigo y arruinar mi carrera si haces una película de mi libro".
Él dijo: "¿Quieres decir que es tan malo?" y dije: "Sí". Finalmente, dijo, "¿Te refieres a que
escribiste ese libro en serio? ¿Ustedes, los escritores de ciencia ficción se toman su escritura en
serio?" Le dije: "Lo suficientemente enn serio como para sacarte a patadas de este automóvil en
movimiento". Le dije: "Te lo volveré a comprar y te pagaré los dos mil dólares iniciales de nuevo".
Luego tuvimos una sesión de ideas de cuatro horas que fue muy productiva: no hicieron la película.
Aunque siguen manteniendo los derechos, y espero que no hagan la película a menos que escriban
un guión decente.

Entrevistador: Escribiste un guión de una de tus propias obras, ¿verdad?

Dick: Sí, escribí un buen guión. Escribí uno realmente bueno de Ubik. Amigo, esa sí que es la ley
de Gresham. No sé cómo se aplica a la escritura de ciencia ficción en general, pero sin duda se
aplica a los guiones: los malos guiones desplazan a los buenos. Si se les da la opción, harán una
película con un guión malo y le devolverán el buen guión al autor.

Entrevistador: Si recuerdo bien el artículo de Rolling Stone, ese guión que hiciste de Ubik
actualmente está dando vueltas en Europa, aún tratando de ser financiado.

Dick: Todavía está a la venta. Todavía están tratando de obtener financiamiento para él, pero no es
culpa del director. Jean-Pierre Gorin gastó todo el dinero que tenía, pero no pudo obtener los
millones de dólares que pensó que costaría. Luego se enfermó de problemas hepáticos y tuvo que
dejar de ser director e ir a enseñar en San Diego. Escribí un excelente guión, y esa es la única razón
por la que estoy resentido. Si hubiera escrito una novela con algunas de esas cosas, no habría tenido
ningún problema vendiéndola. Pero no puedo vender ese guion.

Entrevistador: Nos estamos quedando sin tiempo. Déjame preguntarte si hay algo en particular que
no hayamos cubierto que desees quitarte del pecho.

Dick: Permítanme hacer una sola declaración: espero que la gente ingrese en el campo de la ciencia
ficción y escriba ciencia ficción y no escuche a personas como Robert Silverberg, Barry Malzberg,
Harlan Ellison y Kurt Vonnegut, que dicen que no escriben ciencia ficción o nunca escribieron
ciencia ficción o no la escribirán en el futuro. Quiero decir, la ciencia ficción es muy divertida de
escribir, y vale la pena todos los malos descansos financieros para hacerlo. No me arrepiento de
nada. Bueno, eso no es verdad. Lo lamento cuando apagan mi electricidad. Por ejemplo, pasé por
períodos en los que enviaba el manuscrito de ―Fluyan mis lágrimas, dijo el policía‖, y no tenía
dinero suficiente para enviarlo por correo de primera clase. Tuve que enviarlo por correo de tercera
clase. Eso se conoce como la ―Ciudad Presión‖; cuando llega al punto en que no puedes pagar los
gastos de envío para enviar por correo un manuscrito después de que ya ha sido comprado.
Volvemos al artista en la lona de nuevo. Sabes que va a morir de hambre si escribe ciencia ficción;
nunca recibirá ningún reconocimiento, y nunca obtendrá ningún dinero. Pero se divertirá muchísimo,
y debería saber lo que le espera. Si quiere escribir por el dinero, que siga soñando. Los escritores
son estúpidos si creen que va a ganar dinero escribiendo. ¿Por qué empezaron a escribir en primer
lugar? ¿Quien les prometió mucho dinero? ¿Dónde se le prometió a Ellison mucho dinero? ¿Dónde
se dijo que le prometieron a Malzberg fama y dinero, como si fuera su derecho de nacimiento, su
patrimonio? Disparates. Tenemos suerte de que nos publiquen en absoluto. En realidad, podrían
abolir el campo de la ciencia ficción, y entonces realmente tendríamos que escribir algo más.
Tenemos suerte de que la categoría aún exista. Un aplauso para los escritores de ciencia ficción que
vendrán y todavía escriben ciencia ficción y le enseñan el dedo a las personas que solo quieren
dinero.
Cómo edificar un universo que no se caiga a pedazos en dos días

Por. Philip K. Dick. 1978. Este fue escrito claramente como un discurso, para una conferencia
programada en la Universidad de Missouri en Rolla, 5 de mayo de 1978, que Phil canceló en el
último minuto. El ensayo nunca fue entregado.

Primero, antes de empezar a aburrirlos con el tipo de cosas que los escritores de ciencia ficción
dicen en discursos, permítanme ofrecerles saludos oficiales a nombre de Disneylandia. Yo me
considero un representante de Disneylandia porque vivo a pocas millas de allí -y, como si fuera
poco, una vez tuve el honor de ser entrevistado en ese lugar por Paris TV.

Por muchas semanas tras la entrevista estuve muy enfermo y confinado en cama. Creo que fueron
las tazas giratorias. Elizabeth Antebi, que era la productora de la película, quería que yo girara
dentro de una de esas tazas de té gigantes mientras discutía el auge del fascismo con Norman
Spinrad, un viejo amigo que escribe excelente ciencia ficción. También discutimos Watergate, pero
eso lo hicimos a bordo del Barco Pirata del Capitán Garfio. Pequeños niños luciendo gorritos de
Mickey Mouse -esos gorros negros con las orejas- continuaron corriendo hacia nosotros y
atropellándonos al tiempo que las cámaras se movían, y Elizabeth hacía preguntas inusitadas.
Norman y yo, preocupados por deshacernos de los niños, dijimos cosas extraordinariamente
estúpidas ese día. Hoy, sin embargo, tendré que aceptar toda la culpa por lo que les diga, pues
ninguno de ustedes luce gorritos de Mickey Mouse ni trata de escalarme creyendo que soy parte del
equipamiento de un barco pirata.

Los autores de ciencia ficción, lo siento, realmente no saben nada. No podemos hablar sobre ciencia,
porque nuestro conocimiento de la misma es limitado y no-oficial, y usualmente nuestra ficción es
lamentable. Hace pocos años, ninguna institución o universidad consideraría invitar alguno de
nosotros a hablar. Éramos misericordiosamente confinados a espeluznantes magazines de historietas,
no impresionábamos a nadie. En aquellos días, mis amigos me decían, ―¿Pero estás escribiendo
alguna cosa seria?‖ queriendo decir ―¿Estás escribiendo alguna cosa distinta de ciencia ficción?‖.
Nosotros deseábamos ser aceptados. Ansiábamos ser tomados en cuenta. Y entonces, de pronto, el
mundo académico nos tomó en cuenta, fuimos invitados a dar charlas y a formar parte de páneles -
que permitieron evidenciar de inmediato nuestra idiotez. El problema es simple: ¿Qué es lo que
sabe un escritor de ciencia ficción? ¿En qué temas es una autoridad?

Esto me recuerda un titular que apareció en un diario californiano justo antes de volar acá.
CIENTÍFICOS AFIRMAN QUE LOS RATONES NO PUEDEN SER TRANSFORMADOS
PARA LUCIR COMO SERES HUMANOS. Era un programa de investigación subvencionado
federalmente, supongo. Ahora piensen: Alguien en este mundo es una autoridad en el tema de si es
posible o no que los ratones usen zapatos de dos colores, sombreros derby, camisas de rayas,
pantalones Decron, y pasen por humanos.

Pues bien, voy a contarles qué me interesa, qué considero importante. No puedo afirmar que soy
una autoridad en ninguna cosa, pero puedo decir con honestidad que algunas cosas me fascinan por
completo, y que escribo sobre ellas todo el tiempo. Los dos temas que me despiertan fascinación
son ―¿Qué es la realidad?‖ y ―¿Qué constituye el auténtico ser humano?‖. Durante los veintisiete
años que llevo publicando novelas y relatos he investigado estos dos temas interrelacionados una y
otra vez. Me parece que son asuntos importantes. ¿Qué somos? ¿Qué es eso que nos rodea y que
llamamos el no-yo, o el mundo empírico o fenomenológico?

En 1951, cuando vendí mi primer relato, no tenía idea de que esos asuntos fundamentales se
pudieran tratar desde el campo de la ciencia ficción. Empecé a acercarme a ellos inconscientemente.
Mi primer relato trataba de un perro que imaginaba que los hombres de la basura, que venían cada
viernes por la mañana, estaban robando comida valiosa que la familia cuidadosamente guardaba a
salvo en un contenedor de metal. Cada día, miembros de la familia llevaban bolsas de papel con
buena comida, las ponían en el contenedor de metal, cerraban la tapa firmemente –y cuando el
contenedor se llenaba, esas horribles criaturas venían y robaban todo menos el contenedor.

Al final, en el relato, el perro empieza a imaginar que un día los hombres de la basura van a
comerse a la gente de la casa, así como robar su comida. Por supuesto, el perro está equivocado.
Todos sabemos que los hombres de la basura no comen gente. Pero la extrapolación del perro era en
algún sentido lógica -dados los hechos a su disposición. El relato era sobre un perro de verdad, y yo
me dedicaba a mirarlo y tratar de introducirme en su cabeza e imaginar cómo veía el mundo.
Ciertamente, decidí, ese perro veía el mundo de una manera bastante distinta de la mía, o la de
cualquier humano. Y luego comencé a pensar, Tal vez cada ser humano vive en un mundo único, un
mundo privado, un mundo distinto de aquellos habitados y experimentados por los otros humanos.
Y eso me llevó a preguntarme, ¿Si la realidad es distinta de persona a persona, podemos hablar de
una única realidad, o deberíamos hablar de realidades plurales? ¿Y si hay realidades plurales, hay
unas que sean más verídicas (más reales) que otras? ¿Qué hay del mundo de un esquizofrénico?
Quizás es tan real como el nuestro. Quizás no podemos decir que estamos en contacto con la
realidad y él no, sino decir, en cambio, Su realidad es diferente de la nuestra y él no está en
capacidad de explicárnosla, así como nosotros no podemos explicarle la nuestra. El problema,
entonces, es que si los mundos subjetivos son experimentados de maneras tan diversas, esto implica
un rompimiento comunicativo… y ahí radica la verdadera enfermedad.

Una vez escribí una historia sobre un hombre que era herido y llevado a un hospital. Cuando
empezaban a operarlo, descubrían que era un androide, no un humano, pero él no lo sabía. Ellos
debían revelarle la verdad. Casi al tiempo, el señor Garson Poole descubrió que su realidad consistía
de una cinta agujereada que viajaba de carrete a carrete en su pecho. Fascinado, empezó a llenar
algunos de los agujeros y a añadir otros más. De inmediato, su mundo cambió. Una bandada de
patos voló a través de la habitación cuando abrió un nuevo agujero en la cinta. Finalmente, cortó la
cinta de pleno, y el mundo desapareció. Sin embargo, también desaparecieron los otros personajes
de la historia… lo que no tiene sentido si piensan un poco. A menos que los otros personajes fueran
fragmentos de su fantasía de la cinta agujereada. Eso eran, me imagino.

Siempre tuve la esperanza, cuando escribía novelas e historias donde surgía la pregunta ―¿Qué es la
realidad?‖, que alguna vez obtendría una respuesta. Esta era la esperanza de muchos de mis lectores,
también. Los años pasaron. Escribí más de treinta novelas y alrededor de cien historias, y seguía sin
saber qué era real. Un día una estudiante universitaria en Canadá me pidió que le definiera la
realidad, era para un artículo que escribía en su clase de filosofía. Ella quería una respuesta de una
sola frase. Yo pensé al respecto y finalmente dije, ―La realidad es lo que no se esfuma cuando dejas
de creer en ello.‖ Esto fue todo lo que pude decir. Era 1972. Desde entonces no he sido capaz de
definir la realidad de una manera más lúcida.

Pero el problema es real, no un mero juego intelectual. Porque hoy vivimos en una sociedad en la
cual realidades espurias son creadas por los medios, por los gobiernos, por las grandes
corporaciones, por los grupos religiosos, grupos políticos -y existe el hardware electrónico
necesario para llevar estos pseudo-mundos directamente a las cabezas del lector, del espectador, del
oyente. Algunas veces cuando observo a mi hija de once años ver televisión, me pregunto qué le
están enseñando. El problema es el desvío de la señal; piensen en eso. Un programa de televisión
producido para adultos es visto por un niño pequeño. La mitad de lo dicho y hecho en un drama
televisivo es probablemente malinterpretado por el niño. Quizás todo es malinterpretado. Y la cosa
es, ¿Cuán autentica es la información de cualquier modo, aun si el niño la entiende correctamente?
¿Cúal es la relación entre la sitcom promedio y la realidad? ¿Qué hay de los programas de policías?
Coches que continuamente se desbocan fuera de control, se estrellan e incendian. La policía siempre
es buena y siempre gana. No ignoren ese punto: La policía siempre gana. ¿Cuál es la lección? No
debes confrontar la autoridad; y si lo haces, perderás. El mensaje ahí es, sé pasivo. Y coopera. Si el
oficial Baretta te pide información, dásela, porque el oficial Baretta es un buen hombre y es de fiar.
Él te ama, y tú debes amarlo.

Y entonces yo me pregunto, en mi escritura, ¿Qué es real? Porque incesantemente somos


bombardeados con pseudo-realidades creadas por gente muy sofisticada usando mecanismos muy
sofisticados. Yo no desconfío de sus razones; desconfío de su poder. Tienen mucho. Y es un poder
inmenso: ese de crear universos enteros, universos de la mente. Yo lo tengo que saber, hago lo
mismo. Mi trabajo es crear universos, una novela tras otra. Y debo construirlos de tal manera que no
se derrumben a los dos días. O al menos eso es lo que mis editores esperan. Sin embargo, les voy a
revelar un secreto: A mí me gusta construir universos que se derrumban. Me gusta verlos
deshacerse, y me gusta ver cómo los personajes en las novelas lidian con ese problema. Tengo un
amor secreto por el caos. Debería haber más. No crean -y lo digo en serio- no asuman que el orden
y la estabilidad son siempre buenos, en una sociedad o en un universo. Lo viejo, lo caduco, siempre
debe hacer espacio a nuevas vidas y el nacimiento de nuevas cosas. Antes de que las nuevas cosas
nazcan, las viejas deben perecer. Reconocer esto es peligroso, porque nos dice que nosotros, tarde o
temprano, partiremos con gran parte de lo que nos es familiar. Y eso duele. Pero eso hace parte del
guión de la vida. A menos que seamos capaces de acomodarnos psicológicamente al cambio,
empezamos a morir. Lo que quiero decir es que los objetos, las costumbres, los hábitos, y modos de
vida deben perecer para que el autentico ser humano pueda vivir. Y es el ser humano auténtico
quien más importa, el organismo viable y elástico que puede rebotar, absorber, y hacer frente a lo
nuevo.

Por supuesto, yo digo esto porque vivo cerca a Disneylandia, y ellos siempre están añadiendo
nuevas atracciones y destruyendo las viejas. Disneylandia es un organismo que evoluciona. Por
años tuvieron el Simulacro de Lincoln, y, como Lincoln mismo, era sólo una forma temporal que la
materia y la energía tomaron y luego perdieron. Lo mismo es cierto para cada uno de nosotros, nos
guste o no.

El filósofo griego presocrático Parménides enseñó que las únicas cosas que eran reales eran aquellas
que nunca cambiaban… y el filósofo griego presocrático Heraclito enseñó que todo cambia. Si
superponemos sus dos puntos de vista, obtenemos lo siguiente: Nada es real. Hay una continuación
fascinante en esta linea: Parménides no podía haber existido porque envejeció, murió y desapareció,
luego, de acuerdo a su filosofía, no existió. Y Heráclito debía tener razón -no lo olvidemos; y si
Heráclito estaba en lo correcto, entonces Parménides sí existió, y por tanto, de acuerdo a la filosofía
de Heráclito, tal vez Parménides tenía razón, pues Parménides cumplía las condiciones, el criterio,
por el cual Heráclito declaraba las cosas reales.

Les presento esto para sencillamente demostrarles que tan pronto como te preguntas qué es
finalmente real, inmediatamente empiezas a decir sinsentidos. Zenón probó que el movimiento era
imposible (de hecho, sólo imaginó que lo había probado; lo que le faltaba era eso que técnicamente
es llamado la ―teoría de los límites‖). David Hume, el más grande escéptico, una vez comentó que
luego de un encuentro de escépticos para proclamar la veracidad del escepticismo como filosofía,
todos los presentes de todas maneras salieron por la puerta en lugar de por la ventana. Yo entiendo
lo que quería decir Hume. Era sólo discurso. Los solemnes filósofos no tomaban en serio lo que
decían.

Pero considero que el problema de definir qué es real es un tema serio, incluso un tema vital. Y allí
dentro, en algún lugar, está el otro tema, la definición del humano auténtico. Porque el bombardeo
de pseudo-realidades empieza a producir humanos que no son auténticos rápidamente, humanos
espurios -tan falsos como la información que los acosa por todos los flancos. Mis dos temas son
realmente uno solo; se unen en este punto. Las realidades falsas crearán humanos falsos. O, los
humanos falsos generarán realidades falsas y luego las venderán a otros humanos, convirtiéndolos,
tarde que temprano, en falsificaciones de sí mismos. Y así terminamos con humanos falsos
inventando realidades falsas y luego arrojándolas a otros humanos falsos. Es sólo una versión a gran
escala de Disneylandia. Puedes tener el viaje pirata o el simulacro de Lincoln o el viaje salvaje del
señor sapo- puedes tenerlos todos, pero ninguno es verdadero.

En mis escritos me interesé tanto por las falsificaciones que al final se me ocurrió el concepto de las
falsificaciones falsas. Por ejemplo, en Disneylandia hay pájaros falsos que funcionan con motores
eléctricos que emiten graznidos y silbidos cuando pasas junto a ellas. Supongamos que una noche
nos metemos en el parque con pájaros reales y los sustituimos por los artificiales. Imaginen el
horror de los encargados de Disneylandia cuando descubran la broma cruel. ¡Pájaros reales! Y tal
vez otro día incluso hipopótamos y leones reales. Consternación. El parque es astutamente
transmutado de lo irreal a lo real, por fuerzas siniestras. Por ejemplo, suponga que el Matterhorn se
convirtiera en una montaña nevada genuina. ¿Qué tal que el lugar entero, por un milagro producido
por la sabiduría y el poder de Dios, fuera cambiado, en un momento, en un parpadeo, en algo
incorruptible? Ellos deberían cerrar.

En el Timeo de Platón, Dios no crea el universo, como hace el dios cristiano; Él simplemente lo
encuentra un día. Está en un estado de caos absoluto. Dios se pone manos a la obra en la
transformación del caos en orden. Esa idea me atrae, y yo la he adaptado a mis necesidades
intelectuales: ¿Qué sucedería si nuestro universo se iniciara como algo no del todo real, una especie
de ilusión, como la religión Hinduista enseña, y Dios, debido a su amor y cariño por nosotros, lo
estuviera transmutando lentamente, lentamente y secretamente, en algo real?

Nosotros no seríamos conscientes de esta transformación, ya que no seríamos capaces de notar que
nuestro mundo es, para empezar, una ilusión. Esta es, técnicamente, una idea Gnóstica. El
Gnosticismo es una religión que agrupó judíos, cristianos y paganos por varios siglos. Yo he sido
acusado de sostener ideas gnósticas. Supongo que es así. En otro tiempo habría sido enviado a la
hoguera. Pero algunas de sus ideas me intrigan. Una vez, cuando estaba investigando sobre
Gnosticismo en la Britannica, encontré una mención de un codex gnóstico titulado El Dios irreal y
los aspectos de su universo inexistente, una idea que me redujo a inaguantables carcajadas. ¿Qué
tipo de persona podría escribir sobre algo que sabía que no existía, y cómo algo que no existía
podría tener aspectos? Pero entonces me di cuenta que yo llevaba escribiendo sobre esos asuntos
por venticinco años. Me imagino que puedes decir muchas cosas cuando escribes sobre algo que no
existe. Un amigo una vez publicó un libro llamado Serpientes de Hawaii. Unas cuantas bibiotecas le
escribieron solicitando copias. Y bueno, no hay serpientes en Hawaii. Todas las páginas de su libro
estaban en blanco.

Por supuesto, en ciencia ficción no se pretende que los mundos descritos sean reales. Por eso lo
llamamos ficción. Al lector le es advertido con anticipación que no crea lo que está por leer. De la
misma manera, los visitantes de Disneylandia saben que el señor Sapo no existe y que los piratas
son animados usando motores y mecanismos asistidos, transmisiones y circuitos electrónicos. No
hay engaño.

Y lo raro es que, de alguna manera, de alguna manera concreta, mucho de lo que ocurre bajo el
rótulo de ―ciencia ficción‖ es real. Puede no ser literalmente real, supongo. Nosotros no hemos sido
realmente invadidos por creaturas de otro sistema estelar, como muestra Encuentros cercanos de
tercer tipo. Los productores no pretendían que lo creyéramos. ¿O sí?

Y, más importante, si ellos pretendían afirmar esto, ¿es verdad? Ese es el punto: No, El autor o el
productor cree eso, pero, ¿y si es verdad? Porque, accidentalmente, en la búsqueda de un buen rollo,
un autor de ciencia ficción o un productor o un guionista podría chocarse con la verdad… y sólo
más tarde darse cuenta.

La herramienta básica de manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras. Si puedes


controlar el significado de las palabras, puedes controlar a las personas que las usan. George Orwell
lo hizo evidente en 1984. Pero otra manera de controlar las mentes de la gente es controlar sus
percepciones. Si logras que vean el mundo tal y como tú lo ves, van a pensar como tú piensas. La
comprehensión sigue a la percepción. ¿Cómo logras que vean la misma realidad que tú? Después de
todo, es sólo una realidad entre tantas otras. Las imágenes son un constituyente básico. Por eso es
que el poder de la televisión para influenciar mentes jóvenes es tan vasto. Las palabras y las
imágenes son sincronizadas. La posiblidad de controlar totalmente al espectador existe,
especialmente si el espectador es joven. Ver televisión es una forma de aprendizaje hipnopédico. Un
electroencefalograma de una persona que ve televisión muestra que luego de una media hora el
cerebro decide que nada sucede, y pasa a un estado entre hipnótico y crepuscular, emitiendo ondas
alfa. Esto sucede porque hay muy poco movimiento ocular. Adicionalmente, gran parte de la
información es gráfica y por tanto es enviada al hemisferio derecho del cerebro, en lugar de ser
procesada por el izquierdo, donde la personalidad consciente está localizada. Experimentos
recientes indican que una buena parte de lo que vemos en la pantalla de televisión es recibido de
manera subliminal. Sólo imaginamos que lo vemos conscientemente. Muchos de mensajes evaden
nuestra atención; literalmente, luego de unas pocas horas de televisión, no sabemos qué hemos visto.
Nuestros recuerdos son espurios, como el recuerdo de sueños; los vacíos son llenados
retrospectivamente. Y falsificados. Participamos sin saberlo en la creación de una realidad espuria,
y luego nos la tragamos. Convivimos con nuestra propia perdición.

Y -y esto lo digo como un escritor de ficción profesional- los productores, guionistas, y directores
que crean esos mundos de video y audio no saben cuanto de su contenido es verdadero. En otras
palabras, son víctimas de su propio producto, junto con nosotros. En mi caso, yo no sé cuánto de lo
que escribo es verdadero, o qué partes (si alguna) son verdaderas. Esta es una situación
potencialmente letal. Tenemos a la ficción mimetizandose en realidad y la realidad mimetizandose
en ficción. Tenemos un peligrosa sobreposición, una peligrosa zona borrosa. Y seguramente no es
deliberado. De hecho, ese es parte del problema. Tú no puedes obligar a un autor a rotular
correctamente su producto, como un envase de pudding cuyos ingredientes están listados en la
etiqueta…. no puedes forzarlo a declarar qué partes son verdad y cuales no si él no lo sabe.

Es espeluznante escribir una novela, creyendo que es pura ficción, y descubrir luego -años más
tarde- que era verdad. Quisiera darles un ejemplo. Es algo que no entiendo. Tal vez a ustedes se le
ocurra alguna teoría. Yo no la he encontrado.

En 1970 escribí una novela llamada Fluyan mis lágrimas, dijo el policía. Uno de los personajes es
una chica de diecinueve años llamada Kathy. Su esposo se llama Jack. Kathy supuestamente trabaja
en el bajo mundo del crimen, pero más tarde, a medida que avanzamos en la novela, descubrimos
que de hecho ella trabaja para la policía. Tiene una relación con un inspector de policía. El
personaje es pura ficción. O al menos eso pensaba que era.

Como sea, en navidad de 1970 yo conocí a una chica llamada Kathy -esto fue luego de terminar mi
novela, claro. Ella tenía diecinueve años. Su novio se llamaba Jack. Pronto descubrí que Kathy
vendía drogas. Dediqué meses a intentar que ella dejara ese oficio; le dije una y otra vez que podría
ser atrapada. Luego, una noche que fuimos a un restaurante, Kathy nos detuvo y dijo, ―No puedo
entrar.‖ Sentado en el restaurante estaba un inspector de policía que yo conocía. ―Tengo que ser
sincera con ustedes,‖ dijo Kathy. ―Yo tengo una relación con él.‖

Ciertamente, esas son coincidencias extrañas. Puede ser precognición. Pero el misterio sólo
aumenta; lo siguiente que ocurrió me desconcierta totalmente. Llevo así cuatro años.

En 1974 la novela fue publicada por Doubleday. Una tarde que hablaba con mi pastor -soy miembro
de la iglesia episcopal- y le mencioné por alguna razón una escena importante cerca al final de mi
novela en la que el personaje Felix Buckman se encuentra con un hombre negro desconocido en una
estación de gasolina de jornada continua, y empiezan a hablar. A medida que describía la escena en
más y más detalle, mi pastor se tornó progresivamente más nervioso, hasta que finalmente dijo,
―Esa es una escena de Hechos de los Apóstoles, ¡de la Biblia! En Hechos, la persona que se
encuentra con el negro en el camino es Philip -tu nombre.‖ El padre Rasch estaba tan sorprendido
con el parecido que no fue capaz de encontrar la escena en su Biblia. ―Lee Hechos,‖ me indicó.
―Estarás de acuerdo. Es la misma escena hasta en el más mínimo detalle.‖

En casa leí la escena en Hechos. Sí, el padre Rasch tenía razón; la escena de mi novela era un
recuento obvio de la escena en Hechos… y yo nunca había leído Hechos, debo admitir. Pero, de
nuevo, el acertijo se hace más profundo. En Hechos, el alto oficial romano que arresta e interroga a
San Pablo se llama Felix -el mismo nombre de mi personaje. Y mi personaje Felix Buckman es un
general de policía de alto rango; de hecho, en mi novela él tiene el mismo cargo que Felix en el
Hechos de los Apóstoles: es la autoridad última. Hay una conversación en mi novela que se parece
mucho a uno entre Felix y Pablo.

Y bueno, yo decidí buscar más similaridades. El personaje principal de mi novela se llama Jason.
Busqué en el índice de la Biblia si alguien llamado Jason aparecía. No recordaba nadie con ese
nombre. Resultó que un hombre llamado Jason aparece una y sólo una vez en la Biblia. Es en
Hechos de los Apóstoles. Y, para llenarme aún más con coincidencias, en mi novela Jason escapa
de las autoridades y se esconde en la casa de alguien, y en Hechos el hombre llamado Jason acoge a
un fugitivo de la ley en su casa -una inversión exacta de la situación en mi novela, como si el
misterioso Espíritu responsable de todo esto se estuviera burlando de lo que ocurría.

Felix, Jason, y el encuentro en el camino con el hombre negro que es un completo desconocido. En
Hechos, El discípulo Philip bautiza al hombre negro, quien luego deja el lugar lleno de gozo. En mi
novela, Felix Buckman se acerca al negro en búsqueda de apoyo emocional, porque la hermana de
Felix Buckman recién ha muerto y él está destrozado psicológicamente. El negro anima el espíritu
de Buckman y aunque Buckman no se va lleno de gozo, al menos deja de llorar. Él escapa de su
casa, compungido por la muerte de su hermana, y tiene que acercarse a alguien, cualquiera, incluso
un completo desconocido. Es un encuentro entre dos desconocidos en el camino que cambia la vida
de uno de ellos -tanto en mi novela como en Hechos. Y un toque final del misterioso Espíritu: el
nombre Felix significa ―Feliz‖ en latín. Cosa que yo no sabía cuando escribí la novela.

Un estudio cuidadoso de mi novela muestra que por razones que yo no puedo explicar yo había
logrado recontar varias de los incidentes básicos de un libro específico de la Biblia, e incluso había
elegido los nombres correctos. ¿Cómo explicar esto? Eso fue hace cuatro años. Por cuatro años he
intentado encontrar una teoría y no he podido. Dudo que algún día pueda.

Pero el misterio no termina allí, como imaginé. Hace dos meses caminaba, ya entrada la noche,
hacia el buzón de correo para enviar una carta, y también para disfrutar la vista de la iglesia de San
José, que está al frente de mi edificio. Vi un hombre vagando sospechosamente junto a un coche
estacionado. Lucía como si intentara robar el coche, o tal vez algo de él. Cuando regresaba del
buzón, el hombre se escondía tras un árbol. Impulsivamente caminé hacia él y le pregunté, ―¿Ocurre
algo?‖

―Me quedé sin gasolina,‖ dijo el hombre. ―Y no tengo dinero.‖


Increiblemente, porque nunca había hecho esto antes, saqué mi billetera, tomé todo el dinero que
tenía y se lo entregué. Él me dio la mano y luego me preguntó dónde vivía, para poder pagarme el
dinero luego. Yo regresé a mi apartamento, y luego me di cuenta que el dinero no le serviría de
nada, pues no había una estación de gasolina a la que pudiera llegar caminando. Así que regresé allí,
en mi coche. El hombre tenía un recipiente de metal en el baul del suyo, y, juntos, fuimos en el mío
hasta una estación de gasolina de jornada continua. Pronto estábamos ahí, dos desconocidos,
mientras el encargado llenaba el recipiente de metal. De repente me di cuenta de que esta era la
escena de mi novela -la novela que había escrito ocho años atrás. La estación de gasolina abierta
toda la noche era exactamente como la había imaginado cuando escribía la escena -la destellante luz
blanca, el encargado- y entonces vi algo que no había notado antes. El desconocido que estaba
ayudando era negro.

Regresamos hasta su coche con la gasolina, nos dimos la mano, y luego yo regresé a mi edificio.
Nunca lo volví a ver. Él no pudo pagarme porque yo no le dije cuál de los apartamentos era el mío o
cuál era mi nombre. Fui terriblemente conmovido por esa escena. Había vivido, literalmente, una
escena tal y como aparecía en mi novela. Es decir, había vivido una replica de la escena en Hechos
donde Philip se encuentra con el hombre negro en el camino.

¿Cómo explicar todo esto?

La respuesta que se me ha ocurrido puede no ser correcta, pero es la única que tengo. Tiene que ver
con el tiempo. Mi teoría es la siguiente: En algún sentido importante, el tiempo no es real. O tal vez
sí es real, pero no tal como lo experimentamos o como lo imaginamos que es. Tuve una certidumbre
aguda y abrumadora (y todavía la tengo) de que pese a todo el cambio que vemos, un paisaje
específico yace bajo el mundo cambiante: y ese paisaje invisible es el de la Biblia; es,
específicamente, el período inmediatamente subsiguiente a la muerte y resurrección de Cristo; es,
en otras palabras, aquel cuando ocurren los Hechos de los Apóstoles.

Parménides estaría orgulloso de mí. He mirado fijamente el mundo en cambio constante y he


declarado que bajo él yace lo eterno, lo inamovible, lo absolutamente real. ¿Pero qué ha ocurrido?
¿Si el momento real es cercano a 50 D.C., entonces por qué vemos 1978 D.C? ¿Y si realmente
vivimos en el Imperio Romano, en algún lugar en Siria, por qué vemos los Estados Unidos?

Durante la edad media, una teoría curiosa vio la luz, se las voy a presentar tal y como es. Es la
teoría de que el Maligno -Satán- es el ―Simio de Dios‖. Él crea imitaciones espurias de la creación,
de la creación auténtica de Dios, y luego las intercambia por aquella creación auténtica. ¿Explica
esta rara teoría mi experiencia? ¿Debemos creer que hemos sido cegados, que hemos sido
engañados, que no es 1978 sino 50 D.C…. y que Satán ha creado una realidad falsificada para
debilitar nuestra fé en el retorno de Cristo?

Me imagino siendo examinado por un psiquiatra. El psiquiatra dice, ―¿En qué año estamos?‖. Y yo
respondo, ―50 D.C.‖ El psiquiatra parpadea y luego pregunta, ―¿Y dónde estás tú?‖ Yo respondo,
―En Judea.‖ ―¿Dónde diablos es eso?‖ pregunta el psiquiatra. ―Es parte del imperio romano,‖
tendría que responder. ―¿Tú sabes quién es el presidente?‖ me preguntaría el psiquiatra, y yo
respondería, ―El procurador Felix.‖ ―¿Estás seguro?‖ preguntaría el psiquiatra, mientras envía una
señal discreta a dos inmensos enfermeros. ―Sip,‖ respondería. ―A menos que Felix haya dimitido y
haya sido reemplazado por el Procurador Festus. Lo que pasa es que San Pablo fue capturado por
Felix debido -‖ ―¿Quién te dijo todo esto?‖ preguntaría de imprevisto el psiquiatra, irritado, y yo
respondería, ―El Espíritu Santo.‖ Y después de eso yo terminaría en la habitación acolchada,
mirando hacia afuera, y sabiendo exactamente cómo había llegado a ese lugar.

Todo lo dicho en esa conversación podría ser verdad, en algún sentido, aunque palpablemente falso
en otro. Yo sé perfectamente bien que estamos en 1978 y que Jimmy Carter es el presidente y que
yo vivo en Santa Ana, California, en los Estados Unidos. Yo incluso sé cómo llegar de mi
apartamento a Disneylandia, algo que aparentemente soy incapaz de olviar. Y seguro que
Disneylandia no existía en el tiempo de San Pablo.

Por eso, si me fuerzo a ser racional y razonable, y todas esas cosas buenas, debo admitir que la
existencia de Disneylandia (que yo sé que es real) prueba que no vivimos en Judea en 50 D.C. La
idea de San Pablo dando vueltas en unas tazas de té gigantes mientras escribe la primera carta a los
Corintios al tiempo que Paris TV lo filma – eso no puede ser. San Pablo nunca iría a Disneylandia.
Sólo niños, turistas, y altos oficiales Soviéticos van a Disneylandia. Los santos no.

Pero de alguna manera ese materíal bíblico se introdujo a mi inconsciente y se arrastró hasta mi
novela, y también es verdad que, por alguna razón, en 1978 yo reviví una escena que había descrito
en 1970. Lo que quiero decir es: Hay evidencia interna en al menos una de mis novelas de que otra
realidad, una que inamovible, exactamente como Parménides y Platón sospecharon, yace bajo el
mundo cambiante, y de alguna manera, en algún modo, tal vez con sorpresa, podemos entreverla. O
mejor, un Espíritu misterioso puede ponernos en contacto con ella si quiere que veamos este otro
paisaje permanente. El tiempo pasa, miles de años pasan, pero al mismo tiempo que vemos este
mundo contemporaneo, el mundo antiguo, el mundo de la Biblia, se oculta bajo él, todavía ahí y
todavía real. Eternamente.

¿Me voy con todo y les cuento el resto de esta historia peculiar? Dado que ya he llegado tan lejos,
no tengo de otra. Mi novela, Fluyan mis lágrimas, dijo el policía, fue lanzada por Doubleday en
febrero de 1974. Una semana más tarde, me extrajeron dos muelas del jucio, bajo pentatol de sodio.
Más tarde ese mismo día estaba terriblemente adolorido. Mi esposa telefoneó al odontólogo y él
llamó a una farmacia. Media hora más tarde alguien tocó la puerta: la persona encargada de los
domicilios de la farmacia, con mis analgésicos. Aunque sangraba y estaba enfermo y débil, sentí la
necesidad de responder al llamado de la puerta. Cuando abrí, me encontré frente a una mujer joven -
que lucía una cadena de oro en cuyo centro brillaba un pescadito dorado. Por alguna razón fui
hipnotizado por el pescadito dorado; olvidé mi dolor, olvidé la medicina, olvidé que la chica estaba
ahí. Concentré toda mi atención en el pez.

―¿Qué quiere decir?‖ Le pregunté.

La chica tocó el reluciente pez dorado con su mano y dijo, ―Este es un símbolo usado por los
cristianos primitivos.‖ Luego me dió el paquete de medicinas.

En ese instante, mientras yo miraba el brillante símbolo y escuchaba sus palabras, de imprevisto
experimenté lo que luego aprendí que es llamado anamnesis -una palabra griega que significa,
literalmente, ―pérdida del olvido‖. Recordé quién era y dónde estaba. En un instante, en un
parpadeo, todo regresó. Y no sólo pude recordarlo sino que pude verlo. La chica era una cristiana
secreta y también yo. Vivíamos con miedo de ser detectados por los romanos. Nos debíamos
comunicábar con mensajes crípticos. Ella recién me lo había dicho, y era verdad.

Por un momento, no importa cuan dificil sea explicar o creer esto, vi difuminarse los contornos
carcelarios de la odiosa Roma. Pero, y esto es más importante, recordé a Jesús, quien hace poco
había estado con nosotros, y se había ido temporalmente, y pronto regresaría. El gozo me llenó. Nos
preparábamos secretamente para darle la bienvenida a su retorno. No tomaría mucho tiempo. Y los
romanos no lo sabían. Ellos pensaban que Él estaba muerto, muerto para siempre. Ese era nuestro
secreto, nuestro gozoso saber. No importaba lo que pareciera, Cristo regresaría, y nuestro deleite al
anticiparlo era ilimitado.
¿No es extraño que este incidente, recobrar la memoria perdida, ocurriera sólo una semana luego de
que Fluyan mis lágrimas fuera lanzado? ¿Y es precisamente allí donde hay una replicación de las
personas y eventos de Hechos de los Apóstoles, que tiene lugar precisamente en ese momento -
luego de la muerte y resurrección de Jesús- que yo recordé, por medio del símbolo del pez dorado,
como si acabara de ocurrir?

Si ustedes fueran yo, y les ocurriera esto, estoy seguro que no podrían pasarlo por alto. Buscarían
una teoría que lo explicara. Por cuatro años he intentado una teoría tras otra: tiempo circular, tiempo
congelado, tiempo atemporal, que es llamado ―sagrado‖ en contraste al tiempo ―mundano‖… Yo no
puedo enumerar las teorías que he intentado. Una constante prevalece, sin embargo, en todas ellas.
Debe existir un Espírituo Santo misterioso que tiene una relación exacta e íntima con Cristo, que
pues adentrarse en las mentes humanas, guiarlas e informarlas, e incluso expresarse a través de esos
humanos, aun sin que ellos lo noten.

Cuando escribía Fluyan mis lágrimas, en 1970, ocurrió un evento inusual cuya rareza yo pude
apreciar en su momento, no era parte del proceso de escritura normal. Tuve un sueño una noche, un
sueño especialmente vívido. Y cuando desperté sentí la necesidad absoluta de incluir el sueño en la
novela tal y como lo había soñado. Incluyendolo correctamente, tuve que escribir once borradores
de la parte final del manuscrito hasta que quedé satisfecho.

Lo cito ahora de la novela, como apareció en su forma final, publicada. Miren si este sueño les
recuerda alguna cosa.

El campo, marron y seco, en verano, donde había vivido cuando niño. Cabalgaba, y a su derecha se
acercaba lentamente una cuadrilla de caballos. Eran cabalgados por hombres de túnicas brillantes,
cada una de diferente color; cada uno portaba un casco que centelleaba bajo el sol. Los caballeros
solemnemente, lentos, lo sobrepasaron y cuando estaban a su lado vislumbró el rostro de uno de
ellos: un rostro de marmol antiguo, un hombre viejísimo con cascadas ondulantes de barbas blancas.
Qué nariz tenía. Qué nobleza en sus rasgos. Cansado, serio, superior a cualquier hombre ordinario.
Evidentemente era un rey.

Felix Buckman los dejó pasar; no les habló y ellos no le dijeron nada. Juntos, fueron hacia la casa
de la que él venía. Un hombre se escondía dentro de la casa, un hombre solo, Jason Taverner, en el
silencio y la oscuridad, sin ventanas, solitario hasta la eternidad. Sentado, existiendo apenas, inerte.
Felix Buckman continuó su camino, fuera en el campo. Y entonces escuchó tras él un chillido
espantoso. Habian matado a Taverner, y viéndolos entrar, sintiéndolos entre las sombras a su
alrederor, sabiendo lo que pretendían hacerle, Taverner había chillado.

En el fondo de su ser Felix Buckman se vió invadido por una pena honda y absoluta. Pero en el
sueño no dió la vuelta ni miró hacia atrás. No había nada que pudiera hacer. Nadie pudo haber
detenido al grupo de hombres de túnicas multicolores; a ellos no se les puede decir no. No
importaba, ya había pasado. Taverner estaba muerto.

Este pasaje probablemente no les sugiera nada en particular, excepto que una cuadrilla de hombres a
caballo juzgaron a alguien o culpable o considerado culpable. No es claro si Taverner había
cometido un crimen o sólo se creía que lo había cometido. Yo tengo la impresión de que era
culpable, pero es trágico que tuviera que morir, es una tragedia terriblemente triste. En la novela,
este sueño hace llorar a Felix Buckman, y es ahí cuando busca al hombre negro en la estación de
gasolina.

Meses después de que mi novela había sido publicada, encontré la sección de la Biblia a la que este
sueño se refiere. Es Daniel 7:9:
Mientras yo observaba esto, se colocaron unos tronos, y tomó asiento un venerable Anciano. Su
ropa era blanca como la nieve, y su cabello, blanco como la lana. Su trono con sus ruedas
centelleaban como el fuego. De su presencia brotaba un torrente de fuego. Miles y millares le
servían, centenares de miles lo atendían. Al iniciarse el juicio, los libros fueron abiertos.

El hombre de la cabellera blanca aparece de nuevo en Apocalipsis, 1:13:

En medio de los candelabros estaba alguien semejante al Hijo del hombre, vestido con una túnica
que le llegaba hasta los pies y ceñido con una banda de oro a la altura del pecho. Su cabellera lucía
blanca como la lana, como la nieve; y sus ojos resplandecían como llama de fuego. Sus pies
parecían bronce al rojo vivo en un horno, y su voz era tan fuerte como el estruendo de una catarata.

Y luego en 1:17:

Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: ―No
tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los
siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno. Escribe, pues, lo que has visto, lo
que sucede ahora y lo que sucederá después.

Y como Juan de Patmos, yo escribí fielmente lo que vi y lo puse en mi novela. Y era verdad,
aunque en ese momento yo no sabía de quién hablaba al decir:

…vislumbró el rostro de uno de ellos: un rostro de marmol antiguo, un hombre viejísimo con
cascadas ondulantes de barba blanca. Qué nariz tenía. Qué nobleza en sus rasgos. Cansado, serio,
superior a cualquier hombre ordinario. Evidentemente era un rey.

Ciertamente era un rey. Era el mismísimo Cristo de regreso para juzgarnos. Y esto es lo que hace en
mi novela: juzga al hombre escondido en las tinieblas. El hombre escondido en las tinieblas debe
ser el principe del Mal, la fuerza de la oscuridad. Llámenlo como deseen, su tiempo había llegado.
Fue juzgado y condenado. Felix Buckman pudo gemir ante la tristeza de este evento, pero él sabía
que el veredicto no podía ser contrariado. Y por eso cabalgó, sin dar vuelta ni mirar atrás,
escuchando sólo el chillido de miedo y derrota: el llanto del mal al ser destruido.

Luego, mi novela contiene material de otras partes de la Biblia, así como las secciones de Hechos.
Descifrada, cuenta una historia bastante distinta de aquella en su superficie (la cual no abordaremos
acá). La historia real es sencillamente esta: el regreso de Cristo, ahora rey en lugar de sufrido
sirviente. Juez en lugar de víctima de un juicio injusto. Todo es revertido. El mensaje central de mi
novela, sin que yo lo supiera, era una advertencia a los poderosos: Pronto serán juzgados y
condenados. ¿A quién, específicamente, se refería? Bueno, no puedo decirlo; o tal vez prefiero no
decirlo. No tengo la absoluta seguridad, sólo una intuición. Y eso no es suficiente para proseguir,
así que mejor no digo lo que pienso. Pero ustedes deberían preguntarse qué eventos políticos
ocurrieron en este país entre Febrero de 1974 y Agosto de 1974. Pregúntense quien fue juzgado y
condenado, y cayó como una estrella fugaz hacia la ruina y la desgracia. El hombre más poderoso
del mundo. Y yo me sentí mal por él tal y como me sentí mal cuando soñé aquel sueño. ―Ese pobre
pobre hombre,‖ le dije a mi mujer, con lágrimas en los ojos. ―Encerrado en la oscuridad, tocando el
piano por las noches sólo para él mismo, solitario y temeroso, sabiendo lo que venía.‖ Por Dios,
perdonémoslo. Pero lo que le hicieron a él y sus hombres -‖todos los hombres del presidente‖, como
dicen- tenía que ser hecho. Y ya está, y él debería ver la luz del sol de nuevo; ninguna criatura,
ninguna persona, debería ser encerrada en la oscuridad para siempre, en el miedo. No es humano.
Justo cuando la Corte Suprema decidía que las cintas de Nixon debían ser entregadas al fiscal
especial, yo estaba comiendo en un restaurante chino en Yorba Linda, el pueblo en California donde
Nixon fue a la escuela -donde creció, trabajó en una tienda, donde hay un parque llamado en su
honor, y por supuesto se encuentra la casa de Nixon, de madera sencilla y todo. En mi galleta de la
suerte, recibí la siguiente fortuna:

LO HECHO EN SECRETO TIENE UNA

MANERA DE SER DESCUBIERTO.

Envié el pedazo de papel por correo a la Casa Blanca, mencionando que el restaurante Chino estaba
ubicado a menos de una milla de la casa de Nixon, y dije ―Yo creo que un error ha ocurrido; por
accidente recibí la fortuna del señor Nixon. ¿Él tiene la mía?‖ La Casa Blanca nunca respondió.

Y bueno, como dije antes, un autor de una obra que se supone ficción puede haber escrito la verdad
sin saberlo. Citando a Xenofanes, otro presocrático: ―Aun si un hombre tiene la oportunidad de
decir la absoluta verdad, él no la sabrá; todas las cosas están envueltas en apariencias‖ (Fragmento
34). Y Heraclito complementó: ―La naturaleza de las cosas acostumbra ocultarse a sí misma.‖
(Fragmento 54). W.S. Gilbert, de Gibert y Sullivan, lo dijo así: ―Las cosas pocas veces son lo que
aparentan; la leche descremada se disfraza de crema.‖ Y el punto es que no podemos confiar en
nuestros sentidos y problabmente ni siquiera en nuestro razonamiento a priori. Con respecto a
nuestros sentidos, tengo entendido que personas que han nacido ciegas y luego han ganado la vista
de repente se sorprenden al descubrir que los objetos lucen más y más pequeños a medida que nos
alejamos. Logicamente, no hay una razón para que esto ocurra. Nosotros, por supuesto, lo
aceptamos, porque estamos acostumbrados. Vemos los objetos hacerse pequeños, pero sabemos que
realmente permanecen del mismo tamaño. Así, incluso la persona pragmática común desprecia
sofisticadamente algo de lo que sus ojos y orejas le dicen.

Poco de lo que Heraclito escribió sobrevivió, y lo que nos quedó es oscuro, pero el Fragmento 54 es
lúcido e importante: ―La estructura latente controla la estructura obvia.‖ Esto significa que Heráclito
creía que un velo yacía sobre el verdadero panorama. Tal vez pudo sospechar que el tiempo no era
lo que parecía, porque en el Fragmento 52 dijo: ―El tiempo es un niño jugando, jugando a que corre;
de un niño es el reino.‖ Esto es ciertamente críptico. Pero él también dijo, en el Fragmento 18: ―Si
uno no lo espera, no podrá encontrar lo inesperado; no puede ser rastreado y ningun camino nos
lleva hacia él.‖ Edward Hussey, en su libro académico Los pre-socráticos, dice:

Si Heráclito es tan insistente en evidenciar la falta de comprensión mostrada por la mayoría de los
hombres, sería razonable que él ofreciera instrucciones para penetrar la verdad. Su juego de
acertijos y conjeturas sugiere que una especie de revelación, inaccesible al control humano, es
necesaria… La verdadera sabiduría, como ha sido visto, se asocia íntimamente con Dios, lo que
implica que al contar con una sabiduría avanzada el hombre se convierte en algo como Dios, o en
una parte de Él.

Esta cita no hace parte de un libro religioso o de un libro en teología; es un análisis de los filósofos
tempranos por un profesor en filosofía antigua de la universidad de Oxford. Hussey deja claro que
para estos filosofos tempranos no hay diferencia entre filosofía y religión. El primer gran salto
cuántico en teología griega fue dado por Xenofanes de Colofón, nacido a mediados del siglo sexo
antes de Cristo. Xenófanes, sin acudir a más autoridad que aquella de su propia mente, dice:

Hay un dios que no es similiar a ninguna criatura mortal ni en su forma corpórea ni en los
pensamientos de su mente. Todo él ve, Todo él piensa, todo él escucha. Se encuentra siempre,
inamovible, en el mismo lugar; no está previsto que se mueva hacia allí o hacia allá.

Esta es una concepción avanzada y sutil de Dios, evidentemente sin precedentes entre los filósofos
griegos. ―Los argumentos de Parménides parecían demostrar que toda realidad debía ser una mente,‖
escribe Hussey, ―o un objeto de pensamiento en una mente.‖ Refiriéndose específicamente a
Heráclito, dice, ―En Heráclito es dificil saber si los designios de la mente de Dios son distinguibles
de la ejecución del mundo, o si la mente de Dios se distingue del mundo.‖ El salto dado por
Anaxágoras siempre me ha fascinado. ―Anaxágoras terminó ofreciendo una teoría de la
microestructura de la matera que la hacía, hasta cierto punto, inaccesible a la razón humana.‖
Anaxágoras creía que todo era determinado por la Mente. Estos no eran pensadores inmaduros, o
primitivos. Ellos debatían temas serios y se estudiaban mutuamente con cuidadosa atención. No fue
sino hasta los tiempos de Aristóteles cuando sus posiciones se vieron reducidas a lo que podemos
calificar con facilidad -pero erroneamente- como crudas. La suma de gran parte de la teología y
filosofía presocrática puede ser enunciada de la siguiente manera: El Kosmos no es lo que parece
ser, y lo que probablemente es, en lo más profundo, es precisamente aquello que es el ser humano
en lo más profundo -llámenlo mente o alma, es algo unitario que vive y piensa, y solo parece ser
plural y material. Gran parte de esta visión nos llega a través de la doctrina del Logos referente a
Cristo. El Logos es lo que es pensado y lo que piensa: pensamiento y pensador unidos. El universo,
entonces, es pensador y pensamiento, y dado que somos parte de él, nosotros como humanos
resultamos ser pensamientos y pensadores de esos pensamientos. Así, si Dios piensa en Roma
alrededor de 50 D.C., entonces Roma es. El universo no es un reloj y Dios la mano que le da cuerda.
El universo no es un reloj eléctrico y Dios la batería. Spinoza creía que el universo era la extensión
del cuerpo de Dios al espacio. Pero antes de Spinoza -dos mil años antes- Xenófanes había dicho,
―Sin esfuerzo, controla todo con un pensamiento‖ (Fragmento 25). Si alguno de ustedes ha leído mi
novela Ubik, sabrá que la entidad o mente o fuerza misteriosa llamada Ubik inicia con una serie de
propagandas vulgares y baratas y termina diciendo:

Yo soy Ubik. Antes que el universo fuera, yo era. Yo hice los soles. Yo hice los mundos. Yo creé
las vidas y los lugares que habitan; Yo las transladé aquí, yo las puse allá. Van a donde yo diga,
hacen lo que yo desee. Yo soy la palabra y mi nombre nunca es dicho, es un nombre que nadie
conoce. Yo soy llamado Ubik pero ese no es mi nombre. Yo soy. Yo siempre seré.

De aquí es obvio concluir quién y qué es Ubik; él dice específicamente que es la palabra, que es lo
mismo que decir, el Logos. En la traducción alemana ocurrió uno de los más maravillosos lapsus de
entendimiento acertado de los que yo tenga noticia; que Dios nos ayude si el hombre que tradujo mi
novela Ubik al aleman hace una traducción del Nuevo Testamento del griego koiné al aleman. Todo
iba bien hasta que llegó a la frase ―Yo soy la palabra‖. Esa frase lo hizo dudar. ¿Qué querrá decir
con eso? Se debió haber preguntado, obviamente nunca había tenido contacto con la doctrina del
Logos. Debido a esto él intentó la mejor traducción posible. En la edición alemana, la Entidad
Absoluta que hizo los soles, que hizo los mundos, creó las vidas y los lugares que habitan, dice de sí
misma:

Yo soy la marca

Si hubiera traducido el Evangelio según san Juán, supongo que hubiera terminado con algo del
estilo:

En el principio ya existía la marca, y la marca estaba con Dios, y la marca era Dios.

Parecería que yo no sólo vengo a dar saludos en nombre de Disneylandia sino de Mortimer Snerd
(n.t. : un personaje del ventrilocuo Edgar Bergen famoso por su capacidad para perder el hilo del
discurso). Esa es la suerte que corren los autores que desean incluir temas teológicos en sus obras.
―La marca estaba, entonces, con Dios al principio, y a por medio de ella todas las cosas fueron
creadas; sin ella, nada de lo creado llegó a existir.‖ Y así prosigue noblemente. Esperemos que Dios
tenga sentido del humor.
O tal vez debo decir, Esperemos que la marca tenga sentido del humor.

Como les dije antes, las dos preocupaciones de mi escritura son ―¿Qué es realidad?‖ y ―¿Qué es el
humano auténtico?‖. Estoy seguro que para este momento ustedes pueden notar que yo no he sido
capaz de dar con una respuesta para la primera pregunta. Tengo la intuición de que de algún modo
el mundo de la Biblia es literalmente un paisaje real pero velado, que no cambia, oculto a nuestra
percepción, pero ofrecido a nosotros por la revelación. Eso es todo lo que se me ha ocurrido -una
mezcla de experiencia mística, razón y fé. Quisiera decir algo ahora acerca de las características del
auténtico humano; en mi búsqueda he dado con más respuestas plausibles a este asunto.

El ser humano auténtico es aquel que instintivamente sabe lo que no debe hacer y, además, se
resistirá a hacerlo. Reusará hacerlo incluso si esto le acarrea horribles consecuencias a él y a
aquellos que ama. Esta, para mí es la caracteristica heróica fundamental de la gente común; ellos
dicen No al tirano y asumen con calma las consecuencias de esta resistencia. Sus acciones pueden
ser pequeñas, y muchas veces ignotas, despreciadas por la historia. Sus nombres no son recordados
ni ellos esperan que sus nombres sean recordados. Percibo su autenticidad de una manera extraña:
no en su disposición para realizar grandes acciones heróicas sino en su callado rehusarse. En
esencia, ellos no pueden ser forzados a ser lo que no son.

El poder de las realidades espurias nos golpea hoy en día -esas falsificaciones deliberadamente
construidas nunca penetran el corazón del verdadero ser humano. Yo miro a mis hijos ver televisión
y al principio temo por lo que les están enseñando, pero luego me doy cuenta que ellos no pueden
ser corrompidos o destruidos. Ellos miran, ellos escuchan, ellos entienden, y, luego, cuando y donde
sea necesario, descartan. Hay algo poderosísimo en la habilidad de los niños para resistir lo
fraudulento. Un niño tiene la visión más clara, la mano más firme. Los tramposos, los promotores
de la farsa, intentan ganarlos en vano. Es cierto, las compañías de cereales han logrado vender
cantidades enormes de desayunos basura; las cadenas de hamburguesas y perros calientes venden
infinidad de comida rápida irreal a los niños, pero su corazón profundo late con firmeza,
inalcanzable e intocable. El niño de hoy puede detectar una mentira más rápido que el adulto más
sabio de hace dos décadas. Cuando yo quiero saber lo que es cierto, le pregunto a mis hijos. Ellos
no me preguntan; yo les pregunto a ellos.

Un día, mientras mi hijo Christopher, que tiene cuatro años, jugaba en frente de su madre y yo,
empezamos a discutir el futuro de Jesús en los Evangelios Sinópticos (n.t.: Mateo, Marcos y Lucas).
Christopher nos miró por un instante y dijo, ―Yo soy un pescador. Pesco pescados.‖ Jugaba con una
linterna metálica que alguien me había dado, pero yo nunca había usado… Y de repente me di
cuenta de que la linterna tenía la forma de un pez. Me pregunto qué pensamientos fueron impuestos
en el alma de mi niñito en ese momento -no precisamente por mercaderes de cereales ni traficantes
de golosinas. ―Yo soy un pescador. Pesco pescados.‖

Christopher, a los cuatro años, había encontrado el símbolo que yo no encontre sino hasta que tenía
cuarenta y cinco.

El tiempo es cada vez pasa más rápido. ¿Y hacia donde? Tal vez nos fue dicho hace dos mil años. O
tal vez no fue realmente hace tanto; tal vez es un espejismo que tanto tiempo haya transcurrido. Tal
vez fue hace sólo una semana, o incluso hoy temprano. Quizás el tiempo no corre; quizás, además,
se agota.

Y si así ocurre, las atracciones de Disneylandia nunca serán las mismas de nuevo. Porque cuando el
tiempo se termine, los pájaros y los hipopótamos y los leones y los cervatillos de Disneylandia
dejarán de ser simulaciones, y, por vez primera, un pájaro verdadero cantará. Gracias
CORRESPONDENCIA

Blade Runner demostrará ser invencible

Cuando Ridley se hizo cargo de Blade Runner, esta vez con un guion reescrito por David Peoples,
Dick, quien era escéptico a cualquier adaptación de su material al cine, pudo ver unos avances de la
nueva película que lo hicieron cambiar de opinión por completo. Esa misma noche, escribió esta
carta con entusiasmo a la productora responsable y le compartió su parecer sobre la misma. La
tragedia es que Philip K. Dick falleció 5 meses después de enviar esta carta, sin ver la película
terminada. Ahora es considerado por muchos como la mejor película de ciencia ficción jamás hecha.

11 de octubre de 1981

Sr. Jeff Walker,


The Ladd Company,
4000 Warner Boulevard,
Burbank,
Calif. 91522.

Estimado Jeff,

He visto por casualidad en el programa de Canal 7 ―Hooray For Hollywood‖ de esta noche el
fragmento sobre ‗Blade Runner‘. (Bueno, para ser honestos, no fue así); alguien me contó que
‗Blade Runner‘ iba a ser parte del programa para que me asegurara de verlo. Jeff, después de ver, y
sobre todo, después de escuchar a Harrison Ford hablar del film, he llegado a la conclusión de que,
desde luego, no se trata de ciencia ficción; tampoco es fantasía; es exactamente lo que dijo Harrison:
futurismo. El impacto de ‗Blade Runner‘ va a ser abrumador, tanto en el público como en la gente
creativa, y además, en la ciencia ficción como campo. Llevo escribiendo y vendiendo obras de
ciencia ficción desde hace 30 años, y este es por tanto un tema de cierta importancia para mí. Con
toda franqueza debo decir que nuestro campo se ha ido lenta y gradualmente deteriorando durante
los últimos años. No hemos hecho nada, individual o colectivamente, que pueda igualar a ‗Blade
Runner‘. Esto no es escapismo; es súper realismo, por lo crudo, detallado, auténtico y convincente
que es, tras el fragmento que ví ahora encuentro que mi realidad palidece en comparación. A lo que
me refiero es a que todos vosotros podéis haber creado, de forma colectiva, una nueva forma de
expresión gráfica y artística, nunca vista hasta ahora. Y creo que ‗Blade Runner‘ va a revolucionar
nuestro concepto de lo que es la ciencia ficción, y aún más, de lo que puede ser.

Permíteme resumirlo de esta manera. La ciencia ficción, lenta e ineludiblemente, se ha asentado


hacia una muerte monótona: se ha vuelto endogámica y rancia. De repente, habéis llegado vosotros,
algunos de los mayores talentos que existen en la actualidad, y nos habéis dado una nueva vida, un
nuevo comienzo. En cuando a mi propio papel en el proyecto ‗Blade Runner‘, sólo puedo decir que
no sabía que mi obra, o algunas ideas mías, podrían extenderse hasta tales dimensiones tan
impresionantes. Mi vida y mi trabajo creativo se justifican completamente por ‗Blade Runner‘.
Gracias… va a ser un éxito comercial. Será una película invencible.

Cordialmente, Philip K. Dick


Philip K. Dick escribió muchas cartas a Claudia Bush; una mujer que, debido a una tesis que estaba
escribiendo, eligió iniciar una correspondencia con el autor, ya que él era el tema de su trabajo. A
continuación se muestra una de las cartas que escribió. En ella, Dick habla de un sueño recurrente
que experimentó durante meses en el que un misterioso libro tuvo una aparentemente importante
aparición, y luego concluye la carta con una divertida posdata. Curiosamente, la carta fue escrita
solo 5 meses después de que Dick experimentara las visiones transformadoras que posteriormente
documentó en Exegesis.

La transcripción sigue así

5 de julio de 1974

Querida Claudia,

Desde la última vez que te escribí (la carta de 7 páginas a Peter Fitting más la carta de 2 páginas
para ti) he seguido teniendo el mismo sueño que te mencioné una y otra vez: un enorme e
importante libro presentado ante mí que debería leer. Ayer, por ejemplo, ya que Tessa y Christopher
se habían ido de picnic, tomé varias siestas y tuve cuatro sueños en los que aparecía material
impreso, dos de ellos relacionados con libros.

Durante tres meses, prácticamente todas las noches, he tenido estos sueños con material escrito. Y
en los últimos días se hizo obvio que se indicaba un libro específico. Que el objetivo final de estos
sueños era llamar mi atención sobre un libro de verdad en algún lugar del mundo real, que debía
encontrar, tomar y leer.

El primer sueño del 4 de julio fue mucho más explícito que cualquier otro; tomé mi copia de ―No
temeré ningún mal‖, de Robert Heinlein, una gran edición encuadernada en rústica azul, para que la
vean dos hombres. Ambos hombres dijeron que esto no era un libro (o el libro) en el que estaban
interesados. Sin embargo, estaba claro que el libro buscado era grande, azul y con tapa dura.

En un sueño, hace un mes, logré ver parte del título; en un parte estaba la palabra "SOMBRA". En
ese momento, pensé que podría tratarse de Proust: ―A la sombra de las muchachas en flor‖, pero no
lo fue; sin embargo, hubía una palabra larga similar a "Flor" antes de "Muchachas".

Así que supe la primera parte del día de ayer que estaba buscando un gran libro de tapa dura azul,
muy grande y largo, según algunos sueños, infinitamente largo, de hecho, con una de las primeras
palabras del título siendo "Sombra ".

En el último de los cuatro sueños de ayer pude la fecha de copyright del libro y también la
tipografía. Estaba fechado en 1966 o posiblemente en 1968 (este último resultó ser el caso). Así que
comencé a estudiar todos los libros de mi biblioteca que podrían ajustarse a estas calificaciones.
Tuve la aguda intuición de que cuando finalmente lo encontrara tendría en mis manos un libro de
sabiduría místico u oculto o religioso que sería la puerta de entrada a la realidad absoluta detrás de
todo el universo.

Por supuesto, existía la posibilidad de que no tuviera el libro en mi biblioteca, que tendría que salir
a comprarlo. En varios sueños, estaba en una librería haciendo exactamente eso. En una ocasión el
libro estaba abierto enfrente mío prendiéndose fuego. Por eso lo tomé como un libro
extremadamente sagrado, tal vez el que se ve en el Libro de Daniel.

De todos modos hoy he buscado todo el día alrededor de la casa, ya que Tessa ha estado enferma
con una quemadura de sol, y de repente encontré el libro. La búsqueda de tres meses por fin ha
terminado.

Tan pronto como bajé el volumen, supe que era el correcto. Lo había visto una y otra vez, con una
claridad cada vez mayor, hasta que no podía estar equivocado.

El libro se llama ―La sombra de Blooming Grave‖, tapa dura y azul, con poco menos de 700
páginas largas de gran tamaño. Fue publicado en 1968. Es el libro más aburrido del mundo; Traté
de leerlo cuando el ―Club de Libros Perdidos‖ me lo envió pero no pude.

Es una biografía de Warren G. Harding.

Cordialmente,

(Firmado, 'Phil')

Phil Dick

PD: Esto me pasó de verdad, y solo te demuestra que nunca debes tomar tus sueños demasiado en
serio. O bien muestra cómo el inconsciente o el universo o Dios o lo que sea te puede embaucar. Un
lapso de tres meses. (Si quieres leer el libro, te lo enviaré por correo. El costo del envío debe ser
enorme. ¿No tienes nada que hacer por los próximos tres años?)
Correspondencia con el FBI

Los desequilibrios, inestabilidad y la paranoia como fuerzas motrices de la obra Dickiana son
evidentes, pero pocos documentos los muestran con tanta claridad como una serie de cartas que
remitió al FBI durante los años ‘70. El archivo dedicado a Philip Dick se conoció tras una simple
solicitud del Acta de Libertad de Información/Acta de Privacidad, y parte de su contenido de más
de 30 páginas se ofrece a continuación. Tras estas cartas resumimos algunas otras instancias de la
paranoia de Dick que se vincularon con el mundo de la ciencia ficción. [Parte de la información de
estas notas fue tomada de ―Críticos literarios marxistas me persiguen!: Cómo Philip K. Dick
admiradores académicos al FBI‖, en Lingua franca: the review of academic life. vol. 11, nº 4]

28 de octubre, 1972
Oficina Federal de Investigaciones
Washington, D. C.
Caballeros:

Soy un bien conocido escritor de novelas de ciencia ficción, una de las cuales trata de la Alemania
Nazi (se llama EL HOMBRE EN EL CASTILLO, y describe un 'mundo alternativo' en el cual los
alemanes y los japoneses ganan la Segunda Guerra Mundial y ocupan los Estados Unidos en forma
conjunta). La novela, publicada en 1962 por Putnam & Co., ganó el Premio Hugo a la Mejor
Novela del Año y, desde entonces, fue leída ampliamente tanto aquí como en el exterior; por
ejemplo, se editó una edición japonesa en Tokio tiene varias ediciones [sic].

Les llamo la atención sobre esto porque hace varios meses se me aproximó un individuo sobre el
que tengo razones para creer que pertenece a una organización encubierta envuelta en política,
armas ilegales, etc., el cual me presionó para que incluyera información codificada en futuras
novelas, 'que serán leídas por las personas apropiadas en ciertos lugares', señaló. Me negué a
hacerlo.

La razón por la que me pongo en contacto con ustedes es que me parece que otros escritores de
ciencia ficción fueron contactados por miembros de esta organización, obviamente
antinorteamericana, y puede que hayan cedido ante las amenazas y declaraciones engañosas que
usaron conmigo. En consecuencia, me gustaría ofrecer cualquier tipo de información y ayuda con
relación a esto, y solicito que el oficial más cercano tome contacto conmigo tan pronto como sea
posible. Resalto la urgencia de esto porque hace tres días me topé con una novela de ciencia
ficción de buena distribución que contiene en esencia el material que este individuo me presionó
para que codificara. Esa novela es CAMPO DE CONCENTRACIÓN, de Thomas Disch, y fue
publicada por Doubleday & Co.

Cordialmente,
Philip K. Dick

3028 Quartz Lane Apt. #2


Fullerton,
Calif 92361.

P. D.: Me gustaría agregar algo: lo que más me alarma es que la organización secreta que se me
acercó podría ser neonazi, aunque no se identificó como tal. Mis novelas son extremadamente anti
nazis. De este individuo sólo escuché una identificación en código: Solarcon-6.

**
4 de nov., 1972
Oficina Federla [sic] de Investigaciones

Señores:
Les remito esta carta a ustedes en lugar de al Inspector Shine, a nombre de quien está dirigida. Me
gustaría que la lean junto con la carta que envié a su departamento a comienzos de mes sobre la
novela de Thomas Disch CAMPO DE CONCENTRACIÓN; esa novela trata sobre una epidemia
imaginaria mencionada en mi carta al Inspector Shine. No sé cuál es la conexión. De todos modos,
está claro que podría estar envuelta en una conspiración subversiva.
Cordialmente,

Philip K. Dick
3028 Quartz Lane #3
Fullerton,
Calif 92631

P. D.: El Sargento Keaton del Departamento de Policía de Tiberon, en el Condado Marin, me


informó hacia enero de este año que yo podía (creo que es posible que haya dicho „debería‟) firmar
una denuncia de hurto contra Kinchen por el robo de mi pistola calibre 22 de acción simple. Nunca
lo hice, en parte por temor a la organización de Kinchen (ver la carta). El Sargento Keaton
también me advirtió informalmente que yo “debería salir del Condado Marin por mi propio bien, o
probablemente me pegarían un balazo por la espalda una noche cualquiera. O algo aún peor.” No
especificó que quería decir con “algo aún peor”. Tomé en cuenta su advertencia y me fui a Canadá,
como señalo en la carta. Posiblemente se podría hacer una denuncia por violación de mis derechos
civiles, pero creo honestamente que el Sargento Keaton estaba advirtiéndome por mi propio bien, y
no se trataba de una velada amenaza de su parte.

**
4 de noviembre, 1972
Inspector Shine
Oficina del Comisario del Condado de Marin,
Centro Cívico del Condado de Marin,
San Rafael,
Calif 94903.

Estimado Inspector Shine:

Como usted tal vez recuerde, alrededor del 17 de noviembre de 1971, mi casa en el 707 de
Hacienda Way, en Santa Venetia, fue saqueada vandálicamente. La última vez que hablé con usted,
en febrero de este año, me informó que había suspendido el caso; un hombre llamado Wade (creo
que Jerry Wade) fue arrestado con la pistola Ruger calibre 22 que me habían robado durante el
saqueo. Permanecí en Canadá y luego en el sur de California y, desde entonces, no estuve al tanto
de nada. ¿Se recobró alguna otra de mis pertenencias? ¿Se hicieron más arrestos? ¿Hay algo más
que pueda decirme desde entonces?

Mientras yo estaba en Canadá mi casa fue saqueada otra vez, en marzo de este año. No lo supe
hasta que el resto de mis cosas llegaron aquí; mi agente inmobiliaria, la señorita Annie Reagan,
me las guardó, y por lo menos desapareció una habitación entera de cosas: el dormitorio en el cual
estaba ubicado el sistema de control de la alarma contra ladrones, la única habitación que no
estaba cubierta por el sensor. Obviamente, las robó alguien que conocía muy bien el
funcionamiento del sistema de alarma y cómo evitarlo. Recuerdo que el Inspector Bridges pensaba
que el asalto del 17 de noviembre era un trabajo desde adentro, al menos en parte. Creo que el
robo del mes de marzo de este año lo prueba. Sólo dos o tres personas, que yo pueda recordar,
conocían la disposición del sistema de alarma contra robos. Una era Harold Kinchen, que estaba
bajo investigación por la Inteligencia de la Fuerza Aérea en el Campo de Hamilton cuando yo me
fui (la investigación la estaba conduciendo el señor Richard Bader; sin embargo, el Sargento
Keaton de Tibeon me pidió que me presentara y testimoniara. Tenía que ver con un asalto en el
arsenal de Inteligencia de la Fuerza Aérea en Hamilton, en enero, si recuerdo bien, a comienzos de
año).

Tengo más razones ahora que entonces para pensar que Kinchen y la organización secreta
extralegal a la que pertenece están relacionados con ambos robos a mi casa, aunque la evidencia
parece dirigirse más hacia Las Panteras como Wade. Digo esto porque en el Condado de Orange,
donde vivo ahora, me enteré algunas cosas acerca de las milicias ilegales de derecha de esta zona:
me dijeron confidencialmente que, de acuerdo con mi descripción de los hechos que rodearon el
robo de noviembre de mi casa, los métodos que usaron, las actividades de Harry Kinchen en
particular, les sonaba como su contraparte de allí, y posiblemente incluso fuera un grupo neonazi.
De forma accidental recientemente obtuve nueva información sobre los socios de Kinchen, y la
teoría de la organización neonazi parece tomar más fuerza. En este caso, el robo de noviembre fue
político en su naturaleza, y en verdad algo más que un robo. He pensado en todo esto durante
algún tiempo, pero hasta ahora no tuve ningún motivo para estar seguro.

Con relación al motivo del asalto no estoy seguro en lo más mínimo. Posiblemente tuviera que ver
con mis novelas publicadas, una de las cuales es sobre la Alemania Nazi —es extremadamente
antinazi—, y circuló ampliamente. En realidad sé que Harry Kinchen y los parientes japoneses que
tiene a través de su esposa Susan la habían leído. La suegra de Kinchen, que nació en Japón, Toni
Adams, leyó la novela en una edición japonesa. Más allá de toda duda, Kinchen es un ardiente nazi
entrenado en el uso de armas, explosivos, intercepción de llamadas, química, psicología, toxinas y
venenos, electrónica, reparación de automóviles, sabotaje, manufactura de narcóticos. Por
supuesto que el señor Bader estaba al tanto de esto. Lo que yo no le dije a nadie, porque temía por
mi vida, es el hecho de que Kinchen ejercía una presión coercitiva sobre mí, tanto física como
psicológica, para que introdujera información secreta codificada en mis futuros escritos 'que serán
leídas por las personas apropiadas en ciertos lugares', como me señaló, queriendo decir así
miembros de su organización subversiva. Como yo le dije en noviembre, accidentalmente respondió
a un llamado telefónico mío con una contraseña codificada. Más tarde me admitió que pertenecía a
una organización secreta 'a lo ancho del mundo' y me contó algunos detalles.

La información codificada que Kinchen quería que yo pusiera en mis novelas (a lo que por
supuesto rehusé, y luego volé a Canadá) tenía que ver con una supuesta nueva cepa de sífilis que se
extiende por los Estados Unidos, y que se ha mantenido en secreto por las autoridades; no se puede
curar, destruye el cerebro, y es de actuar lento. La enfermedad, afirmó Kinchen, traída
deliberadamente de Asia por agentes del enemigo (sin especificar), es en realidad un arma de la
Tercera Guerra mundial, que ya ha comenzando, y está siendo usada contra nosotros.

Mi editor en Paris, un amigo cercano, me ratificó en una reciente discusión confidencial mi


convicción de que esta 'información' codificada, indudablemente espuria, provocaría un desastre
para este país si llegara a imprimirse. Estos neonazis o lo que sean descifrarán su propio código y
harán pública la información falsa, generando así histeria y pánico masivos. Por supuesto, no
existe semejante epidemia, a pesar de los rumores que escuchamos de los soldados que regresan de
Vietnam. Me puse en contacto con el F. B. I. por consejo de mi amigo el editor, pero pensé que
debería ponerme en contacto también con usted. Puede querer transmitirle al señor Bader esta
información acerca de la revelación codificada en las novelas.

Quedo a la espera, entonces, de noticias de su parte. Gracias.

Cordialmente,

Philip K. Dick
3028 Quartz Lane #3
Fullerton,
Calif 92361.

P. D.: Harold Kinchen me presentó a un individuo que me pidió que escribiera para sus
publicaciones pornográficas underground, a lo que me negué. Por accidente recientemente di con
este hombre, 'Doc' Stanley, de Corte Madera, 'un estudiante de las conferencias de Hitler durante
sus días en la Universidad de Chicago, que invocaba su doctrina y se la leía a la gente.' Ni Stanley
ni Kinchen me mencionaron esto.
PKD

**
De un memorando interno del FBI fechado el 21/11/72

―DICK dice que [Kinchen] lo llamó por teléfono en una ocasión. Cuando DICK inmediatamente
volvió a discar el teléfono [de Kinchen] después de terminar el llamado, DICK dijo que pensó que
[Kinchen] le dio el nombre en código de 'Solarcon 6'. Dijo que no estaba seguro de lo que había
dicho y que no sabía por qué le había dado semejante nombre en código. [Kinchen] afirmó que era
miembro de una 'organización mundial de la salud secreta' que estaba rastreando el origen de la
epidemia, una supuesta nueva cepa de sífilis que se está extendiendo por los Estados Unidos, que
provoca una muerte rápida. [Kinchen] afirmó que la epidemia era el comienzo de la Tercera Guerra
Mundial, que DICK no tenía mucho tiempo de vida, y que él quería que DICK pusiera nombres
codificados en ciencia ficción en sus futuras novelas de ciencia ficción. [Kinchen]también le dijo a
DICK que si DICK moría, ‗ellos‘ continuarían sus novelas y allí pondrían nombres codificados.
DICK dijo que él no sabía a quien se estaba refiriendo [Kinchen] con ‗ellos‘ o cuál era el propósito
de los nombres codificados. Creía que [Kinchen] probablemente había leído una novela de ciencia
ficción, ‗Campo de concentración‘, cuya trama trata sobre una epidemia...‖

15 de agosto, 1975
OFICINA FEDERAL DE INVESTIGACIONES
Washington, D.C.

Estimados Señores:
Bajo el Acta de Libertad de Información, me gustaría solicitar una copia de cualquier archivo que
puedan tener sobre mí.

Esta es la información necesaria para que puedan identificarme con precisión:


PHILIP KINDRED DICK. Nacimiento: 16 de diciembre de 1928, en Chicago, Ill. Número de acta
de nacimiento 56957. Nombre del padre: Joseph Edgar Dick. Nombre de soltera de la madre:
Dorothy Grant Kindred. Asistió a la Bruce Tatlock School en Berkeley, California (preescolar); se
mudó luego a Washington, D.C., asistiendo a la Friends' School y la John Eaton School. Regresó a
California, asistiendo a la Hillside Grammar School, luego a la Oxford Grammar School donde se
graduó. Asistió a la Garfield Junior High School, también en Berkeley; graduándose. Luego a la
Berkeley High, de la cual es graduado. Asistió a la University of California durante sólo dos meses.
LEGAJO MILITAR: se lo convocó para permanecer bajo Servicio Militar hacia el fin de la
Segunda Guerra Mundial en una junta local de reclutamiento en Berkeley, pero no fue llamado
hasta la Guerra de Corea. Fue rechazado para el servicio militar debido a su hipertensión.

En los años ‟50, dos agentes del FBI, George Scruggs y George Smith, me contactaron en relación
con mi esposa de entonces, Kleo Apostolides Dick. Más tarde, George Smith dirigió la rama de
Oakland de la Oficina. Me volví a casar con Anne Williams Rubenstein a fines de los ‟50, en el
Condado Marin. Luego me casé otra vez a mediados de los ‟60 con Nancy Hackett. Ahora estoy
casado con Tessa Busby Dick (Leslie Busby). Una hija con Anne llamada Laura. Una niña con
Nancy llamada Isolde Freya. Un niño con Tessa: Christopher. La dirección en Berkeley a
comienzos de los ‟50 cuando me contactaron Scruggs y Smith: 1126 Francisco Street. Domicilios
posteriores: PO.Box 176, Point Reyes Station, California. 707 Hacienda Way, Condado Marin,
California. 3028 Quartz Lane, Fullerton, California. 1405 Cameo Lane, Fullerton, California. El
domicilio actual está más abajo. En 3028 Quartz Lane, Fullerton, California, fui visitado, a mi
pedido, por un agente del FBI llamado Payne.

Soy novelista de profesión, habiendo publicado alrededor de 35 novelas y 125 cuentos. Mi novela
más conocida es EL HOMBRE EN EL CASTILLO, por la que recibí el premio internacional Hugo
en 1963.
Les quedo agradecido, y espero tener noticias de ustedes.
Cordialmente,

Philip K. Dick
2461 Santa Ysabel
Fullerton, Calif 92631

Los contactos de Dick con el FBI tuvieron lugar, inicialmente, alrededor de 1953. En plena furia
maccarthista, dos agentes de la Oficina lo contactaron junto a su esposa de entonces, Kleo, ambos
estudiantes de la University of Mexico, para que espiaran a sus compañeros. Ambos se negaron.
Esto, por supuesto, no fue un factor menor en el desarrollo posterior de su paranoia, acrecentada
por la intercepción, por parte de la CIA, de una carta que había escrito a un científico ruso. El
archivo Dick en el FBI no fue iniciado por sus denuncias sino que ya existía por su oposición a la
Guerra de Vietnam, contra la que firmó algunas solicitadas.

Pero para principios de los ‘70 Dick sufría alucinaciones, esto probablemente explique su conducta
errática: un día después de escribirle al FBI denunciando Campo de concentración, el 29 de octubre
de 1972, le escribió al mismo Disch elogiando ampliamente la novela. Dick mantuvo una buena
impresión sobre el libro a lo largo de sus últimos años. En una entrevista realizada por Mike Hodell
a fines de su vida, Dick afirma: ―Tom Disch, por ejemplo, escribió Campo de concentración, la que
siempre pensé que era una de las mejores novelas de ciencia ficción jamás escritas. Allí todo el
mundo se vuelve un genio si se pesca la sífilis, y siempre quise preguntarle a Tom de dónde había
sacado la idea de que contraer sífilis te hacía brillante. Casualmente se enteró, me dijo, de que
Thomas Mann tenía sífilis... en realidad sífilis terciaria, y cuanto más se le quemaba el cerebro más
brillante era. Así que Campo de concentración postula que la sífilis acelera los procesos mentales.‖

El episodio paranoico relacionado con Campo de concentración no fue el único que involucró a la
comunidad de la ciencia ficción. Hacia fines de 1972, según Jeet Heer[1], Stanislav Lem ya
entonces un autor reconocido, le solicitó a Dick autorización para publicar Ubik en polaco. Lem era
un gran admirador de la obra de Dick, a quién consideraba el único contemporáneo de valía en el
campo de la ciencia ficción. Pero por las restricciones de intercambio monetario que existían entre
el bloque oriental y el bloque occidental, Dick no pudo cobrar los derechos de publicación y acusó a
Lem de fraude. Hasta aquí, sin embargo, no se puede decir que esto implique un episodio paranoico
porque suena lógico que el autor de Ubik reclamara sus regalías.

La obra de Dick había comenzado a atraer la atención de la crítica académica en los Estados
Unidos y Francia, en particular la crítica marxista. En 1974 fue visitado por un reducido grupo de
críticos entre los que se contaban el francés Richard Pinhas y Peter Fitting; además, había tenido
contactos con Darko Suvin, un yugoslavo residente en Canadá, y el austríaco Franz Rottensteiner,
agente de Lem. Cualquier cosa le venía bien a Dick para desarrollar un esquema de persecución,
incluso una carta de un aficionado de Estonia, entonces la Unión Soviética, que había leído su obra
en polaco. Dick llegó rápidamente a una conclusión: Lem era un agente de la KGB al mando de una
amplia organización que incluía a Suvin, Rottensteiner y Fitting, todos nacidos fuera de los Estados
Unidos, bajo una ‗cadena de comandos a la orden de Lem en Cracovia, Polonia, un funcionario del
partido totalitario‘. La intención del grupo del Partido de la Cortina de Hierro era ‗obtener
monopólicas posiciones de poder desde las cuales pudieran controlar la opinión a través de ensayos
crítico y pedagógicos, convirtiéndose en una amenaza a todo el campo de la ciencia ficción y su
libre intercambio de ideas‖. Según afirmaba, su vida estaba en peligro y Lem y su conspiración
planeaban secuestrarlo y lavarle el cerebro.

El FBI ya estaba curado de espanto con Dick y no hizo caso a las nuevas cartas del escritor,
respondiendo sólo con notas de agradecimiento.
En 1973, cuatro largos años antes de que se publicara la novela, Philip K. Dick envió un esbozo
inicial de A Scanner Darkly a su agente Scott Meredith, junto con la carta de presentación que se ve
a continuación. Dick estaba claramente entusiasmado y su fervor era comprensible, ya que este
nuevo trabajo se basó en gran medida en sus propias experiencias, mientras que un usuario de
anfetaminas pesadas. De hecho, esto fue, según el propio autor, la primera novela que escribió
mientras estaba "limpio".

La transcripción sigue

28 de febrero de 1973

Querido Scott:

Aquí está el esquema de mi nueva novela propuesta. UN ESCÁNER DARKLY, del que te hablé. Es
un buen esquema largo, con más de sesenta páginas. Supongo que no se lo puede vender a ningún
editor hasta que escriba un montón de capítulos de muestra, pero de todos modos es en lo que
trabajaré durante bastante tiempo.

Si quieres mostrarlo, por ejemplo a Doubleday, eso estaría bien conmigo. De lo contrario, cuelgue
de este esquema mientras continúo desde mi carbono.

Déjame saber lo que piensas de él, y mientras tanto, te mantendré informado de cómo voy a venir
con la novela en sí.

Cordialmente,

Philip K. Dick
3028 Quartz Ln # 3
Fullerton
Calif 92631

PD Juro, Scott, que esta es la mejor novela jamás escrita. O al menos la mejor novela que haya
escrito, de todos modos.

Science Fiction Studies, # 5 = Volumen 2, Part 1 = Marzo 1975

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