La esperanza es el regalo de Dios al creyente. Pablo escribe en 1 corintios 13-13.

Dios te puso en esta tierra con un plan específico y orquestado para darte un
destino divino con potencial ilimitado, con bendiciones planeadas por la mano de
Dios que tu mente no se imagina. Dios ha hecho un plan en el futuro para que
vivas en el Don divino de Dios, el traerá lo que ha planeado para ti desde los
inicios de la tierra.

Jesucristo es la esperanza bendita es la esperanza de gloria, él es la esperanza

cierta después de la muerte natural.

La esperanza da alegría y cuando Dios trae esa esperanza, la alegría que el

mundo no puede dar ni puede quitarla, es la fe que te saca de la oscuridad
sabiendo que Dios jamás fallara.

Pablo escribe en hebreos 11: La fe es la garantía de lo que se espera: quiten la

esperanza y las grandes oportunidades de la vida se convertirá en casi nada.

Sin la esperanza la vida es cruda, se vuelve lúgubre, se vuelve una carga, se

vuelve infeliz, una carga interminable. Sin esperanza te hundes en desesperación;
muchos dicen quisiera estar muerto también.

No se puede vivir sin esperanza, Dios no te la dio como un Don que no

necesitabas para sobrevivir, sin esperanza el corazón se rompe, tu mente se
arruinara, pasara por la vida cargado por las lágrimas.

Muchos aquí buscamos ansiosos una esperanza. Hay una esperanza para un
mejor mañana y esta se volverá realidad los sueños se cumplirá.

Hay una esperanza que está garantizada por las promesas de Dios nuestra
esperanza no es un solo sueño, es algo real que es eterno y está a tu alcance,
nuestra esperanza es poderosa es algo que te ara vivir de nuevo, es algo que te
ara cantar de nuevo los reto hoy bajo la autoridad de la palabra de Dios: levántate
de la desesperación y la tristeza y emprende e intenta de nuevo, alégrate eres hijo
de Dios, compórtate piensa y actúa como tal.

DEN GRACIAS A DIOS.

El peor enemigo que tú tienes que enfrentar es la muerte, todo los hombre
mueren, eso está destinado, es un orden natural.

La esperanza del cristiano a cerca de la muerte le da certeza por lo que Dios ha

hecho en el pasado, Jesús resucito de entre los muertos y él dijo: yo soy la
resurrección y la vida, el que en mi crea nunca experimentara la muerte.
Tú nunca morirás, el último aliento aquí será el primero en la presencia de Dios.
Jesús dijo: porque yo vivo tú también vivirás.

En apocalipsis Juan escribe de Jesús: yo soy el que estaba muerto y ahora viviré
para siempre. Los cristianos somos los único en el mundo que tenemos el
razonamiento para poder mirar al futuro y poder decir lo mejor esta aun por venir,
vamos a una ciudad donde las rosas no se marchitan, a una ciudad donde la
gente nunca se despide, a una ciudad donde las lágrimas nunca caen por los
rostros de los redimidos de Dios, a una celebración eterna. Estaremos alabando al
Señor por miles de años y después de estar todo este tiempo hay brillando como
el sol volveremos a alabar al señor como en el primer día. Tendremos una reunión
familiar con nuestros padres, madres, hijos, amigos, nos recibirán por la puerta
dorada del este por que la muerte, el infierno y la tumba han sido vencidos por
Jesucristo El Cordero De Dios.

DENLE ALBANZAS.

Iremos a mansiones preparadas por nuestro arquitecto celestial. El Señor Jesús

dijo: iré a preparar moradas para ustedes, si no fuera así yo ya les habría dicho.
Esta es una garantía respaldada por la palabra de Dios. Usaremos una toga y una
corona y cantaremos la canción del redimido mientras estamos en el mar de cristal
ante el trono de Dios y la canción dirá así: Tu nos has redimido y nos has traído de
cada reino y de cada nación y pondremos las coronas a sus pies y gritaremos al
mundo que no hay Dios como nuestro Dios. Él es el eternamente eterno. Él es el
Dios de Abraham, Isaac y Jacobo, el alfa y omega, el primero y el último, el que
siempre ha sido, es y será.

Tenemos la esperanza que es firme y segura.

Nadie se libra del sufrimiento nadie evade el sufrimiento, llegar como ha llegado el
día en que estamos siendo probados con el sufrimiento. Esperanza significa que
eres el resultado que quieres en medio de una tormenta, basado en la promesa de
Dios y te aferras a esa promesa hasta conseguir esa promesa, hasta terminar la
tormenta, hasta sentir la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento y una
gran alegría colmada de gloria. Eso es esperanza.

Toda nuestra familia ha sufrido y sufriremos con las enfermedades y la muerte.

Pero las enfermedades y la muerte no puede destruir nuestra esperanza en Dios.

No puede vencer la fe que tenemos en la cruz, no pueden destruir la paz de Dios
que supera todo Entendimiento, no mata las amistades, la muerte na calla el
coraje no puede invadir nuestra alma, tampoco nos robara el regalo de la vida
eterna.