Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
DELITOS DE CONTAMINACIÓN
Los conformados por los artículos 304º al 307º del Código Penal.
A medida que se incrementa el poder del hombre sobre la naturaleza y aparecen nuevas
necesidades como consecuencia de la vida en sociedad, el medio ambiente que lo rodea
se deteriora cada vez más.
Por su parte, Peña Cabrera, señala que “el bien jurídico es el ambiente merecedor de
tutela penal, ya que se trata de un bien jurídico de especial trascendencia cuya protección
resulta esencial para la propia existencia de los seres humanos, que en estos tiempos
está siendo seriamente amenazado”. El bien jurídico protegido, por ende, constituye el
medio ambiente, como atmósfera natural y hábitat del ser humano y otros seres vivos que
requieren estar desprovistos de cualquier sustancia o elementos que tienda a alterar el
estado normal de las cosas.
Sujeto activo. Se trata de un delito que puede ser cometido por cualquier persona.
Entonces, estamos ante un tipo penal que no requiere condición especial del sujeto activo
para su comisión, por lo que se trata de un delito común. Sobre el particular, son las
personas jurídicas y dentro de ellas las grandes empresas, las que son más proclives a
cometer hechos delictivos contra el ambiente por el mismo y que en la mayoría de las
veces no son sancionadas penalmente.
Sujeto pasivo. Estamos frente a la protección de un bien jurídico supraindividual, por lo
que su vulneración afectaría a la comunidad en general, es decir, a la sociedad en su
conjunto.
No todas las conductas que atenten contra el ambiente serán sancionadas penalmente,
sino tan solo, aquellas que infringiendo leyes, reglamentos o límites máximos permisibles
causen o puedan causar un daño al ambiente. De no superarse los límites máximos
permisibles, la conducta no constituye un ilícito penal sino tan solo un ilícito administrativo.
Muchas de las conductas delictivas contra el ambiente van a ser cometidos a título de
culpa, pues siempre el sujeto activo va alegar que desconocía la normatividad extrapenal
(administrativa) y por tanto, que no se ha tenido el animus de causar un daño al ambiente,
con la consiguiente aplicación de una sanción penal simbólica, que por cierto no hace otra
cosa que fomentar actos delictivos respaldados en la idea de que “aquí no pasa nada”.