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Diseño de ganancia acústica en recintos bajo techo

Justo Concha Abarca


Universidad Pérez Rosales
Departamento de Electroacústica
Brown Norte 290, Ñuñoa, Santiago, Chile
Teléfono: (562) 7571317
E-mail: justo.concha@upper.cl

Cuando una persona o un grupo de personas desea enviar un mensaje o mostrar


su arte a un público masivo que lo está observando, se requiere de un sistema
electroacústico que refuerce el sonido original y así sea recibido claramente por
cada una de las personas que asiste al recinto. Estos sistemas no son tan simples
como los sistemas de audio domésticos y las personas que lo diseñan, instalan y
operan deben considerar muchas variables para que el objetivo se cumpla.
Una de las dificultades con que se encuentran los consultores en refuerzo sonoro
es que la mayoría de los recintos que se usan para eventos artísticos masivos no
fueron diseñados y construidos para desarrollar este tipo de actividades y su
acondicionamiento está prohibido o simplemente es inviable.
Para graficar la situación, en Santiago de Chile los recintos bajo techo más
utilizados para eventos artísticos masivos son: el estadio Víctor Jara, gimnasio
construido para eventos deportivos como basquetball, voleyball, tenis indoor, box,
etc. cuya capacidad bordea los 7.000 espectadores; Teatro Monumental, recinto
de características similares a las del anterior con una capacidad aproximada de
10.000 espectadores; la estación Mapocho, antigua estación de trenes
remodelada como centro cultural, cuya capacidad es de 15.000 personas. Existen
salas más pequeñas de las cuales varias fueron diseñadas como salas de cine,
pero no como las salas de cine que conocemos ahora sino como las salas de los
cincuenta o sesenta.
En este trabajo se proponen algunas técnicas para tratar de optimizar el
comportamiento de sistemas de refuerzo sonoro en recintos que no fueron
diseñados para ello.

Conceptos básicos

El sistema de refuerzo sonoro es un una cadena electroacústica que parte con un


micrófono o varios de ellos o cualquier otro tipo de captación sonora y termina en
los altavoces instalado en un recinto usado para que una persona o un grupo de
personas comunique su mensaje o su arte a un público que sin esta interfaz no lo
podría recepcionar adecuadamente. En su comportamiento hay consideraciones
técnicas que tienen que ver con la calidad de los equipos elegidos, la técnica para
interconectarlos, su distribución en el recinto y el escenario, las características
acústicas del local y condiciones psicoacústicas propias del ser humana quien es
el emisor y el receptor.
La figura 1 muestra un sistema básico de refuerzo sonoro.
Dam Dao

Dm

b Micrófono

Do
b b EAD

Figura 1

Donde
Dm: distancia de la fuente al micrófono
Do: Distancia de la fuente al oyente más alejado
Dam: Distancia altavoz-micrófono
Dao: Distancia altavoz-oyente

El sistema de refuerzo sonoro produce una determinada ganancia acústica. Esta


ganancia corresponde a la diferencia de nivel de presión sonora del sonido de la o
las fuentes originales con el sistema activo y apagado, es decir,

Ganancia acústica = LpON – LpOFF

La idea general del sistema de refuerzo sonoro es acercar la fuente al espectador


a una distancia imaginaria que logre que no sólo reciba el mensaje sino que lo
entienda y en el caso de expresiones artísticas que le provoque emociones.
Entonces se define la distancia acústica equivalente como la distancia a la que
estaría una fuente sonora que provocara en el oyente el mismo nivel de presión
sonora, en campo directo, que está produciendo el sistema de refuerzo sonoro ().
Este último puede tener al oyente en campo directo o en reverberante, lo que es
importante es el valor del nivel de presión.
La EAD (Equivalent Acoustic Distance) es por definición inferior a la distancia
crítica de la fuente. El cumplimiento de este detalle exige un valor mínimo de la
constante del local R.
El nivel de presión provocado por una fuente sin refuerzo, en campo directo es:

L0 = L0 (1m) – 20 Log D0/1m

Si el sistema de refuerzo crea un nivel Lrs, este nivel es el que crearía la fuente
sonora situada a una distancia EAD
Lrs = L0 (1m) – 20 log EAD/1m

Conociendo esta expresión se puede utilizar para calcular el EAD que produce un
determinado sistema de refuerzo sonoro ya instalado y por otro lado si puede
calcular el nivel de presión sonora necesario que debiera producir el sistema para
obtener una determinada EAD. Para aplicar este último criterio se debe considerar
al auditor más alejado del escenario.
Es condición también medir el ruido de fondo que existe en el recinto y, en el caso
de actos muy masivos y de música popular, es necesario proyectar el nivel de
ruido que genera público aplaudiendo, cantando y, a veces, gritando. El sistema
de refuerzo sonoro debiera mantener una relación señal-ruido mínima que no
afecte el entendimiento del mensaje. 20 dB sería lo mínimo considerando las
condiciones para que exista enmascaramiento del ruido, y como siempre es bueno
trabajar por sobre el mínimo y considerar sonidos tipo transiente una relación
señal-ruido de 25 dB es considerada un criterio casi estándar en esta actividad.
Una vez establecido un valor de nivel de presión a conseguir, basta con realizar
los cálculos tendientes a establecer dicho nivel en los oyentes más alejados.
Se define entonces la ganancia acústica necesaria (NAG, necesary acoustic gain),
que corresponde a la ganancia que debe aportar el sistema para lograr la relación
señal-ruido deseada o mínima o la distancia acústica equivalente proyectada.
El nivel de presión que genera una fuente sonora en un recinto cerrado es:
Q 4
L0 = LW + 10 log( + )
4πr 2
R

Donde
LW : Es el nivel de potencia acústica radiada por la fuente
Q: El factor de direccionalidad de la fuente
r: La distancia de la fuente al punto de interés
R: Constante del local

Entonces el NAG es:

Q Q EAD
NAG = 10 log − 10 log − 20 log
4π 4πD0
2
1m

Especificando la ganancia acústica necesaria se debe diseñar un sistema que


tenga una ganancia acústica potencial PAG. Esta es la máxima ganancia acústica
que puede producir el sistema sin que se produzca realimentación electroacústica,
si es mayor que la NAG el sistema es viable.
Analizando el sistema de la figura 1 el nivel creado por el altavoz en el oyente es:

Qa 4
Lao = LWa + 10 log( + )
4πDao
2
R
En el micrófono
Qa 4
Lam = LWa + 10 log( + )
4πDam
2
R

El nivel creado por la fuente en el oyente es:

QF 4
LFO = LWF + 10 log( + )
4πDo
2
R

En el micrófono

QF 4
LFM = LWF + 10 log( + )
4πDm
2
R

Los niveles en el oyente permiten calcular la ganancia acústica:

Qa 4 Q 4
GA = LWa − LWF + 10 log( + ) − 10 log( F 2 + )
4πDao 4πDo
2
R R

Una de las condiciones de realimentación se da cuando la ganancia acústica en


el micrófono es 0dB, es decir, los niveles creados por la fuente y el altavoz son
iguales.

LFO = LFm

Pero como nunca conviene diseñar un sistema para que trabaje justo en el límite,
se considera un margen de estabilidad de realimentación de por lo menos 6 dB.
Es decir:

LFO = LFm – (6 dB+OMR)

Además habría que considerar la direccionalidad de los micrófonos, cuyo


resultado es el aumento de la relación señal-ruido, la direccionalidad del altavoz
o altavoces, el arreglo de altavoces y el número de micrófono abiertos. Todos esos
factores son variables y se resumen en un solo factor llamado OMR, otros
márgenes de estabilidad de realimentación.
Juntando la expresión (10) y la (12) se obtiene la expresión de PAG, ganancia
acústica potencial

QF 4 Qa 4 Q 4 Qa 4
PAG = 10 log( + ) + 10 log( + ) − 10 log( F 2 + ) − 10 log( + ) − (6dB + OMR)
4πDm 4πDao 4πDo 4πDam
2 2 2
R R R R
Consideraciones con los arreglos de altavoces

El nivel de presión sonora que genera una fuente sonora en un recinto cerrado
cualquiera es:

Q 4
L p = 10 log w + 10 log( + ) + 120dB
4πr 2
R

Si estamos en campo directo, el segundo término del paréntesis no tiene


relevancia y si estamos en campo reverberante el primer término del paréntesis no
tiene relevancia.
La distancia donde el campo directo limita con el campo reverberante se llama
distancia crítica y su expresión es:

QR
Dc = = 0.14 QR
16π

R se deduce de la medición o el cálculo del tiempo de reverberación del recinto


que dependiendo de la distribución de los materiales y el coeficiente de absorción
promedio, puede ser sacado de la expresión de Sabine, Eyring, Millingtong-Sette,
etc.
Si las fuentes en cuestión son los altavoces del sistema de refuerzo sonoro, lo
lógico es que este arreglo se direccione apuntando al público y evitando las
reflexiones en las paredes del recinto el coeficiente de absorción real es menor
que el coeficiente promedio estimado como se mencionó anteriormente. Así es
posible calcular el R con la siguiente expresión:

1 − α prom
R=
1 − α1

Donde α1 es el coeficiente de absorción de la superficie a la cual están


direccionados los altavoces. Esto afecta no solo el cálculo de la distancia crítica
sino en el del nivel de presión total del sistema.
Por otro lado, los arreglos están constituidos por varios altavoces. Entonces, la
presión sonora total generada por el arreglo es:

Pt = ΣPi 2

Por lo tanto

Qi 4
Pi = ρ 0 cWi (
2
+ )
4πri
2
R

Y
 WQ 4W 
Pt = ρ 0 c Σ i ( i 2i ) + Σ i ( i )
 4πri R 

Left

1 2

Delay
Escenario

3
Right

Figura 2.

En la figura 2 se aprecia un esquema de un recinto con un sistema de refuerzo


sonoro. A ambos costados del escenario se tiene los arreglos de altavoces
izquierdo (left) y derecho (right) y más atrás, un arreglo al cual se le llama delay
porque la señal que reproduce debe ser atrasada para que coincida en fase con
el sonido proveniente de L y R. A pesar de esto, una de las recomendaciones es
ajustar un delay levemente mayor al determinado por la distancia para que los
auditores tras la torre de delay tengan la sensación que el sonido sigue
proviniendo del escenario, esto es el efecto de precedencia. El número 1 marca la
posición que tendría un espectador muy cerca de uno de los arreglos,
probablemente en el campo directo de la primera línea de altavoces. El número
dos marca una posición más alejada donde todo el arreglo L produzca campo
directo. El número 3 marca una posición donde el campo directo está determinado
por la torre de delay.
En cualquiera de estos casos, la expresión que debe considerarse es:

W Q 4Wi 
Pt 2 = ρ 0 c  1 21 + Σ i 
 4πr1 R 

Donde W1, Q1 y r1 son los parámetros de la fuente más cercana o que genera
campo directo y si esto lo hacen n altavoces generando el mismo nivel la
expresión queda:
 WQ 4Wi 
Pt 2 = ρ 0 c n 1 21 + Σ i 
 4πr1 R 

El factor que multiplica el elemento 4/R en la expresión anterior es una constante


que relaciona la potencia acústica total radiada por todos los altavoces del sistema
con la potencia acústica radiada por el altavoz más cercano. A este constante le
llamamos N y la expresión queda:

Q1 4N
Pt 2 = ρ 0 cW1 ( + )
4πr1
2
R

Y la distancia crítica queda:

Q1 R
DC = 0.141
N

Conclusiones

Quedan muchas más aspectos que revisar, pero esto ya es suficiente como para
darse cuenta que el diseño de ganancia acústica en recintos cerrados o bajo techo
es muy complejo. Muchas veces requiere de una inspección visual previa del
recinto y si es necesario mediciones, el tiempo de reverberación y el ruido de
fondo son indicadores que deben ser evaluados. Hoy en día, el avance
tecnológico ha llevado a los ingenieros en sonido a descansar en los procesadores
y especificaciones de los fabricantes de los sistemas de altavoces quienes
proponen arreglos específicos y set ups estándares omitiendo las condiciones
acústicos del recinto dado que los procesadores corregirán respuesta de
frecuencia, cobertura y respuesta de fase. Pero, no siempre uno cuenta con estas
herramientas y por lo demás debe estar preparado para cuando estas fallen.
Todos los aspectos señalados en este artículo permiten hacer una predicción y,
¿por qué no?, una modelación del sistema que uno debe instalar.
Sin duda que los productores seguirán organizando espectáculos artísticos y
culturales en recintos no acondicionados para ello, porque la masificación de
estos eventos sigue creciendo y recintos como la estación Mapocho de Santiago
de Chile, estación de trenes cuyo edificio no puede ser modificado por ser
monumento arquitectónico nacional, seguirán constituyendo un desafío para el
consultor de refuerzo sonoro.

Bibliografía

1. Ballou, Glen "Handbook for sound enginneers". McGraw-Hill, Vol 1. 1994. USA
2. Davis, Don and Davis Carolyn "Sound systems". MaGraw-Hill, 1997. USA
3. Ortiz Berenguer "Refuerzo Sonoro. Bases para el diseño" Universidad
Politécnica de Madrid. Escuela de ingeniería. 1998

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