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1868).
INTRODUCCIÓN
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
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existente estalló en 1820 cuando el comandante Rafael Riego, se levantó a favor de la
Constitución de 1812. Este pronunciamiento encontró apoyos en otras guarniciones de la
Península y nuevamente se formaron juntas liberales que se hicieron cargo de los
ayuntamientos hasta la reunión de las Cortes.
Desde el poder, los liberales eliminaron la Inquisición, impusieron el sistema fiscal
aprobado en Cádiz, suprimieron los señoríos, expulsaron a los jesuitas y confirmaron las
leyes que garantizan los derechos y las libertades de los ciudadanos, se suprimieron las
órdenes monacales y la desamortización de tierras de los monasterios( esta medida se
adoptó para intentar rebajar la deuda pública).
Volvieron a renacer las tertulias y centros de debate y la prensa volvió a ganarse el
sobrenombre de “cuarto poder”. Poco a poco los liberales se escindieron en dos grupos,
los moderados que habían participado en las Cortes de Cádiz, y los exaltados, jóvenes
seguidores de Riego.
La ruptura de los liberales vino motivada por la aplicación de las reformas: los
moderados o doceañistas querían restringir la soberanía del pueblo mediante un sufragio
limitado y una cámara alta en las Cortes. Por el contrario los exaltados defendían el
sufragio universal y una sola cámara en las Cortes. De esta escisión saldrán las posteriores
denominaciones de moderados y progresistas.
A la misma vez empiezan a aparecer grupos de absolutistas, partidas armadas de
voluntarios realistas que se harán fuertes en Navarra y Cataluña ( la Regencia de Urgell),
estos voluntarios declararán nulo todo lo dispuesto desde 1820 y a la vez provocarán la
formación de un gobierno exaltado en 1822.
En 1823 se produce la intervención internacional conocida como los Cien mil hijos de
San Luis, un ejército francés enviado por la Santa Alianza para restaurar el papel absoluto
de Fernando VII.
El rey invalidó toda la legislación del trienio e inauguró un periodo conocido como la
Década Absolutista.
Durante este período Fernando VII volvió a gobernar como monarca absoluto;
comenzó desatando una durísima represión, miles de españoles se pusieron a salvo en el
exilio, primero en Gran Bretaña y después en Francia, y desde estos lugares conspiraban
contra el reinado de Fernando VII.
A pesar de la vuelta al Antiguo Régimen, el gobierno intentó unas tímidas reformas: en
1823 se creó el Consejo de Ministros como órgano de consulta del rey, se reorganizó la
Hacienda (obra de López Ballesteros) estableciendo un presupuesto anual y abordando el
problema de la deuda pública.
A partir de 1824 se inauguró una fase de autarquía económica, nuevas roturaciones de
tierras y reducción del comercio exterior en beneficio de la industria nacional. Se
inauguró la primera siderurgia moderna en Marbella y se mecanizaban los textiles
catalanes, la Bolsa de Madrid iniciaba sus sesiones. A pesar de todo España seguía siendo
un país arruinado.
Pero el peor mal de España era sin duda la ausencia de una dirección política firme, los
continuos cambios de Gobierno son buena muestra de esto.
Dos graves problemas se cernían sobre el reinado de Fernando VII, por un lado los
liberales exaltados que se encontraban siempre dispuestos a preparar levantamientos
aunque sin apoyo popular, por otro lado los realistas puros o ultras, el sector más radical
del absolutismo que consideraba que el rey transigía demasiado con los liberales.
Este último grupo fue aglutinándose en torno a la figura de Carlos Mª Isidro, hermano
del rey y supuesto heredero al trono.
En 1830 el panorama es desolador, en Francia acaba de triunfar una revolución liberal y
la esposa del rey María Cristina ha dado a luz a una niña, Isabel. Antes del nacimiento del
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heredero, el rey había hecho publicar una Pragmática Sanción que restablecía la sucesión
tradicional de la monarquía hispánica permitiendo reinar a las mujeres, es decir la Ley
Sálica quedaba anulada. Pero en 1832, aprovechando la enfermedad del rey se derogaba
la Pragmática Sanción. Una vez recuperado Fernando VII confirmó los derechos
sucesorios de su hija Isabel y nombro un nuevo gobierno presidido por Cea Bermúdez
que buscaría apoyos en los liberales moderados. En septiembre de 1833 moría Fernando
VII y su viuda heredaba en nombre de su hija la corona de España, que también
reclamaba para sí Carlos María Isidro, quien negó la legitimidad de la princesa de
Asturias para ocupar el trono y adoptó el nombre de Carlos V, publicando en el
manifiesto de Abrantes el 1 de octubre de 1833 sus pretensiones, los carlistas preparaban
ya su primer levantamiento.
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potencias liberales europeas: Francia, Inglaterra, Portugal. La Santa Sede mantuvo una
actitud neutral.
La guerra en un principio había sida planteada por los carlistas eludiendo las grandes
batallas y recurriendo al sistema de partidas guerrilleras que tan buen resultado había dada
en la guerra de la Independencia El general Tomas Zumalacárregui logro convertir esta
partidas indisciplinadas y dispersas en un verdadero ejército que obtuvo las primeras
victorias contra la regenta Maria Cristina. Su muerte en el sitio de Bilbao priva al ejército
carlista de su figura más importante.
Esta desaparición y la crisis en que se vio sumido el carlismo explican la victoria del
general liberal Espartero en Luchana sobre su oponente Maroto. Posteriormente, el
Convenio de Vergara (acuerdo que puso fin a la guerra en Navarra y el País Vasco e
implicó la admisión de los militares carlistas en el ejército isabelino, respetándoles su
categoría), agosto de 1839, puso fin a la guerra, aunque ésta se prolongó todavía cerca de
un año en Levante y Cataluña, protagonizada par Ramón Cabrera, el "tigre del
Maestrazgo".'
Fue una guerra entre dos grandes principios: el liberalismo y el absolutismo y, como
sucederá en 1936, la guerra cobró proyección internacional en cuanto que en ella se
solventaban creencias y problemas de la civilización europea.
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anticlericales (expulsión de los jesuitas y supresión de los conventos que no tuviesen, por
lo menos, 12 individuos profesos) no pudo acabar con los desordenes. En el otoño de
1835 Toreno era destituido y subía al poder Juan Álvarez Mendizábal., abiertamente
progresista, quien inició una serie de reformas económicas que culminaron con la
desamortización.
El gobierno de Mendizábal, se enfrentó pronto a la Regente, partidaria de la vuelta de
los moderados, y acabó dimitiendo en mayo de 1836. Esta dimisión iría acompañada de la
disolución de las Cortes para proceder a nuevas elecciones. Se esperaba que el resultado
de estas fuera de signo más moderado.
Sin embargo, antes de que se llegaran a reunir las nuevas Cortes se produjo un
levantamiento similar al producido el año anterior. Ante la ineficacia de las soluciones
políticas, una parte del ejército se unió a los descontentos, sublevándose en el palacio de
la Granja ("pronunciamiento de los sargentos", agosto de 1836), lo que traerá consigo la
promulgación de la Constitución de 1837, marco base para el desarrollo de una serie de
medidas revolucionarias entre las que destacaron las siguientes:
Una vez aprobada la Constitución, la regente disolvió las Cortes y convocó nuevas
elecciones que fueron ganadas por los moderados, pero la prolongación de la guerra
carlista hizo que estos fueran progresivamente dimitiendo. Ante la crisis suscitada se
produjo la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones. Esta vez el triunfo es
para los progresistas que controlaran las Cortes pero no el gobierno que sigue en manos
moderadas.
El triunfo final de los progresistas y la terminación de la guerra carlista tuvo como artífice
al general Espartero La oposición de la Regente a la Ley de Ayuntamientos de 1840
(elección alcaldes y concejales) , unido a diversos problemas ligados a su vida
privada( matrimonio morganático con un guardia de la Corte y las indicaciones del
testamento de Fernando VII) la forzaron a renunciar y a marchar fuera del país. En su
ausencia se nombró a un nuevo Regente: el General Espartero (1841-1843), era un
militar de una dilatada experiencia en el campo de las armas, de procedencia humilde
había ido haciendo su carrera en los diferentes conflictos en los que España se vio
envuelta desde la Guerra de la Independencia. Su éxito más importante se produjo durante
su actuación en la guerra carlista (Batalla de Luchana, 1836), una vez desterrada la
regente, Espartero fue elegido Regente en las Cortes debido al apoyo de los progresistas.
La marcha hacia el liberalismo se vio frenada paradójicamente por un problema
económico. La burguesía catalana, que había abrazado el liberalismo político, en el
aspecto económico reclamaba un proteccionismo para su industria algodonera,
perjudicada par el tratado librecambista que España había firmado con Inglaterra. El
tratado supuso en Barcelona una acción revolucionaria protagonizada par los proletarios
que veían peligrar sus puestos de trabajo y por los patronos que ven la ruina de sus
negocios y a nivel político aparecen por primera vez elementos republicanos.
Para terminar con esta situación Espartero ordeno el bombardeo de la ciudad desde
Montjuich y la posterior represión. Esta actitud desacreditó al Regente y aconsejo su
relevo, pero de nuevo, y coma será normal en la historia de España, el cambio no se
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produjo mediante el juego político, sino por el concurso de las armas: el pronunciamiento
militar. Para solucionar el problema institucional que suponía la marcha del regente, las
Cortes acordaron adelantar la mayoría de edad de la reina, que aún no había cumplido los
14 años, edad establecida por la Constitución de 1837 para tenerla.
El reinado de Isabel II
Progresistas:
- La Soberanía Nacional reside únicamente en las Cortes. Disminuyen las competencias
de la corona.
- Cortes unicamerales, aunque se admite el bicameralismo siempre que la cámara alta sea
electiva.
- Sufragio censitario, pero mas amplio que el de los moderados.
- Cuestión religiosa: separación Iglesia - Estado, libertad de culto.
- Milicia Nacional: apoyo y defensa.
- Ayuntamientos: elección por los vecinos del municipio.
- Política económica: mayoritariamente librecambista.
- Bases sociales: clases medias, pequeños comerciantes, empleados, artesanos y
suboficiales del ejército.
La Constitución de 1856 ("non nata") es la que mejor refleja los principios del
progresismo durante el reinado de Isabel II.
La acción militar dirigida por el general Narváez frente a las tropas del Gobierno tuvo
lugar en Torrejón de Ardoz. La victoria de los pronunciados supuso de hecho el triunfo de
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los moderados, quienes gobernaran los diez primeros años del reinado personal de Isabel
II.
Entre las realizaciones más importantes del periodo destacan:
- La Constitución de 1845. Exponente de la mentalidad de los moderados, liberalismo
doctrinario, representa el triunfo del sufragio censitario muy restringido (sólo el 1% de los
españoles tenía derecho al voto) y se constituía un Senado cuyos miembros eran
designados por la Corona, el poder ejecutivo está por encima del legislativo puesto que
puede gobernar por “decretos” y disolver las Cortes, la unidad religiosa de la nación, el
fortalecimiento del poder real puesto que la soberanía es compartida entre el rey y las
Cortes, y la preocupación por controlar el orden público.
- El Concordato de 1851. Se firmó con la Santa Sede para solucionar el problema de las
relaciones Iglesia-Estado deterioradas a raíz de la desamortización eclesiástica y otras
medidas de tipo liberal.Sus aspectos más relevantes eran los siguientes:
- Reconocimiento de la Religión Católica como "única de la Nación Española".
- Regulación del pleito de la Desamortización. La Iglesia aceptaba las ventas consumadas
y el Estado se comprometía a dotar el culto y el clero, y a reconocer a la Iglesia el derecho
de adquirir y poseer bienes.
- Regulación de jurisdicciones y atribuciones respectivas.
- Reestructuración administrativa de la Iglesia española.
El Concordato será el documento básico para entender las posteriores relaciones Iglesia-
Estado en nuestro país.
- Proceso de centralización: De acuerdo con el espíritu moderado tienen lugar en la
década diversas medidas uniformadoras y racionalizadoras herederas de la política
borbónica del siglo XVIII y de la Revolución Francesa. Entre ellas destacan las
siguientes:
a. Tendencia a la constitución de un orden jurídico unitario: Proyecto de Código Civil
que declaraba abolidos todos los fueros, leyes, usos y costumbres anteriores a su
publicación, y un nuevo Código Penal.
b. Tendencia a la centralización administrativa: se mantiene la provincia (creada durante
la regencia de Maria Cristina) coma división territorial, sustituyendo progresivamente a
las de "reino" y "región". Al frente de la provincia la máxima autoridad civil será la del
Gobernador, quien a su vez nombraba a los alcaldes.
c. Simplificación del sistema tributario anulando particularismos regionales. En la nueva
ley la carga principal era sobre la propiedad (Alejandro Mon, ministro de Hacienda, 1845)
Creación del Banco de España, controlado par el Estado, que se reserva el derecho de
nombrar a su gobernador.
c. En el campo de la educación se aprobarán dos medidas importantes, el plan de estudios
de Gil y Zárate, para centralizar la Universidad española, y la Ley Moyano de instrucción
pública.
d. La unificación de pesos, medidas y monedas con la implantación oficial del Sistema
Métrico Decimal.
e. Creación de la Guardia Civil como un cuerpo que debía garantizar el “orden”.
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Del mismo modo se observan en esta época los primeros problemas sociales provocados
por la falta de legislación social.
La revolución del 54
Entre 1854 Y 1868 tiene lugar la segunda fase del reinado de Isabel II. Ambas fechas
son el inicio de dos revoluciones, la primera iniciará el bienio progresista y la segunda la
revolución de 1868, llamada también "Septembrina" o "Gloriosa", que supuso el
destronamiento de Isabel II y seis años de gobierno democrático.
Los últimos años de la década moderada se caracterizan por la corrupción administrativa,
precedida de un retroceso en las libertades. La oposición al gobierno partió esta vez de los
mismos moderados, a los que O'Donnell prestó su espada y las masas populares dieron su
apoyo.
La revolución de 1854, para algunos historiadores versión de la revolución
europea del 48, presenta en su desarrollo un proceso revolucionario completo.
Se inicia con una crisis parlamentaria, continuada por el clásico pronunciamiento donde el
general O'Donnell se pronuncia contra el gobierno en Vicálvaro (la "Vicalvarada") y
Cánovas del Castillo suministra la base ideológica a través del Manifiesto de Manzanares,
que recogía los puntos básicos de los progresistas: mejora de la ley electoral y de
imprenta, descentralización de la administración, rebaja de los impuestos y restauración
de la milicia nacional. A ello hay que sumar una serie de levantamientos populares como
los de Madrid, San Sebastián, Barcelona y Zaragoza.
La reina llama a Espartero y le encarga la formación de un gobierno que compartirá con
O'Donnell, que durara solo dos años (Bienio Progresista) y tendrá como primer objetivo
la elaboración de una nueva constitución (la de 1856) que no llego a estar vigente, la "non
nata". En ella se recogen los principios políticos de la burguesía radical española. El
principal de ellos es el de la Soberanía Nacional, bandera del liberalismo progresista
frente a la soberanía compartida, propia del liberalismo doctrinario.
La obra política del gobierno se centra en la promulgación de la "Ley de Desamortizaci6n
General" de Pascual Madoz (1855), y en la defensa del régimen a través de la Unión
Liberal, partido ecléctico fundado por O'Donnell, que aglutinaba a los menos radicales
tanto del partido moderado coma del partido progresista y que puede considerarse coma el
primer partido de centro. A la izquierda del equipo gobernante queda el joven Partido
Democrático, en el que destaca Castelar; a la derecha rebrotara el carlismo que
protagonizara un levantamiento fallido.
Las agitaciones sociales que tienen lugar en Cataluña, Zaragoza, Levante y, por primera
vez, en el campo castellano provoca, la dimisión de Espartero quien cede el gobierno a su
ministro O'Donnell.
Moderados y unionistas
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- La expedición a Méjico.
La más importante intervención militar tuvo como escenario Marruecos, con el pretexto
de la defensa de Ceuta y Melilla de los ataques de las tribus rifeñas. Aquí adquirió
prestigio militar y popular el general Prim. España obtuvo el territorio de Ifni, una región
del sudoeste de Marruecos que disponía de barcos pesqueros.
Desde el punto de vista económico se incrementaron las inversiones públicas
(vinculadas en numerosas ocasiones a los negocios particulares de muchos dirigentes
políticos). En esta época concluyó la realización de dos obras públicas de enorme
relevancia: el tendido ferroviario (1856-1866) y el Canal de Isabel II (1858), que
abastecería de agua a Madrid.
Mientras tanto, la crisis moral, económica y política sacude a España.
Crisis moral que se manifestaba en un sistema parlamentario viciado en el que las
camarillas políticas presionan a la Corona para hacer la elección desde arriba,
prescindiendo del cuerpo electoral.
Crisis económica derivada de la que desde 1865-66 sufre el resto de Europa. La crisis
afecto a tres sectores: compañías ferroviarias, instituciones financieras e industria textil
catalana, que con anterioridad había visto disminuir sus importaciones de algodón debido
a la guerra de secesión norteamericana. La burguesía se despega del régimen mientras que
el paro obrero crea un ambiente propicio para el desarrollo revolucionario de la crisis
política.
Crisis política producida por diversas razones:
- Agotamiento biológico de unos hombres (O'Donnell muere en 1867 y Narváez al año
siguiente) y de un sistema.
- Discordia entre moderados y unionistas.
- Alianza entre progresistas y demócratas (sublevación del cuartel de San Gil).
Finalmente, en Ostende (Bélgica) se unificarán las fuerzas hostiles a Isabel II,
progresistas y demócratas, y, tras la muerte de O'Donnell, los unionistas. Todos ellos
tramaron una conspiración, "Pacto de Ostende", que pondrá fin al reinado de Isabel II.
CONCLUSIONES
Durante el largo reinado de Isabel II asistimos a una serie de cambios que consolidaran
definitivamente el estado liberal, racionalizando y organizando la estructura del Estado
español, sentando, en definitiva, las bases de la España moderna.
.- Consolidación de la monarquía parlamentaria
Se establece la división de poderes, el reconocimiento de los derechos individuales, la
afirmación del principio de la soberanía nacional, el sufragio, el pluralismo
político...Todos estos principios se recogen en las distintas Constituciones. Es un periodo
básico en la historia del Constitucionalismo español. Existen cuatro constituciones; el
Estatuto Real - que no es una constitución, sino una carta otorgada, la Constitución de
1837, que pese a sus contradicciones se considera una constitución progresista, la de
1845, constitución conservadora por antonomasia y la que más importancia y vigencia
tuvo, y la Constitución non nata de 1856 - este apelativo viene del hecho de que no se
llegó a aplicar.
.- Consolidación del pluralismo político
La división del liberalismo que ya apareció en el trienio liberal, se consolida y se
amplia. Al partido moderado y progresista - los dos más importantes, se les une el
Demócrata, la Unión Liberal y la primeras formulaciones del republicanismo. No
obstante, existe un marcado predominio del partido moderado o conservador
.- Cambios económicos
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La política económica es llevada a cabo fundamentalmente por gobiernos progresistas.
Dentro de estas disposiciones legislativas cabe destacar todo el proceso desamortizador de
la tierra, la supresión del régimen señorial y los gremios, la ley de ferrocarriles, la Ley de
Sociedades Bancarias y Crediticias...
.- Cambios administrativos
Las reformas administrativas son llevadas a cabo por gobiernos conservadores,
destacando la centralización del estado con la división provincial de Javier de Burgos y la
creación de la figura de los gobernadores civiles y militares, la reforma de la Hacienda
Pública -refundiendo la multiplicidad de impuestos en sólo cuatro- la aprobación del
Código Penal, la firma del Concordato con la Santa Sede, la creación de la Guardia Civil,
cuerpo armado de carácter conservador, rural y pseudo-militar, en contraposición del
carácter progresista y urbano de la Milicia Nacional, la organización de la Instrucción
pública, asumiendo el Estado la obligación de la enseñanza como asunto público...
Está consolidación del estado liberal se hace con muchas dificultades y superando
muchos obstáculos que imponían las viejas fuerzas tradicionales. Una de las
características del reinado de Isabel II (y de toda la historia contemporánea de España) va
a ser el protagonismo militar; protagonismo militar que viene dado no solo por el hecho
de que los cambios de gobierno se produjesen a raíz de pronunciamientos militares, sino
también por la presencia de militares como líderes de los partidos políticos
DOCUMENTOS TEMA 2
2. Yo reconozco que debe haber una perfecta igualdad al concederse los derechos civiles.
Yo reconozco que el último mendigo de España tiene los mismo derechos para que se
respeten los harapos que lleva sobre sí, que el que puede tener un potentado para que se
respeten los magníficos muebles que adornan su palacio... pero en los políticos no. Los
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derechos políticos no se conceden como privilegios a toda clase de personas, no; son un
medio para atender a la felicidad del país, y es preciso que se circunscriban a aquellas
clases cuyos intereses, siendo los mismos que los de la sociedad, no se puedan volver
contra ella.
Discurso de Calderón Collantes 1844
Guía de composición.
1.- Contextualiza el texto
2.- Calderón Collantes dice que "debe haber una perfecta igualdad al concederse los
derechos civiles", después de su texto se desprende que resume los derechos civiles en
uno ¿cuál?
3.- Calderón Collantes había afirmado que "la pobreza es más que un infortunio, es signo
de estupidez" para defender la exclusión de los grupos sociales más humildes del derecho
al voto. ¿Por qué? ¿Cómo justifica esa limitación?
4.- Relaciona la ideología del partido moderado, con sus bases sociales y con la defensa
del sufragio censitario, siempre basándote en este texto.
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economía; queremos que se respeten en los empleos militares y civiles la antigüedad y los
merecimientos; queremos arrancar los pueblos a la centralización que los devora,
dándoles la independencia local necesaria para que conserven y aumenten sus intereses
propios, y como garantía de todo esto, queremos plantearnos la Milicia Nacional
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gobierno interior de los pueblos sólo habrá ayuntamientos, compuestos por alcaldes y
regidores de nombramiento directo por los vecinos
Constitución de 1869
La Nación española, y en su nombre las Cortes Constituyentes, elegidas por sufragio
universal...
Art 32.- La soberanía reside esencialmente en la Nación de la cual emanan todos los
poderes
Art 34. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes. El Rey sanciona y promulga
las leyes.
Art. 33.- La forma de gobierno de la Nación española es la Monarquía...
Art. 35.- El poder ejecutivo reside en el Rey, que lo ejerce por medio de sus ministros.
Art. 36.- Los tribunales ejercen el poder judicial.
Art 3. Todo detenido será puesto en libertad o entregado a la autoridad judicial dentro de
las veinticuatro horas siguientes
Art 17.- Tampoco podrá ser privado ningún español de derecho de emitir libremente sus
ideas y opiniones, del derecho de reunirse pacíficamente, del derecho de asociarse para
todos los fines de la vida humana
Art 21.- La Nación se obliga a mantener el culto y los ministros de la religión católica.
Proyecto de Constitución de 1873
La nación española, reunida en Cortes Constituyentes, deseando asegurar la libertad,
cumplir la justicia y realizar el fin humano a que está llamada la civilización, decreta y
sanciona...
Art 39. La forma de gobierno de la Nación española es la República federal
Art 40... El poder de la Federación se divide en poder legislativo, poder ejecutivo, poder
judicial y poder de relación entre estos poderes..
Art 50.- Las Cortes se compondrán de dos Cuerpos: Congreso y Senado
Art.34.- El ejercicio de todos los cultos es libre en España.
Art 35. Queda separada la Iglesia del Estado.
Art 36.- Queda prohibido a la Nación o al Estado federal, a los Estados regionales y a los
Municipios subvencionar directa ni indirectamente ningún culto...
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Abrazo de Vergara.
8. " Vizcaínos: una facción anti-religiosa y anti-monárquica se ha apoderado del mando
durante la larga enfermedad de nuestro difunto rey, y trata de adquirir ascendientes para
exponernos sin defensa a los ataques de la revolución y de la anarquía que combatimos en
1.823. Sus partidarios consideran las leyes antiguas y fundamentales del Reino abolidas
por otras nuevas, y después de haber alterado el orden de sucesión al trono con una
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audacia que no presenta otro ejemplo en la Historia, quieren hacer a España cómplice de
las abominables maquinaciones que la propaganda revolucionaria inventa para destruir el
orden social en Europa.
Vizcaínos, habéis proclamado a vuestro legítimo soberano, el magnánimo y virtuoso:
D. Carlos Mª Isidro de Borbón, que se os ha presentado rodeado del amor de todos los
españoles, para cicatrizar las llagas que el genio destructor del orden social os había
causado..."
Proclama de la Diputación de Vizcaya. Bilbao, 5 de octubre de 1.833
9. Artículo 1.°. El capitán general, don Baldomero Espartero, recomendará con interés al
Gobierno el cumplimiento de su oferta de comprometerse formalmente a proponer a las
Cortes la concesión o modificación de los fueros.
Articulo 2.° Serán reconocidos los empleos, grados y condecoraciones de los generales,
jefes, oficiales y demás individuos dependientes del ejército del Teniente general don
Rafael Maroto, quien presentará las relaciones con expresión de las armas a que
pertenecen, quedando en libertad de continuar sirviendo, defendiendo la Constitución de
1837, el trono de Isabel II y la regencia de su augusta madre, o bien de retirarse a sus
casas los que no quieran seguir con las armas en la mano.
Artículo 3.° Los que adopten el primer caso de continuar sirviendo, tendrán colocación en
los cuerpos del ejército, ya de efectivos, ya de supernumerarios, según el orden que
ocupan en la escala de la inspecciones a cuya arma correspondan.
Artículo 4.° Los que prefieran retirarse a sus casas, siendo generales o brigadieres
obtendrán su cuartel para donde lo pidan, con el sueldo que por el reglamento les
corresponda: los jefes y oficiales obtendrán licencia ilimitada o en retiro según su
reglamento. Si alguno quisiere licencia temporal, la solicitará por el conducto del
inspector de su arma respectiva y le será concedida, sin exceptuar esta licencia para el
extranjero; y en este caso, hecha la solicitud, por el conducto del capitán general don
Baldomero Espartero, éste les dará el pasaporte correspondiente, al mismo tiempo que dé
curso a las solicitudes recomendando la aprobación de S. M.
Artículo 5.° Los artículos precedentes comprenden a todos los empleados del ejército;
haciéndose extensivos a los empleados civiles que se presenten a los doce días de
ratificado este convenio.
Artículo 6.° Si las divisiones navarra y alavesa se presentasen en la misma forma que las
divisiones castellanas, vizcaína y guipuzcoana, disfrutarán de las condiciones que se
expresan en los artículos precedentes.
Artículo 7.° Se pondrá a disposición del capitán general don Baldomero Espartero los
parques de artillería, maestranzas, depósitos de armas de vestuarios y víveres que estén
bajo la dominación y arbitrio del teniente general don Rafael Maroto.
Artículo 9.° Los prisioneros pertenecientes a los cuerpos de las provincias de Vizcaya y
Guipúzcoa y los de los cuerpos de la división castellana que se conformen en un todo con
los artículos del presente convenio, quedarán en libertad, disfrutando de las ventajas que
en él mismo se expresan para los demás. Los que no se convinieren sufrirán la suerte de
los Prisioneros.
Artículo 10.° El capitán general don Baldomero Espartero hará presente al Gobierno para
que éste lo haga a las Cortes, la consideración que se merecen las viudas y huérfanos de
los que han muerto en la presente guerra, correspondiente a los cuerpos a quienes
comprende este convenio -Espartero -Iturbe -Cuevillas -Francisco Fulgosio- Cabañero
-Díez Mogrovejo -Lasala -José Fulgosio -Eguía -Selgas -López Cabañas -Lagartu.
Convenio de Vergara agosto de 1839
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