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Fuentes del Derecho

Las fuentes del Derecho se clasifican en:

 Formales: Porque cuentan con un procedimiento previamente establecido para su confección. Se trata de actos jurídicos
debidamente reglamentados o procesos que conducen a la creación de las normas. Por lo tanto, dentro de las fuentes
formales tenemos la legislación, la costumbre y la jurisprudencia (García, 2002).

 Reales: Pues alude a los acontecimientos fácticos que crean normas o condicionan su contenido, tal como en México lo
propició la Revolución o la Independencia, los cuales dieron paso respectivamente, a un nuevo orden jurídico en la nación.
Otros factores que determinan el contenido de las normas son los llamados grupos de presión, estudiados por la ciencia
jurídica. Por ello, no se autoriza su desconocimiento por el abogado, así como tampoco sobre geopolítica y otros tópicos
relacionados.

 Históricas: que hace referencia a fuentes del Derecho que ya no están en vigor en una época y tiempo determinado,
aunque en otro tiempo lo estuvieron. En este caso son ejemplo los documentos (inscripciones, libros, códigos, papiros,
etcétera) que contienen el texto de una ley o conjunto de leyes. [Las fuentes históricas son los] documentos que contienen
la información del derecho vigente en otra época. Un ejemplo es la Constitución francesa de 1793 o la de Cádiz de 1812,
cuya influencia fue determinante en el desarrollo del derecho mexicano” (Santos, 2002:38).

Ley en sentido material, son también los reglamentos que expide el presidente de la República, con fundamento en el
artículo 89, fracción I constitucional. Ley material son también los acuerdos, decretos, leyes orgánicas, federales,
generales, locales y en general, desde un punto de vista materia, toda norma general, abstracta e impersonal, sea quien
sea su autor y la naturaleza formal de ésta.

Es común en el Derecho Administrativo distinguir la clasificación formal y material de los actos.

Fuentes formales

Las fuentes del Derecho constituyen los procesos mediante los cuales se crean las normas jurídicas, es decir, son
procedimientos de los que nacen las leyes, los cuales se encuentran debidamente reglamentados a efecto de que tengan
un orden y una sistematización que permitan contar con normas eficaces en la solución de problemas sociales y con valores
que fortalezcan el tejido social.

Legislación Nuestra legislación vigente se compone por un cuerpo de normas en diferentes materias, como la Ley de
Amparo, el Código Civil o la Ley Federal del Trabajo. Para que éstas puedan ser expedidas y aplicadas por el Estado, debe
llevarse a cabo un proceso legislativo válido que dé como resultado leyes válidas y su posterior aplicación también válida.
Se hace hincapié en que cada componente debe ser válido, para hacer alusión a que cada eslabón debe satisfacer los
requisitos de la norma que le antecede, como se verá más adelante en esta misma sesión. Baste por el momento decir
que en el ámbito Federal, compete al “poder” (órgano en realidad) Legislativo llamado Congreso General, encarnado en
los Diputados y Senadores, producir las normas jurídicas que expresan la voluntad del pueblo mexicano y que se instituyan
en su beneficio, como lo ordena el artículo 40 constitucional, en razón de su origen y procedimiento de elaboración, en las
normas primordiales del ordenamiento jurídico, únicamente sometidas a la Constitución (Cámara de Diputados, 2015).

La costumbre Respecto a la costumbre como fuente del derecho, García Máynez, citando a Du Pasquier, establece la
siguiente definición: “La costumbre es un uso implantado en una colectividad y considerado por ésta como jurídicamente
obligatorio; es el derecho nacido consuetudinariamente, el ius moribus constitutum” (2002:61).

La costumbre es la fuente más antigua del Derecho, ya que antes de que se hubieran establecido las leyes como tales,
las costumbres de las sociedades eran las que se seguían obligatoriamente para poder llevar una vida ordenada. En cuanto
a sus elementos, tiene uno objetivo y otro subjetivo:

 Elemento objetivo: Se encuentra la repetición de una conducta o inveterata consuetudo, es decir, el arraigo durante
largo tiempo de una costumbre en una comunidad.

 Elemento subjetivo: Consiste en la creencia de que esa conducta es jurídicamente obligatoria, siendo ésta la
característica que distingue a la costumbre jurídica de la no jurídica.

Jurisprudencia Esta fuente formal del Derecho proviene de otro de los poderes (órganos en realidad) de la unión, el Poder
Judicial de la Federación, y se refiere a: Un conjunto de principios, razonamientos y criterios que los juzgadores establecen
en sus resoluciones, al interpretar las normas jurídicas, es decir, al desentrañar o esclarecer el sentido y alcance de éstas
o al definir los casos no previstos en ellas” (SCJN, 2015). La jurisprudencia es una fuente formal del Derecho producto de
la aplicación e interpretación de la ley, constituida por los criterios, principios y razonamientos. Por virtud de la
jurisprudencia, los jueces resuelven litigios que no encuadran exactamente en la hipótesis legislativa en materia no penal,
como lo establece el artículo 14 Constitucional, por lo que al colmar el vacío legal vía interpretación, esa interpretación al
volverse jurisprudencia vinculante, es de observancia obligatoria para todos los jueces e indirectamente para los
particulares que se ubiquen en sus hipótesis.

Proceso legislativo

La Secretaría de Servicios Parlamentarios de la Cámara de Diputados considera que existen tres fases que conforman
este procedimiento:

Fase iniciativa En la cual se someten a la Cámara de origen, los proyectos de ley o de decreto. Solamente cuentan con
dicha facultad el presidente de la República, los miembros de la Cámara de Diputados y de Senadores, los diputados de
las Legislaturas de los estados (incluida la Ciudad de México, antes Distrito Federal) y los ciudadanos que representen al
menos el 0.13% de la lista nominal de electores. Los proyectos pueden presentarse indistintamente en cualquiera de las
dos cámaras, salvo el caso de empréstitos, contribuciones o impuestos el reclutamiento de tropas, en cuyo caso siempre
deberán presentarse ante la Cámara de Diputados como cámara de origen, siendo revisora la de Senadores.

Fase de discusión y aprobación Esta fase, como su nombre lo indica, tiene por objeto conocer y discutir a fondo el
proyecto presentado, con la finalidad de fijar definitivamente el contenido de la ley. Una vez presentado el proyecto de ley
a la Cámara de Diputados o de Senadores, será turnado de inmediato por el presidente de la misma a la (o las) comisione(s)
respectiva(s), dependiendo de la materia de su competencia (pues hay una comisión para cada materia, ya sea laboral,
energética, etcétera), para su estudio y será publicada en la Gaceta Parlamentaria llamándose la cámara que la recibió
“cámara de origen”, por lo que la colegisladora será la “cámara revisora”.

La comisión respectiva, al recibir el proyecto, deberá realizar una investigación completa, en la que podrán solicitar
documentos y realizar entrevistas con los servidores públicos (expertos en el tema) que crean conveniente a fin de integrar
un dictamen. Este dictamen se compone de dos partes: en la primera se exponen las razones en las que se funda, mientras
en la segunda se presentarán proposiciones claras y sencillas para que puedan sujetarse a votación. Cuando el dictamen
se encuentra ya elaborado, deberá notificarse al presidente de la mesa directiva de la Cámara, para que lo incluya en el
orden del día y se presente ante el pleno de la Asamblea. Con respecto a la discusión de los proyectos, los dictámenes se
discuten en el siguiente orden:

 Primero en lo general, es decir, en su conjunto.

 Posteriormente en lo particular, es decir, cada uno de sus artículos.

Una vez formulada la discusión se procede a la votación correspondiente. En caso de ser aprobado el dictamen por la
cámara de origen, debe enviarse el proyecto a la cámara revisora en un expediente que contenga el extracto de la discusión
y los antecedentes respectivos. Deberá ir firmado por el presidente de la cámara de origen y dos secretarios. La cámara
revisora recibe la “Minuta del dictamen con proyecto de decreto” y lleva a cabo el mismo procedimiento seguido por la
cámara de origen: estudio, dictamen, discusión y aprobación.

Si algún proyecto de ley o decreto fuese desechado en su totalidad por la cámara de revisión, volverá a la de origen con
las observaciones hechas. Si, examinado de nuevo, fuese aprobado por la mayoría absoluta de los miembros presentes,
volverá a la cámara que lo desechó, la cual lo tomará otra vez en consideración y, si fuese aprobado por la misma mayoría,
pasará al Ejecutivo para su publicación; pero si fuese reprobado, no podrá volver a presentarse en el mismo periodo de
sesiones (que abarcan del 1 de septiembre hasta el 15 de diciembre o hasta el 31 de diciembre en el año de renovación
del titular del Poder Ejecutivo Federal y del 1 de febrero hasta el 30 de abril).

Si un proyecto de ley o decreto fuese desechado en parte, modificado o adicionado por la cámara revisora, la nueva
discusión en la cámara de origen versará únicamente sobre lo desechado o sobre las reformas o adiciones, sin poder
alterar de manera alguna los artículos aprobados (Cámara de Diputados, 2015). Cuando la cámara revisora ha resuelto la
iniciativa, ésta queda sancionada o aprobada como ley o decreto, debiendo integrar el expediente final que contará con la
firma de los representantes de las mesas directivas de las dos Cámaras y deberá enviase al titular del Poder Ejecutivo.

Fase integradora de la eficacia Cuando el Ejecutivo recibe el proyecto aprobado por el Legislativo, puede (Cámara de
Diputados, 2015):

 Realizar observaciones al decreto aprobado, en cuyo caso lo remitirá a la cámara de origen para su estudio (por lo cual
se reiniciaría el proceso de validación entre la cámara de origen y la revisora) dentro de los diez días útiles, a no ser que
corriendo ese término, hubiere el Congreso cerrado o suspendido sus sesiones, en cuyo caso la devolución deberá hacerse
el primer día útil en que el Congreso esté reunido.

 Promulgar dicho decreto y mandarlo entonces a publicar para que se observen y cumplan las disposiciones que contenga
la ley.

Nuestra legislación se compone de un cuerpo de normas. Para que éstas puedan ser expedidas y aplicadas por el Estado,
debe llevarse a cabo el proceso legislativo que, en el ámbito Federal, compete al Poder Legislativo.

Jurisprudencia en México Es importante saber que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es el máximo
intérprete constitucional en nuestro país y encabeza al Poder Judicial de la Federación. Se integra de 11 Jueces llamados
“Ministros” y funciona en Pleno o en Salas (dos Salas compuestas por cinco Ministros cada una, en cuyo caso el Presidente
de la Corte no se integra a ninguna Sala. También existen dentro del Poder Judicial Federal tribunales de menor jerarquía
como la Sala Superior y las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Existen también
los Plenos de Circuito, los Tribunales Colegiados de Circuito, Tribunales Unitarios de Circuito y Juzgados de Distrito
(artículo 1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación).

Existen otros tribunales federales que no están insertos en el “Poder Judicial de la Federación”, sino que pertenecen al
“Poder” Ejecutivo, como el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje y los
Tribunales Agrarios, por ejemplo. También hay en las Entidades Federativas tribunales locales en materias como la
electoral, administrativa, laboral, civil y penal que eventualmente también emiten jurisprudencia.

La jurisprudencia es de observancia obligatoria en un sentido vertical en términos del artículo 217 de la Ley de Amparo,
la cual es necesario que consultes. Por otra parte, cuando la jurisprudencia es emitida por el pleno o las salas de la SCJN
es de aplicación obligatoria para:

 Tribunales Unitarios y Colegiados de Circuito.

 Juzgados de Distrito.

 Tribunales militares.

 Tribunales judiciales del orden común de los estados y el Distrito Federal.

 Tribunales Administrativos y laborales tanto locales como federales.

Lo cual quiere decir que, en cualquier juicio en todas las materias (civil, penal, mercantil, administrativa, laboral, etcétera),
la jurisprudencia emanada de la Corte es de aplicación obligatoria, de tal forma que si un juzgador en su sentencia no
observa lo dispuesto en ella, dicha resolución puede ser revocada por el juzgador superior.

Por otra parte se tiene jurisprudencia en distintas materias y existen diversos procedimientos para su integración:

 Por reiteración de criterios: Las resoluciones de la Corte o Tribunales Colegiados interpretan el sentido de las normas
jurídicas o dan solución a situaciones no previstas en la ley. Dichas sentencias se llaman ejecutorias cuando ya no admiten
recurso alguno y se vuelven ejecutables.

Requisitos:

- Para que los principios y razonamientos contenidos en las sentencias constituyan jurisprudencia obligatoria, deben
emitirse cinco sentencias dictadas en el mismo sentido, ininterrumpidas por una en contrario.

- Si la jurisprudencia la dicta el Pleno de la Corte, debe contar con la aprobación de ocho ministros cuando menos.

- Si la jurisprudencia es aprobada por las salas de la Corte, debe contar con el voto de cuatro Ministros.

 Por unificación de criterios o contradicción de tesis: Este tipo de jurisprudencia se emite cuando existen dos tesis
jurisprudenciales que preceptúan criterios contradictorios ya que, como la jurisprudencia es de aplicación obligatoria para
los juzgadores, no pueden prevalecer ambos criterios. Por lo que previa la denuncia de la contradicción, que normalmente
realizan los Tribunales Colegiados de Circuito, se realiza una resolución en la que se determina cuál de los dos criterios
deberá prevalecer o, en su caso, se puede dictar una nueva jurisprudencia, como resultado del razonamiento de la
contradicción.

Requisitos:
- Que se denuncie la contradicción de tesis.

- Contar con el voto de la mayoría de los ministros que integran el pleno o las salas de la Suprema Corte de Justicia.

 Por controversias constitucionales: Cuando un poder o autoridad realiza un acto o emite una disposición de carácter
general –como una ley, un reglamento o un decreto– y con ello ejerce funciones que le corresponden a otro poder o nivel
de gobierno, comete una violación al sistema de distribución de competencias previsto por la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, la cual puede ser impugnada mediante una controversia constitucional (SCJN, 2015). Derivado
de ello, los conflictos relativos a las controversias constitucionales pueden surgir por invasión de competencias o violación
a lo dispuesto en la Constitución, entre:

Cuadro 1. División de poderes y órdenes de gobierno

Poderes Federales Poderes de los Órganos de Gobierno Órdenes de Gobierno


Estados de la Ciudad de
México
Ejecutivo y Legislativo Ejecutivo, legislativo y Ejecutivo, Legislativo Federal, Estatal,
Judicial y Judicial municipal y Ciudad de
México
Requisito:

- Que sean aprobadas por el voto favorable de cuando menos por ocho ministros.

 Por acción de inconstitucionalidad: Es un medio de control de la constitucionalidad que se tramita en forma exclusiva
ante la SCJN por medio del cual se denuncia la posible contradicción entre la Constitución y alguna norma o disposición
de carácter general de menor jerarquía –ley, tratado internacional, reglamento o decreto–, con el objeto de preservar o
mantener la supremacía de la Carta Magna y dejar sin efecto las normas declaradas inconstitucionales (SCJN , 2015).

Requisito:

- Que sean aprobadas por lo menos por ocho ministros.

Los tratados

De acuerdo la con Convención de Viena un tratado es: Un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados
y regido por el derecho internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y
cualquiera que sea su denominación particular.

De este modo, los tratados internacionales son acuerdos entre Estados, que tratan sobre cuestiones diplomáticas,
políticas, económicas, culturales, entre otros temas, que al ser de observancia general en los respectivos países firmantes,
constituyen una fuente formal del Derecho. En cuanto a la regulación que se tiene de estos en nuestro país, el artículo 133
constitucional señala lo siguiente:

Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de
acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán
la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada entidad federativa se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados,
a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de las entidades federativas.

Por otra parte, es de señalarse que el Estado al ser sujeto de derechos y obligaciones, desarrolla conductas propias tanto
en el ámbito nacional, como internacional. Ante ello, el Estado a partir de sus órganos hace cumplir los compromisos
contraídos en ambas esferas, que en el caso de los compromisos del exterior, lleva a cabo de la siguiente manera:

 Poderes de la unión: Establece vínculos con el exterior, al celebrar con los demás miembro de la comunidad
internacional los instrumentos jurídicos que lo obligan dentro de la propia comunidad.  Poder ejecutivo: El artículo 89
constitucional, fracción X, señala las funciones respecto a la política exterior, de la cual cabe decir, debe estar de acuerdo
con la Constitución y ser aprobado por la Cámara de Senadores, como contrapeso del Ejecutivo.

X. Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, así como terminar, denunciar, suspender, modificar,
enmendar, retirar reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos, sometiéndolos a la aprobación del
Senado. En la conducción de tal política, el titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios normativos: la
autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza
o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional
para el desarrollo; el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad
internacionales.

 Poder legislativo: Sobre las facultades del Senado, el artículo 76 constitucional en su fracción primera indica lo siguiente:

I. Analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo Federal con base en los informes anuales que el
Presidente de la República y el Secretario del Despacho correspondiente rindan al Congreso.

 Poder Judicial: Sobre las atribuciones de este poder, el artículo 104, fracción II y VIII señalan:

Artículo 104. Los Tribunales de la Federación conocerán:

II. De todas las controversias del orden civil o mercantil que se susciten sobre el cumplimiento y aplicación de leyes
federales o de los tratados internacionales celebrados por el Estado Mexicano. A elección del actor y cuando sólo
se afecten intereses particulares, podrán conocer de ellas, los jueces y tribunales del orden común.
Las sentencias de primera instancia podrán ser apelables ante el superior inmediato del juez que conozca del
asunto en primer grado. […]

VIII. De los casos concernientes a miembros del Cuerpo Diplomático y Consular

Sistema jurídico

Un sistema jurídico se integra por normas generales y normas particulares, es decir, la emisión de leyes normas generales
y actos concretos de aplicación de las normas. Por ejemplo, una sentencia civil es aplicación de dos normas: El Código
Civil y el Código de Procedimientos Civiles. Sin embargo, ambos códigos a su vez, son producto de un acto legislativo que
es, desde luego, un acto de aplicación de la Constitución.

En todo sistema jurídico, comúnmente entendido como conjunto de normas jurídicas, existe además del elemento
deontológico o normativo, uno real u ontológico. El elemento normativo implica la existencia de mandatos o
normas que declaran una volición sobre la conducta que debe observarse por cierta persona o clase de personas,
sean particulares o aquellas que encarnan a los órganos del Estado. Por cuanto hace al elemento real del sistema
jurídico, éste se hace presente con la necesidad de crear cualquier norma (incluso la primera del orden jurídico).

Un sistema jurídico se integra pues por elementos tanto normativos, como humanos, aunque estos últimos no considerados
en la llamada pirámide de Kelsen. Este mismo autor introduce la expresión de la “regularidad normativa”, entendiéndola
como la conformación de una norma con la norma que antecede, hasta llegar en última instancia, a la Constitución. En
este sentido, si lo piensas detenidamente, esas normas e instituciones tuvieron su origen en la costumbre o en un proceso
legislativo y pertenecen a determinado campo del Derecho, sea Público, Privado o Social. González define sistema jurídico
de la siguiente manera:

Conjunto articulado y coherente de instituciones, métodos, procedimientos y reglas legales que constituyen el Derecho
Positivo en un lugar y tiempo determinados. Cada Estado soberano cuenta con un sistema jurídico propio. Igualmente lo
podemos definir como un cuerpo operativo de instituciones, procedimiento y normas jurídicas (2010: 239).

De tal manera que existen tantos sistemas jurídicos como países en el mundo (Güemes, 2015), ya que el contenido de las
normas jurídicas varía de acuerdo con las circunstancias que vive una sociedad, haciendo depender la forma en que se
integran esas normas, la jurisprudencia y las costumbres.

Existen dos grandes familias de sistemas jurídicos de las que históricamente descienden todas las demás con sus
variables respectivas. Por una parte, encontramos el sistema jurídico romano canónico-germánico, llamado por los
tratadistas de los últimos años como Guillermo Floris Margadant (citado en Smith, 1990), neorromanista; y por otra parte,
la familia del sistema jurídico anglosajón consuetudinario. Estas familias son muy diferentes, tal como verás a
continuación.

Sistema neorromanista

Sus principales características son:

 Su historia data desde el año 450 a. C., cuando fueron promulgadas “Las doce tablas” y del 534 d.C. año en el que
Justiniano compiló el Corpus Iuris

.  Su Derecho es escrito y proviene de un proceso legislativo.


 La gran mayoría de los países neorromanistas han codificado su Derecho (movimiento codificador), es decir, lo han
plasmado en códigos o leyes debidamente estructurados. Las familias de códigos han evolucionado y de ellas, la más
grande es el Código Civil Francés.

 Hace una división dicotómica del Derecho en Público y Privado, en la época actual también se hace la división tricotómica
que incluye al Derecho Social.

Sistema anglosajón

Las características de este sistema son:

 Inició en 1066 con la invasión a Inglaterra bajo la espada del inglés Guillermo “el Conquistador”.

 El sistema para crear las normas que lo rigen es consuetudinario, es decir, la costumbre se hace ley.

 Al no suscribirse al movimiento codificador, los países del common law –así se nombra a los países que tienen como
sistema jurídico el anglosajón– conservaron varias características comunes entre sí.  No tiene divisiones. Su eje es el
Derecho Público o Derecho Común. El Derecho Mexicano se encuentra incluido en el sistema neorrománico, pues nuestras
normas jurídicas no provienen de la costumbre, sino de un proceso legislativo. Se encuentran agrupadas en códigos y
dividimos al Derecho en Público, Privado y Social. También nos hemos dado cuenta de que en otros lugares la forma de
crear y aplicar el Derecho es diferente, pero influye en la vida de las personas siempre de igual manera: regulando su
conducta externa en sociedad.

Sistema jurídico mexicano

Nuestro sistema jurídico, al igual que nuestra cultura, es el resultado de la trasculturalización producida en la Conquista y
responde al modelo del Derecho Romanogermánico siendo por tanto considerado como un Derecho Romanista.

El sistema jurídico mexicano se conforma con las leyes e instituciones que se han encontrado vigentes en nuestro país en
una época determinada. De ahí la importancia de conocer las Constituciones Federales que han regido en México; es
decir, la de 1824, la de 1836, conocida como las siete leyes, la de 1857 y la actual que es la de 1917, que aunque ha
sufrido múltiples reformas, aún se encuentra vigente. A continuación se expondrá brevemente los principales antecedentes
históricos del sistema jurídico mexicano.

Antecedentes históricos El sistema jurídico mexicano surge como resultado de la mezcla cultural generada por la
ocupación española en el Virreinato de la Nueva España. El primer acercamiento a un documento legal para el naciente
Estado Mexicano, tiene su origen en el año de 1814 con el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana,
entre sus elaboradores destaca José María Morelos y Pavón, José María Cos y José María Liceaga. Actualmente
conocemos este documento como la Constitución de Apatzingán en donde se estableció:

1. El régimen republicano como forma de gobierno, cuya soberanía reside en el pueblo, que delega su poder para gobernar
en un grupo de representantes elegidos.

2. La religión católica como la única que debe profesar el Estado.

3. La división del Estado en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que de ninguna manera deben ejercerse por
una sola persona.

4. La igualdad de todas las personas ante la ley.

Concluido el movimiento independentista, el 4 de octubre de 1824 fue promulgada la Constitución Federal de los Estados
Unidos Mexicanos, en la cual se estableció una república representativa, popular y federal dividida en estados libres y
soberanos. Además se instauró por primera vez en México la división de poderes y un congreso dividido en dos cámaras.

En dicha Constitución, entre otras cosas:

 Se estableció la soberanía de la nación mexicana y su independencia del gobierno español y el de cualquier otra nación.

 No se otorgó libertad de credo, ya que estableció como religión oficial a la católica y prohibió la profesión de cualquier
otra religión.

 Se estableció que el gobierno es republicano, representativo y federal, con una división de poderes en Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, que en realidad no es otra cosa que la división de funciones. En esta división, el legislador crea leyes,
el ejecutivo promulga y ejecuta las que son expedidas por el Congreso de la Unión y el judicial las aplica en casos concretos
controvertidos para dirimir litigios. El autor de la división de “poderes” fue Montesquieau, aunque más que “poderes” se
debe hablar de funciones, pues el poder es de naturaleza política y las funciones o facultades, jurídicas.

 Se dividió el poder Legislativo en Cámara de Diputados y Cámara de Senadores.

 En cuanto al poder Ejecutivo, recaía en una sola persona, es decir, el presidente, a quien el vicepresidente podría suplir.

 El poder judicial residía en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En los años siguientes, los intentos de reforma liberal y la inestable situación política y económica del país, llevaron a que
el Congreso expidiera las Siete Leyes Constitucionales de 1835 y 1836, con lo cual se puso fin al sistema federal y se
estableció el centralismo.

En 1856 se promulgó el Estatuto Orgánico Provisional de la República Mexicana, que sirvió de base para la expedición de
la Constitución Política de la República Mexicana en 1857; la cual, forjada con ideas liberales, estableció fundamentalmente
lo siguiente:

 El derecho a la libertad de expresión.

 El desconocimiento de los títulos nobiliarios.

 La supresión de fueros eclesiásticos y militares.

 La amortización de los bienes eclesiásticos.

 La libertad de religión.

El 5 de febrero de 1917 fue promulgada la actual Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos por el Congreso
Constituyente convocado por Venustiano Carranza. Dicho ordenamiento está vigente, constituye nuestra ley suprema y da
fundamento a las leyes en nuestro país (Suprema Corte de Justicia, 2006).

Esta Constitución surge del movimiento revolucionario de 1910. Es considerada la primera Constitución social del mundo,
dado el contenido proteccionista a favor de los trabajadores mexicanos en su artículo 123; el establecimiento de la
educación gratuita y obligatoria en su artículo 3°, y lo relativo a la tenencia de la tierra en su artículo 27.

El principio fundamental sobre el cual descansa nuestro sistema jurídico es la supremacía de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos (Constitución Federal) en cuyo artículo 133 se determina lo siguiente:

Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con
la misma, celebrados y que se celebren por el presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley
Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada estado se sujetarán a lo previsto en dicha Constitución, leyes y tratados, a
pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las constituciones o leyes de los estados.

Por tanto, a esta ley suprema se subordinan todas las demás. La Constitución se jerarquiza de tal manera que, aun cuando
se interrumpa su observancia por causa de rebelión, no pierde ni su fuerza ni su vigor puesto que, acorde a lo dispuesto
en el artículo 136, una vez restaurado el orden, recuperará su vigencia.

En cuanto a la estructura jurídico-política, la mexicana se fundamenta en lo dispuesto por el artículo 39 de la Constitución


Federal que establece que “la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público
dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o
modificar la forma de su gobierno.

La jerarquía normativa El análisis del sistema de fuentes normativas (leyes) y su jerarquización, se centra en la aplicación
de la denominada pirámide de Kelsen que representa gráficamente la idea de sistema jurídico escalonado. De acuerdo
con Kelsen (1982), el sistema jurídico es el campo en el que se relaciona un conjunto de normas jurídicas y cuya forma de
organización es el principio de jerarquía. Es decir, las normas que componen un sistema jurídico se relacionan unas con
otras de acuerdo con el principio de jerarquía, que se sustenta en la norma fundamental, la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en el caso de México. Conforme a la pirámide de Kelsen, nuestro sistema jurídico mexicano
estaría integrado de la forma siguiente:
Muchos han sido los debates sobre la jerarquía normativa y en especial, entre la Constitución y los tratados. En la novena
época de jurisprudencia, se estableció con acierto, que tratados y leyes federales tienen la misma jerarquía, es decir,
“debajo” de la Constitución. Más tarde, en la novena época se diría que los tratados están inmediatamente debajo de la
Constitución, pero “encima” de las leyes federales. Para la décima época y gracias a la condena internacional impuesta al
Estado Mexicano en el caso Rosendo Radilla Pacheco, cayeron varios mitos y posturas erróneas y gracias al principio pro
persona, tratándose de las normas en materia de Derechos Humanos, ya no hay jerarquía rígida, pues se debe aplicar la
norma que más favorezca a las personas, sea tratado, ley, Constitución, reglamento, etcétera. Al respecto, el párrafo
segundo del artículo primero constitucional señala lo siguiente:

Las normas relativas a los Derechos Humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados
internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia.

Este párrafo representa un cambio importante en la forma de concebir el Derecho Internacional de los Derechos Humanos,
ya que tradicionalmente los jueces mexicanos aplicaron una jerarquía normativa muy rígida, en la que la Constitución se
encontraba a la cabeza de la pirámide normativa. De facto, los tratados internacionales se encontraban incluso en un rango
inferior que las normas nacionales, pues el aplicador jurídico, incluyendo los jueces federales y locales, no se consideraban
constreñidos más que por el Derecho que surgía de fuentes nacionales.
No obstante esta nueva organización, ten presente que no es rígida e infalible, pues, por ejemplo, una ley local no encuentra
su fundamento de validez en una norma federal, mientras que por otra parte, una norma federal puede emanar
directamente de la Constitución.

Por otra parte, para comprender el principio pro persona, se sugiere consultar jurisprudencia del Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación.

En lugar de Derechos Humanos, debería decirse Derechos Fundamentales, pues el adjetivo “humanos” dejaría sin
derechos a las personas jurídico-colectivas

No obstante, en las normas que no versan sobre Derechos Fundamentales o Humanos, sí se sigue la idea de la pirámide
kelseniana, es decir, que la Constitución se encuentra como la primer norma del sistema, a la cual deben conformarse
todas las normas posteriores, podrás encontrarte con una salvedad: tanto las leyes federales, como los tratados, se
encuentran inmediatamente después de la Constitución, pues esta las rige de modo que a pesar de que la jurisprudencia
diga que las leyes federales están después de los tratados, ello es indemostrable. Claramente el artículo 133 establece
que la Constitución y las leyes, junto con los tratados que estén de acuerdo con ella, serán la ley suprema, pero a contrario
sensu, si no están de acuerdo con la Constitución, no serán ley.

Existe una Ley Federal que regula cómo se celebran los tratados, de modo que no sería lógico que esa ley se deba ajustar
a un tratado. En materia de Derechos Humanos, la jerarquía se rompe porque lo que se busca es dar la mayor protección
a las personas, sin importar la jerarquía formal de la fuente del Derecho.

Si bien es cierto que le asiste la razón a Kelsen al decir que la validez de una norma se encuentra en una norma anterior
y superior, hasta encontrarnos en última instancia con la Constitución, que es “norma hipotética fundamental” (grundnorm),
no tiene razón en cuanto a que omitió los actos de aplicación de la propia Constitución (acto legislativo), que también debe
ser válido para producir una norma válida. En la teoría pura del Derecho, Kelsen omitió decir también que toda norma es
correlativa de una voluntad, pues esa teoría, como indica su nombre, pretendía explicar al Derecho sólo desde el Derecho
mismo, sin incluir elementos políticos ni naturalistas; eso explica por qué sostuvo que una norma tenía su “fundamento de
validez” en otra norma, reduciendo todo el Derecho a explicaciones normativas. Fue sólo hasta los años finales de su vida,
que reconoció que toda norma era correlativa de una voluntad. Bajo esta óptica reivindicada, resulta que si la Constitución
es una norma, ésta es también correlativa de una voluntad (voluntad soberana), de modo que no puede tener un
fundamento de validez (basarse en una norma) y menos aún, una norma supuesta (hipotética), pues ello además de ser
anticientífico, es indemostrable; contrario a la tesis de Raz en cuanto a que una norma es hecha por personas.

Conflictos de leyes La constante transformación del Derecho de acuerdo a las necesidades sociales, se ve reflejada en
la sucesión de unas normas a otras, lo cual exige la determinación de su entrada en vigor y/o derogación sucediendo el
primero cuando se promulga y publica, y el segundo cuando otra ley pone término a la existencia de la primera. Toda
norma jurídica tiene un ámbito temporal de validez, pero el problema de la vigencia temporal de las normas se presenta
cuando una es reformada, abrogada o derogada por otra y hubo acontecimientos a los que no se sabe qué norma aplicar.
O incluso, si se regulan situaciones que antes no lo estaban.

En estos ámbitos de validez pueden presentarse diversos conflictos que a continuación se analizarán.

Supongamos que la primera dispone que todo hombre, al cumplir 21 años, debe ser considerado como mayor de edad, y
que otra fija en veinticinco años el principio de la mayoría. De acuerdo con lo expuesto, habrá que reconocer que todos los
hombres que, durante la vigencia de la primera ley, cumplieron los veintiún años, llegaron a ser, desde ese momento,
mayores de edad. Pero muchos de ellos eran acaso menores de veinticinco, al entrar en vigor la segunda, derogatoria de
la primera. En estos casos, el problema consiste en determinar si esos individuos de más de veintiún y menos de
veinticinco, deben ser considerados o no, al iniciarse la vigencia de la segunda, como mayores. ¿Podrá aplicárseles dicha
ley y decirse que, si bien fueron mayores de edad desde los veintiún años hasta la iniciación de la vigencia de la posterior,
dejaron de serlo desde ese momento?, para emplear la terminología usadera: ¿Será correcto aplicar retroactivamente la
segunda ley? (García, 2002:389).

Conflicto de leyes en el tiempo Este tipo de conflicto hace referencia al problema de aplicar las disposiciones de una
nueva ley determinados hechos, lo cual es un problema respecto a la iniciación de la vigencia. Para dar respuesta a estas
cuestiones, se debe tener en cuenta:

a) Que la vigencia no puede iniciarse antes de que la ley hay sido publicada.

b) Que en nuestro régimen jurídico, la costumbre derogatoria no tiene fuerza de validez alguna.
c) Que la ley pierde su fuerza obligatoria cuando ha entrado en vigor una nueva ley que de manera expresa, abrogue a la
anterior o que contenga disposiciones total o parcialmente incompatibles con ésta.

d) Que toda sentencia u orden de autoridad judicial o administrativa, ha de fundarse necesariamente en una ley expedida
con anterioridad al hecho de que se trate.

e) Que a ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna (Reyes, 2012:122).

Por otra parte tenemos que la irretroactividad de la ley es un principio jurídico que impide la aplicación en perjuicio, de una
nueva ley a actos realizados de acuerdo con otra anterior que los autorizaba o a hechos producidos con anterioridad al
comienzo de su vigencia. Este principio se contempla en el artículo 14 constitucional, señalando que “a ninguna ley se dará
efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna”.

Asimismo, existe la retroactividad que puede afectar hechos, actos o situaciones jurídicas ocurridas con anterioridad al
momento de la iniciación de la vigencia y que hayan lesionado derechos adquiridos bajo el amparo de leyes anteriores,
cuyas consecuencias de derecho no se agotaron durante la vigencia de la ley anterior.

En materia civil su aplicación es lícita cuando a nadie se le perjudica y en cambio, se beneficia a particulares. En cuanto al
Derecho Penal, existen supuestos indicados en el artículo 56 del Código Penal Federal.

La autoridad jurisdiccional competente aplicará de oficio la ley más favorable. Cuando el sujeto hubiese sido sentenciado
al término mínimo o al término máximo de la pena prevista y la reforma disminuya dicho término, se estará a la ley más
favorable. Cuando el sujeto hubiese sido sentenciado a una pena entre el término mínimo y el término máximo, se estará
a la reducción que resulte en el término medio aritmético conforme a la nueva norma.

Conflicto de leyes en el espacio Toda ley tiene un ámbito temporal y un ámbito espacial de vigencia. Esto significa que
sólo obliga por cierto tiempo, y en determinada porción del espacio. Y en lo que respecta al ámbito espacial, podemos decir
que se presenta un conflicto de leyes cuando en una relación jurídica existen dos o más elementos que la relacionan con
dos o más sistemas jurídicos.

En rigor, los llamados conflictos de leyes en el espacio no solamente se refieren a la determinación del ámbito espacial,
sino a la del personal de vigencia de los preceptos legales. Pues […] no se trata únicamente de inquirir qué ley debe
aplicársele su propia ley o la extranjera. Otras veces el conflicto existe entre preceptos de diferentes provincias de un
mismo Estado, o entre leyes de distintas partes de una Federación (García, 2002:403)

Es importante mencionar también que cuando una ley es territorial, significa que sus normas se aplican a todos los hechos
que se realicen en un determinado territorio, mientras que la extraterritorialidad se refiere a que el juez está autorizado
para aplicar una ley distinta de la suya a hechos producidos en su territorio. Los conflictos legislativos entre dos o más
países se generan debido a que no hay tratados o convenios que establezcan una solución a situaciones jurídicas
determinadas, de ahí que constantemente se presenten problemas de Derecho Internacional relativos a la ley que debe
aplicarse en determinadas situaciones jurídicas.

Por ejemplo: un ciudadano mexicano, propietario de una casa ubicada en Estados Unidos, hace su testamento en
Argentina, y deja como heredero a un ciudadano Italiano, y fallece en Chile. Surge entonces el problema de saber si la
sucesión testamentaria debe regirse por la ley del Estado a que pertenece el testador, o por el País donde se encuentra
ubicado a casa, o por la del lugar en que se hizo el testamento, o por la del Estado a que pertenece el heredero, o por la
de aquel en que ha muerto el testador, es aquí donde se genera la validez de aplicación de la norma jurídica, teorías que
se señala a continuación (Reyes, 2012:125).

La aplicación de la ley en el espacio contemplados por nuestro Derecho Mexicano se encuentran indicadas en el artículo
12 del Código Civil Federal que señala:

Las leyes mexicanas rigen a todas las personas que se encuentren en la República, así como los actos y hechos ocurridos
en su territorio o jurisdicción y aquéllos que se sometan a dichas leyes, salvo cuando éstas prevean la aplicación de un
derecho extranjero y salvo, además, lo previsto en los tratados y convenciones de que México sea parte.

Respecto a la aplicación del Derecho, las reglas a seguir las contempla el artículo 13 del Código Civil Federal que señala:
Artículo 13.- La determinación del derecho aplicable se hará conforme a las siguientes reglas: I. Las situaciones jurídicas
válidamente creadas en las entidades de la República o en un Estado extranjero conforme a su derecho, deberán ser
reconocidas; II. El estado y capacidad de las personas físicas se rige por el derecho del lugar de su domicilio; III. La
constitución, régimen y extinción de los derechos reales sobre inmuebles, así como los contratos de arrendamiento y de
uso temporal de tales bienes, y los bienes muebles, se regirán por el derecho del lugar de su ubicación, aunque sus titulares
sean extranjeros; IV. La forma de los actos jurídicos se regirá por el derecho del lugar en que se celebren. Sin embargo,
podrán sujetarse a las formas prescritas en este Código cuando el acto haya de tener efectos en el Distrito Federal o en la
República tratándose de materia federal; y V. Salvo lo previsto en las fracciones anteriores, los efectos jurídicos de los
actos y contratos se regirán por el derecho del lugar en donde deban ejecutarse, a menos de que las partes hubieran
designado válidamente la aplicabilidad de otro derecho.

En lo relativo a la aplicación del Derecho Extranjero se establece en el artículo 14 del ordenamiento anterior:

Artículo 14.- En la aplicación del derecho extranjero se observará lo siguiente: I. Se aplicará como lo haría el juez extranjero
correspondiente, para lo cual el juez podrá allegarse la información necesaria acerca del texto, vigencia, sentido y alcance
legal de dicho derecho; II. Se aplicará el derecho sustantivo extranjero, salvo cuando dadas las especiales circunstancias
del caso, deban tomarse en cuenta, con carácter excepcional, las normas conflictuales de ese derecho, que hagan
aplicables las normas sustantivas mexicanas o de un tercer estado; III. No será impedimento para la aplicación del derecho
extranjero, que el derecho mexicano no prevea instituciones o procedimientos esenciales a la institución extranjera
aplicable, si existen instituciones o procedimientos análogos; IV. Las cuestiones previas, preliminares o incidentales que
puedan surgir con motivo de una cuestión principal, no deberán resolverse necesariamente de acuerdo con el derecho que
regule a esta última; y V. Cuando diversos aspectos de una misma relación jurídica estén regulados por diversos derechos,
éstos serán aplicados armónicamente, procurando realizar las finalidades perseguidas por cada uno de tales derechos.
Las dificultades causadas por la aplicación simultánea de tales derechos se resolverán tomando en cuenta las exigencias
de la equidad en el caso concreto.

Lo dispuesto en el presente artículo se observará cuando resulte aplicable el Derecho de otra entidad de la Federación.
En cuanto a la no aplicación del derecho extranjero en nuestro país el artículo 15 del Código Civil Federal señala:

Artículo 15.- No se aplicará el derecho extranjero: I. Cuando artificiosamente se hayan evadido principios fundamentales
del derecho mexicano, debiendo el juez determinar la intención fraudulenta de tal evasión; y II. Cuando las disposiciones
del derecho extranjero o el resultado de su aplicación sean contrarios a principios o instituciones fundamentales del orden
público mexicano.

Lagunas y antinomias en el Derecho Siendo el orden jurídico un sistema, necesariamente presentará fallas en cuanto a
que no todas las conductas estarán regidas por el Derecho o aun estándolo, no se prevean respecto de todas sus variables
o alcances. Es en esos huecos o espacios que se presentan las llamadas “lagunas del Derecho”, o sea, áreas que
escaparon de la previsión del legislador pero que deben resolverse. En este caso en materia penal, por ejemplo, si la
conducta del imputado no encuadra en la hipótesis normativa, diremos que su conducta no se ajusta al tipo penal y por
ende debe declararse “atípica”, liberando al procesal pues no hay delito sin ley que lo establezca. Pero no pasa lo mismo
en Derecho Civil, donde se debe resolver a pesar de no haber norma expresa, pues así lo ordena el artículo 14
constitucional:

Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna. […]

En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna
que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata.

En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y
a falta de ésta se fundará en los principios generales del derecho.

Es en esos vacíos de la ley, que deben colmarse esas lagunas ya sea acudiendo a la propia norma o a una ajena, según
se ha recogido en tesis de jurisprudencia:

"LAGUNA JURÍDICA O DEL DERECHO" O "VACÍO LEGISLATIVO". PARA LLENARLO EL JUZGADOR DEBE ACUDIR,
PRIMERO, A LA SUPLETORIEDAD O LA ANALOGÍA Y, DESPUÉS, A LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO.
Se denomina "laguna jurídica o del derecho" o "vacío legislativo" a la ausencia de reglamentación legislativa en una materia
concreta; esto es, se trata de la omisión en el texto de la ley, de la regulación específica a una determinada situación, parte
o negocio; con ello se obliga a los operadores jurídicos a emplear técnicas sustitutivas con las cuales puedan obtener una
respuesta eficaz a la expresada tara legal. Así, las lagunas o vacíos legislativos pueden deberse a la negligencia o falta de
previsión del legislador (involuntarias) o a que éste, a propósito, deja sin regulación determinadas materias (voluntarias), o
bien, a que las normas son muy concretas, que no comprenden todos los casos de la misma naturaleza o son muy
generales y revelan en su interior vacíos que deben ser llenados por el juzgador, con un proceso de integración, mediante
dos sistemas: a) la heterointegración, llamada también derecho supletorio o supletoriedad; y, b) la autointegración,
reconocida expresamente por la mayoría de los ordenamientos como analogía y principios generales del derecho. En estas
condiciones, el uso de la analogía implica necesariamente creación o innovación del derecho, y pueden distinguirse dos
clases resaltantes de ésta: la "legis" y la "iuri"; y es aceptada bajo dos condiciones, a saber: a) La falta expresa de la norma
aplicable al supuesto concreto; y, b) Igualdad esencial de los hechos. En conclusión, es imposible que la mente humana
pueda prever y regular con normas adecuadas todos los innumerables casos futuros en particular; sin embargo, el silencio,
oscuridad o insuficiencia de la ley no autoriza a los Jueces o tribunales a dejar de resolver una controversia, por lo que
existen diversos métodos que el juzgador debe emplear para llenar ese vacío legislativo, siempre que no sea posible
resolver una controversia, aplicando una disposición precisa de la ley y tales fuentes son: primero, la supletoriedad o la
analogía y, después, los principios generales del derecho. [Tesis: XI.1o.A.T.11 K (10a.)].

SUPLETORIEDAD DE LAS LEYES. REQUISITOS PARA QUE OPERE. La aplicación supletoria de una ley respecto de
otra procede para integrar una omisión en la ley o para interpretar sus disposiciones y que se integren con otras normas o
principios generales contenidos en otras leyes. Así, para que opere la supletoriedad es necesario que: a) El ordenamiento
legal a suplir establezca expresamente esa posibilidad, indicando la ley o normas que pueden aplicarse supletoriamente,
o que un ordenamiento establezca que aplica, total o parcialmente, de manera supletoria a otros ordenamientos; b) La ley
a suplir no contemple la institución o las cuestiones jurídicas que pretenden aplicarse supletoriamente o, aun
estableciéndolas, no las desarrolle o las regule deficientemente; c) Esa omisión o vacío legislativo haga necesaria la
aplicación supletoria de normas para solucionar la controversia o el problema jurídico planteado, sin que sea válido atender
a cuestiones jurídicas que el legislador no tuvo intención de establecer en la ley a suplir; y, d) Las normas aplicables
supletoriamente no contraríen el ordenamiento legal a suplir, sino que sean congruentes con sus principios y con las bases
que rigen específicamente la institución de que se trate. [Tesis: 2a./J. 34/2013 (10a.)].

Llamamos antinomias a la contradicción que puede ocurrir entre diversas normas, conflicto que se resuelve bajo las
directrices antes estudiadas. Se sugiere la consulta de la siguiente jurisprudencia que las sintetiza:

 Antinomias o conflictos de leyes. Criterios de solución.

Interpretación jurídica de la ley y la interpretación de los derechos fundamentales

Interpretar significa desentrañar o explicar el sentido de algo. En términos generales, la interpretación tiene como fin
conocer algo que pueden ser signos gramaticales, musicales, pictóricos, escultóricos, etcétera. La interpretación jurídica
por otra parte, es el proceso de comprensión del contenido de un precepto legal, con objeto de determinar su sentido, de
lo cual existe diversidad de escuela y teorías:

 Escuela de la exégesis: Aparece en la época de los glosadores (siglos XII y XIII). Se caracteriza por el uso de la técnica
de interpretación gramatical dirigido a descubrir el sentido del texto legal, es decir, analiza la voluntad del legislador
mediante el examen minucioso del texto legislativo.

 Escuela histórica alemana: Su exponente es Friedrich Karl Von Savigny. Es la primera escuela en proponer lo que
actualmente se conoce como interpretación sistemática de las normas en donde se plantea que la interpretación no debe
tomarse aislada de su contexto sino pensada como parte constitutiva de un todo, refiriéndose al espíritu del pueblo y las
instituciones jurídicas del Derecho Consuetudinario.

 Escuela del Derecho Libre: Aparece en el siglo XX, es menos rigorista que la escuela exegética, pues otorga el máximo
grado de libertad al juzgador para interpretar la ley, debido a que la realidad de las relaciones conductuales del ser humano
está en permanente cambio, por lo tanto, cada caso es nuevo y debe estar considerado por el juzgador como único. Por
ello, la aplicación de las normas debe buscar la realización de la justicia, más que la identificación total entre norma y caso.

 Método lógico-sistemático: Consiste en: Entender a la ley dentro de su contexto jurídico, reconociendo el sentido que
el uso técnico de las palabras les ha atribuido más allá del simple sentido gramatical. Como el propio nombre lo dice, se
trata de valorar el sentido de la norma conforme al contexto lógico del sistema al que pertenece (B. Flores, 1995, mayo-
agosto:25).

 Científica francesa: Desarrollada por Francois Geny, trata de establecer un equilibrio entre el texto de la ley y las
condiciones sociales. Opta por la libre investigación científica del Derecho.

 Tesis de Ricaséns Fiches: Esta tesis nos indica que la finalidad de la interpretación jurídica es traducir las reglas
generales en normas individualizadas. Los problemas de la humanidad deben ser resueltos con base en la lógica de lo
razonable, de criterios de valoración y de pautas axiológicas, por lo que sólo puede ser éste el único método de
interpretación del Derecho, pues la finalidad es aclarar el criterio axiológico válido para la interpretación de las normas. La
interpretación jurídica debe también tomar en cuenta las circunstancias históricas que motivaron la creación de los
preceptos.
 Postulados de Savigny: Ignacio Galindo Garfias expone sus ideas (1989:184), señalando que la interpretación consta
de cuatro elementos:

- El gramatical o filológico: Acerca al lenguaje empleado en el precepto.

- El racional o lógico: Descompone el pensamiento del legislador para analizar las partes que lo integran.

- El histórico: Lleva al conocimiento del Derecho en la época en la que la ley fue elaborada.

- El sistemático: Vincula el precepto con una institución y con todo el sistema.

 Escuela de la libre investigación científica del Derecho: Los principales representantes son Von Jhering y Francois
Gény, perfeccionado por Holmes, Cardozo, Ehrlich, Pound, Duhalde, Cossio, Recasens Sichés y por el jurista mexicano,
Miguel Villoro Toranzo. Su método se basa en el método exegético, que indaga en los trabajos preparatorios de la ley,
discusiones previas, exposición de motivos, reconstrucción de las condiciones históricas prevalecientes en la época de la
elaboración de la ley, entre otros elementos.

La integración Es un procedimiento encargado de resolver los problemas que se presentan cuando no existe ley aplicable
al caso concreto. Lo anterior, nos hace suponer que la ley tiene vacíos sin embargo, el Derecho no puede tenerlos, debido
a que tiene plenitud hermética, lo cual significa que no puede haber situación alguna sin resolver. Suponiendo que no exista
una norma jurídica aplicable al caso concreto, el mismo será resuelto por el juzgador. La propia ley prevé la existencia de
lagunas en el ordenamiento jurídico y otorga a los órganos jurisdiccionales reglas para dar solución al caso imprevisto, los
cuales se tratan a continuación

Principios y procedimientos de integración de las normas jurídicas

El artículo 14 Constitucional establece los recursos que deben seguir los juzgadores para dar solución a los problemas
relacionados con las lagunas en el Derecho y que a su letra dice:

A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna.

Nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio
seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento
y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho.

En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía y aun por mayoría de razón, pena alguna
que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata.

En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra o a la interpretación de la ley, y a falta
de ésta se fundará en los principios generales del derecho.

De lo anterior podemos decir que el juzgador para resolver una controversia:

• Debe buscar las disposiciones legales aplicables al caso concreto.

• A falta de disposición legal aplicable, examinará si en la ley existen reglas para hacer la integración.

• Ante la ausencia de ambas, integrará conforme a la equidad, los principios generales del derecho o de acuerdo con la
analogía.

• En materia civil puede hacer interpretación a falta de ley y hacer integración basándose en los principios generales de
derecho.

• El Código Civil establece reglas de integración en sus artículos 18, 19 y 20.

Procedimiento de la integración

Los métodos de integración más importantes son:

 Analogía: En términos generales, es un razonamiento cuyo objeto recae en comparar situaciones específicas en las
cuales se establecen semejanzas y discrepancias. En el marco legal la analogía consiste en aplicar consecuencias jurídicas
de una norma establecida para un caso previsto por el legislador, a otro caso no contemplado por la norma, en razón de
existir similitud en ambos casos. Ésta puede ser aplicada bajo tres argumentos:

- Argumento “a pari” (igualdad de motivos): Significa que “donde hay una misma razón hay un mismo Derecho”.
Ej. En un contrato de arrendamiento se prohíbe la cohabitación con perros por razones de tranquilidad vecinal y salubridad,
la prohibición se extiende analógicamente a cohabitar con gatos.

- Argumento ad maiori ad minus (cuando existe una mayor razón): Con este principio se asume que “quien puede lo
más, puede lo menos.”

Ej. Si en un contrato de arrendamiento se puede fijar a la contraparte el pago del 20% de intereses moratorios por no
pagar la renta en tiempo y forma, entonces con mayor razón puede fijar intereses de 10 %.

- Argumento a minori ad maius (cuando no existe una mayor razón); Significa que “cuando no se puede lo menos,
con mayor razón no se puede lo más”.

Ej. Si en un sitio se prohíbe la entrada con animales domésticos, con mayor razón se prohíbe la entrada con animales
salvajes.

Principios generales del Derecho

De acuerdo a los artículos 14 constitucional y 19 del Código Civil, cuando no exista disposición legal para resolver una
controversia, el juzgador puede recurrir a los principios generales de Derecho, ya que son principios tradicionales del
derecho romano y por lo tanto, son principios universalmente admitidos por la ciencia. Estos son los siguientes:

 Locus regit actum: La ley del lugar rige el acto.

 Lex posterior derogat priori. La ley posterior deroga a la anterior.

 Lex specialis derogat legi generali: La ley especial deroga a la general.

Equidad El concepto clásico de equidad fue acuñado por Aristóteles al considerarla como una virtud del juzgador. La
equidad desempeña la función de un correctivo, es una rectificación de la justicia rigurosamente legal. Tiene el objetivo de
resolver los problemas que presenta la generalidad de la ley. Según el propio Aristóteles lo equitativo y lo justo son una
misma cosa, la diferencia es que lo equitativo es mejor que lo justo, porque lo equitativo es la sabia rectificación de la
justicia rigurosamente legal. La equidad permite corregir la generalidad de la ley o atemperar la justicia legal abstracta
sustituyéndola por la justicia del caso concreto.

Debido a que las leyes son generales no pueden abarcar todos los casos. Hay diversas situaciones que escapan a la
previsión del legislador, por lo que la aplicación fiel de una norma a una situación determinada podría resultar,
inconveniente o injusta. Por tal motivo, el juzgador debe a templar con la equidad la fuerza de la ley

Reglas de interpretación e integración en el sistema jurídico mexicano

El artículo 14 Constitucional en sus párrafos tercero y cuarto contemplan las reglas fundamentales de
interpretación e integración en el Derecho Mexicano. En las leyes penales, según el ordenamiento constitucional, queda
prohibida la aplicación analógica de pena, bajo el principio que nullum crimen, nulla poena sine praevia lege, que significa
que no hay delito ni pena, sino están contemplados por la ley, que carece de lagunas. Por ello, es que en el Derecho penal
quedan prohibidas la interpretación y la integración jurídicas, por lo tanto no son utilizadas la analogía o la mayoría de
razón.

Asimismo, en la ley penal, cuando existen problemas de aplicación de la ley, se permite al juez tomar en cuenta las
circunstancias en las que se cometió el hecho delictivo, a efecto de aplicar justamente el derecho. Esta institución se
conoce como arbitrio judicial.

En materia civil en dicho artículo en su artículo 14, cuarto párrafo, autoriza tanto la interpretación como la integración de
la ley, mientras que el Código Civil contempla las siguientes reglas de interpretación:

Artículo. 18. El silencio, la obscuridad o insuficiencia de la ley no autorizan a los jueces o tribunales para dejar de resolver
una controversia.

Artículo. 19. Las controversias judiciales del orden civil deberán resolverse conforme a la letra de la ley o a su interpretación
jurídica. A falta de ley se resolverán conforme a los principios generales del derecho.

Artículo. 20. Cuando haya conflicto de derechos, a falta de ley expresa que sea aplicable, la controversia se decidirá a
favor del que trata de evitarse perjuicios y no a favor del que pretenda obtener lucro. Si el conflicto fuera entre derechos
iguales o de la misma especie, se decidirá observando la mayor igualdad posible entre los interesados.

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