Sie sind auf Seite 1von 3

INTRODUCCIÓN

La educación, como idea y como realidad, constituyen el problema capital para el hombre, porque
está ligado a los aspectos esenciales de la vida
La magna tarea del género humano es crear una organización interior que permita al hombre
alcanzar conscientemente sus anhelos e ideales de vida.
Es necesario que la educación sea siempre educación de la libertad; es decir, preparación para el
libre y responsable juego de las propias fuerzas y su enlace con el mundo espiritual.
No está de más dotarlo de una idea acerca del universo, de sí mismo, de las calidades humanas
esenciales y de ciertas normas de conductas social y política, no está de más tampoco, y es
ineludible, formarle la conciencia de los límites y poder de la técnica, para que no ignore sus efectos
y su relación con la vida moral.
La educación y su problema previo
La idea del hombre

La pedagogía presupone una idea del hombre. Necesita saber acerca de su estructura y esencia
antes de señalar fines y medios a la educación.
La idea del hombre es variable en cada época histórica. Por eso la educación debe ser orientada en
cada tiempo y lugar según los diversos conceptos que se tuvo del hombre.
Si la educación es humanismo es evidente que lo primero que corresponde plantearse son las
preguntas fundamentales sobre la idea del hombre ¿qué es el hombre? ¿cómo debe ser? ¿cuál es su
destino?, las respuestas están hoy en crisis, sometidas a una profunda revisión.
Pero el hombre contemporáneo siente una necesidad intensa, dramática, de poseer claramente una
noción de sí mismo.
La educación y su problema esencial.
La idea de la finalidad
Se sostiene que la educación es un juego de influencias sobre disposiciones originarias para
conducirla hacia un fin determinado.

La vida del hombre está continuamente alentada por dos fuerzas; por un lado, el ser natural
constituido por los elementos anatomofisiologicos, somáticos, genéticos y psíquicos inferiores.

El ser espiritual que trasciende los límites de la individualidad psicofísica y mira hacia
objetividades, busca la condición espiritual, producto del ambiente familiar, social, y cultural los
principios, bienes y valores.

La educación toma en ese mundo sus objetivos y valores y los convierte en fuerzas formativas, en
fines educativos
El temperamento, reflejo del ser natural, es la base de la formación humana. La personalidad,
reflejo del ser espiritual es el coronamiento el punto de mira, la finalidad.
El fin de la educación es la humanización.
En la cultura el hombre reconoce los mayores valores humanos y su vida se vuelve pensamiento,
sentimiento y acción elevados y responsables.
Por eso el hombre, cuanto más desenvuelto y formado esta su ser, mayor es su anhelo de autonomía
y su capacidad de creación.
La educación y su problema derivado
La idea de los medios
La teoría de la educación es la de los medios para la acción educativa sin la cual no podría organizar
las formas e instrumentos de trabajo que pueden convertir el fin en una realidad.
Su fundamento es teórico, filosófico y científico, pero su sentido concreto es práctico.
El arte educativo es la traducción práctica de pensamiento. El maestro debe saber y sentir muchas
cosas que justifiquen profundamente su hacer.
El educador es, un animador de la vida plena del educando y un encausado de su formación. Ara
de ello el maestro debe vivir ensanchando su espíritu en el estudio y en las relaciones con los más
altos valores.
El educador no puede cumplir su tarea practica sin meditar en la esencia y alcance de su misión.
Por eso la verdadera didáctica es el espíritu vivo del educador y del educando en una íntima
relación.
El maestro de honda conciencia siente y vive su carrera como una misión, más que como una
profesión.
La didáctica es un problema de medios, pero medios que obedecen a fines. La educación es un
proceso que el hombre inmaduro no puede recorrer solo. Necesita la ayuda del hombre maduro. El
proceso didáctico es íntima y activa relación de educando y educador que tiene en cuenta de un
modo especial la peculiaridad del primero y normas predeterminadas que dan sentido a la actitud
del segundo.
CONCLUSIÓN
En nuestros días se advierte notoriamente, que el derecho de educar y ser educados paso a segundo
plano, también los tiempos de hoy no son los mismos que ayer y la responsabilidad, la voluntad, la
libre expresión y la conciencia escasean.
Como decía Demócrito: “es altamente admirable que un hombre, aun en medio de las desventuras,
no abandone la idea del deber.” Como también tienen el derecho de acceder a una educación que
estimule e influencie continuamente su vida a nivel espiritual y a nivel cultural.
Y en ellos se destacan el principio de la familia, los derechos civiles que aseguran la libertad del
trabajo y pensamiento, los derechos políticos, sin los cuales decae la democracia, el derecho
internacional que garantiza la igualdad de las naciones, el prestigio del espíritu y el respeto a sus
libres creaciones.
Para poder concretar estos objetivos el ser humano necesita de la educación y para eso están los
profesionales de la educación que son el medio y tienen la herramienta, para poder promover una
coalición íntima y recóndita con el ser en desarrollo.

Das könnte Ihnen auch gefallen