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“Ezequiel Zamora”
Vicerrectorado de Infraestructura y Procesos Industriales
Programa de Ciencias Sociales y Jurídicas
Proyecto de Pregrado Derecho
Integrantes:
Gómez M, Yoxireth J. C.I. N° 15.018.020
Mejías Manni C.I. N° 12.768.895
Tejeda Santos C.I. N° 8.668.077
Tovar, Josmar C.I. N° 17.329.401
Vera G, José Ángel C.I. N° 14.510.180
San Carlos, Agosto de 2019.
Según las definiciones de Diversos autores dentro del campo del Derecho
establecen que la prueba y su proceso, englobado en el Derecho Probatorio,
desempeñan un papel trascendente en las actuaciones jurídicas que pretenden buscar
sobre todas las cosas: la prevalencia de la verdad y por ende de la justicia.
Derecho Probatorio
Son en principio a las partes durante el juicio, a las que les corresponde
demostrar los hechos, con los medios de pruebas aportadas por ellas en el
proceso.
Igualmente, el Juez puede de manera oficiosa, en su actividad probatoria, si
así lo considera, ordenar la evacuación de algunas pruebas, en la búsqueda de
la verdad ha generado en el ámbito probatorio es la constitucionalizacion del
proceso en Venezuela, lo cual obliga hacer referencia a los siguientes artículos
de la Carta Magna: El Artículo 2 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, hace referencia a que el Estado Venezolano será
democrático, lo cual sólo se alcanza cuando convergen y participan en la vida
política los factores económicos, culturales, profesionales y los sociales para
mancomunar esfuerzos junto a los órganos del Estado; y por lo que respecta al
Estado social, se entiende cuando asume como función propia la de intervenir
activamente en el proceso económico-social. En este mismo sentido, el
mencionado artículo establece la preeminencia de los derechos humanos, la
ética y el pluralismo político.
La prueba
Son un conjunto de evidencias que emplean las partes para demostrar el hecho
discutido, las cuales le permiten al juez verificar la certeza o falsedad de las
proposiciones formuladas en el juicio y así aplicar la justicia.
Es consonancia con los anteriores, este en particular nos señala que la prueba
debe contribuir a la reconstrucción de los hechos y de la situación jurídica infringida
en forma veraz, tal como efectivamente ocurrieron las cosas; y las partes y el
juzgador deberán colaborar, subordinando el interés individual, para obtener una
sentencia ajustada al ordenamiento jurídico. El principio antes mencionado aplica
tanto para las partes como para los testigos, peritos, funcionarios encargados de la
custodia de documentos y la expedición de copias, traductores e intérpretes y
cualquier auxiliar de justicia que conforman el órgano judicial.
Es indispensable otorgar libertad de la prueba para que ésta cumpla su fin de lograr la
convicción del juez constitucional sobre la existencia o inexistencia de los hechos que
interesan al proceso. Sin embargo, se admite como limitación la de aquellas que la ley
no permite investigar o que resultan inútiles por existir presunción legal que las hace
innecesarias.
Nos revela que las partes involucradas en la causa deben gozar de iguales
oportunidades, para presentar o pedir la práctica de pruebas y para contradecir las
aducidas por la parte contraria.
Nos habla de la cualidad que como litigantes se tiene para aportar la prueba al
proceso, en estrecha relación con la carga que la ley impone a cada una de las partes
en la demostración de sus afirmaciones de hecho; así como respecto del juez como
sujeto procesal investido de facultades probatorias.
Se refiere a los artículos 392, 396, 397 y 400 del Código de Procedimiento
Civil, en concordancia con lo establecido en el artículo 202 eiusdem. Los lapsos
deben cumplirse en su oportunidad, la cual está señalada en la Ley. La promoción,
oposición o contradicción, evacuación y valoración de la prueba han de realizarse en
los momentos procesales que la ley indica, porque, de lo contrario, las mismas no
podrían valorarse por extemporáneas, inadmisibles o improcedentes, según el caso, y
se tendrían que desechar del proceso, lo cual habrá de quedar establecido en la
sentencia dictada por el órgano jurisdiccional.
Principio de la inmediación y de la dirección del juez en la producción de la
prueba
Es de señalar que este principio permite a las partes valerse de cualquier otro
medio de prueba a los dispuestos en el Código de Procedimiento Civil, Código Civil
y otras leyes de la República, siempre y cuando el mismo no se encuentre prohibido
expresamente por la ley y resulte conducente a la demostración de sus pretensiones,
conforme lo establece el Artículo 395 del Código de Procedimiento Civil. Sin
embargo, también tenemos los medios de prueba libres, los cuales no están previstos
en la Ley y en consecuencia no tienen regulado la forma de promoción ni de
evacuación de los mismos.
Resulta indispensable, otorgar libertad para que las partes y el juez puedan
obtener todas las que sean pertinentes, idóneas y lícitas, a los fines de demostrar sus
afirmaciones de los hechos.
La prueba para que pueda ser valorada por el juez, debe estar libre de todo
vicio, como el caso de la prueba ilícita; debe ser pura y casta, limpia, licita, legal,
relevante, pertinente, conducente, a los fines de que pueda ser apreciada y valorada
por el juzgador, para dictar el fallo.
Es todo lo que se puede probar en general, aquello sobre que puede recaer la
prueba; es una noción puramente objetiva y abstracta, no limitada a los problemas
concretos de cada proceso, ni a los intereses o pretensiones de las diversas partes, de
idéntica aplicación en actividades procesales y extraprocesales, sean o no jurídicas, es
decir, que, como la noción misma de la prueba, se extiende a todos los campos de la
actividad científica e intelectual.
Cabe señalar, que en el proceso civil existen hechos que no requieren prueba:
los admitidos por las partes o no controvertidos (Art. 389, ordinales 2 y 3 CPC); los
presumidos por la ley (Art. 1.397 CC); los notorios (Art. 506 CPC), los no pertinentes
o irrelevantes (Arts. 397 y 398 CPC); los prohibidos por ley (Artículos. 337, 397 y
398 CPC). En decir, que sólo los hechos controvertidos son objeto de prueba. Esta
conclusión se apoya en la norma que establece que las pruebas deben ceñirse al
asunto sobre el que se litiga, y las que no le pertenezcan serán irremisiblemente
desechadas de oficio, al dictarse la sentencia.
Consideraciones Finales