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Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales

“Ezequiel Zamora”
Vicerrectorado de Infraestructura y Procesos Industriales
Programa de Ciencias Sociales y Jurídicas
Proyecto de Pregrado Derecho

Facilitador: Abog. Wilfredo López


Sección Única
III Año de Derecho

Integrantes:
Gómez M, Yoxireth J. C.I. N° 15.018.020
Mejías Manni C.I. N° 12.768.895
Tejeda Santos C.I. N° 8.668.077
Tovar, Josmar C.I. N° 17.329.401
Vera G, José Ángel C.I. N° 14.510.180
San Carlos, Agosto de 2019.
Según las definiciones de Diversos autores dentro del campo del Derecho
establecen que la prueba y su proceso, englobado en el Derecho Probatorio,
desempeñan un papel trascendente en las actuaciones jurídicas que pretenden buscar
sobre todas las cosas: la prevalencia de la verdad y por ende de la justicia.

Parte de los problemas al respecto, devienen de la circunstancia de que la


verdad, no depende de la verdad del hecho, sino de su evidencia. Probar significa
demostración de un asunto, y este es uno de los aspectos que los futuros especialistas
en Derecho Procesal Civil deben hacer énfasis especial en su actividad laboral o
profesional: probar, demostrar la verdad o falsedad de una acusación, y
adicionalmente conocer a profundidad los procedimiento que el mismo código penal
establece, de manera que los procesos se hagan apegados a la norma, a los lapsos y en
las condiciones que la ley establece

Derecho Probatorio

Derecho Probatorio, estudia el conjunto de reglas positivas que regulan las


pruebas en el proceso, en cuanto a sus características, procedimiento, obtención,
promoción, oposición e impugnación, admisión, producción o evacuación, análisis y
valoración; el cual es considerado como una de las áreas más importantes del
Derecho, y es a través de su aplicación que los Jueces dictan sus decisiones, según lo
aportado por las partes en el proceso. De manera que es el Juez quien debe valorar
con convicción y certeza las pruebas judiciales aportadas en el desarrollo del proceso,
para determinar la verdad o la falsedad de los hechos alegados por las partes
litigantes, no pudiendo, por otra parte, negarse a emitir pronunciamiento en virtud de
la prohibición del non liquet, que significa “no está claro”; norma utilizada en el
Derecho Romano cuando el Juez expresaba que no encontraba solución al asunto que
se le planteaba, y que hoy en día constituye un vicio en la sentencia, denominado
absolución de la instancia, a tenor del artículo 244 del Código de Procedimiento
Civil, el cual provoca su nulidad.
Características del derecho probatorio.

 Son en principio a las partes durante el juicio, a las que les corresponde
demostrar los hechos, con los medios de pruebas aportadas por ellas en el
proceso.
 Igualmente, el Juez puede de manera oficiosa, en su actividad probatoria, si
así lo considera, ordenar la evacuación de algunas pruebas, en la búsqueda de
la verdad ha generado en el ámbito probatorio es la constitucionalizacion del
proceso en Venezuela, lo cual obliga hacer referencia a los siguientes artículos
de la Carta Magna: El Artículo 2 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, hace referencia a que el Estado Venezolano será
democrático, lo cual sólo se alcanza cuando convergen y participan en la vida
política los factores económicos, culturales, profesionales y los sociales para
mancomunar esfuerzos junto a los órganos del Estado; y por lo que respecta al
Estado social, se entiende cuando asume como función propia la de intervenir
activamente en el proceso económico-social. En este mismo sentido, el
mencionado artículo establece la preeminencia de los derechos humanos, la
ética y el pluralismo político.

La prueba

En cuanto a lo que es prueba podemos analizar las acepciones establecidas por


Couture y de allí construimos la siguiente definición.

Son un conjunto de evidencias que emplean las partes para demostrar el hecho
discutido, las cuales le permiten al juez verificar la certeza o falsedad de las
proposiciones formuladas en el juicio y así aplicar la justicia.

Siguiendo la enunciación efectuada por el maestro Devis Echandía en su obra


titulada Teoría General de la Prueba Judicial, con apoyo de otros catedráticos del
derecho procesal civil y de la jurisprudencia nacional, nos encontramos con los
siguientes principios:

Principio de la necesidad de la prueba y de la prohibición de aplicar el


conocimiento privado del juez sobre los hechos

Se refiere este principio, al deber del juez de fundamentar sus decisiones


conforme a lo alegado y probado por las partes, ya que él no puede aplicar sus
conocimientos personales que tenga sobre los hechos, porque omitiría la publicidad y
la contradicción necesaria para que todo medio probatorio sea válido, así como el
derecho a la defensa de los ciudadanos a los fines de tener un juicio imparcial.

Principio de la eficacia jurídica y legal de la prueba

Este principio, afirma que la prueba debe tener eficacia jurídica


(correspondencia entre norma y realidad), para que el juez constitucional pueda tener
conocimiento real de los hechos en que se funda la pretensión del actor,
manifestándose en consecuencia no sólo la funcionalidad del Derecho, sino también
su legitimidad.

Principio de la unidad de la prueba

Está fundamentado, en que el conjunto probatorio forma una unidad, por lo


que debe ser analizada por el juez constitucional para confrontar las diversas pruebas,
establecer sus concordancias o discordancias y concluir sobre el convencimiento que
de ellas se forme conforme lo establece el artículo 12 del Código de Procedimiento
Civil, construyendo de esa manera la premisa menor del silogismo judicial.

Principio de la comunidad de la prueba

Hace referencia, a que la prueba una vez promovida e incorporada legalmente


a los autos, pertenece al proceso y no a las partes y por tal razón puede beneficiar a la
otra parte que no las aportó al proceso, pudiendo en algunos casos perjudicarlo al
momento de dictarse la sentencia.
Principio del interés público y de la función de la prueba

La administración de justicia es una función pública y la función de la prueba


es buscar la verdad y la justicia mediante la certeza del juez de la existencia o
inexistencia de los hechos litigados, a pesar de tal realidad son las partes (demandante
y demandado) los que ponen en movimiento los procesos constitucionales, ya que
estos persiguen como fin principal su beneficio propio.

Principio de la lealtad y probidad o veracidad de la prueba

Es consonancia con los anteriores, este en particular nos señala que la prueba
debe contribuir a la reconstrucción de los hechos y de la situación jurídica infringida
en forma veraz, tal como efectivamente ocurrieron las cosas; y las partes y el
juzgador deberán colaborar, subordinando el interés individual, para obtener una
sentencia ajustada al ordenamiento jurídico. El principio antes mencionado aplica
tanto para las partes como para los testigos, peritos, funcionarios encargados de la
custodia de documentos y la expedición de copias, traductores e intérpretes y
cualquier auxiliar de justicia que conforman el órgano judicial.

Principio de la contradicción y control de la prueba

Su basamento principalmente se encuentra establecido en la norma


constitucional del artículo 49.1, mediante el cual las partes en el proceso tienen el
derecho de acceder a las pruebas promovidas y evacuadas, con las cuales las partes
tienen la obligación de demostrar sus afirmaciones de hechos, como parte del derecho
de defensa que tienen las partes en cualquier proceso. En este sentido, vale mencionar
que la parte contra quien se ofrece una prueba debe gozar de la oportunidad procesal
para conocerla y discutirla, incluido su derecho de ofrecer y evacuar la respectiva
contraprueba.
Principio de libertad de prueba

Es indispensable otorgar libertad de la prueba para que ésta cumpla su fin de lograr la
convicción del juez constitucional sobre la existencia o inexistencia de los hechos que
interesan al proceso. Sin embargo, se admite como limitación la de aquellas que la ley
no permite investigar o que resultan inútiles por existir presunción legal que las hace
innecesarias.

Principio de pertinencia, idoneidad y utilidad de la prueba

Implica una limitación de la libertad, pero su presencia es necesaria ya que el tiempo


y el trabajo de los tribunales constitucionales y de las partes no debe perderse por la
evacuación de prueba que por sí misma o por su contenido, no sirve para la
averiguación de los hechos base del proceso. De esta manera se contribuye a la
concentración y a la eficacia procesal de la prueba.

Principio de la carga de la prueba

Postula que quien afirma un hecho en el proceso debe probarlo. No basta, en


consecuencia, con que el funcionario recurrido rinda declaración bajo fe del
juramento para tener por acreditada la verdad de su dicho. Se trata, en este caso,
simplemente de una presunción iuris tantum que puede ser dejada sin efecto por
prueba en contrario del recurrente o por la aplicación de las reglas de la sana crítica
por parte del juez constitucional.

Principio de la igualdad de oportunidades para la prueba

Nos revela que las partes involucradas en la causa deben gozar de iguales
oportunidades, para presentar o pedir la práctica de pruebas y para contradecir las
aducidas por la parte contraria.

Principio de la publicidad de la prueba

En el proceso no pueden existir pruebas ocultas, porque estas deben ser


conocidas por las partes, a los fines de ejercer el derecho a la contradicción y el
control de las pruebas, en la oportunidad procesal fijada para ello según la norma
jurídica que las regule. Igualmente, deben ser públicos y del conocimiento de las
partes, los lugares donde se va a realizar o evacuar alguna prueba, el resultado y el
valor que el juzgador le dará a la prueba.

Principio de la formalidad y legitimidad de la prueba

Establece que, la prueba esté revestida de requisitos extrínsecos e intrínsecos.


Los primeros se refieren a las circunstancias de tiempo, modo y lugar; los segundos
contemplan principalmente la ausencia de vicios, como dolo, error, violencia y de
inmoralidad en el medio mismo, por lo que para que se realice esta actividad
probatoria, se deben obligatoriamente cumplir con las formalidades de Ley para su
procedencia.

Principio de la legitimación para la prueba

Nos habla de la cualidad que como litigantes se tiene para aportar la prueba al
proceso, en estrecha relación con la carga que la ley impone a cada una de las partes
en la demostración de sus afirmaciones de hecho; así como respecto del juez como
sujeto procesal investido de facultades probatorias.

Principio de la preclusión de la prueba

Se refiere a los artículos 392, 396, 397 y 400 del Código de Procedimiento
Civil, en concordancia con lo establecido en el artículo 202 eiusdem. Los lapsos
deben cumplirse en su oportunidad, la cual está señalada en la Ley. La promoción,
oposición o contradicción, evacuación y valoración de la prueba han de realizarse en
los momentos procesales que la ley indica, porque, de lo contrario, las mismas no
podrían valorarse por extemporáneas, inadmisibles o improcedentes, según el caso, y
se tendrían que desechar del proceso, lo cual habrá de quedar establecido en la
sentencia dictada por el órgano jurisdiccional.
Principio de la inmediación y de la dirección del juez en la producción de la
prueba

Significa “que el juez no debe permanecer inactivo, no hacer el papel de


simple órgano receptor de la prueba, sino que debe estar provisto de facultades para
intervenir activamente en su práctica”. Es decir debe actuar como director del debate
probatorio. Es el complemento indispensable de la inmediación que no es más que la
actuación de él con las partes desde el principio de la tramitación de las pruebas hasta
el fin.

Principio de la imparcialidad del juez en la dirección y apreciación de la prueba

Encuentra su justificación legal en el artículo 12 del Código de Procedimiento


Civil, al establecerse la rectoría del juez en el proceso, quien debe tener por norte la
verdad de sus actos conforme a las normas de derecho y a los elementos de
convicción que cursen en autos, fundando sus decisiones en los conocimientos de
hecho que se encuentren comprendidos en la experiencia común o máximas de
experiencia. El Juez debe estar siempre orientado por el criterio de averiguar la
verdad, tanto cuando decreta pruebas de oficio o a solicitud de parte, como cuando
valora los medios allegados al proceso.

Principio de la originalidad de la prueba

Las pruebas deben venir de fuentes directamente relacionadas al hecho por


probar. Ejemplo: si existe el documento original del contrato, no se puede pretender
demostrar el contenido de una documental con testigos, todo ello con el fin de que no
se corra el riesgo de que los hechos sean tergiversados, y lleguen o sean recibidos por
el juez en forma errónea o tergiversada.

Principio de concentración de la prueba

Justifica este principio que se procure la práctica de la prueba en primera


instancia, restringiéndola en segunda o cuando no ha sido posible en aquélla o se trate
de hechos ocurridos con posteridad o fue denegada por el juez injustificadamente.
Igualmente que se practique en una audiencia o en varias continuas procurando que la
prueba sea evacuada en un momento único.

Principio de libertad probatoria

Es de señalar que este principio permite a las partes valerse de cualquier otro
medio de prueba a los dispuestos en el Código de Procedimiento Civil, Código Civil
y otras leyes de la República, siempre y cuando el mismo no se encuentre prohibido
expresamente por la ley y resulte conducente a la demostración de sus pretensiones,
conforme lo establece el Artículo 395 del Código de Procedimiento Civil. Sin
embargo, también tenemos los medios de prueba libres, los cuales no están previstos
en la Ley y en consecuencia no tienen regulado la forma de promoción ni de
evacuación de los mismos.

Resulta indispensable, otorgar libertad para que las partes y el juez puedan
obtener todas las que sean pertinentes, idóneas y lícitas, a los fines de demostrar sus
afirmaciones de los hechos.

Principio de pertinencia, idoneidad o conducencia y utilidad de la prueba

Representa una limitación al principio de la libertad de la prueba puesto que,


la prueba judicial tiene por objeto la demostración de los hechos controvertidos y no
de aquellos que no requieren ser probados, debe ser pertinente, en el sentido de que
debe haber una relación lógica entre el hecho que se quiere probar y la cuestión
discutida.

Principio de la naturalidad o espontaneidad y licitud de la prueba y del respeto a


la persona humana

Este principio se opone a todo procedimiento ilícito (documentos falsificados


o alterados amenazas al testigo, al perito entre otros) para la obtención de la prueba y
lleva a la conclusión de que toda prueba que lo viole debe ser considerada ilícita y
por tanto sin valor jurídico (numeral 1 del artículo 49 de la Constitución).

Principio de la obtención coactiva de los medios materiales de prueba

Es consecuencia de los principios ya vistos sobre la comunidad de la prueba,


la lealtad y probidad de las partes y el interés público que en ella existe; permite al
juez el allanamiento de inmuebles, el acceso a los archivos públicos y privados, e
imponer ciertas coacciones a las partes y testigos para que comparezcan a absolver
interrogatorios o a reconocer firmas, y para que suministren los objetos, escritos o
libros de contabilidad, cuya exhibición se ha decretado.

Principio de la inmaculación de la prueba

La prueba para que pueda ser valorada por el juez, debe estar libre de todo
vicio, como el caso de la prueba ilícita; debe ser pura y casta, limpia, licita, legal,
relevante, pertinente, conducente, a los fines de que pueda ser apreciada y valorada
por el juzgador, para dictar el fallo.

Principio de la carga de la prueba y de la autorresponsabilidad de las partes por


su inactividad

La igualdad de oportunidades en materia de pruebas no se opone a que resulte


a cargo de una de las partes la necesidad de suministrar la prueba de ciertos hechos,
sea porque los invoca a su favor o porque de ellos se deduce lo que pide, o porque el
opuesto goza de presunción o de notoriedad o es una negación indefinida. Son las
partes quienes tienen la responsabilidad de traer al proceso las pruebas tendientes a la
demostración de sus afirmaciones de hecho.

Principio de la oralidad en la práctica de la prueba

Sin la menor duda, el sistema oral favorece la inmediación, la contradicción y


la mayor eficacia de la prueba, por lo cual debe aplicarse para la recepción, en
audiencia de las pruebas personales, como en los testimonios, interrogatorios de
partes y peritaciones.

Sujetos de la prueba judicial


Por sujetos entendemos las personas que desempeñan algunas de las
actividades procesales probatorias, de proposición, admisión, práctica, contradicción
o discusión y valoración o apreciación de la prueba; esto es, el juez y las partes
principales y secundarias del proceso.

Órganos de la prueba judicial


Son las personas que se limitan a colaborar con el juez en la actividad
probatoria, como testigos instrumentales de las inspecciones que exigen algunos
Códigos de Procedimiento, o a suministrarle el conocimiento del objeto de la prueba,
como los peritos, intérpretes, testigos comunes, las partes que confiesan en
interrogatorios y que no son las autoras de documentos allegados al proceso; por lo
tanto, los órganos de prueba son generalmente los terceros no intervinientes y las
partes sólo cuando son autores del medio de prueba, confesión o documento; nunca el
Juez.

Objeto de la prueba judicial

Es todo lo que se puede probar en general, aquello sobre que puede recaer la
prueba; es una noción puramente objetiva y abstracta, no limitada a los problemas
concretos de cada proceso, ni a los intereses o pretensiones de las diversas partes, de
idéntica aplicación en actividades procesales y extraprocesales, sean o no jurídicas, es
decir, que, como la noción misma de la prueba, se extiende a todos los campos de la
actividad científica e intelectual.

Cabe señalar, que en el proceso civil existen hechos que no requieren prueba:
los admitidos por las partes o no controvertidos (Art. 389, ordinales 2 y 3 CPC); los
presumidos por la ley (Art. 1.397 CC); los notorios (Art. 506 CPC), los no pertinentes
o irrelevantes (Arts. 397 y 398 CPC); los prohibidos por ley (Artículos. 337, 397 y
398 CPC). En decir, que sólo los hechos controvertidos son objeto de prueba. Esta
conclusión se apoya en la norma que establece que las pruebas deben ceñirse al
asunto sobre el que se litiga, y las que no le pertenezcan serán irremisiblemente
desechadas de oficio, al dictarse la sentencia.

Consideraciones Finales

La prueba en general es otra de las instituciones mediante la cual el derecho


procesal garantiza a las partes el derecho a la defensa, dado que la finalidad de las
pruebas es convencer al juez de que fije en la sentencia unos hechos como sucedidos
o no para que pueda impartir justicia. Esto además se sintetiza en que nadie puede ser
condenado en base a las solas afirmaciones de su contraparte si éstas no se
demuestran.

Es importante destacar que, el juez es un sujeto ajeno a los hechos


extraprocesales que originan la controversia que se somete al conocimiento judicial,
circunstancia ésta que trae como consecuencia que, dentro de la secuela de la litis, las
partes tengan que reconstruir y demostrar los hechos que sirven de sustento del
derecho pretendido, teniendo al efecto que utilizar los medios de pruebas que sean
permitidos en la ley, para elevar al conocimiento del decisor, los elementos que
influirán en su fuero interior, que lo guiarán a inclinar la balanza a favor de uno de los
contendores y, es precisamente a través de las pruebas, que el juez podrá establecer la
veracidad de los hechos traídos al proceso para emitir su fallo dirimidor, siendo ésta
la importancia que reviste la prueba dentro del proceso.
Referencias Consultadas

Código Civil. Gaceta Oficial Nº 2.990. Julio 26, 1982.

Código de Procedimiento Civil. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 3.970.


Extraordinaria. Marzo 13, 1987.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial Nº 36.860.


Diciembre 30, 1999.

COUTURE, Eduardo: Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Buenos Aires.


Editorial De palma, 2007.

DEVIS ECHANDÍA, Hernando: Teoría General de la Prueba Judicial. Tomos I y II,


4ta. Edición. Caracas. Biblioteca Jurídica Diké, 1993.

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