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ROBERTO BANCHS

GUÍA
BIOGRÁFICA
de la
UFOLOGÍA
ARGENTINA
Los primeros veinticinco años (1947-1972)

Cefai
Ediciones
GUÍA
BIOGRÁFICA
de la
UFOLOGÍA
ARGENTINA
ROBERTO BANCHS

GUÍA
BIOGRÁFICA
de la
UFOLOGÍA
ARGENTINA

Los primeros veinticinco años (1947-1972)

Cefai
Ediciones
© 2000 by Roberto Banchs

© 2014 by Roberto Banchs

Cefai Ediciones

colegiales1908@gmail.com

Diagramación: Sergio Lodise.

ISBN Nº 987-98338-0-5

Queda hecho el depósito


que marca la ley 11.723
Introducción

La obra que se presenta a continuación documenta la trayectoria de


investigadores y divulgadores del intrincado asunto de los platos vola-
dores, u ovnis, que favorecieron –con dedicación y convicciones– a su
desenvolvimiento en Argentina. Abarca un período de la historia en que
los hechos que le precedieron cambiaron el pensamiento filosófico, po-
lítico y científico de la humanidad. Comienza en 1947, cuando aquellas
extrañas apariciones despiertan el asombro por su carácter novedoso,
mientras el rumor y las controversias se extienden por todo el mundo.
La finalidad eminentemente informativa de la Guía Biográfica per-
mite ser una fuente de consulta, destinada a los historiadores, sociólo-
gos, periodistas y estudiosos en general. La elaboración de este sucin-
to, aunque condensado registro, no pretende ser completo, pero es el
primer intento en su clase y representa un aporte importante sobre los
primeros veinticinco años de la ufología *. Si bien el aspecto biográfico
ha encontrado lugar en varias obras, lo ha sido en forma complementaria

* Ufología: Estudio sistematizado de las manifestaciones aéreas inusuales conocidas


habitualmente como ovnis. En sentido amplio, creencias y actividades relacionadas
con los ovnis. El término fue introducido por el escritor Morris K. Jessup en diciembre
de 1955, para referirse a “la ciencia y estudio de los U.F.O.”. Sigla que proviene de
“unidentified flying object”, acuñada por el capitán de aeronáutica Edward J. Ruppelt,
primer director entre 1952-54 del proyecto Blue Book, y traducida por primera vez al
castellano como O.V.N.I. en 1955 por el capitán del ejército argentino Jorge Milberg.
En la actualidad, la sigla se emplea en forma sustantivada, dada su generalización, y se
mantiene en todo el mundo -sin prurito etimológico- el uso del neologismo ufología.

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y fragmentaria, disponiéndose de muy pocos antecedentes valiosos:
“Tras las huellas de los platillos volantes”, de Carlos Murciano para
el diario madrileño ABC (1969), “The Ufo Guidebook”, de Norman
J. Briazack y Simon Mennick (1978), “Primer Diccionario Argentino
de Ovnilogía”, de Ruth Bär de Gerstel (1988), “Who’s Who in Ufolo-
gy”, de Robert D. Boyd (1988), “Enciclopedia Ovni”, de Sara Cavallé
(1995), y “Diccionario Temático de Ufología”, de Matías Morey Ri-
poll (1997).
En estas páginas encontrará el lector a quienes participaron por en-
tonces en la investigación, el debate y la divulgación, ayudando de algún
modo a delinear el cuadro de situación actual. Necesario emprendimien-
to, pues incluye a las personas que han descubierto y señalado pautas,
trazado los caminos a recorrer (con frecuencia divergentes), y difundido
los hallazgos y conjeturas que perfilaron la imagen del misterio.
Un mejor conocimiento de los hechos y logros, servirá para com-
prender, juzgar y valorar adecuadamente el fenómeno y a las personas
que se han ocupado de profundizar en él. Las nuevas generaciones de
ufólogos encontrarán en sus predecesores las ideas preponderantes y
las actividades desarrolladas en una época signada por el avizoro de
nuevos descubrimientos.
En la confección de esta ardua y compleja tarea compilatoria se in-
virtieron dos años en la consulta personal y epistolar, así como en la
investigación periodística y bibliográfica. Para obtener algunos datos
fundamentales se recurrió a los propios biografiados, o a sus familiares,
aunque la mayoría de las fuentes están dispersas en una abrumadora
masa de libros y publicaciones.
La manera de apreciar y ponderar la inclusión no es simple, aún
cuando el criterio adoptado ha sido el de la consideración pública o
su notoriedad. Ocurre que la descripción y la explicación que se ad-
quieren corrientemente sobre determinado asunto, provienen de la co-
municación. Es probable que muchos estudiosos permanecieran en el
anonimato, o que no hayan trascendido sus esfuerzos, lo que equivale a
decir que sus ideas, aun siendo valiosas, no han contribuido –en forma
pública y notoria– en las transformaciones que fueron produciéndose en

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la manera de pensar el tema. El verdadero mérito en ocasiones se halla
oculto, ya que se ha estado más concentrado en la tarea de incrementar
y fortalecer el entendimiento, que en difundirlo. De cualquier modo, la
inclusión en la Guía no otorga mayor prestigio o mérito, sino un reco-
nocimiento a la labor realizada. Será también un homenaje a quienes
merecen ser considerados por sus esfuerzos o aportes significativos.
El temario biográfico comprende antecedentes personales y educa-
cionales, actuación en la materia durante el período examinado y la
opinión acerca del fenómeno de los ovnis, suprimiendo aquellos datos
que no sean pertinentes. Se ha evitado también exponer juicios de va-
lor referidos a las actividades y puntos de vista sobre la materia, salvo
excepciones debidamente justificadas. Se trata, pues, de un conjunto de
datos biográficos no comentados, fundamentalmente objetivo, predo-
minando el criterio de imparcialidad.
El lector podrá sorprenderse al hallar, entre los biografiados, algunas
personalidades que –lejos de ser consideradas “ufólogos” –, tienen al-
guna afinidad y asistido desde sus respectivas especialidades en la for-
mación de opiniones, tal el caso de artistas, científicos, militares y pe-
riodistas. Han sido incluidos también los extranjeros incorporados defi-
nitivamente a la actividad argentina, con años de residencia en el país.
En cambio, no están contenidos quienes han sobresalido únicamente
por su calidad de testigos o protagonistas de narraciones extraordina-
rias, pues excedería la tarea propuesta. Asimismo, se consignan sólo los
libros u obras mayores de los autores, ya que el detalle completo de in-
formes, monografías, conferencias, folletos, etc., resultaría demasiado
extenso y no agregaría datos esenciales.
Ordenado alfabéticamemente, prosigue un inventario de los grupos más
salientes o conocidos durante los años comprendidos en el presente histo-
rial, en razón de sus actividades públicas e investigativas. Se complementa
con otro listado, no exhaustivo, de agrupaciones que habrían tenido menor
relevancia. Al margen de aquellas cuya actividad pudiere haber sido muy
productiva, aunque ignota, la mayoría tuvo una existencia efímera.
El capítulo siguiente se ciñe a la labor divulgativa. En primer lugar,
contiene un registro del material bibliográfico argentino sobre ovnis

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publicado hasta 1972, comprendiendo libros, folletos y series de notas
periodísticas por autores argentinos, o por extranjeros cuyas obras han
sido impresas originalmente en el país.
Es pertinente señalar que, a partir de entonces, empieza una continua
y amplia difusión, trayendo consigo la proliferación de investigadores de
ovnis, y una tendencia mercantilista que contribuyó a trivializar el asunto.
Las motivaciones suelen hallarse en las experiencias personales
y la lectura, estando la tarea frecuentemente encaminada en el noble
propósito de la búsqueda de pruebas que avalen determinada creencia,
siguiendo dos corrientes o líneas de interés definidas: la científico-tec-
nológica y la metapsíquica o espiritualista.
Las posiciones frente al problema suelen caracterizarse por la creen-
cia o lisa aceptación de la existencia de los “platos voladores” proce-
dentes de otros mundos, extraterrenales o etéreos, o bien, por la incre-
dulidad o duda acerca de esas afirmaciones, configuradas en el escepti-
cismo y la refutación.
Sin juzgar los méritos alcanzados, merecen citarse a los precursores
en la investigación de los “platos voladores”, destacados por su labor y
profusa actividad pública desde el primer lustro de la década del cincuen-
ta. En la corriente que propende hacia las ciencias como recurso para
resolver las múltiples incógnitas que el fenómeno presenta, se destacan
Ariel C. Rietti y Cristián Vogt. En la segunda, empleando procedimien-
tos intuitivos o revelaciones de carácter metapsíquicos, mediúmnicos, los
hermanos Jorge y Luis N. Duclout, Agapito Millán y Manuel Valverde.
El autor tiene la satisfacción de haber participado activamente en
este período de inigualable esplendor, nutriéndose del entusiasmo y
estímulo intelectual de quienes compartieron el asombro, vencieron
prejuicios y aceptaron el desafío de incursionar en el asunto. Antes de
entrar de lleno en la obra, desea expresar su gratitud a quienes colaborar
en la preparación de este compendio: a los amigos, estudiosos, y espe-
cialmente, a los biografiados y familiares de los mismos.

Roberto Banchs
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Guía biográfica

ALBAMONTE, Luis María (n. Buenos Aires,


10/3/1911 - m. 6/2/1982). Conocido en el medio ar-
gentino como Américo Barrios. Periodista y escri-
tor en los géneros de novela y cuento. Ha publicado
quince libros y es uno de los primeros cultivadores
argentinos de la literatura fantástica. Obras: “Diez
enigmas con una rosa”, “Los invasores”, “El viaje-
ro hechizado”, etc. Desde una audición que tenía en
Radio El Mundo, sostuvo en 1948 su creencia en los platos voladores
como una realidad extraterrena. Ese mismo año adquiere los derechos
de publicación de las investigaciones de Donald Keyhoe y las difunde
en El Laborista, donde es director. Su medio de expresión es también el
diario Democracia, y la radiofonía. En 1955 inicia un largo exilio, tras
el cual funda en 1964, y es director hasta 1979 de la edición matutina de
Crónica, de Buenos Aires, donde escribe –entre 1968 y 1969– una larga
serie de notas sobre platos voladores. Su opinión: “El escepticismo pue-
de justificarse, porque nunca un terráqueo pudo apresar un plato vola-
dor para exhibirlo, ni ha capturado a un venusino o a un marciano. Y la
duda puede campear sobre toda la verdad” (11/1964). “Pienso que esos
seres que merodean nuestro planeta, provenientes de una civilización
muchísimo más avanzada que la nuestra, son de una infinita bondad,
dueños de adelantos portentosos, y nos miran apenados por nuestras
tremendas imperfecciones” (06/1968).

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ALDUNATI, Guillermo Edgardo (n. Rosario, SF,
15/5/1947). Trabaja en la actividad comercial, en tu-
rismo. Cofundador en 1966 de la AOA Internacional,
en Rosario. Desde 1967, con su grupo, edita varios
boletines y conduce dos programas radiales. Repre-
sentante en 1968 de la Saucer and Unexplained Ce-
lestial Events Research Society, de Clarksburg, W.Va.
En 1970 publica la revista Espacio. En 1971 empren-
de un itinerario de conferencias, haciéndolo por varias ciudades de los
Estados Unidos, seguidas por otras en sus regulares viajes por Norte y
Centroamérica. Desde 1986 dirige la denominada “Operación el dere-
cho a saber” (Operation right to know), capítulo argentino. Su opinión:
“Los ovnis proceden del espacio exterior; hay cinco posibles áreas de
origen que estarían en otro sistema solar” (08/1971).

ALEANDRI, Juan Alviero (n. Cecelano, Italia,


9/8/1908 - m. 12/11/1989). Reside en Buenos Aires
desde 1915, adoptando la doble nacionalidad. Médico
obstetra, UBA. Higienista y psiquiatra. Profesor uni-
versitario. Presidente de la Asociación Argentina de
Psicosíntesis y director del Instituto de Biopsicosín-
tesis de la Universidad J. F. Kennedy, nuclea en 1968
a numerosos investigadores de los ovnis y escribe el
prólogo del libro de Axel Aberg Cobo “Kosmokratores-Protectores del
Espacio”. Estudioso de las fuerzas del espíritu y del pensamiento, en
torno a la psicosíntesis o biopsicosíntesis se propone esclarecer los he-
chos fenoménicos y ectoplasmáticos o ideoplásticos. Principal impul-
sor y co-organizador en agosto de 1968 del Primer Seminario de Estu-
dio Integral del Fenómeno OVNI, celebrado en la Facultad de Medici-
na de la Universidad de Buenos Aires. Su opinión: “El fenómeno ovni
nos incita a la acción, ya que la presencia de seres pensantes dentro de
nuestro ámbito, dotados de extraordinarios medios científicos y tecno-
lógicos, nos muestra las enormes posibilidades que la humanidad tiene

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en su futuro, siempre y cuando nuestra acción nos conduzca racional
y justicieramente hacia el mejoramiento integral del ser y la sociedad
humanos” (12/1968).

ÁLVAREZ LÓPEZ, José (n. Córdoba, 12/8/1914 -


m. 3/4/2007). Licenciado en Química, UNLP, con es-
tudios de doctorado. Ejerce la docencia universitaria
desde 1956 como profesor de Física, y realiza investi-
gaciones en esa área, incursionando en el campo de la
física relativista y electrónica. Autor de numerosos ar-
tículos técnicos. Coordinador en 1968 del Instituto de
Estudios Avanzados, de Córdoba. Egiptólogo, apasio-
nado por la arqueología y secretos tibetanos; escribe tratados de matemá-
ticas y de cabalística, la Atlántida y temas relacionados, asegurando haber
logrado descifrar el legendario secreto de la pirámide de Kheops. Publi-
ca hasta 1970 ocho libros, entre ellos: “Realidad de Atlántida” (1960),
“El enigma de las pirámides” (1965) y “Dioses y robots” (1970). Autor
conjunto de “La vida extraterrestre” (1968), expone una tentativa de so-
lución a la tecnología del plato volador, o propulsión utilizada. Propone
un sistema que posibilitaría realizar vuelos espaciales con el aporte de la
denominada “fuerza de Lorentz” y de la mecánica relativista. Su opinión:
“Es menester que el mundo encare con responsabilidad y resolución la
necesidad de duplicar en la Tierra los dispositivos usados por los cosmo-
nautas de otros planetas y galaxias” (1968).

ÁLVAREZ SOSA, Arturo Felipe (n. S.M. de


Tucumán, 12/8/1935). Estudia en la Escuela de
Artes y Oficios de los Talleres Ferroviarios de
Tafí Viejo, desempeñándose como operario hasta
1957, año en que comienza a ejercer el perio-
dismo. Tiene una larga trayectoria en el diario
La Gaceta de Tucumán. Familiariza en 1963 y,
especialmente, en 1964 el vocablo “ufo” a tra-

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vés de una serie de notas. Escribe además numerosos artículos
y realiza indagaciones y reportajes tendientes al esclarecimiento
del tema. Continúa publicando en 1985 otra serie de notas para el
diario La Tarde, de Tucumán, y ofrece en esos años varias confe-
rencias sobre la materia. Su opinión: “Los ufos nos han llevado a
los aspectos más apasionantes de la física moderna. La fantasía
viene después que la ciencia y la técnica han consumado su obra”
(02/1964).

ALLES ZERPA, Fabio Pedro (n. Rosario, Uru-


guay, 4/12/1928). Conocido en el ambiente artís-
tico como Fabio Zerpa. Reside en Buenos Aires
desde 1952. En su país natal abandona los estu-
dios de abogacía por la actuación, formándose en
los teatros independientes de Montevideo. Actor
teatral, protagoniza centenares de fotonovelas, los
radioteatros de El Mundo, telenovelas y numero-
sos filmes. La curiosidad por los ovnis despierta en 1959, a raíz
de una observación aérea sobre Morón-Tigre. En 1964 comienza a
transitar de la vida actoral a su pasión por la “ovnilogía”. En 1966
se lanza a través de un ciclo de charlas por Radio Libertad, que
continúa en distintas emisoras, debutando en el Teatro Comedia
en 1968, al combinar sus charlas con diapositivas, mientras teatra-
liza –en una función unipersonal– algunos encuentros conocidos.
En 1972 se produce “el gran despertar de su vida” cuando empie-
za a llenar teatros. Afiliado al NICAP norteamericano. Funda en
1973 la organización ONIFE, editando –durante 18 años– la revista
Más Allá de la Cuarta Dimensión, además de varios libros. Desde
1976 se presenta como profesor de historia y sociólogo. A través
de espectáculos audiovisuales, y audiciones radiales y televisivas,
anima el interés popular por los ovnis y temas conexos (hipnosis,
parapsicología, predicciones, etc.), convirtiéndose en un notorio
divulgador.

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ANGLADA FONT, Luis (n. Gerona, España,
3/1/1927 - m. Carapachay, BA, 18/4/1981). Su edu-
cación básica la recibe de los frailes amaristas, con-
tinuando estudios secundarios en Francia. Siendo
republicano, halla refugio en la Argentina en 1952,
estableciendo su residencia en el Gran Buenos Aires.
Su dedicación a los ovnis comienza en 1964/65, me-
diante la lectura y la documentación. Especialmente
interesado en las leyendas y folclore de pueblos y razas ya desapare-
cidas. Autor del libro “La realidad de los ovni a través de los siglos”
(1968), y de la obra inédita “Yo acuso a los extraterrestres”, donde
cuestiona contenidos doctrinarios y desarrolla sus ideas acerca del ori-
gen extraterrestre del hombre. Por entonces, es uno de los destinatarios
de los llamados informes ummitas, asunto en el que ha estado vivamen-
te interesado. En 1970 publica dos artículos en la revista 2001, perio-
dismo de anticipación. Su opinión: “Los discos voladores son máquinas
maravillosas que implican un portento de técnica e inteligencia tan ele-
vados, que escapan a la comprensión de los mejores cerebros terrestres
existentes en nuestra época” (12/1968).

AZCUY, Eduardo Antonio (n. Buenos Aires,


12/4/1926 - m. 14/1/1992). Escritor, poeta y ensayista.
Estudioso de la tradición esotérica. Desde 1958 hasta
1976 se desempeña en el área de publicaciones y pren-
sa del Ministerio de Relaciones Exteriores. En la déca-
da del sesenta colabora asiduamente con la Comisión
OVNI de la Secretaría de Marina. Tiene ocasión de ver
en el radar de un puesto de observación el movimiento
de fenómenos aéreos inusuales. Sus artículos sobre ovnis son publicados
en Histonium (1957), Planeta (1965), La Nación (1967), 2001, perio-
dismo de anticipación (desde 10/1968) y Mundo Desconocido (1977).
Suele emplear los pseudónimos E. Morón, M. Ray, D. Sellers y A. Pal-
mer. Autor de unos quince libros, destácase “El ocultismo y la creación

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poética” (1966), “Arquetipos y símbolos celestes” y “El legado extrahu-
mano” (ambos de 1976), ahondando en el estudio de los mitos arcaicos y
tradiciones religiosas. Su opinión: “No tengo absolutamente duda alguna
acerca de la existencia de los ovnis. No se trata de una cuestión de creen-
cias, de fe; esto es una cuestión de información” (07/1965).

BANCHS, Roberto Enrique (n. City Bell, BA,


15/7/1952). Arquitecto, UB. Licenciado en Psicolo-
gía, y doctor en Psicología social, UK. Empieza a in-
teresarse por los ovnis en 1965, acompañando el auge
de la astronáutica y el espacio. Crea en 1966 el grupo
CIDOANI. Durante 1968 emprende la investigación
de la casuística argentina. En 1970 comienza a dar
conferencias (Ateneo de Buenos Aires) y organiza un
simposio sobre ovnis en Buenos Aires. Por entonces, se interesa en la
mecánica de las observaciones. En 1971 participa en audiciones radia-
les (emisoras Mitre y Belgrano) y finaliza el primer catálogo o cuadro
general de avistamientos en Argentina, con un apéndice de la casuística
chilena y uruguaya. Cofundador en 1972 del CEFAI. Colabora a través
de artículos y notas en diversas publicaciones europeas (Phénomènes
Spatiaux, Flying Saucer Review, y otras). Focaliza su estudio en el psi-
quismo y la conducta humana, situando el asunto en los estamentos
académicos mediante la presentación en 1986 de la primera tesis docto-
ral. Su opinión: “Pretender convertir al fenómeno ovni en una cuestión
de credulidad o incredulidad, es inadmisible. Sólo un camino podemos
propiciar y es el de la investigación científica” (10/1970).

BARAGIOLA, Antonio Manuel (n. Mendoza, Mza., 11/8/1950). Li-


cenciado en Psicología, UNSL, especializado en higiene y seguridad
laboral. Profesor interino de psicotecnia en la Escuela de Educación
Técnica N° 5. Reticente a las exageraciones, se destaca por un trabajo
zonal en la investigación testimonial de varios casos ocurridos duran-
te 1968 en Mendoza, publicando sus encuestas en revistas especiali-

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zadas (Espacio, Exo, Stendek/CEI, Lumières dans
la Nuit), de las cuales es corresponsal. Presenta en
1977, ante la Universidad de San Luis, la primera te-
sis universitaria para acceder al grado de licenciatura,
titulada “Aspectos Psicológicos de la observación de
OVNIs”, referida a la percepción y el testimonio hu-
mano. Hacia 1980 se retira del tema, dedicándose al
estudio de la kabalah hebrea. Su opinión: “Creo en la
existencia de los ovnis y además sostengo que son tripulados. Pero de
allí a creer que haya habido contactos con otros seres y más aún, que
haya quienes dicen haber viajado en esos aparatos, no creo, ¡no creo!”
(09/1969). “Sin duda estamos frente a fenómenos que escapan a nuestra
egocéntrica razón (...), que nos impide investigar y la apertura hacia
una magnitud dentro de lo cósmico” (08/1972).

BARRIOS, Américo. Véase: Albamonte, Luis María.

BERTOLLO, Julio Cesar (n. Mercedes, BA, 18/8/1921 - m.


24/12/2010). Capitán de Aeronáutica, pasa a situación de retiro con el
grado de comodoro. Uno de los primeros impugnadores que, en 1955,
abre el debate en los círculos aeronáuticos, aunque su labor no tiene per-
manencia. Examina críticamente la cuestión ovni, incluyendo casos de
estrellamiento. Su opinión: “Las personas, desde tiempos más remotos,
dieron origen a los mitos. La era del tecnicismo actual ha dado también
origen a una nueva quimera: el plato volador, que todo el mundo ve, pero
que muy pocos pueden asegurar que existe (...). Los platos voladores son
una creación del hombre, una muestra de su progreso, de su potencia
creadora” (03/1955).

BINAGHI PAGÉS, Ángel Carlos Federico (n. Buenos Aires,


8/6/1919 - m. 3/9/1995). Agrimensor, UNLP. Postgraduado de Inge-
niero Geodesta y Geofísico, UNC. Especializado en micropulsacio-
nes de magnetismo terrestre, Observatorio del Ebro, España. Autor

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de “Detección radioeléctrica de los satélites artifi-
ciales” (UNC, 1960). Director y fundador del Ob-
servatorio Geofísico Hudson, en Buenos Aires. En
1963, junto al pronosticador meteorológico Bernardo
Razquin, observa “luces voladoras” anómalas en las
cumbres andinas. Investigador de la casuística ovni,
recorre el interior bonaerense para recabar denuncias
sobre los fenómenos avistados. Lúcido conferencian-
te sobre la materia. Participa en 1970 del II Simposio sobre ovnis. Su
opinión: “Si existen los platos voladores, y yo creo que existen, son sin
duda extraterrestres” (04/1967). “Probablemente, si los científicos y es-
tudiosos, si los entendidos y los técnicos capacitados hubieran encarado
el estudio de estas cosas, no habrían caído en manos de oportunistas,
inexpertos y carentes de la menor base física o psicológica para poder
opinar; como consecuencia, el tema, que pudo haber tenido bases fir-
mes desde el primer momento, es motivo de risa y, por lo general, lleva
al descrédito a quienes quieren hablar en serio” (07/1968).

CAPPELLETTI, Martín Santiago (n. Hurlingham, BA, 8/3/1890 - m.


16/11/1963). Cursa estudios de astronomía y disciplinas del profesorado
en física y matemática, los que completa en Alemania entre 1923-25.
Incorporado en 1926 a la Dirección de Meteorología, Geofísica e Hidro-
logía, llega a ocupar las jefaturas de Sismología de la División de Geofí-
sica, la Dirección de Investigaciones de Meteorología e Instrucción, y la
Subdirección General, ejerciendo interinamente la Dirección General en
1956. Dirige en ese lapso los servicios de sismología, geomagnetismo,
y electricidad atmosférica, especializándose en meteorología. Ejerce la
dirección de las revistas Urania en 1926 y Meteoros entre 1951/54. Tiene
una amplia actuación docente en distintas instituciones. Desarrolla una
vasta actividad cultural, mediante artículos y disertaciones sobre temas
relacionados. En abril de 1955 ofrece una conferencia titulada “El mis-
terio de los platos voladores”, solicitada por el Departamento de Acción
Cultural del Ministerio de Trabajo y Previsión. En 1958/59 integra el

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Consejo Superior de la UNLP. Su opinión: “La aparición de los platos
voladores es el acontecimiento más trascendental de todos los tiempos.
Ninguno de los acontecimientos fundamentales ocurridos a la humani-
dad han conmovido tanto al mundo como estos aparatos desconocidos
que hoy constituyen una desconcertante realidad” (04/1955).

CASTAGNINO, Magdalena Lombardi de (n. Cas-


trocaro, Italia, 25/8/1920 - m. 14/12/2000). Reside
en Rosario desde 1923, obteniendo la ciudadanía
en 1944. Médica, UNR. Especialidad Anestesista,
UNLP. Trabaja en distintos períodos en los Hospitales
Sáenz Peña, Freire e Italiano, de Rosario. Su interés
por los ovnis comienza con la lectura del libro de Da-
niel Fry “El incidente de White Sands”, que traduce
al castellano y edita en junio de 1969, centrándose en las experiencias
de contacto directo. Mediante un detector magnético que hace construir
logra ver en dos oportunidades de 1968 “vehículos espaciales” desde
corta distancia. Escribe una serie de 30 artículos en Crónica de Rosario
de noviembre 1969 a junio 1970 bajo el pseudónimo Edward Thomas.
Realiza viajes de investigación por su región. Sostiene las hipótesis que
los seres que tripulan las naves –hostiles y benévolos– han convivido
con la humanidad a través de todas las edades y que se ven con dema-
siada frecuencia para suponer que provienen del espacio exterior, por
lo cual tendrían bases terrestres y haber resuelto el problema de la invi-
sibilidad. Su opinión: “Creo que cualquiera sea la verdad respecto a la
procedencia o a los designios de los ocupantes de los ovnis, un cambio
fundamental ha ocurrido. El hombre descubrió que algo importante está
desenvolviéndose alrededor de él” (04/1970).

CASTIÑEIRA DE DIOS, Eliseo (n. Buenos Aires, 2/9/1926 - m.


31/1/2000). Emplea el pseudónimo Gastón Lenormand. Graduado en
Letras, tiene una larga trayectoria en el periodismo y la comunicación
institucional. En 1950 se produce su primer acercamiento a la prensa,

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llevándolo a colaborar con distintos medios. Su vasta
carrera periodística comienza en 1953 como redactor
de la revista 4 Rumbos, y cuatro años después ingre-
sa a La Razón, donde se desempeña durante 33 años.
Autor junto a su colega Andrés Cuello Freyre del li-
bro “Yo estuve en un plato volador” (1955), un relato
ficticio con algunos datos reales. Sus artículos sobre
los platos voladores –siempre firmados bajo aquel
pseudónimo, cuyo personaje encarna– son publicados en las revistas
Ahora (08/1958 y 06/1959), Autoclub (06/1962), y otras. En la década
del 60 trabaja además como redactor del noticiero televisivo Reporter
Esso, que emite Canal 11. También se dedica a la jerarquización de los
periodistas, ejerciendo la docencia universitaria y es, en 1972, fundador
y presidente de la Unión de Periodistas Profesionales (FAP). Su opi-
nión: “La aparición de los platos voladores es el acontecimiento más
trascendental de todos los tiempos, desde las más remotas edades de la
humanidad...” (01/1955).

COEN, Mario Alberto (n. Buenos Aires, 25/8/1936).


Agente de viajes y turismo. Activo conferenciante
durante finales del sesenta. Propugna en 1968 la crea-
ción de una institución civil, con científicos de valía,
que observe los datos totales y los pueda procesar. Su
opinión: “Las entidades militares están lógicamente
preocupadas por la seguridad, (pero) no dan ninguna
información. Una organización civil puede tener las
manos menos atadas. Los militares guardan la defensa terrestre, pero
esto escapa a lo terrestre. Tengo la certeza de que los ovnis sobrevue-
lan la atmósfera cercana a nuestro planeta y lo han circunvalado varias
veces” (07/1968).

COMPLETA, Vinicio (n. Castelli, Italia, 17/12/1929). Radicado en


Belén de Escobar desde los 18 años. Empresario de la industria del

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plástico. Aficionado a la astronomía, inaugura en
1960 junto a su hermano Segisvaldo el Observatorio
Astronómico Belén, del cual son propietarios. Se de-
fine como interesado en los fenómenos paranormales
y un apasionado investigador del enigma ovni, desde
1965. A fin de contribuir en la investigación, idea y
fabrica en 1968 un detector de variaciones del campo
magnético utilizado para la observación de estos fenó-
menos, proponiendo –a partir de las mismas– la catalogación y análisis
de los rumbos seguidos por los ovnis. Entre 1969 y 1970 es entrevistado
en audiciones televisivas y ofrece algunas charlas en ámbitos locales.
Ha demostrado sus habilidades en la experimentación e invención de
instrumentos y mecanismos que emplean el equilibrio, el magnetismo y
elementos de óptica. Su opinión: “Los he visto en varias oportunidades,
junto a otros testigos, desde 1957. Inclusive los he detectado. Tengo
pruebas suficientes para estar convencido de su existencia” (02/1970).

CORRADI MORI, Victorio (n. Parma, Italia,


1/11/1938). Reside en Mendoza desde 1950. Profesor
en Literatura, especializado en lenguas clásicas, UN-
Cuyo. En un estudio comparado de mitología adveró la
existencia de seres de otros mundos, en otros planos de
la realidad. Sin embargo, su interés comienza en 1958,
tras la lectura de los libros de Aimé Michel y Carl Jung.
Diez años después, se consagra al estudio de los ovnis,
abocándose a la investigación de campo y vicepresidiendo el CIEM. A
comienzos de la década del setenta, empieza a desplegar en la región de
Cuyo una gran actividad a través de audiciones radiales y televisivas.
También los diarios locales se hacen eco de sus investigaciones, las que
suelen estar respaldadas por colaboradores técnicos. Locuaz y apasiona-
do buscador de fenómenos extra-humanos, afirma en distintas oportuni-
dades contar con documentación que revela dichas presencias. Su opi-
nión: “No cabe duda de las comunicaciones extraterrestres” (09/1968).

21
CHALITA, Carlos (n. El Koura, Líbano, 14/11/1922
- m. Buenos Aires, 6/2/2000). Radicado en el país en
1948. Empleado de Subterráneos de Buenos Aires, ciu-
dad donde reside. Estudioso de la física, especialmente
magnetismo y gravitación. Autor de “Teoría de las bu-
lus” (1952), “Cuarenta días junto al Maestro” (1968),
“¿Qué hay de verdad sobre los ovni?” (1969), y otros
tratados de contenido físico-filosófico. En 1953/54, lle-
vado por conocer el eventual medio de propulsión de los ovnis, recibe
autorización del comando táctico de la defensa aérea para que se midie-
ra la gravedad a bordo de un Gloster Meteor. Conforme a sus conclusio-
nes, los ovnis serían astronaves de otros mundos que se mueven “por la
desgravitación de sus masas de metales, con campos magnéticos pro-
pios, semi-independientes del campo terrestre”. Su opinión: “Considero
que esta cuestión de los ovnis, en compensación con el aspecto negativo
que tiene al generar una especie de psicosis colectiva, y hasta una cierta
aprehensión, está creando una verdadera inquietud popular por conocer
mejor la realidad del universo, y en ese sentido contribuye al despertar
de las conciencias y al beneficio del hombre en diversas facetas que
hacen a su vida” (1969).

CHIESA, Carlos Luis (n. Buenos Aires, 15/7/1877


- m. 16/4/1976). Espiritista. Secretario General de
la Sociedad “Constancia” –fundada en 1877– por
muchos períodos y presidente de la misma desde
1956. Dirige además la revista de la entidad, donde
expresa que los platos voladores provienen de dife-
rentes planetas habitados por espíritus de distinto
grado de evolución. Secretario de la Confederación
Espiritista Argentina, entre 1917 y 1923. Conferenciante y autor de
artículos (1957 y s.s.) y folletos doctrinarios: Antropología Trascen-
dente; Instinto, Inteligencia y Alma de los Animales; y otros. Es autor
del libro “Naves Celestes Dirigidas”, editado en 1958, donde postu-

22
la con argumentación literaria la creación espiritual de tales sucesos;
entidades capaces de poner en movimiento la Sustancia o Fluido Uni-
versal y modelar creaciones celestes, cuyas formas serían vibraciones
energéticas condensadas, cumpliendo en ese estado propósitos uni-
versales. Su opinión: “Existen mundos que superan en mucho a los
conocimientos alcanzados en la Tierra y que poseen Naves Dirigidas
Espaciales que surcan y penetran en la atmósfera de otros astros, ha-
ciéndose visibles a ellos, llamando la atención de su visita” (11/1958).

DAWSON, James. Pseudónimo. Utiliza apellido homónimo al de un


astrónomo estadounidense radicado en el país (La Plata y San Juan). El
biografiado escribe un claro e instructivo libro de divulgación, en una
edición de bolsillo de 96 pg., titulado “¿Vienen de otro mundo los pla-
tos voladores?” (1953). Su opinión: “En medio de un caos de conjetu-
ras, cada cual procura encontrar el correcto camino. La actualidad no da
tiempo siquiera para elaborar soluciones. Quizá la dé el hombre mismo, o
provenga de los platillos. Tal vez desaparezcan para siempre” (10/1953).

DEMARÍA, Carlos Alberto (n. Buenos Aires,


13/11/1933). Funcionario bancario. Astrónomo afi-
cionado y fotógrafo. Construye un telescopio de 300
mm. para su observatorio particular. Sus intereses por
la astronomía y la astronáutica se extienden a los ovnis
y a otros temas afines a la posibilidad de vida extra-
terrestre. Testigo de la aparición de ovnis en cuatro
oportunidades, entre 1968 y 1970. A partir de agosto
de 1972 ofrece conferencias y audiovisuales (Teatros Embassy y Santa
María del Buen Ayre). También, en instituciones educativas y banca-
rias, que incluyen el interior del país. Fundador en 1972 del CIFAA
y editor en 1974 de la publicación Extraterrestre. Su opinión: “Ante
tantas apariciones en todas partes del mundo, creo y tengo la certeza de
que realmente existen” (06/1969). “En alguna parte del universo pudo
haberse desarrollado una civilización capaz de superar las distancias y

23
llegar a este planeta con esas naves misteriosas que se describen. Sin
embargo, ningún caso ha probado su existencia extraterrena” (11/1972).

DUCLOUT, Jorge Alberto y DUCLOUT, Napy. Hijos del reconoci-


do ingeniero y tratadista Jorge Duclout y de Valentina Brun de Duclout.
Los hermanos Duclout han sobresalido juntamente, entre otras artes, en
cinematografía.
Jorge Alberto Duclout (n. Buenos Aires, 1903 - m.
12/7/1959) es escritor y editor, técnico en electrici-
dad y fotografía. Miembro del Radio Club Argenti-
no. Conocido experimentador y diseñador, es direc-
tor en 1928 de la publicación técnica para radioafi-
cionados Ciencia Popular. En 1937 hace montaje
fílmico. Aplica en 1948, por primera vez, el sistema
de grabación instantánea –o sea, de cinta magnéti-
ca– en un programa radiofónico. Entre 1952 y 1956 realiza fotogra-
fía cinematográfica, incursionando en algunos filmes dirigidos por su
hermano. En 1954 efectúa una original experiencia fílmica en tres di-
mensiones y Ferraniacolor. Simultáneamente, dirige una editorial y es
autor de numerosas obras didácticas de variadas disciplinas técnicas.
Luis Napoleón Jorge Duclout (n. Buenos Aires,
4/5/1909 - m. 11/7/1962), conocido desde 1936
como “Don Napy”, ejerce desde muy joven el pe-
riodismo porteño, es autor de piezas teatrales, se
consagra como libretista de Radio El Mundo y, de-
notando aptitudes para el tema policial enfocado con
ritmo de reportaje, se incorpora a la industria del
cine como guionista en 1936; realiza una adaptación
fílmica en 1944 junto a A. Carma, y es director cinematográfico entre
1950 y 1954.
Buceadores del más allá, frecuentan desde 1932 en sesiones metapsí-
quicas. Su guía era conocido como Don Juan, aunque se comunican en
1935 con un espíritu a quien designan con el sobrenombre Ingeniero.

24
En 1952, ante los nuevos secretos estelares, creen saber por anticipado
la aparición de las discutidas naves del espacio. La información dispo-
nible la obtienen merced a sus exploraciones durante “experimentos
psíquicos”, estableciendo contacto y sintonizando con el Ingeniero. Las
experiencias de los Duclout están contenidas en el libro “Origen, es-
tructura y destino de los Platos Voladores” (editado en 1952, y con un
apéndice en 1954) y constituye el relato, o mejor, la transcripción con
algunos comentarios de las aludidas comunicaciones obtenidas a través
de un médium, durante siete reuniones nocturnas realizadas entre el 9
de julio al 6 de setiembre de 1952 en Buenos Aires, grabadas en alam-
bre fonomagnético. Así se anuncia, por primera vez, y con dos años de
antelación, el paso de un plato volador sobre esa ciudad la noche del 6
al 7 de setiembre de 1954.

ERÚ, Alejandro (n. Buenos Aires, 14/4/1916 - m.


9/2/1969). Profesor de Física, y Psicología y cien-
cias de la Educación, UNLP. Investigador metap-
síquico, se especializa en los fenómenos parapsi-
cológicos. En enero de1965 realiza en su casa una
reunión mediúmnica en la cual dos sensitivos dicen
recibir, en idioma extraño, un mensaje aparentemen-
te extraterrestres. En 1967 funda en Buenos Aires el
Centro Tibetano, donde imparte enseñanzas de yoga y filosofía india.
También funda el Instituto Argentino de Cultura Superior y es secre-
tario del Colegio Argentino de Parapsicología. Colabora en la revista
Conocimiento de la Nueva Era y, durante años, interviene en la au-
dición radiofónica “Más allá de la Cuarta Dimensión”. Entre 1966 y
1968 articula en sus conferencias a los ovnis con la parapsicología. Su
opinión: “Nada se opone a que puedan existir no sólo captaciones te-
lepáticas entre eventuales tripulantes de un plato volador y un sensiti-
vo ubicado en la Tierra, sino también comunicaciones entre habitantes
de otros planetas y el nuestro mediante imágenes e ideas sugeridas en
forma directa” (05/1967).

25
FALTIS, Ricardo Arturo (n. 1901 – m. 1987). Ex-
plorador y estudioso de la cordillera. Presidente y
fundador del Club Andino Barreal, de San Juan. Ar-
chivero de la Dirección de Arquitectura, 1958, y del
Instituto Provincial de Vivienda, 1968. Fundador en
1969 de la AIDEFE, pionera de los grupos escépti-
cos. Compila durante años una voluminosa documen-
tación sobre diversos tópicos y es reporteado por dis-
tintos medios. Sostiene que su inquietud por el asunto nació como una
especie de rebeldía contra dos grupos humanos: el primero, aquel que
acepta cualquier cosa por más absurda que sea, fuera de lo común; y el
segundo, el que rápido aprovecha el desconcierto reinante. Considera
que no hay en la Argentina ningún caso comprobado y la imposibilidad
de la existencia de los platos voladores debido a las distancias insalva-
bles. Su opinión: “No hay seres de otros planetas o galaxias que lleguen
o hayan llegado a la Tierra” (03/1973).

FERNÁNDEZ, Hilario (n. Lugo, España, 1/10/1905


- m. 28/6/1974). Reside en Buenos Aires desde su
infancia. Trabaja en la actividad comercial. Ingresa
en la Escuela Científica Basilio, en 1932. Conocido
como el “Hermano Lalo”, se destaca por su intensa
labor y el estímulo de la mediumnidad. Designado
Director General Espiritual en junio de 1939, inau-
gura en los 35 años que dura su gestión 314 filiales.
Empeñado en que todos conocieran las enseñanzas de la Escuela, ini-
cia la expresión de la doctrina a través de los impresos. Entre ellos,
la primera revista –Espiritismo, luego Idea Nueva–, y la colección de
Conferencias sobre “Psicología Mediumnímica”, 1952/1955. Afirma
que los médiums de la Escuela han tenido videncias de otros mundos.
En marzo de 1960 durante una asamblea solemne que dirige se pro-
duce la primera visualización. La comunicación con otros planetas se
repite en abril de 1961, bajo su dirección en diálogo con los viden-

26
tes, mientras la médium Ema Guarriello (n. Buenos Aires, 1917-1996)
transmite la palabra del Maestro, convocando a unas 30.000 personas.
En abril de 1965 conduce otra multitudinaria reunión. Su opinión:
“Estamos en condiciones de afirmar que los platos voladores o naves
espaciales, provienen del planeta Marte, ya que Jesús de Nazareth así
lo ha revelado en el curso de una videncia” (06/1962).

FERNÁNDEZ BRITAL, Oscar (n. Olavarría, BA,


29/1/1930). Abogado, UBA/1964, y doctor en Dere-
cho, en Madrid. Profesor de derecho internacional ae-
ronáutico y de la navegación. Su campo de actuación
en el derecho, es la ciencia y la tecnología. Secretario
de la Asociación Argentina Interplanetaria. Publica
entre 1954 y 1958 numerosos artículos sobre ovnis
en la Revista Nacional de Aeronáutica, órgano oficial
del Círculo de Aeronáutica, y algunas colaboraciones para los presti-
giosos diarios La Prensa (1962) y La Nación (1967). Considerado por
aquellos años como uno de los pocos especialistas, analiza con espíritu
crítico una vasta documentación. Estudioso de temas aeronáuticos, es
galardonado en 1953 por su libro “Alberto Santos Dumont”. Tiene en
preparación un libro –jamás publicado– en el que se declara por “el re-
conocimiento de que son naves espaciales venidas de otros planetas en
misión de observación” (05/1956).

FERRÁZ, Enrique Luis (n. Pigüé, BA, 21/6/1907


– m. Bahía Blanca, 19/7/1980). Agrimensor e Inge-
niero Hidráulico y Civil, UNLP. Director de Obras
Públicas en las Municipalidades de Bahía Blanca
y Cnel. Dorrego, en distintos períodos. Después
trabaja en la actividad privada de la construcción.
Tiene una prolongada labor docente, siendo pro-
fesor en la Universidad del Sur (vinculado desde
la creación del ITS, en 1946, hasta 1979), en la Facultad Regional

27
de la Universidad Tecnológica Nacional (1963/68), y en el Instituto
del Profesorado Juan XXIII (1960/69). Dirige desde 1957 un ob-
servatorio astronómico privado, y el Centro Astronómico y Astro-
náutico de Bahía Blanca. Radioaficionado desde 1961. Inquisitivo,
impetuoso y de una gran curiosidad científica, se dedica al estudio
de los ovnis desde 1955, siendo asiduo colaborador de La Nueva
Provincia, donde publica sus trabajos técnicos y aún sus inquietu-
des. En 1966 ensaya una teoría para explicar el recurrente pasaje de
ovnis en el sur. En agosto de 1968, junto a un grupo de estudian-
tes, observa extraños fenómenos celestes. Su opinión: “La primera
consideración de importancia es que vuelan siguiendo un itinerario
patagónico deliberadamente porque encuentran el mejor lugar de
entrada y salida de la órbita terrestre, eludiendo el cinturón radiac-
tivo de Van Allen (...)” (09/1968).

FERRO, Luis (n. Campo Sampiero, Italia, 27/12/1909


- m. 26/2/1976). Inmigrante italiano, combatió en la
segunda guerra mundial. En 1960 concluye a través
de un esfuerzo continuo y personal el observatorio as-
tronómico “Adhara”, ubicado en los altos de su casa
en San Miguel, BA. Su telescopio particular se con-
vierte en uno de los más grandes de Sudamérica. Por
el lugar transitan científicos, docentes, alumnos de las
distintas escuelas del partido y medios informativos. Acostumbrado a
observar el cielo con su telescopio, registra en numerosas ocasiones
el paso de objetos no identificados, siguiendo su trayectoria (11/1964)
y llegando incluso a fotografiarlos (12/1965) junto a Benito S. Rey-
na, quien dirige el observatorio a poco de construirlo. Su opinión: “La
ciencia nunca clausura o desecha campos de probabilidad hasta no tener
evidencias. Yo, naturalmente, soy o debo tener una actitud escéptica
frente a muchos relatos que se hacen sobre los ovnis. La fantasía es
siempre muy fecunda y a veces se le agrega el afán de notoriedad. Creo
en lo que veo” (08/1965).

28
FRONDIZI, Ricardo Amadeo (n. Paso de los Libres,
Ctes., 30/5/1900 - m. 27/6/1973). Nacido en Uruguaiana,
es inscripto en aquella ciudad. Radicado en Buenos Aires.
Profesor de Inglés, ISPS. Docente universitario. Políglo-
to y estudioso de la literatura clásica. Se interesa en
las teorías relacionadas con la gravitación y el campo
magnético, atendiendo la posible aplicación tecnodi-
námica utilizada en las naves espaciales, además de
considerar con atención los propósitos que animarían la presencia de
los ovnis. En 1967 funda la Asociación Argentina de Sky Scouts, para
el estudio de los seres espaciales, filial de International Sky Scouts,
presidida por el británico Brinsley Le Poer Trench. Desde entonces, co-
labora mediante traducciones y comentarios para boletines ufológicos,
argentinos y extranjeros. Publica en noviembre de 1971 en la Revista
del Ejército de Venezuela un artículo titulado “La Humanidad y los
seres espaciales”. En 1972 funda la versión argentina de la Hermandad
Cósmica de la Cruz del Sur (HCCS), homónima de la creada por J. V.
Soares en Gravatay, Brasil. Su opinión: “El planeta está siendo visitado
por habitantes de otros mundos” (04/1967). “Los ovnis nos observan
para invadirnos” (03/1969).

GALÍNDEZ, Oscar Agustín del Valle (n. S.F. de


Catamarca, 24/12/1944). Abogado, UNC. Reside
en Córdoba desde su infancia. Su comienzo en la
ufología se produce siendo muy joven, motivado
por el interés y estímulo de su padre, Benjamín
Galíndez h., compartiendo a la sazón las mismas
inquietudes. Secretario del CADIU y jefe de re-
dacción de su órgano de difusión “Boletín de Fe-
nómenos Aéreos” (1967-68). Afiliado al NICAP y a la APRO, de
Estados Unidos. Representante oficial de la Flying Saucer Review,
de Londres. Expositor permanente del ciclo televisivo “Ovnis: in-
forme especial”, emitido durante junio-julio de 1968, por Canal 10

29
TV de la UNC de Córdoba. También lo es en el ciclo “Cita Espacial”
emitido por el mismo canal entre junio y setiembre 1973. En 1968
y 1970 publica varios artículos en la revista Aero-Espacio, además
de numerosas colaboraciones periodísticas en publicaciones extran-
jeras. Autor de los libros “Informe sobre los objetos voladores no
identificados” (1968) y “Los ovnis ante la ciencia” (1971). Entre
1974 y 1976 edita y dirige en Córdoba la revista Ovnis, Un desafío a la
ciencia. En 1977 se radica en S.S. de Jujuy, desempeñándose como do-
cente y magistrado judicial. Es partidario de que subsiste un fenómeno
anómalo que responde a una naturaleza física dotado de un componente
parapsíquico. Su opinión: “Hasta tanto no se encuentre otra explicación
más convincente, la tesis extraterrestre seguirá apareciendo como la po-
sibilidad científica más aceptable” (10/1968).

GAUTO, Miguel Alberto (n. San Juan, 17/8/1945 -


m. 24/9/1997). Técnico industrial, orientación mecá-
nica. Interesado desde 1961/62 por la astronomía y
los ovnis, crea en 1967 el grupo CISO de San Juan.
Asesor y corresponsal de varias entidades ufológicas
del país. Colabora en la investigación testimonial y
más tarde en la divulgación ligada a los medios pe-
riodísticos locales, radial y escrita (LV1-Radio Colón
en 1976-78 y Diario de Cuyo en 1990). Funcionario desde 1970 en
una empresa de aviación comercial en el área administrativo-financiera,
se radica en Buenos Aires, destacando su afición por la prevención de
accidentes aéreos y por los fenómenos inusuales relacionados con la
actividad aeronáutica. Su opinión: “Los casos sin explicación deben ser
abordados con legítimo espíritu crítico, mediante una actitud escéptica
reflexiva, sin descartar la estimulante posibilidad de manifestaciones
extraterrestres” (12/1972).

GODOY, Lucrecia Devoto Villegas de (n. Buenos Aires, 16/5/1910


- m. 30/7/2007). Investigadora histórica autodidacta y genealogista.

30
Miembro de varias entidades culturales sanjuaninas.
Expone en 1969 la teoría acerca de hechos históricos
que aseverarían la existencia de seres de hipotético
origen extraterrestre en el continente americano. Su
trabajo sigue la línea trazada por el español Eugenio
Danyans en su libro de 1967 “Platillos volantes en la
antigüedad”, como así también los testimonios pro-
venientes de cartas y crónicas de Indias, de diversos
autores. Publica sus hallazgos en el diario Clarín (10/1969) y en la re-
vista 2001 (04/1972). Abocada a la búsqueda de constantes, funda en
1969 la Agrupación X, y participa en 06/1972 de una muestra en Ro-
sario. La falta de pruebas concluyentes determina la declinación de su
interés por el tema. Su opinión: “Las versiones y vestigios que los espa-
ñoles hallaron al descubrir América parecerían atestiguar que este con-
tinente fue la morada de los seres venidos de otros mundos” (04/1969).

HARVEY, Raymond. Pseudónimo. Autor del libro de divulgación


“Platos Voladores y sus tripulantes ultraterrenos” (O.I.R., Buenos Ai-
res, 1955). En apariencias, se trataría de un periodista de la revista “He-
chos en el mundo”, de Buenos Aires. Su opinión: “Existen los platos
voladores. Están tripulados por seres extraterrenos. No hay peligro al-
guno para los humanos. Esos seres son bien intencionados” (01/1955).

KIRBUS, Federico Burghardo (n. Avellaneda, BA,


6/10/1931). Periodista, escritor e investigador. Director
de la página Ciencia y Técnica de La Prensa, de Buenos
Aires, donde se desempeña hasta 1976. Autor de nume-
rosos artículos sobre automóviles y libros de arqueolo-
gía y viajes. Refutador acérrimo de las especulaciones
sobre el origen extraterrestre de los ovnis, expone sus
fundamentos en artículos periodísticos (La Prensa, Geo-
rama) publicados desde 1965, y conferencias ofrecidas durante 1968/69
(Centro de Ingenieros, Hospital de Clínicas, etc.). Aduce que el complejo

31
problema psicosociológico de los platos voladores no es otra cosa que la
adaptación moderna de una antigua creencia. Después de aquellos años,
abandona el asunto ovni, aunque ocasionalmente escribe en el diario La
Nación, donde se ocupa de la sección aerocomercial. Su opinión: “El exa-
men racional de todos los hechos y antecedentes hace parecer muy poco
probable la existencia de platos voladores, y menos aún que los mismos
provengan de otros planetas u otros sistemas solares” (07/1965).

LENORMAND, Gastón. Véase: Castiñeira de Dios, Eliseo.

LOBACZEWSKI, Juan Romano Antonio (n.


Lwow, Lemberg, Polonia, 25/9/1908 - m. Villa Ade-
lina, BA, 3/6/1989). En 1956 se naturaliza argentino.
Ingeniero especializado en metalúrgica y mecánica,
Universidad Técnica de Lwow. En Argentina, durante
diez años, es superintendente de la producción meta-
lúrgica. En 1963 crea el Club de Estudios UFO. Entre
1965 y 1969 desarrolla investigaciones relacionadas
con la temática y brinda conferencias (algunas junto a Alejandro Erú),
centrando su interés en las leyes primarias de la naturaleza, facilitado-
ras de los procesos evolutivos y de trasformación. Escribe seis libros de
contenido revelador y profético sobre el hombre del futuro, entre ellos:
“Primer libro de la verdad y del amor” (1970), “Prolegómenos de la
ciencia cósmica”, y “La segunda venida de Cristo”. Se considera un
emisario, misionero e intermediario de una porción de extraterrestres
positivos que responden al Cristo solar cósmico, manifestando recibir
por vía telepática conceptos científicos. Su opinión: “Los platos volado-
res están tripulados y su aparición responde a un plan de reconocimien-
to que concluirá con una aparición masiva” (11/1965).

MANCERA, José Nicolás (n. Buenos Aires, 20/12/1929 - m.


29/08/2011). Periodista. Conductor radial y televisivo. Una de las figu-
ras más populares de la televisión argentina durante la década del 60.

32
Tiene su paso por el periodismo escrito en La Razón,
Clarín, Noticias Gráficas, Film, Gente de Cine y mu-
chos otros. Crea en Radio Splendid “Pantalla Gigan-
te”, y en TV-Canal 7 presenta los filmes. Ejerce la
crítica cinematográfica en los tres medios. Inaugura
con peculiar estilo un nuevo formato televisivo como
conductor y realizador del primer programa de larga
duración (5 horas de audición, luego 7) “Sábados Cir-
culares de Mancera”, que comienza a emitir Canal 9 en enero de 1962
y, dos años más tarde, continuara por el 13 de Buenos Aires hasta abril
de 1973, teniendo su máximo apogeo entre 1966 y 1969/72. Elevado a
la categoría de símbolo de la televisión y dueño de la tarde del sábado
(su programa llega a verse en 26 canales y 50 repetidoras), pasan por
su audición –en carácter de primicias y notas de actualidad– todos los
testigos estelares e investigadores. Tiene un rol central en la difusión
televisiva. Los ovnis ocupan el espectáculo.

MARTÍNEZ, Roberto Jorge (n. Buenos Aires,


4/1/1943). Licenciado en Relaciones Públicas, IIRP.
Incursiona en el periodismo y la fotografía. Su interés
comienza en el marco de la astronáutica, con la lectu-
ra de la legendaria revista Más Allá y el desafío por la
conquista del espacio. En 1957 se integra al Instituto
de Experimentaciones Astronáuticas (IDEA), coexis-
tiendo en 1961 con la CEDAO, a cargo de la sección
cohetes. En 1963 funda en Sarandí el Instituto Civil de Tecnología Es-
pacial (ICTE), dentro del cual funciona un grupo destinado al estudio
de los “fenómenos aeroespaciales”. En 1965 lleva adelante, junto a
Guillermo Hoyos y otros, un intento pionero de comunicación con los
ovnis mediante señales luminosas en Puente Cascallares (Merlo, BA).
En 1968 es redactor fijo de la revista 2001, donde difunde desde 1969
el “astromodelismo” con su Club 2001 - Cadetes del Espacio, y en 1971
crea la Sociedad Argentina de Cohetería Modelo. Sus inquietudes se ex-

33
tienden a vida extraterrestre, poder de la mente, y ciencia y tecnología
en sus variadas disciplinas. Su opinión: “Los platos voladores existen;
son vehículos interplanetarios, y algunos están tripulados. Su existencia
es legendaria” (07/1965).

MEYNET, Ángel Francisco (n. Santa Fe,


22/7/1933). Astrónomo aficionado, dedicado a la ob-
servación y divulgación, dicta numerosas conferen-
cias sobre su especialidad. Presidente y fundador del
CODE, de Santa Fe. Hace notar que jamás ha visto
naves de otros mundos en las miles de noches des-
tinadas a la observación celeste. Aunque no estuvo
abocado directamente a la investigación de ovnis,
participa en simposios de ufología y conferencias durante una década,
reconociéndose como un ferviente convencido de la vida universal y de
la pluralidad de mundos habitados. En junio y julio de 1967 suscribe
para la prensa respectivos informes sobre avistamientos realizados por
miembros del CODE, de “extraños objetos luminosos”, estableciendo
entonces una red permanente de observadores en distintos sectores de
la ciudad, equipados con aparatos ópticos para la captación de tales
fenómenos. En 1974 colabora con ONIFE, mediante artículos sobre fo-
tografía y astronomía. Autor del libro “El cielo a través del telescopio”.
Su opinión: “Los platos voladores siguen dando que hablar sin haberse
llegado a una solución respecto al origen de tales aparatos, si realmente
de aparatos se trata” (06/1976).

MICHALOWSKI, Pablo (n. Bialystok-Ferma, Polonia, 1/6/1934).


Reside en Buenos Aires desde 1938. Secretario general, fundador y
principal impulsor de la CEDAO, que funciona en el seno del Ateneo
Iberoamericano, centenaria institución cultural. A través del mismo,
convoca en 1960 y 1961 a las primeras convenciones y debates públi-
cos de agrupaciones dedicadas a los ovnis. Inquieto conferenciante e
investigador entre 1960 y 1963. Actuando como organizador y coordi-

34
nador emprende a comienzos de 1963 la primera ex-
pedición (“La Argentina”) hacia el interior del país
con el propósito de investigar y determinar el grado
de veracidad de las denuncias sobre ovnis, ocasión
en que logra fotografiar con R. J. Martínez un raro
objeto en Colonia Yeruá, ER. En junio de 1963, en
las altas cumbres de la cordillera de los Andes, es
testigo en dos ocasiones –junto a B. Razquin y Á.
Binaghi Pagés–, de fenómenos luminosos anómalos. Junto a este úl-
timo, en julio de 1963 visitan la zona de Cnel. Pringles a fin de reu-
nir antecedentes y analizar testimonios, dando a su vez conferencias
en Bahía Blanca. Su opinión: “Hay miles de casos concretos que la
prensa no ha divulgado. Sabemos que existen, podemos asegurar que
no son terrestres. Su amplio conocimiento beneficiará a la ciencia”
(06/1961). “Algo existe fuera de nuestro conocimiento, y quizá la in-
cógnita pueda ser develada, con auxilio de la observación y de los
círculos científicos que se están preocupando tan intensamente por
estos problemas” (07/1963).

MILBERG, Jorge (n. Buenos Aires, 11/6/1916 - m.


Jesús María, Dpto. Lima, 7/9/1996). Capitán (R) del
Ejército Argentino. Arma de Caballería. Retirado en
1947. Traductor del inglés para la Revista Militar so-
bre temas de ejército, entre 1942 y 1951. Empleado
de la compañía de aviación Pan American y colabo-
rador de la Revista Nacional de Aeronáutica, donde
publica –entre abril y junio de 1955– una serie de
tres artículos titulados “Creer o no creer”, comentando dos libros so-
bre platos voladores. Lo singular es que ese mismo año de 1955 adop-
ta por primera vez al habla castellana –a propuesta del director de la
biblioteca de aeronáutica vicecomodoro Juan José Güiraldes– en esos
artículos y en su traducción del libro del mayor (R) Donald E. Keyhoe
“Platos voladores del espacio” (Flying saucers from outer space), el

35
vocablo y sigla “OVNI”, objeto volador no identificado, equivalente a
la denominación empleada por la Fuerza Aérea Norteamericana “UFO”
(Unidentified Flying Object), editado para la Colección Aeronáutica Ar-
gentina, de la Fuerza Aérea Argentina. Reconoce que el tema ha ocupa-
do un lugar destacado en sus inquietudes. Fallece en Perú. Su opinión:
“De la lectura de los dichos por astrónomos, expertos (...), para citar
sólo los más capacitados, surge la evidencia de que estos fenómenos
son máquinas extraordinarias, pareciendo indicar que su procedencia es
decididamente extraterrestre” (05/1955).

MILLÁN, Agapito (n. Bilbao, España, 14/3/1891 -


m. Buenos Aires, 2/1/1966). Radicado en 1948, re-
side en Buenos Aires, trabajando en la actividad co-
mercial. Acendrado republicano, identificado con el
ideario masónico y la doctrina teosófica. En 1955 fue
secretario general de la Misión de Jesús y redactor en-
tre 1952/55 de la revista teosófica Sophía, hasta que
fue encargado de reportear a los hermanos Duclout
a mediados de 1952, volcándose al entrenamiento mediúmnico y des-
de 1954 a las denominadas “investigaciones cósmicas”, convirtiéndose
en figura prominente de la línea espiritualista. Activo conferenciante y
sensitivo. En octubre de 1956, a instancias de la revista Orbe 8, crea el
equipo de médiums-radar R. Jordán para entablar comunicación con
los navegantes extraterrestres de los platos voladores. Presidente fun-
dador en septiembre de 1957 de la Asociación Universal Metapsíquica
(AUM), de Buenos Aires, con filiales en Córdoba y Tucumán. Su fuente
de información acerca de las extrañas naves espaciales se basa –se-
gún expresa– en la recepción de mensajes de evolucionados seres de
otros planetas, los que son transmitidos a los sensitivos de la asociación
(revelación telepática). Su opinión: “Las astronaves y sus tripulantes
vienen a nuestro planeta en cumplimiento de una ley de amistad uni-
versal. Nos ven en peligro, en necesidad de consejo y ayuda, y quieren
prevenirnos” (06/1962).

36
MOYANO, Roalde (n. Bahía Blanca, BA, 12/10/1931 - m. 24/3/2005).
Suboficial principal de Aeronáutica. Se interesa por estudiar, en forma
privada, los orígenes del fenómeno desde mediados de la década del 50.
En ese carácter, ofrece una conferencia de prensa en julio de 1966 sobre
los ovnis en la Secretaría de Aeronáutica. En 1967 pasa a integrar la fla-
mante División OVNI, perteneciente a la Subjefatura II, del Servicio de
Inteligencia de Aeronáutica, cuya creación es impulsada por el como-
doro e historiador aeronáutico Santos Domínguez Koch (1926-2008).
En 1971 se retira de la investigación ufológica. Su opinión: “Hace cinco
siglos, millones de hombres creían que el mundo era plano y que unos
elefantes inmortales estaban condenados a sostenerlo (...). Hoy millo-
nes de hombres niegan la existencia de los platos voladores, mientras
que apenas unos miles afirman haberlos visto” (07/1966).

NÚÑEZ, Constantino (n. Buenos Aires, 13/12/1910 - m. 30/1/1984).


Capitán de fragata Médico (CFCPME), de la Armada Argentina. Miem-
bro de la Dirección Nacional de Energía Atómica (luego Comisión) y
profesor de la Escuela de Guerra Naval en las décadas del 50 y 60. Pu-
blica varios artículos sobre temas de su especialidad en la Revista de Pu-
blicaciones Navales, desde 1952. Autor del libro “Introducción a la De-
fensa Nuclear” (1960). Especialista en física biológica y radioisótopos.
Preside la comisión naval que, con motivo a la frecuencia de apariciones
de ovnis en 1962 sobre la zona de Bahía Blanca, determina a la Marina
de Guerra constituir un organismo investigador en la base naval de Puer-
to Belgrano. En agosto de 1965, actuando como integrante del mismo
y junto a otros jefes navales, sigue por radar las maniobras evasivas e
infructuosa persecución de un ovni por parte de un avión militar –pilo-
teado por el teniente de navío Federico Machain–, en la base aeronaval
de Punta Indio.

OJEDA, Nicolás Manuel (n. Rosario, SF, 30/8/1939). Dedicado a la


actividad comercial. Empleado judicial. Aficionado a la fotografía. Se
interesa por los ovnis en mayo de 1957, a raíz de algunos avistamientos

37
registrados en Rosario, siendo testigo en uno de ellos.
La lectura de los libros de M.K. Jessup, D. Keyhoe y
los Hnos. Duclout, lo introducen en el tema. Pione-
ro en la investigación rosarina, integra varios grupos.
En 1960 funda en Rosario el GRODOV y en 1965
se afilia al NICAP. Luego pasa a las filas de la AOA.
Publica en febrero de 1966, a nombre de su grupo
observador, una serie de siete notas en el diario La
Tribuna, de Rosario, ahondando en los temas del silenciamiento ofi-
cial, las desapariciones de aviones, los desastres aéreos y su vinculación
con la presencia de platos voladores. En 1968 representa al ignoto y
pomposamente denominado Intelligence Service of Aerial Phenomena.
Partidario de la hipótesis extraterrestre, asegura haber poseído algunos
trozos de platillos estrellados. Su opinión: “Estamos convencidos de
que los platos voladores son verídicos y caen dentro del campo cientí-
fico” (10/1967).

OESTERHELD, Héctor Germán (n. Buenos Aires,


23/7/1919 - m. 1978). Geólogo y escritor. Creador
máximo de la narrativa de aventuras. Se interesa
por la divulgación científica, llevándolo primero
al periodismo y a partir de 1950, como narrador de
guiones de historieta y relatos de ciencia ficción. Así
nacen sus personajes Sargento Kirk, Ernie Pike, El
Eternauta, Sherlock Time, Mort Cinder y otros. En
1957 funda la editorial Frontera y publica para la revista Hora Cero
Semanal, con dibujos de Francisco Solano López, su historieta mayor:
“El Eternauta”, hasta 1959. Es la primera historia de ciencia ficción que
se desarrolla íntegramente en Argentina. El relato de la nevada mortal
sobre Buenos Aires y la posterior invasión extraterrestre constituye un
mito angular de la narrativa. En 1962, El Eternauta tiene su propia revista
y allí escribe, novelada, la continuación, inconclusa, de las aventuras
del personaje Juan Salvo, héroe colectivo y símbolo de la lucha contra

38
la opresión externa. La segunda parte, hiperpolitizada, se publica entre
1975 y 1977 para la revista Skorpio. Por entonces, se incorpora a la
organización Montoneros. El 27 de abril de 1977, durante el régimen
militar, es detenido y presuntamente ejecutado en Mercedes en 1978.
Su opinión: “Estas dos palabras: platos voladores, fueron la chispa que
inició el gran incendio de la histeria colectiva. Todo el mundo empezó
a ver cosas en el cielo” (03/1962).

PAGANI, Omar Roque (n. Serodino, SF, 13/6/1921 -


m. Buenos Aires, 22/10/1996). Marino. Capitán de fra-
gata hasta 1967, luego promovido al grado de capitán
de navío hasta su pase a situación de retiro. Ingeniero
en electricidad, EGN. A mediados de la década del se-
senta, constituye un grupo de trabajo para el estudio
del fenómeno ovni en el ámbito naval, junto a otros
oficiales y colaboradores civiles. Encumbrado investi-
gador, se destaca por buscar antecedentes y dar testimonio de las apari-
ciones. En 1965 coopera con el prestigioso grupo estadounidense NICAP
cursando registros de casos de ovnis (reportes, sumarios, etc.). Escribe
durante 1965/66 una serie de notas tituladas “El enigma de los OVNI”
para el diario El Día, de La Plata. Expuesto al periodismo tendencioso
que pone a riesgo su carrera, concede entrevistas (7 Días, Panorama) y
ofrece conferencias entre 1966 y 1968 (liceos Militar y Naval, Colegio
Alemán de Quilmes, etc.), hasta 1973 inclusive, impulsando tenazmente
la investigación oficial. Su opinión: “De este lento y difícil estudio obtuve
la certeza de que existen realmente elementos de características descono-
cidas que se desplazan por los cielos terrestres y que constituyen algo que
margina nuestros conocimientos ordinarios” (08/1967).

PAGANO, Julio Mario (n. Olavarría, BA, 18/5/1936 - m. 27/3/1994).


Perito mercantil y periodista. Subdirector, luego director del diario El
Popular de Olavarría. Entusiasta lector con abundante bibliografía so-
bre el tema ovni, brinda generosamente sus páginas para la divulga-

39
ción e información de todos los hechos ocurridos en
la región. Autor de numerosas notas publicadas en
ese matutino durante muchos años. Efectúa no me-
nos de una treintena de reportajes a personas que, de
algún modo, tuvieron la experiencia de avistamientos
de ovnis, destacándose aquellos producidos duran-
te la oleada de 1968, siendo Olavarría epicentro de
una nutrida actividad ufológica. Advierte la constante
aparición de ovnis en años bisiestos.

PALMA, Eduardo José (n. Buenos Aires, 27/7/1914


- m. Madrid, 14/12/1975). Aviador militar. Comodoro
(R) de la Fuerza Aérea Argentina. Subdirector de la
Escuela Militar de Aviación de Córdoba. Tras brillan-
te carrera, pasa a disponibilidad en 1955, reincorpora-
do en 1973 y promovido al año siguiente con el grado
de Brigadier en situación de retiro. Vicepresidente
de una empresa comercial desde 1956, y asesor de la
Caja Nacional de Ahorro y Seguro. Miembro del directorio del Cole-
gio de Árbitros de la Asociación de Fútbol Argentino. En la década del
sesenta se afilia al grupo ufológico estadounidense National Investiga-
tions Commitee on Aerial Phenomena (NICAP). Conferenciante, sigue
con interés el desenvolvimiento del fenómeno. Prologa en 1968 y 1971
dos libros sobre ovnis (Chalita, Galíndez). Su opinión: “Los ovnis son
quizá vehículos extraterrestres de origen desconocido, pues sus manio-
bras y sus tripulantes -o lo que fueren-, insinúan un fenómeno anómalo
que ya no puede soslayarse con argumentos ilógicos o faltos de toda
base científica” (1971).

PELLEGRINI, Armando Vicente (n. Corral de Bustos, Cba., 8/6/1907


- m. 10/9/1995). Reside en La Carlota desde 1918, donde se establece
en 1940 con un comercio y se dedica a la vida política. En 1954 co-
mienza a interesarse por radiestesia, telepatía y televidencia, realizando

40
desde 1956 exploraciones del suelo y sobre planos de
superficies en cateos de agua. En 1965 investiga los
planetas del sistema solar, y en 1967 inicia la difusión
referida al espacio universal, en base a procedimien-
tos intuitivos. Por esa vía preanuncia la visita de naves
extraterrestres, pero concluye que ellos no admiten
vaticinios. En el mismo año conoce y establece una
fecunda amistad con Ricardo Frondizi, afiliándose en
1968 a su A. A. de Sky Scouts. Autor de numerosos folletos reunidos
desde 1971 bajo el título “Investigaciones del Infinito”, cuyo conteni-
do consiste en reflexiones y mensajes recibidos espontáneamente por
conexión cósmica. Su opinión: “Los ufos o platos voladores como se
les denomina, son aparatos impulsados por ondas transmisoras y recep-
toras denominadas cumbres, las que parten directamente del generador
solar, núcleo central de los sistemas solares existentes en toda la forma-
ción del Universo” (08/1969).

PÉREZ ALEMÁN, Antonio Oscar (pseudónimo


AGOR) (n. Buenos Aires, 10/5/1908 - m.). Reside
en Córdoba desde 1926, donde se desempeña como
funcionario administrativo de Salud Pública. Proficuo
escritor, publica desde 1958 hasta 1969, una exten-
sa serie de notas sobre los platos voladores iniciada
en el diario cordobés Meridiano, y prolongada en
Córdoba, de Córdoba, e Impulso, de Mercedes, San
Luis, siendo asiduo colaborador del UFO Nachrichten. Su interés por
el asunto se remonta a 1948, después de un avistamiento en Villaguay
y otras experiencias intuitivas, focalizándose en las fuentes personales
y más directas, los “hombres-contacto”. Vinculado al contactado Remo
Dall’ Armellina y al grupo dirigido por A. Millán (AUM), funda en
1957 el denominado Campo de la Hermandad Cósmica, en Pajas Blan-
cas, donde dice reunirse como espectador. Preside desde 1958 la AHC
de Córdoba, editando en 1967 la revista “Platos Voladores”. Anuncia

41
en varias ocasiones la aparición de naves interplanetarias. Realiza más
de 30 audiciones televisivas en el Canal 12 de Córdoba, numerosos
programas radiales en varias emisoras, dos exposiciones (1963 y 1966)
y conferencias. En 1979 abre un paréntesis a su prolongada tarea perio-
dística. Su opinión: “Creo en los sentimientos pacifistas y fraternales de
los visitantes del espacio y que su llegada a la Tierra será muy benefi-
ciosa para la Humanidad” (04/1969).

PERISSÉ, Daniel Alberto (n. Temperley, BA,


16/2/1936 - m. Buenos Aires, 27/9/2008). Marino.
Teniente de fragata de I.M., pasa a situación de reti-
ro en 1985 con el grado de capitán de fragata. Ante-
riormente volcado al campo de la parapsicología, es
decisiva su experiencia de observación efectuada en
la Antártida Argentina, en julio de 1965, oficializa-
da por la Armada a través de dos comunicados que
suscribe en su carácter de comandante del Destacamento Naval De-
cepción. Entre 1966 y 1970 colabora en forma independiente con la
Comisión de investigación del fenómeno ovni de la Armada, a cuyo
frente se desempeña el C.F. Omar Pagani. Entre 1969 y 1977 da varias
conferencias sobre ovnis en ámbitos navales, y escribe desde 1979 al-
gunos artículos sobre el tema en publicaciones ufológicas. A su retiro
militar, es activo integrante de la Federación Argentina de Estudios de
la Ciencia Extraterrestre (FAECE), entidad que nuclea a investigadores
de ovnis. Inclinado hacia la hipótesis extraterrestre, examina el interés
que pueden tener las Fuerzas Armadas frente al fenómeno ovni. Su opi-
nión: “Considerado el fenómeno desde el punto de vista estrictamente
práctico y filosófico, nuestra posición es la misma que la de Santo To-
más: Ver para creer” (07/1965).

PESSINA, Héctor Raúl (n. Cañada de Gómez, SF, 10/01/1932).


Reside en Buenos Aires desde 1945. Presidente y fundador en 1962
del Club Argentino de Ficción Científica (CAFC), que funcionó en

42
el Ateneo Iberoamericano de Buenos Aires, donde
dispone de una importante biblioteca especializada.
Allí participa en las primeras reuniones y conferen-
cias, debates y reflexiones sobre platos voladores y
extraterrestres, tratando esta temática en el género
de ciencia-ficción. En 1967 preside la  Primera con-
vención de Ciencia Ficción Argentina. Excepcional
conocedor de la fantasía científica y el horror en li-
teratura, comics, teatro, cine, TV y video, ha organizado charlas y
seminarios, escrito artículos sobre extraterrestres en el cine –en par-
ticular, Space opera en Estados Unidos, Japón e Italia– y es traductor
de inglés sobre material del género. Se define como fantacientólogo y
sintetizador universal. Director desde 1990 de la revista SF-El mara-
villoso mundo de la ciencia ficción.

PINEDA, Jorge Osvaldo (n. Buenos Aires, 1/1927


- m. 5/8/2007). Periodista y redactor. Tiene destacada
actuación en el diario El Mundo, de Buenos Aires,
donde publica entre 1961 y 1964 –merced a su vivaz
interés en el tema– unas largas series de notas sobre
platos voladores. Y en 1963 varias colaboraciones
para la revista Leoplán. En 1971 es secretario de re-
dacción de “Nuevediario”, programa de noticias de
Canal 9 de Buenos Aires. Ese año publica exhaustivos artículos en la
revista 2001, periodismo de anticipación, destacando sus análisis sobre
los avistamientos masivos argentinos de 1962 y 1967, y la serie sobre
prototipos aeronáuticos. En fecha más reciente (08/1985), reexamina
críticamente el papel del periodismo frente a las noticias sobre ovnis,
y ocupa la secretaría de redacción del diario La Nación, de Buenos
Aires. Su opinión: “Sólo el esfuerzo técnico-científico sostenido, orgá-
nico, a escala mundial, con espíritu abierto y sin subterfugios podrá dar
respuesta final al angustiante interrogante de si el Hombre es espiado
desde otros mundos del Universo” (04/1971).

43
PONZANO, Pablo Gerardo (n. Resistencia, Cho.,
22/6/1927 - m. 31/08/2003). Licenciado en Filosofía,
UNCba. Radicado en Córdoba desde 1957. Se ha de-
dicado a la investigación operacional en comunicacio-
nes de masas. Interesado en el fenómeno ovni como
objeto de análisis poético y filosófico, pendiendo a la
razón. Cofundador del IEA de Córdoba, es autor con-
junto del libro “La vida extraterrestre” (1968), donde
desarrolla un capítulo medular sobre la Psicosociología del plato vola-
dor. Integra en 1968 el comité consultivo de la revista 2001, periodismo
de anticipación. Considera al fenómeno un misterio popular, llevado a
la categoría de mito tecnológico. Su opinión: “Nada es más consecuen-
te con nuestro hombre actual: no importa el punto de la existencia real o
no del plato volador; lo fundamental es la gravitación que este concepto
tiene en el hombre, y el valor de su permanencia” (06/1968).

RAZQUIN, Bernardo (n. San José, Mza., 9/2/1906


- m. 16/3/1988). Meteorólogo autodidacto, andinista
y reconocido estudioso del cielo cordillerano. Siem-
pre cuestionado por sus métodos no ortodoxos para
predecir el clima, su falta de títulos académicos no le
impide llegar a ser un agudo conocedor de los fenó-
menos meteorológicos. Durante la década del sesenta
interviene en la investigación de algunos casos ufoló-
gicos y, como escrutador del cielo mendocino, la prensa local lo convo-
ca asiduamente como consultor y referente de opinión. Sostiene haber
visto en varias ocasiones platos voladores: la primera en junio de 1963,
en la zona del Cristo Redentor, junto a otros expedicionarios. En mayo
de 1969, en Guaymayén, cuando fotografía la estela de un avión a reac-
ción, revelándose a su lado la imagen de un cilindro invertido. En junio
de 1986 vuelve a ver en Mendoza lo que juzga “una flotilla de pequeñas
aeronaves”. Su opinión: “Claro que creo en los platos voladores. Son
mensajes de cualquier planeta donde seguramente hay vida” (12/1972).

44
REY, Secundino (n. Vigo, España, 9/2/1906 - m. Bue-
nos Aires, 13/1/1983). Radicado en 1910, se naturali-
za argentino. Ingeniero en Radiotelecomunicaciones,
Univ. de Chicago, 1928. Miembro del Círculo Argenti-
no de Inventores y del Ateneo Iberoamericano. Funda
en 1928 el Instituto Radio Rey. Desarrolla en 1955 la
teoría física del campo unificado, o espacio (Campos
U), fundamenta en 1956 la hipótesis de la naturaleza
artificial del satélite marciano Fobos (Operación Fobos), difundida en
1959 por el astrónomo soviético Iósif Shklovsky (1916-1985), y patenta
numerosos inventos. En 1960 publica sus teorías en la revista O Cruzeiro
Internacional. Por esos años, es frecuente orador sobre los enigmas del
espacio. En 1963 participa además en audiciones televisivas, mantenien-
do una posición reflexiva y prudente sobre el asunto. Su opinión: “No se
puede negar la existencia de esos platillos que surcan el cielo argentino.
Sin embargo, no debemos buscar explicaciones sobrenaturales. Pudie-
re existir algo nuevo, algo que aún no sepamos qué es. Algo que sea
producto terrestre, de la naturaleza misma. ¿Los objetos voladores no
pueden formar parte de un proceso físico desconocido, no identificado,
por la ciencia actual?. Es una posibilidad que no podemos dejar de lado”
(06/1961).

REYNA, Benito Segundo (n. Tulumba, Cba.,


3/5/1900 - m. Buenos Aires, 3/2/1982). Sacerdo-
te de la Orden Jesuita. Ingresa a la Compañía en
1916 y es ordenado sacerdote en 1934. A partir de
1959 es profesor de matemáticas en el Colegio del
Salvador. Entre 1960 y 1964 dirige el Observatorio
de Física Cósmica de los jesuitas en San Miguel,
dirigiendo seguidamente el observatorio privado
Adhara, levantado por Luis Ferro en San Miguel. Desde allí observa
y fotografía ovnis en distintas oportunidades. Operator in Regina,
Buenos Aires, en 1965. Es conocida su participación en el tema des-

45
de 1962. Prolífero conferenciante, ilustrado y generoso, tiene gran
incidencia en la opinión pública, especialmente durante el segundo
lustro de los sesenta por su condición científica y religiosa. De su
amistad con el contactado polaco Eustaquio Zagorski, llega a ase-
gurar que los enigmáticos visitantes del espacio proceden de Ganí-
medes, satélite de Júpiter. Su opinión: “Si la obra creadora de vida
intelectual está más expandida, comprueba la majestad del Creador.
La Iglesia se regocija con el anhelo del hombre de explorar el Uni-
verso” (07/1965).

RIETTI, Ariel Ciro (n. Buenos Aires, 27/4/1923


- m. 22/6/2001). Aviador civil e inventor. Secreta-
rio en 1952 de la Sociedad Argentina Interplaneta-
ria, presidida por el Ing. Teófilo M. Tabanera, y en
1959 de la Escuela de Astronáutica, impulsando la
creación en 1960, en el ámbito de la Fuerza Aérea,
de la Comisión Nacional de Investigaciones Espa-
ciales (CNIE). Presidente y cofundador en 1956 de
la primera agrupación de alineamiento científico dedicada al tema,
la CODOVNI. Tiene activa participación –mediante estudios, entre-
vistas y conferencias– durante los siguientes quince años. En 1968
construye un detector de perturbaciones geomagnéticas, como siste-
ma de detección de ovnis, poniendo en práctica el proyecto “Mag-
net”, tendiente a montar equipos de observadores en todo el terri-
torio argentino. A mediados de la década del setenta funda el Labo-
ratorio Solar Argentino, donde desarrolla numerosas inventivas. Su
opinión: “Yo me inclino a aceptar la tesis de que se trata de visitas
extraterrenas que vienen a ver qué pasa con las frecuentes explo-
siones provocadas en cada ensayo de bombas atómicas” (02/1957).
“Pienso que el hombre no se da cuenta que la Tierra no es el centro
del universo. Y creo que así como nosotros vamos rumbo al espacio,
otros seres, más inteligentes y evolucionados, vienen también del
espacio hacia la Tierra” (11/1968).

46
RIVERA, Dante Rodolfo (n. Cacharí, BA,
30/3/1927). Reside en Olavarría, BA. Trabaja desde
1964 en la Biblioteca Pública “1° de Mayo”. La lectu-
ra en 1963 de un artículo del italiano Renato Vesco en
Leoplán lo introduce en la cuestión ovni, llevándolo a
investigar, incursionando en relatos bíblicos, astrolo-
gía, metafísica, profecías y espiritismo. En 1968 crea
junto a un grupo de caracterizados vecinos la CORO-
VNI, atribuyendo a los fenómenos un origen extraterrestre. Participa de
reuniones públicas donde destaca lo remoto de las observaciones y sus
comentarios sobre la casuística local son publicados en El Popular, de
Olavarría. En 1990 publica el libro “Los ovnis y el futuro de Argenti-
na”, donde difunde una teoría que da esperanzas a los argentinos de un
futuro promisorio gracias a los buenos oficios de los visitantes.

RODRÍGUEZ, Vicente Cecilio (n. Río Colorado, RN,


22/11/1908 - m. 9/7/1988). Reside en Bahía Blanca,
donde trabaja en el transporte y comercialización agrí-
cola. Estudioso de fenómenos metapsíquicos. En 1959
comienza a operar en el ámbito del Grupo de Estudios
de Espiritismo Superior, que preside. Su interés des-
pierta en diciembre de 1961, cuando reciben un men-
saje mediúmnico anunciando visitas de naves de Marte,
viéndose confirmadas en mayo de 1962 por el paso de un objeto sobre
Bahía Blanca. Afirma recibir desde entonces “mensajes de diversos pla-
netas de nuestros sistema solar”. Encomendado a la tarea de difundir el
asunto, publica numerosos artículos sobre las naves interplanetarias y te-
mas metafísicos en las revistas mexicanas espiritista Voz Informativa entre
1960 y 1971 y del libre pensamiento Renovación, entre 1965 y 1966. Autor
de los libros “OVNI-Ciencia de anticipación-Los mensajes telepáticos”
(1971), Metafísica de los átomos (1973) y Revelaciones sobre la vida en
otros mundos (1975), además de varios folletos. Ahonda durante años en
las comunicaciones parapsíquicas y las experiencias con ovnis. Su opinión:

47
“Son naves interplanetarias que se acercan continuamente a la Tierra en su
carácter de visitantes pacíficos y con fines de ayuda nos traen el mensaje
telepático. El mensaje de paz que esta humanidad necesita comprender y
conquistar, aplastando las fuerzas del mal” (11/1971).

ROMANIUK, Pedro (n. Médanos, BA, 30/3/1923 - m.


21/2/2009). Aviador civil. Perito en la Junta investigado-
ra de accidentes de aviación. Parapsicólogo, se considera
experto dotado. Sus primeros libros son “Naves Extrate-
rrestres y sus incursiones en la Tierra” (1969) y “La Tie-
rra está temblando” (1970), seguidos de otras numerosas
obras de carácter cataclístico-apocalíptico, exponiendo
sus teorías sobre fenómenos atmosféricos, sísmicos y
caída de edificios, en relación directa a la “ciencia extraterrestre”. Postula
la necesidad de que el género humano comprenda cuáles son las verdaderas
amenazas que se ciernen sobre el planeta –y el sistema solar– a raíz del avan-
zado desarrollo nuclear. Conferenciante en radio, televisión y salas públicas
de todo el país, extiende sus intereses a la piramidalogía, bioenergética y
psicotrónica, y medicinas alternativas. En 1971 sienta las bases del Instituto
Cosmobiofísico de Investigaciones Extraterrestres, Paranormales y Atómi-
cas, luego Fundación (FICI). Su opinión: “Personalmente creo y entiendo
que nada ni nadie logrará detener la Verdad y la Realidad de las naves extra-
terrestres que nos visitan, ya que seguir negando u ocultando su realidad es
lo mismo que pretender negar u ocultar a los rayos del Sol” (01/1970).

SARDELLA, Oscar Francisco (n. Buenos Aires,


10/1/1937). Profesor en Física, Matemáticas y Cos-
mografía, ISPS. Docente de larga trayectoria en el
ámbito educativo medio y superior. Profesor de as-
tronomía en el Instituto Normal del Profesorado J. V.
González, y de matemática en distintas universidades.
Comienza a interesarse por los ovnis en 1960. En esa
década colabora en la Comisión OVNI de la Armada,

48
y es miembro del CEFAI en los años siguientes. Dicta conferencias en
distintos centros culturales del país. Autor de varios textos sobre física
y astronomía elemental.

SCHANG, Casimiro Ángel (n. Lobería, BA,


2/8/1895 - m. 7/7/1980). Ingeniero civil. Trabaja
en Ferrocarriles, dedicándose luego a las activi-
dades agropecuarias. Su interés por el tema co-
mienza a mediados de la década del 50. Autor de
varias notas de lector en periódicos (1963, 1973)
y artículos en boletines especializados (1967/68).
Representa en 1964 a la Argentina en el enton-
ces creado Comité Asesor Internacional sobre ovnis, que funciona
en el seno del CIOVI de Uruguay. En los años sesenta participa
en seminarios y dicta conferencias. Su opinión: “La Tierra está
siendo visitada en forma metódica y sistemática por ovnis, cono-
cidos mundial y vulgarmente con el nombre de platos voladores”
(10/1963).

SERANS, Juan Enrique (n. Buenos Aires, 14/9/1914


- m. 6/6/1973). Reside en Bernal desde 1933. Escri-
tor, conferenciante. Secretario del club de letras “Vi-
cente Vaccaro”, y vocal de la Asociación Cultural
Sanmartiniana de Quilmes. Estudioso de temas histó-
ricos, folclóricos y literarios. Después de haber visto
un ovni en 1958, en Santa Fe, se da a la investigación
de casos semejantes anotados al correr de los siglos.
Participa activamente desde 1964 a través de conferencias en numero-
sas entidades culturales y en audiciones radiales y televisivas. Analiza
las incógnitas que el asunto plantea, y sostiene la existencia de extrate-
rrestres en la antigüedad. Autor del libro inédito “Platos voladores so-
bre Argentina”. Su opinión: “Los platillos son realmente naves aéreas
enviadas desde otros planetas y que, además, están tripuladas por seres

49
de singular inteligencia” (11/1966). “Enumerar lo visto en la antigüe-
dad resta toda posibilidad de que estos objetos en vuelo sean producto
de la elaboración humana” (09/1967).

SOLARI PARRAVICINI, Benjamín (n. Buenos


Aires, 8/8/1898 - m. 12/12/1974). Pintor, escultor y
autor de varias obras teatrales. En 1936 tiene “la con-
creción del llamado de un plano superior” y desarro-
lla condiciones supranormales. A partir de entonces
recibe desde lo cósmico ideas, sensaciones y hasta
voces con informaciones premonitorias –a veces, so-
bre diversos aspectos de los ovnis–, que traduce en
forma de psicografías, dibujos y mensajes proféticos. En ellas describe
la progresiva decadencia de la humanidad y su final. Afirma poseer
facultades mediúmnicas, pero no ser espiritista. En junio de 1967 y
junio/julio de 1969 la revista ecléctica espiritualista argentina Cono-
cimiento de la Nueva Era publica cientos de estos mensajes. En 1958
habría tenido dos encuentros con un extraño sujeto vestido con una
chaqueta de cristal en pleno centro de Buenos Aires y viajado en un
platillo, cuyos pormenores son divulgados en junio de 1968 por el dia-
rio La Razón. Sobre su vida se han escrito dos libros, uno en 1972 por
S. von Wurmb, y otro (inédito) por su hermano Justino. También se
publica en 1988 un trabajo póstumo, con dibujos premonitorios, “El
Testamento profético de S.P.”.

THOMAS, María Ángela Jane (n. Buenos Aires,


29/12/1937). Traductora de inglés. Trabaja en una
empresa naviera. Comienza a interesarse por los ovnis
en 1968. Como conferenciante, desde 1970. Colabora
mediante traducciones para numerosas publicaciones
ufológicas argentinas y extranjeras, norteamericanas
y europeas (Flying Saucer Review, UFO-Nyt, UFO
Clippings News, MUFON UFO Journal, OVNIS-Un

50
desafío a la ciencia, y otras). De una fecunda amistad con Ruth Bär de
Gerstel, acompaña desde 1978 la creación de la Federación Argentina
de Estudios de la Ciencia Extraterrestre (FAECE). Luego radicada en
los Estados Unidos.

TUCCI, Eduardo Aníbal (n. Pehuajó, BA, 30/1/1923 -


m. 23/7/2001). Teniente Coronel del Ejército Argentino.
Arma de Infantería. Retirado de la actividad castrense en
1962, es promovido al grado de Coronel (R) en 1976. Di-
rector de una empresa editorial. Junto al periodista Alber-
to Giordano es autor del documentado libro “Los platos
voladores y sus tripulantes” (edics. 1969 y 1975 actua-
lizada). El diario madrileño ABC reproduce en mayo de
1969, a propósito de su libro, un amplio reportaje. Sostiene que una de las
claves del problema reside en la actitud oficial, siendo preciso que existiese
un ente estatal coordinador que encauce y facilite el esfuerzo de los particu-
lares, a la vez de proporcionar al público información autorizada y respon-
sable. Su alejamiento de la ufología –reconoce– se ve condicionado por las
conductas prejuiciosas que entorpecen estudiar el asunto, ante la aparición de
personajes faltos de seriedad en sus declaraciones o que las utilizan con fines
publicitarios. Su opinión: “El tema de los ovnis dista mucho de ser un caso
concluido; por el contrario, yo diría que estamos en sus comienzos. Sin em-
bargo, estoy persuadido de que existe alguna cosa detrás de todo el cúmulo
de testimonios recogidos hasta la fecha” (04/1969).

TURBAY, Alfredo (n. Monteros, Tuc., 15/12/1913


- m. 25/7/1993). Ingeniero civil, UNT. Piloto avia-
dor civil. Reside en Castelar, BA. Presidente del
Aero Club Argentino, y del Círculo de Escritores
de Aeroastronáutica. Reconocido como diseñador
e ingeniero aeronáutico autodidacta, es profesor
en varias escuelas de esa especialidad. Director
técnico entre 1943 y 1976 de empresas y talleres

51
aeronáuticos. Autor de numerosos artículos técnicos y conferen-
ciante, es galardonado en 1957 por la Secretaría de Aeronáutica
por su contribución a la difusión aeronáutica. En 1962 participa
en un debate televisivo sobre platos voladores, y se conocen desde
entonces –a través de distintos medios periodísticos– sus puntos
de vista refutatorios sobre la cuestión. Su opinión: “Sin ninguna
duda: los platos voladores son una de las grandes patrañas de este
siglo, con las que se envenena la mente de la inmensa mayoría de
la gente” (02/1978).

URIONDO, Oscar Adolfo (n. Buenos Aires,


12/5/1929). Profesor en Geografía, ISPS. Bi-
bliotecario en una institución bancaria. Autor
de “Objetos aéreos no identificados” (ed. autor,
1965), “El problema científico de los OVNIs”
(1968), libros que condensan una selección de
artículos periodísticos, y del catálogo “Los ate-
rrizajes de OVNIs en la Argentina” (1972), rea-
lizado a través de la cooperación documental de R. Banchs. Co-
fundador en 1972 del CEFAI, de Buenos Aires. Su opinión: “Con
referencia al problema de los ovnis, la procedencia cósmica de
los mismos parecería ser la única salida que subsiste en el campo
de las posibilidades racionales” (1968).

USET, Aníbal Enrique (n. Buenos Aires,


27/12/1938). Fotógrafo y publicitario. Director y
productor cinematográfico. Se inicia en 1966 con
“El Rey en Londres”. El 7 de agosto de 1968 estre-
na la película “Che, OVNI”, del género bizarro. Esta
comedia o aventura disparatada es el primer filme
argentino dedicado al tema. Como artificio publici-
tario y junto a otras figuras del ambiente artístico,
propaga –a modo de avant première– una inverosímil versión que re-

52
vela la trama de la película, pasando a constituirse en uno de los gran-
des relatos míticos de la ufología vernácula: el caso Vidal de mayo
de 1968 (un matrimonio que circulando en automóvil por la ruta 2
habría sido teletransportado a México por un ovni). Su opinión: “La
gente tiene necesidad de creer. Es probable que exista vida en otros
planetas, pero me resisto a creer en las apariciones cotidianas, donde
les dan características humanas. La ciencia es mucho más rica en ima-
ginación que esas historias” (10/1998).

VALVERDE, Manuel (n. Buenos Aires, 10/2/1922


- m. Merlo, SL, 20/4/2001). Autodidacta y universa-
lista de vocación fraterna, crística. Estudioso de fuen-
te espiritualista, tiene una instrucción kardecista. En
1954 es designado secretario general de la sociedad
espiritista “Luz y Vida”. En 1955 toma contacto con
el médium brasileño Hercílio Maes, autor del libro
“La vida en el planeta Marte y los discos voladores”
(trad. 1960), e identificado con un maestro de los planos invisibles, co-
nocido como “Ramatís”, que desde el espacio informa sobre la vida en
ese planeta. Se declara investigador y estudioso de los “discos volado-
res”, obteniendo por la vía mediúmnica revelaciones sobre los mismos.
Participa en octubre de 1956 del Equipo de Telepáticos “R. Jordán”, el
cual integra hasta agosto de 1957. Desde entonces, dicta conferencias
sobre el tema en Agrupación Labor, Escuela Misión de Jesús, Sociedad
La Luz del Porvenir, Círculo Progreso Espírita, Biblioteca Teosófica,
etc. Desde 1965 traduce al castellano los numerosos libros de Maes
escritos bajo inspiración de Ramatís, comenzando por los relatos profé-
ticos contenidos en “Mensajes del Astral”. En 1969-79 edita una serie
de folletos relacionados. Su opinión: “Los innumerables pasajes que
han realizado los visitantes a través de nuestra atmósfera, les permite
preparar sus enseñanzas y conocimientos, para que una vez en contacto
directo, puedan ilustrarnos y así se cumple en parte una ley cósmica:
amaos los unos a los otros como a tí mismo” (01/1957).

53
VARSAVSKY, Carlos Manuel (n. Buenos Aires,
28/4/1933 - m. 1/3/1983). Licenciado en ingeniería fí-
sica, Univ. de Bowlder. Obtiene una maestría y el doc-
torado en Astrofísica, Univ. de Harvard. Su experiencia
docente data de 1955 a 1958, siendo allí profesor titular
en astronomía y, de regreso a la Argentina, profesor de
física entre 1960 y 1966. Fundador y director hasta 1969
del Instituto Argentino de Radioastronomía, inaugurado
en 1964, y presidente de la Asociación Física Argentina. Se desempeña
como investigador del CONICET. En 1968 publica la primera edición del
libro “Vida en el universo”, donde plantea la posible existencia de otras
civilizaciones en el Universo y su eventual comunicación con la Tierra. En
esta obra de divulgación incluye consideraciones sobre ovnis, retomando
conceptos de conferencias suyas de abril de 1965 y septiembre de 1968.
Falleció a los 49 años, en un avión, volando de Nueva York a Buenos Ai-
res. Su opinión: “Admitir que esos objetos luminosos extraños que se ven
con cierta frecuencia, tengan necesariamente que ser naves tripuladas pro-
venientes de otros planetas obliga a aceptar una serie de hipótesis sin nin-
gún fundamento físico ni lógico. Hasta tanto no agotemos toda explicación
natural, creo preferible no aceptar la explicación de que se trata de naves
extraterrestres” (12/1968).

VIGNATI, Nicolás Alejandro (n. San Andrés de Gi-


les, BA, 2/10/1934 - m. Caracas, 3/8/1982). Poeta y
periodista. En 1961 reside en Brasil. En 1965 viaja
al Perú, donde realiza el guión de un filme cinema-
tográfico. A su regreso a Buenos Aires dirige como
secretario de redacción –durante 1968 a 1970– la re-
vista de divulgación científica 2001, periodismo de
anticipación, una de las mejores en su género. Incan-
sable viajero, en 1971 se radica en España, donde publica varios libros
sobre realismo fantástico, entre los que se destacan “Arde bruja arde”,
“El enigma de los templarios”, “Historia de las sociedades secretas”,

54
“Los grandes enigmas del cielo y de la Tierra”, el best-seller “Triángu-
lo mortal de las Bermudas” (1975), y otros. Tras su paso por la Argen-
tina, fallece en Caracas, Venezuela. Su opinión: “El fenómeno ovni es
lo imprevisto, lo heteróclito, un canal abierto en el mundo convencional
por el que puede irrumpir lo maravilloso. Develar este enigma, adqui-
rir conciencia de que no estamos solos en este planeta, significa natu-
ralmente alterar la tabla convencional de valores; precipitar al hombre
hacia un cambio profundo de imprevisibles consecuencias” (06/1969).

VILAS, Clemente Estanislao (n. Buenos Aires, 17/5/1923 - m.


9/4/2010). Ingeniero civil, UBA. Atingente con su formación técnica,
sugiere en julio de 1965 un innovador método para el rastreo organi-
zado de los ovnis, según expone en un artículo publicado en el diario
La Nación. En esencia propone establecer estaciones de observación
y medición sincrónicas mediante teodolitos, las cuales transmitirían la
información a una central de coordinación y cómputo, cuyos resultados
podrían retransmitirse a un centro astronómico que fotografiara al pre-
sunto ovni con un telescopio de gran potencia y a una instalación de ra-
dar de largo alcance de alguna de las bases aéreas cercanas. Su opinión:
“El método de rastreo de ovnis colaboraría en la aclaración del misterio
que nos tiene intrigados a todos” (07/1965).

VOGT, José Emilio Cristián (n. Mulhouse, Francia,


23/3/1923). Radicado en Buenos Aires. Licenciado
en Derecho y ciencias Políticas, Univ. de París. Co-
rresponsal de la Federación de la industria relojera
suiza, y periodista. Empieza a estudiar el tema ovni
en 1955. Autor del libro documental “El misterio de
los platos voladores” (1956). Cofundador y secreta-
rio general de la CODOVNI, y miembro asociado de
la Assemblée Mondialiste Interplanétaire, con sede en Lausanne, Suiza.
Mantiene contacto con los ufólogos galos más notables y colabora me-
diante comentarios y traducciones de noticias para las revistas europeas

55
Ouranos, Phénomènes Spatiaux, Le Courrier Interplanétaire, y otras.
También como conferenciante, da a conocer en Europa –de manera des-
tacada– la casuística argentina. Asiste a varios congresos y seminarios
ufológicos en Argentina y Brasil. Prosigue con interés el desenvolvi-
miento del tema. Su opinión: “Se da por sentada la existencia de esos
objetos y se supone que provienen de otros planetas, aunque no se pudo
comprobar. La realidad es que se han tejido muchas fantasías sobre
ellos” (06/1961).

VON WURMB, Sigurd (n. Buenos Aires, 21/10/1925


- m. 20/2/2007). Ingeniero mecánico, Univ. de Halle,
Alemania. Reside en Rosario desde 1960 y, durante
34 años, trabaja en empresas industriales. Su interés
por los ovnis se remonta a 1945, al observar “foo
fighters” en el frente europeo. Investigador de las an-
tiguas culturas, la parapsicología y especialmente los
ovnis. Sobre estos temas da a conocer sus conceptos
en revistas alemanas y argentinas. Autor de una serie de cien artículos
sobre la materia, publicados entre 1968 y 1970 en el matutino Crónica,
de Rosario. Entre 1970 y 1972 participa en varias conferencias en el
ámbito de la Municipalidad de Buenos Aires. Además, es autor del li-
bro “Dibujos proféticos: Benjamín Solari Parravicini-Una vida guiada
desde el cosmos” (1972). Su opinión: “(Los platillos) no están tripula-
dos sino conducidos por control remoto y, en algunos casos ocupados
por robots. Sólo las denominadas naves madres, con forma de cigarro,
estarían tripuladas por seres superiores” (03/1972).

ZERPA, Fabio. Véase: ALLES ZERPA, Pedro Fabio.

56
OTROS INVESTIGADORES - DIVULGADORES

–Listado no exhaustivo–

Abrego, Edgardo Luis (Bahía Blanca).


Cafferatta, Dante Néstor (Buenos Aires).
Cisneros, Nerry Humberto (S.M. Tucumán).
Cobo, Axel Aberg (Buenos Aires).
Colombo, Ángel Antonio M. (San Juan).
Correa Llano, José Ignacio (Mendoza).
Gainza Paz, Guillermo (Buenos Aires).
Guariello, Ema (Buenos Aires).
Kon, Alejandro (Buenos Aires).
Libert, Samuel Osvaldo (Rosario).
Mazzocchi, Armando Antonio (Buenos Aires).
Muñoz Cabrera Pizarro, Edgardo (Buenos Aires).
Omastott, Andrés Pablo (Corrientes).
Orofino, Juan Carlos (Balcarce).
Peña, Diego (Buenos Aires).
Reinoso, Luis Alberto (Rosario).
Remonda, Juan Carlos (Córdoba).
Rolff, Carlos H. (Buenos Aires).
Rossi, Dora N. Villanueva de (Hurlingham).
Sánchez, Roberto Oscar (Ciudadela).
Spaggiari, Rubén Amílcar (Bahía Blanca).
Vázquez Andreoli, Belisario Alberto (La Plata).
Ventayol, Gabriel Juan (Buenos Aires).
Villagrán, Francisco (Corrientes).
Villegas, Nahuel (Mar del Plata).

Nota: Las ciudades citadas corresponden a su lugar de residencia.

57
NUESTRO AGRADECIMIENTO A:

Sr. Mario Biscione, Lic. Juan C. Raad, Sr. Juan Failla, Sra. Cora Di
Paola de la Biblioteca Nacional de Aeronáutica, Sr. Amancio Rodríguez
de la Asociación Amigos de la Astronomía, Dr. Enrique Jaschek de la
Facultad de Astronomía y Geofísica UNLP. Biografiados y familiares
de los mismos.

58
Agrupaciones ufológicas

AAP: Asociación Argentina de Psicosíntesis. Buenos Aires. Filial de


la Psychosynthesis Research Foundation de Nueva York. Presidida por
Juan Aleandri, reúne en 1968 a un nutrido grupo de conocidos ufólo-
gos y cambiará su nombre por Instituto de Biopsicosíntesis, siendo su
secretario general Livio J.A. Vinardi. Sede: Juncal 2061, 1° B, Buenos
Aires.

AASS: Asociación Argentina de Sky Scouts, filial de International Sky


Scouts, que preside Brinsley Le Poer Trench. Fundada en 1967. Inte-
grantes: Ricardo A. Frondizi, Armando V. Pellegrini, y otros. Sede: Hi-
pólito Yrigoyen 3560, 8°, 24, Buenos Aires.

Agrupación X: Buenos Aires. Fundada en 1969. Estudio de constan-


tes como una búsqueda de pruebas de la existencia de naves extrate-
rrestres. Integrantes: Lucrecia D. de Godoy (presidente), Magdalena
Cullen, Horacio Luzuriaga Vivot, Alberto Marini, Oscar Uriondo,
Lila P. de Harriot y María I. Aguerrondo. Sede: Paraná 1154, Buenos
Aires.

AHC: Asociación de Hermandad Cósmica. Córdoba. Fundada el


5/7/1958, le fue otorgada personería jurídica en 10/1966, por decreto
N° 1.046. Afiliada a la AUM. Presidida por Antonio O. Pérez Alemán
(Agor), la integran entre otros: Antonio Carrazán y Remo Dall’ Arme-
llina. Sede: Deán Funes 1564; luego, Mendoza 237, 6° G, Córdoba.

59
AIDEFE: Agrupación Investigadora de Fenómenos Espaciales. San
Juan. Fundada el 9/3/1969 por Ricardo A. Faltis. Primer grupo argen-
tino de orientación escéptica. Sede: Avda. L.S. Mart. E 279, San Juan.

AIDOVNI: Agrupación In-


vestigadora de OVNI. Buenos
Aires. Fundada el 5/7/1965.
Miembros fundadores: Nor-
berto Catuegno, Ricar-
do Chiesa, Rodolfo Solá y
Eduardo Monsuárez. Publi-
ca el Boletín AIDOVNI en-
tre 1966 y 1968. Grupo que Algunos miembros de AIDOVNI en una
reúne a un nutrido número de habitual sesión de los jueves. Al centro,
asociados en su sede de la ca- Ricardo Chiesa.
lle Viamonte 308, of. 3. Tie-
ne una Filial AIDOVNI en Bahía Blanca, fundada el 28/12/1968,
y presidida por Alberto J. Peronetto.

AOA Internacional: Aso-


ciación de Observadores de
Astros. Rosario. Fundada el
31/5/1966, por Guillermo
Aldunati, Carlos de Peco y
Alberto Bravo. Publicó en
1968 el Boletín de ovnis,
en 1968/69 Espacio, am-
bas en Rosario, y en 1971
Los ovnis constituyen un enigma que des-
la revista Exo, en Corral
pierta gran interés en la juventud. Así lo de-
de Bustos. Sede: Moreno muestran Bravo, Oliva, De Peco y Aldunati,
2763, Rosario. de la AOA.

AUM: Asociación Universal Metapsíquica de Investigaciones


Cósmicas. Buenos Aires. Fundada el 29/9/1957. Integrantes:
60
Agapito Millán (presiden-
te), Camilo R. Cagliani (se-
cretario); Alfonso Figueroa,
Carlos Capalbo, Horacio
Piancino, Esther A. de Igle-
sias, y otros. Con anteriori-
dad, algunos de sus miem-
bros constituyen el “Equipo
Telepático R. Jordán”, que Los miembros de la AUM, Agapito Millán
da origen a la Asociación (derecha) y Camilo Cagliani (segundo,
de sensitivos. Sede: Alsina izq.), examinan junto a testigos, el lugar de
aterrizaje de un disco volador el 20 de mar-
1645, G, Buenos Aires. zo de 1959, en cercanías de Tres Lomas.

CADIU: Círculo Argentino de Investigaciones Ufológicas. Córdoba.


Fundado en 1/1967. Integrantes: Benjamín Galíndez h. (presidente),
Oscar Galíndez (secretario) y Alberto M. Astorga. Publica en 1967/68
el Boletín de Fenómenos Aéreos, y en 1974/76 la revista Ovnis, un de-
safío a la ciencia. Dirección postal: Casilla de correos 218, Córdoba.

CEDAO: Comisión de Estu-


dios y Difusión de Astronáutica
y OVNIs. Buenos Aires. Creada
el 9/5/1961 en el Ateneo Ibe-
roamericano, institución que
presidía el Gral. Ernesto Florit.
Presidente del CEDAO fue Luis
María Ricci y secretario general
Pablo Michalowski. Otros in-
Reunión de jóvenes investigadores convo-
tegrantes: Helvecio Steinberg,
cada en el Ateneo Iberoamericano, por Ro-
Jesús A. Lucero y Carlos Vall. berto Martínez (centro), del ICTE, y Pablo
Sede: Lima 383, Buenos Aires. Michalowski (derecha), de la CEDAO.

CEF: Centro de Estudios Físicos. Santo Tomé, SF. Fundado en 1970.


Integrantes: Roberto A. Ferrari, Bernardo Molinas, y otros. Estudiantes
61
dedicados a la física, parapsicología y ufología, basados en la investiga-
ción y experimentación. Sede: Moreno 1544, Santo Tomé.

CEFAI: Centro de Estudios de Fenómenos Aéreos Inusuales. Buenos Aires.


Fundado en 1972. Publica varios catálogos de la casuística argentina y bole-
tines. Integrantes: Roberto Banchs, Oscar Uriondo, Oscar Sardella y Milton
Hourcade. Dirección postal: Casilla de correos 9, suc. 26, Buenos Aires.

CEM: Círculo Enciclopédico


Mundial. San Vicente, SF. Fun-
dado el 1/7/1962. Integrantes:
Rubén M. Rópolo y Alberto E.
Degrati. Abocados a lo que die-
ron en llamar la Kospaherlogía,
novísima disciplina que estudia
los “extraños fenómenos aé-
reos”. Colabora por 1963 en una
propuesta radial que consiste en Rubén Rópolo y Alberto Degrati, del Círculo En-
la dramatización de casos. Sede: ciclopédico Mundial (CEM), especializados en
Urquiza 205, San Vicente. Kospaherlogía.

CIDOANI: Centro Investigador de Objetos Aéreos No Identificados.


Buenos Aires. Fundado el 24/6/1966, activo hasta 1972. Integrantes: Ro-
berto Banchs, Domingo Lofranco, Antonio J. Pérez y Horacio Ragucci.
Publica entre 1967 y 1972 un Boletín Informativo. En 1970 tiene su sede
en el Ateneo de Buenos Aires: H. Yrigóyen 724, 1°, Buenos Aires.

CIEM: Centro de Investigaciones Espaciales de Mendoza. Activo en


1968. Integrantes: José Correa Llano (presidente), Victorio Corradi (vi-
cepresidente), José Gómez Miralles, Luis Precerutti y Carmelo Raiti.
Sede: Mitre 2482, Mendoza.

CIFE: Centro de Investigaciones de Fenómenos Extraterrestres. Bahía


Blanca. Fundado en 1971, su actividad se extiende hasta 1975. Inte-
62
grantes: René F. Baravalle (presidente) y Jorge Piervittori (secretario).
Sede: Montevideo 527, Bahía Blanca. Escindido durante 1972 en COR-
BE y CIFE, sigue Edgardo Abrego (presidente), Osvaldo Anabitarte, y
otros. Sede: Dorrego 394, Bahía Blanca.

CODOVNI: Comisión Ob-


servadora de Objetos Vo-
ladores No Identificados.
Buenos Aires. Fundada el
5/7/1956. Integrantes: Ariel
Ciro Rietti (presidente),
Cristián Vogt (director in-
vestigación), Roberto Mi-
nervini, Horacio Minervi-
ni, Samuel Levy y Miguel
Sejo. Publica entre 1957 y
1965 un boletín anual de la
casuística argentina. Sede: Para contribuir a develar el enigma, se crea
Corrientes 1115, 9°, A; lue- en julio de 1956 la CODOVNI, según refie-
go, Tucumán 340, 5°, of. ren los diarios de la época.
18, Buenos Aires.

CORBE: Comisión Rastreadora de Bases Extraterrestres. Bahía Blan-


ca, BA. Establecida en 1972 como Estudios de OVNIs (EOVNI), fun-
dada el 17/1/1973. Integrantes: René Baravalle, Eduardo D. Dimieri,
Horacio Alaimo y Marcela García. Sede: Amundsen 535, Bahía Blanca.

COROVNI: Centro Olavarriense de Rastreadores de OVNIs. Olava-


rría, BA. Fundado el 20/7/1968. Integrantes: Luis H. Olivera (presi-
dente), Hugo Silvera Landriel, Miguel Amarante, y otros. Su activi-
dad investigativa se extiende hasta 1970.

EDOVNI: Estudios de Objetos Voladores No Identificados.


Rosario, SF. Fundada en 7/1965. Integrantes: Luis A. Reinoso
63
(director) y Rubén Galvani (asistente). Filial del CIDOANI. Pu-
blica en 1968-69 el Boletín Informativo EDOVNI. Sede: Calle 5
N° 69, B° Azcuénaga, Rosario.

Equipo de Telepáticos R. Jordán: Grupo de sensitivos fundado en


Buenos Aires el 31/10/1956 para la captación de mensajes emitidos
desde diversas orbes y astronaves no identificadas. Dirigido por Aga-
pito Millán y Manuel Valverde, lo integra además José Speziale, M.C.
Lucchini y Mario Panio. Convertido después en la Asociación Univer-
sal Metapsíquica. Sede: A. Díaz 1031, o Alsina 1645, G, Buenos Aires.

GENOVNI: Grupo de Estudios Neuquén sobre Ovnis. Neuquén. Acti-


vo entre 1968-1972. Integrantes: Ricardo E. Funes (presidente) y Mario
A. Basso (vicepres.). Sede: Mtro. Alcorta 476, Neuquén.

GIE: Grupo de Investigaciones Espaciales. Punta Alta, BA. Fundado el


23/4/1957, funciona hasta 1964, y en Gral. Roca hasta 1975. Integran-
tes: Rubén Spaggiari, Oscar Scarpa, y Santos Presti. Sede: 25 de Mayo
588, Punta Alta, BA; luego, San Luis 72, Gral. Roca, RN.

GODFE: Grupo Observador de Fenómenos Espaciales. Buenos Aires.


Fundado en 1960. Integrantes: Dante N. Cafferatta, Diego Peña y Da-
niel A. Mosquera. Publica en 1968 un Boletín Informativo sobre ovnis.
Sede: Av. Las Heras 2693, 6, Buenos Aires.

GRODOV: Grupo Rosarino Observador de Objetos Voladores. Rosa-


rio. Fundado en 1960 (bajo otra denominación), disuelta hacia 1970.
Fundador y presidente Nicolás Ojeda, secretario Osvaldo Depego, y
Omar J. Lampertti. Dirección postal: Casilla de correos 255, Rosario.

Grupo ALFA: Buenos Aires. Fundado en 9/1965, desarrolló la actividad


pública mediante conferencias en 1968-69. Integrantes: Guillermo
Hoyos, Alfredo Vozzi, Rubén Padilla Osvaldo Bettachini y Tamara
Hornaechea. Sede: Canalejas 759; luego, Neuquén 1369, Buenos Aires.
64
ICI: Instituto Cosmobiofísico de Investigaciones Extraterrestres,
Paranormales y Atómicas. Buenos Aires. Fundado en 1972. Integrantes:
Alberto Marini y Pedro Romaniuk. Sede: Alberti 1827, Buenos Aires.

ICTE: Instituto Civil de Tecnología Espacial de la República Argenti-


na. Sarandí, BA. Fundado el 2/8/1963. Integrantes: Roberto J. Martínez
(director), Guillermo Hoyos, y otros. Activa campaña de difusión de fe-
nómenos aeroespaciales (ovnis) y lanzamientos espaciales. Sede: Cnel.
Brandsen 3857, Sarandí, BA.

SADIE: Servicio Argentino de Investigaciones Extraterrestres. Mon-


te Grande, BA. Fundado en 10/1972. Integrantes: Florencia Foricher,
Emilio Caldevilla, Osvaldo Audisio y Ricardo Fernández. Sede: Vicen-
te López 887 o 1166, Monte Grande, BA.

65
OTROS GRUPOS UFOLÓGICOS Y DE TEMAS AFINES

ACIRE: Asociación Civil de Investigación Radio-Espacial. Buenos


Aires. Estudio del universo en general, y ovnis. Fundada en 1971. Di-
rector: Jorge E. Etchevarne.

AIVED: Asociación Investigadora de Vehículos Extraterrestres


Dirigidos. Buenos Aires. Fundada en 6/1969. Presidente: Juan
Klein.

ASEA: Asociación del Sur de Estudios Aero-espaciales. Lanús, BA.


Fundada en 10/1968. Ovnis, astronáutica y cohetería. Integrantes: Os-
valdo Terragnea y Arnaldo Zemp.

CAODE: Centro de Amigos Observadores del Espacio. “1er. Ob-


servatorio de la Patagonia (en formación)”. Puerto Madryn, Cht.
Estudios de astronomía, astronáutica y fenómenos del espacio.
Fundado en 12/1968. Presidente: Pedro A. Gervino; secretario:
Elías Liberoff.

CEC: Centro de Estudios Cósmicos. Bahía Blanca, BA. Activo en


1968. Director: Amilcar García Díaz.

CEFANI: Centro de Estudios de Fenómenos No Identificados. Posa-


das, Misiones. Fundado en 1967. Activa en 1971. Integrantes: Arcadio
Romero, Ítalo Díaz y Alí Broucheau.

CEUFO: Club de Estudios UFO. Florida, BA. Activo en 1963. Direc-


tor: Juan Lobaczewski.

CICE: Centro Investigador de Cuerpos Extraños. La Plata. Fundado el


15/12/1969. Director: Carlos A. Bustos Ayré.
66
CICECH: Centro de Investigaciones Científicas y Espaciales Chivil-
coy. Observatorio Meteorológico “Cruz del Sur”. Chivilcoy, BA. Fun-
dado el 1/7/1965. Director: Francisco A. Rizzi. Publica desde 1971 bo-
letín El Cosmos.

CIDOVNI: Comisión Investigadora de


OVNIs. Buenos Aires. Fundada en 6/1968.
Integrantes: Fernando Peralta Luna y Ale-
jandro Schang.

CIE: Centro de Investigaciones Espaciales.


Buenos Aires. Director: Justo A. Quevedo.
Dedicado especialmente a la cohetería, tie-
ne en 1967/69 una comisión ovni, integra-
da por Roberto Martínez, Horacio Ragucci,
y otros.
CIDOVNI: joven exponente de
CIEP: Centro de Investigaciones Espacia- la pasión investigadora por los
les Privado. Avellaneda, BA. Fundado en ovni.
7/1968. Integrante: Hugo Omar Bambara.

CIFAA: Centro de Investiga-


dores de Fenómenos Aéreos de
Argentina. Creado en 12/1972
por Carlos A. Demaría. En
6/1974 cambia su denomina-
ción por CAIFE. Audiovisuales
y revista.

CIFAD: Comité de Investigación


de Fenómenos Aéreos Descono- CIE: en un ámbito dedicado a la explo-
cidos. Buenos Aires. Activo en ración y ensayos espaciales, Horacio
1969. Presidente: Ernesto Arma- Ragucci despliega sus hallazgos sobre
nini. los ovnis.

67
CIFIDE: Centro Investigador de Fenómenos Insólitos del Espacio.
Santa Fe. Activo en 1968. Integrante: Víctor E. Jartack.

CIMANI: Buenos Aires. Centro Investigador de Manifestaciones Aé-


reas No Identificadas. Fundado en 12/1968. Integrantes: Oscar Des-
monteix, Orlando Coffen y Ricardo Pérez García.

CIOVNI: Comisión de Investigación de OVNIs. San Salvador de Ju-


juy. Fundada en 1958, activa en 1968/69. Integrantes: J. Guillermo
Mónaco (presidente), Atilio Dalla Fontana, Héctor Baglio y Julio Cu-
ñado Arias.

CIP: Centro de Información Privado. Rosario y Hughes, SF. Fundado


el 29/3/1971. Dedicado a reunir información sobre ovnis, magnetismo,
astronomía, hechos extraños, etc. Integrantes: Carlos A. Teves y Roberto
Bühler.

CISO: Comando Investigador Sanjuanino de Ovnis. San Juan. Funda-


do en 1967. Director: Miguel A. Gauto.

CISOVNI: Centro de Investigaciones sobre Ovnis. Buenos Aires. Ac-


tivo en 1969. Director: Eduardo Lagos.

CIVED: Centro de Investigaciones de Vehículos Extraterrestres Di-


rigidos. Bella Vista, BA. Fundado en 1971. Director: Eduardo F. Bér-
tola.

CODE: Centro Observadores del Espacio, Dpto. OVNI. Santa Fe. De-
dicado a la astronomía, tiene una comisión ovni. Fundado el 22/8/1962.
Ángel Meynet (presidente), Bautista Bernardis (vice), Bernardo Rodri-
go, Mariano Holubicki, y otros.

COSMOS: Centro Juvenil de Búsqueda de Ovnis. Buenos Aires. Fun-


dado en 1968. Presidente: Anamaría Romerstein.
68
DIOVNI: División de Investigaciones de OVNIs, rama lateral de la
Asociación Astromodelística Argentina. Fundada en 1971. Coordina-
dor: Jorge S. Milanese.

GIVE: Grupo Investigador de Vida Extraterrestre. La Plata, BA. Fun-


dado en 1972. Integrantes: Héctor Solá, Daniel Zuccarelli y Juan J.
Ghione.

Grupo DELTA: Bolívar, BA. Fundado por 1965, activo en 1968. Di-
rector: Jorge Alberto Herrou.

LASER: Agrupación Línea de Avanzada sobre Estudios Relativos de


Investigaciones Científicas. Buenos Aires. Activa en 1968. Integrantes:
Jorge Salas, y otros.

OVNI: Organización Vigías de Naves Interplanetarias. Balcarce, BA.


Activa en 1968/69. Director: Jorge R. Trivigno.

SM: Sociedad de Meteorodiscología. Mar del Plata. Fundada en


03/1964. Presidente: Miguel A. Espíndola.

El auge de los ovnis en la década del ‘60 promovió la creación de nu-


merosos y efímeros grupos juveniles entre 1968 y 1969: CIDAE y CI-
DENI, Mar del Plata, CIDONI, Necochea, CINET, Buenos Aires, CIO-
VNI, Rosario, CISPODOVNI, Buenos Aires, CRASOVNI, Alvear/Mar
del Plata, y otros.

69
Publicaciones

Dedicado a la labor divulgativa, se incluye en primer término un re-


gistro de libros y folletos publicados entre 1952 y 1972 en la Argentina
por autores argentinos, o por extranjeros cuyas obras han sido impresas
originalmente en el país. Puede advertirse que la distribución cronoló-
gica de los títulos según sus respectivas fechas de publicación, indica
un período de muy escasa producción a partir de 1953 hasta 1968. Des-
de entonces, se advierte una tendencia ascendente, en particular, tras la
gran oleada de 1965 y reforzada por la posterior concentración tempo-
ral de ovnis ocurrida en 1968.
Procediendo a ordenar el material bibliográfico alfabéticamente por
autor, y sus asientos –que están numerados–, se redactaron conforme
a las normas técnicas habituales, mencionando apellido y nombre del
autor, título y subtítulo del libro; y una sucinta descripción del conteni-
do. En algunos casos, transcribiendo párrafos de la obra para dar cuenta
mejor de las características de la misma.
Continúa mediante un inventario de conferencias y comunicaciones
breves, publicadas desde 1955, en que se tiene registro.
El tercer y último segmento del catálogo, comprende una nómina de
series de notas periodísticas aparecidas en la prensa gráfica argentina
desde 1947, cuyas informaciones e ideas han influido poderosamente
en la opinión pública, ateniéndose a la amplia y continuada exposición.

71
I. BIBLIOGRAFÍA ARGENTINA SOBRE OVNIS

01. Aber Cobo, Axel


Kosmokratores; protectores del espacio.
Buenos Aires, Kier, 1968.
41 p. 20 cm.
Prólogo del Dr. Juan A. Aleandri. Dibujo de tapa
por Benjamín Solari Parravicini.
Extracto de contenido: El autor narra una
experiencia personal de contacto con dos seres o
entidades humanoides procedentes de un planeta
de la constelación de Cygnus, encuentro que habría
tenido lugar el 27 de enero de 1968, en la playa de Torres, Rio
Grande do Sul, Brasil.

02. Álvarez López, José


La vida extraterrestre. /por/ José Álvarez
López, Antonio Ribera, Pablo Ponzano /y/
Mario Ferrini. Buenos Aires, Kier, 1968.
173 p. 20 cm.
Extr. cont. Presenta la posibilidad de que el propio
sistema solar sea el producto de una manufactura
inteligente y dirigida, un producto creado por
civilizaciones lejanas. Aún más, que la vida en la
Tierra haya sido desde siempre controlada por los
técnicos del espacio. Su interferencia en la evolución explicaría los
misterios de la paleontología y el origen del hombre. Para sostener sus
ideas, recurren a textos herméticos, sin desestimar otros testimonios
recogidos de los mitos religiosos de la antigüedad, especialmente los
documentos egipcios y la Biblia. La hipótesis extraterrestre ilumina con
nueva luz cuanto misterio de la antigüedad ose desafiar. La tercera parte

72
completa la obra, reuniendo un artículo de cada uno de los autores: El
problema de los ovnis. La tecnología del plato volador. La Biblia y los
OVNI. Psicosociología del plato volador.

03. Anglada Font, Luis


La realidad de los OVNI a través de los
siglos. Buenos Aires, Kier, 1968.
380 p. ilus. 20 cm. (Colección Horus).
Extr. cont.: El comienzo y núcleo de la obra
está formado por leyendas y tradiciones que
han subsistido a través del tiempo, considerando
que las mismas tienen una íntima relación con la
visita e intervención de seres extraterrestres. En la
segunda parte expone posibles raptos de personas
por parte de los tripulantes de los discos voladores, especulando que
sus descendientes son los seres ya aclimatados que hoy nos visitan.
Con trazos protagónicos como recurso literario, también se refiere a
las bolas de fuego o foo-fighters. Continúa mediante la presentación de
algunos casos clásicos de ovnis en el mundo, adquiriendo la convicción
de que existen varias civilizaciones que pertenecen a diferentes planetas,
considerando prudencial temerlos y “prepararnos para un posible
avasallamiento de nuestro mundo”. p. 337.
Segunda edición: 1979.

04. Banchs, Roberto Enrique


Fenómenos aéreos inusuales; cuadro general
de observaciones ovni en la Argentina. Buenos
Aires, Centro de estudios de fenómenos aéreos
inusuales, 1972.
61 p. 22 cm.
Nómina de más de 700 casos que han sido
divulgados por la prensa argentina (1947-1971),
sumariamente descriptos, con un examen analítico

73
y gráfico de los datos. Se detalla fecha, lugar, hora, características de los
fenómenos y fuente de consulta. Es la primera compilación general de
informes sobre ovnis realizada en la Argentina. Contiene un apéndice
de observaciones en Chile y Uruguay.
Segunda impresión, 1973.

05. Chalita, Carlos


¿Qué hay de verdad sobre los OVNI? Prólogo del
comodoro E. J. Palma. Buenos Aires, Fabril, 1969.
79 p. ilus. 17 cm.
Extr. cont.: El autor se ha propuesto principalmente
dar al asunto de los ovnis un enfoque físico-
filosófico, para lo cual se orienta hacia el pasado
procurando descubrir en los sucesos acaecidos
algún indicio revelador del enigma (la gran
pirámide de Kheops, la Atlántida), continuando
con la exposición de la hipótesis sobre una especie de “colonización”
cósmica, o de los mundos, y la concepción del ser superior. Formula
algunas reflexiones acerca de la conveniencia de fabricar un vehículo
con las características atribuidas a los ovnis y, para concluir, ofrece su
punto de vista sobre cómo podría desplazarse un vehículo utilizando
principios referidos a la desgravitación de los cuerpos.

06. Chiesa, Carlos Luis


Naves celestes dirigidas. Buenos Aires,
Constancia, 1958.
91 p. 22,5 cm.
Extr. cont.: En base a ideas y principios se ha
tejido la argumentación literaria que surge como
lección de la doctrina espírita y postulación de la
creación espiritual. Para el desarrollo de la idea, el
autor propone situarse en el cometa Halley, al cual
llamará nave celeste e imagina que habla el Rector de

74
la misma dictando un curso sobre El proceso histórico cometario. Para el
autor, los platos voladores que se han presentado y fotografiado en distintas
oportunidades y formas, serían naves interastrales. “Ciertamente, en este
caso, nos referimos a entidades siderales que han adquirido superlativa
conciencia de Dios y su creación: El Universo que ha superado y desechado
la estimación de las formas como única realidad del ser”. p. 27.

07. Dall’ Armellina, Remo


Mi contacto con seres de otros mundos.
Autobiografía. Córdoba, Cóndor, 1966.
196 p. 20 cm.
Extr. cont.: Describe las experiencias del autor,
desde los 8 años de edad, en permanente vinculación
con seres de otros mundos, proponiéndose
revelar los conocimientos adquiridos sobre “las
naves interplanetarias y sus augustos tripulantes
cósmicos”. Narra los episodios sobrenaturales que
cambiaron el curso de su vida, llevándolo a conocer el planeta Venus,
donde irá a comenzar su aprendizaje como novicio en el camino de
la Verdad y otros conocimientos, siendo elegido para cumplir con
una misión sagrada para el bien de la Humanidad, como mensajero y
ciudadano de ese planeta. En el último capítulo, “Alentemos nuestras
esperanzas” (p. 185 y ss.), sintetiza su mensaje de fraternal religiosidad.

08. Dawson, James (pseudónimo)


¿Vienen de otro mundo los platos voladores?
Eva Perón, Sapiens, 1953.
96 p. 14,5 cm. (Col. Al alcance de todos).
Extr. cont.: Con estilo periodístico y veraz,
el autor intenta responder a ese interrogante
presentando una visión general de los observadores
y observaciones de hechos misteriosos, situándolos
en el marco de una época en que todo es posible:

75
el de la postguerra, los desarrollos aeronáuticos, la era atómica y la
física relativista. Examina varias teorías sobre la naturaleza de los
platos voladores y llega a la conclusión que las respuestas “vendrán del
espacio y con el tiempo. Yendo nosotros hacia el enigma o viniendo él
hacia nosotros. Y entonces se conocerá recién si el misterio pertenecía
únicamente a la ficción o si ésta quedará empequeñecida por los
hechos”. p. 96.

09. Duclout, Jorge A.


Origen, estructura y destino de los platos
voladores. Buenos Aires, Edición de los
autores, 1953.
155 p. ilus. fig. 22 cm. (1a. edición registrada
el 29 de diciembre de 1952).
Cab. port. Jorge A. Duclout y Napy Duclout.
Extr. cont.: Extraordinarias revelaciones acerca
de los platos voladores. Su origen, estructura,
funcionamiento, fechas en que aparecerán,
destino, nuevos principios científicos. Transcripción de las
grabaciones, sobre alambre, registradas durante experimentaciones
psíquicas.
Segunda edición, ampliada con los testimonios del pasaje de un plato
volador, el 6 de setiembre de 1954: Buenos Aires, América Técnica y
Editorial Jorge A. Duclout, 1956. 179 p. ilus. 22 cm.

10. Duclout, Napy


Origen, estructura y destino de los platos
voladores (véase: Duclout, Jorge A.).

76
11. Galíndez, Oscar Agustín
Informe sobre los objetos voladores no
identificados. Córdoba, Zenón Mariani, 1968.
89 p. ilus. 16,5 cm.
Extr. cont.: Apretada síntesis de las múltiples
implicancias de esta temática, planteando
la necesidad de una investigación científica,
arrostrada sin prejuicios y adhiriendo a una posición
intelectual. Ante el eventual origen espacial de
los ovnis, expone los actuales conocimientos
astrofísicos y exobiológicos, y una nómina de recepciones de
señales cósmicas; intenta demostrar que las estaciones rastreadoras de
satélites han registrado su presencia; formula críticas a los métodos
empleados en la investigación oficial de la USAF; presenta un cuadro
de interpretaciones acerca de la naturaleza de los ovnis; continúa con
el problema de los contactos y, finalmente, se refiere a la investigación
oficial y privada en la Argentina.

12. Galíndez, Oscar Agustín


Los Ovnis ante la ciencia; implicancias del
informe de Colorado. Córdoba, CADIU/Zenón
Mariani, 1971.
330 p. ilus. 21 cm.
Extr. cont.: Amplia y documentada reseña
panorámica cuya finalidad consiste en atenuar
los alcances del controvertido informe de la
Universidad de Colorado, de contenido negatorio del
problema ovni, subrayando aquí sus contradicciones
y exponiendo la necesidad de proseguir las investigaciones. El autor
estructura la obra siguiendo el esquema primicial, visto en su libro
anterior, enriqueciéndolo con varios capítulos (los primeros cinco) y
tópicos, además de la consideración más detallada de ciertos aspectos y
la utilización de otra metodología expositiva.

77
13. Giordano, Alberto
Los platos voladores y sus tripulantes. (véase: Tucci, Eduardo A.)

14. Harvey, Raymond (pseudónimo)


Platos voladores y sus tripulantes
ultraterrenos. Buenos Aires, Organización
Impresora de Revistas (OIR), 1955.
65 p. 19,5 cm. (Col. Hechos reales).
Extr. cont.: Recopilación testimonial donde su
autor (presentado como investigador y físico),
con cierto protagonismo narrativo, abunda en la
casuística mundial y en las opiniones, a la vez de
introducirse en los posibles métodos de propulsión
(magnéticos) e inventivas argentinas. Especula que los platos voladores
provienen de Marte y sus tripulantes no se adaptan al medio ambiente
terrestre. “Una de las ideas mías, como decía al comienzo de esta
conclusión, es la siguiente: Existen los platos voladores. La otra sería:
Están tripulados por seres extraterrenos y la última: No hay peligro
alguno para los humanos. Esos seres son bien intencionados”. ps. 63/64.

15. Kon, Alejandro


La verdad revelada sobre los platos voladores
y lo que vendrá. Buenos Aires, N.R. Pinto,
1967.
87 p., sin paginar, ilus. 18 cm.
Extr. cont.: Biografía del autor. La verdad revelada
sobre los platos voladores. Una experiencia del
autor. Lo que vendrá.
“En un momento de meditación, donde lo místico
se conjuga con lo espiritual, comencé a recibir
algunas revelaciones del futuro que aguarda a la Humanidad, así como
también vaticinios en torno a un tema que ha conmovido a la Ciencia y
a la opinión pública mundial en los últimos años: los platos voladores.

78
Dichas revelaciones son manifestadas por un Maestro de la Sabiduría
Cósmica...”. p. 19.

16. Lenormand, Gastón (pseudónimo)


Yo estuve en un plato volador. Buenos Aires,
Mem, 1955.
205 p. 20 cm.
Extr. cont.: Trabajo de recopilación testimonial
y documentado, compulsando la opinión de
distintas personalidades y narrando episodios
clásicos estadounidenses y europeos, expuestos con
trama original envuelta en un hálito de fantasía y de
emoción. Los últimos capítulos de la obra (cap. XXII,
en adelante) contienen el relato fantasioso y pintoresco de un tal Pierre D’
Habereau sobre su encuentro con un plato volador en el Tibet.

17. Miranda, Enrique


Visitantes del espacio; hechos concretos y
verdades sobre los platos voladores y los
satélites artificiales. Buenos Aires, Librería
Perlado, 1958.
156 p. ilus. 18 cm.
Extr. cont.: El autor relata con estilo coloquial,
dialogado, algunos casos de platos voladores
observados en el mundo y especialmente en la zona
del Río de la Plata, con énfasis en los testigos y en
las características inexplicables de los objetos. Se plantean algunas de
las dificultades que ofrece la comunicación con seres de otros planetas,
asunto que implica la existencia de un lenguaje convencional y, por lo
tanto, inteligente. Dispuestos con sencillez, en forma sucinta, expone
elementos de juicio que permitan formar una opinión sobre esta
“indiscutible presencia, aunque su origen y estructura permanezcan
todavía en el terreno de la conjetura científica”.

79
18. Robertson, Frank G.
Primer mensaje extraplanetario; ¿invadirán la
Tierra extraños seres de otros planetas? Buenos
Aires, Bo-Si, 1956.
85 p. 20,5 cm.
Extr. cont.: Libro testimonial, asegurando traer un
mensaje de gran trascendencia para los hombres de
la Tierra. Este Primer mensaje extraplanetario habría
sido confiado a un periodista y traducido en su pluma
por F. Robertson. Los extraños episodios que se relatan
han ocurrido en una granja de Merlo, BA., a partir del 7 de setiembre
de 1955, sosteniendo su protagonista que las naves que se ven en el cielo
constituyen “la vanguardia de una futura invasión a la Tierra”.

19. Romaniuk, Pedro


Naves extraterrestres y sus incursiones a la
Tierra. Buenos Aires, Merlín, 1969.
108 p. 18 cm.
Extr. cont.: Resulta inútil continuar negando
la existencia de las naves extraterrestres y sus
incursiones, pues las pruebas forman cúmulo
y las versiones y testimonios son dignos de fe.
Partiendo de esa base el autor desarrolla su teoría
de la “existencia real” de los ovnis con acopio de
testimonios y datos acerca de la fuerza natural que utilizarían tales
aparatos: la energía cósmica. Dando por cierto que las grandes potencias
han capturado platos voladores, comienza por analizar los alcances y
posibilidades de la mencionada energía y la manera con que se anula la
atracción gravitatoria; explora en las actuales invenciones humanas del
género espacial y en la potencialidad nuclear para los transportes del
futuro. También ofrece opinión porqué no se ha producido contacto aún
con los tripulantes de esas naves y sobre los esfuerzos del hombre por
llegar a otros planetas.

80
20. Rodríguez, Vicente Cecilio
OVNI; estudios sobre naves interplanetarias.
Bahía Blanca, Gráfica del Sur, 1971.
192 p. 20 cm.
Extr. cont.: El viaje a la Luna y las incógnitas del
siglo XX. El hombre del año 2000: comunicaciones
con otros planetas. Comprobaciones sobre la
realidad de la existencia extraterrestre de las Naves
Interplanetarias. Los OVNI visitan Bahía Blanca.
Los apagones provocados por los Platos Voladores.
Parapsicología, naves de otros mundos y consejos orientadores. La
ciencia a la luz del Espíritu. Jesús de Nazaret y su relación extraterrestre:
la realidad de las Naves y sus leyes universales. Gravitación de los
cuerpos sobre una cuarta dimensión. Hechos de Apóstoles. La maravilla
de la Máquina Humana, comprendida mefísicamente.

21. Rossi, Dora Nelly Villanueva de


La verdad del ser y el fenómeno ovni. Buenos
Aires, Methopress, 1972.
91 p. 18 cm.
Referencia a los ovnis especialmente en los
capítulos titulados: El fenómeno ovni. La
experiencia del profeta Daniel. Cómo son y de
dónde vienen. Lo que el terráqueo debe saber.
“La autora ha sido protagonista de experiencias
directas, personales con los seres llegados a la
Tierra, en este último período indicado para el terráqueo. Por ello todo
lo que os diga, revele o indique como puntos guías para vosotros en
este camino de comprensión tendrá como única finalidad, anticipar lo
que en muy poco tiempo podrá comprobar el hombre por sí mismo”.
pág. 63.
A la edición le han reimpreso más recientemente como nombre de autor
“Donevi Bros”.

81
22. Tucci, Eduardo A.
Los platos voladores y sus tripulantes. Buenos
Aires, Glem, 1969.
228 p. ilus. 18 cm. (Colección popular Glem
book).
Cab. port.: Teniente coronel (R.E.) Eduardo A.
Tucci - Alberto Giordano.
Extr. cont.: Prólogo por Ariel Ciro Rietti. Esta
obra de divulgación intenta ser una aproximación
objetiva al problema de los ovnis, esbozando un
p a n o r a m a actualizado. Parte de la premisa que existen los ovnis
y, probablemente, tripulados por seres vivos de una especie desconocida.
Expone en prieta síntesis los hechos más significativos y alude a
fenómenos quizá colaterales (teletransportaciones, lluvias insólitas,
etc.). Present testimonios, examina evidencias y ofrece sugerencias y
conjeturas. Concluye exhortando a “las autoridades a quienes compete
en cada país el estudio oficial del problema a fin de que lo encaren
con la firmeza y decisión que éste requiere y proporcionen al público
información autorizada y responsable”, p. 212.
Segunda edición actualizada, 1975, 267 p.

23. Uriondo, Oscar Adolfo


Objetos aéreos no identificados; un enigma
actual. Buenos Aires, Edic. autor, 1965.
155 p. 20 cm.
Extr. cont.: Los ovnis son una realidad, aunque
no esté probada su existencia. Vuelos y descensos
de ovnis se basan en testimonios humanos, que los
técnicos no admiten y atribuyen a alucinaciones,
impresiones psíquicas, deformaciones visuales,
etc. Expone conjeturas e investigaciones, como
las realizadas por la USAF, desde el comienzo del rumor. Examina el
presunto origen extraterrestre, la pluralidad de los mundos habitados

82
y la posibilidad del viaje interestelar. Recopila noticias de ovnis en
Argentina, y las investigaciones oficiales y privadas.
Segunda edición: Buenos Aires, Plus Ultra, 1968.

24. Uriondo, Oscar Adolfo


El problema científico de los OVNI. Buenos
Aires, Plus Ultra, 1968.
174 p. ilus. 20 cm.
Extr. cont.: El autor se propone plantear la cuestión
desde el punto de vista científico, atenido a que
“cuando se trata de hechos insólitos y extraños,
como los ovnis, no debe omitirse la consideración
de ninguna posibilidad especulativa, por inverosímil
que ella parezca a nuestros habituales cánones de
juicio”. Expone someramente testimonios visuales y contactos de radar,
además de registros gráficos, pasando a un análisis del fenómeno, que
incluye la topografía de las manifestaciones, las “olas” de avistamientos,
el contenido descriptivo de los informes, la evolución cualitativa del
fenómeno y su eventual naturaleza, exponiendo con incredulidad la
interpretación psicológica y las hipótesis físicas.

25. Varsavsky, Carlos M.


Vida en el universo. Buenos Aires, Carlos
Pérez editor, 1968.
123 p. 20 cm. (col. hechos y palabras).
Extr. cont.: El Universo. Orígenes de la vida en la
Tierra. La posibilidad de vida en el sistema solar.
Posibilidad de comunicación extraterrestre.
Referencias sobre los ovnis en el capítulo III (La
posibilidad de...).
El autor resume su opinión respecto a los ovnis: “...
admitir que esos objetos luminosos extraños que se ven con cierta
frecuencia, tengan necesariamente que ser naves tripuladas provenientes

83
de otros planetas obliga a aceptar una serie de hipótesis sin ningún
fundamento físico ni lógico”, p. 123.
Segunda edición: Buenos Aires, Centro Editor de América Latina (Col.
Fundamental del hombre moderno), 1971.

26. Vogt, Cristián


El misterio de los platos voladores. Buenos
Aires, La Mandrágora, 1956.
190 p. 18 cm. (colección hechos insólitos).
Extr. cont.: Informaciones auténticas sobre el
gran enigma del siglo. Panorama general de
hechos, teorías e investigaciones relativas al
problema de los “platos voladores”. El autor pasa
revista a testimonios de diversas índoles, así como
los resultados de las comisiones investigadoras
militares y científicas de distintos países, y analiza las consecuencias
inmediatas y futuras de esta persistencia, llegando a la conclusión de
que si bien es imposible documentar con certeza el origen de los platos
voladores, es difícil admitir su procedencia terrestre.

27. Yametti, Raimundo


Increíbles Revelaciones sobre Platos
Voladores. Lanús, Edic. autor, 1964.
82 p. ilus. 21,3 cm.
La portada muestra: “Revelaciones Espíritas ante
la Ciencia - Conocimientos históricos y futuros a
través de 70 mensajes mediúmnicos de Alejandro
Volta y otras entidades recibidas por Raimundo
Yametti”.
Extr. cont.: Destinado a quienes tengan inquietud
de conocer la dolorosa marcha de la vida terrenal, contiene las
enseñanzas que dan las entidades espíritas –según el autor– a fin de
ilustrar el intelecto y despertar la mente, en esta era que se prepara una

84
gran revolución científica, y que conducirá al amor, la fraternidad y la
paz mundial. “Los mensajes vertidos por estos seres comunicantes (…),
encierran un caudal de conocimientos de gran valor para el presente y el
avenir venturoso que nos espera en la Tierra”.

85
II. EDICIONES ARGENTINAS DE AUTORES EXTRANJEROS

28. Fry, Daniel William (1908-1992)


El incidente de White Sands. Rosario, A-Lan,
1969.
80 p. ilus. 22 cm.
Título original en inglés: The White Sands Incident.
Traducción de la Dra. Magdalena L. de Castagnino.
Extr. cont.: El autor es un ingeniero electrónico muy
documentado sobre el espacio y viajes espaciales.
Narra la experiencia de contacto que tuvo el 4 de
julio de 1950, cuando pudo acceder y volar en una
cápsula espacial que aterrizó cerca de White Sands, Nueva México.
Describe sus pláticas con un extraterrestre llamado Alan y su mensaje
de valor universal. Documenta el incidente con varias fotografías de
las naves. Explica que ellos intervinieron en el proceso de creación del
hombre y que ahora están empezando a establecer nuevos contactos con
la especie humana.

29. Jung, Carl Gustav (1875-1961)


Sobre cosas que se ven en el cielo. Buenos
Aires, Edit. Sur, 1961.
206 p. 20 cm.
Título original en alemán: Ein moderner Mythus,
Von Dinger, die am Himmel gesehen werde
(1958).
Traducción de Alberto Luis Bixio.
Extr. cont.: “En las páginas que siguen me ocuparé casi
exclusivamente de los fenómenos psíquicos que
acompañan a los ufos” (p. 15), advierte el autor, un célebre psicólogo y
psiquiatra suizo, cuyas concepciones han influido en la cultura occidental. Su

86
estudio intenta desentrañar un problema esencialmente contemporáneo, el de
los platos voladores que miles de seres humanos dicen haber visto en los cielos.
Lo formula desde sus teorías de los arquetipos y el inconsciente colectivo.
Afirma que no son simples rumores y que se ha visto algo. Jung analiza los
diversos relatos, pasa luego a considerar sueños donde se manifiestan estas
imágenes, y examina composiciones pictóricas vinculadas a la cuestión.

30. Keyhoe, Donald Edward (1897-1988)


Platos voladores del espacio. Buenos Aires,
Colección Aeronáutica Argentina. Año 1955, Vol. 40.
266 p. 23 cm.
Título original en inglés: Flying saucers from
outer Space.
Traducción del Cap. (R.) Jorge Milberg.
Extr. cont.: Refleja las peripecias por las que atravesó
el Mayor (R) Keyhoe para conseguir las informaciones
que forman parte de la obra. Además de los relatos
extraordinarios acerca de este misterio mundial, impresiona la actitud de
la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Concluye que los platos voladores
provienen de otro planeta y que nos hallamos bajo su constante observación.
Aboga por una política de adecuada ilustración pública, advierte sobre la
falta de identificación oficial y previene del pánico si aterrizaran.

31. Ramatís
La vida en el planeta Marte y los discos voladores.
Buenos Aires, Ed. Kier, 1968.
439 p. 20cm.
Título original en portugués: A vida no planeta
Marte e os discos voadores (1955).
Traducción de la Dra. Margarita Olivares Sabas y
el Lic. Luis Guerrero Ovalle.
Extr. cont.: Se trata de una obra psicografiada por el
médium Hercilio Maes y que fuera dictada por el

87
gran espíritu y maestro llamado Ramatís. Como expresión de una forma
superior de vida y sentimiento, el autor describe bellas e interesantes
cosas sobre el planeta Marte. En esa vía de espiritualidad, se dan claves
sobre el fenómeno OVNI.
Varias ediciones.

32. Wilkins, Hugh Percy (1896-1960)


Misterios del espacio y del tiempo. Buenos
Aires, Colección Aeronáutica Argentina. Año
1956, Vol. 45.
185 p. 23 cm.
Título original en inglés: Misteries of Space and
Time.
Traducción de Norman E. Strasser.
Extr. cont.: Temas vinculados a los misterios del
universo, incluyendo un capítulo dedicado a los
platos voladores, que intitula: “Objetos que se desplazan en el espacio”.
Wilkins es astrónomo, especialista en la Luna y el sistema solar. Pero su
interés es más vasto. Examina las observaciones realizadas en telescopio,
y los fenómenos ópticos. Narra el episodio del que fue testigo en 1954,
cuando avista varios objetos extraños en Virginia. Sostiene: “Aquellos
que creen que la existencia de los platos voladores en toda su amplitud
que el término implica, es decir, que se trata de objetos artificiales
producidos por seres inteligentes, deben estar preparados para explicar
de dónde vienen” (p. 26).

88
III. CONFERENCIAS Y COMUNICACIONES

Cappelletti, Martín S.
El misterio de los platos voladores. Conferencia dada en el Salón Pte.
Perón de la Caja Nacional de Ahorro Postal, Buenos Aires, el 28 de
abril de 1955.
Buenos Aires, edic. autor, 1955.
15 p. 22 cm.

Millán, Agapito y Manuel Valverde


Conferencias sobre platos voladores: 1957. Creación y fines del Equipo
de Telepáticos R. Jordán. Ciclo de conferencias.
Manuel Valverde
Primera conferencia sobre discos voladores. Conferencia pronunciada
en la sala de la Biblioteca Teosófica, Buenos Aires, el 6 de enero de 1957.
Agapito Millán
La verdad sobre los discos voladores. Conferencia pronunciada en el
salón de la Rama Teosófica La Búsqueda, Mar del Plata, el 20 de enero de
1957.
Buenos Aires, Equipo de Telepáticos R. Jordán, 1957.
16 p. 20,5 cm.

Pellegrini, Armando Vicente


Investigaciones del infinito. Mensajes recibidos entre el 14/7/1967 y el
17/8/1969 sobre la vida en otros planetas del sistema solar y los UFOS
o platos voladores.
La Carlota, Pcia. de Córdoba, edic. autor, 1971.
22 p. 23 cm.

Pérez Alemán, Antonio Oscar (Agor)


Las naves interplanetarias como revelación cósmica; trascendentales
entrevistas de George Adamski con seres de Venus y Marte.

89
Compendio de 11 artículos de la serie Platos voladores por las rutas del
cielo, firmados por Agor, publicados en el diario Córdoba, de Córdoba,
entre el 23/6/1961 y el 6/2/1962.
Buenos Aires, Asociación universal metapsíquica, 6/1963.
20 p. ilus. 21 cm.

Uriondo, Oscar Adolfo


Los supuestos de la actitud científica hacia los OVNI. Comunicación
presentada en el 2° Simposio nacional de investigaciones sobre ovnis,
organizado por el CIDOANI, reunido en Buenos Aires los días 29, 30 y
31 de octubre de 1970.
Buenos Aires, edic. autor, 1971.
16 p. 21,5 cm.

Uriondo, Oscar Adolfo


Los aterrizajes de OVNI en la Argentina; catálogo sistemático y
descriptivo de avistamientos Tipo-I (años 1947-1971). Resumen
de 156 casos. Buenos Aires, Centro de estudios de fenómenos aéreos
inusuales, 1972.
55 p. 21 cm.

Valverde, Manuel
La nueva era y las naves interplanetarias. Conferencia ofrecida en la
sede de la Asociación Espiritualista “Misión de Jesús”, Buenos Aires,
el 5 de octubre de 1957.
Buenos Aires, edic. autor, 4/1958.
22 p. 20,5 cm.

Valverde, Manuel
La vida en el planeta Marte en base a las enseñanzas de “Ramatís”.
Conferencia ofrecida en el salón de la “Agrupación Labor”, Buenos
Aires, el 19 de junio de 1958.
Buenos Aires, edic. autor, 11/1958.
16 p. 20 cm.

90
Valverde, Manuel
¿Hay vida en Marte? Comunicación del Grupo de Trabajo Ramatís.
Buenos Aires, Folleto N° 3, 1970.
7 p. 21 cm.

91
IV. SERIES DE NOTAS PERIODÍSTICAS

01. ¿Ha sido develado el misterio de los platos voladores? /por/


Prana Maya (pseudónimo).
Noticias Gráficas. Buenos Aires.
1° agosto 1947 al 14 agosto 1947. Son 10 notas sin numerar.

02. Objetos no identificados en el cielo /por/ Carlos H. Rolff.


El Pueblo. Buenos Aires.
19 agosto 1957 al 23 septiembre 1957. Son 6 notas.

03. La verdad sobre los platos voladores /por/ Agor (pseudónimo).


Meridiano. Córdoba.
5 julio 1958 al 20 septiembre 1959. Son 32 notas.
Obs.: Titulado de ese modo desde la nota III.

04. Platos voladores por las rutas del cielo /por/ Agor.
Córdoba. Córdoba.
23 mayo 1959 al 5 marzo 1963. Son 135 notas numeradas.
Obs.: Continúa sin numerar hasta el 23 febrero 1969. Son en total +189 notas.

05. Platos voladores, un abrazo entre los mundos /por/ Jorge O. Pineda.
El Mundo. Buenos Aires.
4 octubre 1961 al 10 octubre 1961. Son 6 notas.

06. Cuando los platos voladores aterricen /por/ Jorge O. Pineda.


El Mundo. Buenos Aires.
23 julio 1962 al 5 agosto 1962. Son 10 notas.

07. Vida en otros mundos /por/ Jorge O. Pineda.


El Mundo. Buenos Aires.
10 septiembre 1962 al 21 septiembre 1962. Son 12 notas.

92
08. Los visitantes del espacio /por/ Agor.
Impulso. Mercedes, S. Luis.
22 diciembre 1962 al 23 diciembre 1963. Son +57 notas registradas (y
“continuará”).

09. Los visitantes del espacio. Yo estuve en el planeta Venus /por/ Agor.
Impulso. Mercedes, S. Luis.
13 diciembre 1963 al 14 enero 1964. Son 20 notas (y “continuará”).
Obs.: Paralelo a la serie “Los visitantes del espacio”, utilizado como
cintillo en este caso.

10. ¿Platos voladores? /por/ Arturo Álvarez Sosa.


La Gaceta. S.M. de Tucumán.
4 febrero 1964 al 13 febrero 1964. Son 8 notas.
Obs.: La serie parece continuar con dos notas “¿Ufos en Tucumán?”,
sin firma, publicadas el 14-15/06/1964.

11. Proceso a los platos voladores /por/ Jorge O. Pineda.


El Mundo. Buenos Aires.
14 junio 1964 a 29 junio 1964. Son 15 notas.

12. El enigma de los OVNI /por/ Omar R. Pagani.


El Día. La Plata, BA.
5 diciembre 1965 al 2 enero 1966. Son 6 notas (“casos”).

13. Objetos desconocidos en el cielo /por/ GRODOV.


La Tribuna. Rosario, Sta. Fe.
1° febrero 1966 al 7 febrero 1966. Son 7 notas.
Obs.: Grupo rosarino observador de objetos voladores, presidido por
Nicolás Ojeda.

14. Extraño, muy extraño /por/ Américo Barrios (pseudónimo).


Crónica edic. mat. Buenos Aires.
18 agosto 1968 al 23 febrero 1969. Son 112 notas registradas.

93
15. OVNIS: Misteriosos viajeros del espacio /por/ S. von Wurmb -
Edward Thomas (pseudónimo).
Crónica. Rosario, Sta. Fe.
30 noviembre 1968 al 12 diciembre 1970. Son 100 notas.
Obs.: Escribe S. von Wurmb hasta la nota 50° (15/11/1969). A partir de
la nota 51° (22/11/1969) hasta la n° 80 (13/6/1970), aparecerá con la
firma de Edward Thomas (pseudónimo de Magdalena L. de Castagnino).
Continúa S. von Wurmb con la nota n° 81 (22/06/1970) hasta concluir
en la n° 100, el 12/12/1970.

16. Argentina tierra de ovnis /por/ Marcelo Ray (pseudónimo).


2001, periodismo de anticipación. Buenos Aires.
año 2, n° 17, diciembre 1969 a 3a. y última, año 3, n° 19, febrero 1970.
Son 3 partes de 8 pág. cada una.

17. 50 padres para los platos voladores /por/ Jorge A. Pineda.


2001, Periodismo de anticipación. Buenos Aires.
año 4, n° 34, mayo 1971 a 5a. y última, n° 38, septiembre 1971.

94
Anexo

La Repercusión Social en Argentina


y Sudamérica en 1947

Los “platos voladores” han venido a constituirse en uno de los gran-


des misterios populares del siglo XX. La historia del mito contempo-
ráneo comienza en los Estados Unidos, el 24 de junio de 1947, cuando
el piloto civil Kenneth Arnold avista desde su avioneta nueve objetos
reverberantes que, velozmente, pican y suben entre los picos de Mount
Rainier, en el estado de Washington (East Oregonian, 25/6). Un pe-
riodista interpreta esa descripción y los bautiza flying saucers (platos
voladores).
El episodio de Ar-
nold permite darle
nombre a algo en apa-
riencias innominado
que, por ello, parece
no haber existido con
anterioridad. Por en-
tonces, pocos dudan
de la objetividad del
relato, interesando vi-
vamente a las autori-
dades, aún cuando se
intenta explicar que
los brillantes objetos El primer artículo de prensa reportando la observa-
ción de K. Arnold (East Oregonian, 25/6/1947).
no eran otra cosa que

95
reflejos de cristales de hielo. Tiempo después, se dijo que Arnold vio en
realidad las alas volantes de los prototipos Northrop –un bombardero
experimental, secreto de la época– que tenían su base en el desierto de
Mojave. Sea como fuere, la historia tiene una extraordinaria difusión y
los discos o platilllos se popularizan en todo el territorio norteamerica-
no. Las agencias periodísticas internacionales muy pronto se hacen eco
de noticias similares.
En 1947 los aparatos de televisión domésticos inundan el mercado
de los Estados Unidos. Y el cine presenta seres extraterrestres, dispues-
tos –como metáfora humana– a apoderarse de la Tierra, poseídos por
unos instintos de conquista espacial.
Es evidente que el clima social de postguerra y el prometedor desa-
rrollo aeronáutico propician que la noticia que la noticia despertara la
imaginación más abigarrada y fuera recibida crédulamente.
La humanidad se
halla atenta a todo
acontecimiento nuevo,
y más si proviene del
cielo. Después de vivir
una guerra mundial en
que la aviación des-
empeña un papel de-
cisivo, no iría a mirar
con indiferencia cómo
algunos objetos cuyo
tamaño con frecuen-
cia comparable a los Ilustración de una imaginaria flotilla de platos vola-
aviones, surcan la at- dores llegando a la Tierra, que acompaña las prime-
mósfera a altas veloci- ras noticias provenientes de los Estados Unidos, se-
dades. La prevención y gún la revista Ocurrió.
curiosidad como la que
existe apenas terminada la guerra, crean el ambiente para que algunos
periodistas –intuyendo el problema– facilitaran la difusión de toda clase

96
de noticias sensacionalistas, en coincidencia con los ensayos atómicos
que muestran la fragilidad del mundo y de la especie humana.
La población empieza a mirar activamente el cielo a la espera que
se repitiera aquel fenómeno de naturaleza desconocida, pero que ahora
puede ser designado. Al mes ya se registra un alto índice de avistamien-
tos en 40 estados norteamericanos. Ante esa persistencia, el secretario
de Defensa James Forrestal, enco-
mienda el 30 de diciembre de 1947
al Air Technical Intelligence Center
(ATIC), la creación de un organismo
investigador, que recibe el nombre
de Project Sign, cuyo propósito es
determinar si el problema constituye
algún peligro. Al respecto, débase
recordar que el clima posbélico está
caracterizado por un temor laten-
te –a veces manifiesto– hacia todo
aquello que aparece en el cielo, y no
es casual que resulte ese país el que
mostrara mayor interés en develar el
enigma.
Por entonces va perfilándose la
guerra fría entre la Unión Soviética Hiroshima-Nagasaki, 6 de agosto de
y los países democráticos, y el temor 1945. El argumento del peligro ató-
de que se trate de un arma secreta, mico sostenido por los platillistas
pudiere haberse atenuado. Pero no
induce a las autoridades a restarle pú- el sentimiento de aniquilamiento que
blicamente importancia a los hallaz- mueve al hombre. Aquél ha sido sus-
gos. Pero quizá por esa tendencia de tituido por el desequilibrio ecológico
hablar de lo que se teme, muy pronto provocado por la irracionalidad de la
se sabe en todas partes y se tejen toda razón humana. En definitiva, subsiste
la amenaza de las fuerzas de la natu-
clase de conjeturas en una sociedad raleza, por el descontrolado ejercicio
que ve con asombro e inocultable del poder del hombre sobre la Tierra.
temor los efectos devastadores del

97
empleo de la energía atómica. Como nunca antes, la sombra de una
conflagración bélica total está presente.
Dentro de ese marco se formulan diversas hipótesis acerca de los
platos voladores:
Acumulación de aire radiactivo debido a las explosiones atómicas,
experimentos de transmutación de la energía atómica, propaganda im-
perialista pro-armamentista, fantasía popular generada por bromistas
y embaucadores, globos sondas y meteoritos, aberraciones de la per-
cepción, sugestión colectiva, psicosis despertada por el temor de una
nueva guerra, armas secretas experimentales (americanas, alemanas o
soviéticas), hasta supuestas entidades astrales y espíritus materializados
con mensajes pacifistas. No suele rechazarse la novedad, por fantástica
que parezca.
Con el correr de los días se especula que podría tratarse de “naves
extraterrestres en búsqueda de contacto para advertirnos del peligro
atómico”. Esta explicación o conjetura pronto goza de gran número de
adeptos, pues viene a coincidir con el sentimiento colectivo, junto al
despunte de la aeronáutica y la necesidad de superar la barrera infran-
queable de la gravedad terrestre. Así se extrapola el temor puesto en los
belicosos invasores (más del lado de lo humano), al beneplácito deseo
de recibir a los “hermanos del cosmos”, nuevos mensajeros y guardia-
nes de paz.
La formidable magnitud y permanencia alcanzada deriva del hecho
que la creencia en tales objetos del des-conocimiento se extiende rápi-
damente en todos los niveles, de cuya cuenta dan testimonio millones de
personas en todo el mundo, manteniendo vivo el interés en el enigma.
Acaso los platos voladores sean el caldero de cuantos fenómenos
infrecuentes y desusados han acompañado por siempre el pensamiento
humano, proponiendo una mirada hacia sí mismo frente a la infinitud
del cosmos y, ante su angustiante soledad, la esperanza, el avizoro de un
universo palpitante de vida.

98
I. LOS PLATOS VOLADORES EN ARGENTINA

Casi de inmediato a los fenómenos vistos por Arnold –ignorado por


la prensa local– se producen relatos semejantes en distantes lugares del
mundo (Australia, Dinamarca, Italia, Japón, y México, entre otros). Los
platos voladores se constituyen en el estereotipo cultural de todas las
rarezas que aparecen en el cielo. En América del Sur, el rumor visio-
nario se extiende a los pocos días, especialmente, por Uruguay, Chile,
Argentina y Brasil. Desde los Estados Unidos, el periodista Walter Win-
chell, del New York Daily Mirror, exclamaría al mundo: “Ésto, no es un
rumor: ¡es un hecho!” (Clarín, INS, 11/7/47).
Las primeras informaciones provienen de ese país y narran los sor-
prendentes encuentros con los inusuales objetos, seguidas de las más
variadas explicaciones y rotundas negativas oficiales del ejército y la
marina norteamericana, sospechadas de haber perfeccionado un nuevo
tipo de aeronave surgida de la posguerra. En los primeros días de julio
empieza a rodar en los diarios argentinos la hipótesis del encubrimien-
to. Antes del mes, se afirma “el misterio de los platos que vuelan”, pese
a tomarlo frecuentemente con cierto humor y señalar que algunos re-
latos son “muy semejantes a los que han ideado los dibujantes de esas
encantadoras historietas en que se describen las aventuras de un imagi-
nario héroe del porvenir” (Noticias Gráficas, 8/7/47).
En efecto, “el asunto es un plato” –se dice– que permite desplegar
la imaginación destructiva del hombre, a la par de volar en una época
de escasez y de inflación: “Ya que todo es imaginación, no cuesta nada
verlos llenos...”, ironizan los humoristas de la crónica diaria, deslizando
la pregunta si no se tratará de un arbitrio propagandístico. Los platos,
así vistos, no se alejan de la realidad humana.
Pero sean cuales fuere las motivaciones, todos quieren observar tales
prodigios. Y ello no se hace esperar.
Caso 01. La Plata (Buenos Aires) Julio 11: Los tan comentados platos voladores
son vistos en la ciudad de La Plata el viernes 11 de julio de 1947. Al menos, así
lo aseguran varios vecinos de la calle 56 y Av. 25, quienes esa noche, alrededor

99
de las 21 horas y durante diez a quince minutos, visualizan “algo parecido a una
estrella”, irradiando luces de distinto color, “subía y bajaba”, hasta llegar a la copa
de un naranjo. Ante el grito de un sorprendido vecino acuden tres o cuatro más,
coincidiendo todos en que, en efecto, estaban frente a un plato volador, el cual
termina desapareciendo de pronto hacia el oeste. El caso fue comentado en toda la
ciudad, dándole al mismo su propia y personalísima importancia (La Razón, 12/7).

Noticias periodísticas de la primera observación de un plato volador en terri-


torio argentino.

Invasores imaginarios

Es que –a decir del diario La Hora (13/7)– “nuestro país no podía es-
capar a la histeria de los platos voladores (...); no es coincidencia que los
hombres de Marte nunca desciendan en países donde la prensa tiene una
función educadora (...). Para nosotros hay una explicación interesante,
entre las tantas lanzadas a rodar, sobre estos platos voladores. Es la que
ha dado el viejo pionero de la aviación norteamericana, Orville Wright:
‘Se trata de crear un clima bélico, de llevar al histerismo de la guerra a
las masas, para hacerles creer en pretendidos enemigos internacionales,

100
y moverlas, dóciles, hacia una tercera masacre’. En todos los pueblos
hay gente para ser atacada por la histeria; pero los pueblos, en su mayoría,
tienen ya los ojos bien abiertos. ¡No hay platos voladores que los arras-
tren a otra masacre!”, concluye enfáticamente el diario porteño.
Los platos voladores no serían, pues, otra cosa que “una creación de la
mente febril popular exaltada por las fantasías de la era atómica”. Creación
de imaginaciones calenturientas –señala El Laborista– que especulan con
catástrofes atómicas y con guerras nuevas de una gran potencia destructiva.
La idea de que los “platos voladores” eran parte de la propaganda be-
licista para agitar a la gente e inducirla a creer en invasores imaginarios, a
fin de apoyar la campaña del gobierno norteamericano en materia de ar-
mamentos, concita muchos adeptos. Para ellos, resulta sugerente “la gran
publicidad dada a las noticias sobre los platillos y la falta de base científica
del fenómeno que pretenden haber visto cientos de personas” (La Hora,
10/7). El presidente Harry S. Truman, al tanto de la controversia sobre los
platillos voladores, declara que no sabía más que lo visto en los periódicos
y compara las informaciones con las publicadas un siglo atrás por The New
York Sun anunciando que se había conseguido ver a un hombre que vivía en
la Luna mediante un poderoso telescopio (La Prensa, 11/7).
También se aduce que “si a un fenómeno físico –como es el de los cor-
púsculos rojos que se mueven por la retina de los ojos–, se une la psicosis
despertada por el temor de una nueva guerra en la que se emplearían armas
terribles, llegase a la conclusión que los platos voladores jamás existieron”.
De acuerdo a otras opiniones, la falta de información científica seria
ha hecho de los platos o discos voladores “un instrumento adecuado
para los bromistas y los individuos ansiosos de popularidad a cualquier
costo” (Noticias Gráficas, 15/7).

Eppur’ si muove

El prestigioso diario La Nación de Buenos Aires, adoptando desde


un comienzo una postura crítica, publica en su edición del 21 de julio
algunas ideas sobre los objetos vistos en distintas partes del mundo:

101
“Los platos voladores: Los platos voladores, de los cuales todavía se habla, han
resultado un misterio. Las informaciones sólo permitieron formular conjeturas, pero,
no obstante la imprecisión de los datos relacionados con el punto de partida de los
mismos y su finalidad, este acontecimiento ha tenido la virtud de llamar la atención.
Entre las versiones circulantes, algunas se hallan fuera de toda lógica. Debe des-
cartarse en absoluto que los platos voladores sean proyectiles de guerra. La historia
nos enseña que las naciones han guardado celosamente sus inventos militares, por
cuanto la sorpresa de su presentación adicionada a los efectos de arma constituyen
los factores en que se funda el éxito de su empleo.
“Desde el famoso caballo de Troya hasta la V-1, la V-2 y la bomba atómica, los
beligerantes rodearon del mayor secreto las iniciativas que debían concurrir, en un
determinado momento, al campo de batalla en procura de la decisión. Sería pues,
pueril pensar en nuestra época, en la cual los Estados fundan en el resultado feliz de
sus múltiples investigaciones militares la supremacía de su futuro potencial bélico,
que uno de ellos ofrezca a los demás un material secreto, conocerlo y adoptarlo. La
presencia de los platos voladores, como de aquellos otros proyectiles aéreos desco-
nocidos, que hace relativamente poco tiempo surcaron el espacio sobre Finlandia,
puede considerarse como uno de los infinitos elementos que sirven para desarrollar
lo que ha dado en denominarse la guerra de nervios. Esta puede desencadenarse
tanto en la paz como en la guerra, en el terreno de lo político, social, económico
o militar. Se trata unas veces de versiones que ostensiblemente se hacen circular
referentes a un determinado acontecimiento a producirse, que causará gran daño o
pánico. En el campo bélico aparece en forma de anuncios de inventos o materiales
que posee determinado país y cuyo poder destructor influirá poderosamente en el
desarrollo de un conflicto. La guerra de nervios se desarrolla en todas las activida-
des; ella se deja sentir mediante la noticia de bombas que se presume estallarán en
una reunión política, en la baja de los valores comerciales, en el nuevo proyectil o
explosivo destinado a derrumbar ciudades y sacrificar vidas, etc.
“Los platos voladores, sean lo que fueren, han desarrollado una acción de esta
naturaleza, desde que, lanzada al mundo la noticia de su aparición, dieron lugar a
muchos rumores y presagios nefastos”.

La agitada ola platillista

En esos días, algunos científicos consultados se inclinan por explicar los


fenómenos reportados como instrumentos de meteorología (globos sondas),

102
meteoritos, y hasta acumulación de aire radiactivo flotando de un lado a otro
del país (La Prensa, 12/7).

Caso 02. Córdoba (Córdoba) Julio 12: A las 23 horas, desde el centro de la ciudad,
algunas personas ven desplazarse rápidamente por el firmamento un disco rojo hacia el
sudeste. No faltan quienes opinan que la estela que deja era propia de un avión a propul-
sión a chorro, y otros, que se trataría de un aerolito. Fuera de la controversia, el fenómeno
pasa desapercibido para la mayoría (La Razón, 15/7).

Curiosamente, el episodio de Córdoba se convierte en la única noticia de


un caso argentino que no menciona la posibilidad que pudiera tratarse de un
plato volador. El próximo, ocurrido en Buenos Aires, incluye un comentario
más tranquilizador, aunque anima la polémica.

Caso 03. Buenos Aires (Capital Federal) Julio 13: Después de comentar que “lo único
aceptable hasta ahora es que se trata de globos sondas”, el vespertino Noticias Gráficas,
señala que “esta mañana, nomás, una voz masculina nos aseguró, por teléfono, que aca-
baba de pasar, a la altura de (barrio) Villa Crespo, un plato volador”.

El omnipotente dios olímpico Zeus, con sus rayos, lanza desde su morada
platillos sobre la Tierra (Crítica, 12/7/1947).

103
El periódico reconoce que “la imaginación tiene mucho que ver en
la aparición de los fenómenos que asombran colectivamente (aunque),
de todos modos, sigue en pie el fenómeno, lo que da pasto a las con-
versaciones, los cálculos y las conjeturas”. Junto a ellas, empiezan a
generarse testigos locales. “Hay mucha fantasía pero algo de verdad
en la aparición de los famosos platos voladores”, parece responder La
Razón, del 15 de julio, en el encabezado de un artículo.

Caso 04. Buenos Aires (Capital Federal) Julio 15: Tripulantes de un buque po-
laco anclado en Puerto Nuevo, informan a la Prefectura Nacional Marítima que
a unas tres millas de la costa habían divisado un “avión” que parecía precipitarse
en el Río de la Plata alrededor de las 10.00 horas, observación compartida por
muchos obreros portuarios. Asimismo, en el Ministerio de Aeronáutica se recibe
una información de Prefectura del Puerto de Montevideo, en el que se menciona
un posible accidente de aviación a unos 50 km. de la costa argentina. Dispuesta
una intensa búsqueda de varias horas mediante lanchas y aviones sobre una amplia
zona del río, no pudo hallarse rastro alguno del presunto accidente (El Mundo,
31/7/1962).

Escenario donde ocurre la presunta caída en aguas del Río de la Plata, de


un avión, ora platillo, el 15/7/1947.
104
Dando pábulo a los más variados comentarios entre los pobladores
de Fuerte General Roca, con fecha 17 de julio, se conoce con alguna
demora el siguiente episodio:

Caso 05. General Roca (Río Negro) Julio 6: El agricultor Mario Talebi, ita-
liano, de 61 años, que trabaja el lote chacra 151 del departamento de General
Roca, habría visto el domingo 6 de julio, a las 9 horas, seis de los llamados discos
voladores, los que tendrían unos 30 cm de diámetro (La Nueva Provincia, 18/7).
Según Clarín, 19/7, el hecho se produjo en la mañana del 18 (posible error), en
circunstancia en que el colono se asoma para presenciar la lluvia generosa que
caía en los campos de su chacra, teniendo la novedad de hallarse frente a un plato
volador surcando el cielo con rumbo hacia el sur.

El caso siguiente es difundido por numerosos medios periodísticos,


y se trata de una de las pocas minuciosas noticias producidas durante
ese año. Hasta el diario Crítica destaca en esa ciudad a dos redactores
y un fotógrafo:

Caso 06. Balcarce (Buenos Aires) Julio 18: Alrededor de las 6:08 y en medio de
una tormenta, el oficial de policía Juan Félix Goñi advierte un misterioso disco
rojo y destellante que, procedente del norte, se agranda al aproximarse al cenit y
se pierde como empujado por el viento rumbo al oeste. Llama a sus subalternos,
seis o siete agentes, y juntos avistan el disco de regulares proporciones. Momentos
más tarde observan una bandada o “manga” compuesta por 50 o 60 discos que se
dirigen a gran velocidad con rumbo al sur, similares al anterior (El Liberal, 19/7).

Vecinos que tienen su domicilio en otras zonas cercanas a esa loca-


lidad dicen haber observado el mismo y raro fenómeno. “Considera-
mos llegada la hora –comenta el matutino Clarín (19/7)– de prestarle
toda la atención que merece, descartada la posibilidad de que lo visto
en Balcarce sea pura alucinación de unos agentes con sueño”. Menos
entusiasta y habitualmente escéptico, La Nación (20/7) titula: “Nada
confirma que en Balcarce viesen platos voladores”.
La mayoría de las crónicas transcriben los hechos con cierta ligere-
za, picardía o pizca de broma y, en lo posible, dejando deslizar alguna
extravagante conjetura sobre un tema del que está todo por decir. Los

105
humoristas gráficos hallan un nuevo objeto para dispensar la sonrisa en
los periódicos, y “los platos de moda” aluden a la vajilla, a las papas y
tomates; a las irritadas esposas, a los indigentes y proletarios, y al buen
gourmet. En ese contexto, complacientes por superar la imaginación de
Orson Welles, asoman las naves interplanetarias.

Caso 07. Olavarría (Buenos Aires) Julio 20: Dos días después, a las 18 horas,
varios testigos observan un cuerpo circular, moviéndose en zigzag con dirección
norte-sur durante cinco minutos (La Razón, 22/7).

Caso 08. Tartagal (Salta) Julio 20: Y en la misma fecha, alrededor de las 14
horas, se ven sobre esa zona numerosos platos voladores, pudiendo notar que uno
de ellos se abre como un ‘capullo’, rompiéndose, y dejando caer en el espacio algo
así como copos de algodón, perdiendo sus esparcidos fragmentos. Se asegura que
“el raro fenómeno ha conmovido a toda la población, habiendo sido visto por gran
número de personas que ahora se han desplazado hacia las calles y lugares abiertos
en la esperanza de que la visión vuelva a repetirse” (La Capital, 21/7).

Las crónicas transmiten un clima de expectación, de inquietud y sus-


penso. Nadie puede deparar qué iría a ocurrir, ni cuándo ni dónde se
tendría el privilegio de volver a ver a los platos voladores. Pero ellos
estaban aquí y, sin saberlo todavía, habrían de instalarse definitivamen-
te en la cultura popular del siglo XX.

Caso 09. Oclayas (Jujuy) Julio 22: Los platos voladores aparecen en esa pequeña
localidad jujeña, siendo avistados por dos testigos, quienes aseguran que se trata
de “discos de gran luminosidad, que se desdibujan antes de llegar a tierra” (Noti-
cias Gráficas, 1/8).

Caso 10. Rosario (Santa Fe) Julio 22: A las 21:50 horas, gente que estaba aposta-
da en la esquina de las calles Maipú y Rioja, logra ver a unos treinta grados sobre
el horizonte, “un disco blanco de luz muy viva que pasaba ondulando en zigzag,
y que estaba impulsado con una velocidad casi vertical”. Para otros, iba de norte
a sur, moviéndose en ondulaciones pronunciadas. La escena duró menos de un
minuto y se reprodujo poco después, aunque el disco había decrecido de tamaño y
se hallaba a gran altura (Noticias Gráficas, 23/7).

106
Da la impresión que este tipo de fenómenos podrían ser fácilmente
explicados, atendiendo su baja extrañeza, más aún si en esas ocasiones
se hubiere consultado a los expertos. En cambio, la palabra “plato vo-
lador” los define por sí mismos, dejándolos en un gran interrogante del
cual se nutre la imaginación del lego y la letra del periodista.

Caso 11. Punta Alta (Buenos Aires) Julio 23: La presencia de un disco o estela
luminosa se observa a eso de las 7 horas de la mañana y apenas difundida la no-
ticia, se constituye en el comentario obligado de la jornada. Varias han sido las
personas que ven la masa luminosa y, a decir de una de ellas, tenía la forma de
un arco, dando la impresión de ser un pequeño cometa, de cabeza blanca y cola
roja, transformándose en una estela azulada y luego blanca, desapareciendo, más
o menos sobre Ciudad Atlántida. Llevaba dirección de norte a sur y al parecer
no estaba a mucha distancia de la tierra, produciendo una fuerte luz y cruzaba el
espacio a mucha velocidad. Otra de las versiones es suministrada por Alberto O.
Sarco, quien da la primera información, manifestando que la parte delantera es
como un cuadrado con los colores azul y blanco, de unos 30 cm de lado, en cuyo
centro presenta una figura roja, de forma de corazón y la cola, de unos 30 cm, era
azul. Dicho observador añade que emite como una luz eléctrica y pequeños rayos
(La Nueva Provincia, 24/7).

Caso 12. Bahía Blanca (Buenos Aires) Julio 23: Apersonados en la redacción de
un matutino local, los marineros Leonardo Leguiza y Raúl Malgor manifiestan ha-
ber observado uno de “esos discos andariegos” desde la intersección de las calles
Castelli y Roca, esa noche a las 21 horas (La Nueva Provincia, 24/7).

El periódico bahiense introduce al lector en los casos recién citados


con el siguiente comentario: “La cuestión de los platos voladores se
está poniendo de moda, con la misma popularidad que alcanza todo lo
novedoso y fuera de lo común. Desde que por primera vez se dijo que
los norteamericanos estaban perplejos por las mismas apariciones de
los no menos misteriosos platos bajo el cielo de su país, han empezado
a aparecer en las más distantes y opuestas latitudes”.

Caso 13. Buenos Aires (Capital Federal) Julio 24: En el barrio Villa Devoto,
Dña. Guillermina N. de Baldonedo describe: “Estando en la puerta de mi casa

107
(calle San Nicolás 4236) vi de pronto ante mí en el cielo, por encima de los árbo-
les, una cosa redonda, iluminada y grande (...); parecía una gran luz de bengala”.
Luego, el plato se fue alejando y descendiendo hasta desaparecer detrás de unos
árboles (Noticias Gráficas, 1/8).

Caso 14. Sierras Bayas (Buenos Aires) Julio 24: El vecino Pedro Messina infor-
ma que mientras se hallaba jugando al fútbol junto a unos amigos en las afueras
de la villa industrial, los improvisados deportistas detuvieron la práctica para con-
templar el paso de lo que inicialmente creyeron era un avión. Descartada esa po-
sibilidad, coincidieron en que se trataba de un plato volador, del que tanto habían
leído. Era una especie de disco, que volaba a gran altura y brillaba cual si fuere un
reflector (El Popular, 27/7).

Mientras la emblemática figura del gobierno justicialista Eva Duarte


de Perón realiza una histórica gira europea, que iría a durar dos meses, los
periódicos y noticieros radiales alternan las informaciones con episodios
platillistas que causan asombro, incredulidad, ansiedad y sarcasmo.

Caso 15. Pehuajó (Buenos Aires) Julio 24: Juan Arigues es un viejo poblador
que relata, con cierta sorna paisana, haber visto un plato volador. El jueves 24,
pasadas las 20:30 horas, salía de su casa cuando nota un raro resplandor en el cie-
lo. De pronto advierte un plato que vuela hacia el norte, a unos sesenta o setenta
metros de altura, de coloración clara, con reflejos eléctricos. “Lo distinguí con
toda nitidez -asegura-, y no me cabe la menor duda: era un plato” (Crítica, 25/7).

Caso 16. Bahía Blanca (Buenos Aires) Julio 24: Horas después, poco antes de
medianoche, Juan Domingo Calabresi, hombre profundamente supersticioso, que
trabaja como quintero en las inmediaciones del cementerio, se halla en plena tarea
rural cuando se siente impresionado por un silbido “que sonó súbito como la noche
de la morte”, dijo. Al alzar la vista, ve trece platos voladores que marchan hacia
la ciudad y como si descendieran, siguiendo a unos cincuenta metros de altura la
línea de la carretera. Calabresi de inmediato se refugia en su casa y monta guardia
frente a su ventana, pero no vuelve a avistarlos (Ibíd., 25/7).

Caso 17. Mar del Plata (Buenos Aires) Julio 27: El domingo 27 a la una de la
madrugada, dos aficionados a la pesca se hallan en una barranca practicando su
deporte favorito cuando ven aparecer en el horizonte, mar adentro, “una extraña

108
fulguración, que avanza hacia la costa a gran velocidad y se transforma, vista
desde más cerca, en una masa ígnea, compuesta por grandes discos que giran ver-
tiginosamente”. Esa masa despide destellos blancos y azulados, semejantes a las
chispas que produce una descarga eléctrica. Al llegar cerca de la costa, cambia de
dirección para dirigirse hacia Camet e internarse en la zona que ocupa la Escuela
Antiaérea. Según los reportes, allí habría sido vista por dos soldados, quienes de-
claran a sus superiores que de madrugada -dos horas de diferencia con la indicada
por aquellos- ven internarse rumbo a Balcarce tres o cuatro discos voladores (La
Capital, 27/7; Noticias Gráficas, 1/8).

El asunto es tratado con mayor seriedad cuando los informes provie-


nen de testigos con alguna preparación técnica o científica, y también,
cuando involucra a militares o policías. Tal vez, más allá de poder de-
terminar sus aspectos técnicos, por la sospecha que los platos voladores
tendrían que ver con la seguridad. Vale decir, una amenaza para la hu-
manidad, sea de naturaleza cósmica o humana (producto o secuela de la
liberación de la energía atómica, nuevas armas secretas, etc.).

Caso 18. San Martín (Mendoza) Julio 28: Finalizando el mes, el lunes 28 a las
08:45 horas, estos fenómenos reaparecen en San Martín. Es un disco muy brillante
-aseguran-, que marcha a unos cien kilómetros por hora (Caras y Caretas, (12)/1947).

La actividad platillista iría a reducirse, aunque temporalmente, casi tan de


súbito cómo se inicia. Las estadísticas señalan que la mayor parte de las denun-
cias registradas se concentra en el mes de julio, en un lapso de apenas 17 días.

Caso 19. Río Cuarto (Córdoba) Agosto 5: “La fiebre de los platillos volantes in-
vade también nuestra ciudad -dice El Pueblo, del 6/8-, ya que ayer tarde se vio en
el cielo un objeto redondo a mucha altura, que brillaba y se dirigió hacia el oeste.
Numerosos paseantes indicaron a esta redacción que el objeto no emitió ruido; por
lo que descartaron se tratara de un avión bombardero”.

Transcurren algunos meses cuando se produce el último informe.

Caso 20. Buenos Aires (Capital Federal) Octubre 22: Los maestros y alumnos
de la escuela fiscal nº 27 ubicada en Caracas y Álvarez Jonte, en el barrio La

109
Paternal, mientras izaban la bandera, ven durante varios minutos y a gran altura
una forma esférica y plana que vuela velozmente rumbo al sudoeste (Hogar,
19/11/48).

Los platos que no volaron

Al igual que en otros


países, aparecen invento-
res de platos voladores.
Uno de ellos fue Juan
Baustista Leone, de la Es-
cuela Nacional de Bellas
Artes, quien estando en
Mendoza por 1940, idea
un artefacto de elevación
a hélice, que perfecciona
luego, impulsado median-
te un cohete. Leone que-
ría abrir nuevos rumbos
a la aviación. Este apara- Juan B. Leone con su aparato ideado en 1940 ob-
tuvo proverbial fama en 1947. “El plato volador,
to lo presenta en 1944 al que causa el asombro del mundo, sería invento ar-
Arsenal de Guerra, pero gentino”, llega a sentenciar La Razón del 24 de
comprueba que su interés julio de 1947.
se ve disminuido por la
existencia de las famosas V-2, con las que Alemania soñó dominar al
mundo. El inventor trabajó en su idea de convertir el primitivo “plato”
en un avión en forma de fuente que acciona por una hélice central, y
con hélices entubadas por expulsión de aire. Tal es el proceso criollo del
plato volador que obtuvo su fama en 1947 (La Razón, 24/7).
Por su parte, Julio F. Ruiz, mecánico de la Dirección de Correos
y Telecomunicaciones, sostiene que “el disco volador es una realidad
argentina desde 1941”. El giro-plano consiste en un disco con las
propiedades del aeroplano, con propulsión a motor, ascensión vertical
y horizontal, timón de elevación y profundidad en el alerón-disco

110
rotativo, asignándole mayor velocidad que los aviones convencionales.
También él habría entregado su invento a las autoridades militares para
fines pacíficos (Noticias Gráficas, 13/8).
Tanto Leone como Ruiz descartan que los platos voladores vistos en
los cielos del mundo sean los que ellos han ideado. Lo que está fuera de
dudas es que la búsqueda de la forma de plato o disco para las aeronaves
se hallaba en su apogeo. Momentos en que se popularizan los famosos
platos voladores como una expresión de la nueva tecnología.

Las hipótesis en los años cuarenta

En la agitada búsqueda por hallar una explicación de los fenómenos


–se dice– son delineadas hipótesis que, a las horas, terminan siendo
destruidas por otras.
Sin embargo, la historia de los platos voladores tiene un origen mi-
litar y dataría de 1944, cuando la Real Fuerza Aérea británica creyó
hallarse en presencia de una avanzada arma secreta: los foofighters, tér-
mino utilizado por los pilotos anglosajones para referirse a unas peque-
ñas y extrañas esferas luminosas que solían acompañar a sus aviones
en vuelo.
Aún así, a mediados de 1943, cuando numerosos vecinos de Río Cuar-
to notan la presencia en el cielo de un curioso objeto redondo de color
aluminio que se desplaza de sur a norte, a regular velocidad, algunos de
ellos piensan que se trataría de armas secretas provenientes de los países
del Eje, probándose en latitudes argentinas (El Pueblo, Río IV, 7/43).
Todas las presunciones no resultaron azarosas, teniendo en cuenta
el pronunciado desarrollo aerospacial que podría definir la guerra, en
particular, durante los últimos años. Pero al tiempo en que se acallan
las últimas baterías y ceden los secretos militares, no se halla ninguna
evidencia que corroborara la presunción generalizada. Recién entonces,
comienza a trascender en los niveles populares, y de ahí –tibiamente–,
a las esferas científicas, menos herméticas pero algo reservadas por la
prudencia que las caracteriza.

111
El fenómeno visto por Arnold en 1947 encuadraba perfectamente
con las ideas preponderantes. Él mismo piensa en ese momento que po-
dría tratarse de una nueva avanzada de aviones. Quizás, un arma bélica
propulsada con energía atómica. Las sospechas recaen sobre el ejército
y la marina norteamericana. Pero muy pronto se extienden a los sovié-
ticos, e incluso a los ingleses y alemanes. Una humanidad saliendo de
una guerra, y un pueblo empezando a vivir la paranoia de la invasión
comunista y la más fría de todas sus guerras, no miraría con indiferen-
cia cómo presuntas aeronaves surcan los cielos.
Tal vez por el miedo a una agresión de una potencia extranjera, lo
cierto es que la aviación norteamericana ha reconsiderado varias veces
sus puntos de vista sobre los extraños objetos volantes y quizás los úni-
cos en tomar el asunto seriamente. Preocupados por las armas secretas
de alguna potencia agresora, es plausible suponer que los platos vola-
dores pudieren ser una amenaza. De hecho, siguieron con legítimo inte-
rés –a través de proyectos secretos– el posible desarrollo de la actividad
atómica en la Unión Soviética.
En los Estados Unidos, fuente primordial de las noticias sobre platos
voladores, el tema es tomado dramáticamente. El creciente estado de
angustia queda reflejado en numerosas crónicas y comentarios que se
transmiten a todo el mundo por las agencias periodísticas.
Las mismas empiezan a reproducirse en la prensa argentina durante
los primeros días de julio de 1947 (especialmente, después del domingo
6), por cables originados en Portland, San Francisco, Washington, Chi-
cago, Dayton, Nueva York y otras ciudades de ese país.
El 9 de julio se publica en varios diarios, a través de la agencia UPI,
del día 8, la sucinta noticia del hallazgo de un “platillo volador” caído
en un establecimiento ganadero cerca de Roswell, Nueva México (La
Prensa, 9/7). Al día siguiente, la agencia Reuter se ocupa de informar
que “ha resultado ser sencillamente uno de los globos-sonda usados por
las estaciones meteorológicas” (La Nación, 10/7).
En cambio, en la Argentina, lejos del flagrar de la guerra, el asunto
es tratado en general con ligereza y la broma apagó toda reflexión. Los

112
platillos, por entonces, no
son más que una curiosa
novedad que concita la
atención y dispone a ob-
servar el cielo en espera
que se repitan esas mara-
villas. La frase intencio-
nada, el apodo gracioso,
opacan de algún modo el
fenómeno.
Transcurridos los días,
los ocultistas y metapsí-
quicos en tono profético, y
los periodistas un poco en
broma, echan a rodar que La humanidad que tarda en superar los traumas de
guerra, muy pronto ve en los platos voladores la
podrían ser vehículos de posibilidad que se trate de mensajes de otros pla-
procedencia extraterrestre. netas buscando contacto. Así lo supone Clarín, del
“¿Llamados de otros 13/7/1947, mostrando la primera fotografía de los
planetas?”, titula en for- ignotos objetos que fuera publicada en los diarios
ma interrogativa un artí- argentinos.
culo de Clarín, el 13 de julio. Más que nunca, los novelistas reencausan
a sus lectores en las asombrosas aventuras y viajes fuera de la Tierra, en
platillos voladores. Y la idea prende en el público.

En los albores de la fraternidad universal

Empieza a configurarse una suerte de conciencia astronáutica expec-


tante sobre presuntos artefactos extraterrestres, basada más en el saber
popular que en la escasa información propiciada desde los centros cien-
tíficos, aún más por la cautela de una época a la defensiva, de silencios
y temores mutuos, de armas secretas y de servicios de inteligencia. Se
sabe poco sobre los platos voladores, aunque todo el mundo sepa –cual-
quiera fuere su origen– que están ahí.

113
Los habitantes de otros planetas –aseguran– nos envían mensajes
buscando contacto con nosotros. El motivo resultaría el mismo para
quienes están convencidos que “los discos o platos voladores son, en
realidad, entidades astrales que se han mostrado en determinados mo-
mentos y en diversos lugares del mundo a personas que han actuado
en ese instante como médium espontáneos”, como afirma un espiritista
que utilizaba el seudónimo hindú Prana Maya.
“Es fácil suponer –continúa– que se trata de un serio llamado de
atención a la humanidad en instantes que se apresta a emprender la
guerra atómica que arrasaría la Tierra (...); se trata de un llamado a la
cordura: de un mensaje a la razón. Los platos voladores han escrito
en el cielo de nuestro planeta el anhelo divino en esta hora crucial del
mundo, sintetizado en una sola, expresiva, angustiosa y honradamente
determinativa palabra: ¡Paz!” (Noticias Gráficas, 12/8).

Los platos voladores tienen el significado de llamar a la cordura


del hombre en momentos que se habla de la posibilidad de la gue-
rra atómica, pudiendo señalar el principio del fin de la humanidad
(Noticias Gráficas, 12/08/1947).
Y el llamado es escuchado, finalmente, por contactados que presienten
la proximidad de una catástrofe final, asegurando recibir el mensaje de los
nuevos enviados, los míticos seres de la luz.

114
Un ejemplo lo ofrece el apodado sensitivo Alejandro Kon, quien dice ha-
ber comenzado en 1947 a recibir revelaciones telepáticas de un “maestro de
la sabiduría cósmica” procedente del mundo superior espiritual, en torno a
los platos voladores y al futuro de la humanidad. Estos objetos que, a decir de
Kon, se encuentran en manos generosas “para evitar la destrucción de nuestra
humanidad, bloquear los elementos bélicos, así como también neutralizar los
explosivos nucleares...” (A. Kon: La verdad revelada..., pg. 19/27).
Algunos años después, mensajes de un modo u otro parecido son atribui-
dos a la denominada hermandad cósmica, y propagados por varios clarivi-
dentes y espiritistas.
Pero ya en 1947 se publican los comentarios de Mr. Harris Haywater,
perteneciente a The Unknown’s School (Escuela de lo Desconocido, o incóg-
nito), de California, quien afirma tener “informaciones fidedignas de varios
hermanos” asegurando que los platos voladores “serían mensajeros de otros
mundos que se materializan para prevenir al mundo del gran peligro”. Para
William Burgmeister, de Oklahoma, los platillos nos advierten de una guerra
que se aproxima. “Creo que son mensajes provenientes de Saturno –asegura–
(cuyos seres) están angustiados por nuestra suerte” (Crítica, 12/7). La semilla
del mesianismo platillista, o hermandades del espacio es arrojada.
Para otros, los platillos vistos surcar el cielo del mundo no son espíritus
materializados que desean advertir a la humanidad doliente de un grave pe-
ligro. Tampoco naves aéreas, ni una nueva arma bélica destinada a superar
los instrumentos de destrucción ya existentes, sino parte de una campaña del
gobierno norteamericano en materia armamentista*.

* No sería casual que en 1950 se haya conocido la opinión favorable del mayor
I.M. Donald Keyhoe, quien se convertiría en una de las figuras más encumbradas
del movimiento pro-platillista, al afirmar públicamente que “los platos voladores
son naves interplanetarias y proceden de otros mundos”. Los etistas se vieron
fervorosamente alentados en sus propósitos por esas declaraciones, que fueron
seguidas por otras, en letra más pequeña: “Ante la presión pública el Congreso
indudablemente autorizaría enormes partidas para investigaciones respecto a viajes
interplanetarios, haciendo énfasis en armas especiales contra un posible ataque de
los platos voladores” (del libro de D. Keyhoe: Platos voladores de otros mundos, p.
140/147).

115
Por añadidura, la observación de extraños fenómenos y las subse-
cuentes lucubraciones sobre visitantes extraterrestres que se les atribu-
yen, servirían para distraer o encubrir accidentes y pruebas de índole
militar.

Globos y bólidos del espacio sideral

Sin embargo, los científicos


suelen ver el problema desde otra
perspectiva y rara vez son consulta-
dos. El Dr. Ramón Enrique Gavio-
la (1900-1989), director del Obser-
vatorio Astronómico de Córdoba,
constituye la excepción, aunque
sus ideas difieren del sentimien-
to del público. Para el acreditado
astrónomo, “los platos voladores
son simplemente globos sondas, de
los que se usan en meteorología...”
(Crítica, 12/7).
La mayoría de los científicos
sociales se inclina a pensar que se
trata de un fenómeno de sugestión, El eminente científico Ramón E. Ga-
individual o colectiva. El tema des- viola es una voz autorizada y de fre-
pierta curiosidad, atención, interés cuente consulta sobre los fenómenos
celestes.
y el deseo de ver aquello que se dice
que es. Lo extraño se convierte en la realización del deseo.
Mientras se tejen infinidad de hipótesis, el ensayista Ladislao Szabo
del semanario ¡Aquí Está! (28/7) sostiene didácticamente que “los pla-
tos voladores son viejos conocidos” –según reza su título–, proponien-
do entre la diversidad de conjeturas y con cierta verosimilitud, que los
relatos sobre apariciones de platos voladores ofrecen una notable seme-
janza hasta en sus menores detalles con la descripción de los bólidos,

116
meteoritos y aerolitos provenientes del espacio sideral. Los mismos que
en la antigüedad han dado lugar a leyendas y supersticiones, siendo un
signo profético y objeto de veneración.

II. LOS DISCOS VOLADORES EN CHILE

Aunque se conocen algunos registros anteriores a 1947, tras el le-


gendario avistamiento que le diera nombre a los insólitos fenómenos
del espacio, Chile tiene su primera aparición dos semanas después de la
observación de Mount Rainier.
A las 21,30 horas del 7 de julio de 1947, en Algarrobo (Valparaíso),
son observados tres inusuales objetos con forma de “lunas” volando de
oeste a este, causando gran conmoción. El episodio inaugura una serie
de observaciones similares.
Según se afirma, el histerismo originado por los supuestos platos vo-
ladores ha llegado hasta Chile, pues, conforme a un cable de la agencia
de noticias United Press International (UPI), un mecánico de aviación
y el jefe mecánico de una línea de ómnibus “han visto dichos apara-
tos volando sobre el aeródromo de Los Cerrillos”. Al mediodía del 9
de julio, estos testigos aseguran haber visto, aunque inmóvil, un disco
ovalado en el cielo (La Ercilla, 15/7). Por su parte, la oficina meteoroló-
gica del aeropuerto de Los Cerrillos desmintió la información de prensa
(Últimas Noticias, 10/7).
Al día siguiente nuevos testimonios aportan elementos para el asom-
bro. En el Parque Cousiño (Santiago) es avistado un objeto circular
desplazándose de este a oeste, según La Nación de Santiago del día
11. El mismo periódico chileno reproduce el 12 de julio un documento
fotográfico obtenido un par de días antes desde la terraza del Observa-
torio del Salto, en el Cerro San Cristóbal (Santiago), que pareciera ser
la confirmación del paso de discos voladores sobre el territorio andino,
aunque su director Julio Bustos Navarrete, señala que “puede corres-
ponder también a un meteorito”.

117
Agrega que ese
observatorio ha
recibido alrededor
de quince informes
sobre aparición de
estos discos, pero
que para tener va-
lor científico “de-
ben ser efectuadas
de acuerdo con un
estricto control y
comprobación”.
Aún así, en opinión
del astrónomo,
constituyen indi- Fotografía de un supuesto “plato volador” obtenida des-
de el cerro San Cristóbal, Santiago, el 10 de julio de 1947.
cios de “una nueva
arma aérea de al-
guna potencia que está realizando experiencias a gran escala, sobre
toda la superficie del planeta para reproducir una guerra de secretos
y demostrar lo que sería una guerra atómica en el futuro, si estos dis-
cos volaran cargados con bombas atómicas o bombas de bacterias o
ultravirus”.
Aumentando el desconcierto, luego de tan inquietantes declaracio-
nes, la edición del 22 de julio señala que don Julio Bustos Navarrete
afirma que “no hay platos voladores, sino meteoritos, vulgares y co-
rrientes, como los que todos han visto desde niños, sin darles otro
significado que el que le asigna la creencia popular: mientras dura su
luz atravesando el cielo hay que pedir tres cosas”. Y dice que sus 300
observadores desde Arica hasta Magallanes, “demuestran categórica-
mente que el 98% de los discos voladores son simples meteoritos y
el 2% restante han sido casos de sugestión colectiva...”. ¿Precipitado
cambio de opinión, o error de los medios informativos? Algo más para
el misterio.

118
Efectos psicológicos

Del mismo modo a lo que ocurre en los países de la región, Chile


recibe numerosos cables de las agencias internacionales de noticias en
torno al novedoso fenómeno. En ellos se transfiere la incertidumbre y
las controversias desatadas mundialmente, con énfasis en todo cuanto
sucede en los Estados Unidos.
“Se trata de un invento aún no perfeccionado, o de ilusiones o fanta-
sías?” (8/7), “¿Son llamados del planeta Marte, los discos voladores?”
(17/7), se pregunta a modo de encabezamiento de notas La Nación, de
Santiago. La primera es tratada con seriedad, la segunda –en franco
tono de broma– resulta una publicidad de Sastrería Corona.
El 10 de julio el mismo periódico publica una interesante noticia de
la UPI, firmada por Paul F. Ellis, en el cual señala que tres hombres de
ciencia dicen que la historia que se ha producido en los Estados Unidos
a propósito de los “platillos voladores”, podría significar que en caso de
una guerra con bombas atómicas o con cohetes contra Estados Unidos,
las bajas psicológicas norteamericanas serían mucho más numerosas
que las víctimas producidas por las explosiones mismas.
En efecto, uno de estos expertos, el doctor Edward Strecker, director
del Hospital de Filadelfia para enfermedades mentales y nerviosas, ca-
lifica a muchas de las informaciones recibidas sobre platillos, de sínto-
mas del estado conocido como receptividad patológica. “Es posible que
algunas personas hayan visto algo”, siendo probable que esto les haya
conducido a falsas interpretaciones o a ilusiones ópticas.
Otro experto en conducta humana, señala que existe cierto tipo de
histeria colectiva que está latente en todos los seres humanos y que el
asunto de los platillos, podría ser un ejemplo en pequeña escala de lo
que pasaría si cayera una bomba en los Estados Unidos, y si verdaderos
cohetes –en alusión a los V-1 y V-2–, procedentes de algún país ex-
tranjero, empezaran a cruzar zumbando los cielos norteamericanos. El
especialista advierte que no sería necesario arrojar bombas atómicas en
las grandes ciudades. Tal vez bastarían los efectos psicológicos de las

119
bombas arrojadas en los suburbios, para volver a la nación incapaz de
defenderse.
Un tercer científico –un famoso astrónomo, que trabajó en la bomba
atómica–, dice: “La histeria que vemos ahora, acerca de estas infor-
maciones, no sería nada comparada con la que sucedería si realmente
empezaran a caer en este país bombas u otras armas destructivas”.

Esos extraños objetos volantes

Como si estuvieran ajenos a tanta preocupación, los platos voladores


continúan sus incursiones en Chile.
De acuerdo a El Mercurio (13/7), el 11 de julio los platos vuelven a
aparecer, esta vez, uno por la tarde en Valdivia moviéndose de norte a
sur, y otro de forma oval en horas de la noche en Alcones (Colchagua),
en dirección oeste. Cercano al mediodía del sábado 12 un objeto discoi-
dal, da la impresión de descender en forma de hoja muerta, hacia el sur
del Volcán Calbuco, en Puerto Montt (Llanquihue). Se informa que la
población se encuentra alarmada ante estos extraños fenómenos, y que
los comentarios van en aumento.
El domingo 13, en la comuna “María Pinto”, en Los Potrerillos (San-
tiago), se observa el lento desplazamiento de un objeto en forma de
plato o cilindro truncado sobre la línea del horizonte (Ufo-Chile, nº 3,
enero 1968).
Ese día los platos voladores también llegan a Santiago, siendo vistos
pasar a gran altura y velocidad, dejando tras de sí una luminosa este-
la. Simultáneamente numerosos personas en el camino que conduce a
Puyehue, advierten un meteoro que demora unos veinticinco minutos
en cruzar el cielo, de norte a sur. Esta noticia es comunicada a la Direc-
ción General de Carabineros, por el mayor de Carabineros Francisco
Riffo Espinoza, testigo del fenómeno junto a su esposa. Muchos son los
que aseguran haber estado observando en toda la región raros aerolitos.
Las noticias fueron divulgadas por los diarios chilenos La Nación y La
Prensa (14,15, 28/7).

120
Los platos voladores son motivo de interés

Inquietos por el aumento de las observaciones, los funcionarios de la


Embajada de Gran Bretaña solicita del Observatorio del Salto fotografías
de los meteoros que han cruzado el cielo chileno, para ser remitidas a In-
glaterra. Y a su vez, los aficionados a esta clase de espectáculos celestes
son por entonces autorizados a pedir las informaciones e instrucciones que
necesiten al mismo Observatorio para no perder el cuadro emocionante que
les depare el paso de los platillos.
A mediados de julio las noticias sobre avistamientos se incrementan nota-
blemente. El periódico decano de Santiago El Mercurio se hace eco de nue-
vos testimonios. En la madrugada del 14 de ese mes, entre Temuco y Maque-
hua (Cautín) un gran disco luminoso es visto desaparecer entre las nubes. Y
por la noche, a las 20,20 horas, a la altura de Caldera y Huasco (Atacama), es
percibido desde un barco un objeto luminoso de un diámetro aproximado en
5 metros moviéndose en dirección noroeste (El Mercurio, 16/7).
El 17 de julio las observaciones recrudecen en la región central, según
las noticias publicadas en los diarios La Hora, El Mercurio, y La Nación.
Éste intenta describir por esa fecha las expectativas vividas en Chile en
torno a los platillos: “La sensación de los últimos días han sido los discos
voladores y todos –contagiados tal vez por la noticias venidas de distintas
partes del mundo–, miramos el espacio con más frecuencia que nunca, para
ver si advertimos el extraordinario fenómeno”.
Esa mañana un objeto de apariencia desconocida incursiona en la bahía
de Valparaíso. Poco antes del mediodía fueron muchas las personas que
logran satisfacer su curiosidad, cuando dos platos voladores de gran lumi-
nosidad cruzan sobre la ciudad de Valparaíso. El hecho lo testifican carabi-
neros de la Primera Comisaría de Playa Ancha, el personal del Faro Punta
Ángeles, miembros de la oficina meteorológica y funcionarios aduaneros.
Pasado el mediodía, el misterioso objeto con forma de globo es fotografia-
do en San Antonio (Santiago).
La ola de reportes sobre observaciones continúa con la registrada el
21 de julio en proximidades de la Estación Cajón (Cautín), en donde

121
el maquinista y el fogonero de un tren de carga describen el veloz
descenso “en picada” desde el oeste de un punto brillante en dirección
a la máquina, dando la impresión que les iría a chocar, se detuvo en el
espacio, para reanudar la maniobra anterior, remontándose finalmente
tras una aureola de luz (El Mercurio, 23/7).
El 23 de julio, a las 22 horas, en Frutillar (Llanquihue) dos testi-
gos aseguran haber visto un disco de luz platinada y fuerte movimiento
ondulante y vertiginoso, hasta perderse en la cordillera tras el volcán
Puntiagudo (El Mercurio, 25/7).
También el 2 de agosto de 1947, año inaugural de los platillos, ha-
bría ocurrido el mítico y fantasioso episodio del Lancastrian Star Dust,
avión de pasajeros presuntamente desaparecido por obra de los platos
voladores después de sobrevolar los Andes y cuando iba a tomar tie-
rra en el aeropuerto de Santiago, recibiendo de él –según el relato del
novelista devenido en ufólogo A. Ribera– la enigmática palabra “Sten-
dec”, antes de desaparecer (A. Ribera: Objetos desconocidos en el cie-
lo, p.65).

Un inventor de discos voladores

En esos días de julio de 1947 una noticia adquiere gran notoriedad.


W.H.S. Ashlin fue un aviador de la primera guerra mundial al servicio
de Inglaterra y se atribuye el haber inventado los ahora famosos platos
voladores.
Según afirma, en 1940 habría ofrecido a su patria el invento con fines
bélicos, pero su oferta fue desechada por las autoridades militares britá-
nicas. Desairado por semejante actitud, el súbdito británico avecindado
en Valparaíso, no dudó en poner en manos del Comandante en Jefe de
la Guarnición Militar, del Ejército de Chile, los planos y la fórmula de
los platos voladores por especial deferencia de su inventor (La Nación,
19-21/7).
Después de estas noticias, el tema decae y la prensa no se hace
eco de nuevas apariciones. Cuando se sospechaba que los platillos no

122
volverían a ocupar las primeras planas, tras un silencio de tres años,
las observaciones en Chile irán a recrudecer, acompañando –como será
costumbre– la ola producida en otras regiones del mundo.

III. LOS DISCOS VOADORES EN BRASIL

La extensa geografía brasileña, asiento de una cultura en donde lo


maravilloso no escapa a lo cotidiano, es el escenario donde se registran
algunos de los primeros informes sudamericanos de platos o discos vo-
ladores.
Dos semanas después de la clásica observación de Kenneth Arnold,
el vespertino paulista À Noite informó que los habitantes de Presidente
Bernardes, en el interior del Estado de São Paulo, se muestran inquie-
tos a causa de la aparición de discos voladores, los cuales habrían sido
vistos el 8 de julio sobre esa localidad ubicada a unos 60 kilómetros del
río Paraná.
Según varios testigos que dicen haberlos visto pasar a las 14 horas,
uno de esos objetos se desplazaba a gran velocidad y altura, siendo su
forma de media luna y de coloración aluminio. Otros declarantes lo
describen como “un disco en forma de plato blanco, a gran altura” (El
Diario, La Paz, 9/7).
Un episodio similar ocurre días más tarde. El vespertino mineiro
Diário da Tarde recibió una carta firmada por el piloto de aviación Li-
mirio Santos informando que el lunes 14 de julio, a las 21,30 horas,
logró observar junto a su copiloto, mecánico de vuelo, comisario y dos
funcionarios de Panair, desde el avión PP-PBX, “un disco volador a
gran velocidad sobre el Campo da Lagoa Santa, MG, en la dirección
este-oeste” (Diário da Tarde, Belo Horizonte, 16/7). Esta observación
habría coincidido con las registradas en Florianopolis (Santa Catarina),
y en Ipanema, Río de Janeiro (Guanabara).
Pero el asombro debió ser mayor cuando se conoció el supuesto in-
cidente protagonizado por un topógrafo y los ocupantes de un platillo.

123
Curiosamente, este es el primer caso de aterrizaje con seres registrado
en el mundo, tras el avistaje de Arnold el 24 de junio.
El 23 de julio, al oes-
te de la Colônia Goio-
Bang, Paraná, un grupo
de peones pertenecientes
a un equipo topográfico
huyeron corriendo al oír
un silbido profundo y ver
un disco en el cielo. Al
parecer, sólo es conoci-
da la versión del jefe de
la cuadrilla, José C. Hig-
gins, quien –en cambio–
habría decidido quedar-
se. Según su relato, el
extraño aparato describió
un círculo y aterrizó sua-
vemente a unos 50 m. de
distancia. Tenía unos 30
m. de diámetro y 5 m. de
altura, y aspecto metáli-
co blanco-ceniza. Hig- Emulado de modo parecido en todo el mundo, el epi-
gins vio por una ventana sodio de Colônia Goio-Bang es el primer caso regis-
vidriada unas figuras. Se trado de un encuentro con los ocupantes de los discos.
trataba de dos personas
que también lo examinaban con cierta curiosidad. Transcurridos algu-
nos segundos, una de ellas se dio vuelta, dirigiéndose hacia el interior
del aparato, dando la impresión de hablar con alguien. Inmediatamente
escuchó un ruido y una puerta se abrió por debajo del anillo del disco.
Por allí salieron tres seres vestidos con un mameluco transparente, in-
flable, que los envolvía por completo. A través del mismo se las veía
con camiseta, calzón y sandalias, brillantes.

124
Su apariencia era extraña. Presentaban una voluminosa cabeza calva,
ojos grandes y redondos sin pestañas ni cejas, y una mochila o caja metá-
lica en la espalda (detalle que recuerda al caso de Villas Boas de 1957). La
estatura superaba los 2 m. y el testigo no pudo precisar su sexo. Hablaban
entre sí “en una lengua más bonita y sonora –dice Higgins–, aunque nada
entendía”. Sólo retiene dos palabras: Alamo y Orque. Se movían con gran
agilidad y ligereza, formando un triángulo a su alrededor. Uno de ellos,
que parecía el jefe, empuñando un tubo le hizo gestos indicándole que
entrara al aparato. El azorado protagonista se aproximó a la puerta y pudo
ver un cubículo, limitado por otra puerta interior. Inquieto, les preguntó
adónde querían llevarlo. Comprendiendo su inquietud, uno de ellos trazó
en el suelo un punto redondo cercado por siete círculos. Mostrando lo que
pareció se trataba del sistema solar, señaló a Urano, como si quisieran
indicar que ése era su planeta de origen.
Al advertir que la luz solar incomodaba a los visitantes, Higgins tuvo
una idea. Se encaminó hacia la sombra y extrajo de un bolso su billetera
con el retrato de su esposa, diciéndole mediante gestos que deseaba
buscarla. El ocurrente testigo se fue rápidamente del lugar sin ser de-
tenido, y se internó en el mato, donde quedó mirando. Jugaban como
niños, dando saltos y arrojando piedras de gran tamaño. Pasada media
hora, tras observar detenidamente a los alrededores, entraron al aparato
y, tras un nuevo silbido, se dirigió hacia el norte, elevándose hasta des-
aparecer entre las nubes (Diário da Tarde, 8/8/47).
Como ocurrió en los vecinos países, también Brasil reprodujo la no-
ticia de otro “inventor de platillos”. El diario À Noite reveló que Nils
Chritensen, espía alemán convicto por los tribunales brasileños, ha ale-
gado ser el “inventor original” de tales ingenios. Afirmó que durante
el período de 1939 a 1941, mientras trabajaba en el laboratorio de in-
vestigaciones científicas del décimo ejército alemán, inventó los discos
voladores como aparatos de observación, pudiendo ser producidos fá-
cilmente y a bajo costo (La Razón, Asunción, 6/11/48).
Aquellos pocos instantes que configuraron la casuística brasilera, aún
por explorar, no serían más que la presentación de un fenómeno que se

125
enraizará definitivamente en la conciencia, y una preparación para el ma-
ravilloso espectáculo que les reservará los años venideros, persuadidos de
que fuera de la humanidad existen espíritus libres de todo lazo material,
criaturas inteligentes, capaces también de admirar la extraordinaria ordena-
ción del cosmos en esta Tierra. El mito había comenzado.

IV. LOS PLATILLOS VOLADORES EN URUGUAY

La República Oriental del Uruguay, pese a ofrecer la peculiaridad de


ser la nación de más pequeña extensión de Sudamérica, ha sido uno de
los primeros países alcanzados por la onda platillista.
Según un cable de la agencia AP, fechado en Montevideo el 12 de
julio, algunas personas de esta capital afirman haber visto “discos vo-
ladores” en las últimas noches (segunda semana del mes), pero ningún
establecimiento meteorológico ha hecho anuncio alguno al respecto.
Una persona manifestó a The Associated Press que el domingo 6 de
julio, en la localidad de Colón, a pocos kilómetros al norte de la ciudad
de Montevideo, vio cruzar a gran velocidad algo así como una estrella
fugaz de luz un poco amarillenta y de dimensiones un poco mayores
que las comunes (La Nación, 13/7).
Por su parte, La Tribuna Popular recoge afirmaciones de viajeros
llegados de Punta del Este (Maldonado), que aseguran haber visto pla-
tos voladores desplazándose hacia el sur. La noticia es difundida tam-
bién por la agencia United Press, agregando que son varias las personas
residentes en el balneario de Punta del Este que los habrían visto. Ex-
presan que en circunstancias en que viajaban en un automóvil vieron
discos voladores que se desplazaban vertiginosamente en dirección sur.
Añaden que en ese momento fueron ocultados por algunas nubes, pese
a lo cual pudieron ver algo como una estela que los discos dejaban por
algunos momentos en el cielo (Crítica, 12/7).
Como si nadie quisiera quedarse atrás, ni ser menos, Uruguay sumó
sus propios testimonios. Fue la gran confusión. Se le llamó la fiebre de
los platos voladores. Eran ya parte del mundo.

126
V. CONCLUSIONES

La perspectiva histórica propone una mirada templada, alejados en


el tiempo y de las circunstancias que rodearon aquellos hechos que con-
movieron por su carácter inédito, controversial y desconcertante.
Época de posguerra. Situados exactamente entre los V-2 (1944) y
los primeros cohetes lanzadores de satélites (1957), entre las primeras
explosiones atómicas (1945) y las primeras explosiones termonucleares
(1953-1954).
Una sociedad que apunta a detener toda investigación en la fabri-
cación de armas de destrucción masiva y que manifiesta –como puede
leerse en las crónicas– su natural rechazo hacia la guerra, recién con-
cluida, pero imposible de ser puesta tan pronto en el olvido. Que teme
el posible desarrollo de cualquier armamento bélico, sea propio o de un
país extranjero, pero que destina más del 90% de la producción aero-
náutica a usos militares.
El mundo asiste al fortalecimiento de la Unión Soviética y en los
Estados Unidos cunde la paranoia de la invasión comunista. Se produce
el desarrollo de la energía atómica y crece la amenaza del empleo de la
bomba atómica frente al peligro de un nuevo invasor. Hay un clima de
sospecha, preludio de la denominada guerra fría. Fantasmagoría de una
conflagración total. Junto a ella, dulces sueños de conquista del espacio.
Parcialmente alejada de la traumática contienda, Sudamérica reci-
be una profusa información emitida indiscriminadamente. La realidad
mundial aparece moldeada por la prensa a través de las agencias ex-
tranjeras de noticias. Estas relatan las inusuales experiencias, e intentan
transferir las impresiones. Los relatos empiezan a adquirir cierta cre-
dibilidad a la luz de las crónicas y opiniones periodísticas, pero toman
una significación emocional diferente, por cuanto el contexto social ac-
tual, histórico y valorativo no es el mismo.
En Argentina la presencia de los “platos voladores” plantea un de-
safío a la imaginación, para la cual cabe una infinidad de posibilida-
des acerca de su naturaleza. Sin embargo, pueden sintetizarse en las
siguientes: a) un fenómeno físico ordinario (astros, meteoritos, globos),

127
b) un fenómeno psicológico (contagio o infición psíquica, y mixtifica-
ción), c) una novedad técnica perfeccionada (aeronave de alguna poten-
cia extranjera), y d) un signo de otro mundo (extraterreno, intraterreno
o de ultratumba).
Cualquiera fuere la hipótesis a que se adhiera, los platillos no llegan
a despertar el temor, la inquietud y la sospecha observada en otras lati-
tudes. El tema es tratado con mayor liviandad y humor. Un humor que,
en la Argentina, lleva a evocar al “plato” con el alimento, la tierra, con
la pobreza y la opulencia. Los platos no logran despegar de esa realidad.
Curiosamente (al igual que los demás países sudamericanos), el caso
de Arnold no fue difundido apenas ocurrido, aunque sí lo fueron nu-
merosos informes producidos inmediatamente después, en particular,
originados en los territorios norteamericano y europeo.
Diecisiete días después del novísimo fenómeno de Arnold –que inau-
guró la llamada era moderna del platillo–, se conoció la primera noticia
de un avistamiento en la Argentina, cuando fueron vistos “platos vola-
dores” en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires. No hubo
temor, sino asombro, y las más disímiles opiniones, envueltas en cierto
aire festivo y polémico.
Alternado con reportes provenientes de distintas partes del planeta,
se produjeron casi veinte informes argentinos de “la novedad de la épo-
ca”. Por entonces, no se tenía una clara noción qué eran los platos vola-
dores, más allá de una rareza en el cielo. Los periódicos contribuyeron
con sus relatos y fotografías a formar una idea más definida (p. ejem.,
un título de La Razón, 12/7, reza: “Así son los famosos platos del día
que tanto dan que hablar”, presentando dos imágenes –una fotográfica
y otra artística– de los platillos). No obstante, la concepción del fenó-
meno (entendido como un conjunto de la más prosaica y heterogénea
naturaleza) no estaba dominada por una determinada idea preponde-
rante. Aunque la hipótesis inicial –sostenida en los Estados Unidos– se
inclinaba inexorablemente por las armas secretas.
Los fenómenos reportados como “platos voladores” involucra a un
conjunto –como dice M. Borraz– muy proteico y heterogéneo, esto es,
cambiante de formas e ideas, de diversa naturaleza. No realizamos una

128
investigación específica, vale decir, de cada uno y todos los informes
reportados, pues –transcurridos cincuenta años– resultaría una tarea
poco alentadora. Sin embargo, ateniéndonos a las crónicas periodísti-
cas, no es difícil inferir en la mayoría de los casos la vana y fútil natu-
raleza de los fenómenos descritos. Se desprende que, por lo habitual, se
trataría de cuerpos y fenómenos astronómicos, meteorológicos y físicos
ordinarios. El medio social estaba expectante y se comenzaba a hablar
de las naves extraterrestres, o vehículos interplanetarios procedentes de
algún lugar del Universo.
Aunque la ciencia-ficción despuntaría en forma organizada recién
hacia 1953 con la revista Más Allá y los clásicos de la cinematogra-
fía norteamericana, en 1947 asomaban algunas novelas de autores
célebres. En efecto, los novelistas trataron a menudo, en sus temas,
los viajes fuera de la Tierra. Jonathan Swift, Julio Verne, H.G. Wells,
entre otros, iniciaron a sus lectores en las asombrosas aventuras del
más allá. Entre éstas, destacamos a Robur el conquistador de J. Verne,
y La guerra de los mundos de H.G. Wells, seguida por la recordada

El 30 de octubre de 1938, Orson Welles (1915-1985) y


el Teatro Mercurio, bajo el sello de la CBS, adaptaron
el clásico La guerra de los mundos, novela de ciencia
ficción de H.G. Wells, a un guion de radio.

129
transmisión radiofónica de octubre de 1938, que causó el pánico de
millones de norteamericanos *.
Mucho antes que los platos voladores hicieran su aparición en 1947,
existía incluso una cantidad de novelas y cuentos de circulación masiva
donde se los describía. Aunque los lectores habituales de ciencia-fic-
ción eran una minoría –dice P. Capanna–, se había escrito el argumento
básico que luego otros se ocuparían de difundir como relatos reales.

* En el otoño de 1938, una adaptación a la radio de la famosa novela de H.G. Wells,


radiada desde Nueva York, provocó el terror de millones de norteamericanos que
tomaron por cierta la imaginaria invasión de nuestro planeta por los marcianos.
Hadley Cantril, y otros sociólogos de la Universidad de Princeton, emprendieron la
investigación sobre las causas y formas de este pánico colectivo, el primero estudiado
científicamente. El excepcional trabajo fue publicado en español -verdadera rareza
literaria- con el título: La invasión desde Marte - Estudio de la Psicología del pánico
(Madrid, 1942, 240 págs.).

130
Al parecer, fueron los metapsíquicos y ocultistas, ligados a la Escue-
la Espírita Argentina, a la Fraternidad de los Rosacruces, Escuela Basi-
lio, y otros nucleamientos con ideas gnósticas y herméticas, quienes hi-
cieron notar que se trataba de maestros superiores, sociedades secretas
y, con cierta predilección, seres provenientes de otros planetas, siendo
Marte el favorito. A esta opinión, desde luego, contribuyen los mismos
periódicos, dispuestos la mayoría de ellos a publicar cualquier noticia,
por disparatada que sea. La singular explicación satisfizo al público.
Los países considerados en este estudio –Argentina, Chile, Brasil y
Uruguay– son los que presentan en la región sudamericana una casuística
medianamente significativa y aquellos que propician un mayor caudal de
información respecto a las noticias sobre discos o platos voladores. No
obstante, para esta época los periódicos de Puerto Rico –principalmente El
Mundo– se hacen eco de la oleada que acontecía en Estados Unidos, y pronto
produjeron noticias locales, inauguradas el 9 de julio en San Juan cuando
se vieron pasar “cuatro platillos luminosos en dirección sur”. La opinión
preponderante fue que esos platillos volantes eran globos meteorológicos.
En Venezuela, un cable de la agencia UP fechado el 11/7 indica que cientos
de pobladores del sur de Caracas dijeron haber visto “platillos voladores”,
pero el Estado Mayor de Venezuela, en un comunicado dado esa misma
tarde negó la existencia de tales platillos, expresando que se trata de una
simple fantasía. De manera similar, en la misma fecha otro parte de noticias
de la UP, proveniente de Santiago, señala que oficialmente el gobierno
chileno también ha negado que hayan sido avistados en el país los famosos
“platos voladores”.
Expuestos a los cables de las mismas agencias periodísticas, el pa-
norama revela una fisonomía similar. La respuesta, y retroalimentación
de noticias (casos y comentarios locales), se constituyen en los matices
de una estructura ofrecida por el país donde se originó todo, confirién-
dole: a) un nombre (flying saucer, plato volador), b) una performance o
capacidad de ejecución (discos que vuelan a alta velocidad y con gran
maniobrabilidad), c) un origen (armas secretas, naves extraterrestres)
y, d) una finalidad dentro de la cultura (amenazante, angelical). El es-
quema deductivo podría sintetizarse del siguiente modo: Si los platos

131
voladores son naves (primera hipótesis), y estas no son norteamericanas
ni soviéticas, no es nadie conocido. Así, pues, son los extraterrestres.
Los “cazadores de platillos” –antecesores de los ufólogos– no irían
a caracterizarse por la imparcialidad. Proceden a sentar su hipótesis de
la procedencia extraterrestre, para pasar después a demostrarla. Se está
a un paso de: Creer para ver, cercano a la religiosidad. Pero como en
todos los casos, excepciones siempre las hubo.
Por ello, atendiendo al aspecto polémico del tema, el autor no se ha
propuesto fijar una posición dogmática, a favor o en contra, sobre el ori-
gen y naturaleza de estos objetos, sino, limitarse a intentar reconstruir el
panorama platillista argentino y de los demás países sudamericanos en
1947 dentro del contexto mundial. Es decir, indagando los orígenes de
un fenómeno –ante todo psicológico social– de actualidad, que conti-
núa perdurando tras varias décadas. Prácticamente, nos hemos abocado
a la compilación, análisis y comentarios de los informes publicados
en la prensa de ese año, hito fundamental en la historia de los platos
voladores. Se trata de una magna tarea, cuya importancia es señalada
por Bill Covach, ex editorialista de The Washington Post, cuando sos-
tiene que: “el periodismo es la primera versión de la historia”. Aquel
que hace una impronta de los hechos más salientes, acrisolando bajo su
prisma los pensamientos, sentimientos y valores de la sociedad.
Así visto, lejos de pretender agotar las conclusiones, se despliega
entonces la posibilidad de continuar su estudio mediante una actitud
crítica, y la propuesta de indagar el tema desde otras perspectivas o vías
de investigación. De ellas devendrá, a fin de cuentas, un conocimiento
más amplio y profundo acerca del hombre, de su capacidad de asombro
frente al maravilloso universo que le rodea.

132
Bibliografía:

Banchs, Roberto E. Fenómenos aéreos inusuales - Un enfoque biopsicosocial.


Leuka, Buenos Aires, 1994.
Cantril, Hadley, y colab. H. Gaudet y H. Herzog. La invasión desde Marte -
Estudio de la Psicología del pánico. Revista de Occidente, Madrid, 1942.
Capanna, Pablo. Contactos extraterrestres. Edit. Claretiana, Buenos Aires, 1993.
Keyhoe, Donald E. Platos voladores de otros mundos. Populibros La Prensa,
México, 1955.
Kon, Alejandro. La verdad revelada sobre los platos voladores y lo que vendrá.
Ed. autor, Buenos Aires, 1967.
Ribera, Antonio. Objetos desconocidos en el cielo. Libr. Edit. Argos, Barcelona,
1961.
Robiou Lamarche, Sebastián. Manifiesto OVNI de Puerto Rico, Santa Domingo y
Cuba. Edit. Punto y Coma, San Juan, P. Rico, 1979.

133
Índice

pág.

Introducción...........................................................................................7

Guía biográfica.....................................................................................11

Agrupaciones ufológicas.....................................................................59
Publicaciones.......................................................................................71
I. Bibliografía argentina sobre ovnis...............................72
II. Ediciones argentinas de autores extranjeros….......….86
III. Conferencias y comunicaciones..................................89
IV. Series de notas periodísticas........................................92

Anexo
La repercusión social en
Argentina y Sudamérica en 1947 ………………………………....…95
I. Los platos voladores en Argentina…………...........…99
II. Los discos voladores en Chile …...…......………….117
III. Los discos voadores en Brasil…………….……..….123
IV. Los platillos voladores en Uruguay………...………126
V. Conclusiones………………………………..………127
Roberto Banchs documenta en esta obra, tras ar-
dua y compleja tarea compilatoria, un conden-
sado registro biográfico no comentado, objetivo
e imparcial, de quienes -dando fe, evidencia o
testimonio- participaron activamente en la inves-
tigación, el debate y la divulgación de los pla-
tos voladores durante los primeros 25 años de la
ufología argentina. Incluye un inventario de las
agrupaciones existentes. También describe el
material bibliográfico publicado, cuya nómina
comprende libros, folletos y series de notas. En
un anexo, examina el contexto social en el que
surgen los platos voladores, atendiendo la re-
percusión pública y periodística que tuvieron las
noticias durante 1947 en Argentina y otros países
sudamericanos.
Proponiéndose informativa y fuente de consulta,
la Guía Biográfica de la ufología argentina, repre-
senta un aporte importante para la historiografía
temética destinada a historiadores, sociólogos,
periodistas y estudiosos en general que deseen
indagar con hondura la génesis de un fenómeno
que irrumpe en la cultura del siglo XX.

Cefai
Ediciones

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