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preventivos
Práctica
Profesional II
(Ejecución)
1
Procedimientos
preventivos
Aunque el Código no lo diga expresamente, es requisito indispensable para
promover la ejecución de sentencia dictada en juicio ejecutivo que se hayan
embargado bienes del responsable o que se haya efectuado sobre ellos una
anotación de litis. Si ha fracasado ese intento, se reclamará la anotación de
inhibición o se utilizará la sentencia ejecutiva como título para promover una
quiebra.
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Art. 52, Decreto Ley N.° 1285. (1958). Organización de la Justicia Nacional.
5
Art. 63, inc. “c”, del Decreto Ley N.° 1285/58, y art. 154 del R. J. N.
Las medidas coactivas que pueden utilizarse para hacer efectiva la ejecución de
la sentencia dependen de la índole de las prestaciones cuyo cumplimiento
aquella impone.
Cuando la obligación consista en hacer o no hacer, el art. 777 del Código Civil y
Comercial de la Nación dispone: “Ejecución forzada. El incumplimiento
imputable de la prestación le da derecho al acreedor a: a) exigir el cumplimiento
específico; b) hacerlo cumplir por terceros a costa del deudor; c) reclamar los
daños y perjuicios”8
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Art. 515, CPCC. (1981). [Texto actualizado de la Ley N.° 17.454]. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado de: http://goo.gl/s7NPOK
7
Art. 515, CPCC. (1981). [Texto actualizado de la Ley N.° 17.454]. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado de: http://goo.gl/s7NPOK
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Art. 777, CCC. (2014). Ley N.° 26.994. Honorable Congreso de la Nación. Recuperado de:
http://goo.gl/vR6GFc
cualquier clase de prestaciones (dar, hacer y no hacer), y de que el respectivo
pronunciamiento debe limitarse a declarar la obligación que debe cumplir el
Estado nacional, sin determinar plazo para ello.
En relación con los bienes sobre los cuales puede seguirse ejecución, rige el
principio de que el patrimonio es la prenda común de los acreedores. De allí que:
el derecho a asegurar;
El tribunal resuelve inaudita parte –esto es, en forma unilateral– con base en la
sola petición del interesado, y el pronunciamiento solo puede ser impugnado por
el afectado, vía recursiva, luego de ser cumplido. Ello es así por cuanto la
finalidad es evitar el peligro, ya que, avisado, se encontraría en condiciones de
frustrar la medida.
Como en cualquier otro trámite judicial, los gastos que demande la medida
cautelar, deben ser soportados o adelantados por el interesado, sin perjuicio de
su recupero si el adversario es condenado en costas.
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Art. 242, CCC. (2014). Ley N.° 26.994. Honorable Congreso de la Nación. Recuperado de:
http://goo.gl/vR6GFc
Recordemos también los caracteres de las medidas cautelares:
El Embargo:
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Art. 202, CPCC. (1981). [Texto actualizado de la Ley N.° 17.454]. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado de: http://goo.gl/s7NPOK
Existen tres clases de embargos:
Preventivo.
Ejecutivo.
Ejecutorio.
Spota, con total autoridad, ha sostenido que nos encontramos ante un privilegio,
aun cuando se trate de un privilegio procesal. Olcese, por su parte, afirma que
debe diferenciarse entre una y otra categoría, pues el privilegio es algo
inmanente a un crédito determinado (créditos por gastos de justicia, por
alquileres, etc.), es decir, que ha nacido con él y que se mantiene hasta su
extinción; en cambio, la preferencia es algo contingente (que puede darse o no)
que requiere dos elementos:
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Art. 1009, CCC. (2014). Ley N.° 26.994. Honorable Congreso de la Nación. Recuperado de:
http://goo.gl/vR6GFc
Departamento de Derecho Procesal y Practica Profesional de la
Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales; Córdoba, República Argentina (Cabral y Calvimonte,
2004).12
12
Debes tener en cuenta que este artículo fue redactado en el año 2004, cuando aun no había
entrado en vigencia el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. Sin embargo, el nuevo
ordenamiento jurídico no modifica los institutos descriptos. Para mayor información, deberás
acudir a los arts. 2573 y siguientes del CCC (2014, Honorable Congreso de la Nación),
recuperable en: http://goo.gl/vR6GFc
Debe otorgarse preferencia al primer embargante para el
cobro de los créditos quirografarios, ya que dicha calidad preserva
para él toda la aptitud solvente del bien embargado, sin que esta
aptitud pueda ser cercenada por embargos posteriores. El primer
embargo crea una "prioridad de cobro".
6. CONCLUSIÓN
NOTAS:
BIBLIOGRAFIA
Así también lo prevé el artículo 218 del Anteproyecto de Código Procesal Civil y
Comercial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de los Dres. Augusto Mario
Morello, Isidoro Eisner, Roland Arazi y Mario E. Kamlnker. Dicha norma
establece:
La intervención judicial
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Art. 218, CPCC. (1981). [Texto actualizado de la Ley N.° 17.454]. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado de: http://goo.gl/s7NPOK
o para impedir que se produzcan alteraciones perjudiciales en el
estado de los bienes.
Clases de intervención
La ley establece que el criterio ha de ser restrictivo, lo que implica que incumbe
al juez extremar las exigencias probatorias relativas a la verosimilitud del
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A diferencia de la mayoría de los códigos de procedimiento, que establecen un máximo de
afectación del cincuenta por ciento (50 %) de las entradas brutas, el CPCC lo fija en el veinte por
ciento (20 %).
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Ley N.° 19.550. (1984). Ley de Sociedades Comerciales. P. E. N. Recuperado de:
http://goo.gl/lOU6O0
derecho invocado por el peticionante. Por ello, ante la duda, debe desestimarse.
Solo se ordena si existe el peligro, es decir, cuando resulta imprescindible o
cuando las tentativas de aseguramiento del derecho por otras vías resultan
infructuosas.
La designación del interventor debe recaer en persona idónea por sus calidades
físicas, mentales, experiencia y responsabilidad. Por ello, debe contar con los
conocimientos necesarios para cumplir su cometido, atendiendo a la índole de
los bienes o actividades de que se trate.
Deberes y remoción
El interventor debe:
Honorarios
Con respecto a los honorarios del interventor, el art. 227 del CPCC dispone:
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CPCC. (1981). [Texto actualizado de la Ley N.° 17.454]. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de: http://goo.gl/s7NPOK
17
CPCC. (1981). [Texto actualizado de la Ley N.° 17.454]. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de: http://goo.gl/s7NPOK
La ley determina que la regulación y percepción de honorarios del interventor
debe tener lugar una vez aprobado el informe final de su gestión. También se
autoriza al interventor a percibir honorarios a título de anticipos provisionales.
Inscripción
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Art. 88, inc. 2 y siguientes, Ley N.° 24.522. (1995). Concursos y Quiebras. Honorable Congreso
de la Nación Argentina.
anterioridad, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación
general.
No concederá preferencia sobre las anotadas con
posterioridad.19
Efectos
Cancelación de la medida
La anotación de litis
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Art. 37, inc. “b”, y art. 2, inc. “b”, Ley N.° 17.801. (1968). Registro de la propiedad inmueble. P.
E. N.
había procedido al embargo y a su ejecución. Tal circunstancia se daba en los
juicios por escrituración y en las reivindicaciones.
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CPCC. (1981). [Texto actualizado de la Ley N.° 17.454]. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de: http://goo.gl/s7NPOK
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Ley N.° 8.465. Gobierno de la Provincia de Córdoba. Recuperado de: http://goo.gl/dCC3u2
busca evitar que el adquirente se ampare en la buena fe.
Los efectos son exactamente los mismos que en el embargo, “…y de llegar a
probar esto, caeremos obligadamente en que se trata del mismo instituto con
diferente nombre” (Olcese,p. 107). Esto se desprende de la doctrina de
prestigiosos autores procesalistas y civilistas.
Palacio nos dice que a diferencia de lo que ocurre con el embargo preventivo,
esta medida “no impide la libre disposición del bien litigioso, que [por ende]
puede ser gravado y enajenado por el demandado”. Pero en tanto la anotación
de litis configura un modo de dar a conocer la existencia de un juicio sobre aquel,
descarta la posibilidad de que quien adquiere u obtiene la constitución de un
derecho real sobre el bien litigioso se ampare válidamente en la presunción de
buena fe que surge del art. 1919 del Código Civil y Comercial.
Llambías (1977), por su parte, dice que este remedio llena una función de
publicidad del litigio para que el pretensor pueda oponer el derecho alegado a
los terceros que adquiriesen derechos sobre inmuebles, quienes deberán
soportar los efectos de la sentencia que se dicte en juicio, sin poder aducir la
ignorancia a este respecto; y de seguido, afirma que no importa embargo o
inhibición, ni impide la libre disposición del bien, subrayando que el único efecto
es le publicidad del litigio.
Antes que la anotación de litis fuera admitida como medida cautelar autónoma,
se discutía su procedencia de cierto tipo de litigios, pues, como se ha visto, si
nacía de una norma de la referida Ley de Organización de los Tribunales de la
Capital, la letra de la ley daba pie para interpretarla en el sentido de que se
refería exclusivamente a los derechos reales.
Dice Llambías (1977) que “no es indispensable que sean acciones reales, puede
tratarse de acciones personales, si lo que se discute en el fondo es el derecho de
propiedad como ocurre en las acciones por simulación, revocatoria, de nulidad”
(p. 477).
La prohibición de innovar
Desde el derecho romano rige el postulado de que nada debe innovarse si está
pendiente de pleito. Siguiendo a aquel, el demandado no podía enajenar la cosa
litigiosa, destruirla o deteriorarla, porque debía ser entregada al vencedor en el
estado en que se encontraba en el momento de comenzar la litis.
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Art 229, CPCC (Ley N.° 17.454/81, Honorable Congreso de la Nación Argentina), y art. 482 del
CPCC de Córdoba (Ley N.° 8465/, Gob. de la Prov. de Cba.)
preexistente de modo tal que pueda influir en la sentencia a dictarse, en el
principio de moralidad, o en la buena fe con la cual deben proceder los litigantes,
pues:
Ámbito de aplicación
Puede disponerse en toda clase de juicios, con contenido económico y sin él, de
conocimiento o de ejecución, ya sea que versen sobre pretensiones reales o
personales, o se refieran a situaciones de hecho o de derecho.
Sin embargo, cabe excluirla en los procesos voluntarios y, como pauta, también
en los concursales. En los primeros, porque la medida de no innovar solo puede
extenderse a cosas o derechos sobre los cuales se litiga o se ha de litigar, por lo
que no cabe extenderla a cosas o bienes ajenos al pleito. En los segundos, porque
la medida de no innovar tiene como fundamento el amparo de una situación de
hecho o de derecho cuya alteración puede impedir el éxito de un futura
ejecución forzada, protegiendo de tal manera el ejercicio de la vía individual; y la
circunstancia de encontrarse en quiebra depara a todos los acreedores la pérdida
de la facultad de ejecutar por sí, debiendo someterse todos a la ejecución
colectiva que tutela todos los sujetos que revisten la calidad de acreedores.
En relación a la contracautela, algunos opinan que debe exigirse siempre; otros,
que no es requisito ineludible, pero el tribunal puede requerirla cuando lo estime
necesario; finalmente, otros la estiman innecesaria porque el texto legal es claro
al afirmar “bajo la responsabilidad del acreedor” y, por lo tanto, no corresponde
imponer dicha exigencia.
Oportunidad. Requisitos
Quizás como consecuencia de que el art. 230, incs. 1° y 2°, del CPCC menciona
expresamente los requisitos de verosimilitud del derecho y peligro en la demora,
suelen ser analizados específicamente, pero en realidad no ofrecen diferencia
alguna con respecto a su caracterización como comunes a todas las medidas
cautelares.
Por lo tanto, el único requisito propio es el del inc. 3°: que el fin perseguido con
la cautelar no pueda obtenerse con otra medida. Ergo, procede en aquellos
supuestos en los que no se adecua ninguna de las otras medidas prescriptas por
la ley.
Efectos
Los efectos se producen a partir del momento de conocimiento por parte de los
destinatarios, ya sea por notificación o registración, que los ponga en guardia
sobre posibles nulidades. Por lo tanto, no resultan alcanzadas las conductas
realizadas entre el momento en que se ordenó la medida y su notificación o
registración, salvo en el caso de conocimiento efectivo.
Otras voces, entre la que encontramos a Gozaíni, opinan que, por el contrario, si
existe alguna conexidad o complemento, la medida puede disponerse con esa
finalidad. Serían supuestos de excepción en los que el interesado debe
demostrar la verosimilitud del derecho, el peligro en la demora y el perjuicio.
Las medidas cautelares no enumeradas
La norma del art. 232 del CPCC de la Nación faculta al tribunal a establecer,
discrecionalmente, la forma en que se hará efectiva la protección solicitada
cuando no resulten adecuadas las medidas nominadas.
Según Venica, “…de este modo, no sólo permite adoptar medidas totalmente
diferentes a las reguladas, sino también, extender ellas a casos no previstos
específicamente” (p. 467).
Requisitos
Los requisitos exigibles son los comunes a toda medida cautelar: verosimilitud
del derecho, peligro en la demora y contracautela.
Pueden ser adoptadas en toda clase de procesos, sin que sea necesario que se
trate de una pretensión de condena, por lo que es viable aunque sea constitutiva
o meramente declarativa.
Actividad: ¿Conoces la legislación vigente en tu provincia?
Además, te recomendamos ubicar las normas que regulan las medidas cautelares
contenidas en el Código Procesal Civil de tu provincia. Trata de individualizarlas.
¿Están reguladas las cautelares innominadas?
Bibliografía de referencias:
Cabral, S., y Calvimonte, G. (2004). Cuaderno Nº 8 del Departamento de Derecho
Procesal y Practica Profesional de la Universidad Nacional de Córdoba.; Córdoba,
República Argentina: Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
Código Civil y Comercial de la Nación (2014). Ley N.° 26.994. Honorable Congreso de la
Nación. Recuperado de: http://goo.gl/vR6GFc
Código Procesal Civil y Comercial. Ley N.° 8.465. Gobierno de la Provincia de Córdoba.
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (1981). [Texto actualizado de la Ley N.°
17.454]. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Ley N.° 1.893. (1886). Tribunales de la Capital Federal. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
Ley N.° 8.435. (1994). Ley Orgánica del Poder Judicial de la provincia de Córdoba.
Gobierno de la Provincia de Córdoba.
Ley N.° 13.998. (1950). Justicia Nacional. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Palacio, L. E. (1967). Derecho Procesal Civil, Tomo II. Buenos Aires: Abeledo Perrot.
Palacio, L. E. (2010). Manual de Derecho Procesal Civil (20.a ed.). Buenos Aires: Abeledo
Perrot.
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