El capitalismo es un régimen civilizatorio, universal y complejo, cuyas
contradicciones sistémicas han permeado al planeta y la humanidad
alterando profundamente la economía, la política, el trabajo, el medio ambiente, la cultura y la vida cotidiana hasta entrar en nuestros cuerpos y nuestras mentes y cambiar la salud humana. Baste con pensar en las atrocidades y genocidios de tantas guerras imperialistas, en la explotación y precarización laboral y la dominación y opresión de clase, género o etnia, o bien en la pobreza, desigualdad, falta de atención sanitaria básica, o las múltiples formas de alienación y estrés que sufre gran parte de la humanidad, o bien en las consecuencias del cambio climático y el cada vez más cercano colapso ecológico. Entender el conjunto de causas y efectos generados por el capitalismo es sin embargo un desafío de enormes dimensiones, tanto por la complejidad de los procesos y contradicciones capitalistas como por la insuficiente investigación de tipo crítico y sistémico. Este artículo examina las principales características del capitalismo y algunos de sus impactos sobre la salud y la desigualdad. Para ello, valora la evolución del progreso en la salud de los últimos siglos postulando que sin entender qué es el capitalismo no puede entenderse la salud. Ilustra algunos de sus impactos sistémicos usando los ejemplos de la pobreza y la desigualdad y la industria agroalimentaria, y explica el daño que causa el capitalismo en nuestras mentes y cuerpos. Finalmente, plantea posibles escenarios futuros y alternativas sociales de cambio global.
El Capitalismo, por su esencia y naturaleza, actúa en función de aumentar
el capital, en ese sentido, su principal objetivo es producir más a menor costo reduciendo su inversión y obteniendo más ganancia. Con esta lógica maneja sus empresas y todo lo que dentro de ella y fuera le sea útil para el aumento de dicha ganancia.
En su afán de lucro y de depredación voraz acaba con la vida de todo, pero
de manera más directa acaba con la salud y la vida de la clase trabajadora que es la que se encuentra sumergida en el proceso productivo y en contacto directo con los factores y/o agentes de riesgo que deterioran y dañan nuestra salud física, mental, social y hasta nos quita la vida. La salud en el trabajo en el contexto del sistema capitalista.
La salud laboral, la prevención de riesgos en el trabajo es un tema
fundamental de la salud pública demasiadas veces oculto y en el que, paradójicamente, los más afectados, los trabajadores y trabajadoras, ven negada sistemáticamente su participación, su voz y su experiencia.
Tras la globalización neoliberal capitalista lo que está en juego es la
salud de la clase trabajadora y el bienestar de las personas, así como la de nuestro planeta. El poder desigual daña desigualmente la salud. Entre un 10% y un 20% de la población vive con niveles materiales muy elevados, explotando y protegiéndose de quienes no tienen o tienen muy poco. El bienestar y la salud de unos pocos se alimenta del sufrimiento y de la mala salud de muchos
El análisis de la salud de la clase trabajadora no puede ser lineal, ni
mecánica, no debemos analizar de la misma forma el impacto a la salud de un trabajador o trabajadora en su momento productivo, que labora en horario nocturno que aquel o aquella que labora en horario diurno. No podemos analizar de la misma forma el impacto a la salud de un hombre y el de una mujer, incluso en un mismo puesto de trabajo, hay factores impuestos por el sistema dominante que impactan e inciden de manera distinta y que debemos tomar en cuenta para el análisis, así como factores fisiológicos y biológicos, de la misma manera debemos analizar el momento reproductivo.
Podemos tener todos los conocimientos técnicos y científicos y avanzar
en mejoras dentro de los ambientes laborales, pero estas mejoras solo serán reformas que nos mantendrán en una constante lucha para mantenerlas y no permitir que el patrón nos la arrebate, como hasta ahora lo ha hecho. Si no resolvemos el problema de raíz jamás avanzaremos a una posible solución, este problema es la PROPIEDAD DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN, ¿en manos de quién están? Y para avanzar en este asunto debemos avanzar en la construcción de una Sociedad Socialista que se traduce en la organización independiente, formación y movilización en permanente lucha por condiciones dignas de trabajo, tanto en materia de seguridad y salud como en el aspecto económico, tratando de trascender el marco capitalista de estas luchas.
El modo de producción capitalista lo controla todo, incluso nuestra
subjetividad, haciéndonos ver que este es el orden natural de todo, siendo esto lo que más obstaculiza los avances, en ese sentido la formación técnica, científica, política e ideológica juega un papel preponderante, obviamente combinando esta formación con la acción concreta. La autoformación y formación para superar el trabajo tedioso, cansón, aburrido.