Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Mayo 2016.
Bogotá.
Criminología
Introducción
En el presente trabajo se expondrán dos puntos clave del sistema penal actual,
teniendo como base el libro Sistema penal y seguridad ciudadana: hacia una
contexto donde se desarrolla el libro y sin olvidar que el mencionado autor ha vivido
personas. .
debemos apegarnos a una realidad objetiva, sobre la cual darle sentido a nuestras
decisiones y costumbres
Legitimación del legislador para crear delitos y su relación con la religión
legalidad, la primera radica en que el poder tiene como fuente primaria al pueblo, quien lo delega
relacionado a la legalidad, siendo esta el fundamento de la creación de normas y leyes por parte
Los dirigentes anteriormente nombrados tienen la importante labor de legislar tal como
los autoriza la Constitución, y cuentan con una libertad de configuración, la cual está legitimada
al ser los máximos representantes del pueblo, teniendo claro, ciertos límites principalmente
constitucionales como:
i) que atienda los principios y fines del Estado tales como la justicia y la igualdad entre
otros; ii) que vele por la vigencia de los derechos fundamentales de los ciudadanos que en
el caso procesal civil puede implicar derechos como el debido proceso, defensa y acceso
a la administración de justicia (artículos 13, 29 y 229 C.P.) ; iii) que obre conforme a los
permita la realización material de los derechos y del principio de la primacía del derecho
sustancial sobre las formas (artículo 228 C.P.). (Corte Constitucional, 2009, pp. 22-23).
Todo esto sin olvidar que los legisladores también son personas y como personas son
susceptibles de equivocarse, entonces esto hace surgir la pregunta ¿Por qué sus decisiones
pueden limitar las facultades y derechos de toda la sociedad?, y más aun en los casos penales
¿Cómo son diferentes estas personas para diferenciar o dar un criterio de lo bueno y lo malo con
abstracción mayor y se descubre que es el contexto mismo el que define a las personas, y por lo
tanto sus decisiones no son libres absolutamente, y de un modo u otro todas estas decisiones
hacen parte de una gran construcción social que en apariencia buscan mantener ciertos límites
para permitir la vida en comunidad, pero que si desaparecieran algunos de ellos, lo más probable
Aunado a lo anterior se debe tener en cuenta, que aunque se ha dicho que el legislador es
el representante del pueblo, se debe separa la teoría de la realidad, y en nuestro contexto, no hay
nada más alejado de un hombre de a pie que por cuestiones sociales pueda estar más cercano a
cometer un delito, a un legislador (sin que este esté exento de cometer una infracción), lo cual
nos presenta una clara muestra de uno de los principales problemas del sistema penal actual.
(Hulsman y Bernat, 1984) exponen en su texto como el legislador crea normas que tipifican
manera distinta y en ocasiones poco eficaz por la poca concordancia entre la teoría y la realidad
Pero este no es un problema único del legislador, el sistema penal funciona basado en una
burocracia en donde cada órgano o institución cumple un rol sin el cual sería imposible llegar a
aplicar una pena, pasando por el legislador, los jueces encargados de aplicar estas normas, la
algo tan importante que puede llegar a limitar derechos como la libertad, “E1 proceso de
Artículo 6°. Legalidad. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes
La ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior se aplicará, sin excepción, de
Pero estas leyes preexistentes, que condenan o hacen reprochable una conducta dando
lugar a una respuesta del sistema penal que generalmente es la privación de la libertad están
creadas por los legisladores de acuerdo a su libertad de configuración. Estas conductas o lo que
se considera como infracción depende del contexto temporal, cultural y geográfico dando lugar
(Hulsman y Bernat, 1984) refieren que en sí, no existe ninguna conducta que
punibilidad de los hechos, siendo el legislador quien crea esta ficción de lo punible y lo no
punible. Al respecto exponen que “el hecho de que sean definidas como crímenes, resulta
como infracciones o no, no son intrínsecamente en su naturaleza infracciones, sino que obedecen
a una construcción social que depende del momento histórico y espacial, como la propiedad y los
delitos contra esta, y que sus penas serán determinadas por la gravedad de estas conductas lo cual
es criticado en Sistema penal y seguridad ciudadana: hacia una alternativa, (Hulsman y Bernat,
1984), al considerar que la gravedad de los hechos no debe ser un criterio para aplicar una pena
más severa, sino que puede dar lugar a mecanismos distintos que no constituyan una pena para
misma, sin buscar una explicación social, que nos llevara a la misma justificación de la libertad
de configuración del legislador, esta conducta atenta por si sola contra la vida de la especie
humana.
La conducta del homicidio, puede reflejar el poco valor o respeto que le tiene una persona
existiera nada que reprimiera esta conducta que puede estar relacionada con los sentimientos y
deseos más básicos del hombre, podría dar lugar al fin mismo de la sociedad y por esta razón el
individuo que desconozca esta fundamental regla de conducta si debería poder ser sujeto de una
pena, que podría incluir la prevención general negativa, y la prevención especial negativa o
Sin embargo pese a todas las críticas que se han hecho hasta el momento, se hace
que se impongan ciertos límites como el previamente mencionado, pues no se puede llegar a
desconocer que una cosa son los pensamientos teóricos y otra la realidad. Uno de los factores
con los que se convive en la sociedad y uno de los cuales mas influencian las decisiones de todos
es la religión.
Tal vez esa visión que plantea la vida como un bien superior incomparable con los otros
bienes jurídicos que protege el sistema penal actual provenga de la religión, la cual es otro
elemento que no se puede desconocer, ya que ha sido importante a lo largo de la historia y que
influye transversalmente en todas las áreas de la conducta humana, mas aun en un contexto como
en el que nos encontramos donde la religión como iglesia y el poder público han tenido una
permeado el sistema penal haciendo que en algunos casos se trate al sujeto que comete la
infracción, como alguien merecedor de un castigo divino y humano, o en otros casos más
la designación de «autores culpables» sea e1 eje central del proceso penal ... Hay una
la infracción una necesidad de castigo, no implica que esto que quieran crear un sentimiento de
culpa (tal vez la religión si) pero al juzgarlo por su conducta generan una estigmatización no solo
social y colectiva hacia él, sino también una estigmatización propia del individuo afectando su
psiquis y la forma como se ve el mismo en la sociedad, haciendo esto más difícil la supuesta
Dios se ha retirado -se han quitado los crucifijos de los tribunales-, pero el punto
absoluto sigue en su lugar: la ley, las instituciones del momento, consideradas como
expresión de una justicia eterna ... La influencia de una moral maniquea, heredada de
Creando a su vez un odio propio y hacia la sociedad que fácilmente se podrá transformar
Se puede decir entonces, sin hacer un estudio muy exhaustivo, que el sistema penal
existente tiene un par de fallas al menos, y que ambas están completamente ligadas a como la
misma, ya que como vimos el legislador no se puede apartar de su realidad, y la sociedad mucho
menos.
Con fundamento en las ideas anteriores no resulta descabellado formular que el sistema
penal actual de la manera como funciona es un mal necesario, ya que aunque el legislador al ser
una persona puede cometer errores sigue siendo el modo más apto para crear normas de conducta
mínimas para la supervivencia de la especie, y otras más que considera para que esta existencia
sea más segura, mientras no haya una forma de abstraerse del sistema social, y del entorno
debería seguir existiendo este sistema penal, sin negar el hecho de que podría mejorar las
condiciones en que se ejecuta la pena, que por cierto no debe ser necesariamente la prisión para
Referencias
Hulsman, L. Bernat, J. (1984). Sistema penal y seguridad ciudadana: hacia una alternativa.
Congreso de Colombia. (24 de julio de 2000) Artículo 6 [Titulo I]. Código Penal. [Ley 599 de
Corte Constitucional, Sala Plena. (30 de marzo de 2009) Sentencia C-227-09. [MP Luis Ernesto
09.htm