Sie sind auf Seite 1von 26

EL DERECHO A LA INFORMACIÓN Y LA VALIDEZ DEL USO DE

CÁMARAS OCULTAS DENTRO DEL PERIODISMO INVESTIGATIVO.

THE RIGTH TO INFORMATION AND THE VALIDITY IN THE USE OF


HIDEN CAMARAS IN THE INVESTIGATIVE JOURNALISM.

JOSÉ MANUEL SOTOMAYOR BARROS

RESUMEN: El trabajo abarca un análisis de la jurisprudencia reciente de la Corte


Suprema y de la doctrina, en relación al uso de cámaras subrepticias, para poder
discernir cuando es válido el uso de las mismas dentro de lo que es el periodismo
investigativo.

Palabras clave: artículo 161 A; derecho a la privacidad; interés público.

ABSTRACT: The work covers an analysis of the recent jurisprudence of the


Supreme Court and the doctrine, in relation to the use of surreptitious cameras, to
be able to discern when the use of them is valid in the investigative journalism.

Key Words: article 161 A; Rigth to privacy; public interest

I.- INTRODUCCIÓN

Dentro de la cultura occidental podemos ver un cierto patrón dentro de lo que


se considera como una buena institucionalidad, relacionándola en parte, con el
control y limitación del poder político. Por ello no es extraño que el periodismo nazca
a mediados del siglo XVII en países europeos sin monarquías o con instituciones
que la limitaran1 y que luego se desarrolle por todo occidente como una forma de
informar no solo de los acontecimientos, sino que también de los problemas que
ocurren en la nación y en el gobierno. Así, dicha profesión se termina perfilando
como una forma de contrarrestar el poder estatal, hecho que se manifiesta en que
exista relación entre menor libertad de prensa y mayor corrupción2.


Estudiante de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dirección postal: 9480000,
correo electrónico: jmsotomayor@uc.cl.
1 NERONE y BARNHURST (2009) p. 18.

2 ACEMOGLU Y ROBINSON (2012) P. 422

1
Ahora bien, en la actualidad con el avance de las tecnologías han surgido un
sin número de herramientas en la labor periodística, que, si bien pueden ser de gran
utilidad, también pueden producir grandes problemas, y es que cualquier persona
puede grabar de forma subrepticia un hecho que quiera y reproducirlo masivamente,
afectando severamente no solamente la privacidad y honra de las personas, sino
que, además, una enorme presión social y mediática sobre el afectado.

Sobre el uso de cámaras ocultas solamente existe el artículo 161 A del


Código penal que las establece como un delito en su inciso primero3. En cuanto a
jurisprudencia la controversia sobre el tema comienza con el caso Cordero, donde
un grupo de periodistas, investigando sobre la entrega de licencias médicas falsas,
entran a un consultorio médico ocultando sus verdaderas identidades y haciéndose
pasar por pacientes. Provistos de una cámara oculta, graban la entrega de licencias
falsas por parte de la doctora María Luisa Cordero, la cual se querella contra los
mismos.

La Corte conoce del caso el año 2013 mediante un recurso de casación en


el fondo, señalando que quien debe cometer la conducta de grabación subrepticia
debe ser un tercero ajeno a la conversación, yendo en contra del precepto literal de
la norma penal y del criterio aplicado anteriormente4, por otro lado, indica que el
carácter de comunicación privada se debía comprender según los criterios
establecidos para el delito de injuria en el artículo 30 de la ley de prensa, haciendo
una consideración extremadamente restrictiva de lo que es la privacidad 5 y por
último, entre otros argumentos, realiza una aplicación analógica de la ley penal
señalando que la conversación grabada era de interés público, según los criterios

3 Se castigará con la pena de reclusión menor en cualquiera de sus grados y multa de 50 a 500
Unidades Tributarias Mensuales al que, en recintos particulares o lugares que no sean de libre
acceso al público, sin autorización del afectado y por cualquier medio, capte, intercepte, grabe o
reproduzca conversaciones o comunicaciones de carácter privado; sustraiga, fotografíe, fotocopie o
reproduzca documentos o instrumentos de carácter privado; o capte, grabe, filme o fotografíe
imágenes o hechos de carácter privado que se produzcan, realicen, ocurran o existan en recintos
particulares o lugares que no sean de libre acceso al público.
4 ZÁRATE (2013) p. 110

5 ZÁRATE (2013) p. 113

2
del artículo 30 de la ley 19.733 que exime de responsabilidad para el delito de injuria
y calumnia6, pero no para el delito de grabación subrepticia transgrediendo
principios básicos del derecho penal como lo son el principio de legalidad7 y la
prohibición de analogía de la ley penal8.

Es por ello que en esta investigación me ocuparé de responder las dudas que
deja el caso en relación a si es posible que nuestra legislación admita el uso de
cámaras ocultas en la investigación periodística valiéndose de un interés público y
del derecho de la información, sin llegar a tener que usar los criterios usados por
nuestra Corte Suprema.

Por ello el trabajo comenzará con un análisis de lo privado y lo público para


poder discernir cuando estamos frente a una violación de la privacidad y, por otro
lado, si es que existe alguna diferenciación entre personas de carácter público y
privado, cuales son estas y si es que existe una menor protección de su derecho a
la privacidad. Luego se analizará el artículo 161 A, en relación al uso de cámaras
ocultas y que situaciones abarca, para luego terminar con un estudio sobre si es
posible que en base al derecho a la información y el interés público de un hecho sea
legítimo el uso de cámaras ocultas y las delimitaciones que se puedan realizar sobre
el mismo.

6 ZÁRATE (2013) p. 115


7 POLITOFF et al. (2004) p.66
8 POLITOFF et al. (2004) p.99

3
II.- LÍMITE ENTRE LO PRIVADO Y LO PÚBLICO

1.- EL DERECHO A LA PRIVACIDAD

El derecho a la privacidad se encuentra garantizado en nuestra Constitución


en los numerales 4 y 5 del artículo 19. En el primero se establece como “el respeto
y protección a la vida privada y a la honra de su persona y su familia, y, asimismo,
la protección de sus datos personales” y en el segundo como “la inviolabilidad del
hogar y de toda forma de comunicación privada”. También se encuentra reconocido
tratados internacionales suscritos por Chile, la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, la Convención Interamericana de Derechos Humanos, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Internacional sobre la
protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares
y la Convención sobre los Derechos del Niño9, no siendo definido por ninguno.

Sobre la definición de privacidad, este es un concepto bastante ambiguo. Si


bien nace dentro de la jurisprudencia y doctrina norteamericana10, este se ha
desarrollado y ha cambiado con el tiempo hasta nuestros días, reconociéndose de
forma general dos formas de considerarlo, por un lado, la acepción europea más
orientada a controlar la información que se refiera sobre nosotros mismos11 y por
otro, la norteamericana relacionada con la libertad del individuo para decidir por sí
mismo y sin interferencias12, no solo de los particulares, sino que con un fuerte
acento de la protección a la intromisión del estado13.

En lo referente a esta investigación, aunque exista una gran cantidad de


conceptos y teorías sobre lo que engloba la privacidad y su alcance14; debido al
hecho de que el uso de cámaras ocultas en el contexto de una investigación, se
encuentra relacionada con las conductas que realiza una persona, nos ceñiremos a

9 MAQUEO et al. (2017) p.87


10 PIÑAR (2008) p. 7
11 PIÑAR (2008) p. 12

12 VIVANCO (2009)

13 PIÑAR (2008) p. 12

14 FIGUEROA (2013) p. 860; ÁLVAREZ (2018) p.14.

4
la definición de Hernán Corral, pero omitiendo uno de los sujetos en los que el autor
considera que recae este derecho, esto es, la entidad colectiva personal15. Y es que
si bien nuestra Constitución consagra el derecho a la privacidad como “el respeto y
protección a la vida privada y a la honra de su persona y su familia” e incluso los
constituyentes redactaron dicho artículo pensando en la protección del hogar y la
familia16, el derecho a la privacidad tiene un carácter personalísimo17, nuestra Corte
Suprema no ha reconocido a la familia como sujeto pasivo cuando podría haberse
señalado18 y, a diferencia del delito de injuria, donde cierta parte de la doctrina19,
legislación comparada20 y nuestra Corte Suprema21 han reconocido que pueden ser
sujetos pasivos del mismo personas no naturales, en relación a la protección a la
privacidad esto no ha ocurrido, por lo que consideramos que dicha redacción tiene
relación al derecho a la honra de la familia y que solo una persona natural puede
ver vulnerada su privacidad.

Con todo lo ya mencionado, definiremos la privacidad como “la posición de


una persona en virtud de la cual se encuentra libre de intromisiones o difusiones
cognoscitivas de hechos que pertenecen a su interioridad corporal y psicológica o a
las relaciones que ella mantiene o ha mantenido con otros, por parte de agentes
externos que, sobre la base de una valoración media razonable, son ajenos al
contenido y finalidad de dicha interioridad o relaciones22”. Aun así, el alcance y
aplicación dependerá en gran parte de la cultura y estado de la sociedad en el

15 CORRAL (2001) p. 3
16 CORRAL (2001) pp. 6,7 y 8
17 BASCUÑÁN (2014) p.48

18 MINISTERIO PÚBLICO CON SERGIO ORDENES LEÓN Y OTROS (2016); GONZÁLEZ Y OTROS C/ ÚBEDA Y

OTROS (2018); LARA CARTES, SERGIO C/ QUIJADA TORRES, MARÍA (2016); FIGUEROA (2013) p.876, etc.
19 YAVARA (2017), p.24

20 ARTÍCULO 294 CÓDIGO PENAL ESPAÑOL (1995)

21 MULTITIENDAS CORONA S.A. C/ DIRECTOR DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS DE LA MUNICIPALIDAD DE

CONCEPCIÓN Y OTRO (2005); GARCÍA VALDÉS, SERGIO Y OTROS C/ CONSEJO DE CALIFICACIÓN


CINEMATOGRÁFICA (1997)
22 CORRAL (2001) p.3

5
tiempo, por lo que termina siendo una labor que depende en gran parte de la
jurisprudencia23.

De forma complementaria, la Corte Interamericana ha indicado que el


derecho a la privacidad forma parte del derecho a la vida privada. Según el tribunal
“La protección a la vida privada abarca una serie de factores relacionados con la
dignidad del individuo, incluyendo, por ejemplo, la capacidad para desarrollar la
propia personalidad y aspiraciones, determinar su propia identidad y definir sus
propias relaciones personales (…) engloba aspectos de la identidad física y social,
incluyendo el derecho a la autonomía personal, desarrollo personal y el derecho a
establecer y desarrollar relaciones con otros seres humanos y con el mundo
exterior24”. La Corte relaciona la vida privada con la libertad, lo que genera ciertos
problemas porque en nuestra doctrina y jurisprudencia nacional no ha desarrollado
tal alcance25. Aun así, la sentencia entrega elementos para determinar, en parte,
aquello concerniente a la esfera de privacidad.

En cuanto a nuestra legislación, la ley 19.733 señala en su artículo 30 que se


consideran como parte de la esfera privada de una persona los hechos relativos a
su vida sexual, conyugal, familiar o doméstica, salvo cuando estas fueran
constitutivas de delito.

Sobre la acepción de privacidad de nuestros tribunales, la Corte Suprema en


el caso Cordero c/ Lara Montesinos y otros señaló una interpretación restrictiva,
refiriéndose que solo caben las categorías de la ley 19.73326, pero en fallos
posteriores cambió su posición indicando que el concepto de privacidad del Código
Penal está relacionado con “la preservación de determinados actos en una esfera
íntima, con el derecho a replegarse en esta esfera al amparo de toda intromisión

23 GUERRERO (2011) p.62; ÁLVAREZ (2018) p.14


24 ARTAVIA MURILLO Y OTROS (“FECUNDACIÓN IN VITRO”) VS. COSTA RICA (2012)
25 ÁLVAREZ (2018) p.14

26 CORDERO C/ LARA MONTESINOS Y OTROS (2013); “se trata de hechos que exceden el ámbito de lo

privado, desde que no se refieren a hechos relativos a la vida sexual, conyugal, familiar o doméstica
de la afectada”.

6
(…) con una autonomía decisional en cuanto a excluir a otras personas de este
ámbito reservado y la facultad de controlar la información a ser revelada 27”,
indicando que la privacidad incluye los estados de soledad, intimidad, anonimato y
reserva28. Por un lado, lo dicho por el tribunal permite interpretar que se dejan fuera
del bien jurídico protegido otros derechos asociados a la privacidad en sentido
amplio, como el derecho a la propia imagen, pero también significa que el contenido
de lo captado por una cámara oculta resulta irrelevante para determinar cuándo es
privada, quedando sujeta solamente a la expectativa de privacidad que se tenga.

2.- LA EXPECTATIVA DE PRIVACIDAD

La expectativa de privacidad nace en el derecho procesal penal


norteamericano29 y puede ser definida como “la expectativa de que las
comunicaciones se desarrollen dentro de un ámbito de protección y confianza que
no alcancen más allá de los participantes del diálogo30”. Respecto a ello, la Corte
Suprema ha usado dicho concepto para definir si un hecho puede calificarse como
público o privado. El primero de ellos es el caso Cordero c/ Lara Montecinos, ya
mencionado anteriormente, donde el tribunal indica que “la intromisión ilegítima
aparece determinada en función de los partícipes, es decir, tendrá ese carácter la
información o hechos que se revelan cuando la expectativa de intimidad exceda al
interlocutor31”.

El tribunal ha ido desarrollado en fallos posteriores el concepto, indicando en


un primer momento que dicha expectativa debe ser actual, legítima y razonable para
calificarse como tal y que esta queda subyugada tratándose de personas públicas
o conductas reprochadas penalmente32. Resulta interesante el caso Dirección

27 LARA CARTES, SERGIO C/ QUIJADA TORRES, MARÍA (2016) y MINISTERIO PÚBLICO CON SERGIO ORDENES
LEÓN Y OTROS (2016),
28 LARA CARTES, SERGIO C/ QUIJADA TORRES, MARÍA (2016) y MINISTERIO PÚBLICO CON SERGIO ORDENES

LEÓN Y OTROS (2016),


29 GUERRERO (2011) p.60

30 ZÁRATE (2013) p.105

31 CORDERO C/ LARA MONTESINOS Y OTROS (2013)

32 LARA CARTES, SERGIO C/ QUIJADA TORRES, MARÍA (2016) y MINISTERIO PÚBLICO CON SERGIO

ORDENES LEÓN Y OTROS (2016),

7
Nacional del Trabajo c/ Banco de Crédito e Inversiones S.A. donde ahonda un poco
más en los requisitos ya mencionados cuando señala que la expectativa de
privacidad requiere de un doble análisis: “1) determinar si existe una expectativa
subjetiva de privacidad y 2) determinar si esta expectativa individual es una que la
sociedad esté en condiciones de reconocer como razonable o legítima, esto es, no
cualquier expectativa de privacidad merece protección constitucional, pues debe ser
objetivamente justificada acorde a las circunstancias del caso33”.

Mirando la jurisprudencia española, el criterio actual del Tribunal


Constitucional español, siguiendo a la Corte Europea de Derechos Humanos, ha
sido el definir la expectativa de privacidad como “las expectativas razonables que la
propia persona, o cualquier otra en su lugar en esa circunstancia, pueda tener de
encontrarse al resguardo de la observación o del escrutinio ajeno. Conforme al
criterio de expectativa razonable de no ser escuchado u observado por terceras
personas, una conversación mantenida en un lugar específicamente ordenado a
asegurar la discreción de lo hablado, como ocurre por ejemplo en el despacho
donde se realizan las consultas profesionales, pertenece al ámbito de la
intimidad”34.

El criterio del tribunal español para aplicar la expectativa de privacidad


termina siendo diferente al chileno, en cuanto a que sus dos requisitos serían (1)
que la expectativa de privacidad sea razonable cuando se refiere a “cualquier otra
en su lugar en esa circunstancia, pueda tener de encontrarse al resguardo de la
observación o del escrutinio ajeno” y (2) el carácter subjetivo de la misma
expectativa cuando se refiere a “expectativas razonables que la propia persona (…)
pueda tener de encontrarse al resguardo de la observación o del escrutinio ajeno”,
pero no hace ninguna distinción a si dicha expectativa de privacidad merece
protección. De todo lo ya señalado, se infiere que hay una gran influencia de la
doctrina estadounidense ya que el concepto de privacidad de la Corte Suprema

33 DIRECCIÓN NACIONAL DEL TRABAJO C/ BANCO DE CRÉDITO E INVERSIONES S.A. (2018)


34 STC 12/2012 de 30 de enero; STC 25/2019 de 25 de febrero.

8
contiene referencias a la doctrina norteamericana35, pero sin llegar a interpretarlo
como una estricta limitación al estado, al igual que el criterio de expectativa de
privacidad utilizado hasta el momento36.

3.- EL CASO ESPECIAL DE FUNCIONARIOS Y FIGURAS PÚBLICAS

Una primera aproximación para discernir entre lo público y lo privado respecto


a los órganos del estado y los funcionarios públicos es nuestra Constitución, que
establece en su artículo 8 que “son públicos los actos y resoluciones de los órganos
del estado, así como sus fundamentos y los procedimientos que utilicen” señalando,
entre otras, como limitaciones a dicha publicidad que “sólo una ley de quórum
calificado podrá establecer la reserva o secreto de aquéllos o de éstos, cuando la
publicidad afectare (…) los derechos de las personas”. Dicha ley es la ley de
transparencia, la cual, señalando las causales de secreto o reserva para denegar
parcial o totalmente la información, indicó en su artículo 21 Nº 2 “cuando su
publicidad, comunicación o conocimiento afecte los derechos de las personas,
particularmente tratándose de (…) la esfera de su vida privada…”. Por último, la
norma consagra el principio de divisibilidad donde, en el caso de que información
sobre la vida privada sea parte de un acto, resolución o fundamento del mismo se
dará acceso solo a los datos que puedan ser conocidos.

En relación a esto, mencionamos los fundamentos que ha sostenido el


Consejo para la Transparencia en orden a afirmar que los funcionarios públicos
poseen un menor umbral de privacidad han sido principalmente tres: debido a la
función pública que desempeñan; porque la función que desempeñan se confronta
con un bien jurídico superior, que es la transparencia y publicidad de los órganos
del estado y el hecho de que la ley 19.733 en su artículo 30 califica como hechos
de interés público los aquellos referentes al desempeño de funciones públicas.

35 LARA CARTES, SERGIO C/ QUIJADA TORRES, MARÍA (2016). En el considerando undécimo donde se
cita “The Right to privacy” y “Privacy and Freedom,”
36 DIRECCIÓN NACIONAL DEL TRABAJO C/ BANCO DE CRÉDITO E INVERSIONES S.A. (2018). En el

considerando quinto donde se citan los casos Katz v. United States y Rakas v. Illinois

9
Mencionamos de forma resumida, los argumentos que Covarrubias Cuevas37
ha mencionado para criticar la reducción de la intimidad de los funcionarios públicos,
señalando que (1) cuando se han restringido derechos fundamentales, ha sido de
forma expresa en la ley o la constitución; (2) la carencia de legitimidad que dicha
acepción posee, por la ausencia de un legislador expresamente habilitado y la
carencia de algún órgano de control que pueda examinar su constitucionalidad; (3)
el hecho de que el derecho a la vida privada de la persona y su familia no contempla,
a diferencia de otros derechos del artículo 19, causales explicitas de restricción en
la constitución, la que solamente señala que se podrán realizar en los casos y
formas determinados por la ley, lo que no es constatable en la ley de transparencia;
(4) que el interés público tiene relevancia en cuanto a la función pública que este
ejerciendo en funcionario y no por su calidad de tal y por último (5) la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional donde afirma que “régimen estatutario de los
funcionarios se limita a regular la actividad funcionarial y no suspende los derechos
que la Constitución garantiza a toda persona”.

37
COVARRUBIAS (2014) p.875.
10
III.- ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 161 A

El uso de cámaras ocultas se encuentra penalizado en el artículo 161 del


Libro II “Crímenes y simples delitos y sus penas”, Título Tercero “De los crímenes y
simples delitos que afectan los derechos garantidos por la constitución”, párrafo
quinto “De los delitos contra el respeto y protección a la vida privada y pública de la
persona y su familia” del Código Penal, indicando lo siguiente:

“Se castigará con la pena de reclusión menor en cualquiera de sus grados y


multa de 50 a 500 Unidades Tributarias Mensuales al que, en recintos particulares
o lugares que no sean de libre acceso al público, sin autorización del afectado y por
cualquier medio, capte, intercepte, grabe o reproduzca conversaciones o
comunicaciones de carácter privado; sustraiga, fotografíe, fotocopie o reproduzca
documentos o instrumentos de carácter privado; o capte, grabe, filme o fotografíe
imágenes o hechos de carácter privado que se produzcan, realicen, ocurran o
existan en recintos particulares o lugares que no sean de libre acceso al público.
Igual pena se aplicará a quien difunda las conversaciones, comunicaciones,
documentos, instrumentos, imágenes y hechos a que se refiere el inciso anterior.
En caso de ser una misma la persona que los haya obtenido y divulgado, se
aplicarán a ésta las penas de reclusión menor en su grado máximo y multa de 100
a 500 Unidades Tributarias Mensuales.
Esta disposición no es aplicable a aquellas personas que, en virtud de ley o
de autorización judicial, estén o sean autorizadas para ejecutar las acciones
descritas”.

Si bien la norma contiene más de un delito, los cuales la doctrina engloba


bajo el nombre de grabaciones subrepticias, me referiré exclusivamente al
establecido en su inciso primero.

1.- LOS DELITOS CONTRA LA PRIVACIDAD

Sobre el bien jurídico protegido ya me referí al mismo en el apartado referente


al derecho a la privacidad, pero hay añadir que lo protegido por la norma, no refiere
a un aspecto material de la vida privada, al ser esta protegida por otros tipos

11
penales, como la violación de correspondencia o de secreto38. Cabe señalar que la
cuestión esencial en la protección penal de la intimidad no se refiere al uso de la
información obtenida sino el cómo esta se obtuvo. Por lo mismo se han distinguido
dos categorías: (1) prohibiciones de intromisión a la intimidad, referidas a la
obtención ilícita de la información y contienen una expectativa de privacidad, y (2)
prohibiciones de indiscreción, referidas al uso no consentido de información
lícitamente obtenida que contienen una expectativa de control del flujo de la
información y que se considera jurídico penalmente irrelevante39.

2.- LOS RECINTOS PARTICULARES Y LOS LUGARES QUE NO SEAN DE LIBRE ACCESO AL

PÚBLICO

Sobre el término “lugares que no sean de libre acceso al público” considero


homologable la norma a la establecida en el artículo 197 N°7 del Código Penal
español40 que dispone “fuera del alcance o mirada de terceros”, haciendo aplicable
la doctrina española que la interpreta como un lugar que por sus circunstancias haga
razonable tener una expectativa de privacidad similar a la que ofrecería un recinto
particular41. Acepción que parece concordante con nuestro Tribunal Constitucional,
donde refiriéndose a la intimidad existente en las cámaras o cabinas individuales de
los cibercafés, indica que “la intimidad no sólo puede darse en los lugares más
recónditos, sino que también se extiende, en algunas circunstancias, a
determinados espacios públicos donde se ejecutan específicos actos con la
inequívoca voluntad de sustraerlos a la observación ajena42.

38 DÍAS (2007)
39 BASCUÑÁN (2014) pp.51-52
40 Será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a doce meses el

que, sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o
grabaciones audiovisuales de aquélla que hubiera obtenido con su anuencia en un domicilio o en
cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de terceros, cuando la divulgación menoscabe
gravemente la intimidad personal de esa persona.
41 DE LAS HERAS (2017) p.594

42 SANCIONA EL ACOSO SEXUAL DE MENORES, LA PORNOGRAFÍA INFANTIL VIRTUAL Y LA POSESIÓN DE

MATERIAL PORNOGRÁFICO INFANTIL, Rol Nº 1894.

12
Igualmente, cabe mencionar que la redacción del artículo es desafortunada
porque al acotar de tal manera el delito deja fuera el que hechos circunstanciales
puedan impedir el realizar conversaciones o comunicaciones en un recinto particular
o de difícil acceso como en el caso Fernández Ortega y otros vs. México, donde la
Sra. Fernández, víctima de abuso sexual, al ir a denunciarlo fue llevada a un lugar
con presencia de público, hecho condenado por la Corte Interamericana por
vulneración del derecho de privacidad43. Esto da cuenta de un vació legal que podría
solucionarse con normas como la del artículo 197 N°1 del Código Penal español,
como también es un hecho vulneratorio de la obligación de los estados a garantizar
mediante acciones positivas el derecho a la privacidad44.

3.- AUTORIZACIÓN DEL AFECTADO, LOS MEDIOS UTILIZADOS PARA LA INTRUSIÓN Y VERBOS
RECTORES.

Sobre a que refiere la autorización del afectado, esta corresponde a que se


obtenga de manera legítima45, la cual varía en el caso a caso. Sobre los medios
para la obtención la ley no hace ninguna distinción al señalar “cualquier medio”,
salvo que estos deben:

(a) Captar, interceptar, grabar o reproducir conversaciones o comunicaciones de


carácter privado

(b) Sustraer, fotografiar, fotocopiar o reproducir documentos o instrumentos de


carácter privado

(c) Captar, grabar, filmar o fotografiar imágenes o hechos de carácter privado

Hay que señalar que todos los verbos rectores mencionan que las
conversaciones, comunicaciones, documentos, instrumentos, imágenes o hechos
deben ser de carácter privado. Esto que significa que, no solo se debe vulnerar la
privacidad mediante la realización del verbo rector, en un recinto particular o que no
sea de libre acceso al público y sin su autorización, si no que el contenido obtenido

43 FERNÁNDEZ ORTEGA Y OTROS VS. MÉXICO (2011)


44 FONTEVECCHIA Y D’AMICO VS. ARGENTINA (2011)
45 PAVEZ (2016), pp. 12-13

13
de manera ilícita, debe ser de carácter de privado, o si no la ley no lo habría
mencionado. Y es que si bien, la privacidad en la doctrina penal refiere a una
prohibición de intromisión a la intimidad por parte de terceros46, nuestra legislación
ha añadido como requisito que esta se produzca en hechos o documentos que
tengan el carácter de privados. El tema ha sido desarrollado en nuestra doctrina,
por Bascuñán y Diaz Tolosa, ambos influenciados en la doctrina alemana. El
principal argumento para decir que simplemente basta la mera intromisión, tiene por
fundamento la distinción que se hace con los delitos de injuria y calumnia; hecho
que parece ser erróneo cuando aspectos de la privacidad y de la honra, si bien
pueden ser equivalentes, también pueden ser diferentes. Por ejemplo, el señalar la
orientación sexual de una persona, no iría en contra de su honra, mas si en contra
de su privacidad, como ha señalado la Corte Interamericana47. Por otro lado, se
hace caso omiso a la literalidad de la ley y al carácter de ultima ratio del derecho
penal.

De los verbos rectores resalta el que se mencione “reproducir” ya que amplía


el espectro de posibilidades contempladas en la norma, debido a que “reproducir”
supone la obtención de documentos sobre hechos ya producidos, como sería un
video. Así pueden plantearse situaciones en las que haya una confusión respecto a
los delitos informáticos de la ley 19.223, ya que la ley señala dentro del mismo
numeral el verbo “sustraer”, que en nuestra doctrina nacional solo puede concurrir
respecto a bienes muebles que ocupen un espacio en el mundo físico, por lo que
reproducir debe referirse aquellos documentos que no se hayan obtenido mediante
la sustracción. Además, parte de nuestra doctrina nacional considera los delitos
informáticos como delitos pluriofensivos48. Así, si se hackeara un sistema de datos,
como Google Drive, para tener acceso a videos de la víctima, estaríamos en un

46 BASCUÑÁN (2014) p. 51
47
FERNÁNDEZ ORTEGA Y OTROS VS. MÉXICO (2011)
48 MAYER (2017) p. 239

14
supuesto contemplado en ambas normas, específicamente el artículo 249, lo que
debiera ser resuelto por concurso, respecto de cada situación.

Resumiendo todo lo ya mencionado, para que estemos frente a una


grabación subrepticia, en relación al uso de cámaras ocultas, se debe grabar
mediante cualquier medio un hecho o conversación de carácter privado que ocurra
en un recinto particular o que no sea de libre acceso al público, sin el consentimiento
del afectado y siempre y cuando exista una razonable expectativa de privacidad de
que lo que él realice no sea grabado, sin importar que quien realice la acción típica
sea parte del hecho que se esté o se haya realizado o sea un tercero ajeno al mismo.

49Artículo 2: El que con el ánimo de apoderarse, usar o conocer indebidamente de la información


contenida en un sistema de tratamiento de la misma, lo intercepte, interfiera o acceda a él, será
castigado con presidio menor en su grado mínimo a medio.

15
IV.- EL INTERÉS PÚBLICO Y EL DERECHO A LA INFORMACIÓN

El derecho a la información y el derecho a la privacidad son derechos que


dentro del periodismo se van a encontrar en disputa constante. Como ya señalamos,
la ley penaliza las intrusiones que se hagan en la privacidad, por lo que a simple
vista el uso de cámaras ocultas parece ser imposible. Esto lo sería si es que no
fuera aplicable el criterio del interés público.

1.- EL DERECHO A LA INFORMACIÓN CONTRA EL DERECHO A LA PRIVACIDAD

Una primera aproximación al derecho a la información proviene del derecho


a la libertad de expresión y la libertad de prensa. Nuestra Constitución reconoce
dichos derechos en su artículo 19, numeral 12 indicando que asegura “La libertad
de emitir opinión y la de informar, sin censura previa, en cualquier forma y por
cualquier medio” y luego en su cuarto numeral “Toda persona natural o jurídica tiene
el derecho de fundar, editar y mantener diarios, revistas y periódicos, en las
condiciones que señale la ley”. La convención americana de Derechos Humanos lo
contempla en su artículo 13 como “Toda persona tiene derecho a la libertad de
pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir
y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya
sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro
procedimiento de su elección”.

La Corte Interamericana ha señalado como principal principio rector del


derecho de acceso a la información el de máxima divulgación, que define como
“derecho a buscar, recibir y difundir informaciones contenido en el artículo 13 de la
Convención Americana”, además de que “establece la presunción de que toda
información es accesible, sujeta a un sistema restringido de excepciones, las cuales
deben estar (1) previamente fijadas por ley, (2) responder a un objetivo permitido

16
por la Convención Americana, y (3) ser necesarias en una sociedad democrática, lo
que depende de que estén orientadas a satisfacer un interés público imperativo 50”.

En conjunto a lo ya señalado previamente en el apartado referido a los


funcionarios públicos y figuras públicas, se pueden producir conflictos entre lo
establecido en nuestra legislación y lo que señala la Corte Interamericana, ello en
cuanto a que el satisfacer un interés público imperativo es algo que deberá
resolverse caso a caso mediante un juicio de proporcionalidad51.

2.- EL INTERÉS PÚBLICO

Como ya se ha señalado, el interés público posee validez legal para el uso


de cámaras ocultas dentro de la labor periodística52. El concepto de interés público
se encuentra mencionado en el artículo 30 de la ley de 19.733 como causal de
exención de responsabilidad por haber causado injuria y calumnia, señalando que
se consideran como tales (1) Los referentes al desempeño de funciones públicas;
(2) los realizados en el ejercicio de una profesión u oficio y cuyo conocimiento tenga
interés público real; (3) Los que consistieren en actividades a las cuales haya tenido
libre acceso el público, a título gratuito u oneroso; (4) Las actuaciones que, con el
consentimiento del interesado, hubieren sido captadas o difundidas por algún medio
de comunicación social; (5) Los acontecimientos o manifestaciones de que el
interesado haya dejado testimonio en registros o archivos públicos y (6) los
consistentes en la comisión de delitos o participación culpable en los mismos.

Sobre ello, la Corte Suprema ha afirmado que el “el concepto de interés


público, en lo que dice relación con el tipo penal de grabación de hechos y
conversaciones de carácter privado en un recinto particular, sin autorización del
afectado, no puede quedar limitado al artículo 30 de la Ley sobre Libertades de
Opinión e Información y Ejercicio del Periodismo -Nº 19.733- (…) el interés público

50 RELATORÍA ESPECIAL PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS

HUMANOS, CIDH/RELE/INF. 1/09, (30 de diciembre de 2009).


51 COVARRUBIAS (2015) p. 227
52 COVARRUBIAS b (2015) p. 270

17
no presenta una configuración unívoca, sino reviste una multiplicidad de formas,
propias de las distintas expresiones y posturas que muestra una sociedad plural; se
trata de un concepto que en un mismo momento histórico admite diversos
contenidos y que, una vez determinados esos contenidos para un caso concreto,
pueden mutar para las hipótesis venideras de conformidad a los cambios en la
exigencia social. Así, la definición de hecho de interés público contenida en la Ley
Nº 19.733 -los consistentes en la comisión de delitos o participación culpable en los
mismos- opera únicamente como un criterio orientador para el juzgador …”53.

Así, la Corte Suprema ha hecho aplicable el interés público como criterio


orientador para la resolución de controversias entre ambos derechos, el problema
es que no existe ninguna forma para poder delimitarlo, si no que varía en el caso a
caso. Ahora bien, se han señalado tres posiciones en las que el interés público actúa
frente al derecho a la privacidad, una relacionada a que cuando la información
reviste el carácter de tal, la información se transforma en pública, la segunda es que
lo público de la información desplaza la información resguardada por la vida privada
y la última, que señala que el interés público se encuentra limitado por el resguardo
a la vida privada54. Es posible constatar en nuestra jurisprudencia las dos primeras
posiciones, como lo serían el caso Cordero en que la Corte se basa en la primera
posición para fallar, pero también se ha utilizado por parte del máximo tribunal el
segundo argumento, ejemplo de ello es en el caso Ministerio Público con Sergio
Ordenes León donde se señala que actúa como una "exceptio veritatis", la cual
parece ser mucho más consecuente con la legislación nacional, ya que produciría
la atipicidad de la conducta, especialmente teniendo en cuenta que el artículo 161
A exige la necesidad de que lo captado tenga el carácter de privado, a diferencia de
otras legislaciones como la española donde la mera grabación sin consentimiento
es un delito.

53 MINISTERIO PÚBLICO C/ SERGIO ORDENES LEÓN Y OTROS (2016)


54 COVARRUBIAS b (2015) pp. 278-280

18
Igualmente, la problemática de tal concepto es su carácter indeterminado y
que tiene su origen en conceptos similares como el de buena fe o la diligencia de
un buen padre de familia55. Ahora bien, podemos constatar el hecho de que interés
público se puede diferenciar de interés privado, pero no son términos excluyentes.
En jurisprudencia comparada, se ha considerado de interés público, infracciones al
derecho de la privacidad cuando esta viene dada por personas que actúan bajo
secreto profesional y la infracción del mismo conlleva una falta a la confianza
necesaria en ese tipo de relaciones, la que poseería el carácter de interés público56.

Por último, considero que el acceso a información bajo la premisa de interés


público solo puede ser exigida por parte de particulares, ya que, entes como el
Ministerio Público o la administración poseen sus propias normas para la obtención
de esta, además de encontrarse regidos bajo el principios de juricidad.

3.- ÉTICA Y PROPORCIONALIDAD DEL PERIODISMO

El uso de cámaras ocultas por parte del periodismo investigativo, no puede


llegar a ser una facultad indiscriminada, comparto lo señalado por la profesora
Vivanco, en cuanto a que su uso no debe provocar en el sujeto una inducción a
delinquir, sino que se busca ser espectador de una conducta voluntariamente
cometida, por lo que deben existir sospechas fundadas sobre la existencia de dichas
conductas y sobre hechos que revistan de un interés público y no sensacionalistas,
este medio debe ser de ultima ratio, proporcional y siempre se debe utilizar aquel
que menos dañe los derechos de la persona57. Con esto, el periodista debe realizar
mediante un método de prueba y verificación sobre aquellos hechos de los cuales
va a investigar, teniendo como base que el ejercicio del periodismo es la verdad58.

El periodista, tiene la obligación como cualquier ciudadano de la Republica


de respetar la privacidad de las personas, lo que complementado con la

55 LÓPEZ (2010) p. 133


56 COVARRUBIAS b (2015) pp. 289-290
57 VIVANCO (2009)
58 KARCHER (2009) p.785

19
proporcionalidad hace que cualquier medio de captación de hechos, imágenes,
conversaciones, etc. en el que exista una probable expectativa de que exista una
gran cantidad de información de carácter personal como lo serían el hackeo o
sustracción de cualquier medio electrónico que la persona use para almacenar
información, como celulares o computadores, es inidóneo para la aplicación del
interés público para la atipicidad de la conducta.

El problema de esto radica en el carácter sumamente amplio que se le da a


la profesión de periodista en la ley 19.733, ello en cuanto que la falta de formación
ética y conocimiento normativo que se le debe exigir a una persona que realiza esta
clase de conductas, probablemente no pueda producirse en la práctica debido al
gran aumento y facilidad en la creación de medios de comunicación social.

20
V.- CONCLUSIONES

Como conclusiones se puede afirmar que la poca cantidad de casos en los


que la Corte Suprema ha conocido del tema han hecho que no exista un criterio muy
claro respecto al tema, lo que produce una gran incertidumbre. Ello se produce
especialmente con la mezcla de criterios de tribunales europeos como
norteamericanos, donde no queda muy claro que doctrina o desarrollo del mismo
puede ser aplicable y cual no, ya que por un lado, el common law tiene una
aplicación de la expectativa de privacidad mucho más amplio, además del mismo
concepto de privacidad que engloba, pero todo ello se produce con una dogmática
penal completamente opuesta a la nuestra, que no se puede olvidar. Por ello no es
extraño que sean opuestos los criterios de expectativa de privacidad cuando se
comparan con la doctrina penal sobre el derecho a la privacidad.

Por otro lado, el asentamiento jurisprudencial del criterio exceptio veritatis


solucionaría los problemas relativos a la ilegalidad de la prueba dentro del
procedimiento penal, porque al ser válida esta no podría ser impugnada dentro del
procedimiento, pero como ya se ha dicho, no existe una gran cantidad de
jurisprudencia sobre la materia que pueda afirmar si nuestro máximo tribunal va a
mantener dicho criterio.

Además de lo ya mencionado, existe un vacío en nuestra legislación respecto


al tema, lo que en parte ha sido la base por la que la Corte Suprema haya tenido
que recurrir a los criterios ya expuestos para que en la realidad no se produzcan
injusticias. Por último, nuestra legislación queda cada vez más anacrónica respecto
a la realidad, internet y todos los avances tecnológicos han producido cambios que
la ley nacional no contempla, la gran cantidad nuevas redes sociales, como la
facilidad de grabar cualquier situación producen un retroceso en la intimidad de la
persona que no se ve protegida actualmente.

21
BIBLIOGRAFÍA CITADA

- ACEMOGLU, Daron y ROBINSON, James (2012): Porqué fracasan los países: Los
orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza (Londres, Editorial Crown Publishing
Group).

- ÁLVAREZ VALENZUELA, Daniel (2018): “Privacidad en línea en la jurisprudencia


constitucional chilena”, Revista de Derecho Público, Nº 89: pp. 11-32.

- BASCUÑÁN RODRÍGUEZ, Antonio (2014): “Grabaciones subrepticias en el Derecho


Penal chileno. Comentario a la sentencia de la Corte Suprema en el caso Chilevisión
II”, Revista de Ciencias Penales, vol. XLI, N°3: pp. 43-74.

- CORRAL, Hernán (2001): “El respeto y protección de la vida privada en la


constitución de 1980”, en NAVARRO, Enrique (edit.), 20 años de la Constitución
chilena 1981-2001 (Santiago, ConoSur) pp. 199-224.

- COVARRUBIAS CUEVAS, Ignacio (2014): “Evaluación crítica a la noción de que los


funcionarios públicos tienen una intimidad más reducida que la de una persona
ordinaria (a propósito de algunas decisiones del Consejo para la transparencia)”,
Revista Chilena de Derecho, vol. 41, Nº 3: pp. 871-906.

- COVARRUBIAS CUEVAS, Ignacio (2015): “El interés público como convergencia entre
la libertad de expresión, el acceso a la información y el derecho a la vida privada”,
Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, vol. XLIV,
1ER Semestre de 2015: pp. 267-306.

- COVARRUBIAS CUEVAS, Ignacio (2015): “La vida privada de los funcionarios públicos
frente a dos derechos: el acceso a la información pública y libertad de expresión”,
Revista Iuris et Praxis, Año 21, Nº 1: pp. 217-270.

- DE LAS HERAS, Luis (2017), Protección penal de la intimidad una revisión crítica a
propósito del nuevo artículo 197.7 del Código Penal Español, Tesis Doctoral de la
Universidad Autónoma de Barcelona.

- DÍAZ TOLOSA, Regina Ingrid (2007): “Delitos que Vulneran la Intimidad de las
Personas: Análisis crítico del artículo 161-A del Código Penal Chileno”. Disponible

22
en https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
00122007000100011. Fecha de consulta 23 de mayo de 2019.

- FIGUEROA G., Rodolfo (2013): “El derecho a la privacidad en jurisdicción de


protección”, Revista Chilena de Derecho, vol. 40, Nº 3: pp. 859-889.

- GUERRERO PERALTA, Oscar Julián (2011): “La expectativa razonable de intimidad y


el derecho fundamental a la intimidad en el proceso penal”, Revista Derecho Penal
y Criminología, vol. XXXII, Nº 92: pp. 55-84.

- KARCHER, Richard (2009): “Tort Law and Journalism Ethics”, Loyola University
Chicago Law Journal, vol. 40: pp. 781-854

- LÓPEZ CALERA, Nicolás (2010): “El interés público: entre la ideología y el derecho”,
Anales de la cátedra Francisco Suárez, vol. 44: pp. 123-148.

- MAQUEO RAMÍREZ, María Solange, MORENO GONZÁLEZ, Jimena y RECIO GAYO,


Miguel (2017): “Protección de datos personales, privacidad y vida privada: la
inquietante búsqueda de un equilibrio global necesario”, Revista de Derecho
(Valdivia), vol. XXX, Nº 1: pp. 77-96.

- MAYER LUX, Laura (2017): “El bien jurídico protegido por los derechos
informáticos”, Revista Chilena de Derecho, vol. 44, N°1: pp. 235-260.

- NERONE, John y BARNHURST, Kevin (2009): “Journalism History”, en W AHL-


JORGENSEN, Karin y HANITZSCH, Thomas (edit.), “The handbook of journalism
studies” (Nueva York, Routledge) pp. 17-28.

- PAVEZ FARÍAS, Denys Sebastián (2016), Interlocutores en el tipo penal contemplado


en el artículo 161 A del Código Penal. Análisis crítico de la sentencia del
denominado “Caso de la doctora Cordero”, Magister en derecho con mención en
derecho penal de la Universidad de Chile.

- PIÑAR MAÑAS, José Luis (2008): ¿Existe la privacidad? (Madrid, Editorial CEU).

- POLITOFF L., Sergio, MATUS A., Jean Pierre y RAMÍREZ G., María Cecilia (2004):
Lecciones de Derecho Penal Chileno: Parte General (Santiago, Editorial Jurídica de
Chile, segunda edición).

23
- RELATORÍA ESPECIAL PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, COMISIÓN INTERAMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS: “El derecho de acceso a la información en el marco jurídico
interamericano”, CIDH/RELE/INF. 1/09, (30 de diciembre de 2009).

- VIVANCO MARTÍNEZ, Ángela (2009): “Libertad de expresión, investigación


periodística y uso de cámaras ocultas”. Disponible en
http://cl.microjuris.com.pucdechile.idm.oclc.org/getContent?reference=MJCH_MJD
367&links=[MJD367]. Fecha de consulta: 20 de mayo de 2019.

- YAVARA ARAYA, Fernanda (2017), Sobre los delitos de injurias y calumnias en el


contexto de redes sociales y su relación con el principio de legalidad y tipicidad,
Actividad Formativa Equivalente a Tesis para optar al Grado de Magíster en
Derecho y Nuevas Tecnologías de la Universidad de Chile.

- ZÁRATE ROJAS, Sebastián (2013): “Expectativa de Privacidad y Grabaciones


Ocultas: A propósito de un fallo de la Excma. Corte Suprema”, Sentencias
Destacadas 2013: pp. 103-134.

NORMAS CITADAS

- CÓDIGO PENAL (12/11/1874).

- CÓDIGO PENAL ESPAÑOL (23/11/1995).

- DECRETO 100 (17/09/1980), Constitución Política de la República.

- LEY Nº 12.045 (11/07/1956), Crea el Colegio de Periodistas.

- LEY Nº 17.733 (04/06/2001), Sobre libertades de opinión e información y ejercicio


del periodismo.

- LEY Nº 19.223 (07/06/1993), Tipifica figuras penales relativas a la informática.

- LEY Nº 20.285 (11/08/2008), Sobre acceso a la información pública.

24
JURISPRUDENCIA CITADA

- ARTAVIA MURILLO Y OTROS (FERTILIZACIÓN IN VITRO) VS. COSTA RICA. Corte


Interamericana de Derechos Humanos. Sentencia de 28 de noviembre de 2012,
Serie C No. 257.

- CORDERO C/ LARA MONTESINOS Y OTROS (2013): Corte Suprema 21 de agosto de


2013 (recurso de casación en el fondo) en Microjuris, Código de búsqueda
MJJ35817, Fecha de consulta 19 de mayo de 2019.

- CONTROL PREVENTIVO DE CONSTITUCIONALIDAD DEL PROYECTO DE LEY QUE SANCIONA

EL ACOSO SEXUAL DE MENORES, LA PORNOGRAFÍA INFANTIL Y LA POSESIÓN DE MATERIAL

PORNOGRÁFICO INFANTIL (2011): Tribunal Constitucional Chileno, Rol Nº 1894, 12 de


julio de 2011.

- DIRECCIÓN NACIONAL DEL TRABAJO C/ BANCO DE CRÉDITO E INVERSIONES S.A. (2018):


Corte Suprema 12 de abril de 2018 (recurso de unificación de jurisprudencia) en
Microjuris, Código de búsqueda MJJ54308, Fecha de consulta 22 de mayo de 2019.

- FERNÁNDEZ ORTEGA Y OTROS VS. MÉXICO. Corte Interamericana de Derechos


Humanos. Sentencia de 15 de mayo de 2011, Serie C No. 215.

- FONTEVECCHIA Y D’AMICO VS. ARGENTINA. Corte Interamericana de Derechos


Humanos. Sentencia de 29 de noviembre de 2011. Serie C No. 238.

- GARCÍA VALDÉS, SERGIO Y OTROS C/ CONSEJO DE CALIFICACIÓN CINEMATOGRÁFICA


(1997): Corte Suprema 17 de junio de 1997 (recurso de protección) en Microjuris,
Código de búsqueda MJJ67, Fecha de consulta 21 de mayo de 2019.

- GONZÁLEZ Y OTROS C/ ÚBEDA Y OTROS (2018): Corte Suprema 25 de junio de 2018


(recurso de protección) en Microjuris, Código de búsqueda MJJ56027, Fecha de
consulta 21 de mayo de 2019.

- LARA CARTES, SERGIO C/ QUIJADA TORRES, MARÍA (2016): Corte Suprema 11 de


agosto de 2016 (recurso de nulidad) en Microjuris, Código de búsqueda MJJ45875,
Fecha de consulta 21 de mayo de 2019.

25
- MINISTERIO PÚBLICO CON SERGIO ORDENES LEÓN Y OTROS (2016): Corte Suprema 11
de agosto de 2016 (recurso de nulidad en proceso penal) en Thomson Reuters,
Código de búsqueda CL/JUR/5735/2016, Fecha de consulta 21 de mayo de 2019.

- MULTITIENDAS CORONA S.A. C/ DIRECTOR DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS DE LA

MUNICIPALIDAD DE CONCEPCIÓN Y OTRO (2015): Corte Suprema 1 de diciembre de


2015 (recurso de protección) en Microjuris, Código de búsqueda MJJ42951, Fecha
de consulta 21 de mayo de 2019.

- RODRÍGUEZ VÁSQUEZ, SEBASTIÁN A. Y OTROS (2007): Corte Suprema 9 de agosto de


2007 (recurso de casación en el fondo) en Microjuris, Código de búsqueda
MJJ11067, Fecha de consulta 14 de mayo de 2019.

- Tribunal Constitucional Español. Sentencia núm. 12/2012 de 30 de enero.

- Tribunal Constitucional Español. Sentencia núm. 25/2019 de 25 de febrero.

26

Das könnte Ihnen auch gefallen