Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
2º semestre
Clave:
37161203
Unidad 1
Estado, sistema político y gobierno
Sesión 1
Teorías y métodos para el análisis sistémico
del Estado y sus elementos
Sistema político y administrativo en México
Unidad 1. Estado, sistema político y gobierno
Sesión 1. Teorías y métodos para el análisis sistémico del Estado y sus elementos
Texto de apoyo
Índice
Introducción ........................................................................................................................................... 2
El Estado ............................................................................................................................................... 5
La Teoría General de Sistemas ........................................................................................................... 13
El enfoque sistémico para el estudio del Estado .................................................................................. 17
Métodos para el estudio de las ciencias sociales ................................................................................. 22
Método experimental ........................................................................................................................ 22
Método estadístico ........................................................................................................................... 24
Método comparado .......................................................................................................................... 25
Método de la investigación histórica ................................................................................................. 27
Escuelas del análisis político ............................................................................................................... 29
Marxista ........................................................................................................................................... 29
Teoría de la Elección Racional ......................................................................................................... 31
Categorías para el análisis sistémico ................................................................................................... 33
Cierre................................................................................................................................................... 35
Para saber más ................................................................................................................................... 35
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 36
Básicas ............................................................................................................................................ 36
Complementarias ............................................................................................................................. 39
Introducción
Hablar hoy de lo público resulta lugar común y es tendencia, aunque no estén claramente definidos su
significado, alcances e implicaciones desde el punto de la sociedad. Consecuentemente, para entender
la complejidad de las sociedades en que actualmente vivimos, convivimos e interactuamos es necesario
ubicar los múltiples componentes de la unidad (comunidad) política por excelencia que prevalece en
nuestro tiempo: el Estado.
El Estado emana de la sociedad, de ahí que sea “la organización política del pueblo donde se plasma la
publicidad ciudadana a través de la sociedad, que tiene como finalidad asociar a los hombres y
representar el interés general” (Guerrero, 2000:37).
Por lo tanto, la forma que asuma la organización estatal constituye una conjugación de hechos, actores,
estructuras, funciones, tiempos, oportunidades, intereses, sentimientos, etc., que le dan forma y
convergen (interactúan) en un escenario social y político específico.
Al observar la siguiente imagen, te podrás dar cuenta de lo complejo que podría ser el estudio del Estado
y sus componentes internos y externos, pues la imagen sólo muestra una parte de la estructura y
funcionalidad del entramado institucional entre Estado, gobierno y Administración Pública.
Fuente: http://bit.ly/2aLizY0
Por consiguiente, es posible entender estas interacciones a través de las herramientas provenientes del
análisis sistémico; conociendo y entendiendo cada subsistema, sus integrantes, sus necesidades, sus
intereses, sus posturas ideológicas, sus propuestas, etc. Todo esto ante la complejidad que puede
gestarse dentro del propio aparato gubernamental.
El análisis de sistemas permite entender los aspectos internos y externos de una estructura funcional del
Estado. El análisis que se realiza abarca desde aspectos antropológicos, filosóficos, estéticos, hasta los
cálculos matemáticos de la estructura fisiológica de la estructura terrestre. Por ejemplo, sería difícil
entender la aparición de las ciudades-Estado en la Grecia Antigua sino fuera por el relieve montañoso y
la dificultad de las comunicaciones entre regiones. Como se observa, de allí surge una organización
política influenciada por un aspecto geofísico. Esto es algo de lo que verás en este módulo. Entenderás
y comprenderás cómo el sistema político influye en el sistema administrativo, y cómo, para diseñar o
rediseñar una estructura gubernamental, una organización o una institución pública en México necesitan
realizar un análisis sistémico que permita capturar la complejidad del problema administrativo y político.
En el módulo 3, estudiaste la Administración Pública en su génesis, como una ciencia que implica conocer
su ser y su devenir. En su ser con las características propias que le dan vida, fin y objetivos; y en su
devenir como proceso histórico que la crea, la modifica y significa a partir de los hechos ya acontecidos.
Allí mismo, aprendiste a diferenciar entre lo público y lo privado, todo con el objetivo de poder argumentar
qué es lo público y cómo se define un problema público. Luego, a partir de las políticas públicas y las
asociaciones civiles realizaste un proyecto de política pública y planteaste las estrategias para
posicionarla en agenda pública y gubernamental.
Ahora, conocerás el sistema político y administrativo en México. Identificarás sus actores, estructuras,
funciones y todo lo que implican las interacciones políticas que permiten y dan continuidad a las relaciones
sociopolíticas y económicas del Estado. El objetivo será realizar un diseño o rediseñar (con su respectivo
proyecto de reforma) una organización, una institución del sistema político o una estructura del sistema
administrativo gubernamental.
Esta primera sesión se centra en conocer e identificar la Teoría de Sistemas, su relación con el Estado y
los análisis que de allí se pueden derivar para entrar al discernimiento de la política y lo político en México,
pues esto será fundamental para lograr las competencias del módulo.
El Estado
El Estado es un ente abstracto superior a cualquier forma de expresión, dominación y ejecución material
o intangible producto de la evolución de las sociedades humanas a través de la historia. Aunque las
partes constitutivas o primigenias para su conformación son, aún hoy, objeto de debate entre los
estudiosos del derecho, la sociología, la ciencia política y prácticamente la generalidad de las ciencias
sociales, hay consenso sobre la relevancia de la presencia de los siguientes elementos para poder
identificar una expresión de la forma de organización estatal:
Población: Individuos que habitan el territorio de un Estado; puede ser diversa en términos de
sexualidad, edad, etnicidad, entre otros.
Territorio: Es el espacio sobre el cual se encuentra instalada la población integrante del espacio;
puede ser aéreo, marítimo y/o terrestre.
Gobierno: Es el brazo ejecutor del Estado, el cual impone su autoridad de forma legítima y a
través de procesos democráticos.
Soberanía: Poder para aplicar las leyes en el territorio sin interferencia de otros Estados.
Lenguaje: Forma de comunicación común en el Estado, aunque existen organizaciones
estatales que incluyen diferentes lenguas en virtud de la pluralidad de su población, por ejemplo,
India.
Cultura: Abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad determinada.
Constitución: Ordenamiento legal que rige la vida en sociedad, dotando de derechos y
obligaciones a los integrantes del Estado.
Ideas, ideologías e ideales: Pensamientos políticos, formas de gobierno, aspiraciones políticas
que socializan valores dentro del sistema.
Para una revisión puntual y sistemática de los elementos constitutivos del Estado se sugiere revisar a
Porrúa (1994) y Juárez (2012). Ahora bien, su origen, razón de existir y principal factor de desarrollo se
ha ubicado en el propio ser humano, que conforme fue evolucionando tuvo la necesidad de vivir en
sociedad para la mejor atención de necesidades comunes; formando parte de una colectividad que
floreció en cuanto organización e institucionalización; pero a la vez restringió parte de su libertad
originaria y natural a cambio de una colectiva (fundamentada en normas de carácter general, investidas
de legalidad y de legitimidad por una de carácter supremo –por lo general, la constitución política– para
establecer el bien público).
Los fines intrínsecos del Estado como institución orgánica (existir, coexistir y subsistir) posibilitan los
fines específicos del hombre-comunidad, es decir, de toda una gama de valores ético-jurídicos recogidos
que confluyen para lograr el bienestar común.
En la filosofía política clásica se consideró que el surgimiento del Estado se debía principalmente al
intento de preservar la paz en la sociedad y de organizar la defensa frente a enemigos externos; para lo
cual le adjudicaron una supremacía que ninguna persona podía poner en tela de juicio y que se erigía –
por así convenir a sus intereses– como la única autoridad para reglamentar la vida de los ciudadanos.
En esta concepción sobresale el hecho de que el Estado se caracteriza por su papel de autoridad sobre
la sociedad, es decir, se establece una relación de subordinación entre Estado y sociedad. Esta forma
de entenderlo y pensarlo encuentra en pensadores como Hobbes (1969), Locke (1988) y Rousseau
(1965) (también conocidos como contractualistas) a sus principales exponentes, los cuales parten de un
momento llamado “estado de naturaleza”, caracterizado por ser un periodo previo a la civilización en
donde el ser humano es autosuficiente, sin más límites a la conducta que su propia voluntad y en donde
convive (sin regla escrita alguna) con otros seres humanos en condiciones de igualdad.
En el caso de Thomas Hobbes, dicha igualdad incluía la posibilidad de tomar justicia por propia mano
en el llamado estado de naturaleza (situación hipotética), lo cual conducía inexorablemente a la guerra
de todos contra todos. De ahí surge la premisa de que: "El hombre es el lobo del hombre". Por ello, con
el fin de garantizar la seguridad interna y externa se debía firmar un pacto y ceder la autoridad ilimitada
e irrevocable al soberano. Así, para Hobbes el Estado es el garante de la paz, el orden y la seguridad.
Si quieres saber más sobre la mirada penetrante de Hobbes respecto a la condición humana, revisa el
siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=JaySfJEMfHQ
John Locke, por su parte, pretendía que el Estado garantizara la seguridad, la libertad y la propiedad,
debido a que existía un individualismo posesivo, planteaba la necesidad de generar un pacto que diera
lugar a un poder ilimitado, dada su naturaleza tripartita. Locke hablaba de un Poder Ejecutivo (encargado
de tomar decisiones y ejecutar la ley), otro Legislativo (encargado de crear leyes e instituciones) y uno
Federal (encargado de las relaciones con otras naciones) así, el Estado aseguraba la libertad y la
propiedad.
Por otro lado, Jean Jacques Rousseau planteaba que para garantizar la libertad y la igualdad se debía
generar un contrato político, abierta la revocación, que generara la voluntad general en la cual todos nos
obedecemos a nosotros mismos obedeciendo la ley, no a un soberano. Se trata, pues, de un contrato
entre todos los ciudadanos a favor de la comunidad y en el cual el Estado es la expresión de la voluntad
general como búsqueda del bien común.
Por ende, por razones de sociabilidad, en pleno uso de razón, el hombre se ve impulsado a entrar en
relaciones con sus congéneres, estableciendo pactos que sucesivamente dan surgimiento al Estado.
Para una breve, pero sistemática recuperación de los principales argumentos de los contractualistas
puedes revisar a Rodríguez (1996:12-19).
Para saber más sobre el origen y evolución histórica del Estado, ve el siguiente video:
https://www.youtube.com/watch?v=hs5MhOVXXjM
Una de las definiciones el Estado que siempre se debe tomar en cuenta es la de Max Weber. Él
“considera el Estado un tipo particular de organización política gobernante, caracterizada por el elemento
de la territorialidad y por la existencia de un órgano administrativo que monopoliza el uso legítimo de la
violencia física” (citado en Isuani, 2011:6). En este sentido, para Weber el Estado sería una institución
política que tiene el uso de la violencia legítima, donde el aparato administrativo es otra estructura más
de violencia y dominación. Esta definición es sumamente importante porque hasta ahora no se ha
hablado sobre los conceptos de dominación, violencia, poder, influencia, los cuales también están
incrustados en la idea del Estado, del sistema político y administrativo en México.
Actualmente el pacto social ya no es un Estado metafísico sino que se refiere a un acuerdo real que se
realiza entre los principales actores de la vida política de un país con el objetivo de establecer acuerdos
en diversas materias, como podría ser consensuar el orden público, el interés general y el bien común.
…a la organización política de la sociedad –concebida como el espacio público por excelencia–, resultado de
la unión de voluntades privadas que le otorgan ese carácter público, regulado por el marco jurídico de la
comunidad política; en el contexto del devenir histórico desarrollado en la democracia, el estado liberal y el
capitalismo de la civilización occidental (León, 2004:60).
De la definición anterior, se concluye que el Estado es una sociedad humana establecida en un territorio
determinado, organizada política y socialmente; que se ha dado un régimen jurídico definido y aplicado
por un poder soberano, que tiene como finalidad mantener el orden público, el interés general y el
bienestar común. Así cuando se alude a la teoría del Estado se refiere a los saberes del origen, razón
de ser, evolución, estructura, operación y teleología del Estado; que en su conjunto son el punto de
partida para examinar la dimensión jurídico-institucional del poder del Estado y para identificar el
funcionamiento de las instituciones políticas comprendidas en los marcos del Derecho Constitucional.
Para leer sobre la formación, modificación y extinción de los Estados, lee a Juárez (2012).
El estado de derecho es el conjunto de instituciones que rigen y limitan al Estado y, tal como plantea
Bobbio (1983), una vez que aceptemos tal premisa podremos estudiar de forma sistemática las
instituciones políticas inmersas en los marcos del derecho, la ciencia política y la administración pública.
Partiendo de que los tipos o formas de Estado –en contraste con el Estado en sí– tienen una existencia
más precisa y acotada en el tiempo; la forma de organización que asuma éste, constituye una
conjugación de hechos y formas en los que convergen un escenario político específico y un tiempo
concreto. Por ejemplo: Estado de bienestar (1930-1980), Estado neoliberal (1980-actualidad), cada uno
de ellos con un tipo diferenciado de gobierno y administración pública.
En México, el papel del Estado y del sector público fue diferente entre los periodos 1940-1982 y 1982 a
la fecha. En el primer periodo, el sector público se amplió a diversos ámbitos, lo cual sin duda tuvo
riesgos para las finanzas públicas. Ante el colapso de las mismas, la respuesta fue la reducción del
sector público, el saneamiento de las finanzas públicas y la reducción del gasto público, cuestiones que
caracterizaron el segundo periodo (Hernández, 2001).
Ahora bien, la pluralidad de los órganos del Estado exige que las funciones se diversifiquen y que las
manifestaciones del poder se diferencien en acciones legislativas, administrativas y jurisdiccionales con
las que se exterioriza y manifiesta la autoridad emanada del poder público. En consecuencia, al
considerar al Estado mexicano como un estado de derecho –en el cual toda actividad, tanto de la
autoridad como de los gobernados, se apega a la ley– es ineludible contemplar el marco jurídico que
presenta, tanto las atribuciones y facultades como los límites al accionar de las autoridades y
ciudadanos, así como sus formas de organización y participación.
Por lo anterior, se considera al Estado como una organización política que es creada para hacer valer
los intereses de quienes son sus promotores, con lo cual se desliga al Estado de fines u objetivos en
particular, de modo que eso explica que existan diversas definiciones de Estado con objetivos diferentes,
pero en ese sentido, es posible encontrar los fines genéricos del Estado:
De coerción: Son las acciones de fuerza dentro del marco legal, que desarrolla el Estado para
mantener el control de la sociedad, salvaguardando los derechos humanos. Son ejemplos de
esta función las acciones policiales para controlar la delincuencia común.
Por ejemplo, en el siguiente esquema se observan de manera sistemática algunos componentes del
Estado y la manera en que se derivan o la relación que tienen con otras estructuras. La imagen sólo
muestra algunas, pero no permite identificar algunas estructuras y funciones.
ESTADO
Constitución
Organziaciones
Población,
Gobierno Territorio no
ciudades
gubernamentales
Comercio
Legislar Manufactura
Servicios
Juzgar Asociaciones
En México, los ámbitos de gobierno, las instituciones públicas y del Estado encuentran en el derecho
una disciplina inherente que reviste especial importancia como objeto de estudio, pero también como
herramienta para los ciudadanos y servidores públicos; por lo que es menester realizar un acercamiento
a las corrientes del constitucionalismo en México y en el mundo para relacionarlas con la evolución y
formación del Estado moderno. Consecuentemente, se plantea un recorrido por la teoría de las formas
de gobierno, ya que es uno de los principales referentes para entender la evolución del
constitucionalismo desde sus orígenes hasta llegar a lo que conocemos como Estado moderno. Por lo
tanto, la constitución es también un elemento importante del Estado, el cual enmarca las normas
formales que lo constituyen. Tan es así que Ferdinand Lasalle considera que en la constitución se
encuentran plasmadas las estructuras reales de poder. Para profundizar en esta idea sería conveniente
revisar el escrito “¿Qué es una constitución?”, de Ferdinand Lasalle, escrito en 1862.
Una categoría que tanto al interior del Estado como de la constitución será recurrente es la de ciudadano,
que ya no es más un artificio abstracto que carece de referentes actuales en todos los frentes de la vida
pública:
Es una categoría histórica, cultural e institucional que alude de manera universal a las personas concretas
que asumen tareas, actividades y posiciones que se desarrollan con el auxilio de las formas de participación
(Uvalle, 2005b:366).
La ciudadanía es pues una condición otorgada a los miembros plenos de una comunidad; todos los que
la poseen son iguales con respecto a los derechos y deberes en la comunidad. No hay algún principio
universal que determine cuáles deben ser esos derechos y deberes, pero las sociedades en que la
ciudadanía es una institución en desarrollo configuran un tipo ideal con el cual medirse y el logro hacia
el que deben dirigirse las aspiraciones (O’Donell, 1996:235). Un ciudadano es también quien cumple
con sus obligaciones y responsabilidades; no sólo tiene derecho, también deberes.
Vale la pena cerrar este apartado clarificando que el Estado ha regresado al primer plano del análisis en
las ciencias sociales comparativas que han colocado su interés en el Estado como actor o institución
desde diversas disciplinas. Se ha estudiado su papel en el desarrollo nacional, en el plano internacional,
la formación de los Estados nacionales, la influencia del Estado en la formación de las clases, las
relaciones étnicas, la situación de la mujer y la protesta, así como su papel de regulador distorsionador
del mercado. Así pues, la agenda de investigación es diversa (Skocpol, 2007).
El sistema es una categoría clave para el análisis de la política; sus orígenes se remontan a mediados
del siglo XX con Ludwig Von Bertalanffy (1976; 1993) y la búsqueda de herramientas analíticas y
elementos para su comprobación que, a la postre, influyeron vigorosamente en las ciencias sociales.
Fundamentalmente para la ciencia política, que bajo este enfoque conceptualiza a la política como el
conjunto de elementos que mantienen una interdependencia mutua (y juntos funcionan por un objetivo
en común) siendo que todo en conjunto se ve afectado positiva o negativamente por un ambiente
externo; en el cual se encuentran inmersos y del cual es posible entender la mecánica de su
funcionamiento mediante la descomposición de sus partes y de la función que cada una de ellas realiza.
No busca solucionar o aportar soluciones prácticas a problemas, pero sí generar teorías y formulaciones
conceptuales que puedan crear condiciones de aplicación en la realidad empírica. Se le considera como
el estudio interdisciplinario de los sistemas en general, abocado a la definición de principios aplicables
a cualquier nivel de los sistemas en todos los campos de la ciencia y la investigación.
1. Una predeterminada tendencia hacia la unificación de las ciencias naturales y sociales a través
de la Teoría de Sistemas.
2. Lo anterior como una forma de estudiar los campos no exactos del conocimiento científico,
especialmente en ciencias sociales.
3. La tendencia a desarrollar principios unificadores validos en ambos extremos de la ciencia,
teniendo como fin la aproximación al objetivo de la unidad de la ciencia.
4. Los sistemas no pueden ser explicados en términos de sus elementos aislados; su comprensión
se presenta cuando se estudian globalmente.
5. Se fundamenta en tres premisas básicas:
Existencia de los sistemas dentro de otros sistemas: Cada uno existe dentro de otro más
grande.
Éstos son abiertos: Como consecuencia de lo anterior, cada sistema recibe y descarga algo
de/en los otros sistemas (habitualmente los más próximos).
Las funciones son directamente proporcionales de su estructura.
En sus más amplias aspiraciones, postula la elaboración de herramientas para todas las ramas de la
ciencia respecto a su práctica y comprobación; ya que, por sí sola, no produce efectos prácticos.
Sistema es un todo organizado y complejo; un conjunto o combinación de cosas o partes que forman un
todo complejo o unitario y que están unidas por alguna forma de interacción o interdependencia.
Los sistemas pueden ser:
Sistemas físicos o concretos: Constituidos por equipos, maquinaria, objetos y cosas reales.
Sistemas abstractos: Integrados por conceptos, planes, hipótesis e ideas.
Sistemas abiertos: Son permeables y realizan intercambios con el ambiente, son adaptativos
para la sobrevivencia y su estructura se optimiza en un continuo proceso de aprendizaje y de
auto-organización.
Sistemas cerrados: No presentan intercambio con el medio ambiente que los rodea, son
herméticos a cualquier influencia ambiental.
El análisis sistémico cuenta con ciertos parámetros (constantes arbitrarias) que caracterizan, por sus
propiedades, el valor, peso o dimensión de un sistema específico o de un componente del sistema.
Entrada, insumo o impulso (input): Fuerza que detona el arranque del sistema proveyéndolo del
material o la energía necesaria para su operación.
Salida, producto o resultado (output): Es la finalidad o razón de ser para la cual se reunieron
elementos y relaciones del sistema. Los resultados de un proceso son las salidas, las cuales deben
ser coherentes con el objetivo del sistema. Los resultados de los sistemas son finales, mientras que
los resultados de los subsistemas con intermedios.
Procesamiento, procesador o transformador (throughput): Es el fenómeno o lo que produce
cambios, es el mecanismo de conversión de las entradas en salidas o resultados. Casi por definición
es representado como la caja negra, en la que entran los insumos y salen cosas diferentes, que son
los productos.
Retroacción, retroalimentación o retroinformación (feedback): Es la función de retorno del
sistema con tendencia a comparar la salida con un referente preestablecido, para su control dentro
de los estándares o criterios.
Ambiente: Es el medio en el que se encuentra el sistema. Está en constante interacción, recibe
entradas, las procesa y efectúa salidas. La persistencia de un sistema depende de su capacidad de
adaptación, cambio y respuesta a las exigencias y demandas del ambiente externo. El ambiente
puede ser un recurso para el sistema, aunque también representa una grave amenaza.
Fuente: http://bit.ly/1UouY1G
Un sistema, por lo tanto, es un conjunto de estructuras, elementos y funciones que interactúan entre sí
para lograr objetivos que inician con una necesidad o demanda, mismos que requieren ser procesados
por el sistema interno y sus componentes para dar una respuesta o salida que será comunicada
nuevamente al sistema externo para una retroalimentación (recepción) de la respuesta en el ambiente.
Los límites o fronteras entre el sistema y su ambiente admiten cierta arbitrariedad. Bertalanffy comprende
al sistema como un conjunto de unidades recíprocamente relacionadas. En este orden de ideas, para la
Teoría de Sistemas el Sistema Político, sistema es la materialización estructural del conjunto de
interacciones constantes mediante las que se ejerce la política en una delimitación espacio-temporal,
tanto con unidades como elementos determinados (agentes, instituciones, organizaciones, actuaciones,
creencias, normas, actitudes, ideales, valores) y sus respectivas interacciones.
amenazan con llevar sus variables esenciales más allá de su margen crítico. Lo cual lleva a concluir que
el sistema, para persistir, debe ser capaz de reaccionar con medidas que atenúen la tensión.
Actualmente, el principal exponente de la Teoría de Sistemas es Niklas Luhmann (1996; 2001), quien
considera al sistema político inmerso en el sistema social; no integrado por personas sino por
comunicaciones. Siendo las comunicaciones las unidades constituyentes y reproductoras de los
sistemas sociales y no los individuos.
Otro aporte de Luhmann es la diferenciación social que trae consigo la modernidad. Para explicarla es
necesario entender el término autopoiesis, que alude a la capacidad de los sistemas para constituir por
sí mismos sus propias identidades y diferencias para regular sus relaciones y distinguirse del ambiente
en que existen. Con base en ésta (la autopoiesis) se da la diferenciación social consistente en una
potenciación en la formación de ámbitos funcionales diversos que, a su vez, con el tiempo, producen el
fenómeno llamado complejidad social.
La complejidad social sucede cuando los diversos elementos que integran los sistemas sociales ya no
pueden permanecer unidos debido al aumento de la diferenciación social que da por resultado
elementos diferenciadores. En términos prácticos, en la sociedad van surgiendo nuevas interacciones
y manifestaciones que ya no se pueden ubicar dentro de los esquemas y taxonomías convencionales.
La perspectiva del enfoque sistémico parte del siguiente supuesto: un sistema comprende a los
elementos conectados e interactuantes entre sí, que a su vez integran la unidad en conjunto. Esta
particularidad lleva a observar los procesos internos, unificarlos y sistematizarlos para posteriormente
abocarse al análisis de su estructura; contemplarlos desde el exterior y revelar las particularidades de
sus elementos.
David Easton –politólogo estadounidense– con su trabajo Esquema para el análisis político (1969)
realizó una de las aportaciones más significativas a la validez y pertinencia del enfoque sistémico para
del análisis político e institucional; buscando explicar metodológicamente la toma y ejecución de las
decisiones políticas en una sociedad.
David Easton define a los sistemas políticos como aquellas interacciones por medio de las cuales se
asignan autoritativamente (en el sentido de que provienen de una autoridad) valores a una sociedad. El
sistema político no se halla aislado, esquemáticamente se puede decir que las interacciones se producen
dentro del seno del propio sistema y fuera del sistema, es decir, con otros sistemas políticos.
Para Easton (1969), dichas interacciones operan de la siguiente forma: Se genera un flujo entre inputs
y outputs. Los inputs son las demandas y apoyos que el sistema recibe de la sociedad o de otros entes
y los outputs son la respuesta del sistema a aquellas demandas. Esto se ha denominado circuito de
retroalimentación (feedback loop) y permite a las autoridades sondear el estado del sistema y corregir
errores y perturbaciones.
Los elementos del sistema político se pueden reducir a cuatro, que operan en distintos niveles dentro
del sistema:
1. Elementos institucionales: Son los órganos e instrumentos que dirigen el sistema y cumplen
la función de asignar valores a la sociedad.
2. Actores institucionalizados, en que la sociedad se organiza para transmitir sus demandas o
influir o modificar las decisiones de la autoridad.
3. Valores de los individuos y grupos sociales: la cultura política.
4. Otros sistemas políticos de carácter nacional: El escenario internacional.
En tal virtud, el análisis estructural y sistémico del Estado permitirá expresarlo como un constructo, cuyos
elementos guardan relaciones de interdependencia, mostrando sus condiciones prevalecientes y
permitiendo observar todas las relaciones que pueden tener entre sí las variables que conforman el
objeto de estudio. De esta forma, se facilita la detección de las unidades y sus indicadores que ejercen
mayor significado e influencia al interior del sistema, lo que permite determinar con precisión las variables
de un fenómeno con la visión estructural y sistemática, que resulta de analizar la fuerza de cada uno de
los factores del objeto de estudio analizado en relación con los demás.
Por lo tanto, al ser la Administración Pública un brazo de Estado, además del conocimiento y estricto
apego a la normatividad que debe caracterizar toda su ejecución, se cuenta como materia de ella a todo
cocimiento, ámbito, saber y hacer que pueda interesar al hombre en sociedad. Escenario en el que la
función de los ciudadanos es cada vez más trascendente, sin que esto implique agotar la experiencia
de la ciudadanización que debe seguir siendo resaltada e incrementada en la esfera de lo público: en
las sociedades modernas y democráticas ya no se ve como el brazo ejecutor del poder estatal, es ya
una institución que valorar, importancia de lo público desde una perspectiva que permite la construcción
de espacios comunes en los cuales los ciudadanos son el factor decisivo para mejorar el desarrollo de
las tareas de interés colectivo.
Como se observa en el esquema anterior, el sistema político dentro de sus componentes se encuentra
el gobierno y en éste la administración pública: integrada por instituciones y organizaciones.
Las organizaciones gubernamentales (o “públicas”, aunque es más preciso el primer adjetivo) son
criaturas sociales y humanas que hemos llenado, como sociedad, de muchas expectativas y que
comprendemos poco. Tendemos pensar que son instrumentos obedientes, espacios o robots
sociales para alcanzar objetivos de la sociedad o de la política. Pero en realidad son construcciones
flojamente acopladas, afectadas políticamente, duales en su esencia (creadas con base en la
normatividad pero que pronto adquieren vida propia, respondiendo a su contexto), tironeadas por
intereses externos e internos, y habitadas por seres humanos (que muchas veces, de manera
despectiva, llamamos burócratas) con objetivos, intereses, valores y capacidades cruzadas y
diversas, y que muy a menudo pertenecen y deben lealtad a redes externadas a la organización en
la que laboran.
Por consiguiente, la Administración Pública tiene funciones detalladas y minuciosas que son prioritarias
y que funcionan con reglas formales e informales, entre dichas reglas se encuentran:
Por lo tanto:
Nos encontramos, así, ante una disciplina de las ciencias sociales que se caracteriza a la vez como
teoría y como práctica social; y puede entonces considerarse como el conocimiento de ciertas relaciones
sociales; de la misma manera constituye la teoría y el análisis de esas relaciones, así como la aplicación
a las personas y las cosas de ciertas reglas que ordenan tales relaciones dentro del interés común.
En ese sentido, como colofón, vale la pena recalcar el nexo contemporáneo que existe entre
gobernabilidad y democracia. La gobernabilidad ha sido abordada desde tres tradiciones. Primera, la
que se nutre de la eficacia y cuyo antecedente es la razón de Estado; es decir, la gobernabilidad alude
a la capacidad de alcanzar objetivos prefijados con el menor costo posible. Segunda, la que deviene de
la idea de “buen gobierno”; por lo cual, existe gobernabilidad cuando se presenta conexión entre
legitimidad y ejercicio del poder. Tercera, aquella tradición que se nutre de la búsqueda de estabilidad,
gracias a que se logra la confluencia virtuosa de las dos tradiciones anteriores, pues supone la capacidad
de adaptarse a las nuevas realidades (Camou, 1995).
Así, se vuelve indispensable realizar un acercamiento y una descripción de las condiciones políticas,
jurídicas y sociales que incidieron en el diseño y conformación de las instituciones u organizaciones del
Estado mexicano a través del tiempo.
En esta virtud, es necesario realizar un análisis más acucioso de cada una de los ámbitos del
Estado, el gobierno y la administración que se han señalado, con el fin de categorizar las áreas
que serán sometidas a profundización en el mismo. Para realizarlo, se debe conocer la metodología
de las ciencias sociales y los métodos que permiten comprender la realidad para explicarla. A partir de
estos métodos llegaremos a los enfoques para el estudio político y en conjunto nos dará la pauta
incrementar las herramientas que serán de utilidad para lograr las competencias, objetivo y fines de este
módulo.
Giovanni Sartori dice que los métodos empleados por la ciencia política son principalmente el método
experimental, el estadístico, el comparado y el histórico (2002).
Método experimental
1
Se recomienda leer Sartori (2002).
El experimento en ciencias sociales trata de crear condiciones controladas que permitan mantener
constantes ciertas variables. El objetivo es observar la operación de variables en condiciones bien
definidas. Esto es,
…se crean situaciones artificiales para tener la posibilidad de probar, elaborar y refinar el conocimiento
con el propósito de incrementar la comprensión y el conocimiento del comportamiento de las variables
relevantes que intervienen en los fenómenos sociales (Gómez-Peresmitré y Reidl, 2016:19).
Tipos de experimentos
Uno de los grandes ejemplos de este tipo de investigaciones fue realizado por el Dr. Philip Zimbardo de
la Universidad de Stanford en 1971. Él realizó uno de los experimentos sociales más impactantes y
famosos de todos los tiempos: en unos días fue capaz de convertir a un grupo de ciudadanos de clase
media en gente sádica, por un lado, y víctimas sumisas, por otro. De hecho, existen varias películas
filmadas en torno a este experimento. Para profundizar más sobre el caso, se recomienda ver el siguiente
video (si te es posible puedes buscar la película sobre este tema en su versión alemana o latina):
para la ciencia política y la administración pública. Idear y crear un estudio por medio del método
experimental es tarea del investigador y del estudioso de las ciencias sociales.
Método estadístico
Este método implica el empleo y la agrupación de los números, la comparación de los hechos y el
aprovechamiento de los datos obtenidos para formular leyes estadísticas (Fernández, 1982). Los
modelos estadísticos pueden clasificarse en función de la información que utilizan y del objetivo que
pretenden. Cuando sólo se estudia un fenómeno en un instante en el tiempo, se dicen que los modelos
son estáticos o transversales. Si se estudia la evolución de un fenómeno a lo largo del tiempo, los
modelos se llaman dinámicos o longitudinales. Si sólo se dispone de la información de una variable, son
modelos extrapolativos.
En general, los modelos estadísticos usan una descomposición de los valores de una o varias variables
respuesta o dependientes en una parte sistemática o predecible y otra parte aleatoria o no predecible,
por ejemplo:
R(t) = X(t) + U(t)
Donde R(t) es la respuesta observada, X(t) es la parte predecible y U(t) es la parte aleatoria y no
predecible. Por tanto, un modelo estadístico engloba en la parte predecible o determinista el efecto de
la variable o variables explicativas y en la parte aleatoria el efecto de los factores no controlados.
Para mucha gente la estadística significa descripciones numéricas. Sin embargo, en términos más
precisos, la estadística está constituida por un conjunto de principios y procedimientos para el estudio
de los fenómenos aleatorios. En este sentido, la ciencia estadística tiene virtualmente un alcance
ilimitado de aplicaciones en un espectro tan amplio de disciplinas que van desde las ciencias,
ingeniería, economía hasta las leyes, medicina y la mercadotecnia. La estadística como una ciencia
aplicada constituye una vasta rama del conocimiento para la investigación, dado que la finalidad de
toda investigación es obtener conclusiones válidas que permiten establecer y dejar en un espacio
específico y concreto la importancia que un problema conlleva (Tapia, 2010:6).
La estadística descriptiva está formada por procedimientos empleados para resumir y describir las
características importantes de un conjunto de mediciones y la estadística inferencial está formada por
procedimientos empleados para hacer inferencias acerca de características poblacionales, a partir de
información contenida en una muestra sacada de esta población (Mendenhall et al., 2006:4).
La estadística es una herramienta de gran utilidad para la administración tanto pública como privada.
Por ejemplo, toda información gubernamental se recopila y se analiza con métodos estadísticos y existen
métodos simples y métodos complejos. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) es el
encargado principal de realizar esta función por medio de los censos de gobierno y población, así como
por encuestas a hogares y/o empresas.
En la siguiente liga puedes consultar la información que para junio de 2015 el INEGI tenía sobre la
Administración Pública:
Método comparado
El término método comparado (MC) muchas veces se emplea como sinónimo de comparación, análisis
comparativo o investigación comparativa (comparative research). De esta forma, MC puede incluir todo
método que sirve a la comparación o se aplica metodológicamente en el gobierno comparado o en
sistemas políticos comparados (comparative politics) (Nohlen, 2006).
El MC en sentido estricto busca examinar nexos causales y trata de aislar los factores que pueden ser
considerados como causa (variable independiente) de un efecto (variable dependiente) (→Causalidad).
El MC es el sustituto del experimento en las ciencias sociales. Principalmente, se puede distinguir entre
un modo de utilización cualitativo y otro cuantitativo. La distinción se refiere primordialmente al número
(n) de los casos examinados (Nohlen, 2006).
Existe, entonces, un tipo de comparación cualitativa (con pocos casos) y otra que utiliza una
comparación cuantitativa con procedimientos estadísticos (cross national studies) sobre la base del
mayor número posible de casos y que, en el aspecto metodológico, debe ser tratada más bien entre los
métodos estadísticos. Sea como fuere, con la decisión del investigador de proceder comparativamente
no se resuelve el problema metodológico, sino apenas empieza el razonamiento consciente del método
(Nohlen, 2006 y Sartori, 2002).
Paradigma Paradigma
cualitativo cuantitativo
• Fenomenologismo y comprensión: interesado en comprender la • Positivismo lógico: “busca los hechos o causas de los
conducta humana desde el propio marco de referencia de quien fenómenos sociales, prestando escasa atención a los estados
actúa. subjetivos de los individuos”.
• Observación naturalista y sin control. • Medición penetrante y controlada.
• Subjetivo. • Objetivo.
• Próximo a los datos; perspectiva “desde dentro”. • Al margen de los datos; perspectiva “desde afuera”.
• Fundamentado en la realidad, orientado a los descubrimientos, • No fundamentado en la realidad, orientado a la comprobación,
exploratorio, expansionista, descriptivo e inductivo. confirmatorio, reduccionista, inferencial e hipotético deductivo.
• Orientado al proceso. • Orientado al resultado.
• Válido: datos “reales”, “ricos” y “profundos”. • Fiable: datos “sólidos” y repetibles.
• No generalizable: casos aislados. • Generalizable: estudios de casos múltiples.
• Holista. • Particularista.
• Asume una realidad dinámica. • Asume una realidad estable.
Fuente: http://goo.gl/z0S9i9
En resumen, del paradigma cuantitativo se dice que posee una concepción global positivista, hipotético-
deductiva, particularista, objetiva, orientada a los resultados y propia de las ciencias naturales. En
contraste, del paradigma cualitativo se afirma que postula una concepción global fenomenológica,
inductiva, estructuralista, subjetiva, orientada al proceso y propia de la antropología social. Sin embargo,
el análisis del método realizado por Cook and Reichardt (2005:5) proporciona una descripción más
profunda y detallada. Ellos recomiendan tratar como incompatibles ambos paradigmas, pues según las
necesidades de investigación podríamos resaltar algunos de los beneficios potenciales del empleo
conjunto de los métodos cualitativos y cuantitativos (Cook and Reichardt, 2005).
Ejemplos
La realidad puede ser confrontada con concepciones normativas del “buen orden” (la
comparación relativa a valores o axiológica fue usual en el anterior enfoque del gobierno
comparado).
O en el ideal típico de un modelo de gobierno (un procedimiento frecuente en el discurso del
asesoramiento político).
En la comparación empírica, con informaciones de carácter cuantitativo y cualitativo sobre los
sistemas políticos de otros países.
posibles raíces económicas, sociales, políticas, religiosas o etnográficas, y partiendo de este análisis
llevar a cabo la síntesis que reconstruya y explique el hecho histórico (Delgado, 2010)
Por otro lado, inducción –término que procede del latín inductio–, quiere decir mover a uno, persuadir,
instigar. Nombra al método de razonamiento que asegura la posibilidad de pasar de los hechos
singulares a las proposiciones generales, o sea, va de lo particular a lo general. Aunque la historia
general de un país no es exactamente la suma de sus historias locales, es muy importante conocer los
hechos particulares para alcanzar las conclusiones más reales en los resultados de la investigación
histórica (Delgado, 2010).
Por lo tanto, el método de investigación histórica debe ir de lo general a lo particular, pero debe ser
completado de lo particular a lo general (Delgado, 2010).
La historia, por lo tanto, es una herramienta que nos permite escudriñar el pasado para conocer el
presente y realizar estudios prospectivos. En la Administración Pública es indispensable esta
herramienta analítica porque a partir de aquí podremos conocer cómo se formó nuestro sistema
administrativo, cuáles son sus características y cómo podemos modificarlo, diseñarlo, rediseñarlo o
reformarlo.
Existen otros métodos que pueden ser utilizados en el estudio del Estado, sus elementos, sus
instituciones y organizaciones. Puedes encontrar estos métodos en el capítulo 1 del libro El Estado
empresario, del Dr. Jorge Fernández Ruiz, disponible en:
http://bibliohistorico.juridicas.unam.mx/libros/libro.htm?l=1027.
Ahora bien, la simbiosis entre métodos y teorías ayudan a entender la realidad de manera controlada y
metodológicamente valida. Estas herramientas permitirán dividir las partes de un fenómeno sociopolítico
o administrativo, de una institución, de una organización o de cualquier elemento constitutivo del Estado
que se pretenda estudiar, analizar, reconstruir o construir.
En el siguiente y último apartado se explican las escuelas del análisis político, paradigmas necesarios
para entender a partir de qué criterios podemos abordar el análisis o estudio del Estado y sus
componentes políticos y administrativos.
Dentro de las escuelas más reconocidas para el análisis político se encuentran las siguientes:
Marxista
El análisis político por medio de esta escuela se deriva de la doctrina y teoría social, económica y política
basada en la obra de Karl Marx y sus seguidores, indisolublemente unida a algunas ideologías y
movimientos políticos y económicos como el socialismo, el comunismo y el capitalismo.
Se entiende por marxismo al pensamiento de Carlos Marx, que también incluye el método dialéctico,
para el estudio de las realidades y los hechos políticos, sociales y culturales. El marxismo es el estudio
del capitalismo y sus relaciones de dominación y producción.
El marxismo tiene su origen en la obra de Marx (1818-1883), mediante la cual pretendía desvelar las
leyes inherentes al desarrollo del capitalismo. Encontró que cada época histórica se caracterizaba por
un modo de producción específico que se correspondía con el sistema de poder establecido y, por lo
tanto, con una clase dirigente en perpetuo conflicto con una clase oprimida.
La teoría política y económica de Carlos Marx es sumamente compleja. En este apartado sólo se
mencionarán algunos elementos que permitan ir conociendo algunas herramientas para comprender,
desde esta perspectiva analítica, algunos elementos del Estado.
Para la teoría marxista, el Estado es un instrumento de dirección y gobierno de la clase dominante; con
relación a los enemigos de esta clase. Es, por lo tanto, un instrumento de dominación (Pacheco, 1970).
Otro importante elemento de análisis es la dialéctica y la ley de los contrarios. Se explican las leyes de
la dialéctica así: Toda realidad posee en sí misma el germen de su propia contradicción. No existe nada
en la naturaleza que no tenga su contrario. No hay negro sin blanco, no hay grande sin pequeño, no
hay luz sin oscuridad, no hay amor sin odio, no hay pobres sin ricos, no hay proletariado sin burguesía
(Marx, 1973).
Para profundizar sobre las categorías analíticas del marxismo para el análisis político se recomienda
revisar los textos de Marx: El manifiesto del partido comunista, La ideología alemana, Las tesis sobre
Feuerbach y El capitalismo (en sus diversos tomos).
Fuente: http://bit.ly/2aHPWZH
En principio, the rational choice theory (la Teoría de la Elección Racional) supone la primacía del
individuo racional y maximizador (análogo al axioma bajo el cual se desarrolla la teoría microeconómica
neoclásica).
La elección racional argumenta la consideración del individuo, o de algo análogo al individuo, como su
unidad de análisis. Esto asume que los individuos, incluyendo a los políticos, son racionales en el sentido
en que, dadas las metas y estrategias alternativas para alcanzarlas, ellos seleccionarán las alternativas
que maximizan sus oportunidades de alcanzar dichas metas. Las instituciones u otras características
estructurales, tales como las divisiones étnicas o la medida del campesinado, así como las circunstancias
políticas inmediatas, entran a los argumentos de la elección racional como factores de segundo orden.
Esos factores contextuales determinan las alternativas a partir de las cuales los individuos pueden elegir
sus estrategias y los costos y beneficios asociados con dichas estrategias (Durán, 2011:5).
En este sentido el análisis político, vía la elección racional, parte de que los individuos maximizan
beneficios, son racionales y que toman decisiones con arreglo a fines. Por lo tanto, las decisiones que
toman tanto los individuos en lo particular como los grupos están modeladas para que se intente
conseguir los resultados deseados. Este análisis considera que se pueden identificar las preferencias,
afinidades y, por lo tanto, predecir las decisiones de los actores.
Se dice que el comportamiento político se explica por las motivaciones y cálculos económicos
individuales. Es una explicación de los fenómenos políticos en función de los intereses personales y
racionales.
En la Teoría de la Elección Racional se integran tres componentes: actos, estados y resultados. Una
tabla de decisión organiza sus relaciones y es la forma de especificar un problema, e incluye una fila por
cada acto y una columna para cada estado.
La teoría de juegos modela los problemas de las decisiones interdependientes entre dos o más
agentes sociales. Los juegos pueden ser de dos o más jugadores, con información perfecta o
imperfecta. También pueden clasificarse si los intereses de los jugadores son completamente
opuestos, es decir, juegos competitivos o de suma cero, o complementarios al menos parcialmente,
que en el caso de comunicación entre los jugadores son conocidos como juegos cooperativos. Una
elección presidencial puede ser pensada como un juego competitivo en donde sólo un partido lo gana
todo. Pero el funcionamiento del parlamento podría ser enfocado como un juego cooperativo en
donde existen intereses comunes a los distintos jugadores. Como en la teoría de la decisión, un juego
puede ser planteado mediante una tabla de pagos o a través de un árbol de juego. La teoría supone
también que, dada una elección de estrategias por parte del oponente, cada jugador elegirá aquellas
estrategias que maximicen su utilidad esperada (Loza, s.a., s.p.).
Uno de los dilemas en teoría de juegos más reconocido es “el dilema del prisionero”.
Existen otras escuelas para el análisis político como el conductualismo (behavioralism), la teoría de la
modernización, la teoría de la competitividad sistémica, el enfoque sistémico y el nuevo
institucionalismo. Algunas se verán en otra sesión y también se recomienda investigar sobre las
diferencias e implicaciones para el análisis político de cada escuela, mismas que permitirán agregar a
nuestras competencias otras herramientas para el estudio del sistema político y administrativo en
México.
La Teoría de Sistemas brinda las herramientas para realizar un análisis sistémico, mismo que se puede
combinar con otros paradigmas y metodologías para lograr resultados más certeros. David Easton
considera que la vida política es un sistema abierto y adaptable: se desenvuelve en un contexto interno
moldeado por estructuras, funciones, valores y formas de socializar las interacciones que permiten su
permanencia en el tiempo.
Al interior del sistema hay actores, demandas, resultados, intereses, valores, tradiciones, ideologías,
procesos, metas, intercambios, etc., en sus aspectos sociales, económicos y políticos.
Según el esquema anterior, el sistema político tiene tres principales funciones: socialización de valores,
reclutamiento de actores participes en los procesos del sistema y comunicación entre sus diferentes
componentes. A partir de estas tres grandes funciones se articulan intereses, se agregan intereses, se
toman decisiones de políticas públicas y se implementan o adjudican políticas. Estas funciones no sólo
repercuten a nivel intrasistema, sino también al exterior de éste. De allí que haya un sistema de
comunicación y socialización al exterior.
Entender y comprender al Estado como un sistema permite comprender cómo se forma una
organización, una institución o un proceso. Estos conocimientos teóricos e históricos constituyen las
herramientas para saber sobre y hacer análisis político y administrativo.
Cierre
Una vez introducidos a las particularidades del Estado desde una perspectiva sistémica se está en
posibilidades de abordar temas mucho más complejos dentro del mapa curricular en la Licenciatura en
Administración y Gestión Pública; puesto que éstos son sólo algunos de los aspectos que evidencian la
importancia de alcanzar un adecuado conocimiento de las teorías, los contenidos de las categorías y
los conceptos principales tanto para el estudio como para el ejercicio de la función pública.
Para tener un acercamiento al estudio del Estado como un fenómeno histórico, social, jurídico y político,
es necesario identificaras fuentes –principalmente las formales– del derecho. Para ello, se recomienda
la consulta de los siguientes materiales:
Bobbio, N. (1987). La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político.
México: FCE. [En esta obra se hace un recorrido sobre la teoría de las formas de gobierno a
través de diversos autores que resulta imprescindible conocer para tener un panorama general
del tema y relacionarlo con la evolución del Estado.]
Cárdenas, J. (2009). Introducción al estudio del Derecho. México: Nostra / UNAM-IIJ. [En
especial el capítulo noveno, titulado “Estado de derecho”. En este capítulo se presenta un
panorama general sobre el origen del Estado moderno, a la vez que se adentra en la relación
entre Derecho y Estado, lo cual resulta fundamental para el estudio de esta unidad.]
Carpizo, J. y Carbonnell, M. (2006). Derecho constitucional. México: Porrúa / UNAM-IIJ.
[Principalmente el capítulo décimo, titulado “Vigencia del régimen constitucional”, en donde se
hace referencia a las implicaciones del constitucionalismo en México a partir de la promulgación
de la Constitución de 1917, además de mencionar cómo los cambios programáticos y los ideales
que se fijaron en la Constitución se convirtieron en realidad.]
Fuentes de consulta
Básicas
Juárez, F. (2012). Teoría General del Estado. México: Red Tercer Milenio. Recuperado de
http://www.upg.mx/wp-content/uploads/2015/10/LIBRO-18-Teoria_general_del_estado.pdf
León y Ramírez, J. (2004). La construcción de los espacios públicos en la democracia. Toluca:
IEEM-UAEM.
Locke, J. (1998). Ensayo sobre el gobierno civil. Madrid: Alianza.
Loza, N. (s.a). La reelaboración de las teorías de la elección racional y los mecanismos de la vida
social. Notas sobre Jon Elster. Recuperado de http://www.filha.com.mx/filha1/ensayos_his/3.htm
Luhmann, N. (1996). Introducción a la Teoría de Sistemas. Reís, 85(99), 315-367.
Luhmann, N. (2001). Poder, política y derecho. Metapolítica, 5(20), 11-39.
Martínez, V. (2002). Diagnóstico administrativo. Procedimientos, procesos, reingeniería y
benchmarking. México: Trillas.
Marx, C. y. Engels, F. (1973). La ideología alemana. Moscú: Progreso.
Mendenhall, W., Beaver, R. y Beaver, B. (2006). Introducción a la probabilidad y estadística.
Cengage Learning. México: Cengage Learning Editores. Recuperado de
http://investigadores.cide.edu/aparicio/data/refs/Mendenhall_Prob_Estadistica_13.pdf
Murillo, J. (2011). Métodos de investigación de enfoque experimental. Recuperado de
http://www.postgradoune.edu.pe/documentos/Experimental.pdf
Nohlen, D. (2006). El método comparado. Diccionario de ciencia política: teorías, métodos,
conceptos. México: Porrúa. Recuperado de http://www.nohlen.uni-hd.de/es/publicaciones.html
North, D. (2012). Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. México: FCE.
O’Donell, G. (1996). Otra institucionalización. Revista Política y Gobierno, III(2), 219-244.
Pacheco, M. (1970). La Teoría Marxista del Estado y del Derecho. Anales de la Facultad de
Ciencias Jurídicas y Sociales 10(10). Recuperado
http://www.analesderecho.uchile.cl/index.php/ACJYS/article/view/4231/4121
Peters, G. B. (2003). El nuevo institucionalismo. Teoría institucional en ciencia política.
Barcelona: Gedisa.
Porrúa, F. (1994).Teoría del Estado. México: FCE.
Rodríguez, J. (1996). Estado de derecho y democracia. México: IFE.
Rousseau, J. (1965). El contrato social (trad. Consuelo Berges). Buenos Aires: Aguilar.
Sartori, G. (2002). Lógica y método en las ciencias sociales. México: FCE.
Complementarias