Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Una mujer de 52 años, médica. Perdió a su hijo único adolescente hace 3 años en un
accidente de carro. No lloró cuando su muerte. Se integro a un grupo de autoayuda que si
le ayudó. Dice que había trabajado el duelo, inclusive con constelaciones familiares.
A raíz de los acontecimientos en el país y la muerte de muchos jóvenes y adolescentes, a
ella se le desencadena una serie de síntomas. Se siente mal, ansiedad, insomnio, tristeza,
llanto.
El síntoma que más que le angustia en particular son olvidos de cosas como el numero de
su pin para sacar dinero del cajero, no se concentra, está en blanco, no puede trabajar. Eso
le ha causado horror porque no quiere perder su trabajo.
En la tercera cita. En esta sesión ella viene diferente, luce mucho mejor, arreglada, más
tranquila y risueña. Ha estado pintando, reuniéndose con amistades; arreglando el cuarto
del hijo, organizando sus cosas para regalarlas.
Le propongo anclajes en relación con los olvidos. Yo adulto y yo niña. Y los olvidos
En el anclaje de los olvidos estuvo en silencio un rato. Lugo dijo “algunas cosas deben ser
olvidadas”. Al preguntarle sobre los olvidos actuales dice: “susto, con miedo” … “me falta
creatividad” “¿estoy perdiendo facultades?”
En mi caso, me ha dado pistas para trabajar con su pasado, del lado materno (izquierda) lo
que corrobora su visión de la imagen de su niña interior con la que se trabajó la sesión
anterior.
Ella tomó conciencia desde su yo adulta, como una persona con muchas fortalezas.