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Las Escrituras nos dan los requisitos claros para la obra del anciano y todo hombre que desea o
aspira ser un anciano debe cumplir con los requisitos que están establecidos en 1 Timoteo 3:1-
7 (también en Tito 1:5-9, pero para este artículo estaremos enfocándonos solo en 1 Timoteo
3). A continuación, resumiremos los textos a 6 requisitos que un anciano debe cumplir para
servir en la iglesia local.
1. Requisitos de deseo
La palabra “aspira” en el griego significa un intenso deseo o un esfuerzo para obtener algo. En
lo negativo Pablo lo usa en 1 Timoteo 6:10: “Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de
mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y
se han causado muchas heridas dolorosas” (NTV, énfasis añadido).
El anciano debe tener un llamado de Dios para la tarea y ese llamado es un intenso
deseo. ¿Tienes un intenso deseo de ser anciano?
El texto dice “aspira al cargo de obispo, buena obra desea hacer” (LBLA, énfasis añadido). Es
trabajo duro. No es una posición que solamente espera ser llenada; es un trabajo que se tiene
que hacer. En la Fuerza Armada los oficiales tienen sus rangos en sus hombros y su cuello, los
enlistados tienen su rango en sus brazos. Esto significa, para el oficial, que tiene una carga de
liderazgo y el enlistado tiene que servir con sus brazos. El pastor tiene que tener los dos. En 1
Pedro 5:1-3 hay palabras que nos muestra que es trabajo duro (pastoread o apacentad, velando,
y ser ejemplos).
2. Requisitos externos
Dice el v. 7 que “Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera de la iglesia,
para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo”. Una buena reputación es de gran gozo
especialmente con los de afuera de la iglesia. El anciano no tiene marcado en su vida ningún
escándalo, sino que es un hombre íntegro.
Aunque la palabra anciano se asocia con una persona mayor, no se está hablando de una
persona mayor en edad, pero sí se habla de una persona con mayor experiencia. El anciano
debe mostrar fidelidad a largo plazo en la congregación local. La iglesia necesita tiempo para
evaluar su conducta y un recién convertido no tiene el tiempo para mostrar que es llamado por
Dios al ministerio pastoral.
3. Requisitos internos
Hay tres palabras en el v. 2 que se refieren al pastor como un hombre disciplinado: sobrio,
prudente y de conducta decorosa.
Esto es, libre del amor al dinero (1 Ti. 6:6-10). Este es un hombre contento con lo que Dios le
ha dado en sus finanzas. Muchos pastores han caído en la ruina por causa de su amor al
dinero. El anciano es uno que tiene sus finanzas en orden y no quiere retener para sí mismo.
4. Requisitos interpersonales
Esto significa “amar a los desconocidos o extranjeros” o “estar dispuesto a servir o hacer sentir
bienvenidos a quienes tienen necesidad”.
Los ancianos hacemos sentir bienvenidos, amados y servimos a todos aquellos que vienen a
estar bajo nuestro cuidado. Tener esta característica es tener una disposición de amor,
preocupación y estar abierto a todos, especialmente a los cristianos. Abrir su hogar para una
comida con unos invitados y querer conocerlos es una marca de la hospitalidad.
5. Requisitos familiares
Hombre de una sola mujer. El pastor tiene amor y deseos por una sola mujer, su esposa. El
punto importante aquí es que el pastor es fiel a su esposa.
Billy Graham creó el “Modesto Manifesto” (con el subtítulo: “una declaración de integridad
bíblica”). Todo su equipo creó un pacto para ministrar con la más alta integridad. Uno de los
requisitos era que nunca estaría solo con una mujer, excepto su esposa.
1 Timoteo 4:16 dice: “Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas,
porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan”.
Esta es la única característica que es un don. Es la que distingue el anciano del diácono. El
anciano es un maestro y sabe cómo enseñar la palabra de Dios.