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4.1 INDICACIONES PARA PROFESIONALES
DEFINICIÓN Y DIAGNÓSTICO
La obesidad se define como el exceso de grasa perjudicial para la salud. En
función del porcentaje de grasa corporal se consideran obesos a aquellos varones
con un porcentaje de masa grasa mayor del 25% y a aquellas mujeres con un
porcentaje de masa grasa mayor del 33%. IMC son las siglas correspondientes a
Índice de Masa Corporal (kg/m2) también conocido como Índice de Quetelet. Este
índice se utiliza desde el año 1871 y relaciona el peso con la talla de una persona.
Es uno de los métodos más empleados y cada vez más extendido para
diagnosticar la obesidad por ser rápido, económico y muy accesible. Sin embargo,
no es el método más eficaz, ya que no atiende otros aspectos de vital importancia.
Por ejemplo, no contempla la complexión de la persona (delgada, media o fuerte),
sus perímetros corporales (cintura o cadera), las diferencias constitucionales por
sexo o el porcentaje de grasa ni su distribución en el organismo. El sobrepeso y la
obesidad no se refieren a un exceso de peso, sino a un exceso de grasa, y esta
fórmula no atiende a la cantidad de la misma. Es por este motivo que para realizar
una valoración adecuada de la situación nutricional de la persona es preciso
acompañar el resultado con otras mediciones corporales. La composición corporal
se puede valorar con aparatos especiales (impedancias) o instrumentos
adecuados (cinta métrica, lipocalibrador, etc.) con los que se consigue estimar la
cantidad de grasa corporal, la masa muscular y el agua total del organismo. El
IMC no permite valorar cual es la distribución de grasa corporal y, por tanto, no es
posible analizar el riesgo cardiovascular del individuo, que es mayor en caso de
que la grasa se localice a nivel abdominal.
• Población con IMC entre 18.5 y 24.9 kg/m2 (normopeso): este grupo de
población no tiene indicación de intervención terapéutica. No está de más
recomendar hábitos saludables de dieta y la práctica rutinaria de ejercicio
físico. Se debe vigilar con más
• Población con IMC entre 25 y 26.9 kg/m2 (sobrepeso tipo I): este grupo de
población constituye aproximadamente un 20% de la población española y la
visita médica está indicada. Si el peso es estable, de distribución ginoide y sin
comorbilidades asociadas no está indicada la intervención terapéutica desde el
punto de vista médico. Si cualquiera de las condiciones anteriores no se
cumplen es aconsejable la intervención que se debe limitar a las indicaciones
dietéticas y de actividad física pertinentes. Se deben realizar controles
periódicos a nivel de Atención Primaria.
• Población con IMC entre 27 y 29.9 kg/m2 (sobrepeso tipo II): en este intervalo
de IMC ya se observa un incremento de la comorbilidad y mortalidad asociado
al exceso de grasa visceral a nivel central. En este grupo de población la visita
y valoración médicas son obligadas. Si el peso permanece estable, la
distribución de la grasa es preferentemente ginoide y no existe ningún factor
de riesgo asociado, la intervención médica es opcional y son convenientes las
indicaciones dietéticas y de actividad física. Si alguna de las condiciones
previas no se cumple, el paciente debe ser tratado con el objetivo de una
pérdida del 5-10% del peso corporal en un período de 6 meses con
mantenimiento del peso alcanzado a largo plazo. Para conseguir este objetivo
se deben utilizar medidas dietéticas, acompañadas de un aumento en la
actividad física y una modificación de hábitos. Si el objetivo no se cumple en 6
meses se puede valorar el empleo de fármacos
• Población con IMC entre 30 y 34.9 kg/m2 (obesidad tipo I): es frecuente la
presencia de comorbilidades como diabetes tipo 2, dislipemia o hipertensión.
El tratamiento, obligatorio en esta situación, debe constar de dieta hipocalórica
individualizada, actividad física regular y el tratamiento de las comorbilidades.
En función de la evolución se puede valorar el empleo de fármacos específicos
para el tratamiento de la obesidad. Es aconsejable que sean valorados por una
unidad de obesidad especializada con seguimiento posterior en Atención
Primaria. El objetivo principal es la pérdida de un 10% del peso corporal y la
disminución del perímetro abdominal.
• Población con IMC entre 40 y 49.9 kg/m2 o igual o superior a 50 kg/m2: este
grado de obesidad implica gravedad, principalmente cardiovascular. La cirugía
bariátrica es frecuentemente el tratamiento de elección para la mayoría de los
pacientes, por lo que deben ser remitidos a centros especializados.
• Procure no comer solo y no realice otra actividad mientras coma (leer, ver
televisión, etc.).
• No son recomendables los purés ni las sopas por su escaso poder saciante y
por su rápida absorción.
VERDURAS O ENSALADAS
• Puede utilizar cualquier tipo de verdura u hortaliza de manera libre (excepto la
patata): acelga, alcachofa, alubia verde, apio, berro, berza, borraja, brécol,
calabacín, calabaza, cardo, cebolla, endivia, escarola, espárrago, espinaca,
lechuga, nabo, pella, pepino, pimiento, puerro, tomate, zanahoria, etc. Setas y
champiñones.
• Elija carnes magras: ternera, pollo sin piel, lomo de cerdo magro, paletilla o
pierna de cordero de leche, caballo, potro, cabrito, codorniz, conejo, liebre,
pavo, jamón cocido extra, jamón serrano, etc. Debe retirar la grasa visible de la
carne.
GRASAS Y ACEITES
• Es muy beneficioso utilizar aceite de oliva para cocinar y aliñar los alimentos.
Es importante medir bien la cantidad de aceite recomendada en la dieta y no
sobrepasarla.
COCINADO RECOMENDADO
• Es preferible: hervido, al vapor, al horno, a la plancha, al microondas, estofado
con poco aceite, en wok o en papillote. Conviene utilizar sartenes y cazuelas
antiadherentes para cocinar. Evite: frituras, empanados, guisos con salsas
grasas, etc.
• Utilice sal yodada para cocinar, en cantidad moderada y no añada sal a los
alimentos en la mesa. Limite la ingesta de alimentos salados (conservas,
ALCOHOL Y BEBIDAS
• La mejor bebida para acompañar la comida es el agua. No es recomendable
el consumo de bebidas alcohólicas en dietas hipocalóricas. Si no lo tiene
contraindicado, puede tomar como máximo una copa de vino tinto o una
cerveza en la comida y en la cena, nunca con el estómago vacío.
• Puede tomar: agua, infusiones de café, té, manzanilla, tila, menta, caldos de
verdura sin aceite, caldos de carne desgrasados, caldos de pescado, gaseosa
blanca y refrescos sin calorías (light).
EJERCICIO
• El mejor complemento de una alimentación sana es que mantenga, en la
medida de sus posibilidades, una actividad física regular (por ejemplo,
caminar al aire libre todos los días al menos durante 30 minutos), nunca en
ayunas. Disminuya las horas de ocio sedentario (ver televisión, etc.).
¾ Una tarrina de queso fresco entero (75 g.) o dos tarrinas de queso fresco
desnatado (150 g.)
¾ Dos lonchas finas (20 g.) de queso de bola o semicurado (45 % materia grasa):
Urbasa, Roncal, Camembert, Brie, Manchego, etc.
Comida y cena: Puede cambiar una rebanada de pan (20 g.) por:
¾ Medio cazo mediano (40-50 g. cocido) de pasta, sémola, tapioca o arroz (15 g.
en crudo)
¾ Una tarrina de queso fresco entero (75 g.) o dos tarrinas de queso fresco
desnatado (150 g.)
¾ Dos lonchas finas (20 g.) de queso de bola o semicurado (45 % materia grasa):
Urbasa, Roncal, Camembert, Brie, Manchego, etc.
Comida y cena: Puede cambiar una rebanada de pan (20 g.) por:
¾ Medio cazo mediano (40-50 g. cocido) de pasta, sémola, tapioca o arroz (15 g.
en crudo)
¾ Una tarrina de queso fresco entero (75 g.) o dos tarrinas de queso fresco
desnatado (150 g.)
¾ Una loncha mediana (30 g.) de queso de bola o semicurado (45 % materia
grasa): Urbasa, Roncal, Camembert, Brie, Manchego, etc.
Comida y cena: Puede cambiar dos rebanada de pan (40 g.) por:
¾ Una patata mediana (150 g.)
¾ Una tarrina de queso fresco entero (75 g.) o dos tarrinas de queso fresco
desnatado (150 g.)
¾ Una loncha mediana (30 g.) de queso de bola o semicurado (45 % materia
grasa): Urbasa, Roncal, Camembert, Brie, Manchego, etc.
Comida y cena: Puede cambiar tres rebanada de pan (60 g.) por: