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El Año Nuevo Aymara o Año Nuevo Andino Amazónico celebra el solsticio de invierno.
Este es un evento en dónde el sol parece encontrarse más alejado de la tierra, debido al
grado de inclinación con respecto al sol. Este hecho hace que el planeta reciba menos luz y
el día parezca más corto. Este día es celebrado por los collas paganos de Bolivia, nombre
utilizado para denominar a las personas de la cultura Aymara. Representa el año nuevo
pues es el resurgimiento del sol. A pesar de ser una celebración muy autóctona de la
cultura Aymara, la celebración es de orden nacional. Este día es celebrado el 21 de Junio
de cada año.
Cada 21 de junio se celebra en Bolivia el Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco en
ocasión del solsticio de invierno o el “willkakuti", que traducido del aymara significa el
retorno o renacer del sol. Para este año están habilitados 223 “sitios sagrados” en el país
para los rituales y ofrendas a la Madre Tierra, o Pachamama, que son alusivos a la fecha.
La celebración más importante de los pueblos originarios de América del Sur tiene lugar
este 21 de junio y es conocida como el "We Tripantu" o "Nquillatún", término mapuche
que significa "salida del nuevo sol".
Los pueblos indígenas identificaron los momentos del año en que el Sol se alineaba con el
ecuador de la Tierra (equinoccios) y los momentos en que el astro rey alcanzaba su mayor
altura aparente en el cielo (solsticios).
La víspera del solsticio es la noche más larga del año, luego de ese momento clave y
durante los seis meses siguientes, las noches se acortan y los días se alargan. En el
ambiente hay más luz disponible y con ello hay mayor abundancia.
Se puede decir que en esta jornada comienza el año andino. Hoy pasarán el día más corto
y la noche más larga sobre el mundo. El sol, visto desde aquí, comienza su acercamiento a
la Tierra. Así se inicia un nuevo ciclo para la economía, la comunidad y el sentimiento
religioso de sus individuos. Desde épocas anteriores a los incas, los pueblos de esta parte
del mundo festejaban el equinoccio de invierno con la expectativa de tiempos mejores.
We Tripantu
Es la celebración del año nuevo mapuche, pueblo indígena ubicado en Chile, la festividad
se celebra en las zonas chilenas de la comuna de Lautaro en la Araucanía o en Temuco. La
comunidades mapuches preparan su propia celebración en las grandes ciudades chilenas
de Concepción y Santiago (capital).
La base de la sabiduría y ciencia mapuche es la observación permanente y sistemática de
la naturaleza, su metodología de aprendizaje se conoce como "inarrumen", "utilizaban el
mismo método socrático utilizado en la ciencia occidental: observación e inducción.
"En la naturaleza está todo dado, sólo se debe observar", explicó el historiador mapuche
encargado del Programa Patrimonio Indígena de la Corporación Nacional de Desarrollo
Indígena (Conadi), Juan Ñanculef Huiaquinao.
Ñanculef precisó que los conocimientos astronómicos de los mapuches los llevaron a
distinguir los movimientos de la Tierra. La rotación fue llamada chünküz mapu (redondez
de la Tierra) y la traslación tüway mapu (giros de la Tierra).
Tierra de fuego
La Fiesta Nacional de la Noche Más Larga se celebra cada 21 de junio en Ushuaia o Tierra
del Fuego en Argentina. En esta fecha se conmemora la llegada del invierno y muchas
culturas reconocen el inicio de las estaciones en provecho de las actividades relacionadas
con la agricultura.
Desde la noche del 20 de junio y hasta la víspera de la salida de los primeros rayos del sol
el 21 de junio se hace la velación al fuego esperando su energía.
Los asistentes a la ceremonia se sientan de manera circular a compartir el calor del fuego
en la noche más fría de invierno y los más sabios y ancianos se suman a compartir sus
saberes en toda la noche, explican cómo el fuego es dador de vida y por qué agradecemos
su compañía porque los seres humanos también son fuego porque contienen la energía
que los moviliza a luchar por la justicia.
Los indígenas ofrecen al padre sol inciensos, coca, tabaco, plantas aromáticas, panes,
dulces y bebidas, comparten sus alegrías, anhelos y le solicitan al Tata inti (sol) que les de
fuerza y los sane.
El Año Nuevo Andino será recibido en 202 espacios sagrados este miércoles y por primera
vez el presidente boliviano Evo Morales recibirá el nuevo año 5525 en la localidad de
Orinoca, municipio de Andamarca del departamento de Oruro, lugar del que es oriundo.
La "apthapi" o merienda indígena comunitaria en la que la comunidad de Oruro comparte
los alimentos suele ser visitadas por centenares de personas.
Dice que el Inti Raymi “marca el inicio de un nuevo ciclo espacio-temporal muy
importante. Nuestros ancestros eran grandes astrónomos y habían determinado la fecha
del año en el que es mayor la distancia entre el sol y nuestro mundo. Entonces ellos
conmemoraban el regreso del sol, que volvía para darle vida a nuestro mundo. En aquellas
épocas para pasar la noche más larga y más fría, se encendían fogones. Es que el sol aún
está débil, recién naciendo, y somos nosotros quienes debemos brindarle a él nuestro
calor, nuestra energía. Para ayudarlo a que regrese, se hizo el ‘Inti watana’, que en
quechua es del verbo ‘amarrar’, o sea para atar al sol y que no se aleje más”, dice Layme.
“No es que el sol sea una deidad y se lo adora como tal. El Inca trataba al sol como a un
padre visible y como tal se comportaba con la responsabilidad paterna que muestra: no
abandonaba a sus hijos”, dice Katia.