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De acuerdo al artículo 295 del Código de Procedimiento Penal, Ley 906 de 2004, la
restricción de libertad respecto de una persona dentro del proceso penal habrá de
entenderse de manera restrictiva, es decir que su procedibilidad se da únicamente de
manera excepcional, y se dará su existencia únicamente cuando concurran los elementos
de necesidad, proporcionalidad, adecuación y razonabilidad necesarios, atendiendo al
derecho fundamental consagrado en el artículo 28 Constitucional. (CPP, 2004. Art. 295)
De esta manera habremos de comprender que el fiscal del caso, en aras de promover
dicha medida estará sometido a la celebración de una serie de formalidades, las cuales,
adelantadas ante el Juez de Control de Garantías, le permitirán dar con la detención
intramural del imputado o acusado, según corresponda, cuando lo considere adecuado,
proporcional y necesario de cara garantizar el correcto desarrollo del procedimiento
perseguido.
Instalada la audiencia por parte del Juez, será el turno del fiscal para llevar al
conocimiento del miso los elementos materiales de prueba en los que funda su petición
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Dicha orden escrita deberá incorporar de forma clara los motivos de la captura, es
decir el o los delitos perseguidos, el nombre y los datos que permitan individualizar al
indiciado o imputado, el número de radicación de la investigación adelantada por la
policía judicial y el fiscal que dirige la investigación, so pena de carecer de validez,
dicha orden tendrá un término de ejecución de hasta 1 año, prorrogable indefinidamente
por un término igual, mediando petición del fiscal y, debiendo en todo caso, con la
procedencia de la prorroga informar al correspondiente órgano de policía judicial
encargado de ejecutarla. (CPP, 2004. Art. 298)
Finalmente deberá entenderse que una vez ejecutada la orden de captura, es decir,
cuando la misma se materialice con la detención del afectado por la misma, se
procederá, en un término máximo de 36 horas siguientes al acto ante el juez de control
de garantías a efectos de que este realice el correspondiente control de legalidad sobre el
procedimiento de captura, ordene la cancelación de la orden de captura y finalmente
resuelva lo pertinente con relación al aprehendido.
Debe recordarse que la orden de captura procederá únicamente en los casos que el
fiscal lleve al convencimiento del juez que la misma, y no otra de menor afectación, es
necesaria para evitar la obstrucción de la justicia, para asegurar la comparecencia del
imputado al proceso o la efectiva protección de los derechos y la integridad tanto de la
comunidad, como especialmente de las víctimas y finalmente en los casos de condena
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Bibliografía
Ley 906 (2004) Por la cual se expide el Código de Procedimiento Penal. Diario
Oficial No. 45.658 de 1 de septiembre de 2004.