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PAISAJISMO MODERNO Y CONTEMPORÁNEO

Características y Principales Exponentes


Por Salim Girala. Arquitecto

1. INTRODUCCIÓN

1.1. Objeto del presente trabajo

Paraguay es un país sin tradición paisajística. Mientras que otros países de la


región han recibido la influencia del paisajismo formal francés impulsado por las
escuelas de Beaux Arts o del pintoresquismo de la escuela paisajística inglesa
promocionada por las revistas de jardinería, o incluso por el movimiento moderno
que en Brasil ha contado con la figura de Burle Marx, el Paraguay, en cambio, se
ha mantenido totalmente ajeno a la disciplina de la arquitectura del paisaje.

Como antecedentes, podrían mencionarse los trabajos del Dr. Carlos Fiebrig y su
esposa Anna Gertz entre 1914 y 1936 para el Jardín Botánico de Asunción, que
pretendió contar con una exhibición de jardines “temáticos” que incluían el Parque
Romano, el Jardín Japonés, el Rosedal, la Fuente Camba´i, Jardín Argentino, Jardín
de Coníferas, etc.1 El proyecto debió estar inspirado por los románticos jardines
botánicos de Europa (hasta cuenta con una réplica de las ruinas de Humaitá), pero
compositivamente los diseños de Anna Gertz motivados por su interés en la
jardinería, eran intuitivos y carecían de un sustento filosófico o compositivo.

En la Facultad de Arquitectura U.N.A., la disciplina del paisajismo ha sido


incorporada recién desde el año 1998.

Aunque el génesis de la arquitectura moderna ha sido ampliamente difundido ya


desde el plan de estudios de 1956, y abunda bibliografía sobre sus exponentes más
destacados y sus obras; el génesis del paisaje moderno es un tema olvidado y los
nombres de sus figuras más destacadas resultan desconocidos en nuestro medio.

El objeto de este trabajo es delinear las características que definen un paisaje


moderno, o contemporáneo, y comentar el aporte de los principales exponentes de
esta disciplina, de manera que sirvan a los estudiantes como un punto de partida
para la investigación bibliográfica relacionada a paisajismo.
1
Fernandez Béraud, Leticia M. Historia y Fragmentaciones del Jardín Botánico y Zoológico de Asunción.
(Asunción: Fotosíntesis, 1995) Cap. IV, pág. 73-95
1.2. Lo contemporáneo

Benedetto Croce, filósofo italiano de la primera mitad del siglo XX, afirmaba que
la “historia es siempre contemporánea”. El término “contemporáneo”, acuñado
desde la historiografía occidental se encuadra plenamente asumido como referencia
cronológica. No obstante, la determinación de sus límites y su evolución siguen
siendo objeto de controversia entre las distintas historiografías nacionales, en virtud
de la diferente concepción en torno al significado de la contemporaneidad.

Desde la historiografía francesa, el concepto de contemporaneidad y de historia


contemporánea se introdujo en 1867. En la historiografía anglosajona, donde la
concepción de la modernidad es más elástica, la contemporaneidad resulta más
dinámica en la medida en que une al presente un pasado muy próximo. Es en este
último sentido que se utilizan los vocablos moderno y contemporáneo en el
presente trabajo.

2. GENESIS DEL PAISAJE MODERNO

Desde los orígenes de la civilización, los jardines han estado asociados al poder y la
riqueza. La transformación del paisaje inspirada en los más altos ideales estéticos,
filosóficos o bioclimáticos han surgido a lo largo de la historia de la mano de los más
influyentes personajes: desde los Jardines Colgantes de Babilonia, que fueron construidos
por Nabucodonosor II hacia el año 600 a.C. como regalo de amor para su esposa Amyitis,
hasta los jardines de Versalles, claro ejemplo del poderío de la monarquía absolutista del
siglo XVIII; han servido como una exhibición pública de poder, riqueza y status social.

Esta relación entre paisaje y poder económico se rompe por vez primera como resultado del
avance del fenómeno económico conocido como la Revolución Industrial. “La
industrialización ha acarreado abrumadoras. No sólo cambió radicalmente la vida laboral,
sino también la vida familiar y el ocio personal. De alguna manera, hasta redefinió los
motivos por los que se tenían hijos.” 2 Mediante el cambio de sus fundamentos filosóficos y
legales, las sociedades occidentales que pasaron por tal fenómeno pudieron prosperar y
expandirse en mayor medida que las sociedades orientales caracterizadas por la
inmovilidad de sus fundamentos religiosos o éticos.

2
Steams, Peter N. Influencia mundial de la Revolución Industrial (Biblioteca de Consulta Encarta, Microsoft,
2004)
En Inglaterra, entre las consecuencias de la presión de la Revolución Industrial, se
encuentra la ruptura de la familiaridad entre terrateniente y campesino. Mediante las leyes
de cercamiento de propiedades que favorecían al propietario, el campesino carente de
tierras a duras penas alcanzaba a sobrevivir y se vio arrastrado como mano de obra hacia
los grupos fabriles constituyendo una infrahumana unidad de producción en masa.

Muy pronto, las ciudades inglesas que hasta entonces estaban acostumbradas a un buen
nivel de vida, vieron deteriorarse su situación ambiental de manera rápida y la formación de
cinturones de pobreza crecía día a día. Ante esta realidad uno de los fenómenos de la época
fue la tendencia del hombre a escapar de la realidad hacia lo novelesco, entusiasmado por la
literatura y los viajes. Europa se vio inundada de arquitecturas de los estilos más diversos y
exóticos.

“La idea de modernidad apareció por primera vez relacionada con la arquitectura del
paisaje en los escritos de Horace Walpole (en especial en su Historia del gusto moderno en
jardinería publicado en Inglaterra en 1780), pero hasta finales del siglo XIX no se
desarrolló un cuerpo capaz de ser transmitido de manera objetiva.”3

“El movimiento moderno nació de la impaciencia con el pasado y el rechazo de la historia.


Y este rechazo es más profundo de lo implícito en la frase de Le Corbusier „los estilos son
una mentira‟; lo que en realidad necesitaba borrón y cuenta nueva era la sociedad entera.
En la mente de los pioneros modernos, el mundo antiguo, fundado en el barro de Flandes y
precipitado en la carnicería del frente ruso, tenía que desaparecer.” 4

En el Manifiesto Realista de Naum Gabo de 1920, no había retorno posible. “Dejamos el


pasado atrás como carroña”. Los jardines pertenecían, sobre todo, a una burguesía
corrompida, pero el jardín no sería suprimido, sino reinterpretado. Los pioneros del
Movimiento Moderno reflejaban un renovado amor a la naturaleza.

En la teoría moderna, por lo general, el jardín es algo tácito, sin que ello signifique que la
idea no haya estado presente en todo momento, por eso es que conviene recordar la doctrina
del “arquitecto como diseñador universal” cuyo ejemplo más ajustado fue Peter Behrens,
quien a su vez formó en su estudio a los jóvenes Walter Gropius, Mies van der Rohe y Le
Corbusier. Esta visión Inclusiva va más allá de la arquitectura. Los grupos pioneros del
arte y diseño modernos como De Stijl, Bauhaus, destacaron por su inclusividad: artistas,
arquitectos, escultores, ceramistas, tejedores, impresores, tipógrafos, diseñadores de
muebles metalistas y, como no, jardineros, formaban parte del proceso de inspiración. El
jardín era parte intrínseca de la teoría moderna, pero los historiadores han tenido la
tendencia a olvidarlo.

3
Roig, Joan Jardines modernos: Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva No. 53
Barcelona 1997).
4
Brown, Jane El jardín moderno (GG, Barcelona. 2000) pág. 8
Son cuatro conceptos los que definirían la idea de modernidad en la arquitectura del
paisaje: 1. Su relación con los valores sociales. 2. El paisaje como forma de arte. 3.
Adopción de los principios del Movimiento Moderno. 4. Respeto de los ciclos naturales.

2.1. Valores Sociales

Los nuevos sistemas de producción y reparto de la riqueza, establecidos a


consecuencia de la revolución industrial condujeron a la aparición de un
sentimiento social, una necesidad de reordenar la vida urbana en la búsqueda de
mejorar la calidad de vida del trabajador urbano. Esto dio lugar al desarrollo de
diversas teorías políticas y económicas.

El gran desafío lo constituía la necesidad de construir nuevas zonas residenciales.


Algunas de las teorías han dado como resultado respuestas utópicas, como las de
Robert Owen o Charles Fourier, que en su libro Teoría de los cuatro movimientos y
de los destinos generales de 1808, proponía un sistema social cooperativista. “El E
estado armonioso ideal se alcanzaría por la división social en falanges cooperativas
o comunidades, cada uno compuesta por unas 1.600 personas, que vivirían en el
falansterio, un enorme edificio comunal situado en el centro de una gran área
agrícola.”5 Sin embargo, hubieron también otras respuestas más pragmáticas.

La relación de los valores sociales emergentes y el paisajismo “se estableció a


partir del intento de mejorar las condiciones de vida de la población, procurándole
un mayor bienestar y dirigiéndola hacia un mayor progreso social mediante la
construcción de un entorno apropiado…” 6 en la medida en que este entorno fuera
capaz de reproducir unas circunstancias ambientales lo más parecidas posibles al
medio rural del que provenía la masa, en abierta oposición al medio urbano que los
acogía.

Dos son los modelos básicos que reflejan esta visión de contraste entre lo rural y lo
urbano: El parque urbano y la ciudad jardín.

“Con una población triplicada, […] con la extensión incontrolada de las ciudades
en suburbios, con una creciente contaminación por humos que amenazaba la vida
humana y de las plantas, destruyendo el interés del hombre por su entorno, el fin
del siglo XIX pudo contemplar una Gran Bretaña en un lamentable estado de

5
Biblioteca de Consulta Encarta (Microsoft 2004)
6
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje del siglo XX. Revista Arquitectura Viva. No. 53,
Barcelona. 1997)
descomposición paisajística.”7 Fue así que surgió la idea romántica de acercar a
los pobladores de la ciudad los paisajes rurales de donde provenían, para mejorar la
calidad de vida y estética del entorno de las moradas.

En este contexto, aparece la polifacética figura de Joseph Paxton, que es


mencionado en algún libro de forma algo peyorativa, indicando que era “el
jardinero que construyó el Palacio de Cristal para la Gran Exposición Universal de
1851.” En realidad, Paxton era un horticultor, ingeniero, urbanista, economista y
editor, quien en 1843, en respuesta a la necesidad de parques en ciudades
industriales, organizó el parque de Birkenhead, un proyecto combinado de colonia
y espacio abierto. Fue el primer parque en no tener una mansión como punto
central, y ser creado en base a fondos públicos y para tenencia y disfrute del propio
público.

A mediados del siglo XIX, Jean-Charles Alphand desarrolló en Paris un sistema


de parques románticos, para contrarrestar la severidad de los planes de Haussmann,
y en 1852 el Bois de Boulogne original, que era un bosque natural, se transformaba
en un bosque inglés de estilo pintoresco. Hacia 1863 el “Parc des Buttes-
Chaumont fue creado sobre el emplazamiento de unas antiguas canteras de piedra
caliza que más tarde se habían usado como vertedero de basuras y es el ejemplo
temprano más dramático de la aplicación del arte del paisajismo para crear formas
a partir de un lugar aparentemente desolado.”8

En los Estados Unidos surge la figura de Frederick Law Olmsted, quien desarrolló
de una forma más extensa la tipología de parques urbanos, y es el responsable de
haber creado el nombre de “arquitectura paisajista” para definir su ramo de trabajo,
lo que posteriormente desembocaría en la creación por vez primera de la carrera dr
arquitectura paisajista en la Universidad de Harvard. La evolución de Olmsted
podría desglosarse en cinco etapas: Central Park, Nueva York (1857), Prospect
Parc, Brooklyn (1866), Barrio Residencial Riverside, Chicago (1869), Sistema
Integrado de Parques, Boston (1880) y la Exposición de Chicago (1893).

El Parque Urbano, tipología capaz de introducir el medio rural en el interior de la


ciudad tradicional ya consolidada obtuvo su éxito por su capacidad de no poner en
crisis el modelo urbano tradicional.

7
Jellicoe, Jeoffrey y Susan El paisaje del hombre. La conformación del entorno desde la prehistoria hasta
nuestros días (GG, Barcelona. 1995) pág. 261
8
Jellicoe, Jeoffrey y Susan El paisaje del hombre. La conformación del entorno desde la prehistoria hasta
nuestros días (GG, Barcelona. 1995) pág. 257
Por otro lado, la Ciudad Jardín establece un modelo de construcción de la periferia
hasta hoy vigente. La idea de la ciudad jardín aparece en la obra de Ebenezer
Howard Mañana, un camino pacífico hacia la reforma social, publicada en 1898.
Esta propuesta se presenta como “un nuevo tipo residencial de baja densidad
edificatoria, capaz de contener alojamiento y ocio en un entorno que establece una
nueva definición para los conceptos urbano y rural.”9 Preconiza la creación de
ciudades de 30.000 habitantes económica y espacialmente independientes. Howard
propone un esquema de ciudad concéntrica edificada alrededor de un parque
central y dividida en seis sectores de actividad.

Dos de los clásicos ejemplos de Howard en el Reino Unido son las ciudades de
Letchworth y Welwyn, aunque el mejor ejemplo podría ser el trabajo de Bruno
Taut en las Stiedlungen de la periferia de Berlin en las décadas del 20 al 30 del
siglo XX.

Ambos modelos, Ciudad Jardín y Parque Urbano, relacionan la idea de modernidad


con el concepto de bienestar social, entendiendo el diseño del entorno inmediato
como un instrumento de progreso.

2.2. El Paisaje como forma de Arte

Si bien la preocupación social fue la primera característica que marca la diferencia


entre el paisaje tradicional y el moderno, su única presencia no es suficiente para
clasificar de moderno un paisaje. Si analizamos las obras de Paxton, Alphand y
Olmsted, veremos que desde el punto de vista de su propuesta formal fueron
diseñadores francamente tradicionales, de un marcado pintoresquismo e
influenciados fuertemente por le escuela china y japonesa.

Es necesaria otra característica para que el paisaje pueda ser clasificado como
“moderno”, y es la consideración del paisaje como una forma de Arte. El
arquitecto paisajista Fletcher Steele, de origen norteamericano, decía en uno de sus
escritos de 1930 que el jardín moderno podría ser cualquier cosa, ya que aún no
existía como tipología y que los paisajistas siempre han tardado más que otros
artistas en adoptar las nuevas ideas. De esta manera, Steele coloca al paisajismo en
total correspondencia con otras ramas contemporáneas del arte y de esa manera
vinculada a los avances formales del arte a lo largo del tiempo.

9
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva, No. 53,
Barcelona. 1997)
Tal vinculación adquiere una importancia especial a partir del desarrollo de las
teorías del arte moderno, en particular los conceptos de abstracción y figuración.
“En este sentido, las influencias más importantes relacionarían la arquitectura del
paisaje con el Cubismo y el Constructivismo, como como expresiones directas del
concepto de abstracción, y con el surrealismo, no sólo formal o espacialmente, sino
también por su comentario crítico a las características básicas de la „vida
moderna‟.”10

El primer ejemplo de paisajismo como forma de arte moderno se encuentra con


posterioridad a la Segunda Guerra Mundial en los trabajos del arquitecto brasileño
Roberto Burle Marx y los norteamericanos Thomas Church e Isamu Noguchi.
Los tres profesionales fueron fuertemente inspirados por las obras de Jean Arp,
Joan Miró, Piet Mondrian o Salvador Dalí que conocieron durante su educación en
Europa, adoptando de ellos su geometría así como su atmósfera surrealista. Joan
Roig afirma que “no es difícil detectar estas influencias en las obras de Pierre-
Emile Legrain, en especial en su famoso „eje perdido‟ del jardín para los Tachard,
de 1923, o en el exquisito jardín de Gabriel Guevrekian para los Noailles, de
1926, ambos en París.

Estos profesionales, no sólo se inspiraron en el arte para la creación de sus jardines,


sino que también lo hicieron para la representación de sus planos de paisajismo.
Garrett Eckbo desarrolló en esa época “… un estilo de dibujo dinámico, en el que
representaba los árboles como formas ondulantes […] en lugar de recurrir a la
típica representación estática a base de círculos, y utilizaba vistas axonométricas
para transmitir sensación de espacio.” 11

2.3. Principios Modernos

Es importante destacar que la relación del paisajismo con las artes plásticas
carecería mayormente de importancia, si no comprendiéramos que éstas influyeron
de manera directa sobre el lenguaje arquitectónico moderno. De esta manera, el
tercer concepto que debe estar presente para poder clasificar un diseño de paisaje
como “moderno” es su relación con la arquitectura moderna y en particular el
identificarse plenamente con los principios y conceptos enunciados por los
creadores del Movimiento Moderno.

10
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva, No. 53,
Barcelona. 1977)
11
Brown, Jane El jardín moderno (GG, Barcelona. 2000) pág. 86
“Esta correspondencia entre arquitectura y paisaje se produjo principalmente
durante do momentos históricos. Primero, en París de los años veinte y treinta,
muy relacionado con la transición entre Art Decó y Movimiento Moderno,
vinculada a los trabajos de Mallet-Stevens y Le Corbusier por un lado y al
movimiento neoplasticista holandés De stijl, con Theo Van Doesburg y Piet
Mondrian, por el otro. El segundo momento tuvo por escenario a los estados
Unidos, y se manifestó en la influencia que los arquitectos europeos emigrados
antes y después de la II Guerra Mundial ejercieron sobre la sociedad en general,
pero especialmente en el mundo del arte y la arquitectura. Mies van der Rohe,
Richard Neutra, Rudolph Schindler o Eliel Saarinen introdujeron los nuevos
valores geométricos, técnicos y sobre todo espaciales del Movimiento Moderno en
los jardines y los entornos de los edificios, y supieron rodearse de una nueva
generación de arquitectos paisajistas (entre ellos James Rose, Garrett Eckbo, R.
Royson, F. Williams o Dan Kiley), a los que formaron en los nuevos
principios.”12

Entre los conceptos que desarrollaron los arquitectos modernos que fueron
incorporados al paisaje, se encontraban el cambio en la estructura y definición del
espacio. Desaparecieron las divisiones rígidas de los espacios individuales, se
rechazaron los grandes ejes clásicos y prefirieron los espacios fluidos y
pluridireccionales. El paisaje moderno es diseñado como una experiencia
dinámica, siempre cambiante, con infinitos puntos de vista y perspectivas.

Le Corbusier incorpora a la arquitectura el concepto de la promenade (paseo


arquitectónico) que por medio de rampas cambia la situación estática del hombre
para hacerlo protagonista del espacio. En paisajismo, esto significó el cambio del
papel del hombre de espectador a actor, convirtiéndose en un participante activo de
su entorno.

Uno de los principales aportes de Le Corbusier es el entendimiento de la


arquitectura como una máquina de habitar (machine á habiter), en consonancia con
los avances industriales que incorporaban los automóviles, los grandes
transatlánticos y los nuevos aeroplanos. Esta visión funcionalista de la arquitectura
tuvo fuerte influencia en el movimiento moderno, que incorporó el análisis
funcional dando por respuestas espacios para actividades recreativas propias de la
vida moderna: canchas de deportes, campos de juego, canales navegables, espacios
para exposiciones o eventos culturales, etc. En uno de sus escritos, Eckbo

12
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva, No. 53,
Barcelona. 1977)
mencionaba: “Si bien el jardín privado sigue siendo el predecesor de casi todo
diseño del paisaje, y una fuente importante de recreo individual, el hecho es que la
mayoría de los habitantes de la ciudad no tiene acceso a ningún jardín. Y aún en el
caso que cada vivienda tenga su jardín privado, los aspectos más importantes de un
entorno recreativo urbano estarán fuera de sus lindes. El recreo de la ciudad, como
su trabajo y su vida, sigue siendo un problema esencialmente social.” 13

2.4. Respeto de los ciclos naturales

Un último concepto que puede desprenderse de la observación cuidadosa del


trabajo de los paisajistas de las últimas décadas, es el tratamiento del medio natural
como un espacio con reglas propias, y por tanto, los elementos constitutivos del
paisaje (topografía, vegetación, clima, agua etc.) deben ser tratados con cuidado
individual, considerando sus ciclos y configuración física específica.

Existen ejemplos muy tempranos de esta conciencia de los procesos naturales, en


las intervenciones de la figura más popular del paisajismo inglés del siglo XVIII,
Lancelot Capability Brown, pero fue claramente definido recién en los trabajos de
Gertrude Jeckyll, la artista plástica aficionada a la jardinería “… quien tomó de la
tradición hortícola los conceptos de ciclo estacional, intercambiabilidad de cultivos
y combinaciones de especies propias de los kitchen gardens. Sus trabajos
generalmente de pequeña escala fueron extrapolados por Alphand y Olmsted a los
grandes parques urbanos.”14

A partir de la mitad del siglo XX, los valores ambientales tomaron especial
importancia, sobre todo para los paisajistas norteamericanos. Los conocimientos
tradicionales de la agricultura y la experiencia de Olmsted favoreció el interés por
los trabajos bajo las reglas de la naturaleza. Surgió la inquietud sobre un exceso de
injerencia de la arquitectura en la tarea del paisajista, fue así que a mediados de los
años 60, Dan Kiley y Lawrence Halprin se cuestionaron la influencia de la
arquitectura, y se plantearon un enfoque de mayor respeto a los materiales con los
que se construye el paisaje y sus ciclos específicos, así como una mayor reflexión
sobre los valores ecológicos y ambientales.

13
Eckbo, Kiley & Rose Design for the urban environment (1939, reeditado en Ed. Treib Modern Landscape
Architecture) pág. 82
14
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva, No. 53,
Barcelona. 1977)
3. PAISAJISMO CONTEMPORÁNEO

Tal como se expuso, los cuatro conceptos explicados con anterioridad representan un punto
de partida para el debate sobre la influencia de la modernidad en el paisajismo europeo
hasta la mitad del siglo XX y en Estados Unidos hasta la década del 60. Pero el conflicto
económico y social de los años 60 socavaría la comprensión de la modernidad y el
significado que tiene en este momento.

3.1. Valores Ambientales

Uno de los aspectos más notables desde los años 60 hasta nuestros días es el
cambio que ha sufrido el concepto de lo social. Mientras que en un principio
parecía pasar más por una cuestión de bienestar económico y de satisfacer ciertas
necesidades del individuo; hoy parece priorizarse el bien común, incorporando
valores orientados al medio-ambiente y a la ecología. El bienestar económico
individual ya no garantiza la supervivencia de la raza humana, es más, conspira en
su contra. Hoy el individuo debe ceder ciertas libertades en beneficio de toda la
sociedad, que ya no es local, sino global.

El ahorro en el consumo energético y la búsqueda de fuentes alternativas de


energía, el aprecio por las técnicas de cultivo tradicionales libres de agro-tóxicos
por encima de un mayor rendimiento, la explotación sustentable de los recursos, la
preocupación por la calidad de las fuentes de agua dulce, el interés por reducir los
contaminantes del aire, el reciclado de residuos y la búsqueda de nuevas soluciones
al problema de los deshechos urbanos e industriales, los esfuerzos por reproducir
especies animales y vegetales en vías de extinción, muestran cambio radical del
relacionamiento hombre-naturaleza, que ha pasado de ser una tarea de conquista
como se planteaba desde el renacimiento, a la protección.

3.2. Arte Contemporáneo

Un segundo factor que hace a la contemporaneidad de las propuestas, y que se


mantiene en constante cambio, por su misma naturaleza, son las vanguardias de las
artes plásticas. La aparición de nuevas corrientes como el Land Art, Arte Póvera
y el Minimalismo ofrecen un nuevo referente estético, que por un lado implicvó
directamente a la naturaleza en su estado originario como instrumento de trabajo y
por el otro, esencializó las acciones artísticas.
El Land Art es la manifestación artística realizada en exteriores, normalmente en
lugares no explotados y relativamente apartados, que suele utilizar elementos de la
naturaleza, como piedras, troncos, hojas o flores, para crear formas por lo general
de inspiración minimalista. Surgió en Estados Unidos a mediados de la década del
1960, en parte como continuación del denominado movimiento “back to nature” o
“proconservación”, que en esa década expresaba un ferviente deseo de escapar de
la civilización y de la opresión de la vida urbana. Debido a que el Land Art es
efímero, específico de un lugar y está estrechamente relacionado con el paisaje en
el que se crea, no se puede comprar ni vender, ni siquiera exponer. No obstante,
suele quedar registrado mediante fotografías, mapas o documentos. Entre sus
exponentes más destacados figuran: Robert Smithson, Michael Heizer y Christo
en Estados Unidos; Richard Long, Hamish Fulton y David Tremlett en Reino
Unido.

Arte Póvera (Arte Pobre) fue un término acuñado para referirse a un grupo de
artistas italianos. El nombre alude a los humildes materiales “no artísticos” que
utilizan en sus instalaciones, ensamblajes y performances. El nombre no puede
tomarse de manera demasiado literal, ya que muchos materiales no son baratos,
sino que destacan conceptos abstractos como el empobrecimiento moral de la
sociedad provocado por el auge del materialismo. Las obras de Arte Póvera se
caracterizaban por sus inesperadas yuxtaposiciones de materiales contrastantes y la
fusión del pasado y el presente, naturaleza y cultura, arte y vida. Sus principales
exponentes son: Germano Celant, Mario Merz, Michalangelo Pistoletto y
Jannis Kounellis, entre otros.

Minimalismo, movimiento surgido a principios de la década de 1960 en Estados


Unidos como reacción al expresionismo abstracto. El artista minimal sitúa sus
referentes creativos en el propio objeto artístico alejándose de esta manera de toda
interferencia con el mundo exterior. A principios de la década de 1960 surgió una
generación de artistas radicales que adoptaron que adoptaron la escultura como
medio para exponer sus ideas, entre sus principales exponentes estaban Donald
Judd, Robert Morris, Carl Andre, Dan Flavin, Sol LeWitt y Richard Serra.
Crearon una serie de obras que definían como estructuras o sistemas, en las que el
predominio de las formas geométricas elementales y de los materiales más
rudimentarios era absoluto.

Estos movimientos artísticos influenciaron los trabajos de paisajísticas


contemporáneos como Jacques Simon, Michel Corajoud, Martha Schwartz e
Yves Brunier.
3.3. El Deconstructivismo

“La aparición de la deconstrucción como un nuevo método de afrontar los retos de


la arquitectura, durante los 90 tuvo su repercusión en el paisaje mediante la
descomposición por capas o segmentos de aquellos materiales que originariamente
habían sido capaces de construir el lugar: topografía, vegetación, hidráulica,
vialidad, elementos arquitectónicos, etc. El proyecto ganador del suizo Bernard
Tschumi para el parque parisiense de La Villette ejemplifica (junto con oros
presentados en el concurso, como los de Rem Koolhaas y Zaha Hadid) esta nueva
actitud hacia la arquitectura del paisaje, vinculada a la fragmentación.”15

4. EXPONENTES DEL PAISAJISMO MODERNO Y CONTEMPORÁNEO

4.1. Fundadores del Movimiento Moderno

No existen textos específicos sobre paisajismo que nos hayan legado los
fundadores del Movimiento Moderno, aun así, existen documentos que describen la
aproximación que algunos de ellos tenían sobre el tema

Se descubrió un memorándum hecho por iniciativa propia de Walter Gropius


(1883-1969) para la AEG mientras trabajaba en la oficina de Behrens. El formato
es de folleto de ventas/manifiesto, en el que se describe un sistema de
prefabricación de viviendas, que incluía el diseño de los jardines: “los solares
tienen que ser preparados incluso antes de construir las casas… y también deben
proporcionarse con anticipación los jardines, muretes y vallas” todos estos
elementos planteados como parte del diseño unitario. “Gracias a la plantación
temprana de los árboles y a su forma de agrupación, cada jardín se manifestará
como completamente independiente de sus vecinos. De esta manera el público se
sentirá atraído por la belleza de los jardines y a la vez por la unidad de todo el
conjunto.”16 Como su mayor obra maestra en el campo de paisajismo, podemos
citar su propia casa en Lincoln, Massachussets, 1939.

Erich Mendelsohn (1887-1953) tiene un punto de vista más esotérico pero


análogamente universal: “Veo el terreno, la superficie, el espacio, mi superficie,

15
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva, No. 53,
Barcelona. 1977)
16
Brown, Jane El jardín moderno (GG, Barcelona. 2000) pág. 11

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