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1. INTRODUCCIÓN
Como antecedentes, podrían mencionarse los trabajos del Dr. Carlos Fiebrig y su
esposa Anna Gertz entre 1914 y 1936 para el Jardín Botánico de Asunción, que
pretendió contar con una exhibición de jardines “temáticos” que incluían el Parque
Romano, el Jardín Japonés, el Rosedal, la Fuente Camba´i, Jardín Argentino, Jardín
de Coníferas, etc.1 El proyecto debió estar inspirado por los románticos jardines
botánicos de Europa (hasta cuenta con una réplica de las ruinas de Humaitá), pero
compositivamente los diseños de Anna Gertz motivados por su interés en la
jardinería, eran intuitivos y carecían de un sustento filosófico o compositivo.
Benedetto Croce, filósofo italiano de la primera mitad del siglo XX, afirmaba que
la “historia es siempre contemporánea”. El término “contemporáneo”, acuñado
desde la historiografía occidental se encuadra plenamente asumido como referencia
cronológica. No obstante, la determinación de sus límites y su evolución siguen
siendo objeto de controversia entre las distintas historiografías nacionales, en virtud
de la diferente concepción en torno al significado de la contemporaneidad.
Desde los orígenes de la civilización, los jardines han estado asociados al poder y la
riqueza. La transformación del paisaje inspirada en los más altos ideales estéticos,
filosóficos o bioclimáticos han surgido a lo largo de la historia de la mano de los más
influyentes personajes: desde los Jardines Colgantes de Babilonia, que fueron construidos
por Nabucodonosor II hacia el año 600 a.C. como regalo de amor para su esposa Amyitis,
hasta los jardines de Versalles, claro ejemplo del poderío de la monarquía absolutista del
siglo XVIII; han servido como una exhibición pública de poder, riqueza y status social.
Esta relación entre paisaje y poder económico se rompe por vez primera como resultado del
avance del fenómeno económico conocido como la Revolución Industrial. “La
industrialización ha acarreado abrumadoras. No sólo cambió radicalmente la vida laboral,
sino también la vida familiar y el ocio personal. De alguna manera, hasta redefinió los
motivos por los que se tenían hijos.” 2 Mediante el cambio de sus fundamentos filosóficos y
legales, las sociedades occidentales que pasaron por tal fenómeno pudieron prosperar y
expandirse en mayor medida que las sociedades orientales caracterizadas por la
inmovilidad de sus fundamentos religiosos o éticos.
2
Steams, Peter N. Influencia mundial de la Revolución Industrial (Biblioteca de Consulta Encarta, Microsoft,
2004)
En Inglaterra, entre las consecuencias de la presión de la Revolución Industrial, se
encuentra la ruptura de la familiaridad entre terrateniente y campesino. Mediante las leyes
de cercamiento de propiedades que favorecían al propietario, el campesino carente de
tierras a duras penas alcanzaba a sobrevivir y se vio arrastrado como mano de obra hacia
los grupos fabriles constituyendo una infrahumana unidad de producción en masa.
Muy pronto, las ciudades inglesas que hasta entonces estaban acostumbradas a un buen
nivel de vida, vieron deteriorarse su situación ambiental de manera rápida y la formación de
cinturones de pobreza crecía día a día. Ante esta realidad uno de los fenómenos de la época
fue la tendencia del hombre a escapar de la realidad hacia lo novelesco, entusiasmado por la
literatura y los viajes. Europa se vio inundada de arquitecturas de los estilos más diversos y
exóticos.
“La idea de modernidad apareció por primera vez relacionada con la arquitectura del
paisaje en los escritos de Horace Walpole (en especial en su Historia del gusto moderno en
jardinería publicado en Inglaterra en 1780), pero hasta finales del siglo XIX no se
desarrolló un cuerpo capaz de ser transmitido de manera objetiva.”3
En la teoría moderna, por lo general, el jardín es algo tácito, sin que ello signifique que la
idea no haya estado presente en todo momento, por eso es que conviene recordar la doctrina
del “arquitecto como diseñador universal” cuyo ejemplo más ajustado fue Peter Behrens,
quien a su vez formó en su estudio a los jóvenes Walter Gropius, Mies van der Rohe y Le
Corbusier. Esta visión Inclusiva va más allá de la arquitectura. Los grupos pioneros del
arte y diseño modernos como De Stijl, Bauhaus, destacaron por su inclusividad: artistas,
arquitectos, escultores, ceramistas, tejedores, impresores, tipógrafos, diseñadores de
muebles metalistas y, como no, jardineros, formaban parte del proceso de inspiración. El
jardín era parte intrínseca de la teoría moderna, pero los historiadores han tenido la
tendencia a olvidarlo.
3
Roig, Joan Jardines modernos: Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva No. 53
Barcelona 1997).
4
Brown, Jane El jardín moderno (GG, Barcelona. 2000) pág. 8
Son cuatro conceptos los que definirían la idea de modernidad en la arquitectura del
paisaje: 1. Su relación con los valores sociales. 2. El paisaje como forma de arte. 3.
Adopción de los principios del Movimiento Moderno. 4. Respeto de los ciclos naturales.
Dos son los modelos básicos que reflejan esta visión de contraste entre lo rural y lo
urbano: El parque urbano y la ciudad jardín.
“Con una población triplicada, […] con la extensión incontrolada de las ciudades
en suburbios, con una creciente contaminación por humos que amenazaba la vida
humana y de las plantas, destruyendo el interés del hombre por su entorno, el fin
del siglo XIX pudo contemplar una Gran Bretaña en un lamentable estado de
5
Biblioteca de Consulta Encarta (Microsoft 2004)
6
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje del siglo XX. Revista Arquitectura Viva. No. 53,
Barcelona. 1997)
descomposición paisajística.”7 Fue así que surgió la idea romántica de acercar a
los pobladores de la ciudad los paisajes rurales de donde provenían, para mejorar la
calidad de vida y estética del entorno de las moradas.
En los Estados Unidos surge la figura de Frederick Law Olmsted, quien desarrolló
de una forma más extensa la tipología de parques urbanos, y es el responsable de
haber creado el nombre de “arquitectura paisajista” para definir su ramo de trabajo,
lo que posteriormente desembocaría en la creación por vez primera de la carrera dr
arquitectura paisajista en la Universidad de Harvard. La evolución de Olmsted
podría desglosarse en cinco etapas: Central Park, Nueva York (1857), Prospect
Parc, Brooklyn (1866), Barrio Residencial Riverside, Chicago (1869), Sistema
Integrado de Parques, Boston (1880) y la Exposición de Chicago (1893).
7
Jellicoe, Jeoffrey y Susan El paisaje del hombre. La conformación del entorno desde la prehistoria hasta
nuestros días (GG, Barcelona. 1995) pág. 261
8
Jellicoe, Jeoffrey y Susan El paisaje del hombre. La conformación del entorno desde la prehistoria hasta
nuestros días (GG, Barcelona. 1995) pág. 257
Por otro lado, la Ciudad Jardín establece un modelo de construcción de la periferia
hasta hoy vigente. La idea de la ciudad jardín aparece en la obra de Ebenezer
Howard Mañana, un camino pacífico hacia la reforma social, publicada en 1898.
Esta propuesta se presenta como “un nuevo tipo residencial de baja densidad
edificatoria, capaz de contener alojamiento y ocio en un entorno que establece una
nueva definición para los conceptos urbano y rural.”9 Preconiza la creación de
ciudades de 30.000 habitantes económica y espacialmente independientes. Howard
propone un esquema de ciudad concéntrica edificada alrededor de un parque
central y dividida en seis sectores de actividad.
Dos de los clásicos ejemplos de Howard en el Reino Unido son las ciudades de
Letchworth y Welwyn, aunque el mejor ejemplo podría ser el trabajo de Bruno
Taut en las Stiedlungen de la periferia de Berlin en las décadas del 20 al 30 del
siglo XX.
Es necesaria otra característica para que el paisaje pueda ser clasificado como
“moderno”, y es la consideración del paisaje como una forma de Arte. El
arquitecto paisajista Fletcher Steele, de origen norteamericano, decía en uno de sus
escritos de 1930 que el jardín moderno podría ser cualquier cosa, ya que aún no
existía como tipología y que los paisajistas siempre han tardado más que otros
artistas en adoptar las nuevas ideas. De esta manera, Steele coloca al paisajismo en
total correspondencia con otras ramas contemporáneas del arte y de esa manera
vinculada a los avances formales del arte a lo largo del tiempo.
9
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva, No. 53,
Barcelona. 1997)
Tal vinculación adquiere una importancia especial a partir del desarrollo de las
teorías del arte moderno, en particular los conceptos de abstracción y figuración.
“En este sentido, las influencias más importantes relacionarían la arquitectura del
paisaje con el Cubismo y el Constructivismo, como como expresiones directas del
concepto de abstracción, y con el surrealismo, no sólo formal o espacialmente, sino
también por su comentario crítico a las características básicas de la „vida
moderna‟.”10
Es importante destacar que la relación del paisajismo con las artes plásticas
carecería mayormente de importancia, si no comprendiéramos que éstas influyeron
de manera directa sobre el lenguaje arquitectónico moderno. De esta manera, el
tercer concepto que debe estar presente para poder clasificar un diseño de paisaje
como “moderno” es su relación con la arquitectura moderna y en particular el
identificarse plenamente con los principios y conceptos enunciados por los
creadores del Movimiento Moderno.
10
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva, No. 53,
Barcelona. 1977)
11
Brown, Jane El jardín moderno (GG, Barcelona. 2000) pág. 86
“Esta correspondencia entre arquitectura y paisaje se produjo principalmente
durante do momentos históricos. Primero, en París de los años veinte y treinta,
muy relacionado con la transición entre Art Decó y Movimiento Moderno,
vinculada a los trabajos de Mallet-Stevens y Le Corbusier por un lado y al
movimiento neoplasticista holandés De stijl, con Theo Van Doesburg y Piet
Mondrian, por el otro. El segundo momento tuvo por escenario a los estados
Unidos, y se manifestó en la influencia que los arquitectos europeos emigrados
antes y después de la II Guerra Mundial ejercieron sobre la sociedad en general,
pero especialmente en el mundo del arte y la arquitectura. Mies van der Rohe,
Richard Neutra, Rudolph Schindler o Eliel Saarinen introdujeron los nuevos
valores geométricos, técnicos y sobre todo espaciales del Movimiento Moderno en
los jardines y los entornos de los edificios, y supieron rodearse de una nueva
generación de arquitectos paisajistas (entre ellos James Rose, Garrett Eckbo, R.
Royson, F. Williams o Dan Kiley), a los que formaron en los nuevos
principios.”12
Entre los conceptos que desarrollaron los arquitectos modernos que fueron
incorporados al paisaje, se encontraban el cambio en la estructura y definición del
espacio. Desaparecieron las divisiones rígidas de los espacios individuales, se
rechazaron los grandes ejes clásicos y prefirieron los espacios fluidos y
pluridireccionales. El paisaje moderno es diseñado como una experiencia
dinámica, siempre cambiante, con infinitos puntos de vista y perspectivas.
12
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva, No. 53,
Barcelona. 1977)
mencionaba: “Si bien el jardín privado sigue siendo el predecesor de casi todo
diseño del paisaje, y una fuente importante de recreo individual, el hecho es que la
mayoría de los habitantes de la ciudad no tiene acceso a ningún jardín. Y aún en el
caso que cada vivienda tenga su jardín privado, los aspectos más importantes de un
entorno recreativo urbano estarán fuera de sus lindes. El recreo de la ciudad, como
su trabajo y su vida, sigue siendo un problema esencialmente social.” 13
A partir de la mitad del siglo XX, los valores ambientales tomaron especial
importancia, sobre todo para los paisajistas norteamericanos. Los conocimientos
tradicionales de la agricultura y la experiencia de Olmsted favoreció el interés por
los trabajos bajo las reglas de la naturaleza. Surgió la inquietud sobre un exceso de
injerencia de la arquitectura en la tarea del paisajista, fue así que a mediados de los
años 60, Dan Kiley y Lawrence Halprin se cuestionaron la influencia de la
arquitectura, y se plantearon un enfoque de mayor respeto a los materiales con los
que se construye el paisaje y sus ciclos específicos, así como una mayor reflexión
sobre los valores ecológicos y ambientales.
13
Eckbo, Kiley & Rose Design for the urban environment (1939, reeditado en Ed. Treib Modern Landscape
Architecture) pág. 82
14
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva, No. 53,
Barcelona. 1977)
3. PAISAJISMO CONTEMPORÁNEO
Tal como se expuso, los cuatro conceptos explicados con anterioridad representan un punto
de partida para el debate sobre la influencia de la modernidad en el paisajismo europeo
hasta la mitad del siglo XX y en Estados Unidos hasta la década del 60. Pero el conflicto
económico y social de los años 60 socavaría la comprensión de la modernidad y el
significado que tiene en este momento.
Uno de los aspectos más notables desde los años 60 hasta nuestros días es el
cambio que ha sufrido el concepto de lo social. Mientras que en un principio
parecía pasar más por una cuestión de bienestar económico y de satisfacer ciertas
necesidades del individuo; hoy parece priorizarse el bien común, incorporando
valores orientados al medio-ambiente y a la ecología. El bienestar económico
individual ya no garantiza la supervivencia de la raza humana, es más, conspira en
su contra. Hoy el individuo debe ceder ciertas libertades en beneficio de toda la
sociedad, que ya no es local, sino global.
Arte Póvera (Arte Pobre) fue un término acuñado para referirse a un grupo de
artistas italianos. El nombre alude a los humildes materiales “no artísticos” que
utilizan en sus instalaciones, ensamblajes y performances. El nombre no puede
tomarse de manera demasiado literal, ya que muchos materiales no son baratos,
sino que destacan conceptos abstractos como el empobrecimiento moral de la
sociedad provocado por el auge del materialismo. Las obras de Arte Póvera se
caracterizaban por sus inesperadas yuxtaposiciones de materiales contrastantes y la
fusión del pasado y el presente, naturaleza y cultura, arte y vida. Sus principales
exponentes son: Germano Celant, Mario Merz, Michalangelo Pistoletto y
Jannis Kounellis, entre otros.
No existen textos específicos sobre paisajismo que nos hayan legado los
fundadores del Movimiento Moderno, aun así, existen documentos que describen la
aproximación que algunos de ellos tenían sobre el tema
15
Roig, Joan Jardines modernos. Arquitectura, arte y paisaje en el siglo XX (Revista Arquitectura Viva, No. 53,
Barcelona. 1977)
16
Brown, Jane El jardín moderno (GG, Barcelona. 2000) pág. 11