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1. nombre femenino
Parte de la biología que estudia el funcionamiento de un organismo o de un
tejido durante el curso de una enfermedad.
Definición de Fisiopatología
La Fisiopatología es una rama de la medicina que se dedica al estudio de los mecanismos por
los cuales se originan las distintas enfermedades, lo que permite explicar porque ocurren los
síntomas y las diversas manifestaciones que la acompañan.
Se encuentra directamente relacionada con la Fisiología que es la ciencia que estudia y describe
la forma como se llevan a cabo los distintos procesos en los seres vivos de forma normal, pero
a diferencia de esta, la fisiopatología describe la forma como estos procesos cambian en el
organismo enfermo.
Fase inicial.
Cada trastorno tiene una fase inicial o de comienzo que muchas veces es denominada como
periodo de latencia, esta abarca los primeros cambios que ocurren en el organismo desde que
se da inicio a los efectos adversos involucrados en el origen de la enfermedad hasta el
momento en que se inicial las manifestaciones. Por lo general esta primera etapa cursa de
forma asintomática, es decir, sin que el paciente tenga síntomas o molestias.
Fase clínica.
Fase terminal.
Esta fase es variable, en las patologías de curso benigno las enfermedades se curan y el
paciente recobra su salud, en otras enfermedades puede ocurrir una serie de daños que lleven
a la falla de algún órgano o sistema lo que finalmente llevara a la muerte.
Principales mecanismos que originan las enfermedades
Las enfermedades surgen como consecuencia de distintos tipos de noxas, principalmente los
factores o condiciones genéticas que afectan directamente algún proceso, las infecciones, las
carencias nutricionales, los traumatismos, trastornos inmunológicos y las causas idiopáticas que
corresponden a todos aquellos procesos que no tienen una causa conocida. También es posible
que algunas enfermedades se produzcan por error médico, situación que es conocida como
iatrogenia.
1. Introducción a la fisiopatología:
1.1. Definición:
Experiéncia sensorial i emocional desagradable que asociamos a daño tisular (daño en los
tejidos) esté o no presente. Por lo tanto diremos que se compone de la experiencia sensorial y
también de experiencia emocional, ya que se acompaña de otros fenómenos como el
sufrimiento.
Es uno de los problemas clínicos más frecuentes.
Para hacernos una idea de su importancia, haremos referencia a un estudio sobre el dolor
realizado en los Hospitales catalanes “Proyecto 056/09/2000 AATM”.
Los resultados de la encuesta indicaban que el 70% de los enfermos hospitalizados estaban
siendo tratados con medicamentos para el dolor, y aún así un 50% de ellos refería presentar
dolor todavía.
Hasta un 36% de los enfermos que consultaban urgencias lo hacían por síntomas de dolor.
Por lo tanto, prestamos poca importancia al dolor, no usamos los fármacos adecuados o bien
no se usan en la dosi y en la frecuencia que deberían. Lo cierto es que hay una alta
prevalencia de dolor en todos los enfermos.
La formación en los temas del dolor ha asumido cada vez un papel más importante debido a
los motivos indicados anteriormente.
Como hemos dicho anteriormente el impacto del dolor, frecuentemente se presenta
conjuntamente con otros fenómenos. Por lo tanto, el enfermo que padece dolor, también
podrá presentar otros síntomas como la anoréxia, insomnio, incapacidad funcional,
repercusiones en el mundo laboral y familiar, disminución del líbido, alteración del estado de
ánimo, angustia y alteración global del estado de salud.
1.2. Tipos de dolor:
– Hay diferentes clasificaciones según:
Nocioceptores: fibra/neurona sensitiva, que recoge la señal dolorosa. Existen unas neuronas
especializadas en la percepción del dolor. Tienen capacidad de responder genenraldo dolor
delante de estímulos mecánicos, químicos o productos de la inflamación. Suelen ser neuronas
con el cuerpo ganglionar situado en el ganglio raquídeo posterior de la médula, y que su axón
llega hasta las diferentes partes del cuerpo (somáticas o viscerales). Estos axones son del tipo
“Ad” (las más pequeñas dentro del grupode las fibras mielínicas) o “C” (fibras amielínicas).
Receptores: éstos pueden ser somáticos (los que acompañan a los nervios raquídeos) o
viscerales. Estos últimos acompañan al nervio raquídeo también, una vez llegan al ganglio
simpático, el axón continua y acaba en el ganglio raquídeo posterior donde está el cuerpo
neuronal de la neurona nocioceptiva visceral. Esto ocurre tanto para lo que hace referencia al
abdomen como a la pelvis. Se ha hablado que el nervio vago, que recoge la inervación
parasimpática de la zona cervical, tórax y la parte superior del abdomen, no tenga inervación
nocioceptiva, es decir no conduzca señales dolorosas, pero lo que sí puede hacer es modificar
otras conexiones nerviosas relacionadas con el dolor. Por ejemplo, el típico dolor coronario,
angina de pecho o infarto, que tenga dolor torácico y que este se irradie hacia la mandíbuloa,
esta irradiación se atribuye al nervio vago.
1.4. Transmisión del dolor:
Para poder entender este apartado, será necesario tener conocimientos previos de neuroanatomía
(conocimientos que podrán ser adquiridos en nuestra sección de neuroanatomía también publicada
en esta web). Una vez el estímulo doloroso llega al gánglio raquídeo posterior, se dirige a la rama
posterior de la médula.
Los Fenómenos inflamatorios tisulares disminuyen el límite des estimulación. Esto es debido
a varias moléculas (ATP, PGE2, Kinasas, disminución del pH, TNF, IL1). La finalidad es la
reparación tisular (es un proceso adaptativo). Cuanto esto ocurre hablaremos de “dolor
inflamatorio”.
Lesión de nervios periféricos (en lesión del nervio a veces se producen brotes axonales con
receptores a la noradrenalina que facilita la disminución de límite de estimulación). Cuando
esto ocurre hablaremos de “dolor neuropático” (no adaptativo).
1.7.1. Dolor inflamatorio:
– Disminución del nivel de estimulación de los nocioceptores (sensibilización periférica):
Características:
Localización bien definida. La irradiación no es habitual.
Existe poca respuesta autonómica.
Existe buena correlación entre intensidad – severidad lesional (a más intensidad del
dolor – mas severidad de la lesión).
Se modifica con factores mecánicos.
Hay buena respuesta a analgésicos AINEs (antiinflamatorios no esteroidales).
Entidades clínicas:
Artrálgias, artritis
Claudicación intermitente (dolor que aparece en el centro de la pierna por déficit de
irrigación debido por ejemplo a la existencia de un trombo).
Dolor lumbar.
Dolor post-traumático.
2.2. Dolor Visceral:
Características:
Localización mal definida. La irradiación es habitual. Ejemplo: El dolor pancreático se
percibe como un cinturón hacia la mitad de la espalda. El dolor vía biliar en el
hipocóndrio derecho y en la escápula por irradiación frénica. El dolor de apendicitis se
inicía en el epigástrico i después se localiza en la fosa ilíaca derecha. El dolor de
cólico urinario se irradía desde la fosa lumbar. El dolor cólico hacia el flanco i puede
llegar al testiculo o lavio mayor de la mujer. En ocasiones la irradiación ayuda a
identificar la causa.
Disconforte, existe respuesta autonómica, produce ansiedad.
Existe mala correlación entre intensidad y severidad lesional.
Puede coexistir hiperalgésia cutánea superficial por irradiación del dolor. Esto tiene
lugar debido a que muchos procesos intraabdominales irritan el peritoneo parietal i
acaba produciendo un proceso inflamatorio somático.
Descriptores (tipos): opresivo, nudo, urent (bufeta urinária i reflujo gastro-esofágico),
punzante, transfixiante (de delante a atrás).
Factors específicos que lo modifican. Por ejemplo la angina de pecho empeora al
caminar, el dolor de vía biliar empeora después de comer,…
Respuesta a opiacios, AINEs, otros,…
Entidades clínicas:
Dolor pleuritico: en la punta del costado, aumenta en la respieración i se irradia a la
región frénica.
Dolor coronário: en la región retroesternal, hacia la mandíbula, brazos, espalda con
vegetatismo.
Dolor pericarditico: el enfermo ha estado incorporado y aumenta con la respiración.
Dolor hepatobiliar
Dolor pancreático
Dolor apendicular
Dolor pielouretral
Cefalea migrañosa.
2.3. Dolor neuropático:
Características:
Dolor sin lesión tisular o activa, tiene un área bien definida.
Se produce en un área de déficit neurológico: parésia, hipostésia, parestésias
(hormigueo) disestésias (otro tipo de sensación anormal, desagradable).
Dolor como picor, como si nos quemásemos,…
Tiene intensidad variable. Existen sintomas vegetativos que serían náuseas, vómitos,
sudor, anoréxia,… aunque son poco frecuentes.
Dolor espontáneo o paroxístico, alodínia, hiperpatia.
Alodínia: dolor con estímulos indolores (dolor al tacto, al vestirse por ejemplo).
Hiperpatia: respuesta retardada y exagerada delante de un estímulo no
doloroso.
Hiperalgésia: dolor a estímulos ligeramente dolorosos.
Dolor que irradia a áreas adyacentes post-estímulo.
Signo de Tinel que consiste en el dolor provocado por la percusión del nervio, por
ejemplo en el tunel carpiano; dolor al estiramiento.
Existe poca respuesta a los opiacéos o AINEs
Sí hay respuesta a tricíclicos, antiepilépticos o bloqueos (infiltraciones locales).
Entidades clínicas:
Dolor radiculopático (afecta a la raíz, ejemplo: hérnia discal). Citálgia – nervio ciático.
Dolor neurálgico (lancinante, como una descarga eléctrica):
Causálgia, distrofia simpática refleja o Sd. del dolor regional complejo (hiperpatia,
fenómenos vasomotores): cuando el dolor se acompaña de fenómenos periféricos de
edema cianótico, sudoración y dolor.
Dolor de origen central, post-ictus.
2.4. Dolor Funcional:
Características:
La localización puede ser bien definida o mal definida.
La irradiación es atípica.
No existe correlación entre intensidad y severidad.
Utilización variable de descriptores.
Los factores que modifican el dolor son atípicos.
Los fenómenos asociados también son atípicos.
Existe respuesta a antidepresivos, antiepilépticos.
Entidades clínicas:
Fibromialgia
Cólon irritable.
4. Exploración:
Se tiene que explorar la apariencia física del enfermo (el aspecto general del paciente). También la
postura que tiene, ya que en ésta nos puede aportar bastante información. Deberemos explorar la
deambulación (ejemplo: la persona con ciatálgia camina curvada).
Será importante también observar los signos vitales, diaforesi (la presencia de sudoración es
frecuente en el dolor visceral).
Además, se usan coadjuvantes, los cualds aumentan el límite mínimo de estimulación del dolor
(tricíclicos, benzodiacepam, neurolépticos.
La tendéncia actual es intentar actuar sobre el dolor en función del tipo de mecanismo
fisiopatológico de éste.
Se ha de intentar dar el tratamiento de esta manera, siguiendo esta escala. Los mecanismos
fisiopatológicos no son todavia suficiente conocidos.
Los fármacos para el dolor son demasiado poco específicos i por lo tanto nos encontramos con
muchos efectos indeseados.
1. Introducción
El dolor es la causa más frecuente de consulta médica. La Asociación Internacional
para el Estudio del Dolor definió el dolor como "una experiencia sensitiva y
emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial". La
percepción del dolor consta de un sistema neuronal sensitivo (nocioceptores) y
unas vias nerviosas aferentes que responden a estímulos nocioceptivos tisulares; la
nociocepción puede estar influida por otros factores (p.ej.psicológicos). En el
momento del diagnóstico de una neoplasia, entre el 30-50% de los pacientes
presentan dolor, que en las fases avanzadas de la enfermedad puede llegar al 70-
90%. En los pacientes con cáncer avanzado, el 70% de los dolores tienen su origen
en la progresión de la propia neoplasia, mientras que el 30% restante se relaciona
con los tratamientos y patologías asociadas. En la mayoría de las ocasiones el dolor
oncológico es crónico. Para una correcta valoración del dolor es conveniente
conocer varias cuestiones como su variación temporal (agudo, crónico), patogenia,
intensidad.... El dolor oncológico sigue unas normas de tratamiento especificadas
según las pautas recomendadas por la O.M.S.
2. Tipos de dolor
A. Según su duración
B. Según su patogenia
B-1) Neuropático: Está producido por estímulo directo del sistema nervioso central
o por lesión de vías nerviosas periféricas. Se describe como punzante, quemante,
acompañado de parestesias y disestesias, hiperalgesia, hiperestesia y alodinia. Son
ejemplos de dolor neuropático la plexopatía braquial o lumbo-sacra post-
irradiación, la neuropatía periférica post-quimioterapia y/o post-radioterapia y la
compresión medular.
C. Según la localización
D. Según el curso
D-2) Irruptivo: Exacerbación transitoria del dolor en pacientes bien controlados con
dolor de fondo estable. El dolor incidental es un subtipo del dolor irruptivo inducido
por el movimiento o alguna acción voluntaria del paciente.
E. Según la intensidad
E-2) Moderado: Interfiere con las actividades habituales. Precisa tratamiento con
opioides menores.
G. Según la farmacología:
G-2) Parcialmente sensible a los opiáceos: dolor óseo (además son útiles los AINE)
y el dolor por compresión de nervios periféricos (es conveniente asociar un
esteroide).
Los enfermos con dolor severo necesitan tratamiento con opioides mayores como la
morfina, fentanilo y la oxicodona de liberación retardada (tercer escalón). Los
agonistas puros (morfina, metadona y fentanilo) no tienen techo analgésico a
diferencia de los agonistas parciales (buprenorfina).
4. Dolor iatrogénico
El dolor oncológico causado por los tratamientos puede estar originado por la
cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Es difícil determinar la incidencia real del
dolor debido a los tratamientos de irradiación. Se estima que aproximadamente el
90% de los pacientes sometidos a radioterapia experimentan eritema cutáneo, pero
sólo el 10-20% sufren radiodermitis III-IV. Más del 90% de los pacientes
diagnosticados de tumores de cabeza y cuello que reciben tratamientos combinados
de radio y quimioterapia desarrollarán mucositis III-IV. Las repercusiones de la
mucositis incluyen el dolor, la pérdida de peso que obligue a gastrostosmía o
colocación de SNG y la posible interrupción temporal o definitiva del tratamiento
con el consiguiente perjuicio para el control tumoral.
– Volumen irradiado.
– Dosis total.
– Fraccionamiento.
Conclusiones
Para un correcto tratamiento del dolor, se deben identificar y evaluar los síndromes
dolorosos más comunes en pacientes oncológicos. La formación adecuada capacita
para realizar un tratamiento satisfactorio del dolor. El dolor iatrogénico por
irradiación es un dolor multifactorial que precisa un tratamiento adecuado para
evitar en lo posible las alteraciones en los esquemas terapéuticos propuestos. Son
necesarios estudios fase III con fármacos que disminuyan la toxicidad de los
esquemas de tratamiento que incluyan un tiempo de irradiación.
Clasificación del dolor
"El dolor es una experiencia sensorial o emocional desagradable asociada a un
daño real o potencial en un tejido, o descrito en términos de dicho daño." 1 El
dolor es la razón más frecuente de consulta de los pacientes al médico y
representa un problema grave para una gran parte de la población. En España
6,10 millones de españoles adultos sufren dolor (el 17,25% de la población es
adulta.) 2
El dolor agudo
Forma parte del sistema de protección del organismo. Actúa como una señal de
advertencia de un daño inminente o real. En este sentido, el dolor tiene una
función importante en el mantenimiento o restauración de la integridad física. El
dolor agudo no dura más de 6 meses, a partir del sexto mes se considera
dolor crónico. Sin embargo, el dolor también puede experimentarse
ocasionalmente en ausencia de daño en el tejido y su intensidad puede no ser
proporcional a la lesión original. Éste es el caso del dolor crónico.
El dolor está causado por una agresión o daño externo o interno y su intensidad
se correlaciona con la intensidad del estímulo desencadenante. Sin embargo, a
veces el dolor puede no presentar relación directa con la situación
desencadenante y llega a convertirse en una enfermedad en sí misma,
constituyendo un desafío terapéutico especial.
El dolor crónico
Es un trastorno multifactorial que abarca componentes tanto físicos como
psicológicos, como ansiedad, movilidad reducida, alteraciones del sueño y del
apetito y depresión.5 Estos síntomas están asociados a reducciones mesurables
de la calidad de vida de los pacientes y a una limitación laboral y de la función
social 6 y requieren del uso frecuente de recursos sanitarios, todo lo cual
contribuye a generar una carga socioeconómica importante. 7 En concreto, el
dolor y la discapacidad asociada a los trastornos musculoesqueléticos tienen un
efecto perjudicial sobre la calidad de vida y son una de las principales causas de
absentismo laboral.
El dolor que dura más de 6 meses representa un reto terapéutico especial. La
prevalencia de dolor crónico en las poblaciones europeas se ha estimado
en aproximadamente el 20%, siendo el dolor lumbar la causa principal de dolor
crónico moderado a severo. 4
La carga económica y social del dolor crónico severo se deriva de los costes
directos intrínsecos y de los costes indirectos. Debido a su elevada prevalencia
e impacto sobre los pacientes y la sociedad, el dolor crónico no oncológico debe
ser reconocido como un problema sanitario importante.
Dolor Nociceptivo
El dolor que está causado por la presencia de un estímulo doloroso sobre los
nociceptores. El dolor nociceptivo en su forma aguda tiene una importante
función biológica (o evolutiva), ya que advierte al organismo de un daño
inminente y le informa de un daño o lesión en un tejido. Dependiendo del lugar
de origen, se distingue entre dolor somático y dolor visceral.
Una proporción significativa de los pacientes que sufren dolor lumbar crónico
o dolor oncológico presentan un componente neuropático además del
componente nociceptivo.
Dolor Psicogénico
Está causado por los procesos mentales de la persona que lo sufre y no por
causas fisiológicas inmediatas. El dolor puramente psicogénico es raro, y su
incidencia está frecuentemente sobreestimada. Sin embargo, con frecuencia, el
dolor crónico tiene un componente psicológico secundario que tiene como
resultado una presentación mixta (por ejemplo, dolor psicosomático).
Los pacientes experimentan dolor por varias razones. Esto puede ser debido,
por ejemplo, a un procedimiento quirúrgico, artritis, degeneración de las
articulaciones, huesos o nervios, tumores, lesión física grave (dolor por
traumatismo) y lesión o sobreesfuerzo de los músculos. Las razones más
frecuentes de dolor crónico en los pacientes son la artrosis y el dolor lumbar.
DOLOR DE ESPALDA
DOLOR REUMATOLÓGICO
DOLOR TRAUMATOLÓGICO
DOLOR ONCOLÓGICO
DOLOR NEUROPÁTICO
DOLOR GINECOLÓGICO
DOLOR ABDOMINAL
DOLOR POSTOPERATORIO
CEFALEAS Y MIGRAÑAS
Nociceptores
En la piel y otros tejidos del cuerpo, existen neuronas sensitivas especiales
llamadas nociceptores. Esas neuronas traducen ciertos estímulos en
potenciales de acción que son luego transmitidos a zonas más centrales del
sistema nervioso, como el cerebro. Hay cuatro clases de nociceptores:
Además de todo esto, los nociceptores liberan por sí mismos “sustancia P”, la
cual causa que los mastocitos liberen histamina, la cual a su vez estimula los
nociceptores.
Los nervios que llevan mensajes desde los nociceptores por la médula espinal
siguen diferentes tractos. La mayoría van hacia el tálamo, donde son
distribuidos a varios centros superiores. Algunos van también hacia
la formación reticular(la cual, entre otras cosas, gobierna el estado de alerta)
y hacia la amígdala (una parte del sistema límbico implicada en la emoción).
El dolor referido, como el dolor que algunas veces siente la gente en los
brazos y hombros cuando están sufriendo una ataque al corazón, es debido a la
forma en que los nervios se juntan en la médula espinal. El cerebro algunas
veces pierde el rastro de donde viene el dolor.
Hay personas que han tenido un daño en alguna parte de estos tractos, a
menudo después de un golpe, y que sienten un hormigueo o quemazón que se
agrava al tocar la zona. Otras personas tienen un daño más arriba en el cerebro
que les lleva a sentir un dolor como cualquier otro, pero que elimina las
conexiones a los centro emocionales. Ellos sienten dolor, pero no lo sufren.
Y hay gente que ha nacido con una inhabilidad genética para sentir dolor en
absoluto. Es muy raro, y a priori puede parecer una bendición. Pero el
porcentaje de muerte temprana es muy alta en estas personas, normalmente
porque heridas a las que las personas normales prestarían atención (heridas
pequeñas, como un esguince) son ignoradas y desarrollan serios problemas
posteriormente. Ha habido gente con apendicitis que murieron simplemente
porque no se dieron cuenta.
Por supuesto, esta es la razón por la cual el dolor ha evolucionado tal y como
es: nos alerta para que nos sentemos, descansemos, atendamos a una herida,
evitemos cosas que causan dolor, entre otras cosas. Por otra parte, el dolor no
es siempre útil. El paciente de cáncer conoce su enfermedad y está cuidando
de ello. El a menudo insoportable dolor es totalmente innecesario, y debemos
hacer lo que podamos por deshacernos de él.
Fiebre
Para otros usos de este término, véase Fiebre (desambiguación).
Fiebre
(nombre de signo clínico)
Un termómetro clínico de mercurio mostrando una temperatura de 38,7 °C
CIE-10 R50
CIE-9 780.6
CIAP-2 A03
DiseasesDB 18924
MedlinePlus 003090
eMedicine med/785
MeSH D005334
Aviso médico
Índice
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1Signos de la fiebre
2Pirógenos exógenos
o 2.1Origen microbiano
o 2.2Origen no microbiano
3Pirógenos endógenos
4Signos clínicos de fiebre
5Niveles de fiebre
6Causas
7Reacciones en el ser humano a las diferentes temperaturas corporales
o 7.1Temperatura
o 7.2Frío
8Algunos tipos de fiebre
9Véase también
10Referencias
Signos de la fiebre[editar]
Los signos de la fiebre son:
Facies: Observamos lo que se denomina facies febril. Así el sujeto febril presenta una
expresión poco vivaz, hay atontamiento y hasta a veces delirio.
Pirógenos exógenos[editar]
Son sustancias externas al cuerpo humano. Puede tratarse de microorganismos,
productos de los microorganismos como endotoxinas liberadas por bacterias gram (–), o
el ácido lipoteicoico o el peptidoglicano de las bacterias gram (+); agentes químicos
(anfotericina, fenotiazidas).
Pirógenos endógenos[editar]
Los pirógenos endógenos son citoquinas que inducen fiebre e incluyen a
la Interleucina-1 (IL-1), IL-6, IL-8, IL-12, macrophage-inflammatory protein-1 (MIP-
1), interferón-g (IFN-g) y el factor de necrosis tumoral(TNF).
Polipéptidos producidos por una gran variedad de células del hospedador como
los monocitos o macrófagos, células neoplásicas que explican la existencia de fiebre
en cánceres.
Los pirógenos endógenos convergen a una región cerebral que regula la fiebre, el área
preóptica del hipotálamo anterior (POA: preoptic area). Mecanismo controvertido, ya que
los pirógenos endógenos tienen que atravesar la barrera hematoencefálica la cual es
impermeable a ellos. Al menos dos rutas se evidencian: transporte activo a través de la
barrera hematoencefálica por transportadores específicos para citoquinas; transferencia de
mensaje donde la barrera hematoencefálica tiene fenestraciones, es decir en los órganos
circumventriculares sensoriales particularmente en el organum vasculosum laminae
terminalis (OVLT).
Pero hay otras rutas alternativas: la circulación de citoquinas inducen la generación
de prostaglandina E2 (PGE-2) y tal vez prostaglandinas F2a (PGF-2a) permeable a la
BHE, el mediador putativo más proximal a la fiebre, por las células endoteliales de la
microvasculatura cerebral o perivascular como la microglía y macrófagos meningeales.
Directamente trasmisión al POA de los mensajes de los pirógenos vía aferentes periféricas
(mayormente vagales) activado por citoquinas.
Ausencia de escalofríos.
Piel que se nota caliente.
Sensación de no tener ni frío ni calor.
Incremento del pulso y la frecuencia respiratoria.
Incremento de la sed.
Deshidratación de leve a severa.
Ligera somnolencia, incapacidad para descansar, o delirio y convulsiones debido a
irritación de las células nerviosas.
Lesiones de herpéticas en los labios.
Pérdida de apetito (si la fiebre es prolongada).
Apatía, debilidad y dolores musculares debido al catabolismo proteico.
Defervescencia (declinación de la fiebre).
La piel aparece enrojecida y se nota caliente.
Sudoración.
Disminución de los escalofríos.
Posible deshidratación.
Niveles de fiebre[editar]
Febrícula: Cuando la temperatura axilar se encuentra entre 37.0 °C y 37.5 °C. (O
cuando la temperatura rectal se encuentra entre 38.0 °C y 38.5 °C)
Fiebre: Cuando la temperatura axilar se encuentra entre 37.5 °C y 41 °C. (O cuando la
temperatura rectal se encuentra entre 38.5 °C o 42 °C)
Hiperpirexia: Cuando la temperatura axilar es igual o mayor que 41 °C. (O cuando la
temperatura rectal es igual o superior a 42 °C)
En el ser humano, las temperaturas superiores a 42 °C son mortales
usualmente.[cita requerida] Siempre que dudemos de la temperatura axilar de un paciente,
podremos tomar la temperatura rectal. La temperatura real del paciente será la que el
termómetro nos indique restando 1 °C a la temperatura mostrada. Por ejemplo, si un
paciente muestra una temperatura axilar y dudamos de si es la temperatura correcta
(vamos a poner el caso de un paciente que presenta signos y síntomas de fiebre pero el
termómetro nos muestra una temperatura de 37 °C), entonces tomaremos la temperatura
rectal. Si el termómetro nos indica 39.5 °C, restaremos 1 °C y esa será la temperatura
indicativa (38.5 °C).
Causas[editar]
La fiebre está relacionada habitualmente con la estimulación del sistema inmunitario del
organismo. En este sentido, puede ser útil para que el sistema inmunitario tome ventaja
sobre los agentes infecciosos, haciendo al cuerpo humano menos receptivo para la
replicación de virus y bacterias, sensibles a la temperatura.
Además de las infecciones, son causa de fiebre el abuso de anfetaminas y la abstinencia
de una sustancia psicotrópica en un adicto a ella, así como la recepción de calor emitida
por maquinaria industrial o por insolación.
35 °C: temperatura levemente baja. La temperatura normal del cuerpo humano oscila
entre los 36 y 37 °C
34 °C: se llama hipotermia cuando la temperatura es menor a 35 °C. Hay temblor
grave, pérdida de capacidad de movimiento en los dedos, cianosis y confusión. Puede
haber cambios en el comportamiento.
33 °C: confusión moderada, adormecimiento, arreflexia, progresiva pérdida de
temblor, bradicardia, disnea. El sujeto no reacciona a ciertos estímulos.
32 °C (emergencia): alucinaciones, delirio, gran confusión, muy adormilado pudiendo
llegar incluso al coma. El temblor desaparece, el sujeto incluso puede creer que su
temperatura es normal. Hay arreflexia, o los reflejos son muy débiles.
31 °C: existe coma, es muy extraño que esté consciente. Ausencia de
reflejos, bradicardia grave. Hay posibilidad de que surjan graves problemas
de corazón.
28 °C: alteraciones graves de corazón, pueden acompañarse de apnea e incluso de
aparentar o estar muerto.
26 a 24 °C o inferior: aquí la muerte normalmente ocurre por alteraciones
cardiorrespiratorias, no obstante, algunos pacientes han sobrevivido estando
aparentemente muertos a temperaturas inferiores a 14 °C.
Consideraciones
La temperatura corporal normal puede cambiar durante cualquier día dado. Por lo
general es más alta a principios de la noche. Otros factores que pueden afectar la
temperatura corporal son:
La fiebre es una parte importante de las defensas del cuerpo contra la infección. La
mayoría de las bacterias y virus que causan las infecciones en las personas prosperan
mejor a 98.6°F (37°C). Muchos bebés y niños presentan fiebre alta con enfermedades
virales menores. Aunque la fiebre sea para nosotros un signo de que se podría estar
presentando una batalla en el cuerpo, dicha fiebre está luchando a favor de la persona y
no en su contra.
Generalmente no ocurrirá daño cerebral a raíz de la fiebre, a menos que sea de más de
107.6°F (42ºC). La fiebre sin tratamiento causada por infección rara vez sobrepasa
los 105°F (40.5ºC), a menos que el niño tenga demasiada ropa o esté atrapado en un
lugar caluroso.
Causas
Casi cualquier infección puede causar fiebre, como las siguientes:
Fiebre
Drs. Andrés Baloian y Emilia Sanhueza
Editado por Dr. Matías Luppi
Primero que todo, hacemos hincapié que este apunte solo se referirá a la fiebre en el
paciente inmunocompetente, ya que en los pacientesinmunodeprimidos la fiebre tiene
significancias e interpretaciones distintas.
Definición simple: Aumento de la temperatura corporal en respuesta a una elevación del
“set point” del Centro Termorregulador (CTR) hipotalámico. Sobre 37,5° de
temperatura axilar hablaremos de fiebre. Entre 37° y 37,5° en cambio, hablaremos
de febrícula.
Nombres que le da la gente: Fiebre, “temperatura”, “tercianas”, “escalofríos”.
Epidemiología: Es un síntoma/signo de altísima prevalencia que constituye uno de los
principales motivos de consulta en la población general.
Gravedad relativa: La fiebre no constituye una condición de gravedad “per se”, pero si
puede ser manifestación de una patología grave. Por otro lado, su posible potencial
“gravedad” puede verse influida por las posibles patologías crónicas que afectan al paciente
(cardiopatías, neumopatías, endocrinopatías, epilepsia, etc.).
La importancia clínica de la fiebre radica en que siendo un signo sencillo y preciso de objetivar, es
un buen indicador de enfermedad orgánica ya que no está expuesto a variaciones emocionales.
Además, es útil para precisar la gravedad del cuadro febril, evaluar la evolución de la enfermedad y
su respuesta a tratamiento.
Etio-patogenia: En general la fiebre es la principal manifestación de la Respuesta de Fase
Aguda, que se observa en diversos procesos inflamatorios que producen efectos sistémicos.
La causa más frecuente son las infecciones bacterianas o virales. En segundo lugar, mucho
menos común, son las neoplasias y las enfermedades inflamatorias sistémicas (lupus, artritis
reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal). Otras menos comunes son fiebre por
fármacos, trauma, infarto del miocardio, TEP.
Es importante diferenciar el concepto de fiebre con el de Hipertermia, ya que en la última existe
una elevación de la temperatura no mediada por termorregulación hipotalámica, además de ser una
situación potencialmente mortal. En la práctica, la diferencia está dada por una minuciosa historia
clínica (exposición previa a calor ambiental excesivo, actividad física muy intensa, fracaso de
antipiréticos) y no en los registros térmicos o su patrón (salvo cuando la T° es mayor o igual a
42°C). Raramente fiebre e hipertermia pueden coexistir en un paciente.
Cuando existe una temperatura corporal central menor a 35°, hablaremos de Hipotermia, la cual
puede estar causada por exposición a ambientes con temperatura ambiental baja, así como a
condiciones patológicas (shock, sepsis, mixedema) o drogas (alcohol, anestésicos, psicofármacos).
Clasificación
Por temporalidad. Definido principalmente por duración:
Aguda. Aquella que no supera los 15 días de evolución. Ejemplos: infecciones respiratorias,
infecciones de piel y partes blandas, infección urinaria. Tiende a ser más alta o a tener peaks
en horario vespertino
Prolongada. Aquella que se extiende por más de 15 días.
Fiebre de Origen Desconocido. Entidad febril definida no solo por su temporalidad (mayor
a 3 semanas), sino por otras características bien definidas (ver apartado de “Presentación
clínica”)
Por patrón. Definido por variación diaria de la temperatura corporal
Intermitente (héctica o séptica): Las elevaciones térmicas retornan a valores normales
durante cada día de fiebre. Ejemplos: abscesos bacterianos, tuberculosis miliar, linfomas
Remitente: Durante su evolución, nunca se alcanzan valores normales durante cada día de
fiebre. La mayoría de afecciones febriles se presentan de esta manera
Recurrente: Reaparece luego de uno o más días sin fiebre cuantificada. Esta a su vez,
puede presentar patrones intermitente, continuo o remitente (fiebre en dromedario, segundo
ejemplo)
Presentación clínica
Síntomas: Malestar general, decaimiento, sensación de frío que puede alternar con
sensación de calor. Además podrá existir cefalea, palpitaciones, sed, anorexia, somnolencia,
hiperestesia cutánea, polialgia y fotofobia.
Signos: Facie febril (rubicundez, piel sudorosa, ojos brillantes), la cual dependerá de la
etapa de evolución de la fiebre, dado que inicialmente habrá palidez y piel fría
especialmente en extremidades. Temperatura axilar en condición de reposo, sobre
37,5°C, taquicardia y polipnea (aumento de la frecuencia cardiaca en 10 latidos por min y
de la frecuencia respiratoria en 5 ciclos por min., por cada grado de aumento de la T°).
Puede además observarse signos como lengua saburral, sequedad de piel y mucosas. La
condición hiperdinámica que se presenta puede determinar la presencia en el ápex de un
soplo sistólico de eyección (II-III/VI).
Fuera de los síntomas y signos generales del Síndrome febril, será posible encontrar además, los
propios de la enfermedad que le dio origen y que serán importantes para determinar su posible
etiología.
Todas estas manifestaciones clínicas se pueden presentar atenuadas o estar casi ausentes,
en pacientes inmunodeprimidos (por desarrollar una menor respuesta inflamatoria), así como
también en los grupos etarios extremos.
Qué examinar: Estado general del paciente, confirmar alza febril, Signos vitales, nivel de
hidratación y búsqueda de la probable enfermedad de origen mediante un examen físico
completo general y segmentario.
Cómo identificarla:
Hallazgos positivos. Alza febril
Esquema diagnóstico