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Introducción

En el presente trabajo se dará una explicación sobre la influencia de las ondas


electromagnéticas en los sistemas de telecomunicaciones, así como las posibles
afectaciones que sufren las mismas dependiendo del tipo de terreno o medio donde se
efectué la propagación de las mismas (transmisión), también se hablara sobre lo que
es la óptica geométrica y la diferencia que existe con respecto a la óptica física.
Conclusión

Se puede decir que las ondas electromagnéticas son aquellas que están presentes en
el medio ambiente y se desplazan a la velocidad de la luz y no pueden ser captadas
por el ojo humano, dichas ondas catalogadas anteriormente por los científicos que las
investigaban (experimentaban con ellas) como rayos, podían ser visualizados a través
de prismas, lentes diseñados por ellos mismos etc... Y ya con la evolución de la
ciencia y nuevos estudios se les considera como señales las cuales se utilizan para la
transmisión de datos ( información ) mediante la implementación de antenas que se
direccionan a ciertos puntos donde se encuentra otra antena receptora que capta
dicha señal para su procesamiento sea en forma de audio, video, etc.
Dichas transmisiones a la vez pueden sufrir alteraciones debido a las condiciones de
terreno y climáticas donde estas se lleven a cabo, aquí es donde entran en juego un
conjunto de formulas para determinar la mejor manera de minimizar estas perdidas y
poder llevar a cabo el envió de dichos datos (información).
Influencia de la tierra en las antenas

La tierra perturba la propagación de las ondas electromagnéticas, de forma que al


establecer cualquier tipo de radiocomunicación en el entorno terrestre aparecerán una
serie de fenómenos que modificarán las condiciones ideales de propagación en el
vacío. Estos fenómenos son básicamente tres: onda de superficie, difracción y
formación de la onda de espacio. La importancia de cada uno de ellos depende de la
banda de frecuencias, del tipo de terreno y de la ubicación de las antenas.

La tierra es un medio dieléctrico con pérdidas cuyas constantes dieléctricas varían en


función del tipo de suelo, el grado de humedad del mismo y la frecuencia. La
conductividad del terreno es un factor determinante en la influencia de la tierra sobre la
propagación de las ondas electromagnéticas. La conductividad de la superficie de la
tierra depende de la frecuencia de las ondas electromagnéticas que inciden sobre ella
y del material por la que esté compuesta, comportándose como un buen conductor a
bajas frecuencias y reduciendo su conductividad a frecuencias mayores.

El coeficiente de reflexión del suelo es un parámetro relacionado con la conductividad


e informa acerca de cómo se reflejan las ondas en él. Su valor depende del ángulo de
incidencia y del material que conforma el suelo: tierra húmeda, tierra seca, lagos,
mares, zona urbana, etc.

Para un determinado coeficiente de reflexión, la energía reflejada por el suelo aumenta


a medida que aumenta el ángulo de incidencia respecto de la normal, siendo la mayor
parte de la energía reflejada cuando la incidencia es rasante, y teniendo los campos
eléctrico y magnético de la onda reflejada casi la misma amplitud que los de la onda
incidente. En el caso de las antenas, tratándose habitualmente de emisión o recepción
a grandes distancias, casi siempre existe una incidencia rasante. La apariencia de la
antena imagen es una imagen especular de la apariencia de la antena transmisora
real. En algunos casos se puede considerar que la onda transmitida desde la antena
real y la onda transmitida desde la antena imagen tienen aproximadamente la misma
amplitud, en otros casos, por ejemplo cuando el suelo tiene irregularidades de
dimensiones similares o mayores que la longitud de onda, la reflexión del rayo
incidente no será neta.
Rayo reflejado por la tierra

Imagen especular

Es la generada mediante la reflexión de la luz en una superficie especular, donde los


rayos incidentes se reflejan con un ángulo igual al de incidencia (ambos tomados con
respecto a la perpendicular al plano en ese punto). En la siguiente figura se muestra
un ejemplo de una imagen especular:

La distancia recorrida por el rayo reflejado por la tierra desde la antena transmisora
hasta la antena receptora es mayor que la distancia recorrida por el rayo directo. Esa
diferencia de distancia recorrida introduce un desfase entre las dos ondas. La reflexión
de las ondas electromagnéticas depende de la polarización. Cuando la polarización es
horizontal, la reflexión produce un desfase de π radianes, mientras que cuando la
polarización es vertical, la reflexión no produce desfase.

La polarización electromagnética

Es una propiedad de las ondas que pueden oscilar con más de una orientación. Esto
se refiere normalmente a las llamadas ondas transversales, en particular se suele
hablar de las ondas electromagnéticas, aunque también se puede dar en ondas
mecánicas transversales.
La difracción es el fenómeno que ocurre cuando una onda electromagnética incide
sobre un obstáculo.
La tierra y sus irregularidades pueden impedir la visibilidad entre antena transmisora y
receptora en ciertas ocasiones. La zona oculta a la antena transmisora se denomina la
zona de difracción.

Onda de superficie se considera la formación de la onda de espacio como una


interferencia entre la onda directa y la reflejada. Cuando las alturas sobre el suelo de
las antenas transmisora y receptora son pequeñas en términos de  la onda de
espacio tiende a cancelarse. En esta situación el mecanismo de propagación más
relevante es la onda de superficie (sin considerar posibles efectos ionosféricos).

La radiación de ondas electromagnéticas sobre una superficie esférica lisa es un


problema que admite una solución analítica. El campo radiado puede expresarse como
una suma de términos cuyas amplitudes son función de la frecuencia, el tipo de
terreno, la altura de las antenas sobre el suelo, la polarización y la distancia.
La onda de superficie tan sólo es relevante en polarización vertical; la amplitud de los
campos es independiente de la altura de las antenas y presenta una variación en
función de la distancia proporcional a 1/R2 más un término de decaimiento
exponencial que es apreciable a distancias superiores a los 100 km.

Despeje de trayectoria sobre obstáculo de una onda o (Zona de Fresnel)

La Zona de Fresnel es el área en donde se difunde una onda luego de ser emitida por
una antena. Mientras menos obstáculos haya en esta área, mejor será transmitida la
onda. En los sistemas inalámbricos que se manejan en la frecuencia de 2.4 GHz, la
zona fresnel es muy importante, pues debe mantenerse limpia de obstáculos que
detengan la señal. Por ejemplo, los árboles suelen detener mucho más esas señales
que las paredes, por su alto contenido en agua.

Las zonas de Fresnel son unos elipsoides concéntricos que rodean al rayo directo de
un enlace radioeléctrico y que quedan definidos a partir de las posiciones de las
antenas transmisora y receptora. Tienen la propiedad de que una onda que partiendo
de la antena transmisora, se reflejara sobre la superficie del elipsoide y después
incidiera sobre la antena receptora, habría recorrido una distancia superior a la
recorrida por el rayo directo en múltiplos de media longitud de onda. Es decir, la onda
reflejada se recibiría con un retardo respecto al rayo directo equivalente a un desfase
múltiplo de 180º. Precisamente este valor del múltiplo determina el n-ésimo elipsoide
de Fresnel.
La primera zona de Fresnel (n = 1) se caracteriza por el volumen interior al elipsoide
con diferencia de distancias igual a una semilongitud de onda o diferencia de fases de
180º. Luego posibles reflexiones cerca del borde de la primera zona de Fresnel
pueden causar atenuación, ya que la onda reflejada llegaría a la antena receptora en
oposición de fase. Por lo tanto, durante la fase de planificación del radioenlace debe
asegurarse que la primera zona de Fresnel se encuentre libre de obstáculos, bien
aumentando la altura de los mástiles de las antenas o bien situándolos en otra
posición del edificio. Evidentemente, una obstrucción completa de la zona de Fresnel
produciría pérdidas todavía mayores.

En la figura se representa el perfil de un radioenlace en el cual se ha añadido el


contorno de la primera zona de Fresnel para detectar posibles obstáculos. Durante la
fase de planificación y de visita a los emplazamientos donde se tiene previsto instalar
las antenas, resulta conveniente llevarse unos prismáticos para identificar si existe una
cierta distancia libre de obstáculos alrededor del hipotético enlace que une las antenas
transmisora y receptora. Esta distancia depende de la longitud del radioenlace y de la
frecuencia utilizada, y suele igualarse al radio máximo de la primera zona de Fresnel
(en mitad del radioenlace). El radio de la primera zona de Fresnel, R1, en un punto
cualquiera de un radioenlace puede calcularse a partir de la siguiente expresión:

Donde d1 y d2 son las distancias a las antenas transmisoras y receptora, y λ es la


longitud de onda de la señal.

La Zona de fresnel es la altura ideal (radio) en la cual se deben posicionar el NODO y


CPE para poder realizar un enlace confiable dependiendo de la frecuencia y la
distancia, La constante de Fresnel establece lo siguiente:

r = radio en metros
D = distancia total del enlace en kilómetros

f = frecuencia del enlace en gigahertz (2.4, 5.8Ghz, etc)

De esta manera, para un simple enlace de 3km, aplicando la fórmula, necesitaremos


un radio de 9.68mts, por lo que el NODO y el CPE se deberían encontrar al menos a
10mts de altura. En el caso de que la altura del nodo sea significativamente mayor
(40mts por ejemplo) necesitaremos menor altura en el CPE para poder realizar el
radioenlace.

En el ejemplo 2 y 3 de la imagen anterior, notamos obstáculos de por medio, por lo


que el radio de 9.68mts calculado será a partir del obstáculo mas alto de por medio.
Ej.: Si en nuestra línea de visión se encuentra un árbol de 5mts de altura, la distancia
ideal para nuestro radioenlace será de 5mts + 9.68mts = 14.68mts.

Estos cálculos son todos para conexiones ideales, se estima que con respetar el radio
de fresnel en al menos un 66% se puede lograr un enlace estable. Convirtiendo los
9.68mts en 6.4mts y la altura con un obstáculo de 5mts de 14.68 en 9.7mts aprox.

Óptica geométrica

Óptica geométrica, u óptica de rayos, describe la propagación de la luz en términos de


"rayos" que viajan en línea recta, y cuyos caminos se rigen por las leyes de la reflexión
y la refracción en los cambios de fase entre diferentes medios. Estas leyes
descubiertas empíricamente se han utilizado de forma generalizada en el diseño de
componentes e instrumentos ópticos. Se pueden resumir de la siguiente manera:
Cuando un rayo de luz alcanza el límite entre dos materiales transparentes, se divide
en un rayo reflejado y un rayo refractado.

 La ley de la reflexión dice que el rayo reflejado se encuentra en el plano


formado por el rayo incidente y el eje perpendicular a la superficie reflectante, y
el ángulo de reflexión es igual al ángulo de incidencia.
 La ley de la refracción dice que el rayo refractado se encuentra en el plano
formado por el rayo incidente y el eje perpendicular a la superficie refractante, y
el seno del ángulo de refracción dividido por el seno del ángulo de incidencia
es una constante:

Sin θ1 / Sin θ2 = n

Donde n es una constante para dos materiales dados y un color de luz determinado. Si
el primer material es aire o vacío, n es el índice de refracción del segundo material.

Las leyes de reflexión y refracción pueden derivarse del principio de Fermat, que
establece que el camino recorrido entre dos puntos por un rayo de luz es el camino
que se puede atravesar en el menor tiempo posible.

Principio de Fermat Este principio afirma, que la trayectoria real que sigue un rayo de
luz entre dos puntos es aquella en la que emplea un tiempo mínimo en recorrerla.

Ley de la reflexión Sea una fuente S que emite rayos que se reflejan en una
superficie horizontal reflectante y llegan al observador situado en el punto P. Como la
luz se propaga en el mismo medio homogéneo, para encontrar la trayectoria que sigue
un rayo de luz tal que emplee un tiempo mínimo en recorrerla, equivale encontrar la
trayectoria cuya longitud es mínima.

Imaginemos que un rayo emitido por S se refleja en A y llega a P. La longitud del


camino seguido por este rayo es SAP, y esta longitud es igual a S’AP, siendo S’ la
fuente puntual S reflejada en la superficie. Esta línea es quebrada y por tanto, de
mayor longitud que la línea recta S’BP, que tiene igual longitud que SBP. Para la línea
SBP, el ángulo de incidencia θi (que forma el rayo incidente, con la normal a la
superficie reflectante) es igual al ángulo de reflexión θr (que forma el rayo reflejado con
dicha normal.
Ley de la refracción Al igual que las leyes de la reflexión, las de la refracción poseen
un fundamento experimental. Junto con los conceptos de rayo incidente, normal y
ángulo de incidencia, es necesario considerar ahora el rayo refractado y el ángulo de
refracción o ángulo que forma la normal y el rayo refractado. Sean 1 y 2 dos medios
transparentes en contacto que son atravesados por un rayo luminoso en el sentido de
1 a 2 y e1 y e2 los ángulos de incidencia y refracción respectivamente. Las leyes que
rigen el fenómeno de la refracción pueden, entonces, expresarse en la forma:

1. Ley. El rayo incidente, la normal y el rayo refractado se encuentran en el mismo


plano.

2. Ley. (Ley de Snell) Los senos de los ángulos de incidencia e1 y de refracción e2


son directamente proporcionales a las velocidades de propagación v1 y v2 de la luz en
los respectivos medios.

Recordando que índice de refracción y velocidad son inversamente proporcionales la


segunda ley de la refracción se puede escribir en función de los índices de refracción en
la forma:

Esto indica que el producto del seno del ángulo e por el índice de refracción del medio
correspondiente es una cantidad constante y, por tanto, los valores de n y Sen e para
un mismo medio son inversamente proporcionales. Debido a que la función
trigonométrica seno es creciente para ángulos menores de 90º, de la última ecuación
se deduce que si el índice de refracción n1 del primer medio es mayor que el del
segundo n2, el ángulo de refracción e2 es mayor que el de incidencia e1 y, por tanto,
el rayo refractado se aleja de la normal. Por el contrario, si el índice de refracción n1
del primer medio es menor que el del segundo n2, el ángulo de refracción e2 es menor
que el de incidencia e1 y el rayo refractado se acerca a la normal.

Estas reglas prácticas que se deducen de la ecuación son de mucha utilidad en la


representación de la marcha de los rayos, operación imprescindible en el estudio de
cualquier fenómeno óptico desde la perspectiva de la óptica geométrica.

La óptica geométrica a menudo se simplifica haciendo una aproximación paraxial o


aproximación de ángulos pequeños. El comportamiento matemático se vuelve lineal,
permitiendo que los componentes ópticos y los sistemas se describan mediante
matrices simples. Esto lleva a las técnicas de la óptica gaussiana y del trazado de
rayos paraxial, que se utilizan para determinar las propiedades básicas de los
sistemas ópticos, como las imágenes y posiciones aproximadas de objetos y el
correspondiente aumento óptico.
Óptica física

Se considera que la luz se propaga como una onda. Este modelo predice fenómenos
como la interferencia y la difracción, que no se explican por la óptica geométrica. Las
ondas se propagan en la atmósfera terrestre casi a la misma velocidad de la luz en el
vacío, aproximadamente a 3,0×108 m/s (exactamente 299, 792,458 m/s en el vacío).
La longitud de onda de las ondas de luz visible varía entre 400 y 700 nm, pero el
término "luz" también se aplica con frecuencia a la radiación infrarroja (0.7-300 μm) y a
la radiación ultravioleta (10-400 nm). El modelo de onda se puede usar para hacer
predicciones sobre cómo se comportará un sistema óptico sin requerir una explicación
de sobre qué medio se están "agitando" las ondas. Hasta mediados del siglo XIX, la
mayoría de los físicos creían en un medio "etéreo" en el que se propagaba la
perturbación lumínica.47 La existencia de ondas electromagnéticas fue predicha en
1865 por las ecuaciones de Maxwell. Estas ondas se propagan a la velocidad de la luz
y manifiestan campos eléctricos y magnéticos variables que son ortogonales entre sí, y
también a la dirección de propagación de las ondas.48 Actualmente, las ondas de luz
se tratan como ondas electromagnéticas, excepto cuando se deben considerar efectos
de mecánica cuántica.

Muchas aproximaciones simplificadas están disponibles para analizar y diseñar


sistemas ópticos. La mayoría usan una sola cantidad escalar para representar el
campo eléctrico de la onda de luz, en lugar de usar un modelo vectorial con vectores
eléctricos y magnéticos ortogonales.

La ecuación de Huygens–Fresnel es uno de esos modelos, deducido empíricamente


por Fresnel en 1815, basándose en la hipótesis de Huygens de que cada punto en un
frente de onda genera un frente de onda esférico secundario, que Fresnel combinaba
con el principio de superposición de ondas. La fórmula de difracción de Kirchhoff, que
se deduce a partir de las ecuaciones de Maxwell, coloca la ecuación de Huygens-
Fresnel sobre una base física más firme.

El haz de propagación gaussiano es un modelo de óptica física paraxial simple para


abordar la propagación de radiación coherente, como los rayos láser. Esta técnica
explica parcialmente la difracción, permitiendo cálculos precisos de la velocidad a la
que un rayo láser se expande con la distancia y el tamaño mínimo al que se puede
enfocar el rayo. La propagación del haz gaussiano cierra la brecha entre la óptica
geométrica y la física.

Superposición e interferencia

En ausencia de efectos no lineales, el principio de superposición puede usarse para


predecir la configuración de las formas de onda que interactúan mediante la simple
suma de las perturbaciones. Esta interacción de ondas produce un patrón resultante
que generalmente se denomina "interferencia" y puede dar una gran variedad de
resultados. Si dos ondas de la misma longitud y frecuencia están en fase, las crestas y
los valles de las ondas se alinean. Esto da como resultado una interferencia, con un
aumento en la amplitud de la onda.

Si las dos ondas de la misma longitud de onda y frecuencia están desfasadas, las
crestas de onda se alinearán con los valles de cada onda y viceversa. Esto da como
resultado una interferencia con una disminución en la amplitud de la onda.
Trayectoria de una onda directa

Es un tipo de onda que se genera a una altura mayor que la onda terrestre. Esta onda
se irradia y sigue una trayectoria directa (sin desvíos) hasta llegar a la estación
receptora, o hasta que los obstáculos naturales (cerros, montañas, etc.) impidan su
paso. Esta onda se conoce como onda directa y es útil para comunicaciones a
distancias moderadas. Es utilizada especialmente en las bandas de VHF y superiores
para comunicación local. Posee la desventaja de estar sujeta a la topografía de la
región, lo cual hace necesario instalar equipos repetidores que permitan que la onda
sobrepase los obstáculos terrestres.

Onda reflejada

Llega al receptor después de reflejarse en la tierra (o mar). Sufre gran atenuación por
la propia naturaleza del terreno y depende mucho de éste. En ocasiones favorece el
establecimiento de la comunicación a largas distancias.
Coeficiente de reflexión

En telecomunicación, el coeficiente de reflexión relaciona la amplitud de la onda


reflejada con la amplitud de la onda incidente. Generalmente se representa con una Γ
(gamma mayúscula). El coeficiente de reflexión viene dado por:

donde Zl es la impedancia de carga al final de la línea, Zo es la impedancia


característica de la línea de transmisión; este coeficiente de reflexión se puede
desplazar a lo largo de la línea hacia el generador al multiplicarlo por el factor de euler
dos veces la constante de propagación compleja de la línea por la distancia x recorrida
hacia el generador (distancia que se toma como negativa por convención), esto hace
que se modifique tanto su magnitud como su fase, si la línea tiene perdidas
(atenuación) y solo su fase si se asume una línea sin perdidas, recordemos que Γ
(gamma mayúscula)es un número complejo.

Factor de divergencia

La divergencia de un campo vectorial mide la diferencia entre el flujo entrante y el flujo


saliente de un campo vectorial sobre la superficie que rodea a un volumen de control,
por tanto, si el campo tiene fuentes o sumideros la divergencia de dicho campo será
diferente de cero. La divergencia de un campo vectorial es un campo escalar, y se
define como el flujo del campo vectorial por unidad de volumen:
Donde S es una superficie cerrada que se reduce a un punto en el límite. El símbolo ∇
representa el operador nabla. Esta definición está directamente relacionada con el
concepto de flujo del campo. Como en el caso del flujo, si la divergencia en un punto
es positiva, se dice que el campo posee manantiales. Si la divergencia es negativa, se
dice que tiene sumideros. El ejemplo más característico lo dan las cargas eléctricas,
que dan la divergencia del campo eléctrico, siendo las cargas positivas manantiales y
las negativas sumideros del campo eléctrico.

Teorema de la divergencia

El teorema de la divergencia, frecuentemente llamado teorema de Gauss, relaciona el


flujo de un campo vectorial a través de una superficie cerrada con la integral de la
divergencia de dicho campo en el interior del volumen encerrado por una superficie.
Ese resultado lo hace interesante en aplicaciones relacionadas con la electroestática
como en la mecánica de fluidos.

El teorema fue descubierto originariamente por Joseph Louis Lagrange en 1762, e


independientemente por Carl Friedrich Gauss en 1813, por George Green en 1825 y
en 1831 por Mikhail Vasilievich Ostrogradsky, que también dio la primera demostración
del teorema. Posteriormente, variaciones del teorema de divergencia se conocen
como teorema de Gauss, teorema de Green o teorema de Ostrogradsky.

La ley fue formulada por Carl Friedrich Gauss en 1835, pero no fue publicado hasta
1867. Es una de las cuatro ecuaciones de Maxwell, que forman la base de
electrodinámica clásica (las otras tres son la ley de Gauss para el magnetismo, la ley
de Faraday de la inducción y la ley de Ampere con la corrección de Maxwell). La ley de
Gauss puede ser utilizada para obtener la ley de Coulomb, y viceversa.

Forma diferencial de la ley de Gauss

Tomando la ley de Gauss en forma integral.

Aplicando al primer término el teorema de Gauss de la divergencia queda:

Como ambos lados de la igualdad poseen diferenciales volumétricas, y esta expresión


debe ser cierta para cualquier volumen, solo puede ser que:

Que es la forma diferencial de la Ley de Gauss (en el vacío).


Esta ley se puede generalizar cuando hay un dieléctrico presente, introduciendo el
campo de desplazamiento eléctrico , de esta manera la Ley de Gauss se puede
escribir en su forma más general como:

Es de esta forma en que la ley de Gauss es realmente útil para resolver problemas
complejos de maneras relativamente sencillas.

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