Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Este libro refleja una travesía de más de 40 años que me ha permitido crecer como
aprendiz de Jesucristo. Desearía poder mencionar a todos quienes me han ayudado
a crecer, tengan nombre o no lo tengan, incluyendo aquellos que me hablaron de
Jesucristo por primera vez, que lideraron estudios bíblicos y reuniones hogareñas, a
quienes les escuché innumerables prédicas, que me compartieron libros y que
ofrecieron conferencias y seminarios en varios continentes y en diferentes idiomas.
¡Tuve que pasar por varios lugares para levantarme! Parece que Dios envió un
ejército completo de todas partes del mundo, cuyo buen ejemplo pude imitar, cuya
paciencia para caminar conmigo me consoló, y cuya gracia me permitió crecer hacia
lo que Dios quería que yo fuera.
El Señor me desafió a pedir en grande en este proyecto. Yo había estado orando por
las naciones como herencia (Salmos 2:8) y sentí a Dios preguntándome “¿Cuántas
quieres?”
Mi primer pensamiento fue “un millón”, simplemente porque parecía algo
incontable, así como las estrellas del cielo. Mi siguiente paso fue pensar que esto
parecía presuntuoso, pues “¿acaso quién soy yo para pedir algo así?” Pero decidí que
el Señor es totalmente capaz de hacer lo que promete y que nosotros tal vez
fallamos más por NO pedir lo suficiente que por pedir demasiado (Santiago 4:2). Por
consiguiente mi petición es “Ayúdame a movilizar un número incontable de obreros
que ayuden a un número incontable de personas a disfrutar la bendición de conocer
y servir a Dios a través de Jesucristo”.
Espero que esta también sea tu oración. Las promesas de Dios son inagotables y de
escala infinita. Pídele las naciones por herencia mientras le sirves. Haz discípulos y
ayuda a movilizarlos por todas partes.
Quiero agradecerte por la inversión que has hecho en la compra de este libro. El
recaudo de esta venta ayudará a aquellos que constituyen la Mayoría del Mundo a
participar en esta serie. Ellos algún día tendrán la oportunidad de agradecértelo.
Le debo mucho a Neil Cole por sus ideas acerca del ADN del Discipulado, las cuales
nos han servido de guía en la elaboración de esta serie (www.cmaresources.org).
JH Klaas
Se recomienda que una vez por semana te reúnas con otros participantes y
conversen sobre lo que han leído y sobre lo que están aprendiendo. Todos deben
venir preparados a compartir lo que crean que pueda ayudar a los demás:
observaciones personales, preguntas y reflexiones. Esta es una habilidad que va
creciendo con la práctica. Algunas de las preguntas de reflexión podrán resultar útiles
para guiar lo que quieran compartir.
Debes estar preparado para anotar ideas y preguntas mediante las cuales Dios podrá
interrumpirte en diferentes momentos con reflexiones y oportunidades de
crecimiento que serán parte de tu aprendizaje. Las prédicas, las lecturas y los eventos
de la vida todos forma del curriculum de Dios para tu aprendizaje.
D - Verdad Divina: Jesús nos llama a ser aprendices de las Escrituras y a cambiar la
manera en que pensamos y actuamos. Debemos permitir que la Escrituras influyan
en nuestra forma de ver el mundo, de tal forma que éste no pueda moldearnos. Así
podremos comprobar que los caminos de Dios realmente son los mejores y
tendremos una mejor oportunidad de descubrir todo lo que Él tiene para nosotros.
Durante las dos siguientes semanas exploraremos cual es la mejor manera de utilizar
la Verdad Divina en nuestras vidas.
A -Avanzando en la misión: Jesús nos envía a bendecir al mundo con amor, verdad y
justicia, de tal forma que su misión de extender la Reino de Dios en todo el mundo
se logre a través nuestro. Serás desafiado a buscar formas de aplicar las verdades
que has aprendido sobre el cumplimiento de la Gran Comisión. Los devocionales de
los últimos cinco días están orientados a este aspecto de tu vida cristiana.
Pídele a Dios que obre de manera sobrenatural en ti y a través tuyo. Invita a otros a
unirse a ti. Si no están físicamente cerca de ti, invítalos a hacerlo en línea. Anímalos
a inscribirse en www.discipulado.net y recibirán una lección cada día por email.
Puedes reunirse por teléfono o por teleconferencia a través de una computadora.
Las lecciones pueden ser vistas o escuchas a través de un teléfono inteligente.
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante
al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y
testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se
nos manifestó).
¿Cómo hizo Jesús sus discípulos? Puedes pasar toda tu vida tratando de
responder esta pregunta. Observemos lo que se registra en las Escrituras.
Jesús pasó tiempo con sus discípulos: Comieron, hablaron, caminaron y
compartieron la vida por 3 años. Jesús les hizo preguntas, les dio tareas
imposibles, deliberadamente rompió tradiciones y desafió su forma de pensar.
Hizo enojar a los líderes religiosos y les dio la bienvenida a los marginados.
Sanó en sábado y les pidió alimentar a 5.000 personas. Les hizo ver milagros
en las bodas y en lechos de muerte. A veces dejó que fallaran y les ayudó a
aprender. A veces les permitió tener éxito, pero les dijo que no pusieran su
confianza en sus éxitos. Él demostró que tenía autoridad absoluta sobre el
clima y los demonios, y sobre la vida misma. No se trató de una "teoría acerca
de Dios”. Fue una interacción constante con Dios, que a veces incluso infundía
miedo, pero que transformaba vidas. Bienvenido a los 40 días de discipulado:
un minuto por día.
Para reflexionar:
¿Qué te gustaría aprender en los próximos 40 días?
Compara tu experiencia con Jesús con el pasaje bíblico
de arriba.
Haz que la vida valga:
Escribe una breve oración que exprese lo que te gustaría que Jesús
haga en tu vida durante este tiempo.
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el
diablo. Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, sintió
hambre.
Jesús dijo: "Id y haced discípulos". No como una sugerencia opcional sino
como la principal forma en que su reino crecería y bendeciría al mundo. No
era una opción avanzada para los verdaderamente comprometidos, sino el
patrón normal para que la gente normal creciera.
Ser discípulo de Jesús implica saber algo, ser algo y hacer algo. Nosotros
seguimos su ejemplo y aprendemos sus métodos. Es personal pero no
individualista. No es un curso sino un estilo de vida. No es simplemente
información, sino más bien experiencia aplicada.
En la forma más simple, los discípulos son aprendices que viajan juntos
siguiendo a un maestro en un proceso relacional, para luego repetir el
mismo patrón con los demás. Jesús es el maestro y el tema mismo.
Aprendemos de Él y acerca de Él. Dios usa las Escrituras, a otras personas y las
circunstancias de la vida para ayudarnos a aprender a cambiar y ser más como
Él. Se trata de saber, ser y hacer con Jesús como nuestro maestro.
Para reflexionar:
¿Qué tipo de maestro ha sido Jesús contigo?
¿Cómo te hace sentir este pasaje bíblico?
Haz que la vida valga:
Para hacer discípulos, las personas necesitan una visión de qué hacer, un método que les
muestre como hacerlo, y la confianza para saber que pueden hacerlo; todo esto siendo
fortalecidos por el poder del Espíritu Santo. Queremos proveer estos tres elementos para
que el Espíritu obre en y a través de cada participante.
Todo esto es lo suficientemente simple para que cualquiera pueda imitarlo y pasarlo a otras
personas. El hecho de que como líder de grupo estés accediendo a este material, indica que
eres un aprendiz que quiere ayudarles a otras personas a aprender. Eres un contribuyente
clave en el proceso de la multiplicación. A lo largo de este curso, estaremos poniendo otros
recursos a tu disposición. Cada 7 días encontrarás material adicional al de los 40 Días de
Discipulado que te ayudará a utilizar dichos recursos de la mejor manera.
2 Timoteo 3:16-17
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra.
El apóstol Pablo dijo a Timoteo que "toda la Escritura es inspirada por Dios y
útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia."
Dios inspiró a los autores cuando ellos escribieron las Escrituras y nos inspira a
nosotros cuando las leemos. Así es que llegamos a conocer el camino de
Jesús. Es así como también podemos volver a su senda cuando nos apartamos
de ella y podemos disfrutar el resultado de ver nuestras vidas cambiadas.
Hay diferentes maneras en que recibimos las Escrituras: escuchando, leyendo,
estudiando, memorizando y meditando. Necesitamos practicar estas 5 formas,
pero especialmente la meditación. Al igual que una vaca que rumia hierba,
nosotros debemos “masticar” muy lentamente los pasajes que leemos de las
Escrituras, debemos pensar en ellos continuamente. Esto alimenta nuestra
alma y nos enseña a pensar, a ser y a hacer. Nuestro teléfono móvil nos puede
recordar que debemos ir a las Escrituras. Podemos seleccionar diferentes
horas del día para nutrirnos de ellas.
Para reflexionar:
¿Qué significa que las Escrituras son inspiradas por
Dios?
¿Cómo pueden ayudarnos a mantenernos en el camino
de Jesús?
Haz que la vida valga:
Practica la meditación con el versículo de hoy. Repite la
lectura del pasaje en voz alta poniendo el énfasis en
una palabra diferente cada vez: “Toda la Escritura es
inspirada por Dios” / ”Toda la Escritura es inspirada
por Dios”/ ”Toda la Escritura es inspirada por Dios” / etc.
Durante las dos últimas semanas, los 40 Días de Discipulado se han centrado en la Verdad
Divina que se obtiene a través de la Biblia, y podemos compararlo con una madre que
alimenta a su hijo.
¿Cómo alimenta una madre a su hijo? Desde el nacimiento hasta los 6 meses, le da
exclusivamente leche materna. Al principio el bebé toma 5 ml de leche, es decir, lo
equivalente a una cucharada. Al cabo de la primera semana, el estómago del bebé duplica su
tamaño y la madre tiene que alimentarlo cada dos horas, de día y de noche: un poquito cada
vez, pero con mucha frecuencia.
Hacia los 6 meses de edad, la madre empieza a darle comida sólida en forma de puré.
Inicialmente le da compota de frutas y vegetales, y solo después de un tiempo, le da
alimento sólido en trocitos. Eventualmente, el bebé aprende a comer solo, aunque haciendo
un reguero considerable en el piso y ensuciando su ropa, la mesa, y a cualquier persona que
esté a su alcance.
Recuerda que muchas personas son nuevas en la lectura de la Biblia y apenas están
comenzando a aprender. De cada lección semanal, ayúdales a encontrar un pensamiento que
les sea útil y no las sobrecargues con 10 ideas diferentes. Ellas tendrán todo lo que les queda
de vida para aprender los detalles adicionales. Déjalas probar y descubrir gradualmente que
Dios es bueno.
El devocional 7 Minutos con Dios es una herramienta básica para el discipulado. La idea es
ofrecer una estructura que funcione como las ruedas de entrenamiento de una bicicleta. A
corto plazo, la meta es poder incorporar métodos adicionales de tiempo devocional una vez
que la persona haya aprendido el proceso. Se pretende el devocional 7 Minutos con Dios solo
sea punto de partida; es una herramienta fácil de compartir y que vale la pena utilizar.
1) Asegúrate de desarrollar el hábito de pasar tiempo con Dios cada día. Si ya has
completado la Serie 1 con anterioridad, revisa el contenido rápidamente. Si es la
primera vez que la tomas, asegúrate de estar muy atento a tu crecimiento.
Jeremías 15:16
Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tu palabra me fue por gozo y por
alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, Jehová, Dios de los
ejércitos.
No hace falta que entiendas de nutrición para que comas. Y ciertamente puedes
morir de hambre si sabes de nutrición pero no comes. Esto también es cierto
acerca del crecimiento espiritual. No siempre entendemos las Escrituras, pero
aun así pueden ayudarnos a crecer. O todo lo contrario, podemos entender las
Escrituras pero estar muertos de hambre porque no estamos "comiendo" el pan
de vida regularmente.
Cuando leo un pasaje, me resulta útil concentrarme en lo que me es claro.
Quizás puedo ver un área en la que debo crecer, o una verdad alentadora acerca
de Dios a la cual me puedo aferrar. O tal vez puedo ver un buen ejemplo a imitar
o un ejemplo de algo que debo evitar, o encontrar una promesa que puedo
reclamar, o un mandamiento específico que debo obedecer. Mi imaginación
puede activarse pensando acerca de cosas que Dios ha hecho en el pasado.
Permite que tu lectura bíblica sea alimento que te ayude a mantenerte en
crecimiento.
Para reflexionar:
¿Puedes pensar en algo que aunque no entiendes, aun
así es alentador?
¿Qué puedes hacer con lo que no entiendes?
Haz que la vida valga:
En tus 7 minutos con Dios, imagina que estás
comiendo las Escrituras y no sólo leyéndolas. ¿Cuál es
la diferencia?
Es muy recomendable que participes como un aprendiz más y no como un experto. Si surge
una pregunta, pregúntales a los demás qué piensan ellos al respecto. Hazte vulnerable
compartiendo lo que tu mismo estás aprendiendo con el grupo. Tu ejemplo de honestidad e
integridad te ayudará a establecer un patrón de autenticidad. Durante las conversaciones del
grupo no te sientas con la responsabilidad de comentar sobre cada cosa que dicen las
personas. Más bien promueve el diálogo preguntándoles a los demás algo como “¿Qué
piensan Ustedes sobre lo que se está hablando?”
Aprender a estar con los demás como amigo y compañero es una virtud importante. Si la
gente se siente valorada, escuchada y atendida, el discutir todo el contenido de cada lección
no es tan importante. Ten la certeza de que si se sienten alentados, las personas del grupo
van a querer volver la próxima semana.
1) Pregunta qué es lo más destacable de esta semana con respecto a la Verdad Divina –
recuerda que representa la “D” en el ADN del discipulado.
2) Asegúrate que el tiempo que dedicas diariamente a tu devocional sea significativo.
No es necesario que esté centrado en los mismos pasajes bíblicos de la Serie 1 si ya
la has hecho antes, pero debe ser auténtico.
3) Puede ser bueno practicar los 7 Minutos con Dios, pues así le transmitirás al grupo
un modelo claro que las demás personas podrán imitar.
4) La próxima semana empezaremos a estudiar acerca de las relaciones Nutritivas –
que corresponde a la “N” del ADN del discipulado.
Para reflexionar:
¿Qué quieren decir las siglas A.D. N.?
¿Es este un patrón útil para usar?
Algo que podemos hacer es hacerle más preguntas a la gente, escuchar sus
historias y descubrir qué los hace únicos. También es bueno buscar
experiencias comunes y estar abiertos a aprender lo que más se pueda
acerca de sus vidas.
Madurar en Cristo no es algo sencillo. Las personas a quienes estás tratando de animar están
buscando en ti un ejemplo viviente de crecimiento espiritual. Tu eres las manos, los pies, la
boca y los oídos de Cristo. Estar con otra persona es mucho más que estudiar pasajes bíblicos
juntos. Es también escuchar, aprender, reírse, llorar, relajarse, soñar, orar y servir juntos. Es
caminar en la vida junto a las demás personas. Es practicar el amar, el perdonar y el apoyarse
mutuamente de diferentes maneras en el práctica de estas cosas.
Las preguntas que puedes hacer para nutrir las relaciones requieren un ambiente de
confianza. Necesitas ganarte el derecho a poder hacer ciertas preguntas, y esto se logra
demostrándole tu compromiso a cada persona del grupo, y no solamente buscando
completar actividades. Las personas tienen que verte como alguien confiable que no va a
contarles a otras personas lo que escuchas de ellas.
Debes sentirte libre para adaptar las preguntas de cada lección de acuerdo a tu contexto
específico. Lo principal es que tu mismo te preguntes “¿qué estoy viendo hacer a Dios en
este momento?”, “¿qué está diciendo?”, “¿estoy respondiendo adecuadamente?”
2) Haz las preguntas que ayudan a nutrir las relaciones que aparecen en la lista de la
lección del Día 22.
3) No te preocupes tanto en seguir el plan de la lección, sino más bien en escuchar lo
que Dios está hablando a través de cada una de las personas del grupo.
Luego, otra persona debía ser alentada a continuar la conversación (Día 30). Cada persona
debía ser desafiada a pensar en una conversación normal entre dos personas, en las que una
habla y otra escucha. Cuando estás hablando con alguien, generalmente la persona no repite
lo que ya se ha dicho, sino que va agregando pensamientos sobre un mismo tema. Luego tu
respondes de una manera similar; así es como fluye la conversación. De la misma manera, la
oración conversacional debe fluir a medida que el grupo se interrelaciona con Dios,
hablándole y escuchando Sus respuestas.
Esta experiencia es más que simplemente darle a cada uno la oportunidad de orar. Hay una
interdependencia al escuchar juntos al Espíritu Santo a medida que la oración es guiada de
manera sobrenatural. También hay consuelo al saber que el Espíritu Santo intercede por
nosotros, pues nos permite saber que no es necesario preocuparnos por encontrar las
palabras exactas para orar. La brevedad en la oración también les permite a los demás
prestar atención y así evitar que su mente se distraiga. Como siempre, tu ejemplo como líder
es vital para el éxito del proceso.
1. ¿Cómo crees que están las personas del grupo? ¿Se sienten animadas?
2. ¿Estás orando por ellas? ¿Será que la sal de Jesús está haciendo que estén
sedientas de más?
3. ¿Cómo crees que las relaciones nutritivas se pueden profundizar entre las
personas de tu comunidad de fe?
Y les decía: La mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos; por tanto,
rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
La A es para Avanzar en la misión. Los apóstoles fueron los enviados por Dios.
Nos unimos en la misión de Dios, orando por obreros para la cosecha. En
Lucas 10: 2 Jesús dijo: "La mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos;
por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies". Es un
mandato extraño, pero Jesús dijo que debemos orar de esta manera.
Esta semana fue diseñada para ser una semana de celebración por haber terminado
la primera serie de los 40 Días de Discipulado. Celebra cada paso que diste para
entender el ADN del discipulado. Aún si solo completaste una de las lecciones,
siempre hay algo que celebrar. Te damos la oportunidad de expresar gratitud a Dios
por esta experiencia de crecimiento tan importante. Es de esperar que esto te ayude
a resumir lo que has aprendido o lo que has recordado, y así, te dé una razón más
para celebrar.
¿Qué progreso has observado? ¿En qué áreas te gustaría ver más crecimiento? ¿Qué
necesitas como líder? Por favor compártelo con el grupo y con nosotros.
Esta semana también ha sido una semana de desafío. Desde el principio hemos
querido presentar la idea de orar por obreros de una forma que nos lleve más allá de
un interés egocéntrico. La oración es muy sencilla y le ofrece a la gente más
oportunidades de recibir el aliento que necesitan de los demás. Movilizar más
obreros significa que más personas tendrán la oportunidad de celebrar su
crecimiento de la misma forma como tú estás celebrando el tuyo en este momento.
Agradecemos tus comentarios con respecto a lo crees que debemos mejorar, así
como tus sugerencias sobre cualquier otro tema, incluyendo recursos que te gustaría
compartir con nosotros. Escríbenos a: coaching@discipulado.net.