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NIVEL DE CONCIENCIA.

Este parámetro se refiere al compromiso cuantitativo de conciencia (o nivel de alerta) y la


capacidad de ubicarse u orientarse (capacidad de identificarse a sí mismo, orientación en el
tiempo, respecto al lugar en dónde está, reconocimiento de personas).

Capacidad de orientarse:

Para evaluar esta capacidad se investigan aspectos como los siguientes:

 Orientación respecto a sí mismo: ¿Cómo se llama? ¿qué edad tiene? ¿en qué trabaja?
¿con quién vive?...

 Orientación en el tiempo: ¿En qué fecha estamos? ¿En qué mes? ¿En qué año? ¿Qué día
de la semana es hoy?...

 Orientación en el espacio: ¿Dónde se encuentra usted? ¿Está en un hospital? ¿En su casa?


¿Qué hospital es?...

 Orientación respecto a personas: ¿Quién soy yo? ¿Qué labor desarrollo? Si está presente
un familiar: ¿Quién es esa persona?

El saber el nombre o aspectos muy personales de sí mismo, es de las últimas cosas que se pierden.
En todo caso, este conjunto de preguntas permiten formarse una idea de lo lúcido o desorientado
(confuso) que pueda estar el paciente.

Compromiso cuantitativo de conciencia:

Se evalúa el grado de lucidez o el compromiso cuantitativo de conciencia, especialmente en lo


referente a la dificultad para despertar y dar respuestas ante estímulos externos.

La diferencia de los distintos niveles se va determinando según el tipo de estímulo que es


necesario aplicar y la calidad de las respuestas que se obtienen. Los estímulos van desde hablarle a
la persona (con voz normal o más fuerte), producir un ruido, tocarlo o remecerlo, hasta estímulos
capaces de producir un dolor (nociceptivos), pero sin dañarlo. Estos últimos pueden ser un pellizco
en la región infraclavicular, presionar con los nudillos sobre el esternón, presionar un lecho
ungueal o aplicar presión sobre uno de los procesos mastoídeos.

De acuerdo a los resultados obtenidos, se pueden determinar los niveles de compromiso de


conciencia:

 Lucidez. Estado de plena alerta. Corresponde a la persona normal, que es capaz de


mantener una conversación y dar respuestas atingentes a las preguntas que se le
formulan.
 Somnolencia. El paciente impresiona durmiendo pero al llamarlo por su nombre o
hablarle en voz más fuerte abre los ojos, mira al examinador, responde preguntas y luego
nuevamente sigue durmiendo.

 Obnubilación. Ya es necesario tocar o agitar al paciente, como tratando de despertarlo.


Ante esto, abre los ojos, mira al examinador, pero responde lentamente y está algo
desorientado (confuso). No muestra interés en el medio ambiente.

 Sopor. Es una etapa más avanzada de compromiso cuantitativo de conciencia. Para


obtener respuestas es necesario aplicar estímulos dolorosos. Las respuestas verbales son
lentas o, incluso, ausentes. No tiene conciencia de sí mismo ni del ambiente.

 Coma. Es el nivel más avanzado de compromiso cuantitativo de conciencia. En esta etapa


no es posible obtener respuestas ni siquiera aplicando estímulos dolorosos. Algunas
reacciones que se pueden presentar, son, en realidad, reflejos (por ejemplo, reacciones de
descerebración). Los signos vitales se mantienen.

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