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Inteligencia artificial (IA) es el concepto para máquinas que “piensan como seres humanos”; es
decir, que pueden llegar a razonar, planificar, aprender y entender el lenguaje. El cerebro de la
inteligencia artificial es una tecnología llamada aprendizaje automático, que está diseñada para
hacer nuestro trabajo más fácil y productivo.
Según Altman y Saunders (1998, p. 1722) el análisis de la solvencia empresarial ha sufrido una gran
evolución a lo largo de los últimos 20 años, debido a factores tales como el aumento en el número
de quiebras, la desintermediación creciente que se observa en los mercados financieros, la
disminución de los tipos de interés o el desarrollo de nuevos instrumentos financieros. Todo ello
ha impulsado el desarrollo de nuevos y más sofisticados métodos de análisis de la solvencia, y
entre este tipo de sistemas ocupan un papel destacado aquellos que están basados en técnicas de
Inteligencia Artificial.
Las empresas, en nuestros días pueden estar muy apoyadas en las nuevas tecnologías, como es la
IA, ya sea como soporte para una toma de decisiones más eficaz o en la ayuda de labores, tareas,
que exijan gran demanda de tiempo o representen un alto grado de peligrosidad al ser humano.
Actualmente, las soluciones de inteligencia artificial, ya sea ‘machine learning’ o ‘deep learning’,
están llamadas a convertirse en el mejor amigo de las empresas de aquí a 10 años. Tal es la
implementación de este tipo de tecnología, que a nivel mundial el 80% de las empresas ya utilizan
algún tipo de inteligencia artificial y el 30% tienen pensado aumentar su inversión en los próximos
3 años. Y es que se cree que la IA será, en poco tiempo, una de las nuevas tecnologías de éxito en
las organizaciones, obligando a éstas a modificar su manera de operar.
Los entornos empresariales serán mucho más inteligentes, formando una limpia cohesión entre
máquinas y humanos. Serán espacios más eficientes, eficaces y competitivos debido a la
automatización de procesos, por lo que las personas aumentarán su producción y tendrán más
tiempo de innovar, mejorando, por lo tanto, la experiencia de usuario.
Asistencia Virtual
Las empresas utilizan chatbots para una variedad de usos, como el servicio al cliente. Cuando hay
sobrecarga, un servicio de inteligencia artificial puede ser usado para responder a preguntas
simples y permite que los agentes humanos se centren en problemas más relevantes.
Generar ideas
Los datos son el petróleo de la economía digital actualmente. Sin embargo, hay que tener los
recursos necesarios para transformarlos en algo de valor, trabajo que realiza el aprendizaje
automático. Lo que hace que los sistemas de inteligencia artificial sean tan poderosos es que
pueden aprender. Eso les permite adaptarse cuando el comportamiento del mercado cambia, así
como mejorar continuamente el desempeño a medida que vienen más datos.
Se estima que el 80% de los datos digitales no están estructurados. Éstos pueden llevarnos a
entender las conversaciones de los consumidores para identificar los tipos de personalidad de los
clientes, para que puedan ser atendidos por alguien con un estilo de servicio compatible.
Las compañías que utilicen inteligencia artificial y colaboren en conjunto con su personal, pueden
aumentar sus ingresos un 38% y el empleo un 10% de aquí al 2022, de acuerdo con datos de la
firma de consultoría Accenture.
Por lo tanto, la IA puede generar beneficios a las empresas como incrementos en marketing, ya
que las tareas serán más efectivas al poder segmentar mejor a sus clientes; mayor seguridad, al
detectar y prevenir virus; mejores finanzas; mayores ventas, al ofrecer una mayor productividad
para las ventas, ahorrar tiempo al personal y a su vez volverlos más productivos.