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1. PRESENTACIÓN:
Buenas tardes hermanitos, ¿Cómo están?...R....., ¡GLORIA DIOS¡
Hermanitos, acabamos de escuchar que Jesús es la solución de nuestros
pecados y él es nuestro salvador.
Y ahorita vamos a hablar de un tema también muy bonito, que se llama: “FE
O ACEPTA A JESUS COMO TU SALVADOR”
Así como el águila de la que se habló al principio de esta mañana, que decidió
despojarse de todo lo que no lo dejaba vivir, toma la decisión de renovarse
para vivir 40 años más, así también nosotros en esta tarde si tenemos Fe, y
creemos en el Señor Jesús, podremos alcanza una mejor vida.
Hermanitos les voy hacer una pregunta, ¿Quién es la Persona en la que
más has creído o confiado?
Dios ya nos salvó hace más de 2000 años, por la muerte y resurrección de
cristo Jesús.
El ya cumplió con su papel, no le falto nada. Su sangre fue suficiente y su
resurrección definitiva.
Pero que nos corresponde a nosotros, para apropiarnos de los frutos de la
redención.
Dice la palabra de Dios en Hechos 16:30 que El carcelero de Filipos los saco
afuera y les preguntó a Pablo y Silas. Señores ¿Qué debo de hacer para
salvarme”
La pregunta del carcelero, es la pregunta que hoy todos nos podemos hacer, y
que en este tema vamos a responder.
Miren hermanos en el versículo siguiente Hechos 16:31, ellos le respondieron
“Ten FE en el Señor Jesús, y te salvaras tú y tu familia”.
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Hermanos estamos escuchando la respuesta que está en la palabra de Dios, y
que de esta respuesta dependerá que tú y tu familia logren la salvación.
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Jesús ya nos salvó por su encarnación, muerte y resurrección. Pero
permanece viva la pregunta del carcelero de Filipos:
¿Qué nos corresponde ahora a nosotros? R… Tener FE
3. Cuando creemos, hacemos nuestra la salvación.
Veamos que nos dice la palabra de dios en Efesios 2:8-9
“Ustedes han sido salvados por la Fe, y lo han sido por gracia. Esto no
vino de ustedes si no que es un Don de Dios. Tampoco lo merecieron
por sus obras, de manera que nadie tiene porque sentirse orgulloso”.
En primer lugar Dios nos salva por medio de la gracia, es decir de manera
gratuita. Y a nosotros nos corresponde que mediante la fe nos
apropiemos de los frutos de la redención.
Para salvarnos, Nosotros necesitamos estar conectados a Jesús, en su
muerte y resurrección, por medio de la Fe
Dinámica de la Lámpara
Procedimiento:
Se pide a un participante que se encienda la lámpara.
Se intenta, pero sin enchufar a la toma corriente, y por tanto no funciona.
Se dramatiza, hasta que los participantes descubran que no está enchufada.
Enseñanza:
Si este aparato eléctrico no funciona, por no estar enchufado, para que la salvación
actúe en ti, necesitas el enchufe que se llama “la fe”.
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la palabra de Dios en Rom. 10:9 menciona dos puntos que a nosotros
nos corresponde.
Si confiesas con tu boca, que Jesús es señor y crees en tu corazón que
dios le resucito de entre los muertos, serás salvo.
Primero: se Cree con el corazón que Dios resucitó a Jesús de entre los
muertos
Segundo: Confesar con la boca que Jesús es Señor.
C. DESAFIO
Dios ya nos perdonó hace dos mil años, pero ¿vivimos como
perdonados?
¿Ya nos apropiamos del perdón que Jesús nos ganó con su sangre
preciosa?
¿Ya estamos viviendo como herederos del Reino que Dios nos regaló
hace veinte siglos?.
D. *Desafío*
Pedro en el mar de Galilea (Mt 14, 22-31)
Una tormentosa noche, Jesús vino caminando sobre las aguas, para
ayudar a sus discípulos que se encontraban luchando en el embravecido
mar de Galilea.
Simón Pedro, lo retó: “Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas”.
“Ven”. Le respondió Jesús, y el temperamental discípulo saltó de la barca
y caminó algunos pasos sobre las aguas.
Pero viendo la tormenta y el viento, le entró miedo y comenzó a hundirse.
Entonces exclamó desde lo más profundo: “Señor, sálvame”.
Simón Pedro, experimentado pescador, sabía nadar perfectamente.
Había Sorteado tempestades y se movía como pez en el agua, aun en las
borrascas y tormentas.
Jesús, por su lado, tal vez no sabía nadar, pues su casa no tenía alberca ni
vivía cerca del mar o lago.
Sin embargo, el que sabe nadar le dice al que no sabe nadar: “Sálvame tú.
Yo no me quiero salvar por mí mismo. Prefiero experimentar el poder de
tu amor. Me entrego a ti, para que tú me salves”.
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Pedro apostó todo a la misma carta: Si Jesús no lo salvaba, iba a perecer
en el mar. Había decidió no salvarse por sí mismo y confiaba
absolutamente en las manos salvadoras de Jesús de Nazaret.
**Desafío**
¿Te quieres salvar por ti mismo, o prefieres que Jesús te salve?
Entonces, ríndete a Cristo totalmente.
Cuantos de nosotros andamos en este mar de Galilea embravecidos,
con dudas y con poca o nada de Fe, necesitamos pedirme al Señor que
nos salve, porque nosotros no nos podemos salvar por nosotros
mismos.
Levántate tu fe te ha salvado
Profesión de fe:
Levanten su mano derecha
Dios, tú has enviado a tu Hijo, para que quién crea en él no perezca, sino
que tenga vida en abundancia.
Yo he puesto toda mi fe en él, y estoy seguro que no seré defraudado,
porque Tú siempre cumples tus promesas.
Por eso, basado en tu fidelidad, proclamo y declaro que he sido
perdonado, purificado y justificado.
La sangre de Cristo me ha otorgado la salvación definitiva y a partir de
hoy puedo vivir como heredero del Reino. Amén.
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