Omar Ramírez Torres | Lic.

en Psicología
| Psicología de la Actividad Física y el Deporte

Análisis película
Duelo de Titanes

Saber dirigir un equipo es una de las tareas que pueden resultar muy
complicadas si tomamos en cuenta la presencia de una relación distante
entre sus integrantes, además de conductas apáticas y la inexistencia
de un objetivo en común, añadiendo a ello una marcada exclusión y
distinción entre los mismos. Así fue el largo trabajo que llevó el nuevo
entrenador Herman Boone, quien tras haber sido electo para ser el
nuevo coach del equipo de fútbol americano de la preparatoria TC
Williams, tuvo que aplicar cada una de sus estrategias guardadas bajo
la manga para lograr una verdadera cohesión de grupo entre los
estudiantes de raza blanca y negra.
Al principio podemos observar un enorme disgusto por parte de cada
uno de los alumnos que pertenecen al equipo de fútbol, ya que no fue
nada fácil tener que lidiar con hombres de raza y color distintos al propio,
sin embargo, desde la llegada del nuevo entrenador, las cosas
comienzan a cambiar. Éste, ha decidido mandarlos a un campamento
para verificar si se encuentran aptos para poder integrarse al equipo.
Desde ese momento, comienza a aplicar algunas técnicas que poco a
poco motivan a los jugadores a mantener una relación de “equipo”,
como el hecho de obligarlos a conocer a otro jugador y a llevarse bien
con él.
Desde una perspectiva de la Psicología del Deporte, se puede afirmar
que el nivel de activación que presentan los jugadores es muy buena,
ya que en muchas escenas podemos observarlos que están bajo
intensas condiciones de actividad física, las cuales incrementan su
energía y acción. Por otra parte, hay claros ejemplos de la presencia de
la motivación cuando los jóvenes se percatan de que se están
acercando cada vez más hacia el campeonato estatal, por lo que esto
representó un estímulo que los impulsó a lograr su objetivo de alcanzar
sus metas. Asimismo, hablaríamos entonces de un deporte de
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competición, el cual, se fue construyendo a medida que había una

mayor integración entre sus miembros, y de la misma manera se generó
un espacio para la cohesión de grupo, en donde todos los integrantes
comenzaron a considerarse como uno solo, un grupo que logró
establecer una excelente relación entre sí y sus metas, por lo que no
hubo un “yo”, sino un “nosotros”, lo que fomentó aún más sus inmensas
ganas por conseguir una victoria y considerarse así como un equipo
destinado al triunfo y a los éxitos.

Marzo, 2019.