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Crítica al PEN 2021

El derecho a la educación está claramente plasmado en acuerdos nacionales de política


que llamamos de Estado, pues tienen la intención de ser sostenidas en el tiempo,
enfrentando el histórico incumplimiento de los planes y promesas en la política peruana.
Las políticas de Estado del Acuerdo Nacional tiene entre sus desarrollos en educación el
Proyecto Educativo Nacional al 2021 (PEN al 2021).

El Ministerio de Educación encargó al Consejo Nacional de Educación la sugestiva tarea


de evaluar el Proyecto Educativo Nacional al 2021 (PEN al 2021) y la preparación del
PEN al 2036. Hoy corresponde ampliar y enriquecerlo como un proceso formativo de la
ciudadanía que se involucra en una forma de hacer política educativa.
Resaltamos la relación educación y los cambios sociales, abordado en la primera parte
del PEN, pues es un gran acierto. Valoramos la formulación de un discurso de política
educativa democrática, acogiendo la perspectiva del desarrollo humano, con diagnóstico
crítico sobre el país y la educación, postulando una política educativa global, con la
ambiciosa pretensión de reformar un modelo de Estado y de sistema educativo
reproductores de desigualdades sociales y educativas.

Esta política global es también un referente para evaluar en profundidad los avances en
campos específicos. No es accidental que el PEN al 2021 ponga énfasis en la relación
con la sociedad en su propio subtítulo: La educación que queremos para el Perú.

Visión de país y su horizonte general: el desarrollo humano

El PEN al 2021, con el horizonte del desarrollo humano, expresa una mirada crítica al tipo
de desarrollo económico del país, a la democracia vigente, la forma de hacer política y el
Estado centralista. Aborda el contexto del país con oportunidades, frustraciones y
desafíos como base para la política educativa. “Los peruanos constituimos un pueblo con
un prometedor horizonte, con un futuro de bienestar, prosperidad, paz y democracia que
debemos decidirnos a realizar. Contamos para este objetivo con enormes recursos no
siempre apreciados en su justo valor.” La relación reciproca de educación, desarrollo
humano, democracia y economía permite desprender los sentidos sociales de la
educación.

El PEN afirma avances concretos en cuatro dimensiones: a. Desarrollo económico y


competitividad; b. Equidad y bienestar; c. Democracia; d. Reforma del Estado e
integración territorial, social y cultural del país. Dimensiones semejantes a las planteadas
en el AN como objetivos.

Un sistema educativo que reproduce las desigualdades del país

La educación renovada que genera cambios en el país

La educación renovada concurre en los cambios sociales del país. Nos permitimos
enfatizar que una reforma educativa según el PEN se insertaría en un marco
transformaciones sociales y las estimula.

Frente a la sobrevaloración del poder de la educación para el cambio social global del
país, el PEN matiza y señala que una buena educación es necesaria más no es
suficiente. Dice que “una buena educación no será suficiente por si sola para llevarnos a
la democracia y el desarrollo.” Pero sin una buena educación “las reformas que hagamos
en otros campos resultará, a la postre, estériles o de corta vida.”

Se explaya respondiendo a dos preguntas claves: “¿Qué funciones ha de cumplir la


educación en la transformación general del país? y ¿Cómo debe ser es educación
llamada a producir tales efectos y a entrelazarse creativamente con los demás cambios
institucionales necesarios en el Perú?

Las funciones de la educación “Una educación transformada es indispensable para


la democracia pues formará ciudadanos alejados de las prácticas y valores que
hacen posible el autoritarismo, la exclusión y la violencia. (…)
Esta educación debe ayudar también a construir un país más equitativo. Una
educación deficiente es una reproductora perniciosa de la inequidad y del atraso.
(…)
De otro lado, una educación universal de calidad favorecerá el mejor rendimiento
económico de nuestra sociedad al promover la adquisición de saberes nuevos y la
recuperación y revaloración del saber propio, (…)
Finalmente, una educación renovada ayudará a construir una sociedad integrada
—fundada en el diálogo, el sentido de pertenencia y la solidaridad— y un Estado
moderno, democrático y eficiente.”

La intensa experiencia política del año pasado y lo que va del actual, para muchos
peruanos, ha sido de lucha por una mejor democracia, una lucha contra la corrupción y la
impunidad, por tanto, experiencias formativas en ciudadanía. Este contexto, hace más
valioso retomar el abordaje del PEN al 2021 según el cual la escuela y la sociedad
educan a sus miembros

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