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La UDIMA (Universidad a Distancia de Madrid) ha publicado hoy un decálogo en el que se explican las 10 competencias
básicas que deben tener los Criminólogos que deseen ejercer como tal en el siglo XXI.
Este trabajo ha sido elaborado por Rodolfo Gordillo, Profesor del Grado de Criminología de la UDIMA, quien explica que la
Criminología, a pesar de girar en torno a un objeto de estudio, la criminalidad, en los últimos tiempos ha ido ampliando su
marco de actuación, en paralelo al desarrollo científico, cultural, político, económico y tecnológico, siendo preciso que los
criminólogos posean competencias que han formado parte del pasado, del presente y del futuro para ejercer su profesión. En
este sentido, para el profesor Gordillo, la definición más precisa y acorde a los tiempos que vivimos, es la que se expone en
el libro blanco de la Criminología y que sostiene que “un criminólogo tiene que ser el mayor experto en la seguridad de la
población”.
Por tanto, “los aspectos que forman parte de este decálogo, se corresponden a las competencias básicas que deben formar
parte del repertorio de un sujeto que quiera afrontar con garantías el reto que supone la Criminología como disciplina científica”
asegura Rodolfo Gordillo, Profesor de Criminología de la UDIMA.
Decálogo de competencias básicas para un criminólogo:
1. Dominio del inglés. Es el idioma en el que más se publican y difunden los resultados científicos, indispensable para la
universalización del conocimiento. Aparte sirve como trampolín a ofertas de trabajo que otros países demandan y en los que
existe una mayor tradición criminológica, como Bélgica, Gran Bretaña o Estados Unidos.
2. Análisis de la realidad política. El criminólogo tiene que desarrollar un sentido de la justicia, ética y moral, que le permita
dirigir críticas hacia el propio Estado de Derecho cuando éste ponga en peligro la convivencia armónica de sus integrantes.
La capacidad de crítica, así como de autocrítica será una importante herramienta que habrá que trabajarse desde la primera
toma de contacto con la disciplina criminológica.
3. Inteligencia social. El criminólogo se va a relacionar con personas cuyos niveles de malestar emocional serán elevados.
Por tanto, ser capaz de captar los sentimientos de las personas, recordar detalles de las conversaciones y de los aspectos
cualitativos del lenguaje corporal ayudará a establecer dinámicas apropiadas y dará las claves de actuaciones concretas.
4. Dominio de las nuevas tecnologías. La criminalidad no entiende de idiomas, razas o clases sociales y el mundo globalizado
cada vez va más deprisa gracias a los nuevos hallazgos que permiten la interacción casi inmediata de nuevos
descubrimientos. Por ello, cada vez es más necesario la puesta en común de proyectos a escala internacional sin necesidad
de largos desplazamientos y para los que el manejo de las nuevas tecnologías se torna esencial.
5. Liderazgo. Un criminólogo tiene que saber tomar decisiones, promover iniciativas, dirigir y coordinar equipos humanos, así
como elaborar estrategias para lo que será necesario una habilidad como el liderazgo que englobe tales características.
6. Capacidad deductiva e inductiva. La investigación científica se origina gracias a estas habilidades. Con ellas el científico
capta una serie de peculiaridades que tienen una relación significativa para él, y que una vez validadas empíricamente,
ayudará a mantener los cánones de la ciencia: explicar, controlar y prevenir.
7. Actualización científica constante. El marco multidisciplinar que rodea a la criminología, obliga al criminólogo a estar
actualizado en los avances de aquellas disciplinas que la nutren. Así aquellos avances en disciplinas afines como la psicología,
sociología, política y biología serán de obligada lectura.
8. Facilidad en la comunicación. El criminólogo debe ser un orador que sepa transmitir y comunicar de forma correcta la
información. Su amplio campo de actuación requiere comunicarse con personas de todo tipo, asistir a reuniones, congresos
y su capacidad comunicativa será una herramienta que le ayudará a desenvolverse con la máxima solvencia.
9. Espíritu emprendedor. El sector privado demanda un servicio de control, prevención y tratamiento de la seguridad. En la
actualidad no hay profesionales capacitados para cubrir esta demanda, y es ahí donde entra en juego el criminólogo.
10. Afán de superación. El crimen evoluciona y lo que hoy es válido, mañana puede que sea ineficaz. Las trabas que la
administración, los estamentos políticos y los recursos materiales y económicos puedan ponernos por el camino deben
motivar al criminólogo para intentar conseguir su objetivo. Por ello necesitará en muchas ocasiones de aquellos recursos
individuales que le permitan solventar o rodear cualquier obstáculo que se encuentre.
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CUALIDADES DEL CRIMINALISTA
Para que el Perito desempeñe su cargo, deberá reunir una serie de cualidades además de las que le solicita la ley:
6.- LEALTAD Tiene que tener la conciencia que implica cumplir con un
compromiso aún frente a circunstancias cambiantes o
adversas. Se trata de uno obligación que uno tiene.
La Criminalística, como todo conjunto de conocimientos cuya aplicación tiende a un fin, posee una metodología basada en las
ciencias naturales. Entenderemos por Metodología Científica, el conjunto de procedimientos que permiten llegar al conocimiento
de la verdad objetiva en el campo de la investigación científica. Su objeto material es la actividad cognoscitiva del hombre en la
esfera de las ciencias. Su objeto formal es la adecuada ordenación de dicha actividad para la obtención de la verdad.
La Metodología científica de divide en:
a) Metodología General, la cual se ocupa de los métodos y procedimientos aplicables en común a todas las ciencias.
b) Metodología especial, que consiste en la adaptación de dichos principios y procedimientos generales a las características y
exigencias de cada ciencia en particular, surgiendo así la metodología física, química, biológica, etc.
El Método, en consecuencia con su raíz etimológica, el camino más seguro y expedito para llegar en feliz término a la obtención de
la verdad.
Los más importantes procedimientos aplicables en común a todas las ciencias y que constituyen, por tanto, los componentes
principales de la metodología científica general son:
Análisis, o la descomposición de un todo en sus partes
Síntesis, o la reunión de las partes para integrar un todo.
Demostración, o la obtención de una verdad desconocida a partir de dos o más verdades conocidas.
El conocimiento científico se distingue del conocimiento vulgar en que no persigue inmediatamente fines prácticos, sino teórico. Es
además objetivo, metódico, crítico, fáctico, claro, preciso, comunicable por esencia, experimentalmente verificable, sistemático,
general, legal y predictivo.
Hablaremos de Método científico cuando se trate de un procedimiento lógico y ordenado que los estudiosos de la ciencia usan en
sus investigaciones. Sus periodos son:
1. Planteamiento del problema.
2. Recopilación de datos (requiere de una observación metódica-completa-reflexiva).
3. Ordenación y clasificación de los datos para descubrir correlaciones y consecuencias uniformes.
4. Diseño de la comprobación de la hipótesis.
5. Deducción.
6. Verificación o comprobación de la misma.
Para Rafael Moreno González, el Método Inductivo y el Método Deductivo constituyen los dos procedimientos que más
frecuentemente emplea la Criminalística.
El primero es aquel que se utiliza estudiando un hecho particular y controlando todas sus variables se llega a establecer una ley
general (de lo general a lo particular). El segundo es aquel que se utiliza para interpretar hechos particulares a través de una ley
general establecida y derivada de hechos similares al del objeto de estudio.
El método inductivo tiene tres etapas:
1. Observación.
2. Hipótesis.
3. Experimentación