Sie sind auf Seite 1von 32

ABSURDO PEREGRINAR PORNOGRÁFICO IN CORPUS

Obra en nueve secuencias

Original de:

Cornelius Vocatus
—2—

PERSONAS

(En orden de aparición)

Samantha Corpus

Productor

Jennifer

Director

Canelo

La Aparición

Sacerdote

Monja

Psicóloga

Novicia

Vendedor

Transeúntes en un museo
—3—

El culto al amor en Occidente es un aspecto del culto al sufrimiento, sufrimiento

considerado como supremo símbolo de la seriedad (el paradigma de la Cruz). El

que en los antiguos hebreos, griegos y orientales no encontremos la misma

valoración del amor es debido a que tampoco encontramos la misma valoración

positiva del sufrimiento. El sufrimiento no era el sello de la seriedad; por el

contrario, la seriedad se medía por la capacidad personal para evadir o

transcender el castigo del sufrimiento, por la habilidad personal para conseguir

tranquilidad y equilibrio. En cambio, la sensibilidad que hemos heredado identifica

la espiritualidad y la seriedad con la turbulencia, el sufrimiento y la pasión. Durante

dos mil años, ha estado espiritualmente de moda entre los cristianos y los judíos el

padecer dolor. Por tanto, no sobrevaloramos el amor, sino el sufrimiento: más

precisamente, los méritos y beneficios espirituales del sufrimiento.

Susan Sontag Contra la interpretación


—4—

1.- ENTREVISTA DE TRABAJO

PRODUCTOR: ¿Cuál es tu nombre?

SAMANTHA: Samantha Corpus...

PRODUCTOR: ¿Es tu nombre real o... artístico?

SAMANTHA: Artístico, por supuesto...

PRODUCTOR: Muy bien. Ahora dime Sam con qué experiencia cuentas...

SAMANTHA: ¿A qué se refiere?

PRODUCTOR: ¿A... qué tipo de... trabajo sabes hacer?

SAMANTHA: ¿Porno...?

PRODUCTOR: Sí, eso ya lo sé... me refiero a cuáles son tus... especialidades...

no sé si me explico...

SAMANTHA: ¿O sea a qué “cosas” puedo hacer?

PRODUCTOR: Sí...

SAMANTHA: Bueno, aparte de lo usual... posiciones normales: misionero, etc., he

trabajado anal, bisexuales, mamadas, parejas, tríos, orgías, sola y con

varios o varias, eremita, oral, doble penetración, con dildos y juguetes,

faciales, fantasías de todo tipo, también fetiches de todos tipos,

manoseos, lésbico, gonzo, masturbación y automasturbación,

aficionadas, en la calle, con público, interracial, no sé si cuente pero

también con embarazadas...

PRODUCTOR: ¿Has estado embarazada?

SAMANTHA: No, trabajé con una chica en estado...


—5—

PRODUCTOR: Mmmh

SAMANTHA: También masajes, cunnilingus, afeitada, velluda, con transexuales,

voyeurs, tragando... en fin, ustedes hablan...

PRODUCTOR: ¡Impresionante, caray!... ¿cuánto tiempo llevas en esto?

SAMANTHA: Cuatro años...

PRODUCTOR: ¡¿En dónde?!

SAMANTHA: Empecé en los Ángeles. Por motivos personales regresé y me

enteré de ustedes y me conecté.

PRODUCTOR: Bueno, como podrás darte cuenta, estamos comenzando... El

negocio puede funcionar, de hecho así lo esperamos: el porno siempre

vende... pero no estamos seguros de que la empresa pueda subsistir

hasta que pase la prueba de fuego de este primer año. Todo esto te lo

digo para que entiendas que no podemos ofrecerte un sueldo tan

competitivo como el que ganabas en el otro lado, ¿comprendes?

SAMANTHA: Okei.

PRODUCTOR: ¿Así de fácil? ¿No sé si ya te enteraste de lo que te podemos

ofrecer?

SAMANTHA: Ya lo sé... es sólo que tengo que quedarme a radicar aquí por

asuntos personales y no se me ocurre otra forma de ganar dinero...

Tampoco quiero hacerla de puta...

PRODUCTOR: ¿Y también estas consciente que vas a trabajar prácticamente con

puro aficionado?

SAMANTHA: Sí.
—6—

PRODUCTOR: Bueno, pues este es el contrato... si quieres leerlo con calma,

puedes llevártelo y me lo traes el lunes.

SAMANTHA: Sí, gracias. ¿Y el script?

PRODUCTOR: ¿Perdón?

SAMANTHA: El script, la historia...

PRODUCTOR: Ah, ¿te refieres al guión?

SAMANTHA: Sí, el guión.

PRODUCTOR: El porno no necesita guión.

SAMANTHA: En Los Ángeles sí.

PRODUCTOR: Bueno, eso será allá... recuerda, nuestra industria apenas

comienza...

SAMANTHA: Sí, ya veo.

PRODUCTOR: ¿Tienes algún problema con eso?

SAMANTHA: ¿Con qué?

PRODUCTOR: Con que no haya guión.

SAMANTHA: No... Es solo que, habrá algunas cosas, por las que se cobre más...

PRODUCTOR: No entiendo... el sueldo está estipulado en el contrato.

SAMANTHA: Sí, pero... ¿como me explico? Por ejemplo, si ustedes quieren que

la acción se realice sin condón, pues necesitaríamos llegar a un

acuerdo, ya que va de por medio un riego de salud... Ya sabe: el sida.

PRODUCTOR: Entiendo.
—7—

SAMANTHA: O si fuera el caso de que el director quisiera una doble penetración,

pues... no me niego a hacerla, pero sí tendríamos que platicarlo antes...

¿Me entiende?

PRODUCTOR: Sí, me parece que sí... Pero no te preocupes Sam, son detalles

que se tendrán que tratar como gajes del oficio. Nosotros tampoco

vamos a llegar a imponerte cosas en las que no estés de acuerdo.

SAMANTHA: Ni yo lo permitiría.

PRODUCTOR: ¿Lo ves?, estamos de acuerdo.

SAMANTHA: Así parece.

PRODUCTOR: ¿Alguna otra duda?

SAMANTHA: No... por el momento, no... gracias... me retiro.

PRODUCTOR: Que te vaya bien y nos vemos el lunes sin falta.

SAMANTHA: Sí, con permiso (sale.)

PRODUCTOR: (Seguro de que no lo escucha, con ironía.) “No quiero hacerla de

puta”... Pinche vieja loca...


—8—

2.- COMPAÑEROS DE TRABAJO.

JENNIFER: Oye, ¿tendrás un poco de rubor que me prestes?

SAMANTHA: Toma.

JENNIFER: Gracias. A propósito, soy Jennifer.

SAMANTHA: Samantha.

JENNIFER: Estoy nerviosísima.

SAMANTHA: ¿Tu primera película?

JENNIFER: Sí, ¿se me nota?

SAMANTHA: ...

JENNIFER: Antes trabajaba en un table.

SAMANTHA: Mmmhhh.

JENNIFER: Pero como le digo a José Luis: “¡No es lo mismo!”

SAMANTHA: Claro.

JENNIFER: ¿Y tú?

SAMANTHA: Yo qué.

JENNIFER: ¿Es tu primera vez?

SAMANTHA: No.

JENNIFER: ¡¿No?!

SAMANTHA: No. Tengo alguna experiencia, en Los Ángeles...

JENNIFER: Ah... vienes del otro lado... Con razón... ¿Y por qué veniste para acá?

SAMANTHA: Asuntos personales...

JENNIFER: Ahora me explico por qué estás tan tranquila: ya tienes experiencia.
—9—

SAMANTHA: Me siento segura... es todo... No es la gran cosa...

JENNIFER: Así será para ti que ya tienes experiencia... ¿Y has hecho muchas

películas?

SAMANTHA: Algunas.

JENNIFER: ¿Como cuántas?

SAMANTHA: Como cincuenta y pico... más de cincuenta...

JENNIFER: ¡Qué bárbara! Entonces eres toda una profesional... toda una, ¿cómo

se dice? Pornstar, ¿no?

SAMANTHA: No creo que sea para tanto... En ese caso me parece de mayor

mérito lo que tú haces.

JENNIFER: ¿En serio?

SAMANTHA: Hay que estar en excelentes condiciones para dominar el manejo

del tubo.

JENNIFER: Viéndolo así... Oye, y si no es indiscreción... cuánto vas a ganar...

SAMANTHA: Lo siento pero no acostumbro compartir ese tipo de información.

JENNIFER: Sólo para darme una idea y ver si me están dando algo razonable...

SAMANTHA: No puedo, lo siento...

JENNIFER: ¿Pero por qué no?

SAMANTHA: Es poco profesional, tú sabes...

JENNIFER: O dime, si está bien lo que me están dando, es que no sé...

SAMANTHA: ...

JENNIFER: Aquí no hay películas porno...

SAMANTHA: ...
—10—

JENNIFER: Esta es la primera vez, creo...

SAMANTHA: De verdad, lo siento... no puedo...

JENNIFER: Okey... comprendo....

SAMANTHA: ¿Me prestas el rubor?

JENNIFER: ¿Eh? Ah, sí, aquí lo tienes... gracias...

SAMANTHA: De nada.
—11—

3.- SET DE FILMACIÓN.

EL DIRECTOR: Llegas a este sofá...

SAMANTHA: ¿Este?

EL DIRECTOR: Éste, éste de aquí.... y te pones de rodillas... encima, aquí, así... Y

le dices a tu compañero: “Oficial, ¿estoy metida en problemas? ¿Podría

ayudarme con esto?...” Y te agachas para tener una buena toma

completa de tu trasero.

SAMANTHA: Okey.

EL DIRECTOR: Para entonces, tú Canelo, llegas por detrás, ya vas con el

uniforme desabrochado y te acercas a ella... te le repegas...

CANELO: ¿No digo nada?

EL DIRECTOR: Improvisa... dile cosas como: “Con que poniendo resistencia al

arresto, ¿eh?... Esta es una falta muy grave... Todo lo que diga podrá

ser utilizado en su contra...”

CANELO: Está bien.

SAMANTHA: Tengo una duda.

EL DIRECTOR: ¿Cuál?

SAMANTHA: ¿Aquí le llaman a los policías oficiales?

EL DIRECTOR: Qué.

SAMANTHA: Como que suena muy gringo, ¿no?

EL DIRECTOR: Mi vida, te juro que la clase de personas que van a ver este video,

difícilmente van a prestar atención en detallitos como ese...


—12—

SAMANTHA: Me parecería mejor llamarlo “Señor Justicia”...

EL DIRECTOR: Dile como quieras... sólo menea muy bien el trasero... ¿Listos?

CANELO: Oye, y después de repegármele, ¿la penetro?

EL DIRECTOR: No... Hacemos corte y reacomodamos todo... ¿Está claro?

CANELO: Sí.

EL DIRECTOR: Bueno, entonces vamos a comenzar... ¿Luces listas? ¿Sonido?

Vámonos aprisita porque necesitamos acabar con esto antes de las

siete.

CANELO: Me enteré de que eres toda una profesional allá en el gabacho...

SAMANTHA: No es para tanto...

CANELO: Qué consejo me puedes dar para tener éxito en esta chamba...

VOZ EN OFF: Hija mía...

SAMANTHA: ¿Oíste?

CANELO: ¿Qué?

SAMANTHA: La voz.

CANELO: Cuál.

SAMANTHA: ¿No oíste?

CANELO: No... qué...

SAMANTHA: Nada... olvídalo...

CANELO: ¿Y entonces?

SAMANTHA: Qué.

CANELO: ¿Qué consejo me das...?

SAMANTHA: Ah, pues... que aguantes mucho parado...


—13—

CANELO: ¿Cómo parado?

SAMANTHA: Sí, de ahí...

CANELO: ¡Ah! Bueno, por eso no creo tener ningún problema...

VOZ EN OFF: Hija mía, escúchame...

SAMANTHA: ¡Ahí está otra vez! Y no me vayas a salir con que no la oíste.

CANELO: ¡Oír qué...!

EL DIRECTOR: Prevenidos Samantha y Canelo, en sus posiciones.

SAMANTHA: Es que ahora sí se oyó muy claro.

CANELO: Tal vez sea el sonido de alguna tele de los vecinos... ya ponte en tu

lugar...

SAMANTHA: Imposible que no lo oyeras.

EL DIRECTOR: ¡Luces! ¡Sonido!... ¡Video!... ¡Acción!

SAMANTHA: Señor Justicia, ¿estoy metida en problemas? ¿Podría ayudarme con

esto?

CANELO: Con que no quiere ir a la cárcel, ¿no? Te voy a dar tu merecido...

¡Zorra!

VOZ EN OFF: Hija mía, pobre de ti...

SAMANTHA: ¡Aaaagh... Señor Justicia! ¡Tiene usted una macana enorme...!

LA APARICIÓN: Hija mía... haz sufrido mucho...

SAMANTHA: ¿Qué es eso? ¿Quién...? ¡¡¡Aaaaaaaahhh!!!

EL DIRECTOR: ¡¿Qué pasó?!

CANELO: ¡¿Te lastimé?!

EL DIRECTOR: ¡¡¡Corte!!!
—14—

LA APARICIÓN: Ven a mi regazo...

SAMANTHA: ¡¡¡Aaaaaaaahhh!!!

EL DIRECTOR: ¡Samantha qué te pasa!

CANELO: Creo que sí la lastimé...

EL DIRECTOR: ¡No es posible!

CANELO: Y eso que apenas estaba empezando...

LA APARICIÓN: No mereces sufrir más...

SAMANTHA: ¡¡¡No, no, no...!!! ¡¡¡Aaaaaaaahhh!!!

EL DIRECTOR: ¡Agárrenla!

CANELO: ¡Aaaayyy!

EL DIRECTOR: ¡¿Y ahora tú también?!

CANELO: ¡Me pegó en los huevos!

LA APARICIÓN: Hija mía... la más querida...

SAMANTHA: ¡¿Qué pasa...?! ¡¿Porqué... a mí...?! ¡¿Qué hice...!

¡¡¡Buuuuaaahhh!!!

EL DIRECTOR: ¡Llévenla a la otra habitación!

SAMANTHA: ¡¡¡¿Qué he hecho con mi vidaaaaaa...?!!!


—15—

4.- UNA HORA DESPUÉS.

EL DIRECTOR: ¿Qué pasó? ¿Ya reaccionó?

JENNIFER: Sigue igual... no habla, no se mueve... no reacciona...

CANELO: Está como shockeada...

EL DIRECTOR: Esta cabrona seguro se tomó algo...

CANELO: No se le ven raras las pupilas... reaccionan normalmente a la luz...

JENNIFER: No todas las drogas causan ese efecto.

EL DIRECTOR: Y mucho menos las nuevas drogas sintéticas.

JENNIFER: Para mí que ésta se tomó la droga que convierte a la gente en

Zombie...

CANELO: ¿La cocodrilo?

JENNIFER: Esa.

CANELO: ¿Y tú cómo sabes tanto?

JENNIFER: He leído.

CANELO: ¿O experimentado?

JENNIFER: Ni que fuera tú...

CANELO: ¿Por qué no llamamos a un doctor?

EL DIRECTOR: Es que para saber qué se tomó... si llamamos a un doctor... puede

ser peligroso... ¿me explico?

CANELO: Le decimos que llegó así...


—16—

EL DIRECTOR: De todas maneras, los doctores tienen que dar parte en casos

así... y yo no conozco a alguien de confianza que pudiera apoyarnos...

¿Y ustedes?

CANELO: No.

JENNIFER: Tampoco.

EL DIRECTOR: Mejor no correr riesgo, nomás que reaccione y listo...

JENNIFER: Suena fácil, pero...

EL DIRECTOR: Qué.

JENNIFER: No reacciona con nada.

EL DIRECTOR: ¿Ya probaron con pellizcarle aquí en la nariz?

JENNIFER: No.

CANELO: A ver, inténtalo...

EL DIRECTOR: Caray, pues ni así.

CANELO: A lo mejor necesita más fuerza, ¿no?

EL DIRECTOR: Le hice bastante fuerte.

CANELO: A ver déjame probar a mí.

EL DIRECTOR: ¡Ya, ya!

CANELO: Pues nada.

JENNIFER: Está sangrando.

EL DIRECTOR: La cortaste.

CANELO: Pues es que era para ver si reaccionaba.

EL DIRECTOR: Voy por el botiquín... y tú vete a poner algo, ¿sí? ¡Te encanta

andar con las chiches al aire!


—17—

JENNIFER: ¡Ay bueno! No te desquites conmigo...

EL DIRECTOR: Es que mira como andas...

JENNIFER: Estamos en confianza, o qué ¿no?

EL DIRECTOR: El Canelo se puso sus calzones.

JENNIFER: ¿Y ella?

EL DIRECTOR: Está enferma.

JENNIFER: Al menos, pónganle una bata, se vaya resfriar...

CANELO: Uy ya te encelaste.

JENNIFER: ¡Quisieras!

SAMANTHA: Me voy...

CANELO: ¡Qué...!

SAMANTHA: Me tengo que ir...

JENNIFER: Samantha, nos habías asustado...

SAMANTHA: Ya me voy...

JENNIFER: A dónde...

SAMANTHA: Necesito ropa.

JENNIFER: Ahí está... pero espérate... ¿A dónde vas?

SAMANTHA: Les regalo todo esto...

JENNIFER: Samantha, estabas como en coma, espérate... te acompaño a ver al

médico...

SAMANTHA: No me toques... te agradezco, pero no es necesario...

JENNIFER: ¿Sabes quién eres y en dónde estás?

SAMANTHA: Por supuesto que sí... Ese es precisamente el problema...


—18—

CANELO: ¿Por qué gritabas?

SAMANTHA: Me di cuenta de que mi vida...

CANELO: Qué...

SAMANTHA: Ya me voy... es inútil tratar de explicarlo...

JENNIFER: Espérate, caray, ¿cuál es la prisa?

SAMANTHA: Me tengo que ir, con permiso... Adiós.

JENNIFER: Enloqueció.

EL DIRECTOR: ¿Dónde está?

JENNIFER: Se fue.

EL DIRECTOR: ¡¿Cómo que se fue?!

JENNIFER: Así, caminando.

EL DIRECTOR: ¡¿Desnuda?!

JENNIFER: ¡Ay, bueno, no! Se puso su ropa, pero dejó todo lo demás...

EL DIRECTOR: ¡¿Por qué la dejaron ir?!

JENNIFER: No quería que ni la tocáramos.

EL DIRECTOR: ¿Cómo la vieron?

CANELO: Pues, bien...

JENNIFER: Bien, lo que se dice bien, no... pero, pues ya quería irse...

CANELO: Estaba como ansiosa, ¿verdad tú?

JENNIFER: Sí, y dijo que nos regalaba sus cosas... Yo quiero el maquillaje.

EL DIRECTOR: Ey, momento... Deja eso ahí... ¡No la hubieran dejado ir!

JENNIFER: Pero ni modo que la mantuviéramos aquí a fuerzas.


—19—

EL DIRECTOR: Espero que haya ido al doctor... Voy a ver si la alcanzo... ¿No dijo

a donde iba?

JENNIFER: Mmmmhh, no... dijo algo de que su vida quién sabe qué.
—20—

5.- EN UNA IGLESIA.

SACERDOTE: ¡¿Qué hacía ahí trepada como mono sobre el altar?!

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: Quería robarse la imagen de nuestra madre, ¿verdad?

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: ¿A dónde cree que va?

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: La madre Eulalia fue a llamar a una patrulla... A ver con qué

cuentos le sale a los policías.

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: Y ni crea que con sus lagrimitas de cocodrilo me va a conmover...

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: Ya me tienen harto ustedes, bola de rateros, que nos han asolado

en estos últimos tiempos...

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: ¡Mira nomás cómo traes el hocico!

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: Te lo rompiste por tratar de robarte a nuestra madre.

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: El demonio te castigó.

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: ¡Siéntate! Y si te me pones al brinco te doy con esto.


—21—

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: ¿Vienes drogada? No me extrañaría...

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: Me extraña, eso sí, que quisieras llevarte esa imagen en particular.

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: ¿Por qué pones esa cara? No es una imagen antigua, o sea, muy

valiosa...

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: Por tu mirada me imagino que ni idea sabías de lo que te ibas a

llevar, ¿verdad?

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: ¡A mí no me hagas tus getas, escuincla babosa!

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: ¿Qué querías llevarte? ¡¿Eh?!

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: No te entiendo... habla claro...

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: ¡Menos pujando así!

SAMANTHA: ...

SACERDOTE: ¡Siéntate! ¡Que te sientes!

SAMANTHA: ¡No quería robar nada!

SACERDOTE: ¿Entonces?

SAMANTHA: Buscaba respuestas...


—22—

SACERDOTE: ¡¿Respuestas?! Que te crean en tu casa...

SAMANTHA: Necesito respuestas...

SACERDOTE: Ay, madre Eulalia, ¡¿pues qué fue hasta la delegación por la

patrulla?! ¡¿Por qué tardó tanto?!

MONJA: Padre perdóneme, pero no encontré ninguna...

SACERDOTE: Cuando se les necesita, ni sus luces...

MONJA: Por más que caminé, nada...

SACERDOTE: ¿Qué haremos?

MONJA: Solo que la llevemos a la delegación.

SACERDOTE: ¡No! Es mucho arriesgarse... Desátela y que se vaya.

MONJA: ¿Está seguro padre?

SACERDOTE: Sí, y que se largue... Nomás una cosa te advierto: tú regresas y no

te la vas a acabar, ¿entendido?

MONJA: ¡Ay padre, qué lenguaje es ese!

SACERDOTE: Es para que le quede claro a ella, madre... Le hablo con su mismo

lenguaje...

SAMANTHA: Necesitaba respuestas...

SACERDOTE: ¿Sí? Pues ve a buscarlas por allá afuera...


—23—

6.- CENTRO DE AYUDA A LA MUJER.

PSICÓLOGA: Hola. Soy Araceli Romero, la psicóloga del Centro de ayuda a la

Mujer... Lupita me dijo que necesitabas hablar conmigo.

SAMANTHA: Sí.

PSICÓLOGA: Pues bien, aquí estoy... Sentémonos... Te escucho...

SAMANTHA: Vine, porque... no sé a qué vine...

PSICÓLOGA: Tranquila. ¿Quieres un café... un té, una coca?

SAMANTHA: No gracias, estoy bien...

PSICÓLOGA: ¿Cuál es tu problema?

SAMANTHA: Es que en realidad no tengo problema como tal...

PSICÓLOGA: Entonces ¿por qué estás aquí?

SAMANTHA: Caminé... Caminé mucho y de repente me di cuenta de que estaba

frente a su fachada leí el letrero y pensé que tal vez aquí encontraría las

respuestas que buscaba...

PSICÓLOGA: ¿Y por qué pensaste que aquí las podrías encontrar?

SAMANTHA: ...

PSICÓLOGA: Estoy segura de que aquí las puedes encontrar, pero es necesario

hacer las preguntas correctas… sé que al principio es difícil, nos cuesta

mucho trabajo abrirnos, como mujeres se nos enseña a aguantar sin

expresar dolor, pero ese es el único requisito que se requiere en este

caso, el abrirnos… Samantha se valiente y enfrentar los temores…

¿Qué fue lo que te trajo aquí?… ¿Sufres maltrato?


—24—

SAMANTHA: No, no es eso

PSICÓLOGA: Eres reprimida por tu pareja.

SAMANTHA: Tampoco

PSICÓLOGA: Sufres abuso de cualquier tipo...

SAMANTHA: En lo absoluto

PSICÓLOGA: Cuando hablo de abuso me refiero a golpes.

SAMANTHA: No es mi caso

PSICÓLOGA: Tortura psicológica.

SAMANTHA: Tampoco

PSICÓLOGA: ¿Eres víctima de trata de blancas?

SAMANTHA: No

PSICÓLOGA: Fuiste abusada de niña...

SAMANTHA: ¡Por supuesto que no!

PSICÓLOGA: ...violada...

SAMANTHA: No...

PSICÓLOGA: Te masacran a golpes

SAMANTHA: No.

PSICÓLOGA: Ábrete Samantha

SAMANTHA: …

PSICÓLOGA: ¿Qué es lo que te pasa?

SAMANTHA: Es que no sé cómo explicarme.

PSICÓLOGA: Comprendo.

SAMANTHA: No es algo malo esencialmente


—25—

PSICÓLOGA: Y si no es algo malo, ¿por qué te sientes mal?

SAMANTHA: No es que me sienta mal.

PSICÓLOGA: ¿Ah no?

SAMANTHA: No… me siento en descontrol, que es diferente... no asimilo lo que

me está aconteciendo… no puedo entender que algo así, me haya

sucedido a mí... es algo que me rebasa, que no puedo controlar y

desde luego que no encuentro la manera de cómo expresarlo en

palabras…

PSICÓLOGA: Éste es un centro interdisciplinario de ayuda a la mujer, contamos

con apoyo de albergue, asesoramiento legal, psicológico con el cual

queremos que las mujeres que se acerquen aquí cuenten con la

absoluta certeza de que recibirán ayuda… el único requisito es que se

animen a contarnos el infierno que están viviendo… atrévete Samantha.

SAMANTHA: Es que no entiende, no tengo nada, me pasó algo muy bueno…

algo de lo que incluso no estoy segura de ser digna merecedora de

ello… Pero usted insiste en salir con su cantaleta de que estoy aquí

porque necesito salir de algún infierno que usted, en su mente retorcida,

me ha creado, o más bien en el cual ya me ha colocado…

PSICÓLOGA: Muy bien, comencemos por un camino más convencional... ¿A qué

te dedicas?

SAMANTHA: Soy actriz...

PSICÓLOGA: Muy bien...

SAMANTHA: ...de películas...


—26—

PSICÓLOGA: ¿Ah sí?

SAMANTHA: ...pornográficas...

PSICÓLOGA: ...¡Ah caray...! ¿Lo ves? ¿No te parece suficiente carga de

conciencia Samantha?... Date cuenta... Eres tratada como un objeto

sexual por lo hombres...

SAMANTHA: Deténgase por favor... yo amo mi trabajo, no me avergüenzo de él...

disfruto enormemente del sexo, no estoy prejuiciada… soy

inmensamente feliz, vivo sola y tengo eventuales parejas con quien

disfrutó mi vida… no me siento mal y no acostumbro andar con cargos

de conciencia respecto… por ahí no va doctora… gracias por su tiempo,

con permiso me tengo que ir…

PSICÓLOGA: Tranquilízate por favor, no es para tanto... Me disculpo si te parece

que estoy equivocada...

SAMANTHA: Este usted tiene razón, no debí haber entrado… ya me voy…

PSICÓLOGA: Te pediría que permanecieras aquí hasta que te calmaras... Pero no

te puedo retener por la fuerza menos llévate mi tarjeta, ahí está mi

número de celular, porque comprendido las veinticuatro horas del día...

SAMANTHA: Gracias, pero no creo necesitarlo...


—27—

7.- CONVENTO.

MONJA: ¡Madre mía!

NOVICIA: ¿Qué le pasa madre?

MONJA: ¡La loca drogadicta!

NOVICIA: ¿Cuál?

MONJA: Ahí viene

SAMANTHA: ¿Madre Eulalia?

MONJA: ¿Qué quiere?

SAMANTHA: ¿Se acuerda de mí?

MONJA: Cómo olvidarla...

SAMANTHA: ¿Puedo platicar con usted un minuto?

MONJA: ¿Que quiere?

SAMANTHA: Podemos hablar en privado.

MONJA: Lo siento, no puedo… si quiere hablar conmigo tendrá que ser aquí, en

plena calle y con la presencia de la hermana.

SAMANTHA: Eso hace más difíciles las cosas.

MONJA: Los siento, es lo único que puede ofrecerle.

SAMANTHA: Está bien… Intenté hablar con el padre en la iglesia, pero ni siquiera

quiso que me la puerta…

MONJA: ¿Y que esperaba?, ¿que la invitara pasar y a tomar un café?… Después

de lo que intento hacer...


—28—

SAMANTHA: Es que no intentaba hacer nada… creo tener respuestas… sabe, no

soy una persona muy cercana la Iglesia, aunque mi familia me formó en

la fe cristiana católica apostólica y romana…Fui a una escuela de

monjas...

MONJA: Pues no se le nota mucho, ¿eh?

SAMANTHA: El caso es que… qué pensaría usted… de alguien… que fuera

testigo de una aparición…

MONJA: A ver, vamos por partes, ¿aparición de qué?

SAMANTHA: Una aparición santa.

MONJA: Eso dependerá de lo que haga usted signifique la palabra santa.

SAMANTHA: De la virgen en particular

MONJA: No sabría qué decirle… esas cosas suceden, pero suceden a personas

especiales, elegidos por Dios… hablando francamente, a santos… y

estos pues no se dan en maceta, ¿verdad?

SAMANTHA: Sí, ya lo sé… eso es precisamente lo que no acabo de

comprender… que una persona tan vulgar pueda tener ese tipo de

experiencias no es algo…

MONJA: ¿Conoce alguien que haya sido testigo de una aparición?

SAMANTHA:...

MONJA: ¿Está llorando?

SAMANTHA:...

MONJA: ¿Y por qué llora?


—29—

SAMANTHA: Muchas gracias, madre… perdón si la incomodé, porque de verdad

que no era mi intención… me tengo que ir... con permiso.

MONJA: Lo que dije: loca rematada…

NOVICIA: ¿Se le apareció la virgen, madre?

MONJA: ¡Ay, hermana, ¿no está usted viendo?!

NOVICIA: ¿Qué, madre?

MONJA: ¿Usted cree que nuestra Santa Madre le va a hacer el honor de

mostrársele en toda su Divina Presencia, a una loca como esa?

NOVICIA: Los caminos del Señor, y por ende de nuestra Santa Madre, son

misteriosos...

MONJA: ¡Mire hermana, mejor me hace el favor de callarse!


—30—

8.- ANDÉN DEL METRO.

SAMANTHA: ¡Qué bocinota!

VENDEDOR: ¿Le molesta, güerita? ¿Por qué no toma taxi?

SAMANTHA: ¡Qué agresivo!

VENDEDOR: Tengo que ganarme la vida... De otra manera tendría que andar

robando y eso no les va a parecer, ¿verdad?

SAMANTHA: ¡Y tiene que ponerle tan alto el volumen!

VENDEDOR: Es para que se oiga acá, chido...

SAMANTHA: ¿Y esa música? ¿Cuál es?

VENDEDOR: ¿Le gustó verdad?

SAMANTHA: Por lo menos, no es la escandalera que puso... hace rato...

VENDEDOR: Si era lo mejor del bolero y la balada romántica...

SAMANTHA: Odio las canciones románticas... Dicen puras estupideces...

VENDEDOR: ¿Qué pasó, güerita? No es usted romántica o qué...

SAMANTHA: ¿Cómo se llama esa que está poniendo?

VENDEDOR: Clair de lune... de Debussy... Está buena para el relax, ¿verdad?

SAMANTHA: ¡¡¡¡¿Qué pasa?!!!!

VENDEDOR: ¡Uta, que mal pedo! ¡Ya valió madre güerita! Parece una ñora se

aventó al convoy...

SAMANTHA: ¡¡¡Qué horror!!!


—31—

VENDEDOR: ¡Yo me piro! El servicio del tren se va a suspender... voy a la otra

línea... No quiere el disco, viene calado y garantizado...

SAMANTHA: No, gracias...

VENDEDOR: Ahí la vemos entonces...

SAMANTHA: ¡Pero qué horror... qué tristeza...!


—32—

9.- EN EL MUSEO.

La música no desaparece, se trastoca en estereofónica. Al fondo en

ciclorama se proyecta, La Noche Estrellada de Van Gogh, como preludio a una

muestra de obras maestras de la pintura. Samantha entra a la sala y queda

encantada de la monumental imagen... Poco a poco la emoción la lleva al llanto...

luego a la risa... Diferentes transeúntes atravesarán la sala del museo. Apenas

reparan en Samantha. Mira las proyecciones y salen. Disolvencia de luz e imagen

simultánea.

Das könnte Ihnen auch gefallen