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Director de investigación
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Economista
Co-director de investigación
Colombia posee una posición geográfica y geopolítica estratégica para el comercio exterior,
también cuenta con un potencial en su frontera de posibilidades de producción, mano de obra
calificada y sin costos tan altos, su fuente alta de recursos naturales y materias primas le permiten
ser un atractivo para la propuesta empresarial local e internacional. Siendo un país con las
características mencionadas anteriormente su oferta en el mercado internacional se basa solo
en el comercio de bienes sin transformación y sin valor, dejando de dinamizar la cadena de valor
y la competitividad de la nación a través de la industria. Desde 1976 al 1990 Colombia evidenció
como el país aumento su sector industrial.
Sin embargo, a partir de la apertura económica de 1990, surgieron una serie de políticas
económicas que terminaron posicionando los bienes industriales extranjeros en la demanda
nacional provocando: disminución de la producción de bienes nacionales, ajustes de tasas
impositivas para atraer la inversión extranjera directa beneficiando al capital internacional y
dejando sin oportunidad de competir a los locales, la explotación desmedida de los recursos
naturales por privatización extranjera. Por lo tanto, analizar el aporte que han realizado las
exportaciones del sector industrial en el desempleo, permite crear un escenario de debate donde
se estudie si el comercio exterior a base de exportaciones industriales son una fuente generadora
de empleo.
Palabras clave: Desempleo, crecimiento económico, desarrollo económico, desarrollo humano,
agroindustria, exportación, balanza de pagos.
Abstract
Colombia possesses a strategic geographical and geopolitical position for foreign trade, it also
has a potential in its frontier of production possibilities, skilled labor and without such high costs,
its high source of natural resources and raw materials allow it to be attractive for the local and
international business proposal. Being a country with the characteristics mentioned above, its
offer in the international market is based only on the trade of goods without transformation and
without value, leaving the dynamics of the value chain and the competitiveness of the nation
through the industry. From 1976 to 1990 Colombia showed how the country increased its
industrial sector.
However, since the economic opening of 1990, a series of economic policies emerged that ended
up positioning foreign industrial goods in the national demand, causing: a decrease in the
production of national goods, adjustments of tax rates to attract foreign direct investment
benefiting to the international capital and leaving without the opportunity to compete to the locals,
the excessive exploitation of natural resources by foreign privatization. Therefore, analyzing the
contribution made by the exports of the industrial sector in unemployment, allows creating a
debate scenario where it is studied whether foreign trade based on industrial exports are a source
of employment generation
Key words: unemployment, economic growth, economic development, human development,
agroindustry, exports, payment balance.
Contenido
Lista de gráficos
Tanto ha sido la importancia de este sector que al llegar a ser el primer productor de
hidrocarburos, Colombia remontándose a un grave problema y es la falta de empleo ya
que las exploraciones no generan un empleo continuo para los colombianos por ello la
pregunta que motivo esta investigación fue: ¿cuál es la incidencia de las exportaciones
del sector industrial en el desempleo en Colombia de 1976 al 2017?
Como hipótesis de trabajo se planteó que del año 1976 al 2017 el sector industrial
permite el crecimiento económico del PIB real, y por ende la creación masiva de empleo
para los colombianos generando así el desarrollo económico y humano.
Para probar la hipótesis se analizó la incidencia de las exportaciones del sector
industrial en el desempleo en Colombia de 1976 al 2017, a través de cuatro etapas, que
fueron: revisar enfoques teóricos y antecedente relacionados con el tema de investigación;
realizar un análisis del sector industrial en la dinámica nacional; plantear un modelo
econométrico para establecer la incidencia de las exportaciones en el sector industrial a
nivel nacional; generar propuestas a través de los negocios internacionales que potencien
el empleo y por ende el desarrollo económico de Colombia.
La investigación presenta referentes teóricos que permitieron analizar el desempleo
del país ocasionado por la falta de industria nacional, el desarrollo económico y el
capitalismo dependiente. Además, recopilo investigaciones anteriores realizadas en china
donde se midió el aporte de variables económicas al sector industrial y al desempleo,
utilizando como proxy, el desarrollo económico, la agroindustria, la competitividad y el
desarrollo humano.
Se realizó una contextualización económica del sector industrial a nivel nacional,
ubicando la dinámica de producción nacional, la balanza de pagos, porcentajes de
desempleo en Colombia y su impacto a nivel nacional. Posteriormente, se formuló un
modelo econométrico. A través del método mínimos cuadrados ordinarios –MCO-,
calculando el aporte de la actividad industrial, minera, y agropecuaria, al desarrollo
económico, que para esta investigación estará representado por la variable proxy:
desempleo.
Esta riqueza, más el proceso de apertura económica iniciado en 1991, despertó el
interés del capital nacional y transnacional, quienes vieron en estas tierras una
oportunidad de hacer negocios, modificando la vocación del territorio y las condiciones de
vida de los pobladores del departamento. Desde este momento, el sector agropecuario
empezó un declive irreversible, dándole paso a la explotación de petróleo como primer
renglón de la economía metense.
Es un estado Latinoamericano el cual posee salida al mar por dos océanos, al norte
con el Mar Caribe el cual conecta al Océano Atlántico y al occidente con el Océano
Pacifico. Su capital es Bogotá, está situada en el departamento de Cundinamarca. A nivel
nacional tiene una población a día de hoy de 49.994.277 según (DANE, 2018) . Es un país
con proporciones geográficas estratégicas, como la variedad de climas a causa de su
cadena de montañas en las cuales, uno de sus puntos más alto asciende hasta los 5,775,
llamado pico Cristóbal Colon en la Sierra Nevada de Santa Marta (ESRI, 2018) dándoles
a al sistema productivo de los suelos un potencial hídrico mediante la captación de
humedad por la alta montaña, la conformación de paramos y la erosión.
Sin embargo, las políticas económicas que han fijado los gobiernos desde los 70 no
han mantenido esa seguridad del mercado laboral para los ciudadanos y no han logrado
reducir la desigualdad que ha presentado niveles más altos en el índice de pobreza de las
últimas décadas, en especial desde que el país hace su apertura económica en 1990 el
cual fue una iniciativa ejecutiva por parte del expresidente Virgilio Barco, donde sin el
estudio de variables internas para hacer comercio exterior fue el momento crucial en el
que el Estado comenzó la debacle en la creación de empleo y desarrollo nacional.
En el actual sistema del capitalismo se requiere altos niveles de consumo, con el avance
científico y tecnológico se han propuestos diferentes procesos de vanguardia en cuanto
en como producir, como transformar, que elementos o insumos utilizar, provocando la
creación de un mecanismo internacional de comercio en los cuales participan países
objetivos, mercados inexplorados y las grandes potencias dueñas de toda la sabiduría
industrial. Crear industrialización y plantearla como pilar en las políticas de una nación
para con el fin de hacer desarrollo económico han sido propuestas que les han generado
cambios a países como China, Japón, Singapur, Corea del Sur, Reino Unido, Alemania y
Estados Unidos. Tener una economía evolutiva a partir del sector industrial permite
modificar y dinamizar la cadena de valor de las naciones, generando en el eslabón de
empleo una fuerte tasa la cual le ha permitido a las empresas y los ciudadanos ser sujetos
de desarrollo y transformación de vida (Porter, UIC ORG, 2006).
Sin embargo, estas políticas no han sido armonizadas en los planes de Colombia en
las últimas décadas, ya que es un país dependiente, exportador de materia prima y en su
mayoría de productos no transformados o sin valor agregado, por lo tanto, si no se amplía
el sistema de producción hacia nuevas alternativas modernas y contemporáneas en las
cuales se agreguen más eslabones de valor y suministro a una cadena para con el fin de
hacer partícipe del comercio exterior a trasvés de las exportaciones, como lo hizo en su
momento el Plan Vallejo incentivado la denominación Colombiana y la internacionalización
de una forma más dinamizadora es difícil reducir la desigualdad o el desempleo los cuales
han sido problemas graves de la nación para generar un avance en materia de derechos
y libertad económica, se han presentado cuestiones en los ciudadanos participes de
sectores no favorecidos por las políticas de los gobiernos tales como los del agro o los
manufactureros nacionales;
Entre 1930 a 1975 la industria creció 7,5% anual gracias al auge cafetero y la protección
a la económica local, efecto causado por la gran depresión de los 30. Para el periodo 1975
a 2015 la industria creció un poco más del 2% anual mientras que la economía lo hacia
casi al doble, esto fue porque las políticas favorecieron más al sector de construcción y
financiero, de una forma mas fuerte lo hizo con el sector de minas y petróleo, dejando
débil las pocas políticas que tenia en beneficio la industria desde finales de los 80 y la
década de los 90, esta participación en gran medida de la minera creció en materia de
exportación desproporcionadamente haciendo que el volumen de importación desplazara
y deterioraran la pequeña industria local, sumándose variables como la alta tributación, el
IVA y los parafiscales (Banco de la Republica, 2016).
Interrogantes de la investigación
Una vez caracterizado el problema, y teniendo presente los síntomas y consecuencias,
surgen las siguientes interrogantes:
¿Cuál ha sido el comportamiento histórico de las exportaciones industriales en el
desempleo en Colombia? ¿Qué referentes teóricos relacionan que a mayor industria
exportadora mayor incremento de empleo genera? ¿Cuál es la relación que tienen las
exportaciones industriales con el desempleo? Y por último ¿Qué aportes al modelo
económico actual se puede hacer desde los negocios internacionales?
OBJETIVOS
GENERAL
Desempleo: Se desarrolla a través de una teoría la cual relaciona la tasa de inflación con
una medida de brecha que utiliza varios derivados entre estos el desempleo permitiendo
así plantear una curva de Philips y permitiendo conocer las afectaciones que este tiene
(Phillips, 1999).
Buscar una definición de economía varía según las escuelas de pensamiento desde
la cual se la vea. Para el caso de esta investigación se entenderá la economía como,
“aquella que estudia los fenómenos sociales (o de relaciones sociales) que ocurren dentro
de los procesos de producción y distribución del producto social” (Cuevas, 1990, pág.27).
De esta forma, la ciencia económica estudia la producción y reproducción material de la
sociedad, dando cuenta de las relaciones que se dan entre las personas que participan
de este proceso.
Antecedentes de la Investigación
En este contexto se esbozarán algunas investigaciones y experiencias
relacionadas con el estudio. En este sentido, se revisan estudios relacionados con la
variable en estudio los cuales aportan información importante y pertinente que contribuye
con la amplitud y profundidad del tema.
Tomando en consideración los lineamientos que la Universidad, establece para
este tipo de trabajos. El autor de este estudio consideró necesario desarrollar dos tipos de
antecedentes: el primero está relacionado una serie de aportes que se han dado para el
desarrollo del sector industrial en el desempleo en Colombia de 1976 al 2017 (donde se
incluye una reseña histórica), el segundo incluye experiencias que otros países han
realizado. En todos los planteamientos expuestos como antecedentes se evidencian
interrelaciones entre el sector industrial en el desempleo en Colombia de 1976 al 2017.
Así podemos observar, emergieron en Bogotá entre las décadas de 1830 y 1850
fábricas de loza, ácido sulfúrico y tejidos de algodón, que aprovecharon la fuerte
pendiente de los cerros para mover tornos y telares mediante la energía hidráulicas de
ruedas de paleta. Este esfuerzo no poder superar las trabas naturales de su dependencia
de la abundancia o escasez de aguas, unido a la competencia desigual con los productos
extranjeros de superior calidad.
En otro orden de ideas el sector de las ferreterías, es decir, las pequeñas fábricas
de hierro con altos hornos, martinetes, refinación y fundición de hierro primero en la
población de Pacho en 1827, donde la instalación, de este capital fijo inicial exigió la
asociación de embrionarios capitales que provinieron de las minas de sal, esmeraldas,
oro y plata, y del comercio. Pronto el negocio se consolidó, atrajo capital extranjero, y fue
objeto de varios golpes de mano para apoderarse de él, como el de la crisis financiera
de Bogotá de 1842.
Sin embargo, como los yacimientos de hierro nunca fueron objeto de una
prospección geológica estricta para determinar su calidad y su cantidad, el hierro
producido resultó a la postre rechazado por el gran consumidor, que exigía acero para
rieles y equipos en vez del quebradizo hierro. Las ferrerías se fueron cerrando y sucedió
que los altos hornos tuvieron una vida útil más larga que los yacimientos, cuando lo lógico
hubiera sido lo contrario (ver Credencial Historia Nº 43, julio 1993, pp. 8 a 13).
Por eso el problema fundamental no fue la reforma tributaria, el alza del salario
mínimo ni la llegada de más venezolanos, sino la pérdida en la capacidad de generar
empleo que venía desde 2015. El empleo venía aumentado por encima del 2,4 % anual,
pero a partir de 2015 este porcentaje se redujo a la mitad o menos. Esta caída se debió
fundamentalmente a problemas en las ciudades, porque entre 2015 y 2017 el empleo rural
creció por encima de su tendencia histórica.
Encontramos que los cesantes jóvenes tienen menores tiempos de búsqueda que
los mayores; aunque cabe afirmar que, probablemente los tiempos de búsqueda son
menores, pero los empleos obtenidos son de menor calidad. En general, los jóvenes
cesantes tienen duraciones del desempleo inferiores al promedio total, mientras que las
personas con más de 31 años tienen duraciones promedio superiores. La población con
menor nivel educativo tiene un menor promedio de semanas de búsqueda respecto al
tiempo promedio de búsqueda de los todos los cesantes, mientras que las personas con
mayor nivel educativo registran un mayor número de semanas promedio de búsqueda de
empleo.
En cuanto a la población de aspirantes, las tablas 9 y 10indican que en general las
tasas de desempleo en este grupo de desempleados son notoriamente bajas respecto a
las tasas de los cesantes: la tasa de desempleo para aspirantes es aproximadamente la
cuarta parte de la tasa de los cesantes. Teniendo en cuenta que entre los menores de
edad se presenta el menor número de semanas promedio de búsqueda, los aspirantes
menores de 18 años son los que tienen la mayor tasa de incidencia del desempleo (entre
los aspirantes y además comparados con los cesantes).
Por nivel educativo, las tasas de desempleo entre los aspirantes también son más bajas
que las de los cesantes con los mismos niveles de educación. Según la ECV, entre los
aspirantes, las personas con educación técnica se demoran en promedio un año buscando
trabajo, siendo el subgrupo con mayor número de semanas promedio de búsqueda; en
educación superior le siguen los universitarios (siete meses) y los aspirantes con
posgrados (tres meses y medio). Por otra parte, las tasas de incidencia y las de desempleo
para los cesantes, son notoriamente mayores respecto a los aspirantes. Por grupos de
edades se encuentra que tanto para cesantes como para aspirantes, la tasa de incidencia
del desempleo es decreciente con la edad: es baja para las personas mayores (inferior al
1%) y tiene valores cercanos a 30% para los jóvenes.
II. Tasa de incidencia en Colombia: 2001-2006
Considerando las restricciones de la información de las encuestas de hogares, hemos
calculado la tasa de incidencia para el periodo 2001-2005 en frecuencias mensual y
trimestral (gráfico 4). Resulta sumamente difícil extender este análisis al periodo anterior
al año 2001. Aparte del cambio metodológico, la información sobre duración del
desempleo tiene un mayor nivel de censura, lo que impide la comparación de los dos
periodos. Para el periodo 2001-2005 se puede observar una tendencia decreciente tanto
de la tasa de desempleo como de la tasa de incidencia, hecho que no se presenta para la
duración media del desempleo (por lo menos hasta mediados de 2004).
En promedio la tasa de desempleo fue 16,4%, con una variación agregada entre enero de
2001 y diciembre de 2005 de poco menos de ocho puntos porcentuales (pp). Por otro lado,
considerando que la tasa de incidencia se compone de tasa de desempleo y un factor de
tiempo que denota el inverso del número de veces (en semanas) que en promedio los
individuos están desempleados, podemos abordar la persistencia del desempleo. Este
factor de persistencia en el desempleo fue en promedio 1,11, lo cual equivale a una
duración promedio del desempleo de 47 semanas. Por su parte, la tasa de incidencia fue
en promedio 18,14%, siete pp mayor que la tasa de desempleo, y su variación fue de más
de diez pp, lo que resulta de la variación de la tasa de desempleo y de la caída de la
duración a partir de 2004.
Es importante anotar que la tasa de incidencia tiene un importante factor estacional que
se refleja de manera clara en los datos mensuales, y que proviene de la dinámica que el
desempleo hereda a su vez de los picos de participación laboral al final de cada año, y
que a su vez están relacionados con ciertos elementos dinámicos de la actividad
económica que tienen un patrón estacional. Este comportamiento se mantiene en los
datos en frecuencia trimestral, en los que se puede apreciar más claramente la dinámica
estacional del desempleo.
El comportamiento de la tasa de incidencia puede explicarse entonces a partir de la
variación de un componente de desempleo (que elimina el efecto persistencia), de un
componente de duración y de un componente residual que hace referencia a la variación
simultánea de los dos primeros. Así, los cambios en la tasa de incidencia pueden
expresarse como: ΔTIt = FTt-1ΔTDt + TDt-1ΔFTt + ΔFTtΔTDt
Donde TI es la tasa de incidencia, TD es la tasa de desempleo y FT es el factor de tiempo
que hace referencia al número de veces que los individuos están desempleados (en
promedio). El gráfico 5 presenta estos componentes para el periodo 2001-2005, tanto en
frecuencia mensual como trimestral. Para la frecuencia mensual se puede observar que
el componente de desempleo aporta el efecto estacional sobre la tasa de incidencia, por
lo que este componente y el de duración presentan diferencias importantes para diciembre
de cada año, pero éstas no parecen ser grandes para los periodos restantes. Para
controlar los efectos de la estacionalidad se consideran estos componentes en frecuencia
trimestral (promedios trimestrales), donde se observa que la estacionalidad del
componente de desempleo sigue siendo importante. Sin embargo, se puede afirmar que
la incidencia del desempleo como medida de la dinámica del mercado laboral es un
indicador más completo que la tasa de desempleo, pues el factor de persistencia aporta
de manera importante a la variación de la incidencia del desempleo; por lo que la tasa de
desempleo subestima las variaciones del mercado laboral de corto plazo, esto no ocurriría
si la duración del desempleo fuese constante en el tiempo.
En general, se encuentra que la distribución de los mecanismos usados por los ocupados,
según el tiempo en el que buscaron empleo, no difiere de manera importante entre los
diferentes periodos de búsqueda. Sin embargo, cabe resaltar que cerca del 11% de los
ocupados que estuvieron sin empleo de cuatro a seis meses antes de colocarse,
recurrieron a las bolsas de empleo, mientras que esta proporción se reduce a casi la mitad
para quienes tuvieron tiempos de búsqueda inferiores o más prolongados.
Por otro lado, entre la población desocupada al momento de la encuesta, se observa que
independientemente del tiempo de búsqueda, la mayoría de desempleados usa la ayuda
de familiares o amigos. Sin embargo, la participación del uso de este mecanismo se
reduce con el tiempo de búsqueda, mientras que se incrementa la proporción de
desempleados que visita empresas. Aunque no se hace un análisis más profundo sobre
la efectividad de los canales de búsqueda, se puede afirmar que uno de los mecanismos
de intermediación más usados es pedir ayuda a familiares y amigos, y que este canal
parece no estar relacionado con los periodos de duración del desempleo. En este sentido,
no se observa un canal que pueda ser un determinante de los tiempos de búsqueda y que
a través de este efecto tenga un impacto sobre la tasa de incidencia.
Se puede concluir que el análisis detallado de la información sobre el desempleo
constituye una de las herramientas más valiosas de análisis empírico sobre la interacción
entre la oferta y la demanda de trabajo, y es particularmente útil en la formulación de
políticas. El análisis de corto plazo suele enfatizar el comportamiento de nivel y crecimiento
de la tasa de desempleo, con algunas desagregaciones realizadas en función del margen
de maniobra que permitan las estadísticas laborales. En el mediano y largo plazo, sin
embargo, es necesario conocer la magnitud de los flujos desde y hacia el desempleo, y la
frecuencia con la cual se dan estas transiciones. Para ello es necesario considerar,
además de la magnitud del desempleo, su duración, lo cual se resume de manera sencilla
en la tasa de incidencia del desempleo.
El estudio de la tasa de incidencia del desempleo en Colombia, abordado en esta
investigación, confirma la importancia de agregar al análisis del desempleo el componente
de su duración para tratar de identificar los grupos de desocupados que duran
desempleados más tiempo o aquellos entre quienes más se repiten los episodios de
desempleo. Este tipo de análisis resulta útil para focalizar las políticas sobre los
desempleados. Por ejemplo, tanto hombres como mujeres con los mayores niveles
educativos, presentan los periodos de búsqueda de empleo más prolongados y las tasas
de incidencia más bajas respecto a los menos educados de su grupo. En este sentido, el
análisis de la distribución del desempleo que se infiere a partir de la tasa de incidencia,
indica que si bien las personas más educadas pueden quedar desempleadas menos
veces durante su ciclo de vida, una vez están desocupadas lo están por un periodo de
tiempo considerable, y al contrario, quienes se han educado menos experimentan en
repetidas ocasiones episodios de desempleo, aunque éstos sean de menos duración.
Así, la tasa de incidencia brinda información adicional a los encargados de política
en la medida en que permite identificar situaciones de un mismo tipo (desempleo) que se
deberían abordar de una manera distinta (por ejemplo entre quienes tienen diferentes
niveles educativos). En estas situaciones es importante tener en cuenta los efectos de
variables como el salario de reserva, los mecanismos de búsqueda de empleo usados por
los diferentes grupos, la calidad de los puestos que ocupan una vez logran colocarse y la
interacción de las políticas relacionadas con educación.
Un vistazo a la evaluación de la tasa de incidencia trae como resultado que, para
entender la dinámica del mercado laboral es importante considerar la magnitud del
desempleo como la duración. El primer componente tiene un mayor efecto sobre la
estacionalidad en los trimestres uno y cuatro, mientras que la duración mantiene una alta
incidencia para los trimestres dos y tres. Esto implica que para hablar del mediano plazo
en el mercado laboral es necesario tener presente la evolución de la tasa de rotación del
mercado, la cual tiene un efecto de casi 80% del efecto del desempleo.
En esta investigación, hemos encontrado algunos elementos de interés que bien
ameritan ser retomados en ejercicios cuantitativos más avanzados y detallados, pero que
definitivamente requieren una aproximación inicial, la cual pretendemos ofrecer en este
artículo. Entre los elementos de interés podemos resaltar la elevada duración del
desempleo de individuos con altos niveles educativos, lo que sugiere la existencia
marcada de desempleo estructural. Igualmente, hemos encontrado importantes
diferencias en términos de género y edad, los cuales sugieren la necesidad de realizar
análisis estructurales más profundos. Estos diferenciales parecen eliminarse totalmente
mediante los logros educativos. Por otra parte, un análisis detallado de los mecanismos
de intermediación laboral privilegia el uso de redes informales de intermediación, lo cual
claramente cuestiona la eficiencia de los servicios de información para el empleo, ya sean
de índole privada o pública. En términos del empleo público resulta importante reconocer
la relativa transparencia de la intermediación laboral, toda vez que gran parte de los
ocupados en el sector público manifiestan haber obtenido su empleo mediante
convocatorias abiertas.
En términos literales econometría significa “medición económica”. Sin embargo, si
bien es cierto que la medición es una parte importante de la econometría, el alcance de
esta disciplina es mucho más amplio, como se deduce de las siguientes citas: La
econometría, resultado de cierta perspectiva sobre el papel que desempeña la economía,
consiste en la aplicación de la estadística matemática a los datos económicos para dar
soporte empírico a los modelos construidos por la economía matemática y obtener
resultados numéricos.1 . . . la econometría puede definirse como el análisis cuantitativo
de fenómenos económicos reales, basados en el desarrollo simultáneo de la teoría y la
observación, relacionados mediante métodos apropiados de inferencia.2 La econometría
se define como la ciencia social en la cual las herramientas de la teoría económica, las
matemáticas y la inferencia estadística se aplican al análisis de los fenómenos
económicos.
ANÁLISIS DE RESULTADOS
En este capítulo se detallan los análisis, interpretación y presentación de los
resultados logrados en los diferentes procedimientos realizados durante las etapas
señaladas en el marco metodológico.
Los econometrista… son una ayuda decisiva en el esfuerzo por disipar la mala
imagen pública de la economía (cuantitativa o de otro tipo) considerada como una materia
en la cual se abren cajas vacías, suponiendo la existencia de abrelatas, para revelar un
contenido que diez economistas interpretarán de 11 maneras diferentes.6 El método de la
investigación econométrica busca en esencia una conjunción entre la teoría económica y
la medición real, con la teoría y la técnica de la inferencia estadística como puente
Para dar respuesta al objetivo específico Número 1: Recopilar los aportes teóricos
de la ciencia económica que potencian el desarrollo endógeno, industrial exportador para
el mejoramiento del desempleo, se realizó una revisión de literatura a saber:
a) En el contexto latinoamericano, la economía colombiana ha sido tradicionalmente
una de las que mayor estabilidad macroeconómica han presentado. Pese a contar con
tasas relativamente bajas de ahorro e inversión, se ha logrado consolidar un crecimiento
económico aceptable, al tiempo que se ha controlado la inflación y se ha consagrado un
ambiente sumamente favorable para la inversión extranjera. No obstante, la tasa de
desempleo continúa siendo muy alta y los problemas fiscales no dan tregua,
materializados en el permanente déficit fiscal y un elevado endeudamiento público.
Podemos preguntarnos en dónde estamos: y realizar una síntesis de la evolución
macroeconómica de la última década, donde un peso fuerte, un dólar débil: El fuerte
proceso de revaluación del peso iniciado en 2004 ha afectado el sector productivo
colombiano, especialmente en las regiones exportadoras. Considerando los principales
hechos de la macroeconomía colombiana de los últimos años, el cierre de la primera
década del siglo XXI muestra dos contrastes generalizados en el desempeño económico
de este periodo.
A continuación se muestra en grafico 1 esta agrupación y su respectivo gráfico de
torta que permite visualizar la información: Según las estadísticas lo demuestran en el
gráfico 1, observamos que después de crecer a una tasa promedio del 5,5 por ciento real
en la etapa denominada de auge entre 2003 y 2007, la economía nacional registró al final
de la década un ritmo de crecimiento promedio del orden de 1,7 por ciento en el periodo
2008-2009, como resultado de la fuerte crisis que caracterizó la economía mundial a
consecuencia del desplome del mercado financiero en Estados Unidos. Al igual que el
conjunto de economías en desarrollo del planeta, los efectos de la crisis externa en
Colombia se reflejaron en la profunda contracción de la demanda externa-interna y en la
caída de la producción de los sectores productivos, especialmente industria y comercio,
lo cual marcó el descenso de cerca de 4 puntos del PIB doméstico de los dos recientes
años. Siendo este desempeño el peor de la década, no alcanzó a igualar el resultado de
1999, cuando la economía registró en algunos trimestres tasas de crecimiento negativas
que bordearon el 8 por ciento (Gráfico 1)
A pesar de este descenso, para 2009 la inversión como porcentaje del PIB
representaba el 25 por ciento mientras en 2002 solo alcanzaba el 16 por ciento del PIB.
De igual forma, el PIB per cápita se duplicó en Colombia en estos años, al pasar de 2.299
dólares en 2002 a 5.293 dólares en 2009.
Gráfico 2. Déficit en cuenta corriente vs. Inversión extranjera directa como porcentaje del
PIB: 2000-2009.
Finalmente, no podíamos dejar de mencionar algunos de los principales problemas
de índole macroeconómica que ha venido enfrentando la economía colombiana en esta
década, y que sin lugar a dudas se convierten en los retos que a nuestro juicio deberá
enfrentar el país en los próximos años. Los problemas de las finanzas públicas ocupan la
primera plana de las preocupaciones, especialmente por los niveles que ha registrado el
déficit fiscal total del Gobierno Nacional Central (GNC), que durante los años de auge
alcanzó un nivel promedio de 4 por ciento del PIB.
La implementación de una política fiscal contra cíclica para enfrentar la crisis
externa, la inestabilidad de los recaudos por la volatilidad del crecimiento y las dificultades
que viene arrastrando el sistema de seguridad social en salud y pensiones, motivado en
parte por el deterioro del empleo formal y el crecimiento de la informalidad en todo el
territorio nacional, vienen prendiendo las alarmas sobre la sostenibilidad fiscal en el país
En ese sentido, hay que señalar que los efectos de esta situación se reflejan en el
crecimiento del endeudamiento público y su impacto desfavorable sobre el
comportamiento de la tasa de cambio real y nominal a raíz de la mayor entrada de
capitales para financiar el volumen de gasto.
Otra de las dificultades ha girado en torno al fuerte proceso de revaluación del peso
que se viene registrando desde 2004, pero de manera especial en los años de la crisis.
Sin duda el efecto neto de la revaluación (sumando costos y beneficios) en este periodo
fue desfavorable para el sector productivo colombiano y contribuyó a la desaceleración
del crecimiento y al deterioro de los indicadores del mercado laboral en regiones
tradicionalmente exportadoras. Así mismo, junto al tema de la competencia, la caída en el
precio del dólar ha representado una de las mayores dificultades que han enfrentado los
empresarios colombianos en la búsqueda de nuevos mercados a nivel mundial.
Por último, en el ámbito de las relaciones internacionales, los últimos años de esta
década han mostrado un panorama muy complejo en las relaciones con las economías
vecinas, con un deterioro bastante notable en el comercio binacional, especialmente en lo
que concierne a Venezuela, con efectos adversos sobre el desempeño de la economía en
su conjunto.
Hacia dónde va la economía colombiana y sus perspectivas de crecimiento en los
próximos años podemos decir, que el comportamiento futuro de la economía colombiana
estará determinado por la forma en cómo evolucionen una serie de variables y sectores
económicos claves como el minero, la industria y el agropecuario; el fortalecimiento de la
infraestructura pública y el sector exportador, el ajuste de las finanzas del Estado, la mayor
atracción de IED, el fortalecimiento de las instituciones públicas (en particular aquellas que
intervienen directa e indirectamente en procesos económicos), y, en general, por la
estabilidad macroeconómica.
Sin embargo, las cifras muestran que la IED se ha focalizado hacia sectores de
industria extractiva y comercio y servicios: la industria manufacturera y el sector
agropecuario no hacen parte de sus objetivos…son la cenicienta de esta historia. Según
Fedesarrollo, entre 1994 y 2000, el sector manufacturero absorbía el 30% de la IED,
mientras el comercio y los servicios recibían casi el 60%. Fue una época en la que los
inversionistas extranjeros se interesaron en la privatización de la banca colombiana y de
los monopolios de comunicaciones, la compra de industrias que no resistían los retos de
la apertura económica sin una inyección de capital para modernizarse, además de la
expansión de la actividad comercial.
Pero, a partir de la primera década de este siglo, el capital extranjero con claridad
privilegió nuestra condición de proveedor de hidrocarburos y otros productos de origen
mineral. Entre 2001 y 2008, el 48% de la IED se ha dirigido a minería y petróleo En cambio
cayó en 1/3 la participación en sector manufacturero y la agricultura siguió siendo
descartada por los inversionistas extranjeros. De hecho, entre 2007 y 2008, la IED minera
se duplicó, mientras la incipiente del sector industrial cayó 66%, según datos de Proexport.
Propuesta.
Uno de los aspectos de mayor importancia que se debe tratar es el del empleo:
desde la frase bíblica “ganarás el pan con el sudor de tu frente” hasta hoy, el trabajo
dignifica al hombre y es su forma de interrelación con los suyos y con el universo.
Es muy común asociar el trabajo solamente como sustento de la persona, pero es clara la
implicación que tiene el trabajo para cada uno de nosotros, que por demás está
consagrado en la OIT. Por eso la pregunta ¿son generadores de empleo para nuestro país
los “tratados de libre comercio” y los bloques económicos? Para responder esta pregunta,
se hace necesario un análisis desde la óptica de las importaciones y las exportaciones.
Visto desde otro ángulo, tanto las exportaciones e importaciones bien encaminadas
pueden fortalecer la industria, reactivar la economía nacional, lo cual se podrá ver reflejado
en un mayor recaudo de impuestos y en la disminución del desempleo. De nuevo aquí es
básico el factor humano y se siente la necesidad de un estado fuerte en los poderes
legislativo, ejecutivo y judicial, para generar políticas acordes con la globalización, sin
detrimento del ingreso per cápita y el mejoramiento de la calidad de vida de todos los
colombianos, y no de sectores minoritarios de población.
No es posible en los actuales momentos tomar la actitud del avestruz, aislarnos del
entorno global y convertirnos en una rueda suelta del engranaje mundial: es hora de
fortalecer muchos aspectos en el panorama interno, aunque faltan muchos elementos de
juicio para determinarlos. Continuemos pues con el análisis.
Hasta aquí surge una gran duda: ¿Colombia tiene vocación exportadora?
Históricamente es un país agrícola y ganadero, que responde a necesidades internas de
una economía cerrada. Cabe anotar las grandes dificultades que originó el monocultivo
del café, y principalmente el uso indebido de los recursos generados por el mismo.
Superado en parte el monocultivo, la tendencia es a importar tecnología y productos
terminados; a su vez se exporta materia prima, en detrimento de recursos no renovables
como minerales y petróleo.
Estas tendencias crean dependencia hacia el país que genera la tecnología, y son
claras, todas las estrategias que se utilizan en el mundo globalizado para mantener el
predominio de ciertas tecnologías y el poder que ello implica; como ejemplo típico de esta
estrategia es la empresa Microsoft, encargada de ahogar cualquier asomo de
competencia. ¿Entonces podemos preguntarnos cuál es la estrategia para ser fuertes
tanto en importación como exportación? No es fácil hallar una respuesta precisa a este
interrogante y con mayor razón en un mundo globalizado, sujeto a cambios continuos. No
obstante, lo primero es el fortalecimiento de la economía interna: no es posible competir
con una economía débil carente de planificación, un sistema tributario inoperante y un
desarrollo industrial incipiente. Entonces ¿qué debemos hacer?
Por lo tanto, es más simple mejorar lo que se cómo tiene fortaleza. Así, crear
tecnologías enfocadas al desarrollo del agro colombiano aumentará el rendimiento de la
tierra y a su vez la posibilidad de exportar tecnologías. No es muy clara la posibilidad de
competir en el campo industrial ya que el país no tiene allí fortalezas. A este respecto es
de observar que la importación de insumos y maquinaria para el agro no ha aumentado
en forma significativa la producción, generando cambios mínimos en el producto interno
bruto: se repite la historia de un país sin vocación exportadora.
Es el momento preciso para presentar una propuesta que permita; a corto, mediano
y largo plazo fortalecer el sector industrial, agroindustrial, agrícola y ganadero para
convertir a Colombia en un país con vocación exportadora, buscando la mejora de la
calidad de vida de los colombianos a través de la generación de empleo. Se ha dibujado
hasta el momento un panorama de las importaciones y exportaciones en Colombia, que
incluye, entre otros, globalización, tratados de libre comercio, historia, tendencias,
definiciones y pasos que se requieren en el proceso de importación y exportación.
Esta propuesta ayuda a terminar con el estigma de los países pobres y fortalecer
el tejido socioeconómico colombiano. Porque no puede ser pobre un país que en el
subsuelo alberga petróleo, minas de carbón, oro, hierro, platino, sal, que posee una
diversidad animal y vegetal única en el mundo, y como si fuera poco, que está rodeado
por dos océanos, lo bañan cientos de ríos, muchos de ellos navegables, y que cuentan
con el gran valor agregado de la cantidad de razas y culturas que compartimos.
El problema no son los factores sino la combinación lograda de los mismos con
participación social. Nuestra propuesta parte de la idea de que lo que hace posible esta
combinación eficiente de factores, aun siendo escasos o inexistentes, es la confianza y el
grado de asociatividad con que las fuerzas sociales y económicas participan en la
elaboración de la estrategia de la producción, la distribución y las ganancias. Si los
ciudadanos que son en definitiva quienes realizan la economía del país, no se sienten
motivados, recompensados, por el esfuerzo realizado, involucrados en la actividad
productiva, es muy poco lo que se puede hacer como para revertir la actual estructura de
producción nacional.
Para crecer por la vía del comercio internacional y, a su vez, lograr satisfacer a
todas las fuerzas que intervienen directa o indirectamente en la producción es necesario
construir, socialmente hablando, una cultura exportadora, capaz de ser la que impulse el
modelo de crecimiento externo, tanto en épocas de superávit como de déficit; para
construirla, se requiere en primer lugar, dimensionar en todos los ámbitos el activo
exportador del país, el potencial con que contamos, en lo político, en lo económico, en lo
social, en lo institucional, en lo natural, el capital social, el capital humano, etc.
En segundo lugar, ubicar el factor institucional tanto en el nivel formal (leyes y
reglamentos), como en el informal (costumbres y motivación) como factor promotor en la
creación de consensos, confianza y equidad en las fuerzas productivas.
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