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DEFINICION DE NULIDAD

Concepto: es la sanción legal que priva a un acto jurídico de sus efectos normales, a
raíz de una causa (defecto o vicio) existente en el momento de su celebración. La
nulidad es una sanción civil que se aplica exclusivamente los actos jurídicos.

Un acto nulo: es aquel que tiene un vicio en el momento coetáneo de su celebración


(desde su nacimiento) (vicio manifiesto).

Artículo 137. Nulidad


Toda persona podrá solicitar por sí, o por medio de representante, que se declare
la nulidad de los actos administrativos de carácter general.

Procederá cuando hayan sido expedidos con infracción de las normas en que
deberían fundarse, o sin competencia, o en forma irregular, o con desconocimiento
del derecho de audiencia y defensa, o mediante falsa motivación, o con desviación
de las atribuciones propias de quien los profirió.

También puede pedirse que se declare la nulidad de las circulares de servicio y de


los actos de certificación y registro.

Excepcionalmente podrá pedirse la nulidad de actos administrativos de contenido


particular en los siguientes casos:

1. Cuando con la demanda no se persiga o de la sentencia de nulidad que se


produjere no se genere el restablecimiento automático de un derecho subjetivo a
favor del demandante o de un tercero.

2. Cuando se trate de recuperar bienes de uso público.

3. Cuando los efectos nocivos del acto administrativo afecten en materia grave el
orden público, político, económico, social o ecológico.

4. Cuando la ley lo consagre expresamente.

PARÁGRAFO. Si de la demanda se desprendiere que se persigue el


restablecimiento automático de un derecho, se tramitará conforme a las reglas del
artículo siguiente.

NATURALEZA:
La función administrativa tiene como característica esencial la de concretar,
mediante su actividad, los fines del Estado, principalmente el de satisfacer las
necesidades públicas.
La función electoral, por su parte, en todas sus manifestaciones, directa o
indirectamente, en últimas, materializa el fin funcional del derecho de organizar y
legitimar el poder radicado en el pueblo soberano.
En ese orden, como sucede con el poder de los representantes del pueblo
elegidos popularmente, que se legitima por tratarse de la voluntad del elector,
ocurre con la elección o designación de los altos mandatarios del Estado cuya
elección o nombramiento implica la colaboración armónica de las diferentes ramas
del poder como manifestación del sistema de pesos y contrapesos.
En efecto, como se explicó, la función electoral se realiza a través del acto
electoral que, como instrumento definitivo declara la voluntad de los ciudadanos o
cuerpos electores en los que se refiere a la selección de determinada persona, ya
sea en forma de participación directa o bien indirecta, por ejemplo la elección del
presidente en el primer caso, y la de Fiscal General de la Nación en el segundo
En pocas palabras, la función electoral tiene como fin la elección de
representantes en las otras ramas del poder público o sus titulares, de manera
directa o indirecta, es decir, su propósito es concretar la democracia participativa y
el diseño institucional, entre otros.
En ese sentido, los actos que se producen en ejercicio la función electoral,
por su misma naturaleza, no pueden ser asimilables a los actos expedidos en
ejercicio de la función administrativa, por lo que no es correcto considerarlos como
una subespecie de acto administrativo, en otras palabras, el acto que resulta del
ejercicio de la función electoral, es decir el acto electoral, es un acto autónomo;
aquel tiene su génesis en la democracia participativa y en un derecho fundamental
de carácter político: el de elegir o ser elegido, artículo 40, numeral 1 de la
Constitución, y no en la mera y simple expresión de la voluntad de la
administración derivada del ejercicio de dicha función
Ahora bien, realizadas las anteriores precisiones sobre la naturaleza de las
funciones administrativa y electoral, es menester precisar que el acto electoral
puede diferenciarse del acto administrativo, por lo menos, en los siguientes
aspectos: en cuanto al procedimiento para su formación; respecto de los sujetos
que intervienen en su expedición; y, por último, en lo que concierne a su finalidad.
Frente a la formación del acto electoral debe tenerse en cuenta que, a diferencia
del procedimiento de formación de actos administrativos cuyas reglas están
contenidas en el CPACA y en las leyes que regulan procedimientos administrativos
especiales, el procedimiento específico de creación de actos electorales, tiene
fundamento en atribuciones de carácter constitucional concretas y en principios
democráticos sobre los que descansa un Estado Social de Derecho y, para los
cuales y, precisamente por esa naturaleza, se prevé un procedimiento de
elaboración que debe ser autónomo.
Este procedimiento autónomo para la expedición de actos electorales está
conformado por el conjunto de actuaciones que adelantan las autoridades
electorales para materializar o exteriorizar la democracia.

El acto electoral entendido como manifestación de la voluntad popular, es el soporte de la


democracia participativa, así, el derecho electoral, Yepes Barreiro considera que el derecho
electoral es el encargado de regular la función electoral, que es la ejercida por los ciudadanos y
también por diversas corporaciones y autoridades en desarrollo del principio de representación
política y en ejercicio de su soberanía, con la finalidad de definir la estructura del Estado y las
reglas esenciales y fundantes de la democracia 1

MARCO JURIDICO: CONSTITUCIONAL


Ahora bien, el artículo 40 de la Constitución establece que todo ciudadano tiene derecho a
participar en la conformación, ejercicio y control del poder político, y por ello, el numeral 6º de
este artículo faculta a todo ciudadano a interponer acciones públicas en defensa de la Constitución
y de la ley. El numeral 7 del artículo 237 de la Constitución Política de 1991, dispone que la acción
de nulidad electoral es competencia de la Jurisdicción de lo contencioso administrativo, y el
artículo 264 superior señala el plazo en el que esta acción debe ser resuelta por esa jurisdicción.

MARCO LEGAL: LEY 1437/11 (CPACA)

la acción de nulidad electoral ha sido definida como una acción pública 2 en interés general para
la protección del principio democrático, y por ello se entiende que la puede ejercer cualquier
persona de manera que no está sometida a grandes formalidades que limiten su acceso; y su
ejercicio es con el objeto de garantizar el principio democrático y la voluntad del pueblo; sin
embargo, este trabajo tiene por objeto demostrar que, en la práctica, sus características, algunas
de ellas propias de las acciones en interés particular por cuanto están en juego los derechos del
elegido; y, sus límites, como el requisito de procedibilidad y la caducidad, dificultan la protección
del principio superior de la democracia, para en realidad, salvaguardar la seguridad jurídica y los
derechos particulares del elegido.

1 YEPES BARREIRO, Alberto. ¿La jurisdicción contenciosa electoral en vía de extinción? En “Revista de la
Academia Colombiana de Juristas”. Edición 253.2013, p. 123
2 sentencia T-945 de 2008 explicó esta característica así “La acción de nulidad electoral es de carácter
pública, esto es, que puede ser instaurada por cualquier persona, (…) en aras de concretar el principio de
democracia participativa como fundamento esencial del Estado Social de Derecho”
MARCO LEGAL: LEY 1437/11 (CPACA)

En desarrollo de lo anterior, el Código de lo Contencioso Administrativo y ahora el Código de


Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo –CPACA-, en similar redacción,
establecen la acción de nulidad electoral, este último en el artículo 139, señala: “Cualquier
persona podrá pedir la nulidad de los actos de elección por voto popular o por cuerpos
electorales, así como de los actos de nombramiento que expidan las entidades y autoridades
públicas de todo orden. Igualmente podrá pedir la nulidad de los actos de llamamiento para
proveer vacantes en las corporaciones públicas. En elecciones por voto popular, las decisiones
adoptadas por las autoridades electorales que resuelvan sobre reclamaciones o irregularidades
respecto de la votación o de los escrutinios, deberán demandarse junto con el acto que declara
la elección. El demandante deberá precisar en qué etapas o registros electorales se presentan las
irregularidades o vicios que inciden en el acto de elección”

Por VOTO POPULAR:

-Vicepresidente

-Congreso: Cámara de Representantes y Senado

-Parlamento Andino, Diputados, Gobernadores, Concejales,


Alcaldes, Ediles

CUERPOS ELECECTORALES:

En efecto, como se explicó, la función electoral se realiza a través del acto


electoral que, como instrumento definitivo declara la voluntad de los ciudadanos o
cuerpos electores en los que se refiere a la selección de determinada persona, ya
sea en forma de participación directa o bien indirecta, por ejemplo la elección del
presidente en el primer caso, y la de Fiscal General de la Nación en el segundo.
Claros eventos de democracia indirecta por elección de cuerpos colegiados se
advierten, por ejemplo, en la forma de designación del Procurador General de la
Nación, procedimiento electoral al que concurren por parte de la rama judicial la
Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado, por la ejecutiva el Presidente
de la República y por la legislativa el Senado -artículo 276 de la C.P.-, así como en
la escogencia del Fiscal General de la Nación, en dónde participan el Presidente
de la República, mediante la elaboración de la correspondiente terna, y la Corte
Suprema de Justicia, autoridad a la que le compete expedir el acto contentivo de
la elección -artículo 249 de la C.P.-.
AHORA BIEN, los actos de nombramiento, son expresión propia de la función
administrativa, como ya se explicó, razón por la que es evidente que el legislador
se equivocó al atribuir su conocimiento al medio de control de nulidad electoral. No
obstante, esta Sala en cumplimiento de la ley, conoce de estos actos, pese a no
responder a la lógica del acto electoral.
Definidos los actos objeto de este medio de control -elección popular, llamamiento,
nombramiento y elección de cuerpo colegiado-, se hace necesario distinguir estos
actos de aquellos administrativos, pero de contenido electoral.
A diferencia de los actos electorales, los de contenido electoral son derivados de
los actos administrativos, aunque versan sobre asuntos electorales, es decir, no
materializan la voluntad del elector, sino una decisión de la administración
pertinente en el marco de decisiones electorales, como cuando, entre otros, se: “(i)
establecen los parámetros generales para una elección -actos de convocatoria-,
(ii) otorga o elimina la personería jurídica de un partido o movimiento político, (iii)
se registra o niega la inscripción del logo-símbolo de una colectividad política, (iv)
se desarrollan los mecanismos de participación ciudadana, (v) se establecen las
reglas sobre las elecciones, lo que en general aplica a (vi) los actos profiera la
organización electoral

Lo mismo sucede con el acto de llamamiento para proveer curules


ante las vacancias temporales o absolutas que se generen al interior de una
corporación pública de elección popular y que son ocupadas por los candidatos no
elegidos que según el orden de inscripción o votación obtenida, le sigan en forma
sucesiva y descendente en la misma lista electoral.
Ahora, los de elección por cuerpos colegiados no materializan una expresión
directa de democracia, sí lo hacen de manera indirecta, pues a través de estas
formas de provisión se designan otras de las cabezas del Estado, en los diferentes
niveles nacional y territorial.
En efecto, se dice que la expresión de la democracia en estos eventos es
indirecta, por oposición a la directa, ya que a través de ella suele materializarse
una consecuencia de la tridivisión flexible de poderes adoptada por la Constitución
Política de 1991 en aplicación del sistema de pesos y contrapesos, conforme al
cual distintas ramas del poder concurren en la toma de decisiones electorales.
Claros eventos de democracia indirecta por elección de cuerpos colegiados se
advierten, por ejemplo, en la forma de designación del Procurador General de la
Nación, procedimiento electoral al que concurren por parte de la rama judicial la
Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado, por la ejecutiva el Presidente
de la República y por la legislativa el Senado -artículo 276 de la C.P.-, así como en
la escogencia del Fiscal General de la Nación, en dónde participan el Presidente
de la República, mediante la elaboración de la correspondiente terna, y la Corte
Suprema de Justicia, autoridad a la que le compete expedir el acto contentivo de
la elección -artículo 249 de la C.P.-.

Esto se da por medio de la La elección popular la cual constituye, por su


naturaleza, la expresión más directa de la democracia, pues materializa la
voluntad del electorado en la designación de los dignatarios del Estado que se
someten a esa forma de escogencia, como ocurre con la fórmula Presidente-
Vicepresidente, con los Senadores de la República, los Representantes a la
Cámara, los Diputados, los Concejales y los miembros de las Juntas
Administradoras Locales – JAL

Este imperativo responde a la finalidad que se persigue dentro del proceso


especial electoral: determinar la certeza de los actos de elección,
nombramiento o llamamiento que sustentan el acceso a la función pública
de quien fue elegido en las urnas

DERECHOS DEL ELEGIDO


En ese orden, la democracia debe ser entendida no sólo como el derecho a la participación política
sino la existencia de unas elecciones libres cuyo resultado corresponda a la voluntad popular;
entonces, esta acción está diseñada en nuestra Constitución para encargarse de la protección de
elementos tales como la igualdad en la contienda; la fiabilidad del escrutinio; y en general todas
aquellas garantías

administrativas y jurídicas destinadas a que las elecciones sean como se dijo, libres y honestas38 .
Sin embargo, a este principio se confrontan los derechos del elegido, y por ello, el juez que conoce
de las acciones de nulidad electoral, no puede actuar oficiosamente para garantizar la primacía de
la voluntad del pueblo representada en la pureza del sufragio, sin que ello afecte los derechos
particulares y concretos del elegido.

Ahora bien, la Sección Quinta del Consejo de Estado, en reciente providencia, se refirió a los
derechos del elegido en juego y señaló que esta acción tiene el deber de garantizar siempre el
derecho a la participación política, a la participación en la gestión pública y el derecho a ser elegido
del demandado97, de manera que se deben aplicar las garantías procesales para lograr tal fin. Y
esta posición ha sido reiterada en posteriores sentencias, como la de 31 de julio de 2009, en la que
señaló que el derecho a elegir constituye un derecho fundamental y por tanto, su restricción es la
excepción, de manera que sólo “en determinados casos y bajo exigentes causales se puede
menoscabar” .3

3 Consejo de Estado de Colombia, Sección Quinta, consejero Ponente Susana Buitrago, expediente
440012331000200700244 - 02. Disponible en la relatoría del Consejo de Estado (31-07-2009).
En efecto, la jurisprudencia de la Sección Quinta del Consejo de Estado, máximo órgano que
conoce de las acciones de nulidad electoral, ha señalado en reiteradas ocasiones que dentro del
proceso electoral se deben respetar todas las garantías constitucionales al elegido, en aras de
garantizar sus derechos, situación que impide actuaciones oficiosas del juez para establecer la
verdad real, lo cual implica quedarse en la verdad procesal, debido a que el ciudadano persigue la
protección de ese interés general “indeterminado” de la democracia entendida como la pureza del
sufragio, frente a las cuales no existen garantías.

De lo expuesto se puede concluir que a la luz de la acción de nulidad electoral, la democracia que
busca proteger, no se refiere únicamente a la garantía de la “pureza del sufragio” y la voluntad
general, sino que está conformada por dos elementos, esto es uno objetivo que se refiere a lo
mencionado, y uno adicional que no suelen mencionar la doctrina y la jurisprudencia al definir la
acción, sólo al resolverla, que es un elemento subjetivo que se refiere a los derechos a ser elegido
y conformar el poder político.

COMPETENCIA:
Competencia de las secciones del Consejo de Estado Ocurre que el trabajo de
las distintas Secciones de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de
Estado es especializado por materia de lo que da cuenta el artículo 13 del
Reglamento Interno de la Corporación, en él se entrega a la Sección Primera la
competencia sobre las controversias residuales no asignadas a ninguna de las
demás salas especializadas del Consejo de Estado; a la Sección Segunda
competencias derivadas de asuntos laborales administrativos; a la Tercera los que
versen sobre asuntos agrarios, contractuales, mineros y petroleros, y de
responsabilidad estatal; a la Cuarta respecto de impuestos y contribuciones
fiscales y parafiscales; y, a la Sección Quinta las que se originen en actos
electorales y de contenido electoral.

CAUSALES DE NULIDAD ELECTORAL ARTICULO 275


CAPITULO ESPECIAL PARA EL TRAMITE Y DECISION DE LAS
PRETENSIONES DE CONTENIDO ELECTORAL

Al respecto, refieren que el proceso de nulidad electoral requiere un trámite


especial y unas reglas específicas por su naturaleza misma, ya que se
deriva fundamentalmente de un acto político de elección, el cual proviene
de la expresión de la voluntad de los electores que la administración
plasma en un acto administrativo. En este sentido, el artículo 237-7 de la
Constitución Política la consagra como una acción especial. Igualmente,
el nuevo Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo consagró la acción electoral en el artículo 139, como un
medio de control distinto de los demás.

Por esta razón, el legislador estableció un término especial consagrado en el


artículo 146-2 del nuevo Código de Procedimiento Administrativo para
presentar en tiempo la demanda de nulidad electoral, éste es de treinta
días y no de veinte como equivocadamente lo señala el actor. Frente a
esta imprecisión, asegura que tiene relevancia desde el punto de vista
procesal, ya que el ciudadano lo utiliza para denotar que quien ejerce
la acción electoral cuenta con poco tiempo para reformar la demanda, lo
cual afecta la certeza del cargo.

1.3.2.3 Atendiendo a la finalidad que persigue este tipo de proceso,


sostienen que no es razonable ni técnico equiparar la acción o medio de
control electoral con el medio de control de nulidad simple, el cual no
tiene caducidad porque se ejerce en interés de la legalidad contra los
actos administrativos de carácter general. Agrega que tampoco hay lugar
para compararla con la acción de restablecimiento del derecho, dado que
esta última persigue una finalidad de contenido económico.

Por su parte en el artículo 275 el CPACA, dispone que los actos de elección o de
nombramiento son nulos en los eventos en que procede la nulidad de actos
administrativos de carácter general, enunciados en el artículo 137 de ese Código
(infracción de norma superior, falta de competencia, expedición irregular,
desconocimiento del derecho de audiencia y defensa, falsa motivación y
desviación de poder) y de manera especial, cuando:

1. Se haya ejercido cualquier tipo de violencia sobre los nominadores, los


electores o las autoridades electorales;
2. Se hayan destruido los documentos, elementos o el material electoral, así como
cuando se haya ejercido cualquier tipo de violencia o sabotaje contra estos o
contra los sistemas de votación, información, transmisión o consolidación de los
resultados de las elecciones;

3. Los documentos electorales contengan datos contrarios a la verdad o hayan


sido alterados con el propósito de modificar los resultados electorales;
4. Los votos emitidos en la respectiva elección se computen con violación del
sistema constitucional o legalmente establecido para la distribución de curules o
cargos por proveer;

5. Se elijan candidatos o se nombren personas que no reúnan las calidades y


requisitos constitucionales o legales de elegibilidad o que se hallen incursas en
causales de inhabilidad;
6. Los jurados de votación o los miembros de las comisiones escrutadoras sean
cónyuges, compañeros permanentes o parientes de los candidatos hasta en tercer
grado de consanguinidad, segundo de afinidad o único civil;

7. Tratándose de la elección por voto popular por circunscripciones distintas a la


nacional, los electores no sean residentes en la respectiva circunscripción;

8. Tratándose de la elección por voto popular, el candidato incurra en doble


militancia política al momento de la elección.

Por su parte, la Corte Constitucional en sentencia C-832 de 2001, definió la caducidad, así: “es una
institución jurídico procesal a través del cual, el legislador, (…) limita en el tiempo el derecho que
tiene toda persona de acceder a la jurisdicción con el fin de obtener pronta y cumplida justicia. Su
fundamento se haya en la necesidad por parte del conglomerado social de obtener seguridad
jurídica (…). La caducidad impide el ejercicio de la acción, por lo cual, cuando se ha configurado no
puede iniciarse válidamente el proceso (…)”72 .

Por otro lado, las características que comparte con las acciones que se ejercen en interés
particular, son:  La demanda recae sobre actos particulares y concretos – acto de elección o
nombramiento de una persona determinada.  Produce efectos concretos frente a una persona
determinada – el elegido.  Está sometida a término de caducidad – 30 días.  Opera el principio
de justicia rogada (formalidades que no puede obviar el juez).  Opera el principio pro hominem –
se prefiere la interpretación que restrinja menos los derechos del elegido.  Requisito de
procedibilidad que se debe agotar en poco tiempo – reclamación ante la autoridad administrativa
antes de la declaratoria de elección.

Término de caducidad En relación con el término de caducidad de la acción de nulidad electoral,


que es de 30 días, en sentencia del 19 de septiembre de 2008, el Consejo de Estado se refirió a los
efectos de ésta “como un fenómeno jurídico que afecta directamente el derecho de acción, de
modo tal que su cristalización impide que los interesados tardíos puedan acceder a un
pronunciamiento de fondo, ya que para el legislador extraordinario ese es un presupuesto de la
acción, que al no darse sólo puede producir como efecto el rechazo de plano de la demanda, tal
como lo ordena el artículo 143 del C.C.A., modificado por el Decreto 2304 de 1989 Art. 26 y por la
Ley 446 de 1998 Art. 45, sin que pueda entenderse que la omisión de ese pronunciamiento, por la
razón que sea, impide al operador jurídico estudiar el punto al momento de fallar el caso, desde
luego porque los presupuestos de la acción deben constatarse antes de emitir sentencia de
instancia

FORMULACION DE LA DEMANDA Y AUDIENCIA


277 HASTA 294 (diapositivas)

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